Juan Manuel José Domingo Ortiz de Rozas y López de

Osornio

Juan Manuel José Domingo Ortiz de Rozas y López de Osornio, nació el 30 de marzo de 1793,
en Buenos Aires, capital del Virreinato del Río de la Plata. Su nacimiento se produjo en el solar
de propiedad de su madre, Agustina López de Osornio, que había habitado su abuelo materno,
situado en la calle que en ese entonces se denominaba Santa Lucía, actual calle Sarmiento entre
las calles Florida y San Martín, en la ciudad de Buenos Aires.
En 1813, se casó con Encarnación Ezcurra, con quien tuvo tres hijos: Juan Bautista, María,
nacida y fallecida al día siguiente, y Manuela, quien luego sería su compañera inseparable.
En 1820 fueron sus comienzos en la participación política, apoyó la candidatura de Martín
Rodriguez a la gobernación de Buenos Aires.
En 1828 hubo triunfo del federalismo encabezado por Juan Manuel de Rosas.
Tras el derrocamiento y la ejecución de Dorrego, Rosas encabezó un levantamiento popular que
triunfó en Buenos Aires y en el resto del litoral, mientras que las provincias del interior
permanecían en el campo unitario.
La legislatura de Buenos Aires proclamó a Juan Manuel de Rosas como Gobernador de
Buenos Aires el 8 de diciembre de 1829, honrándolo además con el título de Restaurador
de las Leyes e Instituciones de la Provincia de Buenos Aires, y en el mismo acto le otorgó
«todas las facultades ordinarias y extraordinarias que creyera necesarias, hasta la reunión
de una nueva legislatura»
En 1832 Juan Manuel de Rosas renuncia al gobierno por no concedérsele poderes absolutos.
Dejó el cargo a un hombre de su confianza, Balcarce, aunque siguió dominando la situación
como comandante en jefe del ejército.
En 1835 vuelve a asumir el gobierno de Buenos Aires, ahora con plenos poderes.
En 1837 hace frente al bloqueo de la armada francesa y al enfrentamiento de la confederación
Perú-Bolivia.
Con el apoyo francés, el unitarista Lavalle organizó un ejército de descontentos que avanzó
hacia Buenos Aires. Sin embargo, Rosas, tras lograr un tratado con Francia, pudo reconquistar
el interior, donde nombró gobernadores adictos.
En 1842 Rosas obtiene todo el poder sobre el territorio Nacional.
Se autoproclamó y disolvió la Cámara de Representantes.
Apoyándose en las masas federales, organizó el Partido Restaurador Apostólico y mantuvo al
país en una perenne cruzada contra los unitarios, exterminando a sus enemigos.
Su gobierno dictatorial logró la estabilidad política interna, mantuvo la integridad nacional y
favoreció el crecimiento económico. Intervino en los conflictos internos de Uruguay, apoyando
al conservador Manuel Oribe contra el liberal José Fructuoso Rivera.
En 1850 fue la Rebelión de Justo José Urquiza contra Juan Manuel de Rosas. Justo José de
Urquiza, gobernador de Entre Ríos, se rebeló con el apoyo de los unitarios y de los Gobiernos
de Brasil y de Montevideo, invadió Santa Fe, marchó sobre Buenos Aires
1852, Juan Manuel de Rosas pierde la batalla de Caseros.
Urquiza se trasladó a Santa Fe, derrocó allí a Echagüe y atacó a Rosas. Tras la defección de
Pacheco, Rosas asumió el comando de su ejército,al frente del cual fue derrotado en la batalla
de Caseros, el 3 de febrero de 1852. Tras la derrota, Rosas abandonó el campo de batalla
―acompañado únicamente por un ayudante― y firmó su renuncia en el "Hueco de los sauces".
En 1857, Juan Manuel de Rosas es juzgado y condenado a muerte en rebeldía por el Senado y
la Cámara de Representantes. Perdida toda su influencia, pasó los últimos veinte años de su
vida en el exilio.
1877, falleció en el exilio el 14 de marzo de 1877 a los 83 años de edad, acompañado por su
hija Manuelita, en su finca de Southampton, Inglaterra.