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MANUAL DE LA SACRISTÍA

Dedicamos este manual a todos nuestros sacristanes (as), que dedican con tanto amor su
colaboración a la celebración de la Liturgia en nuestra Iglesia Católica en Cuba. Una
consagración a la acción del Señor Jesús que renueva su presencia entre nosotros para la vida
en el mundo. Donde quiera que realicen este ministerio, tan humilde y a la vez importante, en
las catedrales, en los templos grandes o pequeños, o, en las casas de misión, nos alegramos
de poder hacerles llegar este folleto con sus orientaciones y conocimientos para enriquecer la
misión que les ha sido confiada por el Señor en la vida de su Iglesia.

Comisión Nacional de Liturgia


1. LA LITURGIA.

La palabra liturgia significa “servicio u obra del pueblo”, es decir que el pueblo cristiano toma
parte en la obra salvífica de Dios. Por la liturgia Cristo continúa en su Iglesia, con ella y por ella,
la obra de nuestra redención. Es servicio de Dios y de los hombres.

La liturgia no es “la manera de celebrar”, ni los preceptos eclesiásticos” sino que es la misma
celebración. No es obra activa del sacerdote y pasiva del pueblo, sino que es obra de toda la
Iglesia.

En la celebración litúrgica la Iglesia es servidora a imagen del Señor, del cual ella participa en
su sacerdocio.

También se llama liturgia a las celebraciones que la Iglesia considera propias, únicas e iguales
para toda la Iglesia Universal; que son la Eucaristía; la celebración de los sacramentos; la
liturgia de las horas; y no lo son el rosario, el vía crucis y otras devociones (por más dignas e
importantes que sean).

La belleza de la liturgia católica no radica en su aspecto exterior, ni en la búsqueda de la


pomposidad, sino en la interiorización y vivencia de Cristo, mediante el cual se realiza este
servicio divino de la liturgia.

2. ACTO LITÚRGICO.

La celebración Eucarística es un acto litúrgico, un acto que Cristo mismo instituyó. Para la
celebración Eucarística es necesario el desempeño de diversas funciones que van a realizar
varias personas: lectores, cantores, celebrantes, acólitos, etc. Cada una tiene su función o
ministerio que por realizarse en un acto litúrgico se llama oficio o ministerio litúrgico. Dichos
ministerios conllevan una responsabilidad confiada por el sacerdote y la comunidad a quien la
va a desempeñar.

3. EL TEMPLO.

Al lugar donde nos reunimos para celebrar la liturgia lo llamamos templo o iglesia. Cristo se
convirtió en el verdadero Templo de Dios, reuniendo en sí mismo a todos los pueblos de la
tierra, formando templos de piedras vivas, que somos nosotros los cristianos.

Todos sabemos que el templo es casa de Dios, y así lo definimos, pero es también casa de los
hermanos, casa de todos los cristianos, por eso todos debemos conocer sus partes, sus
lugares sagrados y lo que significan, pues todos conocemos muy bien nuestra propia casa.

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El templo debe ser hermoso, limpio y digno, como merece la obra de salvación que dentro de él
se efectúa. Ha de haber armonía de luz y sonidos, así condiciones para poder participar con
fruto en la celebración.

El templo se respeta como lugar sagrado, donde mora Dios en una singular presencia y es
lugar privilegiado del encuentro con Dios, por tanto en la iglesia:

 no se grita de un lado a otro


 se habla en voz baja y no más de lo necesario (para esto está el atrio, los jardines o los
salones).
 se guarda silencio que respete la oración ajena
 no se realizan chistes de mal gusto, ni risas, ni miradas desfachatadas.
 de ser posible se evita preparar las cosas propias de la misa en el mismo templo, frente
al pueblo.
 No se vende ni se compra, hay que habilitar espacios para esto, fuera del templo, si los
hay.
 si hay otros locales no se realizan actividades como teatros, reuniones o conferencias, y
mucho menos si no son de carácter religioso.

4. LUGARES SAGRADOS DEL TEMPLO.

1. El Presbiterio.

Es el lugar más elevado, generalmente en la iglesia, es así para que todos seguir fácilmente la
celebración de la misa. En él se realiza la celebración cristiana y se encuentran los lugares más
sagrados del templo.

2. El altar.

Es lo más importante del templo, pues en el se hace presente Jesucristo en la celebración de la


Misa. El altar es la Mesa del Señor, simboliza a Cristo, por eso el sacerdote lo besa al iniciar y
terminar la misa.

