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Queridas familias:

Iniciamos una nueva etapa en la que debemos poner a prueba nuestras


destrezas, habilidades, atención, práctica y paciencia.
Las actividades de este año requieren del aprendizaje de la cursiva y el uso
de la lapicera pluma si es posible y está al alcance.
La palabra «cursiva» proviene del latín curro (curris, currere, cucurri, cursum),
que significa ‘correr’, por ser el tipo de letra obtenida al escribir con cierta agilidad.
El aprendizaje de este tipo de letra, es una herramienta crucial para el desarrollo
cognitivo, particularmente para entrenar el cerebro desde el punto de vista de la
“especialización por áreas del cerebro”, es decir, del rendimiento óptimo. Integra la
sensación, el control del movimiento y el razonamiento.
Existe un beneficio externo para la habilidad de razonamiento que se emplea en la
lectura y escritura. Para escribir con una letra cursiva legible se necesita un cierto nivel de
control de motricidad fina sobre los dedos, debiendo prestar atención, pensar qué están
haciendo y cómo lo están haciendo, tienen que practicar.
Al aprender la cursiva, incluso si se trata de la escritura en mayúsculas, el cerebro
de un niño deberá:
•Distinguir cada trazo respecto a otros.
•Aprender y memorizar el tamaño adecuado, oblicuidad de la forma global y la característica
detallada de los rasgos de cada letra.
•Desarrollar habilidades de categorización.
La enseñanza de la letra cursiva:
•Favorece que se perciba visualmente cada palabra como un todo. Esta percepción de las
palabras como unidades separadas dentro de oraciones o párrafos evita la tendencia a
efectuar una escritura “en carro”, es decir a escribir sin los espacios correspondientes entre
palabra y palabra.
•Se retiene mejor en la memoria, dado que constituye una respuesta motora continua con
mayor rapidez pues no se levanta la mano con tanta frecuencia como en los otros códigos de
escritura.
•Otorga a la escritura una calidad personalizada, que refleja las diferencias individuales en
forma matizada y fina. Caracteriza a una persona tal como el tono y timbre de su voz o su
modo de caminar. Cada uno es capaz de reconocer su letra y la de sus conocidos. La letra
imprenta o la escritura a máquina no satisfacen esta necesidad de expresión personalizada.
Los beneficios para el desarrollo cerebral son similares a lo que se obtiene cuando se
aprende a tocar un instrumento musical
Este tipo de escritura ayuda a retener la información y generar nuevas ideas mientras se
elabora el manuscrito.
Estudios también han mostrado que los niños que escriben en letra cursiva obtienen
mejores calificaciones en gramática y lectura, debido a que la letra pegada hace que los
estudiantes recuerden las palabras como un todo y no por partes.
Investigadores también han sugerido que la letra cursiva puede ser utilizada como una ayuda
educativa para niños con impedimentos como la dislexia.
Con respecto al uso de la pluma conlleva cuidados por el detalle, paciencia, estilo personal y
una cierta dosis de artesanía.
Aparte de ciertas cualidades subjetivas referentes a su uso, ya señaladas, existen ciertas
ventajas a nivel prácticos.
La escritura en cursiva obliga a quien la realiza a prestar mayor atención. No sólo es
necesario estar atento al contenido de lo que se escribe, sino que obliga a la mente a tener
un cuidado por la caligrafía, por la ortografía, por el espacio y, por la posición de la mano,
por la fluidez de la tinta, la presión aplicada en la escritura, la diferencia de trazos, la
absorción del papel.
Con respecto al uso de la pluma, lo primero que notaremos es la suavidad sobre el papel,
pues no se requiere ningún esfuerzo para que fluya que la tinta y los escritos serán más
personales. Notarán una mejora en la caligrafía al fomentar la atención sobre la misma.
El trabajo en el papel, requiere adaptar el tamaño de la letra para que coincida en final de la
palabra o de sílaba. Las proporciones de la letra deben ser similares y coherentes con el
papel y el uso del renglón.
Por un lado, obliga a una mayor planificación, de la escritura. Por otro lado, enseña a
asumir errores, prestando mayor atención para evitarlos.
Aumenta la capacidad lectora, lo hace más rápido y comprende más, desarrolla
habilidades para entender otras caligrafías. Especialmente al utilizar una pluma, que obliga
en cierto modo a unir las letras de una palabra entre sí, se comprende la caligrafía de otras
personas.
La escritura de la cursiva y el uso de la pluma, requiere un mayor esfuerzo tanto físico como
cognitivo, que conlleva la consecución de una caligrafía legible. Siendo necesario que lo
entienda el que los escribe, pero es necesario esforzarse más para que otros lo entiendan.
Tener una letra cuidada, legible, especialmente en la infancia, colabora en el desarrollo de la
autoestima. Las plumas suponen una ayuda inestimable en la mejora de la caligrafía.
Algunos estudios neurológicos han llegado a la conclusión de que la cursiva activa en mayor
medida el cerebro integrando las áreas visuales y motoras del mismo y estimulando áreas
relacionadas con la ortografía, el sonido y significado de las palabras, la producción y
comprensión del lenguaje y de la lectura e incrementando, en definitiva, las habilidades
personales dejando la huella de la personalidad. Es una conexión profunda ininterrumpida
entre pensamiento y lenguaje.
Por otra parte, la utilización de plumas ofrece otras ventajas e inculca ciertos valores a
nuestro juicio sumamente positivos para su formación como estudiantes y como personas.
En fin. Los invito a transitar juntos, este nuevo desafío de enseñanza del aprendizaje de la
cursiva y el uso de una nueva herramienta de escritura, la pluma.

La Seño
TRABAJO DE CALIGRAFÍA: “La cursiva”
1- Con total atención, repasa la línea de cada letra con lápiz negro.
2- Completa los renglones en blanco manteniendo el tamaño y forma de
cada letra.

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