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ENTRE RÍOS SI, ENTRE LLAMAS NO

El humo sobre las ciudades es solo una de las consecuencias de la


destrucción de nuestros humedales. Desde el 2020, momento en que el río
Paraná atraviesa su máxima bajante histórica, se han quemado
intencionalmente más de 1 millón de hectáreas en todo el territorio del Delta
del Paraná y alrededores.
La pérdida de humedales es la punta del iceberg de un modelo de producción
dominado por la mercantilización de la naturaleza, donde la ganancia de las
corporaciones se impone sobre el cuidado del ambiente, el acceso a la tierra
y la salud de las poblaciones.

Cuando hablamos de Humedales, hablamos de vida, y de la subsistencia de


toda la diversidad biológica y cultural que allí se encuentra.
Su importancia viene por las funciones ecosistémicas que cumplen ya que
regulan las inundaciones, funcionan como grandes esponjas que absorben
agua. Regulan el clima almacenando el dióxido de carbono de la atmósfera a
través de las diversas especies de plantas que viven allí. Purifican el agua,
filtran y retienen sustancias contaminantes, proveyendo de agua potable a
toda la población, son sitios de recarga de acuíferos. Los humedales proveen
alimentos, madera, plantas y medicinas. Por lo tanto tienen un gran valor
como patrimonio cultural, son sitios de preservación de nuestra identidad.

Hoy nos sumamos a la huelga mundial por el clima para denunciar que
las quemas están destruyendo nuestros territorios y nuestro futuro.
Las estadísticas hablan solas: desde que comenzaron las quemas, crecieron
las cabezas de ganado en las islas.
El Plenario de comisiones realizado ayer jueves 22 de septiembre evidenció
quiénes se oponen a la Ley de humedales, evidencio los que están detrás del
fuego: por un lado, los grandes productores ganaderos y del agronegocio con
representantes en la Mesa de Enlace y en Juntos por el cambio. Que intentan
dilatar el debate en plenario con la clara intención de modificar el cuerpo de la
“Ley de humedales” cambiando el concepto de Humedales y disminuyendo el
alcance de la protección sobre estos para poder avanzar extractivamente.
Por otro lado, el Frente de Todos, Alberto Fernandez, Gustavo Bordet, el
ministro de ambiente Cabandié, responsables políticos y judiciales que por
acción u omisión garantizan la impunidad de quienes están detrás de los
incendios. De hecho gran parte de las tierras del Delta que se vienen
quemando son de dominio público entrerriano, donde se encuentran
establecimientos productivos que fueron cedidos a los amigos del poder,
terratenientes de la zona a cambio de arreglos políticos. O son incluso
utilizadas por los mismos dueños de la gestión como es el caso del
Intendente de Victoria Domingo Maioco o Manuel Passaglia intendente de
San Nicolas.
Por esto decimos una vez más: Basta de entregar nuestras tierras, el
gobierno provincial es cómplice y responsable de este ecocidio!

Marchamos, nos organizamos y reclamamos porque sabemos que otras


formas de producir son posibles, no solo posibles sino necesarias y
urgentes. Que NO NOS MIENTAN con el verso de la producción y el
desarrollo, ¡este modelo no es desarrollo! Porque no sólo no contempla el
bienestar ambiental, sino que genera una desigualdad social inmensa. Este
es el resultado del modelo productivo extractivo y de su "progreso":
humedales incendiados, ríos contaminados, destrucción ambiental, y una
sociedad profundamente desigual, un modelo que concentra las riquezas en
manos de unos pocos a costa de nuestra salud, nuestro empobrecimiento.
Escuelas fumigadas, familias campesinas expulsadas de sus territorios para
expandir la frontera agrícola,
Que no nos mientan, esto no es desarrollo.

Por todo esto queremos que en cada rincón del país se escuche con fuerza:
hay una deuda de esta democracia con los territorios, de hace más de 10
años, ¡queremos ley de humedales ya! pero no cualquier ley exigimos al
Congreso se respete el texto del Proyecto de Ley de Humedales (Expte.
0075-D-2022) que fue consensuado por más de 500 organizaciones
socioambientales de todo el país, con plena participación ciudadana y
apoyado por la comunidad científica.
Contra la costumbre de dilatar al servicio de las ganancias de unos pocos, de
juntar dólares para el FMI y de responder las demandas de sectores
minoritarios y concentrados de la sociedad nos declaramos en alerta y somos
contundentes: Vamos a seguir organizadxs y luchando en las calles, hasta
que sea ley y hasta impulsar una transformación productiva :
BASTA DE QUEMAS!! Ley de humedales consensuada! ¡Qué arda el
extractivismo, no los humedales!

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