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INTRODUCCIÓN
A continuación introduciremos las Técnicas organizativas del mantenimiento avanzado, apartado en el
cual se hará especial hincapié en las técnicas de mantenimiento RCM y TPM, prestando especial
interés en su aplicación desde el punto de vista organizativo y de planificación del mantenimiento
más adecuado. Del mismo modo, en este apartado se describen los procesos necesarios para la
implantación de estas técnicas, aludiendo a la organización de personal, de recursos humanos y
recursos materiales.
También se describen otras técnicas de mantenimiento , como por ejemplo el mantenimiento preventivo
sistemático, diferenciando en qué momentos o situaciones es necesaria la aplicación de una técnica
u otra, pero siempre defendiendo el punto de vista de que la optimización del mantenimiento se logra
a través de la integración simultánea de varias técnicas de mantenimiento, y no aplicando solo una de
ellas de forma individual.
Para abordar este tema, en primer lugar aclararemos un concepto, considerado imprescindible:
No es lo mismo una técnica organizativa, como puede ser el RCM o TPM, que un mantenimiento predictivo,
que es una “mantecnología”, o una metodología tecnológica a utilizar como herramienta.
Es decir, por ejemplo, RCM es una técnica que nos ayuda a replantear todo nuestro mantenimiento con base
en la fiabilidad o análisis de fallos, y utiliza, entre otras y como táctica de mantenimiento tras el análisis
de dichos fallos, la tecnología de mantenimiento llamada Predictivo. TPM, es otra técnica organizativa,
basada en transferir a producción gran parte (o todas) las actividades de mantenimiento, pero no es
una mantecnología propiamente dicha. Por tanto hemos separado intencionadamente el apartado de
mantenimiento predictivo, dada su característica innovadora y tecnológica, de lo que trataremos en este
apartado que son técnicas organizativas.
Analizar con una metodología rigurosa y auditable cada tipo de fallo y avería, estudiando el modo en que se
producen dichos fallos y cómo éstos se transforman en costes y repercusiones.
La mejora de la productividad del departamento de mantenimiento debe mejorarse mediante una forma de
trabajo avanzada y planificada, evitando la realización de tareas inútiles.
Tras el estudio y definición de táctica es imprescindible una auditoría imparcial, antes de su implantación real.
Imprescindible contar con el apoyo técnico y cooperación del personal de mantenimiento, el de operación o
producción, el de ingeniería y el administrativo.
Este técnica se refleja en la UNE 20812 y se basa en realizar un proceso también sistemático y documentado de
análisis básicamente cualitativo que revisa y estudia en profundidad la fiabilidad de un sistema y de sus
subsistemas.
El AMFE identifica:
Sus efectos, tanto en el propio sistema como en la instalación, en el área de trabajo, etc
A partir de este análisis, se trata de cuantificar la probabilidad de fallo y de ahí se obtiene las tareas de
mantenimiento preventivo requeridas.
Para entender las principales diferencias con respecto al RCM, tendremos en cuenta:
El método AMFE considera las averías que pueden producirse en un determinado sistema, pero, salvo
excepciones adoptadas por los que realizan el estudio, no tiene por qué considerarse la combinación de fallos
cuya aparición simultánea puede pasar de ser una avería leve a un fallo catastrófico que impidiera al sistema
dejar de cumplir su función
Considera aquellos modos de fallo que pueden impedir el cumplimiento de su función, pero no aquellos que
degradan el sistema y que pueden ser objeto de un tratamiento estadístico o de seguimiento predictivo de
variables.
