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Cultura Audiovisual 2n Batxillerat Curs 2021/2022

El fotoperiodismo a debate: límites y buen uso del tratamiento de una


imagen

 
¿Nos creemos todas las imágenes que vemos en la prensa a diario? ¿Son un fiel
reflejo de la realidad que intentan retratar? Todos sabemos que
el fotoperiodismo está viviendo un momento complicado, no tanto por la
crisis de los medios de comunicación tradicionales, sino porque
la credibilidad está más en entredicho que nunca.

Mucho daño han hecho bochornosos ejemplos en el pasado y, cada día, es fácil
encontrar pifias gracias a un mal uso del Photoshop. La edición y tratamiento de
las imágenes es necesaria, nadie escapa que esto forma parte de proceso
fotográfico. Pero ¿dónde está el límite? ¿hasta dónde se permite editar en la
imagen informativa?

La edición y post procesado en el fotoperiodismo

Conocemos un caso relevante de hace unos meses que levantó ríos de tinta y


comentarios al respecto: la última foto ganadora del prestigioso premio World
Press Photo. Es un buen ejemplo de que su tratamiento dio más que
hablar que el valor del galardón en sí o, lo que es más sangrante, que la dura
escena y tema que reflejaba el fotógrafo Paul Hansen.

No fue un caso de manipulación, sino de un post procesado quizás excesivo a


juicios de algunos y que sirvió para revivir este largo y frecuente debate sobre el
asunto.

Una imagen informativa no debería desvirtuar la realidad


Nos sirve para dar pie a comentar sobre este debatido y permanente asunto, que
a menudo contiene límites difusos, como una nebulosa. El sentido común nos
dicta que una imagen informativa no debería desvirtuar la
realidad que muestra, pero por influencias de otros géneros (fotografía
publicitaria, moda,…) parece que el límite en el procesado de las fotografías se
está ampliando. Veamos algunos casos.

Casos de post producción o edición

Grandes medios como Time, Newsweek y The Guardian han sucumbido a


las bondades de Photoshop en alguna de sus imágenes destacadas o de portada.
Famoso fue el caso del deportista O. J. Simpson que fue juzgado por la muerte
de su ex esposa y luego absuelto. En Newsweek apostaron por un retrato frontal
directo y sin alterar. En Time usaron la misma imagen, pero quisieron darle un
"tono" de dramatismo oscureciendo la foto. Tanto como para transmitir
sutilmente una sensación de encierro del protagonista. Newsweek denunció a
Time por esta manipulación.

Años después, ocurrió al


contrario, siendo Time
quien denunciara el
exceso de manipulación,
por parte de Newsweek,
de una fotografía en la que
una mujer que dio a luz
septillizos aparecía con
los dientes
"excesivamente"
editados.
El motivo por el que se realiza un post procesado más amplio varía en
función de distintas circunstancias

El motivo por el que se realiza un post procesado más amplio varía en función
de distintas circunstancias. Siempre
subyacen las normas o intereses. Y es que
el tratamiento de una misma imagen que
dan unos medios u otros se mueve en un
abanico de opciones para todos los
gustos.

Como el caso de una fotografía de


los atentados del 11-M (de Pablo
Torres Guerrero de la agencia Reuters)
en el que aparecía un miembro
amputado en plena vía, junto a uno de
los trenes siniestrados. Una imagen dura
que The Times o The Sun decidieron
borrar, The Guardian le quitó intensidad
borrando la sangre y el diario alemán Der
Spiegel lo ocultó situando el titular justo
encima.

Una imagen dura que pone de manifiesto diferentes posturas


editoriales (unos abogaron por mostrar sin alterar el testimonio visual y otros
apelaron a la responsabilidad social y el efecto negativo que tendría mostrar
detalles tan duros). En cualquier caso, siempre se valoró el buen trabajo del
fotógrafo que ganó el Premio Ortega y Gasset por ello.

En España no somos ajenos a estos casos que aparecen con frecuencia. Un


caso que dio mucho que hablar fue protagonizado por el diario El Mundo
que "fusionó" dos fotografías de un mítin político del PSOE, sin percatarse
que eran imágenes de agencia que también sirvieron a otros medios. Enseguida
se les vio el plumero.

La manipulación en el fotoperiodismo

Un paso más allá de la edición, que como hemos visto es lícita y aceptable
cuando se hace sin excesos y con sentido común, está la manipulación, donde
sí se adultera la imagen. Es decir, se quitan o añaden elementos para
distorsionar la realidad captada con algún propósito. Un asunto, por cierto, que
no es precisamente reciente y que ha estado presente en toda la historia de la
fotografía.
En la actualidad es muy complicado verificar si una imagen ha sido o no
manipulada

Aunque sí es cierto que en la era digital, por la facilidad de permiten las


tecnologías de edición de imágenes, se hace más complicado verificar si una
imagen ha sido o no manipulada, lo cual genera sospechas y dudas. Es lo que
tiene la era del Photoshop (y si no que se lo digan a PSDisasters).

