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28 , ntes que nada, qué signifi- 'nocidos y estrellas. Es armonizar todas
das! Es una profesión admirable, ¿no les

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ca dirigir: uno de los hom- estas voces, ademanes, movimientos di-
bres más autorizados de versos y efectos disímiles , para poder parece? ¡Una de las más curiosas, una
nuestro tiempo, monsieur de las más fascinantes y una de las más e
lograr la interpretación correcta de la ta-
{ Porel , quien tomó parte en : rea que les ha sido asignada.
sutiles del mundo! ". · ¡
el Congreso Internacional De ninguna manera haré un esfuerzo 1
de Teatro de 1900, ha defi- El siguiente paso, después de haber para encontrar una fórmula más clara y ,
nido nuestro arte en térmi- cumplido con dicha tarea y de haber rea- f artística. En mi opinión , la dirección mo- ·;
nos que son tan precisos y lizado metódicamente todos sus estudios ·' derna debe desempeñar la mismalun- 1 j·
selectos que es para mí un preliminares en la tranquilidad de su bi-
blioteca, es encargarse del aspecto_ma-
.
ción en el teatro que las descripciones ,
placer y considero un de- en una novela. El dirigir debe, como de
ber, el citar sus comen-
tarios:
"Sin dirección, sin esta
l terial de la producción. Supervisar con
t
hecho es el caso en general hoy en día,
paciencia y precisión a carpinteros, pin- , no sólo encajar en la acción de su_propia
tores, sastres, tapiceros y electricistas. , estructura, sino también determinar su
_ _ ciencia precisa y respeta- Después de concluir con esta segun- verdadero carácter y crear su atmósfera
ble, este arte sutil y poderoso, muchas da parte del trabajo, se incorporará a la · Esta es una tarea muy importante Y _J
obras no hubieran llegado hasta noso-
tros; muchas comedias no serían enten-
didas; muchas piezas teatrales no disfru-
tarían del éxito.
¡ primera para que el reparto actúe con el
verdadero mobiliario y utilería. Finalme'n-
te es ver a prudente distancia la produc-

completamente nueva, para la cual nues-


tro teatro clásico francés ha hecho poco
por prepararnos. El resultado es que, 8
pesar de la riqueza del eslu~rzo gasta:
ción como un todo. Es tomar en cuenta
Es comprender con claridad la idea 1los gustos y costumbres del público en en los últimos veinte años, aun no_he~tu· ,..
del autor en un manuscrito, para expli- las dimensiones decuadas, omitir cual- formulado principios, construido ms~an·
carlo con paciencia y precisión a los an- quier cosa que pueda ser innecesaria- e iones, establecido métodos de ense
siosos actores; es ver el desarrollo de la mente peligrosa, cortar cualquier cosa za o capacitado personal. t más
obra y ver cómo toma forma minuto a que sea muy extensa, eliminar errores de Pocos innovadores de mene ¡ ny
minuto. Es vigilar la producción hasta en detalles que son inevitables en cualquier abierta en el teatro como M~nt~iva'
sus detalles más insignificantes, sus ac- : trabajo que se realiza con rapidez . Perrin y Porel , han mostrado inicia cr;
ciones escénicas y hasta sus silencios bajo la presión de las necesidades tem·
que en ocasiones son tan elocuentes co- Es escuchar consejos de grupos inte-
c ientes de la producción teatral co;mper \
mo el texto del libreto. Es colocar en el 1resados, sopesarlos y decidir cuándo se- poránea. Ellos han comenzado a r 1tados
lugar correspondiente _ a los _figur~ntes guirlos o rechazarlos . Finalmente, con el los viejos patrones; pero los resu an si· \
corazón palpitante, abrir la mano; es dar
poco diestros o confundidos e instruirlos;
la señal : ¡y dejar que el trabajo aparezca han aparecido lent amente. Est oi5- rasicis·
reunir en un solo reparto actores deseo- do paralizados por retroce~os.ª}uos co- \
, ante un multitud de personas congrega-
mo, tanto en los mismos ind 1v1
mo en las personas que se encuentran Bias empujó algunos muebles fren t e a
debajo de ellos.
las puertas de su cuarto de tec ho baj o
Enseñados por ellos y bajo su influen-
cia directa, hemos podido, entre otras tiEATRE antes de morir en paz. Geronte, Célime-
ne y Sganarelle dieron paso a Margueri-
razones, continuar el trabajo por ellos
iniciado . En mi caso, fui influenciado por
las nuevas necesidades y condiciones en
nT01n te Gautier, Giboyer y Poi rier . Al igual
que Chatterton , lo actores com ían en el
escenario, dormían ahí y se sentaban en
los trabajos más libres y activos a los sus camas a soñar. Había nacido el arte
que me sometieron mis compañeros en de d irigir y desde entonces se convirtió
el Théatre Libre . en un fiel sirviente de la producc ión
Ingresé al teatro muy tarde, poco an- dramática.
tes de cumplir treinta años de edad . Fui La actuación en si, siempre rezagada,
rechazado por el Conservatoire al que empezó a cambiar. Frédéric ya no actua-
había, espontáneamente, solicitado in- ba al estilo de Talma, aunque era igual-
gresar para tomar inspiración de maes- mente admirable; y la romántica "pluma
tros como Got y Moliére cuyo genio me blanca", en realidad un esfuerzo por la
deslumbraba. Para compensar mi falta verdad , por la vida , hizo que el público
de experiencia, fui muy afortunado en se olvidara de la declamación retórica de
que no me abrumaran las tradiciones an- la tragedia.
tiguas o me entorpecieran los métodos Si ustedes releen la introducción de
de rutina . Aprendí acerca del teatro al Porel en cuanto al trabajo que es nece-
guiarme por la lógica y el sentido común , sario para producir una obra, pueden
como debió suceder en el pasado, cuan- imaginarse ¡los esfuerzos incesantes y la
do se inició el teatro. paciencia incansable que se necesitan
Durante mucho tiempo , aproximada- para poder lograr la verdad y la vida
mente quince años, en mi tiempo libre escénica!
como oficinista, con una curiosidad ve- Aparentemente el público no tiene
hemente por las cosas del teatro, me di idea de la labor efectuada en una obra
cuenta de que la " profesión" del actor y que acaba de aplaudir. En el teatro, des-
el complacer al público había extinguido pués de la quinta o sexta presentación ,
toda sencillez, vida y naturalidad, tanto

