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8 DE ENERO DE 2022

LA LITURGIA

Dr. Juan A. Ruano

Nota: Iniciamos el 1 de enero, a manera de catequesis, un compartir sobre la Liturgia Tradicional de la


Iglesia. Se hace necesario para nosotros saber qué es lo que nos están quitando.

PARTE TERCERA

Lugar de Ia Plegaria Litúrgica

LA IGLESIA

89. Iglesia significa convocación, reunión, y de aquí ha pasado a significar el sitio de reunión de los fieles.

Al principio, la misa y demás funciones sagradas se celebraban en cualquiera habitación de la casa, de


ordinario la más suntuosa. En tiempos de las persecuciones se celebraban con frecuencia en los
cementerios y catacumbas, por ser estos sitios inviolables. En las épocas de paz de la Iglesia,
comenzaron a construirse edificios destinados al cuIto.

90. Formas de la Iglesia. - Al principio tenían la forma rectangular con un atrio. Pronto tomaron la forma
de cruz griega o latina. La Iglesia de cruz griega tiene iguales todos los brazos de la cruz, y los de cruz
latina los tiene desiguales. La parte central se llama crucero. A la cabeza de da cruz está el presbiterio.

91. En cuanto al estilo, Ia Iglesia los ha adoptado todos según han florecido en las distintas épocas,
ayudándose del arte para elevar las almas hasta la Belleza increada. Así hay Iglesias de estilo románico,
gótico, renacimiento, churrigueresco (Véase Historia de la Iglesia, del autor. Capítulo 22, Herder, Friburgo,
Alemania).

92. Orientación de la Iglesia. - Suelen orientarse, cuando el terreno en que se edifican lo permite,
hacia el Oriente, con la entrada al Oeste o entradas laterales, como nave que busca el punto de donde
viene el sol, imagen de Jesucristo.

93. Clases de Iglesias. - La Iglesia donde el obispo tiene su cátedra y acostumbra a celebrar de
Pontifical en ciertos días solemnísimos del año, se llama Catedral. En ella celebra el culto y canta el Oficio
Divino el cabildo de canónigos y demás clérigos. A veces gozan del Título de Basílica. Colegiata es la
Iglesia que tiene cabildo de canónigos, pero no obispo. En España había muchas Colegiatas, pero han
quedado reducidas a muy pocas, como Alcalá de Henares, Covadonga, Roncesvalles, etc.

94. Iglesia parroquial es aquella a cuyo frente está el párroco, encargado de la cura de almas en un
territorio determinado. Todo cristiano tiene su Iglesia parroquial y a ella debe acudir con preferencia a las
funciones litúrgicas. Allí fuimos regenerados por las aguas bautismales, allí se administra el Matrimonio, la
Penitencia; de ella se llevan al enfermo los últimos Sacramentos y con la cruz parroquial se acompañan al
cementerio los restos mortales del que ha muerto en los brazos de su madre la Iglesia. Por eso el cristiano
debe participar en la vida parroquial, en la Acción Católica de la parroquia, en las Cofradías, enseñanzas
del catecismo, visitas de pobres, enfermos, etcétera.

95. Oratorio es un lugar destinado al culto que no goza de la dignidad de la Iglesia. Puede ser:

Público, que fue instituido para comodidad de algún colegio, para personas privadas, pero que tienen
derecho a asistir, al menos durante los oficios, todos los fieles.
Semipúblico si fue erigido para comodidad de alguna comunidad, hermandad, etc., sin derecho de
todos los fieles a entrar en él.

Privado o doméstico si está erigido en casa particular para uso y comodidad de una familia o persona
particular (Canon 1,188). En estos últimos no cumplen el precepto dominical los que allí oigan misa, sino
sólo aquellos a quienes Io ha concedido el privilegio y el acólito que ayuda a misa. En ellos no puede
celebrarse por derecho más que una misa rezada y suelen todavía exceptuarse los días más solemnes.
Los oratorios públicos se rigen por el mismo derecho que las Iglesias y en ellos pueden celebrarse todas
las funciones sagradas, si están al menos bendecidos.

96. División de la lglesia. - En el fondo de la Iglesia está el presbiterio, lugar destinado a los presbíteros y
ministros que sirven al culto y en el cual no deben colocarse los fieles. Suele estar más elevado que el
resto de la Iglesia. En él está el Altar Mayor en que se celebran las funciones litúrgicas más solemnes. Las
Catedrales tienen en el presbiterio, al lado del Evangelio, el dosel para el obispo.

