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Unidad de Aprendizaje 4

TÉCNICAS DE HIGIENE Y ASEO DE LA


PERSONA DEPENDIENTE.

ÍNDICE
4.1 FUNDAMENTOS DE HIGIENE CORPORAL ...............................146
4.1.1 ATENCIÓN A LAS NECESIDADES DE HIGIENE DEL USUARIO .146
4.1.2 CONCEPTO DE ASEO, HIGIENE, HIGIENE GENERAL Y PARCIAL146

4.2 TÉCNICAS DE ASEO E HIGIENE CORPORAL SEGÚN


TIPOLOGÍA DE AYUDA A DOMICILIO. TÉCNICAS DE LIMPIEZA Y
CONSERVACIÓN DE PRÓTESIS ............................................................147
4.2.1 FINALIDADES Y PRINCIPIOS DEL ASEO .......................................147
4.2.2 TIPOS DE ASEO SEGÚN LA TIPOLOGÍA DE LOS USUARIOS ...149

4.3 TIPOS DE CAMAS, ACCESORIOS Y LENCERÍA. TÉCNICAS DE


REALIZACIÓN DE CAMAS ......................................................................157
4.3.1 CARACTERÍSTICAS DE LA CAMA ...................................................157
4.3.2 TIPOS DE CAMA .................................................................................158
4.3.3 ACCESORIOS DE LA CAMA .............................................................159
4.3.4 ARREGLO DE LA CAMA ....................................................................161

4.4 CUIDADOS DEL USUARIO INCONTINENTE .............................164


4.4.1 LA INCONTINENCIA URINARIA ........................................................164
4.4.2 VALORACIÓN DEL USUARIO INCONTINENTE .............................166
4.4.3 OBJETIVOS E INTERVENCIONES EN LA INCONTINENCIA
URINARIA .............................................................................................168
4.4.4 TÉCNICAS DE MODIFICACIÓN DE LA CONDUCTA ....................170
4.4.5 LA INCONTINENCIA FECAL ..............................................................174

4.5 CUIDADOS DEL USUARIO COLOSTOMIZADO ........................175


4.5.1 CONCEPTOS Y TIPOS DE OSTOMÍAS ...........................................175
4.5.2 CUIDADOS DEL USUARIO COLOSTOMIZADO ............................176

4.6 CUIDADOS POST-MORTEM. FINALIDAD Y PREPARACIÓN


DEL CADÁVER ..........................................................................................181
4.6.1 CUIDADOS POST-MORTEM .............................................................181
4.6.2 AMORTAJAMIENTO ...........................................................................183

PARA RECORDAR ....................................................................................185

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4.1 FUNDAMENTOS DE HIGIENE CORPORAL
4.1.1 ATENCIÓN A LAS NECESIDADES DE HIGIENE DEL USUARIO

Entre los hábitos y estilos de vida saludables figura la higiene adecuada a las
personas. Esta higiene tiene como base para su desarrollo una evaluación adecuada y la
existencia de los medios necesarios para llevarla a cabo.

En las personas dependientes, la higiene adquiere una esencial importancia en


cuanto pasa a depender del grado de invalidez o de las capacidades para realizarla.

Así, la higiene de los usuarios dependientes recae en el/la cuidador/a, lo que exige
una serie de atenciones a las necesidades de los usuarios en cuanto a la higiene corporal
(piel), cabellos, ojos, oídos, genitales, etc.

4.1.2 CONCEPTO DE ASEO, HIGIENE, HIGIENE GENERAL Y PARCIAL

La higiene es una necesidad básica, es decir, que debe ser satisfecha para que el
individuo pueda conseguir un completo estado de bienestar físico, mental y social. La salud
mental y emocional se refleja en el cuidado de la piel, del pelo y en la atención que el
individuo da a sus cuidados. Los sentimientos de bienestar aumentan con el aseo y con el
cuidado personal.

Permite una mejor defensa de la piel contra las enfermedades. Sin higiene personal
la enfermedad se agrava ya que el organismo se hace menos resistente.

Entendemos por higiene una serie de procedimientos que nos ayudan en la


prevención y conservación de la salud e incluye todos los hábitos saludables de vida, la
alimentación, los movimientos corporales, el ejercicio físico, etc.

Por aseo personal entendemos las medidas higiénicas que la persona toma para
mantener limpia y en buen estado la piel y sus anejos, conseguir bienestar y un aspecto
agradable, además de evitar la aparición de infecciones.

Mediante el aseo frecuente podemos evitar enfermedades como la pediculosis o los


hongos. Con el cepillado de dientes, después de las comidas, evitaremos las caries. Cuando
una persona está enferma el mantenimiento de una buena higiene es mucho más importante:

1. Cuando el individuo no puede realizar el aseo de su cuerpo.


2. Cuando tiene las defensas disminuidas, ya que son más propensos a padecer
enfermedades.

De acuerdo con Kozier (Enfermería fundamental) existen varios tipos de baños


higiénicos:
• Baño completo en la cama: el cuidador es el encargado de llevar a cabo todo el
procedimiento ya que el usuario está encamado y sin movilidad.
• Baño en la cama: el usuario conserva movilidad pero no puede levantarse, por lo que él
asume su higiene siendo auxiliado en caso necesario por el cuidador (espalda, pies, etc.)
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Unidad 4: Técnicas de higiene y aseo de la persona dependiente.

• Baño parcial: consiste en realizar la higiene de las zonas susceptibles de desprender olor
o de causar incomodidad al usuario por su falta de higiene: cara, manos, área perineal y
espalda. A veces se realiza por el propio usuario en el lavabo.
• Baño en bañera o ducha: son los más recomendables por su comodidad, siendo el
lavado, y sobre todo el aclarado, más fácil.

4.2 TÉCNICAS DE ASEO E HIGIENE CORPORAL SEGÚN TIPOLOGÍA DE


AYUDA A DOMICILIO. TÉCNICAS DE LIMPIEZA Y CONSERVACIÓN
DE PRÓTESIS
4.2.1 FINALIDADES Y PRINCIPIOS DEL ASEO

La piel sucia de orina o excrementos corre el riesgo de macerarse e infectarse. Por


esto se explica la importancia de los cuidados de limpieza y la necesidad de aseo de los
genitales varias veces al día.

Con un correcto aseo del usuario se pretende:


• Conservar el buen estado de la piel, eliminando la suciedad, el sudor y el mal olor. Sólo
con una buena limpieza e higiene se consigue que la piel realice sus funciones con
normalidad y no se produzcan infecciones bacterianas, etc.
• Eliminar un medio de cultivo de microorganismos patógenos, con lo cual eliminamos
infecciones.
• Estimular la circulación sanguínea, ya que al estar el usuario mucho tiempo acostado se
disminuye el retorno venoso.
• Reducir la temperatura corporal en caso de fiebre, si se realiza el aseo o la higiene con
agua tibia o fría.
• Refrescar al usuario para que sienta sensación de confort y bienestar aumentando su
autoestima.
• Proporcionar relajación y comodidad al usuario que esté intranquilo.
• Promover el tono muscular.
• Prevenir la congestión pulmonar, ya que estimulamos la respiración por medio de los
cambios posturales y el masaje ejercido con el lavado.
• Prevenir la formación de las úlceras por presión.

Antes de iniciar el proceso, se tendrán en cuenta los siguientes factores:


• Grado de dependencia del paciente, según diversas escalas utilizadas en el proceso de
valoración. Nos orientará sobre la participación que el paciente podrá tener en el
procedimiento.
• Estado emocional y mental del paciente.
• Hábitos y preferencias personales: temperatura del agua, tipo de jabón, horario, etc.
• Patologías del paciente, para prevenir posibles complicaciones durante la realización del
procedimiento.

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• Explicar de forma clara al paciente el procedimiento que se va a realizar y pedir su
colaboración en todo lo posible para favorecer su independencia.
• Aprovechar el momento del aseo para realizar masajes suaves en las zonas sometidas
a presión, mejorando así el riego sanguíneo.

Los principios que deben abordarse en el cuidado del dependiente, la técnica y el


material cuando se realiza el aseo son los siguientes:
 Sobre la persona dependiente:
• Tener en cuenta el pudor de las personas pues pueden sentirse incómodos mostrando
su desnudez ante extraños. Para minimizarlo se cubre al usuario con una sábana de
forma parcial.
• Moverlo siempre con suavidad.
• Actuar rápidamente para disminuir el riesgo de cansancio.
• Evitar el enfriamiento. Para ello se debe descubrir sólo la zona que se va a lavar y
cubrir el resto del cuerpo. También pueden usarse biombos o cortinas que eliminen las
corrientes de aire.
• Secar después de los cuidados y recalentarlo si ha sentido frío.
• Reinstalar cómodamente a la persona.

 Sobre la técnica: se actuará con método durante el aseo. Se limpiará cada zona del
cuerpo una a una la secuencia de los gestos seguirá este orden:
• Preparación del material antes del procedimiento, que se instalará al alcance de la
mano.
• Posición sistemática del usuario, la más cómoda posible, reduciendo al máximo sus
movimientos.
• Protección del usuario y de la cama.
• Evacuación de las aguas, ropas sucias, etc.
• Volver a poner todo en orden.
• El lavado se hará siempre de arriba hacia abajo.

 Sobre el material:
• Los elementos de protección: hule, sábana pequeña, manta de baño.
• Los elementos de lavado: toallas, guantes, esponjas, palangana, agua, jabón, crema
hidratante, jarra, etc.
• Los elementos de recambio: ropa del usuario, ropa de cama.
• Los elementos de evacuación: orinal plano o cuña, bolsa para la ropa sucia, cubo, etc.

 Sobre el aseo completo y el baño:


• Lavado de pies, diario. Lavado de cabellos una vez a la semana. Baño de limpieza, en
principio, diario, bien en la bañera si se puede y si no es así, en la cama.
• Cualquiera que sea el aseo que se practique y sobre todo si es completo deberá
vigilarse, la temperatura de la habitación y las corrientes de aire.

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Unidad 4: Técnicas de higiene y aseo de la persona dependiente.

El aseo diario es aquel que se realiza todos los días, pero de una manera más
simplificada, por ejemplo, todos los días no se lava el cabello.

4.2.2 TIPOS DE ASEO SEGÚN LA TIPOLOGÍA DE LOS USUARIOS

 Baño en bañera o ducha: tomar un baño o una ducha representa una serie de
operaciones que pueden ser muy complejas para las personas dependientes, sobre todo
para las que están afectadas por una demencia o tienen graves problemas de movilidad
por lo que no es extraño que se produzca un fuerte rechazo a la hora de plantear el baño
o la ducha.

El baño es recomendable por su efecto relajante y por el bienestar que proporciona,


también aporta otros beneficios, como estimular la circulación sanguínea, provocar un
estado de bienestar en la persona, refrescar, a la vez que ayuda a mejorar la autoestima
del individuo.

La ducha posee la ventaja de arrastrar mejor la suciedad. El individuo capaz de


levantarse, mantener el equilibrio y dotado de fuerza suficiente puede darse una ducha.
La temperatura ideal del agua es de 37 a 40º C.

En ambos casos debe seguir siendo una habitación privada, resulta imprescindible que el
cuarto de baño esté adaptado para disminuir las dificultades de la persona y facilitarle, en
la medida de lo posible, su higiene y aseo diario. Existen elementos sencillos que pueden
introducirse en el baño que facilitan en gran medida la tarea que hay que realizar:
- Elementos antideslizantes, dentro de la bañera.
- Alfombrillas de goma.
- Asientos de baño que se fijan a la bañera (se pueden adquirir en ortopedias y tiendas
especializadas).
- Barras asideras fijadas a la pared.
- Para personas con movilidad es aconsejable realizar cambios arquitectónicos, como
eliminar la bañera y poner una ducha sin desnivel de entrada que disponga de suelo
antideslizante.

 Protocolo de actuación:
• Informar a la persona dependiente de la necesidad de higiene y del proceso que
vamos a realizar.
• Explicar cada uno de los pasos: “Voy a enjabonarte el pelo con cuidado”. En algunos
casos las instrucciones verbales pueden ser ”Coge la esponja y ponle gel”. Cuando
sea necesario ayudar a la persona, hay que hacerlo, pero intentando que ella haga lo
máximo posible.
• Mantener una temperatura agradable en la habitación.
• Mantener rutinas en cuanto al horario del baño y adaptarse a las preferencias del
individuo.
• Asegurarse de que existe suficiente intimidad.
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• Preguntar si se siente bien, si se marea, si tiene frío, etc.
• Mantener puertas y ventanas cerradas, para evitar que haya corrientes de aire.
• Preparar el material que necesitemos en el aseo o baño.
• Si ayuda a una persona en su aseo personal, intente establecer una comunicación
que lleve al diálogo y a la confianza, así podrá estimularla en cuanto al cuidado de su
cuerpo e imagen.

 Materiales necesarios para llevar a cabo el baño o la ducha son: guantes, jabón
neutro, esponja, champú, toallas, crema hidratante, peine, secador de pelo, crema
dental, cepillo de dientes, colutorio, ropa y calzado.

 Técnica: para duchar de la forma más correcta debemos seguir cuatro tiempos:
1. Humedecer la piel.

2. Enjabonado: la esponja previamente humedecida con el agua caliente, se pasará


por toda la piel, desde el hombro, pasando por los brazos y manos, axilas, pecho y
abdomen, haciendo hincapié en las zonas donde haya recovecos o pliegues de la
piel de difícil acceso. Continuaremos por la espalda, glúteos, piernas y pies, y por
último la zona genitoanal.
Después procederemos a lavar el pelo, y procuraremos que el individuo incline la
cabeza hacia atrás, para impedir que el agua o el champú entre en los ojos.

3. Enjuagar, con abundante agua, impidiendo que esta penetre en la boca y ojos del
individuo.

4. Secar con la toalla o bata de baño, insistiendo en los pliegues cutáneos (axilas,
interdigitales, bajo las mamas, ingles, etc.). Es aconsejable aplicar una crema
hidratante por todo el cuerpo para hidratar la piel y mantenerla en buen estado.

Al igual que en la ducha, si realizamos el aseo en


baño debemos seguir los cuatro tiempos. El agua
del baño no debe estar excesivamente caliente.
La persona a la que vamos a bañar no debe
permanecer dentro de la bañera más de 15
minutos, ya que podría tener una bajada de
tensión arterial. Cuando terminemos de bañarle y
mientras se vacía el agua de la bañera, le
daremos con el agua de la ducha para que
arrastre los restos de jabón.

Para la movilización del usuario se pueden utilizar


grúas, como la que aparece en la imagen de la
derecha.

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Unidad 4: Técnicas de higiene y aseo de la persona dependiente.

 Baño completo en cama: se realiza en aquellos individuos que, conservando o no la


movilidad, deben permanecer en cama. Si la persona es capaz de realizarse su higiene
corporal, nuestra labor será de ayuda pasiva, dejándolo, puesto que así se sienten más
útiles y menos dependientes.

 Materiales necesarios para el baño en la cama: palangana con agua caliente a 43-
46ºC, jabón liquido dermoprotector, esponja o manopla de baño, gasas, crema
hidratante, suero fisiológico, jeringuilla, bastoncillos o torundas de algodón o gasa,
cepillo dental, dentífrico, colutorio, tijera (punta roma), champú pelo, guantes, bolsa de
plástico para recoger la ropa sucia que se quite, una toalla grande de baño, dos toallas
pequeñas, camisón o pijama, bata, zapatillas y ropa limpia para la cama.

 Orden de lavado:
1. Ojos, cara, boca, fosas nasales y oídos.
2. Cuello y hombros.
3. Brazos, antebrazos, manos y axilas.
4. Tórax (mamas) y abdomen.
5. Piernas y pies.
6. Espalda y nalgas.
7. Zona perineal (genitales, periné y zona anal).

