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MODULO 3

“ABORDAJE PSICOLOGICO FORENSE DEL


MALTRATO INFANTIL. DIRECTRICES
GENERALES Y PAUTAS DE INTERVENCIÓN.
EL USO DE LA CÁMARA GESELL”

(7 clases)

Lics. Delia Sobrero


Inés Ortalli
Analía Boscato
(Buenos Aires - Rep. Argentina)
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Clase I: CONTEXTUALIZACION del TEMA en la CONVENCIÓN


INTERNACIONAL de los DERECHOS del NIÑO. LEY NACIONAL DE
PROTECCION DE NIÑAS, NIÑOS Y ADOLESCENTES (ARGENTINA).
En nuestro carácter de docentes, queremos darles la bienvenida a este
módulo, que está referido al maltrato infantil. Los invitamos entonces a
intercambiar, leer, comentar, producir, investigar, pero por sobre todas las cosas
los convocamos a que con nuestro quehacer científico y humano nos
comprometamos todos a velar siempre por el bienestar de los niños del mundo.
Comenzaremos a hablar sobre los niños y sus derechos.

Contextualización del tema en la Convención Internacional de los


Derechos del Niño.
Cuando hablamos de derechos, estamos considerando a las normas escritas
que expresan lo que se puede y debe hacer, y que resultan indispensables para la
convivencia entre las personas, tanto niños como adultos con el objeto de lograr el
desarrollo y el bienestar de todos.
El niño con anterioridad al siglo XVII no era diferenciado como tal y se lo
incluía dentro del mundo social del adulto.
El cambio de mirada sobre los niños empieza a gestarse durante la década
de los 80, cuando se los comienza a considerar como sujetos plenos de derecho.
Los antecedentes que fueron marcando el rumbo para pensar en los

 Declaración de Ginebra sobre los Derechos del Niño, adoptada por la


derechos del niño, fueron los siguientes:

 Organización de las Naciones Unidas (ONU), creada el 26 de Junio de


Asamblea de las Naciones; 26 de Setiembre de 1924.

 Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), creada el


1945.

 Declaración Universal de los Derechos Humanos: 10 de Diciembre de


11 de Diciembre de1946.

 Declaración Universal de los Derechos del Niño: 20 de Noviembre de


1948.


1959.
Convención Internacional de los Derechos del Niño: 20 de
Noviembre de 1989.

¿Qué es una convención?

Una convención es un acuerdo entre países que se comprometen a respetar


una misma ley, aún haciéndole pequeñas modificaciones por motivos culturales o
de tradición.
Argentina la adopta la Convención de los Derechos del Niño (CDN) el 27 de
Setiembre de 1990 interponiendo excepciones a ciertos artículos que marca la
Ley23.849, haciendo las siguientes modificaciones:
1) Art. 21, incisos b, c y e oponiéndose a la adopción internacional.
2) Art. 1, definiendo como niño a todo ser humano desde el momento de su
concepción y hasta los 18 años de edad.
3) Art. 24, inciso f, que refiere que la planificación familiar será
responsabilidad exclusiva de los padres con orientación (no intervención) del
estado.
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¿Cuáles fueron los cambios que produce la CDN?

A partir de entonces al niño se lo define y se considera que por su falta de


madurez psicofísica necesita todo tipo de resguardos, incluyendo el legal. Pasan a
ser personas que por su condición de inmadurez requieren de cuidados especiales.
Los niños se convierten en “sujetos plenos de derecho”, merecedores de
respeto, dignidad y libertad. Con anterioridad los niños no eran considerados
personas con derechos y garantías, sino que había que tutelarlos y/o castigarlos.
Aquellos que sufrieran estado de abandono o peligro moral y/o material eran
sometidos a una estricta vigilancia, privados de libertad donde los más
damnificados eran los pobres por su falta de recursos materiales.
A partir de la Convención los niños obtienen el derecho a una familia, a una
educación, a salud, vivienda, libertad, etc.
Con esta nueva postura judicativa, se intenta entre otras cosas, prevenir
situaciones de riesgo a niños que se encuentren desprotegidos o que hayan sufrido
efectos de situaciones traumáticas. Para ello es necesario la intervención de
diferentes órdenes como ser lo judicial, lo social y psicológico con sus distintos
enfoques y miradas de acuerdo a su saber y entender; interactuando en la
búsqueda de protección y respetando la subjetividad del niño.
La temática que nos convoca el A.S.I. (Abuso Sexual Infantil) se encuentra
bajo el amparo de algunos artículos que lo referencian específicamente y que se
trascriben a continuación a partir de la lectura del Documento realizado por la Dra.
Graciela Monteavaro.

En el preámbulo de la Convención describe en general los derechos de los niños


sin distinción, ni discriminación y a lo que tienen derecho.
Parte 1
Art. 1: Para los efectos de la presente Convención, se entiende por niño a todo ser
humano menor de dieciocho años de edad, salvo que, en virtud de la Ley que le
sea aplicable, haya alcanzado antes la mayoría de edad.

Art. 9: Los Estados Partes velaran porque el niño no sea separado de sus padres
contra la voluntad de éstos, excepto cuando, a reserva judicial, las autoridades
competentes determinen de acuerdo a la conformidad con la Ley y los
procedimientos aplicables, que tal separación es necesaria en el interés superior
del niño. Tal determinación puede ser necesaria en casos particulares, por
ejemplo, en los casos en que el niño sea objeto de maltrato o descuido por parte
de sus padres o cuando viven separados y debe adoptarse una decisión acerca del
lugar de residencia del niño.

Art. 12: 1.- Los Estados Partes garantizarán al niño que esté en condiciones de
formarse un juicio propio el derecho de expresar su opinión libremente en todos
los asuntos que lo afectan, teniéndose en cuenta sus opiniones, en función de la
edad y madurez.
2.- Con tal fin, se dará en particular al niño oportunidad de ser escuchado en todo
procedimiento judicial o administrativo que lo afecte, ya sea directamente o por
medio de un representante o de un órgano apropiado, en consonancia con las
normas de procedimiento de la ley nacional.

Art. 13: El niño tendrá derecho a la libertad de expresión; ese derecho incluirá la
libertad de buscar, recibir y difundir informaciones e ideas de todo tipo, sin
consideración de fronteras, ya sea oralmente, por escrito o impresas, en forma
artística o por cual otro medio elegido por el niño.
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Art. 19: 1.- Los Estados Partes adoptarán todas las medidas legislativas,
administrativas, sociales y educativas apropiadas para proteger al niño contra toda
forma de prejuicio o abuso físico o mental, descuido o trato negligente, malos
tratos o explotación, incluido el abuso sexual, mientras el niño se encuentre bajo
la custodia de los padres, de un responsable legal o de cualquier otra persona que
lo tenga a su cargo.

2.- Las medidas de protección deberán comprender, según corresponda,


procedimientos eficaces para el establecimiento de programas sociales con el
objeto de proporcionar la asistencia necesaria al niño y a quienes cuidan de él, así
como para otras formas de prevención y para la identificación, notificación,
remisión a una institución, investigación, tratamiento y observación ulterior de los
casos antes descriptos de malos tratos al niño y, según corresponda, la
intervención judicial.

Art. 20: 1.- Los niños temporal o permanentemente privados de su medio familiar,
o cuyo superior interés exija que no permanezca en ese medio, tendrán derecho a
la protección y asistencia especial del Estado.

2.- Los Estados Partes garantizarán, de conformidad con sus leyes nacionales,
otros tipos de cuidados para esos niños.

3.- Entre los cuidados figurarán, entre otras cosas, la colocación en hogares de
guarda, la Kafala del derecho islámico, la adopción, o de ser necesario la
colocación en instituciones adecuadas de protección de menores. Al considerar las
soluciones, se prestará particular atención a la conveniencia de que haya
continuidad en la educación del niño y a su origen étnico, religioso, cultural y
lingüístico.

Ley de Protección Integral de los Derechos de las Niñas, Niños y


Adolescentes. Ley Nº 26061.

La Ley Nº 26061 de Protección Integral de los Derechos de las Niñas, Niños


y Adolescentes y los Decretos Reglamentarios, constituyen la adecuación de la
normativa de Argentina a los preceptos de la Convención Internacional de los
Derechos del Niño, siendo promulgada el 26 de Octubre de 2005.
Mediante la sanción de esta ley, se introducen reformas sustanciales
respecto de los derechos de los niños, entre ellas mencionaremos:
a) Se establecen lineamientos que deben regir las políticas públicas en la
materia.
b) Se consagra de forma explícita la obligatoriedad de la aplicación de la CDN
y se precisan criterios en orden al principio rector del concepto de Interés
Superior y garantías mínimas de procedimiento, sin perjuicio del
reconocimiento expreso de derechos fundamentales.
c) Se delimitan las obligaciones y responsabilidades del estado, la familia y la
comunidad en la materia.
d) Se establecen pautas para la conformación del sistema de Protección
Integral de Derechos.
e) Se definen las modalidades de intervención estatal frente a la amenaza o
vulneración de derechos de niños, niñas y adolescentes.
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f) Se crean nuevos órganos administrativos de protección de derechos a nivel


nacional y federal.
Con el objeto de situarnos específicamente en el tema del maltrato infantil
citaremos los siguientes artículos comprendidos en la Ley 26061:

Art. 9- Derecho a la dignidad y a la integridad personal. Las niñas, niños


y adolescentes tiene derecho a la dignidad como sujetos de derechos y de
personas en desarrollo; a no ser sometidos a trato violento, discriminatorio,
vejatorio, humillante, intimidatorio; a no ser sometidos a ninguna forma de
explotación económica, torturas, abusos o negligencias, explotación sexual,
secuestros o tráfico para cualquier fin o en cualquier forma o condición cruel o
degradante.
Las niñas, niños y adolescentes tienen derecho a su integridad física, sexual,
psíquica y moral.
La persona que tome conocimiento de malos tratos, o de situaciones que
atenten contra la integridad psíquica, física, sexual o moral de un niño, niña o
adolescente, o cualquier otra violación a sus derechos, debe comunicar a la
autoridad local de aplicación de la presente ley.
Los organismos del estado deben garantizar programas gratuitos de asistencia
y atención integral que promuevan la recuperación de todas las niñas, niños y
adolescentes.

Art. 19- Derecho a la libertad.


Las personas sujetas a esta ley tienen derecho a su libertad personal, sin más
límites que los establecidos en el ordenamiento jurídico vigente. No pueden ser
privados de ellas ilegal o arbitrariamente.
La privación de libertad personal, entendida como ubicación de la niña, niño o
adolescente en un lugar en donde no pueda salir por su propia voluntad, debe
realizarse de conformidad con la normativa vigente.

Art. 22- Derecho a la dignidad.


Se prohíbe exponer, difundir o divulgar datos, informaciones o imágenes que
permitan identificar, directa o indirectamente a los sujetos de esta ley, a través de
cualquier medio de comunicación o publicación en contra de su voluntad y de la de
sus padres, representantes legales o responsables, cuando se lesione su dignidad
o la reputación de los niños, niñas y adolescentes o que constituyan injerencias
arbitrarias o ilegales en su vida privada o intimidad familiar.

Art. 27- Garantías mínimas de procedimiento judiciales o


administrativos.
A ser oído ante la autoridad competente cada vez que así lo solicite la niña, niño o
adolescente,
A que su opinión sea tomada primordialmente en cuenta al momento de arribar a
una decisión que lo afecte,
A ser asistido por un letrado preferentemente especializado en niñez y
adolescencia desde el inicio del procedimiento judicial o administrativo que lo
incluya. En caso de carecer de recursos económicos el estado deberá asignarle de
oficio un letrado que lo patrocine,
A participar de todo el procedimiento,
A recurrir ante el superior frente a cualquier decisión que lo afecte.

Art. 31- Deber del funcionario de recepcionar denuncias.