El altar se es símbolo de la roca del calvario, por esto se prefiere que se haga de piedra y fijo,
que no se pueda mover, así como Cristo es roca imbatible.

 El altar es santo, se trata con respeto.


 No se usa NUNCA de mesa auxiliar,
 no nos apoyamos en él,
 no es un armario donde se guarden trastos,
 se cubre con un mantel blanco que SIEMPRE debe estar limpio

3. El ambón.

Es el lugar desde donde se proclama la palabra de Dios, desde donde se explica el Evangelio.
Es signo de la firmeza de la Palabra Divina, por eso no debe moverse por cualquier cosa, como
un mueble cualquiera.

Es importante que no se use para otros fines como hacer comentarios, anuncios o avisos, que
lo confundan con un atril o una tribuna desde la que se habla de todo. Se adorna con flores o
un velo del color litúrgico.

4. La Sede.
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Es el lugar reservado al sacerdote, para presidir, en nombre de Cristo, la celebración de la
misa. Ha de estar de cara al pueblo. Nunca debe tomarse para teatros u otras cosas. La silla
que sirva de sede debe ser noble, hermosa y destacar sobre las demás, aunque se debe evitar
que parezca un trono.

En las iglesias titulares de las diócesis se encuentra la Cátedra del obispo, desde donde este
enseña como Pastor y Maestro, al igual que Cristo; por esto estas iglesias se llaman catedrales
La sede episcopal no ha de ser utilizada por ningún sacerdote.

5. El Sagrario.

Es el lugar (más que el objeto) donde se guardan las reservas eucarísticas, es decir, a Cristo
Sacramentado. Es de especial reverencia, por eso nos arrodillamos ante él cuando saludamos
a Cristo, conscientes de que allí está presente realmente Jesucristo. Se hace de materiales
nobles, preferentemente metal, y se prefiere que se ponga en una capilla reservada para el
Sacramento en lugar destacado y visible, aunque puede estar en el presbiterio.

Las hostias consagradas que se guardan en él se utilizan en la adoración personal y


comunitaria, así como para llevar a los enfermos y moribundos. Junto al sagrario siempre debe
haber una luz que indique que no está vacío.

6. La credencia.

Es una mesa auxiliar pequeña o apoyo para poner sólo las cosas que se utilizan en misa, como
los vasos sagrados, el misal, el acetre, la mitra del obispo... etc. Generalmente está a la
derecha del altar.

7. El Retablo.

También llamado altar, por la costumbre antigua de adosar el altar de la celebración a ellos. En
él se colocan las imágenes del titular o titulares de la iglesia y de otros santos o imágenes de
Cristo o de la Virgen. Es un lugar importante en dignidad y belleza, aunque nunca debe restarle
a la mesa del altar su centralidad.

8. Las imágenes.

En todos nuestros templos hay imágenes de Cristo, la Virgen o los Santos. Las imágenes nos
recuerdan las virtudes de quien representan, además de ser un medio de enseñanza de la
iglesia. Cuando veneramos una imagen nuestro culto se dirige a Dios por medio del santo o la
virgen a quien representa dicha imagen. Sólo así tiene valor la tradición de poner imágenes en
los templos y respetarlas como algo sagrado.

Dentro de las imágenes tiene un valor especial el crucifijo, que ha de estar presente siempre en
el presbiterio, junto o sobre el altar, de modo que marque más la unidad de este con el
sacrificio redentor de Cristo.

Las imágenes de la Virgen y los santos deben ser proporcionadas en cantidad, así como dignas
en calidad y buen estado de conservación. Nunca deben ponerse varias imágenes del mismo
santo, de manera que tienda a confusión. Es importante que no “roben” la atención en la
celebración de la eucaristía.

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LA SACRISTÍA.

Alguien podría decir que la sacristía es solamente el lugar donde se guarda todo lo referente a
la iglesia, que allí no se celebra nada y que es como un salón de la parroquia.

Esto es un error. La sacristía es sagrada precisamente porque allí se custodian todos los
ornamentos, vasos y demás artículos sagrados necesarios para el culto. En la sacristía también
se mantiene el agua bendecida en la Vigilia Pascual.

En todas está la imagen de Jesús Crucificado ante la cual el sacerdote hace su oración antes y
después de la misa. Es la antesala del Banquete Eucarístico y el ambiente propicio para la
preparación a Él.

