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MANANTIALES

Un manantial es una corriente de agua que proviene de una fuente subterránea o


de entre las rocas y que emerge a la superficie. Algunos manantiales surgen por la
filtración de agua de lluvia, nieve o por rocas ígneas, que dan lugar a las aguas
termales. Así, el caudal de algunos manantiales dependerá de las estaciones y del
volumen de las lluvias, haciendo que los manantiales originados por la filtración se
sequen en periodos de escasas precipitaciones. En cambio, los que poseen un
caudal copioso pueden utilizarse para dar suministro a la población local. Por lo
general, un manantial surge cuando el agua de las precipitaciones se infiltra en un
área cuyo subsuelo presenta niveles impermeables. Esto hace que, llegado un
cierto punto, el agua no pueda seguir penetrando y termine saliendo a
la superficie. Al aflorar, el agua del manantial puede formar un arroyo o
un estanque. Si a nivel subterráneo entra en contacto con rocas ígneas, se
calienta y aparece como agua termal. Existen, por otra parte, los manantiales
artificiales que el ser humano crea al realizar perforaciones a gran profundidad.
Debido a la presión, el agua subterránea emerge.

POZOS PROFUNDOS

Un pozo profundo permite obtener aguas que se encuentran en los acuíferos,


estructuras hidráulicas subterráneas ubicadas a distintas profundidades y estratos
de la formación geológica en una zona geográfica específica.
Para determinar las características que debe tener un pozo profundo para obtener
agua eficientemente de él, se pueden utilizar distintos métodos:
 Estudios hidrogeológicos: entregan antecedentes del terreno en base a las
características geológicas de la cuenca, datos históricos de pluviometría,
extracciones existentes, etc.
 Estudios geofísicos: entregan antecedentes del terreno en base a ensayos
geofísicos aplicados en el mismo (SEV, TEM, magnetolúricos, entre otros).
 Análisis granulométricos: entregan antecedentes del terreno en base a
muestras recolectadas durante la perforación.
 Observaciones de campo durante la perforación: observación de los
eventos ocurridos durante la perforación (presencia de agua, profundidad
inicial y final del acuífero, derrumbes, detrito de perforación).
 Pruebas de bombeo: se realizan una vez terminado el pozo, y entregan
información del acuífero sometido a un nivel específico de extracción.

POZOS SOMEROS

Pozo Someros Los pozos someros a cielo abierto Son aquellos que permiten la
explotación del agua freática y/o subálvea. Se construyen con picos y palas; tienen
diámetros mínimos de 1.5 m. y no más de 30 m. de profundidad. Para permitir el
paso del agua a través de las paredes de los pozos someros se dejan
perforaciones de 25mm de diámetro con espaciamiento entre 15 y 25 cm, centro a
centro. Si las paredes del pozo son de mampostería de piedra o tabique, se dejan
espacios sin juntear en el estrato permeable para permitir el paso del agua. Dan
un rendimiento incierto por que el nivel freático fluctúa con facilidad y
considerablemente. Una ventaja de este tipo de pozos es, que la construcción de
estos es de menor costo que la de los pozos profundos. La calidad sanitaria en
estos pozos es probable que sea deficiente ya que se encuentran muy cerca de la
superficie. Para estos pozos excavados a cielo abierto existe el procedimiento tipo
" indio " (por tener su origen en la India). En estos pozos, la cimbra se forma
previamente en el exterior y en el sitio de la construcción, se arma el refuerzo y se
va colocando el ademe o pared, mismo que por su propio peso y con el auxilio de
la excavación se va hundiendo a medida que se profundiza el pozo. El ademe se
forma en anillos de 1.00 a 1.50 m. de altura, con el diámetro requerido y espesor
mínimo de 0.30 m. dependiendo este último del peso que debe tener los anillos
para vencer la fricción entre el concreto y el suelo

GALERIAS FILTRANTES
Las galerías filtrantes, también llamadas túneles subterráneos o minas de
captación de agua, representan un método ancestral de aprovechamiento de
aguas subterráneas, sobre todo en regiones donde las fuentes superficiales han
sido escasas. Entre las más antiguas están las de Qaná, Jericó, Jerusalén,
Marrakech, etc. También hay antecedentes en la historia de este tipo de obras
como los conocidos “qanats” (Persia, India, Grecia, entre otros), canales
subterráneos artificiales que transportaban el agua a grandes distancias y los
“foggaras” del Magreb. También existen otros ejemplos como la de los “eres”
canarios, excavaciones sencillas en los subálveos de los barrancos o, como hace
más de 1.500 años en la cultura Nazca, quienes construían galerías de filtración
para irrigar sus campos agrícolas y que aún, hoy en día, se siguen utilizando Las
galerías filtrantes sirven para captar fuentes subterráneas; en muchos casos, se
habla hasta de aguas subsuperficiales o subálveas, es decir, aguas subterráneas
que corren por el subálveo (bajo la corriente) del río y que han sufrido un proceso
natural de filtración por lo que se consideran de muy buena calidad. Esta
captación se lleva a cabo a través de una estructura u obra hidráulica compuesta
por uniones de tuberías con ranuras o perforaciones o un drenaje/túnel de bloque,
colocado horizontalmente (lo que la diferencia de los pozos que son verticales). La
mayoría de las veces transcurre por debajo del nivel freático con suelos
permeables o por debajo del nivel del agua en un río, permitiendo así la
recolección de agua a lo largo de toda su extensión. Dicha estructura está rodeada
por un material granular (grava y arena) que no sólo mejora la infiltración, sino que
también impide que las partículas más grandes bloqueen las perforaciones.
Finalmente, el agua recogida va a un pozo o tanque recolector desde donde se
conduce para su aprovechamiento 

AGUA BLANDA

El agua blanda es la que contiene una concentración relativamente baja de


carbonato de calcio y otros iones.
El agua que genera espuma fácilmente con el jabón se llama agua blanda.
Describe el tipo de agua que contiene pocos o ningún mineral, como los iones de
calcio (Ca) o magnesio (Mg). Por lo general, el término es relativo al agua dura,
que sí que contiene cantidades importantes de estos iones.
Por lo general, el agua blanda procede de fuentes con turba o rocas ígneas, como
el granito, pero también puede proceder de fuentes con arenisca, puesto que, por
lo general, estas rocas sedimentarias contienen poco calcio y magnesio.
El agua dura puede ser mejor para el corazón que el agua blanda. Sus iones de
calcio (Ca) y magnesio (Mg) pueden ser un complemento dietético para algunas
personas. Las aguas blandas proceden generalmente de fuentes con turba o
rocas ígneas, como el granito, pero también puede proceder de fuentes con
arenisca.
El agua blanda es el agua en la que se encuentran disueltas mínimas cantidades
de sales. Se expresa en miligramos de equivalentes de carbonato de calcio por
litro y puede definirse como agua con menos de 50 mg/litro. 

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