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El agente público que sea requerido para recibir una denuncia de vulneración
de derechos de los sujetos protegidos por esta ley, ya sea por la misma niña, niño
o adolescente, o por cualquier otra persona, se encuentra obligado a recibir y
tramitar tal denuncia en forma gratuita, a fin de garantizar el respeto, la
prevención y la reparación del daño sufrido, bajo apercibimiento de considerarlo
incurso en la figura de grave incumplimiento de los deberes del funcionario
público.

Los fragmentos de estos artículos de la ley nos permitirán ir reflexionando


acerca de la correlación de la misma con los diferentes tipos de maltrato, y regirán
el rumbo de nuestro accionar tanto como adultos y profesionales respecto de esta
temática.

Bibliografía

-Monteavaro, Graciela: Convención de los Derechos del Niño. Revista Derecho de


familia. Tomo 4 1990.
-Declaración Universal de los Derechos Humanos.
-Perez, Edith: Destino de las intervenciones. Presentado en las Jornadas de
Psicología Forense 1995.
-Ley de Protección Integral de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes. -
Decretos Reglamentarios. Comisión Técnica para la reglamentación de la Ley Nº
26061. Ministerio de Desarrollo Social. Presidencia de la Nación.
-Hall María Marta: ¿Cuándo se comenzó a pensar en los niños? Asociación
Argentina para la infancia. Octubre de 2005.-

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Clase II: INTERVENCIONES PSICOLÓGICAS

1- Diferentes contextos de intervención del psicólogo: Pedido de


Evaluación en la clínica – En el ámbito pericial – Supervisión de casos -
Actividades de Prevención.

¿Cómo interviene el psicólogo frente a la problemática del maltrato


y abuso hacia menores?

-Desde la clínica podrá recibir un pedido de evaluación diagnóstica que sea


solicitado por un profesional de la salud ante determinados observables que no
permitan determinar con claridad un cuadro diagnóstico médico o escolar.
En muchas ocasiones, el pedido de evaluación surge desde el seno de la
familia, cuando algún referente observa cierta conducta en el niño que llama su
atención, o recibe un relato de una situación inapropiada que genera sospecha de
abuso sexual.
En este proceso el profesional interpretará todo el material surgido de la
batería psicodiagnóstica y las entrevistas realizadas, evaluando si aparecen
indicios de A.S.I. (Abuso Sexual Infantil).
Dentro del marco teórico del mismo, se observarán indicadores
sintomáticos y conductuales del abuso, información explícita de lo acontecido
sexualmente, evaluación de la credibilidad del relato, signos físicos asociados y
apreciaciones médicas.
Otra situación que puede presentarse es la detección de estos casos a
través del juego y relato dentro de la psicoterapia del niño ó del adolescente. El
profesional estará atento y agudizará su mirada ante aquellos signos que han
reclamado especial atención; considerará si los mismos se nuclean dentro de la
problemática mencionada.
Si se considerara como certera la hipótesis inicial, dará paso a la
información necesaria que requiere la temática y derivará con los profesionales
idóneos en el área para poder continuar con el niño en la clínica.

-Desde el control terapéutico y capacitación profesional en su rol de


supervisor, ayuda a esclarecer al psicólogo consultante las dudas e incertidumbre
que presenta el caso, tratando de arribar a un diagnóstico más preciso,
conteniendo al mismo ante situaciones difíciles que deba atravesar y pautas
específicas para continuar.

-También desde su actuar el Psicólogo hace prevención: cuando dialoga y


juega con un niño estableciendo los límites, señalándole cuales son las cosas no
permitidas, de que manera puede cuidarse y a quien recurrir ante determinadas
situaciones o hechos, etc.
Además hace prevención cuando realiza la difusión de pautas de prevención
y detección dirigidas a docentes, padres o la comunidad en general.

¿Y cual seria la manera de intervenir desde el ámbito judicial?


-Desde lo judicial el psicólogo podrá desempeñarse en los distintos fueros
según su interés y competencia como perito.
Se denomina perito al profesional que posee los conocimientos teóricos y
prácticos suficientes como para asesorar al Juez sobre aquellos puntos que
requieran de conocimientos especiales.
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Como Peritos Psicólogos debemos actuar muchas veces en la evaluación


del daño psíquico en niños, y para hacerlo tenemos en cuenta la noción de
trauma, el valor del dibujo como expresión del inconsciente, la observación del
comportamiento y el análisis del discurso infantil.
En los casos de maltrato los fueros intervinientes son el de familia (donde
se considerará con la evaluación psicodiagnóstica el funcionamiento individual y
familiar, observando los roles parentales, quienes lo ejercen y si existe además
violencia familiar) y penal ( donde se evaluará al imputado destacando las
características de personalidad y alteraciones psicosexuales posibles y en la
víctima si posee capacidad para fabular, credibilidad del relato, daño psíquico
como consecuencia de los hechos, etc.)
El profesional actuante examinará cuidadosamente el expte. a efectos de
conocer lo mejor posible las circunstancias del caso, en especial cuando la
denuncia surge en el contexto de un divorcio contradictorio o una relación de
pareja o familiar con antecedentes de violencia o conflictos vinculares. Para esto
realizará entrevistas y pruebas técnicas gráficas proyectivas arribando a un
diagnóstico evaluativo, manteniendo los principios de imparcialidad, objetividad y
neutralidad.
El Perito de Parte es aquel profesional contratado en forma privada por una
de las partes para asistirlo en el litigio. Su función es controlar la correcta
realización de la prueba pericial y el posterior análisis del material a efectos de
que no se realicen inducciones o forzamientos del material obtenido.
También podrá ser llamado para brindar asesoramiento a los abogados de
las partes, colaborar técnicamente en la realización de la impugnación o pedido de
explicaciones a los informes de otros psicólogos. Eventualmente puede ser
requerido en el juicio oral tanto como Perito de parte para aportar las
explicaciones pertinentes o como asesor del abogado para el debate oral.
El Perito Oficial es aquel que trabaja en relación de dependencia con el
Poder judicial, como por ej: en un juzgado, en la asesoría de menores, en la
asesoría pericial o en el cuerpo médico forense.

2- Importancia del Consentimiento Informado.

¿Qué legislación rige en la República Argentina la labor de los


psicólogos?

En cuanto a la responsabilidad profesional del psicólogo, nuestro encuadre


legal de fondo es el Código Civil y Penal de la República Argentina.
Sobre estas normas de fondo cada profesión tiene sus leyes de ejercicios
(Ley 10.306 para la Pcia de Bs.As.) y códigos jurisdiccionales y nacionales.
Los profesionales Psicólogos nos regimos por un Código de Etica que puede
ser provincial y otro nacional, nominándose a este último Código de Etica de la
Federación de Psicólogos de la República Argentina (Fe.P.R.A).
Aquí vamos a encontrar las reglas de conducta profesional que deben
mantener nuestra práctica como así también los deberes que no hay que
descuidar. Por esta razón y en base al tema que nos convoca es importante
considerar el valor que tiene el Consentimiento Informado.

Cuando se trata de menores de edad, el psicólogo debe solicitar a los


padres (tutores o representantes legales) la firma del Consentimiento. Existe una
excepción a esta regla cuando se trate de un caso de urgencia, recomendándose
siempre la opinión de algún otro colega para dirimir la situación particular.
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Dentro de las normas deontológicas del Código de Etica en el Punto 1


Consentimiento Informado figura:
1.1. “Los psicólogos deben obtener consentimiento válido tanto
de las personas que participan como sujetos voluntarios en proyectos de
investigación como de aquellas con las que trabajan en su práctica profesional.
La obligación de obtener el consentimiento da sustento al respeto por la
autonomía de las personas, entendiendo que dicho consentimiento es válido
cuando la persona que lo brinda lo hace voluntariamente y con capacidad para
comprender los alcances de su acto; lo que implica capacidad legal para
consentir, libertad de decisión e información suficiente sobre la práctica de la
que participará, incluyendo datos sobre naturaleza, duración, objetivos,
métodos alternativas posibles y riesgos potenciales de tal participación. Se
entiende que dicho consentimiento podrá ser retirado si consideran que
median razones para hacerlo.”
1.2. “La obligación y la responsabilidad de evaluar las condiciones
en las cuales el sujeto da su consentimiento incumben al psicólogo responsable
de la práctica de que se trate. Esta obligación y esta responsabilidad no son
delegables.
Ha de considerarse que en el caso de los niños, la autorización de los
padres con relación al tratamiento o evaluación psicodiagnóstica debe ser suscripta


de la siguiente forma:
Mientras los padres viven unidos (legalmente o no) queda


implícito para la justicia que el consentimiento de uno supone el del otro.
En el caso de los padres separados el consentimiento deben


prestarlo ambos padres.
Dicha autorización consta de un simple texto fechado,
rubricado por los participantes legalmente habilitados al acto y adecuado a
las circunstancias.

3- Secreto Profesional.

¿Cuáles son sus alcances?

Dentro del Código (Fe.P.R.A.) se encuentra dentro de los puntos 2 (Secreto


Profesional) al 3 (límites del Secreto Profesional).
Todo psicólogo deberá guardar el Secreto Profesional.
El límite del mismo debe encuadrarse siempre que exista una justa causa
que amerite la revelación.
Cuando nos encontramos con niños abusados, el profesional deberá contar
con las pruebas suficientes que puedan arribar al diagnóstico presuntivo de A.S.I.
Para esto habrá que estudiar las manifestaciones sintomáticas, la edad de
la víctima, el sexo, las características del abuso, las respuestas de la familia, la
reacción del niño ante el proceso de descubrimiento y sus consecuencias.

Puede ser que al recibir este tipo de casos el profesional manifieste


conmoción, rechazo o una postura judicativa. También puede negar los indicios
que conducen a la presunción de abuso sexual o identificarse con el abusador y
preguntar intrusivamente.
En estos casos el profesional deberá levantar el secreto profesional ,
informando al adulto que tenga la responsabilidad de velar por la salud integral
del niño.
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Se evaluará que efectos tendrá la denuncia (posición frente a la legalidad)


en ese grupo familiar o responsables del menor explicitándoseles la situación y los
posibles modos de intervención. Se considerará siempre cual es el riesgo mayor,
y como se arma una red de contención social.
Si se sospechara que el abuso es intrafamiliar se le anoticiará solo a la
parte no implicada, con el objetivo de que pueda contener al niño, para luego
dar paso a la denuncia. También se les informa cuando el mismo haya sido un
hecho eventual producido en el entorno cercano al niño a efectos de que puedan
arbitrar las medidas de cuidado correspondiente ante la posibilidad de una nueva
agresión.
Una vez tomado los recaudos necesarios y actuando dentro de los
parámetros establecidos para nuestra práctica, si el adulto responsable no
resguarda al menor, será el profesional quien deberá realizar la denuncia
pertinente, en busca de evitar un mal mayor.

Bibliografía

-Código de Ética de la Federación de Psicólogos de la República Argentina


(Fe.P.R.A.)
-Ley 10.306 de Ejercicio del Psicólogo para la Pcia. de Bs. As.
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Clase III: MALTRATO INFANTIL

4- Conceptualizaciones

¿Hay una definición única de maltrato infantil?

Es complejo hallar una definición única para el maltrato infantil, ya que es


un fenómeno en el que intervienen muchas variables.
En un principio la consideración del maltrato se limitaba a los casos en que
podían constatarse una agresión o lesiones físicas.
En 1985 el Parlamento Europeo consideró malos tratos a la violencia “no
ocasional” ejercida contra la integridad física y/o psíquica de un niño; incluyendo
además, la privación de cuidados por parte del adulto responsable. Esta visión
parece hacer hincapié en la de persistencia de la agresión.
La inclusión del aspecto psicológico es sumamente importante, ya que
siempre una agresión física produce efectos a nivel psicológico, como por ejemplo:
tristeza, rencor, negación y hasta el bloqueo mnémico de la experiencia vivida.
Posteriormente se arriba a un concepto más complejo que integra también
las lesiones sexuales producidas por un adulto, y las acciones ligadas a lo sexual
que pueden perturbar a un menor (tocamientos, insinuaciones, exposición a
pornografía, etc), comenzando a adquirir importancia el concepto de abuso sexual
infantil. Pero de esto nos ocuparemos más extensamente en la clase V.

