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Gestión Ambiental

MODULO 1
Materia y energía

El flujo de la energía y el ciclo de la materia permiten la vida en el planeta. Además de


ser soporte de nuestra existencia, el ecosistema mantiene esencialmente dos aspectos
fundamentales en relación con el hombre: ser fuente proveedora de recursos y ser
sumidero de sus residuos. A una escala más concreta, las personas requerimos
permanentemente de recursos y energías no solo para impulsar y sostener nuestros
procesos vitales, sino porque necesitamos elementos más o menos tangibles que
permitan satisfacer nuestros deseos, concretar cada acción esperada y materializar
cada proyecto que surja. El hombre posee necesidades ilimitadas, requiere recursos
para vivir, necesita de la materia y la energía, de los recursos y sus propiedades, y se
vincula con ellos mediante la tecnología, a la cual toma del medio y, al hacerlo, causa
un impacto.
En primera instancia, probablemente nos despertamos en un espacio seguro, habiendo
descansado en una cama con ciertas condiciones que brindan confort en el sueño,
probablemente cubiertos y bajo un techo, seguros y hasta quizá protegidos por algún
sistema de alarma. Nos vestimos, higienizamos y disponemos a realizar muchas
actividades. Seguramente pensamos en tener el celular con la carga suficiente para
mantenernos comunicados y tenemos previsto algún medio de transporte que nos
llevará a algún lugar. Al salir nos miramos a la cara con muchas otras personas y nos
encontramos en un sistema socioeconómico en el cual el Estado nos representa y
protege. El afecto de familia y amigos, el entendimiento en las relaciones y el ocio
también son importantes. Cada acción que realizamos se vincula con recursos del
entorno, algunos más tangibles y fáciles de identificar que otros; pero, siempre, son los
bienes y servicios ambientales los que nos permiten vivir.
Recursos, bienes y servicios ambientales
Los recursos de la naturaleza, entendidos como todo aquello que tiene una utilidad y
un valor para el hombre, pueden ser clasificados según su disponibilidad y capacidad
de renovación. Los recursos perennes o de flujo son potencialmente renovables ̶
llamados renovables habitualmente ̶ y no renovables, esta es una buena clasificación
para poder comprenderlos. A partir del caso, ¿qué recursos reconocemos como
fundamentales para el desarrollo de la población? ¿Cómo podemos categorizarlos?
En relación con la definición de recursos naturales o ecosistémicos encontramos la
conceptualización de los bienes y servicios ambientales. Su entendimiento surge a
partir de los movimientos ambientalistas, cuando se empieza a considerar cómo las
personas afectan el entorno para nutrirse de recursos y la importancia que tiene
conservar el ambiente como fuente de provisión.
La idea de bienes ambientales está relacionada con la de recursos más bien tangibles,
los recursos ambientales de un ecosistema; la biodiversidad (animales, plantas y otros
seres vivos), ríos, lagos y toda forma de agua útil, recursos minerales y suelos, madera
y energía contenida. La idea de servicios ecosistémicos o ambientales está relacionada
más con aspectos intangibles. Suelen considerarse, de este modo, aquellos procesos
que generan o permiten la existencia de los bienes ambientales o simplemente
aquellos servicios del entorno que dan soporte a los procesos de la vida y al equilibrio
de la biosfera, y que, claro está, benefician al humano como especie y ser vivo.
En los asentamientos urbanos, a veces, la dimensión ambiental y puntualmente los
aspectos ambientales pueden ser más difíciles de identificar, ya que estos
tecnoecosistemas muchas veces desdibujan los elementos naturales que conforman su
base.
Se puede mencionar también que algunos servicios ambientales se mantienen en
cierta forma ajenos al uso humano, ya que no son aprovechados de manera directa y
se manifiestan como procesos ecológicos de la ecósfera en la que estamos insertos.
Ejemplos de lo mencionado, y siguiendo el caso planteado, son la regulación del clima,
la biodiversidad, el reciclaje de materiales y la biodisponibilidad de nutrientes por los
ciclos biogeoquímicos. Otros servicios ecosistémicos son especialmente relevantes
porque permiten el desarrollo o cobran sentido por su valor para la actividad humana.
Son ejemplos de esto el aprovisionamiento de recursos extractivos (como los
materiales para construir las viviendas y el desarrollo de obras civiles) o los recursos
que son necesarios para la alimentación, vestimenta y abastecimiento de sistemas
productivos.
Tomando lo planteado por Erazo (2013), podemos clasificar los servicios ambientales
de la siguiente manera:
 Servicios de autosostenimiento de la biósfera: son procesos ecológicos que
sostienen beneficios intangibles para el hombre, pero elementales para el
funcionamiento de los ecosistemas.
 Servicios de aprovisionamiento antrópico: son aquellos servicios que permiten
el aprovechamiento de recursos para el beneficio humano.
 Servicios culturales: son aquellos servicios que se prestan a partir de las
condiciones ambientales o ecosistémicas y están relacionados con el bienestar
de las personas porque permiten el desarrollo intelectual, disfrute o recreación.

Bienes, servicios ambientales y desarrollo urbano

Descripción: en la siguiente tabla ejemplificaremos algunos de los bienes y servicios


ambientales que podemos encontrar a partir del análisis del caso. Para fortalecer la
capacidad de interpretación del ecosistema urbano te propongo que intentes
completar aun más esta tabla.

Servicios ambientales

Autosostenimiento de la biósfera Aprovisionamiento antrópico Culturales

Extracción y uso de recursos Desarrollo cultural y del


minerales (áridos, metales) y fósiles conocimiento
Balance / Equilibrio ecosistémico
(gas y combustibles, gasoil, nafta)
Obtención de madera / leña / carbón Aprendizaje

Regulación y estabilidad del clima Captación, extracción y uso de agua Investigación


superficial o del subsuelo
Meditación, relajación y
Ciclos biogeoquímicos (carbono, fósforo, contemplación del entorno
Aprovechamiento de energías
nitrógeno) / Ciclo del agua / Ciclo de la materia
sustentables (energía solar, eólica,
(redes tróficas) Interpretación del paisaje
etc.)
Flujo de la energía Placer estético, belleza
Aprovechamiento del potencial
biótico para la producción de
Relaciones en y entre las especies (ejemplo: Inspiración y arte
recursos
competencia – parasitismo – control biológico)
Pertenencia al espacio
público. Identificación con
Servicios ambientales

Desarrollo de agricultura, pasturas, valores del territorio


biomasa, ganadería, avicultura,
piscicultura, apicultura; Silvicultura, Actividades de esparcimiento
pesca, etc.
Actividades deportivas
Desarrollo y manipulación genética
(paseo, running, ecoturismo,
montañismo, etc.)

Como vimos, independientemente de si se vive en una gran ciudad, una zona de


elevados recursos o un asentamiento precario o marginal, el hombre necesita ser
consciente del valor de los recursos que dan soporte a su vida. ¿Cómo podemos cuidar
o aprovechar de manera sustentable algo si desconocemos su importancia?
Justamente, comenzamos diciendo que un recurso es algo que resulta útil para el
hombre y tiene por sí mismo un valor de importancia, de cambio y económico en
nuestro sistema. Nuestra comprensión y conocimiento limitado restringe la utilidad
real de todo lo que nos rodea, ya que las tecnologías y el nivel cultural terminan
definiendo el concepto de un recurso. Hoy se valoran los bienes y servicios
ambientales en función de su utilidad, pero hay un potencial inmenso que podemos
desconocer. Un elemento fundamental consiste en reconocer las problemáticas de
degradación o los impactos ambientales que generamos a partir de nuestra actividad y
cómo esta afecta a los recursos, los bienes y servicios ecosistémicos, tanto en nuestra
ciudad como en la contribución global.
Es importante tomar conciencia, entender el concepto de recurso potencial y
comprender que nuestro actuar es clave en la generación de oportunidades y mejores
prácticas de aprovechamiento.
Debemos pensar en el hoy y el mañana. Como se desprende del caso analizado, vemos
que hay una relación muy fuerte entre los bienes y servicios ambientales que existen
en una región y la posibilidad de desarrollo de sus comunidades y de su actividad
económica.

