Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
mirella rivera
1
2
3
4
hojas sueltas
poemas
mirella rivera
5
6
hojas sueltas
(o días y días de torpes intentos)
poemas
mirella rivera
7
hojas sueltas
(o días y días de torpes intentos)
© ana mirella rivera noceda (lima 1969)
© fantasma editores
portada “santa bárbara”
de jan van eyck (holanda, 1386-1440)
8
a la vida
9
10
solo quiero ser feliz
de una manera pequeña
martín adán
alejandra pizarnik
malcolm lowry
11
12
hojas sueltas
a menudo
le pido que me bese sólo para entrar en calor
es invierno
todas las noches me encojo como un pollo
en un rincón del cuarto
frente a la estufa
a menudo
me besa porque siente mi débil y último
temblor de feto
arrojado al descuido en el arroyo
13
sus labios son carnosos
no lo veo siempre
jamás sube al cuartito
solemos caminar
hacemos tiempo
***
a menudo
deslizo mis manos bajo sus ropas
por su cintura
hacia su espalda:
él se estremece
no de placer, no,
de frío.
me estremezco
solemos caminar
hasta cansarnos
14
***
siempre acabo
acariciándome las piernas
vistiéndome
arrullándome
acostada
abrazando mis rodillas
buscando una hebrita de calor
su espalda
el sueño
***
tiramos en un rito
piedrecitas al mar
como un deseo
15
el rito sólo se renueva en el olvido
jamás volvimos
***
hablamos poco
la ciudad es grande y nos devora
se alimenta de nosotros
y en el fondo
nosotros somos ella:
es una panza inmensa
–o un aborto–
yo lo sigo
***
un día
puso una flor amarilla en mis cabellos
luego
bajó la cara
y lloró mucho
no dije nada
***
caminando
encontró un pequeño alambre en la basura
lo recogió
16
lo limpió frotándolo contra sus pantalones
lo puso en su bolsillo
le he ganado:
hallé una tuerca
***
duermo
leo
y estoy horas encogida frente a la estufa
le veo
eso es todo
***
hace unos
nos botaron de la puerta de la iglesia
a nosotros
y a un mendigo
era la medianoche
y en la plaza
se oían muchos cánticos
17
***
lo he encontrado en la plaza
en la banca azul
¿por qué habrán pintado cada banca de un
color distinto?
le he sorprendido
no me vio llegar
no le hago preguntas
él tampoco
***
me enseño un poema
no lo entiendo
y sin embargo
es tan hermoso
18
tenía dibujados una muchacha con el cabello
largo
una lágrima rodándole por la mejilla
y un lunar a un costado de la cara
muchas flores
un ave azul
***
él es el ave
lo he notado
jamás le he pedido
que regrese
***
hoy ha llovido
no la entiendo
cuando ya no pudimos respirar
nos tiramos empapados en un jardín
sonreía
con sus labios parecía querer besar cada una
de las gotas
19
era feliz
lo éramos
***
ahora duerme
parece mentira que la estufa esté apagada
he puesto algo de música
ahora vuela
él no despierta.
20
el mimo, 1993
foto de marco miguel ravines (1969)
21
22
dedicatoria
luis hernández
Así Sea
23
24
como si me oyeras
a alejandra pizarnik
invocamos al amor
y vino la muerte
25
26
2
a javier heraud
¡anda javier!