Con frecuencia la violencia contra los niños ocurre dentro del plano de la
familia o en un círculo muy cercano a él, dando lugar a justificaciones de no
intervención como por ej: “son cosas privadas”, “mejor no meterse”, “las
cuestiones de familia no se ventilan”, etc. Todas estas actitudes aumentan la
situación de indefensión del niño.
Sabemos que al ser una agresión que ocurre en ámbitos privados, el niño
está implicado afectivamente por lo que no todos los casos son denunciados, sin
embargo en la actualidad existe mayor conciencia en torno a los Derechos
individuales por lo que la visibilidad del maltrato ha aumentado, generando
mayores intervenciones de la justicia y la sociedad.
Muchas veces la intervención del profesional idóneo (médico, policía), y la
nuestra como psicólogos recién se efectiviza una vez realizada la denuncia en la
Justicia, y cuando en general la situación ya reviste mayor gravedad.
La complejidad de este tema hace imprescindible el trabajo
interdisciplinario. Es necesario trabajar no solo en la detección y posterior
tratamiento del maltrato infantil, sino también en la construcción de estrategias de
prevención, sensibilización y compromiso de la comunidad en general.
En este sentido, si hay actores especialmente privilegiados, son los
Docentes.
Ellos representan una fuente muy importante de detección del las
situaciones abusivas o de violencia infantil, porque tienen la posibilidad de
observar al niño a lo largo de un periodo prologando: muchas horas de clase
durante el ciclo lectivo y con la posibilidad de comparar el comportamiento con el
de sus pares. Incluso de una manera menos precisa lo observa durante varios
años, ya que el niño permanece en la institución educativa.
Sumado a esto, si ya otros hermanos han concurrido a la misma escuela, el
cuerpo docente conocerá algunas cuestiones referentes a la dinámica y
conformación del grupo familiar o entorno habitual del niño.
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Por otro lado el docente puede escuchar las referencias que el niño hace a
su familia así como los comentarios de otros niños sobre éste. Es decir tiene un
lugar privilegiado para observar, escuchar al niño y valorar además las actitudes
de compromiso de los padres ante distintas situaciones (cómo viene vestido, si se
encuentra alimentado, si recibe los cuidados adecuados, etc.).

¿Resumiendo, a qué llamamos entonces Maltrato infantil?

Consideramos maltrato infantil cualquier acto u omisión que afecta la


libertad de un niño, obstaculiza su desarrollo psicofísico, o vulnera de cualquier
modo sus derechos.
Por este motivo consideramos que el maltrato siempre implica abuso.
Abuso de fuerza, de autoridad, de conocimiento, etc., ya que solo puede
producirse en una relación asimétrica en la que la “víctima” queda ubicada en
situación de desventaja frente al agresor.

¿Cuáles son los factores que facilitan en el desarrollo de una situación


familiar violenta?

Podemos señalar tres grandes condicionantes:


Personales: ligados a características de la estructura psíquica del agresor
y al papel que el menor evoca para él dentro de su propia historia.
Transgeneracionales: relacionados con una historia familiar de conductas
antisociales o de violencia, mandatos, técnicas demasiado rígidas de disciplina,
actitudes de discriminación por género.
Ambientales: asociados a las características del entorno: aislado,
hacinamiento, promiscuo, sumamente rígido, estresante, negligente hacia
determinados integrantes, etc.
En este sentido cobra relevancia el papel de los adultos que rodean al niño,
incluido el docente quien como explicamos antes, tiene acceso a una mirada muy
amplia sobre el menor.
La violencia familiar puede considerarse como el síntoma de una
organización humana en la cual el adulto es incapaz de ofrecer una red de
contención y sostén adecuados para el desarrollo psico físico del niño.

5- Clasificación del maltrato: según el contexto, el tipo de agresión y los


efectos producidos.

-Avancemos un poco más, que otras clasificaciones podemos realizar?


- De acuerdo al contexto en que ocurre el maltrato infantil, este puede
clasificarse como extra familiar o intrafamiliar.
En el primer caso la conducta maltratante sucede fuera de la familia, y
puede afectar al niño como individuo particular, o a la infancia en sí, es decir al
género “niño”. Ese el caso de la explotación laboral, corrupción de menores,
bullying, etc.
Mientras que cuando el maltrato se produce dentro del ámbito familiar,
como el agresor pertenece al propio entorno del niño, los efectos son mucho más
nocivos. La agresión puede ser constante, ya que se ve facilitada por la
convivencia o la legitimación del vínculo por parte de los adultos responsables del
niño que quizás, desconozcan el delito del que está siendo víctima.
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Este tipo de agresión despierta en el niño fantasías de traición y de


alianzas, que por su inmadurez y lo traumático del hecho en sí, lo vuelven más
vulnerable bloqueando su capacidad de defensa.

También podemos diferenciar entre Maltrato por Acción; que resulta de


ejercer una acción violenta sobre el niño, y maltrato por omisión; producto de no
ofrecer al niño los cuidados que necesita (alimentación, cariño, vestimenta,
cuidados médicos, etc.), esto es conocido como maltrato por negligencia.
Cabe aclarar que ambas modalidades implican igual responsabilidad por
parte del adulto. Lastimar a un niño con un golpe o una palabra es tan destructivo
como no brindarle atención que por su inmadurez requiere.

A continuación haremos un recorrido por las diferentes modalidades de


maltrato infantil, consignando además algunos indicadores o señales que alertan
sobre la posibilidad de que un niño esté siendo maltratado, incluimos además la
nomenclatura que el DSM IV (Manual de Desordenes Mentales), le asigna a cada
cuadro:

Maltrato físico; es la acción no accidental producida por un adulto


cuidador sobre el cuerpo de un niño, provocándole daño físico, enfermedad o
simplemente colocándolo activamente en situación de riesgo.
En este caso es importante al observar a un niño lastimado el tipo de
lesiones que presenta.
Son típicas del maltrato las fracturas de distinta data y las fracturas en
espiral y las quemaduras pequeñas.
También debe llamar la atención la contradicción entre la explicación que
da el niño y la que dan sus padres sobre la causa de la lesión, así como la
observación de un retraso injustificado en busca de la asistencia médica.
Otra señal a tener en cuenta es el nerviosismo o el gesto repentino de
retiro que puede hacer un niño ante la cercanía de determinado adulto, ya que
éste puede obedecer a un gesto aprendido de protección.
En el DSM IV encontramos este cuadro como “Abuso físico del niño”, bajo el
T 74.1.-

Maltrato emocional o psicológico; se caracteriza por malos tratos


verbales, comentarios desvalorizantes, burlas, etc.
Todo esto repercute directamente sobre el desarrollo psicológico del niño y
su autoestima ya que se siente cada vez mas despreciado.
En general este tipo de agresión es llevado a cabo por padres demasiado
exigentes o perfeccionistas, incapaces de evaluar adecuadamente las capacidades
intelectuales o evolutivas del niño, por lo cual este nunca alcanza sus expectativas.
En este caso pueden ser signos de alerta el bajo rendimiento escolar, los
problemas conductuales y la sintomatología psicosomática.
Si bien este cuadro no figura en el DSM IV, si la agresión proviene del
padre al hijo podría encuadrarse en el apartado: Problemas de relación como
“Problemas paterno- filiales” Z 63.8.-

Maltrato por negligencia; es la falta de atención a los cuidados básicos


que el niño requiere; alimentarios, de salud, vestimenta adecuada, escolaridad y
por supuesto atención afectiva y cariño.
Para arribar a este diagnóstico deben tenerse en cuenta las posibilidades
reales económicas y sociales del medio familiar.
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Muchas veces esta modalidad aparece en familias donde la interacción


temprana entre el bebé y su mamá resultó fallida. La mamá por distintas
cuestiones no pudo descifrar correctamente las señales emitidas por el bebé a
través de su llanto, sonrisa, etc. Es decir no logró la empatía necesaria.
Pueden alertarnos sobre esto: talla y peso por debajo del adecuado para la
edad, presentación con vestimenta inadecuada para la edad o el clima, condiciones
de poca higiene, desfasaje entre la edad cronológica y la madurativa.
Son signos importantes a observar en un niño la presencia de apatía y
tristeza sin causa aparente, así como una mejora importante al estar internado y
alejado de su hogar, ya que esto estaría señalando al entorno habitual del niño
como el causante de su malestar.
En el DSM IV lo encontraremos como “Negligencia en la infancia” T 74.0.-

Síndrome de Munchausen por poder; en primera instancia debemos


aclarar que este síndrome consiste en la simulación o producción de síntomas sin
perseguir un beneficio determinado.
Cuando la victima de este mal es un menor hablamos de “Munchausen por
poder”, en general las víctimas de este tipo de maltrato son niños muy pequeños
que aun no accedieron a la palabra, lo que los mantiene en una situación de mayor
dependencia del adulto que lo tiene a cargo.
En este contexto el progenitor (en general la madre por ser quien mas
contacto tiene con el), expone al niño a gran cantidad de consultas y exámenes
médicos que lo mortifican psíquica y físicamente, en busca de una supuesta
afección, pero cuyos síntomas no se evidencian nunca en ausencia de ella.
Un indicador importante es que la consulta se realiza siempre en servicios
de guardia, lo que dificulta el establecimiento de una historia clínica.
El niño no tiene un médico de cabecera estable que permita el seguimiento
y detección del síndrome.
Una forma común del síndrome por poder es provocar en el médico dudas
diagnósticas, a las cuales éste responde indicando una serie de estudios y
prácticas de diferente nivel de invasión sobre el niño (análisis de laboratorio,
resonancias, sondas naso gástricas, endoscopías, etc.).
Sin embargo estas madres no dimensionan lo cruento (e innecesario) de los
métodos, por lo que puede decirse que es una forma de maltratar el cuerpo del
niño a través de un otro: el médico, que con su ciencia involuntariamente queda
entrampado en este cuadro, del que generalmente toma conciencia cuando puede
“tercerizar” el relato con un colega y observar la situación desde afuera.
Para el DSM IV esta patología se encuadra en los Trastornos facticios, mas
específicamente como “Trastorno facticio no especificado” F.68.1. Aquí el
individuo simula o produce diferentes síntomas a una persona que se encuentra
bajo su custodia, otra vez vemos lo imprescindible de una relación asimétrica para
la concreción de un maltrato.

Maltrato prenatal; está dado por la conducta negligente de la


embarazada, que puede afectar el desarrollo de un bebé en gestación. Son
ejemplos de ello: alimentación deficitaria, trabajo excesivo, conductas tóxicas,
desatención médica de enfermedades previas y falta de control del embarazo.
Queremos aclarar que estas conductas pueden considerarse efectivamente
como maltrato cuando no obedecen a una situación social o económica que no
permita otra salida.
Es decir, cuando el desgaste físico excesivo o la alimentación inadecuada de
la madre es producida solo por un ideal estético, y la falta de atención gestacional
15

por simple desidia. Sino, también configura maltrato, pero quien las provoca
debe ser abordado desde un campo de asistencia diferente.
Específicamente en cuanto al consumo la adicción a la cocaína incrementa
el riesgo fetal de lesiones a nivel cerebral.

Abuso sexual infantil: es el sometimiento que ejerce un adulto sobre


un niño, con el fin de lograr su propia satisfacción sexual, provocando daños
físicos y psíquicos en el menor.
De este tipo de Maltrato nos ocuparemos extensamente en la Clase V, que
lleva ese nombre.