 Protocolo de actuación:
• La temperatura de la habitación ha de estar entre 22º y 24º C.
• La temperatura del agua ha de estar entre 38º y 40º C, excepto en los casos que se
indique lo contrario.
• Evitar corrientes de aire.
• Preservar la intimidad del paciente.
• Preparar el material necesario.
• Lavarnos las manos y ponernos los guantes.
• Explicarle al paciente lo que se le va a hacer.
• Involucrar al paciente y a sus cuidadores en todo lo que sea posible.
• Siempre enjabonar, aclarar y secar, cambiando el agua, esponjas y toallas las veces
que hagan falta.

 Técnica: tradicionalmente el baño se realiza por la mañana; sin embargo puede


realizarse a cualquier hora.
1. Lavarse las manos, airear y poner en orden la habitación.
2. Retirar la manta y la colcha y tapar a la persona con la toalla de baño.
3. Realizar el aseo por partes, haciendo enjabonado, enjuague y secado antes de
pasar a la zona siguiente.
4. Colocar la toalla para proteger la almohada o la cama.
5. Lavar cara, cuello, orejas y hombros: los ojos se lavan utilizando gasas estériles con
suero fisiológico. Los labios y la boca nunca se limpian con esponja, se usa la

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manopla que haremos con la “tetra” o gasa grande y húmeda, y se pone glicerina
en los labios. Los pabellones auriculares se limpian con bastoncillos desechables o
torunda de gasa. El resto de la cara se lava con una manopla, se seca con una
toalla, a pequeños toques, haciendo hincapié en las zonas donde halla dos pieles
en contacto como ocurre detrás de las orejas. El cuello y los hombros se lavan con
esponja y jabón. Solo se lava la parte anterior de los hombros y el cuello, la
posterior se realizará cuando el enfermo está girado para asearle la espalda.
6. Lavar brazos y manos: se coloca una toalla debajo y se lava de arriba hacia abajo.
meter las manos del usuario en un recipiente con agua caliente para facilitar la
limpieza y el cortado de las uñas. Se realiza después el aseo de las axilas, se secan
y se aplica crema en los brazos incidiendo en las articulaciones.
7. Lavar el tórax, mamas y abdomen: en las mujeres lavar y secar bien el pliegue
submamario. Si hay irritación en esta zona, dar unos pequeños toques con
povidona yodada y después poner una gasa que separe o independice ambas
superficies corporales. Asear posteriormente el abdomen procediendo con la
misma secuencia que en las demás partes corporales.
8. Lavar las extremidades inferiores: cambiar el agua de la palangana, ajustar la toalla
de baño de manera que quede una pierna expuesta para el aseo. Debajo
colocaremos otra toalla al igual que hicimos en los brazos. Lavar aplicando las
mismas normas que para los brazos. Los movimientos serán largos y ejerciendo
pequeña presión en los movimientos descendentes y mayor presión en los
ascendentes. A la vez que hacemos el aseo debemos observar si hay alguna zona
enrojecida, y en qué estado están las uñas, para recortarlas. Aplicar crema
hidratante dando masaje en las extremidades inferiores.
9. Lavar la espalda y los glúteos: colocar al usuario en decúbito lateral con una toalla
extendida a lo largo de la espalda. El lavado también de hace de arriba hacia abajo
y en la espalda haciendo círculos a modo de masaje. Aplicar crema hidratante y
masajear haciendo círculos, desde la zona lumbar hacia arriba, así varias veces,
hasta que penetre bien la crema, por ultimo hacemos un palmoteo, claping, para
activar la circulación y ayudar a que la mucosidad pulmonar se desprenda invitando
al mismo tiempo al paciente a que tosa.
10. Lavar los genitales: si el enfermo puede, realizará él solo el aseo de la zona, si no, lo
haremos nosotros.
• Se coloca la cuña debajo del periné con las piernas separadas y flexionadas.
• La higiene de los genitales se hace siempre en la dirección de genitales hacia la
región anal. Así se evitará el arrastre de gérmenes del ano a los genitales, sobre
todo en las mujeres.
• Se lava con agua y jabón líquido neutro o un antiséptico no irritante. Podemos
usar una botella o jarra para el aseo de la zona, con una mano aplicamos el
chorro de agua sobre los genitales y con la otra, en la que llevamos las gasas,

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Unidad 4: Técnicas de higiene y aseo de la persona dependiente.

recorremos de arriba abajo: ingles, pubis, interior de los muslos, labios


superiores e inferiores, hendidura bulbar y ano.
• En el hombre humedecemos la zona y limpiamos primero las ingles, después
retiramos el glande y con la gasa humedecida en el jabón liquido, limpiamos con
suavidad el prepucio, ponemos glande en su sitio y continuamos con el resto
del pene hasta la base del mismo. El orden de lavado es: ingles, glande,
prepucio, pene, escroto y ano.
• Aclarar y secar bien la zona.

 ¿Cómo poner la cuña?


En primer paso para colocar la cuña a una persona encamada es ponerla en decúbito
lateral, es decir, de lado. Para ello, nos situaremos en el lado de la cama al que lo
queremos girar, le doblamos una pierna, le
separamos el brazo de ese lado, para que al girarlo
no le pille debajo del cuerpo y sujetándolo del
hombro contrario a nuestra posición y de la rodilla,
que hemos doblado, lo giramos.

En la imagen se observan la cuña y la botella, esta


última utilizada para recoger la orina en los
varones.

 Cuidados en el aseo de personas con Alzheimer:


En estas personas debemos tener especial cuidado por las características propias de
este tipo de patología. Los cuidados que hay que adoptar son:
• Presencia de una persona responsable capaz de controlar las situaciones y que vele
por las necesidades y tratamiento del usuario.
• Seguridad, incluyendo protección antideslizamiento. Tener el lugar bien iluminado, con
temperatura adecuada y un ambiente tranquilo, sin exigencias y con apoyos.
• Utilizar vestidos sencillos de fácil manejo evitando botones, usando broches o velcros.
• No dejar que la persona se cierre por dentro en el cuarto de baño. No debe haber
lámparas, enchufes o aparatos eléctricos cerca del baño o ducha para evitar
electrocuciones.

 Cuidados en el aseo de personas con diabetes:


La aparición de lesiones en los pies es uno de los principales problemas que aparece en
los diabéticos, por lo que deberemos estar especialmente alertas con los signos clínicos
de úlceras:
• Dedos en garra u otras deformidades; temperatura del pie, caliente, color de la piel,
coloración normal o rojiza, piel seca y sin sudor, callos en las zonas de apoyo.
• Úlcera en cara plantar del pie, prominencias óseas o dedos. No dolorosa con bordes
engrosados, alrededor del callo o hiperqueratosis. Presenta: sensibilidad reducida al
tacto, presión, dolor, vibración y temperatura, pulso del pie, signos clínicos de úlcera

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isquémica, sin deformidades en el pie, pies fríos, color pálido de la piel o rosado que
blanquea al levantarlo y piel fina y seca.
• Úlcera en punta de los dedos, dorso o borde de los pies. Muy dolorosa con tejido
necrosado, no muy grandes pero profundas. Presenta: sensibilidad normal y pulsos
pedios ausentes o disminuidos.

Los cuidados que hay que administrar en este tipo de pacientes son:
• Realizar el lavado diario de pies con agua templada (no superior a 37ºC). La falta de
sensibilidad en los pies de un diabético puede ocasionarle quemaduras si el agua está
muy caliente.
• Usar jabones neutros o de glicerina.
• Realizar la limpieza suavemente, evitando el uso de esponjas o manoplas ásperas.
• El tiempo de lavado será corto, pues no es aconsejable tener los pies en agua durante
mucho tiempo.
• El secado de los pies será cuidadoso insistiendo en los espacios interdigitales. Si la
piel está muy seca o áspera se pueden usar cremas hidratantes pero nunca deben
aplicarse en los espacios interdigitales.
• Cortar las uñas después del lavado. Si tienen tendencia a encarnarse o son frágiles,
deberá acudir al podólogo. Si los dedos de los pies tienen deformidades anatómicas y
unos comprimen a otros, se recomienda utilizar algodones entre ellos.
• Usar calzado adecuado y plantillas de descarga: zapatos no muy grandes ni que
aprieten, con punta redondeada y horma ancha, tacones de 2-3 cm, fijos mediante
cordones y traspirables.
• No andar descalzos y utilizar calcetines de lana o algodón que no opriman los pies.
• No utilizar calor directo (braseros, estufas, etc.) ya que el calor excesivo produce mala
irrigación sanguínea en los pies.
• Realizar el examen de los pies a diario observando: color, temperatura, presencia de
zonas de hinchazón, comienzo de ulceraciones, aparición de grietas e infecciones.

 El masaje de los pies: el masaje en los pies produce estímulos que afectan a todo el
organismo, favorece la relajación y mejora la circulación. Para aplicar el masaje nos
sentaremos en una silla a la misma altura que el paciente y colocaremos el pie sobre
nuestras rodillas. Para que el paciente este cómodo podemos poner una toalla o cojín
debajo del pie. No debemos ejercer excesiva presión cuando demos el masaje, ya que los
pies son muy sensibles. Técnica:
• Sostener el pie con una mano y con el puño de la otra mano, hacer pequeños círculos
en la planta del pie.
• Masajear la planta de los pies con la yema de los pulgares de ambas manos.
• Realizar pequeños círculos a lo largo de toda la planta.
• Masajear después, la parte superior. Utilizar los pulgares describiendo círculos,
cuando lleguemos a los tobillos se utilizarán las puntas de los dedos y daremos un
masaje suave en las protuberancias óseas.

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Unidad 4: Técnicas de higiene y aseo de la persona dependiente.

• Sostener con una mano el pie y con la otra recorrer los surcos de los tendones desde
la base del tobillo hasta los dedos.
• Con una mano sujetar firmemente el pie y con el índice y el pulgar de la otra mano
coger la base del dedo gordo y tirar suavemente de él hasta que los dedos pierdan el
contacto. Repetir el estiramiento con cada uno de los dedos.

 Higiene bucal
El cuidado de la boca requiere especial atención sobre todo en personas que reciben
oxigenoterapia, llevan sonda nasogástrica y no reciban alimento por la boca.

Un buen cuidado de la boca comporta el cepillado de dientes y de la lengua antes y


después de las comidas.

Al paciente válido se le proporciona el material necesario (cepillo de dientes, dentífrico y


vaso con colutorio) y él mismo puede realizar la higiene bucal.

 Material necesario: toalla, cepillo y seda dental, pasta dentífrica, vaso, batea,
solución antiséptica, riñonera y gasas.

 Técnica:
• Si es posible, sentar a la persona en la cama. Si no puede incorporarse, colocarla
en decúbito lateral a un lado de la cama.
• Colocarle una toalla alrededor del cuello.
• El cepillado de los dientes: colocar el cepillo en un ángulo de 45 grados apoyándolo
en la unión de encía y diente. Mover con suavidad el cepillo varias veces mediante
pequeños movimientos circulares y/o laterales. Aplicar ligera presión para que los
filamentos penetren entre diente y diente, si se ejerce presión excesiva puede
producir molestias e irritar las encías. Después de cepillar las superficies externas
de todos sus dientes, hacer lo mismo con la cara interna de los dientes posteriores.
Para limpiar las superficies internas de los dientes anteriores, tanto superiores
como inferiores, colocar el cepillo en posición vertical. Realizar movimientos
adelante y atrás sobre cada diente y la encía que lo rodea. Para limpiar las
superficies de masticación, realizar pequeños movimientos circulares y laterales.
• Si lleva prótesis dental no fija, deberemos ayudarle a quitársela con los guantes
puestos. La prótesis se coge con una gasa y se coloca en un vaso con agua. Las
gasas usadas se depositan en la riñonera o batea. Limpiar la prótesis con un cepillo
especial e introducir en solución desinfectante.
• Si lleva prótesis dental fija, la que el paciente no puede retirar de la boca. Su
limpieza consiste en el cepillado de todas las coronas o puentes con cepillo dental
y pasta dentífrica. Para el póntico (funda que sustituye al diente o dientes ausentes)
se utiliza además una seda dental especial que se pasará entre el póntico y la encía
de dentro afuera o viceversa, facilitando así su limpieza y evitando la acumulación
de restos alimenticios.

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 Limpieza de pliegues corporales: los pliegues acumulan sudor, lo que favorece el
crecimiento bacteriano y la maceración de la piel, por lo que pueden aparecer grietas y
escoceduras.

Hay que vigilar todos los pliegues del cuerpo: cuello, axilas, ingles, espacios interdigitales,
región retroauricular, pliegues submamarios, pliegues subabdominales y pliegue
interglúteo.

Debemos realizar un lavado frecuente de estas zonas con agua y jabón neutro y, lo que
es más importante, secar minuciosamente para evitar el riesgo de colonización por
hongos.

 Higiene del cabello: el cuidado del cabello requiere el peinado, cepillado (que mejora la
circulación capilar) y el lavado. Debemos cepillar el pelo dos veces al día para favorecer
la circulación. El lavado se debe realizar, como mínimo, una vez a la semana, y
dependerá de la actividad del anciano.

Si el paciente no tiene pelo, protegeremos la cabeza cuando salga a la calle, tanto en


invierno como en verano. No aplicaremos colonia en el pelo canoso, porque lo amarillea.
El pelo se corta una vez al mes para que no se abran las puntas. Si se utiliza laca utilizar
pulverizadores, y no de aerosoles, en un lugar aireado.

 Material necesario para la higiene del cabello: guantes de un solo uso no estériles,
champú y crema suavizante, toallas, palangana y jarras con agua caliente (entre 38º y
40ºC), empapador y/o hule, silla, algodón, secador de mano, bolsa para residuos y
artículos de higiene corporal (peine o cepillo, agua de colonia, etc.). El dispositivo de
lavado explicado a continuación sustituye a la jarra, la palangana y el hule o
empapador.

 Procedimiento:
• Colocar a la persona en posición de Roser: acercarlo al lateral de la cama en
decúbito supino, de forma que la cabeza quede colgando fuera de la cama y los
brazos extendidos a lo largo del cuerpo.
• Retirar la ropa de la cama que cubre a la
persona hasta la cintura y taparle con la manta
de baño.
• Colocar una toalla por los hombros, alrededor
del cuello y ponerle algodones en los oídos.
• Se puede utilizar un dispositivo hinchable, como
el que aparece en la imagen, que consta de un
depósito inflable sobre el que se coloca la
cabeza del usuario y un surtidor con bolsa y
llave de paso que se debe colocar en alto (por
ejemplo, colgado del pie de suero, tal y como
aparece en la imagen).
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Unidad 4: Técnicas de higiene y aseo de la persona dependiente.

• Si no se dispone de este dispositivo, se coloca el hule en forma de canalón o


herradura desde la cabeza al suelo o silla donde se sitúa una palangana grande o
un cubo, que recogerá el agua que caiga.
• A continuación en ambos casos se debe mojar el cabello y aplicar champú, lavar y
volver a aplicar champú. Aclarar con abundante agua.
• Retirar el hule y la palangana o el dispositivo de lavado de cabeza para encamados.
• Secar el pelo con una toalla, peinar y secar con secador.
• Verificar que la lencería de la cama y pijama o camisón no están mojados.
• Volver a colocar a la persona en la posición adecuada.

4.3 TIPOS DE CAMAS, ACCESORIOS Y LENCERÍA. TÉCNICAS DE


REALIZACIÓN DE CAMAS
4.3.1 CARACTERÍSTICAS DE LA CAMA

La cama por sí sola constituye el elemento más importante en el medio ambiente del
individuo encamado. Es imperativo cuidar en todo momento que se proporcione al individuo
un lecho limpio, seco y sin arrugas. La negligencia a este respecto causa molestias y puede
conducir a infinidad de complicaciones.