Por todo esto es que la Sacristía se guardan casi las mismas normas de respeto que en el
templo, es decir, no se grita, se trabaja con cuidado, casi con veneración hacia los objetos
sagrados con los que se trata. Los objetos sagrados de la sacristía se tratan con respeto y
cuidado. Es sencillo, no se maneja igual un cáliz de misa que un vaso de tomar agua.

6. EL SACRISTÁN.

El sacristán es la persona a quien se le confían las responsabilidades de la sacristía, es como


un puente entre la celebración, lo que se necesita para realizarla y las personas que toman
parte en ella celebrantes, acólitos, lectores, coro, comunidad. Es una tarea santa y sagrada,
pues colabora a que la Misa u otra celebración litúrgica se lleve a cabo dignamente y con
perfección. Esto compromete al sacristán con el esmero, respeto y la piedad personal.

7. EL ALTAR.
El ara: En los altares acostumbra a haber una piedra en la cual hay reliquias de mártires o
santos, que son testigos de la fe de Cristo.

El mantel: Recuerda que la Eucaristía es un banquete de alegría. Asimismo recuerda que el


cuerpo de Cristo, luego de su pasión fue envuelto por una sábana blanca, por eso los manteles
deben ser blancos.

Las velas: Recuerdan a Cristo, Luz del mundo, así como el carácter de fiesta que tiene toda
Eucaristía. También nos llaman a ser luz del mundo

Las flores: Esta costumbre, muy usada en el mundo entero data de antes del siglo IV y son un
homenaje de la creación a Dios, así como señalan la alegría de la Misa, por tanto no deben
usarse flores artificiales en la Eucaristía. No se usan en el tiempo cuaresmal para manifestar
precisamente la sobriedad y penitencia propios del tiempo.

El altar se adorna con algún motivo eucarístico, un frontal de tela (que no cubra el mantel) y
NADA MÁS, no se ponen sobre él imágenes de santos, ni otras cosas.

8. OBJETOS Y VASOS SAGRADOS.

Estos objetos son centrales, imprescindibles en la celebración eucarística, pues en ellos se


presenta, consagra, consume y distribuye el Cuerpo y la Sangre del Señor.

1. El cáliz: Los primeros eran de barro, madera o piedra. Han sido elaborados en materiales
nobles (oro o plata) pues contienen la Sangre del Señor. Debe ser sencillo, bello y práctico.

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2. El Copón: Se utiliza para guardar las formas consagradas en el Sagrario, y de él distribuir la
comunión a los fieles.

3. Custodia: Es el más llamativo por su forma y belleza. Exponer el Cuerpo del Señor para la
adoración en las exposiciones y las procesiones Eucarísticas, así como para dar la bendición
con el Santísimo Sacramento. Las de tipo “sol” son las más conocidas.

4. Patena: Es el plato para contener el pan. Sostiene la hostia grande que consume el
sacerdote. Se pone sobre el cáliz antes de la celebración. Se utiliza también para evitar que
caigan partículas del Cuerpo del Señor al suelo durante la distribución de la comunión.

Otros vasos u objetos.

5. Vinajeras: son botellas o ampollas de cristal u otro material que contienen el agua y el vino a
usarse en la Eucaristía.. No son vasos sagrados en sí, pues no contienen al santísimo
Sacramento.

6. El lavabo: son recipientes destinados al lavatorio de las manos del sacerdote, con que
termina el ofertorio.

7. Crismeras: Vasitos pequeños de metal que guardan los santos óleos que se utilizan para los
sacramentos y son bendecidos por el Obispo en la misa Crismal.

8. El incensario: En él se quema el incienso, resina de olor agradable. El humo que sale del
incensario simboliza nuestra oración y buenas obras ofrecidas a Dios. El incensario se
acompaña de la naveta, que es donde se guarda el incienso a utilizar en la misa.

9. El acetre y el hisopo: Se utiliza para contener el agua bendecida que se usa para la
renovación del bautismo y para bendecir objetos, lugares y personas.

10. El corporal: pieza de lienzo donde se colocan el cáliz, la patena y el copón. Evita que las
partículas del Pan consagrado caigan al mantel. Recuerda la sábana que cubrió el cuerpo de
Cristo.

11. Purificador: Pequeño lienzo rectangular con una cruz en el centro utilizado para purificar el
cáliz de partículas de pan consagrado. (Tanto el purificador como el corporal deben
permanecer extremadamente limpios, cambiarse frecuentemente y fabricarse con una tela
absorbente).

