Está en la página 1de 18

See discussions, stats, and author profiles for this publication at: https://www.researchgate.

net/publication/320410775

LAS VICISITUDES Y DILEMAS DE LA ANTROPOLOGÍA MÉDICA EN EL PERÚ.


APROXIMACIONES EL CAMPO UNIVERSITARIO

Conference Paper · June 2017

CITATIONS READS

0 407

1 author:

Luis Alberto Suárez Rojas


National University of San Marcos
27 PUBLICATIONS   14 CITATIONS   

SEE PROFILE

Some of the authors of this publication are also working on these related projects:

Reasentamiento Involuntario en el Perú View project

DESAFIO DE LOS APUS EN LA GLOBALIZACION: EFECTOS DEL CAMBIO CLIMATICO Y EL NEOEXTRACTIVISMO View project

All content following this page was uploaded by Luis Alberto Suárez Rojas on 15 October 2017.

The user has requested enhancement of the downloaded file.


XVI Congreso de Antropología en Colombia.
V Congreso de la Asociación Latinoamericana de Antropología.
Pontificia Universidad Javeriana, Bogotá, 2017
Políticas de los conocimientos y las prácticas antropológicas en
América Latina y el Caribe. 6 y 9 de junio de 2017

Simposio Antropología Médica: experiencias, retos y propuestas para la formación.

LAS VICISITUDES Y DILEMAS DE LA ANTROPOLOGÍA


MÉDICA EN EL PERÚ. APROXIMACIONES EL CAMPO
UNIVERSITARIO.

Luis Alberto Suárez Rojas – Doctorando en Antropología (UNMSM).


Docente de la Escuela de Antropología de la Faculta de Ciencias Sociales
Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM) Lima – Perú.
Correo Electrónico: lsuarezr@unmsm.edu.pe

Sumilla.

En el Perú, tenemos una serie de antecedentes que han colocado énfasis a la relación
entre las ciencias de la salud y sus dimensiones sociales y culturales. Sin embargo, el
entramado institucional que le daba sostenibilidad a este vinculo conceptual y campo de
reflexión sufrió una serie de vicisitudes. La fuerte preocupación por la salud, la sociedad
y la cultura ha tomado caminos muy diversos. Considerando este pasado, la
antropología médica en el Perú está tomando un impulso más serio y sostenido;
paralelamente se vienen desarrollando esfuerzos en las facultades de Medicina para
incorporar cátedras de antropología en el área de las ciencias de la salud. En ese sentido,
esta ponencia busca analizar y proponer una lectura crítica de los dilemas de
antropología médica y su enseñanza en las facultades de medicina, especialmente en la
Universidad Nacional Mayor de San Marcos.

  1  
LAS VICISITUDES Y DILEMAS DE LA ANTROPOLOGÍA MÉDICA EN EL
PERÚ. APROXIMACIONES EL CAMPO UNIVERSITARIO.

1 A modo de introducción: una mirada al pasado.

En el Perú, aun tenemos mucho por andar, reconocer y dialogar de manera más
profunda. Considero que aun persiste una visión etnocentrica cargada prejuicio cultural
que impide una adecuada articulación entre las diferencias culturales, la ciencia médica
y los servicios de atención. Estos prejuicios son una herencia colonial y un rezago que
debemos superar. Esta matriz de prejuicio se formó en tiempos de la colonia,
recordemos cómo Cieza de León “demonizo” los sistemas terapéuticos andinos,
satanizando las “ofrendas y sacrificios” (Cieza de Leon, 1984). Otros cronistas como
Molina han documentado con precisión el papel de los llamados camascas como
aquellos que han recibido el don entregado por el dios del trueno para curar (Molina,
1959). A pesar de la colonia y la extirpación de idolatrías, aun persisten algunos
conocimientos, prácticas terapéuticas y fito-terapéuticas (plantas medicinales)
acumulados por siglos..

Con las olas migratorias (campo a la ciudad) los terapeutas como curanderos, pongos,
hueseros, jobeadores, yerbateros se han trasladado del campo a la ciudad trayendo sus
saberes y conocimientos (Arroyo, 1998) (Arroyo, 2013). Esto permite darle continuidad
a sus saberes y resolver problemas de salud, adecuado a la racionalidad andina. Esto
evidencia la vigencia de los sistemas culturales, las prácticas terapéuticas y los saberes
locales, además, es importante reconocer que estos conocimientos, prácticas
terapéuticos, encierran estructuras de sentido más profundos y visiones del mundo
acorde a una moralidad y una ética

En el pasado, investigadores desde el campo de la medicina han mostrado gran interés y


preocupación. Oscar Valdivia Ponce mostró el “acervo médico-folklórico peruano”
como cargado de sabiduría, filosofía en sus procedimientos (Valdivia Ponce, 1975).
Fernando Cabieses mostró la “Ciencia de Curar en el Antiguo Perú” con materiales
arqueológicos, etnohistóricos y etnográficos (Cabiezes, Dioses y enfermedades (la
medicina en el antiguo Perú). , 1974); del mismo modo, los aportes de Juan Lastres (“La
trepanación del cráneo en el Antiguo Perú”). En la primera mitad del siglo XX, médicos
como Lastres, Weiss, Monge, Paz Soldán han mostrado interés por comprender los
“sistemas médicos tradicionales” (Cabiezes, 1993). En esta línea el Instituto Nacional
de Medicina Tradicional (INMETRA), promovió el rescate de la medicina tradicional
para ubicarla dentro de una política de salud pública. Luego el INMETRA se
transformo en el Centro Nacional de salud Intercultural y forma parte del Instituto
Nacional de Salud (INS).

En América Latina existe una fuerte preocupación por abordar de manera sistemática el
campo de la salud intercultural, lo cual se corresponde con una serie de actividades en
países como Bolivia, Brasil, Perú, Ecuador, y Colombia. La sinergia entre la
antropología y las ciencias de la salud logra revelar el trasfondo cultural en las
poblaciones andinas e indígenas. Cada vez más, la ciencias de la salud son más
receptivas en relación a la cosmovisión, los valores y las estructuras simbólicas que le
dan sentido a la “salud-enfermedad”. Esto es una señal positiva que abrirá mejores
caminos de encuentro y diálogo.

  2  
2 Enseñanza de la Antropología Médica en el campo universitario.

Hacia el 2001, Carlos Iván Degregori et al, publicaron “Enseñanza de la Antropología


en el Perú”, gracias al apoyo del CIES; en sus primeras líneas se reconoció que debido a
la antigüedad, producción académica, número de escuelas, cantidad de estudiantes y
profesionales, la “Antropología peruana” es la más importante del área andina. Esta
investigación constató que para el 2001, de 4 centros de formación universitaria:
Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM), la Pontifica Universidad
Católica del Perú (PUCP), la Universidad Nacional San Cristóbal de Huamanga
(UNSCH) y la Universidad Nacional de San Antonio Abad del Cusco (UNSAAC), solo
3 tenía la cátedra de Antropología de la Salud. Diecisiete años después el resto de las
universidades que imparten la carrera profesional de Antropología (Social o Cultural)
han incorporado esta asignatura. Hemos buscado actualizar esta información y se ha
realizado una búsqueda entre las universidades donde se dicta el curso de Antropología
de la Salud o su similar. Por lo tanto, hemos elaborado el siguiente cuadro para graficar
este punto.

