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Myers, Jorge, “Una revolución en las costumbres: las nuevas formas de sociabilidad de la
elite porteña, 1800-1860”
-Clase 8, 9 y 10: De Caseros a 1870: ampliación de la cultura visual porteña y nuevos géneros
artísticos. Generación de 1880: institucionalización del campo artístico y prácticas artísticas.
● Malosetti Costa, Laura: “Arte y civilización”, en Los primeros modernos. Arte y
sociedad en Buenos Aires a fines del siglo XIX,
● Malosetti Costa, Laura: “Las artes plásticas entre el ochenta y el centenario”
● Devoto, Fernando, El país del primer centenario cuando todo parecía posible, Buenos
Aires, Capital Intelectual, 2010, cap. 1: “Argentina en 1910”
● Herrera, María José: “1900-1920. En torno al Centenario”, en Cien años de arte
argentino, Buenos Aires, Editorial Biblos-Fundación OSDE, 2014.
Dama Diez: CONSIGNA 2: Según Jorge Myers en "Una revolución en las costumbres: las
nuevas formas desociabilidad de la elite porteña, 1800-1860", ¿cuáles fueron las
características de la nueva elite surgida tras la Revolución? ¿Cuáles fueron los espacios
públicos del entorno urbano utilizados por la elite para su esparcimiento y para qué servían
con relación a la legitimación de su posición social?
(Máximo 500 palabras. Puntaje de la respuesta: 2,5 puntos)
En el texto de Jorge Myers en "Una revolución en las costumbres: las nuevas formas de
sociabilidad de la elite porteña, 1800-1860" se focaliza en los cambios sociales que se
dieron después de la revolución de mayo en 1810 en torno a la nueva élite porteña.
Inicialmente, las familias aristocraticas de mayor imporancis eran aquellas que provenian de
linajes espanioles pero a parir de la seperacion de espania los lidieres de la sociedad
portenia, la elite, comenzo a definirse por los mertios en la revolucion. Eran familias con
propiedades y riquezas pero que se identificaban con el movimiento revolucionario y habian
formado parte. A partir de este cambio estas familias necesitaban definir y legitimizar el
cambio social que estaba transcurriendo ponieno distncia entre ellos y otros sectores
sociales. Una de las formas de realizar esto era transdormando las costumbres diaras y sus
funciones, por ejemplo, el teatro era un espacio al cual podian acudir todos los ciudadanos y
la elite pprtenia con el tiempo fue cambiando su funcion, eligiendo las obras que podian ser
montadas para utilizar este medio como forma didactia educativa para los otros sectores de
la sociedad. Otro espacio publico que frecuentaba toda la sociedad portenia era el paseo de
la alameda; las familias de la nueva elite portenia realizaban el paseo con el fin de tratar de
establecer el tipo de ropa que se debia usar y la gestualidad. A su vez tambien se fueron
desarrollando clubes organizaodos de tal manera que no cualquiera podia participar ya que
se necesitaba cierto prestigio; esta es otra de las actividades cotidianas que ponia distanica
entre la elite y las otras clases con el fin de legitimizar su nueva posicion de altura. Otro
espacio urbano frecuentado por todo los civiles era las carreras de toros que fueron
prohibidas a principipio del siglo ya que era un habito percibibido como barabrico por las
civilizaciones europeas a las cuales la elite se queria asemejar; entonces se cambiaron las
carreras de toros or carreras de caballos por imposicion de la elite que con esta deiscion
marcaba las lineas de lo correcto y lo incorrecto que el resto debia seguir. Por ultimo, otro
evento que tenia este grupo como recurso para diferenciarse y legitimizarse eran las
festividades que a pesar de que eran organziadas para aparentar cierta unidas entre grupos
despues de la revolucion ya que eran lugares donde se rehunian todos los potenios, la elite
usaba esta paramostrar e imponer sus modas al resto.