97. Las naves son la parte comprendida entre la puerta principal y la entrada del presbiterio. Muchas
Iglesias sólo tienen una nave, pero algunas tienen otras dos o más, separadas por columnas a cada lado
de la nave central y que se llaman naves laterales.

En ellas se colocan los fieles y en algunas regiones los hombres separados de las mujeres, como sucedía
en la antigüedad.

En muchas Iglesias existen capillas dentro de la misma Iglesia destinadas a algún Santo o a la Santísima
Virgen.

98. El coro es el lugar destinado a los cantores o a los obligados al Oficio Divino. Antiguamente estaba en
el presbiterio alrededor del Altar Mayor y aún se conserva así en algunas Iglesias, pero en el siglo XVI
comienza la costumbre de colocarlo en la nave central, lejos del presbiterio, impidiendo ver las ceremonias
del culto y afeando la hermosura del templo que aparece cortado y empequeñecido.

99. En las antiguas Iglesias existía siempre el atrio a la entrada del templo, hoy sustituido por el cancel
que sirve de entrada al templo, preserva del frío y del ruido exterior.

100. En el atrio estaba la pila para limpieza de manos, que se ha convertido en la pila de agua bendita que
hoy está a Ia entrada de la Iglesia. Con ella se simboliza la pureza con que debernos asistir al culto divino.

101. En la Iglesia existen campanarios más o menos artísticos, en forma de torre; torreón o espadaña y en
los que se colocan las campanas que son bendecidas con agua bendita, óleo santo y preciosas oraciones.
De ellas se dice:

Vivos voco (llamo a Ios vivos)


mortuos ploro (lloro a los muertos)
festa decoro (alegro las fiestas).

Ellas llaman a los fieles a los actos del culto; son la voz de la Iglesia que nos llama a dar culto a Dios,
a alegrarnos con las alegrías de nuestros hermanos en sus bautizos, bodas. etc., o acompañarlos en sus
tristezas en los entierros de sus familiares.

102. Sacristía es una sala adosada a la Iglesia donde se conservan los ornamentos sagrados y objetos
destinados al culto. En ella se revisten el sacerdote y demás ministros para los actos del culto. Debe
guardarse en ella silencio y compostura.

103. Bendición y consagración del templo. - Para indicar que el templo está separado de los usos
profanos, se bendice o se consagra. La consagración, que es la dedicación solemne, sólo puede hacerla
el obispo en medio de grandiosas ceremonias ungiendo con el óleo santo las doce cruces marcadas en
los pilares o muros del edificio para recordarnos las palabras de S . Pablo. (2 Cor. 6,16) «Vosotros sois el
templo de Dios vivo», según aquello que dice Dios: «habitaré dentro de ellos, andaré y yo seré su Dios y
ellos serán mi pueblo». Hoy suelen consagrarse pocas Iglesias, solamente se bendicen. La bendición es
menos solemne.

104. Violación de la Iglesia. - La Iglesia queda violada por los siguientes actos:

1º Por delito de homicidio;

2º Por injusto y grave derramamiento de sangre

3º Por aplicar la Iglesia a usos irnpíos o indecentes, y

4 Por sepultura de un infiel o excomulgado por sentencia declaratoria o condenatoria.

Una vez violada no se pueden celebrar en ella los Divinos Oficios, administrar los sacramentos, enterrar a
los muertos hasta que sea reconciliada según los ritos establecidos por la Iglesia.

105. Cementerio. - La palabra cementerio viene del griego y significa dormitorio, porque para el cristiano
no es lugar de permanencia eterna, sino que la muerte es un sueño y del sepulcro despertará el cuerpo el
día de la Resurrección universal para volver a unirse con el alma. Se llama también «Camposanto»,
porque allí descansan los cuerpos que estuvieron santificados con la presencia e inhabitación del mismo
Dios y porque aquel campo está bendecido por la Iglesia. Antiguamente se enterraba alrededor de las
Iglesias o en el atrio y así se conserva en muchos pueblos de España y aun en ciudades de otras
naciones, que cuidan con esmero el cementerio, adornándolo con rosas y con lirios como lugar de alegría
y descanso, a donde el cristiano gusta de ir a rezar por sus difuntos que descansan a la sombra de la
cruz, en la cual se encuentra la salud para los vivos y aun para Ios muertos.