'
en el dirigir como en el actuar.
La experiencia es el mejor maestro.
muchas personas imaginan que el arre-
glo físico de las escenas y los movimien-
tos de los personajes se dejan a la suerte
29
Ya que todos a mi alrededor, dramatur- o a la iniciativa de los actores.
. gos y actores, eran novatos, sin nociones Entre mejor actuada y más natural es-
preconcebidas o tradiciones falsificadas, té la obra, el espectador ingenuo estará
poníamos todo nuestro empeño en lo que más convencido de esta suposición . Él
. sentíamos, era la forma más clara y ver-
dadera. Así pues, la experiencia y la prác-
no tiene idea de lo lento y complicado
que es el trabajo de los ensayos ...
l tica antecedieron a la teoría.
En este punto debo reiterar que el
Por ello, permítanme empezar desde
el principio. El productor, después de
d irigir es un arte que acaba de nacer. asignar a cada actor su parte, le da el '
' Nada, absolutamente nada, antes del si- libreto al director. De ahí en adelante,
glo pasado con . su teatro de intriga y
l "
,.,.. - este último es el encargado .
situación, llevó a su florecimiento. Hice una distinción a propósito entre
Sin regresar a los primeros ejemplos Arriba, logotipo del Théatre Antaine. Sobre el productor y el director. Hablando en
de nuestra literatura dramática, ceremo- estas líneas, dibujo de André Gil/ para un general, nuestros productores asumen
nias eclesiásticas que perduraron como personaje de "L'Assommoir", de Zola, en el las dos funciones . Pero son muy distin-
sucesos solemnes al aire libre, podemos Théatre Libre. tas y requieren de talentos que casi siem-
decir que el teatro clásico francés no pre son incompatibles.
necesitó durante varios siglos, de "esce- Sin embargo, el drama continuaba de- Primero que nada, el ser productor es
nificación", en el sentido propio de la sarrollándose. Apareció un teatro de in- una profesión ; ser director, o metteur en '
palabra. triga y situaciones materiales, un teatro scene , es un arte.
Un sencillo telón de fondo era sufi- que tomó en cuenta el nivel social y la En nuestro tiempo, la profesión del
ciente para denotar un palacio, una pla- vida diaria de sus personajes. La unidad productor requiere sobre todo las cuali-
za pública o un salón de recepción. del lugar fue violada. Fígaro saltaba a dades de un gerente o de un hombre de
Por lo que concierne al actor, a menu- través de las ventanas y el Conde Alma- negocios; y si además, nuestro productor
do recibía un traje de la corte del rey o viva tiraba abajo las puertas. Víctor Hugo posee un poco de audacia y , por casua-
de la alta nobleza (Richelieu regaló a publicó su prefacio a Cromwe/1 y el gran lidad , el deseo de ir en busca de obras
Bellecoeur un traje de caballero para re- Alejandro Dumas se le unió. La Edad interesantes; y si a través de la experien-
presentar el papel del Cid) ; y la única Media reemplazó a la antigüedad . Los cia adquiere ese instinto especial para
ambición del actor era aparecer en un episodios trágicos y los combates heroi- los " éxitos", entonces para él , el día será
traje espléndido, ante un público selecto cos ya no eran temas de escena: Hernani muy corto en sus diversas tareas.
y recitar su parte, más que actuarla o sitió San Mégin y miró las estrellas antes Pero por otro lado, el director o met-
vivirla ... de ir a ver a la Duquesa de Guise; Ruy teur en scéne es un ser que debe estar
libre de cualquier preocupación o cálcu- lo
lo financ iero. Claro que lo usual es que e>
muchos productores tengan a una direc- Cl
tor en su nómina de pago ; casi siempre 1te
se trata de un actor veterano o de alguien ¡pi
que no ha tenido mucho éxito; y lo utili- •m
z_an_para que se encarge del trabajo pre- ' e:
hmin?r que tal ve~ lo consideran de poco pi
interes. Pero estan equivocados; ya que
no se dan cuenta de que estas primeras
;[~~:-__·•·\ -~e111- si
1 horas son cruciales, después, cuando ha-
yan llegado al estreno será demasiado
· tarde. La obra ya habrá tomado forma y
tendrá un patrón definido. ¿Acaso un :, d'
·.
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~·, ...L. -~ ,?

si
d
vi
u:
pintor le daría a otra persona el trabajo CI
de dibujar los primeros trazos para un u
cuadro que él quiere pintar?
En otros teatros como la Comédie Fra-
m,aise -por ejemplo- a uno de los ac-
tores del reparto, el más "talentoso" o el
más famoso. se le designa la tarea de
\~
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conducir los ensayos. Esto es, insistimos, r
un método equivocado, ya que un actor Una escena de "La flaute de l'abbé Mouret", de Zola, dirigida por Antoine en 1907. e
con talento no necesariamente está dota-
e
do con las cualidades que hacen a un de cualquier excusa para tratar de esca- mina los movimientos de los personajes, e
buen director. Muchos grandes actores par del trabajo, como un caballo pura no éstos los que determinan el medio.
son , en ocasiones, incompetentes para sangre que en ocasiones se rehúsa a Esta oración tan sencilla no parece 1
este trabajo; su temperamento personal saltar un obstáculo. Es un arte y un pla- expresar algo nuevo; sin embargo, es to-
cer el persuadirlos, ya que ellos son la do el secreto de la impresión de novedad
, y su instinto creativo que es su fuerte,
/ los priva de una de las facultades esen- mayoría de las veces los actores más que se dio desde los primeros esfuerzos ·\
ciales de una verdadero director: una vi- dotados e interesa·ntes. del Théatre Libre. \
30 , sión de conjunto. No importa qué tanto
se esfuerce un actor: sólo ve su parte; y
Otros que son irritables y vanidosos
deben ser guiados, aconsejados y con-
Ya que nuestro teatro tiene la mala
costumbre de designar a los actores los
lugares principales en un teatro solo con
· \
1
si él es el director, inconscientemente vencidos sin que ellos se den cuenta.
-pero sin lugar a dudas- aumentará el / En resumen, el dirigir es una carrera un escenario vacío, antes de que el deco-
campo de acción y la importancia de esa j en sí, un tipo de diplomacia divertida rado se haya construido, constantemen-
parte en perjuicio de los· demás. Un actor ¡ pero sutil. Entonces, cuando se den te volvemos al tipo originario de las cua-
mediocre que no se encuentre en el re- cuenta de que el director debe entender tro o cinco "posiciones" clásicas, más o
parto , estará siempre en ventaja en rela 0 1 al autor, sentir su trabajo, transcribirlo , menos elaboradas de acuerdo al gusto
ción con el actor afamado que actúa en transferirlo e interpretar a cada actor su del director o al talento del diseñador de
el escenario. parte, ustedes entenderán por qué estoy la escenografía, pero siempre son las
1
La dificultad radica en tratar de encon- tan ansioso de ver que esta carrera tan mismas.
¡trar hombres creativos de teatro que de- especial se desarrolle en nuestro país y Para que el decorado sea original , im-
seen entregarse a este trabajo emocio- por qué estoy tan deseoso de desarrollar presionante y auténtico, primero se debe
inante pero oscuro . En algunos países, a este personal con el que no contamos construir de acuerdo con algo visto, ya
donde el valor del trabajo en equipo ha por el momento. Los grandes directores ,sea un paisaje o un interior. Si se trata
sido reconocido más rápidamente que no son aquellos que han hecho grandes /de este último, se debe montar con sus
aquí en Francia, el nombre del d irector fortunas, sino los ya antes mencionados. i cuatro lados, sus cuatro paredés, sin
aparece en el programa teatral. Prefiero llamarlos directores talentosos, : preocuparse de la cuarta pared , que más
Recuerden que un hombre así debe / ya que han moldeado artista, desarrolla- 1 tarde desaparecerá para permitir al públi-
tener a los actores en la palma de su
mano y que éstos, de acuerdo a las pala- I do talentos y creado nuevos modos de
expresión .
co ver lo que está sucediendo.
En seguida se deben tener en cons~-
.
.
bras de Moliere, son "animales extraños La pr imera vez que dirigí una obra, deración las salidas lógicas , con la d~b1-
1 para conducir". Para obtener el máximo ·me di cuenta de que el trabajo estaba da atención a la precisión arquitectónic~;
de ellos, no sólo en esfuerzo sino tam- dividido en dos partes diferentes: una y fuera del decorado adecuado , los pasi-
i bién en resultados, uno debe conocerlos era muy tangible, es decir, encontrar la llos y cuartos que se encuentran co~ec-
y vivir con ellos. Los métodos de trabajo . escenografía correcta para la acción y la tados con estas salidas deben ser indica-
y las maneras de actuar difieren en cada manera apropiada de agrupar a los per- dos y trazados con claridad. Aquellos
artista, de acuerdo a su temperamento y 1 sonajes ; la otra era impalpable: esto es, cuartos que sólo se verán en parte, cuan-
carácter. Es un mundo pequeño que le ¡ la interpretación y fluidez del diálogo. do se abra ligeramente una puerta, deben
Por lo tanto, encontré útil , de hecho ¡decorarse con papel. En resumen, toda
pertenece, un mundo nervios~ y sensiti-
vo, que tiene que ser en_ ocasiones hala- indispensable, crear con cuidado la ¡ la casa, y no sólo la parte en 1~ q~e se
gado y en otras reprendido. puesta en escena y el medio , sin preocu- lleva a cabo la acción, debe ser d1senada.
Muchos actores, por medio de la ne- I parme por lo que tenga que ocurrir en el Una vez que se haya efectuado este
gligencia o debido a su timidez, se valen 1 escenario. Ya que es aquél el que deter- -trabajo , ¿pueden ustedes percatarse de
lo fác_il e interesan_te que es , después de
examinar el pa1sa1 e o el interior desde ciones cuando tengan que montar su de-
cada uno de sus ángulos, escoger el pun- c_orado. Los alemanes y los ingleses no p_apel ta_p iz genuino, las telas para tapice-
to exacto en el cual debemos cortar para titubean , ellos combinan , cortan , y divi- ria , la piel , el entablado de la pared talla-
poder elim inar la famosa cuarta pared den el espacio de manera ingeniosa, pa- do en madera, las cartulinas caras y pe-
mien~ras s~ c_onserva u_n decorado qu~ ra presentar en la parte central del esce- recederas no alteran mucho la vista ge-
es mas autent,c_o en caracter y más apro- n_ario sólo la chimenea, ventana, escrito- neral del decorado: y con frecue ncia , de-
piado a la acc1on? rio o esquina que necesitan . bido a que no il uminan muy bien , sólo
lucen como s, estuvieran pintadas.
Es muy sencillo , ¿o no? Pues bien , no Estos escenarios. tan pintorescos y vi- Sin emba_rgo . los techos en relieve y
siempre procedemos de esta manera , ya vos , con un encanto intimo y original , las vigas v1s1bles dan un sentido de soli-
sea por negll~enc,_a, falta de tiempo 0 son por desgracia rechazados en Fran- dez Y peso que eran desconocidos en las
debido a que ins1st1mos en poner en ser- cia, debido a que nuestros diseñadores pinturas simuladas de los antiguos esce-
vicio decorados antiguos que han sido de escena, a pesar de todo, aún están narios . También es de considerable valor
usados en otras obras. Aunque es muy influenciados por la herencia tradicional práctico, tanto para la tranquilidad de la
cierto que nunca se puede montar bien de nuestro teatro clásico. Ellos creen que mente del actor como para la autentici-
una obra con un viejo decorado . el ojo no tolerará la falta de simetría. dad del decorado, adaptar los marcos de
Su timidez obstinada es la más imper- las puertas y los cercos de las ventanas
Una vez que hayamos diseñado el pla- donable en la que nuestros arquitectos, completos ...
no con sus cuatro lados, de acuerdo al dentro de las pequeñas áreas a su dispo- Ahora nuestro escenario ya está mon-
método esbozado anteriormente, puede sición , han construido casas modernas tado, con sus cuatro paredes. Antes de
ser que el departamento completo no sea con diseños extraordinarios y líneas que- poner a ensayar a sus actores en el esce-
necesario para la acción . En la vida mo- bradas; y para el escenógrafo esto pue- nario. nuestro director debe caminar por
derna, en nuestras salas, recámaras y de ser una fuente inagotable de variedad él muchas veces y evocar toda la acción
cuartos de estudio, el plano del piso así y carácter pintoresco. que se llevará a cabo ahí. También debe
como la naturaleza de nuestras ocupa- amueblarlo con lógica y sensibilidad , de-
Omitiré deliberadamente el montaje corándolo con todos los objetos familia-
ciones nos causan inconscientemente, actual de nuestro decorado. Un estudio
vivir y trabajar en ciertos lugares más res que los habitantes del lugar utilizan,
detallado de las diversas cuestiones invo- aun fuera de la acción de la obra en sí,
que en otros. En invierno nos inclinamos lucradas nos llevaría fuera del tema: el
más a reunirnos en torno a una chimenea en los lapsos entre los actos.
uso de diferentes maderas, de f1er_ro , d_e Esta operación , conducida esmerada
o estufa; en verano , por el contrario , nos tela o papel y del labrado de c_a_rpinteria
atraen las ventanas iluminadas por el sol, y cariñosamente, da vida al decorado .
en relieve , que los ingleses ut1l1zan con Los muebles se colocan donde pertene-
y por instinto nos dirigimos ahí para leer
o respirar.
frecuencia.
Aunque debo confesar que he llevado
cen, aún sin prestar atención al público;
y después, cuando desaparezca la cuar- 31
Ustedes comprenderán en cuán im- a cabo varios experim~ntos que no _han ta pared, darán los efectos más pin-
portante se convierten estas considera- dado resultados considerables. As, , el torescos .
Sin embargo , todavía queda mucho

