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05/08/2022

Hoy es un día más en mí supuesta vida perfecta, es viernes, último día de la semana y
comienzo de una nueva vida. Me levanto y me peso, veo que la báscula no está a mi favor,
así que prefiero no desayunar. No es un día fácil, he decidido renunciar a un trabajo
soñado, que cualquier persona quisiera tener, pero este no es mi caso, estoy aburrida con
todo esto.

Tengo un montón de sensaciones y emociones revueltas, por un lado estoy feliz de


arriesgarme a vivir de la manera en que siempre he querido y por el otro, he construido
una buena relación con mis compañeros de trabajo, son personas que confían en mí y
tengo miedo de defraudarlos. Ellos se acercan cuando tiene problemas por resolver, dicen
que encuentran en mí franqueza, alguien que no les esconde la verdad. También pienso en
los clientes, sus situaciones me preocupan y quizá pocas personas se interesan como yo en
lo que les sucede.

Durante la mañana, he organizado un poco la casa y estoy terminando de arreglarme para


salir al trabajo. Al llegar me dirijo a la oficina de mi jefe, quiero hablar con él y hacerle
saber que voy a renunciar. Al escuchar la palabra “RENUNCIAR”, mi jefe se sobresalta un
poco y comienza a reconocer todas las cosas que valora en mí, dice que son las que tendría
un trabajador competente. Me dice que soy una persona muy organizada con mi trabajo,
muy fiable, puntal, cuidadosa, que siempre le gusta que todo este perfecto y en orden,
además que soy una persona con un muy buen sentido del deber. Estas palabras me causan
un poco de confusión y melancolía, pero en mi discurso mental, me recuerdo que estoy
haciendo lo correcto y lo más importante, que es lo que quiero. Al terminar la dura
conversación con mi jefe, dejé todo organizado para irme rápido, no me sentía nada bien y
no me gusta que las personas me vean vulnerable.

Es la 1:19 P.M, elegí irme a Ciudad del Río a pensar un poco en soledad, a veces no logró
entenderme… me gusta mucho ayudar y escuchar a las demás personas, pero a la hora de
pasar a un primer plano mis problemas y conflictos no me gusta compartirlos con los
demás, suelo ser muy reservada, no me gusta que me vean triste.

Después de una profunda conversación conmigo misma, decido irme caminando a mi casa,
no queda tan lejos de donde estoy. Al llegar siento que el mundo se me viene encima,
nunca he sido buena manejando las situaciones que me generan mucho estrés, suelo ser
muy inestable, me vuelvo muy ansiosa e insegura y esta vez no es la excepción.

Empiezo a sentirme muy triste y preocupada, dudo de lo que acabo de hacer, me siento
impotente. La única forma que encuentro para poder soportar la cantidad de emociones
que estoy viviendo es empezar a comer, tragarme todo lo que encuentro. Empecé con un
paquete de papas y terminé con lo que me sobro del almuerzo el día anterior, si soy
sincera, esto no me hace bien, a la hora de la verdad me termino sintiendo peor y prefiero
acostarme a dormir toda la tarde para evadir todo eso que me está consumiendo el
pensamiento.

Cuando me levanto ya son las 10 de la noche, me siento un poco más tranquila. Decido
ponerme a pensar y a escribir qué es lo que va a pasar ahora conmigo, en el fondo sé que
tomé la mejor decisión, no me gusta quedarme en mi zona de confort, prefiero asumir
nuevos retos. Soy una persona muy curiosa y de mente abierta y por eso, tomé la decisión
de irme de viaje por España a un retiro. En ese mismo instante, comienzo a buscar en
internet paquetes que incluyan lo que yo estoy buscando y sin pensarlo compro el que más
se acomoda a mis gustos y prioridades del momento. Al final del día, me dispongo a
relajarme en la sala de mi casa, sintiéndome satisfecha y contenta con el riesgo que tomé,
al fin y al cabo, es algo que realmente sí me hace feliz.

07/08/2022

Me levanté a las 6 de la mañana, quería dormir un poco más, aunque no pude. Me siento
abrumada con la decisión que tomé, sé que hoy también va a ser un día complicado, tengo
que ir a desayunar con mis papás y contarles que renuncié al trabajo. En mi mente he
inventado un sin fin de excusas para no ir, sé que debo hacerlo pero no quiero. Esta
decisión realmente me está costando, pues siempre trato de cumplir con mis tareas de la
mejor manera para no incomodar a las personas, considero que ser correcta moralmente es
muy importante para adaptarme al ambiente que me rodea. Tomo el celular para escribirle
a mi mamá que estoy un poco indispuesta, pero justo antes de enviar el mensaje me
arrepiento. Siempre he sido esa clase de persona que hace las cosas por obligación y no por
gusto.