La cama ha de combinar la comodidad de la persona con la posibilidad de una


prestación asistencial eficiente y de calidad que satisfaga sus necesidades, lo que hace que
existan varios diseños que se pueden combinar con accesorios que abarcan todas las
necesidades. Su estado de conservación debe ser bueno y siempre estará dotada de la
lencería precisa.

Características de las camas. En las personas dependientes las camas han de cumplir
los siguientes requisitos:
• Debe ser cómoda, de fácil entrada, salida y fácil de hacer.
• Debe ser accesible por tres lados, de forma que el profesional y los cuidadores que
atienden a las personas dependientes lleguen fácilmente a ellas.
• La ubicación de la cama debe ser cercana a una ventana, pero nunca debajo, frente a
un pasillo o si fuera necesario trasladar la cama al comedor o sala para que la persona
dependiente pueda involucrarse en los movimientos cotidianos de la casa.
• Están equipadas para que la persona ahorre energía y muchas están mecanizadas.
• El colchón debe ser firme pero no duro y con somier adecuado.
• Es conveniente que se muevan fácilmente, suelen estar provistas de un sistema de
ruedas y frenado de las mismas.
• Es muy necesario contar con más de una almohada: un almohadón de goma- espuma
en forma de cuña como complemento de varias almohadas para ayudar al dependiente
a estar sentado y apoyar los brazos.
• Las sábanas deben ser grandes, la de abajo debe ser elástica para evitar que se salga
durante la noche y, si es posible, de algodón.
157
• Las dimensiones de la cama estándar son:
- Ancho: 80-90cm
- Largo: 180-200 cm. El largo recomendado es de 2m con un colchón de 1,90m.
- Altura sin colchón: 70 cm

4.3.2 TIPOS DE CAMA

La más habitual en el domicilio de personas dependientes, además de la cama


común, es la denominada cama mecánica articulada.

 Cama articulada:
El somier se divide en tres o más segmentos móviles,
encargado cada uno de ellos de alojar una parte del
cuerpo. El superior es para la cabeza y espalda, el
central o centrales son para la pelvis y el inferior o
inferiores para las extremidades inferiores. Se mueven
con una manivela (acción manual) o con un motor
eléctrico que se maneja con mando eléctrico. En
algunas también se bajan horizontalmente para que el
individuo pueda salir de ella con facilidad o por el
contrario subirla, para evitar que el cuidador tenga que
adoptar posturas difíciles al realizar cualquier
procedimiento al individuo encamado.

Como medidas de seguridad los bordes son curvados, y está dotada de barandillas de
sujeción y apoyo para realizar los cambios posturales. Suelen estar equipadas de
ruedas y un sistema de frenos para bloquearlas. Esto facilita el desplazamiento, tanto en
el interior de la habitación, como el traslado a otra dependencia.

 Armazón para volteo (Foster): se utiliza en pacientes que deben permanecer


inmovilizados evitando la formación de úlceras por presión. Consta de dos armazones
donde el paciente puede reposar en decúbito supino o prono. Puede accionarse por
motor. Oscila mecánicamente de un lado a otro, como una cuna, alcanzando una
elevación máxima de 62º y una oscilación completa cada 4,5 minutos.

 Cama libro: es la variedad de la cama articulada con la particularidad de que permite la


angulación lateral. Se reserva a personas que deben permanecer largos períodos de
tiempo inmovilizadas.

 Cama roto-test: es una cama que mantiene en un giro continuo al usuario, por lo que la
considera un magnífico mecanismo para la prevención de las úlceras por presión, ya
que produce una disminución de los puntos de roce en el cuerpo del enfermo.

 Cama Ortopédica, Traumatológica u Ortopédica de Judet: consta de un marco


metálico que va de la cabeza a los pies, el cual sujeta varias varillas metálicas situadas

158
Unidad 4: Técnicas de higiene y aseo de la persona dependiente.

por encima de la cama; estas varillas llevan poleas por las que pasan cuerdas que
soportan pesas. El juego de las pesas permite la reeducación y movilización de
extremidades. Se emplea en pacientes con fracturas o parálisis en las extremidades
inferiores.

Para más información sobre los tipos de cama puedes dirigirte a:


http://apuntesauxiliarenfermeria.blogspot.com/2011/02/tipos-de-camas-
hospitalarias.html

4.3.3 ACCESORIOS DE LA CAMA

a) Barandilla: se coloca a los lados de la cama y puede ocupar todo o parte del lateral. Se
utilizan para evitar que los pacientes agitados y los que presentan algún tipo de
demencia, se caigan

b) Protector de barandilla: es un acolchado para barandillas de cama. Protege al paciente


agitado de golpes contra la barandilla e impide introducir los brazos o las piernas entre
las barras. En las camas más modernas, como la de la foto, se pueden obviar ya que el
material de las barandillas es más blando y no produce daños.

c) Soporte para los pies: pieza en forma de cuña para mantener los pies en posición
anatómica (flexión plantar).

d) Arco de Lama o Férula de Arco: se coloca sobre el


paciente para aliviar el peso de la ropa. Evita el
rozamiento de la ropa con la piel. Es necesario
acolcharlo (algodón y venda).

e) Estribo o triangulo de Balkan: permite al paciente realizar pequeños desplazamientos


corporales dentro de la cama. Se emplea en parapléjicos o en estancias prolongadas.

f) Soporte de suero: estructura metálica que se puede acoplar a la


cama o puede ser móvil. En la imagen de la izquierda se observa un
pie de suero móvil al que se le ha colocado una bomba de perfusión
con monitor de control para la medicación intravenosa.

159
En esta imagen se observa un pie de suero vacío. Este mismo tipo
de pie de suero, pero con un acople en la parte inferior es el que
puede acoplarse a la cabecera de la cama.

g) Soporte de bolsa de orina: puede ser de metal o


plástico y lleva dos ganchos en los que se ajusta la
bolsa colectora de orina de los enfermos con sondaje
vesical.

h) Colchones: pueden ser de diferentes tipos para contribuir en la prevención de las


úlceras por presión. Para evitar que el sudor o las eliminaciones del paciente los
deterioren, deben llevar una funda semipermeable. Los más utilizados son:

• De Látex: hoy día se utilizan cada vez más, por constituir


una base para el reposo del individuo. En la imagen se
observa uno de estos colchones colocado encima de una
cama articulada con motor.

• De agua: son de plástico y se llenan con agua caliente (37º) para evitar la sensación
de frío y no disminuir la temperatura corporal. Su finalidad es evitar los puntos de
presión gracias al desplazamiento del líquido. La cantidad de agua va en proporción
al peso del paciente y, debido a que es necesaria una gran cantidad, se utilizan
poco.

• Antiescaras o de aire: es de material flexible y se


conectan a un compresor eléctrico que infla
alternativamente cada uno de los conductos
periódicamente cada dos o cuatro minutos. Su
objetivo es alternar los puntos de presión y realizar
un masaje continuo, evitando así la aparición de ulceras por presión en pacientes
encamados. El colchón que se observa en la imagen se coloca encima del colchón
normal y se infla con una bomba automática para que la presión de apoyo varíe.

• Colchón de espuma: está formado por tres módulos


de espuma cortados en 48 bloques cada uno y
reduce los roces y fricciones sobre la piel. Esto
permite al paciente acomodarse a la forma del
colchón, lo que reduce los roces y fricciones sobre
la piel.

160
Unidad 4: Técnicas de higiene y aseo de la persona dependiente.

• Colchón de agua con bolas de poliuretano: es una mezcla de agua y bolas de


poliuretano, el agua ocupa el volumen total. Las bolas flotan en la superficie del agua
y forman una capa aislante que permite mantener la temperatura corporal y repartir
el peso del paciente.

4.3.4 ARREGLO DE LA CAMA

La cama debe realizarse a diario regularmente por la mañana, y se estira cuantas


veces se suelten o se salgan las ropas y al anochecer. La frecuencia del cambio total o
parcial de las ropas de cama depende de las necesidades.

Las ropas de cama se colocan de manera que no estén arrugadas y que ofrezcan un
buen aspecto; deben caer simétricamente a ambos lados de la cama. Esto no solo hace más
grato el ambiente, sino que además contribuye a la comodidad del paciente. Las arrugas en
las ropas sobre el colchón son molestas y producen zonas de presión que, a menudo, son
causa de que aparezcan ulceras por presión.

Antes de comenzar a cambiar la cama se debe tener toda la lencería necesaria,


colocando las ropas de cama en el orden en que se vayan a usar y siguiendo los principios
básicos de la asepsia médica:
• No agitar ni sacudir las sabanas, porque esto produce corrientes de aire que dispersan
polvo y bacterias.
• No poner en contacto ropa limpia con ropa usada, porque contaminan lo que favorece la
propagación de gérmenes.
• No colocar nunca la ropa de cama sobre el suelo, ya que está sumamente contaminado.

 Lencería de la cama: la cama precisa las siguientes piezas de lencería:


• Funda de colchón: es una cubierta, ajustable en las cuatro esquinas e impermeable,
para proteger el colchón de orina, sudor, sangre, etc.
• Sábanas: bajera (encima del colchón) y encimera (es la que tapa al paciente)
generalmente de algodón o similar.
• Entremetida: es del mismo tejido que las sábanas. Cuando se utiliza se coloca por
encima del empapador para que no esté en contacto directo con el paciente.
• Empapador: travesero con núcleo absorbente de celulosa que se coloca
transversalmente sobre la bajera en su tercio medio, y sirve para proteger la cama de
las secreciones, orina y heces del paciente encamado.
• Manta: suele ser de color claro y su tejido debe resistir los lavados frecuentes, y
ligeras para que el peso no incomode a la persona.
• Colcha o cubrecama: es la pieza que cubre sábana y manta, debe ser ligera y, por
supuesto, resistente a los lavados.
• Funda de almohada: es de algodón o similar. La funda está directamente en contacto
con la almohada. Debe cambiarse cada vez que se manche.

161
 Orden de la lencería en la cama:
1. Funda de colchón
2. Sábana inferior o bajera
3. Empapador
4. Entremetida
5. Sábana superior o encimera
6. Manta
7. Colcha
8. Almohada y su funda

 El doblado de la lencería: debe doblarse de la siguiente manera:


• Sábana de abajo: se dobla a lo largo y con el derecho hacia adentro.
• Sábana encimera: se dobla a lo ancho y con el revés hacia adentro.
• Entremetida y hule: se dobla a lo ancho con el derecho hacia adentro.
• Manta y colcha: se doblan a lo ancho y con el derecho hacia adentro.

 Técnica para hacer la cama desocupada:


• Colocación de la bajera:
1. Colocar la lencería en dos sillas a los pies de la cama, doblada como se ha
indicado.
2. Quitar la colcha y la manta. Si se van a volver a utilizar, se doblan y se reservan; si
no, se retiran sin airearlas para evitar la diseminación de los microorganismos en el
ambiente.
3. Quitar la ropa blanca por el mismo procedimiento.
4. Quitar la funda del colchón, siempre que se encuentre sucia o con arrugas muy
acusadas.
5. Lavarnos las manos.
6. Poner la bajera sobre la cama: se extiende sobre la cama para que no queden
pliegues ni arrugas que puedan contribuir a la formación de úlceras por presión y
que resulten incómodas para la persona dependiente. Si es ajustable se colocarán
las esquinas ajustando al máximo al colchón. Si no es ajustable, las esquinas se
doblan en forma de mitra, inglete o pico. Remeter los lados. La sábana debe
quedar perfectamente estirada, sin pliegues ni arrugas, ya que ello afecta a la
comodidad del paciente y le predispone a la aparición de úlceras.
7. Para hacer la esquina de mitra:
- Remeter la sábana en los pies de la cama o en la cabecera (según la zona
donde se doble la esquina).
- Levantar la sábana hacia arriba para formar un triángulo.
- Traer hacia abajo la parte superior del triángulo.
- Remeter bajo el colchón la parte de la sábana que cuelga.

162
Unidad 4: Técnicas de higiene y aseo de la persona dependiente.

• Colocación del resto de piezas:


1. Extender el hule o empapador en el centro de la cama (a la altura de la pelvis del
enfermo) de forma transversal, remetiéndose los lados.
2. Colocar la entremetida encima del hule cubriéndolo totalmente.
3. Colocar la sábana encimera, desdoblándola desde la cabecera hasta los pies de la
cama (el borde superior de la sábana debe quedar a nivel del borde superior del
colchón). Se doblan las esquinas de mitra y se remete en los laterales (cama
cerrada) o no (cama abierta).
4. Extender la manta sobre la sábana encimera, se hacen las esquinas de mitra
enteras (cama cerrada) o se hacen medias esquinas de mitra (cama abierta). Para
evitar que el enfermo que ha de ocupar la cama no pueda mover sus pies, porque
la sábana encimera y la manta estén muy apretadas, es recomendable la
realización de un pliegue a los pies de la cama o bien aflojar la manta.
5. Colocar la colcha y realizar el manguito, dobladillo o embozo. El resto se hace igual
que en la manta.
6. Colocar la funda de la almohada. Si el enfermo se va a acostar inmediatamente, se
deja abierta la cama.

 Técnica para hacer la cama ocupada: se realiza entre dos personas o una persona y
barandilla para evitar que el paciente se caiga. Técnica:
1. Nos lavamos las manos.
2. Preparar la lencería en dos sillas a los pies de la cama, doblada como se ha explicado
anteriormente.
3. Retirar la almohada, la colcha y la manta (que se doblan si se van a utilizar de nuevo y
se dejan en las sillas a los pies de la cama) dejando cubierto al enfermo con la sábana
encimera.
4. Girar al enfermo sobre un costado, retirando la bajera, el empapador del lado que
queda libre del peso del enfermo, enrollándolas hacia el centro de la cama y cuidando
que no toquen al enfermo.
5. Extender la sábana bajera limpia y sobre ella se colocan el empapador y la
entremetida, ajustando las prendas al colchón.
6. Girar al enfermo sobre el costado contrario dejándolo sobre la ropa limpia y repitiendo
la operación anterior en la zona de la cama que queda por arreglar. Se debe poner
especial cuidado para que no queden arrugas centrales bajo el cuerpo del enfermo,
remetiendo totalmente las prendas colocadas sobre la cama.
7. Extender la encimera de arriba hacia abajo de la persona encamada, al tiempo que se
retira la sucia (de arriba hacia abajo también).
8. Colocar la manta y la colcha de igual forma que en el apartado anterior (cama
desocupada).
9. Eliminar la bolsa de la ropa sucia.
10. Lavarse las manos para evitar la transmisión de microorganismos.

163
4.4 CUIDADOS DEL USUARIO INCONTINENTE

Documento de apoyo: para realizar un repaso de la anatomía del aparato


urinario, consulta el archivo “El Sistema Urinario” (disponible en “Recursos” >
“Materiales de apoyo” de la mesa de trabajo).

4.4.1 LA INCONTINENCIA URINARIA

La incontinencia urinaria (IU) es un problema muy heterogéneo que abarca desde la


emisión involuntaria de pequeñas cantidades de orina hasta la pérdida continua con
incontinencia fecal concomitante. No es exclusivo de pacientes con demencia o muy
incapacitados, sino que aparece también en personas con buena función mental e
independientes.

Por su frecuencia y gran repercusión sobre la calidad de vida del anciano se


considera uno de los grandes síndromes geriátricos y debe constituir una prioridad para el
personal de cuidados a domicilio quienes pueden encontrar aquí un excitante y gratificante
campo de trabajo.