Es necesario pensar en las generaciones próximas, sus necesidades y sus posibilidades


de aprovechamiento. La equidad intergeneracional e intrageneracional nos invita a ser
conscientes, trabajar en nuestra huella ecológica y realizar un uso racional y
sustentable de los ecosistemas que nos sostienen.
Desarrollo humano y población

Podemos definir el concepto población, de forma amplia, como aquel conjunto de


individuos que tiene la capacidad de reproducirse y dejar descendencia fértil. Al
estudiar una población se debe considerar que hay muchas características relevantes
en su concepción, como tamaño, densidad, estructura por edades y sexo, distribución
o disposición espacial, dispersión, potencial biótico, estrategias reproductivas y formas
de crecimiento, entre otras.
Nuestras ciudades
En nuestras ciudades, la población se conglomera y constituye como un complejo
nicho ecológico en el que convergen los ideales y las tensiones propias que se
desprenden del potencial económico, social y ambiental que las integra. En los
asentamientos y en la manifestación de nuestro territorio se expresa el desarrollo, más
o menos sustentable, que alcanzamos como construcción colectiva, tanto de sentido
local como global.
En la lectura previa analizamos cómo la sociedad entiende y aprovecha los recursos
naturales, pero la idea de sustentabilidad nos lleva mínimamente a integrar tres
dimensiones en la ciudad, considerando para ello no solo los aspectos ecológicos, sino
también los sociales y económicos.
El desarrollo sostenible de las ciudades de América Latina y el Caribe presenta grandes
desafíos para la política territorial-urbana en sus niveles regionales, nacionales,
subnacionales y locales. Requiere la convergencia en el espacio urbano de la necesidad
de internalizar los costos ambientales (vía mejoras en la gestión y gobernabilidad de
los sistemas asociados), asumir y resolver las inequidades sociales (vía mejoras en la
habitabilidad urbana y la inversión en capitales) y reconocer y abordar restricciones
económicas relacionadas a la eficiencia (mejorar la oferta de financiamiento)
En el abordaje de esta realidad, reconocemos que muchos elementos surgen como
problemáticas características que alejan a América Latina del ideal de desarrollo
sostenible, o al menos representan elementos que indican que queda mucho esfuerzo
por hacer. Por ejemplo, la concentración de la riqueza manifiesta la inequidad en
muchos sentidos y visualiza exclusiones sociales y marcadas diferencias entre quienes
viven por debajo de la línea de la pobreza y quienes tienen la posibilidad de una
realidad más acomodada. Otro punto relacionado al desarrollo tiene que ver con las
opciones de crecimiento económico, empleo y productividad; en general, todos son
aspectos vinculados a la globalización económica y tienen características particulares
en estos territorios en vías de desarrollo. En el ámbito social, la pobreza urbana, los
asentamientos marginales y las condiciones de vida (o calidad de vida), que muchas
veces derivan en hacinamiento, denotan una problemática significativa. Las
condiciones de infraestructura, y en numerosos casos la capacidad de gestión de los
Estados, se muestran insuficientes.

Sintetizando, las problemáticas ambientales forman parte de nuestra realidad, ya que


el consumo energético irracional, la pérdida de biodiversidad, la degradación y
contaminación de los recursos, entre otros fenómenos, forman parte de la postal
urbana en las ciudades de América Latina y el Caribe.
Tal como lo indica Winchester en el artículo de referencia, “el elemento central de la
sostenibilidad es haber reconocido que los costos ambientales de la urbanización no
pueden ser transferidos a las generaciones futuras”. De esta forma, nos corresponde
asumir una actitud activa y, como personas, tomar una posición de cara al desarrollo.
Crecimiento de la población humana
El tamaño de una población está determinado por la sumatoria de los individuos que la
conforman. Históricamente, hubo un crecimiento gradual de la población humana
marcado por factores densodependientes, y se mantuvo en cierta manera estable en
unos 250 millones de personas hasta el año 1500, momento a partir del cual comenzó
a crecer de manera sostenida hasta finales del siglo XVIII, para luego pasar a tener una
aceleración y un crecimiento excesivamente rápido. Un indicador que muestra esto es
el6iempoo de duplicación de la población sobre la Tierra, el cual es cada vez menor.
Esto está asociado a lo que se conoce como tasa de crecimiento anual acumulativo
poblacional.

Por ejemplo:

 Para pasar de 500 millones a 1000 millones de personas 300 años


 Para pasar de 1000 millones a 2000 millones de personas 130 años
 Para pasar de 2000 millones a 4000 millones de personas 45 años
 Para pasar de 4000 millones a 8000 millones de personas ¿40 años?
Hoy en el planeta somos más de 7 mil millones de personas, y el crecimiento de la
población global ha estado especialmente marcado por factores densoindependientes.
Las condiciones sociales, políticas, económicas y tecnológicas (avance de la ciencia)
han sido determinantes; en este sentido, América Latina es también parte del
proceso.
Capacidad de carga y huella ecológica
Al momento de interpretar el concepto de desarrollo sostenible, o de definirlo en el
contexto de un desarrollo territorial o urbano, surgen muchas miradas. Una manera de
bajar la conceptualización de sustentabilidad o interpretar el nivel desarrollo
sostenible de los asentamientos humanos es utilizando herramientas o índices que, a
partir de la medición y cuantificación, expresan los datos de forma objetiva. De esta
forma, podemos obtener un elemento útil para el diagnóstico y también realizar un
seguimiento del desempeño para, por ejemplo, monitorear de qué forma afectan las
políticas y acciones planificadas a las dinámicas del desarrollo urbano.
Algunas de las herramientas o índices son el cálculo de la huella ecológica, el índice de
bienestar económico sostenible, el análisis de flujos de carbono y flujos de materiales,
y el environmental sustainability index.
Un concepto asociado a la dinámica poblacional es la capacidad de carga del planeta.
Este concepto plantea el potencial de nuestro territorio para soportar la población,
siendo fuente de alimento y sumidero de sus resultantes.
A través del análisis del caso, se podrá observar cómo muchas veces las condiciones
sociales y de vida llevan a que una sociedad ejerza una carga particular sobre el
sistema natural. Es la población la que puede sostener un nivel de consumo
determinado en un área determinada. Esto depende de la cantidad de recursos que las
personas utilicen y la cantidad de recursos que se mantenga libres para las demás
especies. Existen límites en la capacidad de carga de la ecósfera, cada hábitat tiene
recursos determinados para permitir la vida de cierto número de individuos sin
degradarse.
Otro concepto relacionado a todo lo planteado es el de la huella ecológica, que indica
justamente la presión del humano sobre el entorno, y tiene en consideración cuánta
área biológicamente productiva se requiere para dar soporte a un país, población,
actividad o persona. Este instrumento de medición también considera todos los
recursos que se necesitan para el desarrollo (comida, energía, transporte, etc.) y la
asimilación, por parte del entorno, de los desechos e impactos que el hombre produce.
Se estima que nuestro planeta demora un año y medio en regenerar los recursos que
se usan anualmente. Los escenarios proyectados en el mundo infieren que, si las
tendencias de consumo y crecimiento poblacional se mantienen, en las próximas
décadas serían necesarios dos planetas para soportar a la población.
A partir de alguno de los modelos disponibles en la red, te invitamos a calcular tu
propia huella ecológica para que de esta forma tomes conciencia y validez como
habitante de América Latina la información desarrollada en el caso presentado.
Además de lo expuesto, reconocemos un marcador anual que indica cuándo
empezamos a vivir más allá de nuestros recursos en un año determinado y lo
denominamos el Día del Exceso o Sobregiro de la Tierra. Se considera que, en este día,
el planeta Tierra agotó su presupuesto ecológico anual, tal como indica la organización
Red Global de Huella.

