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All content following this page was uploaded by Osbaldo Turpo Gebera on 08 December 2020.
Editores
Osbaldo Turpo-Gebera
Alejandra Hurtado-Mazeyra
Pedro Estanislao Mango Quispe
Arequipa 2020
LOS ESTUDIOS GENERALES EN LAS UNIVERSIDADES LATINOAMERICANAS:
MODELOS, TEORÍAS Y TENDENCIAS
Editores
Osbaldo Turpo-Gebera, Alejandra Hurtado-Mazeyra, Pedro Estanislao Mango Quispe
Autores
Alejandra Hurtado-Mazeyra, Adolfo Ignacio Calderón, Carlos Sánchez Zambrana,
Emilio Guerra Cáceres, Gerber Pérez-Postigo, Jonathan Alvarado Ramos, Luis Humberto
Béjar, Luis Alan Acuña Gamboa, Marco Wandercil, Marcelo Augusto Scudeler, María
Florencia Concha Fuse, Martín Valdiviezo Arista, Mayra Salas Matienzo, Miguel Ángel
Huamán Villavicencio, Osbaldo Turpo- Gebera, Pedro Estanislao Mango Quispe, Rosa
Núñez Pacheco, Walter Fernández Gambarini, Waldemiro Vélez Cardona, Yvan Valery
Delgado-Sarmiento
ISBN N° 978-612-4337-86-4
AUTORES
La integración epistémica y metodológica en los estudios generales
Waldemiro Vélez Cardona, Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras
Carlos Sánchez Zambrana, Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras
Los estudios generales en las universidades de México: dónde estamos; dónde debemos
estar
Luis Alan Acuña Gamboa, Universidad Autónoma de Chiapas
María Florencia Concha Fuse, Universidad Nacional de San Agustín de Arequipa
En el Perú la nueva ley universitaria 30220, emitida en julio del 2014, establece en el artículo
41 que los Estudios Generales son obligatorios, tienen una duración no menor de 35 créditos y
deben estar dirigidos a la formación integral de los estudiantes.
Considero que son muy relevantes en esta época, cuando se evidencia la necesidad de fomentar
cualidades humanísticas, éticas, ciudadanas en las personas y no solo de competencias específicas
de la profesión. No se logra mucho al dotar al estudiante de competencias especializadas sin que
tenga habilidades blandas, es decir, capacidad para trabajar en equipos multidisciplinarios e
interdisciplinarios, para comunicarse, así como fomentar una actitud analítica, crítica, reflexiva
e investigativa.
Se requiere que en las universidades se planifique, organice y desarrolle los Estudios Generales.
En el Perú y en América Latina se tienen experiencias en su implementación con concepciones
y rutas diferentes, pero con el propósito de humanizar a los futuros profesionales y contribuir a
desarrollar una sociedad más humana y reconciliada.
Es necesario reconocer que su desarrollo pasa por unir visiones, pues existen posiciones
divergentes entre los académicos. Tenemos los centrados en recuperar créditos para las
asignaturas propias de la carrera y que consideran un desperdicio de tiempo los Estudios
Generales; y los que los sostienen como la base de la formación integral y que como estrategia
debieran ser trasversales a toda formación profesional.
El presente libro reúne visiones, experiencias, reflexiones, de importantes autores que comparten
con los lectores cómo se desarrollan los estudios generales en diversas instituciones relevantes
de América Latina. Felicitar a los investigadores sociales que han hecho posible poner a nuestra
disposición tan importante obra. Me place invitarlos a recorrer sus páginas y acercarse a estas
realidades.
El avanzar en la dirección de los cambios señalados para los estudios generales plantea
reflexionar en torno a los núcleos de la actividad integradora con los demás estudios. En esa
línea de intelección, Waldemiro Vélez y Carlos Sánchez inician el presente libro señalando la
concepción de la educación general universitaria como un componente del currículo, destacando
la importancia de las disciplinas y áreas del saber, así como su insuficiencia y limitaciones para
la producción de conocimientos. En su abordaje, señalan la relación que debe existir entre la
teoría y la práctica; es decir, que los estudios generales desarrollados como parte de la formación
universitaria deben estar fundamentados epistemológica y metodológicamente. En efecto, el
divorcio de la teoría y praxis, prédica y producto, esquiva las posibilidades de que la segunda
ilumine la primera y la primera repercuta en la segunda. En ese sentido, proponen una visión
transdisciplinaria, por entender que es muy superior a la multi e interdisciplinariedad, para
propiciar la formación integral del estudiantado universitario en el siglo XXI. La manera de
concebir la integración en el currículo de estudios generales puede ser horizontal (disciplinas
en un mismo nivel) o vertical (disciplinas en diferentes niveles); pero la mejor manera de
desarrollarlos es a través de la transdisciplinariedad.
Los investigadores Alan Acuña y Florencia Concha realizan el análisis de los estudios generales
en las universidades mexicanas; inician indicando que México presenta problemas en la
educación superior que replantea el quehacer universitario en el país. Tal que los acuerdos de las
organizaciones internacionales se enfoquen en ellos y asuman las necesidades prioritarias. Sin
embargo, el resultado de los pactos no ha beneficiado a la población estudiantil, ralentizando
la injerencia internacional en el plano educativo. Ante tal situación, buscan la reestructuración
de las mallas curriculares, tratando de solventar las carencias y debilidades de los estudiantes.
Para ello, lo asumen como tronco común en los diferentes niveles de la educación superior, a
fin de posibilitar su desarrollo integral y ubicarse en la sociedad. Pocas son las investigaciones
que sustentan como objeto de estudio el análisis de los estudios generales, por lo que los autores
se animan a responder y proponer acciones para los estudios generales: 1) como principio
generador de profesionales con alto compromiso social y personal, es decir, de personas con
cualidades que aporten a su desarrollo integral, a partir de la trayectoria histórica y el uso de
habilidades científicas para la vida en sociedad; y 2) como formación para la investigación,
entiéndase como centro de acción para la mejora del sistema educativo nacional, a partir de
definir el qué, cómo y dónde formar investigadores.
En el sexto capítulo se aborda el sentido de la educación superior y del momento complejo por el
que discurre; por un lado, el hecho de impartir los conocimientos que la ciencia exige y, por otro,
la tendencia del sistema educativo en la sociedad capitalista hegemónica. En ellos prima la idea
de la estandarización de la enseñanza para obtener resultados óptimos, dado que la tecnología
de hoy está volviendo obsoleta la forma de enseñar del ayer. La tendencia del sistema educativo
en la sociedad capitalista hegemónica ha minimizado los saberes, haciendo casi imposible
evitar que necesariamente se piense en un cambio importante en la estructura universitaria, en
la manera de impartir los conocimientos que necesita el estudiante para su futura carrera. En la
educación universitaria del siglo XXI, asumir el reto de la praxis interdisciplinaria aparece como
alternativa para todas las ciencias y, en especial, para las humanidades, frente a los acelerados
cambios del entorno globalizado de la ciencia y la investigación del tercer milenio. Para saber
qué rol cumplen las humanidades, es necesario precisar que ellas tienen una antiquísima
tradición, incluso podríamos decir que es mayor que la ciencia misma. Su presencia en todas
las culturas occidentales se manifestó, principalmente, a través de la literatura, la filosofía,
la historia y el arte. La presencia de algunas facultades de humanidades en las universidades
peruanas resulta significativa, ya que muchas de ellas surgieron en el acto de fundación de las
propias universidades, lo cual resalta su importancia histórica, es el caso de la UNMSM y la
UNSA.
En el séptimo capítulo, Luis Bejar y Gerber Perez explican y proponen la inserción de las
humanidades en el ámbito universitario, tanto en asignaturas generales como en las profesionales.
Explican que su desarrollo involucra el significado de humanismo desde un punto vista educativo.
El trabajo expresa desde la mediación socioanalítica el estatus de la formación en el ámbito
universitario y la centralidad de la causa universitaria en la humanización, así mismo, se realiza
una reflexión hermenéutica para adentrarse y plantear principios, a manera de criterios, para la
actuación y se establezcan como sustento de las humanidades. Su pertinencia en la formación
profesional, hace de las humanidades un eje transversal para superar la mirada disciplinar, que
no es lo deseable, sino que trastoca el corazón del ser humano. Entonces, las humanidades, al
ser abordadas en las asignaturas de estudios generales y profesionalizantes, se convierten en un
soporte estructural de la formación de los estudiantes. El sentido de humanidad pone al centro
al ser humano y, por tanto, las humanidades deben despertar las ansias más nobles que recaen
en el ser humano y sus compromisos en la defensa de derechos inalienables.
El recorrido de los capítulos sobre los estudios generales revela coincidencias, pero también las
particularidades por las que discurre su desarrollo. Hace explícito el hecho que no existe una única
forma de intervención, sino de una multiplicidad de posibilidades para organizar, desarrollar y
evaluar su desarrollo. En ese entender, el libro resulta útil para analizar las diversas maneras de
entender cómo se desarrollan los estudios generales en las universidades latinoamericanas y así
llegar a conclusiones que permitan direccionar una propuesta propia. Cada experiencia tiene
un recorrido propio, desde la definición del campo particular que abordan y los intereses que
lo impulsan. Desde esa comprensión, cada caso, a medida que progresa, construye su propio
camino, privilegiando una forma de comprensión, es decir, una organización y planeación
que conduce racionalmente a las decisiones y acciones que se concretan progresivamente. Las
distintas miradas y realidades desde donde se aborda la manera de planificar, desarrollar y
evaluar los estudios generales constituyen un eje para comprender y mejorar la realidad de
dichos estudios en los contextos latinoamericanos.
Osbaldo Turpo-Gebera
Alejandra Hurtado-Mazeyra
Prólogo 9
Introducción 11
ÍNDICE GENERAL 15
Introducción
La integración de los diversos saberes o áreas de conocimiento ha sido un objetivo perenne y
medular de los estudios generales. Se podría decir que su identidad ha estado estrechamente
vinculada con dicho propósito. Aun así, muchos programas académicos que se han denominado
como de estudios generales no se han propuesto explícitamente este objetivo o no han sido del
todo exitosos al intentarlo. Esta paradoja tiene peligros importantes, tanto para la comunidad
de estudiosos de estos paradigmas educativos como para la sociedad en su conjunto. A los
primeros se les empantana o atasca en viciosos círculos epistémicos y a la comunidad se nos
priva de las potenciales aportaciones de la integración para proveer soluciones y opciones
concretas a sus problemas y ejes críticos. En efecto, consideramos que al divorciarse teoría y
praxis, prédica y producto, se esquivan las posibilidades de que la segunda ilumine la primera y
la primera repercuta en la segunda.
En el plano curricular, muy frecuentemente se han conformado con sumar cursos disciplinarios
provenientes de diferentes áreas del saber, dando lugar a programas académicos de tipo
multidisciplinarios. En ocasiones, se ha entendido que la integración del conocimiento es muy
importante, pero no hay que hacer nada deliberado para conseguirla, ya que son los propios
estudiantes, en su proceso de maduración, los que la van logrando. Si bien es cierto que la
integración la hacen los sujetos, no es menos cierto que no ocurre automáticamente. Nos parece
claro que si solo nos exponemos a conocimientos parciales y especializados se nos hará muy
difícil reconocer las conexiones –las que de alguna manera esas especializaciones, si bien no
niegan, al menos le restan importancia– que existen en un mundo cada vez más complejo.
Con todo esto en mente debemos considerar y profundizar en los procesos metodológicos que
se requieren para adelantar la integración en la docencia de los estudios generales. Para ello,
hemos venido proponiendo el abordaje transdisciplinario, por entender que es muy superior a
los multi e interdisciplinarios para propiciar la formación integral del estudiantado universitario
en el siglo XXI.
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LOS ESTUDIOS GENERALES EN LAS UNIVERSIDADES LATINOAMERICANAS: MODELOS, TEORÍAS Y TENDENCIAS
Para propósitos de este ensayo comenzaremos exponiendo lo que entendemos por estudios
generales, para luego establecer lo que consideramos es la integración del conocimiento. Luego
abordaremos la integración metodológica para, finalmente, reflexionar sobre el papel que ambas
desempeñan en la formación integral del estudiante universitario contemporáneo.
Considerando lo anterior se hace preciso reconocer que las aptitudes cognitivas humanas
solo pueden desarrollarse al interior de una cultura concreta que ha producido, conservado y
transmitido un lenguaje, una lógica, un conjunto de saberes y de criterios de verdad (Morín,
1999). El conocimiento es un fenómeno multidimensional sumamente complejo que requiere
procesos energéticos, químicos, fisiológicos, cerebrales, existenciales, psicológicos, espirituales,
lógicos, inter y transpersonales, colectivos; los que interactúan como parte de un sistema y
son inseparables unos de los otros. Por ello resulta fundamental considerar la relación que
existe entre el todo y las partes y las partes y el todo, tal como destaca el pensamiento complejo
acogiendo los planteamientos de Pascal (1940/1656). El estudio de la relación entre el todo y
las partes ha sido parte fundamental de la educación general. Por eso reconoce a las partes o
fragmentos del conocimiento en el contexto de las disciplinas y procura ubicarlas en un contexto
mayor, general, que podemos identificar con el todo, al entender la necesidad de integración de
los saberes para acercarnos al entendimiento de lo que nos rodea y de lo que formamos parte
indisoluble.
La educación general reconoce la porosidad y vinculación de los saberes, así como la insuficiencia
y limitación que representa la manera en que han sido organizados en las universidades
(disciplinas, departamentos, facultades, carreras, etc.). De ahí que su principal aportación a la
formación integral de los y las estudiantes proviene de su énfasis en develar los fundamentos
epistemológicos, económicos, políticos, en fin, culturales en sentido amplio, de todas las
maneras de producir y organizar el conocimiento, a través de la historia y en la actualidad y
la indisoluble vinculación de estos procesos con nuestra realidad y con las formas en que la
1 Para los propósitos de este ensayo consideramos a la educación general y a los estudios generales como expresiones sinónimas.
Empero, reconocemos que existen determinantes y contextos que pueden animar una discusión semiótica y teórica del empleo de estos térmi-
nos.
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representamos, construimos y reconstruimos, pero sobre todo en el modo de experimentar,
disfrutar, sufrir y vivir. En otras palabras, la educación general nos ayuda a restablecer la
relación individuo/especie/sociedad, sin que esto conduzca a reducir o subordinar un término
a otro (Morín, 1993).
La educación general, además, promueve activa y deliberadamente las conexiones entre las
diversas áreas del saber, propiciando la reconstrucción de su tejido (complexus), así como el
entendimiento de las razones históricas de su parcelación (disciplinarización) y los efectos
que esto ha tenido y tiene en los procesos de aprendizaje y producción cultural. De ahí que se
propone propiciar la re-vinculación holística de los saberes, reconociendo la complejidad de
nuestra existencia y la unidad intrínseca de todos los elementos que la configuran y posibilitan
(biológicos, químicos, socioculturales, medioambientales, políticos, físicos, emocionales,
espirituales, etc.). Por eso, debe incorporar la transdisciplinariedad como la estrategia más
adecuada para producir aprendizajes, conocimientos, cultura, acciones y maneras de vivir y de
ser que produzcan el mayor bienestar individual y sobre todo colectivo.
De ahí la afinidad y vocación natural de la educación general con la pregunta. Es por ello por lo
que, al llevar sus teorías a la práctica, a la fase áulica, de manera correlativa con sus principios,
privilegia el método dialógico, la antigua mayéutica contextualizada y matizada por Freire y su
escuela problematizadora. Esto al extremo que muchos han llegado a confundir uno con la otra,
es decir que ubican la identidad de los estudios generales en el método didáctico de discusión.
Subirats y Vélez (2010) señalan que:
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LOS ESTUDIOS GENERALES EN LAS UNIVERSIDADES LATINOAMERICANAS: MODELOS, TEORÍAS Y TENDENCIAS
intercultural y compleja (Tubino 2003). Es decir, a unas nociones y prácticas ciudadanas que sean
sensibles a nuestras diferencias étnicas, raciales, idiomáticas, de género, religión, preferencias
sexuales, posturas políticas y quehacer cultural, entre otras. En ese contexto, la educación
general promueve el desarrollo de la tolerancia, la empatía, la solidaridad y la afectividad; a
la vez que ayuda a desarrollar competencias cognitivas e intelectuales de alto nivel. En todo
momento debemos tener presente que la posibilidad del ejercicio pleno de la ciudadanía tiene
varios prerrequisitos multidimensionales que están profundamente interconectados entre sí.
De ahí la importancia de la educación general transdisciplinaria, tanto para el entendimiento
de estos nexos, como para propiciar prácticas cotidianas que aumenten las posibilidades del
ejercicio de una ciudadanía compleja y plural que conduzca a la ampliación de los espacios
democráticos.
Como se hace cada vez más evidente, las mentes formadas por las disciplinas pierden sus
aptitudes naturales para contextualizar los saberes tanto como para integrarlos en sus conjuntos
naturales. El debilitamiento de la percepción de lo global conduce al debilitamiento de la
responsabilidad (cada uno tiende a responsabilizarse solamente de su tarea especializada) y
al debilitamiento de la solidaridad -ya nadie siente vínculos con sus conciudadanos- (Morín,
2001). Es particularmente la educación general la que incita y promueve deliberadamente la
contextualización de la información o idea, adentrándose el tejido del que está compuesta
(deconstrucción), en lugar de meramente pretender parcelarla y compartamentalizarla, como
hacen las disciplinas.
“La educación general se caracteriza por propiciar, provocar, el surgimiento de un nuevo tipo de
inteligencia, fundada en un equilibrio entre la inteligencia analítica, los sentimientos y el cuerpo;
reconciliando la efectividad y la afectividad” (Nicolescu, 1998, p.4). Auspiciando siempre el
más pleno desarrollo de las capacidades humanas, destacándose entre ellas la autonomía.
Por eso se aleja de aquellas posturas sobre la autonomía que la definen y conciben a partir de
personas atomizadas, arrancadas artificialmente –por medio de la razón- de su pertenencia
comunitaria. Entendemos, siguiendo a Benhabib (1992), que la autonomía y la racionalidad
a la que está vinculada, deben ser vistas en términos interactivos y relacionales, más que en
términos legislativos. El tipo de autonomía personal que la educación general debe propiciar
en la universidad del siglo XXI es la que entiende que nuestra libertad se encuentra en lo que
hacemos unos por otros en la esfera pública (Smith, 1997).
• Comprende al ser humano en su unidad integrada (consigo mismo, con otros seres
humanos y con el entorno natural del que forma parte).
• Comprende al conocimiento en su unidad epistémica
• Comprende a la realidad en su complejidad y unidad indisoluble
• Articula esa triple comprensión por medio de la transdisciplinariedad
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puentes entre diferentes áreas del conocimiento y diferentes seres (Nicolescu, 2002). Aprender
y aprehender a identificarlos, diríamos modestamente por nuestra parte.
Es preciso reconocer que la integración debe ser precedida por un proceso de diferenciación.
Es decir, se requiere comenzar por identificar, reconocer, explicar y entender las diferencias de
enfoque, expectativas y poder. Entonces, la integración viene a ser aquel proceso por medio del
cual hacemos interdependientes y solidarios elementos que parecían estar disociados al inicio,
propiciando que puedan funcionar de manera articulada. Por ello, es una operación pedagógico-
cognitiva en la que se procura establecer una conexión nueva, que antes no se reconocía, entre
diferentes áreas del saber en un contexto dado. De ahí que la identifiquemos como un proceso
sociocognitivo donde, por medio de relacionar diversas dimensiones de la realidad, se producen
síntesis que nos posibilitan entender y sobre todo transformar esa realidad, construyendo una
nueva. (Burger & Kamber, 2003, pp. 55-56)
Podemos afirmar que la integración del conocimiento se lleva a cabo cuando los estudiantes
incorporan un nuevo saber a sus saberes anteriores, reestructurando su universo interior y
aplicando los saberes integrados a nuevas situaciones concretas (Rorgiers, 2007, pp. 26-29). Y
se produce concurrentemente con ello, una transformación en el facilitador educativo y en el
conocimiento mismo.
Horizontal, que vincula disciplinas que están en un mismo nivel de análisis, como la perspectiva
genética en biología con la perspectiva molecular en química.
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LOS ESTUDIOS GENERALES EN LAS UNIVERSIDADES LATINOAMERICANAS: MODELOS, TEORÍAS Y TENDENCIAS
que asumimos tanto en el proceso de selección del objeto de estudio como sobre las maneras
en que conducimos la investigación).
Con todo lo anterior en mente nos aventuramos a discutir algunas premisas de importancia
para llevar a cabo la integración metodológica en los estudios generales. Deben considerarse
como propuestas inacabadas, anhelantes de recibir energías críticas productivas y con ello
continuar el tejido de la conversación.
2 Utilizamos el término desarrollar en lugar de seleccionar, pues entiendo que la metodología se construye como parte de un proceso
dinámico que no está plenamente determinado desde el inicio. Es más bien un proceso emergente que uno acabado.
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cosmovivencias3, como en los posicionamientos de todos los actores involucrados.
• Reconoce que el conocimiento no se produce desde un punto neutral y totalmente
“objetivo”, sino desde un lugar particular en la geopolítica del conocimiento. Así, aunque
no promueve los a priori, les comprende y adjudica su lugar y valor en el proceso educativo.
• Asume posturas éticas, entendiendo que nuestras prácticas –muy particularmente las
pedagógicas- parten de intencionalidad y están llenas de contenidos de valor cognitivo y
político. Por consiguiente, tienen consecuencias en la vida de las personas.
Consideremos brevemente cada una estas características.
1. La integración metodológica reconoce y valora las aportaciones que históricamente han
hecho las especializaciones, así como las limitaciones de la fragmentación del conocimiento
para entender y resolver problemas concretos. Para ello propone reflexionar desde tres
ámbitos principales: el histórico, el epistemológico y el ético-político. En primer lugar, es
preciso promover el entendimiento de las razones por las cuales se fueron desarrollando las
disciplinas académicas y las jerarquías de poder que han representado, tanto por apuntalar
unas formas de conocer como por negar otras. Coincidiendo con Maturana y Varela (como
se citó en Eschenhagen, 2011) debemos ser conscientes de que en cuanto conocemos
como conocemos nos creamos a nosotros mismos. “Así como de que en el contexto de
la colonialidad las palabras en lugar de designar, en muchas ocasiones encubren, como
afirma la intelectual-militante aymara” (Rivera, 2010, p. 19).
En segundo lugar, desde el ámbito epistemológico, la adopción del canon científico-
cartesiano de disyunción o fragmentación de la realidad en pedazos se ha demostrado
que produce insuficiencias que han dificultado el entendimiento y, sobre todo, solución de
los problemas complejos como los medioambientales, por ejemplo. De ahí que desde los
inicios del siglo XX ese paradigma ha sido cuestionado tanto desde la “ciencia” occidental,
como desde los otros saberes que fueron deslegitimados por él. En tercer lugar, se reconoce
que los procesos educativos no son neutros, sino que tienen consecuencias significativas,
intencionales o no, tanto en los actores que participan de ellos como en el conjunto de la
sociedad. Por ello, hay que reflexionar continuamente sobre las consecuencias de nuestras
acciones.
2. La determinación de qué problemas estudiar en los diversos campos en los que hasta
ahora se divide la docencia universitaria, debe ser un proceso dialógico que se nutra de las
preocupaciones y expectativas de todos los participantes. Es así como podrán incorporar
-ingresar al cuerpo, entender como suyo- el proceso educativo más fácilmente, en lugar
de sufrirlo como una imposición por la que se ven precisados a pasar para obtener una
credencial que les dará acceso a mayores niveles de consumo (¿despilfarro?).
3. Ese involucramiento desde el inicio, además de surtidor de motivación y compromiso,
enriquece la producción de conocimiento, donde se reconoce la importancia de las
experiencias vitales y contextos desde los que se concibe el mundo que nos rodea. Tal como
planteara Ingold (como se citó en Burman, 2012), las condiciones de la verdad no residen
en la correspondencia entre una realidad externa y sus representaciones ideales, sino en la
autenticidad de la propia experiencia. Tanto en la cosmovisión andina como en la africana,
3 Preferimos este término a cosmovisión, pues este último privilegia, exageradamente a nuestro juicio, uno de los sentidos huma-
nos, mientras que cosmovivencias se refiere a los cinco sentidos e incluso a factores extrasensoriales que atraviesen y repercutan en nuestras
vivencias.