Bibliografía:
-Boscato Analía, Ortalli Inés, Sobrero Delia: “Dibujos que hablan: Indicadores de
Abuso Sexual Infantil en Gráficos”- Ed. Tiempo Sur – Tercera edición 2013.
-Documento de trabajo del instituto Aragonés de servicios sociales y la Asociación
de Desarrollo comunitario de Aragón.
16

Clase IV: ABORDAJE y EVALUACION PSICOLOGICA

6- Diseño de la batería psicodiagnóstica de acuerdo al caso a evaluar.


El abordaje del abuso sexual infantil, en el gran marco del maltrato infantil
que incluye todo tipo de explotación y daño hacia los menores, requiere
fundamentalmente de una conducta de cuidado por parte del adulto actuante.
Es necesario pesquisar la “palabra” del niño, revelada en el juego, el dibujo,
la conducta y en el discurso espontáneo que el menor brinda, respetando su
condición de niño.
La pericia psicológica representa la oportunidad y el derecho que tiene el
niño a ser “escuchado” en este caso, en el fuero penal.
El objetivo de la evaluación pericial consiste en proporcionar al niño un
espacio en el que se dará valor, no sólo a lo que puede decirnos con palabras, sino
también al material que aporte en las diferentes técnicas de exploración. Se
deberán seleccionar técnicas de tipo proyectivas (y si fuesen necesario
psicométricas), verbales, gráficas o de ejecución de acuerdo a la madurez y a las
capacidades que el pequeño posea.
La función del perito psicólogo es revelar mediante los conocimientos y
herramientas que aporta la Psicología a la Justicia, los aspectos más profundos del
psiquismo infantil, evitando la sobreexposición innecesaria, que siempre provocará
sufrimiento.
Tendrá que tenerse en cuenta para la evaluación; las capacidades
evolutivas del niño, la implementación de actividades naturales para él, la
privacidad, un contexto confiable, el compromiso de informar, etc. Todas estas
medidas tienden a evitar la revictimización.
Para que el peritaje psicológico alcance validez científica deberán realizarse
varias entrevistas con el niño y haber objetivado los indicadores a través de las
técnicas de exploración (dibujo, hora de juego, tests, etc.)
Entonces:
La evaluación psicológica consistirá en detectar la presencia de
signos e indicadores en el material, mediante la implementación de
distintas técnicas de exploración

Se entiende por signo al observable atípico en la producción de un sujeto


y que muestra contenidos inconscientes.

Indicador es el conjunto de signos que confluyen en la revelación de


algún aspecto de la vida del sujeto.

7- ¿Qué debemos tener en cuenta en la evaluación psicológica del niño?

La evaluación psicológica de un niño, siempre en el intento por no


revictimizar debería basarse en 4 pilares: Conducta –Juego – Gráfico – Relato:

Estos cuatro pilares son básicos, porque muestran la producción


espontánea del niño.
A través de estas actividades cotidianas para él, sin necesidad de
preguntarle específicamente lo que le ocurrió, podemos explorar sus vivencias
traumáticas.
17

Los niños son capaces de mostrar lo que han vivido, aún sin haberlo
comprendido.
Pueden reproducir, lo que aún no son capaces de contar.
Para el psicólogo forense no es imprescindible que el niño cuente lo que
sufrió, porque puede obtener indicadores de la agresión sufrida a través de:
El relato, lo que el niño cuenta espontáneamente, por ej. mientras juega o
dibuja.
En algunos casos las víctimas quieren narrar el episodio sufrido, teniendo
un efecto cuasi-terapéutico ya que le permite comenzar a procesar el trauma en
un lugar que reconoce como de “cuidado hacia él”.
La conducta que se observa. Un niño que ha sido víctima de una agresión
siempre lo muestra de alguna manera. Algo en su conducta cambia, ese niño ya
no es el mismo. Se aísla, presenta dificultades en el aprendizaje, está triste, se
queja de dolores recurrentemente, etc.
El juego y el dibujo, son dos actividades muy placenteras, pero también
dos formas de expresión muy valiosas. En ambas reproducen lo que han vivido.
Estas cuatro herramientas de evaluación serán prácticamente inseparables
en la entrevista psicológica infantil, ya que el niño juega, al mismo tiempo habla,
luego dibuja, muestra su conducta, sigue hablando y así sucesivamente.
Veremos entonces que este entramado no es tan complejo para la
evaluación, ya que cuando aparecen indicadores de A.S.I. en alguno de los pilares
indefectiblemente se manifestarán en los otros también.

Bibliografía

-Boscato Analía, Ortalli Inés, Sobrero Delia: “Dibujos que hablan: Indicadores de
Abuso Sexual Infantil en Gráficos”- Ed. Tiempo Sur – Tercera edición 2013.
-Boscato Analía, Ortalli Inés, Sobrero Delia: Abuso Sexual Infantil. HERRAMIENTAS
PARA EL PERITAJE PSICOLÓGICO. Con acento Ediciones. 2014

_____________________________________________________
18

Clase V: ABUSO SEXUAL INFANTIL (A.S.I.)

8- ¿Recordamos la definición de Abuso Sexual Infantil?


Decimos entonces que se produce abuso sexual infantil, cuando un adulto
somete a un menor a un estímulo sexual inapropiado para la edad y nivel de
desarrollo psicológico e intelectual, con el fin de lograr su propio placer sexual.
El tema del abuso sexual infantil, como el comercio sexual de menores,
debe ser tratado en el contexto de la violencia y el maltrato; porque implica tanto
maltrato físico como maltrato psicológico.

9- ¿Cómo podemos clasificarlo?

El A.S.I puede clasificarse según el contexto en el que se produce, la


frecuencia de las agresiones y la edad de la víctima.
De acuerdo al ENTORNO lo podemos diferenciar en:

Intrafamiliar, cuando el niño es agredido por un miembro de su familia,


definiendo familia, como el grupo de personas que conviven o no, consanguíneos o
no, pero que sostienen lazos vinculares y comparten funciones.

Extrafamiliar, cuando el niño es agredido por un extraño, por ejemplo un


ataque callejero.

Del entorno habitual, cuando el niño es agredido por alguien de su


entorno cotidiano por ejemplo, maestro, sacerdote, chofer del transporte escolar,
etc. El agresor generalmente es una persona que goza de la confianza de los
padres y del niño.
Este tipo de abuso se observa cada vez con mayor frecuencia, y al no tener
una carga afectiva con el abusador tan importante como en el caso del
intrafamiliar, suele denunciarse más fácilmente y llegando a tomar estado público
en algunos casos.

Por la FRECUENCIA con que el hecho abusivo se lleva a cabo podemos


hablar de:
Ocasional, cuando el ataque se produce una sola vez.
Permanente, cuando el ataque es recurrente, sea por el mismo agresor o
las circunstancias en que se produce.
Pudiendo además este tipo de clasificación en ocasiones hallarse combinada
ya que una persona que es atacada sexualmente en forma permanente por un
agresor, puede también sufrir un ataque ocasional. De igual modo encontramos
niños que han sido víctima de ataques en distintos momentos de su vida por parte
de distintos agresores.
Esto permite inferir que el abuso sexual, sea permanente u ocasional,
vuelve a la víctima cada vez más vulnerable e indefensa cuando no ha mediado
una intervención de cuidado.

Y finalmente por la patología del agresor se clasifica en:


Pedofilia, cuando la víctima elegida es un niño.
Hebefilia, cuando la víctima elegida es un púber o adolescente.
19

10- ¿Existen observables generales que permitan inferir la presencia de


A.S.I.?

Para la detección del A.S.I hallaremos indicadores más o menos específicos


que se manifiestan en diversas facetas de la personalidad de un niño, ya que una
vez que fue agredido sexualmente, ya no es el mismo, y lo esperable es que nos lo
haga saber a través de Indicadores sexuales, funcionales, conductuales,
emocionales, cognitivos y físicos.

Indicadores sexuales:
- Erotización prematura
- Conductas o comentarios sexuales inadecuados para la edad
- Mayor conocimiento sexual de lo esperado para la edad
- Relatos sexuales sustentados por detalles contextuales
- Masturbación excesiva
- Preocupación por los genitales.
- Excitación corporal.

Indicadores de desordenes funcionales:


- Alteración en el sueño (pesadillas, sobresaltos, llanto, sollozo,
etc.).
- Enuresis o encopresis.
- Desórdenes del apetito (aumento o disminución).

Indicadores emocionales:
- Bajo nivel energético, desánimo, pérdida de interes en
cuestiones que antes disfrutaba.
- Ansiedad.
- Conductas regresivas.
- Fantasías terroríficas.
- Falta de control emocional.
- Fobias.
- Sentimiento de culpa e infelicidad en apariencia inmotivados.

Indicadores en la conducta:
- Miedo aparentemente injustificado a personas adultas.
- Apego excesivo (imposibilidad para separarse del referente
adulto)
- Comportamiento agresivo.
- Sollozo o llanto inmotivado.
- Ensimismamiento (retraerse en sí mismo).
- Aislamiento social (Deficiencias en el contacto social).
- Fuga del hogar.
- Conducta autodestructiva.
- Intento de suicidio.
- Embarazo precoz.
- Hiperactividad.
- Hábitos nerviosos: Tics, Onicofagia (morderse las uñas),
Tricotilomanía (arrancarse el pelo).

Indicadores en el desarrollo cognitivo:


20

- Cambios bruscos en el rendimiento escolar.


- Problemas en el habla.
- Dificultades en la concentración.
- Bajo rendimiento académico, social y/o motor.
- Inhibición en el juego.
- Alteraciones en el gráfico.

Indicadores físicos:
- Lesión anal, vaginal, hematomas.
- Infección urinaria.
- Dolor de cabeza.
- Dolor de panza.
- Trastornos respiratorios.
- Colitis.(1)

11- ¿Cuáles son las implicancias legales y subjetivas en cada caso?

Hasta aquí, hemos trabajado sobre el maltrato y el abuso sexual infantil,


desde el punto de vista conceptual y teórico.
En este nuevo apartado queremos trabajar con Uds. sobre la experiencia
recogida en nuestros años de práctica en relación a las consecuencias concretas
que provocan en una familia los dos fenómenos estudiados, haciendo a la vez la
salvedad de que cada caso será diferente.
Las consecuencias subjetivas de haber padecido A.S.I. están sujetas a la
interacción de tres factores importantes:
- La estructura psíquica de la víctima; es decir los recursos emotivos, intelectuales
y físicos con que cuenta ese menor para elaborar la agresión.
- La capacidad de contención del entorno familiar para hacer frente al embate y
actuar en consecuencia brindando protección al niño.
- Finalmente, el tratamiento que el sistema judicial dé a ese delito: la celeridad en
la actuación, las características del proceso y la sanción.

Como decimos en nuestro libro: “Que una experiencia devenga


traumática para un sujeto, obedece tanto a la contundencia del hecho mismo
(por ejemplo violación, accidente, maltrato, etc.) como a la persistencia del
estímulo dañoso en el tiempo. Este hecho genera un impacto en la psiquis que
resulta difícil de procesar, produciendo en consecuencia la desorganización.
En el niño el trauma constituye una invasión al psiquismo, que pone en
peligro su desarrollo a futuro. Ante la ausencia de una tramitación apropiada
frente al acontecimiento vivido, se produce una escisión entre la representación y
su afecto, que origina una fractura en el yo “(2).

¿Cuál es el rol de la familia?