Según los modelos de cálculo, la humanidad ha consumido los recursos anuales en


menos de nueve meses. Para el año 2000, el día de exceso se alcanzó en octubre,
mientras que en 2016 se alcanzó el límite en agosto, y en 2020 en Argentina se marcó
el día de exceso el 26 de junio.
Año a año seguimos disminuyendo el capital natural y agotando más rápidamente lo
que el planeta regenera. Se debe pensar qué actitud hay que tomar como sociedad
para contribuir en nuestro lugar y para hacer que nuestras ciudades sean más
sustentables.
Problemática ambiental
Hoy entendemos nuestro ecosistema como el ambiente constituido por elementos
vivos, no vivos, naturales, artificiales y las relaciones que existen entre ellos. La ciudad
puede ser reconocida como un ecosistema urbano. ¿Qué factores bióticos y abióticos
podemos reconocer en un barrio marginal, un country o barrio cerrado o un
asentamiento periférico? El ser humano es parte de este sistema complejo, y más allá
de los diferentes atributos que permitan la caracterización social, será parte clave en la
conformación, preservación y evolución de estos ecosistemas, debido a que sus
acciones impactan sistémicamente en el entorno.
Toda acción antrópica repercute en su entorno. El hombre, en su desarrollo, se vincula
con otros y su entorno en una dialéctica permanente: desarrolla tecnologías,
materiales, consume recursos, desecha, transforma, etc. A partir de las técnicas y
procesos, mantiene una relación de aprovechamiento, uso y apropiación de los
recursos naturales y servicios ambientales. Así como el hombre incide en el medio, el
propio medio también determina la vida del hombre, y es en esta dialéctica donde se
producen los problemas ambientales.

Desde la acción más simple que el hombre pueda ejecutar, hasta el proyecto más
complejo tienen impactos ambientales asociados. Los problemas ambientales surgen
por un quiebre o desvío en la racionalidad ambiental, es decir, por una inconsistencia
entre los principios, valores y conductas aceptados racionalmente en la relación de la
sociedad con la naturaleza y lo que realmente ocurre.

Esta racionalidad ambiental nos permite entender y valorar un estado ambiental o


nuestro actuar como adecuado. De esta forma, cualquier situación que produzca un
desequilibrio en las condiciones deseadas o se manifieste como una pérdida de calidad
ambiental respecto a lo establecido representa una problemática ambiental. Otra
situación a considerar es que existen problemáticas ambientales asociadas a un origen
natural, el riesgo ambiental asociado a catástrofes naturales, que pueden tener
consecuencias de daño masivo humano y alteración de los sistemas ecológicos. En
América Latina el riesgo de terremotos, deslaves e inundaciones también es
importante.
Hay problemas ambientales de diversa índole, algunos son más sencillos de identificar
y otros casi imposibles sin una alta inversión en recursos de tecnología o metodologías
específicas.
Los problemas ambientales pueden ser clasificados también según su extensión o
forma de afectación territorial. La categorización se da de la siguiente manera:
1. Problemas ambientales globales: afectan o inciden a nivel planetario, son
inherentes a la población mundial.

Ejemplos:

 Cambio climático o calentamiento global


 Degradación de los océanos

 Debilitamiento de la capa de ozono

 Pérdida de biodiversidad
 Deforestación
 Desertificación
 Consumismo, pobreza y pauperización
Problemas ambientales regionales: afectan o inciden en una región o una unidad
ecológica, como una cuenca o ecosistema particular. Esto ocurre porque la naturaleza
no mantiene límites jurisdiccionales. Al contaminarse un río, por ejemplo,
probablemente sus consecuencias se reflejen en aguas abajo, lo que afecta a otras
zonas o localidades ajenas a la contaminación puntual.
Ejemplos:

 Contaminación de ríos, lagos (cuencas hídricas)


 Contaminación de sistemas freáticos
 Lluvia ácida
 Incendios
 Inundaciones
 Desertización
 Agotamiento de acuíferos

Problemas ambientales locales: en general, se relacionan con focos de contaminación


o degradación puntual donde se afecta un espacio concreto de una localidad o zona.

Ejemplos:

 Contaminación del suelo

 Contaminación de microcuencas
 Contaminación por residuos
 Contaminación visual
 Contaminación acústica
 Impactos ambientales puntuales

Las relaciones humanas, la satisfacción de necesidades y el poder también son un


eslabón fundamental para entender la problemática ambiental.

Tal como podemos interpretar desde el estudio del caso, la forma en que se desarrolla
una sociedad a partir de la ocupación del espacio, la intervención en el territorio, las
formas de distribución y aprovechamiento de los recursos, los patrones de consumo o
políticas de gestión de los recursos naturales y la energía, así como también la
modificación de las dinámicas y procesos naturales, suelen ser causales de los
principales problemas ambientales. Cuando la dinámica humana no es coherente con
la dinámica de la naturaleza surgen los problemas ambientales. Cuando las tasas de
uso de los recursos superan las tasas naturales de renovación o cuando las tasas de
generación de residuos o la magnitud de los impactos superan la biocapacidad y fuerza
de la naturaleza para asimilarlos, se degrada el ambiente.
Los problemas ambientales representan hoy desafíos para el desarrollo sostenible de
las ciudades en América Latina y el Caribe. A partir del caso, y desde una definición
multidimensional de desarrollo sustentable, podemos observar problemas asociados a
la dimensión ecológica, la degradación y contaminación de los factores ambientales y
recursos naturales que se manifiestan de distintas maneras, como, por ejemplo, la
contaminación de las napas, degradación del suelo, pérdida de biodiversidad, por
mencionar algunas. Pero existen también problemáticas ambientales vinculadas a la
dimensión socioeconómica que se asocian a impactos ambientales y afectación del
bienestar o calidad de vida humana. La pobreza, el hacinamiento y el consumo son los
principales desafíos a enfrentar por los países en vías de desarrollo. Sabemos que la
pérdida de recursos naturales es un tema crítico para países en vías de desarrollo y a
esto le sigue, en materia de significancia, el deterioro del medioambiente urbano que
se constituye como el problema más grave que enfrentamos.

La urgencia en adoptar políticas de desarrollo urbano sostenible se impuso en la región


en el cuadro de la fuerte urbanización registrada por todos los países, y las tensiones
que esta ha presentado en la urbe. A esto se han agregado nuevos problemas a escala
global, en particular el impacto que la urbanización puede tener sobre el
calentamiento global, sobre la contaminación transfronteriza, la reducción de la capa
de ozono y el consumo de los recursos. En la actualidad se plantea con mayor fuerza la
erradicación de la pobreza, el cambio de los patrones de consumo y producción, la
protección de los recursos naturales, como objetivos globales y requerimientos
esenciales para el desarrollo sostenible. La aplicación de estos tipos de criterios a la
planificación y gestión urbanas, y su integración a las políticas de desarrollo de las
ciudades, en general, no se han materializado en la región
Los procesos de urbanización, de producción agrícola e industrial y la inadecuada
gestión que se han dado en América Latina pueden entenderse, en general, como
causales de la degradación u otros problemas ambientales. La contaminación o
pérdida de calidad del aire, agua y suelo son ejemplos de esto. En el caso, podemos ver
cómo a partir de diferentes casos de análisis se concluye en que “el crecimiento
descontrolado de las ciudades ha expuesto una vasta proporción de la población al
deterioro de la calidad del aire y del agua, a la contaminación por desechos sólidos y
peligrosos y a la degradación de las zonas costeras”.
Los procesos de urbanización en la región y la expansión urbana descontrolada han
generado segregación social y espacial, inequidad, pobreza y oportunidades muy
diferentes. Encontramos así, asentamientos que carecen, muchas veces, de adecuada
infraestructura, de adecuados servicios públicos, con amplias desigualdades en las
condiciones de vivienda y calidad de vida.
Las condiciones de deterioro y pobreza, el hacinamiento y la vulnerabilidad de los
sectores más necesitados aumentan el nivel de riesgo de daño en la salud. Este sector
es el más expuesto a los contaminantes y con menor opción de respuesta.
En resumen, los problemas ambientales pueden ser de origen natural o de origen
antrópico, y representan una pérdida de calidad ambiental, entendida como un
impacto ambiental negativo, degradación, contaminación y sobrecarga de
ecosistemas.
Crisis ambiental
En cierta manera, la relación del hombre con el ambiente mantiene una dialéctica
contradictoria: el hombre altera el ambiente para sobrevivir y, si las formas de uso no
son las apropiadas, se destruye la fuente de vida. Esto plantea una crisis que va más
allá de lo técnico y encuentra sentido en la complejidad de una realidad limitada en el
espacio y el tiempo que está marcada por una cultura que hace uso de tecnologías
disponibles. Todo esto, bajo el poder de una sociedad que se materializa en el
entramado de relaciones, intereses y contradicciones internas.