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LOS ESTUDIOS GENERALES EN LAS UNIVERSIDADES LATINOAMERICANAS: MODELOS, TEORÍAS Y TENDENCIAS
la experiencia juega un papel fundamental como productora de conocimientos. “Es por eso
que el shaman aymara don Carlos se pregunta: ¿Cómo puedes conocer algo si no lo puedes
sentir? La realidad se aprehende por medio de los cinco sentidos, los que están integrados
a la razón, todo lo contrario, a lo propuesto por el paradigma cartesiano” (Burman, 2012,
pp. 106-107). Por su parte en el caso de la cosmovisión africana se entiende, por ejemplo,
que la filosofía solo se puede entender completamente por medio del cuerpo, del baile,
de la performance (Irobi, 2006). Según el pensador caribeño Paget Henry, en la tradición
filosófica africana la razón está indisolublemente entretejida con la poesía y la historia, las
experiencias (Henry, 2006).
4. El respeto a estas otras cosmovivencias, así como al papel que desempeñan nuestros
propios sentimientos en el proceso de conocer/aprender, viene a ser fundamental en una
docencia transdisciplinaria caracterizada por la transgresión de los cánones y la apertura
a formas del saber que habían sido negadas por la academia occidental/colonial/moderna.
No se trata -como vimos al comienzo del ensayo- de echar a un lado la ciencia o los
saberes occidentales/modernos, sino de operar una conjunción epistémica. Un pensamiento
integrativo en el que la ciencia occidental pueda “enlazarse” con otras formas de producción
de conocimientos (Castro Gómez, 2007, p.87). Siguiendo en esto a De Sousa Santos (2007)
nuestra docencia debe fundamentarse en una ecología de los saberes. La que consiste en:
24
Esto fue lo que nos propusieron Hutchins y compañía y todavía hoy hay quienes entienden
que ese es el paradigma (que nosotros denominamos como eurocéntrico y que fortalece
la colonialidad), el que debería fundamentar actualmente a los estudios generales para ser
considerados intelectualmente rigurosos. Son estos los que se han considerado como los
malos defensores de los estudios generales. Subirats y Vélez (2010) indica: “Pues en lugar
de fortalecerlos con ideas innovadoras y pertinentes a nuestra realidad latinoamericana,
los debilitan evocando una dependencia intelectual falsamente universalista”
6. Debemos ser conscientes de que los currículos no son meramente documentos burocráticos,
sino que expresan intencionalidades educativas, teniendo presente el perfil de ser humano
que se busca ayudar a desarrollar. De ahí que tiene un extraordinario componente ético. Es
preciso hacer explícitas estas intencionalidades y proyectos educativos en aras de asumir
posturas éticas con respecto a nuestra práctica docente y a los procesos de producción de
conocimientos. Hay que colocar sobre la mesa el desde dónde estamos hablando y con qué
intereses, como afirmara Castro Gómez (2005): “La idea de la docencia transdisciplinaria
implica que el elemento político del conocimiento (en sentido amplio) pasa a un primer
plano, reconociendo que la relación entre saber y poder siempre ha sido estrecha”. Tenemos
que bajarnos del “punto cero de observación” para evitar la Hybris, es decir, el pecado de
pretender ser como los dioses.
Conclusión
La formación integral del estudiante viene a ser un imperativo cada vez más importante en la
educación superior del siglo XXI, en la medida en que reconocemos la complejidad del mundo
en el que nos desenvolvemos. De ahí que nos veamos compelidos a propiciar el desarrollo de
conocimientos y egresados que sean capaces de insertarse y aportar significativamente a la
solución de los problemas más apremiantes de la sociedad en que vivimos.
Como sabemos, la sociedad del conocimiento exige la integración del conocimiento como
medio para aumentar la posibilidad de solucionar problemas complejos y apremiantes, en un
mundo plagado de incertidumbres donde la naturaleza de los principales asuntos que ocupan
nuestra atención permanece en disputa teórica y práctica. Es precisamente por lo anterior que
los estudios generales desempeñan un papel tan preponderante en la universidad del siglo XXI.
Es preciso tener en cuenta que la formación integral del estudiante requiere que consideremos
las dimensiones plurales que los constituyen, como ser humano y parte integral de la naturaleza,
así como lo imbricadas que estas se encuentran. Para ello resulta de fundamental importancia
una metodología docente que propicie la integración de los saberes y de estos con los otros
ámbitos de su vida (emocional, espiritual, biológica, existencial, social, entre otras).
Tenemos retos trascendentales como educadores, como personas, como herederos de la tierra
Abya Yala, como habitantes de este planeta en un cosmos incierto, desconocido y en expansión.
El camino hacia la reformulación radical de nuestras prácticas pedagógicas e intelectuales será
largo y difícil. Hay que emprenderlos con alegría y esperanza. Son muchos los paradigmas que
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LOS ESTUDIOS GENERALES EN LAS UNIVERSIDADES LATINOAMERICANAS: MODELOS, TEORÍAS Y TENDENCIAS
deberemos desmontar para reconstruir a la persona total, esa que somos o creemos ser. La ruta
hacia ello, como nos ha planteado Maldonado-Torres (2010), “requiere nada menos que una
radical reinvención de la existencia” (pp.59-60).
Es por el reconocimiento de todo lo anterior que entendemos que son los estudios generales
transdisciplinarios los que más podrán aportar a la integración de saberes y a la formación
integral del estudiante en la universidad del siglo XXI. Este es un nuestro proyecto y nuestro
gran reto.
Con esto en mente quisiéramos terminar con una cita del gran intelectual haitiano Michel-
Rolph Trouillot (como se citó en en Lander, 2000): “Lo impensable es aquello que no puede ser
concebido dentro del rango de alternativas posibles, aquello que pervierte todas las respuestas
porque desafía los términos a partir de los cuales se formulan las preguntas”.
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27
LOS ESTUDIOS GENERALES EN LAS UNIVERSIDADES LATINOAMERICANAS: MODELOS, TEORÍAS Y TENDENCIAS
28
Tendências e experiências. Os estudos
gerais na formação universitária no
Brasil
Adolfo-Ignacio .Calderón
Marco Wandercil
Marcelo Augusto Scudeler
Introdução
Na produção do conhecimento científico é comum encontrar temas de pesquisa ou de interesse
da curiosidade científica dos pesquisadores, que ganham destaque em um determinado
momento da história e, posteriormente, desaparecem e não voltam à tona ou reaparecem tempos
depois. São inúmeros os fatores que contribuem para esse movimento. Dentre eles, as demandas
governamentais, o estabelecimento de políticas públicas e legislações específicas, pressões de
agências multilaterais, políticas de indução das agências governamentais de fomento à pesquisa
científica, relações de cooperação na comunidade científica internacional, o surgimento de
temáticas emergentes como foco de estudo, especialmente nos grandes centros produtores do
conhecimento.
29
LOS ESTUDIOS GENERALES EN LAS UNIVERSIDADES LATINOAMERICANAS: MODELOS, TEORÍAS Y TENDENCIAS
caracteriza que, ultimamente, o ‘ciclo básico’ não está nos interesses de pesquisa da comunidade
científica brasileira.
Entretanto, nem sempre foi assim. Com a instauração do regime militar na década de sessenta,
entrou em vigor a reforma universitária de 1968, que contemplava a obrigatoriedade dos
estudos gerais nas universidades brasileiras, sendo objeto de estudo por parte de setores da
comunidade acadêmica. Com o fim da regime militar e o surgimento, na década de noventa, das
novas normatizações da educação superior a partir da Constituição Federal Brasileira de 1988,
as universidades se viram desobrigadas a implantar os estudos gerais, ganharam autonomia
acadêmica e a temática dos estudos gerais caiu no ostracismo.
No âmbito das políticas nacionais de educação superior, verifica-se que as discussões sobre a
retomada dos Estudos Gerais se deu na primeira metade da década de 2000, quando o então
presidente Luiz Inácio Lula da Silva, assumiu a presidência da República com a proposta de
realizar uma nova reforma universitária. Entretanto, essa ideia não prosperou, pois houve certa
resistência, inclusive no próprio Sindicato Nacional dos Docentes das Instituições de Ensino
Superior (ANDES), apesar dessa Instituição ter sido favorável ao novo governo (Sindicato
ANDES – Nacional, 2007).
Nesse período, ganhou destaque o fato de que a principal universidade do país e uma das
mais importantes universidades latino-americanas, de acordo com os principais rankings
internacionais, a Universidade de São Paulo (USP) tenha retomado a implantação dos ‘Estudos
Gerais’ ou ‘Ciclo Básico’ em um novo campus, denominado USP-Leste, sendo essa proposta
apresentada como uma ‘das inovações’ no novo campus (USP Leste EACH, 2020).
A partir da experiência dos autores deste artigo, sabe-se que práticas semelhantes aos ‘Estudos
Gerais’ estão sendo adotadas por universidades privadas e estatais com o intuito de maximizar
recursos financeiros, ou seja, essas IES padronizam algumas disciplinas nos mais diversos
cursos para ter um único professor para salas compostas por alunos procedentes de diferentes
cursos. Trata-se de uma prática de gestão de recursos humanos e financeiros que não se pode
dimensionar o número de universidades que adotam esse mecanismo, no qual é evidente a
primazia da racionalização e da maximização de recursos sobre os aspectos acadêmicos.
Entretanto, não existem estudos com evidências empíricas que permitam aprofundar essa
tendência.
Diante desse cenário e a partir de uma rigorosa pesquisa bibliográfica e documental, o presente
artigo tem como objetivo apresentar um panorama dos ‘Estudos Gerais’ no Brasil, realizando
uma retomada histórica sobre sua implementação desde a reforma universitária de 1968, bem
como analisando o caso implantado pela USP-Leste. Encontra-se dividido em três partes. Na
primeira discute-se os aspectos legais existentes sobre ‘Estudos Gerais’ no Brasil. Na segunda,
são analisadas experiências universitárias pós-reforma de 1968. E, na terceira, aborda-se a
experiência vivenciada pela USP.
30
1961 (Brasil, 1961) criou o Conselho Federal de Educação (CFE), com diversas atribuições,
dentre elas a competência para decidir sobre o funcionamento dos estabelecimentos de ensino
superior, federais (os estaduais eram fiscalizados pelos conselhos estaduais de educação) e
privados. Na prática, até mesmo em virtude da existência de lacunas no texto legal, o CFE, a
partir de 1962 quando foi instalado, foi protagonista na construção do modelo universitário
brasileiro, emitindo pareceres, por exemplo, sobre os estatutos universitários que, em sua
essência, definiam o modelo de gestão da universidade em construção no País a partir da
edição da LDB/1961 (Rothen, 2008).
Mesmo após o golpe militar de 31 de março de 1964, o CFE não foi dissolvido (Rothen, 2008)
e continuou atuando de maneira propositiva, dentro da competência funcional definida na
LDB/1961 que, inclusive, foi ampliada pela Lei n. 5.540, de 28 de novembro de 1968 (Brasil,
1968), que lhe atribuiu competência, por exemplo, para definir o currículo base e a duração
mínima dos cursos superiores (art. 26 da referida Lei), cuja prerrogativa se mantém até hoje.
Ainda que esses dois decretos-lei tenham mitigado a autonomia universitária na elaboração
de sua estrutura de gestão, inclusive exigindo que os seus estatutos e regimentos fossem
submetidos ao CFE (cf. parágrafo primeiro do art. 7º do Decreto-Lei n. 53/1966), a partir do
final do ano de 1967, o movimento estudantil tomou mais vulto e, neste contexto, o governo
militar instituiu uma Comissão Especial, pelo Decreto n. 62.024, de 29 de dezembro de 1967,
com o objetivo de “propor medidas relacionadas com os problemas estudantis” (Brasil, 1967),
que passou a ser conhecida como Comissão Meira Mattos, pois foi presidida pelo Coronel
Carlos de Meira Mattos, do Corpo Permanente da Escola Superior de Guerra. Logo depois
da criação da Comissão Meira Mattos, também foi criado um Grupo de Trabalho da Reforma
Universitária, pelo Decreto n. 62.937, de 2 de julho de 1968 (Brasil, 1968), vinculado ao
Ministério da Educação e Cultura que, em seu artigo 1o, teve o objetivo de [...] “acelerar
a reforma da Universidade brasileira, visando à sua eficiência, modernização, flexibilidade
administrativa e formação de recursos humanos de alto nível para o desenvolvimento do
País”. (Brasil, 1968)
1 Decreto-lei é uma espécie legislativa reincorporada na legislação brasileira pelo Ato Institucional n. 2, de 27 de outubro
de 1965, atribuindo competência legislativa à Presidência da República; após sua edição, o decreto-lei era submetido ao Congresso Nacional,
para aprovação ou rejeição, em regime de urgência (parágrafo primeiro do artigo 55 da Constituição Federal de 1969).
31
LOS ESTUDIOS GENERALES EN LAS UNIVERSIDADES LATINOAMERICANAS: MODELOS, TEORÍAS Y TENDENCIAS
ciclo permitiria a utilização das vagas ociosas, amenizando-se assim o problema de falta de
vagas” (Rothen, 2008, p. 468). A mesma conclusão, mas com outro fundamento, constou no
relatório final do Grupo de Trabalho da Reforma Universitária:
Institui-se na graduação um 1º ciclo geral, com tríplice função de (a) recuperar falhas
evidenciadas pelo vestibular no perfil de cultura dos novos alunos, (b) orientar para
escolha de carreiras e (c) proporcionar estudos básicos para os ciclos ulteriores (Brasil,
1968, p. 31).
Após a edição da LDB/1996, a adoção de ciclo básico no ensino superior foi novamente
cogitada no início de 2004, quando Tarso Genro assumiu o Ministério da Educação e, por
meio da Portaria n. 410, de 12/02/2004, criou um Grupo Executivo da Reforma do Ensino
Superior. Pela proposta original discutida neste Grupo, ao ingressar em um curso superior, o
aluno estudaria por dois anos disciplinas gerais, habilitando-o para um segundo momento,
em que optaria por um curso específico: “a ideia do governo é reduzir a evasão permitindo
ao aluno deslocar-se mais facilmente para outros cursos após o ingresso na universidade,
sem forçar uma escolha prematura pela profissão” (Folha de São Paulo, 2004). Deste Grupo
Executivo nasceram diversas propostas que promoveram mudanças fragmentadas no ensino
superior, como a criação do Programa Universidade para Todos (Brasil, 2005), mas a proposta
de adoção de um ciclo básico no ensino superior não logrou êxito, mesmo porque não foi
bem recebida por diversos setores, inclusive no próprio ANDES, que qualificou a proposta
como “elitista, pois apenas uma minoria alcançará os demais ciclos necessários à completa
formação profissional, tão almejada pelos nossos jovens” (Sindicato ANDES – Nacional,
2007, p. 26).
32
para ciclos ulteriores” (Brasil, 1968, p. 69).
O ponto fundamental do ciclo básico no ensino superior brasileiro era refutar um modelo
pedagógico universitário em que os conteúdos curriculares eram tratados de forma estanque,
com unidades curriculares autossuficientes (Gardenal & Paixão, 1982), migrando-se para um
modelo que propõe a integração entre as unidades.
Como ressaltado anteriormente, a reforma universitária de 1968 foi precedida por discussões
no âmbito de duas comissões especiais e seu marco regulador, a Lei n. 5.540, passou pelo
crivo do Poder Legislativo. Esses dois elementos trazem a aparência legitimadora de que
a discussão tenha sido plural, com amplo envolvimento social e, especialmente, das
universidades brasileiras. Contudo, não foi isso que ocorreu, na medida em que as comissões
trabalharam para atender as demandas dos governos militares, com o principal propósito
aumentar mecanismos de controle estatal nas IES.
Algumas IES públicas, como a Universidade Federal do Paraná (UFPR), por exemplo,
simplesmente optaram por não implementar o ciclo básico, pelo fato de que, quando se
adequou, a lei já havia sido revogada, sendo esse um dos motivos de a UFPR não ter instituído
o ciclo básico. Logicamente que outros fatores corroboraram para tal decisão, um deles foi
a falta de integração didática e pedagógica entre as disciplinas, recaindo a crítica sobre a
questão de a reforma universitária ter destruído os cursos, fortalecendo os departamentos, e
tendo como resultado, a piora da qualidade do ensino (Back, 1982).
33
LOS ESTUDIOS GENERALES EN LAS UNIVERSIDADES LATINOAMERICANAS: MODELOS, TEORÍAS Y TENDENCIAS
Outras IES, como a Universidade Federal do Ceará (UFC), promoveram a sua adoção.
No entanto, marcadas por transformações bruscas e em meio a um constante clima de
questionamentos, a adesão à legislação imposta à época mostrou contradições de grupos
que defendiam a ideia e de grupos contrários, ou seja, evidenciou uma ideia em construção
(Sousa, 1982). Apesar das potencialidades defendidas pela Lei, o ciclo básico na UFC não
teve adesão esperada, tanto que para Sousa (1982) essa proposta passou despercebida no
quadro geral da graduação da UFC e, no contexto do ensino superior brasileiro, o Ciclo
Básico chamou para si as antipatias que se endereçavam a outros componentes que faziam
parte e que surgiram com a Reforma Sousa (1982):
Sem filosofia explícita ou implícita, instalava-se o 1° Ciclo, na UFC. Aos alunos, impunha-
se um currículo único, desenvolvido por uma plêiade docente sem o mínimo preparo (em
conteúdo e pedagogia) para a realização da ideia que se escondia nas entrelinhas dos
documentos ou, quando muito, ensaiava-se, ambígua, nos escritos de seus idealizadores
(p. 6).
Entretanto, mesmo com as resistências, o ciclo básico na UFC cumpriu um papel renovador,
apesar de “ter atraído para si a pecha de bode expiatório de todos os males da graduação,
conseguiu, como permanente o intenso laboratório de ensino, lançar posturas novas em toda
a Universidade” (Sousa, 1982, p. 8). Na UFC, na concepção do ciclo básico, emergiram dois
grupos, um acusador e outro defensor. Segundo Sousa (1982), os que acusam o fazem-no
na crença de que à universidade cabe transmitir conhecimentos, instrumentalizar o aluno
de técnicas para um exercício profissional. Os defensores propõem um profissional de
capacidade durável, consciente de seu papel na sociedade.
34
A experiência também foi vivenciada em IES privadas, como o caso da Pontifícia
Universidade Católica de Campinas (PUC-Campinas), mais especificamente nos cursos
de enfermagem e medicina. Entretanto, nessa universidade, a experiência também não
foi exitosa, pois não se conseguiu evitar uma “compartimentalização das disciplinas dos
cursos” (Carvalho, 2000, p. 84). De acordo com a autora, não basta o curso fazer sua
parte, se existe a resistência por parte dos professores de não quererem ser partícipes
do processo de mudança. Nessa situação, eles devolvem a responsabilidade aos
coordenadores de departamento, afirmando que os mesmos devem promover reuniões
periódicas para discussão dos conteúdos a serem ministrados, acreditando que é papel
do coordenador dizer o conteúdo que precisa ser ministrado. Na verdade, o que deve
existir é um entendimento mútuo que, segundo Carvalho (2000), não se trata apenas de
dialogar ou alocar novas formas de ensino, mas sim oxigenar as relações e redefinir os
espaços de responsabilidades coletivas.
A partir da pesquisa realizada Ramos (1979), algumas conclusões foram formuladas: quanto
às condições de funcionamento do primeiro ciclo básico, nas universidades federais e católicas
brasileiras, verificou-se que, em algumas IES, ele aparece nos estatutos e regimentos e, em
outras, é oferecido para cada um dos cursos isoladamente, destituído de todo o caráter de
generalidade. Outra constatação feita pela autora, é a de que onde existe uma coordenação,
“esse é mais dinâmico e eficiente do que quando inexiste. [...] Essa tendência foi observada
na maioria das universidades e, sobretudo, naquelas estruturadas em departamentos
coordenados por centro” .(Ramos, 1979, p. 19)
35
LOS ESTUDIOS GENERALES EN LAS UNIVERSIDADES LATINOAMERICANAS: MODELOS, TEORÍAS Y TENDENCIAS
Mesquita (UNESP) e a UNICAMP, as três situadas no estado de São Paulo2, compõe um dos
mais importantes polos científicos do Brasil. Juntas, possuem a maior concentração de cursos
de mestrado e doutorado; a maior parte dos recursos financeiros do Conselho Nacional de
Desenvolvimento Científico e Tecnológico (CNPq) destinados às Instituições Universitárias,
bem como dos investimentos sem retorno da Financiadora de Estudos e Projetos (FINEP) do
Ministério de Ciência e Tecnologia.
Nesse espaço, a USP ocupa um lugar especial, “na posição da mais antiga referência nacional de
autonomia universitária, articulando padrões institucionais específicos e excelência intelectual”
(Garcia & Carlotto, 2013, p. 663). Com essas características marcantes e sua missão de colaborar
para o desenvolvimento da sociedade é que, no começo da década de 2000, esta Universidade
propôs a criação de um campus na região periférica da cidade, a zona leste da cidade de São
Paulo3, uma das mais populosas e carentes, com mais de 1,2 milhões de pessoas morando em
favelas e 600 mil em cortiços (São Paulo, 2007; Jornal da USP, 2019). Esse processo de criação de
um novo campus não ocorreu naturalmente, mas sim a partir de pressões sociais que exigiam a
expansão de vagas nas universidades públicas brasileiras e dentro de um contexto de atender com
qualidade as comunidades de baixa renda ao levar desenvolvimento social, econômico e cultural
para a região (Gomes, 2005).
O histórico de criação do campus USP Leste, teve seu marco inicial em 2001, com a reunião
do Conselho de Reitores das Universidades Estaduais Paulistas – CRUESP, que elaborou um
estudo sobre a situação e as possibilidades de expansão da oferta de vagas no sistema público
do ensino superior no Estado de São Paulo. Essa iniciativa contou com o apoio do governo
estadual que criou um programa específico de expansão do ensino superior público paulista,
que culminou com a inauguração do campus em 2005, marcando efetivamente o início das
atividades letivas na Escola de Artes, Ciências e Humanidades (EACH) da USP Leste (Jornal
da USP, 2005a).
Em 2005, dos alunos que se matricularam na USP, 29% frequentaram escolas públicas e 70%
escolas privadas. No primeiro vestibular da USP Leste a porcentagem de alunos oriundos de
escolas públicas alcançou 47%, enquanto o número de alunos das escolas privadas caiu para 51%,
de acordo com o Jornal da USP (2005):
Em alguns de seus cursos noturnos, a escola pública contribuiu com cerca de 85%.
No tocante às etnias, na USP, 11% dos alunos são negros, 79% são brancos e 10% são
amarelos. Na USP Leste, esses números são de 21% de negros, 69% de brancos e 10%
de amarelos. Quanto à renda familiar, na USP, 23% dos alunos vêm de família com renda
familiar inferior a R$ 1.500,00, enquanto na USP Leste esse número sobe para 39%. [...]
2 Estado de São Paulo é uma das 27 unidades federativas do Brasil. É dividido em 645 municípios, sendo pouco
maior que o Reino Unido. Com quase 46 milhões de habitantes, ou cerca de 22% da população brasileira, é o
estado mais populoso e economicamente desenvolvido do Brasil
3 Cidade de São Paulo é um município brasileiro, capital do estado homônimo e principal centro financeiro,
corporativo e mercantil da América do Sul. É a cidade mais populosa do Brasil, do continente americano, da
lusofonia e de todo o hemisfério sul. São Paulo é a cidade brasileira mais influente no cenário global, sendo
considerada, em 2016, a 11ª cidade mais globalizada do planeta, recebendo a classificação de cidade global
alfa, por parte do Globalization and World Cities Study Group & Network (GaWC - Rede de Pesquisa sobre
Globalização e Cidades Mundiais é um think tank que estuda as relações entre cidades do mundo no contexto da
globalização).