Tabla 1. Universidades donde se dicta la Cátedra de Antropología de la Salud.

Nº Universidades Ciudad Curso 2001 2017


1. Universidad Nacional Mayor de Lima Antropología de la Salud no si
San Marcos (UNMSM),
2. Universidad Nacional Federico Lima Antropología de la --- Si.
Villareal (UNFV) Nutrición y Salud
3. Pontifica Universidad Católica Lima Antropología de la Salud si si
del Perú (PUCP)
4. Universidad Nacional San Arequipa Antropología y salud --- si
Agustín. (UNSA) pública.
Antropología de la Salud
5.
Universidad Nacional del Centro Huancayo Antropología de la Salud --- si
del Perú
6. Universidad Nacional San Huamanga Antropología de la Salud si si
Cristóbal de Humanga (UNSCH) (Ayacucho)
7. Universidad Nacional de San Cusco Etnociencia y si si
Antonio Abad del Cusco etnomedicina
(UNSAAC)
8. Universidad Nacional de Trujillo Antropología de la salud --- si
Trujillo (UNT)
9. Universidad Nacional de la Iquitos Antropología Médica y --- si
Amazonía Peruana (UNAP) Etnomedicina
10. Universidad Nacional del Puno Antropología de la Salud --- si
Altiplano (UNA)
Elaboración propia 2017. Fuente: UNMS, MPUCP, UNFV, UNSA, UNCP, UNSCH, UNSAAC, UNT,
UNAP, UNA.

En resumen, el Perú existen diez Escuelas Profesionales de Antropología, todas ellas


dictan el curso de Antropología de la Salud o su similar, salvo el caso de Arequipa,
donde la Universidad Nacional San Agustín. (UNSA) dicta dos curso de la misma área:
“Antropología y salud pública”, y “Antropología de la Salud”. Aunque no en todas las
universidades utilizan la misma denominación, por ejemplo, en Iquitos la UNAP dicta
el curso “Antropología Médica y Etnomedicina”, del mismo modo en Cusco, la
UNSAAC dicta el curso de “Etnociencia y etnomedicina” y en Lima, la UNFV dicta el
curso de “Antropología de la Nutrición y Salud”. En esta ultima década todos los planes

  3  
de estudio han reconocido lo importante de implementar cursos de antropología de la
salud o médica, en parte como respuesta a la creciente interacción entre científicos
sociales y las ciencias de la salud, y la penetración de los académicos en este ámbito
laboral. El debate sobre la salud indígena, la salud sexual reproductiva, la actual política
de salud indígena implementada por el Ministerio de Salud del Perú, (MINSA) y los
debates sobre los dilemas de la pertinencia cultural en salud, son en parte, producto de
esa sinergia, de la interacción crítica y el aporte de las ciencias sociales a la salud
pública, la cual redescubre las potencialidades del trabajo interdisciplinario.

Para esta ponencia nos pusimos en contacto con los docentes y escuelas de todo el Perú
para recoger sus syllabus o silabo, a partir de ello, hemos elaborado el siguiente cuadro
que nos permite tener una mirada comparada de la sumilla o descripción del curso. Aquí
debemos hacer la salvedad que nos hemos restringido solamente a los cursos dictados
dentro de las Escuelas de Antropología; puesto, que el curso también se ofrece en otras
escuelas del campo de las facultades de ciencias de la salud en especial Medicina,
Enfermería y en algunos casos Obstetricia y Nutrición.

Tabla 2. Sumilla de los curso de Antropología de la Salud.


Nº Universidad Ciudad Sumilla o Descripción del Curso
1. Universidad Lima Antropología de la Salud. Establecer un estudio de las diferentes
Nacional concepciones sobre el cuerpo y los sistemas de salud oficial,
Mayor de San tradicional y/o alternativa en el país. Analizar y discutir las
Marcos enfermedades, curaciones, sistemas nutricionales y hábitos de
(UNMSM) salud. Tratar la estructura social y cultural de práctica alimentaria
y nutricional, en relación con los cambios en la globalización.
Analizar la relación con la medicina oficial y el sistema nacional
de salud. Analizar el papel y el porvenir de la medicina
tradicional frente a la globalización y la industria farmacológica
2. Universidad Lima Antropología de la Nutrición y la Salud. Sumilla: la asignatura
Nacional proporciona los conocimientos y las experiencia de investigación
Federico de la antropología de la nutrición, presenta en la forma
Villareal panorámica la problemática alimentaria peruana y los factores que
(UNFV) la condicionan; los conocimientos y experiencias de investigación
de la antropología de la salud, presenta en forma panorámica los
aspectos fundamentales que explican el proceso salud-
enfermedad. El objetivo general: proporcionar a los estudiantes
los conocimientos y las experiencias de investigación de la
antropología en las áreas de la nutrición y la salud.
3. Pontifica Lima La antropología de la salud (o antropología médica) es uno de
Universidad los campos de especialización más dinámicos de la antropología,
Católica del tanto por los debates teóricos y metodológicos surgidos en sus
Perú (PUCP) distintas vertientes como por las variadas formas de
involucramiento de los antropólogos médicos en políticas y
programas de salud. El curso se propone introducir diversos
enfoques y conceptos desarrollados, o puestos en cuestión, en el
ámbito de la antropología la salud. Con este fin, combina la
discusión conceptual y el análisis de investigaciones e
intervenciones realizadas en el Perú. Así, se abordarán
aproximaciones teóricas e investigaciones sobre: los conceptos de
cuerpo y salud, las construcciones sociales sobre el riesgo, la
naturaleza cultural y sociopolítica de la biomedicina y las
políticas de salud, las medicinas andina y amazónica en el marco
del pluralismo médico, y la salud intercultural. También, se
examinarán aportes y retos de enfoques interpretativos,
fenomenológicos y de la antropología médica crítica para estudiar
temas de salud prioritarios en nuestro país, tales como los
problemas asociados a la malnutrición (ej. Desnutrición, anemia,