106. Deben de desterrarse las inscripciones frívolas o que expresan un dolor sin esperanza, volviendo a
las inscripciones de las Catacumbas: «Duerme en paz», «Dale, Señor, el descanso eterno», «Vive con los
santos», etc. que expresan los verdaderos sentimientos de la Iglesia.

Al entrar o pasar cerca de los cementerios conviene rezar alguna oración por los que allí descansan.

107. Exequias. - Son los ritos con que la Iglesia sigue a sus hijos hasta el sepulcro. Son ceremonias
antiquísimas y de un hondo significado que los fieles deben estudiar para poder acompañar a la Iglesia en
sus hermosas oraciones por los difuntos, cuyo cuerpo, que fue templo del Espíritu Santo, no abandona
hasta dejarlo colocado en el sepulcro, en aquel dormitorio en que esperan la Resurrección.

ORACIONES DEL ROSARIO TRADICIONAL


Las Intenciones por la Iglesia, Nuestra Nación y el Mundo son las siguientes:

Dios Padre nuestro, envíanos sacerdotes santos, todos por el Sagrado y Eucarístico Corazón de Jesús,
todos por el Doloroso e Inmaculado Corazón de María, en unión con San José su castísimo esposo
Rogamos por la Restauración de la Fe Católica en el mundo
Por la Libertad Religiosa en todo el mundo
Por la Paz y la Libertad en todos nuestros países
Por el Fin del aborto y el Respeto a la Vida

Oraciones Enseñadas Por El Ángel En Fátima

¡Dios mío, yo creo, adoro, espero y te amo! ¡Te pido perdón por los que no creen, no adoran, no esperan, no te
aman!
¡Dios mío, yo creo, adoro, espero y te amo! ¡Te pido perdón por los que no creen, no adoran, no esperan, no te
aman!
¡Dios mío, yo creo, adoro, espero y te amo! ¡Te pido perdón por los que no creen, no adoran, no esperan, no te
aman!

Santísima Trinidad, te adoro! Dios mío, Dios mío, te amo en el Santísimo Sacramento.

Santísima Trinidad, te adoro! Dios mío, Dios mío, te amo en el Santísimo Sacramento.

Santísima Trinidad, te adoro! Dios mío, Dios mío, te amo en el Santísimo Sacramento.
Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, yo te adoro profundamente y te ofrezco el Preciosísimo
Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de nuestro Señor Jesucristo, presente en todos los Sagrarios del mundo, en
reparación de los ultrajes con los que El es ofendido. Por los méritos infinitos del Sagrado Corazón de Jesús y
del Inmaculado Corazón de María, te pido la conversión de los pecadores.

LOS MISTERIOS GLORIOSOS DEL SANTO ROSARIO

Por la señal de la Santa Cruz,


de nuestros enemigos,
líbranos Señor Dios nuestro.

En el nombre del Padre


y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

V/ . Señor abre mis labios,


R/. y mi boca proclamará tu alabanza.
V/. Dios mío, ven en mi auxilio,
R/. Señor, date prisa en socorrerme.

Credo de los Apóstoles

Creo en Dios, Padre todopoderoso,


Creador del Cielo y de la Tierra.
Creo en Jesucristo su único Hijo,
Nuestro Señor, que fue concebido
por obra y gracia del Espíritu Santo.
Nació de Santa María Virgen,
padeció bajo el poder de Poncio
Pilato, fue crucificado, muerto y
sepultado, descendió a los
infiernos, al tercer día resucitó de
entre los muertos, subió a los cielos
y está sentado a la diestra de
Dios Padre, todopoderoso.
Desde allí ha de venir a juzgar a
vivos y muertos.
Creo en el Espíritu Santo,
la Santa Iglesia Católica,
la comunión de los Santos,
el perdón de los pecados
la resurrección de la carne
y la vida eterna.
Amén.

1 Padre Nuestro

Padre nuestro
que estás en el cielo
Santificado sea tu nombre
Venga tu reino
Hágase tu voluntad en la tierra
como en el cielo.

