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SOCIEDAD INTERNACIONAL
Se impone ahora analizar las características del medio social intern contemporáneo, en cuyo seno se ha producido la
crisis del D.l. clásico y que, por tanto, ha influido en la configuración del nuevo tipo histórico de ordenamiento jco al que
denominamos DI contemporáneo.
A partir de su rasgo más representativo, que no es otro que su ámbito mundial o universal, que hoy resalta todavía más
a causa de los intentos de globalización económica, hay que exponer los elementos estructurales que definen los caracteres
de la S.I..
a) La S.I. es universal, ya que forman parte de la misma y están ligados por el Ordenamiento intern general todos los
Estados de la Tierra. Cada parcela de territorio está bajo la jurisdicción de un Estado soberano o tiene un régimen admitido
de administración más o menos asumido c/ válido por la comunidad intern en su conjunto.
b) La S.I. es compleja por la impresionante lista de problemas muy diversos pendientes de resolver en su seno, desde el
imp/ble aumento de la población y la pobreza extrema de muchos países en desarrollo hasta el deterioro y la contaminación
del medio ambiente. Tb por la importancia e intensidad de los cambios que se producen en su seno a veces vertiginosa// y
en muy variados frentes.
c) La S.I. es heterogénea por la desmesurada desigualdad económica entre Estados desarrollados y en desarrollo, que
divide de hecho a éstos en dos mundos bien diferentes (el Centro y la Periferia, o el Norte y el Sur, según se prefiera), y
que parece el resultado re-moto de la revolución industrial de Occidente favorecida por el proceso de acap/ción y
explotación colonial. Tb es heterogénea por la evidente desigualdad del poder político entre las grandes potencias y el
resto de Estados, que es en buena medida complemento y consecuencia de la escisión anterior.
d) La S.I. está muy fragmentada y consecuente// poco integrada porque su grado de institucionalización sigue
siendo relativo a pesar del extraordinario número de Organizaciones internacionales de ámbito universal y regional hoy
existentes, que actúan c/ cauces e instancias de la cooperación entre los Estados en campos específicos, sobre todo en
materia económica, social y técnica; pero predomina la fragmentación impuesta por las diferencias económicas, políticas y
culturales entre los Estados.
e) La S.I. es tb interdependiente porque los Estados nunca fueron siquiera relativa// autosuficientes; todos ellos se
encuentran en situación de dependencia, incluso las gdes potencias, lo que obliga a una lógica complementariedad que
compense suficiente// la muy heterogénea distribución de fuentes de energía, rec y población entre todos los E del sist.
En resumen, la S.I. contemporánea sigue siendo descentralizada e interestatal, sólo está parcial// organizada, y se
distingue, por dos grandes escisiones, la escisión económica entre Centro y Periferia o Norte y Sur, y la escisión política
entre las gdes potencias y el resto de E, a las que se suma las diferencias culturales que entrecruzan todo el sist. En síntesis,
la S.I. contemporánea se mueve hoy entre la pretendida globalización y la fragmentación, siendo el propio E soberano el
epicentro de la tensión entre estas tendencias.
Desde un punto de vista estructural, podemos identificar tres estructuras presentes en el sistema intern: una estructura
relacional reflejada en una S.I. predominante-// interestatal, descentralizada, paritaria y fragmentada; una estructura
institucional reflejada primordial// en la cooperación institucionalizada a través de las Organizaciones internacionales; y una
estructura comunitaria regida por el pcpio de la solidaridad que, bien es cierto, se encuentra todavía en proceso de
formación. Estas 3 estructuras coexisten en la S.I. contemporánea. Ninguna de ellas tiene vocación de sustituir a la otra, sino
que se encuentran trabadas en la estructura única de la S.I. contemporánea. C/ veremos, estas estructuras se reflejan tanto en
las funciones que cumple el ordenamiento jco intern, c/ en sus caracteres pcpales.
Dos caracteres señala Diez de Velasco: "el carácter eminente// jco del DIP, lo que nos conducirá a su distinción
de otras esferas de normación, c/ son la moral, la cortesía, etcétera"; y por otra parte, "su carácter no estático, o sea
su nat cambiante, analizando p/ ello los factores que influyen en su transformación". En realidad, en nuestro concepto,
aceptamos el 1º, que corresp a la obligatoriedad de que hemos hablado. En cto al 2º, no lo consideramos atributo
identificatorio de la nat del DIP, pues alude a la dinamicidad de la realidad regulada por el Dcho y no a la dinamicidad del
Dcho que regula a esa realidad.
Alfred Verdross señala once caracteres… Verlos de los apuntes de clase
a) Pcpio de la responsabilidad colectiva. Sostiene que el DI dirige sus preceptos y prohibiciones a la organización del
Estado, requiriendo un cierto y determinado resultado, por lo que las consecuencias jcas de la infracción del DIP, se dirigen
contra la totalidad de los ciudadanos del E. El sujeto responsable concluye diciendo que "el sujeto resp en DI no es el
Estado c/ organización, sino el pueblo organizado en E.
b) El carácter incompleto del DI se configuraría porque, "sólo comprende normas abstractas" que necesitan concretarse
por normas internas de ejecución. No nos parece aceptable el criterio, pues el DIP impone una conducta al Estado, a través
de su precepto, c/ es propio de toda norma jca.
c) La relativa falta de órganos centrales y con ello alude a que, a diferencia de los ordenamientos jcos internos, "carece
el DI de órgano legislativo central", lo que se intensifica por cuanto la solución pacífica de los conflictos tiene que recorrer
el camino del mutuo acuerdo de partes, al menos c/ regla, y, por último, se carece de un órgano coercitivo central, con la
excepción novedosa del Consejo de Seguridad.
Es cierto que se da una relativa falta de órganos centrales, pero esto no integra los elementos esenciales del DIP. Las
esencias no se distinguen por la manera de su realización, sino por sus propios elementos integrantes.
d) La relatividad de los deberes jco-internes en cuanto "los Estados no están obligados sin más a un determinado
comportamiento, sino que sólo tienen el deber de observar cierto comportamiento con respecto a Estados particulares".
Reconoce el venerable autor que tal situación ya no se configura en el sistema de Soc de las Naciones y en el sistema de las
"
Naciones Unidas, pues "ambas organizaciones reconocen deberes p/ con la comunidad, protegidos por sanciones colectivas .
A tal extremo llega NU que impone el respeto a sus Pcpios a Estados que no sean miembros de la Organización (ver Art. 2,
inc. 6 CNU).
e) El quinto carácter es la mediatización del hombre, en el sentido de que el hombre "no es considerado por el DI c/
individuo", sino c/ súbdito del Estado- Señala Verdross que tal carácter exhibe ya algunas grietas, tanto por el crecimiento
del pcpio de intervención por razones de humanidad, lo cual avanza desde el siglo XIX, cuanto por la recepción en la
propia Carta de Naciones Unidas, del pcpio de respeto de los derechos hums, desarrollado en la Declaración Universal de
los Derechos Hums.
"
f) Carácter individualista del DIP, y que precisa diciendo que en DI los intereses individuales de los Estados se tienen
todavía mucho más en cuenta que el interés general de la comunidad ..." . El acelerado desarrollo actual de las instituciones
de la S.I., desvanece este carácter. Nos permitimos reiterar la invocación de dos art.s alta// significativos de la Convención
de Viena sobre Dcho de los Tratados (1969): el Art. 53 establece que "es nulo todo tratado que, en el momento de intern
"
general . Y el Art. 64 señala que "si surge una nueva norma imperativa de DI general, todo tratado existente que esté en
"
oposición con esa norma se convertirá en nulo y terminará .
g) La relativa escasez de sujetos, pues "si los sujetos del Dcho Interno son una masa de individuos anónimos, los
sujetos normales del DI son comunidades individual// determinadas".
h) La mayor parte de las normas del DI común tiene simple// carácter dispositivo. Pero c/ se acepta por el autor
estudiado, la existencia de normas de ius cogen en DIP, el carácter mencionado queda reducido a una cuestión cuantitativa.
i) La distinción entre DI común y DI particular, traído c/ noveno carácter, no constituye un atributo exclusivo de la
disciplina, pues tb en el orden interno hay un Dcho que podemos llamar particular, regido por la voluntad de las partes, y
del cual es claro ejemplo el Art. 1 197 C.Civil Arg, que expresa// prescribe que el acuerdo de los particulares, es ley p/
ellos.
" "
j) El pcpio de efectividad: significa que una situación de hecho se considera c/ un supuesto que da lugar a derecho . La
réplica la da el mismo Verdrossr: "lo que es susceptible de dar lugar a un Dchono es la efectividad del hecho c/ tal, sino la
efectividad reconocida jco-intern//”.
k) El sistema del DIP tiende a transitar, de la ordenación jusprivatística a una sistemática juspublicística. P/ ello ya no
se parte del Estado, sino de la comunidad de Estados. No advertimos que ello dé una nota distintiva a nuestra disciplina,
pues la relación de la S.I. y sus miembros, los Estados, es rigurosa// similar a la existente entre la Soc nacional y sus
miembros.
A) El DI Constitucional, c/ todo Derecho, tiene por objeto formal a la justicia, pero limitada a la relación constituyente
del sistema normativo positivo. Se integra por la Carta de las Naciones Unidas, pero tb por la de los organismos regionales y
los estatutos jcos de los organismos especializados, integrados al sistema de Naciones Unidas.
C) El DI Penal que no es el Dcho Penal Intern, se constituye, al decir de aquél, por "las normas relativas a la
prevención o represión de delitos o infracciones contrarias a las normas del DIP". . En cambio, del Dcho Penal Intern es "el
Dcho relativo a la prevención y represión de delitos que, cometidos en el territorio de un Estado, tienen efectos en el
territorio de otro Estado extranjero, afectando personas y bienes en ese país extranjero, lo que exige la colaboración de las
distintas soberanías p/ la prevención y represión de esa clase de delitos".
D) El DI Procesal es el sistema normativo cuyo objeto formal es la justicia en las relaciones internacionales entabladas
p/ solucionar los conflictos internacionales en el caso concreto.
E) El Dcho Diplomático es el sistema normativo intern que tiene por objeto formal la justicia en las relaciones
establecidas p/ la expresión de una persona intern ante otra. En efecto, la Convención de Viena sobre relaciones
diplomáticas, establece en su Preámbulo que las "inmunidades y privilegios se conceden, no en beneficio de las personas,
sino con el fin de garantizar el desempeño eficaz de las funciones de las misiones diplomáticas en calidad de representantes
"
de los Estados .
F) El DI Marítimo es el sistema normativo intern que tiene por objeto formal a la justicia en las relaciones
internacionales que se constituyen y desarrollan p/ el uso y aprovechamiento del mar o c/ ocasión de ello. La nueva
Convención de las Naciones Unidas sobre el Dchodel Mar se inspira en el deseo de "solucionar con espíritu de comprensión
y cooperación mutuas todas las cuestiones relativas al Dchodel mar y conscientes del significado histórico de esta
Convención c/ contribución importante al mantenimiento de la paz y la justicia y al rogreso p/ todos los pueblos del
mundo".
G) El Dcho Espacial se enseña ya c/ Dcho autónomo. Pero es indudable que el origen, regulación y finalidad del Dcho
Espacial, es materia específica del DIP. Así, es el DIP, por medio de tratados internacionales, el que ha regulado la
exploración y utilización del espacio ultraterrestre, incluso la Luna y otros cuerpos celestes, las actividades de los Estados
en la Luna y otros cuerpos celestes, la responsabilidad intern por daños causados por objetos espaciales, el salvamento y
devolución de astronautas y restitución de objetos lanzados al espacio ultraterrestre, etc.
2- La causalidad formal, admite una división de la disciplina en razón de la manera analógica y no unívoca en que
ejerce su autoridad sobre los súbditos. En tal sentido, cabe distinguir el DI imperativo y el DI dispositivo. El ilustre
Verdross dice que "la mayor parte de las normas del DI común tiene simple// carácter dispositivo". El proceso, decimos
nosotros, de desarrollo gigantesco de la S.I. y de sus instituciones, después de la segunda guerra mundial, ha estimula-do el
crecimiento de las normas imperativas. Pues la distinción más profunda entre ambas radica en que la N imperativa es
establecida por una de las parles de la relación jca regulada, o sea por la autoridad pública. Yen el orden intern, la aut públ
es la S.I.. Así, pues, en tanto ésta crezca, crecerá el jus cogens o Dcho imperativo; en tanto aquélla decrezca, se irá
reduciendo.
Ahora bien, la autoridad pública intern legitima su regulación jca, cdo está comprometida su existencia misma o su
esencia.
La violación repetida de los Pcpios de la Carta de Naciones Unidas es castigada con la expulsión misma del infractor
(Art. 6 de la mencionada Carta), cuidándose así la esencia, el ser mismo de la Organización a fin de evitar que la
"
inconducta de un miembro la desnaturalice. Pero tb dispone el Art. 2, inc. 6 de la Carta, que la Organización hará que los
Estados que no son miembros de las Naciones Unidas se conduzcan de acuerdo con estos Pcpios en la medida que sea
"
necesaria p/ mantener la paz y la seguridad internacionales , o sea la existencia de la S.I., amenazada externa//.
Hay, pues, normas jcas cuyo respeto interesa de modo específico a la S.I.. Son aquéllas que aseguran su existencia y su
esencia. Señala Verdross que "si en pcpio los Estados son libres de concertar tratados con otros Estados sobre cualquier
objeto, tales acuerdos, sin embargo, han de atenerse a los pcpios del DI común; y según éste, un tratado carece de fuerza
"
obligatoria por su contenido si se opone a una norma del DI positivo o si es natural// imposible o está moral// prohibido .
La Convención de Viena sobre Dcho de los Tratados, 1969, dispone en su Art. 53: "Es nulo todo tratado que, en el
momento de su celebración, esté en oposición con una norma imperativa de DI general. P/ los efectos de la presente
Convención, una norma imperativa de DI general es una norma aceptada y reconocida por la comunidad intern de Estados
en su conjunto c/ norma que no admite acuerdo en contrario y que sólo puede ser modificada por una norma ulterior de DI
general que tenga el mismo carácter". Coincidente//, el Art. 64 prescribe que, "si surge una nueva norma imperativa de DI
general, todo tratado existente que esté en oposición con esa norma se convertirá en nulo y terminará". Así, pues, el
concepto esencial es el de que una norma es imperativa cdo, según la comunidad intern, no admite acuerdo en contrario. Es
evidente que una cosa no admite acuerdo contrario, cdo su ser está comprometido. Y el ser de la S.I. es esencial y
existencial.
Así, pues, c/ conclusión, digamos que el DI imperativo es aquél integrado por normas que no admiten acuerdo en
contrario, según la S.I.; o bien, aquél cuyas normas son establecidas por la autoridad pública p/ preservar la esencia y
existencia misma de la S.I.; o bien, aquél cuyas normas son impuestas por una de las partes de la relación jca, o sea la
autoridad pública en relación con sus súbditos, los Estados y demás personas internacionales. El fundamento jco está dado
por el Art. 103 de la Carta de Naciones Unidas: "en caso de conflicto entre las obligaciones con-traídas por los miembros
de las Naciones Unidas en virtud de la presente Carta y sus obligaciones contraídas en virtud de cualquier otro convenio
"
intern, prevalecerán las obligaciones impuestas por la presente Carta . En cambio, el DI dispositivo se integra por las N
establecidas por todas las ptes de la relación intern, obrando en igualdad de aut.
3- La causalidad final, permite distinguir dos aspectos fundamentales del DIP: el general y el particular. Diez de
"
Velasco dice que al lado del DI General que tiene validez universal c/ la propia Comunidad, existe un DI cuya vigencia es
más limitada -a un grupo de sujetos sola// y no a todos- y que es conocido por DI Particular" Verdross señala que "las
normas que sólo obligan a dos o más Estados constituyen el llamado DI particular". El Dr. Carlos Castellano Garzón,
enseñaba que el DI es general, cdo los intereses que constituyen la finalidad de la normativa intern, son coincidentes p/ las
partes; en tanto el DI es particular, cdo dichos intereses son contrapuestos. Así, por ej, un tratado c/ el de la Corte de NU, es
clara// general, pues todos los signatarios de la Carta quieren satisfacer el mismo interés o sea la existencia. En cambio, un
tratado comercial es típica// un sistema normativo particular.
El fundamento jco intern constitucional está dado por el Art. 1°, inc. 2 de la Carta de Naciones Unidas, al fijar c/
propósito de la institución "fomentar entre las naciones relaciones de amistad basadas en el respeto al pcpio de la igualdad
de derechos..." (Dcho particular); y por el Art. 1°, inc. 4 del mismo Cuerpo normativo, al señalar c/ propósito de las NU,
"servir de centro que armonice los esfuerzos de las naciones por alcanzar estos propósitos comunes" (Dcho general). El
pcpio de igualdad de derechos, sirve cierta// p/ el Dcho general, pro tb p/ el Dcho particular; el pcpio de armonizar esfuerzos
sirviendo a propósitos comunes, es idóneo p/ fundamentar el Dcho general.
4- La causalidad eficiente tb permite distinguir ramas en el DIP. Podemos distinguir un DI Natural, definido c/ "aquél
que estás fundado sólo en la nat hum o de las cosas, interpretadas por la razón, y que establece sus preceptos en forma
doctrinaria o conceptual y de acuerdo con las condiciones requeridas por la nat p/ su propio desenvolvimiento". El Maestro
añade: "no es un conjunto de simples aspiraciones ideales, que tengan valor pura// doctrinario y que sólo tienda a mejorar el
Dcho positivo, sino que es, por el contrario, un Dcho tan vigente y tan obligatorio c/ el Positivo, y aún más importante que
éste en cuanto las reglas del Dcho Positivo sólo pueden existir, en cuanto no se opongan a las normas del Dcho Natural".
El Dcho Natural, tiene reconocimiento positivo en el Art. 1°, inc. 1 de la Carta de San Francisco, pues el propósito de
"
alcanzar y mantener la paz y seguridad internacionales ha de realizarse "de conformidad con los pcpios de la justicia .
El Maestro define al Dcho Positivo y los subdivide, diciendo: "El DIP Positivo es aquel que se origina y manifiesta por
medio de tratados, convenios y costumbres internacionales. Deriva del consentimiento de los Estados, otorgado expresa// en
los tratados y tácita// en las costumbres; sus reglas tienen formas positivas, en cuanto se manifiestan por medio de tratados o
costumbres; y tienen fuerza obligatoria, lo mismo que Dcho Natural, con cuyos pcpios deben conformarse las reglas del
Dcho Positivo".
Hay pues, una regulación jca entre las personas internacionales, que deriva necesaria// de la esencia del hombre: es
cierta// universal e inmutable, c/ tal esencia.
Pero tb existe una regulación jca entre las personas internacionales, que deriva de la decisión de la autoridad pública, en
todo aquello que no viene exigido necesaria// por la nat hum, o sea, el mundo de las contingencias del hombre. Allí el
Dchocambia y se adecua a las circunstancias de tiempo, lugar y accidentes. Y c/ esa decisión de la aut, se manifiesta de
modo expreso o tácito, tenemos DI positivo Convencional y un DI Consuetudinario.
Fundamos esta división del DIP, en Natural y Positivo, pues en un caso actúa la persona hum en su nat o esencia
inmutable y universal; en tanto en el otro caso, el del Dcho Positivo, la persona hum actúa en virtud de sus accidentes no
esenciales.
La escuela positivista clásica tuvo desarrollo en los siglos XVIII y XIX, alcanzó su culminación filosófica con
Augusto Comte y tuvo sus grandes exponentes jcos en Bynkershoek y Rachel. P/ esta corriente el fundamento último de
obligatoriedad radica en la voluntad de los Estados. Porque los hechos de la vida intern son aquéllos que producen los
Estados, y de los cuales debemos inducir las leyes que los regulan. Estos actos internacionales configuran en tratados y
costumbres, fuentes únicas del DIP. Las normas de éste obligan porque así lo quieren los Estados.
En el orden intern, el positivismo buscará los datos últimos de dicha realidad, que no son otros que los actos
interestatales, de tal suerte que la Ciencia del DI se limitará a indagar las constantes en las relaciones de los Estados. El
fundamento del Derecho, en general y del DIP en particular, es la concordancia de los Estados, ya sea explícita en la
Convención, ya sea tácita en la costumbre.