  4  
sobrepeso y obesidad), la salud mental, y la salud sexual y
reproductiva.
4. Universidad Arequipa Antropología y Salud Pública: FUNDAMENTACION
Nacional San (JUSTIFICACION: El problema de la salud es un tema de todas
Agustín las ciencias y organizaciones sociales que están comprometidos
(UNAS) con el trabajo con seres humanos y poblacionales. Por otro lado la
salud pública encargada de la vigilancia, protección, control y
erradicación de los problemas salud masiva también es un
problema que significa la participación de las ciencias sociales y
naturales. Desde una perspectiva de la antropología social y
cultural analiza los problemas de salud-enfermedad en los
contextos culturales que vive en la población; para ello, se plantea
en conocer los problemas de la salud a nivel nacional y local,
como también las políticas públicas en salud se aplican en nuestra
sociedad y en especial la participación de los antropólogos en la
solución de los problemas que se aplican en los programas de
salud pública de nuestro país. OBJETIVOS DEL CURSOS:
Entender los lazos científicos y de aplicación entre la
antropología y la salud publica; Conocer los problemas nacionales
y regionales de la salud publica; Analizar los mecanismos de
participación desde la perspectiva antropológica en la salud
pública. SUMILLA DEL CURSO: La antropología como parte de
las ciencias sociales es una de las disciplinas más humanas,
debido a su metodología de investigación y convivencia de las
unidades de trabajo; por ello, analiza, construye y respeta los
conocimientos culturales como construcción de miles de años y
que son utilizados dentro de nuestra sociedad, los mismos que
deben ser utilizados dentro de la salud pública como parte de los
DDHH y la exigencia de organismos internacionales.
5. Universidad Arequipa Antropología de la Salud. Fundamentación: La antropología es
Nacional San la disciplina encargada de estudiar las diversidades y
Agustín particularidades que tiene la sociedad humana debido a procesos
(UNAS) históricos variados, logrando conformar una población
heterogénea en todos los ámbitos de cada una de las sociedades y
que debido al proceso de globalización se han hecho presente
muchas realidades foráneas y que de alguna manera hoy se hacen
necesario revisarlas para encontrar alternativas que enfrenta la
sociedad hoy. Objetivos: Conocer y comprender la diversidad de
alternativas que las diversas sociedades humanas han presentado
al problema de la Salud y la enfermedad; presentar y dialogar
sobre los diversos sistemas médicos; conocer la medicina
tradicional andina y explicar su vigencia frente a otras medicina;
dialogar sobre la presencia de la medicina rural en el mundo
urbano y el rol de sus especialistas; comentar la importancia de la
medicina traicionase dentro de la política de Prevención dentro de
nuestro país. Sumilla: El curso corresponde al área de cursos de
especialización, siendo de carácter teórico-practico encaminado a
presentar, analizar y utilizar las diversas medicina que tienen
cierta demanda en nuestro país con carácter alternativo para
alcanzar el alivio deseando al fenómeno de la enfermedad. Esta
revisión pondrá énfasis en la Medicina Tradicional Andina, por
ser un sistema que comenzó en épocas muy tempranas de nuestro
desarrollo histórico
6. Universidad Huancayo. Antropología de la Salud. La asignatura es teórico-práctico y
Nacional del permite en el estudiante describir, analizar y explicar la
Centro del concepción sobre la salud, enfermedad y los sistemas médicos
Perú (UNCP) alternativos en el contexto global. Competencias: el estudiante
está capacitado para analizar problemas de la salud-enfermedad
como parte de los sistemas médicos, producto de la
interculturalidad y multicularidad de los prestadores oficiales y

  5  
tradicionales de salud así como de los usuarios internos externos.
Capacidades: conoce y analiza el problema de salud y enfermedad
así como los sistemas médicos occidental o científico tradicional.
7. Universidad Huamanga Antropología de la Salud. Objetivo General : Comprender las
Nacional San ventajas de la medicina tradicional y la medicina moderna y sus
Cristóbal de implicancias sociales. Descripción: La medicina moderna y la
Huamanga Antropología Médica. Origen y proceso histórico de la
(UNSCH) etnomedicina en el Perú. Rol de los “médicos” andinos y
chamanes. Importancia de los ritos y rituales. Concepción y
clasificación del cuerpo, la salud y de la enfermedad en
pobladores urbanos y rurales. Conceptos etno-médicos en el
marco referencial de la medicina occidental. Perspectiva y
viabilidad de articulación entre la etno-medicina y la medicina
académica formal.
8. Universidad Cusco Etnociencia y etnomedicina. La nueva etnografía y la
Nacional de etnociencia. El mundo cognitivo de un pueblo transmitido por
San Antonio codificaciones. Sistemas simbólicos y comportamiento. La
Abad del etnociencia como técnica basada en los criterios del propio
Cusco informante. Comprensión del hecho cultural vinculado a la salud.
(UNSAAC) La interculturalidad en salud. Prácticas médicas tradicionales.
Curaciones y prácticas rituales en actual vigencia. La hoja de
coca: implicancias sociales, culturales y medicinales.
9. Universidad Trujillo Antropología de la Salud. La asignatura de Antropología de la
Nacional de Salud está dirigido a estudiantes del VIII ciclo de la Escuela
Trujillo (UNT Académico Profesional de Antropología de la Universidad
) Nacional de Trujillo; se desarrolla mediante un total de cinco
horas semanales, de las cuales tres hora son teóricas y dos horas
prácticas. El curso forma parte de las experiencias curriculares del
área profesional especializada. El conjunto de experiencias
curriculares del Área de Formación Profesional se orienta con
criterio de integralidad de lo que constituye la ciencia
antropológica contemporánea, contribuye a la formación
coherente y completa del estudiante en lo básico y fundamental,
como candidato a académico y profesional eficiente y de alta
calidad. La referida asignatura tiene como objeto cumplir con los
perfiles de formación profesional a través del estudio
antropológico de los aspecto socioculturales de la salud –
enfermedad, especialmente desde la óptica de la medicina
tradicional, para su revaloración y rescate. Dentro de la temática a
desarrollar en el curso se analiza la problemática de los conceptos
de Medicina Tradicional, Medicina Folklórica y Medicina
Alternativa con el propósito de establecer sus diferencias y
similitudes. Lo propio se hace con los conceptos de Salud-
enfermedad tanto desde el enfoque médico como desde el
enfoque de la antropología, luego identificamos y explicamos los
fundamentos de la medicina tradicional. En la segunda parte
determinamos cuales son las áreas de acción de la Medicina
Tradicional identificando a los operadores principales y las
actividades que cumplen, también hacemos estudios sobre las
principales enfermedades identificadas en el sistema tradicional
de salud y las prácticas curativas ejecutadas; en esta segunda parte
concluimos con un análisis comparativo del carácter de la
medicina moderna y la medicina tradicional. La tercera parte del
curso es para que el estudiante desarrolle una investigación
teórica o de campo en uno de los temas desarrollados, de modo
que amplié y aplique los conocimientos adquiridos en la parte uno
y dos.
10. Universidad Iquitos Antropología Médica y Etnomedicina. La asignatura pretende
Nacional de que el alumno maneje adecuadamente estrategias de investigación
la Amazonía sociocultural, las que le permitirán recopilar la información

