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CUEX , FILO-UBA

“Herramientas antropológicas en el
quehacer cotidiano”,
aplicado en el Cementerio Municipal
de Concepción del Uruguay

Trabajo práctico
integrador del Módulo
4

Autor: ANA M. ALMEIDA.


Trabajo práctico integrador del Módulo 4

Teniendo como referencia las clases sincrónicas y asincrónicas, específicamente los simbolismos
y las prácticas mortuorias, reseñe qué prácticas, símbolos y rituales mortuorios se pueden observar
en el cementerio elegido por usted en el Trabajo Práctico integrador del Módulo 1.
Se espera que puedan utilizar términos específicos vistos en clase como también los presentes en
la bibliografía ofrecida u otra bibliografía que elijan, citándola.

Desarrollo TP Integrador Modulo 4

“El cementerio contiene un lenguaje simbólico que espera ser descifrado, pues ese es su fin, si no
logramos tener una comprensión de ese mensaje nuestra mirada se quedará solamente en la
superficie. La vida ausente, el cuerpo inerte se traslada para su descanso, su inhumación –in
humus- ya sea esta acción realizada en panteón, nichos o tumbas- Solo el tiempo mitiga el dolor,
pero el recuerdo de esta persona se resguarda a través de monumentos conmemorativos, placas y
ofrendas fúnebres; tres son los destinatarios diferentes del arte funerario: la persona inhumada, los
familiares o deudos y por encontrarse en un lugar público, cualquier persona que observa cada
objeto colocado como ofrenda funeraria. Con la idea que la sociedad o la comunidad local tiene del
cementerio como lugar de memoria social, y por su carácter de lugar sacro, tiene una permanencia
mayor que el espacio urbano de residencia de los vivos”. Transcribo textualmente este párrafo que
escribí en el TP –Clase asincrónica 14/3.

El ámbito en el que desarrollo mi actividad es el Cementerio Municipal de Concepción del Uruguay,


como hemos visto en las clases los cementerios son espacios de expresión de la sociedad, de
dialogo a través de manifestaciones simbólicas y por tanto estas expresiones tienen la identidad de
la sociedad. Las expresiones tangibles de estas costumbres funerarias se plasman en las formas
diferentes de enterramientos y tipos variados de los mismos ya sean en panteones, nichos, nicheras
colectivas o fosas; así como en las tareas dinámicas de inhumación y exhumación que según las
características sociales y religiosas difieren.
La sociedad de esta ciudad, devenida de la colonización española y la afluencia de grandes oleadas
de migraciones europeas tiene características simbólicas basadas mayoritariamente en lo religioso:
católico cristiano. Su manifestación más elocuente está en los panteones, y tapas de nichos y en
las sobretumbas, donde también los encontramos. Mayoritario la presencia de cruces –en variados
modelos- y ángeles, estos son los mediadores o psicopompos entre el cielo y la tierra-. Un
psicopompo es un ser que en las mitologías o religiones tiene el papel de conducir las almas de los
difuntos hacia la ultratumba, cielo o infierno. La voz proviene del griego ψυχοπομπóς que se
compone de psyche, 'alma', y pompós, el que guía o conduce.

Todas las construcciones y la conformación cartográfica funeraria del predio –que responde a leyes
propias que le dan identidad- son el soporte concreto de la dinámica socio-cultural, de las practicas
funerarias manifestadas a través de diálogos simbólicos, literarios, gestuales y orales que se
realizan allí (que identificamos como lo intangible) que cambian a través del tiempo.

La práctica del ritual mortuorio. el servicio funerario, comienza al llegar al féretro que se traslada en
un vehículo preparado para ello y en caravana a marcha lenta desde el lugar que se realizó el
velatorio. Al llegar la primera manifestación simbólica es tocar las campanas que anuncia la llegada
del cortejo. El tañido de las campanas llama a la oración ya que se cree que es la vinculación entre
los cielos y la tierra, también recuerda el deber de obedecer los mandamientos divinos. Para el islam
y el cristianismo son el eco de la omnipotencia divina –la voz de Dios Único, que cuando la oye el
alma se siente transportada hacia más allá de los límites terrenales; por lo que, durante la Edad
Media, cuando alguien fallecía, se acostumbraba a tocar las campanas de las iglesias con ese fin,
este acto se mantiene con rigor anunciando que un alma está pasando al otro mundo y que solicita
nuestra plegaria. Al escuchar este sonido los visitantes ajenos al cortejo igualmente se recogen en
una actitud de respeto.

El féretro acompañado por el cortejo de familiares y amigos se traslada hasta el lugar de descanso,
se depositan ofrendas florales y se realizan alguna práctica religiosa (por lo general una oración o
cantico).

El cementerio como lugar de tanatosemiótica.

El cementerio es el lugar de actividades de los vivos en homenaje a sus muertos con el objetivo de
perpetuar su memoria y así mantenerlos vivos con ese recuerdo, realizadas por los familiares y los
amigos muchas veces cumpliendo deseos y/o mandatos. Al respecto de esta tanatosemiótica que
se verifica en el cementerio municipal -los diálogos simbólicos- encontramos varias
manifestaciones, que tal como explique en TP anterior las clasifico de índole “culta”, oculta y
popular, siendo las primeras las mayoritarias en los panteones y tapas de nichos, las ocultas
principalmente las de índole masón ya que aun teniendo una fuerte presencia de masones en la
ciudad estos son ocultos.

En los panteones hay gran riqueza escultórica en placas, puertas, efigies y la composición
arquitectónica misma de cada panteón según sea el estilo y época construida. Elementos que están
hechos exprofeso para ese lugar y momento, los que no pueden ser sustituidos en caso que falten
ni ser trasladados a otros sitios porque perderían su carga semántica. Por esto es que hablamos
que los cementerios son reservorios del arte, historia y arquitectura de una ciudad; nuestro
cementerio Municipal no es ajeno a esto.
El sector de tumbas en tierra es el ámbito de mayor representación de lo simbólico popular, se
observa con gran frecuencia el uso de los colores de los clubes de fútbol, en los arreglos florales
suelen ser las más coloridas, explicitas en los gustos de la persona en vida y/o creencia popular, tal
como ilustramos en las fotos.
En cuanto a las practicas funerarias más comunes son las visitas de familiares con ofrendas
florales, oraciones frente al lugar de inhumación, la limpieza del lugar casi como un rito cuidadoso;
más evidentes y numerosas de público en fechas claves como Día del Padre o de la Madre, en
Día de los Muertos, fechas claves las de fin de año.

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