CRÍTICA: 1) niegan la existencia de la rama más importante del DIP, el Dcho Natural p/ asegurar su mantenimiento y
su desarrollo; 2) los tratados, las costumbres y los precedentes históricos no pueden ser las exclusivas manifestaciones del
derecho, desde que pueden ser injustos, o con dar exigencias de humanidad o de razón, y entonces no se concibe cómo
puedan ser expresiones del derecho, desde que éste es esencial// la ciencia de lo justo; 3) la escuela exagera el concepto de
la soberanía de los Estados, presentándola c/ un Dcho absoluto; la soberanía tiene limitaciones y ningún Estado tiene Dcho
de hacer todo lo que quiera; 4) la escuela positivista priva de estabilidad a este derecho, y pone en peligro su misma
existencia, en cuanto hace depender la existencia y valor jco de sus reglas exclusiva// de la voluntad de los Estados; 5)
olvida que la existencia y el cumplimiento del DIP es superior a la voluntad de los Estados, c/ lo demuestra la existencia de
normas internacionales universales, c/ son, por ejemplo, las referentes a tratamientos de los diplomáticos, responsabilidad
intern de los Estados, y así otras cuestiones cuyas normas internacionales existen y obligan a los Estados, aún en ausencia
de normas sobre esas cuestiones en el Dcho interior de cada Estado, o aún en contradicción con las respectivas normas del
Dcho Nacional".
La escuela de la autolimitación es un derivado de dos líneas de diversa fuente, pero convergentes en la exaltación
desmesurada del Estado: el positivismo, y el idealismo alemán. Esta escuela deriva de una concepción absoluta de la
soberanía estatal, lo cual torna simple-// imposible el establecimiento de una norma jca intern, que esté por encima del
Estado. Lo absoluto no admite superior. Esta corriente que surge en el Siglo XIX penetra en nuestro siglo XX con Jellinek.
CRÍTICA: 1) porque el problema de la compatibilidad del DIP con las soberanías absolutas de los Estados, ha sido ya
superado en el pensamiento jco intern, en el que es cada vez menor el número de juristas que defienden la concepción
absoluta de la soberanía; 2) porque si este Dcho se funda en la autolimitación de esa soberana voluntad de cada Estado, este
Dcho sería suma// inestable, desde que cdo un Estado creyera conveniente no cumplir determinada norma, dejaría sin efecto
la autolimitación que originó aquella norma, en virtud de su misma voluntad absoluta-// soberana; 3) dicha inestabilidad del
orden jco intern facilitaría las injusticias, violencias y arbitrariedades de los Esta-dos fuertes en detrimento de los Estados
débiles.
La escuela de la voluntad colectiva de los Estados, desarrollada en este siglo y que tiene su gran figura en Trieppel,
sostiene que el fundamento de las normas internacionales no puede ser la voluntad del Estado que se autolimita, sino que es
la fusión de voluntades de los Estados, con un contenido y una finalidad específicos.
La escuela normalivista de Hans Kelsen, ha renovado en nuestro siglo, al pensamiento positivista, ofreciéndole un
novedoso aporte. Este autor, de raíz kantiana, busca al fundamento del DIP, no ya en el hombre mismo, ni tampoco en la
relación entre los seres hums, sino en el tercer elemento inexcusable de toda situación jca: la propia norma.
Kelsen enseña, así c/ las ciencias naturales describen su objeto, la nat, mediante las llamadas leyes de la nat, la ciencia
jca describe su objeto, el derecho, por medio de las reglas del derecho. La relación propia en las leyes de la nat son de causa
y efecto, mientras que la relación establecida en una norma jca entre el acto ilícito c/ condición y la sanción, c/
"
consecuencia, está caracterizada c/ el "deber ser . El deber ser significa que, si se comete un acto ilícito, la aplicación de la
sanción corresponde, independiente// de que ésta pueda o no aplicarse en la realidad. P/ Kelsen, el Dcho es aquella técnica
social específica que consiste en el intento de lograr la deseada conducta social de los hombres por medio de la amenaza de
una medida de coerción que se tomará en el caso de una conducta jca// dañosa. El Dcho es un orden coercitivo, y por lo
" "
tanto "El DI será Dcho en el mismo sentido que el Dcho nacional , si es posible en pcpio, interpretar el empleo de la
" "
fuerza dirigida por un Estado contra otro, ya sea c/ sanción o c/ acto ilícito. Y concluye afirmando que el DI general o
común es un Dcho consuetudinario válido p/ los Estados pertenecientes a la comunidad intern.
Aparece ahora el tema tercero, específica// el de su fundamento de validez. P/ Kelsen, el fundamento de la norma jca no
puede encontrarse sino en la misma normatividad jca, pues de lo contrario la teoría jca dejaría de ser tal y devendría una
teoría política, sociológica, económica, etc. Tal es su pretensión: elaborar una Teoría pura del Derecho, o sea sin infición de
conceptos extrajcos. Por lo tanto, el fundamento de obligatoriedad de una norma jca cualquiera no puede ser sino otra
norma jca. Pero entre dos normas jcas no existe otra diferencia jerárquica que la de antecedente y consecuente. Por tanto,
cualquier norma jca toma su fuerza obligatoria de una norma jca de superior jerarquía. Y así se llega a la norma
fundamental o sea a la Constitución del Estado por virtud de su Poder constituyente.
El DIP, a su vez, no encuentra un Dcho de superior jerarquía o, al menos, más extenso. Y entonces surge la norma
hipotética. Es hipotética, porque no es jca y a Kelsen, lo que le interesa es la organización de los fenómenos jcos. Al no ser
jca, no le compete al filósofo del dcho suplir la vacancia. Pero tampoco puede encerrarse en un argumento formal. La
respuesta es clara: esa N hipotética puede ser el más variado contenido extrajco. Pero en tanto es extrajca, p/ el teórico del
Dcho no puede ser otra cosa que una hipótesis. De ahí, la norma hipotética c/ fundamento último del DIP.
El nuevo Dcho Natural o neojusnaturalismo ha constituido todo un movimiento en el presente siglo, a partir de la
renovación filosófica tomista emprendida por intelectuales entre los que sobresalió Jacques Maritain, con Le Fur en pcpal
relevancia. Este movimiento se vio robustecido por el fracaso catastrófico de las concepciones positivistas, que, al excluir a
la justicia natural, posibilitaron el surgimiento de las más crueles tiranías de la historia universal, c/ las presididas por
Adolfo Hitler en Alemania y por José Stalin en la Unión Soviética. El desarrollo de la conciencia jusnaturalista posterior a la
Segunda Guerra Mundial añadió los tres clásicos pcpios romanos: no dañar a otro, vivir honesta// y dar a cada uno lo suyo.
El fundamento de todos ellos se origina en la universal nat hum que, a pesar de todas las diferencias históricas, accidentales
entre los hombres, tiene la misma estructura ontológica: todo hombre es una unidad de cuerpo y alma, de espíritu y materia,
exigido por su corporalidad de integrarse solidaria// con los demás seres hums; abierto por su espíritu al mundo trascendente
de los valores absolutos, de las ideas univ y de la libertad personal.
La Carta Constitucional de las Naciones Unidas o Carta de San Francisco (1945), en su Preámbulo (3er. párrafo) ha
definido el fundamento jusnaturalista de todo el Dcho Positivo intern moderno, al resolverse sin vacilaciones a "crear
condiciones bajo las cuales puedan mantenerse la justicia..." Este objetivo esencial de la institución intern, queda reafirmado
en el art. 1, inc. 1, al fijar coma uno de los propósitos esenciales suyos "lograr por medios pacíficos, y de conformidad con
los pcpios de la justicia y del DIP, el ajuste o arreglo de controversias o situaciones internacionales susceptibles de conducir
a quebrantamientos de la paz. La justicia, c/ enseñaba Ulpiano y reiteraron los grandes pensadores ulteriores, es el pcpio de
los pcpios p/ la ONU. El mismo pcpio aparece en el inciso 1, apartado c, del art. 38 del Estatuto de la Corte Intern de
Justicia, cdo señala c/ fuente directa a "los pcpios generales de Dcho reconocidos por las naciones civilizadas", habida
cuenta que, por civilizado, hemos de entender naciones que fundamentan su conducta en la justicia. El anexo de la
Resolución 2625 de la Asamblea General, Declaración sobre los Pcpios de DI referentes a las relaciones de amistad y a la
cooperación entre los Estados de conformidad con la Carta de las Naciones Unidas, señala en su tercer párrafo "la
importancia de mantener y fortalecer la paz intern fundada en la libertad, la igualdad, la justicia y el respeto de los derechos
hums fundamentales y fomentar las relaciones de amistad entre las naciones, independiente// de las diferencias existentes
"
entre sus sistemas políticos, económicos y sociales o sus niveles de desarrollo . La Carta Constitucional de la Organización
de Estados Americanos señala en su sexto párrafo del Preámbulo, c/ fundamento de la organización que se encuentran sus
pueblos, "compenetrados de que la organización jca es una condición necesaria p/ la seguridad y la paz, fundadas en el
orden moral y en la justicia...".
Es abrumadora la opinión de todo el sistema jco intern de post-segunda guerra mundial, de que hay una justicia natural,
superior a toda normatividad positiva, que es la piedra angular del DIP. Y por si ello dejase alguna vacilación, adviértase la
"
tremenda disposición del art. 2, inciso 6 de la CNU: La Organización hará que los Estados que no son miembros de las
Naciones Unidas se conduzcan de acuerdo con estos pcpios en la medida que sea necesaria p/ mantener la paz y la
seguridad internacionales".
EVOLUCIÓN Y ETAPAS HISTÓRICAS
Las esencias se actualizan en la existencia. No basta, pues, determinar el orden ideal de las mismas; es necesario ver el
proceso por el cual se van haciendo realidad.
El estudio de la historia de las relaciones internacionales tiene por fin profundo justa// ése: conocer cómo la esencia del
DI se va constituyendo en existencia.
ANTIGÜEDAD
Son caracteres generales de las relaciones internacionales en la antigüedad los siguientes: 1) predominio del
p
aislamiento y de la hostilidad reci roca entre los Estados; 2) inexistencia de la S.I.; 3) inexistencia de normas jcas
internacionales, escasas y no sistematizadas; 4) predominio de la barbarie y la crueldad en la guerra". Esta situación estaba
determinada en buena medida por la religión propia de los pueblos antiguos, por su organización social y por el sistema
económico que aplicaban. Las religiones de la Antigüedad eran nacionales, o, al menos, profunda// unidas al destino e
historia de cada pueblo. La organización social era rígida, con clases sociales cerradas que, incluso, llegaban a constituir
verdaderas castas. La economía era p/ el consumo y no p/ el intercambio. Si el comercio era escaso; si las religiones eran
locales, y no universales; si el sistema de castas o clases rígidas procuraba impedir el conocimiento de lo extranjero p/
evitar rebeldías, todo ello conspiraba p/ una situación de aislamiento. Y el aislamiento lleva c/ tendencia a la hostilidad,
pues todo pueblo distinto es visto c/ un enemigo potencial al menos.
El objetivo de esa política intern hegemónica: expandir la dominación c/ forma de subsistir y, por ello, sus dos
instituciones centrales son el Imperio y la Esclavitud.
La imp que tiene este antecedente histórico de Grecia p/ el DI actual, es que ciertas relaciones entre esas ciudades-
Estado eran similares a las que corresponden a los actuales Estados. Así, entre Atenas y Esparta, o entre Atenas y Beocia,
se firmaron varios tratados. Por otra parte, las ciudades-Estado constituían Ligas c/ las del Peloponeso, Ateniense, etc.
Respecto a Roma, ésta practicó activa y pasiva// la diplomacia, enviando representantes diplomáticos a los otros
pueblos y recibiéndolos de ellos". Tb realizó "otros actos de las relaciones exteriores c/ la firma de los tratados, la
declaración de la guerra, la concertación de la paz, etc., eran acompañados de ceremonias religiosas de cuyo cumplimiento
se en-cargaba un grupo de sacerdotes.
A medida que Roma va desarrollando su política de expansión y conquista, observa q´en el Dcho de los pueblos que
iba conquistando existían normas idénticas o semejantes a otras que habían considerado exclusivas del Dcho Romano, y
entonces admitió que esas normas comunes al Dcho Romano y al Dcho de los Pueblos extranjeros fueran aplicables en los
territorios dominados por ella p/ resolver las cuestiones jcas de los extranjeros entre sí o de éstos con ciudadanos romanos;
el conj de esas N constituyó el Jus Gentium.
En América, varias instituciones internacionales tenían antecedentes en las prácticas indígenas. Así, el Dcho de
legación, sobre todo en las trasmisiones de mando era costumbre de aztecas. Tb se conoció la declaración de guerra
condicional o ultimátum, que se practicó en Colombia y tb por los charrúas en la misma Arg..
EL MEDIOEVO
El Medioevo, que se extiende entre la caída del Imperio Romano de Occidente, 476 d.c., y la caída del Imperio de
Oriente, 1453, cambia el eje temático. Mientras la Antigüedad se preocupó de asegurar la subsistencia, la Edad Media
centró sus esfuerzos en torno de la Verdad. En efecto, la Crucifixión de Cristo estaba muy próxima y Aquél, al morir en la
Cruz, había enviado un mensaje universal: que hay una vida, la del Conocimiento y de la Verdad, que es superior a la mera
subsistencia física. La relación intern transitó del estadio de Comunidad intern propio de la Antigüedad, al estadio de Soc
supranacional pero regionalizada por el asiento geográfico y por la fe religiosa. Por eso, en la Edad Media se constituyen
" "
mundos , cada uno de los cuales tiende a darse una cierta organicidad supranacional. Dentro de cada mundo se intensifican
las relaciones internacionales, se desarrollan normas jco internacionales, se van estableciendo costumbres internacionales,
se firma tratados, se conciertan políticas internacionales. En cambio, hacia fuera, entre los distintos mundos, las relaciones
son escasas. Por eso no hablamos de una S.I., en el sentido universal que ahora tiene, sino de Soces supranacionales
regionales.
En la Edad Media las relaciones internacionales se caracterizaban por la influencia de dos grandes fuerzas que actúan
en los acontecimientos históricos de aquella Edad: el Cristianismo y los pueblos bárbaros, que destruyen el imperio
Romano de Occidente; se caracterizaba tb por la aparición de grandes comunidades regionales, esbozadas sobre la base de
la unidad religiosa. Otra característica es que aún no existe un DIP, pero aumenta considerable// el número de normas e
instituciones que entran después a integrar este derecho; aparecen Códigos importantes, especial// p/ regir el comercio
intern en los mares; la guerra es aún demasiado frecuente y se realiza en forma cruel e inhum, pero van surgiendo normas
que tienden a la humanización de la misma; se acentúa la práctica de instituciones pacifistas y de justicia que procuran
r
solucionar sin violencia los conflictos internacionales, c/ el arbitraje; se desar olla la diplomacia, surgen los consulados y
otras instituciones internacionales.
En la Edad Media se desarrollan Códigos y leyes de gran importancia intern, que se refieren a cuestiones de comercio y
de navegación de los mares:
a) Las leyes rodios, eran de diverso carácter, penal, por la necesidad de reprimir los delitos contra navíos, pasajeros,
tripulantes y mercaderías; o bien eran administrativas, pues determinaban las formalidades a cumplirse p/ iniciar el viaje o
al llegar a su destino; o bien eran mercantiles, estableciendo las compensaciones que se debían entre sí los dueños de las
mercaderías, en caso que, por accidentes de mar, se perdiera toda o parte de la carga.
b) Las tablas de Amalfi: aplicadas por un tribunal que funcionaba en la ciudad de Amalfi, situada al sur de Italia y
competente p/ conocer cuestiones comerciales y de navegación intern en los pueblos costaneros del Mediterráneo.
c) El consulado del Mar: originario de Barcelona. Lo integran normas sobre el Dcho de presa en la guerra marítima y
fija pautas que la doctrina después ha asumido c/ debate profundo.
La diplomacia se desarrolla intensa// en la Edad Media. En un pcpio sólo el Pontífice enviaba representantes
diplomáticos y los reciba. Más tarde se fue generalizando la práctica del Dcho de legación, ejercido aún por los señores
feudales. Las misiones diplomáticas no eran permanentes sino circunstanciales y transitorias. Los primeros reglamentos
diplomáticos aparecen en el siglo XII, en Venecia, prohibiendo su ejercicio a los sacerdotes, estableciendo derechos y
obligaciones de los agentes diplomáticos, regulando el lenguaje cifrado.
Los tratados se hicieron más abundantes, en particular de comercio. C/ fruto de las Cruzadas surge el Consulado, o sea
que, en los lugares dominados por los cristianos, se radicaron comerciantes europeos deseosos de practicar el intercambio
con el atractivo Oriente. Se formaban colonias, cuyos miembros designaban a uno de ellos al frente de la administración.
Así surgió en la Edad Media, el Cónsul, que luego derivaría en una institución moderna y contemporánea, aunque con otras
finalidades y funciones.
En la Edad Media ya no se trata de dominar p/ subsistir sino de concertar p/ mejorar. Pero la posibilidad de unir a
pueblos diversos se da por el nuevo eje temático. En efecto, si la cuestión es la subsistencia física, es difícil concertar
acciones p/ un fin común, y es congruente que los pueblos se lancen unos contra otros, p/ prevalecer. En cambio, si la vida
de la Verdad es el atractivo universal, c/ es un valor espiritual, puede ser asumido por la diversidad sin mengua p/ su
integridad. Ahora ya la Comunidad intern se transfiguró en Soc supranacional que queda regionalizada por la fe religiosa.
Pero la existencia dentro de cada mundo religioso de relaciones de cooperación y no sola// de guerra, van estimulando
el surgimiento de normas jcas internacionales.
LA MODERNIDAD
La Edad Moderna es la transición entre la Edad Media y la Edad Contemporánea. En ella se van a echar las bases
filosóficas, jcas y políticas en la Edad Contemporánea va a consumar en su realización. En la Modernidad, que incluye a
ambas edades, el eje temático de la historia ya no será la subsistencia c/ en la Antigüedad, ni la Verdad c/ en el Medioevo.
Todo el acento de este tiempo estará puesto en la Acción, en la Praxis, en la Decisión y, hasta mística// en el Amor. Los
grandes movimientos religiosos de la Modernidad se centran en Dios entendido corno Amor subsistente. Al admitir y
constituir la sacie-dad única intern, integrada por pueblos que participan ellos o sus gobiernos, de sistemas de ideas y
creencias diferentes, no queda otra posibilidad, que armonizaren pcpios de acción. De lo que se trata es de crear, desarrollar,
perfeccionar y asegurar a la Soc única intern, o sea organizar bien la vida de interrelación a nivel planetario. El eje pasa,
pues, de la Verdad contemplada a la Decisión realizadora.
Enseña el Maestro que "la Edad Moderna inicia con el descubrimiento de América, uno de los acontecimientos de
mayor importancia que haya ocurrido en la historia".
Es en la Edad Moderna que se asume la convicción de que es posible trabajar por la paz intern, entre Estados de
distintos sistemas de ideas y creencias. Por proponérselo la Modernidad en su primera etapa, originó la S.I. universal. No es
,
comunidad pues existe acuerdo sobre fines. No es Soc regionalizada porque la fe no es requisito p/ integrar esa Soc. Una
g
vez definida la existencia de esa S.I., el ran problema que abordó la segunda etapa de la Modernidad, fue la de
.
institucionalizar a la S.I.. Este proceso, a su vez, va a originar los grandes .sistemas de política intern, tratados por Tomberg
a) el de hegemonía política, en que un solo Estado determina los órganos de actuación de la S.I. y fija sus fines; b) el
equilibrio político, en que los fines y órganos de actuación de la S.I., son establecidos por algunos, las grandes potencias. c)
El sistema de supraordinación jca, en que todos los pueblos del mundo, en igualdad jca, son los que determinan los fines de
la S.I. y fijan sus fines sin contrariar los imperativos de la justicia.
Desde 1517 Europa Occidental queda dividida por el Cisma de Lutero, y los pueblos cristianos se dividen entre
católicos y protestantes. La pasión del enfrentamiento llevó a una prolongada guerra, llamada de los Treinta años, pues se
inicia en 1618 y termina en 1648 con la Paz de Westfalia, involucrando a las pcpales potencias europeas. P/ llegar a la Paz
de Westfalia se realizan dos Congresos, uno de los protestantes de Onsabruck y otro, el de los católicos, en Munster. Luego
de cuatro años de deliberaciones, se firma final// el Tratado de Westfalia, el 24 de octubre de 1648. Con este Tratado
entendemos que comienza la existencia forma! de la S.I. única, mundial, que integra a todos los pueblos del planeta,
cualquiera fuere sus sistema de ideas y creencias. El Congreso y el Tratado de Westfalia fueron de gran importancia: 1)
porque evidenciaron la existencia de una conciencia intern en los Estados europeos, es decir la conciencia de que todos
ellos eran partes de una misma S.I.;2) porque allí se consagra la libertad de conciencia y de culto, al reconocer a los
protestantes el Dcho de practicar libre// su religión y de organizarse en comunidades religiosas independientes de la
autoridad del Sumo Pontífice de Roma; 3) porque al reconocer la independencia de Dcho de Dcho de Suiza, quedó
implícita// consagrado el pcpio de que todo pueblo injusta// dominado por nación extraña tiene el Dcho de declarar-se
independiente; 4) porque modifica la geografía política europea, manifestándose en los cambios territoriales que efectúa el
sistema de equilibrio intern; 5) porque fortalece algunos derechos fundamentales de los Estados, c/ los derechos de
soberanía, independencia e igualdad intern; 6) porque tuvo c/ resultado la disminución de la influencia de la Iglesia Católica
p
en la olítica y legislación nacional o intern de los Estados; 8) porque inicia la práctica de los congresos internacionales y de
los tratados generales, c/ medios de reglar la vida de relación de los Estados".