  6  
Peruana necesaria para llegar a un análisis y comprensión de la medicina
(UNAP) tradicional andina y amazónica del país y del mundo. SUMILLA
El curso brinda al estudiante la Introducción, Origen y disciplina
de la Antropología Médica y la Etnomedicina, así como la
importancia de la participación de la sociedad en temas de salud,
salud cultura y el medio ambiente amazónico. Etnomedicina y
Globalización, Importancia de la Etnomedicina en el panorama
global actual, Cronología sobre la práctica y el desarrollo de la
Etnomedicina en la Amazonía, Red conceptual. Sociedades
tribales y medio ambiente, Extractivismo mercantil:
Hidrocarburos, Capitalismo y etnocidio, Principales actividades
relacionadas a la medicina tradicional, costumbres médicas o
sistemas de curación ancestral y biomédica, Desarrollo sostenible
y medio ambiente.
11. Universidad Puno Antropología de la Salud. El propósito de la asignatura es
Nacional del proporcionar al estudiante conceptos, teorías y métodos
Altiplano antropológicos para comprender el fenómeno de la salud y la
(UNA) enfermedad, asimismo identificar algunos de los problemas en los
que la Antropología de la Salud, se muestra como una
herramienta útil para analizar el contínuum salud-enfermedad. Es
decir, el curso inicia analizando los fundamentos teóricos de la
antropología de la salud cuyo principal objeto de estudio es la
comprensión cultural del binomio a salud-enfermedad, más
adelante se busca la interpretación de los sistemas médicos en las
culturas tradicionales, y se concluye analizando el sistema médico
andino y amazónico.
Elaboración propia 2017. Fuente: UNMS, MPUCP, UNFV, UNAS, UNCP, UNSCH, UNSAAC, UNT,
UNAP, UNA.

En esta ultima década varias de las universidades peruanas han actualizado sus planes
de estudios y sus mallas curriculares incorporando el curso de Antropología de la Salud,
o su similar, por ejemplo, en Cusco, el curso se dicta bajo el nombre de “Etnociencia y
etnomedicina” y el la Universidad de la Amazonía Peruana como “Antropología Médica
y Etnomedicina”. Otro aspecto importante, es que en muchos de los planes de estudio
dichos cursos se ubican por debajo o cerca de la mitad de la carrera, por lo que
generalmente la naturaleza del curso es panorámico antes que especializante, salvo
algunos casos como en Arequipa. Asimismo, la enseñanza del curso de Antropología de
la Salud, la cual originalmente se dicta en la Escuela de Antropología, también se dicta
en otras facultades como medicina, enfermería y otras carreras afines. Es evidente que
esto exige retos y entraña vicisitudes diferentes.

Si analizamos los syllabus de las diversas escuelas de antropología podemos apreciar


que los aspectos centrales, o digamos la columna vertebral de los cursos de antropología
de la salud está dentro del marco de lo que en el Perú, hemos venido llamando
“Medicina Tradicional” o “Medicina Tradicional Andina”, siendo sus referencias
bibliográficas sendos trabajos etnográficos y monográficos sobre rituales y prácticas
mágicas y terapéuticas en el marco de la cosmovisión andina, lo cual es recurrente, y en
detrimento de las prácticas terapéuticas de la amazonía. Esto incluye a investigadores
del extranjero como Mario Polia y otros así como investigadores locales, lo cual ofrece
la oportunidad de valorar sus propias producciones intelectuales.

Es necesario señalar que la “Medicina Tradicional” en el Perú como área temática es


producto de una fuerte narrativa desde la medicina formal o bio-medica orientada a
“reconocer” el universo de los “síndromes culturales” y las “otras” prácticas
terapéuticas. En el Perú, la medicina tradicional es también conocida como medicina

  7  
indígena, popular o folklórica, véase el caso de Valdivia Ponce, quien investigó sobre el
“Hampicamayoc: medicina folklórica y su substrato aborigen en el Perú”, esta
perspectiva tiene su antecedente en la psiquiatría folklórica que tomó impulso con
Alberto Seguín y otros investigadores de la UNMSM en la primera mitad del siglo XX.
Alva Quiñones (2007) nos recuerda que Alberto Seguín, en 1932 un su artículo
“Curanderismo, Psicoterapia, Sugestión” mostraba su interés por la Psiquiatría
Folklórica, al mismo tiempo que se interesó en tópicos como la Psiquiatría Social, “El
síndrome psicosomático de desadaptación”, “Medicinas tradicionales y medicina
folklórica”, entre otros. En el Perú, el pensamiento médico fortaleció el concepto de
medicina tradicional o folk para referirse a las prácticas terapéuticas “chamanicas”, con
una visión a veces exótica, esencialista y a veces reduccionista, por contraste a algunos
médicos que percibían con cierto desdén la medicina tradicional, concibiéndola como
magia, superstición y sugestión. En ese contexto, Alarcón (2004) nos recuerda que para
Seguín, el representante epónimo de la psiquiatría folklórica es el curandero; al mismot
tiempo que ya Hermilio Valdizán, lo llamaba "curador sincero" "convencido" (véase
por ejemplo, su Tesis "La alienación mental entre los primitivos peruanos" 1915);
igualmente Federico Sal y Rosas, sugiere que el curandero es el "practicante de la
medicina tradicional" cuyos actos son legítima expresión antropológica cultural, lejos y
fuera de la medicina oficial (Véase por ejemplo su trabajo sobre “Practicas mágicas de
diagnostico y pronostico en los indígenas peruanos”. l967).

Aunque la medicina oficial-moderna de bata blanca haya creado (muchas veces como
reflejo “devaluado”) la medicina tradicional o folklorica, permitió abrir un camino de
investigaciones y áreas temáticas. Bernal (2010) nos recuerda que Hermilio Valdizán
junto a Angel Maldonado le dieron un gran impulso a esta reflexión analizando el
“folklor médico del Perú”, en su obra “Medicina Popular Peruana”, asociando las
practicas actuales con los “remotos antepasados”, mostrando las diversas expresiones
“folklóricas” de la medicina popular y mitos médicos en torno a las divinidades y
fantasmas, al "susto", el "huaira" (o aire), el "chucaque", la "irijua" (o el ojeo) y la
"tricadura" y el tema de la brujería. En ese marco, investigadores como Valdivia (1986),
Frisancho (1988) y Seguín (1964), analizan las categorías como “síndrome cultural”,
“síndrome popular”, “síndrome tradicional”, “síndrome folklórico”. En esta línea,
Carlos Seguin en su texto “Psiquiatría Folclórica” señala que la “Medicina Popular, que
sería el conjunto de creencias y prácticas acerca de las enfermedades, su prevención y
tratamiento, mantenidos por tradición popular en todos los ambientes” (Seguin, 1979) al
margen de la medicina académica; en esa línea, desarrolla el concepto de etno-
medicina, refiriéndose como el “conjunto de ideas, creencias y prácticas acerca del
origen y el tratamiento de las enfermedades en los pueblos que llamamos primitivos
(como los de nuestra selva). Es una medicina que se desenvuelve en su propia cultura,
con la aceptación plena de su sociedad y que se halla representada por
el shaman o medicine-man” (Seguin, 1979); aquí la Psiquiatría Folclórica se presenta
como un sub-campo dentro de la medicina popular.