Según Laura Malosetti Costa en su texto "Arte y civilización" a comienzo del siglo XX
circulaba una creencia que sustenta la opinión de que la Argentina, en particular Buenos
Aires podía convenirse en la “capital” del arte reemplazando a París que era considerada el
“centro” del arte contemporáneo del momento. Esta corriente era el positivismo que
sustentaba que el mundo funciona de acuerdo a un ciclo donde a través del tiempo se
edifican sociedades, florecen pero que inevitablemente van a decaer y morir. A su vez, esta
creencia evaluaba este ciclo de acuerdo a tres factores, el la raza, el medio y el momento y
Buenos Aires parecía estar en el momento óptimo de acuerdo a las tres. En primer lugar,
los ciudadanos argentinos tenian una poblacion mayormente inmigrante a diferenica de
otras ciudades latinoamericana, en particular de españa y de italia, paises de habla latina
que se creia que tenian mas predisposicion a el desarrollo de las artes. En segundo lugar, el
medio hace referencia el territorio americano, el nuevo mundo y finalmente el momento. A
finales del siglo XIX argentina habia tenido un crecimiento economico y social exponencial,
en treinta anios, es decir despues de la unificacion y comienzo de la verdadera organziacion
del pais, las ciudades, la tecnologia, las artes habian comenzado a desarrollarse. Si este
cambio perdurara no habia motivo para pensar que Buenos Aires no podia ser el nuevo
centro artsitico del mundo a pesar de que en realidad su desarrollo de las artes era escaso.
Malosetti Costa analiza en su ensayo funtes como El diario y El arte en el plata que era una
revista publicada en 1878 que anunciaba el brillante provenir del pais que sustenta esta la
idea positivista del momento. La manera de alcanzar sobrepasar a Paris y tomar su lugar
era a traves del binomio Arte-civilización que establecia que solo con el desarrollo de las
artes, las ciencias es que una sociedad podia llegar a ser realmente una civilizada. Para
realizar esto la Aregntina debia asejejarse lo mas posible a lo europeo estaba fijado como el
ideal de civilizacion.
El retrato
El retrato fue una de las primeras temáticas artísticas en desarrollarse en las provincias del
Río de la Plata después de la Revolución de Mayo. Según, la autora Munilla Lacasa al
comienzo de su capítulo “Siglo XIX. 1810- 1870” del libro Arte, Sociedad y política el arte en
las colonias españolas previo a la revolución era mayormente de carácter religioso y los
únicos hombres retratados eran el Rey para desplegar la obra en los edificios públicos del
asentamiento colonial. Posterior a la revolución comenzaron a ser retratados para llenar
esta misma función las cúpulas o celebridades políticas que se destacaron en el desarrollo
de la independencia del país. Artistas latinoamericanos con formaciones artísticas mucho
menos académicas que las de los inmigrantes europeos comenzaron a retratar a los
militares destacados. El peruano Jose Gil de Castro se dedicó a la representación de estos
personajes célebres. Uno de sus retratos más conocidos es el de San Martín, del cual hizo
incontables copias, dejándolas para la exhibición en las casas de gobierno en los lugares
que el general liberaba. Se presentaba la necesidad de mostrar los rostros de aquellos que
estaban batallando por el bien de los países latinoamericanos. Estos retratos, son
considerados de aparato ya que presentaban a los militares célebres con su uniforme de
batalla mostrando sus logros para ser exhibido al público y comunicar un mensaje. A finales
de la década del veinte surge otro método de reproducción de retrato con la llegada de
hombres como Douville y Hipolito Bacle junto a su mujer que se dedicaron al desarrollo de
la litografía en el país lo cual eventualmente reemplazó la práctica anterior. A través de este
método de prensa podían realizar muchas más copias de los retratos de estos militares
destacados de una manera mucho más económica y accesible para el público porteño.
Bacle realizó un álbum llamado “Fastos célebres de la República Argentina” donde
representaba a todos los hombres que habían destacado en las guerra contra el Brasil
como por ejemplo el Almirante Brown.
