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Instituto Tecnoló gico de Saltillo

Ensayo de “Antes de que sea tarde”

Docente: Bió logo Fernando Miguel Viesca Fuentes

Materia: Desarrollo Sustentable

01/04/2021

Alumno: Juliá n Alejandro Rodríguez Cuellar


Nací y crecí en un desierto. Concretamente en la zona norte del estado de
Coahuila, caracterizada por veranos con temperaturas arriba de 40 °C y muy
pocas lluvias. Sin embargo, hace un par de meses vivimos un evento sin
precedentes: Una nevada. Tan prolongada e intensa que interrumpió el suministro
de energía en la mayoría de México y Estados Unidos. Las tuberías por las que
pasa el gas que energiza nuestro entorno no soportaron temperaturas tan bajas
como las de aquella helada. Esto alza la pregunta, ¿Por qué nuestros sistemas de
tuberías no fueron pensados para soportar este tipo de clima? La respuesta es
alarmantemente sencilla: Aquí no debería de nevar. Algo ha cambiado en nuestro
planeta durante las últimas décadas. Y esto es lo que “Antes de que sea tarde”
expone, el cómo nos dirigimos a terminar con la vida como la conocemos en la
Tierra.
El documental abre con un recurso interesante, la pintura de “El jardín de las
delicias” de Bosco. Esta nos muerta una imagen con mucho simbolismo surrealista
donde, a mi parecer, cuenta la historia de la decadencia de la raza humana bajo
su propia mano. Empezamos siendo unos cuantos en un paraíso armonioso hecho
para nuestro goce, rebosante de vida y orden. Después se observa un gran
incremento en la cantidad de humanos, y con ello vemos como empiezan a
amontonarse y hacer cosas nuevas y extrañas con los animales y su medio.
Finalmente nos recibe la imagen de un paisaje lúgubre, caótico y en ruinas, con
muy pocos humanos a la vista atormentados por creaturas extrañas. Siento que
aquí podemos hacer un paralelismo con nuestra situación medio ambiental, ya que
en ambos casos parece que nuestro destino como especie es acabar con nuestro
planeta y con nosotros mismos debido a razones que carecen de sentido.
Leonardo DiCaprio pasó 2 años viajando por el mundo tras haber sido nombrado
mensajero de la paz. Su travesía nos permite ver el problema del cambio climático
desde diferentes ángulos. Comenzando por los efectos en nuestro planeta de las
grandes economías como la estadounidense, devastando bosques enteros para
satisfacer la demanda del consumismo y produciendo más emisiones de CO2 y
metano (gases de efecto invernadero) que múltiples países combinados. Todo
esto mientras que los ciudadanos son mareados con una campaña de
desinformación orquestada por las compañías multimillonarias de combustibles
fósiles quienes absurdamente desacreditan la existencia del cambio climático. Se
ignora el principio de eficiencia y mesura; están dando todos los recursos por
sentado y tratando al planeta como si fuera inalterable. Esto contribuye a la
decadencia acelerada de la Tierra.
Desgraciadamente, como ya observamos mediante el principio de interconexión,
lo que se hace en un solo lugar afecta al resto del mundo. Como ejemplo de esto
tenemos a Groenlandia y los polos norte y sur, cuyas capas de hielo se han
estado derritiendo por años a causa del aumento de temperatura provocado por la
emisión de los gases de efecto invernadero. Esto causa que su hielo, ahora en
forma de agua, aumente el nivel de las mareas, inundando ciudades costeras
como Abaiang en Kiribati (donde esto arrasó con cultivos y zonas pobladas
enteras), o Miami en Estados Unidos (donde se tuvo que implementar un sistema
para expulsar el exceso de agua de las calles ya que ponía en peligro a las
personas). Esto además repercute en que la gente busca emigrar fuera del área
de inundación, lo cual nos deja con sobrepoblación y escasez de recursos en otras
zonas, y la cadena sigue y sigue. Todo como consecuencia del uso industrializado
del petróleo, carbón y gas.
Para darnos algo de esperanza, ya hay algunos ejemplos de países que, al
contrario de Estados Unidos y en base al principio precautorio, están llevando a
cabo acciones para frenar su huella ecológica, tales como China, país que si bien
es uno de los mayores contaminadores del planeta, está consciente de esto y lo
acepta, por lo que su gobierno promueve el cambio paulatino a las energías
renovables como la solar y eólica. Otro ejemplo lo tenemos en Suecia, el primer
país 100% libre de combustibles fósiles, lo cual es todo un logro. A su vez está el
caso de India, que implementa el uso de biomasas como los principales
combustibles para cocinar. Y está de más mencionar el acuerdo de París, firmado
por más de 200 países en el 2015, donde todos se comprometieron a trabajar para
reducir su impacto medioambiental considerablemente. Todos los puntos
anteriores son ejemplos de naciones que están aceptando el problema que
representa el cambio climático actualmente y luchan por evitar que se convierta en
algo más grande a futuro, previniendo más daños tanto a nosotros como al
planeta. Y esto no es solo una cuestión a nivel nacional, cada uno puede influir de
manera positiva en el cambio climático con acciones como reducir nuestro
consumo de carne de vaca (puesto que es de lo que más producen las grandes
economías) y buscar invertir en energías renovables. Al final del día, aunque los
políticos tengan la batuta, son seguidores del pueblo. Si las personas empiezan a
inclinarse por un cambio ecológico positivo, los gobiernos los seguirán en poco
tiempo.
Para concluir, es un hecho que estamos en un punto clave de la historia. Vamos
encaminados a volver insostenible la vida en la tierra: animales mueren, el clima
se extrema, gases dañan nuestra atmósfera. Es ahora cuando debemos empezar
a realizar un cambio, como ya lo han comenzado a hacer otros, para garantizar
que nuestro planeta salga de esta situación. Podemos evitar ser el jardín de las
delicias, y hacer que las generaciones futuras nos agradezcan por hacer a la
Tierra, un buen lugar para vivir de nuevo.

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