El desayuno transcurrió como lo esperaba, mis papás reaccionaron mal a la noticia, la


verdad es que no me siento cercana a ellos. Desde pequeña siempre he sido muy
independiente y solía realizar todas mis actividades sola, al fin y al cabo, la favorita de mis
padres siempre ha sido mi hermana. No es tan raro que al escucharme lo único que se les
ocurra es comparar mi vida y decisiones con las de ella; lanzaron comentarios acerca de lo
organizada y resuelta que tiene su vida, mientras que yo para ellos estoy destruyendo la
mía.

Empiezo a creer que me equivoqué y tal vez me apresuré al contarles la noticia. Desde que
tengo memoria siento que mi mamá ha preferido a mi hermana, aunque no la culpo, sé que
lo hace sin darse cuenta, esa no es su intención. Sin embargo, mi padre no ha tenido esta
actitud hacia mí, prefiere que esté feliz y haga lo que me apasiona por encima de lo que se
espera, pero me da la impresión de que se deja llevar por lo que piensa mi mamá y prefiere
darle la razón para no causar un problema.

Me detengo a pensar en mi infancia y llego a la conclusión de que ha sido bastante común,


nunca me ha faltado nada, desde que nací mis papás siempre han suplido mis necesidades
y me han demostrado su cariño; aunque crecí con la presión de tener una vida que cumpla
con sus expectativas, aunque para mi madre nunca lo logré ni lo lograré. Por el contrario
mi hermana ha conseguido lo que de ella se espera en todos los aspectos de nuestra vida,
ella siempre es mejor que yo, a veces la envidió tanto. Sin embargo, siempre finjo que no
me importa para no hacerme cargo de esto.

Sin darme cuenta son las 5 de la tarde, me sumergí en un pensamiento letárgico, suele
pasarme cuando tengo un problema. Siempre estoy perdida en mis pensamientos y a
consecuencia de esto se me olvidan otros ámbitos de mi vida, incluso, olvidé que había
planeado salir con mi novio, ya que llevamos varios días sin vernos, tuve que organizarme
lo más rápido posible para llegar a tiempo, a la hora de avisarle, me di cuenta que había
dejado el celular, no se me hace raro, es algo que me ha estado pasando frecuentemente.

Hoy no fue un muy buen día para mí, lo único que hice fue dejar que mis pensamientos
jugaran en contra mía, tenía muchos sentimientos encontrados y una vez más la comida,
era mi solución. Después de comer sin medida, solo me quedaba echarme a llorar y en
esas, me quedé dormida. Hay algo muy curioso que me viene persiguiendo desde hace
varios años, casi siempre el único sueño que recuerdo y que además es muy repetitivo, es
un sueño que tengo con mi hermana. No es un sueño normal, es un sueño en donde yo me
encuentro haciendo una de las cosas que más me gusta: viajar. Sin embrago, no todo es
bueno, en mi sueño, todos los viajes los hago en compañía de mi hermana y en algún
momento de nuestra aventura, ella crece, todas las personas la rodean y su físico comienza
a cambiar, convirtiéndose en la mujer más linda; al ella sobrepasar un edifico del lugar en
donde estemos o un monumento, y es cuando me despierto o el sueño se acaba. No estoy
tan contenta con esto y espero descifrarlo en el retiro al que me iré en 2 días, estoy
nerviosa ya que probaré algo que nunca hubiese pensado, pero creo firmemente que va a
ser un camino lleno de respuestas para mi vida.

09/08/2022

Ahora sí se ha llegado el día, faltan 6 horas para que salga el avión así que tengo tiempo de
revisar dos veces lo necesario para mi viaje…Tengo mi ticket, pasaporte, la maleta ya esta
completa, mi journal, computador y celular, todo esta en orden como me gusta. Lo que
ustedes no saben es que justo en este momento voy a despedirme de mis papás, mi
hermana y mi novio, pero hay un problema, ellos aún no saben de mi partida, esta vez no
quise implicar a ninguna persona en las decisiones de mi vida, por que ya me canse de
hacerlo; se que su reacción no va a ser muy buena, sin embargo, tengo muchas expectativas
y me emociona pensar en la nueva aventura que voy a enfrentar.

Al llegar me demoro unos minutos en bajarme del carro, la verdad estaba muy nerviosa,
me considero una persona muy sumisa que se deja manipular y afectar muy fácilmente por
lo que las demás personas digan o hagan; aunque también se que soy muy inteligente y
reconozco que tengo mucha eficacia para resolver mis conflictos .La conversación comenzó
siendo muy tranquila, pues es evidente que mis padres quieren mucho a mi novio y su
presencia hace que el ambiente esté un poco más calmado. Al contarles la noticia, su
reacción fue de sorpresa, realmente no se esperaban un cambió de vida tan abrupto,
aunque puedo decirles, que ellos fueron los que me sorprendieron a mi, al fin y al cabo,
entendieron mi punto.