Después de la revolución de mayo no solo las cúpulas militares comenzaron a ser
retratadas sino que además, algunas familias adineradas comenzaron a encargar retratos
suyos para mostrar en las habitaciones de sus hogares. Ser retratado era una de las
maneras de mostrar prestigio y riqueza que como escribio Myers en su texto “revolcion en
las costumbres de la elite portenia” era uno de los objetivos con el fin de legitimizar su
nuevo estatus social despues de la revolucion. Fue entonces que emigraron algunos artistas
europeos, como Guth o Goulu, respondiendo a esta demanda de trabajo. Hasta la llegada
del daguerrotipo a mediados de la década del cuarenta los retratos eran creados con pintura
al óleo o acuarela siguiendo ciertas convenciones que estos artistas extranjeros habían
aprendido como fondos básicos monótonos y que la persona retratada debía estar centrada
en la obra. Estos artistas realizaban tanto para su exhibición dentro de las mansiones como
miniaturas que eran obras pequeñas de gran costo, creadas a veces sobre marfil para el
uso propio de las familias para el recuerdo íntimo de sus familiares. Con el pasar del tiempo
los retratos al óleo con fondos básicos comenzaron a mutar hacía retratos de aparato donde
el miembro de la elite representado posaba de tal manera que quedaba en evidencia su
clase social y prestigio. En el caso del retrato de Jose Geronimo de Iraola de Pridiliano
Pueyrredon, artista local, el protagonista fue retatado cuerpo competo en cuadro masivo de
mas de dos metros por metro y medio rodeado de decoracion de alta calidad importada de
Europa como era la moda de la elite. Maria Sanchez de Mendeville, mujer destacada
durante la época de la revolución por sus tertulias fue tambien retratada de manera sedente
por el Rugendas, un artista alemán, en su juventud en una obra al óleo y posteriormente fue
retratada con un daguerrotipo en su adultez en la misma posicion validando la nueva
tecnica. Otro destacado retratista fue el ingeniero hidráulico Pellegini que con gran destreza
y técnica se dedicó al reparto de la elite porteña ya que había sido convocado por el
Presidente Rivadavia pero cuando llegó a buenos aires ya había sido destituido de su cargo
político.
Con el asentamiento del rosismo en la sociedad porteña, se le comenzaron a otorgar cargas
políticas a gran cantidad de obras retratistas. El régimen despótico del gobernador de la
provincia, Juan Manuel de Rosas, había impuesto ciertas modas de prédica política que
eran llevadas en el cuerpo diariamente como los chalecos federalistas o los pañuelos rojos
que alentaban movimiento. Estas costumbres se llevaron al retrato como otra manera de
ratificar el apoyo del régimen federal rosista. En el retrato de Franciso Suarez y Villoldo
creada en 1851 por el artista Fernando Garcia del Molino, conocido por ser quien retrató a
toda la cúpula rosista y a la familia de Rosas deja en evidencia que el protagonista de la
obra es parte de la agrupación federal por el uso del rojo característico tanto en la silla como
en el chaleco.
En conclusión, el retrato fue una práctica que se desarrolló en buenos aires con el fin de
representar tanto a la cupula politica
Marta Penhos y Laura Malosetti Costa en su ensayo “Imágenes para el desierto argentino.
Apuntes para una iconografía de la pampa” establecieron que a lo largo del siglo XIX el arte
presentó a la pampa argentina de tres maneras distintas con enfoques distintos.
Inicialmente el protagonismo de la obra no se lo llevó la pampa sino los eventos que
transcurrían en la misma. Las convenciones académicas con las que venían los artistas
europeos les dificultaron la representación del llano argentino además de que no le
encontraban valor alguno a la representación de un terreno vacío y desértico. Es por esto
que cuando los artistas como el local Pueyrredón se enfrentaban a representar este
territorio normalmente le agregan objetos que mostraran la presencia de pobladores en el
terreno vasto para que la obra fuera más interesante; ejemplos de esto son las obras “un
alto en el campo” o el “rodeo” donde la pampa es poco detallada y es simplemente el lugar
donde se desarrolla un evento costumbrista. En estas obras el protagonismo se lo lleva el
asentamiento en ranchos; es habitual encontrar la representación de carretas o de acciones
cotidianas argentinas como hombres tomando mate o tocando la guitarra.