Es indudable que el envejecimiento condiciona una serie de cambios tanto a nivel del
sistema nervioso (central, autónomo, simpático y parasimpático) y en su inervación como
también a nivel del tracto urinario inferior (vejiga, uretra) y del aparato genital (próstata,
vagina), los cuales podrán interferir con la normal realización del acto de la micción, teniendo
su origen a distintos niveles: tracto urinario inferior, sistema nervioso responsable del control
y la coordinación de la micción, mecanismo de producción de la orina, percepción del deseo
miccional o en la habilidad física para acceder al baño.

La Sociedad Internacional de Continencia (SIC, 1991) acepta la siguiente


definición de Incontinencia: La pérdida involuntaria de orina que es
objetivamente demostrable y que constituye un problema social e higiénico.

No es una enfermedad en sí misma, sino la consecuencia de una alteración en la fase


de llenado vesical que se presenta en numerosas enfermedades. Puede ser causada por
diabetes, accidente cerebro vascular, esclerosis múltiple, enfermedad de Parkinson, algunas
cirugías o incluso durante la maternidad.

Puede manifestarse a cualquier edad y en ambos sexos. Sin embargo es más


habitual en mujeres mayores de 60 años. En la población normal, la incidencia de
incontinencia en las mujeres de más de 65 años es de más del 25%, en comparación
con alrededor del 15% en los hombres.

164
Unidad 4: Técnicas de higiene y aseo de la persona dependiente.

 Causas de la incontinencia: existen varias, cada una con diferentes posibles causas.
Las causas para tener incontinencia urinaria pueden ser: transitorias o permanentes,
responder a enfermedades o trastornos, de tipo físico o psicológico:

a) Causas físicas:
• Funcionales: fallos en los mecanismos de contención de la uretra y la vejiga.
• Anatómicas: en la mujer, cambios en el aparato genital y urinario a causa de la
edad o aparición de la menopausia; y en el hombre, enfermedades de la próstata.
• De control de la vejiga: padecer diabetes u otros trastornos, como lesiones
medulares, trombosis o hemorragias cerebrales, puede afectar al control voluntario
de la vejiga.

b) Causas transitorias: la incontinencia urinaria aguda o transitoria es la que tiene un


inicio brusco y una evolución corta. En este tipo, suprimidas las causas, desaparece la
incontinencia. Las más frecuentes son:
• Infección de orina.
• Infección o inflamación de la próstata.
• Efectos secundarios de diferentes medicamentos como diuréticos,
tranquilizantes, algunos medicamentos para la tos y el catarro, algunos
antihistamínicos para alergias y antidepresivos, entre otros.
• Restricción de la movilidad (por ejemplo reposo en cama durante la recuperación
de una cirugía).
• Estreñimiento importante.

c) Causas persistentes: persisten en el tiempo y no están relacionadas con problemas


agudos. Una clasificación muy útil es la que propone Ouslander (1989), quien
establece, independientemente de sus causas, cuatro grupos clínicos de
incontinencia urinaria persistente:
• Incontinencia de urgencia: conocida como vejiga hiperactiva, es la urgente
necesidad repentina de orinar e intenso deseo miccional, produciéndose muchas
veces incapacidad de llegar al baño a tiempo. Se produce al perder cantidades de
orina en momentos imprevistos, tales como al dormir, después de beber una
pequeña cantidad de agua, o cuando se toca el agua o se escucha correr (como
al lavar los platos). Algunas personas experimentan las pérdidas de orina
simplemente al cambiar la posición del cuerpo (por ejemplo al levantarse de la
cama). La vejiga hiperactiva también se asocia con accidentes cerebro vascular,
esclerosis múltiple y lesiones en la médula espinal. Este tipo de IU representa
entre 25 y 30 % de los casos. Por lo general, ocurre por una contracción
involuntaria de la vejiga que puede causar un aumento en la frecuencia de la
micción o producir también incontinencia de urgencia.
• Incontinencia de esfuerzo: es el tipo de IU más frecuente en general, sobre todo
en mujeres. Se estima que en España existen más de un millón de mujeres
afectadas, pero son muchas las que asumen esta enfermedad como parte del
165
envejecimiento femenino y no acuden a pedir ayuda a su médico. Está favorecida
por factores que debilitan el esfínter uretral como: partos, prolapso genital, atrofia
genital y del suelo pélvico por falta de estrógenos (menopausia), hernia de vejiga
(cistocele) y obesidad. En hombres es menos frecuente, siendo las causas más
frecuentes: cirugía de próstata o radiaciones. Los síntomas se pueden expresar
como que, sin tener ganas de orinar y sin ser consciente de que se quiere orinar
(no aguantándose, es decir, no contrayendo la vejiga), se escapa la orina en
relación con un estornudo, tos, risa o actividad física. Esto se explica porque a
consecuencia de un defecto del esfínter uretral, y ayudado por un mecanismo de
contracción abdominal, se escapa involuntariamente la orina.
• Incontinencia urinaria por rebosamiento: más frecuente en hombres que en
mujeres. Las causas tienen que ver con la pérdida de orina de una vejiga muy
distendida, como resultado de la retención exagerada de orina por vaciamiento
incompleto por: obstrucción de la salida de orina por la uretra, como ocurre con la
enfermedad prostática, impactación fecal o en el cistocele, y mal funcionamiento
de músculo de la vejiga por enfermedades neurológicas, tumores, cirugía de recto
o ginecológica, neuropatía diabética o por fármacos, etc. Los síntomas son muy
molestos, ya que se produce una pérdida gota a gota o en chorro fino, sin fuerza
y breve, siendo frecuente por la noche.
• Incontinencia urinaria funcional: se produce cuando no se es capaz de llegar
al baño a tiempo por no poder responder de forma apropiada a la sensación de
deseo de orinar como consecuencia de una discapacidad física o mental, falta de
destreza o incluso un mal diseño del edificio. Por ejemplo, puede que una
persona que padece la enfermedad de Alzheimer sea incapaz de planear una
visita al baño a tiempo para orinar, o una persona en silla de ruedas puede estar
obstruida y no llegar al baño a tiempo.

4.4.2 VALORACIÓN DEL USUARIO INCONTINENTE

El plan de cuidados debe ser individualizado en su contexto social y familiar y


consensuado con el equipo interdisciplinar de atención primaria y con el paciente y su
entorno, estableciendo objetivos realistas y compartidos.

Los cuidados de la incontinencia urinaria deben englobar el propio tratamiento del


trastorno y el tratamiento de las áreas que este pueda afectar (dependencia funcional, áreas
emocional, social y económica, etc.).

Como primer paso del tratamiento, deben instruirse una serie de medidas generales:
• Medidas higiénicas: mantener el cuidado de la piel de la zona y la frecuencia de los
cambios de absorbentes.
• Medidas dietéticas: marcar horarios de ingestión de bebidas para mantener la
hidratación correcta y la diuresis sin interferir en lo posible las horas de sueño o de
actividad física. Limitar el consumo de alcohol y cafeína.
166
Unidad 4: Técnicas de higiene y aseo de la persona dependiente.

• Revisión de los fármacos que el paciente tiene prescritos.


• Disminuir las barreras arquitectónicas que puedan entorpecer el acceso fácil del
paciente al baño, facilitar ayudas a la deambulación (andadores, bastones, etc.) y
controlar los motivos sociales que puedan retrasar el trayecto al baño (timidez,
interrupciones, actividades excesivamente prolongadas sin interrupción, etc.).

Además de las medidas generales, se puede establecer un tratamiento no


farmacológico de la incontinencia urinaria, mediante terapias conductuales, con ejercicios de
suelo pélvico, tratar de parar el chorro miccional y el reentrenamiento de la vejiga.

Asimismo, los cuidadores pueden ser útiles en los pacientes con cierto deterioro
cognitivo, interrogando periódicamente sobre la necesidad de acudir al baño o
acompañando al baño a los pacientes cada cierto intervalo.

 Valoración del anciano con incontinencia urinaria: al ser la IU un problema


multifactorial es preciso hacer una valoración global para determinar el grado de
dependencia y las posibles causas de dificultad.

Los profesionales y cuidadores desempeñamos un papel fundamental en dicha


valoración, cuando realizamos la entrevista a la persona dependiente.

Además de conocer los antecedentes previos, y los problemas actuales, debemos


conocer las características de la incontinencia urinaria:
• Comienzo, frecuencia, horario e intensidad del goteo, duración (factores que la
precipitan o permiten su control).
• Datos más específicos de cada tipo de IU (urgencia en la micción, pérdida de orina
ante maniobras de esfuerzo, etc.).
• Síntomas asociados (fiebre, hematuria, disuria).
• Interrogación sobre estreñimiento, diarrea o incontinencia fecal concomitante,
consumos de fármacos que puedan contribuir a la IU.
• Antecedentes quirúrgicos (cirugía de próstata, dilataciones uretrales, partos múltiples,
prolapso uterino, etc.) que pueden proporcionar la causa del problema.
• Dificultades que presenta el usuario para acceder al aseo.
• Dificultades para vestirse / desvestirse.
• Presencia de barreras arquitectónicas.

Para la valoración de la frecuencia, horario e intensidad de la pérdida de orina se utiliza un


registro diario durante 7 días, que puede realizarlo el mismo usuario si tiene condiciones
para ello, o la familia o/y el cuidador.

167
Nombre del usuario:

Fecha:

Horario Incontinencia Seco Continencia Observaciones


7-9
9-11
11-13
13-15
15-17
17-19
19-21
21-23
Noche

También valoraremos la movilidad, la capacidad de traslado y la destreza manual, la


sensibilidad y la fuerza motora de las extremidades inferiores.

Se debe realizar una exploración del usuario que conlleve:


• Exploración abdominal en busca de globo vesical y observar la presencia de
cicatrices.
• Examen rectal, si existe impactación fecal.
• Exploración genitourinaria femenina y masculina, observando si existen anomalías
externas, la piel perianal, si existe prolapso uterino u otra alteración visible, que se
considere anormal.

Los problemas de memoria y orientación en la demencia también pueden contribuir a la


IU: la persona no puede encontrar el aseo o ser incapaz de recordar qué significa la
sensación de la vejiga llena. La valoración cognitiva nos permitirá comprobar hasta qué
punto la persona es capaz de participar en un plan de cuidados dirigidos a mejorar el
control urinario.

La capacidad para el autocuidado también se debe evaluar: si puede vestirse solo o no,
etc.

Como parte del proceso de valoración, un registro de una semana es beneficioso para
anotar la frecuencia, cantidad y hora del día a la que se produce la incontinencia.

4.4.3 OBJETIVOS E INTERVENCIONES EN LA INCONTINENCIA URINARIA

Una vez realizada la valoración y detectadas las posibles causas del problema, se
deben plantear unos objetivos y un plan de cuidados. Las intervenciones varían en función
del tipo de incontinencia. Es importante establecer metas que sean aceptables y que sean
alcanzables para la persona dependiente, ya que en ocasiones su prioridad difiere del criterio
que tienen los profesionales.

168
Unidad 4: Técnicas de higiene y aseo de la persona dependiente.

Muchas personas incontinentes experimentan un alto grado de frustración al intentar


alcanzar el objetivo final de restablecer la continencia en tiempos irreales. Uno de los
problemas que pueden presentarse, tanto para la persona dependiente como para el
profesional, es decidir cuáles son los objetivos más importantes y, por tanto, cuál es
necesario alcanzar en primer lugar.

El objetivo se centrará en intentar resolver el problema de su incontinencia a través


de las intervenciones necesarias: prestar los cuidados pertinentes ante la situación de
dependencia, educar, aconsejar y motivar al usuario y a sus familiares durante todo el
proceso.

Se debe marcar un plan de actuación en el que el objetivo principal se fraccione en


pequeños pasos secuenciales que estén al alcance del individuo. Conforme vaya
progresando es necesario reevaluar y reordenar las prioridades para asegurar que se sigue
atendiendo el objetivo completo y para que la persona mantenga la responsabilidad y el
control sobre su propio programa de cuidados.

Si la incontinencia no se puede remediar, los cuidados establecidos pueden


desempeñar un factor clave en el manejo de la rutina diaria de un individuo ya que puede
ayudarle a mantener el nivel de bienestar y dignidad con una mínima alteración en sus
actividades cotidianas.

Vida diaria con incontinencia urinaria:

El grado de incontinencia tiene un impacto desigual sobre la vida diaria. Los que
padecen una incontinencia de esfuerzo y viven en la comunidad generalmente se manejan
bien sin restringir sus actividades diarias y sociales. Cuando no existe ningún control urinario,
la vida diaria se ve afectada de una forma importante.

Las personas con incontinencia urinaria con mayor grado de dificultad para manejar
su vida cotidiana son:
• Las que no tienen ningún control sobre su flujo de orina.
• Las que tienen una discapacidad física.
• Las que tienen déficit cognitivos o psiquiátricos.
• Las que tienen bajos recursos económicos para proveerse de servicios.
• Las que no desean participar en programas de tratamiento activo.
• Las que no tienen un cuidador principal que les ayude con el tratamiento o que mantenga
la higiene de la ropa y del hogar.

Los cuidados han de centrarse en dos áreas: restaurar la continencia y reforzar a las
personas. Es importante asegurar una adecuada hidratación con líquidos no irritantes y
también establecer objetivos realistas con el usuario.

169
Influencia de la incontinencia urinaria en las actividades de la vida diaria:

 En la alimentación: algunos usuarios disminuyen su ingestión de líquidos para evitar


micciones frecuentes, con lo que aumenta el riesgo de infecciones.

 En el movimiento: algunos usuarios tienen miedo a realizar algunas actividades como ir de


compras, hacer ejercicio, pasear, viajar, etc., lo que les puede originar aislamiento y poca
movilidad.

 En el reposo y sueño: los usuarios muestran incomodidad al permanecer en un espacio


húmedo: sábanas mojadas, dispositivos externos calados, sensación de frío y tener que
levantarse varias veces en la noche hace que su descanso empeore.

 En la higiene: mantener la zona perianal limpia y seca para evitar dermatitis, úlceras o
infecciones es muy importante, debiendo mantener una higiene extrema en la zona.
Algunos usuarios expresan angustia por el olor que creen que desprenden.

4.4.4 TÉCNICAS DE MODIFICACIÓN DE LA CONDUCTA

a) Medidas socio-ambientales: hay que facilitar el acceso al aseo y hacerlo más visible
utilizando colores que contrasten alrededor de la puerta o utilizando símbolos de su
situación. Debe estar bien iluminado y actuar sobre las barreras existentes: adaptación de
los WC, puertas amplias que permitan el acceso con silla de ruedas, andadores, etc.

Cuando la persona dependiente tiene problemas de comunicación es importante que


disponga de timbres o campanas de aviso, y debemos actuar con rapidez para asegurar
la continencia y disminuir su ansiedad.

b) Medidas personales: mantener una buena higiene y cuidados en la piel, evitar


inmovilizaciones o encamamientos, usar ropas cómodas y de cierres mediante velcros,
retirar la ropa siempre que esté mojada, no restringir la ingesta de líquidos, evitar el
estreñimiento, evitar la ingesta de líquidos excesiva y evitar la administración de
diuréticos por la noche.

c) Dispositivos de ayuda: pueden ser:

 Absorbentes: productos destinados a contener la orina una vez que el fluido está en
el exterior. Son los que se conocen vulgarmente como pañales. Cuando un usuario
tiene que usar pañales, deberemos seguir las siguientes pautas:
• Revisarlos con frecuencia.
• Cambiar el pañal cuando sea preciso, para eso los pañales están provistos de un
indicador de humedad en la parte exterior que son unas bandas que cambian de
claro a oscuro.
• Comprobar en cada cambio que no hay enrojecimiento o irritación de la piel y, si
aparecen, debemos aplicar pomadas protectoras de la piel.