gustarte el frío
y si es por dentro
y ya nada abriga
a ver intenta abrazarme las entrañas
a ver ponle bufanda a ésta mi pena
a ver que un café caliente
entibie al menos
mi tristeza
27
28
3
a camu
brevísimo canto
para la niña feliz
que hace que mi corazón
ande flotando por toda la casa
29
30
el beso de la paz, 1869
j. margaret cameron (garden reach, Calcuta 1815-1879)
31
32
epílogo:
arte poética
la Poesía es Una
sola
sola
Sola
Y Es Hermosa
33
34
me gustan los gatos
me gusta la lluvia
me gustan los gatos cuando llueve y estoy sola
me gusta estar sola
me gusta estar sola cuando llueve
me gusta la lluvia cuando estoy sola con mi gato
me gusta cuando llueve y mi gato siente frío y miedo
y corre
y salta
desde el otro sofá
–el suyo, el pequeño–
y se acurruca en mis piernas
sobre mis piernas
entre mis piernas
y ronronea
y ronroneo
y me acurruco en el sofá
bajo mi gato
sobre mi frío
entre su miedo
bajo el techo que ahora nos protege del frío
de la lluvia
sobre este sofá que nos une y nos salva de la soledad
–de la grande, de la que sí asusta–
entre los sueños que nos amodorran
mientras se apagan las luces y los ronroneos
se pierden con la noche
con el frío
con el miedo
35
36
canto lento para mí solo
vagos cantos que compongo mientras espero
fernando pessoa
paul eluard
césar moro
37
38
ella me adora con flores
con pájaros de papel plegado en mis paredes
y de mi mano
–también pintada en salmón y rosa–
entra feliz
apurada
39
40
él juega a contar mentiras que él mismo inventa
juega a creérselas
me ve de lejos
de alto
me busca ojos-cielo
me encuentra y me pierde
y llora llorando
y llora
y despierta
41
42
lagunar y pétalos ii, lima 1993
foto de sarah quintanilla (la oroya 1972)
43
44
agazápame
1
oculta camita de musgo
alza para mí tu tibio manto
y cúbreme del miedo
2
que de mis ojos de mis palabras
que de entre mis brazos y mis piernas
broten delgadas y nuevas ramas
3
sombras
verdades cierran mis ojos
45
46
para ti gato nube
pez dorado sueño
cosmos
verde-dorado nadan
dorado-rojo se emocionan y dan vueltas vueltas
en el fondo-fondo
dorado-dorado se pierden entre corales
y nuevos sueños
las nubes suben henchidas a ocupar su puesto
emocionadas panzonas
se posan sobre ti y giran
y son pequeñamente felices
mientras explotan empapando tu jean
y tus cabellos largos
47
y cada noche cuando vuelves cansado
y sienten el arrastrarse de tus pasos sobre las gradas
se esconden tras el muro de tu ventana sin cortinas
ni nombre
y esperan murmurando recuerdos y secretos
–que tú piensas gatos o carros–
y cuando entras
–tintineo de llaves y espera–
entran también trémulas
y cuando te acuestas y buscas dormir
vuelven a hacer su guarida en tu tristeza
48
torpes intentos
vicente aleixandre
no corremos, no
no hay apuro
el pequeño cuarto nos espera
y no hemos de cerrar ningún paraguas
tenías razón
era la coca-cola más sabrosa del mundo
49
4
al fin
poder registrarse en un hotel
y no temer preguntas ni miradas
50
Los cuerpos abrazados, van cambiando de posición
mientras dormimos, mirando hacia aquí, mirando
hacia allá, tu cabeza sobre mi pecho, el muslo mío sobre
tu vientre, y al girar los cuerpos va girando la cama
y giran el cuarto y el mundo. «no, no, -me explicás
creyéndote despierta-, ya no estamos ahí, nos mudamos
a otro país mientras dormíamos»
eduardo galeano
pablo neruda
51
52
escribo cosas para no pensar que no escribo
y recorto pliegos rosados
que pego con saliva
sobre cuartillas celestes
para no pensar
cuando te vas
apago y enciendo la luz del velador
–con cautela–
algunas veces la dejo totalmente apagada
para encender recuerdos de colores tenues
que van tras de ti
corriendo en tu última sonrisa
que se escapa entre los faros-vuelta a la izquierda
de la avenida al sur y tus cabellos revueltos
53
54
lejanía de las garzas, lima 1992
foto de sarah quintanilla (la oroya 1972)
55
56
nadie, ni la lluvia, tiene esas manos pequeñitas
e.e. cummings
57
y de golpe
¿sabes?
veo formas
como si entendiera
58
pero un pájaro extraviado es impredecible
dentro del sueño
i.t.
acuclillada
con las rodillas abrazadas
a un costado de tus sueños
sin encender la luz: leer
repasar
en la mente hermosísimos poemas
que son nuestros
tarareando para adentro viejas canciones
y limpiar despacito con una ropa sucia
el hilo leve de saliva
que no puede evitar que te confundas
con nuestras mantas revueltas
y las rosas
59
60
fotografía
61
62
y me encierra dentro de ti a mí solo
césar moro
me voy perdiendo de ti
entre las esquinas de nuestro cuarto
revuelto por el viento de la tarde
y tú no puedes verme
y si me vieras
sólo podrías mirarme los ojos
63
todas te hablan de largarme
de morirse
todas acaban en garabatos indescifrables
que me unen a ella más que a ti
64
de alicia y tus canciones
65
al fondo de todo esto un trenecito de juguete,
como el de las películas, lleno de colores
chillones, de vagones, de señales de siga y alto
y niños-cuidado. yo corro a su lado, pasa lento
y no deja de pasar, corro a su lado y no logro
subirme, sólo corro por correr sin esperar nada;
debo haber querido subir en algún momento,
subir al vuelo, como quien huye o juega, pero
seguro lo olvidé o no hay de quién huir en este
sueño. siempre el tren corre como yo, no necesito
alcanzarlo, pero me aburro, nunca he dejado
de pensar, es como el tren, nunca ha dejado de
correr, aunque no llegue a media cuadra, pienso
66
como si me jalaran el cabello por todos lados
con el único fin de despertarme asustada.