12. Manutergio: lienzo rectangular usado para el rito del lavatorio del sacerdote en la misa.
Lleva una cruz en la parte inferior

13. Bandeja de comunión. Bandeja de metal que sostiene el acólito durante la distribución de la
comunión debajo de la barbilla de los que comulgan para evitar que una hostia caiga al suelo.

14. Palia. Se coloca sobre el cáliz durante la celebración para protegerlo de los insectos. Tiene
el color de los ornamentos o puede ser pintada, o bordada u con alguna otra decoración.

9. VESTIDURAS SAGRADAS U ORNAMENTOS.

Expresan el oficio del diácono, sacerdote u obispo con respecto a Cristo y al pueblo fiel.
Contribuyen también al decoro de la celebración litúrgica. Tienen un sentido práctico y
simbólico al mismo tiempo. Reciben el nombre de Ornamentos Sagrados.

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1. Alba: Túnica amplia, siempre blanca, que cubre al ministro. Es la vestidura sagrada común a
todos los ministros. Simboliza la pureza y representa la túnica blanca de burla que pusieron a
Cristo en su pasión.

2. Roquete: Túnica corta, que se usa sobre el hábito religioso o la sotana para celebrar algunos
sacramentos y otros actos piadosos.

3. Cíngulo: Cinta o cordón que sujeta el alba a la cintura. Simboliza la castidad. Puede ser del
color litúrgico.

4. Estola: Es la insignia propia del diácono (que la lleva cruzada sobre el hombro izquierdo),
del sacerdote y del obispo (que la usan sobre ambos hombros y al frente). Es símbolo de la
autoridad para ejercer su ministerio. Es necesario su uso para celebrar cualquier sacramento.

5. Casulla: Es signo de nobleza, recuerda el manto que vistió a Cristo junto a la corona de
espinas. Primeramente era como un gran manto, luego fue achicándose, toma forma elíptica.
Se usa para la celebración de la Eucaristía solamente.

6. Capa pluvial: Es usada como vestidura propia, es vestido de ceremonias. Se usa en la


celebración de matrimonios, las procesiones públicas y las exposiciones del Santísimo
Sacramento.

7. Dalmática: Original de Dalmacia, desde el siglo V es vestidura exclusiva del diácono.

8. El paño de hombros usado por el diácono o el sacerdote para la bendición y traslado del
Santísimo Sacramento.

INSIGNIAS PROPIAS DEL OBISPO

Mitra: Expresa la verdad que gobierna al mundo


Báculo: Símbolo de Maestro y guía en la verdad
Anillo: Símbolo de alianza y fidelidad a Cristo
Palio: Banda de lana blanca de cordero con tres cruces negras y tres clavos que cuelga sobre
el pecho. Signo de unidad con el Papa.
Pectoral: Cruz que simboliza llevar la Cruz de Cristo
Solideo: Pequeño sombrero de tela. Se quitas solo ante Dios, en el Santísimo Sacramento.

10. LOS COLORES EN LA LITURGIA.

Desde el siglo IX se establece la costumbre de ciertos colores en la liturgia católica para realzar
algún aspecto celebrativo. Los colores son ricos en simbolismo. Indican el carácter del tiempo o
la celebración que se realiza no son solamente decorativos. Aportan un contraste y un
sentimiento propio de cada tiempo en la liturgia.

Blanco: Símbolo de Cristo. Se usa en Navidad, Pascua, las fiestas del Señor, de la Virgen
María, los Ángeles y Santos no mártires puede significar la alegría cristiana.

Rojo: Significa la Sangre, el fuego, la vida llena de Dios. Se usa en Pentecostés, Domingo de
Ramos, Viernes Santo, fiestas de Apóstoles y Santos mártires.

Verde: Esperanza, se usa todo Tiempo Ordinario, pues simboliza la esperanza cristiana, que
aun en medio de las dificultades de la vida cotidiana no debemos olvidar que Dios nos ama y
nos espera en su Gloria.

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Morado: Penitencia. Se utiliza en Adviento, Cuaresma, Días de Fieles difuntos y misas de
difuntos significa el esfuerzo cristiano.

Rosado: Solamente se usa el tercer Domingo de Adviento y el cuarto de Cuaresma. Es signo


de alegría o alivio de la penitencia propia de estos tiempos.

Azul: Para las fiestas de la Virgen, especialmente la Asunción y la inmaculada Concepción

Dorado: Se usa en ocasiones solemnes.