Consideraremos familia al grupo de personas que conviven bajo un mismo


techo, que pueden compartir lazos sanguíneos o no, donde existe una distribución
de roles y vínculos afectivos que los “une y ordena” jerárquicamente.
En este sentido, cumple un rol fundamental en la vida de todo niño: el de
sostenerlo y ofrecerle la atención necesaria para su desarrollo psicofísico.
21

Todas estas acciones de cuidado y afecto que suelen implementarse desde


la gestación, sostenidas en el tiempo van proporcionando seguridad y estabilidad
psíquica al pequeño.
También le brinda las primeras enseñanzas de su vida a través de las
cuales incorporará normas y pautas de funcionamiento para integrarse a la
sociedad.
Entre otros efectos contribuye a forjar el sentimiento de pertenencia que lo
hará sentirse querido; parte de un grupo humano particular en el que podrá
reconocerse por distintas identificaciones, además de ser reconocido como parte
por los integrantes del mismo grupo.

Teniendo todo esto en cuenta, podemos decir que el actuar de los padres
frente al abuso sexual tendrá consecuencias y marcará el destino mediato y futuro
de su hijo.
Frente al develamiento de la agresión, encontraremos padres que quedan
impactados y paralizados, pero luego logran poner en marcha los mecanismos de
intervención necesarios. Si estos mecanismos son sólidos, respetuosos, y con
cuidados hacia los niños lograrán un modo efectivo de protección.
Esto se evidenciará a través del asesoramiento que busquen en los distintos
profesionales (médicos, psicólogos, abogados), y en cómo puedan recibir y
procesar la información adquirida. Generalmente son padres que como primera
acción consultan con un profesional de la salud en un intento por preservar física y
psíquicamente al niño, y posteriormente a un profesional de la Justicia.
Serán adultos que desde un principio estarán atentos, pudiendo detectar
situaciones de riesgo, obteniendo por lo tanto la confianza de sus hijos.

Habrá otros que asumirán su rol de protección luego de anoticiarse de la


agresión sufrida, ya que les resultó imposible detectar la situación de manera
temprana.
Ante el impacto generado por el hecho traumático estas familias intentarán
reorganizarse, reconstruirse y elaborar lo padecido mediante tratamiento y
asesoramiento jurídico.

A diferencia de otras familias que tienden a negar lo visto o escuchado, en


esos casos opera la negación del hecho traumático, produciéndose un efecto
importante de desorganización y escisión que impide cualquier transformación por
vía de la elaboración psíquica.
Si con su acción de alguna manera la familia encubre el delito, el niño
puede sentirse víctima nuevamente, esta vez de los adultos a quienes confió su
padecer.
Asimismo si el sistema judicial deja sin sanción al culpable, sume al niño en
un estado de indefensión y vulnerabilidad, que reactualiza la vivencia de
impunidad y asimetría que marcó su relación con el agresor.

Bibliografía
-Boscato Analía, Ortalli Inés, Sobrero Delia: “Dibujos que hablan: Indicadores de
Abuso Sexual Infantil en Gráficos”- Ed. Tiempo Sur – Tercera edición 2013. (1)(2)
-Boscato Analía, Ortalli Inés, Sobrero Delia: Abuso Sexual Infantil. HERRAMIENTAS
PARA EL PERITAJE PSICOLÓGICO. Con acento Ediciones. 2014
22

Clase VI: HERRAMIENTAS para la DETECCION del A.S.I.

12- Conceptualización, pautas de análisis y localización de indicadores de


A.S.I. en la Conducta infantil.
Los indicadores de maltrato y abuso sexual infantil, hallados en la conducta
son observables durante la entrevista psicológica y la toma de las diferentes
técnicas y especialmente en la hora de juego diagnóstica.
Para ello tendremos en cuenta la actitud del niño: hipervigilancia, miedo,
conducta erotizada, conducta destructiva, rechazo, dificultad para separarse del
referente adulto.
También observaremos los sentimientos asociados al trauma: anestesia
emocional, culpa, vergüenza, estigmatización, falta de confianza, vulnerabilidad,
desprotección, desesperanza, hiperemotividad.
Observaremos la relación con el agresor: miedo, enojo, dolor, sentimientos
ambivalentes, etc.

13- Hora de Juego diagnóstica. Tipos de juego, análisis e indicadores.


Materiales a incluir en la caja.

Muchos autores han definido juego, y vamos a mencionar aquí algunos:

El primero en definir sistemáticamente al juego, habría sido el historiador


holandés J. Huizinga, quien en 1938, en su obra Homo Ludens, expresó: “El
juego es una acción o actividad voluntaria, realizada en ciertos límites fijos de
tiempo y lugar, según una regla libremente consentida pero absolutamente
imperiosa, provista de un fin en sí, acompañada de una sensación de tensión y de
júbilo, y de la conciencia de ser de otro modo que en la vida real”.

Winnicott : “ Lo universal es el juego y corresponde a la salud, facilita el


crecimiento y por lo tanto conduce a relaciones de grupo, puede ser una forma de
relación en psicoterapia”. “En él, y quizás, solo en él, el niño o el adulto están en
libertad de ser creadores”.

S. Freud: “Cada niño en su juego, se comporta como un poeta, ya que crea


un mundo propio, o, mejor dicho, reordena las cosas de su mundo en una nueva
forma que le agrada”.
“Lo opuesto al juego no es lo serio sino lo real”.
“A pesar de toda la emoción que caracteriza al mundo lúdico, el niño
establece bien su diferencia y experimenta placer al unir sus objetos y situaciones
imaginarias con las cosas tangibles y visibles del mundo real. Esta unión es lo que
diferencia el juego de la fantasía.”
“La actividad lúdica está determinada por un deseo en particular, el deseo
de ser grande; el niño siempre juega a ser grande e imita aquello que sabe de la
vida de los adultos”.
Además S. Freud, da cuenta de las siguientes características del juego:
- se basa en el principio del placer
- satisface la compulsión a la repetición por el aprendizaje que
con él se logra y por el placer de la repetición misma.
- logra la transformación de lo pasivo en activo, merced a lo
cual el niño obtiene la vivencia de dominio de sus experiencias
traumáticas.
23

La “hora de juego diagnóstica” es un instrumento dentro de un proceso


psicodiagnóstico. Se diferencia de la “hora de juego terapéutica”, porque:
- Es una unidad en sí misma.
- Tiene una consigna, no es espontánea.
- Tiene una duración de tiempo determinada.
- Se la interpreta.

El juguete es un elemento que cobra valor por su parecido con los objetos
reales, es reemplazable y tanto el tamaño como el material con el que está
realizado permiten una fácil manipulación.
Las propiedades que posee el juguete lo transforman en un instrumento
para el dominio de situaciones placenteras, penosas, difíciles y traumáticas que el
niño vive con los objetos reales. De esta manera puede repetir a voluntad su
accionar, imposible de realizar en el mundo real, sin que el mismo genere
sentimientos de culpa.

¿Que características tiene la hora de juego diagnóstica en la pericia


psicológica?

El objetivo de la misma es recabar información sobre el supuesto trauma


sufrido.
En general el lugar donde se realiza es un cuarto no demasiado pequeño,
con escasos muebles, en donde está garantizada la privacidad. Es conveniente la
existencia de un baño contiguo para que el niño pueda acceder fácilmente.
Los materiales que suelen emplearse son una caja o canasto destapado que
contenga los juguetes a la vista (para evitar que genere ansiedad persecutoria)
contando con:

Material inestructurado: plastilina, lana, pedacitos de tela, algodón.

Artículos escolares: hojas, papel glasé, goma de pegar, tijera, lápiz negro y
de colores, crayones.

De contenido agresivo: cuchillitos, revólveres, flechas.

Muñecos que representen personajes: hombres y mujeres, bebés, soldados,


indios, héroes, etc.

Animales: salvajes, prehistóricos, domésticos y de granja. Se sugiere incluir


algunos en familia.

Relativos a los hábitos: mamadera, cocinita, vajilla y cubiertos, vegetales,


comida, cama o cuna, bañera, esponjita.

Transportes: autos, aviones, trenes, barcos, etc.

De construcción: cubos, ladrillos, etc.

De comunicación: teléfono, celular, elementos de computación.

¿Cuál es la consigna que utilizamos?


24

La consigna es “acá tenés una caja con juguetes; son para que vos
juegues como más te guste”.
El examinador tiene un rol de observador activo. Su función es recabar
información, para lo cual deberá realizar las preguntas necesarias al niño, con la
finalidad de conocer la dinámica del juego.
Se registrarán los dichos, las características del juego, lo observado de la
conducta y los sentimientos que se ponen de manifiesto; para luego ser
analizados.
El juego del niño está determinado por las características de la etapa
evolutiva que éste transita. Es fundamental, en la búsqueda de indicadores,
conocer en que etapa de desarrollo se encuentra y las características del juego en
esa etapa; solo así, resultarán observables las alteraciones.

¿Qué tipos de juego podemos encontrar en un niño maltratado?

Cada niño según sus propias vivencias desarrollará un juego particular:

Juego Postraumático: es repetido, compulsivo, es como un ritual en el


que actúa una serie de movimientos en secuencia que concluyen siempre del
mismo modo. En él, el niño no está entretenido, ni distendido.

Ausencia total: el juego no aparece por el grado de inhibición que


presenta el niño. Se encuentra impedido de recrear situaciones en la fantasía.

Juego sexualizado: el niño recrea situaciones sexuales explícitas que


manifiestan un conocimiento precoz de actividades sexuales adultas, que no
corresponden a su edad cronológica.
En niños muy pequeños o muy dañados aparece masturbación compulsiva
durante el juego o intentos de exhibición de sus partes genitales.
Winnicot ha referido que cuando la excitación física o el compromiso
instintivo resultan evidentes el juego se detiene, o por lo menos queda arruinado.
Es pura descarga motora.

Juegos relacionados a la alimentación: representan escenas de


nutrición y cuidado; que evidencian la falta de atención materna. Es sorprendente
que este tipo de juego también aparece en niños mayores.

Juegos de descarga: son juegos cargados de emotividad, resultan ser una


catarsis de los actos agresivos por parte de los adultos hacia los niños. Aparecen
insultos, golpes contra objetos y sí mismo. Se observa el descontrol impulsivo y
rotura de juguetes.

Recordaremos entonces que es posible realizar el diagnóstico de maltrato a


través del hallazgo de indicadores en el juego a pesar de que no se produzca el
relato de los hechos padecidos.

14- Análisis y detección de indicadores de A.S.I. en los gráficos infantiles.


Particularidades expresivas de acuerdo a la etapa evolutiva.

Desde siempre el hombre utilizó los dibujos como forma de expresarse, aun
antes de manejar la escritura.
25

La comunicación pictórica constituye un lenguaje básico y elemental.


En los dibujos el sujeto expresa consciente e inconscientemente sus
sentimientos, deseos, conflictos y su visión del mundo que lo rodea.
Así como el hombre ha evolucionado en la secuencia: habla - dibujo –
escritura; el niño en su desarrollo transita los mismos pasos. Comienza con las
expresiones verbales, sigue con los gráficos para, luego madurez y cultura
mediante, adquirir el conocimiento que le permite escribir.
La psicología forense tiene por objeto evaluar a un sujeto (psicodiagnóstico)
o a un grupo en relación a las relaciones que entre ellos se establezcan (por
ejemplo pericia vincular).
En este sentido, y como decíamos, el material proyectivo gráfico nos brinda
un importante acceso al material inconsciente.
Por eso al realizar un peritaje de niños, el dibujo nos permite trabajar con
ellos de una manera natural, analizando su despliegue simbólico en esa actividad
que les resulta placentera, y por lo tanto explorar su psiquismo sin producir
revictimización.
Nosotras ahora nos vamos a referir específicamente al DIBUJO. Decimos
que “los dibujos hablan…”. A veces tenemos que peritar a niños muy pequeños,
que no tienen muy desarrollado su lenguaje aún, pero sus dibujos hablan.
Desde los dos años de edad el ser humano es capaz de dibujar.
Las técnicas que usamos generalmente en los peritajes son:

Dibujo Libre: Se le pide al niño que dibuje lo que tenga ganas.