Todo ese universo de datos etnográficos, absorbido por la psiquiatría folclórica, era algo
que en realidad la antropología recogería más adelante. Aunque, no siempre se
tendieron puentes entre la psiquiatría folclórica y la antropología peruana, aun cuando
se pueden leer referencias a los clásicos de la antropología como Fraser, Malinowski,
Eliade y otros citados por estudios de Psiquiatría Folclorica (véase por ejemplo su
artículo Chiape titulado “El Empleo de Alucinogenos en la Psiquiatria Folklorica”, de
1976).

  8  
En esa dirección, las asignaturas de Antropología de la Salud, tienen como aspecto
común el hecho de concentrarse en las dimensiones culturales del proceso “salud-
enfermedad”. Cada escuela a su estilo explora el binomio de la relación entre salud y
enfermedad o también su contínuum. Algunos cursos de estudio de pregrado también
sugiere la idea de sistemas médicos, andinos o amazónicos. En el caso de la PUCP en
Lima, ofrece un curso que de cierta forma sale –en parte- del esquema dominante de la
enseñanza de la antropología de la salud; tratando de ofrecer una mirada más allá del
anclaje clásico de lo que hemos reconocido como antropología de la salud. En el caso
de la UNMSM, la primera parte analiza la interacción entre la biomedicina, la
medicalización de la salud, los paradigmas de la OMS y los servicios de salud desde
una perspectiva intercultural; luego, las siguientes unidades explora las aristas de la
medicina tradicional y herbolaria, así como los síndromes culturales, enfatizando la
relación médico-paciente. Del mismo modo, en Cusco, la entrada es desde la llamada
etnociencia, sugiriendo las prácticas terapéuticas poseen un estatus diferente, aunque de
todas formas su giro se orienta a lo que se ha venido llamando “medicina tradicional”,
por lo que se explora el trabajo de los curanderos, la llamada “prácticas médicas
tradicionales” y la vigencia de las prácticas rituales. Esta casa de estudio, es una de las
pocas que coloca la interculturalidad como uno de los primeros capitulo de la
asignatura, para enfatizar el diálogo de saberes. En esa misma dirección en la
Universidad de Humanga (Ayacucho) también logra una entrada desde la etnociencia y
etno-medicina en el Perú, que en el fondo hace referencia la medicina tradicional, lo
cual permite avanzar hacia la exploración del mundo de los “médicos” andinos-
chamanes y explorar la importancia de los ritos y rituales; no obstante, la Universidad
de Huamanga, a través de este curso, plantea un tema que ha tenido cierta relevancia
entre los círculos médicos, nos referimos a la viabilidad de “articulación” entre la etno-
medicina y la medicina académica formal.

En general, salvo excepciones, todos los cursos de antropología de la salud o su similar,


toman como eje la “medicina tradicional” con un fuerte énfasis en el área andina, lo que
supone explorar las formas de curanderismo, sus elementos, sus rituales y las
interacciones simbólicas. Desde mi perspectiva, la medicina tradicional constituye un
enfoque tan fuertemente abigarrado en el discurso de la medicina biomédica y en el
psiquiatría folclórica, que hemos absorbido sin un examen crítico las ideas que sirvieron
como telón de fondo a estas prácticas discursivas. La enseñanza de la antropología de la
salud no debe reducirse, ni encajonarse solo al campo del binomio salud-enfermedad, o
solo girar en el marco de la “medicina tradicional o folclórica”. Creo que el campo de la
salud, es justamente el campo más sensible donde se aprecia la constante reproducción
de lógicas orientadas a las profunda desigualdades históricas, jerarquías y relaciones de
poder. El campo de la antropología de la salud debe ofrecer un abanico más amplio de
problemas, perspectivas y revelar su potencia crítica.

En los cursos de “Antropología de la Salud”, existe un fuerte peso sobre la “medicina


tradicional” opacando el abanico tan amplio de problemas, ciertos aspectos que quedan
relegados, por ejemplo, la aproximaciones a instituciones como el hospital, siempre que
podamos imaginarlo más allá de la idea de institución total (al estilo de Goffman) para
pensarlo como una institución con complejos mecanismos, fricciones, prácticas
discursivas, prácticas sociales, atravesadas por las tramas de la cultura y la sociedad. En
esa línea, por ejemplo existen notables esfuerzos como los de (Van der Geest & Kaja,
2004), (Long, Hunter, & Van der Geest, 2008), (Zaman, 2005) (Van der Geest, 2005),

  9  
(Van der Geest & Sarkodie, 1998), (Whyte, Van der Geest, & Hardon, 2002). Además,
encontramos trabajos en la línea de la etnografía hospitalaria, véase el trabajo del
profesor Sjaak van der Geest, de la Universidad de Amsterdam.

En general existen aspectos que quedan relegados, especialmente aquellos que se ubican
en el marco de la salud pública y las políticas publicas de salud. Aunque es necesario
señalar que en el caso de la Universidad Nacional San Agustín (UNSAA), es
excepcional y muy alentador, pues los alumnos de antropología llevan de manera
obligatoria dos asignaturas: “Antropología de la Salud” (para 4to año) y “Antropología
y Salud Pública” (para 5to año). Es importante, tratar de abordar los aspectos sociales y
culturales asociados a los procesos de construcción de políticas publicas en salud, los
procesos de intervención y dotar herramientas para repensar eso que llamamos
“pertinencia cultural” desde la perspectiva de la intercultural como proyecto de diálogo
profundo. Al respecto de las contribuciones a la salud intercultural, véase los trabajos de
(Portocarrero & al, 2015). Es necesario estimular un trabajo interdisciplinario entre la
antropología y la salud pública. Será muy provechoso abordar en los cursos de
antropología de la salud o sus similares, el avance de las epidemias, las pandemias y sus
dimensiones sociales y culturales, véase los trabajos de (Portocarrero, 2015). Véase por
ejemplo los trabajos de Merril Singer quien explora la propagación global de nuevas y
renovadas enfermedades infecciosas y su entropía entre sí, y su interacción con las
condiciones sociales y las consecuencias biopsicológicas de la desigualdad, la
discriminación y la violencia estructural, todo lo cual ha producido una nueva y
significativa amenaza para la salud pública internacional. En esa línea de pensamiento,
surge la categoría “syndemic”, la cual fue introducida recientemente por los
antropólogos médicos para explorar la interacción sinérgica de dos o más enfermedades
coexistentes (Singer & Clair, 2003), (Singer M. , 2009). En esa misma línea, es
importante dotar de herramientas analíticas pero también críticas para revelar las
verdaderas dimensiones de la salud indígena, y reconocer que es un tema espinoso para
nuestros países de Latinoamérica. Otro aspecto que no lo miramos críticamente es el
enfoque de los determinantes sociales, que ha calado muy hondamente en el esquema de
los especialistas en el campo de la Salud Pública. Desde mi perspectiva, los
determinantes sociales de la salud están muy envueltos por un halo eurocéntrico y no
siempre se visualiza el papel de la cultura.

