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JESÚS HISTÓRICO

Raul Soto  · pnSsoetrod369cia99 l1ct009tuiuai147i7528c11fauai192fhtlc711c   · 

el Jesús histórico fue con toda probabilidad un predicador apocalíptico judío, pero NUNCA predicó
sobre ningún "rapto" ni "arrebatamiento", como se escucha a tanta gente alegar hoy. El Reino de
Dios habría de llegar inminentemente (en sus días), un reino físico y literal que destruiría el poder
romano y restauraría la monarquía davídica en Israel bajo un régimen teocrático.

Esa doctrina del supuesto arrebatamiento la introdujo Pablo (varias décadas después de la muerte
de Jesús) en 1 Tesalonicenses 4 (1TS 4.17 dice ἁρπαγησόμεθα = harpagēsometha = tomar algo y
llevárselo). Pablo dice en múltiples ocasiones que "su evangelio" lo recibió mediante "revelación",
o sea que lo que está diciendo aquí NO corresponde a algo que Jesús haya predicado en su vida
sino a las visiones e ideas de Pablo mismo.

En el "pequeño Apocalipsis" que leemos en Marcos 13 (expandido por otros evangelistas en


Mateo 24 y Lucas 21) el autor está describiendo los eventos ocurridos cuando los ejércitos
romanos tomaron Jerusalén (eventos que estaban en el PASADO reciente del autor) y
presentándolos como una "profecía" de Jesús. Esos capítulos NO hablan sobre "el futuro", sino
sobre el pasado: el año 70.

El autor de Marcos usa este texto para sustentar su postura apocalíptica de que todas las "señales"
que Jesús "predijo" YA se habían cumplido con la caída de Jerusalén, por lo tanto la llegada del
Reino de Dios era "inminente".

Pero no ocurrió. El Reino de Dios no llegó.

El autor de Mateo, que escribe aproximadamente una década después, también cree en esa
inminencia. Esa "grande tribulación" que describe el texto se refiere a la escala masiva de muerte y
destrucción causada por el ejército romano. Jesús habría de regresar "inmediatamente después"
de todo eso, o sea en los tiempos del autor... Sin embargo el autor de Mateo, que escribe en la
década del 80 EC, reconoce la "tardanza" y para bregar con esa realidad, para intentar empatar la
inminencia prometida con la tardanza experimentada, añade una serie de parábolas que pone en
boca de Jesús, todas con el mismo punto: sí, es "inminente", pero se va a tardar un poco más, así
que esperen y no desesperen.

Pero no ocurrió. El Reino de Dios no llegó.

El autor de Lucas, que escribe aún más tarde (mediados o finales de la década de los 80s EC), ya se
va apartando de la doctrina de la inminencia y ESPIRITUALIZA el asunto del Reino de Dios; ya no es
un reino físico literal que viene a tumbar a Roma, devolverle a Israel su independencia nacional, y
establecer una teocracia bajo el Hijo del Hombre - no, para el autor de Lucas "el reino de los Cielos
YA está entre ustedes".

El autor de Juan ni siquiera presenta tal escena.


En fin: ni Jesús ni los evangelistas jamás hablaron de un "arrebatamiento", ni nada por el estilo.
Eso parece haber sido una aportación original de Pablo a la doctrina cristiana.

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