Abordaje de la complejidad
La gestión ambiental se propone como disciplina integral y transversal, por lo que sus
principios e instrumentos pueden y, necesariamente, deben articularse con otras
disciplinas.

En la gestión ambiental, el paradigma determinista, que se relaciona con la


uniformidad, independencia, simplicidad y estabilidad, debe ser dejado de lado para
dar lugar al paradigma de la complejidad o incertidumbre, caracterizado por su
dinamismo, interdependencia y diversidad.
La forma en que el autor entiende los procesos y escenarios nos demanda reconocer la
existencia de intereses en conflicto, multiplicidad de factores y variables, y la
necesidad de negociación, concertación y reconocimiento del riesgo en la toma de
decisiones.

La complejidad ambiental no emana de la evolución de la materia ni se descubre en el


mundo objetivo. La complejidad emerge como una nueva racionalidad y un nuevo
pensamiento sobre la producción del mundo a partir del conocimiento, la ciencia y la
tecnología; es el espacio donde se articulan la naturaleza, la técnica y la cultura
El enfoque de gestión nos propone integrar la variable ambiental desde las distintas
actividades del hombre en relación con otros hombres y la naturaleza. Por esta razón,
se trata de mantener una visión holística, crítica e integradora de los conceptos y las
problemáticas abordadas. Entender y operar con la gestión ambiental (GA) significa
una gran diferencia profesional y puede ser una fortaleza técnica para un alumno y
futuro profesional de cualquier disciplina o carrera cursada.
Esta complejidad queda manifiesta de manera textual en el caso de estudio, donde al
momento de referirse a la intervención de la gestión sobre las problemáticas puede
leerse lo siguiente:

Las complejas manifestaciones de desarrollo informal, la multiplicidad de actores que


intervienen, la falta de transparencia en lo que concierne a la propiedad de la tierra y el
enorme volumen de títulos que deben procesarse constituyen serias dificultades para la
implementación de estas iniciativas.

Los desafíos técnicos y de gestión ya no se plantean tanto sobre temas específicos,


sino sobre problemas insertos en un contexto, relacionados con múltiples variables e
interrelacionados con otros temas o problemas. Las situaciones problemáticas
atraviesan los escenarios de gestión y las situaciones de conflicto pueden caer sobre
cualquier actor social. Podemos interpretar esta realidad en los desafíos para el
desarrollo sostenible de las ciudades en América Latina y el Caribe, donde se plantea
de manera permanente la cantidad de variables que determinan el desarrollo urbano
poblacional.

Para interpretar este complejo sistema, entenderlo y diagnosticarlo, se necesita de la


interdisciplina, de una multiplicidad de miradas entendidas a nivel de experiencia,
conocimiento y no solo de titulación académica. Estos equipos pueden ser idealmente
coordinados por una persona formada en su entendimiento desde la generalidad, y es
aquí donde la función del licenciado en gestión ambiental es fundamental. Se necesita
liderar equipos de trabajo, manejar un metalenguaje, unir esfuerzos, rellenar vacíos de
conocimiento y conducir las energías en pos del cumplimiento de los objetivos y la
resolución de los problemas.
Un elemento o herramienta importante a la hora de orientar el trabajo es la teoría
general de los sistemas (TGS) o, de una manera simplificada, la visión o el enfoque por
sistemas. Con el objeto de entenderla un poco más, repasaremos algunas cuestiones.
Teoría general de los sistemas
Desde la gestión ambiental nos interesa más la TGS como una forma de ver al mundo
que como teoría. Representa, de manera práctica, una forma sistemática de
entendimiento y aproximación a la realidad que nos permite interpretarla y accionar
en ella. Esta herramienta aplica perfectamente al caso de análisis, ya que la TGS
aborda los sistemas desde el reconocimiento de la complejidad holística y nos invita a
trabajar desde la interdisciplina.

La metodología de la TGS propone el análisis de los fenómenos como totalidades


constituidas por elementos en interacción, la existencia de entradas (inputs) y la
generación de salidas (outputs). Busca integrar en el análisis las partes del fenómeno
con el fin de alcanzar en sus límites la concepción de una totalidad lógica. Deja de lado
el paradigma analítico reduccionista para montarse en una concepción integral y
sintética, y busca sistematizar en la generalidad sin perder el contenido.

Goldfarb (2003) indica, bajo esta premisa de síntesis, que las ideas clave que propone
el abordaje de sistemas son:

 buscar la optimización del todo y no solamente de subsistemas y partes


aisladas;
 sostener el énfasis en el abordaje interdisciplinario y trabajo en equipo;
 dar un denominador común y establecer una línea de convergencia entre las
distintas disciplinas del conocimiento humano;

 poseer carácter sistemático, reiterativo y de constante evaluación.

Bajo el enfoque de sistemas se pretende entender un proceso u objeto de estudio


dentro de los límites de una totalidad, un sistema definido, procurando incorporar
todos aquellos elementos relacionados con los fenómenos internos que pueden
determinar o influir en las respuestas o salidas del propio sistema. Para trabajar desde
este enfoque suelen utilizarse técnicas de simulación, modelado, diagramas de flujo y
tecnología informática. Especial sentido cobran los modelos, entendidos como
simplificaciones de un sistema real.
Podemos definir un sistema como un conjunto de elementos relacionados que
mantienen un objetivo común. Pero ¿cuáles son los elementos de un sistema?
Los revisaremos transfiriéndolos a un escenario relacionado con el caso:

 sus componentes son la población humana y actores sociales (organizaciones,


empresas, instituciones, autoridad de control / estado, personas, etc.), los
recursos naturales, la energía, los recursos tecnológicos, por nombrar algunos;
 subsistemas;

 relaciones e interacción entre componentes, donde se da el aprovechamiento


de recursos, producción, reciclaje, mercado, esparcimiento, educación, etc.;
 las entradas (inputs) son la energía solar, lluvia, catástrofes naturales, recursos
externos, entre otras;
 las salidas (outputs) son el desarrollo humano, productos, contaminación, entre
otras;
 presenta límites jurisdiccionales (provincias, municipios), conceptuales (área o
zona, población), ambientales (bioma, cuenca hídrica, unidad de paisaje),
temporales (período y fecha).
Elementos de un sistema

Los elementos básicos son los componentes que en su forma de organización e


interacción proporcionan estructura a la unidad. Son interdependientes y ejercen
influencias, funcionan en un conjunto que busca ofrecer una salida o respuesta que
alcance el objetivo del sistema. Gráficamente, y en relación con el caso, podríamos
pensar en las personas que habitan un territorio en el que mantienen individualidad,
pero están organizados de determinada manera bajo una relación pensada, por
ejemplo, una organización productiva (una cantera de áridos) ofrece la posibilidad de
cumplir el objetivo (extracción de mineral). La interacción forma la organización y
permite el trabajo.
Los sistemas tienen estructura, funcionamiento y elementos de control, lo que hace a
su organización. Las ciudades pueden entenderse como sistemas muy complejos, ya
que podemos encontrar estos elementos. ¿Imaginas cuáles aspectos permiten los
flujos de información y materiales que posibilitan la dinámica urbana? ¿Reconoces los
elementos que ejercen algún tipo de regulación o control en la dinámica para que no
sea un caos?
Los flujos que atraviesan los límites, hacia adentro y hacia afuera del sistema, son los
que llamamos entradas y salidas. Ambas marcan la función de un sistema. A veces es
complejo definir los límites de un sistema, debido a que podemos interpretar límites
físicos, conceptuales (o bajo un criterio definido), geográficos y hasta temporales con
mayor abstracción. Al buscarlos, debemos de pensar en el tipo de relación que tienen
sus componentes y el nivel y tipo de control que existe en las entradas y salidas del
sistema.
Así, por ejemplo, si pensamos en un asentamiento precario como sistema y pensamos
a los vecinos como componentes, veremos que algunos de ellos tienen una relación o
vínculo directo entre sí al agruparse en familias, pertenecer al mismo club o al ir a la
misma iglesia. De esta manera, los vínculos que conforman se traducirán en
subsistemas o subconjuntos de elementos, que a su vez tendrán una relación indirecta
con otros subsistemas. Esta relación entre subsistemas ha definido límites que se han
establecido por el criterio del tipo de interacción.
En relación con los inputs y outputs, cuando un flujo entra a un conjunto de
componentes y este no tiene control sobre su ingreso, se entiende que hay un input en
el sistema y podemos definir un límite que lo separa de otros sistemas o unidades, tal
como la que producirá el input que recibió. Por ejemplo, la radiación solar es
un input en el sistema urbano porque la ciudad no ofrece control natural sobre la
energía emitida por el sol y hasta lo que hoy conocemos no ofrece control en su
recepción.