Esta técnica le permite distenderse porque lo conectamos rápidamente con
una actividad que le resulta conocida y placentera.
Es una auto representación.

Casa, árbol, persona: Se le pide que dibuje una casa, un árbol y una
persona, en ese orden. Puede ser en una misma hoja o en tres.
La casa estimula asociaciones con la vida hogareña.
El árbol y la persona captan la imagen corporal y el concepto de sí mismo.
Muestra cómo se siente respecto de sí mismo, en su ambiente y si hubieron
situaciones traumáticas durante el desarrollo.
En esta técnica a veces se piden algunos relatos o asociaciones. Por
ejemplo armar una historia, o cuantos años le parece que tiene el árbol, o si la
casa está habitada, etc.

Persona bajo la lluvia: Se le pide al niño que “dibuje una persona bajo la
lluvia”, luego se le solicita que escriba o cuente una pequeña historia sobre su
dibujo y le coloque un titulo.
La riqueza de este test consiste en que al dibujo de la persona se le agrega
estar sometida a una situación externa y estresante como es la lluvia, lo que nos
permitirá observar los recursos defensivos y su vivencia ante una situación de
evidente agresión.
Resultando además el relato importante para conocer su capacidad para
ordenar, transmitir, y sintetizar sus pensamientos.

Familia kinética: Aquí se solicita al niño que “dibuje su familia haciendo


algo”, la técnica brinda información sobre el lugar que el niño siente que ocupa en
la familia (si se incluye o no), los roles asignados, las figuras más significativas, las
temidas o amadas, etc.
Es interesante observar el orden de aparición de los personajes y las
características o atributos adjudicados a cada uno.
26

Dos personas: Técnicamente representa la expresión de sí mismo,


identidad general, identidad sexual y vivencia del esquema corporal, pero revela
además el vínculo que establece con otro (paridad, sometimiento, etc).

Wartegg: Es un test de arquetipos inconscientes. Se le entrega al niño una


grilla como esta en la que figuran determinados trazos, y se le pide que los utilice
para convertirlos en dibujos. Se evalúa básicamente cada dibujo en particular, las
recurrencias temáticas y la utilización de los colores.

Secuencia gráfica: En esta técnica se le solicita que dibuje una historieta,


sobre el tema que desee. Generalmente se utiliza con los niños mayores. Brinda
capacidad de acción al dibujo. Generalmente revela una problemática y su
capacidad de resolución, además de los vínculos, la capacidad de planificar
secuenciar e historizar.

Las técnicas se eligen siempre en relación a la edad del niño a evaluar.

¿Cuál es el valor del dibujo en un peritaje psicológico?

Cómo psicólogas forenses, reconociendo el valor de la prueba, hemos


decidido realizar una investigación a través del dibujo. Mediante él se obtiene un
registro en papel, con valor documental, que permite su permanencia a través del
tiempo.
Con el objeto de hallar indicadores específicos que permitieran la detección
del A.S.I en gráficos hemos realizado una investigación. El resultado de la misma
fue el hallazgo de 7 indicadores específicos para el diagnóstico del abuso sexual
infantil.

Estos indicadores pueden dividirse en 2 grupos que se corresponden con los


tiempos del trauma.
El trauma psicológico se construye en 2 tiempos, el primer tiempo coincide
con la producción del hecho (en este caso con la agresión sexual) y el segundo
corresponde a los efectos psíquicos como consecuencia de comprensión del
hecho sufrido.
En ocasiones, especialmente en los niños más pequeños, el tiempo entre
estos dos momentos puede ser prolongado ya que no les es posible comprender lo
que les ha ocurrido. Decimos entonces que no tienen inscripción psíquica, aunque
sí la experiencia deja siempre una impronta.
Considerando la edad del niño y el momento del trauma podremos
esperar más indicadores de uno u otro grupo.

Con respecto al primer grupo encontraremos indicadores que nos den


cuenta de la ocurrencia del hecho:


Expresiones con contenido sexual


Percepciones sensoriales


Relación con el agresor
Intensidad de la agresión

En el segundo grupo veremos los indicadores que nos muestran el efecto


traumático de la agresión. O sea cuando el niño ha podido resignificar lo que le
sucedió y presenta síntomas:
27



Alteraciones en la concepción del sí mismo


Conflicto somático
Anomalías en la relación social
Ahora vamos a pasar a explicarles los signos de cada uno de estos
indicadores con dibujos.
Ahora vamos a explicarles los signos de cada uno de estos indicadores
ilustrando con un dibujo al final de cada ítem.

Expresiones con Contenido sexual.

Son las manifestaciones que aparecen a través de lo cuentan, de las


actitudes que tienen y en los gráficos.
Por ejemplo puede observarse en:

Conducta erotizada durante la entrevista.


Es la re-experimentación de sensaciones previas, en donde el niño intenta
librarse de un monto de excitación por medio de masturbación, frotamiento,
excesivo contacto corporal con el evaluador, necesidad de asistir al baño varias
veces en la misma entrevista.
Son claramente observables mientras el niño dibuja, ya que el movimiento
suele ser involuntario.

Conocimiento Sexual inapropiado para la edad.


Cuando el niño muestra mayor conocimiento sexual que el esperado para la
edad. Por ejemplo en los niños más pequeños, que aún no han logrado la
diferenciación sexual, y son capaces de graficar los genitales del adulto.

Dibujos de los genitales.


Se corresponde la aparición concreta de los genitales en la producción
gráfica. Guardan relación con la experiencia, dando cuenta de lo visto o vivido.
A veces se manifiesta mediante el desplazamiento inconsciente de las
formas fálicas hacia otros objetos mostrando la predominancia de puntas y picos.

Percepciones sensoriales.

Son las alusiones gráficas o relatadas en donde el niño muestra información


que solo pudo ser producida a través de los sentidos. Poseen un alto grado de
credibilidad.


Por ejemplo:


Pinches, vello, perfumes, cremas, suciedad y manchas.
Elementos pegajosos, o que chorrean que representan fluidos


corporales.
En la conducta suele aparecer la necesidad de lavarse las


manos a repetición.
El relato es acompañado por gestos de escalofrío y asco.

Relación con el agresor.

Muchas veces a través de su dibujo el niño es capaz de mostrar cual


es el vínculo con el agresor. Sus sentimientos, ansiedad, pudor, culpa.
Por las características del personaje graficado, a veces revela quien es el
agresor, el lugar en donde suceden los ataques y el momento.
28

En los gráficos podemos ver:


Asimetría entre los personajes, en este dibujo un elefante que toma con sus
patas a una mariposa.

Actitud amenazante de uno o más agresores, por medio del agregado de


lanzas o armas.

Anulación de la escena, el niño por medio del tachado o borrado intenta


anular la escena sufrida suprimiendo algún personaje.
Incluso en dibujos muy manchados y sucios, vistos a trasluz es posible
encontrar figuras ocultas.

Intensidad de la Agresión.

Este indicador se encuentra muy relacionado con el indicador RELACION


CON EL AGRESOR
Refleja la intensidad de la agresión sufrida, el grado de virulencia y las
posibilidades del niño para soportar el ataque. Los signos que encontramos aquí
son:
Necesidad de descarga motora, que puede verse en los más chiquitos a
través del exceso de garabateo o zigzag que en ocasiones provoca la rotura de la
hoja.

Personajes con armas de distinto tipo que otorgan poder al agresor.


Muestra tanto una experiencia pasada como el temor a que la agresión
vuelva a producirse.

Escenas de ataque, una de las técnicas que más fácilmente nos muestra
este signo, es “persona bajo la lluvia”, en donde aparecen rayos, tempestades y
granizos.
Se tendrán especialmente en cuenta los efectos causados por ésta, por
ejemplo: rotura de paraguas, charcos, etc.

En el segundo grupo de indicadores encontraremos los que ya


muestran un efecto sobre el psiquismo.

Alteraciones en la Concepción del Sí mismo.

Es la imagen psíquica que el niño posee de sí. Se infiere por la angustia, la


vivencia traumática por la fortaleza o la indefensión.

La Vulnerabilidad observada en personajes que se van cayendo, sin línea


de base, ó con pobreza de entorno para el nivel intelectual del niño.

Percepción de estar traumatizado; se evidencia en extremidades


seccionadas, cicatrices, agujeros.
El árbol es un gráfico interesante para evaluar este indicador, ya que
representa al sí mismo, y una marca en el tronco revela una vivencia traumática,
además midiendo el lugar en donde se encuentra la marca es posible calcular
29

temporalmente el momento en que ocurrió el evento, o sea, la edad del pequeño


al momento de sufrir la agresión.

La Micrografía, evidencia cuan pequeño se percibe el niño con relación al


mundo externo.

La Negación, muestra claramente el intento por no querer ver, y es


observable a través de la ausencia de ojos, ojos cerrados, o cuencos. También es
observable en la conducta por la excesiva alegría al dibujar.

La Regresión, es el intento del niño de regresar a una etapa anterior en su


desarrollo, momento de su vida que se ha sentido más feliz o más cuidado.

Las Transparencias, fallas que aparecen cuando el niño es capaz de


manejar la superposición de los cuerpos. Este signo es
considerado significativo a partir de los 9 años.

Conflicto Somático.

Es el efecto directo del trauma padecido sobre el esquema corporal,


observado en el gráfico por heridas, partes seccionadas, sombreados.

Heridas o marcas en el cuerpo; revelan el reconocimiento de la impronta


como efecto de la agresión.

Alteración u omisión de alguna parte del cuerpo; reflejan en brazos, manos,


piernas, etc.

Sombreados corporales, por ejemplo el sobrepaso en algunas regiones.

Anomalías en la Relación Social.

Es el indicador que revela el intercambio del niño con un otro. Muestra sus
vivencias más íntimas y cómo estas alteran su vida social.

El Aislamiento, evidencia la necesidad de poner una distancia excesiva. Se


manifiesta en puertas y ventanas con demasiados cerramientos.

El Secreto, revela su incapacidad de expresión, se suele ver a través de la


ausencia de boca o enrejada, con forma de tapón y con otros detalles que remitan
a la prohibición de contar.

La Hipervigilancia, se produce como efecto de haber sido violentado y el


temor de que la agresión vuelva a suceder. El niño intenta prevenir la situación de
ataque. Su conducta es de alerta permanente, y se ve en el gráfico en: antenas,
radares, carteles, orejas grandes, alarmas.

La Necesidad de defensa revela que el pequeño ha sido vulnerado en su


seguridad y aparece por medio de puertas con candados, llaves, armaduras,
escudos, etc.
En algunos casos suelen graficar a otro personaje que le haga de sostén
“Doble”.
30

Deberemos tener presente que los indicadores generalmente no se


encuentran de manera aislada. En este caso fueron presentados de esta forma
para facilitar la comprensión. Generalmente en un mismo dibujo de un niño
víctima de A.S.I encontraremos distintos indicadores.

15- Consistencia del relato infantil. Particularidades e indicios de


credibilidad.

Dentro de la evaluación psicológica pericial podemos decir que hay dos


tipos de relato:
A) El relato que hace el pequeño acerca de la agresión que sufrió.
B) El relato que realiza “sin contar” durante las entrevistas.
El primer caso está referido a la obtención del testimonio, tema que será
trabajado en profundidad por nuestra colega, la Dra. Maripaz Ruiz Tejedor en la
segunda parte de este Módulo.
Solo diremos que cómo psicólogas forenses observamos, que en los casos
de agresión sexual hacia menores, la Justicia con el objeto de confirmar el delito,
generalmente pretende del niño un relato específico de los hechos.
Esto solo es posible en algunos casos y a costa de provocar un profundo
sufrimiento en el niño.
En los niños más pequeños se producen fallas en la codificación de la
información, hallándose en cambio fragmentos mnémicos que dan cuenta de
percepciones sensoriales que aún no fueron alcanzadas por la infraestructura del
recuerdo, ya que el acontecimiento no fue comprendido. Solo es posible recordar
aquello que se ha comprendido.
En el caso de los niños más grandes, que ya poseen una suficiente
codificación de la información, los efectos emocionales, producto de la
comprensión de lo acontecido, hace que recurran defensivamente a la represión
del material. Provocando de esta manera fallas totales o parciales en el relato.
La obtención de un recuerdo, expresado en el discurso que goce de una
secuencia temporal lógica, que brinde especificaciones, que identifique al agresor,
difícilmente ocurra. Está impedido tanto por la inmadurez del niño como por la
naturaleza devastadora de los acontecimientos vividos.