Una de las técnicas organizativas de mantenimiento más actuales, es la centrada en la fiabilidad, o RCM:
Reliability Centered Maintenance, la cual se basa en la búsqueda de mejora de resultados apoyándose en:
Analizar con una metodología rigurosa y auditable cada tipo de fallo y avería, estudiando el modo en que se
producen dichos fallos y cómo éstos se transforman en costes y repercusiones. VERDADERO
La mejora de la productividad del departamento de mantenimiento debe mejorarse mediante una forma de
trabajo avanzada, sin ser necesario que sea planificada, evitando la realización de tareas inútiles. FALSO
Tras el estudio y definición de táctica NO es imprescindible una auditoría imparcial, antes de su implantación
real. FALSO
Es imprescindible contar con el apoyo técnico y cooperación del personal de mantenimiento, el de operación
o producción, el de ingeniería y el administrativo. VERDADERO
COSTES
SERVICIO
CALIDAD
TIEMPO
RIESGOS
Para implementar la técnica del RCM, el equipo de trabajo deberá tener muy claro una serie de
cuestiones:
¿Cuáles son las funciones del equipo o sistema?
¿De qué forma puede fallar?
¿Qué puede causar el fallo?
¿Qué sucede realmente cuando falla?
¿Qué ocurre si se produce el fallo y qué repercusiones reales tiene? (coste, disponibilidad,
accidentes…)
¿Qué se puede hacer para prevenir los fallos?
¿Es rentable prevenir dichos fallos?
¿Qué se debe hacer si no se puede prevenir el fallo?
Una vez sabidas cuáles son las funciones y prestaciones, hay que identificar sus fallos. Será necesario identificar
uno a uno, los posibles fallos de cada elemento o equipo, entendiendo como fallo el dejar de realizar las
funciones necesarias o salirse de los márgenes de validez para nuestro cliente.
Es decir, el fallo funcional a localizar e identificar por el grupo de trabajo RCM será aquel que implique la
incapacidad de cualquier tipo de cualquier equipo o elemento físico para cumplir un estándar medible de
funcionamiento.
A continuación, se deberán identificar todos los modos de fallo. Éstos deberán incluir todas aquellas causas de
fallos que hayan ocurrido, las que se están evitando por el mantenimiento preventivo que estamos llevando a
cabo y las que aún no han ocurrido pero tienen posibilidades de hacerlo.
El siguiente paso, es determinar los efectos que tienen los fallos localizados. Para cada fallo es necesario
registrar rigurosamente, qué pasaría si se da una determinada avería y qué ocurriría si se diera un modo
de fallo o avería asociada. Con ello abordamos la casuística de fallos múltiples.
Una vez planteada esta primera fase, deberemos examinar exhaustivamente las consecuencias de si un fallo
ocurre.
+
Consecuencia de los fallos ocultos, los cuales nos exponen a un fallo múltiple de
GRAVEDAD
PREGUNTA DE AUTOCONTROL
Identifica cada una de las metas u objetivos planteados para alcanzar por
la metodología RCM, dentro del ámbito correspondiente: Costes,
Servicio, Calidad, Tiempo o Riesgos.
BÚSQUEDA DE FALLOS
MANTENIMIENTO PREDICTIVO
OCULTOS
MANTENIMIENTO PREVENTIVO
REDISEÑO EQUIPOS
CÍCLICO
FASE 3
FASE 0 FASE 1 FASE 2
Determinar META según
Definición de objetivos Formación de grupo de Elaborar programa de
objetivos empresariales
de empresa trabajo actuación
y de negocio
FASE 6 FASE 5
FASE 7
Seleccionar tácticas de Matriz de decisión: FASE 4
Auditar el programa mantenimiento factibles, determinar modos de
definido y el proceso eficaces y rentables Análisis de fallos
fallos, causas y
realizado
consecuencias
FASE 9
FASE 8 Optimizar el proceso y FASE 10 <> FASE 3
Implantar tácticas compatibilizar con el Pasar a siguiente
definidas programa legal de sistema según fase 2
mantenimiento
Es destacable, en las dos columnas de la derecha, que en ellas se concluye que, tras analizarse
todas las cuestiones anteriores, si el grupo de trabajo determina la ineficacia del
mantenimiento preventivo, periódico o rutinario, la imposibilidad de encontrar una variable
significativa y medible del estado, y evidencia la ineficiencia de una sustitución cíclica
periódica, se debe optar por no realizar ningún tipo de mantenimiento preventivo y esperar a
que surja el fallo.