La estructura de un sistema depende de las características asociadas a sus


componentes, el número y tipo de componentes, y la interacción o arreglo que exista
entre ellos. La trama urbana, por ejemplo, es consistente con esta estructura. La
estructura con la que se define un sistema está muy relacionada con la función.
En lo referente a las relaciones de los componentes, también pueden darse distintos
tipos. Puede existir una relación donde la salida de un componente sea la entrada
directa de otro, y se denomina cadena directa. También puede existir una
retroalimentación entre los componentes, lo que define una cadena cíclica. Y, por
último, puede existir una situación de competencia por la misma entrada, en la cual
dos componentes mantienen una relación del tipo competitivo. Estas relaciones
pueden estar presentes individualmente en sistemas simples, o en casos más
complejos donde pueden existir en conjunto. Las relaciones determinan el arreglo
característico de un sistema, que, si le sumamos el tipo y número de componentes,
conforma la estructura.
Cuando hablamos de sistemas y sus funciones, siempre los definimos en término de
procesos. La función se vincula con inputs y outputs y es resultante directa de la
estructura. Retomemos lo expresado por Goldfarb (2003): los criterios más
significativos para caracterizar un proceso tal vez sean la productividad, la eficiencia y
la variabilidad.

Para abordar y estudiar un fenómeno o proceso desde el enfoque de sistemas, se debe


primero definirlo e identificar los cinco elementos básicos que están siempre
presentes. Debemos encontrar el sentido del sistema, definir sus límites, subsistemas y
componentes, analizar las variables y sus atributos, ver cómo se conforman y
manifiestan las relaciones, las tensiones, los controles, las entradas y salidas,
caracterizar la estructura, pensar en el arreglo y la función. Una estrategia de trabajo
puede ser definir un esquema o modelo del sistema complejo. Como indicamos, estos
representan una simplificación del sistema.
Modelar favorece la interpretación y el análisis. Resulta útil en la generación de
conocimiento, permite comprender y generar hipótesis de funcionamiento, valorar
comportamientos, atributos de las variables y descubrir propiedades emergentes.
Modelar permite comprender, predecir consecuencias y planificar acciones a
implementar.

MODULO 2
Calidad de vida y consumo
Al trabajar el concepto de calidad de vida no podemos ceñirnos a una única definición;
por esta razón, es importante que podamos construir un significado propio.

En general, se vincula la calidad de vida con cierta capacidad de interpretación,


valoración y disfrute (apropiación) del entorno y sus elementos, por parte de las
personas. "La calidad de vida se considera que es una combinación de elementos
objetivos y de evaluación individual de dichos elementos” (Ardila, 2003, p. 162).

En relación con la calidad de vida podemos distinguir elementos: objetivos y


subjetivos. Estos últimos más relacionados con la percepción particular.

En general, las personas entienden la calidad de vida como es estado que se alcanza
cuando se cubren las necesidades básicas. Una vez que están cubiertas las cuestiones
esenciales para el funcionamiento humano, se da espacio para comenzar a trabajar en
el verdadero bienestar.
Calidad de vida es un estado de satisfacción general, derivado de la realización de las
potencialidades de la persona. Posee aspectos subjetivos y aspectos objetivos. Es una
sensación subjetiva de bienestar físico, psicológico y social. Incluye como aspectos
subjetivos la intimidad, la expresión emocional, la seguridad percibida, la
productividad personal y la salud objetiva. Como aspectos objetivos el bienestar
material, las relaciones armónicas con el ambiente físico y social y con la comunidad, y
la salud objetivamente percibida
Factores de la calidad de vida

Como se mencionaba en módulos anteriores, el hombre mantiene necesidades


ilimitadas que necesita cubrir y los recursos económicos pueden facilitar el acceso a
cuestiones materiales, pero no se debe confundir calidad de vida con nivel de vida.
Como dice la frase popular: el dinero no compra la felicidad.
Figura 1: Factores de la calidad de vida

Probablemente las diferencias culturales, sociales y personales permitan que cada


persona tenga su propia manera de entender y vivir el concepto de calidad de vida. En
este sentido, el concepto se vincula con los asentamientos urbanos y la construcción
de nuestro espacio. En referencia al caso, el contexto en el que se desarrollan las
personas en América Latina y el Caribe son factores que inciden en la calidad de vida.
El crecimiento promedio en la mayoría de los países de la región ha sido insuficiente
para superar los problemas de pobreza.
La profunda desigualdad en la distribución del ingreso que predomina en los países
latinoamericanos constituye un problema y un obstáculo en este ámbito, que no se
limita a una brecha de ingresos, sino que se expresa en brechas en materia de
bienestar social, capital humano, activos productivos y pleno ejercicio de los derechos
ciudadanos

Figura 2: Aspectos subjetivos y objetivos en la calidad de vida

Al ser un concepto tan integral, la calidad de vida se construye también socialmente y


cobra sentido en las individualidades dentro de una sociedad. El concepto puede ser
vivido de diferentes maneras, en distintas culturas o, incluso, a nivel global entre
sociedades desarrolladas, subdesarrolladas o emergentes.
Es necesario un desarrollo armónico con el ambiente para que todos tengamos un
contexto apropiado que permita alcanzar la calidad ambiental que contribuye al
bienestar. El concepto de calidad de vida se ha reconstruido considerando las
sociedades, las propias crisis, el requerimiento de optimización en asignación de
recursos, etc. Entendemos que, si no se satisfacen ciertas condiciones mínimas
relacionadas con la accesibilidad, la salud, el trabajo y el desarrollo, es casi imposible
hablar de calidad de vida. El concepto de calidad de vida y bienestar material se asocia
con la felicidad. Tal como se mencionó anteriormente, si bien el bienestar material o la
riqueza no son garantía de felicidad, no tener cubiertas las necesidades básicas,
dificulta alcanzar felicidad.

Si tenemos cubiertas nuestras necesidades básicas materiales nos sentimos sanos,


seguros, productivos; podemos expresarnos y compartir nuestra intimidad,
manteniendo una buena relación con la sociedad y el ambiente; nos encontramos,
probablemente, muy cerca de la idea de felicidad y poseemos calidad de vida.

Consumo
Somos una sociedad marcada por un modelo de consumo. Es necesario pensar un
nuevo modelo de vida, más respetuoso con el ambiente y más centrado en los valores
que nos llevan a mejorar la calidad de vida.

El consumo responsable o consciente se plantea como una oportunidad. ¿De qué se


trata? Es una idea que se basa en el consumo de bienes y servicios que son concebidos
considerando los aspectos ambientales y sociales asociados con ellos, y no solo las
variables relacionadas a la utilidad, precio y calidad.

Desde la propuesta de consumo consciente, el ciclo de vida del producto tiene especial
sentido, ya que cobran importancia aquellos productos que se asocian con situaciones
de impacto socioambiental positivo, participación ciudadana, valorización de la
cultura, equidad y cuidado de los recursos naturales y ecosistemas. Por otra parte, se
desprecian procesos y productos asociados con la inequidad o degradación ambiental.
La forma de consumo de cada individuo deja huellas, positivas o negativas, en el
ambiente. Ahora bien, ¿es posible consumir o vivir de otra forma en el escenario real
que nos brinda nuestra ciudad y en el contexto de la sociedad que conformamos?