En la Edad Moderna se crea la Ciencia del DIP, bajo la inspiración de Francisco de Vitoria y de Francisco Suárez, obra
proseguida en una visión distinta por el holandés Hugo Grocio. La diplomacia se vuelve permanente y se regula, puntual//
temas de Dcho marítimo intern, estableciéndose pcpios tales c/ el de que la bandera neutral cubre a la mercadería enemiga y
la neutralidad de la mercadería queda salvada aunque viaje en buque enemigo. La condición del extranjero progresa
acelerada//, reconociéndoseles derechos de propiedad, contrato, herencia, matrimonio y disposición de sus bienes. La Edad
Contemporánea va a desarrollar y consumar los procesos traídos al mundo, por la Edad Moderna. La Modernidad va a
cerrar su círculo.
LA EDAD CONTEMPORÁNEA
La Edad Contemporánea, comienza con la Revolución Francesa, 1789, que, por ser un movimiento popular produce
una alteración profunda del equilibrio europeo, desde fuera del sistema. En octubre de 1789, el 14 de julio, la Asamblea
Constituyente proclama la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, antecedente directo de la Declaración
Universal de los Derechos del Hombre efectuada por Naciones Unidas el 10 de diciembre de 1948. En ella se expresa que
los hombres nacen y permanecen libres e iguales, en derecho; que todos tienen Dcho a la libertad, propiedad, seguridad y
resistencia a la opresión, consistiendo la libertad en poder hacer todo lo que no dañe a otro; la soberanía popular, la ley c/
expresión de la voluntad general; que todos los ciudadanos tienen Dcho a contribuir a formarla, por medio de sus
representantes; que todos tienen libertad de pensar y expresar sus ideas, incluso religiosas; la inviolabilidad de la propiedad
privada; que nadie puede ser privado de ella sino en virtud de necesidad pública legal// declarada y previa indemnización
equitativa; que nadie puede ser acusado, detenido ni condenado sino por los procedimientos fijados en la ley. En 1791 la
Asamblea estableció ciertas normas internacionales fijando el pcpio que la única guerra lícita es la de legítima defensa;
condenó la conquista.
Esta irrupción popular, externa al equilibrio europeo, encarna en Napoleón Bonaparte, quien destrona a los reyes de
Europa, coloca a parientes o camaradas fieles en lugar de aquéllos y pretende gobernar con un sist hegemónico francés, a
través de una Confederación de Occidente, con asiento en París. Un solo Estado determinará los fines y creará los órganos
de actuación de la S.I.. Con Napoleón se instaura en el mundo contemporáneo la primera experiencia de organizar la S.I.,
bajo el sistema de la hegemonía política.
La alteración del equilibrio europeo por la hegemonía napoleónica, fue causa inmediata pero profunda del proceso
emancipador de Indohispanoamérica. Así estalla el proceso emancipador indohispanoamericano y nuestra Patria se
emancipa el 25/5/1810.
Este rápido proceso está influido directa// por el derrumbe europeo del equilibrio de las Casas reales, las cuales, sin
embargo y, final//, se coaligan, y vencen al Emperador, pero ya no se volverá a un equilibrio de las mismas, sino al de los
Estados. Tal es la misión del Congreso de Viena de 1815.
El Congreso de Viena es el segundo intento de organizarla vida intern, ahora bajo el sistema del equilibrio de las
pcpales potencias europeas. Se destacaron tres famosos diplomáticos: el príncipe de Metternich, representante de Austria,
quien sostenía un criterio realista, no atado a la situación pasada; el Ministro Stein representante de Prusia, quien
propiciaba el estudio de la situación moral de cada pueblo, su organización interna, sus intereses y derechos fundamentales;
y el Príncipe de Talleyrand, representante de Francia, quien propugnaba el pcpio de legitimidad, o sea volver a la situación
anterior a Napoleón. Esta tesis es la que triunfó, pero vinculada al equilibrio intern entre las pcpales potencias europeas, p/
lo cual se reformó la geografía política de Europa.
P/ garantizar el equilibrio político establecido por Viena y p/ evitar la irrupción de movimientos populares que alteraran
al mismo, Austria, Prusia y Rusia, conformaron la Santa Alianza, a la que luego se une Inglaterra y, Francia,
configurándose la Pentarquía, el gobierno mundial de las cinco pcpales Potencias europeas.
En ejecución de sus objetivos la Santa Alianza intervino militar// en diversos Estados, y se aprestó a intervenir en
América, p/ restablecer la situación colonial.
Esta pretensión imperialista de la Santa Alianza, fracasó y Europa vio deshacerse el sistema del equilibrio político, por
3 sucesos: a) la Independencia de las Provincias Unidas del Río de la Plata, 1816. b) La Declaración del Presidente Monroe
de los EE.UU.. Establece el pcpio territorial, segun el cual p/ los EE.UU., en América no existen "res nullius" que permiten
adquisiciones nuevas. Por lo tanto, EE.UU. no admitirá ningún nuevo establecimiento colonial europeo en América. El
Pcpio jco político dice que no es admisible la intervención europea en los asuntos de los Estados americanos. El tercer
pcpio vuelve sobre EE.UU. lo dicho p/ Europa y afirma que tampoco EE.UU. adquirirá nuevas posesiones territoriales en
América, ni intervendrá en los asuntos de los demás Estados Americanos. d) El movimiento de las nacionalidades en
Europa mismo, bajo la influencia del jurista y político italiano Mancini.
Fracasado el sistema de hegemonía, no quedaba ya sino acudir al sistema jco de organización intern, al pcpio de
supraordinación jca, en que todos los pueblos, en igualdad jca, determinan los fines y órganos de actuación de la S.I.. Este
proceso, práctica// simultáneo con el proceso de organización jco-político de Arg., tiene su punto de partida en el Congreso
de París, 1856. Este tratado pone fin a la guerra de Crimea, que enfrentó a Rusia contra Turquía, Francia, Inglaterra y
Cerdeña. Por dicho Tratado la Sublime Puerta quedó incorporada a la S.I. hasta entonces europea. Se afirmaron los pcpios
de igualdad, no intervención, prohibición de la conquista, se neutralizó el Mar Negro, se declaró abolido el corso, y se
desarrollaron importantes normas relativas al DI Marítimo.
Al Congreso de París, le siguió una sucesión interminable de congresos y conferencias, pues la humanidad estaba
convencida en el siglo XIX, que sola// el DIP podría imponer la paz en el mundo, p/ lo cual debía codificarse la materia.
Todo este gigantesco esfuerzo intern por codificar, al DIP, alcanza su culminación en las dos grandes Conferencias de
La Haya de 1899 y 1907. La Segunda Conferencia de La Haya: 1) reprodujo las convenciones sobre arreglo pacífico de los
conflictos internacionales y sobre leyes y usos de la guerra terrestre aprobadas en la primera Conferencia; 2) aprobó
convenciones sobre diversas cuestiones de la guerra marítima y del comercio, 4) creó una Corte intern de presas, etc. La
primera Conferencia de La Haya, por su parte, había creado el Tribunal permanente de arbitraje con asiento en La Haya.
La febril búsqueda de normas internacionales que aseguraran definitiva// la paz en el mundo, no impidió el estallido de
guerras localizadas, entre las que cabe destacar c/ la más conmocionante a la que enfrentó a Francia y Alemania en 1870, o
a Rusia con Japón en 1905. Pero lo que ahora avanzaba sobre la humanidad era la sombra de la Primera Guerra Mundial en
la historia universal.
Los aliados pcpales eran, pues, Inglaterra, Francia, Rusia, Serbia, Bélgica, Montenegro; los Imperios centrales que
luchaban contra los Aliados fueron Alemania y Austria-Hungría que obtuvieron el apoyo del Imperio Otomano, yen 1915 el
de Bulgaria. Los Aliados, por su parte, en 1915, obtienen el apoyo de Italia que se había mantenido neutral, bajo promesa de
compensarle con los territorios de Trieste, Trento, Fiume, Altadillo, Dalmacia, etc., promesa que luego no se cumplió y fue
un argumento muy utilizado en la Segunda Guerra Mundial por Mussolini.
La Guerra se desarrolló con una profunda ofensiva alemana en 1914, que llega a 30 Km de París, donde es detenida por
Francia. Los alemanes, a su vez, sufren la ofensiva rusa en el frente oriental, pero la detienen en las famosas batallas de
Tannenberg y de los Lagos Masurianos.
r
En 1917 EE.UU. entra en la guer a a favor de los Aliados y en 1917 se produce la Revolución Rusa, que termina
retirando a Rusia de la alianza con Francia e Inglaterra, celebrando la paz por sep/do con Alemania. Sin embargo, la
irrupción norteamericana fue más decisiva que el retiro ruso y el 11 de noviembre de 1918, la guerra termina.
El Tratado de Paz de Versalies, o sea el Tratado impuesto a los vencidos, crea la primera organización jco-político intern
a nivel mundial, la Soc de las Naciones o Liga de las Naciones o Pacto de las Naciones.
La Arg., por intermedio de su Presidente Yrigoyen, sostuvo, defendió y mantuvo la neutralidad Arg. en el conflicto,
considerando que el mismo era mundial por sus efectos, pero era europeo en sus causas razón por la cual nuestro país no
podía convertirse en instrumento al servicio de una u otra potencia europea. C/ expresión del prestigio nacional, Arg., a
pesar de ser neutral fue invitada a integrarla Soc de las Naciones, lo que se aceptó pero en la primera sesión de Asamblea
de la entidad intern, Arg., por instrucciones del Presidente exigió la universalidad en la composición de la Soc de Naciones
c/ requisito imprescindible y de art. previo, inclusive los países vencidos debían integrarla. Al ser derivado el proyecto
argentino a comisión, nuestro país se retiró de la Soc de Naciones, mostrando visionaria// el fracaso rápido, acelera-do, a
que avanzaba la flamante organización, edificada sobre el triunfo armado de unos sobre otros. Esto fue una de las causas
futuras de la Segunda Guerra Mundial.
Antes de la Segunda Guerra Mundial, el poder en el mundo se había equilibrado entre Alemania nazi, Unión Soviética
comunista y el inundo anglosajón capitalista y liberal. Fracasada la organización del mundo por el sistema de imperio del
derecho, debido esencial// a que el instrumento que decía vehiculizarlo, el Pacto de las Naciones, lo que garantizaba era el
predominio de las potencias vencedoras en la primera guerra mundial y entre éstas, el predominio a través del Consejo de la
Liga, de las pcpales potencias aliadas; el mundo se organizó casi espontánea// por el equilibrio político, económico o
ideológico de esos tres mundos.
En 1936 se constituye el Eje entre Alemania, Italia y Japón, enfrentado ya diplomática// a la alianza franco-inglesa y a
Rusia. Pero c/ Japón estaba en guerra de agresión contra China, la alianza de los Aliados implicaba a China. Los frentes de
lucha se han constituído.
En 1945 final// el mundo tripolar ha terminado. Va a nacer un sistema de equilibrio intern entre EE.UU. y la Unión
Soviética.
Al concluir la 2da Guerra Mundial con el triunfo aliado, se sustituyó a la vieja y fracasada Soc de las Naciones por la
ONU, creadas por al Carta de San Francisco del 26 de junio de 1945. La nueva Organización encarnó dos pcpios
contradictorios, pues mientras sus Pcpios y Propósitos (ver arts. 2 y 1 de la Carta) y la universalidad e igualdad que se
observa en la Asamblea General (ver arts. 9 y 18), exhiben nítida// al pcpio de supraordinación jca, la organización del
Consejo de Seguridad, al que se atribuye la responsabilidad primordial de mantener la paz y la seguridad internacionales
(art. 24), se efectúa con preeminencia decisiva de las cinco grandes potencias, o sea EE.UU., Unión Soviética, China,
Francia y la Gran Bretaña, e Irlanda del Norte, cuyo solo voto en contra puede evitar la aprobación de cualquier proyecto
(ver art. 27), lo que significa incorporar un sistema de equilibrio político entre las pcpales potencias.
De las cinco grandes potencias, hubo dos, EE.UU. y la Unión Soviética, que se constituyeron en superpotencias, por el
dominio de la micromateria (dominio atómico), de la macromateria (dominio espacial), por la perfección del armamento y el
poder económico puesto al servicio de sus objetivos.
Entre las dos superpotencias se desencadenó una verdadera competencia que fue llamada Guerra fría y que el Maestro
r
define c/ "el conflicto ideológico ent e dos concepciones contrapuestas de la vida hum, de la civilización, de la economía, de
r
la política y del derecho, conflicto que actúa c/ sustitutivo de la guer a por las armas, en razón del terrible poder destructor
de los armamentos termo-nucleares que pueden aniquilar no sólo al vencido sino tb al vencedor.
Pero el desenlace de la guerra fría se produjo: la pretensión norteamericana de colocar satélites en órbita que impidieran
la eficacia de los misiles soviéticos, lanza a la Unión Soviética a una carrera militarista que quebró su economía. Por otra
parte, el régimen policíaco y tiránico establecido en Unión Soviética, creó una creciente disidencia en su pueblo, que se
tornaba ya incontenible. Entre 1989 y 1991, el sistema soviético se derrumbó; el famoso muro de Berlín fue derribado. El
18 de diciembre de 1991 fue disuelta la Unión Soviética y el 25 de diciembre de 1991 renunció su último Presidente. La
Guerra fría había terminado. El sistema de equilibrio bipolar concluía. La humanidad enfrentaba ahora la perspectiva
hermosa de Una Civilización jca y moral, bajo el imperio del Derecho, bajo el gobierno del pcpio de la supraordinación jca,
o bien el autoritarismo hegemónico de la única Superpotencia sobreviviente: EE.UU.
29
BOLILLA 2
RELACIONES ENTRE EL DI Y LOS DCHOS INTERNOS: A) ASPECTOS TEÓRICOS
El estudio de esas relaciones puede hacerse desde una doble vertiente: Una teórica y abstracta, que necesaria// presenta
conexiones con la Filosofía del Dcho, puesto que en última instancia esta reflexión termina siendo una indagación en tomo al
origen y validez de la regla jca. Otra de Dcho positivo que se preocupa por las conexiones posibles entre esos diferentes sist que, a
su vez, permite dos vías. La primera estudia la recepción o incorporación de las N internacionales en los distintos sist jcos
estatales, y necesaria// ha de hacerse sobre una cierta base de Dcho comparado. La segunda estudia la consideración que p/ el DI
público y sus instancias de aplicación, merecen las N de los ordenamientos jcos estatales.
Por lo que al primero se refiere, comunidad e individuo se encuentran en una relación singular: el bien común o gral
prevalece sobre el particular, pero el destinatario último del Dcho c/ de toda regla jca, es en última instancia la persona humana.
El poder soberano del E o el favorecimiento de los intereses grales de la comunidad humana encuentra un limite en el respeto
los valores absolutos de la persona.
Por lo que respecta al segundo, la primacía del orden universal no absorbe ni anula la identidad y personalidad de las
comunidades inferiores.
1. Criterio de la transformación
Es una consecuencia directa de la posición dualista. Las reglas internacionales carecen de validez dentro de los sists jcos
internos estatales. P/ que la posean es necesario que se la preste un acto legislativo interno, que, se suele ver en la ley o decreto de
ratificación del tratado. La N así transformada es una regla distinta a la intern, aunque su contenido material sea idéntico. La
razón de obligar está en la ley interna y no en el DI.
2. Criterio de la incorporación
El DI es recibido c/ tal en el Dcho interno del país; Nl// es la publicación del tratado el acto en el que consiste dicha
incorporación. La N intern conserva su propia identidad, de modo que su existencia, modificación o extinción dpd fundamental//
del propio orden intern y no del D´interno. La teoría de la incorporación sugiere ya una concepción monista de primacía del DI.
3. Criterio de la ejecución
Respeta al máximo el carácter intern de la N y por tanto su validez; pero el acto interno de ejecución, presta y añade a ésta
lo que la regla intern por sí misma no posee: la fuerza de obligar en el ámbito jurisdiccional del E que la acoje.
B) Dcho convencional
En la conclusión de acuerdos internacionales, la Corona inglesa conserva su libertad de acción. Pero si un tratado intern, en
sus efectos normativos internos, modifica los dchos y deberes de los particulares, afecta a las cargas públicas y sist impositivo o
exige modificación del common law o del Dcho escrito, necesita la previa aprobación parlamentaria antes de ser ratificado por la
Corona. En el caso de conflicto entre el contenido normativo de un tratado intern y una ley posterior del Parlamento, prevalece
ésta sobre aquél.
2. Es Unidos de Norteamérica
A) Normas grales del DI
Las reglas grales del DI forman parte del Dcho del país y en cuanto tales son aplicadas de oficio por los tribunales.
B) Dcho convencional
La Const norteamericana contiene una regla específica, Art. 6,2, que dice así:
«Esta Constitución y las leyes de los Es Unidos que la desarrollen, así c/ los tratados que hayan sido concluidos o que se
concluyan por el Presidente de los Es Unidos, serán ley suprema del país».
La condición de ley suprema del país, que se garantiza al tratado intern, no puede ser entendida en el sentido de una
constitucionalización del tratado; se le equipara a las leyes federales, respecto de las cuales se sitúa en la relación de la ley
posterior.
La N del Art. 6,2 resuelve pues, principal//, los posibles conflictos competenciales entre el Gobierno federal y los Es
miembros cuan-do el primero por tratado intern, regule materias que, de conformidad con la distribución competencial, caigan
dentro de la competencia legislativa de los Es miembros.
Pero nada impide que entre los acuerdos internacionales así concluidos pueda haber cláusulas en ellos, self-executing; esto
es, N susceptibles de producir efecto directo y de afectar a dchos subjetivos de carácter individual. Cuando la naturaleza del dcho
que tales acuerdos regulan «permita su alegación ante los tribunales de justicia, estos acudirán al tratado c/ base de su decisión, al
igual que si se tratara de una ley».
FRANCIA
El sist francés tiene dos notas esenciales que lo caracterizan: a) La relación DI-Dcho francés ha E tradicional// dominada
por el pcpio de la separación de poderes. b) La ley c/ expresión de la soberanía popular juega un papel predominante.
Por ser el tratado intern un acto jco que cae básica// en la competencia del ejecutivo, el juez francés ha sido tradicional//
muy reticente a interpretar y aplicar Ns internacionales sin una referencia directa e inmediata a la N legal interna.
1. El Dcho Constitucional
El Art. 55 de la constitución actual dice:
«Los tratados y acuerdos regular// ratificados o aprobados poseen, desde su publicación, una autoridad superior a la de las
leyes, bajo reserva p/ cada acuerdo o tratado, de su aplicación por la otra parte».
La publicación del acuerdo intern es el acto de recepción de la N convencional en el Dcho francés. La novedad que
introduce el texto de 1958 es la exigencia de la reciprocidad, con acierto, probable//, porque la N convencional aunque
incorporada sigue siendo regla interacional y no interna.
2. Soluciones jurisprudenciales
A) DI no escrito
Ni doctrinal ni jurisprudencial// parece estar seguro el alcance normativo de la referencia genérica en el preámbulo a las
«reglas del Dcho público intern».
Las soluciones jurisprudenciales no son claras. El Conseil constitutionnel, en las dos ocasiones que ha tenido de
pronunciarse sobre ello ha rechazado, en el fondo, los argumentos fundados en Ns internacionales no escritas, pero no ha
rechazado de plano su irrelevancia o inaplicabilidad. Los tribunales ordinarios parece que han hecho uso de ellas ocasional//. Pero
el Consejo de E, en un recurso de anulación por exceso de poder, se ha negado a apreciar la nulidad de un acto administrativo por
ser contrario clara// a una N no escrita de DI público.