caminar hacia donde baja el sol, quiero, aquí es
una verdadera pelota naranja flotando baja en
un cielo de nubes celeste-grises, rosadas-rojizas,
con matices blancos y azulinos salpicados por
todos lados como en un cuadro pintado en un
lugar algo oscuro por un niño, un cuadro en
el que suceden muchas cosas y parece que no
pasara nada, pienso esta idea es mía, pero no la
he escrito yo, pliego y suelto al mar esta idea
y vuelvo a pensar, en los sueños esas cosas no
importan
67
68
vení a dormir conmigo
no haremos el amor, él nos hará
julio cortázar
me parece incomprensible
que hayan construido una ciudad
tan grande
cuando tú sólo necesitas un cuartito
franz kafka
69
70
canto del tonto final feliz
71
72
sonríe y yo soy una minúscula marioneta rosa con
un paraguas celeste yo entro por su sonrisa yo hago
mi casita en su lengua yo habito en la palma de su
mano cierra sus dedos un polvo dorado un poco de
sangre adiós oh adiós
alejandra pizarnik
j.e. eielson
73
74
bastardo príncipe o el leve canto
a sally
75
3
freya se acerca
intenta unas frases un enseñar las uñas
decir el color del cielo de jasir de sus ojos
76
5
jasir la mira
y rueda herida de muerte entre las rocas
77
78
venus regaña a cupido y le quita las alas, 1873
j. margaret cameron (garden reach, calcuta 1815-1879)
79
80
nadie te amará en la forma en la que yo
trato de hacerlo
y llévate todo tu dolor
janis joplin
pensaba a veces
que si ponía tapones de algodón a mis oídos
si escuchaba
si respiraba
si acariciaba todo con los ojos cerrados
no olvidaría las cosas
no olvidaría los recuerdos
tus fotografías: señas sueños
tus ojos mirando hacia el mar
hacia algún lugar que no existiese
o hacia mí
81
quería aprisionarlo todo
–¡dedos de mantequilla! –dijo mamá–
cuando dejé caer el elefante azul
de cristal transparente
y luego
no supo qué decir
porque yo callada
me recogí como en un sueño
y empecé a recoger los vidrios
y a mirarlo todo al través
y no le dije que la vi a ella
grande
deforme
con ojos de araña loca
con orejas como el elefante
con lágrimas de hielo
y una manota en alto–
82
y quería traspasarlo
romperlo todo
y no podía
y buscaba algo que me ayudara
y todo estaba vacío
y giraba sobre ningún sitio
y yo estaba desnuda
y te alejabas mirando al suelo
y yo me quedaba sola
odiándote
sola sola sola
si no hubiera hablado
si no le hubiera contado a nadie nada de nada
si no me hubiera arrancado así los algodones
quizás no te me hubieras ido
como frío adorno de cristal
entre las manos
pero no
me gustaba danzar desnuda entre las dalias
y hablar tu voz
y algún día
escribí un poema
y en él
una niña se moría de amor
porque alguien no volvía
83
no debí haberme quedado
tantos días y noches en los árboles
no debieron anidar en mi cabeza y en mi corazón
tantos pájaros
debí matar al ave azul
renegar del viento
del tiempo
84
me pedías que apague la luna
que cuente hasta nueve
y esto horrible acabaría
que no llene el cuartito de esas cosas
que no asfixie al gato
que no me vaya no tarde
que no me duerma aún
que no siempre
que no nunca, siempre
85
86
seguramente tú estás triste
y por eso estoy triste yo también
attila jozsef
todas las pestes y las plagas para los que duermen en paz
alejandra pizarnik
***
89
***
90
cuerpo que me resulta familiar flota por donde estamos
nosotros, con el vientre hinchado, amoratado, se voltea
levemente, como meciéndose y ante lo esperado,
empiezo a temblar, a sudar aún más, mientras se revela
ante mí, mi rostro. y de golpe me despierto gritando y la
lámpara está apagada, y ya es de noche y grito y no paro
de temblar, y estoy sola, otra vez sola
***
***
***
91
***
***
***
92
el aleteo de las jarcias, lima 1992
foto de sarah quintanilla (la oroya, 1972)
93
94
epílogo
95
96
fe de erratas (t.i.)
97
98
Se terminó de imprimir
en los talleres gráficos
de azangarito
ejemplar n°…….
ejemplar n° libérrimo
99
100
101