Danos hoy nuestro pan de cada día


Perdona nuestras ofensas
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden
No nos dejes caer en tentación
y líbranos del mal.
Amén.

3 Ave Marías

Dios te salve, María


Llena eres de gracia
El Señor es contigo
Bendita tú eres entre todas las mujeres
Y bendito es el fruto de tu vientre Jesús.

Santa María, Madre de Dios


ruega por nosotros, pecadores
ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén.

Gloria

Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo


Como era en el principio, ahora y siempre
por los siglos de los siglos.
Amén.

Primer Misterio Glorioso

Resurrección de nuestro Señor Jesucristo de entre los muertos

1 Padre Nuestro,
10 Ave Marías,
Gloria.

María, Madre de gracia, Madre de misericordia, en la vida y en la muerte ampáranos gran Señora, no te olvides de
nosotros en aquella última hora.

Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva todas las almas al Cielo,
especialmente las más necesitadas de tu misericordia.
Santa Madre de Dios, uno estas rosas blancas con mi petición por la virtud de la fe y humildemente pongo
este ramo de rosas a tus pies.

Segundo Misterio Glorioso

Ascensión de nuestro Señor Jesucristo a los cielos

1 Padre Nuestro,
10 Ave Marías,
Gloria.

María, Madre de gracia, Madre de misericordia, en la vida y en la muerte ampáranos gran Señora, no te olvides de
nosotros en aquella última hora.

Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva todas las almas al Cielo,
especialmente las más necesitadas de tu misericordia.

Santa Madre de Dios, uno estas rosas blancas con mi petición por la virtud de la esperanza y
humildemente pongo este ramo de rosas a tus pies.

Tercer Misterio Glorioso

La venida del Espíritu Santo en los Discípulos y la Santísima Virgen María

1 Padre Nuestro,
10 Ave Marías,
Gloria.

María, Madre de gracia, Madre de misericordia, en la vida y en la muerte ampáranos gran Señora, no te olvides de
nosotros en aquella última hora.

Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva todas las almas al Cielo,
especialmente las más necesitadas de tu misericordia.

Santa Madre de Dios, uno estas rosas blancas con mi petición por la virtud de la caridad y humildemente
pongo este ramo de rosas a tus pies.

Cuarto Misterio Glorioso

Asunción de la Santísima Virgen María al cielo

1 Padre Nuestro,
10 Ave Marías,
Gloria.

María, Madre de gracia, Madre de misericordia, en la vida y en la muerte ampáranos gran Señora, no te olvides de
nosotros en aquella última hora.

Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva todas las almas al Cielo,
especialmente las más necesitadas de tu misericordia.

Santa Madre de Dios, uno estas rosas blancas con mi petición por la virtud de la unión con Cristo y
humildemente pongo este ramo de rosas a tus pies.

Quinto Misterio Glorioso


Coronación de la Santísima Virgen María en el cielo

1 Padre Nuestro,
10 Ave Marías,
Gloria.

María, Madre de gracia, Madre de misericordia, en la vida y en la muerte ampáranos gran Señora, no te olvides de
nosotros en aquella última hora.

Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva todas las almas al Cielo,
especialmente las más necesitadas de tu misericordia.

Santa Madre de Dios, uno estas rosas blancas con mi petición por la virtud de la unión contigo y
humildemente pongo este ramo de rosas a tus pies.

La Salve

Dios te salve, Reina y Madre de


misericordia, vida y dulzura y
esperanza nuestra:
Dios te salve.
A ti llamamos los desterrados hijos
de Eva; a ti suspiramos, gimiendo
y llorando en este valle de lágrimas.
Ea, pues, Señora abogada nuestra,
vuelve a nosotros esos tus ojos
misericordiosos y, después de este
destierro, muéstranos a Jesús,
fruto bendito de tu vientre.
¡Oh clemente! ¡oh piadosa!
¡oh dulce Virgen María!

V. Ruega por nosotros santa


Madre de Dios,
R. Para que seamos dignos
de alcanzar las promesas
de nuestro Señor Jesucristo. Amén.

Oración original a San Miguel Arcángel del Papa León XIII – 25 de septiembre de 1888

¡Oh glorioso príncipe de las milicias celestiales, san Miguel arcángel, defiéndenos en el combate y en la
terrible lucha que debemos sostener contra los principados y potestades, contra los príncipes de este
mundo de tinieblas, contra los espíritus malignos! Ven en auxilio de los hombres que Dios ha creado
inmortales, que formó a su imagen y semejanza y que rescató a gran precio de la tiranía del diablo.