170
Unidad 4: Técnicas de higiene y aseo de la persona dependiente.

• Prevenir la formación de úlceras en el sacro, nalgas y órganos genitales, hidratando


bien la piel diariamente, mediante cremas protectoras, y con una buena aportación
de líquidos.
• Mantener el paciente limpio y seco. Realizar una higiene adecuada de la zona del
pañal. El contacto prolongado de la orina con la piel aumenta el riesgo de
infecciones y favorece la irritación y la aparición de lesiones y úlceras.
• Utilizar un vestuario cómodo con ropas flojas y fáciles de abrir y manejar.
• Controlar la eliminación de heces, en especial en pacientes con incontinencia fecal,
utilizando pañales de menor absorción y realizar cambios más frecuentes.
• Vigilar el color y el olor de la orina. Si notamos cambios deberemos comunicárselo
a los servicios médicos.
• Evitar largos períodos de inmovilidad, hacer cambios posturales frecuentes en el
paciente encamado o sentado y, siempre que sea posible, animar a levantarse y
andar.
• Seguir las normas de colocación de los pañales para cada situación del paciente
(encamado, sentado, deambulante...), evitando las dobleces y los desplazamientos.

En cada cambio de pañal debemos seguir los siguientes pasos:


- Lavarnos las manos antes y después de cada cambio de pañal.
- Retirar el pañal por la parte posterior del cuerpo del usuario.
- Si el paciente tiene problemas de movilidad, asegurarnos de que tenga un punto de
apoyo.
- Si el paciente está en la silla de ruedas, apoyaremos el respaldo contra la pared y la
frenaremos para evitar que se desplace.
- Realizar una higiene adecuada de la zona del pañal.
- Colocar el pañal por la parte de delante del cuerpo.
- Asegurarnos de que las costuras de las mallas que sujetan el pañal estén hacia
fuera, evitando así que rocen o hagan presión sobre la piel.

 Sistemas de recolección externa: son productos en forma de bolsa, o copa,


semejante a un preservativo que va conectado a una bolsa de orina.

 Dispositivos de cierre uretral: actúan presionando la uretra de modo que aumentan


su resistencia y evitan los escapes de orina.

 Sondaje vesical: un catéter, sonda urinaria,


sonda uretral o sonda de Foley, es un tubo
blando de plástico o de goma que se inserta en la
vejiga a través de la uretra para vaciar la orina.
Los catéteres urinarios a veces se recomiendan
para manejar la incontinencia urinaria y la
retención urinaria tanto en hombres como en
mujeres, y existen diferentes tipos. El globo situado en el extremo de la sonda que se
encuentra dentro de la vejiga se infla y hace que se mantenga fija la sonda y que no se
171
caiga. La sonda debe conectarse a una bolsa que permita recoger la orina. Si el
usuario no puede caminar utilizaremos una bolsa para recogida de orina con grifo en la
parte inferior. Si el usuario camina, debe hacer una vida normal usando una bolsa de
mayor capacidad por la noche que por el día.

En las imágenes se observan las bolsas de


recolección de orina o bolsas de diuresis y las
sondas Foley. En la imagen superior se han
fotografiado dos bolsas: la de la izquierda
corresponde a una bolsa que se puede vaciar por la
parte inferior de la misma, ya que lleva una pequeña
llave o pinza que cierra el paso de la orina. La
imagen de la derecha es una bolsa no reutilizable, ya que cuando está llena hay que
cambiarla, por no tener ningún dispositivo de vaciado.

En la imagen de la izquierda se observan don sondas de Foley, una de ellas con dos
vías y la otra con tres vías. Este extremo con varias salidas es el que queda colocado
en el exterior del cuerpo, quedando la porción de la sonda contraria (salida única)
introducida en la vejiga. A través de la sonda pasa la orina y se recoge por conexión a
la bolsa de diuresis. En el caso de tener dos vías, una de ellas se utiliza para conectar
a la bolsa de orina y recoger la orina, y la otra para inflar un pequeño globo de sujeción
que evita que la sonda se salga de la vejiga por los movimientos que realice el usuario.
En el caso de tener tres vías: una es para conexión a la bolsa y recogida de la orina,
otra para la sujeción y la tercera es para la administración de medicamentos o suero
para realizar lavados internos de la vejiga, por ejemplo para extraer sangre o coágulos.

Consejos prácticos para los usuarios de sonda vesical:


• Beber al menos de 1,5 a 2 litros de líquidos al día (agua, zumos, caldo, infusiones,
etc.) para provocar abundante orina y evitar que se formen residuos en la vejiga y
que se tapone la sonda.
• Lavarse siempre las manos con agua y jabón antes de hacer cualquier intervención
al usuario (evitaremos infecciones).
• Lavar diariamente con agua y jabón el pene o la zona genital para que no se forme
barrillo alrededor de la sonda, evitando infecciones.
• Asegurar que la bolsa esté bien conectada a la sonda para evitar pérdidas de orina.
• Vigilar que el tubo de la sonda o de la bolsa no estén doblados para que no se
impida el paso de orina a la bolsa.
• Si el usuario se levanta, llevará la sonda sujeta a la pierna con un esparadrapo, o
con una pinza al calzoncillo para evitar que esté tirante y le produzca "ganas de
orinar".
• Cuando el usuario no lleve la bolsa deberemos desconectar el tapón de la sonda
cada dos o tres horas para vaciar la vejiga.

172
Unidad 4: Técnicas de higiene y aseo de la persona dependiente.

• Por la noche el usuario deberá tener la sonda conectada a la bolsa para no tener
que levantarse y que la vejiga se vacíe bien.
• La bolsa de drenaje debe permanecer siempre a un nivel más bajo que la vejiga
para prevenir un retroceso del flujo urinario hacia la vejiga. El dispositivo de drenaje
se debe vaciar por lo menos cada 8 horas o cuando esté lleno.
• No tirar de la sonda, podría arrancarse o producir un daño importante en la vejiga y
uretra.
• La sonda vesical no debe impedir que el individuo realice una vida social, familiar y
de ocio de manera normal.
• La mayoría de los expertos están en contra del cambio rutinario de los catéteres,
salvo que el catéter esté obstruido, produzca dolor o esté infectado.

Las técnicas de modificación de la conducta en un usuario incontinente las


podemos resumir en:
 Hoja de registro de micciones: el usuario debe ir al baño a intervalos fijos (o utilizar el
orinal, cuña, botella, etc.). Estos intervalos se fijarán de forma inicial y se irán aumentando
de forma gradual en función de los progresos que se vayan obteniendo. Pueden utilizarse
técnicas que provoquen la micción: hacer correr el agua, golpear la cara interna de los
muslos, presión suprapúbica, etc.

 Entrenamiento del hábito: está basada en la identificación de un patrón individual de


incontinencia de la persona dependiente. Se puede usar en domicilios, residencias u
hospitales. Se le pide al usuario que orine con un intervalo previamente establecido, de
acuerdo con el patrón de la persona y con el objetivo de prevenir los episodios
incontinentes. Pueden realizarse:
• Ejercicios del fondo de la pelvis (ejercicios de Kejel): ayudan al fortalecimiento de los
músculos de la base de la pelvis y del esfínter externo que está bajo control,
voluntario. Se practican ejercicios al menos en tres sesiones al día, realizando entre 15
y 20 contracciones de la musculatura del suelo pélvico.

• Conos vaginales: es un sistema cuyo objetivo es rehabilitar los músculos del suelo
pélvico. Consiste en 5 conos anatómicos, cada uno con un peso diferente gradual que
se usan introduciéndolos en la vagina como un pequeño tampón durante unos 15
minutos 2 veces al día. Se empieza a notar la mejoría en el tono muscular a los 15
días. Se requiere un nivel cognoscitivo aceptable por parte de la mujer.

• Micciones programadas: cuando los usuarios tienen un nivel de discapacidad


importante somos los cuidadores los encargados de favorecer el ritmo miccional.
Fijaremos un intervalo de tiempo para el vaciado de la vejiga, aproximadamente cada 2
horas.

173
4.4.5 LA INCONTINENCIA FECAL

Es la incapacidad para controlar la salida del gas y las heces por el ano. Los tipos y
causas de la incontinencia fecal son:
• Incontinencia por rebosamiento: su causa más frecuente es la impactación fecal o
estasis. También puede originarse por la ingesta de medicamentos, la presencia de
divertículos o de tumores rectales.
• Incontinencia por función anorrectal alterada: sus causas son el prolapso rectal,
enfermedades del esfínter anal, algunos tipos de cirugía obstétrica o anorrectal y la
presencia de traumatismos en la pelvis.
• Incontinencia por sobrecarga del esfínter: se produce por procesos diarreicos,
enfermedad inflamatoria intestinal o inducida por medicamentos.
• Incontinencia neurógena: se debe a alteraciones del sistema nervioso central como
traumatismos, tumores, etc.
• Incontinencia funcional: también puede estar producida por alteraciones en el sistema
nervioso central, traumatismos, tumores, etc., y por las demencias.

La valoración del usuario con incontinencia fecal implica un análisis exhaustivo de


diversas enfermedades, de su estado funcional y su estado intelectual. Consta de:
• Historia y recogida de datos y entrevista: recoger datos sobre su función intestinal,
historia médica y quirúrgica, consumos de alimentos y líquidos, medicamentos, creencias
familiares y culturales y nivel de actividad.
• Exploración física: comprende el examen neurológico, la exploración del abdomen, la
valoración funcional y ambiental y el examen de la piel.
• Pruebas de laboratorio y complementarias: muestras para analítica de heces y de orina,
pruebas para evaluar las enfermedades ano rectales: radiografías, anoscopia,
electromiografía, etc.

El objetivo ante usuarios de incontinencia fecal debe centrarse en mantener el mayor


grado de independencia, pero las intervenciones varían en función de la causa subyacente
que origina el problema.

Se marcará un plan de actuación en el que el objetivo principal se fraccione en


pequeños pasos secuenciales que estén al alcance del individuo. Si la incontinencia no se
puede remediar, los cuidadores seremos un factor clave en el manejo de la rutina diaria, ya
que podemos ayudarle a mantener su nivel de bienestar y dignidad con una mínima
alteración de sus actividades cotidianas.

La incontinencia fecal afecta a las actividades de la vida diaria del usuario en:
• La alimentación: puede originar cambios en la alimentación que generan déficit, por
miedo a sufrir sobrecarga del intestino.
• El movimiento: alteración de la movilidad física relacionada con el dolor y con la
distensión abdominal secundaria a un fecaloma. Miedo a realizar actividades fuera del
entorno por creer que puede existir falta de intimidad.

174
Unidad 4: Técnicas de higiene y aseo de la persona dependiente.

• El reposo y el sueño: se altera por la ansiedad secundaria a la disminución o aumento de


la frecuencia de las deposiciones.
• La higiene: alteración de la integridad de la piel en la zona perianal en relación con la
deposiciones líquidas y el uso de absorbentes.

Las intervenciones y técnicas de modificación de la conducta en los usuarios


con incontinencia fecal, se concretan en:
• Control de la dieta e ingesta de líquidos: deben seguir una dieta rica en fibra, beber un
mínimo de 1,5 litros de agua al día y no consumir alimentos astringentes.
• Ejercicio y actividad física: a través del ejercicio físico se mantiene el peristaltismo
intestinal que favorece la evacuación normal de las heces.
• Medicamentos: cuando se deban tomar medicamentos que interfieran con el tránsito
intestinal, los usuarios deberán aumentar el consumo de fibra y líquidos, así como el
ejercicio diario.
• Horario de eliminación intestinal: conviene ayudar al dependiente a establecer un horario
para la evacuación intestinal.
• Utilización de laxantes: no deben formar parte del plan de actuación como primera
medida. Solo deben usarse como medida de urgencia y bajo prescripción médica.
• Utilización de productos absorbentes: (pañales o similares) sirven para el control de la
incontinencia, no para su tratamiento.

4.5 CUIDADOS DEL USUARIO COLOSTOMIZADO


4.5.1 CONCEPTOS Y TIPOS DE OSTOMÍAS

Documento de apoyo: para realizar un repaso de la anatomía del aparato


digestivo, consulta el archivo “El Aparato Digestivo” (disponible en “Recursos”
> “Materiales de apoyo” de la mesa de trabajo).

La palabra estoma deriva del griego y significa boca o abertura. En el aparato


digestivo un estoma está formado por una parte de intestino grueso o delgado atraído a la
superficie mediante una incisión quirúrgica, variando de tamaño y de longitud según la
posición y la función que se desee. En el aparato respiratorio es una abertura quirúrgica
permanente o no de la tráquea a través del cuello.

El color normal del estoma sano es rojo, tirando a rosado, y puede compararse al
color del revestimiento interior de la boca.

Se llama OSTOMÍA a la intervención quirúrgica que tiene como objetivo realizar el


abocamiento de un órgano hueco a otro o al exterior.

175
GASTROSTOMÍA: apertura de un orificio en el estómago.

TRAQUEOSTOMÍA: apertura de la tráquea.

COLOSTOMÍA: abocar el colon al exterior.

GASTROENTEROSTOMÍA: abocar el estómago a un asa intestinal.

La colostomía consiste en la exteriorización del colon a través de la pared


abdominal, para crear una salida artificial al contenido fecal. Pueden ser:

 Colostomías permanentes: son irreversibles, puede estar situada en cualquier nivel del
colon y sobre cualquier parte de la pared abdominal. El sitio más habitual es el cuadrante
inferior izquierdo del abdomen para exteriorizar el asa sigmoidea o el colon descendente,
por la extirpación definitiva del tracto intestinal distal o final del intestino grueso y/o ano.

 Colostomías temporales: pueden ser realizadas en cualquier punto del colon, sobre todo
en el colon transverso. El sitio elegido para una colostomía temporal suele ser el colon
transverso derecho, porque es una zona móvil y puede ser movilizado con facilidad hacia
la superficie. Este tipo de estoma se realiza en aquellos casos en que se espera que la
enfermedad se supere para restablecer posteriormente la continuidad intestinal mediante
una operación posterior.

4.5.2 CUIDADOS DEL USUARIO COLOSTOMIZADO

Todas las actividades del ser humano relacionadas con la eliminación de desechos
forman parte de aspectos considerados social y psicológicamente como muy íntimos.

La alteración de los mecanismos normales de eliminación conlleva un proceso de


aceptación y adaptación a veces difícil de tolerar.

Suelen producirse así ciertos problemas emocionales, de estrés, ansiedad,


vergüenza, inseguridad, etc., lo cual tiene como consecuencia inmediata una tendencia
mayor o menor al aislamiento, alteraciones de la sexualidad, tendencia a la depresión, etc.

Se pueden presentar además, al principio, problemas técnicos y físicos, como


irritaciones de la piel, dificultades en el manejo del dispositivo colector, modificaciones de la
dieta, del vestido, problemas de ruidos, olores, etc.

Por todo ello, la información al paciente y al cuidador son aspectos de primer orden
para tener en cuenta.

Los materiales utilizados son:


a) Bolsas: Se denomina así a los dispositivos utilizados para recibir las heces que salen por
el estoma. Son seguras, flexibles y ligeras. Los tipos de bolsas son:

176
Unidad 4: Técnicas de higiene y aseo de la persona dependiente.

• Bolsas abiertas: se llaman así por tener abierto su extremo distal. Disponen de una
pinza que abre y cierra y permite vaciar su contenido, evitando tener que cambiarlas
continuamente en el caso, por ejemplo, de heces líquidas (en Ileostomías) o en caso
de diarreas.