En este sentido el relato de los niños no puede ser lo único que se


considere para la evaluación, sino que el mismo tiene que ser corroborado con el
resto de los pilares de evaluación.
También tendrá que considerarse que un discurso infantil por su sola
presencia no puede ser ingenuamente tomado como válido, porque podría sufrir
algún tipo de contaminación externa. Esto suele ocurrir en los casos de denuncias
falsas, cuando los pequeños son utilizados con el objeto de incriminar a alguien
para obtener algún beneficio (por ejemplo cuando surge en medio de en una
disputa por tenencia, pedido de aumento de cuota alimentaria, etc.) Por lo tanto
es indispensable el hallazgo de indicadores además del testimonio.
Generalmente los indicadores que encontrados con mayor frecuencia se
corresponden a los encontrados en los otros pilares:
_Conocimiento sexual inapropiado para la edad
_Percepciones sensoriales
_Posibilidad de brindar detalles inusuales
_Capacidad para secuenciar el ataque con otros momentos vividos
_Emotividad acorde a lo que relata
31

En el segundo caso está referido al decir del pequeño, al análisis de lo que dice sin
preguntarle acerca de lo acontecido.
Durante la evaluación los niños hablan todo el tiempo, pero aún así, si no
hablaran, esta ausencia de palabras también sería un indicador.
Podríamos decir: “los chicos siempre dicen”.
La palabra del niño cobra suma relevancia sobre todo cuando encontramos
términos que se dan a repetición o muestran un conocimiento sexual impropio
para su edad. Este último un indicador cobra un alto índice de credibilidad en los
niños más pequeños, ya que al no entender lo que les pasó lo cuentan con
naturalidad.
En los más grandes, el relato es distinto debido al mayor conocimiento de la
temática y nivel de diálogo que pueden mantener. En los preadolescentes se suele
observar cierto grado de inhibición en el discurso ya que no pueden verbalizar lo
sentido y tienden a graficarlo ó a expresarlo de otra manera.
La presencia de menor o mayor cantidad de indicadores de A.S.I en el
relato al igual que ocurre con el juego, la conducta y el dibujo, depende
generalmente del nivel evolutivo del niño.

¿Qué hacer con la información obtenida?

El psicólogo tanto en su función clínica como pericial tiene el compromiso


de informar el material que ha recolectado en su intervención. Esta información
tendrá la finalidad de orientar en su accionar a los profesionales encargados de
velar por el bienestar del menor.

Para que el informe pericial sirva como aporte debe tener tres cualidades:
debe ser claro, específico y concluyente.
El escrito debe ser claro, con lenguaje de fácil comprensión, limitando la
utilización de términos técnicos, teniendo especialmente en cuenta que la mayoría
de las veces informamos a profesionales de otras disciplinas (abogados, jueces,
médicos y docentes).
Por lo cual, haremos un escrito claro y brindaremos las explicaciones
conceptuales necesarias para su comprensión.
También debe ser específico, no sobreabundar en datos que no aporten al
esclarecimiento del caso, debiendo observarse siempre las pautas relativas al
secreto profesional.
Finalmente, el informe debe ser concluyente, mostrar una articulación de
lo observado en un diagnóstico. Si esto no es posible, debería consignarse que los
indicadores encontrados “no alcanzan valor diagnóstico”. Y en caso de ser
necesario recomendar exámenes complementarios.
Tampoco resulta responsable hacer recortes entrecomillados de los dichos
del niño sin su consiguiente análisis, ya que es nuestra función construir el
diagnóstico.

En el caso de evaluación de abuso sexual la conclusión siempre estará


acompañada de un término potencial, porque la certeza solo cabría a los testigos.
Expresaremos entonces: “…presenta indicadores compatibles con el
abuso sexual infantil…”.
32

No obstante, la utilización excesiva de términos potenciales quita peso al


dictamen. Si antes dijimos que la pericia psicológica es la oportunidad de
“escuchar” al niño, con nuestro mal obrar lo estaríamos silenciando.

Bibliografía

-Boscato Analía, Ortalli Inés, Sobrero Delia: “Dibujos que hablan: Indicadores de
Abuso Sexual Infantil en Gráficos”- Ed. Tiempo Sur – Tercera edición 2013.
-Boscato Analía, Ortalli Inés, Sobrero Delia: Abuso Sexual Infantil. HERRAMIENTAS
PARA EL PERITAJE PSICOLÓGICO. Con acento Ediciones. 2014
-Winnicott, D. W. “Realidad y Juego”. Cap. 3. Ed. Gedisa

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33

Clase VII: LA CAMARA GESELL


16- Conceptualización. Contexto de su creación. Primeros usos.

El Dr. Arnold Gesell, psicólogo y pediatra estadounidense creó la llamada


“cámara Gesell” con el objeto de observar la conducta en niños sin ser
perturbados por la presencia de otra persona, ya que sostenía la hipótesis de que
dicha presencia causaría alteraciones en la conducta de los pequeños. Gracias a
sus observaciones, el Dr. Gesell ha realizado un valioso aporte a la Psicología
Evolutiva.

¿Qué es la Cámara Gesell?

La cámara de Gesell, es una habitación acondicionada para permitir la


observación de personas.

Está conformada por dos ambientes. Uno de estos espacios está destinado
a los observadores, y el otro a el ó los entrevistados y el entrevistador. Ambos se
encuentran separados por un vidrio de visión unilateral (solo es posible ver desde
la posición de observador).En la actualidad posee equipos de audio y video que
permiten además, la grabación de los diferentes momentos.

La sala de observación puede tener la superficie necesaria para permitir la


presencia de varios observadores. En ocasiones las sesiones de observación
adquieren la modalidad de clase y son capaces de albergar a 50 alumnos.

¿En qué ocasiones se utiliza la cámara de observación?

En el aprendizaje de la Psicología, especialmente en lo referido al


comportamiento humano en entrevista, la aplicación de la cámara de observación
resulta sumamente valiosa. Entre sus usos más frecuentes podríamos mencionar:



Entrenamiento de los psicólogos en habilidades de observación.
Entrenamiento de los estudiantes o psicólogos en habilidades de


entrevista.
Realización de demostraciones, réplicas, investigaciones
psicológicas donde se requiera que el sujeto de investigación no


vea al observador.
Aplicación de pruebas psicométricas grupales o que requieran


observación de los sujetos.


Observación de grupos focales.
En el campo del mercadeo, la cámara de Gesell se usa para hacer
clínica de ventas, mediante la que se observa el uso de técnicas y
el desempeño de vendedores en entrenamiento. Se usa además
para observar las reacciones de los sujetos ante los productos.

 En el ámbito legal, los testimonios grabados en las cámaras de


Gesell, son la base para adelantar audiencias preliminares y otras
34

diligencias que se requieran dentro del proceso de investigación de


un delito de abuso sexual.

Este sistema, además de reducir el daño que sufre el niño por el


abuso, sirve como prueba para el proceso judicial, ya que la
cámara cuenta con un sistema de grabación de audio y video.

¿Cuál es el valor de su aplicación en las investigaciones de delitos


sexuales?

Cuando un sujeto debe denunciar un delito del que fue víctima, un robo,
una estafa, una agresión contra su integridad física o la de un familiar, pasa por un
momento estresante, difícil, en el que incuestionablemente debe revivir la
situación atravesada.
En el caso de la denuncia de algún delito sexual, la situación de la víctima
resulta aún más compleja porque al dolor, la indignación, la sorpresa, se suma la
vergüenza por tocar un tema tan íntimo como es la sexualidad y tener que
describir determinadas situaciones que seguramente le resulten humillantes, y que
a veces incluso debe repetir ante distintos profesionales o autoridades.
En este sentido, la grabación de testimonio en Cámara Gesell preserva al
denunciante de las repeticiones innecesarias, minimizando además el número de
sujetos presentes en el interrogatorio.
En Argentina este dispositivo es de uso obligatorio para la toma de
denuncias en caso de que han sido víctimas o testigos de violencia, abuso sexual y
otros delitos.

17- ¿Cuáles son los antecedentes de su implementación en el ámbito


judicial en la República Argentina?

En nuestro país el Dr. Carlos Rozanski, Juez del Tribunal Oral Federal N° 1
de La Plata fue el autor del Proyecto que modificó el Código de Procedimiento
Penal de la Nación, al establecer que un menor de 16 años víctima de un delito
sexual únicamente debía ser interrogado por un profesional psicólogo con
especialidad en niños, previamente designado por el tribunal interviniente.
De esta manera impedía que el interrogatorio se llevara a cabo por el
Tribunal o cualquiera de las partes.
En ese proyecto aclaraba que el acto debía llevarse a cabo en una
habitación especialmente acondicionada para ser observada sin intromisión.
Según sus palabras tomó esta iniciativa al observar un interrogatorio totalmente
inadecuado y crudo hacia una joven con retraso mental que había sido violada, la
indefensión de la víctima lo hizo buscar una alternativa para minimizar la
revictimización que de por sí conlleva testimoniar en un juicio como víctima.

La Ley 13954 sancionada el 23-12-2008 y promulgada con observaciones


en Enero del año siguiente, modifica algunos artículos del Código de Procedimiento
Penal (CPP), entre los cuales destacaremos la revisión de Arts. 102 y 102 bis.
En el primero establece los recaudos a tener en cuenta para tomar
declaración testimonial a personas con diferente nivel de dificultad; por ej: a quien
35

sea sordo, mudo, sordo mudo, a quien no supiera leer o escribir y a quienes se
expresaran en un idioma distinto del castellano.
Asimismo reformula el Art. 102 bis, que sienta las bases para la declaración
de niñas, niños y adolescentes, el cual por su importancia transcribimos a
continuación:
“Cuando debe prestar declaración un menor de 16 años de edad , víctima
de alguno de los delitos tipificados en el Libro II Título III del Código Penal, el niño,
niña o adolescente deberá ser interrogado por un Fiscal, Juez o Tribunal quien
podrá solicitar la intervención de un Psicólogo o Profesional especialista en
maltrato y abuso sexual infantil, quien velará por el resguardo de la integridad
psíquica y moral del niño, con facultad de sugerir la prescindencia de preguntas
que puedan producir su menoscabo.
La declaración se tomará en una sala acondicionada con los elementos adecuados
a la etapa evolutiva del menor, pudiendo disponerse cuando así lo aconseje el
profesional interviniente que las alternativas del acto sean seguidas por las partes
y demás interesados desde el exterior del recinto a través de un vidrio espejado,
sistema de audio, equipo de video o cualquier otro medio técnico con que se
cuente.
A fin de evitar la necesidad de repetición de la declaración del menor en forma
personal, se observarán las exigencias del Art. 274 del CPP disponiendo la video
filmación u otro medio de similares características de registración del acto, para su
eventual incorporación ulterior al debate oral.
Estos registros serán confidenciales y solo podrán ser exhibidos a las partes del
proceso.
Todo acto de reconocimiento de lugares y/o cosas que el Fiscal, Juez o Tribunal
estime procedente realizar con un menor víctima de alguno de los delitos
mencionados en el párrafo primero deberá ser previamente considerada por el
Profesional interviniente, quien informará fundadamente acerca de si el menor
está en condiciones de participar o si el acto puede afectar de cualquier manera su
recuperación. En los supuestos en que el Fiscal, Juez o Tribunal ordene su
participación, el menor deberá estar acompañado por el Profesional, pudiendo
denegarse la participación del imputado cuando existan fundadas razones para
suponer que ello puede afectar la integridad del niño interviniente.
En el supuesto que la medida ordenada por el Fiscal, Juez o Tribunal lo sea en
contra del criterio del Profesional actuante, deberá fundar las razones de su
decisión.”