B) Dcho convencional
a) Aplicabilidad
Depende ésta de tres condiciones:
1-Publicación. publicación significa primaria// publicación del tratado o acuerdo intern en el Journal officiel, pero puede
ser sustituida ésta por la publicación oficial en una organización intern cuando Francia sea uno de los Es miembros de dicha
organización.
La publicación no es sólo condición necesaria p/ que un particular pueda alegar en su favor una cláusula de un tratado
intern, lo es tb p/ que la responsabilidad no causal del E francés quede comprometida por el hecho de la conclusión de un tratado.
1-Reciprocidad. La regla convencional intern carece de la autonomía que posee el precepto legal interno; la aplicación
interna de la primera tiene un presupuesto básico, el de su vigor y aplicabilidad en el plano intern. Sería un contrasentido aplicar
en el Dcho interno un tratado que en el plano intern ha dejado de estar vigente.
El problema es que tal condición de reciprocidad es de difícil manejo práctico por el juez interno.
Ahora bien, la reciprocidad tiene pleno sentido en el ámbito de las relaciones estricta// bilaterales, pero se adapta mal a la
naturaleza misma del acuerdo multilateral.
Una segunda dificultad está en la fijación misma del alcance de la reciprocidad. El incumplimiento por parte del E A de una
obligación X, pactada con el E B ¿justifica la inaplicación por el juez de B de las cláusulas del tratado Z por las que B estaba
obligado respecto de A?
Una tercera es la determinación de la autoridad competente p/ apreciar la existencia o inexistencia de esta condición. Puesto
que la reciprocidad afecta a la aplicabilidad misma de la regla correspondería más bien al juez. Pero el juez interno está en malas
condiciones p/ apreciar por sí mismo si en el otro E se cumple real// con esta exigencia. Por el origen de la N misma, parece
natural dejar esa apreciación en manos del Gobierno que negoció y ratificó ese acuerdo, pero, la recta interpretación del Art. 55
lleva a ver en él no el otorgamiento de una facultad de apreciación en el gobierno p/ suspender los efectos internos de un tratado,
sino que establece una regla objetiva. Al igual que en la interpretación de acuerdos internacionales, el juez francés hace cuestión
prejudicial de la apreciación de la exigencia de la aplicación recíproca mediante consulta que eleva al Ministerio de asuntos
exteriores.
Un último problema sobre las consecuencias de la falta de reciprocidad ha sido planteado en la doctrina y la práctica
francesas. La consecuencia natural de la falta de reciprocidad parece llevar simple// a la no aplicación por el juez francés del
tratado que no es aplicado en el Dcho interno del otro E obligado. Pero una decisión del Conseil constitutionnel introdujo la duda
sobre si acaso su efecto no sería más bien hacer perder al tratado intern su condición de N jerárquica superior que el Art. 55 le
confiere.
El alcance de estas afirmaciones, debe ser medido, en armonía con el supuesto que el Conseil estaba resolviendo. Este no
era otro que un recurso presentado por la vía del Art. 61 de la Constitución (no sobre la reciprocidad) y con esta pregunta
concreta: La posible inconstitucionalidad de la ley interna francesa que, en ejecución de la obligación derivada de un trata-do,
establece un pcpio de igualdad y trato no discriminatorio respecto de la fiscalidad francesa sobre mercancías importadas de
determinados países, sin tomar en cuenta que éstos, en su legislación fiscal, no garantizaban el mismo pcpio de no discriminación
respecto de las mercancías de procedencia francesa.
Es decir, en la interpretación del Conseil constitutionnel, el sentido del Art. 55 es pura y simple// negar la aplicabilidad a
acuerdos internaciones que no sean recíproca// aplicados, pero no el de invalidar la ley francesa que garantiza en Francia el
cumplimiento de una obligación estipulada en tratado intern.
3- Tratados self-executing. La mera publicación oficial interna garantiza en el Dcho francés la integración del acuerdo en
el sist jco interno, pero esta es una condición necesaria aunque no suficiente. Preciso es que la N sea en sí misma apta p/
establecer dchos y deberes subjetivos en los particulares, y no lo es cuando una cláusula convencional regula exclusiva//
relaciones entre Es, o marca las directrices por las que ulterior// la actividad normativa de cada E desarrolla la obligación intern
imperfecta que el acuerdo configura. El carácter self-executing o no de una N es cuestión a veces espinosa no sólo por la
dificultad técnico-jca, sino por las implicaciones políticas que ello comporta. La jurisprudencia francesa parece adoptar en este
problema posiciones más bien conservadoras.
b) Interpretación de tratados
El juez francés tiene una notable reticencia a interferirse en el ámbito de la política exterior, que él considera campo del
Poder ejecutivo. Puede decirse que parte de un pcpio gral de incompetencia en la interpretación de tratados internacionales.
En todo caso hay que diferenciar entre la jurisprudencia de los tribunales administrativos y la de los tribunales ordinarios.
En los primeros la inhibición es total. En cambio los tribunales civiles distinguen entre «cuestiones de carácter privado» p/ las que
se reserva una interpretación judicial, y asuntos de «orden público intern» o de «DI público», que ésta remite al Ministerio de
asuntos exteriores y el Ministerio interpreta.
— «1. La Federación puede transferir, por vía legislativa, dchos de soberanía a instituciones interestatales.
1. En tanto los Lánder son competentes p/ el ejercicio de poderes y el cumplimiento de tareas estatales, pueden, con la
aprobación del Gobierno Federal, transferir dchos de soberanía a instituciones regionales transfronterizas.
C) Su rango Ntivo
El Art. 25 de la Ley Funda-mental de Bonn precisa que prevalecen sobre las leyes (federales), pero no sobre la
Constitución. Por esta razón, y desechada la tesis del rango supra-constitucional por ser contradictoria en sí, el Art. 25 permite la
tesis de la equiparación a las reglas constitucionales o la de la construcción de un Dcho intermedio inferior a la Constitución y
superior a la de las leyes federales.
La recepción constitucional en el Dcho alemán de las reglas grales tiene además otro importante efecto. Alemania posee en
la actualidad uno de los sists más acabados de protección y control de la constitucionalidad. El superior rango en él de las reglas
grales permite hacer de ellas base de dicho control c/ N de referencia frente a actos normativos o de ejecución de autoridades
alemanas. Al igual que con otras N de carácter constitucional, el juez alemán ordinario que abrigara dudas razonables sobre la
relevancia de una regla gral intern en la solución de fondo del asunto litigioso del cual él está conociendo, debe formular la
correspondiente cuestión prejudicial. Si no lo hiciere, su decisión sería impugnable constitucional// por falta de protección
jurisdiccional adecuada.
3. Reglas convencionales
Se exige la participación del correspondiente órgano legislativo en el procedimiento de conclusión de un acuerdo intern en
estos dos supuestos: cuando el acuerdo intern afecta a las relaciones políticas de la Federación y cuando la materia del tratado se
refiere a cuestiones que son de competencia legislativa federal.
La constitución no precisa que hay que entender por tratados políticos, si bien dice que el tratado debe regular «las
relaciones políticas del Bund», y en esa categoría hay que incluir indistinta// a los tratados de alianza, de desarme, de neutralidad,
etc. La necesaria participación parlamentaria en el proceso de conclusión del tratado y de ahí que haya sido objeto de
controversias doctrinales, resueltas por el Tribunal Constitucional Federal en el sentido de que hay que entender por acuerdos
políticos aquellos que afectan a «la existencia del E, a su integridad territorial, a su independencia, a su situación o influencia en
la comunidad intern».
El segundo supuesto es el de los tratados internacionales cuyas materias afectan a las que son de competencia legislativa de
la Federación. Esta referencia tiene que ver con el problema de la ejecución o cumplimiento interno de la obligación intern que el
tratado constituye, y según que dicha ejecución deba hacerse por vía legislativa o baste simple// la vía reglamentaria. En esta
categoría están cierta// aquellos tratados que afectan, creando, modificando o extinguiendo dchos y deberes de los ciudadanos.
La precisión terminológica del texto al diferenciar entre aprobación o participación tiene especial// en cuenta la
competencia del Consejo Federal en el proceso legislativo interno. La participación del Parlamento se expresa en forma de ley, la
denominada ley de ratificación. Cumple ésta una doble función: de una parte es expresión de esa necesaria autorización
parlamentaria p/ que el gobierno pueda ratificar, pero a la vez es el acto normativo interno que garantiza la integración de la
normativa del tratado. ¿Cuál es su sentido y alcance?. De nuevo aquí las escuelas se dividen, porque los partidarios de la teoría
dualista la interpretan en el sentido de la transformación, mientras que los monistas la entienden según la teoría de la ejecución de
la obligación intern. La ley interna deja intacto el carácter convencional de tales Ns, aunque le añade, lo que a éstas les falta: la
fuerza obligatoria.
Del texto constitucional se deriva clara//, aunque de modo implícito, que la ley de ratificación da al tratado la jerarquía
normativa de ley federal ordinaria, sometida por consiguiente al pcpio de la ley posterior. Sólo si la ley posterior contraria declara
subsistentes las Ns convencionales recogidas en la ley anterior, conservarán éstas su vigor; en caso contrario quedan derogadas.
Las disposiciones de un acuerdo intern, han de estar en armonía con las normas constitucionales, en caso contrario incurren
en el vicio de inconstitucionalidad.
1)
Al PE -Presidente (a través del Ministro de Relaciones Exteriores)-, le compete llevar adelante la negociación,
conclusión y firma de los Tratados o Acuerdos Intern (Art. 99 inciso 11 C. A.).
- En Dcho Español: del Art. 97 de la C. Española -y de los Arts 98 y 99 de forma complementaria-, se deduce que
corresponde al Gob, y en particular al Presidente, esta facultad -donde le cabe al Jefe del E una representación mera// formal (Arts
56 y 63 C.E.)
2) Al PL, le compete aprobar o desechar los tratados "concluidos" (no celebrados, buena técnica legislativa...) por ley
nacional de ratificación, lo que en términos jcos debemos denominar "ley de autorización de la ratificación" (o la denegación
de dicha autorización) -participando así, en el proceso de formación de la voluntad del E- (Art. 75 inciso 22 C. A.).
- En Dcho Español: su correlato se encuentra en los Arts 93 y 94 C. E. que prevén el control parlamentario, exigiendo la
"previa autorización" de las Cortes Grales en determinados casos (por ley orgánica o mera autorización sin acto de ley
"
mayoría simple-), y en los restantes, el "deber de información inmediata .
En el caso argentino, la normativa constitucional exige "p/ todo tipo de tratados", la aprobación previa de las Cámaras
siempre por "ley nacional', c/ en la mayor parte del dcho constitucional comp/do- en la prestación del consentimiento del E
(salvo cuando se trate de acuerdos internacionales suscriptos por las Provincias). La previsión del sist español se justifica p/
acuerdos o convenios menores, de carácter administrativo.
3) Final//, el PE -Presidente-, efectúa la ratificación del Tratado aprobado por ley en nombre del E por el mecanismo intern
previsto en el Tratado: depósito o canje del instrumento ratificado en sede intern,....
- En Dcho Español: su correlato es el Art. 63,2 C. E. por el que se atribuye esta competencia al Rey (en Arg le corresponde
al Presidente pues en su figura coinciden la jefatura de E y de Gobierno).
- No se contempla de forma expresa c/ lo hace el Art. 95.1 C. E. -y el Art. 54 de la C. Francesa- la previa revisión
constitucional p/ la celebración de tratados internacionales que contengan estipulaciones contrarias a ésta (aunque ello surge
implícita// del Art. 27 C. A. ; de lo contrario las soluciones están dadas, o por las reservas, o por la modificación del tratado, o por
su no ratificación).
- Al igual que en la C. Española, falta una N clara de incorporación de las Ns grales del DI -no suplida por el 10.2 C. E.-,
aunque esto se ha dado al igual que en España por vía de la jurisprudencia.
4. EVOLUCIÓN JURISPRUDENCIAL:
− La CSJN ha ido modificando progresiva// su jurisprudencia sobre la jerarquía de los Tratados internacionales respecto a las
leyes internas:
a) Sentencia "Martín & Cia. Ltda.. S.A. C/ Administración Gral de Puertos S/ Repetición de Pagos", CSJN, año
1963 (anterior a la Convención de Viena sobre Dcho de los Tratados de 1969).
- Supuesto: Decreto-ley modificatorio de un Tratado de Comercio y Navegación con la República de Brasil del año 1940,
aprobado por ley interna; se plantea su inconstitucionalidad.
− Esta sentencia del año 1963, refleja lo expresado anterior//, la CSJN, fija en su posición respecto a la igualdad jerárquica
de las leyes y los Tratados internacionales c/ "Leyes Supremas de la Nación" - fundamentando su afirmación en el Art. 31 de
la C. A., que no fija un orden jerárquico-- v la consecuente posibilidad de derogación válida de éstos en dcho interno (en estricto
rigor jco, de la ley interna de recepción) por leyes internas posteriores con arreglo a la máxima "ley posterior deroga a ley
anterior".
"
- Su razonamiento gira en torno a la "inexistencia de fundamento jco p/ sostener una jerarquía superior de los Tratados
respecto a la ley o p/ acordarles prioridad de rango frente a ésta.
− En el orden intern, esta posición generaba una evidente responsabilidad intern del E, ante lo que la Corte se pronuncia
prescindente, sosteniendo que: "la cuestión de orden intern subsistente, es ajena, c/ pcpio, a la jurisdicción de los tribunales de
justicia internos... y depende de circunstancias atinentes a la conducción de las relaciones exteriores de la Nación, sujetas a
reclamo por las altas partes contratantes, a cuyo respecto no cabe decisión por esta Corte" (reconoce implícita//, la violación
intern del Tratado, por más que la derogación interna de la ley sea legítima).
− La Corte considera al Tratado -y esta es su tesis central- sólo en su faceta dentro del ordenamiento interno (en donde cabe
agregar que ley y tratado son expresión de la voluntad del legislador, pues el tratado se aprueba por ley) y prescinde -intencional//
y reconociéndola- de su faceta intern.
− Siguiendo este razonamiento, es de rigurosa lógica la máxima del Tribunal y la aplicación del pcpio temporal (el
tribunal aplica dcho interno argentino, reafirmando su posición "dualista": la incorporación le daba al Tratado en Dcho Interno,
igual jerarquía.
En una posición Monista Nacionalista: primacía a la ley sin cuestionamientos; en una posición Monista Internista: hubiese
primado el Tratado por ser de orden superior).
b) Sentencia "Ekmekdjian C/ Sofovich, G. y otros", CSJN, año 1992 (luego de la entrada en vigor de la Convención
de Viena sobre Dcho de los Tratados de 1969).
- Supuesto: Aplicación del Art. 14.1 de la Convención Americana de los Dchos y Deberes del Hombre (Pacto de San José
de Costa Rica), aprobada, ratificada y en vigor p/ la República Argentina desde el año 1984.
- Esta sentencia del año 1992 importa un giro radical o sustancial respecto a la posición anterior sostenida por el máximo
tribunal del país y se muestra c/ sustento de la posterior reforma constitucional del año 1994: la CSJN afirma la "primacía" de
los Tratados sobre la ley interna. (OPINIÓN: primacía: ¿superior jerarquía o aplicación preferente?).
- El principal argumento de la CSJN (en su nueva composición) es ahora el otorgado por el Art. 27 de la Convención de
Viena sobre Dcho de los Tratados, la cuál confiere "primacía" al DI sobre el Dcho Interno y por el cual no es posible ya p/ el E,
invocar dcho interno c/ justificación del incumplimiento del Tratado -que es ley suprema de la Nación en virtud del Art. 31 C. A.-.
(Aplica dcho interno argentino, de fuente intern, al ser la Convención de Viena un Tratado constitucional// válido que
impone la primacía de los Tratados internacionales por sobre las N internas contrarias y obliga a los órganos del E a resolver a
favor de la N intern todo conflicto).
- La CSJN, encuentra el fundamento normativo "antes inexistente" que permite reconocer la prioridad del Tratado frente a
la ley, lo que a su vez le posibilita modificar su jurisprudencia anterior.
- Además, Arts 26 (obligatoriedad) y 39 de la Convención de Viena (modificación o enmienda).
Todas estas Ns existían al tiempo de dictarse la sentencia anterior c/ "Ns de DI en razón de la Costumbre"; por lo que el TIJ,
hubiese fallado de manera distinta al tribunal nacional. Si hubiese E vigente en el año 1963 la C. Viena, la solución hubiese
misma que en el presente caso.
(Otros fallos: "Servini de Cubría , María R. S/ Amparo", año 1992; Hagelin, Ragner C/ P.E.N. S/ Juicio de Conocimiento",
año 1994; Priebke...; Giroldi...).
5. REFORMA CONSTITUCIONAL ARGENTINA DEL AÑO 1994. NUEVA JERARQUÍA NTIVA. TRATADOS DE
INTEGRACIÓN: ANÁLISIS DE SU ARTICULADO (ART. 75).
− La reforma const del año 1994 mantiene los Arts mencionados (27 y 31 C. A.) pero introduce modificaciones de singular
importancia en cuanto a las relaciones entre DI y Dcho Interno, que vienen a aportar claridad a los tribunales nacionales al
momento de resolver la cuestión -si bien se pueden efectuar observaciones u objeciones desde el punto de vista técnico/jco-, al
consagrar en forma expresa en el articulado la superior jerarquía de los Tratados y Concordatos por sobre las leyes. Hoy,
el principal argumento jco pasa a ser la C. Nacional -y no ya la Convención de Viena-.
− Asimismo, se producen innovaciones que alteran sustancial// la jerarquía Normaiva existente hasta el momento, le otorgan a la
C. Nacional flexibilidad en materia de acuerdos internacionales, y la adecuan a los procesos de integración (especial// en vistas al
MERCOSUR):
- Art. 75, inciso 22 C. A.: reordena la relación jerárquica de las fuentes mencionadas en el Art. 31 C. A. (se aleja del
sist de los EE.UU. y del sist Alemán) / (puede implicar en sí una contradicción lógico jca, pues se establecía la imposibilidad de
modificación por ley de reforma del citado Art. 31 C. A.).
- Consagra, de forma expresa, la superior jerarquía Ntiva de los Tratados (con otros Es, con Organizaciones
internacionales y de los Concordatos con la Santa Sede) respecto a las leyes (de manera similar al Art. 55 de la C. Francesa).
- Otorga 'jerarquía constitucional" a determinados Tratados de Dchos Humanos (Convenios y "Declaraciones"), que
pasan a estar en un mismo nivel jerárquico que la Constitución Nacional, y establece ciertas providencias al respecto, deben serlo:
1) "En las condiciones de su vigencia" (deben estar en vigor y deben observarse las "reservas" efectuadas por la República
Argentina);
2) "No derogan Art. alguno de la primera parte de la C. Nacional (Dchos Y Garantías) y deben entenderse c/
complementarios de estos Dchos y Garantías reconocidos" (se puede considerar c/ un límite a las mutaciones constitucionales).
- Denuncia: por el PE, previa aprobación del PL (con mayorías especiales), al igual que p/ la ratificación (debate
doctrinario al respecto...).
Queda un vacío legal respecto a la "denuncia de Tratados Comunes" ¿hace falta autorización del P. Legislativo?.
− Deja abierta la posibilidad jca p/ que otros "Tratados y convenciones sobre Dchos Humanos", adquieran jerarquía
constitucional.
- Art. 75, inciso 23 C. A.: establece la sanción de "medidas de acción positivas" que garanticen el pleno goce y ejercicio de
los dchos reconocidos por los Tratados.
Algunas observaciones:
1.
Las leyes o actos contrarios a lo preceptuado en un tratado: implican una transgresión "al pcpio de jerarquía
Normativa" de las N establecido por la Constitución, un acto constitucional// inválido, ¿da lugar al recurso inconstitucionalidad?:
"
a) En los Tratados internacionales "comunes -no constitucionalizados-, pareciera que no necesaria// se trataría de un
problema de constitucionalidad la violación de la jerarquía establecida constitucional// (caso análogo: ley-reglamento);
b) Los tratados que poseen "jerarquía constitucional", formarían parte de lo que podríamos denominar "bloque de
constitucionalidad", por lo que la solución tendería a ser afirmativa (los dchos y garantías deben entenderse c/ complementarios a
los de la C. Nacional / no seria una cuestión de legalidad ordinaria simple//) / (parecería haberse reconocido en la alguna
jurisprudencia: "La Virginia S.A. S/ apelación por denegación de repetición", año 1994). Debate abierto.
2. ¿Es lógico desde el punto de vista jco que cualquier tratado -por poco significante que sea- posea jerarquía superior a las
leyes?