,.
'·1- . :,•.· J,•:;. - }<.r.
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por hacer . Durante algún tiempo. nues-
tros escenógrafos pintaron camas, mesas
y chimeneas en perspectiva: pero cedien-
~-"'~- -

' :; , ,..,.,, ~,::~;~<?:,


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-,.•.. ":..-- . .-°, .....
~.:~_ . . do al deseo insistente por los objetos de

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-:!!·,A-ttt.'~ .
la vida real que el público ha mostrado
durante estos últimos diez años, nuestros

.. 1 l~?Jlfll escenógrafos actuales han exhibido un

l-fli~ ·: . ·/ •~,.. f\~-_.·


exceso de celo . Han proporcionado mu-
chos muebles y los han hecho tan reales
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'1 Jtlli(! ·->'.''
como lo son ; pero no se han dado cuen-
ta que éstos nunca son de las proporcio-
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¡ . • ,.;-.._'"~ 1; r
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~ ,.." '
·1¡), ...,~~t;i nes adecuadas al decorado, y que el es-
:-. ,. f "lb., ~' .r~"-'.is:1.t J.
' .. \: f!!k] cenario perfecto necesitaría de muebles
diseñados en perspectiva.
, • •• . ,J : ,, . .- =N. ' , .,. . ....·\;R"'-'!!""
. ,. . ~--· < Además, tenemos que luchar contra
r;, ~ :- . ...,
- ·_:--.
. ... .
~~.,,
_. ~ - .,-,¡,,;,. .,
-~l... -:. : dos improbabilidades de nuestros esce-
narios modernos; la altura del decorado,
-- ,
,1 I if'•f"<..-"'- el cual no podemos bajar sin arriesgar el
" ' ' -... .;,."-: peligro de que los espectadores en los

., . . . .. . .~- balcones superiores no vean parte de la

..... ~···r·-;'!
1-t,v
/ ,:..,¡
. . - ¡·
obra y el ancho del marco escénico . So-
lía existir una tercera dificultad . que afor-
tunadamente está desaparec iendo con
- -
-~~---
,,, rapidez de todos nuestros teatros: el es-
torboso arco del proscenio . Pronto no
"'" ...
·,.
JJ.'.- .
.·....
. · -' • -,.__. _.}•·_
~-. :-· ~' . será más que un tr iste recuerdo y la pe-
::~i';.,:~~..
-

.:•~·~r-~: ·,
,i .: sadilla de los escenógrafos.
~-~'L"'~:•'•I· '. .~'.L~ ......... Al util izar muebles , debemos idear
maneras de eliminar esa impresión pecu-
Cuadro de Di/Ion, en el que representa una lectura de Antaine en el Théatre Libre.
•1-;r
liar de vacío que viene de las estructuras íilJiiil
o andamiajes demasiado amplios . Por lo
menos, en este campo, hemos progresa-
do bastante con los medios al alcar,ce.
·~-~
Los recuerdos del teatro clásico , ya no liill
nos paralizan ; hemos ido más allá del
decorado de Tartufo , en el que sólo ha-
bía una mesa. _t:7:· L~.~---.. . . . · :;.;:• ~-_:_ .
I
La cuestión de los bastidores pintados
ya se ha resuelto exitosamente . Hoy en • !
. . . .i.
~--
. Pa::11 - ....
_,
día, un objeto pintado en un departamen-
to distrae y perturba al espectador, aun ,. l'l-!"i:r "»l 1m!;. ~ ;-,, t; ::: ·; "t ,.._ ~
~ :tJi:.1{_.-'.".r_k h·
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;·~,. f....,,~. __ ' t'.."h'.~•_..·,
~-:_.. · .~:1.._, : · r
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al más neófito. De vez en cuando, se da 1 : 111
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.. -· ',,..
el caso de que alguno de nuestros esce- t .-;~ 11!, :..• l! •.
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·- ... 1
nógrafos furtivamente inserta enredade-
ras. flores simuladas o arbustos en un
paisaje o decorado exterior . Pero los di - . •.\.-~·
~·'. ~--,..
. ,. ·.·. r-:"'"'·
....
_ ,.1..,..1
.,J·,
,. .1·; .,,. . . .J; ~, - !_.. •
rectores están alerta contra tales prácti- '- . ' . (:'. ..
·;__. ---f~-.-~---~-· _¿_.
.
--,-_! 1 __ i,.
::r~ <tt\.:~ ?~,:~ / _ ,~;·
'. 1,!'~ . ;.~~....-•• . :-~-!(-\'. ·.,. . . . '·~-
cas. A menudo se han eliminado los ge- 1 '
ranios o las enredaderas de un decorado
atractivo tan pronto como han sido
descubiertos.
.• ....:?~~:-t::½
• .