36
Dessa forma, a USP Leste já pode ser considerada uma experiência vitoriosa de inclusão
de alunos de baixa renda, dos que frequentaram o ensino médio na rede pública e de
afrodescendentes. (p.1)
Nesse contexto de implementação do novo campus (USP Leste), a EACH, em seu projeto
didático-pedagógico incluiu a oferta de “um ciclo básico composto de um núcleo de
disciplinas comuns e oferecidas ao conjunto de estudantes que entram anualmente na
Tabela 1
ESTRUTURA ACADÊMICA DO CICLO BÁSICO DA USP LESTE
Escola” (Carvalho & Pereira, 2010, p. 20), bem como a criação de espaços de Resolução de
Problemas (RPs), compartilhados por estudantes e assistidos por professores-tutores. O Ciclo
Básico foi considerado uma das inovações propostas com a criação da USP Leste, com um
eixo formativo comum a todos os cursos da EACH, independentemente da área. Nele, “os
estudantes cursam disciplinas introdutórias, de caráter humanista e de diferentes áreas do
conhecimento que buscam contribuir para a formação cidadã a partir de questões e situações
da sociedade contemporânea” (USP Leste EACH, 2020, p. 1). Como relata Gomes (2005):
Essa proposta inovadora colocou a USP Leste em evidência, tendo a iniciativa do Ciclo Básico
referenciada em diversos jornais, como exemplo, em 2004, O Estado de São Paulo, em seu Caderno
‘edu’ noticiou: “USP Leste terá ciclo básico comum aos 12 cursos”, em cujo conteúdo a Pró-Reitora
de Graduação da USP Leste, Sonia Penin, frisava a necessidade de intersecção de conhecimentos
construída e exigida já na graduação. Na notícia, uma característica diferenciada é o princípio
constitutivo dos novos cursos da USP Leste, que valoriza o Ciclo Básico (Estadão, 2004).
37
LOS ESTUDIOS GENERALES EN LAS UNIVERSIDADES LATINOAMERICANAS: MODELOS, TEORÍAS Y TENDENCIAS
O Jornal Folha de São Paulo, em 2005, também mencionou o projeto da USP Leste na
reportagem ‘USP Zona Leste testa vanguarda no ensino’ como uma experiência pedagógica
inédita que começa a ser testada com matérias inusitadas ensinadas no ciclo básico, tais como
“‘sociedade, multiculturalismo e direitos’, ‘ferramentas de informática’ ou ‘cultura, comunicação
e criatividade’. [...] A ênfase é no trabalho coletivo e numa produção científica voltada para
questões práticas da comunidade” (Folha, 2005, p. 1).
Apesar das expectativas positivas geradas com a implantação do Ciclo Básico nos cursos da USP
Leste, algumas críticas suscitaram do projeto inicial, no que tange à avaliação da Infraestrutura
pelos alunos ingressantes, tornando o currículo mais ‘light’ no ano de 2006. Nessa avaliação,
segundo o Portal Aprendiz (2006, p. 1), “o item ‘integração entre as disciplinas do ciclo básico’
foi o que recebeu pior pontuação: 2,7, em uma escala de 0 a 5. A principal crítica é que nem
todos os cursos precisam se aprofundar tanto em alguns pontos teóricos”. Evidentemente, que
de acordo Carvalho e Pereira (2010):
O Ciclo Básico foi idealizado para promover uma iniciação acadêmica em propostas
interdisciplinares implicadas criticamente com a realidade da sociedade. Tal proposta acadêmica
prioriza a heterogeneidade de saberes docentes e discentes ampliadas do contexto social,
visando a “construção de um ambiente acadêmico dinâmico, participativo e constantemente
oxigenado pelo debate e reflexão coletivos” (USP Leste EACH, 2020, p. 1). O Ciclo Básico
procura garantir a formação disciplinar específica, geral e científica por meio da Resolução
de Problemas, articulando-se com experiências internacionais, cujos resultados demonstram
boa qualidade acadêmica dos estudantes e conexão com as necessidades sociais das empresas e
entidades públicas (Narchi; Silva; Gualda, 2012).
Cabe destacar que a estrutura do Ciclo Básico da USP Leste organiza-se em três áreas
centrais: 1) Formação introdutória no campo específico de conhecimentos de cada curso,
na qual 16 créditos anuais de Disciplinas Específicas e de introdução de cada curso de
38
ingresso são obrigatórios; 2) Formação geral, onde 16 créditos anuais de Disciplinas Gerais,
distribuídos em temas integrados das ciências naturais, das humanidades e das artes, são
obrigatórios a todos os estudantes de todos os cursos. Nesse espaço de formação, estão
incluídos 04 créditos anuais de Estudos Diversificados; 3) Formação científica por meio da
Resolução de Problemas. Esta área é o objetivo central do Ciclo Básico e tem como objetivo
propiciar uma sólida formação acadêmica e científica aos estudantes, inserindo os alunos
no universo da pesquisa desde o primeiro ano da graduação. Para isso, cada estudante
deverá obter 08 créditos anuais de Resolução de Problemas (04 créditos por semestre)
(Krasilchik; Arantes; Araújo, 2007; USP Leste EACH, 2020).
A partir destas três áreas centrais contempladas no Projeto Pedagógico Institucional, derivam
um conjunto de três eixos que articulam Disciplinas Específicas, Disciplinas Gerais (multi e
interdisciplinares), Estudos Diversificados e Resolução de Problemas. O Ciclo Básico enfatiza
a importância do trabalho em equipe, convocando os alunos a participarem do processo de
aprendizagem, desde a formulação dos problemas, buscando coletivamente soluções que
considerem a complexidade dos fenômenos naturais, sociais e culturais, de forma interdisciplinar
e contextualizada no mundo real, sem desprezar a importância dos campos disciplinares
específicos de cada curso (USP Leste EACH, 2020).
Uma alternativa para se trabalhar com a Resolução de Problemas são os processos de ensino e
de aprendizagem baseados em Problem Based Learning (PBL), que representa a Aprendizagem
Baseada em Problemas (ABP) (Borochovicius & Tortella, 2014) e, como o próprio nome diz,
é a construção do conhecimento a partir da discussão em grupo de um problema Krasilchik;
Arantes y Araújo, (2007)
... trabalhar com Resolução de Problemas não significa que os grupos e turmas
deverão resolver o problema em um sentido literal, pois a própria complexidade dos
possíveis temas não deverá permiti-lo. Deve-se, no entanto, almejar uma aproximação
dos mesmos, buscar informações necessárias para resolvê-los, e levantar hipóteses e
soluções que permitam seu enfrentamento futuro. Tudo isso empregando a estratégia
(ou Pedagogia) de projetos, que sistematiza o trabalho acadêmico desenvolvido pelos
grupos. (pp. 14-15)
39
LOS ESTUDIOS GENERALES EN LAS UNIVERSIDADES LATINOAMERICANAS: MODELOS, TEORÍAS Y TENDENCIAS
Diante do exposto, a USP Leste organizou um guia para orientar os alunos a desenvolver esse
processo de aprendizagem, contemplando três fases para se chegar ao fim do semestre com os
objetivos cumpridos: Fase 1 - contempla a análise do problema e planejamento da pesquisa,
propiciando ao aluno a aproximação da temática a ser estudada; Fase 2 - busca desenvolver ações
que levem os alunos à resolução do problema por meio de estudos, pesquisas e intervenções.
Por fim, a Fase 3 - exige a produção de relatório científico para a socialização dos resultados.
Conclusões
No processo de implantação do ciclo básico nas universidades brasileiras, que teve seu
marco inicial na década de 1960, com as primeiras ações efetivas na década seguinte
(1970), até o caso mais atual experenciado pela USP Leste, foi revelado uma variedade de
formatos, conteúdos e práticas, que teve que se adequar às particularidades das IES para a
sua implantação. Essas universidades, a partir de suas visões institucionais, organizaram
seus ciclos básicos alinhados às suas expectativas em relação aos alunos a serem formados.
Esse movimento esteve inserido num contexto de pressões internas, visões político-
pedagógicas sobre a atuação dos professores e seu processo formativo, interesses de grupos,
distribuição de poder, e resistências geradas pela reforma universidade em curso no Brasil
neste período.
Conforme observado, em algumas IES o ciclo básico ocupou papel secundário, devido às
resistências às propostas exógenas à universidade decorrente do regime militar vigente. Em
outras, teve sua relevância, na medida em que propiciava uma nova realidade, pois mesmo
em fase experimental, trouxe ao debate acadêmico objetivos essenciais à parte pedagógica
e à prática institucional, tais como: propiciar aos alunos experiências e discussões sobre
questões fundamentais do ensino superior; estimular as IES a prosseguirem ao processo
de avaliação da vida universitária e; aprofundar os debates que subsidiariam a permanente
preocupação com a melhoria da qualidade de formação dos alunos.
O ciclo básico adotado pela USP Leste, por ser promovida pela principal IES do Brasil e
de América Latina pode inspirar a reflexão sobre a possibilidade de adoção desse modelo
de ciclo básico por outras IES, experiência que, de acordo com documentos dessa própria
Instituição (Krasilchik; Arantes; Araújo, 2007), cumpre um papel de aproximação dos
estudantes com o mundo da pesquisa científica, ao mesmo tempo contribui para o exercício
do raciocínio científico e da criatividade na compreensão e busca de respostas a fenômenos
sociais, culturais e naturais.
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Los estudios generales en las
universidades de México: dónde
estamos; dónde debemos estar
Introducción
México se caracteriza por ser uno de los países latinoamericanos que presenta mayores problemas
en el campo de la educación. Cobertura, calidad, inclusión, innovación, tecnologías, formación
y práctica profesional, así como justicia y derecho educativo, son elementos perennes que
priman en el discurso político oficial nacional e internacional desde la década de los ochenta,
lo que ha obligado el replanteo del ser y quehacer de las Instituciones de Educación Superior
(IES) en el país.
De esta manera, todos los pactos, acuerdos y sugerencias que organismos internacionales
(OI) emiten para el caso mexicano —al ser este uno de los que más y mayores empréstitos
recibe anualmente— obligan el diseño de una agenda política orientada a la resolución de las
necesidades prioritarias en dicho campo, cuya base es la mirada e interés transnacional. Por estas
razones, las políticas educativas han y siguen respondiendo a planteamientos teóricos y cuasi
prácticos externos sobre el ser y quehacer de la educación nacional, sojuzgando la especificidad
y complejidad de sus espacios sociales por “imperantes” generalizados y generalizadores, dando
como resultado la hechura, implementación y evaluación de políticas desde los referentes de la
política hegemónica.
45
LOS ESTUDIOS GENERALES EN LAS UNIVERSIDADES LATINOAMERICANAS: MODELOS, TEORÍAS Y TENDENCIAS
Uno de los problemas fundamentales del Sistema Educativo Mexicano (SEM) es la formación
y conformación de los nuevos cuadros de profesionales para el futuro próximo, puesto que en
México “se erige un discurso político sobre la educación de calidad que enarbola la necesidad
de formar capital humano con altas capacidades como medio para el desarrollo del país” (Acuña
Gamboa, 2018a, p. 104), aunque queda de manifiesto que dicha búsqueda responde más a una
alineación del discurso nacional con las visiones y tendencias de los OI con mayor injerencia en la
nación (Acuña Gamboa y Pons Bonals, 2016).
Ante tal radiografía nacional, las IES del país han buscado resarcir tal situación a partir de
la reestructuración de las mallas curriculares de la oferta educativa en la que cada una
se constituye, buscando solventar las carencias y debilidades que los noveles estudiantes
universitarios acarrean desde la educación básica y media superior. Es así que se establece el
trayecto formativo de estudios generales, o denominado “tronco común”, en las IES públicas y
privadas de México el cual constituye un conjunto de asignaturas que el estudiante debe cursar
con la finalidad de construir un sustento de habilidades básicas y específicas para el adecuado
desarrollo profesional en el campo del conocimiento elegido.
De esta manera, el tronco común1 o estudios generales (EG) es el filtro más importante que
la comunidad estudiantil debe aprobar en aras de continuar sus estudios en nivel pregrado.
En este sentido, los EG representan el sistema más importante en la elección de los mejores
estudiantes para las carreras profesionales en las IES públicas y en las privadas de alta demanda
1 A partir de este momento se hará referencia al concepto “tronco común” como estudios generales.
46
y prestigio académico a nivel nacional e internacional. Estos cursos obligatorios tienen la
finalidad de “formar en la persona un tipo de cualidad que le permita su desarrollo integral y le
capacite para ubicarse significativa y responsablemente en el mundo a partir de una trayectoria
histórica” (Sierra, 2011, p. 46).
Sin embargo, pocos son las investigaciones que sustentan como objeto de análisis los estudios
generales en las IES en México; ante esto, es preciso que los investigadores educativos oteen
en los EG la opción ad hoc para responder y proponer acciones de mejora para las necesidades
educativas contextuales, así como el medio para dar voz a los actores educativos dentro del
campo: directivos, maestros, alumnos, padres de familia, comunidad, etcétera, que son quienes
guían la realidad educativa, siendo este documento una invitación abierta a la discusión sobre
el tema.
Para abordar los estudios generales en México, en el presente capítulo se realiza un análisis de
las dos corrientes básicas en las que se sostiene el tema; por un lado, los EG como mecanismo
para la formación de ciudadanía; y por otro, como espacio para formación y conformación de
los nuevos cuadros de investigadores del país, para finalizar en el apartado de conclusiones con
un análisis de las carencias que en materia de políticas educativas y legislativas vive y sobreviene
el tronco común en las instituciones de educación superior en la nación, detallando posibles
opciones de mejora desde los sustentos de la transferencias de políticas.
Por otro lado, se encuentran los que definen los EG como la posibilidad de desarrollar
integralmente a los individuos, en la medida que se entienden “…como la entidad académica más
propiamente orientada a formar en la persona un tipo de cualidad que le permita su desarrollo
integral y le capacite para ubicarse significativa y responsablemente en el mundo a partir de
una trayectoria histórica” (McCadden, 2017, p. 18); por último, existe la postura de entender a
los EG como conjunto de asignaturas que son común denominador de todas las licenciaturas
dentro de una universidad o IES, tales como “…la ecología, los derechos humanos, las lenguas
extranjeras, la globalización y computación aplicada. Estas cinco materias son comunes a todos
los alumnos de licenciatura y reconocen los nuevos ámbitos de investigación y conocimiento
que deben formar parte de un programa académico flexible, versátil, moderno e integrador” (Pi
i Murugó, 1998, p. 1).
Sin embargo, existe una línea que relaciona los EG con el desarrollo de habilidades científicas
en los estudiantes, la cual busca formar a los nuevos cuadros de investigadores en las distintas
áreas del conocimiento, teniendo como meta “...la educación de ciudadanos ‘arraigados’,
comprometidos con su comunidad local y con la global, conscientes de ser ciudadanos del
mundo y de su comunidad concreta, sabedores de que ‘la ciudadanía obliga’ a trabajar por el
47
LOS ESTUDIOS GENERALES EN LAS UNIVERSIDADES LATINOAMERICANAS: MODELOS, TEORÍAS Y TENDENCIAS
mundo al que se pertenece como ciudadano” (Cortina, 2008, p. 301). En esta área específica,
la literatura se concreta en analizar el qué, cómo y para qué de la formación de investigadores
desde la óptica de los EG, así como los problemas que presentan estas áreas respecto a la
mercadización de la educación superior.
Innumerables son los textos científicos que han definido el qué de los investigadores y sus procesos
formativos; de esta manera, están los que definen este recurso humano como constructores
de la ciencia a partir del conocimiento previo (Alonso Herrero, 1991; Cabello Molina, 1994);
están los que consideran a estos como agentes responsables del cambio educativo y social
(Castillo 2009; Colina Escalante, 2011) están los que definen al investigador como un sujeto con
formación holística tanto en la ciencia, los avances tecnológicos y las bellas artes (Martínez Rizo;
1999; Ramírez Montoya, 2010; Rivas Tovar, 2011); están los que lo circunscriben al campo de
conocimiento profundo del aparato teórico, metodológico y práctico en investigación (Cabello
Bonilla, 1994; Rincón Ramírez, 2004; De la Cruz Torres Frías, 2006; Mortera-Gutiérrez, 2011;
Lozoya Meza, 2017; Acuña Gamboa, 2018a), otros más que los reconocen como sujetos que se
forman a sí mismos a partir de mediadores humanos o desde la práctica misma (Rojas Soriano,
2008; Moreno Bayardo y Romero Morett, 2011; Alfaro Rivera, 2011; López Ordoñez y Naidorf;
2017; Nájera Ruiz, Murillo Pantoja y García Alavez, 2017); o bien, desde los intereses personales
para el desarrollo del habitus propio del investigador (Pons Bonals y Cabrera Fuentes, 2009;
Sánchez Dromundo, 2010; Jiménez García, 2010).
48
la corriente que enuncia que la FI se materializa a partir del trabajo directo de los noveles
investigadores con los especialistas consolidados dentro del campo investigativo a través de la
relación tutora (Martínez Rizo, 1999; Ramírez Montoya, 2010; López Ordoñez y Naidorf, 2017;
Nájera Ruíz, Murillo Pantoja y García Alavez, 2017).
Otra postura en la que convergen los expertos es la que asume que los bloques noveles de
investigadores se forman a partir de su incorporación en proyectos, redes y demás actividades
realizadas por las comunidades reconocidas en este campo de investigación (Rincón Ramírez,
2004; Ramírez Montoya, 2010; Alfaro Rivera, 2011; Morales Barrera, 2011); así mismo, se
encuentra la línea intelectiva que reconoce que la FI se logra en la relación bidireccional entre el
desarrollo teórico y metodológico de la educación formal con los intereses, gustos y necesidades
personales por asirlos como medio para perfeccionar el ejercicio de la investigación (Martínez
Rizo y Zorrilla Fierro, 1986; Arredondo, 1990; Martínez Rizo, 1999; Sánchez Dromundo, 2010;
Acuña Gamboa, 2018a).
Como se aprecia, al exponer los qué, cómo/dónde y para qué de la formación para la investigación
en México, se abre un panorama general de las tendencias en materia de políticas para la ciencia y
tecnología nacional sobre la cual se ha desarrollado, en las últimas tres décadas, el capital humano
de alto nivel que dedica sus esfuerzo al quehacer investigativo; partiendo de esto, se asume que
la FI como objeto de estudio puede ser analizada desde diferentes perspectivas e intereses de
investigación en y desde los estudios generales universitarios. Entre todos estos, hay una línea
de intelección que por los momentos de coyuntura política en el país cobra tal importancia que
es preciso analizarla con urgencia, esta es la relación cobertura/calidad/mercantilización de
la educación superior. En este sentido, dentro de la exigua literatura, se dibujan tres posturas
que abordan dicha relación; la primera argumenta que la oferta educativa privada ha crecido
demasiado por la laxitud de sus procesos de expedición de títulos académicos (masificación
educativa), así como por el desinterés de las Instituciones de Educación Superior (IES) públicas
por realizar investigación; por consiguiente, la parca o nula formación de nuevas generaciones
de investigadores en el campo científico (Rivas Tovar, 2004; Acuña Gamboa, 2018a).
49
LOS ESTUDIOS GENERALES EN LAS UNIVERSIDADES LATINOAMERICANAS: MODELOS, TEORÍAS Y TENDENCIAS
Una segunda línea asevera que uno de los grandes problemas que tiene la FI es la simulación,
entendida esta desde diferentes perspectivas; en primer lugar, la carencia en la rigurosidad
científica en las investigaciones (vaguedad en el desarrollo del pensamiento crítico, filosófico,
analógico, etcétera); posterior a esto, la relación de concupiscencia gestada entre autoridades de
distintos órdenes que facilitan información clasificada a un grupo selecto de investigadores a
cambio de favores (económicos, laborales, entre otros), lo que provoca limitadas miradas sobre
un problema; en tercer lugar, la falta de ética que merodea en algunos programas académicos
formadores para la investigación de reconocimiento nacional, por flexibilizar los procesos de
obtención de grados (tesis endebles o inacabadas) por la mera obligación de cubrir con los
criterios obligatorios que enmarca el Programa Nacional de Posgrados de Calidad (PNPC)
del CONACYT (Moreno Bayardo y Romero Morett, 2011). Por último, hay una línea de
investigación que argumenta la idea de que la masificación de la educación superior responde
a la necesidad de la población académica por ser reconocidos como investigadores dentro del
campo (entendido esto como la culminación de los estudios doctorales), razón por la cual
la oferta educativa existente sea el medio ad hoc para el logro de este objetivo profesional,
donde la iniciativa privada ha hecho de esta necesidad simbólica y social, un bien de consumo
demasiado redituable (Sánchez Dromundo, 2010; Elías Treviño, 2010; Suárez Zozaya, 2013;
Didriksson, 26/01/2013; Montalvo Romero y Villfuerte Valdés, 2014; Didriksson Takanayagui,
Herrera Márquez, Villafán Aguilar, Huerta Martínez y Torres Rios, 2016; Cruz Castro, 2017;
Acuña Gamboa, 2018a).
Sin embargo, la mercadización de la educación superior es una de las líneas de análisis menos
exploradas dentro de la investigación nacional; al respecto, se pueden recuperar los trabajos
de Bensimon y Ordorika (2006), Brunner y Uribe (2007), así como de Gama Tejeda (2017);
pero cuando se le relaciona con la formación de investigadores desde los estudios generales,
como queda manifiesto anteriormente, la literatura es exigua. En este sentido, la mercadización
educativa se entiende como el conjunto de estrategias políticas en las que un estado-nación
trasforma su relación con el sistema de educación superior, sucediendo su función de garante
educativo por la de mediador de la oferta y la demanda; es decir, referee de la libre competencia
por el mercado llamado educación.
Como se aprecia en el recuento de las fronteras nacionales del conocimiento, los estudios
generales en México tienen tendencias tan divergentes que esto puede abarcar casi cualquier
cosa. Más allá del análisis de las tendencias de estos cursos básicos en pregrado y posgrado, este
tipo de estudios se limitan a las áreas de adquisición de conocimientos teóricos y prácticos que
se encaminan al fortalecimiento de los contenidos abordados en educación media superior y la
primera parte de la formación profesional (licenciatura).
50
Por esta situación, es necesario exponer que las grandes dicotomías sobre el ser y quehacer de
los estudios generales en el país, no responden a objetivos o metas concretas en la formación
de los futuros profesionales; más bien, se erige como un mecanismo de embudo frente a la gran
demanda educativa de los niveles superiores, lo que permite tener parámetros para la cooptación
de los espacios escolares en instituciones con alto número de interesados (como la UNAM,
IPN, etc.). En los próximos años esta problemática se verá aumentada a través por las políticas
en materia de educación superior del gobierno lopezobradorista, que busca la cobertura del
100% en este nivel, para lo cual ha dispuesto la creación —fantasma— de cien universidades
nombradas Benito Juárez (Acuña Gamboa, 02/09/2018), situación que solo masificará, aún
más, los títulos profesionales sin oportunidades de oferta laboral.
A pesar que México ocupa los primeros lugares en producción de conocimiento científico (solo
por debajo de Brasil), todavía no se precisa de los resultados y sugerencias que la comunidad
científica expone y deja a la discusión año con año en materia educativa. Aunque la temática
es incipiente, existen experiencias exitosas como las del Instituto Tecnológico Autónomo de
México (ITAM), que demuestran que los estudios generales en México son una necesidad
apremiante para el buen desarrollo de los futuros profesionales, siempre y cuando se eleve a
rango prioritario en materia de hechura de políticas educativas. Considerando lo anterior, el
gobierno mexicano debe visualizar las experiencias en la materia de los países de la región tales
como Brasil y Perú, que ha dispuesto dentro de la ley nacional o universitaria, la incorporación
de los estudios generales como eje rector en la formación integral; en otras palabras, se necesita
de mecanismos de transferencias de políticas de respondan a esta necesidad (Flores Crespo
y Ruiz Chavéz, s.f.), transferencias que permitan a la educación superior mexicana salir del
escollo en el que se encuentra postrada desde hace varias décadas.
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LOS ESTUDIOS GENERALES EN LAS UNIVERSIDADES LATINOAMERICANAS: MODELOS, TEORÍAS Y TENDENCIAS
56
Sentidos formativos y organizativos
de los estudios generales en las
universidades peruanas
Osbaldo Turpo-Gebera
Alejandra Hurtado-Mazeyra
Gerber Pérez-Postigo
Yvan Valery Delgado-Sarmiento
Pedro Estanislao Mango Quispe
Introducción
El desafío planteado en Perú por la Ley Universitaria 30220 del 2014, presupone un conjunto de
cambios y continuidades. Entre las reformas destaca la modificación de los estudios de pregrado,
al establecer un periodo de formación denominado Estudios Generales (EEGG), de carácter
obligatorio y con una duración no menor de 35 créditos. Está dirigido a la formación integral
de los estudiantes (art. 41) y como etapa previa a los estudios específicos y de especialidad (art.