3. Por último, el Art. 75 inciso 24 C. A., ha modificado "implícita//" al Art. 27 C. A., en cuanto antes de su introducción este
último hubiera podido considerarse c/ un obstáculo p/ la delegación de competencias constitucionales a organismos
supranancionales (en tanto regula competencias de Gobierno).
1) "Que no sean incompatibles con la política exterior de la Nación" -que el Art. 27 C. A. atribuye al Gobierno Federal
¿nueva contradicción?-;
2) "Que no afecten las facultades delegadas al Gob Federal" (preexistencia de las provincias, que delegan el ejercicio de
la política exterior) la misma crítica anterior;
3) "Que no afecten el crédito público de la Nación";
4) "Con conocimiento del Congreso de la Nación" (comunicación c/ "información", no c/ autorización).
1) Créditos contraídos por las Provincias (por sus representantes naturales - gobernadores-) con organismos financieros
multilaterales de Crédito (BID, BM, otros) y con diversos Es, "con garantía de la Nación" (c/ "exigencia condición externa"):
- Constituyen operaciones económicas que ocasionan deudas y no lo podrían hacer en detrimento del crédito público de la
Nación, lo que sucede al ser garante la Nación.
- ¿Constituye un supuesto de inconstitucionalidad?, se está afectando el Crédito Público de la Nación, violando lo dispuesto
en el Art. de la Constitución: Si es así, el supuesto se configura por parte de las Provincias y la Nación -en cuanto otorga la
garantía exigida sin la autorización correspondiente (ley nacional)-.
-Existe un vicio en la manifestación del consentimiento ¿efecto jco-intern?
- Art. 27 y 46 de la Convención de Viena: Inoponibilidad del Dcho Interno / Nulidad jco-intern de los Tratados, supuesto
de "Ratificación imperfecta" (manifiesta -evidente- / N de importancia fundamental en Dcho Interno). Presunción a favor de la
validez (estabilidad y seguridad de las relaciones internacionales), pero... tema a analizar (conducta dolosa de ambas partes).
2) Créditos contraídos por las Provincias con organismos financieros multilaterales de Crédito y con Es, sin garantía
de la Nación (excepcionales), no existe aquí violación constitucional, pero ocasionan problemas en la práctica por generar un
endeudamiento desmedido que el Gobierno Nacional no puede controlar y que repercute en la administración financiera del E.
- P/ finalizar, el Art. 126 C. A., prohíbe a las Provincias "nombrar o recibir agentes extranjeros", ¿nueva incongruencia?.
Con todo la expuesto, se puede afirmar que la Constitución Argentina es una Constitución moderna y abierta a un
mundo cada vez más interrelacionado y globalizado, más allá de las críticas que se le puedan formular. Su sist es operativo
y, salvo en lo referente al último punto analizado, otorga seguridad jca en la materia.
41
BOLILLA 3
FUENTES DEL DERECHO INTERNACIONAL PÚBLICO
"
El Maestro dice que fuente del Dcho es todo aquello de donde el Dcho emana". Y distingue dos grandes grupos de
fuentes: "1) fuentes directas, inmediatas o principales, que son aquéllas en las normas fluye de las fuentes sin ninguna
interposición; 2) fuentes indirectas, mediatas o secundarias, que son aquéllas que producen la norma mediante la
interposición de otra fuente".
Aquí aparecen las cuatro causas: la causalidad material, o sea el pcpio indeterminado de la fuente del DIP, es el hecho,
sea uno o múltiple, y cuya definición no es otra que la modificación o ausencia de modificación del mundo sensible; la
causalidad formal es la eficacia de ciertos hechos y no de otros, p/ establecer un orden jco. Adviértase que la eficacia se
constituye por la autoridad que tiene un cierto hecho p/ establecer el orden jco.
Con la unión de la causa material y de la causa formal o sea el hecho eficaz o autorizado p/ regular jca// la relación
intern, queda definida la esencia de la fuente. Pero las esencias no entran en la existencia sino por la actuación de la
causalidad eficiente o sea del ser hum, que, en el orden intern, actúa habitual// c/ pueblo. A su vez, la causa eficiente se
mueve por atracción de la causalidad final, que es la de establecer una regulación jca en las relaciones de las personas
intern.
El Maestro hace ver con claridad que las llamadas por él "fuentes indirectas" no son "por sí" fuentes del DIP. En
efecto, a los hechos constitutivos de ellas, un libro doctrinario por ejemplo, les falta autoridad y, por tanto, eficacia, p/
producir el orden jco. De todas maneras, dejan establecida la manera de regular una relación intern determinada, de tal
suerte que basta quien tenga autoridad la reconozca o la practique suficiente//, p/ que quede consagrada c/ norma jca,
convencional o consuetudinaria.. Las fuentes indirectas no crean las normas jcas por sí solas, directa//, sino mediante
gralizaciones o reconocimientos. Aquellas "gralizaciones" son prácticas consuetudinarias; y los "reconocimientos" se dan
a través de los tratados. La diferencia, pues, entre fuente directa e indirecta está dada por la presencia en la primera y la
ausencia en la segunda, de la causa formal.
EN LAS FUENTES DIRECTAS HEMOS DE DISTINGUIR TRES GRANDES GRUPOS: A) LOS PCPIOS;
B) LAS COSTUMBRES; Y C) LOS TRATADOS.
A) LOS PRINCIPIOS
La mayoría están en la carta de UN.
Los Pcpios son las normas jcas que, en virtud de la nat hum y de las cosas, interpretadas por la razón conforme al
consenso gral, y por el hecho de existir la Comunidad intern, regulan los acontecimientos necesarios p/ la subsistencia y
desarrollo de la misma. Dice el Maestro: "Los que aceptaremos la existencia de un DIP Público Nat, debemos mencionar
c/ la primera y más importante de las fuentes de normas intern, la nat y la razón de los hombres, manifestada en su
conciencia jca" Y añade: "de la nat hum y de la razón derivan directa//, c/ exigencias imperiosas de humanidad y de razón,
un conjunto de pcpios jcos obligatorios, que son en realidad los pcpios supremos del DIP, pcpios nat supremos cuyo
conjunto forma el DIP Nat, y que sirven de base a toda otra norma intern, positiva convencional o positiva
consuetudinaria. Entre ese conjunto de pcpios jcos obligatorios, mencionaré los siguientes: los pcpios de autoridad, de
"
obediencia debida, el "pacta sunt servanda , el que obliga a reparar todo daño injusta// ocasionado y los supremos
conceptos y sentimientos de justicia y equidad".
Los seres son perfectos o perfectibles. Perfecto es, pues, lo acabado. Perfectible es, por lo tanto, aquello cuyo acto
contiene potencias, o sea lo no acabado.
El ser hum es un ser perfectible, pues su nat admite desarrollo, tanto física// por ser un ente biológico, cuanto
r
espiritual//, por su aptitud p/ conocer lo universal y, por lo tanto, optar libre//. En tanto libre, le co responde conducir su
desarrollo. En tanto perfectible, tiene el deber de perfeccionase, pues es propio del ser, ser, y, por lo tanto, debe crecer
hasta la máxima plenitud posible de su ser. Pues bien, el hombre, exigido por su nat perfectible a procurar el mayor
desarrollo posible, su perfección, debe conducir su realización por ser libre. Luego, tiene el deber nat de alcanzar la
perfección. No hay deber sin los dchos a todo lo necesario p/ alcanzar el deber: éstos son los dchos nat del hombre. Desde
otro punto de vista, todo lo que existe, es bueno, pues el bien es el ser en tanto objeto de la voluntad. Pero cada existencia
se constituye según la esencia en ella actualizada. Por lo tanto, el respeto al ser, moral// debido por ser bueno, según ya
vimos, impone el respeto al modo de ser de la esencia o nat de cada ente, de cada existencia. Hay, pues una ley nat que
respeta a toda nat en su modo de ser.
Los Pcpios existen por existir el ser hum. Sin embargo, esas normas jcas establecidas imperativa// por el modo de ser
connat al hombre, son anteriores a toda disposición del legislador hum, del arbitrio, y, por eso, se llaman Pcpios. Su
validez no depende sino del ser del hombre, que es anterior al conocimiento que el hombre adquiera de su propio ser y,
por cierto, a la voluntad hum. Por eso, su validez no depende ni del conocimiento ni de la voluntad del hombre. El
conocimiento que, de los mismos se tenga, gravitará en su efectividad social, pero nunca en su validez.
Ahora bien, la relación interpersonal hum tb se da en el orden intern, o sea en la relación entre los pueblos.
El hecho de la constitución de la relación intern es la condición necesaria y suficiente p/ que los Pcpios del Dcho Nat
actúen, en el ámbito intern. Por eso, la CNU impone una obligación supracontractual a los Estados que no integran la
Organización, ni, por consiguiente, han firma-do el Tratado que la crea. El Art. 2, inc. 6 establece: "La Organización hará
que los Estados que no son miembros de las Naciones Unidas se conduzcan de acuerdo con estos Pcpios en la medida que
"
sea necesaria p/ mantener la paz y la seguridad intern . No existe ninguna posibilidad de justificar semejante disposición
que no sea la efectiva vigencia del Dcho Nat.
Criticando esta concepción jusnatista, dice Rousseau: "Tampoco se puede identificar los pcpios grales del dcho con
"
los pcpios del dcho nat. Ello está en abierta contradicción con el texto del art. 38, que habla de los pcpios grales del dcho
" "
reconocidos por las naciones civilizadas ; es decir, de aquéllos que ya forman parte del orden jco vigente .
En efecto, cdo el Art. 38 del Estatuto de la Corte habla de los pcpios reconocidos, no está diciendo los pcpios
derivados de la voluntad positiva de los Estados, sino justa// lo contrario, o sea de pcpios a los cuales, por derivar de
instancia superior, los Estados no los constituyen, no los crean, sino que se limitan a reconocerlos.
En este sentido, la legislación arg bien clara, al propiciar la vigencia del Dcho Nat, implícita// en el Art. 33 de la CN, a
través del pcpio de la soberanía popular y los dchos inherentes a ella; explícita// al limitar territorial// "las incap contra las
leyes de la nat" (Art. 9 C.Civil).
Advirtamos que "los pcpios de los sistemas jcos nacionales, aún coincidiendo por su sentido, no forman parte del
DIP". Fuentes del DIP son siempre los pcpios del DIP, los pcpios del Dcho de Gentes, y la coincidencia con aquéllos
emergentes del Dcho interno, opera sola// c/ prueba de su reconocimiento en la conciencia jca interna de los pueblos.
Siguiendo el pensa- Sto Tomás, distinguimos 3 órdenes de pcpios derivados de la nat hum: 1) aquéllos que
corresponden al orden de lo nat común a todos los seres y que tienen su fundamento en el pcpio de la autoconservación; 2)
aquéllos que tienen su corresp en el orden nat de la vida y cuyo fundamento es el pcpio de comunicación; y 3) aquéllos
que corresponden al orden nat exclusiva// hum de la racionalidad y libertad.
El Maestro enunció pcpios emergentes de la existencia misma de la Soc Intern, YA VISTOS. Penetrando en
profundidad el pensamiento del Maestro, resulta que estos pcpios caen dentro de las categorías del Aquinate: no hay
cooperación sin pacto p/ concertar acciones, y sin finalidad p/ la cual se conciertan dichas acciones. Luego, de la
cooperación deriva necesaria// el pcpio pacta sunt servanda que está implícito en el de buena fe. Por otra parte, si finalidad
colectiva, debe haber una inteligencia que conduzca las acciones de la pluralidad hacia el fin buscado, o sea que debe
haber autoridad, y a la aut, en tanto sea tal, se le debe obediencia. A su vez, la Paz, Cooperación y autodeterminación se
ordenan al supremo y hermoso objetivo del Dcho, o sea la justicia, que es la voluntad constante y perpetua de dar a cada
uno lo suyo. La equidad no es sino la Justicia misma que, en el caso concreto, morigera el rigor de la norma genérica, p/
poder ser satisfecha. Y de la Justicia deriva la obligación de reparar el daño causado, a fin de que cada uno tenga lo suyo.
Por último el Profesor Tunkin ha señalado la existencia de pcpios que están presentes tanto en el DIP c/ en el Dcho
Interno y que, según él, surgen de la Ciencia jca misma. Son los conceptos jcos grales, las reglas lógicas, los
procedimientos de la técnica jca" y da c/ ejemplos "lex specialis derogar grali", "lex posterior derogat priori", etc.
La Carta Constitucional de las Naciones Unidas ha establecido en su Art. 2:
"P/ la realización de los Propósitos consignados en el art. 1, la Organización y sus miembros procederán de acuerdo
con los siguientes Pcpios:
1. La Organización está basada en el pcpio de la igualdad soberana sobre todos sus miembros.
2. Los miembros de la Organización, cumplirán de buena fe las obligaciones contraídas por ellos de conformidad con
esta Carta.
3. Los miembros de la Organización arreglarán sus controversias intern por medios pacíficos, de tal manera que no se
pongan en peligro ni la paz y la seg intern ni la justicia.
4. Los miembros de la Organización, en sus relaciones intern, se abstendrán de recurrir a la amenaza o al uso de la
fuerza contra la integridad territorial o la independencia política de cualquier Estado.
5. Los miembros de la Organización prestarán a ésta toda clase de ayuda en cualquier acción que ejerza de
conformidad con esta Carta, y se abstendrán de dar ayuda a Estado alguno contra el cual la Organización estuviere
ejerciendo acción preventiva o coercitiva.
6. La Organización hará que los Estados que no son miembros de las Naciones Unidas se conduzcan de acuerdo con
estos Pcpios en la medida que sea necesaria p/ mantener la paz y la seguridad intern.
7. Ninguna disposición de esta Carta autorizará a las NU a intervenir en los asuntos que son esencial// de la
jurisdicción interna de los Estados, ni obligará a los miembros a someter dichos asuntos a procedi-s de arreglo conforme a
la presente Carta.
Este art. esencial p/ la comprensión del valor que tienen los Pcpios en el actual orden jco intern positivo, establece el
reconocimiento de varios de ellos:
a) La Paz: La Paz de que nos habla este texto no es la Paz maior de San Agustín o sea "la tranquilidad del orden. Es la
paz minor o sea la no alteración por la fuerza física de la situación de hecho intern. De ahí que la Resolución de la
Asamblea Gral de las NU, dedique a este pcpio dos explicitaciones formuladas c/ pcpios distintos, aunque en el fondo se
"
subsumen en el pcpio de la Paz: a) el pcpio de que los Estados, se abstendrán de recurrir a la amenaza o al uso de la
fuerza contra la integridad territorial o la independencia política de cualquier Estado, o en cualquier otra forma
incompatible con los propósitos de las NU"; b) "El pcpio de que los Estados arreglarán sus controversias por medios
pacíficos, de tal manera que no se pongan en peligro ni la paz y la seguridad intern ni la justicia".
La oblig jca intern de respetar el pcpio de la Paz, implica 3 condenas que se vuelven explícitas en la Resolución 2625:
la agresión armada, el terrorismo y la subversión.
b) La Cooperación: o sea una acción concertada por pluralidad de pueblos p/ el bien común. P/ satisfacer este
propósito esencial de alianza o cooperación, el Art. 2, inc. 2 de la Carta, fija el pcpio de la buena fe. La buena fe es
el cumpli- de las oblig y el ejercicio de los dchos, conforme a la voluntad real que tuvieron los constituyentes al
determinarlos.
c) La autodeterminación: este pcpio aparece consagrado en el Art. 1, 2 de la CNU, c/ pcpio de "la libre
determinación de los pueblos" expresa en el orden intern, la radical nat libre del hombre, ser apto p/ conocer lo
universal y, por tanto, p/ concebir alternativas que le permitan elegir por propia determinación.
Los principias de igualdad soberana y de la igualdad de dchos, constituyen el fundamento y la consecuencia del pcpio
de libre determinación.
Del pcpio de libre determinación se sigue necesaria// la ilicitud de la ingerencia coercitiva. La Resolución 2625
condena al colonialismo, fijando c/ decisión la de "poner fin rápida// al colonialismo, teniendo en cuenta la voluntad libre
expresada de los pueblos de que se trate", a la vez que condena a la intervención, estableciendo "el pcpio relativo a la
obligación de no intervenir en los asuntos que son de la jurisdicción interna de los Estados, de conformidad con la Carta".
El magno tema de los Dchos Universales del Hombre, que motivara la declaración de Naciones Unidas del, aparece
íntima// vinculado al pcpio de libre o autodeterminación de los pueblos. La Carta Constitucional de Naciones Unidas, así
lo dice, en su Art. 55, pues p/ crear condiciones propicias p/ relaciones pacíficas y amistosas entre las naciones, basadas
en el pcpio de libre determinación, es obligación de la Organización propiciar el respeto universal a los dchos hum. Ya el
Preámbulo proclamaba la fe en Ios dchos fundamentales del hombre; el Art. 1°, inc. 3 de la Carta señalaba el propósito de
desarrollar y estimular el respeto a los dchos hum; ETC.
d) La Justicia, voluntad perpetua y constante de dar a cada uno suyo, es pcpio supremo del DIP, y la CNU
señala en el Art. 1, inc. 1°, que es propósito de la Organización "lograr por medios pacíficos, y de conformidad con
los pcpios de la justicia y del DIP, el ajuste o arreglo de controversias, etc."- La Equidad no es sino una manera de
hacer efectiva la Justicia, atenuando el rigor que surge de la necesaria gralidad con que debe expresarse la norma
jca, pues si no se atenuase no se lograría la finalidad propia de la norma jca. El DIP actual la admite, pues el
Estatuto de la Corte Intern de Justicia permite que pueda servir de fundamento a la decisión del Tribunal.
Pero la Justicia, al fundamentar el pcpio de DIP, fundamenta el pcpio de Juridicidad de la vida intern, de suerte que las
relaciones entre las personas intern no se definirán por la fuerza ni por la astucia, sino por la razonabilidad y justicia del
orden legal. El pcpio de seguridad colectiva no es sino una manifestación del pcpio de Juridicidad.
C/ consecuencia de lo expuesto, podernos concretar el siguiente cuadro de Pcpios del DIP:
En los años 1947 y 1948 América se organiza institucional// de modo acabado, a través de tres Tratados, que iran en
torno de cada uno de los tres pcpios de la Paz (Pacto de Bogotá 1948), de la Autodeterminación (Tratado
Interamericano de Asistencia Recíproca (Río de Janeiro, 1947) y de la Cooperación (Carta Constitucional de la
Organización de Estados Americanos, Bogotá 1948).
La Carta de OEA expone los Pcpios jco-intern en América, que son en el fondo, desarrollo más explicitado de los 3
pcpios eñalados y final//, del supremo pcpio de Jcia.
El Pcpio de la Paz está expuesto en los incisos e) y g) del art. 3, pues por el inciso e) "los Estados Americanos
condenan la guerra de agresión: la victoria no da dchos"; y por inciso g) "las controversias de carácter intern que surjen
entre dos o más Estados Americanos deben ser resueltas por medio de procedimientos pacíficos".
El pcpio de la Cooperación está expresado en los incisos c, d, f i, y k. La solidaridad aparece textual// dicho en el
inciso d, con la relevante novedad de que, p/ América, el pcpio de solidaridad exige el ejercicio efectivo de la democracia
"
representativa , extendiéndose la mencionada solidaridad al campo político (inciso citado d), económico (inciso i) y
cultural (inciso k). El otro gran pcpio derivado del de Cooperación, o sea el de buena fe queda proclamado en el inciso c.
El pcpio de la Autodeterminación se expresa en los incisos b, diciendo que "el orden intern está esencial// constituido
por el respeto a la personalidad, soberanía e independencia de los Estados".
Por último, el pcpio de la Justicia y su derivado la Juridicidad, aparecen en los incisos a ("el DIP es norma de
conducta de los Estados"); inciso h, pues "la justicia y la seguridad sociales son bases de una paz duradera"; e inciso 1,
que proclama c/ objetivo de la educación en América, a la Justicia.
B) LA COSTUMBRE
El art. 38 del Estatuto de la Corte Intern, integrante de la Carta de Naciones Unidas, por el art. 92 de ésta, obliga a la
"
Corte a aplicar "la costumbre intern c/ prueba de una práctica gral// aceptada c/ dcho . Es evidente que el Dcho nace a
partir de las necesidades prácticas de relación, que van formando usos y luego costumbres, pues el conocimiento del
conjunto de pcpios nace sobre la reflexión ulterior a la práctica, y el acuerdo escrito es ya un momento tardío, fruto de una
civilización más avanzada. Ello, sin embargo, no invalida que la fuente originaria de todo Dcho y de la costumbre misma,
es la nat hum, pues no se concibe racionalizar la vida entre los pueblos por medio del Dcho, sino a partir del respeto a las
tendencias nat del ser hum. Y así nacieron las costumbres habitual//.