Hace muy poco hemos conocido un caso muy reciente y que afectó al
fotoperiodista mexicano Narciso Contreras (por cierto ganador del Pulitzer
2013): la agencia Associated Press rompió su contrato con él por alterar una
fotografía. Eliminó un elemento (una cámara de vídeo) que casi puede pasar
desapercibida para la mayoría, pero la agencia se basó en su estrictas
normas al respecto y actuó en consecuencia.

Esta fue la única imagen que el fotógrafo alteró tras dos años de colaboración
con la agencia. ¿Fueron demasiado estrictos en este caso?, ¿de verdad esta
manipulación altera el mensaje y la información que transmite la imagen?
Associated Press alegó que su reputación es muy importante y esta
imagen violaba su código ético. Y no ha sido la primera vez que lo ha hecho.

La manipulación más divertida de organismos oficiales

Los organismos oficiales y grupos políticos también han utilizado (y utilizan) la


manipulación a su favor, lo cual pone de manifiesto lo tentador (y fácil) que
resulta modificar una fotografía para cambiar el mensaje.
Foto: KCNA Vía KNS/AFP/Getty Images
Ejemplos podemos encontrar varios, como el "caso de chiste" del gobierno de
Corea del Norte, como el de las maniobras de desembarco de su ejército que
se decidió "aumentar" a base de darle al tampón de clonar (y que se puede ver
en detalle en The Atlantic), uno más en su habitual costumbre de realizar
manipulaciones que rozan lo esperpéntico.

Y en nuestro país, podemos recordar casos como la famosa fotografía de Franco


con Hitler en Hendaya, donde aparecía originalmente con los ojos cerrados y la
boca abierta y que fue "retocada".

Y más cercano en el tiempo, en 2005, tenemos el (chapucero) fotomontaje de


la Casa Real española donde se incluyeron a todos los nietos de los reyes para
una

felicitación navideña, con un corta y pega impropio de un organismo así.

Casos como este podemos


encontrar en abundancia en el
interesante libro 'Fotografía
sin verdad. El poder de la
mentira' (Ed. Universitas), de
Diego Caballo Ardila y Daniel
Caballo Méndez, donde
exponen con profusión de detalles algunos de los más conocidos. En este libro
precisamente se pone de manifiesto que es más frecuente encontrar casos
de medios manipuladores que de fotoperiodistas fraudulentos,
aunque nadie se salva (como el caso reciente de la foto de Gallardón). Y eso es lo
preocupante.

En todo caso apelan al autocontrol como método ideal para evitar


disfunciones en la ética (según uno de sus autores, Daniel Caballo, editor gráfico
de la agencia EFE y profesor de fotoperiodismo).

En este vídeo podemos ver otro caso de una noticia de Telemadrid que fue
denunciada por usar imágenes de protestas en Grecia para acusar al 15M de
violento.

Entre la ética y el autocontrol

Por suerte parece existir esperanza, ya que esta situación ha provocado que
afloren nuevos medios más independientes y que tratan de ofrecer la
información de una forma diferente, más ajustada a los tiempos que corren.
Algunos ejemplos los encontramos en Periodismo Humano, Calamar2 y en The
Objective, donde sobran las palabras y se deja que las imágenes de actualidad
sean las absolutas protagonistas.Foto de Samuel Aranda ganadora del World
Press Photo 2011

Existe un creciente
esfuerzo por regular la manipulación de imágenes en los medios

Asimismo, existe un creciente esfuerzo por regular la edición y


manipulación de las imágenes en los medios de comunicación,
aunque no por ello se debe eximir la existencia de una ética profesional
honesta y un sentido de la autorresponsabilidad por parte de los fotoperiodistas.

Tal es el caso de la mencionada Associated Press, una agencia estadounidense


que se toma muy en serio este asunto y es tremendamente estricta (como
hemos indicado en el caso de Narciso Contreras) y que está sirviendo como
abanderado en este asunto a otras agencias y medios. Algunos prestigiosos
fotoperiodistas, como el español Emilio Morenatti, están tratando de elaborar
unas normas consesuadas para aplicarlas en España.

En cualquier caso no es un asunto fácil de tratar ni un debate que vaya a


finalizar. Simplemente por el hecho de que, por tradición, en el
fotoperiodismo no se tolera la alteración o manipulación. Mientras
que en otros géneros fotográficos sí o incluso, sin salirnos del ámbito
informativo, se acepta con más agrado que una en una noticia escrita se utilicen
adjetivos o metáforas para explicar unos hechos, de un modo más ilustrativo.
Hay más tolerancia a admitir que la noticia escrita tiene más margen para
representar la realidad de una u otra forma y no así en la imagen informativa.

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