• Bolsas cerradas: no tienen dispositivo de salida de las heces. Disponen de filtro de


olores y gases. Están indicadas cuando las heces son pastosas, como en el caso de
las colostomías.

En la imagen se observan una bolsa cerrada y


otra abierta. Junto a la bolsas de colostomía, se
muestra un medidor para ver el tamaño del
estoma y así poder recortar la bolsa a la medida
necesaria. El disco (disco de Karaya) que
aparece en el extremo de la bolsa es la zona
que se pega al cuerpo de usuario con el orificio
central que debe coincidir con el estoma.

Tanto las bolsas abiertas como las cerradas pueden ser de una y tres piezas.

• Bolsas de una pieza: tienen el adhesivo incorporado a la misma. Son muy ligeras,
flexibles y cómodas, pero el inconveniente de que deben despegarse de la piel cada
vez que se cambian, al menos una vez al día. No son útiles cuando la piel que rodea al
estoma está irritada.

• Bolsas de tres piezas: están compuestas por tres elementos: un disco adhesivo o
base, una bolsa y un aro de cierre. El disco puede permanecer adherido a la piel
durante tres o cuatro días. La bolsa se cambia cada vez que es necesario, y se coloca
una nueva que, mediante el aro de cierre, queda unida al disco de forma segura. Está
indicada en pieles sensibles o irritadas.

Existe gran variedad de tamaños y la posibilidad de que sean opacas o transparentes


para adaptarse a distintas situaciones y necesidades.

b) Sistemas continentes: Permiten decidir el momento de la evacuación sin necesidad de


bolsas. Son dos:
• Obturador, que es un tubo flexible que se introduce en el estoma cerrando el paso de
las heces.
• Irrigación, especie de enema que permite un control de continencia de 24 h. o más.

Estos dos sistemas son muy poco utilizados en ancianos ya que requieren prescripción
facultativa y un mayor adiestramiento.

177
Cuidados específicos en colostomías:

Cuando la intervención quirúrgica es reciente, el estoma es de color muy rojo y


aparece algo hinchado. Durante el primer mes va reduciendo su tamaño.

El proceso digestivo es normal, con la única diferencia de que ahora no se puede


controlar el momento de evacuar. Por ello la importancia de las bolsas o dispositivos
colectores.

La mayoría de los problemas de orden físico están relacionados con el deterioro de


la piel que rodea el estoma. Para ello es necesario hacer una valoración de su estado cada
vez que se cambia la bolsa o el disco. La piel se puede irritar o lesionar por distintas
causas:

 Humedad: se produce maceración, que facilita la infección. Suele ocurrir cuando el


orificio del disco no está perfectamente adaptado al estoma, y la humedad permanente
de las heces está en contacto con la piel.

 Irritaciones químicas: la capa córnea de la piel se altera con los cambios de acidez
propios del contenido digestivo, que actúan como agente irritante. El mecanismo de
producción es el mismo: dispositivos que no están perfectamente adaptados al estoma.

 Irritaciones físicas: suelen ocurrir al desprender el disco de la piel de manera brusca o


poco cuidadosa.

 Reacciones alérgicas: según la sensibilidad del anciano, a veces pueden producirse.


Son cada vez menos frecuentes hoy aunque, si ocurren, es conveniente cambiar de
producto.

Higiene que se debe realizar:

Una buena higiene de la piel periostomal (de alrededor del estoma), es la mejor
garantía de seguridad y calidad de vida.

Las lesiones de la piel que se han descrito producen dolor y escozor en una zona
que está obligatoriamente expuesta, ya que la bolsa o el disco deben cambiarse con más o
menos frecuencia y no se pueden aplicar cremas u otros tratamientos porque impedirían la
adhesión de los dispositivos. Estos materiales pueden ser:
 Cremas de barrera: las cremas se usarán en pequeñas cantidades y dando masajes a la
piel. Los restos de grasa deben limpiarse antes de aplicar un nuevo dispositivo. Las
cremas son poco adecuadas cuando la piel está lesionada o resquebrajada.
 Geles cutáneos: se secan rápidamente y no dejan superficies grasientas. Se esparce una
mínima cantidad de gel para cubrir el área, pero no se aplicará cuando la piel esté dañada
o excoriada.
 Sprays adhesivos: sólo pueden usarse sobre un emplasto de doble cara o sobre la cara
externa de un dispositivo, nunca directamente sobre el cuerpo del paciente. Hay que
utilizarlo con mucho cuidado, junto con un adhesivo, para evitar la lesión de la piel.

178
Unidad 4: Técnicas de higiene y aseo de la persona dependiente.

 Adhesivo del estoma en forma de oblea: es necesario medir el estoma y cortar un orificio
en el adhesivo limitándolo, para evitar escapes a la piel de los alrededores. Esto es
todavía más importante cuando los productos que fluyen del estoma son líquidos o
semilíquidos. Este es el procedimiento que hay que utilizar cuando la piel está herida o
resquebrajada.
 Anillos de karaya o "mantos": estos productos son suaves y flexibles y se usan para
amoldarse alrededor del estoma, actuando como una barrera de protección.
 Pasta de karaya: puede usarse para empastar las pequeñas hendiduras o depresiones
que haya cerca del estoma. Debe aplicarse en las áreas sanas de la piel.
 Polvo de Karaya: se adhiere a las áreas lesionadas de la piel y ofrece una cierta
protección

Técnica para el cuidado de la colostomía:


 Materiales:
• Guantes.
• Material para el aseo (agua tibia, jabón, toallas, palangana, solución antiséptico).
• Material de curas y bolsa de ostomía.
• Cinturón de sujeción de la bolsa, si se precisa.
• Bolsa de ropa sucia.

 Procedimiento:
• Lavarse las manos y ponerse guantes.
• Explicar al paciente lo que se va a hacer, para que vea la necesidad de que aprenda a
cuidar por sí mismo su estoma, estimulando los autocuidados.
• Respetar en todo momento la intimidad del paciente, cubriéndole de forma que solo
aparezca expuesto el abdomen.
• Retirar la bolsa de estoma sucia, siempre de arriba abajo (sujetando con una mano la
piel) para evitar que se vierta el contenido. Observar el volumen y características de las
heces.
• Limpiar suavemente el estoma con agua y jabón neutro, en forma circula; de dentro
hacia afuera; retirar los residuos dejados por la bolsa de colostomía y secar bien la
zona con suaves movimientos de presión, nunca de frotación.
• Proteger la piel con pomada si está prescrita (una loción frecuente es la pasta de
Karaya), o emplear barreras de protección cutánea que se recortarán mostrando sólo
el estoma y no la piel.
• Colocar la bolsa nueva, retirando el plástico protector del orificio, debe ahuecarse con
el dedo para evitar que después haga succión sobre el estoma y humedecerse con
agua para conseguir una mayor adherencia.
• Retirar la cubierta protectora de la zona adherente y oprimir suavemente sobre la piel
para facilitar la unión de ambas cubiertas.
• Adaptar la bolsa alrededor del estoma, dejando un margen de unos 2-3 mm a fin de
evitar una posible estrangulación de la zona.

179
• Para que la bolsa esté correctamente colocada, su parte distal debe quedar en un
plano horizontal al paciente.
• Reordenar la cama e instalar cómodamente al paciente.
• Recoger y limpiar todo el equipo, desechando la bolsa de colostomía sucia.
• Lavarse las manos.
• Comunicar y registrar las observaciones.

 Complicaciones de los estomas:


• Hemorragias: son frecuentes, debido a que el estoma está constituido por un tejido
muy vascularizado (con muchos vasos sanguíneos). Pueden originarse por pequeños
traumatismos producidos durante la limpieza del estoma.
• Prolapso: consiste en un estoma elongado y edematoso con retorno deficiente de la
solución de irrigación.
• Retracción: puede ser consecuencia del aumento de peso de la persona dependiente
o de la progresión de un tumor maligno. La retracción puede originar un
estrechamiento del estoma.
• Color del estoma: su cambio de color (color oscuro, marrón o negro) puede ser
debido a una alteración en la circulación de la sangre en la zona.
• Ulceración del estoma: está provocado por el uso inadecuado del dispositivo
colector.
• Reacciones de la piel: suelen ocasionarse por la sucesiva aplicación de bolsas.

Las complicaciones temporales de las colostomías son:


• Inmediatas: necrosis, infección, hundimiento y retracción.
• Tardías: hernias, estenosis, prolapso y ulceración.

Las complicaciones definitivas de las colostomías son:


• Inmediatas: necrosis, infección, hundimiento y retracción.
• Tardías: diarreas, estreñimiento, estenosis, hernia, prolapso y ulceración.

Es evidente que el ostomizado, aunque su problema físico se haya resuelto con la


intervención, puede presentar cierto número de dificultades, sobre todo psicológicas y
sociales que es importante ayudarle a superar.

Aumenta también en muchos casos en los ancianos la dependencia hacia su cuidador, y


es importante tener en cuenta la actitud de este ante esos cuidados que debe prestar.

La información y adiestramiento debe ser para ambos, intentando siempre, en la medida


de lo posible, las mayores cotas de independencia del anciano.

Es bueno conocer los tipos de dispositivos a su alcance, encontrar uno o varios que se
adapten a las distintas situaciones que forman la vida cotidiana del anciano para intentar
que pueda realizar sus actividades de la manera más normal posible.

Escuchar, sobre todo al principio, su queja, su opinión, sus sentimientos e ir ofreciendo


algunas alternativas y posibilidades de mejora.
180
Unidad 4: Técnicas de higiene y aseo de la persona dependiente.

4.6 CUIDADOS POST-MORTEM. FINALIDAD Y PREPARACIÓN DEL


CADÁVER
4.6.1 CUIDADOS POST-MORTEM

Recibe diferentes nombres: muerte, fallecimiento, deceso, óbito, defunción o exitus.

La muerte es el cese total y definitivo de todas las funciones vitales del organismo
humano. Es un hecho biológico, personal e individual, pero también una realidad social y
cultural que suscita muchas reacciones, tanto individuales como de las instituciones
relacionadas con el paciente.

El miedo a la muerte es patente en nuestra sociedad hasta el punto de poder ser una
idea inaceptable, en determinados casos tolerable por razones diversas (religiosas, éticas,
biológicas, etc.)

El duelo es el proceso por el que pasa una persona que sufre una pérdida.

La intensidad y las alteraciones que provoca en el doliente van a depender de varios


factores. Estos son, entre otros, la relación emocional y de dependencia con el ser perdido,
las circunstancias de la muerte, el tiempo de preparación para la pérdida, etc.

También tienen mucha importancia los recursos de que disponen los sobrevivientes,
tanto a nivel personal como familiar y social, así como las reacciones de respuesta en
situaciones emocionales intensas previas en la experiencia del doliente.

El duelo es, en principio, un proceso normal que cumple una función adaptativa. No
requiere en la mayoría de los casos de intervenciones específicas, siempre que el doliente
disponga de recursos adecuados tanto internos como externos para hacer frente a la
pérdida.

Como profesional se puede llegar a sentir como un fracaso personal el hecho de que
se muera un paciente, aunque sabemos que nuestra función es cuidar a otros sin que ello
suponga necesariamente su curación.

El término post mortem deriva del latín y significa “después de la muerte”. Por esta
razón se llaman así los cuidados que se realizan con las personas fallecidas.

Ante una situación de exitus debe comprobarse su fallecimiento, para lo que es


necesario valorar la presencia de signos:

a) Signos precoces de muerte:


• Ausencia de movimientos respiratorios y ruidos ventilatorios a la auscultación.
• No se produce salida de aire por la nariz ni por la boca.
• No hay movimiento de elevación y descenso del tórax y abdomen, al cesar la
respiración.
• No se ausculta el latido cardiaco.
• El pulso desaparece a la palpación.

181
• Si se hace un electrocardiograma, aparece plano, lo que indica que se ha producido
un paro cardiaco.
• Midriasis.
• Pérdida de sensibilidad cutánea y a todo tipo de estímulos.
• Ausencia de tono muscular.
• Si se hace un electroencefalograma aparece plano.

b) Signos tardíos de muerte:


• Rigor mortis o rigidez cadavérica: es la rigidez que se produce en el cuerpo entre 2
y 4 horas después de la muerte. Se produce una contracción muscular, la cual, a su
vez, inmoviliza las articulaciones. El rigor mortis comienza con los músculos
involuntarios (corazón, vejiga y otros) avanza hacia la cabeza, el cuello y el tronco,
hasta que por último alcanza las extremidades.

• Algor mortis: es el enfriamiento gradual del cuerpo producido por el descenso de la


temperatura al cesar la función circulatoria. Se inicia en las zonas más distales, como
los pies y las manos, para después ir avanzando hacia cara, cuello, extremidades y,
en último lugar, el tórax y el abdomen. El algor mortis continúa hasta que el cuerpo
alcanza la temperatura ambiental.

La rapidez con que se produce este fenómeno y, por tanto, la igualación de la


temperatura corporal con la ambiental, va a estar determinada por factores internos,
como las causas que provocaron la muerte, el estado funcional del organismo en las
horas previas a la defunción, etc.; y también por factores externos, como las
condiciones ambientales (clima, temperatura, etc.).

Normalmente este enfriamiento está claramente instaurado una vez transcurridas 20


horas tras la defunción.

• Livor mortis: es la decoloración de la piel del cadáver. Este suceso tiene lugar por la
interrupción del proceso circulatorio. Los glóbulos rojos o eritrocitos empiezan a
romperse y a desprender hemoglobina, que provocará manchas de color violáceo en
la piel. El lugar donde aparecerá esta decoloración va a depender de la posición en
que se coloque el cuerpo, ya que surgen en las zonas de declive (aquéllas que se
encuentran en un plano inferior) y también en las zonas de presión.

Es importante tener cuidado a la hora de manipular el cadáver porque la presión


facilita la ruptura de los eritrocitos.

• Descomposición o putrefacción cadavérica: después de la muerte la materia


orgánica se empieza a descomponer debido a la combinación de una serie de
fenómenos conocidos con el nombre de “autolisis”, “tanatoquimia” y “putrefacción”.

La autolisis y la tanatoquimia son fenómenos relacionados con procesos químicos que


se producen en el organismo como consecuencia de la falta de riego sanguíneo.

182
Unidad 4: Técnicas de higiene y aseo de la persona dependiente.

La putrefacción se debe también a procesos químicos en los que están implicados


determinados microorganismos y que tienen como consecuencia la destrucción de
todos los tejidos blandos, quedando sólo los duros, es decir, huesos, dientes, uñas y
pelo.

c) Cuidados en el momento de la muerte

Estos cuidados están dirigidos especialmente a la familia y seres queridos del fallecido.
La orientación básica de los profesionales que estén presentes en el momento de la
muerte es la de dar apoyo moral a los familiares y resolverles los problemas concretos:

En el momento de la muerte es muy frecuente una explosión emocional de la familia. En


estos instantes quizás nuestra única ayuda puede ser nuestra presencia confortante,
adoptar una actitud contenida, de escucha y afecto y, en todos los casos, respetar las
manifestaciones de duelo de los familiares.

La muerte de un ser querido produce un choque emocional que, en ocasiones, les impide
reaccionar.

Cada uno expresa su dolor y la pérdida como puede, desde el llanto a gritos hasta el
bloqueo externo.

El silencio, la presencia o el contacto físico, suelen ser la mejor respuesta por parte de
los cuidadores. Las palabras pueden resultar inapropiadas, inoportunas y hasta
impertinentes.

Hay que informarles u explicarles lo sucedido, permitir que expresen su dolor y pena.
Facilitarles las manifestaciones y los ritos según sus creencias, cultura y religión.

Hay que reforzarles y desculpabilizarles agradeciendo su colaboración en los cuidados y


su disponibilidad en momentos difíciles.