Las costumbres son actos practicados por los Estados o por otros sujetos de este Dcho, capaces de obligarse" y ha
señalado los requisitos de continuidad temporal, uniformidad invariable, racionalidad, internidad y juridicidad p/ que esos
actos lleguen a constituir costumbre c/ fuente normativa. Del acto singular se llega a la práctica reiterada y uniforme; de la
práctica reiterada y uniforme, por mediación del tiempo, se llega al uso o hábito de conducta; del uso y por mediación de
la conciencia de juridicidad, se llega ala costumbre.
1- La relativa al tiempo no implica la necesidad de práctica remota, sino única// la realizada "desde largo tiempo
atrás".
El Maestro, al aclarar que "largo tiempo" no significa medida cuantitativa, y la Corte Intern, al precisar que el "breve
tiempo" (tampoco determinado cuantitativa//) no es impedimento p/ la formación de la costumbre, en realidad están
r
diciendo lo mismo: hace falta un tiempo y no hay medida cuantitativa p/ ello; luego el c iterio es cualitativo. Lo único que
podemos decir es que la largueza del tiempo a que alude el Maestro, es cualitativa// y señala el tiempo necesario y
suficiente p/ que se consume el proceso de acto a práctica, de práctica a uso y de uso a costumbre. Si cuantitativa// ello se
configura en años o meses no importa, en tanto el proceso esté agotado.
"
2- La uniformidad invariable exige que siempre que se han presentado las mismas circunstancias se ha procedido del
mismo modo, no debiendo haber, por lo tanto, contra-dicciones en la práctica realizada ". La Corte Intern de Justicia, en el
caso de Asilo exige a quien invoca una costumbre probar el uso constante y uniforme. Adviértase, sin embargo, que la
reiteración de la circunstancia y la reiteración del acto suponen una reiteración de lo esencial y no de lo irrelevante de
ambos. Y lo esencial, es el interés comprometido por la circunstancia y cuya satisfacción es finalidad del acto; a la vez
que, en ambos casos, debe darse una misma nat del fenómeno mundano.
"
3- La racionalidad de la costumbre: no debe estar en pugna con exigencias de la razón". Probable// no se menciona
este requisito o bien porque se lo considera ínsito, o bien porque se participa de una convicción pura// positivista en la
cual es la voluntad de los Estados la última ratio del Dcho. Lo que se está señalando al afirmar la nota de racionalidad, es
que la práctica de los Estados y de las personas intern en gral, no es suficiente p/ configurar Dcho, el cual siempre reposa
en la nat hum racional. Por eso, el Dcho peticiona racionalidad p/ sus normas. Por eso, toda norma irracional no es Dcho.
4- La internacionalidad es requisito indispensable, pues las costumbres internas no configuran normas intern.
Significa que ella se refiera a las relaciones de Estado a Estado o con Organizaciones Intern dotadas de personaría intern".
5- La juridicidad consiste en que ese hecho que constituye la costumbre, sea practicado con la convicción de que al
practicarlo se ejerce un dcho, ose cumple una obligación jca". El art. 38, inc. 1, ap. b, del Estatuto de la Corte manda al
"
Tribunal a aplicar la costumbre intern c/ prueba de una práctica gral// aceptada c/ dcho". Esta expresión "gral//" introduce
temas de no fácil solución. En primer lugar es necesario dilucidar si tiene fuerza jca la costumbre, frente a un Estado que
no la ha practicado. En segundo lugar, debe aclararse si la costumbre regula la conducta del Estado que se opuso a esa
práctica. El Maestro enseña que "algunos juristas alemanes o italianos afirman que sólo obliga a los que la han aceptado;
pero se prefiere la tesis de que obliga aún a los ausentes o disidentes en su formación, cdo se refiere a cuestiones de
interés gral y es aceptada por la mayoría de los Estados, porque todos los Estados actúan dentro de un sistema gral de las
normas, que a ninguno de ellos es admisible desconocer". En realidad, no es necesario que todos los Estados hayan
realizado una práctica determinada, p/ que pueda oponérseles las costumbres, pues si bien ésta nace de una práctica y
adquiere validez jca por la convicción de su juridicidad, una vez que nació c/ norma jca queda vigente en el orden intern y
lo único que habrá que preguntarse es si tiene validez universal por ser imperativa o simple// particular por ser dispositiva.
Si es una norma consuetudinaria imperativa, es claro que la costumbre se impone aún a los ausentes o disidentes, pero si
se trata de una norma dispositiva habrá que distinguir si ha habido o no oposición del Estado. En el primer caso, no puede
obligarle la costumbre. Si no hubo oposición hay que distinguir, a su vez, dos situaciones: si el Estado enfrentó
circunstancias que exigían una definición, su silencio debe entenderse c/ aceptación; si no se dieron tales circunstancias,
su silencio no puede entenderse c/ consentimiento, y, por lo tanto, la costumbre no le obliga.
c) La causalidad eficiente es la pluralidad de personas intern, bastando el plural mínimo o sea dos.
d) El objetivo, la causalidad final que mueve a la causalidad eficiente, o sea a los Estados y a las demás personas
intern, a producir costumbre, es remediar el esta-do de necesidad intern. Y el Estado de necesidad intern no es otra cosa
que toda hipótesis intern no regulada por norma positiva congruente.
Hay aún otro aspecto: el estado de necesidad intern no se configura sola// cdo no existe norma positiva, sino tb cdo la
norma positiva ha dejado de adecuarse a la conciencia jca gral. Por eso decimos más arriba "toda hipótesis intern no
"
regulada por norma positiva congruente .
e) Y así llegamos a la definición completa de costumbre c/: costumbre es la reiteración racional de actos uniformes y
continuos en el ámbito intern, producida por las personas intern con la conciencia clara y distinta de que su realización
constituye el ejercicio de un dcho o el cumplimiento de una obligación, procurándose así remediar una situación de
necesidad intern, determinada por hipótesis no reguladas por normas positivas congruentes con el sistema de valores
prevalentes en el universo mundial, continental, regional o local en que se configura la misma.
La costumbre puede configurar la primera N positiva reguladora de la hipótesis, o bien tratarse de una norma
derogatoria de otra que ya no satisface la finalidad del Dcho. Esa otra norma preexistente puede ser un convenio o bien
otra costumbre, pues no hay ninguna N de DIP que haga prevalecer a la convención cdo entra en colisión con la
costumbre. El Art. 38 del Estatuto de la Corte Intern no prevé una situación de conflicto en cto a la vigencia de la
convención y la costumbre, sino tan sólo que, supuesta la vigencia de ambas, indica cómo deben aplicarse. Y en el Art. 53
de la CdeV sobre Dcho de los Tratados no da prevalencia a las N imperativas, por ser convenciones, sino por consagrar
dchos imperativos. De ahí que, tanto la doctrina clásica c/ la más reciente, coinciden en que, c/ dice Von Liszt "el dcho
consuetudinario y el dcho escrito tienen la misma categoría". O sea que la costumbre posterior deroga a la norma
convencional anterior, y la N convencional posterior deroga a la costumbre anterior.
Aparte de la derogación por norma convencional tb la costumbre puede extinguirse por la conducta de las personas
intern. La desuetudo no se configura por la infracción reiterada de la costumbre, sino porque el apartamiento de los
"
Estados o personas intern de la conducta acostumbrada, es fruto de una modificación gral de la conciencia jca".
C) CONVENCIÓN O TRATADO
La Convención o Tratado es la manifestación de voluntad común de una pluralidad de personas intern sobre un objeto
lícito posible, con el fin inmediato de crear, conservar, modificar, transferir o extinguir dchos u obligaciones intern.
La esencia del Tratado intern está constituída por la manifestación de la voluntad común o forma y el objeto posible y
lícito de ese acuerdo o materia. En cambio, la existencia del mismo deviene por la voluntad de una pluralidad de personas
intern (agentes) movidos por atracción de un fin inmediato, que es el de regular jca// sus relaciones (finalidad). La
definición integral del Tratado implica la exposición de las cuatro causas, en las que se consuman su esencia y su
existencia.
La terminología referida a los tratados o convenciones es amplia. Dice la Convención de Viena sobre el dcho de los
"
Tratados en su art. 2, inc. 1, ap. a: "se entiende por tratado" un acuerdo intern celebrado por escrito entre Estados y regido
por el DIP, ya conste en un instrumento único o en dos o más instrumentos conexos y cualesquiera que sea su
"
denominación particular .
"
La expresión "tratado" se aplica al acuerdo político, mientras que "convención se reserva p/ el tratado técnico. La
"
palabra "acuerdo alude a soluciones de problemas específicos, mientras "modus vivendi" se refiere a tratados que proveen
soluciones transitorias. "Caria" y anterior// "pacto" designa convenios que constituyen Organizaciones Intern o sientan
"
bases p/ su constitución. "Estatuto , define y regula a órganos intern,-sean autónomos o integrantes de Organizaciones
" "
intern. Declaración es acuerdo sobre pcpios, aunque en el ámbito actual de Naciones Unidas se utiliza p/ designar la
posición adoptada por unanimidad, diferenciándola de la resolución, que se impone por mayoría de votos. Las Notas
Reversa les constituyen un acuerdo logrado por medio del intercambio de notas de las Cancillerías. Protocolo, tiene el
significado de aclarar o complementar un acuerdo de jerarquía principal; o bien designa las conclusiones de una
negociación de feliz término. Concordato es el convenio celebrado entre un Estado y la Santa Sede p/ regular sus
relaciones. Alianza designa tratados político-militares. Convenio sirve p/ reemplazar en gral a todas las otras expresiones.
"
Cuatro son los requisitos de validez de los Tratados señalados por el Maestro: 1) Capacidad; 2)
Consentimiento no viciado; 3) Licitud del objeto sobre el que versa el Tratado; y 4) Formas". Podemos añadir un
quinto que es la Finalidad inmediata de generar efectos jcos.
1- Sobre la Capacidad destacamos que es la aptitud o grado de aptitud p/ adquirir dchos o contraer obligaciones. La
-
misma puede ser plena o restringida."Hay que distinguir entre Estados soberanos y semisoberanos. Los 1º gozan de plena
"
capacidad; los 2º, de una cap restringida". Y añadía: La restricción en este caso no se ajusta a normas definidas; no
obstante lo cual es posible conocer la fuente de tales restricciones: carta o convenio de protectorado o colonización según
los casos". Sola// tienen capacidad plena los Estados soberanos; toda otra persona intern tiene capacidad restringida. La
restricción está determinada por la finalidad p/ la que es creada la persona intern (Organizaciones Intern), o por el
fundamento de la restricción (Estados semisoberanos).
2- El consentimiento, en los Trat o convenciones, no sólo debe referirse a los Agentes Diplomáticos que los celebran,
sino tb a los E a quienes esto Agentes representan.
El Consentimiento no es otra cosa que la voluntad común de la pluralidad de personas intern convergentes en el
tratado. Pero c/ las personas intern son entes ideales, operan por medio de personas físicas, de tal suerte que el
consentimiento no debe estar viciado. Los vicios que invalidan el consentimiento son el error, el dolo y la violencia (arts.
48 al 52 de la CdeV de 1969, sobre Dcho de los Tratados). Pues si el error es la ausencia de conocimiento (ignorancia) o
el conocimiento falso (error propia// dicho), el dolo no es otra cosa que el error ajeno producido por la maquinación del
cocelebrante. Por último, el consenti- puede estar viciado por la violencia física (fuerza física irresistible) o moral
(amenaza de sufrir un mal grave o inminente), ya sea que se ejerza sobre el propio E negociador, ya sea que se ejerza
sobre sus representantes.
3- El Objeto de los tratados debe se r posible y lícito. Llamamos objeto a la materia, la que es organizada jca//. La
materia, no es otra cosa que las relaciones que, las relaciones intern. Debe ser real// posible, porque el Dcho no versa
sobre relaciones imposibles. Y tb debe ser lícito, de tal modo que estén permitidas por DIP, que se pretenden organizar
jca//. Las actividades criminales de dos o más Estados no pueden ser válida// organizadas por un tratado intern. Así c/ el
Dcho no versa sobre lo imposible, sobre lo irreal, así tampoco admite la contradicción esencial de dar forma jca a lo que
es antijco.
El Maestro ha incluido dentro del objeto ilícito, el caso de tratados que persiguen fines ilícitos: "Toda convención
debe tener un objeto, pero es necesario que la causa que sirve de fundamento a la obligación sea lícita. Así, no sería
posible reconocer un tratado sobre el tráfico de esclavos, o que persiguiera objetos contrarios a los dchos esenciales de
humanidad, o a los intereses de las comunidades, c/ por ej las convenciones que tiendan a destruir la independencia de los
"
pueblos u obstaculizar el comercio entre los mismos .
4- Puesto que la Forma es el pcpio determinan-te de la materia, la voluntad común que quiere organizar a las
relaciones según una determinación que le es propia, necesita de la manifestación sensible. Así, pues, la Forma de los
tratados es, precisa//, la manifestación sensible de la voluntad común. Esta manifestación puede ser por la palabra oral o
escrita o por otros signos. Es cierto que, prevalece la forma escrita, y que ésta ha sido impuesta a los Estados por la
Convención de Viena (art. 1 y art. 2, inc. 1, ap. a) pero no lo es menos que la regulación jco intern de los tratados no se
agota en dicha Convención, pues ella misma prevé la validez de acuerdos intern "no celebrados por escrito" (art. 30).
Los acuerdos celebrados por escrito incluyen necesaria// la determinación de los Estados y sus representantes, a la vez
que la parte dispositiva, y la firma de los órganos del Estado. Tb la ratificación y el canje o depósito integran el campo de
la Forma, c/ así tb las otras maneras en que se hubiese convenido la forma, conforme a la expresa previsión del art. 11 de
la Convención.
q
5- La Finalidad no es otra cosa que el término jco intencional de las Personas intern al celebrar el acuerdo. Es re uisito
indispensable p/ la validez del acuerdo c/ Tratado que la finalidad inmediata sea la producción de efectos jcos. Adviértase
que la finalidad, corno el objeto, no debe ser existencial// imposible ni jca// ilícita.
A) LA JURISPRUDENCIA
No son vinculantes para los otros E, ni para otros casos.
La jurisprudencia intern es el conjunto de pronunciamientos que resuelven casos concretos de relevancia intern,
producidos por tribunales intern o nacionales, permanentes u ocasionales, judiciales o arbitrales, y con efecto obligatorio
(sentencia) o facultativo (opinión consultiva). El Maestro enseñaba que la jurisprudencia intern está "integrada por el
conjunto de sentencias dictadas por tribunales o cortes de arbitraje o de justicia intern, que pueden ser permanentes, c/ es
la Corte de Justicia Intern que funciona dentro de la órbita de la Organización de las Naciones Unidas, o bien ocasionales,
es decir, creados p/ resol-ver un conflicto determinado, cómo fueron los tribunales de arbitraje que resolvieron la mayor
parte de los litigios de límites de nuestro país. Pero no son sola// tribunales intern por su origen los que por medio de sus
sentencias contribuyen a la formación de la jurisprudencia intern, sino que esta jurisprudencia se forma tb por ciertos
fallos de tribunales nacionales". Y da c/ ejemplo las sentencias de los tribunales de presas, pero yendo bien al fondo de la
cuestión, señala que puede un juez ordinario nacional crear jurisprudencia intern, c/ es el caso de un juez en lo civil que
tiene que resolver una cuestión relativa a un cónsul extranjero y éste alega que tiene privilegios intern especiales. Las
enseñanzas del Maestro nos permite precisar que la internidad de la jurisprudencia no está dada por la internidad del
órgano que la produce, sino por la de la materia sobre la que versa.
Intensa ha sido la actividad jurisprudencia) de la Corte Intern de Justicia y podemos señalar que, a partir de 1947, en
sus primeros veinte años, ha conocido de cuarenta y dos casos litigiosos y ha emitido quince opiniones consultivas, 'cuya
lista se enuncia:
Ex aequo et buono: Según Zampetti: sí se aplica (ejemplo, en el caso Papeleras por el Río Uruguay). Según la profe,
no. No es la equidad. Se buscó dejar contentos a los dos. También en el conflicto entre Perú y Chile.
a) LITIGIOS:
1.- Reino Unido contra Albania, por el Estrecho de Corfú
2.- Reino Unido contra Noruega, por la cuestión de las pesquerías, 1949 a 1951.
3.- Francia contra Egipto, por los dchos de los ciudadanos y súbditos franceses en Egipto, 1949 a 1950.
4. - Colombia contra Perú, por la cuestión de asilo, 1949 a 1950.
B) LA DOCTRINA
El otro medio auxiliar p/ determinar las reglas de DIP, previsto por el Art. 38 del Estatuto de la Corte Intern de
Justicia, es el conjunto de "doctrinas de los publicistas de mayor competencia de las distintas naciones". Esta es la
Doctrina, o sea el juicio científico de relevancia p/ el ordenamiento jco de la Soc Intern. Tunkin enseña que la Doctrina
puede influir sobre el DIP, "si es correcta expresión de los imperativos de la vida real" y aclara final// que "p/ que la tesis
doctrinal propuesta encarne una norma jca es necesario que los Estados reconozcan en ella esa cualidad".
El Maestro ha señalado la especial importancia de la Doctrina en materia referida a "la expresión del contenido
normativo implícito en alguna costumbre intern, a la interpretación de tratados, o a casos nuevos, no regidos directa// por
ninguna norma".
La Doctrina incluye no sola// a las opiniones científicas individuales, sino tb a las de Asociaciones científicas de
relevancia p/ el DIP, aunque no se trate específica// de instituciones intern.
Podemos distinguir a los Fundadores (siglos 16, 17 y 18), que indagaron la razón suficiente del DIP y, a partir de ello,
dieron las bases de pcpios y reglas esenciales p/ la materia principal de la disciplina; de los Clásicos (siglos 19 y 20-hasta
la Segunda Guerra Mundial), que propiciaron, explicaron y sistematizaron la positividad normativa; y de los
Contemporáneos (siglo 20 después de la Segunda Guerra Mundial), que, salvo nobles y reales excepciones, se ven
dominados por una elaboración doctrinaria y normativa ya efectuada, por una parte; y el asedio incesante de la
información, por otra parte.
Los Fundadores:
Inspirado en Santo Tomás de Aquino, c/ luego veremos en detalle, Francisco de Vitoria y la escuela teológica
española que de él deriva, merece el título de Fundador del DIP. La otra gran figura de esta escuela es Francisco. En la
misma corriente de pensamiento se destaca Domingo de Soto.
El otro Fundador es Hugo Groci) y, en alguna medida Alberico Gentile. Ambos escribieron dos obras fundamentales
vinculadas al Dcho de la guerra.
BOLILLA 4
HECHOS JURÍDICOS
El hecho jco intern es toda manifestación sensible susceptible de producir efectos jcos p/ Pers. Intern. Aquí
encontramos las cuatro causas con toda claridad: la causalidad material es la manifestación sensible; la causalidad formales
la potencia o aptitud de producir efectos jcos; la causalidad eficiente es todo agente productor de manifestación sensible; la
causalidad final está constituida por los eventuales efectos jcos.
Los hechos jcos intern se distinguen tb por sus cuatro causas:
• Por su causalidad material pueden ser hechos positivos o negativos, según la manifestación sensible consista en
una modificación del mundo sensible o en la ausencia de dicha modificación.
• Por su causalidad formal el hecho puede producir necesaria// efectos jcos, c/ es el caso de los actos jcos y de los
delitos intern, o bien puede producirlos contingente//, c/ es el caso de la gestión de negocio y del ilícito culposo.
• Por su causalidad eficiente el hecho jco intern puede ser un hecho de la naturaleza o un acto hum. Los hechos de la
naturaleza son todos aquéllos que excluyen a la actuación del espíritu hum. Los actos hum son, por el contrario, aquellos
hechos jcos ejecutados con capacidad (aptitud jca intern), intención (designio de realización del acto) y con libertad
(independencia del obrar).
• Por su causalidad final los hechos jcos pueden ser ilícitos o lícitos, según se ordenen o no a destruir la justa
relación intern. Los actos ilícitos pueden configurar delitos intern si conllevan la intención dolosa; o bien cuasidelitos, si
surgen de la culpa, por negligencia o imprudencia de las Pers. Intern. Los actos lícitos, a su vez, se distinguen en simples
actos voluntarios lícitos o actos jcos, según la finalidad inmediata de dichos actos sea configurar relaciones jcas o tengan
otra finalidad inmediata (gestión de negocios), aunque puedan llegar a tener efectos jcos.