Combate en este día, con el ejército de los santos ángeles, los combates del Señor como en otro tiempo
combatiste contra Lucifer, el jefe de los orgullosos, y contra los ángeles apóstatas que fueron impotentes
de resistirte y para quien no hubo nunca jamás lugar en el cielo. Si ese monstruo, esa antigua serpiente
que se llama diablo y Satanás, él que seduce al mundo entero, fue precipitado con sus ángeles al fondo
del abismo.

Pero he aquí que ese antiguo enemigo, este primer homicida ha levantado ferozmente la cabeza.
Disfrazado como ángel de luz y seguido de toda la turba de espíritu malignos, recorre la tierra entera para
desterrar de ella el Nombre de Dios y de su Cristo, para hundir, matar y entregar a la perdición eterna a
las almas destinadas a la eterna corona de gloria.

Sobre hombres de espíritu perverso y de corazón corrupto, este dragón malvado derrama también, como
un torrente de fango impuro el veneno de su malicia infernal, es decir el espíritu de mentira, de impiedad,
de blasfemia y el soplo envenado de la impureza, de los vicios y de todas las abominaciones.

Enemigos llenos de astucia han llenado de injurias y saturado de amargura a la Iglesia, esposa del
Cordero inmaculado, y sobre sus bienes más sagrados han puesto sus manos criminales. Aun en este
lugar sagrado, donde fue establecida la Sede de Pedro y la cátedra de la Verdad que debe iluminar al
mundo, han alzado el abominable trono de su impiedad con el designio inicuo de herir al Pastor y
dispersar al rebaño.

Te suplicamos, pues, Oh príncipe invencible, auxilia al pueblo de Dios contra los ataques de esos espíritus
malditos, y dale la victoria. Este pueblo te venera como su protector y su patrono, y la Iglesia se gloría de
tenerte como defensor contra las malignas potestades del infierno. A ti te confió Dios el cuidado de
conducir las almas a la beatitud celeste. ¡Ah! Ruega pues al Dios de la paz que ponga bajo nuestros pies
a Satanás vencido y de tal manera abatido que no pueda nunca más mantener a los hombres en la
esclavitud, ni causar perjuicio a la Iglesia. Presenta nuestras súplicas ante la mirada del Todopoderoso,
para que las misericordias del Señor nos alcancen cuanto antes. Somete al dragón, la antigua serpiente
que es el diablo y Satanás, encadénalo y precipítalo en el abismo, para que no pueda seducir a los
pueblos. Amén

V. He aquí la Cruz del Señor, huyan potencias enemigas.


R. Venció el León de Judá, el retoño de David
V. Que tus misericordias, Oh Señor se realicen sobre nosotros.
R. Como hemos esperado de ti.
V. Señor, escucha mi oración
R. Y que mis gritos se eleven hasta ti.

Oremos

Oh Dios Padre de Nuestro Señor Jesucristo, invocamos tu Santo Nombre, e imploramos insistentemente
tu clemencia para que por la intercesión de la Madre de Dios María Inmaculada siempre Virgen, del Beato
Miguel Arcángel, del Beato José Esposo de la misma Santísima Virgen, de los bienaventurados Apóstoles
Pedro y Pablo y de todos los Santos, te dignes auxiliarnos contra Satanás y todos los otros espíritus
inmundos que vagan por el mundo para dañar al género humano y perder las almas.

Amén

Consagración a la Virgen María

¡Oh Señora mía, oh Madre mía!, yo me ofrezco enteramente a Vos y, en prueba de mi filial afecto, os consagro
en este día mis ojos, mis oídos, mi lengua, mi corazón. En una palabra, todo mi ser. Ya que soy todo(a)
vuestro(a), oh Madre de bondad, guardadme y protegedme como cosa y posesión vuestra.

Madre, aquí tienes a tu hijo(a). (3X)

En Ti, dulce Madre mía, he puesto toda mi confianza y nunca jamás seré confundido. Amén.
V. Oh dulce Corazón de María,
R. Sed mi salvación.
V. Ave María Purísima,
R. Sin pecado concebida. Amén.
En el nombre del Padre
y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

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