42). En ese discurrir, las universidades peruanas han emprendido procesos de implementación,
de acuerdo a sus propias condiciones y flujos de decisión. Cada universidad ha determinado
la dinámica de su puesta en operatividad, buscando responder, desde sus perspectivas, a las
demandas sociales y políticas que caracterizan a nuestra multiforme realidad.
En los procesos instituidos por las universidades sobre los EEGG se reconoce la complejidad
de las dinámicas y sentidos asignados, declarados e implementados con el propósito de (re)
instituir lo que Kant (1798, 2003) denominaba la “facultad inferior” (facultad de humanidades)
como preámbulo a las facultades superiores. Entendía Kant, a la facultad inferior (o de filosofía)
como los estudios básicos que todos los estudiantes deberían cursar antes de su formación
especializada (profesionalizante). Por consiguiente, los estudios humanísticos tenían el deber
de cautelar la libertad de investigación y autonomía del saber, para la búsqueda de la verdad y
que toda universidad debería preservar. En esa línea reside el espíritu de la norma de los EEGG
en las universidades peruanas, de ampliar los horizontes de comprensión hacia una visión de
conjunto del conocimiento disciplinar, para afianzar la formación integral e integradora.
57
LOS ESTUDIOS GENERALES EN LAS UNIVERSIDADES LATINOAMERICANAS: MODELOS, TEORÍAS Y TENDENCIAS
La relevancia de la universidad discurre por sendas cada vez más comprometidas, no solo con la
formación profesional y ciudadana, sino también con el desarrollo nacional. Sin duda, un reto
instituyente de nuevas perspectivas, para la construcción de un sistema universitario que enfatice
en la calidad asociada al desarrollo del capital humano y social (Del Campo y Salcines, 2008;
Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, 1998, Yáñez, 2001). Las actuales
reformas universitarias encuentran resistencias ante el incesante capitalismo competitivo y la
tecnocracia (Naidorf, 2016; Moreira, 2017) y que involucra asumir las humanidades críticas
como “ejercicio y praxis en el tratamiento de la condición humana, a fin de ofrecer respuestas
a las crisis, los conflictos y los problemas del presente y de la posteridad” (Flores, 2019, p. 205).
Reconocerla, según Quintanilla (2016), es fundamental por su significatividad en la propia
especialización.
El desafío de los EEGG ante el contexto de cambios sociales, tecnológicos, políticos, culturales,
etc., exige afinar las políticas educativas que tiendan hacia una educación de calidad para
todos (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, 2015).
El reto demanda “la formación de profesores, la inversión en infraestructura, la tecnología
utilizada, la idoneidad, las relaciones humanas, la coherencia institucional, la actualización de
los currículos, entre otros, [como] centrales y [que] no deben de ser descuidados” (Rodríguez,
2015: 3), hasta generar reflexiones sobre su rol emancipador “¿a qué fines sirven nuestros saberes
y prácticas? ¿A qué valoraciones implícitas o explicitas responde?” […] ¿Qué valor tienen […]
en la organización curricular de los programas, de las áreas de investigación, de los proyectos
que se financian?” (Flores, 2019, p.205).
Los EEGG en las universidades siguen trayectorias singulares, van desde ciclos horizontales,
de concentración de materias no necesariamente vinculados a la especialidad, se llevan en los
primeros años y son tutelados por una instancia académica; pasando por ciclos transversales,
donde cursan asignaturas condensadas al inicio y, paralelamente, cursan materias de la
especialidad y en distintas facultades, sin mayor dependencia institucional. En una u otra
dirección, concurren itinerarios de distinta naturaleza formativa, definidas por los sentidos
asignados (Cabrera, 2018). Estos transitan desde la unidimensionalidad, postura miope
que convoca a una comprensión meramente disciplinar, por ende, de contrariedades en su
aprendizaje; hasta una visión multidimensional y compleja, cuyo abordaje requiere de un
58
sostenido esfuerzo de trabajo interdisciplinar (Blondet, 2019). Para Vélez-Cardona (2013), la
postura de la “integración de los diversos saberes o áreas de conocimiento ha sido un objetivo
perenne y medular de los estudios generales, aunque no siempre concretado” (p. 644).
En diferentes latitudes, los EEGG siguen trayectorias con orientaciones singulares. En Europa,
o más propiamente en el Espacio Europeo de Educación Superior (EEES), la formación
universitaria comprende programas de grado (carreras universitarias entre tres o cuatro años),
a los que se accede a través de los estudios de bachillerato u otra titulación habilitante. El
bachillerato tiene un sentido propedéutico para la continuidad de los estudios universitarios;
mientras que los estudios de grado enfatizan en una formación básica y especifica de la
especialidad y de incorporación al mundo del trabajo. En los Estados Unidos, en los colleges
o universidades, se cursan asignaturas que conducen al título de Bachelor’s Degree, donde se
imparten los EEGG (core curriculum) como previos a la objetivación del saber de cada carrera
y disciplina, mediante contenidos que deben ser conocidos independientemente de su área de
especialización.
En Sudamérica, los EEGG en las universidades presentan cursos variados, como se aprecia
en los países elegidos por su trascendencia y proximidad. En Chile, por ejemplo, la Pontificia
Universidad Católica de Chile oferta programas de formación general de cuatro semestres
con varias menciones (Ciencias Naturales y Exactas y Humanidades y Ciencias Sociales),
independiente de otras facultades, y sin constituir requisito de estudio. La Universidad de
Buenos Aires (Argentina) estableció el Ciclo Básico Común (CBC) como formación básica
integral e interdisciplinaria, con duración de un año académico, para desarrollar el pensamiento
crítico, así como las metodologías de aprendizaje y la formación ética, cívica y democrática. En
Colombia, la Universidad Nacional de Colombia ofrece el Ciclo Básico Universitario (CBU)
para quienes inician su formación universitaria, dividida en tres áreas de conocimiento (Artes
y Humanidades, Ciencias Sociales y Ciencia y Tecnología). Mientras que en Venezuela, la
Universidad Simón Bolívar propone un ciclo básico, correspondiente al primer año de carrera,
coordinado por el Decanato de Estudios Generales, y con varias materias de EEGG a lo largo
de su formación.
59
LOS ESTUDIOS GENERALES EN LAS UNIVERSIDADES LATINOAMERICANAS: MODELOS, TEORÍAS Y TENDENCIAS
El rumbo descrito como deseable para los EEGG exige considerar los modelos de sociedad,
al igual que de las universidades, por un lado, de la “comprensión sinérgica y entrópica del
mundo y, por otro, de los procesos que fomenten la comprensión del otro” (Vidal, 2013,
p. 206). Por tanto, la esencia impresa a su decurso, permite reconocer y comprender sus
sentidos. Para Tula (2006), su entendimiento involucra la necesidad de reflexionar sobre
el valor de control de la naturaleza, así como de las prácticas científicas y la asignación
del valor hegemónico. Tal situación conlleva a la confusión extendida entre dos sentidos
disímiles: entre control como capacidad tecnológica y control como dominio de la
capacidad tecnológica en función de valores. En sentido último, entre formación integral
e integradora y la rentabilidad, que para Nussbaum (2010) implica la comprensión de la
diversidad y complejidad, por ende, de la responsabilidad.
En el espíritu de la reforma impulsada por los EEGG subyace el sentido humanista, como “la
capacidad de imaginar estar en el lugar de los demás y en el reconocimiento y la reflexión
sobre su relación con un mundo que no puede ni debe intentar controlar en su totalidad”
(Vidal, 2013, p.206). Dicha postura invita a reflexionar sobre las tensiones entre la educación
humanista y la educación para la renta (Nussbaum, 2010), una confrontación que tolera
deslindar la relación del desarrollo humano con el bienestar económico; así como responder
a la creciente masificación de la educación superior (Navarro, 2017) que, sin “una formación
escolar adecuada ni la madurez académica y educacional necesaria para elegir una carrera”
(González y Espinoza, 2018, p. 92), recalan en las universidades. De ahí que la orientación de
los EEGG se perfile, según los modelos universitarios, en varios sentidos: desde la adopción
de formas de superación de las debilidades formativas y culturales, hasta un espectro amplio
de saberes y conocimientos que definen con mayor base las trayectorias futuras.
Siguiendo los modelos establecidos por las universidades peruanas, los EEGG abarcan entre
uno y dos años. En la mayoría de ellas, desarrollan un plan de estudios que busca remediar la
formación básica (once años de escolaridad) de carácter terminal (educación secundaria) y no
transicional; sin una formación habilitante para la continuidad de los estudios universitarios,
como en otros países (bachillerato). De esa manera, los planes formativos de EEGG buscan
responder a las necesidades académicas de la formación básica (Guerra, 2011, Ramírez, 2005),
con materias compensatorias o de nivelación (remediales); asimismo, consideran cursos
introductorios a la especialidad profesional (propedéutica) y al desarrollo de competencias
genéricas orientados al desarrollo de una cultura humanística y científica (esencialistas), sin
la amplitud y profundización necesarias para la formación integral.
60
al igual que el soporte institucional que articule y promueva su integración (OCDE, 2016).
En nuestro país, la experiencia de los EEGG resulta singular y novedosa para casi la totalidad
de las universidades, una experiencia donde se reconoce la impronta de sus proyecciones
y los decursos de sus proyectos educativos, devenidos del cultivo de las humanidades y
orientados a la reforma de los saberes (López, 2006). Por ende, reconocer la variedad de los
sentidos formativos y de organización de los EEGG resulta fundamental para comprender las
perspectivas y contrastes institucionales sobre los desarrollos formativos y organizacionales.
Las universidades peruanas como instituciones sociales establecen relaciones diferenciadas con
las normas, dada la flexibilidad de la ley; así como con la diversidad de supuestos axiológicos.
Las universidades, a través de sus intervenciones producen sentidos y se posicionan en torno
a sus repertorios interpretativos, como enunciados sobre su hacer. Los sentidos se inscriben
dentro de contextos, es decir, son sentidos contextualizados, que pueden ser recapitulados
o revigorizados mediante otras formas (en otros contextos). Para Spink y Medrano (2013),
componen representaciones sociales sobre un algo, una imagen construida, delineada y
reconocible que alimentan, definen o amplían los repertorios constituyentes. En ese entender,
la implementación de los EEGG derriba barreras y se vincula con nuevos contextos culturales
de desarrollo y expresión (Córdoba, 2013; Díaz-Barriga, 2005).
La organización e impulso de los EEGG requiere de instancias de gestión que hagan viable
la vinculación de los procesos formativos con su avance académico. La gestión del proceso
implica “relacionar técnicas y métodos, conjugar sistemas de interpretación de la realidad”
(Rodríguez, 2015, p. 8), para contar con un modelo de ejecución que respalde las decisiones
institucionales en el escenario sociocultural y político donde se desenvuelve. Tales sentidos
imprimen una estructura de ordenación o, más propiamente, un sentido organizacional, que
61
LOS ESTUDIOS GENERALES EN LAS UNIVERSIDADES LATINOAMERICANAS: MODELOS, TEORÍAS Y TENDENCIAS
Visto el carácter conceptual que define los sentidos formativo y organizacional de las
universidades, interesa reconocer los sentidos manifiestos (formativos y organizativos) de su
implementación en los EEGG, desde la comprensión de las dinámicas de cambio, así como de
las perspectivas encausadas, mediante el “empleo de sus capacidades racionales, discursivas
y críticas” (Guerra, 2011, p. 61). Su abordaje permitirá vislumbrar la multiplicidad de
disposiciones institucionales implementadas ante “la pluralidad que somos y asumir también
que el mundo común implica y supone una multiplicidad” (Patrón, 2010, p. 20). En esa línea,
conviene también valorar los logros, las dinámicas y condicionantes de los flujos de decisión
asumidos.
Desarrollo
En el estudio de los sentidos formativos y organizativos de los EEGG en las universidades
peruanas se sigue un enfoque cualitativo, de “una descripción intensiva, holística, y un
análisis de una entidad singular” (Pérez, 1994: 85), que permita establecer sus sentidos,
entendidos como una construcción social e interactiva que emerge histórica y culturalmente
en la dinámica de relaciones, facilitando la comprensión de las situaciones y fenómenos de su
alrededor (Domínguez, 2014; Espinosa y Ramos, 2013; Spink y Medrado, 2004).
Contexto de estudio
A fin de determinar las prevalencias de los sentidos asignados a los programas de EEGG, se
analizó el contenido normativo y las políticas institucionales de 50 universidades del país,
como muestra del estudio (Anexo 1), que representa al 56% de las 90 universidades licenciadas
(acreditación institucional que certifica las Condiciones Básicas de Calidad, CBC) por la
Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria (SUNEDU) a diciembre
de 2019. De ellas, 27 son públicas (54%) y 23 privadas (46%). Fueron seleccionadas en
función a su representatividad institucional (reconocidas por su trascendencia). De las
23 privadas, 15 son universidades asociativas (sin fines de lucro) y 8 societarias (con
fines de lucro).
62
Tabla 1
ORGANIZACIÓN FORMATIVA (CURRICULAR) DE LOS
ESTUDIOS GENERALES EN LAS UNIVERSIDADES PERUANAS
Universidades
Nacionales/Públicas (UNP) 16 a 18 8 a 10 4a6 6a8
Universidades
Privadas Societarias (UPS) 14 a 16 6a8 12 a 14 3a5
Universidades
Privadas Asociativas (UPA) 12 a 14 26 a 28 8 a 10 24 a 26
Total de asignaturas 42 a 48 40 a 46 24 a 30 33 a 39
Análisis de resultados
El contenido de la información analizada de las web institucionales universitarias permitió
estructurar los sentidos formativos y organizativos de los EEGG, que en instancias últimas
definen rumbo y posibilidades. Los sentidos implementados, como espacios de producción en
contextos específicos, apuntan al develamiento y comprensión de los procesos de implementación,
establecidos en las resoluciones de funcionamiento de los programas de estudio.
63
LOS ESTUDIOS GENERALES EN LAS UNIVERSIDADES LATINOAMERICANAS: MODELOS, TEORÍAS Y TENDENCIAS
Interdisciplinar Sentido
Introducción a Especialidad
Sentido
(SIE)
Integración Disciplinar
(SCE)
Grado de Sentido
complejidad del Remedial/Compensatorio Sentido
conocimiento (SRC) Capacidades Esenciales
(SCE)
Disciplinar
64
remedial o compensatoria. Un sentido formativo que prima en 45% en las Universidades
Nacionales/Publicas (UNP), menor (38%) en las Universidades Privadas Societarias (UPS)
y significativamente menor (18%) en las Universidades Privadas Asociativas (UPA). La
distribución indicaría que las UNP y UPS privilegian el Sentido Remedial/Compensatorio
(SRC), a diferencia de las UPA, donde el énfasis es considerablemente menor. Entre las
asignaturas identificadas con este sentido se ubican las de carácter disciplinar (cursocentrismo),
de asignaturas básicas (matemática, ciencias, comunicación, idiomas, etc.) desarrolladas
aisladamente, y sustancialmente orientadas a remontar el déficit formativo de los estudiantes y
evitar el rezago académico.
Los otros sentidos formativos de los EEGG se orientan a desarrollar ciertas capacidades
fundamentales (comprensión de textos, metodología de estudios, epistemología, conocimiento
científico, visión contemporánea, etc.), con un sesgo marcadamente occidental o europeizante.
Tales asignaturas representan al 28% de las asignaturas impartidas, buscan asegurar la continuidad
formativa, de uso de la información en la construcción del conocimiento, imprimiendo un
marcado sentido esencialista. En las UPA, el Sentido de Capacidades Esenciales (SCE) agrupa
Tabla 2
ORGANIZACIÓN ADMINISTRATIVA (GESTIÓN) DE
LOS ESTUDIOS GENERALES EN UNIVERSIDADES PERUANAS
Sentido Organizativo de la Unidad Responsable de los
EEGG
Gestión Dependiente
Gestión Autónoma (SGA)
(SGD)
Coordinación Dirección de Escuela de
Jefatura de
de Estudios Estudios Estudios
Tipo de Gestión de las Generales
Estudios
Generales Generales
Universidades (CEG)
Generales (JEG)
(DEG) (EEG)
(Jefatura)
(Coordinador) (Director) (Decano)
Universidades
Nacionales/Públicas (UNP) 11 4 5 7
Total de asignaturas 20 11 11 8
65
LOS ESTUDIOS GENERALES EN LAS UNIVERSIDADES LATINOAMERICANAS: MODELOS, TEORÍAS Y TENDENCIAS
a un 36% de materias, más que en las UPN (24%) y las UPS (18%). Otro grupo de asignaturas
expresa un Sentido de Introducción a la Especialidad (SIE), de iniciación en la futura profesión
(introducción a la macroeconomía, introducción a la ingeniería química, introducción a la
sociología, etc.), que en promedio, comprenden al 18% de las asignaturas; presente con
mayor énfasis en las UPS (34%), que las UNP (13%) y UPA (12%). Este sentido formativo
en la UPS revelaría un interés por atraer o captar estudiantes, de un aprovechamiento
utilitarista, no acorde con la formación integral o general, sino de iniciación temprana en
la formación profesional.
El último de los sentidos formativos revelados desde los planes de EEGG, y que en mayor
grado se aproximaría a una formación integral o integradora, o más propiamente, al sentido
declarado en la ley universitaria, está dado por el Sentido de Integración Disciplinar
(SID). Este sentido, en términos medios, es abordado en un 34% de asignaturas en las
universidades peruanas; con una mayor recurrencia en las UPA (34%) que las UNP (18%)
y UPS (10%). El énfasis en el desarrollo de asignaturas interdisciplinares, como sociología
de la ciencia, sociedad y cultura, geoestadística, información y sociedad, etc., revelaría una
visión y prioridad estratégica. Esta concepción es ampliamente manifiesta en las UPA, al
promover la interacción disciplinar, conectándolas y definiendo sus vinculaciones para que
el conocimiento no se produzca de forma aislada, disgregada y fragmentada.
El reconocimiento de los sentidos formativos seguido por los diversos modelos de gestión
de las universidades peruanas expresa el nivel de dificultad del aprendizaje o grado de
complejidad del conocimiento (figura 1), esto es, de sentidos transicionales o progresivos,
no estáticos sino evolutivos. Un proceso de construcción paulatina que discurre desde una
estructura curricular disciplinar (SRC) a una interdisciplinar (SID). En esa línea, el SID es
Autonomía
Dirección de Escuela de
Estudios Generales Estudios Generales
(DEG) (EEG)
Nivel
Funcional de
Gestión
Coordinación de
Jefatura de
Estudios Generales
Estudios Generales
(CEG)
(JEG)
Dependencia
66
más proclivemente manifiesto en las UPA que en las UNP y UPS, como sentido formativo
más próximo a lo prescrito en la ley universitaria. Un patrón de desarrollo formativo que
expresa un carácter humanista y científico y orientado a la formación integral, revelada con
diferentes énfasis y proyecciones.
En sentido inverso a lo descrito, un 38% de universidades otorgan a los EEGG una mayor
autonomía para su gestión, a través de Direcciones y Escuelas/Facultades. El nivel de
independencia (SGA) es manifiestamente expresado más en las UNP (44%) y las UPA (40%),
y muy restringidamente en las UPS (13%). Solo una UPA, con una larga tradición académica,
cuenta con una “facultad” de EEGG, con dos decanos, uno en Ciencias y otro en Letras, como
expresión y evidencia del “deber ser” de dichos estudios. Una significativa aspiración de varias
universidades. En distintos documentos normativos de las UPN se reconoce la necesidad de
constituir unidades funcionales de mayor autonomía (Escuela/Dirección). En términos de
gestión de dichos estudios, las UPS prefieren un SGD.
67
LOS ESTUDIOS GENERALES EN LAS UNIVERSIDADES LATINOAMERICANAS: MODELOS, TEORÍAS Y TENDENCIAS
Conclusiones
La implementación de los EEGG en las universidades peruanas se afirma tenuemente en el
sentido establecido por la ley universitaria, de dotar al estudiante de una formación integral
que permita “mirar y pensar el mundo desde diversas perspectivas. No es solo una mera
perspectiva multidisciplinaria, sino que el ideal era una mirada completa, integral, la cual
presupone la interdependencia de las disciplinas” (Del Valle, 2011, p.49). En esa dirección se
forja la autonomía personal, para actuar con libertad y asumir responsabilidades. Reconocer
y evaluar estos ideales o sentidos formativos y organizativos, resulta aún prematuro
en nuestro país, aunque se evidencian esfuerzos por construir la madurez intelectual y
emocional requerida para afrontar la oleada neoliberal, de hacer de la universidad “una
corporación financiera, o una empresa que debe buscar el lucro” (Cortés, 2019, p. 185).
Una intencionalidad manifiesta en las UPS, dado su carácter constitutivo, de fines de
lucro y escasa atención a la formación integral, y mayor orientación a la especialización; a
diferencia de las UPA, más afirmadas en su orientación humanista y científica.
Para la dinamización del plan de EEGG, las universidades peruanas recurren a diversas
formas organizativas. Dentro de las estructuras organizativas preferidas por las
universidades peruanas para la gestión de los EEGG están las de sentido dependiente, de
carácter subordinado, que en esencia limita las posibilidades de cumplimiento de la norma,
68
de construir las condiciones académicas para una formación integral, enriquecida por sus
vivencias educativas, como sustancia significativa de su formación profesional (Del Valle,
2011, Cabello y Ortiz, 2013). Este carácter dependiente o de limitada autonomía de los
órganos de gestión de los EEGG, constituirá un indicador de la reciente implementación,
desde el 2016, con una antigüedad promedio de dos años. Expresaría también las
dificultades para construir modelos propios o adaptados a su contexto, basado no solo
en el cumplimiento de la norma, sino en una proyección de mayor alcance: de hacer de la
universidad un motor del desarrollo nacional.
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En M. Giusti (ed.). El conflicto de las facultades. Sobre la universidad y el sentido de las
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4634202046215876
71
LOS ESTUDIOS GENERALES EN LAS UNIVERSIDADES LATINOAMERICANAS: MODELOS, TEORÍAS Y TENDENCIAS
72
Anexos
Anexo 1
UNIVERSIDADES PERUANAS SELECCIONADAS (Muestra de Estudio)
Tipo de Gestión
N° Código Nombre de la Universidad
UNP UPA UPS
1 PUCP Pontificia Universidad Católica del Perú X
2 UAC Universidad Andina del Cusco X
3 UARM Universidad Antonio Ruiz de Montoya X
4 UCSM Universidad Católica de Santa María X
5 UCSP Universidad Católica San Pablo X
6 UCV Universidad Cesar Vallejo X
7 UCSUR Universidad Científica del Sur X
8 CONTINENTAL Universidad Continental X
9 UTEC Universidad de Ingeniería y Tecnología X
10 UL Universidad de Lima X
11 UP Universidad del Pacífico X
12 UESAN Universidad ESAN X
13 UNIFÉ Universidad Femenina del Sagrado Corazón X
14 ULCB Universidad Le Cordón Blue X
15 UMCH Universidad Marcelino Champagnat X
16 UNALM Universidad Nacional Agraria La Molina X
17 UNAAT Universidad Nacional Autónoma Altoandina de Tarma X
18 UNACH Universidad Nacional Autónoma de Chota X
19 UNDAC Universidad Nacional Daniel Alcides Carrión X
20 UNAB Universidad Nacional de Barranca X
21 UNC Universidad Nacional de Cajamarca X
22 UNDC Universidad Nacional de Cañete X
23 UNE EGyV Universidad Nacional de Educación Enrique Guzmán y Valle X
24 UNH Universidad Nacional de Huancavelica X
25 UNI Universidad Nacional de Ingeniería X
26 UNJ Universidad Nacional de Jaén X
27 UNAP Universidad Nacional de la Amazonía Peruana X
28 UNP Universidad Nacional de Piura X
29 UNAS Universidad Nacional de San Agustín X
30 UNT Universidad Nacional de Trujillo X
31 UNT Universidad Nacional de Tumbes X
32 UNA Universidad Nacional del Altiplano X
33 UNAC Universidad Nacional del Callao X
34 UNCP Universidad Nacional del Centro del Perú X
35 UNS Universidad Nacional del Santa X
36 UNHEVAL Universidad Nacional Hermilio Valdizán X
37 UNAJMA Universidad Nacional José María Arguedas X
38 UMSM Universidad Nacional Mayor de San Marcos X
39 UNSAAC Universidad Nacional San Antonio Abad del Cusco X
40 UNSCH Universidad Nacional San Cristóbal de Huamanga X
41 UNASAM Universidad Nacional Santiago Antúnez de Mayolo X
42 UNTRM Universidad Nacional Toribio Rodríguez de Mendoza X
43 UPCH Universidad Peruana Cayetano Heredia X
44 UWEINER Universidad Privada Robert Weiner X
45 UPT Universidad Privada de Tacna X
46 UPN Universidad Privada del Norte X
47 UPAL Universidad Privada Peruano Alemana X
48 URP Universidad Ricardo Palma X
49 USIL Universidad San Ignacio de Loyola X
50 USMP Universidad San Martín de Porres X
Total 27 15 8
Leyenda: UNP: Universidad Nacional/Pública, UPA: Universidad Privada Asociativa, UPS: Universidad Privada Societaria.