Otros artistas como el alemán Rugendas, el uruguayo Blanes o el artista local Della Valle se
interesaron por otro suceso que se daba en la pampa argentina: la batalla del hombre
blanco contra la barbarie indigena. Para incorporar al territorio nacional el territorio ocupado
por indígenas se dio a lo largo del siglo XIX el enfrentamiento entre el hombre civilizado
colonial contra los pueblos originarios. Estos organizaban el saqueo de los ranchos y fuertes
de los colonizadores donde se llevaban objetos de valor y raptaban a las mujeres blancas.
Esta situación de tensión captó la atención de varios artistas que se dedicaron a su
reproducción en obras como “La vuelta del malón” de Della Valle, o “La cautiva” de Blanes.
Fue recién a finales del siglo XIX, después de la conquista del desierto de Rosas y luego en
la década del setenta la de Roca que terminó con el exterminio del indigena que se dio la
pacificación en la pampa. A partir de entonces artistas como Sivori, influenciado por los
aprendizajes de carácter impresionista aprendidos en europa que le daban importancia a los
sucesos cotidianos al aire libre, en sus obras “el arroyo” o “pampa” le dieron el papel
protagónico de la obra al desierto patagonico, el tema central era el pasaje y no los eventos
que transcurrieron en el mismo.
devoto: aregntia en 1910 (caudno todo parecia psoible) características de los inmigrantes
que llegan en el periodo de la inmigracion de masas, a que clases sociales pertenecen que
ideologias portam, donde se asienyan mayoritariamente que desafios le plabtean las elites
Según Fernando Devoto en su texto “argentina en 1910” (el país del primer centenario
cuando todo parecía posible) a finales del siglo XIX se produjo la inmigracion de grandes
masas de europeos a Argentina. El vasto territorio argentino hasta entonces se encontraba
despoblado por lo que el gobierno puso en marcha el funcionamiento de distintas políticas
con el fin de atraer inmigrantes, por ejemplo la edificación del hotel de inmigrantes para los
recién llegados así como el establecimiento de una educación pública obligatoria laica. La
idea era que los llegados se distribuyeran de manera homogénea por el país pero resultó en
la aglomeración de personas principalmente en la ciudad de Buenos Aires. Familias
mayormente italianas, españolas, belgas entre otras emigraban de sus países natales en
búsqueda de nuevas oportunidades. Emigraron personas de todas las clases sociales; se
asentaron nuevas élites extranjeras que al igual que la local debía tratar de legitimizarse.
También, algunos de los inmigrantes eran profesionales, científicos, profesores. Además,
con el desarrollo de la industrialización de las ciudades se levantaron ideologías populares
socialistas perseguidas por los gobiernos liberales. Esta clase obrera huía de la baja calidad
de vida de las ciudades europeas y de la persecución de sus ideales socialistas. A la par de
este asentamiento de personas, la elite porteña toma el objetivo de civilizar al pueblo
argentino imponiendo las formas correctas de actuar no solo en
La generacion del 80
Según el texto de Marta Penhos “Modelos globales frente a espacios locales: tensiones en
la obra de dos artistas europeos en la Argentina del siglo XIX", durante los siglos XVIII y XIX
se realizaron en América expediciones científicas como la Malaespina con el fin de evaluar,
entender el territorio, definir sus características para identificar lugares beneficiosos para el
asentamiento de colonias. Los miembros de las expediciones redactaron en cuadernos de
viaje o intentos de mapas los lugares que iban conociendo para regresar con sus notas a
Europa. Entre ellos también viajaban artistas para representar la flora, fauna y comunidades
aborígenes que se encontraran junto a sus costumbres. Con respecto a la flora, según
Marta Penhos en muchos de estos diarios se registraron las palabras “inmensidad”,
“extensión” y “desproporción” como adjetivos calificativos de los territorios. Estas palabras
dan cuenta que estos artistas resultaban sorprendidos en algún punto asustados de las
escalas de tamaño que tenían los paisajes americanos en comparación con los europeos.