Antes de irme, sentí la necesidad de terminar con mi novio, !ya no lo quiero¡ y lo peor que
puedo hacer es quedarme en una relación de un falso amor, además no puedo vivir
tranquila si dejo asuntos pendientes en mi vida. Mi objetivo con este viaje es empezar una
nueva vida y eso incluye dejar atrás ciertas personas. Si les soy sincera me da un poco de
miedo, por que así yo proyecte cierta seguridad, en realidad no lo soy y el hecho de estar
sola, me revuelve un poco la cabeza, pero ya no quiero pensar más.

Después de 14 largas horas, por fin llego al apartamento que alquilé en Madrid, mi retiro
será acá y es en un día, pero yo suelo tener todo bajo control para evitar situaciones
repentinas, eso me asusta. Al entrar, lo primero que hago es acostarme a dormir, es muy
raro de mi parte por que me gusta dejar todo en su puesto y tener mi espacio impecable,
pero este no fue el caso, estaba muy muy cansada.

Me levanté a las 12:00 PM del día siguiente, me estaba muriendo de hambre así que salí a
buscar algo para comer, a cinco cuadras me crucé con el primer restaurante y entre allí. Se
me hace muy raro ver que a esta hora todavía no venden almuerzos, en Colombia yo
siempre almorzaba a las 12:30 y aquí me dicen que la hora del almuerzo empieza a las 2:00
PM. Lo único que pude conseguir fue algo para picar. Regreso a la casa a desempacar la
maleta y ahora sí limpiar y decorar mi nuevo apartamento, me gustaría ir a conocer la
ciudad hoy, pero se que me voy a gastar la tarde entera arreglando mis cosas, quiero que
todo quede perfecto; ya organicé la ropa por colores y ahora me falta ir a mercar para
organizar la cocina. Fue completamente una experiencia diferente, hasta me sentí ansiosa
por no encontrar nada de lo que compro normalmente, todo es muy distinto. Siento que
me va a costar mucho adaptarme a este lugar.

Ya estoy lista para escribir un rato e irme a dormir, mi casa quedó hermosa, todo perfecto y
con un olor deslumbrante. Intento dormir ya que mañana quiero salir temprano a conocer
Puerta del Sol, sin embargo, no soy capaz de conciliar el sueño, es algo que muy pocas
veces me pasa, solía dormir sin falta a las 11 de la noche pero como acá el horario es
distinto, me cuesta más… Mi mente empieza a sobre pensar en lo inconforme que me
siento con mi cuerpo, pero al instante decidió recordar y volver a reconocer todo lo que me
gusta de mi, no es una tarea fácil pero quiero construir una relación más sana con mi
cuerpo y empezar a valorarme más por como genuinamente soy, por eso intento dejar de
lado pensamientos tóxicos que alimentan mi propio odio y trato de enfocar mi energía en
todo lo positivo que se viene después de todos estos cambios.

Al día siguiente, con un poco de sueño, decido ir a Puerta del Sol. Mientras transcurre mi
tiempo allí, solo puedo admirar ese lugar tan hermoso, pero hay algo que particularmente
me llama mucho la atención, el comportamiento de las personas. Yo suelo ser muy gentil y
cálida, me gusta sentirme aprobada, pero acá las personas son muy secas y solo hablan lo
necesario o aveces hasta ni te responden o ayudan a encontrar algo que necesitas. No se si
acá son así o hay algo malo en mi, siempre he creído que cuando las personas no se me
acercan es porque hay algo que les molesta de mi ser.

Mi día en Puerta del Sol, me sirvió para pensar y reflexionar en lo que estaba pasando con
mi vida, me veía envuelta por un montón de emociones, aveces me siento feliz por esto que
estoy viviendo e imagino una vida como siempre la he soñado, pero otras veces me siento
sola y con miedo, son muchas cosas nuevas y dejar de lado toda la rutina que tenía en
Colombia afecta mucho mi estado de ánimo.

Al regresar a mi apartamento en Madrid, empiezo a empacar y dejar todo listo para el


retiro, estoy muy ansiosa, no se que me espera y no tengo ninguna expectativa, no imagino
que voy a hacer allá, quiero que todo salga como lo planeo, pero se que este viaje
respectivamente, es para dejar que los sucesos de mi vida fluyan y sean lo mejor para mi.

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