Otro aspecto importante es el papel de la mirada crítica desde la historicidad de la


interacción entre las ideas de la medicina y el pensamiento social. En este campo por
ejemplo sería muy interesante analizar el papel de las miradas heugenesicas,
indigenistas, climatológicas, el pensamiento de la psiquiatría folclórica, entre otros,
véase los trabajos de (Murillo, 2005), (Cueto, 1989) (Cueto M. , 2000), (Cueto M. ,
2004a), (Cueto M. , 2004b). La mira histórica es fundamental para reubicar las
condiciones sociales del campo médico como un campo de batalla ideológico, moral,
político y ético. Esto entraña múltiples consecuencias para el campo de la política
publica y el campo de la formación universitaria, siempre teñido por estas grandes
visiones de país. Mirar la salud desde una perspectiva histórica nos permite recordar la
que salud es más que un derecho, es sobre todo una profunda deuda histórica del Estado
moderno para con las poblaciones indígenas y campesinas históricamente postergadas y
estructuralmente arrinconadas por la pobreza y la desigualdad.

  10  
Asimismo, quisiera remarcar el hecho de que a veces relegamos la comprensión de la
salud-enfermedad desde la categoría del illness, referido a la experiencia social y
cultural de la enfermedad; en ese sentido, es necesario reforzar marcos analíticos que
permitan seguir una línea de reflexión sobre la experiencia social y cultural, de ciertas
enfermedades crónicas, propias de nuestro tiempo, como la obesidad, la diabetes, las
adicciones, la desnutrición, entre otras (Yon, Vargas, & Portugal, 2016). No estamos
propiciando la escucha activa de lo que significa y representa para los actores vivir con
dichas enfermedades crónicas, justamente cuando la antropología tiene todo un bagaje
de herramientas metodológicas para hacerlo.

Del mismo modo existen otros temas como la relación entre la salud y la economía
política. Eso significa revisitar los significados contemporáneos del cuerpo, los
mecanismos de control y la biopolítica (Foucault). Considero que no estamos dejando
espacio para analizar de manera crítica el papel de las industrias como la farmacéutica
que ejercen una presión muy fuerte tanto en el campo de la política como en el habitus
médico (Bourdieu), y sobre todo en el campo de la salud como trama social y cultural.
Aquí el habitus médico se hace importante retomar, eso significa renovar la
comprensión sobre las relaciones de poder, revisitar las asimetrías y las jerarquizas en
las cuales estamos involucrados a escala global.

Otro aspecto igualmente problemático y retador, reside en el hecho de que las cátedras
de “Antropología de la Salud” y sus similares se dictan tanto para auditorios
antropológicos como par auditorios no-antropológicos, esto no es un problema en sí
mismo, por el contrario, es una oportunidad valiosa para incorporar miradas cruzadas y
diferentes al discurso hegemónico del paradigma biomédico. El problema, o mejor
dicho la limitación es que seguimos repitiendo el esquema para todos los auditorios y
considero que ahí la perspectiva critica pierde fuerza, quizá vale la pena poner un mayor
acento a ciertos aspectos para unos y ciertos aspectos para otros. No es lo mismo
trabajar un curso de antropología de la salud con alumnos de antropología que
estudiantes de medicina, creo que es necesario reflexionar sobre la importancia de
construir procesos pedagógicos que propicien no solo la transferencia de información,
sino un proceso cognitivo más completo orientado al pensar, sentir y el hacer.

2.1 Experiencia del curso de “Sociología y Antropología” para estudiantes


de Medicina de San Marcos 2016.

En el 2016-II se llevó a cabo el curso de “Sociología y Antropología” para estudiantes


de Medicina de San Marcos, el cual corresponde a la "Escuela de Medicina Preventiva y
Salud Pública”; siendo el Docente Responsable Juan Pablo Murillo, Médico y
especialista en Salud Pública. Este curso se impartió a 210 Alumnos de Medicina de 1er
Año, se involucraron 14 Docente, entre nombrados, contratados e invitados, además, se
organizaron 15 Grupos de Trabajo en las horas prácticas. A continuación una tabla
resumen del curso “Sociología y Antropología” para alumnos de Medicina:

  11  
Tabla 3. Resumen “Sociología y Antropología” para Estudiantes de Medicina, del Primer Año
2016-II

UNIDADES DE COMPETENCIAS DIMENSIÓN DIMENSIÓN


APRENDIZAJ ESPECÍFICAS ACTITUDIN COGNITIVA
ES AL

• I Unidad: El • Distingue el proceso Salud- • Proceso • Visión de la


proceso de salud- Enfermedad-Atención como Autoreflexivo Salud, la
enfermedad- proceso social y cultural a personal. Enfermedad y la
Atención como nivel individual y • Reflexión al Medicina como
hecho social y comunitario. respecto del una construcción
cultural. • Aprecia con empatía La Otro. Social y Cultural.
singularidad social y cultural • Observación de • Visión de la
• II Unidad: El de individuos y interacciones Salud, la
reconocimiento comunidades sociales y Enfermedad y la
de la Otredad. • Asume los derechos civiles, culturales. Medicina como
sociales y culturales de una hechos
• III Unidad: La individuos y comunidades sociales y
Matriz Socio- • Distingue, reflexiona y Culturales.
cultural de la analiza La práctica de la • El habitus y la
Medicina. medicina como un proceso matriz social y
histórico-social y cultural en cultural de la
su esfera personal y en su Medicina y la
entorno formativo y Sociedad.
comunitario
Fuente. J. P. Murillo, 2017

Ilustración 1. Proceso de reflexión y reconocimiento en el curso “Sociología y Antropología” para


Estudiantes de Medicina, del Primer Año 2016-II. (Fuente. J. P. Murillo, 2017)

Fuente. J. P. Murillo, 2017

  12  
El docente responsable (o invitado) dictó horas de teoría a los alumnos de medicina,
permitiendo que desde distintas perspectivas se desarrollaran temas que van desde el
racismo, la interculturalidad, hasta la etnografía hospitalaria. Luego, en las horas de
práctica los alumnos se organizaban en grupos pequeños y personalizados (entre 10 y 12
alumnos). Iniciamos el trabajo con los alumnos a partir del relato biográfico y la
escritura reflexiva, todos compartieron sus orígenes familiares y sus trayectorias
sociales, en todos predominaban orígenes andino. Luego cada alumno realizó una
entrevista a un compañero, indagando sobre sus orígenes, aficiones, sus lazos
familiares, sus ámbitos de socialización, entre otros, así cada alumno presentó al “otro”
como encuentro dialógico. El ejercicio era “conocer al otro” y reconocer la “notredad”.
Los resultados fueron positivos en la medida que lograron construir cierto acercamiento.
En mi grupo narraron por qué habían elegido Medicina, algunos reconocieron que
cumplían los sueños de sus padres y otros confirmaban la fuerte expectativa social que
genera convertirse en estudiante de medicina y devenir en futuro “doctor”, aun cuando
uno de ellos reconoció que su familia todos eran ingeniero, él desafió su predestinación
y se convirtió en estudiante de medicina. En uno de los extremos un estudiante comparó
a los médicos con la figura de ángeles, para él los médicos eran ángeles que ayudaban al
prójimo. Aun en este caso todos comparten cierta aura social de prestigio y estatus.