Hay que consolarles con el gesto, presencia y disponibilidad de todo el equipo,


ofreciéndoles nuestro apoyo.

4.6.2 AMORTAJAMIENTO

Se trata de proporcionar los cuidados técnicos necesarios para la preparación del


cadáver o amortajamiento. Será necesario ponerse en contacto con los servicios funerarios,
que nos darán las pautas legales y asistenciales necesarias para seguir. Para la preparación
del cadáver o amortajamiento se necesita:
• Una sábana grande o sudario, y una sábana normal. En algunos casos, a petición de la
familia, se utiliza la ropa que aportan los familiares.
• Una toalla.
• Agua, jabón germicida y compresa para lavar el cuerpo o una esponja desechable.
• Bata, guantes.
• Vendas normales de 5x5 ó 10x5 y esparadrapo de tela.
183
• Pinza de kocher y tijeras.
• Bolsa de plástico para la ropa sucia.
• Bolsa de plástico o cubo para el material desechable.

Los cuidadores realizarán el procedimiento siguiente:


1. Colocarse los guantes, bata y mascarilla.
2. Verificar que el usuario ha sido exitus en el parte médico.
3. Colocar el cadáver en decúbito supino (boca arriba).
4. Cerrarle los párpados y colocar una venda que sujete la mandíbula hacia arriba,
enrollándola alrededor de la cabeza.
5. Retirar todas las almohadas, excepto la de la cabeza.
6. Desconectar y retirar catéteres, sondas, etc.
7. Taponar los orificios con algodones o gasas, ayudándose para su introducción de la
pinza Kocher. Se taponan habitualmente los orificios por los que pueda salir sangre o
secreciones (orificios nasales, recto, vagina, etc.).
8. Retirar los objetos personales de su cuerpo: anillos, medallas, prótesis dentales, etc.
9. Realizar la higiene del cadáver con agua y jabón.
10. Ponerle la mortaja: colocar los brazos del difunto cruzados sobre el pecho; atar las
muñecas y los tobillos con vendas o esparadrapo y colocar la identificación del fallecido
(en caso de que sea necesario) en los tobillos, sujeta con tela adhesiva. Colocar un
pañal absorbente, ya que al producirse la muerte tiene lugar la relajación de esfínteres y
es posible que se produzca la salida de orina y/o de heces. Se le pondrá un camisón o
pijama limpios y se le cepillará y peinará el pelo. Cubrir el cuerpo con la mortaja o
sábana, dejando visible la cara y doblando la parte superior en forma de toca. Envolver
el resto del cuerpo procurando que el doblez quede a un lado, sujetando con
esparadrapo los codos a la altura de la cintura, los tobillos y debajo de las rodillas.
11. Entregar las pertenencias del fallecido a la familia.

184
PARA RECORDAR

La Higiene es, en conjunto, una serie de procedimientos que nos ayudan en la prevención y
conservación de la salud e incluye todos los hábitos saludables de vida: la alimentación, los
movimientos corporales, el ejercicio físico, etc.

El Aseo personal supone todas las medidas higiénicas que la persona toma para mantener
limpia y en buen estado la piel y sus anejos, conseguir bienestar y un aspecto agradable,
además de evitar la aparición de infecciones.

Con un correcto aseo del usuario se pretende:


• Conservar el buen estado de la piel.
• Eliminar un medio de cultivo de microorganismos patógenos, con lo cual eliminamos
infecciones.
• Estimular la circulación sanguínea.
• Reducir la temperatura corporal en caso de fiebre.
• Refrescar al usuario para que sienta sensación de confort y bienestar aumentando su
autoestima.
• Proporcionar relajación y comodidad al usuario que esté intranquilo.
• Promover el tono muscular.
• Prevenir la congestión pulmonar.
• Prevenir la formación de las úlceras por presión.

Antes de iniciar el aseo de una persona dependiente, se tendrán en cuenta los siguientes
factores:
• Grado de dependencia.
• Estado emocional y mental del paciente.
• Hábitos y preferencias personales: temperatura del agua, tipo de jabón, horario, etc.
• Patologías del paciente.
• Explicar de forma clara al paciente el procedimiento que se va a realizar y pedir su
colaboración en todo lo posible para favorecer su independencia.
• Aprovechar el momento del aseo para realizar masajes suaves en las zonas sometidas a
presión, mejorando así el riego sanguíneo.

Baño en bañera o ducha: El baño es recomendable por su efecto relajante y por el bienestar
que proporciona, también aporta otros beneficios como estimular la circulación sanguínea,
provocar un estado de bienestar en la persona, refrescar y relajar, a la vez que ayuda a mejorar
la autoestima del individuo.

185
La ducha posee la ventaja de arrastrar mejor la suciedad. El individuo debe ser capaz de
levantarse, mantener el equilibrio y estar dotado de fuerza suficiente puede darse una ducha.
La temperatura ideal del agua es de 37-40º C.

Para duchar de la forma más correcta debemos seguir cuatro tiempos:


1. Humedecer la piel.
2. Enjabonar: la esponja previamente humedecida con el agua caliente, se pasara por toda la
piel, desde el hombro, pasando por los brazos y manos, axilas, pecho y abdomen,
haciendo hincapié en las zonas donde haya recovecos o pliegues de la piel de difícil
acceso. Continuaremos por la espalda, glúteos, piernas y pies y por último la zona
genitoanal.
Después procederemos a lavar el pelo, y procuraremos que el individuo incline la cabeza
hacia atrás, para impedir que el agua o el champú, entre en los ojos.
3. Enjuagar, con abundante agua, impidiendo que esta penetre en la boca y ojos del
individuo.
4. Secar con la toalla o bata de baño, insistiendo en los pliegues cutáneos (axilas,
interdigitales, bajo las mamas, ingles, etc.). Es aconsejable aplicar una crema hidratante por
todo el cuerpo para hidratar la piel y mantenerla en buen estado.

Al igual que en la ducha, si realizamos el aseo en baño debemos seguir los cuatro tiempos. El
agua del baño no debe estar excesivamente caliente. La persona a la que vamos a bañar no
debe permanecer dentro de la bañera más de 15 minutos, ya que podría tener una bajada de
tensión arterial. Cuando terminemos de bañarle y mientras se vacía el agua de la bañera, le
daremos con el agua de la ducha para que arrastre los restos de jabón.

Baño completo en cama: se realiza en aquellos individuos que deben permanecer en cama.
Si la persona es capaz de realizarse su higiene corporal, nuestra labor será de ayuda pasiva,
dejándolo, puesto que así se sienten más útiles y menos dependientes.

 Protocolo de actuación:
• La temperatura de la habitación ha de estar entre 22º y 24º C.
• La temperatura del agua ha de estar entre 38º y 40º C, excepto en los casos que se
indique lo contrario.
• Evitar corrientes de aire.
• Preservar la intimidad del paciente.
• Preparar el material necesario.
• Lavarnos las manos y ponernos los guantes.
• Explicarle al paciente lo que se le va a hacer.
• Involucrar al paciente y a sus cuidadores en todo lo que sea posible.
• Siempre enjabonar, aclarar y secar, cambiando el agua, esponjas y toallas las veces que
hagan falta.

186
 Técnica: tradicionalmente el baño se realiza por la mañana; sin embargo puede realizarse a
cualquier hora.
1. Lavarse las manos, airear y poner en orden la habitación.
2. Retirar la manta y la colcha y tapar a la persona con la toalla de baño.
3. Realizar el aseo por partes, haciendo enjabonado, enjuague y secado antes de pasar a
la zona siguiente.
4. Colocar la toalla para proteger la almohada o la cama.
5. Lavar cara, cuello, orejas y hombros
6. Lavar brazos y manos.
7. Lavar el tórax, mamas y abdomen.
8. Lavar las extremidades inferiores.
9. Lavar la espalda y los glúteos.
10. Lavar los genitales: si el enfermo puede realizará él solo el aseo de la zona, si no, lo
haremos nosotros. La higiene de los genitales se hace siempre en la dirección de
genitales hacia la región anal. Así se evitará el arrastre de gérmenes del ano a los
genitales, sobre todo en las mujeres. Protocolo que se debe seguir:
• Colocar la cuña debajo del periné con las piernas separadas y flexionadas.
• Lavar con agua y jabón líquido neutro o un antiséptico no irritante. Usar una botella
o jarra para el aseo de la zona, con una mano aplicamos el chorro de agua sobre los
genitales y con la otra, en la que llevamos las gasas, recorremos de arriba abajo:
ingles, pubis, interior de los muslos, labios superiores e inferiores, hendidura bulbar y
ano.
• En el hombre humedecemos la zona y limpiamos primero las ingles, después
retiramos el glande y, con la gasa humedecida en el jabón liquido limpiamos con
suavidad el prepucio, ponemos el glande en su sitio y continuamos con el resto del
pene hasta la base del mismo. El orden de lavado es: ingles, glande, prepucio, pene,
escroto y ano.
• Aclarar y secar bien la zona.

Higiene bucal: en el paciente válido se le proporciona el material necesario (cepillo de dientes,


dentífrico y vaso con colutorio) y él mismo puede realizar la higiene bucal. En el no válido la
realizaremos nosotros:
 Material necesario: toalla, cepillo y seda dental, pasta dentífrica, vaso, batea, solución
antiséptica, riñonera y gasas.

 Técnica:
• Si es posible, sentar a la persona en la cama. Si no puede incorporarse, colocarla en
decúbito lateral a un lado de la cama.
• Colocarle una toalla alrededor del cuello.

187
• El cepillado de los dientes: colocar el cepillo en un ángulo de 45 grados apoyándolo en
la unión de encía y diente. Mover con suavidad el cepillo varias veces mediante
pequeños movimientos circulares y/o laterales. Cepillar también la cara interna de los
dientes. Para limpiar las superficies de masticación, realizar pequeños movimientos
circulares y laterales.
• Si lleva prótesis dental no fija: coger la prótesis con una gasa y colocarla en un vaso con
agua. Limpiar la prótesis con un cepillo especial e introducirlo en solución desinfectante.
• Si lleva prótesis dental fija, su limpieza consiste en el cepillado de todas las coronas o
puentes con cepillo dental y pasta dentífrica.

Limpieza de pliegues corporales: debemos realizar un lavado frecuente de estas zonas con
agua y jabón neutro y, lo que es más importante, secar minuciosamente para evitar el riesgo
de colonización por hongos. Los pliegues para vigilar y para asear de forma habitual son:
cuello, axilas, ingles, espacios interdigitales, región retroauricular, pliegues submamarios,
pliegues subabdominales y pliegue interglúteo.

Higiene del cabello: el cuidado del cabello requiere: el peinado, cepillado (que mejora la
circulación capilar) y el lavado. No aplicaremos colonia en el pelo canoso, porque lo
amarillea.

 Procedimiento:
• Retirar la ropa de la cama que cubre a la persona
hasta la cintura y taparle con la manta de baño.
• Colocar una toalla por los hombros, alrededor del
cuello y ponerle algodones en los oídos.
• Se puede utilizar un dispositivo hinchable con el que
aparece en la imagen, que consta de un depósito
inflable sobre el que se coloca la cabeza del usuario y
un surtidor con bolsa y llave de paso que se debe
colocar en alto (por ejemplo, colgado del pie de suero,
tal y como aparece en la imagen).
• Si no se dispone de este dispositivo, se coloca el hule
en forma de canalón o herradura desde la cabeza al suelo o silla donde se sitúa una
palangana grande o un cubo, que recogerá el agua que caiga.
• En ambos casos, a continuación se debe mojar el cabello y aplicar champú, lavar y
volver a aplicar champú. Aclarar con abundante agua.
• Retirar el hule y la palangana o el dispositivo de lavado de cabeza para encamados.
• Secar el pelo con una toalla, peinar y secar con secador
• Verificar que la lencería de la cama y pijama o camisón no están mojados.
• Volver a colocar a la persona en la posición adecuada.

188
Características de las camas. En las personas dependientes las camas han de cumplir los
siguientes requisitos:
• Debe ser cómoda, de fácil entrada, salida y fácil de hacer.
• Debe ser accesible por tres lados, de forma que el profesional y los cuidadores que
atienden a las personas dependientes lleguen fácilmente a ellas.
• La ubicación de la cama debe ser cercana a una ventana, pero nunca debajo, frente a un
pasillo o, si fuera necesario, trasladar la cama al comedor o sala para que la persona
dependiente pueda involucrarse en los movimientos cotidianos de la casa.
• Están equipadas para que la persona ahorre energía y muchas están mecanizadas.
• El colchón debe ser firme pero no duro y con somier adecuado.
• Disponer de un sistema de ruedas y frenado de las mismas.
• Contar con varias almohadas para ayudar al dependiente a estar sentado y apoyar los
brazos.
• Las sábanas deben ser grandes y, si es posible, de algodón.
• Las dimensiones de la cama estándar son:
- Ancho: 80-90 cm
- Largo: 180-200 cm. El largo recomendado es de 2m con un colchón de 1,90m.

Tipos de camas: la más habitual en el domicilio de personas dependientes, además de la


cama común, es la denominada cama mecánica articulada.
 Cama articulada
Otros tipos de camas más especializadas y que se usan en el
ámbito hospitalario o en residencias son:
 Armazón para volteo (Foster)
 Cama roto-test
 Cama Ortopédica, Traumatológica u Ortopédica de Judet

Accesorios de la cama

a) Barandilla
b) Protector de barandilla
c) Soporte para los pies
d) Arco de Lama o Férula de Arco
e) Estribo o triangulo de Balkan
f) Soporte de suero
g) Soporte de bolsa de orina
h) Colchones
- De Látex
- Antiescaras o de aire
- Colchón de espuma

189
Arreglo de la cama
La cama debe hacerse a diario y regularmente por la mañana, y se estira cuantas veces se
suelten o se salgan las ropas y al anochecer.

Lencería de la cama: la cama precisa las siguientes piezas de lencería: funda de colchón,
sábanas, entremetida, empapador, manta, colcha o cubrecama y funda de almohada.
 Orden de la lencería en la cama:
1. Funda de colchón.
2. Sábana inferior o bajera.
3. Empapador.
4. Entremetida.
5. Sábana superior o encimera.
6. Manta.
7. Colcha.
8. Almohada y su funda.

 El doblado de la lencería: debe doblarse de la siguiente manera:


• Sábana de abajo: se dobla a lo largo y con el derecho hacia adentro.
• Sábana encimera: se dobla a lo ancho y con el revés hacia adentro.
• Entremetida y hule: se doblan a lo ancho con el derecho hacia adentro.
• Manta y colcha: se doblan a lo ancho y con el derecho hacia adentro.

 Técnica para hacer la cama desocupada:


Colocar la lencería en dos sillas a los pies de la cama, doblada como se ha indicado, quitar
la colcha y la manta, quitar la ropa blanca, quitar la funda del colchón, siempre que se
encuentre sucia o con arrugas muy acusadas. A continuación seguir los pasos:
1. Lavarnos las manos
2. Poner la bajera sobre la cama, remeterla y ajustarla bien si es una sábana ajustable o
hacer esquina de mitra si no lo es.
3. Colocar el resto de piezas: extender el hule o empapador en el centro de la cama (a la
altura de la pelvis del enfermo) de forma transversal, remetiéndose los lados, colocar la
entremetida encima del hule cubriéndolo totalmente, colocar la sábana encimera,
haciendo las esquinas de mitra remetiendo en los laterales (cama cerrada) o no (cama
abierta), extender la manta y la colcha y aflojar la zona de los pies. Por último, colocar la
funda de la almohada y recoger material y ropa sucia.

