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Transcripción completa de la carta que Dalí envió a Breton en 1935

Yo creo cada vez más que los surrealistas al final nos estamos convirtiendo en curas. Es una
idea que me ronda desde hace ya mucho tiempo, hasta tal punto que tengo entre mis
proyectos urgentes el de inventar una religión, puesto que no hay curas sin religión. Por
desgracia, no tengo tiempo y aunque cuanto antes comenzara mucho mejor, eso no es
extremadamente grave, pues se trata de una cuestión tal que no viene de doscientos años.

He aquí algunas palabras resumidas, extraídas de mis papeles:

Religión esencialmente anticristiana y materialista basada en el progreso de las ciencias


particulares.

Esta religión, con el mismo rango que las otras existentes y como toda verdadera conquista
de la civilización, surgirá por la necesidad de defenderla de la abrumadora supremacía de
la naturaleza, a lo que sumaría un segundo motivo, el imperioso deseo de corregir las
imperfecciones de la cultura, imperfecciones “dolorosamente sentidas” (Freud).

Desde el punto de vista de una mítica, según el psicoanálisis, el origen religioso reside en
las relaciones padre-hijo. Dios es un padre exaltado, la nostalgia del padre es la raíz de la
necesidad religiosa, el mito afectivo de la nueva religión debe renovar el crimen primitivo
del padre, pero sin la ingesta, es decir, superando el sentimiento de culpabilidad, algo de
hecho posible por el nuevo clima moral surrealista. Se trata de la religión de los hijos para
la esclavitud de Guillermo Tell, para la esclavitud de dios, rabia anti-panteísta,
ceremoniales de descrédito de la naturaleza.

Reactualización truculenta de toda clase de ceremoniales, basada en el estudio


ultraparticular y personal de ceremoniales neuróticos y todos los inaprensibles recursos de
transformación, de los que los surrealistas somos especialistas.

Necesidad de anticipar soluciones afectivas, sobrepasando los marcos de lo racional a


propósito de “la muerte”, y de las posibilidades de adivinización moral del futuro (basados
en la organización del azar objetivo por el método paranoico-crítico, etc.).

Estas soluciones, consecuencia del “estado” de transformación de las ciencias particulares,


están sujetas, como no importa qué fin de la materia, a las condiciones de esta, y en el mismo
plano físico que la expansión del universo (por ejemplo), tal como Eddington la concibe.

Desde el punto de vista de la Revolución moral, aniquilación de la inflación escandalosa del


“altruismo” cristiano. No queremos la felicidad de “todos” los hombres, sino la felicidad
de algunos en detrimento de algunos otros, pues su opresión, su sufrimiento, es condición
epsicológica y biológica y física primordial para la felicidad del resto.

El establecimiento de nuevas jerarquías, más brutales y rigurosas que nunca, tiene que ser
establecido por el progreso de las ciencias particulares y también por personas
aparentemente arbitrarias y por la imaginación objetiva resultante de nuevos credos
religiosos.

Verificación de las más vastas y máximas plenitudes “vitales” del hombre en todos los
sentidos, en detrimento de algunos otros sobre los que recaerán la crueldad y los cataclismos
de la plenitud, la agresión, la aniquilación, sadismos “experimentales” e incluso la
hiperestesia del capricho efímero. Sacrificios humanos, o sea, apoteosis de “la injusticia”
en el sentido cristiano de la palabra.

Para todos los imbuidos del espíritu real del hombre y condición preestablecida, la supresión
de todos los sistemas coercitivos supondrá la plenitud vital de nuevas civilizaciones del
mismo color, las cuales por estos momentáneos caracteres incivilizados y primarios, ejercen
el rol primitivo, originario, totémico y paternal.

La nueva religión apoyará moralmente todo movimiento subversivo en el dominio político,


al constituir la amalgama anárquica de todas las ideologías prácticamente revolucionarias,
incluso si sus aspiraciones llevan etiquetas reaccionarias.

La amalgama, la confusión anárquica y el más completo de todos los antagonismos


subversivos se incorporarán a los nuevos trofeos como un nuevo signo positivo de la
destrucción de coerciones. Las elites de las nuevas jerarquías expansivas vitalmente en todas
las direcciones destruirán de esta manera la geometría plana de todas las políticas
eucladianas conocidas sobre el miserable espacio comprendido entre la derecha y la
izquierda, entre las derechas y las izquierdas, entre el bien y el mal del cristianismo.

Esta religión amenaza por consiguiente a todos los partidos políticos y permite que los
antagonismos políticos más opuestos se agrupen fanáticamente en su seno.

El trabajo sin imaginación es por definición el trabajo forzoso, la esclavitud, y se reactualiza


como una aspiración legítima de las jerarquías expansivas, las cuales tendrán necesidad de
ejercer una coerción en las “estructuras blandas” representadas magníficamente en las de
los nuevos esclavos. .

Esto no prejuzga las consecuencias morales prácticas. Por ejemplo, el material de los
sacrificios humanos será escogido a menudo entre las jerarquías expansivas e imaginativas,
pues la lujuria de la angustia y ,por tanto, de placer, que les ha de procurar la posibilidad
de la pena de muerte, es esencial a toda “plenitud vital que se ejerce en todas las
direcciones”.

Keyserling dice justamente que la guerra europea fue ganada por las razas de color, hay
que optar por participar y ahondar los antagonismos en función del dominio de una o de la
otra. El dominio o la sumisión a la esclavitud de todas las razas de color, (algo tal vez
posible, si todos los blancos se unieran fanáticamente), podría provocar inmensas
posibilidades de ilusiones inmediatas a los hombres blancos. Desde el punto de vista mítico,
esto podría identificarse con un nuevo crimen de los hijos contra esta cosa obscura.
La nueva religión será física en lo moral, epsicológica en lo ceremonial, biológica en los
mitos y en lo social, y fanática en lo racional-materialista, dialéctica en lo irracional,
delirante y hitleriana en la afectividad, científica en los dogmas.

ACTIVIDAD

[Aquí Dalí dibuja el logo del ying y el yang]

PARANOICA-CRÍTICA

[Referencia al autorretrato de la página final de la carta] Dos magníficos cascos


ventiladores muy rápidos con tubos de neón incandescente formando un halo en la silueta
del escafandrista y accionados por una untura usada en las procesiones nocturnas.

Queridísimo Breton, he aquí algunas notas que quizás nos servirán para el laboratorio
secreto de ‘Contre-attaque’. No dudo de que podemos sacar de ellas todo o al menos una
atmósfera anticristiana y biológica, clima condicional de toda nueva ideología subversiva
desde mi punto de vista.

Haré todo lo posible para ir el domingo y confío en vernos más a menudo una vez haya
acabado la mudanza, que ya está casi hecha.

Mi afecto por Jacqueline y reciba la admiración de su

Salvador Dalí

1935

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