11. PREPARACIÓN DE LA MISA. GUÍA PRÁCTICA.

1. LOS ORNAMENTOS.

Para celebrar La Misa se necesita la casulla y estola del color del día, el alba, el cíngulo, y el
amito si lo usa el sacerdote.
Para saber el color del día se utiliza el ORDO, que indica los colores de cada celebración.
Los ornamentos se preparan en la Sacristía o en una mesa al fondo de la Iglesia según la
costumbre. Primero la casulla; sobre ella se pone la estola y el cíngulo; sobre lo anterior se
coloca el alba.
Se debe cuidar que los ornamentos estén limpios, estando atentos a la limpieza de las albas.

2. LA CREDENCIA.

 Sobre la credencia se coloca el cáliz preparado con el purificador, la patena y la palia.


 El copón con las formas que se van a consagrar.
 Las vinajeras con el vino y el agua.
 El lavabo con el manutergio.

3. EL ALTAR.

 El altar con su mantel, las velas y el misal.

4. EL AMBÓN.

 El leccionario con las lecturas propias.

12. LA CELEBRACIÓN EUCARÍSTICA.

Siempre que puede y sea posible la Iglesia celebra el Santo Sacrificio del Altar. Hay tiempos en
el año en los que la Eucaristía reviste algunos matices, según la Historia de la Salvación. El
año litúrgico comienza en Adviento y culmina el día de Cristo Rey.

Adviento: Prepara el Nacimiento del Salvador, recuerda la larga espera del pueblo judío
esperando al Mesías. Tiempo de conversión y preparación del corazón.

Navidad: Días de alegría constante por el Nacimiento de Jesús, tiene octava, es decir que
durante ocho días la misa es solemne, como la del mismo 25 de Diciembre.

Cuaresma: Fija su mirada en la Pasión y Muerte del Señor. Es tiempo de penitencia fuerte, la
celebración es marcada por la sobriedad. Pide obras de misericordia y la conversión. Finaliza al
celebrar los tres días supremos de la Salvación, el Triduo Pascual.

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Pascua de Resurrección: Es el tiempo de alegría por excelencia, pues Cristo vive para siempre.
El tiempo de contemplar al Resucitado que nos anima a no desfallecer en la fe. Son 50 días. A
partir del Domingo de Pascua, se configura todo el Año litúrgico y se fijan las demás
celebraciones movibles del Año.

Tiempo Ordinario: Celebra toda la vida cristiana La espera de la segunda venida de Cristo y el
juicio final, el triunfo definitivo de Jesús y de la Iglesia.

Categorías de fiestas por importancia en el año:

El Triduo Pascual
Los Domingos de Adviento, Cuaresma, Pascua,
Las ferias de Semana Santa,
Solemnidades oficiales del Señor, la Virgen, y los Santos,
Domingos del Tiempo ordinario.
Fiestas del Señor, la Virgen y de los Santos.
Solemnidades locales.
Dedicación de la Iglesia Catedral.
Feries de Adviento, Cuaresma y Pascua.
Memorias obligatorias de la Virgen, y de los Santos.
Días libres del año.
Memorias libres de la Virgen, y de los Santos.

El Santoral: La Iglesia une a la celebración del Misterio de Cristo la memorias de la Virgen y los
Santos, pues han sido glorificados por Dios. La Iglesia propone sus ejemplos y por sus méritos
implora los beneficios divinos.

13. CONCLUSIONES.

Al concluir este manual quisiéramos que tuvieran presente lo importante de su labor como un
ministerio santo así como el ordenamiento y la limpieza de todo lo referente a la celebración
que forma parte de la sacristía.

 Uso del Calendario – Litúrgico – Pastoral, u ORDO para conocer el orden de las
celebraciones de cada día, colores de los ornamentos, etc.
 Sacar las cosas de su lugar y guardarlas debida y ordenadamente.
 La sacristía debe brillar por su orden y limpieza.
 Guiones, Leccionarios y Misales en su lugar.
 Manutergios, purificadores y corporales en su gaveta.
 Cíngulos, casullas y albas en su escaparate.
 Vinajeras y jarras del lavatorio enjuagadas y escurridas antes de guardarlas.
 Cáliz, copones y custodias cubiertos con sus forros para protegerlos.

Todo esto aunque parezca difícil te va a ayudar siempre a mantener y facilitar la preparación de
la celebración. Es parte de tu responsabilidad y colaboración al servicio de Dios y de la Iglesia.
Es un don y una gracia.

COMISIÓN NACIONAL DE LITURGIA.

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