Posteriormente el 20-01-2009 se observó la expresión “y demás


interesados” por resultar demasiado amplia.

Finalmente, el Art 102 ter establece: “Cuando deba prestar declaración un


adolescente entre 16 y 18 años, víctima de alguno de los delitos tipificados en el
Título III del CPP, el Fiscal, Juez o Tribunal previo a la recepción del testimonio
requerirá informe de un Psicólogo o profesional especialista en maltrato y abuso
sexual infantil acerca de la existencia de riesgo para la salud psico- física del joven
en caso de comparecer a los estrados. En caso afirmativo se procederá de
acuerdo a lo dispuesto en el art. 102 bis”. (1)

Ante lo leído podemos decir que la figura del Psicólogo parece haber
adquirido protagonismo en lo relacionado a la investigación de este tipo de delitos.
Sin embargo, en cierto punto nos lleva a pensar en la noción de secreto
profesional. El rol más apropiado para el psicólogo es el de evaluar al niño antes
de la toma de testimonio (instancia previa), informando si se encuentra en
36

condiciones de brindar su declaración. Esta última debería efectuarlo un


funcionario judicial, sin embargo en la actualidad, dependiendo del departamento
judicial muchos psicólogos realizan esta tarea, sin perder de vista la posición ética
y sin presionar al niño en búsqueda de un relato forzado del hecho denunciado.

El psicólogo actuando en la Cámara Gesell y su relación con el secreto


profesional

El psicólogo debe mantener siempre confidencialidad total de lo divulgado o


manifestado por el paciente o evaluado, cuestión que se perdería al realizar su
labor en un recinto accesible a la mirada de otros. Solo puede ser relevado de
esta obligación por un Juez.

A continuación transcribimos los artículos pertinentes que en Argentina


avalan este proceder, retomando y ampliando lo expresado en la clase II:

Ley 10.306 de Ejercicio Profesional de la Psicología en la Provincia de


Buenos Aires, Capítulo I, Art. 7°, Inc. c) “Los profesionales de la psicología están,
sin perjuicio de lo que establezcan las demás disposiciones vigentes, obligados a
guardar secreto profesional”. (2)

Código de Etica de la Federación de Psicólogos de la República Argentina


(Fe.P.R.A).

2.- Secreto Profesional

2.1.- Los psicólogos tienen el deber de guardar secreto de todo conocimiento


obtenido en el ejercicio de su profesión. Este deber hace a la esencia misma de la
profesión, responde al bien común, protege la seguridad y honra de los
consultantes y sus familias y es garantía de la respetabilidad del profesional;
cualquiera sea el ámbito profesional de desempeño.

2.2- Los informes escritos o verbales sobre personas, instituciones o grupos


deberán excluir aquellos antecedentes entregados al amparo del secreto
profesional y ellos se proporcionarán sólo en los casos necesarios cuando, según
estricto criterio del profesional interviniente constituyan elementos ineludibles para
configurar el informe; en el caso de que puedan trascender a organismos donde no
sea posible cautelar la privacidad, deberán adoptarse las precauciones necesarias
para no generar perjuicios a las personas involucradas.

2.3- La información que se da a padres y/o demás responsables de menores de


edad o incapaces y a las instituciones que la hubieran requerido, debe realizarse
de manera que no condicione el futuro de los mismos y que no pueda ser utilizada
en su perjuicio.

2.4.- Los psicólogos no deben intervenir en asuntos que puedan obligarlos a


revelar conocimientos amparados por el secreto profesional. Tampoco les esta
permitido usar en provecho propio las confidencias recibidas en el ejercicio de su
profesión.
2.6.- Cuando los psicólogos comparten información confidencial como resultado del
trabajo en equipo o por características de la Institución en que se desempeñan, la
obligación de guardar secreto se extiende a todos los profesionales participantes.
37

2.7- Los psicólogos garantizarán una apropiada confidencialidad al crear,


almacenar, acceder, transferir y eliminar registros bajo su control, con los
recaudos apropiados asi son impresos, digitalizados, videograbados, etc. Los
psicólogos mantienen y eliminan los registros de acuerdo con las reglamentaciones
vigentes y en un modo que permita cumplir con los requisitos de este Código de
Ética.

2.8.- Límites del Secreto Profesional:


2.8.1.- Los psicólogos podrán comunicar información obtenida a través de su
ejercicio profesional sin incurrir en violación del secreto profesional:
2.8.1.1.- cuando así lo exija el bien del propio consultante, debido a que este,
por causas de su estado, presumiblemente haya de causarse un daño o causarlo a
otros.
2.8.1.2.- cuando se trate de evitar la comisión de un delito o prevenir los
daños que pudieran derivar del mismo.
2.8.1.3.- cuando el psicólogo deba defenderse de denuncias efectuadas por el
consultante en ámbitos policiales, judiciales o profesionales.
En todos los casos la información que comunique debe ser la estrictamente
necesaria, procurando que sea recibida por personas competentes y capaces de
preservar la confidencialidad dentro de límites deseables.

-Código de Ética. Colegio de Psicólogos de la Pcia. de Buenos Aires

Capítulo II. Responsabilidad en la práctica profesional.


Art. 12.- “La obligación de guardar secreto es absoluta. El psicólogo no
debe admitir que se le exima de ella por ninguna autoridad o persona, ni por los
mismos confidentes. Ello da el derecho de oponer el secreto profesional ante los
jueces y negarse a contestar las preguntas que lo expongan a violarlo.
b) La información amparada por el secreto profesional sólo podrá ser
transmitida para evitar un grave riesgo al que pueda estar expuesta la persona
atendida o terceros. En todo caso, sólo se podrá entregar a las personas
calificadas la información que, a juicio del profesional actuante, aparezca como
estrictamente necesaria para cumplir el referido objetivo.
c) Los informes escritos o verbales sobre personas, instituciones o grupos
deberán excluir aquellos antecedentes entregados al amparo del secreto
profesional, y se proporcionarán sólo en los casos necesarios, cuando, según
estricto criterio del profesional interviniente, constituyan elementos ineludibles
para confeccionar el informe. En el caso en que puedan trascender a organismos
donde no sea posible cautelar la privacidad, deben adoptar las precauciones
necesarias para no generar perjuicios a las personas involucradas.
f) Todo lo relativo al secreto profesional debe cumplirse igualmente en
todos los ámbitos y en todo tipo de prestación.” (3)

18- ¿Desde nuestra experiencia, cuáles son las ventajas y desventajas que
podemos señalar?

Como psicólogas forenses consideramos que la importancia de la utilización


de la cámara Gesell reside, en poder realizar en una sola toma la entrevista de
declaración testimonial.
38

La idea es que el niño declare por única vez y esto sirva de prueba en la
audiencia de debate, evitando así ser revictimizado ante las distintas instancias del
proceso.

El hecho de que solo estuviera presente el perito oficial, disminuye la


presión sobre la criatura, a la vez que de existir perito de parte, este puede
presenciar la operación desde el otro lado de la cámara sin importunar al niño,
pero con la posibilidad de intervenir a través del perito oficial. La grabación
permitiría además, que los abogados o el fiscal accedan al material para su
revisión, disminuyendo la victimización infantil.
En relación a esto, los profesionales actuantes pueden observar la
grabación de la cámara nuevamente antes de realizar su informe, ya que puede
suceder que perciba aspectos conductuales y gestuales que le hayan pasado
desapercibidos por haber sido parte de la escena durante la pericia misma.
Es importante también la manera en que los participantes del otro lado de
la cámara le hacen saber al psicólogo actuante las preguntas que desean formular
o los aspectos a profundizar. La intervención que el profesional efectúa
atendiendo el intercomunicador o retirándose por unos momentos del recinto para
recepcionar las preguntas de quienes están en el cuarto de observación generan
cierta irrupción del rapport establecido.
En estos casos los niños tienen diferentes modos de actuar ante la ausencia
del psicólogo. A modo de ejemplo les contaremos: que en una ocasión desde la
sala de observación al salir el perito para recolectar las inquietudes del tribunal, el
pequeño realizó un claro juego postraumático.
El niño con las hojas de papel que se encontraban sobre la mesa hizo: en
una un personaje animalito y con la otra un tubo alargado con el que jugaba a
introducir en el trasero del animalito. La escena del juego fue muy breve y cuando
el perito volvió con el niño para realizar las preguntas de los observadores el juego
ya había terminado. Este ejemplo nos lleva a reflexionar que nuestra función como
psicólogos es analizar todas las producciones que el niño realice, especialmente
las que realiza de manera espontánea.

De igual modo consideramos que el dispositivo creado con muy buena


intención tiene un costado paradójico: se realiza para que el niño solo sea
evaluado por un profesional y en una única oportunidad.
Sin embargo (y por que corresponde), se le avisa al comienzo al niño que
está siendo observado por otros, cuestión que en el contexto judicial puede dar
lugar a una fantasía persecutoria. Especialmente un niño víctima de A.S.I. que
presenta hipervigilancia, sentimientos de desconfianza, temor al pensar que su
agresor este del otro lado y pueda tomar represalias hacia él.
Es decir, de alguna manera, se hace presente al tercero ausente.

Es perjudicial realizar repetidas entrevistas psicológicas en distintos


momentos. Como Peritos pudimos observar esta situación en un caso de nuestra
provincia en que se evaluaba el abuso sexual producido sobre 2 niños pequeños.
Se había realizado una Cámara Gesell luego de efectuada la denuncia; se solicita
otra 2 años después y a 15 días del debate oral, al considerar el tribunal que no
resultaba suficiente la información recaudada, entonces en el mismo juicio se
realizó una tercera cámara Gesell, para lo cual, los niños junto con todos los
asistentes (abogados, fiscal, jueces, imputado, y peritos) debieron trasladarse al
recinto vidriado.
Cabe aclarar que en todas las oportunidades la única entrevista se realizó
con los 2 niños juntos, indagando concretamente sobre el hecho denunciado, sin
39

administrar ninguna técnica de exploración psicológica que permitiera observar


huellas o registro de la situación a nivel inconsciente.

En síntesis y a modo de cierre queremos decir que si la familia no actúa


adecuadamente una vez conocida la agresión, la ley no ajusta cada vez mas su
proceder a la psicología infantil, y los profesionales no realizamos ética y
correctamente nuestra investigación (sea por temor o por falta de compromiso),
estaremos enviando inexorablemente al menor a un nuevo circuito de
revictimización, lo cual dejará innumerables marcas en su vida adulta.

Les agradecemos el habernos acompañado a lo largo de todo este recorrido


en el que intentamos transmitirles herramientas teóricas pero fundamentalmente
lo aprendido a partir de la práctica misma de esta hermosa profesión que
elegimos.

Bibliografía

-Boscato Analía, Ortalli Inés, Sobrero Delia: Abuso Sexual Infantil. HERRAMIENTAS
PARA EL PERITAJE PSICOLÓGICO. Con acento Ediciones. 2014
-Modificaciones al Código Procesal Penal: Ley 13954- Sancionada 23/12/08,
promulgada con observaciones 20/01/09. (1)
-Ley 10.306 de Ejercicio Profesional de la Psicología en la Provincia de Buenos
Aires. (2)
-Código de Ética del Colegio de Psicólogos de la Provincia de Buenos Aires. (3)

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