La idea de consumo responsable surge de una entrevista realizada a un especialista,


publicada en ElDiario.es.

La actual cultura del consumo nos vende una promesa de felicidad, pero nos provoca
el efecto contrario. ¿Hay una vida mejor en una forma diferente de consumir? Creo
que el consumo consciente puede ser una herramienta para vivir mejor, porque en la
medida en que no cambio de coche si puedo seguir con el que tenía, en la medida en
que no tengo que cambiar de televisión o comprar ropa nueva tan frecuentemente,
estoy ahorrando, y a lo mejor puedo así reducir mi jornada laboral, coger un año
sabático o evitar hacer horas extra. Y ese tiempo puedo dedicarlo a otras actividades
que me pueden aportar mayor calidad de vida: la familia, la lectura, un reciclaje
profesional o simplemente a dormir ocho horas, que hoy en día es un lujo. La
reducción del consumo puede ser una vía de liberación o, simplemente, ayudarnos a
ajustar nuestra vida a nuestros valores. En teoría, el consumo tendría que ser un medio
para una vida mejor, pero se convirtió en un fin, con efectos contrarios, pues devoró
nuestra calidad de vida, la vida fue sacrificada en beneficio del consumismo
En el sitio web gubernamental de la ciudad de Buenos Aires (s.f.) se plantea un
programa de educación para el consumo y se destacan tres aspectos que conforman
un consumo responsable:
Consumo ético
Es un consumo crítico, donde a la hora de elegir un producto se valoran ciertos
aspectos que ayuden a discernir entre la necesidad real y su disociación de la idea de
felicidad o bienestar que puede hacer brillar al producto gracias a la magia de las
comunicaciones o la publicidad.
Consumo ecológico
Se considera, especialmente, el ciclo de vida y los procesos de producción,
favoreciendo la eficiencia en los consumos de materiales, el reciclaje y reutilización, así
como los procesos naturales de producción y aquellos con menor impacto en el
entorno, tales como procesos artesanales, orgánicos o ecológicos.
Consumo social o solidario
Tiene en cuenta el entramado y las condiciones sociales en las que surge el bien o
servicio. Se busca la valorización real del trabajo, las adecuadas condiciones laborales y
el fortalecimiento de capacidades productivas locales y de las personas. Se favorece la
integración y el desarrollo de alternativas productivas más sustentables.
Degradación y contingencias ambientales
Los cambios en el planeta, causados por el hombre en las últimas décadas, son
comparables en su magnitud con los cambios que pueden llegar a producirse a través
de miles de años por actividad natural. Pérdida de la biodiversidad, degradación del
suelo (erosión, desertificación, agotamiento), contaminación de acuíferos, ríos y
mares, alteración de las condiciones y procesos de la atmósfera son solo algunos
impactos.
El suelo es un recurso fundamental, provee servicios y reviste funciones esenciales
para el sistema natural y la vida humana. El uso excesivo del suelo y su contaminación
son los dos aspectos fundamentales que conllevan a su degradación.

La contaminación ocurre por la incorporación de sustancias que alteran la composición


natural del suelo. Respecto a la degradación por uso excesivo, sabemos que el avance
de la frontera agrícola, la mayor demanda de uso para la producción de alimentos
(agricultura y ganadería) o recursos (madera, minerales, sustrato), y su ocupación para
el soporte y expansión humana (ciudades, carreteras, obras civiles) ha alcanzado
demasiada intensidad y su materialización en problemáticas ambientales es
indiscutible. En el abordaje del caso podemos ver que, si bien el crecimiento de la
población se ha ralentizado en muchas ciudades de la región, la presión sobre el suelo
continúa siendo fuerte debido a la expansión de la demanda de viviendas, servicios,
suministros públicos, espacios recreativos, parques industriales y redes viales
El acceso al suelo como recurso e inversión es muy diferente para los distintos sectores
sociales, los más acomodados pueden acceder para su vivienda, por ejemplo, a
terrenos legales y seguros, mientras que las familias de bajos ingresos, muchas veces
acceden de manera informal a la ocupación de sitios inseguros con un alto riesgo
ambiental.
La deforestación y los cambios de uso del suelo se asocian, de manera directa, con la
degradación del suelo.

Se estima que una tercera parte de la superficie terrestre ha sido reutilizada para
cubrir estas necesidades, y su crecimiento ha ido conforme al de la población mundial.
El consumo de energía para realizar estos cambios y el calor que ello genera ha tenido
un alto costo ambiental. Aunque los beneficios de estos cambios de uso del suelo son
innegables para el desarrollo de la población humana, es necesario considerar su
impacto ambiental para buscar estrategias de solución sostenibles
Los bosques, montes, selvas y hasta el propio arbolado urbano cumplen funciones
importantes para el ecosistema y el hombre, ya que son fuentes de importantes bienes
y servicios ambientales, regulan el clima, captan dióxido de carbono, protegen las
cuencas hidrográficas y el suelo, albergan y protegen la biodiversidad; además,
proveen recursos como la madera, alimentos y compuestos químicos para el desarrollo
científico, tecnológico y la producción.
La cubierta vegetal puede degradarse por causas naturales como incendios o
erupciones volcánicas, pero el impacto mayor se debe a la intervención humana. El
uso de suelo, la sobreexplotación, la alteración de su estructura o cementación son
aspectos asociados con casi cualquier actividad.
Formas de degradación de los recursos

Degradación del agua


El agua es el elemento fundamental para el proceso de fotosíntesis y forma parte de
todos los seres vivos. El agua es vida, y la problemática asociada con este recurso
puede ser entendida en dos dimensiones: la de su escasez o disponibilidad y la de su
calidad o contaminación.

El acceso al agua potable, en términos de calidad y nivel de suministro, se presenta


como deficiente en muchas regiones o sectores. Si bien la agricultura es la actividad
humana que mayor presión ejerce sobre el agua, ya que requiere un alto nivel
consumo y produce contaminación, las ciudades tienen una gran incidencia desde la
demanda. El agua virtual asociada a los consumos, la ineficiencia en la distribución y el
uso del recurso son algunas de las causas que se asocian con la degradación y
contaminación.
Problemas de la atmósfera
Sabemos que las ciudades tienen un altísimo impacto en la afectación de la calidad del
aire. La contaminación del aire se produce, esencialmente, por distintos tipos de
emisiones y contaminantes asociados con fuentes fijas como industrias, chimeneas del
hogar o transporte (por ejemplo, los vehículos, ya que en zonas urbanas su uso se
intensifica). Si bien muchas ciudades han desarrollado programas para la preservación
y el control de la calidad del aire, no todas poseen los medios o las políticas adecuadas.
Más allá de la contaminación y la calidad del aire, existen dos problemas de la
atmósfera que merecen ser destacados: la degradación de la capa de ozono y el
calentamiento global. Cabe señalar que los asentamientos humanos contribuyen a que
estos problemas se incrementen. La capa de ozono filtra la radiación solar ultravioleta;
esta capa sufrió un adelgazamiento y cantidades crecientes de radiación ultravioleta
alcanzaron el nivel del suelo, causando daños en los sistemas biológicos y una mayor
incidencia de cáncer de piel en las personas. Por otra parte, actualmente, sin duda, el
mayor problema a nivel atmosférico es el calentamiento global con un altísimo
potencial de afectación sobre la biodiversidad, el equilibrio planetario y, por supuesto,
los humanos.
Pérdida de biodiversidad
Los riesgos de cambios significativos e irreversibles en los ecosistemas son cada vez
mayores. En los últimos 50 años, la pérdida de biodiversidad ha sido más veloz que en
cualquier momento de la humanidad. Expertos indican que estamos ante la sexta
extinción masiva en la historia del planeta y la primera causada por el hombre.
Muchas especies han desaparecido y muchas otras están en peligro de extinción. El
resguardo de la diversidad biológica es esencial, demás está remarcar su importancia.
Por mencionar solo algunos aspectos, podemos decir que es fuente de recursos y
servicios ecosistémicos, está ligada al desarrollo sociocultural y económico, sostiene a
la humanidad, estrechamente vinculada con su cultura, religión, sustento (hábitat,
alimento, medicina, vestimenta), producción y desarrollo tecnológico y científico.