73
LOS ESTUDIOS GENERALES EN LAS UNIVERSIDADES LATINOAMERICANAS: MODELOS, TEORÍAS Y TENDENCIAS
Anexo 2
Ficha de Análisis de Contenido: Sentido Formativo y Organizativo
de los Estudios Generales en las Universidades Peruanas - 2019
(FAC-SFO-EEGG-UP-2019)
Remediales/
Compensatorias
(ARC):
Superación de
déficits formativos y
refuerzo
académico
Subtotal
Capacidades
Esenciales
(ACE):
Aseguramiento
de la continuidad
formativa
Subtotal
Introducción a
Especialidad
(AIE):
Iniciación disci-
plinar en la futura
profesión
Subtotal
Integración
Disciplinar
(AID):
Interacción de disci-
plinas para lograr un
nuevo conocimiento
Subtotal
Total
Leyenda
Código: correspondiente a la universidad donde se cursa la asignatura (Anexo 1)
Tipo: asignatura Obligatoria (O), asignatura Electiva (E)
Crédito: valor académico de la asignatura
Ciclo: periodo en que se cursa la asignatura: I, II, III o IV semestre
74
Anexo 2
Ficha de Análisis de Contenido: Sentido Formativo y Organizativo
de los Estudios Generales en las Universidades Peruanas - 2019
(FAC-SFO-EEGG-UP-2019)
Gestión
Dependiente
(GD):
Subordinación a
instancia mayor,
con escaso nivel de
decisión funcional,
básicamente,
como órganos de
apoyo
Subtotal
Gestión
Autónoma
(GA):
Independencia de
decisión e inter-
vención funcional,
dando cuenta a
instancia mayor
Subtotal
Total
Leyenda
Código: correspondiente a la universidad seleccionada (Anexo 1)
Documento: Tipo de documento de creación, Resolución (R), NO Especificado (N/E)
Año: año de creación del programa
Denominación de unidad: Coordinación (C), Jefatura (J), Dirección (D), Escuela (E), Facultad (F)
75
Estudios Generales Letras en la
Pontificia Universidad Católica del Perú
(PUCP), experiencia de un ensayo ético
no convencional
Martín Valdiviezo Arista
Jonathan Alvarado Ramos
Mayra Salas Matienzo
Introducción
Este capítulo examina las implicancias del desarrollo de un texto personal en el que a
través de una narrativa autobiográfica, los estudiantes de una universidad privada de Lima
reflexionan sobre los procesos de formación de su identidad ética, en especial en torno a sus
valoraciones, actitudes e interrelaciones consigo mismos y con otras personas teniendo en
cuenta factores de género, etnicidad y clase social. En estas reflexiones, ellos reinterpretan
a pensadores como Sócrates, Platón, Aristóteles, Immanuel Kant, Simone Weil, Hannah
Arnedt, Charles Taylor, Axel Honneth, Nancy Fraser, Pierre Bourdieu, Fidel Tubino e Iris
Marion Young para sostener sus juicios y plantearse maneras de transformar sus creencias
y practicas a fin de contribuir en la construcción de una sociedad más digna, justa y feliz.
La universidad humanista
En 1970 se crearon los Estudios Generales Letras (EE.GG.LL.) y los Estudios Generales
Ciencias (EE.GG.CC.) en la PUCP. Impulsados durante el rectorado de Felipe Mac
Gregor, S.J. (1963-1977), ambos programas surgieron con una orientación y un propósito
marcadamente humanista. El Anteproyecto de los Estudios Generales de la PUCP según
Guerra (2011) anunciaba:
77
LOS ESTUDIOS GENERALES EN LAS UNIVERSIDADES LATINOAMERICANAS: MODELOS, TEORÍAS Y TENDENCIAS
[…] el establecimiento de las bases para la formación de una actitud culta general en el
alumno, centrada en la comprensión del hombre y el mundo como horizonte necesario
y para el desenvolvimiento de las especialidades científicas profesionales. Penetración
en el sentido de la ciencia, la filosofía, el arte, la religión, la técnica y el trabajo, como
esfuerzos desplegados por el hombre para consolidar y expandir su existencia. (p. 69)
John Stuart Mill, influyente filósofo británico del siglo XIX, definía la educación liberal en los
siguientes términos (Mill 2004):
Siendo su propósito el cultivo de la persona, la educación liberal tiene como primer objetivo
la construcción de una identidad individual competente y moral; así una persona estaría
en condiciones de desarrollar una especialización y tornarse en un profesional preparado y
juicioso. Por ello, la formación de una universidad humanista debería ofrecer a cada estudiante
la oportunidad de explorar y profundizar reflexivamente en la pregunta humanista fundamental:
¿quién soy?
El humanismo católico, tradición oficial de la PUCP, comparte una perspectiva más comunitaria
frente a la misma pregunta. El teólogo Felipe Zegarra S.J., en la lección inaugural del año
académico 2015 de los EE.GG.LL. de la PUCP, advirtió que la pregunta ¿quién soy? no debe
olvidar el ámbito social de la constitución de nuestra individualidad. Cuando el “yo” olvida su
construcción a través de vínculos humanos, puede perder precisamente esa “actitud básica de
respeto, de ser capaces de reconocer que cada persona, aún la más cercana, aún en el amor y
78
la amistad, es un misterio insondable para nosotros” (2017, p. 59). El egoísmo y la corrupción
nacerían de una desatención por aquello que Zegarra (2017) llama un identificarse: “Buscar
la propia identidad en el contexto humano y social en el que se vive y, para ser más preciso,
de sopesar los condicionamientos humanos que nos marcan desde el principio de la propia
existencia” (p. 58). Responder a esta pregunta debe poner en movimiento un proyecto educativo
a favor de personas y no de tecnócratas.
Dadas las características de los EE.GG.LL. PUCP, los cursos de Ética ofrecen un espacio
privilegiado para reflexionar sobre la pregunta ¿quién soy? En la historia de la filosofía, el ejercicio
de la reflexividad humana adquiere prioridad en la obra de Sócrates. En sus palabras: “Una vida
sin examen no tiene objeto para el hombre vivirla” (Platón, 1985, p. 180). El autoconocimiento
dependería de la reflexión cotidiana constante sobre nuestras creencias y nuestras prácticas.
La importancia de la pregunta por la identidad también ha sido resaltada por el filósofo Fidel
Tubino, decano de EE.GG.LL. PUCP entre el 2005 y el 2010. En la Lección Inaugural de los
EE.GG.LL. PUCP del 2013, manifestó:
Saber quiénes somos, nos dice Charles Taylor, es como conocer dónde nos encontramos.
Por esto preguntarnos por nuestra identidad es como intentar averiguar mediante un
continuo debate esclarecedor por nuestra ubicación en la sociedad (2017, p. 36).
La enseñanza de la ética
Lo ético no es una preocupación exclusiva de los filósofos sino de toda cultura, de toda
comunidad humana, de toda persona que aspira a una mejor manera de convivir. Por ello,
la reflexión ética no se contenta con explicar cómo solemos actuar los humanos, sino que
aspira a esclarecer cómo debemos actuar y a determinar nuestras acciones a fin de alcanzar la
excelencia de la vida humana en comunidad. Conceptos como humanidad, comunidad, bien
común, buen vivir, prudencia, dignidad, justicia, paz, solidaridad, empatía, reciprocidad,
autonomía, felicidad, han adquirido contenidos distintos en cada tradición y cultura. Pero,
¿qué experiencias colectivas han constituido esos sentidos?, ¿acaso esas palabras pueden
abarcarlas?
79
LOS ESTUDIOS GENERALES EN LAS UNIVERSIDADES LATINOAMERICANAS: MODELOS, TEORÍAS Y TENDENCIAS
Lo ético nos obliga a evaluar y cuestionar nuestros principios de acción constantemente. Muchas
veces, en circunstancias particulares, el conocimiento de los conceptos de los autores es insuficiente
para esclarecer la decisión a tomar, ya que la ética como disciplina no nos dice específicamente
cómo actuar ante las vicisitudes de la vida, contingentes e indeterminables. La ética filosófica no
ofrece recetas ni preceptos. Su pretensión es más modesta y ardua, se trata de esclarecer cuáles son
las condiciones que debe cumplir una acción correcta, justa y virtuosa en una situación y contexto
particulares.
Todo curso de Ética es una travesía por este incierto territorio. Aristóteles nos advirtió que la ética
tiene como fin la praxis y no la teoría. Una persona más virtuosa será entonces la que tenga una
vida más buena, más que un discurso brillante sobre lo que es el bien.
¿Un curso de Ética debería, entonces, suscitar mejores disposiciones para actuar bien?, ¿en qué
medida una universidad debería ofrecer cursos de Ética en sus estudios generales?, ¿qué sentido
tiene para los docentes de filosofía impartir un curso de esta naturaleza?
Estas dificultades y preguntas deben ser asumidas por todo curso de Ética. Por un lado, no basta re-
frasear las definiciones de grandes conceptos claves en la historia de la ética; por otro lado, no hay
una práctica precisa que claramente haga a las personas (profesores y estudiantes) más virtuosas,
más responsables de construir una mejor convivencia a través de sus actos cotidianos. En nuestro
curso dictado entre el 2015 y el 2019 en los EE.GG.LL. PUCP, apostamos por promover una
lectura crítica, reflexiva y creativa de los grandes autores, que a su vez sea un intento por identificar
aquellas preguntas que estos no se plantearon por pertenecer a épocas y culturas distintas, y nos
propusimos afrontar estas preguntas en el contexto actual de la sociedad peruana.
Por lo tanto, si lo ético no se limita al terreno conceptual ni únicamente al de las acciones humanas
manifiestas, sino que abarca también las distintas concepciones valorativas, disposiciones y
hábitos frente a las distintas identidades sociales y frente al conjunto de la vida social, ¿cómo
medir el logro de aquello que no es solo un cúmulo de información sino también ejercicio de
pensamiento y de reflexión sobre nuestra propia praxis y nuestras intenciones en las interacciones
cotidianas con todas las otras personas? Un curso de Ética debería ser ante todo una tentativa
de conocimiento reflexivo y crítico de nosotros mismos y de nuestra sociedad a fin de plantear
posibilidades de transformación en aras de una excelencia individual y colectiva. Es este quizá
uno de los retos ineludibles de todo curso de Ética.
Considerando lo anterior, nos planteamos apelar a los textos de Platón, Aristóteles, Kant, Arendt,
Weil, Bourdieu, Taylor, Honneth, Fraser, I. M. Young y Tubino para analizar las dificultades en el
camino por alcanzar el bien común, la justicia social y la realización personal en la convivencia
humana, apoyándonos en la observación de las experiencias cotidianas en las que se han formado
nuestra propia conciencia moral e identidades sociales desde la infancia. Además, nos propusimos
dialogar con diferentes tradiciones éticas andinas y amazónicas sobre los problemas ético-políticos
de la sociedad peruana en el contexto de creciente diversidad, movilidad, interdependencia, crisis
ambiental y de corrupción de las instituciones públicas y privadas.
El ensayo ético
Durante los últimos cinco años, nuestra propuesta del curso de Ética ha buscado integrar
lo teórico (debates filosóficos), las cosmovisiones andinas y amazónicas, y las experiencias
personales en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Para fortalecer este proceso diseñamos
80
una asignación escrita en la que los estudiantes deben explorar el proceso de formación de su
identidad ética.
A lo largo de nuestro curso hemos considerado como pieza temática fundamental el proceso
de formación de nuestra conciencia ética a partir de nuestras interrrelaciones personales.
Estas relaciones están moldeadas por los grados de aprecio/desprecio que las personas dan
a las distintas características sociales que les permiten identificar a las otras personas. Como
señala Taylor, el reconocimiento hacia los demás no es una muestra de buenos modales, sino
un imperativo moral, puesto que la negación, así como el falso reconocimiento, provoca graves
daños en las personas. El reconocimiento es una aspiración de toda persona y su carencia puede
provocar fuertes conflictos en todos los niveles de interacción personal; tanto con desconocidos
como miembros de nuestro mundo familiar, amical, sentimental, comunitario y laboral.
Dado que buena parte de los conflictos que se observan en la sociedad peruana, desde las
escuelas (bullying) hasta las comunidades políticas (conflictos socioambientales), refleja la
falta de reconocimiento a determinadas identidades culturales, lingüísticas, de género, de clase
social, así como a los distintos fenotipos (colores y formas de piel, cabellos, así como tipos de
siluetas), nuestra asignación se centra en los procesos de formación de nuestras representaciones
de estas identidades y en los grados de reconocimiento o no-reconocimiento inculcados desde
la infancia hasta la adolescencia.
A través de esta asignación, nuestros estudiantes examinan los mensajes recibidos en su hogar,
su colegio, su barrio, su universidad y su sociedad local y nacional. Se trata de que nuestros
estudiantes desarrollen por escrito una exploración de los procesos de formación de sus
identidades éticas atendiendo a los factores mencionados. Para ello, deben recordar las frases y
prácticas en sus hogares, escuelas y comunidades que moldearon sus propias identidades (desde
su infancia y adolescencia) y que fueron delimitando las de los otros. Una vez que observan cómo
este proceso ha inculcado aprecio o desprecio de sus propias identidades y de otras, pueden,
además, identificar qué prejuicios han tenido con respecto a estos factores y qué pueden hacer
para superar estos prejuicios. Todo esto a lo largo de una narrativa autobiográfica. A través de
este proceso, adquieren un cierto método para examinar sus interacciones cotidianas y para
moldear sus hábitos y actitudes en aras de lograr interacciones de mutuo reconocimiento a lo
largo de su vida.
Precisamente uno de los conceptos más trabajados a lo largo del curso es el de identidad cultural.
El discurso oficial de la educación peruana suele ubicar al Perú dentro de la esfera occidental. Y
dentro de esta última, lo hace parte de la hispanidad. Sin embargo, este discurso suele invisibilizar
que la sociedad peruana por milenios ha sido lugar de encuentro y desencuentro de docenas de
culturas indígenas, que en los últimos cinco siglos entraron en abrupta interacción con culturas
hispanas influenciadas por la Biblia y el Corán de las culturas semitas, así como con diversas
81
LOS ESTUDIOS GENERALES EN LAS UNIVERSIDADES LATINOAMERICANAS: MODELOS, TEORÍAS Y TENDENCIAS
culturas africanas y asiáticas, además de otras culturas europeas. Estos múltiples sentidos
en el origen de la sociedad peruana hacen más laboriosa la búsqueda de una característica
común a todas nuestras identidades: ¿somos o no occidentales?, ¿en qué sentido podemos ser
occidentales?, ¿es el mestizaje indígena-hispano esa característica común? La pregunta sobre la
identidad común nacional se erigió como una de las más imperiosas de América Latina y del
Perú a inicios del siglo XX. En las últimas décadas de este mismo siglo, el multiculturalismo y
la interculturalidad cambiaron la búsqueda de la identidad única por la del reconocimiento de
las diversas identidades. Además, cuestionaron las pretensiones de universalidad de Occidente,
así como su imposición en sociedades con diversidad sociocultural no-occidental. Esto está
conllevando a replantearse el sentido de la educación pública en la región. Algunas de las
preguntas que se plantean giran en torno a cómo incluir la diversidad cultural en los currículos
de estudio y cómo tratar esta diversidad epistemológica, metodológica y evaluativamente.
Por otro lado, ¿qué significa para una mujer peruana leer a los filósofos clásicos? Desde Platón y
Aristóteles, pasando por Kant y llegando a autores de comienzos del siglo pasado, descubrimos
que la cultura ilustrada y reflexiva estuvo predominantemente asociada a una visión
explícitamente masculina. Así, la lectura de estos autores para problematizar las sociedades
actuales puede suscitar una relectura a luz de la identidad de género como lo han hecho Nancy
Fraser e Iris Marion Young. Nuevamente, hay preguntas que los filósofos no se hicieron y que
pueden surgir de la conciencia de nuestras diferencias en el contexto de una sociedad histórica
y estructuralmente patriarcal como la peruana.
Finalmente, esta narración explora y problematiza cómo los sistemas económicos y sus clases
sociales influyen en nuestras maneras de pensar e interactuar, ¿qué roles cumplen las estructuras
y las dinámicas económicas en la edificación de nuestra identidad moral? ¿De qué manera las
experiencias y las visiones de riqueza y pobreza condicionan nuestras interrelaciones con los
otros? Según los informes de CEPAL (2014 y 2017), en América Latina y en el Perú, los pueblos
indígenas y afrodescendientes padecen una marginación estructural sostenida en creencias que
naturalizan la pauperización material de las personas con estas identidades.
Este trabajo exige una reflexión crítica sobre los imaginarios colectivos que cada uno ha
constituido en relación a los factores arriba nombrados. Asimismo, requiere una evaluación
de su influencia en nuestras interacciones cotidianas con otras personas y, finalmente, un
cuestionamiento sobre su eticidad (reconocimiento de la igual dignidad de las personas). En ese
sentido, nuestros estudiantes deben leer, comprender, interpretar y juzgar su propia subjetividad
situándola en sus contextos estructurales e históricos familiares, locales y nacionales. Esta es
una labor desacostumbrada en la formación académica peruana, pues en esta, los temas de
estudio suelen ser objetos, realidades “externas” a la subjetivad y la vida de los estudiantes.
Creemos, sin embargo, que esta labor se inspira en una antigua máxima délfica que fue asumida
por Sócrates hasta su último día: “Conócete a ti mismo”.
Para desarrollar esta tarea de exploración de sus propias identidades éticas, los estudiantes
requieren dialogar consigo mismos. Primero, deben interrogar sus narrativas personales y
los procesos de construcción de sus diversas identidades (género, etnicidad y clase social). En
segundo lugar, deben evaluar la eticidad de los contenidos de sus propias identidades. En tercer
lugar, deben plantear formas de mejorarlas (de hacerlas más tolerantes, empáticas y respetuosas)
y, de esa manera, de transformar sus interacciones consigo mismos y con todas las personas.
82
Narrativas personales: integración de lo vivido con lo teorizado
Al escribir estos textos, los estudiantes han examinado los contenidos tanto de los discursos como
también de las prácticas inculcadas desde su primera infancia que fueron modelando sus identidades.
Este examen los obliga a adoptar una mirada ético-crítica de las influencias familiares, comunales
y escolares que fueron tutelando la construcción de su propio yo. Algunos mencionan que esta
tarea los ha llevado a examinar, por primera vez, los sentidos imbuidos en sus procesos de crianza
y formación. A partir de descripciones de los mensajes cotidianos recibidos sobre lo que debía ser
y hacer una niña o un niño, inician un proceso de inducción que les permite observar cómo fueron
estableciendo sus membresías de género, de etnicidad (cultura, lengua, fenotipos) y de clase social.
Luego, los sentidos de estas identidades han sido examinados desde la perspectiva del deber-ser de
la igual dignidad de las personas. Para esta tarea de integración entre sus experiencias de formación
identitaria y las teorías éticas, suelen apoyarse en los conceptos de identidad y reconocimiento de
autores como Taylor y Honneth:
Mi nombre es 1 y ya desde ahí inician mis problemas con mi propia identidad ética. Mi mamá eligió
ese nombre porque en xxxxxx significa “princesa” y, como muchas otras chicas, crecí con la idea
de que este es la imagen que las chicas deben tener: la de una princesa; es decir, ser tiernas, dulces,
serviciales o, en el peor de los casos, sumisas.
En la cita anterior, la estudiante 1 evalúa la influencia del nombre que sus padres le dieron en su
propia autopercepción, específicamente en la formación de su identidad de género. Aunque existen
diferentes teorías lingüísticas que nos advierten sobre la arbitrariedad del signo lingüístico, el nombre
propio asignado a una persona está cargado de significados que influyen en la percepción de los
otros sobre esta persona y en la autopercepción de ella misma. De alguna manera, el nombre de la
estudiante 1 conforma una memoria familiar cultivada por sus padres. Y dichas memorias, cuando
nacemos, se mezclan con nuestros propios recuerdos que sostienen la manera como nos vemos y
sentimos. Es por ello que renunciar a nuestros nombres, aunque no es imposible, supone muchas
veces la decisión de desvincularse de un pasado en el que ejercimos una identidad diferente.
Dicho orden corresponde en cierta medida al orden del reconocimiento. El falso reconocimiento
reduce la identidad a ciertos estereotipos que prescriben el rol de una persona dentro de una
sociedad, sin dejarle mucho margen para elegir y actuar. Puesto en relación con el “proyecto de vida”
que es uno de los objetivos de los EE.GG.LL. el falso reconocimiento puede truncar la libertad de
ir eligiendo y formando la manera en que nos vemos y nos ven los otros. Cuando la estudiante 1
descubre que su nombre está cargado de dichos estereotipos, su desconcierto respecto de quién es
ella se convierte en la desilusión de descubrir su lugar (predeterminado) en el mundo: una mujer
nacida para los roles subordinados que la sociedad le ha asignado. Y si a esto le sumamos que la
sociedad en la que le tocó vivir tiene una de las tasas más altas de violaciones contra la mujer, la
estudiante 1 descubrirá también que dichas características impuestas y prescriptivas muchas veces
justificarán acciones violentas contra las mujeres peruanas.
Dada la fuerza que las palabras ejercen en la constitución de nuestras identidades, este ensayo invita a
nuestros alumnos a rastrear los mensajes que recibieron de personas cercanas a ellos (como familiares
adultos, profesores y amigos) que valoraban las diversas apariencias y demás expresiones de ellos
y de las demás personas. A pesar de no siempre haber entendido durante su infancia el sentido
de muchos de los mensajes recibidos, nuestros estudiantes han coincidido en que estos mensajes
fueron regulando su libertad de movimiento, sus expresiones verbales y afectivas, sus vestimentas,
sus juegos colectivos, la elección de sus amistades y sus aspiraciones futuras desde sus primeros años.
83
LOS ESTUDIOS GENERALES EN LAS UNIVERSIDADES LATINOAMERICANAS: MODELOS, TEORÍAS Y TENDENCIAS
Los hombres suelen mencionar mensajes que les exigían ser físicamente fuertes y no llorar, como
modeladores de sus identidades masculinas desde su infancia. Afirman, además, que es en la
universidad donde han encontrado estudiantes mujeres que abiertamente cuestionan la cultura
patriarcal inculcada sistemáticamente en los hogares, escuelas y comunidades. Asimismo, señalan
que la formación de su masculinidad contuvo dosis de homofobia y lesbofobia. También, las mujeres
mencionan la influencia de discursos homofóbicos y lesbofóbico. Sin embargo, ellas declaran haber
tenido amigos con estas identidades durante la adolescencia. Algunas estudiantes mencionan, como
ejemplo de opresión social, que sus compañeros no-heterosexuales eran llevados continuamente al
servicio de psicología de sus respectivos colegios.
En general, las experiencias escolares descritas en los ensayos muestran un débil tratamiento de los
problemas de bullying o de aislamiento, incluso de estudiantes con síndrome de Down, en la gran
mayoría de colegios públicos y privados del país. Cuando no existían estudiantes con discapacidad
notoria, la cultura escolar solía victimizar algún(a) estudiante del aula calificándolo como “tonto/a”
(“lorna”) de la clase. En este punto, los estudiantes interpretan el maltrato escolar como una expresión
de opresión social, utilizando los conceptos de I. M. Young de opresión estructural y justicia social.
