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Mamá habla y el cerebro de su hijo se

despierta
La voz de la progenitora no solo calma a su pequeño, también
activa importantes regiones cerebrales, según concluye un
estudio
La voz de la madre no solo calma a su pequeño sino que va más allá,
activa muchas e importantes regiones cerebrales, según concluye un
nuevo estudio publicado esta semana por la Universidad de Harvard
en el Proceedings of the National Academy of Sciences. Según los
autores, "estas regiones incluyen las emocionales; las sociales; las de
reconocimiento de rostro, y las que discriminan lo que es relevante. Y
esta reacción solo se produce con la progenitora y no con otras
mujeres”.
“Parte de nuestro aprendizaje social, del lenguaje y de procesos
emocionales es adquirido por el simple hecho de escuchar a nuestra
madre”, continúa el autor principal del estudio, Daniel Abrams, en un
comunicado. “Pero todavía conocíamos poco de lo que rodea a este
fenómeno. Desconocíamos que la voz de la madre tuviera un acceso
tan rápido a estas áreas cerebrales”, añade. Aunque estudios anteriores
habían concluido que los pequeños preferían la voz de su mamá, no
habían aclarado el porqué. “Nadie se había parado a observar los
circuitos cerebrales que llevaban a este hecho”, aseguran.

La investigación consistió en estudiar los escáneres cerebrales de


varios niños mientras escuchaban la voz de su madre y la de una
extraña. La muestra total fue de 24 pequeños entre siete y 12 años que
habían convivido toda su vida con su progenitora. Además, todos
tenían un coeficiente intelectual (CI) de al menos 80 y ninguno
padecía un trastorno del desarrollo o similar, según explican en el
texto.
Tras un pequeño cuestionario elaborado a sendos padres sobre las
habilidades comunicativas de sus hijos, la madre grababa en una cinta
tres palabras sin sentido. “Debido a las edades de los pequeños nos
pareció más sensato usar palabras inventadas, para que no las
conocieran”, agregan los autores. Además, dos mujeres externas al
estudio también grabaron tres palabras sin sentido. Los pequeños
escucharon las dos grabaciones.

Los resultados indicaron que los niños reconocían la voz de su madre


en un 97% de los casos, aunque solo la escucharan durante un
segundo. “Y el cerebro de los pequeños reaccionaba más y mejor al
sonido de la madre que al de la extraña”, admiten los autores.

“Ya sabíamos que la voz de la madre era muy importante para el


confort emocional de su hijo. Aquí, lo que hemos descubierto es que
hay un circuito biológico que lo subyace”, argumenta Abrams. Los
niños que tienen una fuerte vinculación entre estas regiones y la voz
de su madre tienen mejores y más sólidas habilidades comunicativas y
sociales, según indican.

“Los resultados son muy importantes para estudiar a los niños con
discapacidades, como los pequeños con autismo. La voz es la
herramienta de comunicación más útil. Es excitante ver que el eco de
la voz de una madre despierta tantos sistemas en el cerebro de su
pequeño”, concluyen.

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