190
 Técnica para hacer la cama ocupada: se realiza entre dos personas o una persona y
barandilla para evitar que el paciente se caiga.
La técnica es similar a la anterior hasta que hay que retirar la bajera:
1. Girar al enfermo sobre un costado, retirando la bajera, el empapador, enrollándolas
hacia el centro de la cama y cuidando que no toquen al enfermo.
2. Extender la sábana bajera limpia y sobre ella se colocan el empapador y la entremetida,
ajustando las prendas al colchón.
3. Girar al enfermo sobre el costado contrario dejándolo sobre la ropa limpia y repitiendo la
operación anterior en la zona de la cama que queda por arreglar.
4. Extender la encimera de arriba hacia abajo de la persona encamada, al tiempo que se
retira la sucia (de arriba hacia abajo también).
5. Colocar la manta y la colcha de igual forma que en el apartado anterior (cama
desocupada).
6. Eliminar la bolsa de la ropa sucia.
7. Lavarse las manos para evitar la transmisión de microorganismos.

Cuidados del usuario incontinente


La incontinencia urinaria (IU) es un problema muy heterogéneo que abarca desde la emisión
involuntaria de pequeñas cantidades de orina hasta la pérdida continua con incontinencia fecal
concomitante. No es exclusivo de pacientes con demencia o muy incapacitados, sino que
aparece también en personas con buena función mental e independientes.

La Sociedad Internacional de Continencia (SIC, 1991) acepta la siguiente definición de


Incontinencia: La pérdida involuntaria de orina que es objetivamente demostrable y que
constituye un problema social e higiénico.

Puede manifestarse a cualquier edad y en ambos sexos. Sin embargo es más habitual en
mujeres mayores de 60 años. En la población normal la incidencia de incontinencia en las
mujeres de más de 65 años es de más del 25%, en comparación con alrededor del 15%
en los hombres.

Causas de la incontinencia: existen varias, cada una con diferentes posibles causas. Las
causas para tener incontinencia urinaria pueden ser: transitorias o permanentes, responder a
enfermedades o trastornos, de tipo físico o psicológico:
a) Causas físicas: funcionales, anatómicas, de control de la vejiga.
b) Causas transitorias: infección de orina, infección o inflamación de la próstata, efectos
secundarios a medicamentos, restricción de la movilidad o estreñimiento importante.
c) Causas persistentes: incontinencia de urgencia o vejiga hiperactiva, incontinencia de
esfuerzo, incontinencia urinaria por rebosamiento, incontinencia urinaria funcional.

191
Valoración del usuario incontinente
Es imprescindible conocer de la persona incontinente: los antecedentes previos, los
problemas actuales y las características de la incontinencia urinaria: comienzo, frecuencia,
horario e intensidad del goteo, duración (factores que la precipitan o permiten su control),
datos más específicos de cada tipo de IU (urgencia en la micción, pérdida de orina ante
maniobras de esfuerzo, etc.), síntomas asociados (fiebre, hematuria, disuria), interrogación
sobre estreñimiento, diarrea o incontinencia fecal concomitante, consumos de fármacos que
puedan contribuir a la IU, antecedentes quirúrgicos que pueden proporcionar la causa del
problema, dificultades que presenta el usuario para acceder al aseo, dificultades para vestirse
/ desvestirse o presencia de barreras arquitectónicas.

Para la valoración de la frecuencia, horario e intensidad de la pérdida de orina se utiliza un


registro diario durante 7 días, que puede realizarlo el mismo usuario, si tiene condiciones para
ello, o la familia o/y el cuidador:

Nombre del usuario:

Fecha:

Horario Incontinencia Seco Continencia Observaciones


7-9
9-11
11-13
13-15
15-17
17-19
19-21
21-23
Noche

También valoraremos la movilidad, la capacidad de traslado y la destreza manual, la


sensibilidad y la fuerza motora de las extremidades inferiores.

Objetivos e intervenciones en la incontinencia urinaria

El objetivo se centrará en intentar resolver el problema de su incontinencia a través de las


intervenciones necesarias: prestar los cuidados pertinentes ante la situación de dependencia,
educar, aconsejar y motivar al usuario y a sus familiares durante todo el proceso.

Se debe marcar un plan de actuación en el que el objetivo principal se fraccione en pequeños


pasos secuenciales que estén al alcance del individuo. Conforme vaya progresando es
necesario reevaluar y reordenar las prioridades para asegurar que se sigue atendiendo el
objetivo completo y para que la persona mantenga la responsabilidad y el control sobre su
propio programa de cuidados.

192
Si la incontinencia no se puede remediar, los cuidados establecidos pueden desempeñar un
factor clave en el manejo de la rutina diaria de un individuo ya que puede ayudarle a mantener
el nivel de bienestar y dignidad con una mínima alteración en sus actividades cotidianas.

Influencia de la incontinencia urinaria en las actividades de la vida diaria:


• En la alimentación: algunos usuarios disminuyen su ingestión de líquidos para evitar
micciones frecuentes, con lo que aumenta el riesgo de infecciones.
• En el movimiento: algunos usuarios tienen miedo a realizar algunas actividades como ir de
compras, hacer ejercicio, pasear, viajar, etc., lo que les puede originar aislamiento y poca
movilidad.
• En el reposo y sueño: los usuarios muestran incomodidad al permanecer en un espacio
húmedo: sábanas mojadas, dispositivos externos calados, sensación de frío y tener que
levantarse varias veces en la noche hace que su descanso empeore.
• En la higiene: mantener la zona perianal limpia y seca para evitar dermatitis, úlceras o
infecciones es muy importante, debiendo mantener una higiene extrema en la zona.
Algunos usuarios expresan angustia por el olor que creen que desprenden.

Técnicas de modificación de la conducta


a) Medidas socio-ambientales: facilitar el acceso al cuarto de baño, estar bien iluminado y
actuar sobre las barreras existentes: adaptación de los WC, puertas amplias que permitan
el acceso con silla de ruedas, andadores, etc. Cuando la persona dependiente tiene
problemas de comunicación es importante que disponga de timbres o campanas de aviso
y debemos actuar con rapidez para asegurar la continencia y disminuir su ansiedad.

b) Medidas personales: mantener una buena higiene y cuidados en la piel, evitar


inmovilizaciones o encamamientos, usar ropas cómodas y de cierres mediante velcros,
retirar la ropa siempre que esté mojada, no restringir la ingesta de líquidos, evitar el
estreñimiento, evitar la ingesta de líquidos excesiva y evitar la administración de diuréticos
por la noche.

c) Dispositivos de ayuda: pueden ser:


 Absorbentes: productos destinados a contener la orina una vez que el fluido está en el
exterior. Son los que se conocen vulgarmente como pañales. Cuando un usuario debe
usar pañales deberemos seguir las siguientes pautas: revisarlos con frecuencia, cambiar
el pañal cuando sea preciso, comprobar el estado de la piel, prevenir la formación de
UPP, mantener al usuario limpio y seco, utilizar un vestuario cómodo con ropas flojas y
fáciles de abrir y manejar, controlar la eliminación de heces, vigilar el color y el olor de la
orina y evitar largos períodos de inmovilidad.
 Sistemas de recolección externa: son productos en forma de bolsa, o copa,
semejante a un preservativo que va conectado a una bolsa de orina.
 Dispositivos de cierre uretral: actúan presionando la uretra de modo que aumentan su
resistencia y evitan los escapes de orina.

193
 Sondaje vesical: un catéter, sonda urinaria, sonda
uretral o sonda de Foley es un tubo blando de plástico o
de goma que se inserta en la vejiga a través de la uretra
para vaciar la orina. Los catéteres urinarios a veces se
recomiendan para manejar la incontinencia urinaria y la
retención urinaria tanto en hombres como en mujeres, y
existen diferentes tipos. El globo situado en el extremo
de la sonda que se encuentra dentro de la vejiga se infla
y hace que se mantenga fija la sonda y que no se caiga.
La sonda debe conectarse a una bolsa que permita
recoger la orina. Si el usuario no puede caminar
utilizaremos una bolsa para recogida de orina con grifo
en la parte inferior. Si el usuario camina, debe hacer una
vida normal usando una bolsa de mayor capacidad por la noche que por el día.

Las técnicas de modificación de la conducta en un usuario incontinente las podemos resumir


en hojas de registro de micciones y entrenamiento del hábito para el que pueden realizarse:
• Ejercicios del fondo de la pelvis (ejercicios de Kejel)
• Conos vaginales
• Micciones programadas

La incontinencia fecal
Es la incapacidad para controlar la salida del gas y las heces por el ano. Los tipos y causas
de la incontinencia fecal son:
• Incontinencia por rebosamiento
• Incontinencia por función anorrectal alterada
• Incontinencia por sobrecarga del esfínter
• Incontinencia neurógena
• Incontinencia funcional

La valoración del usuario con incontinencia fecal implica un análisis exhaustivo de diversas
enfermedades, de su estado funcional y de su estado intelectual. Consta de:
• Historia y recogida de datos y entrevista
• Exploración física
• Pruebas de laboratorio y complementarias

El objetivo ante usuarios de incontinencia fecal debe centrarse en mantener el mayor grado
de independencia, pero las intervenciones varían en función de la causa subyacente que
origina el problema. La incontinencia fecal afecta a las actividades de la vida diaria del usuario
en:

194
 La alimentación: puede originar cambios en la alimentación que genera déficit, por miedo a

sufrir sobrecarga del intestino.


 El movimiento: alteración de la movilidad física relacionada con el dolor y con la distensión
abdominal secundaria a un fecaloma. Miedo a realizar actividades fuera del entorno por
creer que puede existir falta de intimidad.
 El reposo y el sueño: se altera por la ansiedad secundaria a la disminución o aumento de la
frecuencia de las deposiciones.
 La higiene: alteración de la integridad de la piel en la zona perianal en relación con la
deposiciones líquidas y el uso de absorbentes.

Cuidados del usuario colostomizado


Se llama OSTOMÍA a la intervención quirúrgica que tiene como objetivo realizar el
abocamiento de un órgano hueco a otro o al exterior.

La colostomía consiste en la exteriorización del colon a través de la pared abdominal, para


crear una salida artificial al contenido fecal. Pueden ser permanentes o temporales.

Los materiales que se utilizan son:

• Bolsa de colostomía abiertas y cerradas


• Sistemas continentes
• Discos de medida del estoma

Técnica para el cuidado de las colostomías:


 Materiales:
• Guantes.
• Material para el aseo (agua tibia, jabón, toallas, palangana, solución antiséptico).
• Material de curas y bolsa de ostomía.
• Cinturón de sujeción de la bolsa, si se precisa.
• Bolsa de ropa sucia.
 Procedimiento:
• Lavarse las manos y ponerse guantes.
• Explicar al paciente lo que se va a hacer.
• Respetar en todo momento la intimidad del paciente.
• Retirar la bolsa de estoma sucia, siempre de arriba abajo (sujetando con una mano la
piel) para evitar que se vierta el contenido. Observar el volumen y características de las
heces.
• Limpiar suavemente el estoma con agua y jabón neutro, en forma circular, de dentro
hacia afuera; retirar los residuos dejados por la bolsa de ostomía y secar bien la zona
con suaves movimientos de presión, nunca de frotación.
• Proteger la piel con pomada si está prescrita o emplear barreras de protección cutánea.

195
• Colocar la bolsa nueva, retirando el plástico protector del orificio, debe ser ahuecada
con el dedo para evitar que después haga succión sobre el estoma y humedecida con
agua para conseguir una mayor adherencia.
• Retirar la cubierta protectora de la zona adherente y oprimir suavemente sobre la piel
para facilitar la unión de ambas cubiertas.
• Adaptar la bolsa alrededor del estoma, dejando un margen de unos 2-3 mm. a fin de
evitar una posible estrangulación de la zona.
• Reordenar la cama e instalar cómodamente al paciente.
• Recoger y limpiar todo el equipo, desechando la bolsa de colostomía sucia.
• Lavarse las manos.

Complicaciones de los estomas


Las complicaciones temporales de las colostomías son:
• Inmediatas: necrosis, infección, hundimiento y retracción.
• Tardías: hernias, estenosis, prolapso y ulceración.

Las complicaciones definitivas de las colostomías son:


• Inmediatas: necrosis, infección, hundimiento y retracción.
• Tardías: diarreas, estreñimiento, estenosis, hernia, prolapso y ulceración.

Cuidados post-mortem
El duelo es el proceso por el que pasa una persona que sufre una pérdida.
a) Signos precoces de muerte:
• Ausencia de movimientos respiratorios y ruidos ventilatorios a la auscultación.
• No se produce salida de aire por la nariz ni por la boca.
• No hay movimiento de elevación y descenso del tórax y abdomen, al cesar la
respiración.
• No se ausculta el latido cardiaco.
• El pulso desaparece a la palpación.
• Si se hace un electrocardiograma, aparece plano, lo que indica que se ha producido
un paro cardiaco.
• Midriasis.
• Pérdida de sensibilidad cutánea y a todo tipo de estímulos.
• Ausencia de tono muscular.
• Si se hace un electroencefalograma, aparece plano.
b) Signos tardíos de muerte:
• Rigor mortis o rigidez cadavérica
• Algor mortis
• Livor mortis
• Descomposición o putrefacción cadavérica

196
Los cuidados en el momento de la muerte están dirigidos especialmente a la familia y seres
queridos del fallecido. La orientación básica de los profesionales que estén presentes en el
momento de la muerte es la de dar apoyo moral a los familiares y resolverles los problemas
concretos:
Hay que informarles o explicarles lo sucedido, permitir que expresen su dolor y pena.
Facilitarles las manifestaciones y los ritos según sus creencias, cultura y religión.

Hay que reforzarles y desculpabilizarles agradeciendo su colaboración en los cuidados y su


disponibilidad en momentos difíciles.

Hay que consolarles con el gesto, presencia y disponibilidad de todo el equipo, ofreciéndoles
nuestro apoyo.

El amortajamiento consiste en proporcionar los cuidados técnicos necesarios para la


preparación del cadáver. Los materiales necesarios son: una sábana grande o sudario y una
sábana normal o a petición de la familia, ropa del difunto, una toalla, agua, jabón germicida y
compresa para lavar el cuerpo o una esponja desechable, bata, guantes, vendas normales y
esparadrapo de tela, pinza de kocher y tijeras, bolsa de plástico para la ropa sucia y bolsa de
plástico o cubo para el material desechable. La técnica es:
1. Colocarse los guantes, bata y mascarilla.
2. Verificar que el usuario ha sido exitus en el parte médico.
3. Colocar el cadáver en decúbito supino (boca arriba).
4. Cerrarle los párpados y colocar una venda que sujete la mandíbula hacia arriba,
enrollándola alrededor de la cabeza.
5. Retirar todas las almohadas, excepto la de la cabeza.
6. Desconectar y retirar catéteres, sondas, etc.
7. Taponar los orificios con algodones o gasas, ayudándose para su introducción de la
pinza Kocher (orificios nasales, recto, vagina, etc.).
8. Retirar los objetos personales de su cuerpo: anillos, medallas, prótesis dentales, etc.
9. Realizar la higiene del cadáver con agua y jabón.
10. Ponerle la mortaja: envolverle en la sábana o sudario y para ello debemos colocar los
brazos del difunto cruzados sobre el pecho; atar las muñecas y los tobillos con vendas o
esparadrapo, colocar un pañal absorbente, ponerle un camisón o pijama limpio y
peinarles, cubrir el cuerpo con la mortaja o sábana, dejando visible la cara y doblando la
parte superior en forma de toca, envolver el resto del cuerpo procurando que el doblez
quede a un lado, sujetando con esparadrapo los codos a la altura de la cintura, los
tobillos y debajo de las rodillas.
11. Entregar las pertenencias del fallecido a la familia.

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