La discriminación económica aparece también a partir de sus experiencias escolares. Sus narrativas
mencionan la capacidad económica de sus familias como factor decisivo para la elección de los
colegios a los que asistieron. De esta manera, lo económico también influyó en la elección de sus
primeras amistades. Lo que se suele mostrar en los mensajes familiares descritos es la concepción
de la educación como una herramienta de ascenso social. Eso se expresaría en los estigmas que los
discursos reproducen sobre los colegios públicos y la búsqueda de colegios privados como lugares
84
donde adquirir un capital social y cultural que permita acceder, en su vida adulta, a una clase social
más acomodada. Esto último se vincula en algunos discursos con la posibilidad de mudarse a otros
vecindarios. Las clasificaciones de los distritos de Lima según las clases sociales son mencionadas
como parte de los discursos que circulaban entre escolares y en sus familias. La educación formal
es interpretada por muchas de las familias como un medio para acceder a privilegios, no como
un medio para reducir las desigualdades sociales del país. Algunos análisis de nuestros estudiantes
en relación a estos temas esto se apoya en las teorías de Bourdieu sobre la dominación social y los
distintos tipos de capital. Los estudiantes confiesan que estos prejuicios se reproducen también en
las relaciones entre universitarios PUCP, pues de acuerdo a la escala de pago o al distrito que habitan
algunos estudiantes identifican con quiénes pueden establecer relaciones de amistad.
Otra experiencia que suele referirse en las narrativas es la observación de actos de discriminación
basados en el color de piel. Muchos de nuestros estudiantes describen situaciones donde fueron
testigos del maltrato dado a personas de colores de piel más oscuros en los servicios públicos de
hospitales y comisarias. También, hablan de situaciones en las que fueron inducidos por sus mayores
a mantener distancia frente a personas de colores de piel más oscuros. Asocian el racismo a la
percepción tradicional de la sociedad peruana de los derechos y de la moralidad de las personas
según el color de piel. Por otro lado, los estudiantes perjudicados por el racismo de la sociedad
peruana relatan experiencias de discriminación en eventos artísticos en parques públicos y en
sus escuelas durante su infancia, así como en postulaciones a algún trabajo. Señalan, además, que
estas creencias y prácticas sociales son de alguna manera también reproducidas en sus hogares,
vecindarios y la publicidad en los medios de comunicación. Algunos estudiantes confiesan que esta
discriminación ha afectado su autoconfianza llevándolos al auto-aislamiento dentro de sus hogares.
Incluso ha trastocado sus relaciones sentimentales. En un caso, las ideas de suicidio han surgido
a partir de experiencias sumadas de rechazo sentimental y discriminación laboral basadas en los
prejuicios sobre el color de piel.
El racismo eurocentrista se les hace más paradójico cuando lo vinculan con sus propios orígenes
familiares. La gran mayoría procede de familias andinas del Perú, las mismas que en sus procesos de
migración a la capital del país tuvieron que enfrentar la discriminación racial, lingüística y cultural
que limitó principalmente sus oportunidades laborales y sociales. Aquí suelen utilizar los conceptos
de injusticia cultural e injusticia económica de Fraser para ofrecer una explicación de las dinámicas
opresivas sufridas por sus abuelos o padres y de su pertenencia o cercanía a comunidades bivalentes
(aquellas que sufren a la vez injusticias culturales y económicas). Algunos estudiantes confiesan
haber internalizado los prejuicios discriminadores contra ellos mismos. Esto los condujo a ocultar
sus orígenes y a avergonzarse de las fiestas patronales en las que participaban sus familias. Algunos
también confiesan que sus propias familias de orígenes andinos reproducen prejuicios contra los
migrantes andinos. De alguna manera, estimulados por sus propias familias migrantes andinas
y por la presión social, algunos asumieron en su adolescencia el imperativo de “alimeñarse”. Este
proceso fue entendido por algunos de ellos como el de occidentalizarse a la manera estadounidense
o europea. Los que nacieron fuera de Lima refieren haber sufrido bullying xenófobo en sus escuelas
primarias o secundarias de Lima.
Esta xenofobia ha generado problemas de auto-percepción en los estudiantes que crecieron en otras
regiones del país, como los que expresa la estudiante 2: “El deseo por ser ‘menos charapa’ y ser más
de la ciudad influye mucho en la identidad de los pucallpinos”. Nuestra estudiante narra y evalúa con
distancia crítica los patrones de interpretación con los que, irónicamente, se afirman negándose los
pucallpinos como ella. Señala que para entender y aceptar su identidad, han de exorcizar primero
85
LOS ESTUDIOS GENERALES EN LAS UNIVERSIDADES LATINOAMERICANAS: MODELOS, TEORÍAS Y TENDENCIAS
ciertas tradiciones locales que podrían confundirse con el estereotipo del indígena ancestral, que
habla en charapo. Otro testimonio, de la estudiante 3, se refiere a una de las pugnas regionalistas y
racistas que atraviesan ciertas partes del país:
No es extraño que alguna vez hayamos escuchado sobre el patriotismo de los arequipeños.
Alguna vez la hermana de mi madre dijo que ella (mi madre) había traicionado a su patria por
haberse casado con un serrano. Pero, ¿acaso Arequipa no es parte de la sierra?
Estos estudiantes, como muchos otros, incluidos los profesores que escriben este artículo, son
migrantes en Lima de segunda o tercera generación. Escribir sobre las ciudades y las sociedades
en las que nacieron ellos o sus padres desde y en Lima supone también otra fuente de creación y
recreación de sus identidades. No es lo mismo hablar de una ciudad estando en ella, que hacerlo
desde otro lugar. La distancia física suele estar cargada de fuerza simbólica. Varios de ellos no solo
reconsideran y analizan sus experiencias a partir de las costumbres de la ciudad que habitaron, sino
que la contrastan con su experiencia en Lima, la ciudad que ahora, con su gente y sus prácticas y
creencias, los está habitando.
Al analizar los ensayos de nuestros estudiantes, debemos considerar la discusión política sobre la
violencia contra los grupos vulnerabilizados por la sociedad no como un excurso de los cursos de
ética en los Estudios Generales, sino como un ámbito necesario para la construcción de la identidad
ética de los estudiantes. Por ello, nuestro ensayo promueve asimismo el análisis de la democracia
al nivel de las relaciones interpersonales y de funcionamiento estructural. Así, el estudiante puede
cuestionar los modelos de democracia. En el caso de la democracia deliberativa, por ejemplo, el
espacio de discusión política se encuentra concentrado en instituciones como el parlamento y la
academia, espacios que han sido lugares privilegiados para los varones y las personas caucásicas
en nuestra sociedad. Por consiguiente, la narración permite visibilizar problemas que los espacios
políticos muchas veces no observan, puesto que los grupos no privilegiados carecen de voz en estos
espacios.
La redacción del ensayo se comprende como una narración autobiográfica que puede expresar desde
la propia voz de los estudiantes las injusticias que han padecido y aquellas que han infligido a otras
personas, en ambos casos con y sin discernimiento, algunas veces dudando en torno al lugar de la
responsabilidad de sus acciones. Esta narración les permite reflexionar sobre los valores aprendidos
en su socialización. Este ejercicio de autoconocimiento es posible gracias a la lectura de los textos
y las dinámicas que se promueven durante las sesiones de clases. El estudiante 4 reflexiona con
respecto a los prejuicios y estereotipos:
86
personal que busca el enfoque “humanista” de los Estudios Generales debe pasar por este
momento de autoconocimiento en nuestros estudiantes. El autoconocimiento pone en cuestión
qué significa ser humano. La exhortación de Sócrates de examinar exhaustivamente nuestras
vidas es retomada a través de este ensayo.
Finalmente, la narración tiene la ventaja de describir la visión global que posee el narrador
sobre la sociedad que habita. Esta visión que integra tanto las emociones de las vivencias
como los conceptos sobre los cuales el narrador sostiene sus valores y sus interpretaciones de
su entorno social provoca que el estudiante empatice con las personas que tienen sistema de
valores diferentes, ya que pueden comprender que la formación de los sistemas de valores de los
demás pasa por un proceso análogo.
Una estudiante terminó su ensayo con la siguiente frase de Simone Weil: “Nada poseemos
en el mundo —porque el azar puede quitárnoslo todo—, salvo el poder de decir yo”. La
posibilidad de constituir nuestra identidad es la actividad más propia del ser humano, y
esta actividad sin el cultivo de las humanidades muchas veces se trunca por la repetición de
frases opresivas, lo cual puede conllevar, peligrosamente, a la construcción de identidades
inauténticas y/o castrantes. Por ello, esta narración motiva el desarrollo de una voz propia,
una voz que expresa la identidad ética en devenir, inacabable e inabarcable de nuestros
estudiantes.
Conclusiones
Al buscar la integración entre las teorías leídas y sus experiencias sociales cotidianas,
esta asignación de ética propicia el autoconocimiento a través de la reflexión sobre sus
interacciones personales. Se trata de un proceso en el que cada estudiante hace de su propia
subjetividad el texto a leer y a interpretar. Este es un proceso desacostumbrado para muchos
de ellos que han recibido una formación escolar orientada a materias sin relación directa
con sus identidades o, en el peor de los casos, memorística.
Ellos además de desarrollar una visión crítica, apoyada en el principio del reconocimiento de
la dignidad humana, de las creencias y prácticas inculcadas a cada uno durante sus procesos de
socialización, integran en ese examen sus historias familiares, así como las historias y dinámicas
de dominación de la sociedad peruana. Así los estudiantes cuestionan las ideas que les han
sido inculcadas en su espacio familiar, escolar o universitario. En este sentido, los estudiantes
pueden concluir que su proceso de formación de su identidad ética es un proceso análogo de
discusión crítica al proceso de otras personas que muchas veces no comparten un espacio social
similar al suyo. Toda esta autorreflexión, que propicia la transformación autónoma y ética de la
praxis de cada estudiante, contribuye a la formación de ciudadanos comprometidos con el bien
común y la justicia social del país.
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88
La educación universitaria del siglo XXI:
¿Estudios generales, interdisciplinarios,
personalizados?
Introducción
Desde su nacimiento, la noción de educación universitaria no ha permanecido ni estática
ni ajena a la transformación de los contextos sociales y políticos que han determinado
su contenido. En la actual sociedad globalizada de la segunda década del siglo XXI, a
través de múltiples medios de comunicación existentes, nos enteramos cotidianamente de
acontecimientos disfuncionales, pletóricos de violencia y consternación, como la irrupción
de un psicópata social armado que asesina a estudiantes y profesores, o la existencia de
una red de supuestos profesionales organizados para lucrar a través de la extorsión, los
sobornos, las felonías y el asesinato. La sola constatación de este generalizado estado en
el mundo pone en evidencia que la intención originaria del sistema educativo superior de
lograr una formación estandarizada en la población para el logro de un desarrollo colectivo
no ha conseguido su objetivo.
89
LOS ESTUDIOS GENERALES EN LAS UNIVERSIDADES LATINOAMERICANAS: MODELOS, TEORÍAS Y TENDENCIAS
Estados Unidos, por ejemplo, ha sufrido varios movimientos reformistas durante el siglo pasado
en un proceso continuo que algunos estudiosos han calificado como de la “latinoamericanización
de las universidades norteamericanas”. Entre fines de abril y principios de mayo de 1968, los
estudiantes activistas, en el caso de la universidad neoyorquina de Columbia, paralizaron
durante doce días sus actividades regulares para exigir una racionalización de la enseñanza libre
de cánones dogmáticos, así como libertad académica de expresión, participación estudiantil en
el gobierno de las casas de estudio y cambios en los programas vetustos. Desde la década del
sesenta hacia adelante, los desfases entre los proyectos educativos y la realidad han dado lugar a
diversas propuestas de reforma, que por la estabilidad de la democracia y el régimen económico
del sistema norteamericano fueron procesadas desde el interior de las políticas de gobierno,
pero con poco éxito.
Gran parte del posicionamiento de Estados Unidos en el primer lugar del concierto internacional
de la producción científica respondía paradójicamente a la formación especializada de
los postgrados de las universidades tradicionales, que acogieron sobre la base del criterio
meritocrático a estudiantes norteamericanos descendientes de minorías e inmigrantes y
a estudiantes extranjeros latinoamericanos o asiáticos que elevaron los índices académicos
universitarios, mientras la educación básica seguía descendiendo de nivel en sus resultados.
Las decisiones de los gobiernos conservadores no lograron revertir la situación. Por ello, a fines
del siglo XX, Bill Readings (1996) afirmaba que la universidad norteamericana estaba en ruinas
porque había perdido su razón de ser, debido al desarrollo del capitalismo global que elimina al
estado-nación de su función reguladora de las riquezas y, por eso, la universidad, como brazo
ideológico de la sociedad, se habría convertido en una institución al servicio del capitalismo
transnacional.
90
proyectos de educación superior, el desarrollo del conocimiento en torno al ser humano, la
sociedad y la naturaleza ha brindado información ingente en cantidad y calidad que posibilita
un replanteamiento general de todas las dimensiones de la existencia. Sin embargo, en la mayoría
de las veces, dichas posibles transformaciones colisionan con poderosos intereses financieros y
económicos que impiden su difusión, aplicación y ampliación. Como muchos premios Nobel de
ciencias han denunciado, los hallazgos científicos ya no son patrimonio de la humanidad, sino
propiedad privada de las grandes corporaciones y fundaciones empresariales que los financian.
Desde esta perspectiva, la universidad en el mundo atraviesa un periodo de crisis desde hace
por lo menos cuatro décadas, consecuencia de las exigencias de los gobiernos frente a los
acelerados cambios en el mercado, cuyas respuestas han arrinconado y puesto en peligro la
independencia institucional y la autonomía académica que fueron, durante mucho tiempo, las
que garantizaban su papel esencial en el futuro de la humanidad. Podemos sintetizar lo señalado
respecto al devenir de la educación superior actual afirmando que esta se encuentra atrapada
en una contradicción irresuelta. Por un lado, está la evolución recomendada por la ciencia y
la experiencia histórica, que tiende hacia una pedagogía que toma al alumno como persona
individual y considera sus motivaciones, y, por el otro, la tendencia del sistema educativo en la
sociedad capitalista hegemónica hacia una estandarización y homogenización de la enseñanza,
con objetivos que se orientan hacia resultados prácticos y útiles, cuya obsolescencia, por la
revolución tecnológica en curso, se torna previsible y prontamente se vuelve desechable.
91
LOS ESTUDIOS GENERALES EN LAS UNIVERSIDADES LATINOAMERICANAS: MODELOS, TEORÍAS Y TENDENCIAS
Sin duda, tanto la pedagogía personalizada como la didáctica interactiva descritas establecen
un horizonte para la educación universitaria muy distante de las características y condiciones
tanto de los docentes como de los estudiantes del sistema educativo peruano vigente. El
desfase no se puede solucionar con cursos de actualización, planes curriculares y disposiciones
administrativas que supuestamente propicien mejoras educativas. Uno de los grandes cuellos de
botella para que nuestra educación pueda equipararse a las mejores del mundo lo encontramos
en el presupuesto que se le otorga a la educación en general y a las universidades públicas
en el Perú. Si comparamos Finlandia, Estados Unidos, Corea del Sur y Chile en términos de
la proporción público/privada de la inversión en educación entre 1998 y el 2007, tenemos lo
siguiente: Corea del Sur redujo la inversión pública que pasó de 1.27 a 0.84, y Chile la incrementó
muy poco, de 1.25 a 1.45. Estos casos siguen el modelo norteamericano que hace descansar
la educación universitaria en el sector privado, dado que en dicho lapso dicho país pasó de
0.53 a 0.36. Contrariamente, Finlandia incrementó la inversión pública frente a la privada, que
pasó de 6.44 a 23.51. Esto explica el nivel educativo logrado por este país. Por el contrario, en
nuestro país, el financiamiento de las universidades públicas representa en promedio el 17% del
presupuesto del sector educación, que a su vez constituye en promedio el 3.7 % del PBI, uno de
los más bajos de la región; pero inclusive desde inicios de la década del 90, solo cubre, en las
universidades públicas más prestigiosas, menos de la mitad de su ingresos, pues son las mismas
universidades las que generan la diferencia como recursos propios.
La privatización de la educación superior en el Perú nace del bajo porcentaje que cubría la oferta
educativa pública, que dejaba más de dos tercios de la población egresada de secundaria sin
posibilidades de estudios, lo que explica el crecimiento de las universidades privadas terciarias
orientadas a la calificación de la fuerza de trabajo requerida por el mercado laboral. Lo que
resulta sorprendente es la facilidad como la idea de reducir la formación universitaria a la meta
de obtener dinero se haya difundido hasta sustituir y eliminar la anterior concepción enraizada
en las familias de que los jóvenes debían estudiar para realizarse profesionalmente, ser buenos
ciudadanos y contribuir al desarrollo del país. Ante la inopia de las ciencias sociales y humanas,
se impuso más bien esta óptica de la ganancia como valor supremo y del consumismo frenético
como modo de vida del futuro, hasta ser hegemónica en el sentido común de los padres y la
gente.
Sin duda, es sobre esta base que la cultura se convirtió en espectáculo y la mediocridad fue
validada con títulos, pero sin profesionalismo, lo que se convierte en caldo de cultivo para la
corrupción y la impunidad. La actual cultura del espectáculo privilegia el registro artístico y
literario intransitivo y evasivo, en consonancia con una educación orientada a la instrucción
memorística y la respuesta pasiva del receptor. Por ello, desde hace décadas se ha ido marginando
y reduciendo los espacios de las letras y las humanidades, y se eliminan cursos de literatura,
historia, lenguaje o filosofía en secundaria y la universidad, por ser considerados saberes
92
inútiles, no prácticos. Una mentalidad lucrativa y una formación solo receptiva dan como
resultado individuos anuentes y pasivos frente al capitalismo salvaje que depreda y contamina.
En consecuencia, tenemos en el sistema de la educación universitaria una gran mayoría de
alumnos y profesores frustrados por estar obligados a estudiar sin interés y a enseñar sin
vocación, que desconocen el valor de prácticas que carecen de utilidad inmediata, pero que
tienen una importancia formativa valiosa. La lectura, el arte, la literatura y la curiosidad por
conocer son el sustento de los futuros ciudadanos responsables, de los profesionales eficientes,
de los escritores innovadores y de los científicos investigadores, esenciales para el desarrollo de
toda formación social que tanto necesitamos ahora.
Esta carencia del factor motivacional, del deseo de aprender y de saber, del interés emocional
para conocer, que las ciencias cognitivas han puesto al descubierto y señalado como un
elemento medular de todo proceso de aprendizaje, está en la raíz del problema de la enseñanza
universitaria en el Perú. No se soluciona por leyes o requisitos administrativos, como
generalmente se traducen las reformas universitarias en el país. Por ejemplo, según las cifras
de Proyecto Tuning, en el 2004, el grado académico del personal docente de las instituciones
de educación superior del Perú se presentaba así: el 88% tenía licenciatura, el 9.1% maestrías y
el 2.8, doctorados (Beneitone: 2007, 400). La ley vigente en ese año establecía como requisito
para la docencia universitaria el título, dado que el bachillerato se otorgaba automáticamente
al haber completado los créditos respectivos de los estudios específicos. La reciente Ley
Universitaria 30220, aprobada en el 2014, fija los grados de maestría y doctorado, estudios de
postgrado orientados hacia la investigación y la producción de nuevos conocimientos en un
campo disciplinario, como requisito para la enseñanza del sistema universitario nacional del
bachillerato o de la formación básica, con el criterio de inducir así a una mayor calidad de los
docentes universitarios.
93
LOS ESTUDIOS GENERALES EN LAS UNIVERSIDADES LATINOAMERICANAS: MODELOS, TEORÍAS Y TENDENCIAS
escandalosa el papel medular del sistema de universidades públicas, a las que no diferencia
académicamente de las privadas, a pesar de que, en las experiencias exitosas de reformas de
la educación superior de muchos países, han sido centrales y determinantes.
Como se hace evidente, la propuesta tenía cierta vigencia como alternativa frente a la
llamada universidad de la cultura, pero, aplicada cuando en el siglo actual los esfuerzos
se orientan hacia la universidad de la investigación, deviene en paradójica. Precisamente,
ese enfoque fue el impuesto por la reforma de Velasco, cuya vigencia eliminó el régimen
de facultades y desapareció los estudios de especialización que debían hacerse en los
postgrados de cada disciplina científica. Se impuso entonces el modelo norteamericano
que reduce la educación universitaria al nivel del bachillerato. Este carácter básico de
la educación universitaria se percibe en el perfil de egreso de la PUCP, que define a los
estudios universitarios como orientados hacia una disciplina básica; es decir, antes de pasar
a la especialización profesional propia de una maestría o doctorado, se recibe una “base
multidisciplinaria necesaria para luego poder continuar estudios a nivel de postgrado y
obtener un título” (Quintanilla y Valle: 2017, p.15). Esto se orientaba al mercado de trabajo,
pues permitía la aplicación de conocimientos generales no especializados para cualquier
actividad profesional, en una figura típica de la universidad más bien terciaria y no de
investigación.
94
La interdisciplinariedad: una apuesta para el futuro
En la educación universitaria del siglo XXI, asumir el reto de la praxis interdisciplinaria
aparece como alternativa para todas las ciencias y en especial para las humanidades, frente a los
acelerados cambios que se viven en el entorno globalizado de la ciencia y la investigación del
tercer milenio. La siguiente cita ratifica lo señalado por Lara (2011):
Una adecuada reforma de la educación universitaria exige relacionarla con los niveles de la
educación escolar y con los postgrados. Muchas de las competencias que la propia PUCP
reconoce como necesarias para los estudios generales deberían ser asumidas en el nivel
secundario. Aprendizaje autónomo, ética y ciudadanía, comunicación eficaz, razonamiento
lógico-matemático son capacidades que los estudiantes universitarios deben poseer para una
adecuada formación universitaria, porque la educación integral no se centra en la transmisión
de información o saberes, sino en la formación para la investigación y el trabajo en equipo.
Asimismo, por el crecimiento exponencial de los descubrimientos e innovaciones en cada
campo disciplinar, la formación especializada constituye una exigencia que solo un sistema de
posgrado en constante ampliación inter, trans y multidisciplinaria puede garantizar.
Aunque es muy difícil encontrar algunos patrones básicos en los distintos procesos de reforma
educativa implementados en el Perú, si queremos superar los mismos problemas y tensiones,
necesitamos evaluar la capacidad transformadora de los principios, mecanismos y eventos
propuestos en diálogo con nuestra tradición académica y los contextos socio-culturales y
políticos de nuestro proceso histórico. Debemos abandonar la tendencia a copiar e imitar
modelos de otras realidades y recuperar la capacidad de partir de nuestra propia experiencia
social para extraer lecciones importantes. Considerar lo nacional como una dimensión
insoslayable, la perspectiva interdisciplinaria, las experiencias de las comunidades académicas
específicas, la acción de la población y los agentes económicos son aspectos indispensables a
tomar en cuenta para transformar el sistema universitario en una palanca hacia el desarrollo
sostenible y una calidad de vida para todos.
Asimismo, parece indispensable estudiar los efectos de las interacciones entre los principios
postulados y los mecanismos elegidos para concretarlos, así como el criterio de flexibilidad
para la evaluación de las reformas en curso. Por ejemplo, el Perú aprobó leyes en favor de la
inversión privada en la educación universitaria, que otorgaba exoneraciones tributarias que
no han conducido a mejorar la calidad de la educación superior. Por el contrario, el interés
por las grandes ganancias económicas obtenidas al eludir la reinversión en el plano académico
impide hacer de la educación superior la palanca del desarrollo en ciencia y tecnología para
el país. La eliminación de las exoneraciones tributarias para las universidades privadas, así
95
LOS ESTUDIOS GENERALES EN LAS UNIVERSIDADES LATINOAMERICANAS: MODELOS, TEORÍAS Y TENDENCIAS
Según Lohmann (2006), las universidades públicas de investigación son sistemas adaptativos
complejos, que no siguen un plan definido en su desarrollo, sino que, a través de procesos
críticos y dialógicos, se convierten en un producto único de la evolución social y del aprendizaje
humano, logro de procesos que ocupan varios siglos y se remontan a la vieja universidad
medieval. No son empresas económicas que deberían seguir las reglas de una administración
corporativa y mercantil, no son producto del diseño humano, sino de la acción humana.
La reforma universitaria, para ser sostenible, debe ser capaz de proponer un diálogo con la
sociedad para mantener un impulso transformador en el complejo proceso de su despliegue.
Esa sostenibilidad depende de las condiciones iniciales propuestas para el nuevo sistema, y de
la fuerza del modelo puesto en marcha. Eso no se consigue aplicando recetas o diseños ajenos
a nuestra propia identidad.
