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POZOS PROFUNDOS
POZOS SOMEROS
Pozo Someros Los pozos someros a cielo abierto Son aquellos que permiten la
explotación del agua freática y/o subálvea. Se construyen con picos y palas; tienen
diámetros mínimos de 1.5 m. y no más de 30 m. de profundidad. Para permitir el
paso del agua a través de las paredes de los pozos someros se dejan
perforaciones de 25mm de diámetro con espaciamiento entre 15 y 25 cm, centro a
centro. Si las paredes del pozo son de mampostería de piedra o tabique, se dejan
espacios sin juntear en el estrato permeable para permitir el paso del agua. Dan
un rendimiento incierto por que el nivel freático fluctúa con facilidad y
considerablemente. Una ventaja de este tipo de pozos es, que la construcción de
estos es de menor costo que la de los pozos profundos. La calidad sanitaria en
estos pozos es probable que sea deficiente ya que se encuentran muy cerca de la
superficie. Para estos pozos excavados a cielo abierto existe el procedimiento tipo
" indio " (por tener su origen en la India). En estos pozos, la cimbra se forma
previamente en el exterior y en el sitio de la construcción, se arma el refuerzo y se
va colocando el ademe o pared, mismo que por su propio peso y con el auxilio de
la excavación se va hundiendo a medida que se profundiza el pozo. El ademe se
forma en anillos de 1.00 a 1.50 m. de altura, con el diámetro requerido y espesor
mínimo de 0.30 m. dependiendo este último del peso que debe tener los anillos
para vencer la fricción entre el concreto y el suelo
GALERIAS FILTRANTES
Las galerías filtrantes, también llamadas túneles subterráneos o minas de
captación de agua, representan un método ancestral de aprovechamiento de
aguas subterráneas, sobre todo en regiones donde las fuentes superficiales han
sido escasas. Entre las más antiguas están las de Qaná, Jericó, Jerusalén,
Marrakech, etc. También hay antecedentes en la historia de este tipo de obras
como los conocidos “qanats” (Persia, India, Grecia, entre otros), canales
subterráneos artificiales que transportaban el agua a grandes distancias y los
“foggaras” del Magreb. También existen otros ejemplos como la de los “eres”
canarios, excavaciones sencillas en los subálveos de los barrancos o, como hace
más de 1.500 años en la cultura Nazca, quienes construían galerías de filtración
para irrigar sus campos agrícolas y que aún, hoy en día, se siguen utilizando Las
galerías filtrantes sirven para captar fuentes subterráneas; en muchos casos, se
habla hasta de aguas subsuperficiales o subálveas, es decir, aguas subterráneas
que corren por el subálveo (bajo la corriente) del río y que han sufrido un proceso
natural de filtración por lo que se consideran de muy buena calidad. Esta
captación se lleva a cabo a través de una estructura u obra hidráulica compuesta
por uniones de tuberías con ranuras o perforaciones o un drenaje/túnel de bloque,
colocado horizontalmente (lo que la diferencia de los pozos que son verticales). La
mayoría de las veces transcurre por debajo del nivel freático con suelos
permeables o por debajo del nivel del agua en un río, permitiendo así la
recolección de agua a lo largo de toda su extensión. Dicha estructura está rodeada
por un material granular (grava y arena) que no sólo mejora la infiltración, sino que
también impide que las partículas más grandes bloqueen las perforaciones.
Finalmente, el agua recogida va a un pozo o tanque recolector desde donde se
conduce para su aprovechamiento
AGUA BLANDA