La autora cita al militar español Félix de Azara, que afirmaba que caracteres geográficos
como montañas o ríos europeos resultan ínfimos frente a los americanos. Los artistas
viajeros se encontraban tan asombrados que hasta se les dificultaba representar lo que
veían, transmitir la sensación de enormidad que presenciaban en comparación con su
pequeña persona. Es por eso que manteniendo ciertas convenciones académicas
europeas a la hora de realizar una obra para que el espectador la encuentre agradable o
estética adoptaron dos maneras de representar el paisaje. Por un lado, trataban de
transmitir a través de los dibujos la idea de inmensidad del territorio a través del concepto
estético de la sublimidad que se relaciona con la sensación atemorizante que se da en el
hombre al enfrentarse con territorios tan vastos. Por otro, representaban la inaccesibilidad o
lo recóndito y exotico de los indígenas americanos de una manera pintoresca para el agrado
del espectador. Las obras, ya fueran litografías o pinturas al óleo debían agradar por lo que
por ejemplo, no encontraban sentido a la representación vacía del desierto pampeano y es
por esto que le agregan carretas o indicios de un bajo grado de civilización o mismo los
malones de indígenas; esto evidencia la tensión en los artistas en el momento de
representar los paisajes ya que se veían tironeados por las convenciones académicas que
habian aprendido.
CONSIGNA 3: Segun Laura Malosetti Costa en su texto "El rapto de las cantivas blancas:
um aspecto erótico de la barbarie en la plástica argentina", ¿qué función ideológico-politica
cumplian las imagenes del rapto de cautivas blancas en el contexto rioplatense del siglo
XIX? Si lo desea, nombre antecedentes de tópico tanto en la literatura local como en la
plástica internacional. (Maximo palabras 500. Puntaje de la respuesta: 2,5 puntos)
En el texto "El rapto de las cantivas blancas: un aspecto erótico de la barbarie en la plástica
argentina” Laura Malosetti Costa indaga en las obras realizadas en las ultimas décadas del
sigo XIX por artistas como el aleman Rugendas o locales como Della Valle. Ellos se
interesaron por uno de los eventos que se estaba dando en la pampa argentina: el conflicto
entre el hombre blanco y el indigena. Frente al avance de los colonizadores los malones de
aborígenes saqueaban asentamientos y raptaban a las mujeres. Inspiraron los cuadros
tanto la representación de escenas de rapto en la mitología griega como relatos como “La
cautiva” de Echeverría, el Martin Fierro, la leyenda de Tabaré de Zorilla o la de Lucía
Miranda que expresan distintos momentos dentro del saqueo del malón. Por un lado, el
momento de desesperación del rapto, por el otro cuando ya en cautiverio, la cautiva
sucumbe sin esperanzas de rescate ya que una vez aprisionada y violada, la mujer no
pertenece más al mundo civilizado pero a su vez jamas perteneceria a la tribu indigena. El
artista uruguayo Blanes representa tanto a la mujer ya en cautiverio en la obras “cautiva” y
“la cautiva” que hace referencia al personaje Magdalena en la narración de Zorrilla donde la
mujer se encuentra resignada por lo que ha sufrido como al momento del rapto en la obra
“el malón” o “rapto de una blanca”. Estos sucesos terminaron después de la finalización de
la campaña del desierto del presidente Roca a mediados de la década del setenta. Algunas
de las obras fueron realizadas mientras estos casos se daban en la pampa como “el malón”
de Rugendas; otros como Della Valle en su obra “la vuelta del malón” glorificaba el actuar
de la campania evidenciando los crímenes cometidos por los pueblos originarios que Roca
había sido capaz de terminar; justificaba la masacre a la cual habia sido sometido el
indigena y lograba que los espectadores se relacionaran emocionalmente con sus
recuerdos de sufrimiento de hace unas décadas. Otros artistas como Blanes también
elogiaban la campaña mostrando el imponente ejército de Roca que poseía el control del
desierto en obras como “Los conquistadores del desierto”. Además, en las exposiciones
internacionales donde fueron exhibidos algunas de estas obras realizadas con mucha
habilidad el público quedaba asombrado al ver que semejante obra de arte había sido
hecha en un lugar donde esos terrores habían ocurrido.