La finalidad pedagógica con que nacieron estas disciplinas, dirigidas principalmente a formar
seres humanos libres, con una plena conciencia democrática, y racionales, con una comprensión
general de la realidad, no ha perdido vigencia; sin embargo, su existencia sobre todo en la mayoría
de las instituciones universitarias pareciera que más bien ha sido relegada a roles secundarios, y
en el peor de los casos a su extinción. En nuestro ámbito, muchas universidades peruanas han
reducido al mínimo el creditaje de estas asignaturas en sus planes de estudio, incluso en algunos
96
casos ni siquiera los han considerado, dando preferencia a otras que vienen etiquetadas con una
denominación cientificista y una finalidad pragmática. Además es necesario mencionar que
las humanidades, por sí solas, no han tenido la debida atención por parte de las instituciones
que financian las investigaciones, ya que siempre se han priorizados otras áreas vinculadas
directamente a la ciencia y la tecnología, y esto se puede extender a todo el ámbito universitario
latinoamericano (Gaínza, 2016, Santos, 2012).
La famosa filósofa Martha Nussbaum, citada por Torres (2016), sostiene que las humanidades
desarrollan en los individuos un pensamiento crítico, además tienen “la capacidad de trascender
las realidades nacionales y de afrontar los problemas internacionales como “ciudadanos del
mundo”; y por último, la capacidad de imaginar con compasión las dificultades del prójimo
(2010, p. 26). En las circunstancias actuales en las que la humanidad se está enfrentando a un
nuevo escenario de crisis nunca antes visto causada por el coronavirus y todos los países del
orbe se han visto paralizados ante esta pandemia global, sin duda, las humanidades adquieren
una mayor vigencia, ya que está en juego la existencia misma de los seres humanos. Más allá del
colapso económico mundial resulta vital poner en el centro de las agendas mundiales la vida
de millones de seres humanos. Esa sensibilidad y empatía las provee una visión humanística
en contraparte a una visión economicista, que es la que ha primado en casi todos los países del
mundo.
Los retos que impone la sociedad actual han impulsado cambios en la naturaleza misma de
tales disciplinas (Huamán, 2012) y han permitido que estas adquieran un carácter inter y
transdisciplinario, impensables en otros tiempos, más aún si se sigue viendo a la ciencia desde
una perspectiva positivista. Esta vinculación con otras disciplinas científicas y tecnológicas de
distinta naturaleza, como la informática o la inteligencia artificial, ha permitido que comience
a desarrollarse un campo emergente, que ha sido denominada Humanidades Digitales, cuyo
origen se remonta al siglo XX y su centro de desarrollo principalmente han sido los ámbitos
europeos y norteamericanos.
El origen más remoto de las humanidades digitales se remonta a 1949, cuando un religioso
italiano utilizó para elaborar un índice digitalizado de las obras completas de Santo Tomás de
Aquino. Fue recién en el año 2000 que se empezó por primera vez el término Digital Humanities,
aunque su uso no ha sido unánime ni mayoritario en los centros de investigación humanística
de todo el mundo. En los últimos años se vienen realizando congresos internacionales que
convocan a nuevos investigadores en esta área innovadora.
En el ámbito latinoamericano, una de las investigadoras más activas en este campo es la mexicana
Galina (2011), quien junto a su equipo de investigación de la UNAM, trazaron algunos objetivos
de esta disciplina emergente. Entre estos destacan la creación de una base de datos que sean
relevantes para las humanidades y el desarrollo de metodologías que permitan genera nuevos
elementos a partir de esos datos.
97
LOS ESTUDIOS GENERALES EN LAS UNIVERSIDADES LATINOAMERICANAS: MODELOS, TEORÍAS Y TENDENCIAS
A estos objetivos iniciales que tienen que ver sobre todo con la digitalización y procesamiento
de grandes cantidades de datos mediante el uso de las computadoras, a lo que se ha llamado
el Big Data, hay que agregar otras nuevas perspectivas que tienen que ver con el desarrollo de
las nuevas tecnologías como la realidad virtual, la realidad aumentada, la realidad mixta, la
inteligencia artificial, los videojuegos, etc. Disciplinas como la ética, la epistemología, la teoría
literaria, adquieren nuevos matices frente a estos nuevos retos, pero sobre todo demanda que se
integren con otras áreas de investigación como las ciencias de la computación.
Conclusiones
La educación universitaria del siglo XXI debe basarse sobre todo en dos pilares: la praxis
interdisciplinaria, que surge como una opción para el conjunto de las ciencias y especialmente
para las humanidades; y la innovación de los conocimientos que se imparten en las aulas
universitarias, los cuales deben estar acordes al reciente desarrollo científico y tecnológico.
Las capacidades que necesitan desarrollar los estudiantes universitarios tienen que ver con el
aprendizaje autónomo, la ética y ciudadanía, la comunicación eficaz, el razonamiento lógico-
matemático. Aunado a ello es necesario fomentar la lectura, el arte, la literatura, las humanidades
en general.
Por último, la utilización de la tecnología y las herramientas digitales resultan vitales para que
las humanidades adquieran otra faceta en estos tiempos, de modo que pueda conciliarse el uso
de la tecnología con el pensamiento humanístico. Para ello sobre todo se requiere de equipos
interdisciplinarios para abordar los nuevos objetos de estudio y los nuevos problemas que
atraviesa la sociedad actual.
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99
LOS ESTUDIOS GENERALES EN LAS UNIVERSIDADES LATINOAMERICANAS: MODELOS, TEORÍAS Y TENDENCIAS
100
Humanismo: Un paradigma transversal
en estudios generales y profesionales
universitarios
Luis Humberto Bejar
Gerber Pérez Postigo
Osbaldo Turpo-Gebera
Introducción
El despiadado avance tecnológico cooptado por el capitalismo salvaje ha despojado de humanidad
a las universidades como instituciones y a quienes pretenden formarse profesionalmente en
una sociedad convulsionada por una serie de crisis. La educación lejos de ser un proceso de
aprendizaje de destrezas y procedimientos técnicos, es un proceso dinámico de humanización.
La mayoría de las instituciones de la sociedad se encuentran en crisis, así como las universidades.
Estas están perdiendo su norte, su razón de ser. Ante esta crisis identitaria de la universidad se
busca la primacía del aspecto formativo desde una racionalidad crítico-reflexiva para recuperar
la causa universitaria.
El trabajo está subdividido en tres apartados metodológicos: La primera, expresa una apreciación
desde la mediación socioanalítica sobre el statu quo de la formación en el ámbito universitario
101
LOS ESTUDIOS GENERALES EN LAS UNIVERSIDADES LATINOAMERICANAS: MODELOS, TEORÍAS Y TENDENCIAS
El mundo de las ideas, o sea, la que parte de preguntas sobre el/la hombre/mujer, sus
sueños, necesidades, quedarían fuera de lo que se consideran ciencias, ya que son solo
especulaciones abstractas sin asidero. Como si el proceso de abstracción no formara parte
del saber científico en clara referencia a lo social, o como si el laboratorio no fuera parte de
la cotidianeidad. Dos miradas contrapuestas o presentadas de esta manera, para producir
un claro divorcio, no solo de separación sino de anulación de las ideas por el positivismo.
Las universidades van por este camino en nuestro país, esto se ve en los diversos trabajos
de tesis en las que se deben producir investigaciones que se limitan a recrear metodologías
que conllevan a resultados probados, que evidentemente son aplicables a estudios de casos
y a crear modelos para ser replicados en diversos lugares sin tener en cuenta el contexto.
102
cuestionadores/as ante la amenaza implícita de quedar sin trabajo o por no ir en contra de
la meritocracia de ser elegido como docente. Esta tendencia pragmática es clara cuando no
se cuestiona lo que está pasando en el micromundo ministerial, cuyo gobierno va dejando a
unos trecientos mil estudiantes fuera del sistema universitario y los envía, como “solución”,
a mendigar un espacio en otras universidades.
Se debe remarcar que con la excusa de la calidad educativa, los organismos del Estado
están implementando una identidad institucional cosificadora, que después de cumplir
con parámetros designados se llega a la (seudo) calidad educativa. Hoy por hoy, en Perú se
produjo un quiebre más en la sociedad ante universidades que obtuvieron el licenciamiento
y ante otras que no; es decir, se produjo un quiebre en la manera de mirar, que desde el
mundo de la supuesta objetividad, algunas llegaron al licenciamiento por merecimiento y
otras quedaron al margen del mismo. Muchas justificaciones, razones, excusas, verdades
se pueden tener, pero algo es muy cierto: el atentado claro contra los derechos ciudadanos,
es decir, humanos.
Hasta ahora quisiéramos resaltar algunos puntos que, como ideas fuerzas, darán lugar
a la continuidad en el análisis: tendencias positivistas, enfoque cientista, generación de
modelos, contenidos direccionados, neoliberalismo, pragmatismo educativo, identidad
institucional cosificadora, seudo calidad educativa, meritocracia. Términos que no están
lejos de lo que sucede en las universidades y que, para el colmo de los conformitas, son
positivas y muchos/as los/as consideran como parte del desarrollo y calidad en la educación.
103
LOS ESTUDIOS GENERALES EN LAS UNIVERSIDADES LATINOAMERICANAS: MODELOS, TEORÍAS Y TENDENCIAS
Se podría sintetizar todo lo analizado hasta ahora con dos expresiones: la educación como
producción ya que la tendencia es al elitismo universitario afín al mercado, y las grandes
masas de jóvenes sin posibilidades a la educación, también afín al mercado.
El mercado es global, impone sus reglas a una sociedad donde se encuentran las universidades,
un mercado de libre comercio, de los fuertes y los débiles, los que compran y venden en los
emporios comerciales y los que compran a los grandes emporios y venden en sus tiendas
barriales o en la calle; los que pagan impuestos porque viven de los que no pagan. Estas
reglas que para algunos están dentro de la legalidad, subsisten de la supuesta ilegalidad
pero que en realidad el mercado de los grandes lo soporta todo por simple utilitarismo. El
mercado que se describe de manera simple, tal vez primaria, que acontece en la sociedad la
que busca afanosamente sobrevivir desde postulados señalados en el párrafo anterior; sucede
de manera proporcional en el ambiente educativo universitario, no se atreve a confrontarse
desde principios universales para crecer, madurar y optar por la causa universitaria.
Savater (2002) ya expresaba que la educación es una tarea estrictamente humana y que su
tarea debe estar fundamentada en formar, por ende, a sujetos, no objetos. Es por ello que
expresa su preocupación ante la oleada de gobiernos de derecha:
En las épocas pasadas, el peso del origen se basaba sobre todo en el linaje socioeconómico
de cada cual (y por supuesto en la separación de sexos, que es la discriminación básica
en casi todas las culturas). Hoy siguen vigentes ambos criterios antiuniversalistas en
demasiados lugares de nuestro mundo. Donde un Estado con preocupación social no
corrige los efectos de las escandalosas diferencias de fortuna, los unos nacen para ser
educados y los otros deben contentarse con una doma sucinta que les capacite para
las tareas ancillares que los superiores nunca se avendrían a realizar. De este modo la
enseñanza se convierte en una perpetuación de la fatal jerarquía socioeconómica, en
lugar de ofrecer posibilidades de movilidad social y de un equilibrio más justo. (p.155)
104
o simplemente la carencia de trabajos justos, quedaron fuera del ámbito investigativo y de
análisis en las aulas, o dicho de manera más refinada, quedaron medio postergados. La raíz
de un razonamiento lineal se encuentra en la ausencia de preguntas que se deben hacer en las
aulas como: ¿quién es el/la hombre/mujer? ¿Cuál es su rol en la sociedad? ¿Por qué tenemos
injusticias? ¿Qué principios debemos discernir?, entre otras. Preguntas que conlleven a la
búsqueda de causas profunda, las que tienen que ver con el corazón de la epistemología
como es la filosofía y, ésta, con preguntas inherentes al ser humano, la sociedad y su ferviente
búsqueda de dignificación.
Vemos, desde esta mirada socioanalítica, un punto de entrada ya planeado con propuestas
de asignaturas de humanidades en los estudios generales y profesionalizantes, que aunque
parezca contradictorio puede servir de base para buscar otras entradas que signifiquen
mayor integración en el planteamiento. Antes nos atreveremos a reflexionar en el
próximo apartado, desde la investigación, sobre principios humanistas, importancia de
105
LOS ESTUDIOS GENERALES EN LAS UNIVERSIDADES LATINOAMERICANAS: MODELOS, TEORÍAS Y TENDENCIAS
las ciencias sociales cotejando autores para hacer más rica la búsqueda de paradigmas
significativos que nos permitan recuperar la universidad como espacio transformador,
causa universitaria.
Todo lo que tenga que ver con la reflexión sociocrítica, las ideas, lo simbólico, no ingresan
en el campo de la educación actual o solo se convierten en eslogan, que como relleno se
plantea desde basamentos impuestos. Por eso, es una pérdida de tiempo para aquellos
que quieren ver la realidad en profundidad y se chocan con la estructura mental, cultural,
administrativa que solo requiere de cumplimiento y de formas estandarizadas.
En fin, no sirve plantear cursos de humanidades por más que las intenciones sean
recuperar la humanización educativa, si antes no se plantea un cambio profundo de
paradigma universitario y preguntarse sinceramente el para qué de la universidad. Como
se diría en el léxico popular: “Lo primero es lo primero”, ya que continuar con esta lógica,
interesante por cierto, al querer plantear asignaturas sociales o humanitarias sin ver el
trasfondo desintegrador de la sociedad, será como poner “parches nuevos a vestidos
viejos”, o “vino nuevo en odres viejos”, se romperá el vestido y reventará el odre.
106
planear criterios de actuación en el punto posterior. Las humanidades o la dimensión humana
nos exigen hacer lectura y relectura de la realidad, de lo contrario se reduciría la ciencia a
meros postulados y recetas positivistas. Justamente, la relectura desde el campo de las ideas
nos lanza a romper con el postulado cosificador para entrar en el campo de búsquedas que
permitan nuevos paradigmas humanizantes de la sociedad, que tanto necesita el mundo y la
universidad, en particular. Atrevernos desde esta entrada significa una ruptura con la mirada
hegemónica de la educación superior.
Las humanidades tienen que ver con la creación de conocimientos que permiten que las
ciencias, desde el proceso de abstracción e interpretación de la realidad, sean dinámicas
y estén insertas en la vida cotidiana, no solo desde lo inmediato sino con mirada de
mediatez como parte de un análisis más profundo, por ello es que las humanidades son
ciencias vivas, las que despiertan en el ser humano la avidez por la búsqueda de causas
de los acontecimientos. Lo “normal” es tener una posición inmediata, del ya, dejando de
lado la creatividad del pensamiento y alejándose de la realidad. El mismo Ulate (2005)
reafirma sobre la vitalidad que ejercen las humanidades en el quehacer científico:
De tal manera, tenemos a las Humanidades como un conjunto de disciplinas del orden
científico social y filosófico que plantean la elaboración de una cosmovisión para el
estudiante; esta cosmovisión personal le permitirá ejercer un rol que favorezca su
participación asertiva en su contexto social. (p. 22-23).
107
LOS ESTUDIOS GENERALES EN LAS UNIVERSIDADES LATINOAMERICANAS: MODELOS, TEORÍAS Y TENDENCIAS
Tampoco, por más que el poder educativo neoliberal así lo quiera, se puede negar la dimensión
histórica. Es aquí, en la que los procesos son importantes para saber en dónde nos encontramos,
quiénes fueron referentes de liberación en la historia, quiénes son los detractores de la misma y
quiénes, a toda costa, desean que la historia sea escrita solo por el poder y no por el pueblo. De
la misma manera, la universidad no puede dejar de tener en cuenta las culturas, no la cultura
en singular, sino la diversidad de culturas que con sus diversos signos y símbolos recrean la
vida universitaria; se debe tener cuidado con la monoculturización que se pretende a través de
enfoques, como los ya nombrados, que responden a la metodología estandarizada cosificando
a los estudiantes y haciendo de ellos meros receptores pasivos y fieles reproductores de sistemas
disgregadores de la sociedad.
Teniendo en cuenta la idea fuerza anterior es que las humanidades les dan cuerpo a las diversas
ciencias, sean naturales como sociales. No se trata de creer de manera sectaria que las ciencias
sociales son más importantes que las otras, sino de saber, en el sentido de sabiduría, que las ciencias
sociales en la que las humanidades son inherentes a estas, se insertan en las demás ciencias, ya que
lo central de las mismas no son las ciencias en sí mismas sino el ser humano como centro de todos
los estudios.
¿Quiénes sostienen que las ciencias naturales no pueden pensar o tener ideales, y sí las sociales?
Sostener esta afirmación es transformarse en herramienta del positivismo depravado, ya que
atenta contra las ciencias mismas y contra el ser humano lanzado a la búsqueda de un mundo
mejor. Es por ello que las universidades están llamadas a tener una mirada humanista integradora,
es decir, que debe saberse sujeto de humanización y no de disgregación.
108
de saberes puede estar al servicio del lucro o de la satisfacción narcisista) y un humanista
puede no ser erudito. Dicho de modo epilogal: si las humanidades promueven la
autocrítica es porque ellas son fundamentalmente ejercicios de autocrítica. O mejor:
las humanidades son fundamentalmente una praxis autocrítica (pedagógica, dialógica,
amorosa, emancipatoria) propiciada por obras (textos, imágenes y sonidos) que han
probado en la historia ser especialmente aptas para tal fin, sin constituir por ello un
conjunto doxográfico cerrado. (p. 126).
Por lo que venimos diciendo, es que las humanidades se presentan como eje transversal en
los estudios generales y profesionalizantes. Monge (2020) realiza un análisis sobre la finalidad
de la formación y el objetivo de la universidad, concluye:
Ninguna asignatura está fuera de una mirada humanizante por ser el hombre/mujer el centro
de los estudios. Muchas veces creemos que las asignaturas generales o complementarias
tienen que ver con la filosofía, la sociología, antropología, etc. Y no es así, ya que hasta estas
pueden ser dadas de manera técnica y no tener en cuenta la reflexión sobre el ser humano, la
naturaleza, lo trascendental. Recordemos que las búsquedas por una sociedad digna deben
ser integradas en todas las asignaturas, sea ingenierías, biologías como filosofía. No debemos
suponer que la mirada profunda sobre la vida y sus devenires, están contenidas en las ciencias
sociales, esto es un grave error, sino la sociedad sería otra y no la que atravesamos, cargadas
de indiferencias y egoísmos.
La ética y moral es inherente a las humanidades, vaciar de ética a las humanidades constituye
una constante amenaza a la sociedad, ya que esta pérdida produce prácticas justificadas,
aunque sean inhumanas. ¿Qué importante es que los/las estudiantes se transformen en un
instrumento de prácticas, que desde sus diversas profesiones vean a la ética como un haz de
luz?
Las empresas detractoras del medio ambiente como las mineras y petroleras; los organismos
del Estado como la SUNEDU, que deja a casi 300 mil estudiantes en la penumbra, entre
otras instancias, hablan de ética y se llenan la boca cuando tocan el tema; pero es claro que
109
LOS ESTUDIOS GENERALES EN LAS UNIVERSIDADES LATINOAMERICANAS: MODELOS, TEORÍAS Y TENDENCIAS
La construcción del saber desde las asignaturas y el ambiente universitario constituye el lugar
donde la ética atraviesa los claustros y los trasciende para encarnarlos en la propia vida. No se
quieren profesionales inhumanos, aunque la tendencia sea esta. Proponer la transversalidad
de las humanidades con ética es un valor o una virtud que no es figurativa sino un hecho
profesional y reto constante.
110
compromisos trasformadores. El ímpetu es una actitud que debe traducirse en prácticas que,
siendo coherentes con los principios éticos, se cristalizan en la sociedad desde las diversas
profesiones. El pensar con humanidad es transversal, como se dijo, a las asignaturas de
estudios generales como profesionalizantes.
Las universidades no deben estar divorciadas del resto de la comunidad donde se encuentran.
Atravesamos por una pérdida de solidificación de la democracia y esto se pone en evidencia
ante los acontecimientos actuales en la que muchos gobiernos se preocupan, dentro de
políticas económicas neoliberales, por la gente, ante el azote de la pandemia, implementando
políticas asistencialistas y populistas. Lo mejor hubiese sido que los gobiernos no siendo
neoliberales tengan políticas inclusivas en todos los órdenes de la vida, entonces el sistema de
salud, educación, trabajo, vivienda sería para todos/as. Pero no estamos en este escenario, nos
encontramos desarmados por la falta del ejercicio democrático y, por ende, de la pérdida de
ciudadanía. Es aquí en donde las humanidades como fundamento de la participación social
y recreadora de la ciudadanía se presentan para reavivar en los estudios el ímpetu juvenil.
La utilización de lo humano por parte del neoliberalismo, siguiendo lo clásico de las posturas
utilitaristas, se establece con cálculo milimétrico y esta utilización ingresa en la sociedad de
diversas maneras (medios de comunicación, expresiones culturales, discursos existencialistas
conmovedores) provocando una aceptación de parte de las mayorías populares, entre ellas las
universitarias. Hasta la élite que se cree crítica repite estos esquemas en la que justifican que
muchos queden fuera del sistema educativo universitario poniendo como excusa la calidad
111
LOS ESTUDIOS GENERALES EN LAS UNIVERSIDADES LATINOAMERICANAS: MODELOS, TEORÍAS Y TENDENCIAS
Universidades afines al capitalismo no son las que cobran una pensión, aunque la mayoría
lo sea; las universidades capitalistas son las que no defienden los derechos fundamentales,
las que se dejan llevar por esquemas culturales donde se lavan los cerebros, no generando
concientización. Universidades capitalistas son las que creen que la calidad educativa tienen
que ver con cumplir las rúbricas que la administración les exige, son las que creen que por
haber conseguido el licenciamiento se creen superiores a otras y más a aquellas que fueron
separadas del sistema generando “desechos humanos”, son las que creen que una investigación
tiene que ver con lo estrictamente estadístico olvidándose de discernir las búsquedas de las
causas de las injusticias, son las que creen que por ser públicas son populares cuando en
muchas de ellas salen profesionales inhumanos que garantizan un capitalismo que mata a
la sociedad, son las que creen que por publicar en revistas indexadas superaron la calidad,
sabiendo que esto es un comercio meritocrático y financiero que enriquece al norte global,
especialmente.
Para finalizar estas ideas fuerzas se podría llegar a establecer, como una hipótesis confirmada
después de la reflexión, que las humanidades como recuperación de la causa universitaria
tiene que ver con el paradigma siguiente: Humanismo, un paradigma transversal. Se afirma el
paradigma para no caer en el divorcio que el humanismo solo tiene que ver con asignaturas en
el campo de las ciencias sociales. El humanismo debe ser abordado en todas las asignaturas,
en el ambiente universitario y en la sociedad en general. Porque el humanismo o la formación
humanista reafirman las ideas fuerzas expuestas que hacen a las universidades, en particular,
y a la sociedad, en general.
112
Las temáticas, que al ser de humanidades, transversales de hecho, tienen que ver con las
asignaturas de estudios generales, y también a las que corresponden al campo especifico
de cada carrera como dijimos anteriormente. De esta manera se respetaría la formación
como integralidad ya que no se trata de que los temas a proponer no se tengan en cuenta en
asignaturas sociales. Recordemos que cualquier asignatura puede ser abordada de manera
mecanizada y justamente queremos romper con esta mirada fragmentada.
La dignidad como cúspide del respeto a la integridad y a la obtención de los derechos básicos que
le permita a la persona vivir con altura y no con mendicidad, con integridad y no con violaciones
a su persona. La solidaridad tan devaluada y en este tiempo medianamente recuperada. La
solidaridad con los que menos tienen, con los que sufren sus derechos pisoteados como la
imposibilidad de estudiar, la solidaridad como confrontación directa con el poder concentrado
que genera insolidaridad. La participación no se crea desde individualismos y liderazgos
neocapitalistas, sino desde un colectivo que tracciona hacia adelante, que discierne, que se
apropie de sus procesos y se hace cargo de recuperar el ser sujetos no utilitaristas. El principio
del bien común es el más bombardeado y desacreditado ya que el postulado liberal expresa que
la salvación individual es lo que beneficia a la sociedad, pues para nosotros el bien común tiene
que ver con opciones que tienden a ello de manera comunitaria y no individualista.