Habría que analizar también, cuanto costaría realizar un rediseño acudiendo al apartado de
reingeniería de mantenimiento.
Planificación: La Dirección debe ser consciente de la asignación de los RRHH necesarios para el desarrollo del
sistema: número de miembros del equipo de trabajo y designación de disponibilidad horaria para ello.
Proceso de revisión basado en el RCM: Vencidas las fases de trabajo, expuestas anteriormente como 0, 1, 2 y 3,
comienza el verdadero trabajo de los equipos en base a la celebración de rigurosas y cíclicas reuniones de
trabajo. Es decir, previa a esta fase, el equipo de trabajo ha debido de seleccionar un equipo o equipos sobre los
cuales trabajar, decisión estratégica y decisiva para la continuación del sistema de mantenimiento planteado;
plantearse las metas a alcanzar, bien sea en costes, calidad, servicio o tiempos o disminución de riesgos, se
comenzará con el análisis de los modos de fallo, análisis de causas y consecuencias. A partir de cada modo de
fallo, hay que diseñar una táctica de mantenimiento, para lo cual nos ayudaremos de la herramienta de trabajo
de HOJA de TRABAJO RCM, por ejemplo la mostrada en la imagen siguiente.
Superada esta fase, llega el momento en el cual se aplica lo planteado y estudiado. Fase, la cual irá seguida de
una de exposición y dar a conocer las decisiones adoptadas y sistemas implantados.
Grupos de trabajo en RCM: En la determinación del equipo de trabajo para la implantación del sistema, será
clave la asignación de persona líder que dirija el equipo y sea capaza de involucrar lo suficiente a las
personas que en él participan.
El equipo de trabajo debe estar constituido por personas que conozcan el equipo o sistema sobre el cual se
va a aplicar el plan, y que además tengan una formación básica del RCM.
El análisis del RCM ha de ser riguroso, respondiendo una a una cada pregunta de las expuestas
anteriormente para cada equipo o sistema. Se deberán obtener conclusiones concretas.
Los trabajos a realizar durante la implementación del RCM, se pueden catalogar como arduos y tediosos, por
ello se debe contar con una planificación rigurosa de las reuniones de trabajo.
Puede ser enriquecedor, que en algún momento del proceso, el equipo de trabajo, cuente con la participación
de un profesional del diseño del equipo o sistema sobre el cual se trabaja, aportando con ello conocimiento
sobre variables de diseño, parámetros, etc…
A continuación, expondremos los puntos que podemos considerar como débiles y fuertes de un mantenimiento
RCM.
PREGUNTA DE AUTOCONTROL
Ordena las fases de implementación de la técnica RCM de mantenimiento: (respuesta
diapo 22)
Análisis de fallos
Sirve para definir actuaciones de mejora difíciles de detectar por otros sistemas
PUNTOS DÉBILES
Su eficacia depende en gran medida por la experiencia de los participante de los equipos de
trabajo, por lo que puede haber problemas en caso de contar con equipos de trabajo nuevos.
El éxito del sistema depende en gran medida de la capacidad de liderazgo del guía del grupo,
y de la motivación e involucración del equipo, con lo que conlleva un riesgo frente a una no
adecuada selección de los miembros de trabajo.
Es un proceso arduo y lento, por lo que debe existir una estrategia motivadora importante y
acertada para que los participantes no caigan en la desmotivación.
Realizar o lanzar una orden de trabajo preventiva para subsanar la anomalía detectada
Reconfigurar el proceso productivo teniendo en cuenta los sistemas de parada, puestas de servicio, etc de la
máquina
Poner fuera de servicio el sistema o equipo con síntomas de avería, anulando su funcionalidad en espera de
una acción correctiva, antes de que las consecuencias sean más catastróficas
A la postre, esta técnica es en parte, lo que el modelo del TPM aboga, transfiriendo la responsabilidad al primer
nivel: operador de la máquina.