La degradación de la diversidad responde a complejas y relacionadas causas, naturales


y antrópicas. Entre los aspectos humanos podemos mencionar el cambio en el uso de
la tierra y destrucción de sus hábitats, la caza indiscriminada, la introducción de
especies exóticas, la manipulación genética, la contaminación de los recursos y el
cambio climático.
Desastres ambientales
La gestión del riesgo comenzó a ganar importancia en las agendas públicas y
planificación del desarrollo, especialmente, logrando una mejor comprensión de los
fenómenos naturales y la toma de conciencia sobre la emergencia ambiental. No
obstante, los elevados índices de pobreza, el nivel socioeconómico y el deterioro
ambiental dejan, a nuestra región, en una posición de vulnerabilidad.
Si bien nadie en el mundo se encuentra exento, el riesgo de sufrir algún tipo de
contingencia asociada con las fuerzas de la naturaleza es mayor en los países de
América Latina y el Caribe. Además, la consecuencia de los desastres se manifiesta con
una severidad mayor en estos países, ya que la vulnerabilidad se asocia directamente
al nivel de desarrollo. Estrategias relacionadas con la planificación del uso de la tierra y
sistemas de alerta temprana están marcando un camino hacia la prevención y mejora
de la capacidad de respuesta y mitigación ante el riesgo.
Contaminación
Cuando la adición de materia o energía al medio altera su composición o estado de
equilibrio, existe contaminación.
En las ciudades, tenemos liberación permanente de contaminantes físicos, químicos y
biológicos al sistema. Sin embargo, ¿las ciudades representan sistemas en equilibrio?
Tipos de contaminantes

La exposición a dosis de contaminantes que sobrepasen los niveles existentes


regularmente en la naturaleza puede producir daño o efectos adversos en los seres
vivos. Si no se produce alteración, podemos hablar de contaminación inocua.

Las condiciones precarias de hacinamiento o saturación en aglomeraciones urbanas


suelen exponer a los habitantes a niveles de contaminantes nocivos para su salud.

Los contaminantes son una de las principales causas de degradación ambiental y


constituyen una importante problemática actual de los asentamientos urbanos.
El hombre es un ser inquieto que permanentemente explora y descubre nuevas
opciones tecnológicas y de desarrollo. A partir de su capacidad, crea nuevos
materiales, prácticas y tecnologías que la naturaleza, muchas veces, no reconoce ni
está preparada para incorporar y procesar para su degradación.

Las ciudades y dinámicas urbanas son causales de nuevos impactos ambientales,


asociados a emisiones, residuos y distintas formas de contaminación. Así la alteración y
degradación de los recursos, y la potencial afectación de los bienes y servicios
ambientales, suele ser un efecto no deseado del desarrollo poblacional, cuando la
gestión del ambiente no se da de la forma deseada.
La contaminación puede ser clasificada, según su origen, en contaminación natural o
contaminación antrópica.
La contaminación natural
Se da por procesos propios de la biósfera o geoclimáticos, tales como pueden ser una
erupción volcánica o un incendio forestal por causas naturales. Esta forma de
contaminación, en general, se manifiesta de manera dispersa y la propia naturaleza
tiene capacidad de diluir sus efectos.
La contaminación antrópica
Es generada por causas humanas. Aquí, encontramos todo tipo de actividades
generalmente asociadas a aspectos ambientales, como la generación de residuos,
emisiones líquidas o gaseosas, pérdidas de energía o contingencias ambientales. Este
tipo de contaminación suele presentarse concentrada en volúmenes relativamente
pequeños de agua, aire y suelo, por lo que su concentración es un gran problema.

Como vemos en el gráfico precedente, según las características de los contaminantes,


la contaminación puede clasificarse en biológica, física y química.
Contaminación biológica
Se presenta cuando hay organismos no deseados que afectan al sistema natural y
producen el desequilibrio. Este tipo de contaminación representada por
microorganismos como bacterias, algas, virus, hongos y gusanos, generalmente, suele
estar asociada a condiciones de higiene deficientes y sociedades con necesidades
básicas insatisfechas. Es un tipo de contaminación que, si se trabaja a tiempo, es
relativamente fácil de controlar, pero si lamentablemente se concreta, sus
consecuencias suelen ser graves, manifestándose muchas veces de forma masiva y
provocando alta mortalidad en poco tiempo. Por ejemplo, enfermedades como el
cólera, la peste bubónica o la gastroenteritis son provocadas por contaminantes
biológicos en las personas. En el medio, ciertas algas pueden agotar el oxígeno y causar
anoxia.

Contaminación física
La contaminación física es causada por agentes físico-mecánicos, relacionados
generalmente con formas de energía. Son ejemplos de este tipo de agente
contaminante las radiaciones (ionizantes y no ionizantes), la temperatura y el ruido.
Este tipo de contaminación suele ser difícil de identificar (una onda electromagnética,
por ejemplo, no se ve, no se escucha, no se siente) y tiene una incidencia sutil y
acumulativa o efectos que se manifiestan muy desplazados en el tiempo.
Contaminación química
Este tipo de contaminación es causada por agentes químicos, elementos o compuestos
orgánicos o inorgánicos que llegan al medio natural. La contaminación química puede
ser difícil de controlar, debido a la gran variabilidad de sustancias que existen, sus
características y formas de manifestación. Se puede presentar en forma de partículas,
gases, corrientes líquidas. En la tabla 8.1 del material de estudios, podrás ver la
clasificación de estos contaminantes respecto del estado de materia en la que se
presentan.
Contaminantes físicos, químicos y biológicos en las ciudades
En la siguiente tabla, ejemplificaremos algunos de los contaminantes ambientales que
podemos encontrar, a partir del análisis del caso. Para fortalecer tu capacidad de
análisis, te propongo que intentes completarla aún más.

Contaminantes

Físicos Químicos Biológicos

Residuos tóxicos y peligrosos Residuos patógenos


Ruido Materiales peligrosos Efluentes cloacales y gestiones
Calor Efluentes excretas
Iluminación Insumos industriales Virus y bacterias
Radiaciones no ionizantes Químicos de limpieza Contaminantes de los alimentos
Radiaciones ionizantes Combustibles Zoonosis y vectores urbanos
Vibraciones Medicamentos (transporte de parásitos o
Fertilizantes enfermedades)
Pesticidas

Características de los contaminantes


Algunas propiedades y características de los agentes contaminantes definen su riesgo
para el medio y la salud humana.
Tabla 2: Características que definen a los contaminantes
Los efectos de los contaminantes pueden manifestarse a corto, mediano o largo plazo,
y sus efectos en la salud dependen de la vulnerabilidad del receptor y la dosis recibida
(tiempo de exposición, concentración del contaminante y blindaje o protección).
Las fuentes de contaminación son clasificadas en fijas y móviles, según el modo en el
que se produce la descarga.

 Fuentes fijas: indican una descarga localizada, puntual e identificable, por


ejemplo, un vertido de un comercio o industria, una descarga cloacal, la
percolación de un depósito de residuos.
 Fuentes móviles: están representadas por cualquier medio en movimiento que
descarga contaminantes al sistema natural. En general, representan elementos
de transporte, como autos, trenes o transporte público.
Fuentes de contaminación humana

La actividad industrial es una importante fuente de generación. Los subproductos y


resultantes de procesos pueden ser elementos que afecten al entorno o la salud
humana. Las descargas al agua o a la atmósfera son aspectos ambientales
característicos de procesos productivos. Son ejemplos de contaminantes atmosféricos
el CO2, el CO, los NOx, los óxidos de azufre, el material particulado, mientras que
compuestos orgánicos o inorgánicos, como los nitratos, sulfatos y desechos ácidos o
alcalinos, suelen ser ejemplo de contaminación del agua.

La actividad comercial suele pasar inadvertida por su aceptación y transversalidad en


nuestra vida diaria. Los residuos generados a partir de la actividad comercial, en un
estilo de vida basado en el comprar-usar-tirar, tienen un gran impacto. Pensemos
simplemente en la problemática ambiental asociada a los basurales en nuestro
territorio.