•·•.. -~.•r,._,.ii·
· :-:~:~
i/~!f~~1~~ -"'i•"•· . .· •_.. ·~--_.. ·l_•.;.¡~.,: .. :
~ ~~ ·.c., :::.b~--~,>- .. :..
__:.,, - -~ -e•

~- . .. ¡>.,, . . _.• ...;,:,--' -~-- ..,.,. .


-- .. ------~- - - -
En nuestros decorados de interior, no
debemos temer a la abundacia de peque-
ños objetos o de una gran variedad de
'
utileria que hace a un interior verse más
habitable. Estos son los elementos im- El escenario del Théatre Libre.
ponderables que dan un sentido de inti- nunca debe hablar mientras camina. Así
midad y añaden un carácter auténtico al Aun cuando el público se estremezca que insisten en hablar claro frente al pú-
medio que el director busca recrear. por el bello escenario que ha sido ilumi- blico, tal y como lo hacían hace doscien-
Entre tantos objetos, y con los amue- nado hábilmente, no ha llegado al punto
32 blados complejos de nuestros interiores
modernos , la representación del actor se
donde pueda con claridad percibir la ca-
ra y los ademanes más leves de su actor
tos cincuenta años; se salen del persona-
je para enfatizar o comentar acerca de lo
favorito . Conocemos su aversión por que el dramaturgo les ha puesto en sus
convierte, sin darse cuenta y casi a pesar
de ellos mismos , en más humana, más esos efectos preparados cuidadosamen- labios. Se les ha enseñado (en el mismo
intensa y más viva en actitudes y gestos. te a media oscuridad ; aun así, lejos de estilo viejo y pomposo) que deben tener
estropear su impresión, estos efectos la una modulación de la voz adecuada, de-
Y ahora, ¡las luces! clamar de acuerdo a las reglas, recitar
Aquí siempre se presenta una contro- salvaguardan , sin que ustedes lo sospe-
sus líneas de manera elegante para que
versia vivaz, que aún hace que se estre- chen. Así es que nosotros como directo- \ no suene vulgar y doméstico. Han apren-
' mezca el fantasma de Sarcey. La mayo- res debemos mantenernos firmes y no
dar ningún tipo de concesión al respec- dido a entregarse a los efectos del deta-
' ria de nuestros directores todavía prefie- lle, aunque éstos no sean de interés o no
_. ren la luz brillante y cruda de las candi- to. Algún día estaremos en lo correcto:
todo el público al fin se dará cuenta o tengan significado en la composición del
lejas y de los proyectores, excepto para conjunto, y luchan con todas sus fuerzas
algunos efectos nocturnos que fueron , sentirá que para crear un efecto escéni-
co, se necesitan valores y armonías que para ganarse el aplauso del público , va-
obviamente, solicitados en el guión . liéndose de cada muleta y truco del
Sin embargo, nuestro equipo de ilumi- no podemos obtener sin sacrificar ciertas
nación está mejorando notablemente ca- partes . El público se dará cuenta de que oficio .
gana así una impresión general más ar- Para interpretar al personaje que se
da día. Ya hemos pasado por las velas de
tística y profunda. supone deben representar , sólo cuentan
aspecto melancólico, mecheros, lámpa-
ras de aceite y de gas, en este campo con dos instrumentos a su disposición:
Ahora se inicia la segunda parte de voz y cara. El resto de sus cuerpos no
hemos realizado un progreso continuo e nuestro trabajo . Ya podemos traer a los 1 participan en la acción . Se ponen guan-
ininterrumpido. personajes; su casa está lista, llena de \ tes y tienen una presentación i mpecable:
La luz es la vida del teatro, el hada
vida y brillantez. · y debido a que ya no cuentan con traj~s
buena del decorado, el alma de la esce-
nificación . La luz en sí, cuando se mane- Pero aquí, disfrazadas de tradiciones, majestuosos y complejos de otras épo-
ja con inteligencia, proporciona atmósfe- vamos a encontrar todas las rutinas, to- cas , usan anillos o una flor en el ojal de
ra y color al decorado, profundidad y das las resistencias, toda la herencia de- la solapa.
perspectiva. La luz actúa físicamente en crépita del pasado . Nos han dado esta- Capacitados de manera rigurosa en
el público: su magia acentúa , recalca y tuas y necesitamos seres humanos vivos los movimientos prim itivos y rudimenta-
~compaña de maravilla el significado ín- y en movimiento. Tenemos que hacer rios de nuestro teatro clásico , arruinado
timo de una pieza dramática. Para obte- que los personajes vivan sus vidas dia- para siempre por las escenas de las "fu-
ner los mejores resultados de la luz , oo rias, y tenemos hombres y mujeres a rias" y " sueños", ign oran la complejidad,
tema utilizarla y prodigarla indiscrimi- quienes se les ha enseñado que en el la variedad, los matices, la vida del diálo-
nadamente. teatro , en contraste con la vida real , uno go moderno: sus cambios de frase , ento-
L
juntos, sus medios de expres ión , sus gri-
tos, la manera en que se agrupan ... Pero
tengo que contenerme. Esta " charla" ya
se ha extendido demasiado.
Me hubiese gustado expresar toda m i
admiración por el teatro clásico y la sor-
presa que llevo cuando veo que muchos
consideran en serio la posibilidad de re-
j uvenecerlo al modernizar la escenifica-
ción de las obras clásicas. Yo, por el
contrario, si alguna vez tengo el honor
de dirigir en un teatro del Estado, me
gustaría regresar y renovar nuestras
obras maestras dentro de la verdadera
estructura que requieran : la que perte-
nezca a su tiempo. Me gustaría ver repre-
sentar a Racine con los trajes de la corte
de aquel período, en decorados sencillos
y armoniosos, sin adornos externos que
puedan d ismi nuir el impacto del genio
de Racine .
Desde Nerón que habla que algunas
veces jadea a los pies de Julia, hasta los
suspiros de Orestes, me gustaría redise-
ñar para ellos aquellos trajes majestuo-
sos que les fueran bien con sus frenesíes
y sus amores apasionados.
Dibujo de una escena de "El pato silvestre", estrenada en el Théatre Libre en 1891. Cualquier intento en el color o preci-
sión histórica en dichas obras maestras
naciones sutiles, alusiones y silencios Y que al enfatizar una palabra, a me- me parece fútil: en los ojos de un contem-
elocuentes. nudo destruyen su efecto. poráneo de Pericles, Lekain o Talma hu-
Esa es una verdadera imagen de casi
todos nuestros principiantes después de
.También saben que cada escena en
una obra tiene un movimiento propio, a
biese parecido tan pequeño un griego
como un barón . Creo firmemente que
33
haber terminado su curso de arte dramá- su vez su bordinado al movimiento gene- cambiamos el significado de aquellas tra-
tico. Cada año vemos docenas de ellos ral de la obra; y que nada debe perturbar gedias maravillosas cuando tratamos de
graduarse y enterrarse en alguna peque- un efecto de grupo: ni un vistazo al apun- "situarlas" ya sea en el país o en el perío-
ña ciudad cargados con este equipaje tador, ni un intento de " ro bo" individual. do en que surgieron. No puedo concebir
anticuado que los atormentará por el res- Finalmente, hacen que sus personajes el templo exquisito de la Victoria Alada
to de su carrera. cobren vida ante n uestros ojos; ellos nos separado sacrílegamente del contexto
Lo mejor de nuestro personal de ac- describen con fidel idad cada aspecto de del paisaje espléndido que domina; y de-
tuación (por supuesto que no me refiero sus personajes, tanto el material como el searía haber visto el Guardia Nocturno
a la Comédie Franr;aise, cuyos artistas espiritual. en el pasillo lléno de humo en el que fue
son entrenados individual y correcta- El estilo pomposo, ese azote eterno colgado . Estoy seguro que brillaba con
mente, para interpretar a los clásicos) de todas las artes, que siempre se ha más resplandor ahí que ahora, montado
son reclutados de entre actores que han opuesto a la verdad y la vi da, ya no está en un pabellón de terciopelo rojo en el
surgido de las infanterías. Se han de- /aquí para caer como plaga sobre noso- Museo de Amsterdam .
sarrollado por medio del-contacto con el tros; y el teatro de costumbres, las come- Aquellos que no hemos tenido la gran
público y en el trabajo arduo de ensayos dias de carácter y las obras sociales de fortuna de ser llamados y capacitados
laboriosos. Podrán tartamudear como lo nuestro tiempo han encontrado sus ver- para interpretar y preservar el arte teatral
hicieron Dupuis, Réjane o Hug~enet; pe- dadros intérpretes en estos actores. del pasado, estamos satisfechos de ser-
ro no " r~ci~arán". Ellos viven sus partes y 1 Las enseñanzas estilísticas del Con- vir con todo lo que tenemos al teatro de
son los interpretes maravillosos de nues- servatoire, inculcadas indiscriminada- hoy . Sólo debemos esforzarnos para ha-
tro drama contemporáneo. mente a generaciones completas de jóve- cer lo mejor qu e se pueda al experimen-
Estos actores saben : nes, cuya ambición es sólo un teatro que tar tanto como sea posible.
Que el movimiento es el medio de únicamente utilizará a uno de cada diez Si descubrimos algo realmente sólido
expres ión más intenso del actor. de ellos, han hecho víctimas a un núme- y duradero, habremos ayudado a la he-
Que todo su maquillaje físico forma ro incalculable de principiantes . Tales rencia común . La Parisienne, con un es-
parte del_ personaje que representan , y instituciones falsifican y mediatizan tem- poso que habla de su renta, los pantalo-
que en ciertos momentos en la acción peramentos: toman todos los jóvenes ta- nes de sus hijos y un trabajo como recau-
su~ manos, _espaldas y pies pueden ser lentos de los cuales el teatro moderno dador de contribuciones, no debe ser di-
mas expresivos que cualquier expresión tiene una necesidad urgente y los etique- rigida y actuada orno Le Misanthrope .
oral. tan azarosamente en el patrón de sus Aunque creo y espero, sea no menos
Que cada vez que el actor es dado a héroes clásicos. que una obra maestra en la histor ia del
conoc~r d_e bajo del personaje, se rompe Existen otras cosas que me hubiera teatro , un eslabón glorioso en la infinita
la continuidad dramática. gustado discutir, por ejemplo : los con- cadena de oro .
LA PRUFESIÚN
DEL DIRECTOR DE ESCENA
#
LOUIS JOUVET