ACTOS JURÍDICOS
El acto jco es, pues, la declaración de voluntad de una o más Pers. Intern, con la finalidad inmediata de establecer,
conservar, modificar, transferir o extinguir dchos u oblig en las relaciones intern.
El acto jco tiene de novedoso respecto al mero hecho jco, que la manifestación sensible que constituye la materia de
éste, es asumida por el espíritu hum y transfigurada en una declaración o sea en una manifestación sensible intencional. Esta
intencionalidad es la forma del acto jco, porque ella vuelve eficaz a la manifestación sensible, p/ producir los efectos jcos
deseados. De esta manera, materia y forma aparecen íntima-// unidas en el acto jco, pues aquélla, es la manifestación
sensible, y ésta, es la intencionalidad ex-puesta en dicha manifestación. La causa eficiente es una Pers. Intern o varias Pers.
Intern, por lo que, a diferencia del mero hecho jco, no admite a la Naturaleza, c/ agente del acto jco. La finalidad del acto
jco tb se distingue del hecho jco, porque ella es la inmediata finalidad de crear, conservar, modificar, transferir o extinguir
dchos u oblig intern.
Los actos jcos pueden distinguirse en diversas categorías según las cuatro causas:
1) Por la causa material, los actos jcos pueden clasificarse en positivos y negativos, según consistan en una acción o
en una omisión, o sea en una modificación del mundo sensible o en la ausencia de modificación del mundo sensible.
2) Por la causa formal, los actos jcos pueden ser imperativos o dispositivos, según los efectos jcos perseguidos se
impongan por acto de aut o surjan por voluntad de ptes.
3) Por la causa eficiente, los actos jcos pueden ser unilaterales o plurilaterales, según se constituyan por obra de una
sola Pers. Intern, o bien por la concurrencia de una pluralidad de éstas. Los actos unilaterales los analizaremos enseguida;
los actos plurilaterales con voluntad nueva concordante o sea las convenciones son bien claras y conocidas. Un ej. de acto
plurilateral que no implica un acuerdo, sino la concurrencia de dos Estados p/ formular un re-conocimiento de cada uno de
ellos, es el art. 39 del Tratado Argentino-Chileno de 1855.
4) Por la causa final, se distinguen en generales y particulares, según satisfagan intereses coincidentes o
contrapuestos. El acto jco más general, y el más originario, es la constitución de la S.I.. Esta constitución de la S.I. es
anterior a la Institucionalización de la misma, por lo cual los pcpios generales son exigibles a pueblos que no hayan
participado en la constitución de las instituciones de la S.I..
La costumbre intern es tb un acto jco por-que ella se constituye c/ norma jca cuando a la materia o práctica, la asume
la intencionalidad jca de las Pers. Intern.
1- El reconocimiento es el acto jco intern unilateral por el cual una Pers. Intern declara que conoce y acepta a una
situación intern susceptible de producir efectos jcos intern. Una vez notificado, el reconoci- no puede ser modificado ni
retirado, sin perjuicio de la validez de sus modalidades. Es decir que, un reconoci- condicionado, quedará sin efecto si no se
da la condición. Por ej., cuando se ha otorgado reconoci- a un gob de facto, bajo condición de res-petar los dchos esenciales
de humanidad.
2- El acto jco intern unilateral contrario al reconocimiento es la protesta, por el cual una Pers. Intern declara que
conoce y no acepta una situación susceptible de producir efectos jco-intern. La protesta admite retractación, pues su efecto
es otorgar al agente el Dcho a no haber consentido dicha situación. Y el agente tiene aut sobre sus propios dchos.
3- La retractación es el acto jco intern unilateral, por el cual una Pers. Intern declara que retira una posición
generadora exclusiva// de dchos p/ sí.
4- La renuncia es el acto jco intern unilateral por el cual una Pers. Intern declina un dcho. La diferencia entre ambos
actos es sutil, Pero la retractación implica una situación jca previa de afirmación de un dcho, situación que se revisa y se
modifica. En cambio, la renuncia opera con prescindencia de toda situación anterior.
5- La notificación es el acto jco intern unilateral, por el cual una Pers. Intern hace saber a otra la existencia de una
situación susceptible de producir efectos jcos intern. La notificación no es susceptible de retractación y su efecto es
definitivo.
6- El silencio es el acto jco intern unilateral por el cual una Pers. Intern se abstiene de todo pronunciamiento ante la
notificación que le efectuara otra Pers. Intern, o ante un hecho de público y notorio conocimiento. El silencio puede
retractarse, porque genera Dcho tan sólo p/ quien lo mantiene y el Dcho que genera es justa// no quedar c/ aceptante ni
cuestionante de la situación notificada o conocida.
7- La promesa es el acto jco intern unilateral por el cual una Pers. Intern declara que adoptará, en el futuro, una
conducta intern determinada, susceptible de producir efectos jcos intern. La promesa no admite retractación, en la medida
en que genere dchos en los destinatarios, pero, en pcpio, por ser pura expresión de soberanía, puede rectificarse.
La concepción más restrictiva, que nos parece la correcta, configura el Estoppel en D.I. con elementos constitutivos
más rígidos, semejantes a los del «Estoppel by representation» en el Dcho inglés, y su alcance y efectos son delimitados con
más rigor con respecto al de otras instituciones tales c/ el reconocimiento, la aquiescencia o la renuncia. En una reciente
monografía, en la que se defiende que la concepción restrictiva es la consagrada por la jurisprudencia intern, se define al
Estoppel: «cuando una Pte, por sus declaraciones, sus actos o sus comportamientos, ha llevado a otra Pte a creer en la
existencia de un cierto estado de cosas en base a cuya creencia le ha incitado a actuar o a abstenerse de actuar, de tal modo
que de ello ha resultado una modificación de sus posiciones relativas, la primera no podrá, por Estoppel, establecer frente a
la segunda un estado de cosas diferente del que ha representado anterior// c/ existente».
TRATADOS INTERNACIONALES
CONCEPTO
La inexistencia de un poder legislativo institucionalizado en la Comunidad intern ha conferido al Tratado intern una
importancia primordial c/ medio de creación y de codificación tanto de las normas intern no escritas c/ de las que adolecen
de falta de precisión por encontrarse dispersas en varios Tratados.
El desarrollo del D.I. y su codificación en esta materia se ha venido realizando preferente// por la Comisión de D.I. de
la O.N.U. y en grandes Conferencias auspiciadas por las N.U. En ellas cabe señalar la que, reunida en Viena en dos períodos
de Sesiones (1968 y 1969), elaboró una Conv sobre el Dcho de los Trat entre Estados firmada en 1969; y la que elaboró la
CdeV sobre el Dcho de los Tratados entre Estados y Organizaciones Intern o entre Organizaciones Intern en 1986. Según el
art. 2.1.a) del Convenio de Viena de 1969:
“Se entiende por Tratado un acuerdo intern celebrado por escrito entre Estados y regido por el D.I., ya conste en un
instrumento único o en dos o en más instrumentos conexos y cualquiera que sea su denominación particular”.
Esta definición limita la aplicación de la Convención a los acuerdos concertados: 1) en forma escrita, ya sea en un
instrumento único o en varios conexos; 2) entre Estados (los celebrados entre Estados y organizaciones intern o entre éstas
son objeto de la CdeV de 1986); 3) y regidos por el D.I., pero sin que importe la denominación que reciban (Acuerdo,
Convención, Carta, etc.).
Pero c/ el art. 3 prevé que la no aplicación del Convenio a los acuerdos celebra-dos en forma no escrita o entre
Estados y otros sujetos de D.I. no afecta al valor jco de tales acuerdos, podemos considerar acuerdos intern a:
a) Los concertados entre Estados, entre Estados y otros sujetos de D.I. o entre otros sujetos entre sí. Por el contrario no
son, acuerdos intern los concluidos entre Pers. privadas o entre Estados y Pers. privadas.
b) La práctica intern confirma que no es necesaria la forma escrita p/ que exista un acuerdo obligatorio entre las Ptes.
El D.I. no exige unas formas rígidas, dándose en la práctica una gran variedad de formas y siendo posible incluso la forma
verbal.
CLASES DE TRATADOS
a) Por el número de Ptes contratantes: Tratados bilaterales (concertados entre dos sujetos intern) y plurilaterales o
multilaterales (en los que participan más de dos sujetos) que a su vez pueden ser restringidos (abiertos a un número
determinado de Estados) y generales (con vocación de universalidad).
b) Por su grado de apertura a la participación: Tratados abiertos (a los que se puede llegar a ser Pte en los mismos
aunque no se haya tomado pte en su proceso de formación), cerrados (aquellos que quedan restringidos a los participantes
originarios en los mismos y en los que la participación de un nuevo Estado supone la creación de un nuevo acuerdo entre
los participantes originarios y el nuevo Estado) y semicerrados (aquellos en que otros Estados pueden llegar a ser Ptes,
distintos a los Estados originarios, pues figuran en una lista anexa al tratado o bien se prevé en el propio Tratado un
procedimiento particular de adhesión, y tb por el envío de una invitación de los Estados originarios p/ que otros Estados se
adhieran al Tratado)
c) Por la materia objeto del Tratado, los hay de carácter político, econ, cultural, humanitario a estos últimos se refiere
el art. 60.5 del Convenio de Viena , consulares, de establecimiento, etc.
d) Por su función de creación de oblig: Tratados-contrato (los que prevén un intercambio de prestaciones entre los
contratantes) y Tratados-ley (los que intentan crear una norma de carácter general aplicable a toda la C.I. o a una pte de
ella).
e) Por la naturaleza de los sujetos que participan: Tratados entre Estados, entre Estados y otros sujetos del D.I. ( los
concordatos de la Santa Sede con los Estados o los acuerdos de sede entre una organización intern y el Estado en que ésta
tiene su sede u oficina papal) y Tratados entre otros sujetos del D.I. (acdos de las organizaciones entre sí).
f) Por su duración: Tratados con un plazo de duración determinado, pasado el cual se extinguen; de duración
indeterminada, salvo denuncia; y prorrogables, bien expresa o tácita// (es muy frecuente la cláusula de prórroga tácita por
períodos determinados, salvo denuncia expresa dentro de un término preestablecido).
g) Por la forma de conclusión: Tratados concluidos en forma solemne (cuyo perfeccionamiento exige un acto de
ratificación autorizada por el Parlamento, la intervención en su proceso formativo del Jefe del Estado c/ órgano supremo de
las relaciones intern, y el intercambio o depósito de los instrumentos de ratificación) y los acuerdos concluidos en forma
simplificada (que obligan en virtud de un acto distinto a la ratificación, manifestándose el consenti- mediante la
autenticación del texto del acdo o por un acto posterior a la autenticación distinto de la ratificación c/ la aprobación, la
notificación, la aceptación o la adhesión). En sentido amplio podrían tb considerarse acuerdos en forma simplificada
«aquellos en que el consenti- del E se manifiesta verbal// o mediante un acto o una conducta que exprese los elem
constitutivos de una oferta o de una aceptación de una oferta, según que el Estado sea oferente o aceptante, de un acto o una
conducta complementarios de otro sujeto de D.I.» .
El número de Acuerdos en forma simplificada es enorme y sigue aumentando. Ello es jca// posible porque el D.I. no
hace depender la validez de los Tratados de ninguna forma especial. Y en la práctica ello se ve favorecido por factores c/ el
aumento progresivo de las relaciones interestatales y su rapidez y tecnicismo crecientes p/ hacer frente a las necesidades
políticas y econ de las rel intern, el aumento progresivo de la importancia del PE, y el formalismo y la lentitud del procedi-
parlamentario. Todo ello con la salvedad, sin embargo, de que dentro de las formas simplificadas la forma verbal es
extremada// rara.
2. En una Conferencia diplomática convocada al efecto por un Estado, que invita a los demás Estados
interesados, o por una Organización intern.
El consentimiento puede manifestarse de forma plena (sobre el conjunto del Tratado) o incompleta con
reservas. A su vez el consenti- pleno puede manifestarse de varias formas.
a) La ratificación es una forma solemne que histórica// fue la usual.
Grocio explicó la ratificación considerando al Tratado dentro de la teoría del contrato. El Jefe del Estado no
actuaba por sí mismo en la celebración de los Tratados, sino mediante sus mandatarios o representantes a quienes concedía
«plenos poderes» a tal efecto, pero reservándose el Soberano la facultad de aprobar lo hecho por ellos mediante el
instrumento jco de la ratificación.
Un segundo paso en la evolución de ésta figura se dio al abandonar la teoría del mandato, sustituyéndola por la
llamada «reserva de ratificación.
Final//, a fines del siglo XVIII, al transformarse el orden político con la caída de las monarquías absolutas y la
Revolución francesa adviene la doctrina moderna de la ratificación: la soberanía nacional depositada en el pueblo se
organiza mediante un sistema de división de poderes en que el legislativo se reserva la autorización al ejecutivo p/ ratificar o
no la efectiva aplicación práctica del Tratado, es decir, p/ determinar su vigencia. Los mecanismos de autorización p/ la
ratificación y el reparto de competencias entre los tres poderes de cada uno de los Estados dependen de su Dcho
Constitucional respectivo. No obstante, es importante distinguir la «ratificación» o «autorización» del Parlamento, que es un
acto de Dcho interno, de la ratificación internacional del Tratado c/ forma de manifestación del consentimiento.
b) Otras formas de manifestación del consentimiento. Según el art. 1 1 del Convenio de Viena son: la firma, el
canje de instrumentos que constituyen un Tratado, la aceptación, la aprobación, la adhesión o en cualquier otra turnia que se
hubiere convenido.
Los arts. 12 a 16 del Convenio de Viena, reglamentan en detalle la prestación del consentimiento en las formas
citadas, debiendo notarse la flexibilidad que caracteriza al Convenio. Primero, porque si bien codificó las formas existentes,
tuvo en cuenta que la práctica intern evoluciona muy rápida// en esta materia y dejó la puerta abierta a la creación de nuevas
formas mediante el último párrafo del art. 11, que habla de «cualquier otra forma que se hubiere convenido». Segundo,
r
porque el Convenio dejó la elección entre una u ot a de las formas que cita a la libre voluntad de los Estados pactantes.
Tercero, porque el art. 17 del Convenio prevé tb la posibilidad de que un Estado se obligue sólo respecto de pte del Tratado
y no de todo él en su conjunto, siempre que el Tratado mismo lo permita o los demás contratantes lo acuerden.
b) Clases de reservas
A) Por el alcance de sus efectos jcos: reservas que afectan a determinadas disposiciones de un Tratado y reservas
que afectan al tratado en su conjunto con respecto a ciertos aspectos específicos, en su aplicación al sujeto que la formula
(denominada reserva transversal). La práctica de las denominadas reservas transversales es muy corriente y suelen excluir o
limitar la aplicación del Tratado en su conjunto a: a) ciertas categorías de Pers.; b) determinados objetos (especial//
vehículos); c) ciertas situaciones (que determinados servicios estén en funcionamiento, por ej.); d) determinados territorios;
e) algunas circunstancias determinadas (estado de guerra, por ej.); etc.
B) Por su objeto: reservas de exclusión de cláusulas ( si los Estados que las formulan tratan de evitar todos o
alguno de los efectos jcos que se derivan de la cláusula o cláusulas objeto de la reserva) ; reservas de modificación
de cláusulas (si el sujeto que la formula pretende cumplir una oblig prevista en el Tratado de una manera diferente pero
equivalente a la impuesta por el Tratado); o reservas interpretativas de tales cláusulas (si el sujeto que la formula condiciona
su consentimiento a una determinada interpretación de la cláusula objeto de la reserva).
C) Por el momento en que se formulen. Las reservas formuladas durante la negociación no fueron
admitidas por el Convenio de Viena. Las formula das en el momento de la firma de un Tratado que haya de ser objeto
de ratificación, aceptación o aprobación, deben ser confirmadas formal// por el E autor de la reserva al manifestar el
consentimiento, considerándoselas hechas en la fecha de su confirmación. Las reservas pueden formularse tb en el momento
de la aprobación, la ratificación, la aceptación y la adhesión al Tratado, así c/ en el momento en que se realiza una
notificación de sucesión en un Tratado.
D) Según el régimen establecido en el Tratado en cuestión las reservas pueden ser a) permitidas por él; b)
prohibidas expresa o tácita// por él, entendiendo por estas últimas aquellas en que «el Tratado disponga que única// pueden
hacerse determinadas reservas, entre las cuales no figure la reserva de que se trate»; y c) compatibles o incompatibles con el
objeto y fin del Tratado, clasificación que trata de impedir que la reserva desnaturalice los intereses protegidos por el
Tratado, aunque plantea el problema de a quién corresponde calificar la compatibilidad o incompatibilidad de la reserva: al
Estado reservante (lo que sería ilógico) o a los demás E Ptes (que podrían discrepar, perturbando la aplicación del Tratado)
o a un Trib Intern (lo que no resulta fácil, salvo que se prevea en el propio Tratado).
3º Un tercer momento es el de la retirada de las reservas y de las objeciones. El art. 22 de la CdeV sienta al respecto
las siguientes reglas:
a) La regla general es que tanto las reservas c/ las objeciones a las mismas pueden ser retiradas en cualquier
momento.
b) Las reglas específicas al respecto son: a) que no se aplica la regla general cuan-do el tratado dispusiere lo
contrario; b 7 p/ que la retirada de una reserva produzca efectos respecto a otro Estado contratante es preciso que éste reciba
la notificación de la re-tirada, y c) la retirada de una objeción a una reserva sólo surtirá efectos cuando su notificación sea
recibida por el Estado autor de la reserva.
4.º La CdeV articula tb las siguientes reglas de procedimiento relativas a las reservas y su aceptación expresa y a las
objeciones: a) Tanto en la formulación c/ en la retirada de reservas y objeciones, así c/ en el caso de aceptación expresa de
las reservas, deberá usarse la forma escrita. b) C/ ya hemos indicado antes, las reservas a la firma seguida de ratificación,
aceptación, etc., habrán de ser confirmadas al prestar el consentimiento definitivo, y c) La aceptación expresa a una reserva
o la objeción hechas en momentos anteriores a la confirmación no tendrán que ser reconfirmadas por los Estados reservante
u objetante.
d) Efectos
Se regulan en los arts. 20 y 21 de la CdeV. P/ ello distinguiremos:
a) Efectos entre los Estados que no han formulado reservas. Éstas no producen ningún efecto jco entre ellos y
no modificarán las relaciones entre los mismos.
b) Respecto a los efectos entre el Estado reservante y los que no han formulado reservas, hay que distinguir:
• Si la reserva ha sido aceptada por todas las Ptes, el Estado reservante es Par-te en el Tratado y sus oblig quedan
modificadas respecto a los otros Estados no reservantes, así c/ las oblig de estos últimos respecto de aquél quedan tb
modificadas en la misma medida.
• Si la reserva ha sido aceptada sólo por algún Estado contratante, el Estado reservante será Pte en el Tratado en
relación con el Estado o Estados que las hayan aceptado si el Tratado ya está en vigoro cuando entre en vigor p/ ambos
Estados.
• Si el Estado objetante manifiesta inequívoca// que la reserva impide p/ él la entrada en vigor del Tratado, éste no
entrará en vigor entre el Estado objetante y reservante. En caso contrario, es decir, cuando el Estado objetante no
«manifieste inequívoca//» su intención de que el tratado no entre en vigor, éste surtirá sus efectos entre los Estados objetante
y reservante, si bien quedando excluida la aplicación entre ambos Estados de la cláusula o cláusulas afectadas por la
reserva.
d) La institución del depositario nace a fin de facilitar la solución de una serie de necesidades propias de los tratados
multilaterales. Una vez ratificado un tratado bilateral, se procederá al intercambio de los instrumentos de ratificación entre
ambas Ptes Contratantes. Dado que el número de Ptes puede ser muy elevado, el intercambio de los instrumentos de
ratificación o de adhesión, y el cumplimiento de las demás oblig se complican extraordinaria//.
Por tal motivo el depósito de los Tratados va ligado al nacimiento de los Tratados multilaterales. Con el fin de facilitar
y agilizar el desempeño de tales funciones, se fue imponiendo la práctica consistente en designar un solo depositario p/ que
custodie el ejemplar original del Tratado y centralice la recepción de instrumentos de ratificación, adhesión, reservas, etc..
e) Oblig de las Ptes de todos los tratados es su transmisión a la Secretaría de la O.N.U. y de ésta su registro y
publicación.
Con el fin de terminar con la práctica de los tratados que, se mantenían secretos por los gobiernos que los habían
concertado, el art. 18 del Pacto de la Soc de Naciones imponía a la Secretaría de ésta la oblig de registrarlos y publicarlos.