La actividad agrícola tradicional está asociada a insumos y prácticas que pueden


incorporar contaminantes al entorno. Los contaminantes químicos son los más
importantes y los agroquímicos, como fertilizantes y pesticidas, son el principal
ejemplo.

Por último, cabe destacar la actividad humana como fuente generadora de


contaminación. Todas nuestras acciones generan energía y materiales de descarte, por
lo que es muy importante dimensionar la cantidad de personas que somos, entender
los volúmenes y la toxicidad de nuestros aportes residuales. Pensando en los desechos
y contaminantes químicos, hay tipificadas más de 80 mil sustancias químicas que se
usan en nuestros hogares de manera cotidiana (insecticidas, productos de limpieza,
componentes de artefactos del hogar, combustibles, elementos de perfumería,
alimentos, etc.). La mayoría de estos residuos termina siendo gestionada como
residuos sólidos urbanos, cuando podría tener características de peligrosidad.
Impacto ambiental
El hombre se desarrolla en estrecha vinculación con el ambiente en el que habita; y la
relación que ha sostenido con este, en la mayoría de los casos, ha sido fuera de una
racionalidad que entienda la capacidad de renovación y soporte del medio. Si bien el
desarrollo de muchas culturas se basó en el conocimiento y respeto de su ambiente,
las ciudades, actualmente, se caracterizan por un desarrollo más bien caótico o que ha
respondido a otros factores como la accesibilidad, la disponibilidad de servicios, el
valor de la tierra o la calidad visual del entorno.
Las comunidades, muchas veces, han usado los recursos más allá de sus límites; esto
generó un impacto en el sistema, que, generalmente, supera a su capacidad de carga.
Las habilidades y tecnologías administradas por el hombre han posibilitado superar los
límites y la resistencia ambiental ofrecida por el entorno. Sabemos que las
urbanizaciones tienen un efecto directo sobre la degradación de los recursos, incluso
más allá de su jurisdicción; ejemplos de esto son el consumo de recursos, la
contaminación, la reducción de la capa de ozono y el calentamiento global.

Aunque la riqueza del planeta y el deslumbramiento en las ciudades, en cierta forma,


han hecho que el impacto producido por el uso excesivo de recursos pase
desapercibido, actualmente con el tamaño de la población mundial, las tecnologías
existentes y un mayor nivel de conciencia e involucramiento social, resulta imposible
ignorar nuestro impacto en el mundo.

Vamos a revisar el significado de algunos conceptos esenciales de la gestión ambiental


(GA) que aplican a cualquier ámbito: aspecto ambiental (AA) e impacto ambiental (IA).

El vocablo impacto hace referencia al resultado de la actividad humana, es decir, a la


alteración que una acción o actividad introduce o produce en el medio. La palabra
ambiental tiene que ver con este entorno y los efectos sobre el bienestar humano.
Tomando como referencia estándares técnicos, como la norma ISO 140011, podemos
definir los términos planteados de la siguiente forma:

 Aspecto ambiental: es aquel elemento inherente a las actividades, o naturaleza


de la organización, que puede interactuar con el medioambiente.
 Impacto ambiental: es un cambio en el ambiente tanto positivo como negativo,
total o parcial, que resulta de las actividades, productos o servicios de una
actividad u organización.
La relación que existe entre los aspectos ambientales relacionados a un sistema o
actividad y los impactos ambientales que estos generan es una relación de causa y
efecto. Los IA se traducen en una alteración de la calidad ambiental. Identificar,
predecir y valorar esta afectación permite ponderarlos por su significancia y trabajar
en su adecuada gestión estableciendo planes de prevención, control y mitigación. Si
pensamos en las ciudades como sistemas y, por ejemplo, en las instituciones o
industrias dentro de ellas como subsistemas, podemos identificar impactos
ambientales asociados a su dinámica.
Aspectos e impactos ambientales

El reconocimiento y la gestión de los aspectos ambientales son la base de la gestión


ambiental.
Es esencial lograr la identificación de los aspectos ambientales de las actividades,
proyectos u organizaciones. Desde una mirada macro, sería inapropiado alcanzar la
sustentabilidad en un territorio y no reconocer los aspectos e impactos asociados a
este.
En este sentido, los impactos ambientales estarán directamente relacionados con las
acciones, procesos, productos o servicios existentes; y la gestión ambiental
determinará la causalidad de un potencial impacto en el entorno. Los aspectos
ambientales, y especialmente los impactos derivados de ellos, son muy diferentes
según el tipo de proyecto, organización o asentamiento urbano. Por ejemplo, si un
territorio tiene vocación productiva orientada a las actividades extractivas,
explotaciones agrícolas ganaderas, industrias de producción, empresas de servicios, o
desarrollo tecnológico, por la naturaleza de sus actividades, este tendrá aspectos
ambientales particulares. Asimismo, la vida urbana, la forma de consumo y calidad de
vida o la propia segregación social tendrán, seguramente, potenciales impactos
diferentes sobre el territorio.
Las ciudades son un crisol de agentes y actores sociales. Los organismos de gobierno,
instituciones educativas, organizaciones del tercer sector, entre otras formas de
organización, tendrán aspectos ambientales característicos que marcarán su relación
con los factores del entorno en el cual inciden. Una actividad debe integrarse al
entorno de forma tal que favorezca la maximización de sus efectos positivos y reduzca
los negativos. Por otra parte, se debe buscar la mejor forma de trabajar con el entorno,
tanto aprovechando su potencial como minimizando los riesgos que las actividades
puedan causar.
Actividades y aspectos ambientales en los asentamientos urbanos

Si nos enfocamos en las organizaciones, lo estipulado por la norma ISO 14001 indica
que se deben implementar procedimientos para identificar los aspectos ambientales,
siendo considerados los elementos de entrada y los resultados asociados a las
actividades, tanto en condiciones de operación normal como en condiciones de
operación anormal o de emergencia. Además, se deben determinar los aspectos de AA
e IA que sean significativos.

El reconocimiento de AA e IA es muy importante y se asocia a muchos instrumentos de


gestión. Por ejemplo, en relación con el territorio, se puede vincular con la evaluación
ambiental estratégica, el análisis de riesgo, los estudios de impacto ambiental y las
evaluaciones de impacto que servirán para determinar los efectos de un proyecto.

El ordenamiento territorial también considera la existencia de pasivos e impactos en el


sitio. Las auditorías consideran los aspectos de AA e IA en el plan de desarrollo y, por lo
tanto, son la base para desarrollar la planificación estratégica, y necesariamente deben
tomarse en cuenta a la hora de establecer, implementar y mantener un sistema de
gestión ambiental.

Generalmente, se considera significativo aquel aspecto ambiental que puede originar,


justamente, un impacto ambiental significativo. La evaluación de la significancia del
impacto causado va a depender también de los atributos que se evalúen y,
lógicamente, de la caracterización y vulnerabilidad del entorno y contexto de la
organización.

Ejemplos de atributos a considerar son:

 Signo
 Inmediatez

 Acumulación

 Sinergia
 Momento
 Persistencia
 Reversibilidad
 Periodicidad

Los aspectos ambientales sobre los que aplica puntualmente un requisito legal se
consideran significativos, ya que sobre ellos debe recaer una gestión específica. Las
metodologías suelen incluir una matriz de identificación de aspectos e impactos, en la
cual se relacionan los componentes de la organización, sus aspectos ambientales
asociados y los factores ambientales.

Es importante destacar que sea cual fuere la metodología empleada para determinar
la significancia de los AA e IA, el resultado debe ser coherente e incluir criterios de
evaluación con base en los requisitos y problemáticas legales, temas ambientales e
inquietudes de las partes interesadas.

Tal como se mencionó previamente, es importante la definición y valoración de los


componentes ambientales y de los criterios de valoración de la magnitud o
importancia de los IA. Luego de que estos sean identificados, se debe trabajar en el
análisis de medidas preventivas, protectoras, correctoras y compensatorias, en el caso
de que se materialicen los IA, y que se otorgue un plan de control y vigilancia
ambiental.

Es de especial importancia, y un verdadero desafío para la gestión, realizar el análisis y


la planificación para encontrar la mejor alternativa sistémica en función de los
impactos potenciales previstos.

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