Luego hemos introducido a los estudiantes en el análisis de la experiencia subjetiva de


la enfermedad (“Illness”). En esta etapa, la expectativa fue promover la construcción de
una actitud de diálogo, escucha, reflexión y análisis crítico, en torno a la complejidad de
la práctica médica en los servicios de salud. Los alumnos partieron con el texto literario
de Claudia Salazar Jiménez “Aquellas Olas. Coordenadas Temporales”. (Salazar,
2016), el cual narra la historia de un paciente en un Hospital Nacional de Lima, que
ingresa a sala de operaciones y le amputan la pierna equivocada, luego, los Médicos
reconocen su error y lo someten a una segunda operación para amputarle la pierna
correcta. Salazar narra esta desventura desde los ojos del paciente y su hija. Esta ficción
se basa en un hecho real que generó gran indignación entre los limeños. Muchos
estudiantes se indignaron por la frialdad de los médicos y su falta de escrúpulos, pero
sobre todo trataron de ponerse en el zapatos del paciente, incrementando su
sensibilidad. Este texto genera una “crisis cognitiva” que les hace repensar la relación
entre el aura social del Medico y los dramas reales de la medicalización de la vida. Los
estudiantes se conectaron con el dolor del paciente y su relación con el otro. La
hipótesis de trabajo fue que en la medida que el alumno de medicina avanza sus
estudios va perdiendo su sensibilidad, asumiendo un habitus médico que los vuelve
insensibles ante el sufrimiento de sus pacientes. Por esa razón, se reforzó el análisis
crítico del poema de Cesar Vallejo titulado “Los Nueve Monstruos”, a fin explorar la
experiencia subjetiva del dolor frente a la relación “salud-enfermedad”, constituyendo
uno de los más logrados testimonios literarios respecto a los desajustes producidos por
la experiencia humana del dolor (Murillo, “Guía Práctica”, 2016), aquí se enfatiza la
frase: ¡Jamás, señor Ministro de Salud, fue la salud más mortal!”. Gracias a las
lecciones teóricas los alumnos lograron vincular las dimensiones subjetivas de la
enfermedad y la determinación social de la salud. Los resultados fueron positivos, pues
el trabajo al ser acumulativo permitió que los alumnos hicieran mejores conexiones
mentales, que entremezclan su mirada interior con la narrativa y las teorías.

  13  
Luego avanzamos hacia el paradigma de Arthur Kleinman para profundizar en la
experiencia de la salud y la enfermedad desde la perspectiva del paciente, pero esta vez,
mudamos a los alumnos a los hospitales públicos más importantes de Lima
Metropolitana, para desarrollar ejercicios etnográficos (observación participante,
entrevistas a profundidad y descripciones). El objetivo fue introducir a los estudiantes a
la importancia de la cultura en el estudio de la dimensión subjetiva del padecimiento de
los individuos; así como reflexionar acerca del impacto que tiene la cultura biomédica
en la comprensión de la problemática de los pacientes y analizar las potencialidades del
método etnográfico como una herramienta que favorece la comunicación médico-
paciente. Gracias a estos ejercicios los alumnos se sumergieron en el mundo de la
investigación cualitativa, desarrollando “ciertos” niveles de empatía. Pero sobre todo,
permitió que los alumnos abrieran su corazón a las múltiples historias, tensiones y
contradicciones en el hospital. En suma, examinaron el campo hospitalario como un
universo compuesto de pequeños mundos que interactúan de manera tensa y dinámica,
donde se entrelazan políticas hospitalarias, economías formales y economías ocultas, un
campo parcelado, atravesado por el poder, la historia y la cultura.

Si evaluamos las competencias, según los datos procesados por el Médico y Docente
Responsable del Curso, Juan Pablo Murillo podemos apreciar los siguientes datos:

• El 84 % de los alumnos al final de la asignatura reconocen haber cambiado


su visión de la medicina y 61% admitieron cambios en su vida, centrados en
una mayor empatía hacia el otro.
• Las autoevaluación de los alumnos sobre el logro de las competencias
muestra que aproximadamente entre un 11-19% no alcanzan las
competencias en niveles significativos.
• El 100% de los grupos logran desarrollar el ejercicio de observación
etnográfica
• Un 50% de los docentes logran desplegar, en forma parcial los instrumentos
de medición de competencias.

Como bien se evidencia en los datos, uno de los dilemas más importantes es que no
todos los docentes encargados de la práctica estuvieron sensibilizados o comprometidos
al cien porciento con los objetivos del curso. Es un equipo muy diverso y las formas de
aproximarse y hacer suyo el curso varía. En este caso hemos contado profesionales de la
comunicación social, antropología, sociología, medicina, obstetricia y enfermería.
Construir un dialogo y objetivos comunes constituyen retos enormes en la medida que
pueden haber resistencias y desplazamientos epistémicos provocando que ciertos temas
se oscurezcan o emerjan con mayor facilidad. De igual modo, la introducción del
pensamiento crítico se propicia gracias al constante conflicto cognitivo, que en muchas
ocasiones colisiona con el habitus que proyectan los docentes de medicina y los otros
actores asociados al proceso formativo. A pesar de que el curso se orienta a un proceso
de reestructuración del pensamiento gracias a estos conflictos cognitivos, las
resistencias y las anclas son muy pesadas y profundas, pues no solo están empotradas en
el habitus universitario del médico sino también en la vida social que refuerza ciertas
visiones sobre los “doctores”.

  14  
La doxa del campo médico universitario es muy resistente al pensamiento crítico, pues
constantemente se ve reforzado por complejos mecanismos sociales y culturales, como
dijo un alumno en su relato sobre por qué eligió estudiar medicina: “los médicos son
como los ángeles”. El papel del pensamiento crítico en el proceso formativo es
fundamental y es necesario transversalizar un enfoque humanista como sugiere Juan
Pablo Murillo, líder del equipo docente de este curso, sino que es urgente transversalizar
el enfoque intercultural en la formación médica, que contribuya a repensar no solo la
relación medico-paciente y sus complejos universos culturales y sociales subyacentes,
sino que permite repensar el biopoder, la economía política, la industria farmacéutica,
pero sobre todo el campo de la política publica, como un campo de batalla ideológica y
moral.

