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¿Te ha pasado que no compras nada muy grande ni gastas en exceso en salidas y de
todos modos hay un hueco en tu presupuesto? Aprende a controlar esos gustitos.
¿Que a ti no te pasa? Si transcurren meses en los que no compras nada muy grande ni gastas en exceso en
salidas y de todas maneras te falta dinero, entonces tienes gastos hormiga.
Cuando hablamos de esta categoría muchos piensan en los cafés, el cine, el taxi que tomaste por salir tarde o
las golosinas de la tienda, pero además de estos ejemplos de “gasto hormiga físico” también puede que
tengamos algunos “digitales” y hasta de “servicios”.
Comprar música en línea, juegos, apps, los servicios de streaming de películas o música, mandar tus tenis a
la lavandería cuando puedes lavarlos tú mismo o comprar el desayuno cuando puedes organizarlo de manera
saludable y con un presupuesto controlado y más bajo, son algunos ejemplos de los gastos hormiga.
El problema de estos gastos no es hacerlos, sino olvidar presupuestarlos o hacerlos sin control,
porque en lugar de hormiga se pueden volver hormiguero.
El punto es identificar esos gastos. Si no lo has hecho, te invitamos a que empieces por llevar un registro de
transacciones y por calcular tu presupuesto mensual; esto te dará una idea más clara de los gastos que
puedes reducir y los que puedes eliminar.
A continuación te enlistamos algunas ideas para disminuir tus gastos innecesarios y convertirlos en ahorros.
4.- Cambia tu plan de televisión por cable o satélite a uno con menos canales.
5.- Si las apps, los juegos, ebooks o canciones son gastos que te importa conservar, destínales una
partida en tu presupuesto. Usa tarjetas prepagadas, algunas incluso tienen promociones durante el año.
8.- Consigue ingresos extra. Si eres estudiante, busca un trabajo de medio tiempo mientras estudias y
destina todo lo que ganes a pagar tus estudios o bajar tus deudas. O si tienes alguna especialización, ofrece
tus servicios como freelance y administra tus tiempos para concluir proyectos que te dejen un ingreso
extraordinario.
9.- Si vas de shopping o al supermercado, revisa tu clóset y tu alacena antes de salir de compras para que
no compres artículos innecesarios.
10.- No pagues por servicios que puedes hacer tú mismo. Por ejemplo: limpiar la casa, cortar el césped, o
cambiarle el aceite y filtro a tu auto.
11.- Si vas a viajar, planea con al menos dos meses de anticipación, compara precios y reserva con tiempo.
Los planes de último minuto siempre son más caros.
Recuerda que el éxito de un presupuesto no es dejar de gastar, sino ubicar cuáles son los gastos
innecesarios y aprender a controlarlos.
Sigue pendiente día a día de todo lo que estás gastando y piensa dos veces antes de comprar algo. Es un
sacrificio, pero así desarrollarás buenos hábitos que harán toda la diferencia en tu futuro.