.,.

n un teatro vacío, en medio del inarticulado, el remendón de las si- glas por un lado y su propio placer por
de un glaciar aterciopela- tuaciones, el cocinero de los discursos, el otro, navegan en el teatro tratando de
do de asientos desocupa- el sobrecargo de las almas, el rey del sonar sus reacciones con un antiguo bas-
dos, se encuentra sentado teatro y sirviente del escenario, malaba- tón de sondeo en una mano y con la otra
un hombre solitario . Ten- rista y mago, aquilatador y piedra de to- observando la obra a través de un par de
so , concentrado , todo que del público, diplomático, economis- viejos anteojos de marino . Dirigir una
ojos, oídos y nervios, se in- ta, nodriza, director de orquesta, intér- obra es exactamente lo contrario; signifi-
el ina hacia el escenario
donde los actores están
prete , pintor y sastre; en fin , cientos de
definiciones, pero todas inútiles. El direc-
tor es indescriptible debido que sus fun-
ca una búsqueda constante de razones
que explicarán el gusto y la admiración;
significa vivir de acuerdo a las normas
35
ensayando. La mirada fija
en ese agujero profundo, ciones son indefinidas. de los poetas; significa concordar con
sin decoración y casi sin El director, cuando además es el pro- los dioses del escenario, con el misterio
luz, donde las personas en ductor, primero selecciona la obra, distri- del teatro; significa ser honesto y recto
disposición de ánimo y tra- buye las partes a los actores de su gus- en el arte de complacer; y a veces tam-
jes incongruentes pasan to, diseña (o ha diseñado para él) los bién significa cometer errores.
por mversos repliegues , él frunce el ce- modelos toscos de los decorados y tra- El director es el tipo de amante que
ño, agudiza su oído para escuchar las jes, dirige su elaboración y durante todo saca su talento, invención y su regocijo
lineas que aún son pronunciadas o inter- este tiempo organiza y controla los ensa- en su obra; del talento, invención y rego-
pretadas de manera imperfecta. Este yos. Él determina las entradas y salidas, cijo que toma prestados o inspira en
hombre es el director, o metteur en las posiciones de los actores, sirviendo otros . Dirigir una producción significa
scéne. como coreógrafo para esa danza que es reunir a todas las personas y objetos que
En e! limbo donde la producción toma la suma de los movimientos de la obra; forman una actuación y crear, a través
forma , en el crecimiento lento durante el regula los ruidos fuera del escenario , la de ellos, cierta atmósfera, incitando y
cual sus rasgos se definen , donde es pre- música, la iluminación. En resumen, él siendo útil a sus capacidades y persona-
"" vista en la imaginación , donde el incenti- arregla en conjunto y en detalle todas lidades. En el decorado, todos los mate-
riales alrededor de la obra, objetos como
vo dramático se encuentra misteriosa- las generalidades e individualidades de
mente en el trabajo, el director observa esta ceremonia compleja que será la madera, pintura, clavos y luces, no son
como uno lo cree, objetos inorgán icos,
,. con paciencia, discreción y ternura los actuación .
El dirigir una producción es vivir con sin vida, sino entidades formidables cu-
elementos separados que ha unido para
dar vida a la obra del dramat"Urgo . Su terror, deleitarse con angustia; es lo que yo favor hacia la obra y a sus intérpretes
tr_~ba¡o se real iza por medio de la intui- Paul Valéry llama "la tragedia de la reali- es ser ganado sólo por un secreto y un
c1on , entendimiento , previsión , a través zación ". Es decir, administrando al bie- acuerdo muy premeditado .
de _u na alqu imia especial de palabras , nestar espiritual del dramaturgo y al mis- Dirigir una producción significa ayu-
sonidos, ademanes, colores, lineas, mo- mo tiempo tomando en consideración las dar a los actores con su memorización y
vimientos, ritmos y silencios e incluyen- necesidades temporales del teatro; esta- moldear el texto en los ensayos para que
do _ un imponderable que irradiará el sen- bleciendo el punto de vista de una noche esté libre -de pedantería y adopte el sen-
t1m1ento apropiado de risa o emoción y de la eternidad ; manejando el texto de timiento de los actores, para que éstos
cuando aparezca la obra ante el público. una obra , tomado de la mano con el au- se sientan cómodos y para que sepan
El director o metteur en scéne, ha si- tor , como si fuera una fórmula mágica. cómo llevarlo a cabo . Significa nutrir,
do llamado el jardinero de los espíritus , El dirigir es lo contrario de la critica; los sostener y revitalizar a los actores, alen-
el doctor de los sentimientos, la partera críticos, zigzagueando entre leyes y re- tándoles , satisfaciéndoles y encontrán-
doles su dieta teatral apropiada; significa esté claro, existen dos tipos de obras La tendencia natural de un director-es
producir frutos y criar esa familia, forma- dramáticas y dos tipos de dramaturgos. ver sus obras con una predilección per-
da de acuerdo a fórmulas diferentes para Existe el teatro espectacular o teatro sonal definida, es decir, el índice de su
cada nueva obra, que llamamos compa- teatral en el cual el entretenimiento, rit- temperamento . Casi todos los directores
ñía teatral. mo, música, parlamentos y atracción an- después de unos cuantos años de servi~
Di rigir una producción significa servir te el ojo, todos los elementos espectacu- cio modesto, sueñan con mostrar su pro-
al dramaturgo con una devoción que lo lares, son las cosas importantes, y aquí pia estatura y la escala de su imagina-
haga amar su obra . Significa encontrar el director puede darse el gusto sin res- ción . Y, al igual que el aprendiz que pen-
el humor espiritual que era del poeta en tricción . En este teatro teatral puede in- só ser un experto en su oficio, como el
la concepción de la obra y durante su cluirse la mímica de la decadencia roma- zapatero que el pintor Apeles puso en su
escritura, la fuente de vida y el río que na, el teatro de la plaza del mercado, una lugar al aconsejarlo para que no criticara
debió procrear el espectador y del que a buena parte de la ópera y toda la opere- todo aquello que estuviera sobre los za-
veces el autor está inconsciente. Signifi- ta, ballet, obras amables, melodrama y patos, sienten un deseo violento de crear
ca realizar lo corporal a través de lo es- las producciones de la mayoría de direc- obras maestras y de expresar finalmente
piritual. Es una manera de tratar con el tores extranjeros modernos, en la que el sus propios conceptos.
trabajo , con los lugares y propiedades actor, el cantante, el decorado, la maqui- Como ilustración de esta mentalidad,
necesarios para el decorado, con los ac- naria, son los elementos esenciales en el esta deformidad profesional, me gustaría
tores, con el poeta que le ha concebido espectáculo. citar una declaración que se imprimió en
y, finalmente, con el público al que se Después se encuentra el teatro de los la producción fílmica de Sueño de una
encuentra destinada. Encargado de los dramaturgos y poetas que hace del arte noche de verano, uno de los grandes
intereses de este público, el director de- dramático una forma literaria del nivel directores describió ésto: " El sueño de
be unir el escenario y el auditorio, el más alto. Aquí lo importante es el texto y mi vida era producir una obra sin tener
espectáculo y los espectadores. Debe or- los elementos espectaculares se admiten algo que entorpeciera mi imaginación".
ganizar el área donde los actores activos sólo como cuestión secundaria o com- Esto en sí no estaba mal para un hombre
en el escenario y aquellos pasivos en el plemento. El teatro literario incluye a los cuya profesión es servir a los demás.
auditorio, se conozcan , donde los espec- dramaturgos griegos y romanos {Esqui- Pero añade: " He puesto la condición de
tadores penetren y se identifiquen con la lo,. Sófocles, Eurípides, Séneca) ; el hu- que esta obra represente a Shakespeare
acción en el escenario, y donde los acto- manismo renacentista con Shakespeare; y a nadie .más que a él ". Espero que
res satisfagan sus necesidades para pro- los clásicos con Corneille, Racine, Molie- ustedes puedan apreciar en este recono-
barse y liberarse por reflexión en las per- re; después Marivaux, Beaumarchais,
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cimiento tanto el homenaje que él rendía
sonas que escuchan v observan. Musset. Estas cimas de arte dramático a Shakespeare como la opinión, compa-
Jean Giraudoux dice, con modestia, las definió uno de nuestros directores de rativamente, que él tenía de sí mismo. Y
que el dramaturgo no hace su obra, que manera arrogante como " hombres de le- como un último toque, añade: "Mi sueño
el público la construye de los elementos tras que escribieron para el teatro" . acaba de hacerse realidad". Es decir, es-
proporcionados por aquél. "El público_ Existen obras de carácter permanente te sueño se encuentra a su disposición
-dice- escucha y compone como le y otras cuyo valor es sólo momentáneo. en las salas cinematográficas; podrán ver
place, siguiendo su imaginación y senti- Es un hecho aceptable que la moda afec- a Shakespeare adaptado al uso de calen-
mientos". Él compara una ·obra dramáti- ta la escritura de las obras y su concep- darios comerciales de Año Nuevo.