113
LOS ESTUDIOS GENERALES EN LAS UNIVERSIDADES LATINOAMERICANAS: MODELOS, TEORÍAS Y TENDENCIAS
Trabajar estos temas en las asignaturas generales como en específicas, sitúan al estudiante
en un escenario donde debe cuestionarse las contrariedades y coherencias entre ética y
moral. No puede dar lo mismo leer a repetir, dialogar a ser receptores pasivos, memorizar a
investigar, agredir a respetar, etc. La ética y la moral deben generar cultura que a través de las
costumbres se cristalizan en principios, que ayudarán a que los universitarios tengan claro
por dónde caminar y a cuestionar las prácticas morales que no dignifican al ser humano.
Hacer investigación sin filosofía es como hacer pan sin levadura, aunque exista. La filosofía
es inherente a la epistemología. Lo que sucede es que el positivismo solo introdujo la cara
más peligrosa de la filosofía o pensamiento neoliberal, la que se presenta como rúbricas a
seguir sin derecho a preguntarse por el sentido de la misma. Bustos y Castillo (2017) reflejan
esta lucha identitaria de manera optimista afirmado que “la universidad como espacio
de formación profesional y del pensar es un territorio en disputa entre una racionalidad
técnica-instrumental y una racionalidad crítico-reflexiva” (p.119). El vaciamiento filosófico
responde al poder hegemónico educativo, es por ello que el instrumentalismo está inserto
en la subjetividad estudiantil, lo que importa es pasar de semestre sin importar cuál es la
ideología o postulado que sostiene la práctica.
Abordar diversos autores como a Sócrates, Platón, Aristóteles, Marx, entre muchos otros,
ayudarán a situarnos mejor en la realidad actual, nos animarán a preguntarnos por causas
profundas sobre la sociedad y su ritmo cotidiano, y servirán de mediación para tomar
posición, posturas, opciones ante la política, la economía, la cultura. La filosofía en manos
de los/las estudiantes hará que se salga del letargo actual impuesto y removerá las entrañas
que los despertará, aunque les cueste, a pensar. Será un desafío el actuar en consecuencia y
filosofar les traerá costos, ya que tendrán que enfrentarse a un sistema que desacredita al ser
humano. Ninguna profesión está exenta del acto de filosofar desde criterios humanistas, ya
que también se presentan postulados neoliberales deshumanizantes.
114
para actualizarlos hoy y permitan vislumbrar el futuro y sus tendencias. Los diversos
acontecimientos sociales como la conquista, la revolución de Túpac Amaru, la libertad de hace
casi doscientos años, las influencias europeizantes y sus migraciones, las dictaduras militares,
las represiones y desapariciones, el terrorismo de Sendero Luminoso y el fujimorismo, los
partidos políticos y su incidencia en el país, etc. son fundamentales para la lectura, reflexión
e interpretación actualizada, las que ayudarán a los/las estudiantes para la toma de posturas,
que desde su futuro como profesionales, jugarán un rol importante.
Ninguna carrera debería quedar fuera de esta reflexión, ya que no es lo mismo estudiarlas
y repetirlas, por lo menos algunas de ellas, en la época de la educación escolarizada, a
reflexionarla en otra etapa como universitarios. Diríamos que es inconcebible no abordar
estos temas que ayudan al discernimiento para su ser en la sociedad y el mundo.
d. Política y sociedad
La política pasa por reconocer que somos políticos/as porque somos ciudadanos/as. Mejor lo
define Aristóteles en el sigo IV a.C. Y si caemos en la cuenta que somos “animales políticos”,
entonces las universidades están compuestas por seres políticos, por estudiantes que no
pierden su condición de serlo. Giroux (2003) expresa enfáticamente: “La educación debe
entenderse como productora no solo de conocimiento sino también de sujetos políticos”
(p. 305). Es claro que no nos movemos solos/as, sino en sociedad, aunque la tendencia es al
individualismo y esto ocurre porque se bombardeó y desgastaron nuestra esencia política.
Tema fundamental para ser tratado desde la transversalidad en las diversas asignaturas. La
educación debe aspirar a ser politizada, a que los/las jóvenes se sepan sujetos de protagonismo y
de búsquedas del bien común, fin de la comunidad política. El bien común no tiene nada que ver
con intereses sectarios, individuales, si es esta práctica la que impera entonces se desgasta nuestra
esencia y se pasa con soltura a justificar el abuso de poder. La discriminación por ser pobres, de
otra raza, de otra opción sexual, es decir, de sustracción de derechos por ser diferentes, entonces,
esto constituye una invasión al fin de la política como es el bien para todos y todas. ¿Cómo es
posible que muchos/as estudiantes se alegren de que otros/as estudiantes, de su misma condición,
queden fuera de las posibilidades a estudiar?
Abordar este tema tendrá que ver, evidentemente, con la recuperación de la sociedad universitaria
para que sea voz de aquellos/as que le talaron su palabra y reprimieron su participación. La
comunidad educativa deberá superar una educación eminentemente administrativa para pasar a
una educación eminentemente política con compromiso social.
e. Democracia y ciudadanía
El tema anterior se integra con este, solo quisimos hacer una distinción de razón para su mayor
comprensibilidad, aunque sabemos que estos aportes son algunas ideas que deben ser retomadas
en el territorio en el cual se puede trabajar, como lo es la universidad. La democracia en América
Latina y el Caribe es débil, ya vemos cómo el neoliberalismo está teñido de autoritarismo
provocando la pérdida de los mismos derechos democráticos.
Ser políticos/as y ser ciudadanos/as es lo mismo, tienen la misma raíz y la misma finalidad. El
ámbito para ejercer la ciudadanía la otorga la forma de gobierno del Estado, que en nuestro caso es
la democracia, que con la ciudadanía van de la mano; cuando la democracia es dictatorial, entonces
115
LOS ESTUDIOS GENERALES EN LAS UNIVERSIDADES LATINOAMERICANAS: MODELOS, TEORÍAS Y TENDENCIAS
g. Interculturalidad universitaria
La cultura no solo tiene que ver con expresiones artísticas de las diferentes culturas, sino
también con las diversas idiosincrasias, es decir sus modos de vida, costumbres, expresiones
simbólicas, entre otras. A la universidad llegan jóvenes de muchos lugares y es aquí donde las
culturas deben comenzar a dialogar y compartir; y el sistema universitario debe de respetar
este diálogo en el que toda la comunidad se enriquece.
116
con las culturas, ya que es una cultura del poder que se impone a las culturas que deben
obedecer ante la posible desaprobación (Turpo-Gebera, 2020). La decolonización tiene que
ver con la interculturalidad como proceso de garantizar una sociedad diversa que crece y
madura desde el diálogo asimétrico y no desde la imposición simétrica.
Los requerimientos que la SUNEDU pide a las universidades no contempla las coyunturas
culturales, solo le interesa que se cumplan sus rúbricas y no se juega por garantizar el derecho
a estudiar. Esto encierra intenciones por parte del gobierno que pronto se descubrirán. Sería
interesante pensar lo contrario y decir que el organismo del Estado se hace cargo de las
administraciones deficientes, pero no es así. Los/las estudiantes están llamados a reflexionar
la dimensión intercultural desde lo que nos pasa como sociedad y como universidad. Nos
sumamos al pedido de Ansión (2007):
En un mundo globalizado, en el que se ha ido afirmando como universal una sola vertiente
cultural, y en momentos en que esta orientación única aparece cada vez más como un
impasse para la humanidad, el trabajo intercultural se hace cada vez más necesario y se
convierte en una importante fuerza de cambio para hacer viable el mundo del futuro.
(pp. 43-44).
h. Cultura de paz
No significa la ausencia de conflictos, sino la confrontación permanente con todo lo que
no genera la cultura de paz. Discernir por este camino hará que la comunidad universitaria
madure como sociedad y ejerza prácticas que conlleven a tener instituciones que velan por
la integralidad del ser humano.
La generación de violencia, no solo por el atropello físico, sino por el atropello solapado
que genera aceptación sin mayor discernimiento: el atropello meritocrático que genera
discriminación, la educación estandarizada que atenta contra los procesos culturales, la
imposición de un organismo del estado que excluye a 300 mil estudiantes, la colonización
del pensamiento, entre otros. La cultura de paz es atreverse a cuestionar estas imposiciones
no actuando en su lógica sino buscar caminos que generen estabilidad social y, también,
personal.
Los estudios universitarios sin cultura de paz dialogada desde todas las aristas, constituyen
un caldo de cultivo para los grupos de poder que auspician la cultura de la violencia.
i. Derechos humanos
La inclusión de los derechos humanos como un aspecto transversal de las humanidades en la
formación universitaria se hace pertinente ante el despojo sistemático del acceso universal a
ellos, por las políticas neoliberales en la sociedad actual. La fragmentación social que también
sucede en el ámbito universitario deteriora la lucha por los derechos colectivos e individuales,
imponiendo un darwinismo societario de selección natural y supervivencia de los/las más
fuertes como norma. Es por ello que la competitividad, la meritocracia, la exacerbación
del individualismo, el consumismo y el hedonismo son defendidos en las universidades y
aplicados en las diversas esferas de la sociedad.
117
Una universidad que no se cuestiona por la inaccesibilidad a los derechos humanos y no
trabaja por transformar la sociedad acortando las brechas sociales, es porque ha perdido
su sentir humanitario. La creación de una cultura para los derechos humanos en el ámbito
universitario y su integración en todos los aspectos de la vida, es una transitividad social
que todavía no se avizora. La educación en derechos humanos involucra un discernimiento
colectivo entre docentes y estudiantes sobre las situaciones de injusticia que hay en la sociedad
y la formación de ciudadanos/as comprometidos/as con su realidad inserta.
Se es consciente que el mercado educativo, impulsado por los gobiernos neoliberales, imponen
las reglas del mercado. Recuperar la “causa universitaria” conllevará a recuperar la identidad
de la misión que la universidad se plantea. Esta misión se conjuga con el compromiso que la
misma tiene para con la sociedad, no como una institución aislada, sino inserta en la sociedad,
cuya misión es la recuperación de la humanidad ante los atropellos que se sufren. Los claustros
universitarios son para recrear el pensamiento, construir el conocimiento y cristalizarlos en el
compromiso por una sociedad digna.
Las temáticas en torno a las humanidades, abordadas de manera transversal, son un punto
vital para que los/las estudiantes enriquezcan sus pensamientos y futuras prácticas como
profesionales, por ello los temas como ciudadanía, derechos humanos, democracia,
interculturalidad, decolonización del pensamiento, etc., ayudarán al enriquecimiento personal
y comunitario.
Estos temas se asientan bajo ideas o principios que sirven de basamento ideológico o justificación
para la práctica propuesta. Las humanidades tienen como centro al ser humano y de aquí no
nos podemos mover para que la moral tenga en cuenta este centro. Ninguna carrera que no
contemple a la persona como fin supremo, se convierte en una vil utilización mercantilista, la
que debe ser cuestionada y denunciada.
Para finalizar tenemos que asentir que las humanidades al ser transversales superan la mirada
interdisciplinar que no es, sino la que trastoca el corazón mismo del ser humano. La comunidad
educativa está llamada a que las temáticas propuestas sean como la sangre de las venas que
recorren el cuerpo, en este caso el cuerpo social, que es el pueblo, un nuevo mundo.
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Elementos básicos para la construcción
del Modelo de Estudios Generales de la
Universidad Nacional San Agustin
Alejandra Hurtado-Mazeyra
Pedro Estanislao Mango Quispe
Emilio Guerra Cáceres
Yvan Valery Delgado Sarmiento
Walter Fernández Gambarini
María Florencia Concha Fuse
Introducción
La Ley Universitaria 30220, del 2014, estableció la reforma de los estudios universitarios en
Perú, instituyendo los estudios generales como periodo previo y obligatorio a la formación
profesional especializada. Dichos estudios comprenden una duración no menor a 35 créditos,
y desarrollado entre uno y dos años académicos. En esa intención, las universidades peruanas
implementaron los estudios generales para atender las demandas de formación integral de los
estudiantes.
Los estudios generales constituyen un desafío para las universidades peruanas, por cuanto
asumen la necesidad de impulsar aprendizajes transversales que aporten a la integración de
saberes, desde la incorporación de asignaturas humanistas, científicas, artísticas, esencialmente,
como materias obligatorias y optativas, tanto en la formación de estudiantes de las ciencias duras,
como en los de humanidades y ciencias sociales. Se trata de implementar un sentido formativo
que responda no solo al carácter interdisciplinar en los estudios generales, sino también de
desarrollar competencias y capacidades para un mundo que demanda la especialización, dentro
de un quehacer integrador.
121
LOS ESTUDIOS GENERALES EN LAS UNIVERSIDADES LATINOAMERICANAS: MODELOS, TEORÍAS Y TENDENCIAS
universitario para formar y cultivar un espíritu crítico, para la libre búsqueda del conocimiento.
Exige que los estudiantes, y la propia comunidad académica, aporten a una comprensión
sinérgica y entrópica del mundo, en aras de la comprensión del otro.
122
• Desarrollo de valores de carácter colaborativo.
La afirmación de los referentes de los principios orientadores de los estudios generales demanda
encarar su propia actuación, incorporando los fundamentos pedagógicos que se pretende
desarrollar. El Marco Pedagógico recoge lo planteado en el Modelo Educativo de la UNSA,
dirigido a revertir el “proceso de “deshumanización” —con pérdida de valores personales y
ciudadanos, generalización de la corrupción y debilitamiento ético— es una amenaza para el
desarrollo integral de las personas y de una sociedad justa y solidaria, con posibilidades de
crecimiento articulado y sostenible” (p. 17)
Suponen una combinación de habilidades Se refieren a la capacidad, habilidad o destreza en Requieren una combinación de imaginación,
manuales y capacidades cognitivas que expresar los propios sentimientos y emociones del sensibilidad y habilidad que permite ver cómo se
posibilitan la competencia profesional. modo más adecuado y aceptando los sentimientos relacionan y conjugan las partes en un todo.
Incluyen destrezas en manipular ideas de los demás, posibilitando la colaboración en
y el entorno en el que se desenvuelven objetivos comunes. Estas competencias incluyen habilidad para planificar
las personas, habilidades artesanales, cambios que introduzcan mejoras en los sistemas
destreza física, comprensión cognitiva, Se relacionan con la habilidad para actuar con entendidos globalmente y para diseñar nuevos
habilidad lingüística y logros académicos generosidad y comprensión hacia los demás, para sistemas.
lo cual es requisito previo conocerse a uno mismo.
Requieren haber adquirido previamente las
Estas destrezas implican capacidades de competencias instrumentales e interpersonales.
objetivación, identificación e información de
sentimientos y emociones propias y ajenas, que
favorecen procesos de cooperación e interacción
social.
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LOS ESTUDIOS GENERALES EN LAS UNIVERSIDADES LATINOAMERICANAS: MODELOS, TEORÍAS Y TENDENCIAS
• Consistentes con los principios de los derechos humanos y los valores democráticos.
• Compatibles con la diversidad individual y social.
• Integradoras de las capacidades humanas.
• Desarrollan la autonomía de las personas.
• Desarrollan la significatividad del aprendizaje.
• Desarrollan la capacidad individual para una buena y exitosa vida.
124
Entendemos por agentes de transformación a quienes de modo directo tienen alcance
y significatividad en los procesos educativos. Supone un proceso de modificación de
las estructuras de participación, de superar obstáculos y dificultades y generar apoyos
sustantivos.
Tabla 1
COMPETENCIAS GENÉRICAS
Competencias Genéricas
Pensamiento analítico
Pensamiento sistemático
Pensamiento critico
Pensamiento reflexivo
Pensamiento lógico
Cognitivas
Pensamiento analógico
Pensamiento práctico
Pensamiento colegiado
Pensamiento creativo
Pensamiento deliberativo
Instrumentales
Gestión del tiempo
Resolución de problemas
Metodológicas
Toma de decisiones
Orientación al aprendizaje
Uso de las TIC
Tecnológicas
Utilización de base de datos
Comunicación verbal
Lingüísticas Comunicación escrita
Manejo de idioma extranjero
Automotivación
Diversidad e interculturalidad
Individuales
Resistencia y adaptación al extorno
Interpersonales Sentido ético
Comunicación interpersonal
Sociales Trabajo en equipo
Tratamiento de conflictos y negociación
Gestión de objetivos
Organización Gestión de proyectos
Orientación a la calidad
Creatividad
Sistemáticas Capacidad em-
Espíritu emprendedor
prendedora
Innovación
Orientación al logro
Liderazgo
Liderazgo
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LOS ESTUDIOS GENERALES EN LAS UNIVERSIDADES LATINOAMERICANAS: MODELOS, TEORÍAS Y TENDENCIAS
d. Estudiantado.- supone la verdadera clave para el cambio y los logros de éxito, para lo
cual tienen que involucrarse dentro de un sistema de aprendizaje continuo, de aprender
a aprender, hasta lograr la autonomía y consciencia de su rol. Supone descubrir y percibir
las competencias a adquirir para desarrollar eficientemente los estudios universitarios.
En tal decurso se construye como ser social e individual, dotado de conocimientos y
técnicas para un buen desempeño profesional.
• Multifuncionales. Tal carácter permite lograr una variedad de metas y resolver una
multiplicidad de problemas en una diversidad de contextos.
• Transversales en diferentes campos sociales. Comprende, en sentido amplio, la aplicación
a la vida personal, familiar, interpersonal y social, los mismos que integran los modos de
pensar, actuar, sentir y comportarse en cualquier ámbito de la vida personal y social.
• Refieren a un orden superior de complejidad mental. Aportan a desarrollar habilidades
intelectuales de orden superior, e impulsar el crecimiento y desarrollo de actitudes y valores
los más elevados posibles.
126
• Multidimensionales. Parte de reconocer aspectos relacionados a partir de analogías
(afrontamiento con complejidad), asimismo, percibir características relevantes de las
irrelevantes (dimensión perceptiva), seleccionar significados apropiados sobre varias
posibilidades (dimensión normativa), desarrollar una orientación a partir de otras
posiciones (dimensión cooperativa).
En esa perspectiva se plantea un conjunto de competencias que pueden configurar una
diversidad de asignaturas (Villa y Poblete, 2008):
Facultad de
Estudios Generales
Departamento Departamento
Académico de Ciencias Académico de Letras
127
La posibilidad de alcanzar un nivel mínimo de logro de las competencias referidas requiere más
de los 35 créditos. El plan de estudios definidos desde las competencias planteadas abarcaría
un máximo de cuatro semestres académicos, de asignaturas concentradas en los primeros años.
Sobre la base de la afirmación de las competencias claves cabe la posibilidad de iniciar con
mayor éxito los estudios especializados.
La unidad de gestión más apropiada para este desarrollo contempla el nivel decisional
correspondiente a una facultad. Dado los sentidos y orientaciones que priman en los estudios
generales, se requiere de una facultad comprendida por dos departamentos especializados: uno
de ciencias y otro de letras. De ese modo, se propiciaría un desarrollo especializado e integrador,
una orientación que contribuirá en mejor grado a la formación integral.
Referencias
Villa, A. y Poblete, M. (2007). Aprendizaje basado en competencias. Una propuesta para la
evaluación de las competencias genéricas. Bilbao. Universidad de Deusto.
Universidad Nacional de San Agustín de Arequipa (2016). Modelo Educativo. Arequipa:
UNSA
De Miguel, M. y otros. (2006). Modalidades de Enseñanza centradas en el Desarrollo de
Competencias. Orientaciones para promover el cambio metodológico en el Espacio
Europeo de Enseñanza Superior. Oviedo: Servicio de Publicaciones de la Universidad
de Oviedo.
Rychen, D.S. & Salganik, L.H (2003). A Holistic Model of Competence” en D.S. Rychen and
L.H. Salhanik (eds). Key Competencies for a Successful Life and Well-functioning Society.
Gotingen, Germany: Hogrefe & Huber.
SOBRE LOS AUTORES
Osbaldo Turpo-Gebera
Docente investigador de la Universidad Nacional de San Agustín de Arequipa, registrado en
RENACYT. Doctor en Educación por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Ha sido
docente en la Pontificia Universidad Católica del Perú y en la Universidad Peruana Cayetano
Heredia. Investigador Socio-educacional en procesos de formación en espacios virtuales y
Didáctica y Currículo en la Enseñanza de las Ciencias. Estancias de formación e investigación
en Latinoamérica y Europa. Miembro de la Sociedad Peruana de Investigación Educativa, de
la Asociación Iberoamericana Ciencia-Tecnología-Sociedad y de la Red Iberoamericana de
Investigación e Innovación para la Profesión Docente. Email: oturpo@unsa.edu.pe
Alejandra Hurtado-Mazeyra
Doctora en Educación, Magíster en Educación Superior, Licenciada en Educación Inicial,
Docente investigadora RENACYT, Docente en la Facultad de Ciencias de la Educación de la
Universidad Nacional de San Agustín, experiencia en docencia universitaria en pregrado y
posgrado en universidades peruanas. Diplomado en docencia universitaria. Integrante del Instituto
de investigación, innovación y desarrollo de la Facultad de Ciencias de la Educación. Línea de
investigación en Tecnología Educativa y en Formación del profesorado. ahurtadomaz@unsa.edu.pe
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Marco Wandercil
Doutor em Educação pela Pontifícia Universidade Católica de Campinas (PUC-Campinas).
Professor da Faculdade Santa Lúcia (Mogi Mirim/SP) e Faculdade Casa Branca (FACAB),
Especialista em Avaliação Institucional da PUC-Campinas. Membro da Rede Brasileira
de Pesquisa em Rankings, Índices e Tabelas Classificatórias na Educação Superior (REDE
RANKINTACS) e Membro do Grupo de Avaliação, Políticas e Sistemas Educacionais (GRAPSE),
cadastrado no CNPq, Brasil. E-mail: marco.wandercil@gmail.com.
Adolfo-Ignacio Calderón
Doutor em Ciências Sociais pela Pontifícia Universidade Católica de São Paulo, pós-doutorado
em Ciências da Educação na Universidade de Coimbra. Professor do Programa de Pós-
Graduação em Educação da Pontifícia Universidade Católica de Campinas, pesquisador
bolsista de Produtividade em Pesquisa, membro titular do Conselho Científico da Associação
Brasileira de Avaliação Educacional. Coordenador acadêmico da Rede Brasileira de Pesquisa
em Rankings, Índices e Tabelas Classificatórias na Educação Superior e coordenador do Grupo
de Avaliação, Políticas e Sistemas Educacionais da PUC-Campinas.
E-mail: adolfo.ignacio@puc-campinas.edu.br
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Gerber Sergio Pérez Postigo
Licenciado en Educación, Ciencias Sociales, Maestro en Ciencias de la Educación. Mención:
Educación Superior. Segunda especialidad en Políticas Educativas y Desarrollo Regional:
Pontificia Universidad Católica del Perú. Se desempeñó como Decano del Colegio de Profesores
Región Arequipa, Presidente del Consejo Participativo Regional de Educación Arequipa, Jefe
de Asesoramiento Pedagógico de la Dirección Universitaria de Desarrollo Docente UNSA.
Docente nombrado de la Facultad de Ciencias de la Educación de la UNSA.
Email: gperezpo@unsa.edu.pe
Yvan Delgado-Sarmiento
Doctor en Gestión y Ciencias de la Educación. Licenciado en Educación, Ingeniero de Sistemas,
Docente de pregrado y posgrado de la Facultad de Ciencias de la Educación en la Universidad
Nacional de San Agustín de Arequipa. Investigador en TIC y Gestión. Dirección Estratégica
Ejecutiva de áreas de Tecnologías de la Información y Comunicación y Educativas para el
sector público y privado, Proyectista, Asesor y consultor en materia de Educación, Informática,
Electricidad, Electrónica, Automatización, Robótica y Gestión. ydelgados@unsa.edu.pe
E-mail: afroperuanos.mvaldiv@pucp.pe
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Rosa Núñez-Pacheco
Docente principal del Departamento Académico de Literatura y Lingüística de la Universidad
Nacional de San Agustín de Arequipa. Realizó sus estudios de Doctorado en Ciencias Sociales
así como una Maestría en Literatura con mención en Análisis de Discurso y la maestría en
Educación Superior en la misma universidad. Además ha publicado libros, capítulos de libros,
ensayos y artículos en revistas nacionales e internacionales. E-mail runezp@unsa.edu.pe
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