SEIRI, Organización y clasificación: cada puesto de trabajo ha de estar perfectamente organizado, por ejemplo
con las herramientas necesarias para el desempeño del trabajo, perfectamente organizadas , codificadas y en
el lugar preciso.
SEITON, Orden: Una vez determinados cuales son los utillajes y herramientas necesarias, el orden de cada
una de las zonas de trabajo, delimitación de zonas según usos es requerido.
SEISO, Limpieza e inspección: Se aprovechan las tareas de limpieza de las zonas de trabajo para la inspección
de las mismas.
Implantar un sentimiento de propiedad de los operarios de producción sobre sus equipos y sistemas, a través
de un programa de formación y especialmente de implicación con la nueva tecnología.
Promover la mejora continua a través de grupos de trabajo que inculquen la idea de unión y coordinación entre
producción, mantenimiento e ingeniería.
DEFINICIÓN DE
ELABORACIÓN DE ACTUACIONES
PROCEDIMIENTOS DEFINIDAS EN
REINGENIERÍA
PLANIFICACIÓN Y
ORGANIZACIÓN DE
ACTIVIDADES
El mantenimiento autónomo se basa en los principios de las 5S, las cuales significan:
SEIRI, Organización y clasificación: cada puesto de trabajo ha de estar perfectamente organizado, por
ejemplo con las herramientas necesarias para el desempeño del trabajo, perfectamente organizadas ,
codificadas y en el lugar preciso. VERDADERO
SEITON, Orden: Antes de determinar cuales son los utillajes y herramientas necesarias, el orden de cada
una de las zonas de trabajo, delimitación de zonas según usos es requerido. FALSO
SEISO, Limpieza e inspección: No se aprovechan las tareas de limpieza de las zonas de trabajo para la
inspección de las mismas. FALSO
SHITSUKE, Cumplimiento o disciplina: imprescindible para lograr alcanzar los estándares de auto-
mantenimiento perseguidos por el TPM. VERDADERO
En el gráfico anterior, se ha mostrado una propuesta de cómo poder lograr esta implicación.
En cualquier equipo, desde un punto de vista tradicional, la fase de puesta a punto del equipo, se caracteriza
por la localización de un número de averías mayor al considerado normal después de su explotación. Este
período, se denomina “mortalidad infantil”, y va decreciendo a medida que va pasando el rodaje de la
máquina.
A continuación, se localiza un periodo más o menos localizado, en el que el número de averías decrece, y
éstas surgen aleatoriamente y sin una causalidad totalmente definida. Este nivel junto al anterior, es
denominado vida útil.
Una vez superado este periodo en el que el departamento de mantenimiento apenas puede predecir el fallo,
llega el periodo en el que las averías pueden ser catalogadas como desgaste, fatiga, envejecimiento
mecánico..
Sin embargo, esta curva de bañera era mucho más fiable hace unas cuantas décadas en las que los equipos
eran prácticamente sistemas mecánicos, neumáticos o hidráulicos. Hoy n día no es así, por lo que cuando
un sistema empieza a fallar según esta zona de la bañera, se demuestra que en un 94% de los casos las
actuaciones para mejorar los sistemas, deben encaminarse a intervenciones modificativas sobre el
mismo y no preventivas.
Finalmente, llegamos a una periodo en el que la mayor parte de los equipos fallan a la misma edad, y, en
teoría, ese sería el momento de llevar a cabo la revisión preventiva sistemática para volver a posicionarlo
en una situación, correspondiente a las averías de vida útil.
Dentro de las tareas de mantenimiento preventivo sistemático, hemos citado anteriormente que hablaríamos
de la lubricación.
Es archiconocida la función de la lubricación, esencial para evitar el desgaste de dos superficies en contacto.
El líquido lubricador, deberá tener un espesor determinado de forma que las variables de movimiento
entre ambas superficies no se vea afectada. En este momento, definimos lubricación límite, cuyo efecto
se basa en el efecto denominado “cuña”.