ca con una pieza de cerámica pintada en to; pero cuando uno logra la universali- El más grandioso director nunca po-
colores falsos, cuyos colores verdaderos. dad, donde los personajes versan sólo drá igualar en sus logros los sueños e
y diseño terminado no aparecen hasta sobre seres humanos, tenemos lo que imaginación del más humilde de sus
después de que ha sido expuesta al fue- los libros de texto llaman un clásico. Es- esoectadores.
go. Una obra recibe el proceso de acaba- te tipo de obra contiene en sí su propio En realidad , una obra se escenifica
do de una ordalía por medio del fuego a método de escenificación; es decir, el por sí sola; lo único que se necesita es
través del contacto con el público. trabajo del director es observar cómo estar atento y no ser muy personal para
uno pod ría continuar analizando infi- responde la obra a sus sugerencias, ha- que se pueda apreciar cómo toma su
nitamente el trabajo del director, pero al cer que sus artificios desaparezcan en el propio movimiento y empieza a manipu-
tratar de definirlo, sólo pruebo que es texto, incorporándolos de tal manera que lar a los actores. Actuando sobre ellos,
más fácil realizar bien un trabajo que la obra absorba sus direcciones sin que de manera misteriosa, los pone a prueba,
escribir acerca de él. En resumen , el diri- éstas la deformen . los ensalza o los degrada, los acepta o
gir una obra es un girar de la mano, de la Por otro lado, en el teatro espectacu- los rechaza, los nutre, los transforma 'I
mente y del corazón , una función de tal lar, se requiere de la dirección externa; los deforma. Desde su primer ensayo une
sensibilidad que todo humano puede en- la obra se encuentra envuelta en contri- obra verdadera cobra vida, así como 1~
trar en eso, nada más y nada menos. No buciones e invenciones personales. El madera se tuerce, el vino se fermenta \
creo en teorías porque no hay alguna texto no es más que un pretexto o apoyo la masa se esponja. Reúne ímpetu y po
que abarque el dirigir una obra. El méto- para el decorado, los actores y los apa- co al poco el director, así como el apren
do se ajusta a la teoría sólo después del ratos del escenario; y el director, confía diz hechicero, aterrorizado y arrebatad,
hecho. en gran parte en el almacén del teatro o al mismo tiempo, ve que arrasa con lo
Existen dos tipos de director: el que de su imaginación y a menudo rivaliza actores y los vuelve a la vida, rechazar
espera todo de ·una obra, para el que la con el líder de un cotillón . Esto es tan do y ejecutando todas sus instruccione
obra en sí es esencial ; y el que no espera cierto que podemos decir que el texto de como pajas en el viento, como si naci1
nada excepto de sí mismo, para el que la una obra clásica o literaria se escribe ran o florecieran.
obra es un punto de partida. Es decir, tal para el público, mientras existe otro texto La profesión del director surge del p
vez sea demasiado breve, pero para que para los actores y el d irector. decimiento de la inmodestia y aun el m
sin cero no esca pa . de ésta . Su licencia
para trabajar con libertad co n las obras
de otras personas, oc uparse superficial-
mente en aquéllas y volverlas a hacer, es
un acuerdo esta blecido y aceptado y des-
pués de algunas horas de conversación
con un o rnisrno o con un colega , un hom-
bre debe tener una cabeza fija y un so-
porte firme para resistir el desvaneci-
miento en el qu e, convencido de lo que
le gustar ía creer, se acerca a la conclu-
sión de que Shakespeare o Goethe no
entend ían nada acerca del teatro . El gran
arte dramático es un misterio . Ningún
trabajo puede ser juzgado fuera de su
época y su traslado a otra atmósfera re-
quiere de una larga adaptación y mucho
res peto .
Pero existe una fórmula: uno puede
reco nocer una gran obra dramática con
certeza cuando el director , de buena fe
(de otra manera debiera reescribir el li-
breto), no tiene nada más que decir;
cuando, a pesar de todo su deseo de
rehacer la obra, prácticamente la acepta
corno está escrita. Tuve una conversa-
ción con un director quien me confió
que estaba desesperado debido a que
sólo había estado trabajando dos meses,
sin ningún resultado , con El enfermo
imaginario que ilustra esta definición.
Cuando expresé asombro , él dijo: "Sí,
acabo de pasar todo mi verano trabajan-
37
do en ella. He probado colocarle la ilumi-
nación arriba, abajo y en los lados; he
experimentado diversos decorados y mo-
vimientos en el escenario. No se puede
hacer nada, nada. Es la obra perfecta. Es
un trabajo realizado por un genio".
Además, este fue el mismo hombre
que en alguna ocasión me definió sus
ideas al montar una obra: "Mi trabajo se
inicia y la obra me interesa en el momen-
to en que el texto termina" .
También escuché decir a uno de los
más grandes directores en un impulso
de rebelión y disgusto: "¡Ya basta! Todas
las obras son iguales; mi trabajo me can-
sa y me desanima. Soy más grande que
lo que hago".
Si tu_ viera oportunidad hablaría aqui
en elogio de la restricción y éxito en el
teatro y diría también que el júbilo inter-
no necesario para el buen trabajo no de-
. be confundirse con el gusto por la indul-
gencia del propio placer.
. En general, el d1 rector se guía por su
1nst_1nto y dirige la obra que siente y ama ,
Y d~storsiona a su gusto personal la ma-
yoria del resto. Ese es el terror funda-
mental con este intermediario autorizado
que es tan valioso cuando dirige un tea-
tro. No digo estas cosas porque me gus- Lows Jouvet interpreta el ·-ooc tor
le el menosprecio, sino porque deseo Knock", de Ju/es Romains.
,eñalar todo aquello en la función de un
j 1rector que pueda ser un obstáculo en
i l desarrollo libre del teatro.
Si existe un conclusión para este tema
fo_l director, debe ser una recomenda-
: 1on de_la_profesión . Ser profesional es
,er autentico. Es la única manera de ser
·eal , de poseer y practicar la virtud de la
1erdad . Ya que nada cuenta a menos
~u.e sea yerdadero , a menos que tenga
ra1ces. Solo cuenta la honestidad.
En nuestra época, entre otros muchos
errores, existe una mentira social que
permite que lo relativo y lo contingente
~e hagan pasar por auténtico. No sé qué
tipo de comercialismo o industrialismo
existe por medio del intermediario el mi-
norista y el productor llave maest~a han
tenido prioridad sobre el artesano; 'pero
el teatro ha sido arrojado al desorden
por estos ejecutivos mal calificados y di-
rectores incompetentes. Ha llegado a un
punto donde, en la industria cinemato-
gráfica, el nombre genérico para el hom-
bre que trabaja y labora es estrictamente
reservado , en parodia inconsciente, para
el hombre que no hace nada y no sabe
cómo hacer alguna cosa; el productor.
El único hombre en el negocio que no
sabe nada acerca del reparto, cortes, án-
gulos fotográficos, montajes, nada de na- Jouvet ante la maqueta del Teatro Garrick en 1917.
da, se le titula con suntuosidad , pro-
ductor. de fe. La gente va al teatro por razones en escena una obra de teatro por placer.
Tal vez para este momento ya es evi- que no puede formular. ~ i se. acepta esa definición, hay que dis-
dente que mi deseo no es el de humillar El teatro abre en su espíritu una fuen- tinguir la naturaleza exacta de la satisfac-
a algu ien , sino restaurar la justicia y equi- te de disensión, de debate personal con- ción que se busca: satisfacción pura de
dad haciendo que los verdaderos traba- sigo mismo que cada cual interpreta distracción, satisfacción de orden pecu-
jadores estén conscientes una vez más, diferentemente. niario, satisfacción de la gloria que se
no sólo de su dignidad, sino también de El espectador experimenta una espe- puede conseguir, y las causas mismas
sus derechos. Seguir permitiendo a los cie de descanso en su vida, en sus que se mezclan a ese ejercicio. Placer de
llamados organizadores -los mercade- preocupaciones. satisfacerse, de comunicarse con los de-
res en el templo-, ser reyes en el reino "Mañana -dice Giraudoux en "La Im- más, de que los otros lo compartan.
de los trabajadores, estamos en peligro pronta de París"- tendrán ustedes un Es curioso, y un poco paradójico en
de comprometer todo lo que tenemos. bolsillo d_e aire: sonreirán a los ángeles, el fondo, que el éxito máximo, cuando se
En la corta vida que se nos da, aún y un reloJero dispondrá en sus cerebros monta una obra de teatro, esté dado por
hay tiempo para aquellos cuya sinceridad las estaciones y las horas, la indignación una sala que aplaude de pie. Esa sala ha
y talento no se expresa en beneficio o y la suavidad : eso se debe a que la obra experimentado, sin duda, una oleada de
gloria, sino en satisfacción legítima de era buena. A veces, advierto desde el extraordinario entusiasmo, un alivio a la
su gusto por la perfección , para recobrar autobús , en la calle, a un señor de edad condición diaria en la que vive sumergi-
la serenidad tan necesaria para su paz y del brazo de una joven, cuyo andar es da, pero hay que aceptar que ese entu-
equilibrio internos como lo es vital para ráp!do, la marcha atractiva y el rostro siasmo, si se analiza, reconoce causas
el equilibrio social. Aún hay tiempo para radiante, pero vueltos hacia sí mismos: sumamente diversas.
que el profesional se reserve, alentado y estoy seguro de que el día anterior han La cualidad de esa búsqueda, de esa