2.2 A modo de conclusión.

A) Los cursos de antropología de la salud no se restringen a los antropólogos, por lo


que constituye una excelente oportunidad de diálogo interdisciplinario; pero al
mismo tiempo un reto porque los procesos no son los mismos en términos de
desarrollo pedagógico y reflexivo.
B) En la perspectiva de la asignatura como Antropología de la Salud es necesario
trabajar arduamente enfoques como la interculturalidad, que aunque de facto se
pueden evidenciar relaciones interculturales es necesario también trabajar la
propuesta de interculturalidad como proyecto (Véase los trabajos de Betancourt)
de diálogo y reivindicación más profunda de nuestros pueblos indígenas
históricamente excluidos, lo cual interactúa de manera crítica con la conquistas
de los derechos sociales y los procesos de construcción de políticas públicas en
el campo de la salud.
C) Asignaturas como “Antropología de la Salud” o sus similares, aun cuando
reivindican y revaloran los otros saberes médicos, es necesario que no se
concentre solo en aquellos que hemos llamado “medicina tradicional”, sino que
es necesario que ofrezca un abanico más amplio de interacciones temáticas y
problemas, los cuales cada vez más constituyen desafíos para las sociedades
contemporáneas tanto indígenas, mestizas y la sociedad nacional en su conjunto.
Así por ejemplo, explorar temas como la salud global, las epidemias, las
pandemias, los desastres naturales, las enfermedades crónicas, las industrias
farmacéuticas, la economía política del cuerpo, el trafico de órganos, entre otros.
D) En ese sentido, es necesario una interacción interdisciplinaria, los estudiantes de
antropología no solo deben conocer sobre los complejos universos simbólicos y
de sentidos asociados a los procesos de salud y enfermedad. Así los
antropólogos también deben conocer un poco de epidemiología y patología, al
mismo tiempo que los estudiantes de medicina exploran un poco los universos
simbólicos.
E) La comunidad antropológica está caracterizada por su fragmentación y
dispersión. Por esta razón, es necesario intensificar espacios de encuentro,
diálogo y co-laboratorio, en Lima tuvimos en el 2016 una valiosa iniciativa del I
Simposio de Antropología Medica, sin embargo necesitamos fortalecer e
incrementar iniciativas de esta naturaleza.

  15  
Bibliografía.

Arroyo, S. (1998). Algunos aspectos del culto al Tayta Wamani. Lima: UNMSM.

Arroyo, S. (2013). Los waringueños y Chikwate Grande como patrimonio y tradición


viva del mundo andino. Revista de Antropología (7).

Cabiezes, F. (1974). Dioses y enfermedades (la medicina en el antiguo Perú). . Lima:


Ed. Artegraf.

Cabiezes, F. (1993). Apuntes de medicina tradicional. Lima: Organismo de Integración


Andina en Salud.

Cieza de Leon, P. (1984). La crónica del Perú. Lima: Editorial Peisa.

Cueto, M. (1989). Excelencia científica en la periferia: actividades científicas e


investigación biomédica en el Perú, 1890-1950.). Lima, Perú: Instituto de Estudios
Peruanos.

Cueto, M. (2000). El regreso de las epidemias: salud y sociedad en el Perú del siglo
XX. Lima, Peru: Instituto de Estudios Peruanos.

Cueto, M. (2004a). The origins of primary health care and selective primary health care.
American journal of public health , 94 (11), 1864-1874.

Cueto, M. (2004b). El valor de la salud: historia de la Organización Panamericana de


la Salud. (Vol. 600). Organización Panamericana de la Salud.

Foster, G. (1966). Las culturas tradicionales y los cambios técnicos. México: FCE.

Foster, G. (1974). Antropología Aplicada. México: FCE.

Guaman Poma, P. (1980). Primer Nueva Corónica y buen gobierno. México: Siglo
XXI-IEP.

Holland, W. (1963). Medicina Maya en los Altos de Chiapas. México: Instituto


Nacional Indigenista.

Long, D., Hunter, C., & Van der Geest, S. (2008). When the field is a ward or a clinic:
Hospital ethnography. Anthropology & Medicine , 15 (2), 71-78.

Molina, d. C. (1959). Ritos y fábulas de los Incas. . Buenos Aires : Editorial Futuro.

Murillo, Juan. Pablo. (2005). Hipólito Unanue y el proceso de construcción del discurso
epidemiológico peruano." . Anales de la Facultad de Medicina. , 66 (4).

Murillo, J. P., & Franco, G. (2008). San Fernando:¿ utopía o proyecto inconcluso?. In
Anales de la Facultad de Medicina (Vol. 69, No. 2, pp. 130-139). UNMSM. Facultad de
Medicina.

Murillo, Juan Pablo, Mendoza, W., & Franco, Gustavo. (2000). ¿Quo vadis Salud
Pública? Discurso y práctica de la Salud Pública en el Perú y su auge universitario en

  16  
la década de los noventa. In Anales de la Facultad de Medicina (Vol. 61, No. 2, pp.
146-160).

Portocarrero, J. (2015). VIH en gestantes indígenas: un reto para la salud pública


peruana. Revista Peruana de Medicina Experimental y Salud Publica , 32 (3), 546-554.

Portocarrero, J., & al, e. (2015). Terapeutas tradicionales andinos en un contexto de


cambio: el caso de Churcampa en el Perú. Revista Peruana de Medicina Experimental y
Salud Publica , 32 (3), 492-498.

Singer, M. (2009). Introduction to syndemics: A critical systems approach to public and


community health. . John Wiley & Sons.

Singer, M., & Clair, S. (2003). Syndemics and public health: Reconceptualizing disease
in bio‐social context. Medical anthropology quarterly , 17 (4), 423-441.

Valdivia Ponce, O. (1975). Hampicamayoc, medicina folklórica y su substrato aborigen


en el Perú. . Lima: UNMAM.

Van der Geest, S. (2005). ‘Sacraments’ In the hospital: exploring the magic and religion
of recovery. Anthropology & medicine , 12 (2), 135-150.

Van der Geest, S., & Kaja, F. (2004). Hospital ethnography: introduction. Social
science & medicine , 50 (10), 1995-2001.

Van der Geest, S., & Sarkodie, S. (1998). The fake patient: A research experiment in a
Ghanaian hospital. Social Science & Medicine , 47 (9), 1373-1381.

Whyte, S. R., Van der Geest, S., & Hardon, A. (2002). Social lives of medicines.
Cambridge University Press.

Yon, C., Vargas, R., & Portugal, T. (2016). Los retos para enfrentar la desnutrición
infantil:“Saber y no poder”: un estudio de caso en Vilcas Huamán (Ayacucho). IEP.

Zaman, S. (2005). Broken limbs, broken lives: Ethnography of a hospital ward in


Bangladesh. Het Spinhuis, . .

  17  

View publication stats

También podría gustarte