Si bien, será imprescindible controlar los periodos de cambio de lubricante, el cual se deberá efectuar cuando
su “envejecimiento” haga que no mantenga sus propiedades, principalmente la viscosidad, teniendo en
cuenta la necesidad de reponerlo periódicamente si hay pérdida o consumos, para mantener la capacidad
del conjunto de evacuar el calor por pérdidas generado internamente.
No podemos centrarnos en todas las normativas que actualmente existen, sin embargo, sí podemos citar, por
ejemplo la Ley 21/1992, de 16 de julio, el RD 2200/1995 de 28 de septiembre, por el cual se aprueba el
Reglamento de la Infraestructura para la Calidad y la Seguridad Industrial, y la Ley 13/1987, de 9 de julio,
relativa a la seguridad en instalaciones industriales.
En este aspecto, es de destacar la continua introducción de reglamentación no solo a nivel estatal, sino a nivel
europeo, y como no, a nivel de ordenanzas municipales. Por ejemplo, en el caso de Instalaciones de
Protección contra incendios, en el ámbito de establecimientos industriales, además de enfocarlo desde el
punto de vista estatal, en algunas ciudades, tales como Zaragoza, Alicante Barcelona, Vitoria, etc…es de
obligado cumplimiento el cumplimiento de las ordenanzas municipales.
No quisiéramos terminar este apartado sin citar que el mantenimiento de seguridad, es el considerado por la
legislación vigente y de obligado cumplimiento según corresponda, además de la posibilidad de que el
constructor del equipo o instalación, haya introducido en sus normas de utilización en previsión de
cualquier tipo de accidente.
Diseño adecuado para ubicar los puntos de toma de medidas e indicadores funcionales: accesibles,
visibles…VERDADERO
No aporta zonas habilitadas para la posterior colocación de elementos de medida, facilitando con ello el
mantenimiento predictivo. FALSO
Implantación de señales, marcas y accesos a niveles e indicadores fáciles, de forma que el mantenimiento por
producción TPM sea complicado. FALSO
Sustitución de repuestos difícilmente accesibles, por estándares, comerciales y de fácil localización en nuestro
entorno. VERDADERO
El método HAZOP (Hazard and Operability Analisis), es una técnica de programación de mantenimiento
basada prioritariamente en la seguridad. Su objetivo es detectar circunstancias de peligro y accidente,
siendo la operación un aspecto secundario. Las prioridades de las acciones preventivas y correctivas se
fundamentan en el riesgo, y no en la producción. Se trata de un sistema perfectamente medible y
auditable, pues se controlan todas las variables del proceso. Consiste en la medición de todas las
variables que forman parte del proceso: temperaturas, presiones, velocidades, y analizando las
consecuencias de posibles modificaciones o desviaciones.
Actualmente existen paquetes informáticos comerciales que permiten la realización del análisis. Por el tipo de
proceso, se ha comprobado que está mejor preparado para sistemas de trabajo en continuo, aunque se
han desarrollado variantes para procesos por lotes.
CONCLUSIÓN
Dos de las Técnicas organizativas del mantenimiento avanzado de mayor aplicación son el mantenimiento
centrado en la fiabilidad, o RCM, el cual se basas en la búsqueda de mejora de resultados
apoyándose entre otros aspectos en la planificación del trabajo; para lo cual debemos de tener claro
el método AMFE, el cual es conocido como el método de análisis de modo de fallo y de sus defectos.
Otra de las técnicas más ampliamente aplicadas, es el llamado mantenimiento de producción o TPM,
el cual se base, ente otros principios, en implantar el mantenimiento autónomo, lo que conlleva la
implicación de todo el personal de la planta.
Existen otras técnicas de mantenimiento, tales como Mantenimiento preventivo Sistemáticos, definiendo al
primero como aquel que se efectúa de acuerdo a un plan establecido según el número de unidades
fabricadas o el tiempo.
En cada momento, será interesante la aplicación de una técnica u otra, pero siempre partiendo de que la
optimización del mantenimiento se logra a través de la integración simultánea de varias técnicas de
mantenimiento, y no aplicando solo una de ellas de forma individual.