protegido por la sociedad para la que visto una buena obra. Tal vez no la han satisfacción, es lo que diferencia a los
trabaja y para el gobierno -Dios en la comprendido; pero, salvo la obra, hoy teatros.
Tierra-, el otorgar algún reconocimien- comprend~n todo: el buen tiempo, la vi- Si se trata de una satisfacción p~ra-
to a sí mismo. da, las hoJas de los plátanos, las orejas mente desinteresada, me parece curioso
de los caballos ... una obra escrita, evi- que los espectadores lleguen a ese entu-
¿pQR QUÉ SE PONE UNA OBRA dentemente, que ha pasado sobre las al- siasmo, en el que la sala se funde ~n u_na
EN ESCENA? mas arrugadas por la semana como la unanimidad milagrosa, por un camino in-
¿Por qué se pone una obra en esce- plancha sobre la ropa; están todas li- terior que no es el mismo para todos. La
na? También podría decirse: ¿por qué se sas ..." . ebullición final en la cual se encuentran
va al teatro? ¿Por qué se hace teatro? Des~o d_ ~ solidaridad, de simpatía, de ha sido producida, sin duda, por una
Para reunir a nuestros contemporá- comunicac1on con los demás. Un deseo suerte de elevación de la temperatura,
neos. En ese sentido, el teatro es un acto -digámoslo- de satisfacción. Se pone pero en el fenómeno de sublimación al
que están sometidos público y actores Sorprendido por la con fig urac ión del
haY, sin embargo, caminos muy persona- decorado. descon certado por su aparien-
les. Sus reacciones son d iferentes. Y el cia o geometría, no lo ve. pero se preg un-
entusiasmo no es fác il de explicar, pues ta: " ¿Dónde está la puerta por la cual
es más bien una especie de contagio . debo entrar?" . Sin sospecharlo, ya está
Es un intento de comun icación , de en los límites del desdoblamiento .
participación , de penetración recíproca ; " No se imaginaba asi el balcón y su
es la necesidad de no estar ya solo, de ventana". Como si se tratase de una adi-
parecerse a los otros, de refugiarse en el vinanza, pregunta " para qué sirve la fuen-
grupo. Y el ind ividuo, sin embargo, es- te" que él no ha de utilizar , pero a propó-
pectador, autor o actor, no se siente nun- sito de la cual uno de sus camaradas
ca tan solo como en el seno de esa co- tiene un importante juego escénico.
mun idad. (En cuanto a mí, nada hay que Semidecepcionado, semidivertido, sin
me dé un sentimiento de soledad más reparar gran cosa en el decorado, se pre-
profundo que la multitud). Y , al mismo cipita al escenario con fines utilitarios y
tiempo, sufre el estado de esa multitud , de comodidad , sólo para ensayar el fun-
participa de sus sentimientos, siente lo cionamiento de la reja o de la puerta que
que nace en ella o lo que va a expresar, abrirá o cerrará, para verificar la presen-
lo que va a hacer. cia de los objetos que le serán necesa-
¿Por qué se pone una obra en esce- rios , para medir la distancia que recorre-
na? Los porqués del teatro . El debate se rá, en fin , para tomar contacto y posesión
mantiene con los porqués: " Si compren- del lugar. Su prisa recuerda la de un
diéramos todo, no habría esos porqués y niño que acaba de conseguir un juguete,
la vida sería muy distinta", dice Balzac y su avidez parece la de un locatario
en Melmot Reconciliada . impaciente.
Cuando se trata de por qué he puesto En el escenario , donde ahora se mue-
en escena Don Juan o La escuela de las ve, el actor recuerda a un jefe de famil ia
mujeres o Tartufo , la respuesta, en el que hubiese alquilado un departamento
fondo , era la insatisfacción irritada que para el veraneo por medio de un comisio-
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nos provocaban las obras del dominio nista, y se dedicase a realizar febrilmen-
nacional a causa del modo en que se te su inventario . El aspecto de los luga-
ponían hasta entonces. Pero las razones res no corresponde a lo que había imagi-
que hemos expuesto se han descubierto nado al leer la descripción del anuncio ,
poco a poco en la acción ; ellas no nos pero la prisa que siente por instalarse
han determinado; hemos intentado en- suspende sus apreciaciones y su juicio.
contrar en el proceso del trabajo aquello Toma posesión del local y posterga las
que ha iluminado lentamente ese mismo discusiones con el gerente.
trabajo , y eso es lo que nos ha dado ¡Un gerente! En ese momento, ése es
entonces, puliendo e invirtiendo las ideas el valor que le da al escenógrafo más
generales, la materia de ese propósito. genial.
Se pone una obra en escena por una
necesidad de satisfacción que en el fon- ~ntonces comienza el ensayo . Sólo
do es la finalidad del teatro, la necesidad sera una manera de entrar en contacto
que tiene el autor de liberarse de algo con la escenografía. El sentimiento dra-
que lleva dentro de sí; la necesidad del mático se halla ausente de los ejercicios .
El magisterio de Jouvet.
actor, que la recibe, de comunicarla a No hará más que una repetición del texto ,
los demás; y la necesidad de los espec- e~trecortada continuamente por aprecia-
egoísmo . La impresión que siente sólo ciones, muy poco gentiles a veces , acer-
t~dores _de recibir alguna cosa que la tiene valor en la medida en que esa " dis-
v1da _ordmaria no les procura, que es ino- ~a de las nuevas contingencias que se
posición" aumenta en él, el deseo de ac- imponen a cada uno, acerca de la altura
fensiva en sí, de la cual pueden participar tuar, le incita a subir al escenario para
de todo corazón , hata con todo su cuer- o la ubicación de un mueble, o de un
empezar a vivir su vida artificial. sillón demasiado muelle, o sobre la u bi-
po, si se puede decir así, sin experimen- Delante del decorado puesto por pri-
tar ningún cambio, ni alteración• es un cación de un tapiz, la incomodidad de
mera vez, el actor no tiene otra reacción un accesorio , la ausencia de otro , etc .
ejercicio virtual. ' que una especie de desarraigo ingenuo.
En el fondo , la respuesta a "¿por qué La revelación súbita del ámbito donde Todo el decorado, sea el que sea: in-
he puesto en escena una obra?" es: por- tendrá que esforzarse le procura una cu- terior , rústico , al aire libre, una selva,
que me gusta . Y eso es todo . riosidad singular, que le incita a hacer trágico o satírico , no es para el actor en
preguntas tan sorprendentes como los e~e_ mom~nto más que un pretexto para
REENCUENTRO CON EL DECORADO asombros que traducen . v1g1lar su Juego escénico y sus sentimien-
. Si el actor desciende a la platea, si A menos que el ámbito o el destino tos, y para traducir sus aprensiones. El
tiene la curiosidad de mirar al escenario, del decorado no sean muy claros, o que temor se insinúa en él a propósito del
ese cadalso donde minutos después va a la lectura del libreto no le haya informa- objeto más insignificante. El detalle más
pagar su tributo al arte dramático y a la do, el actor pregunta casi siempre , " qué ínfimo replantea de nuevo la obra y todo
sociedad , sólo verá el decorado con acto es el que se interpreta allí dentro" el arte del teatro .
En el actor, ésa es una forma maligna c1on entre las cariátides de los "avant-
del sent imiento dramático . scénes" y la nueva vista del escenario.
El mismo escenógrafo se siente inde- Turbada y contrariada por la apasionada
ciso. Nunca había imaginado a su obra avidez y la agitación de los cómicos, la
poblada por seres tan poco parecidos, magia de la escenografía, hasta hace un
tan poco de acuerdo con su visión. De- momento reservada, se manifiesta y em-
lante de él todo huye de la verdad y de la pieza a operar. En algunos instantes, en
vida que había soñado tan largamente. el reencontrado silencio, bajo el ojo pe-
Con paso furtivo , pero seguro, el desáni- netrante del pintor, la escenografía entre-
mo se apodera de su alma . ga su secreto. Confiesa su debilidad ; la
Desamparado, ausente, se hunde en escenografía se confía. Empieza a nacer.
una platea con un sabor a ceniza en los Toma el lugar que le corresponde y se
labios y en la boca. Una atmósfera hecha transforma. Para eso, basta con que
de incertidumbres, de vaci laciones y de aquellos hombres provisorios e indesea-
perplejidades, y aún de ansiedad , que bles hayan desaparecido. Sin embargo,
nace a propósito de la obra y su suerte, la escenografía ha sido concebida para
se expande y oprime a todos los asis- ellos, los actores, para la obra. Auxiliar y
tentes. capital, concentra la totalidad de se_~t1-
Por lo común, ése es el instante que mientos que animarán la representac1on .
elige el autor para dar un consejo . Sin Pocas horas despues, a causa de una
que él mismo lo sospeche, siente también disciplina secreta y__mági_camente_ c_on-
una necesidad irresistible de enervar la sentida, todo se equilibrara en el prox1mo
angustia que sufre, de descargarse de ensayo, y la escenografía dominará a los
aquello que lleva dentro de sí. Su conse- actores y les dará el tono .
jo es, en general , tan incoherente y extra- Cuando la obra se interprete de ver-
natural como el resto de toda esa ac- dad, en su ilusión falsa, delante de un
tividad. verdadero auditorio, aun antes de que se
haya alzado el telón , los actores entrarán
En ese minuto , después de semanas
ya vestidos para venir a recoger los efec-
de esfuerzos, de sueños ardientes y de
un trabajo escarnizado y enfermizo, el tos de la escenografía. Tan ciegos como

40 escenógrafo experimenta por su propia


cuenta el sentimiento perfecto de un
fracaso .
antes, pero sensibles y dominados, gira-
rán dentro de ese estrecho espacio con
circunspección, obscuramente respetuo-
sos, y se llenarán los ojos con las líneas,
Molido de cansancio, hundido por la colores y formas en medio de las cuales
gritería y las recriminaciones, el escenó- van a evolucionar. Vendrán a buscar en
grafo huye repentinamente. Desaparece. ese ámbito una impresión, una excitación
¿Tafia y Melpómene le ocultan a nuestros para sus juegos, una sugestión para su
ojos? Es inútil buscarlo: nadie le encuen- vida 1ransitoria.
tra en el vacío de la sala. Entonces, vivirán en ese ámbito a lo
Se ha ido secretamente al foso del largo de una velada, cien, doscientas,
teatro, a un rincón oscuro, entre bastido- trescientas veces.
res. No ha podido soportar más tiempo No habrá que extrañarse si son capa-
el espectáculo de esa matanza, de esa Louis Jouvet en el Conservatorio ces de decir, contar o describir el espa-
cárcel en la cual su decorado ya no vive, de Arte Dramático de París, 1940. cio y los ornamentos de esa escenogra-
donde ha dejado de latir. Se ha ido a fía, los lugares imaginarios y, sin embar-
buscar un poco de humanidad al lado de Una gran serenidad surge entonces go, reales de su vida cotidiana y noctur-
quienes, amorosamente, pacientemente, incomprensiblemente, extrañamente. Los na . ¿Qué otros participantes serían per-
le han servido y ayudado y han amado bastidores y telones, las telas y construc- fectamente capaces de hacerlo?
su trabajo. Un vago descorazonamiento, ciones acaban de sufrir su primera prue- Los decorados viven y se conservan
una suerte de mudo desprecio y piedad ba. Es el primer equipo, el primer con- sólo en el espíritu y la memoria de quien
reúnen a la gente de artesanía, a los ver- traste, la primera afrenta . La partida de los ha creado. Los personajes del te~tro
daderos servidores del teatro. Tanta in- aquellos intrusos, ni personajes ni hom- se perpetúan y eternizan en esos paisa-
comprensión en torno de ellos les da por bres, aquellos seres imprecisos e inesta- jes, en esos sitios, en esas cavE:rnas Y
un instante una solidaridad y estimación bles y disociados, que aún no han logra- encrucijadas irreales: en ese ámbito. a la
mutuas, un sentido más profundo de su do su "doble" verdadero, ha aliviado y altura elegida por el escenógrafo, con-
participación, la verdadera intimidad de apaciguado a la escenografía. Poco a po- versan mantienen su vida latente y se
su oficio, una filosofía del teatro. co adquiere un rostro, un alma. Los pla- asegur'a n de su longevidad . Bien dis-
Entretanto, el ensayo termina y la cal- nos, volúmenes, colores y objetos ad- puestos y radiantes, deben a la esceno-
ma y el silencio vuelven al escenario, quieren una identidad. Los detalles se grafía una eficacia acrecida, perpetuada.
ahora vacío. Los obreros de la escena ofrecen por sí mismos al ojo y al espíritu , La escenografía asegura su brillo per-
vuelven a entrar por las aberturas de la cargados de sentido y proposiciones. De fecto .
escenografía, al fin liberada. El escenó- la escena a la sala se propaga un acuer- La escenografía es también un senti-
grafo vuelve a la sala . do, se esboza una misteriosa conversa- miento dramático.

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