Planteamiento que resultó desacertado, toda vez que la Secretaría dificil// podría tener conocimiento de tales tratados si los
Estados Ptes en los mismos se los ocultaban. Por tal motivo, el art. 102 de la Carta de la O.N.U. y el art. 80 de la CdeV
imponen tal oblig a los Estados Ptes en el Tratado, y, en el caso de los tratados multilaterales, será el depositario quien
cumpla tal oblig por o en sustitución de los Estados Ptes en ellos.
El 18 del Pacto de la Soc de Naciones estipulaba que un tratado no sería obligatorio hasta que fuera registrado. La
práctica intern erosionó rápida//, por lo que el art. 102 de la Carta de la O.N.U. estableció que la sanción consistiría en que
el tratado no publicado no sería invocable ante los órganos de la O.N.U.
Una vez que las Ptes en un tratado han cumplido su oblig de transmitirlo a la Secretaría de la O.N.U., ésta tiene el
deber, que le impone el art. 102 citado, de proceder a su registro y publicación.
B) EFECTOS ESPECÍFICOS
a) En el tiempo
El segundo problema que se suscita es el de los efectos específicos de los tratados ratione temporis, a saber, cuales
son los momentos inicial y final en que un Tratado empieza o deja de producir sus efectos.
Si el momento inicial suele coincidir con la entrada en vigor (en virtud del pcpio de irretroactividad, consagrado en el
art. 28 de la CdeV), el término final de los Tratados, es decir, aquel en que deja de ser aplicable y, consiguiente//, deja tb de
surtir sus efectos, salvo excepciones, suele estar previsto en el propio Tratado. Lo normal es que se estipulen por un plazo
det o bien por tiempo indefinido, salvo denuncia expresa. Tb dejan de surtir efectos por otras causas (nulidad, terminación y
suspensión de los Tratados.)
b) En el espacio
El pcpio general en esta materia, que reconoce la CdeV en su art. 29, es el de la obligatoriedad en «la totalidad del
territorio» de cada una de las Ptes, entendiéndose por tal el territorio terrestre, las aguas interiores, el mar territorial y el
espacio aéreo.
Pero esta regla general puede sufrir excepciones, que genérica// autoriza el art. 29 de la Convención, al añadir la frase:
«salvo que una intención diferente se desprenda de él [se refiere al tratado] o conste de otro modo».
Por una pte existen casos en que un Tratado no se aplica a determinadas ptes del territorio estatal, a dependencias
insulares, a colonias dependientes, etc.
Por el contrario, el Tratado puede tener una aplicación fuera del territorio de los E Ptes, ya sea porque contiene
estipulaciones respecto a 3ros, ya sea porque se pretende regular un espacio que se encuentra fuera de la jurisdicción de los
Estados. Este último tipo de tratados plantea el problema de quién está legitimado p/ realizar un Tratado que establezca
dchos y oblig oponibles a todos los sujetos en un espacio común o Patr Común de la Humanidad. En nuestra opinión, son
las mismas reglas que veíamos al hablar de la formación de la costumbre general o de la interacción entre Tratado y
costumbre general las que deben servir de guía p/ resolver esta cuestión y, en todo caso, debe tenerse en cuenta que el
fundamento de la oponibilidad de estos Tratados a 3ros Estados está muy vinculado con la concepción que se tenga del
mismo fundamento del Dcho.
En este sentido, si bien, desde nuestra concepción, este tipo de Tratados no plantea especiales problemas cuando
cuentan con una amplia participación de la comunidad intern de Estados, no ocurre lo mismo cuando dicha participación es
más restringida. Es el supuesto del Tratado Antártico, o el supuesto, del intento por un grupo particular de Estados de
aplicar un Tratado fuera de la zona donde ejercen su jurisdicción p/ la defensa de sus propios intereses, c/ es el caso de las
denominadas operaciones fuera de zona por la O.T.A.N., cuya manifestación más llamativa fue la intervención arma-da en
Kosovo en 1999 y cuya legalidad plantea graves problemas ya denunciados en la doctrina española bastantes años antes.
Tratado tengan la intención de crear una oblig p/ el Tercer E; 2.°) que el Tercer E acepte de forma expresa y por escrito la
oblig. P/ revocar o modificar una tal oblig se requiere, por el contrario, el consenti- de todas las Ptes en el Tratado y del
Tercer E, a no ser que conste que hubieran convenido otra cosa al respecto (art. 37.1).
2) Tratados que creen dchos en favor de terceros Estados: Con mayor motivo tb por excepción a la regla general
r
pueden c earse dchos a favor de terceros siempre que se cumplan determinados requisitos.
ª)
El art. 34 de la CdeV puso las sig condiciones a las estipulaciones en favor de 3º: 1. que exista la disposición en el
Tratado. Se entiende que en su forma expresa; 2.ª) que los E Ptes hayan tenido intención de conferir un Dcho a un tercer E,
a un grupo o a todos los E; 3ª) que el tercer o terceros E asientan al beneficio concedido. Su asentim- no tiene que ser
ª
necesaria// expreso, y 4. ) que el Tercer E cumpla las condiciones que p/ el ejercicio del Dcho se estipulen en el Tratado o
que posterior// se establezcan sobre la base del mismo.
P/ revocar los dchos originados en un Tratado a favor de terceros, el art. 37.2 de la Convención requiere el
consentimiento del tercer Estado, si consta que el tal Dcho se creó con la intención de que no fuera revocable o modificable.
A sensu contrario, aunque la Convención nada dice al respecto, hay que suponer que si no se previó la irrevocabilidad o la
no modificabilidad en el Tratado, podrá ser objeto de revocación o modificación por las ptes sin necesidad de
consentimiento por el Tercer Estado.
3) Los Tratados c/ origen de una costumbre: Un efecto especial de los Tratados es la posibilidad de que a través de
ellos se creen costumbres intern. La Conferencia de Viena ha previsto la posibilidad de que la reglamentación relativa a los
efectos de los Tratados entre las Ptes y respecto de Terceros pudieran servir de asidero p/ negar la validez de ciertas
costumbres, cuya opinio iuris ha sido cimentada a través de su inclusión en los Tratados. La Conferencia de Viena, después
de varios debates, incluyó un Art. (el 38) del tenor sig:
«Lo dispuesto en los Arts. 34 a 37 no impedirá que una N enunciada en un tratado llegue a ser obligatoria p/ un tercer
E c/ norma consetudinaria de D.I. reconocida c/ tal.»
4) Referencia a la cláusula de Nación más favorecida: Causa extrañeza en pcpio, que habiéndose reglamentado las
estipulaciones en favor de terceros Estados con tanta amplitud en la CdeV, no figure en la misma la menor referencia a la
cláusula de Nación más favorecida. La razón de tal omisión la encontramos en las discusiones de la Comisión de D.I. que
preparó el Proyecto que luego se discutió en la Conferencia de Viena. En su Sesión de 1964 la citada Comisión decidió
suprimir el estudio de la «cláusula» por no considerarla madura p/ la codificación. A petición de varios Estados, decidió que
el estudio se hiciera por sep/do, y designó p/ ello c/ Ponente especial al Prof. Ustor, de Hungría.
Dicha cláusula es «una institución mediante la cual el Estado que la otorga se obliga a extender al Estado beneficiario
de la misma todas las ventajas que concedió o concederá en el futuro a un tercer Estado en los mismos términos que a este
último, y sin que sea preciso ningún nuevo acuerdo p/ ello».
La cláusula tiene un contenido variable y relativo, ya que el beneficio concedido de-pende de los que se hayan
concedido o concedan al Estado más favorecido, y depende tb que se mantengan o no o de que varíen o no los beneficios
otorgados. La referida cláusula puede ser concedida unilateral// o en base a la reciprocidad y se emplea en una serie de
materias, las comerciales, aduaneras y fiscales. Tb en lo relativo a trato de extranjeros, a la propiedad industrial y literaria, e
incluso a cuestiones de Dcho procesal intern (asistencia judicial y reconocimiento de Sentencias extranjeras). Final//, la
Asamblea General, tras diferir el examen del contenido del proyecto durante más de diez años, terminó decidiendo, en 1991,
ponerlo en conocimiento de los Estados miembros y de las organizaciones interesadas a fin de que lo tomen en
consideración si lo consideran oportuno y conveniente, manifestando de esta forma la falta de consenso sobre el contenido.
B) CLASES DE INTERPRETACIÓN
a) Por el órgano o Pers. que la realizan: interpretación auténtica, llevada a cabo por las Ptes en el Tratado mismo o
en un acto posterior; doctrinal, llevada a cabo por los juristas por medio de dictámenes, resoluciones y acuerdos de
Institutos científicos, publicaciones. etc.; judicial, realizada por los órganos judiciales intern y por los Tribunales internos p/
aplicar el D.I.; y diplomática, realizada por los Ministerios de Asuntos Exteriores de los Estados interesados y manifiesta
en Notas Diplomáticas, circulares dirigidas a las misiones diplomáticas, e incluso en decisiones de órganos internos no
judiciales, llamados a aplicar el D.I.
b) Por el método empleado: literal o gramatical, si lo que se intenta es determinar el sentido haciendo un simple
análisis de las palabras; teleológica, si se atiende a los fines perseguidos por las normas del Tratado; histórica, si se tiene en
cuenta el momento histórico en que el Tratado se celebró y el significado que los términos tenían en aquel momento, y
sistemática si se tiene en cuenta no sólo la norma a interpretar, sino todas las demás que están ligadas a ella.
c) Por los resultados: interpretación extensiva o restrictiva, según que conduzca a la ampliación de las oblig
dimanantes del Tratado o bien que éstas sean lo menos onerosas posible dentro de la letra de la cláusula interpretada.
Tratado y sus precedentes histórico jcos) y sus Anexos (en los que general//
se contienen disposiciones complementarias al texto, que de forma muy particularizada reglamentan determinadas
cuestiones);
ii) los Acuerdos que se refieran al Tratado y que hayan sido concertados entre todas las Ptes y todo instrumento
formulado por una o mas Ptes y aceptado por los demás c/ instrumento referente al Tratado.
c') El pcpio que requiere tener en cuenta el objeto e el fin del Tratado p/ su interpretación. Los autores de la
Convención acogieron la interpretación teleológica al incluir éste elemento de interpretación, que «no es una derogación al
pcpio de la autonomía de la voluntad, sino, por el contrario, su consolidación objetiva: el objeto y el fin de un Tratado son
los elementos esenciales que han sido tenidos en cuenta por la voluntad de las Ptes en el sentido de que éstas rehusarían
admitir todas las libertades que pondrían en peligro este objeto y este fin que ellas libre// han escogido c/ su bien común».
En la aplicación de esta regla gral formada por los 3 pcpios señalados, el intérprete debe tener en cuenta, junto con el
contexto al que hemos hecho referencia, tanto los instrumentos en que pueda constar la interpretación auténtica del tratado,
c/ el entorno normativo. Así, conforme con el art. 31.3 de la Conv, habrá de tenerse en cta:
r
a´) «Los acuerdos posteriores ent e las Ptes acerca de la interpretación del Tratado o de la aplicación de sus
disposiciones» y «toda práctica ulterior// seguida en la aplicación del Trat por la que conste el Acdo de las Ptes acerca de la
interpretación del Trat». En otras palabras, se trata de buscar la interpretación auténtica a través de acdos o prácticas en la
que conste el acuerdo de las Ptes sobre el sentido y alcance de los términos empleados.
b') Las normas pertinentes de D.l. aplicables a las relaciones entre las Ptes, dado que el Tratado no es un elem aislado,
sino una pieza integrante del sist normativo del D.I.
Otras reglas del art. 33 de la Convención son: 1.ª) la presunción de que los términos tienen igual sentido en todos los
textos que hacen fe; 2.ª) si existen diferencias, habrá que recurrir en primer término a las normas de los arts. 31 y 32, y, si
éstas no condujeran a un resultado satisfactorio, se «adoptará el sentido que mejor concilie los textos, habida cuenta del
objeto y el fin del Tratado».
a) La regla general, contenida en el art. 39, prevé la posibilidad de enmienda de todos los Tratados, con la única
condición de que sea por acuerdo ente las Ptes. El procedimiento p/ llevarla a cabo, salvo que se estipule otra cosa, será el
mismo que el empleado p/ la celebración de los Tratados y su entrada en vigor.
b) Las reglas específicas sobre la enmienda de los Tratados multilaterales son las sig:
1. Atenerse, en primer lugar, a lo que disponga el Tratado sujeto a enmienda.
2. A falta de estipulación expresa, se notificará la propuesta de enmienda a todos los Estados contratantes quienes
podrán participar:
i) en la decisión sobre las medidas que haya que adoptar (aceptarla, oponerse a ella, etc.) con relación a tal propuesta:
ii) en las negociaciones y en la celebración de cualquier Acuerdo de enmienda.
3. Todo Estado facultado p/ llegar a ser pte en el Tratado original podrá serlo del Tratado enmendado.
4. Por último, en cuanto a la obligatoriedad del Acuerdo anterior, o no enmendado, y del nuevo Acuerdo se distingue
entre:
i) Aquellos Estados que sean ptes en el Acuerdo no enmendado, o pcpal, pero que no den su consentimiento en
obligarse en el nuevo Acuerdo, seguirán rigiéndose en sus relaciones mutuas por el Acuerdo primitivo.
ii) Aquellos Estados que sean ptes en el Acuerdo no enmendado, o pcpal, y además den su consentimiento en
obligarse por el nuevo Acuerdo, se regirán en sus relaciones mutuas por el Acuerdo en su forma enmendada y en sus
relaciones con los que no hayan dado su consentimiento por el Acuerdo en su forma original.
iii) Aquellos Estados que lleguen a ser Ptes en el Acuerdo después de la entrada en vigor de la enmienda se regirán
por el Acuerdo en su forma enmendada, salvo en sus relaciones con los Estados que no hayan aceptado la enmienda, con
que se regirán por el Acuerdo en su forma original.
2. Cuando la celebración del Tratado se ha conseguido por la amenaza o el uso de la fuerza, en violación de los
pcpios del D.l. contenidos en la Carta de las N.U. (art. 52 de la Convención). La amenaza en este caso está dirigida contra el
Estado mismo.
3. Cuando el Tratado en el momento de su celebración esté en oposición a una norma imperativa (ius cogen) de D.I.
General (art. 53). Se entiende por tal una norma aceptada y reconocida «por la Comunidad intern en su conjunto c/ norma
que no admite acuerdo en contrario y que sólo puede ser modificada por una norma ulterior de D.I. General que tenga el
mismo carácter».
b) La nulidad relativa o anulabilidad supone la existencia de una causa de nulidad del Tratado pero respecto del que
cabe la posibilidad que se vea convalidado por un acuerdo expreso entre las ptes o por un comportamiento tal que equivalga
a una aquiescencia. A tenor del art. 45 de la CdeV, las causas de nulidad relativa son las siguientes:
1.
La manifestación del consentimiento en violación manifiesta (objetiva// evidente p/ cualquiera que actúe
conforme a la práctica usual y a la buena fe) de una N de importancia fundamental del Dcho interno relativa a la
competencia p/ celebrar Tratados (art. 46).
2. Cuando el representante del Estado tenía una restricción específica y notificada ,1 los demás en sus poderes p/
manifestar el consentimiento del Estado (art. 47).
3. En caso de error sobre una situación que sea base esencial del consentimiento, siempre que el Estado que lo alega
no contribuyera con su conducta al error o las circunstancias fueran tan evidentes que estuviera advertido de él. El error
debe venir referido a un hecho o situación, no pudiéndose alegar el error de dcho, ni el error en la redacción del texto (art.
48).
4. En los casos de dolo, entendiéndose por tal el que deriva de una conducta fraudulenta de otro Estado
negociador (art. 49).
5. En los casos de corrupción del representante de un Estado, efectuada directa o indirecta// por otro Estado
negociador (art. 50).
1) Cuando haya habido una violación grave por una de las Ptes. En estos casos se puede pedir la suspensión total o
parcial (art. 60).
2) Por la imposibilidad temporal de cumplimiento (art. 61).
3) En los casos de haber sobrevenido un cambio fundamental de circunstancias (art. 62.3).
b) En el 2º de los supuestos nos encontramos con los casos de suspensión simple y son los sig:
1) Cuando el tratado así lo prevea [art. 57.a)].
2) Cuando todas las ptes lo consientan, previa consulta con los demás Estados Contratantes [art. 57.b)].
3) Por medio de un acuerdo entre dos o más Ptes, siempre que esté previsto en el Tratado o no esté prohibido en él. En
este segundo caso cabe el acuerdo de suspensión, siempre que no afecte a los dchos y al cumplimiento de las oblig por las
demás Ptes y no sea incompatible con el objeto y fin del tratado cuyos efectos se suspendan (art. 58).
4) C/ consecuencia de un acuerdo posterior sobre la misma materia. P/ que el tratado originario o primero quede
suspendido es necesario que se desprenda así del Tratado posterior o conste de otro modo (art. 59).
5) La guerra puede suspender tb la aplicación de los Tratados, en las condiciones señaladas p/ el cambio fundamental en
las circunstancias o la imposib temporal de cumpli-.
6) El estado de necesidad, en las condiciones señaladas p/ la imposibilidad temporal de cumplimiento, en los términos
que veremos en la pregunta siguiente.
4) Por abrogación tácita, es decir cuando todas las Ptes celebren posterior// otro Tratado sobre la misma materia y
conste o se deduzca la intención de las Parles de regirse por el tratado posterior. Tb en los casos en que los Tratados sean
incompatibles o no aplicables simultánea// (art. 59).
5) C/ consecuencia de una violación grave del Tratado, se faculta, a la otra Pte en los Tratados bilaterales y a las otras
Ptes unánime// en los multilaterales, p/ darlo por terminado. Se considerará c/ violación grave tanto un rechazo del Tratado
no admitido por la CdeV c/ la violación de una disposición esencial p/ el objeto y fin del tratado en concreto (art. 60).
6) Por imposibilidad de subsiguiente cumplimiento, c/ consecuencia de la desaparición o destrucción definitivas de un
objeto indispensable p/ dicho fin (art. 61). C/ ha señalado el T.I.J: «la imposib de cumpli- puede ser invocada p/ la
terminación de un Tratado por una pte en el mismo cuando esta imposibresulte de la violación por esa pte de una oblig
derivada de dicho Tratado.».
7) Por un cambio fundamental de las circunstancias existentes en el momento de la celebración del Tratado no
previsto por las Ptes y siempre que a') la existencia de dichas circunstancias constituya una base esencial del consenti-; b')
dicho cambio tenga por efecto modificar radical// las oblig que aún deben cumplirse; c') el Tratado no establezca una
frontera, o d') el cambio de circunstancias no resulte de una violación de la Pte que lo alega (art. 62).
Esta última causa, ha sido objeto de un amplio desarrollo y debate doctrinal en el seno de la propia Comisión de D.I.
de las N.U. En el Art. que fue aprobado en la Conferencia de Viena se tomaron una serie de cautelas p/ evitar una aplicación
indiscriminada o un abuso de la misma. En expresión especial// clara del T.l.J un cambio fundamental de las circunstancias:
«debe ser de una naturaleza tal que tenga por efecto transformar radical// el contenido de las oblig que queden por
ejecutar en el tratado [...] debe ser imprevisto; las circunstancias existentes en la época en que el Tratado fue concluido
deben haber constituido una base esencial del consentimiento de las ptes en obligarse por el tratado. El hecho de que el art.
62 de la CdeV esté redactado en términos negativos y condicionales indica clara//, por otra parte, que la estabilidad de las
relaciones convencionales exige que el argumento basado en un cambio fundamental de las circunstancias no pueda
aplicarse más que en casos excepcionales».
8) La aparición de una nueva norma imperativa de D.I. General (de ius cogens) hará que todo Tratado existente que
se oponga a la misma se convierta en nulo y se dé por terminado (art. 64).
1) La llegada al termino final, cuando el Tratado haya sido estipulado p/ una duración determinada, si bien esta
causa puede considerarse englobada en la de terminación prevista en el art. 54.a) de la Convención.
2) La guerra c/ causa de terminación ha sido una cuestión discutidísima. Sin duda por ello y porque existen en
la CdeV otras causas que pueden surtir los mismos efectos extintivos que la guerra, y que real// subsumen a esta
última, no ha sido contemplada según creemos en la Convención c/ figura independiente.
Hasta la Primera Guerra Mundial era cuestión práctica// admitida. En los Tratados de Paz de 1919-1920 se distinguió
ya entre los Tratados bilaterales, que quedaban todos extinguidos, y los multilaterales, en que se determinaba taxativa// los
que deberían ser aplicados, y entre ellos, los que se sometían a condiciones particulares p/ su aplicación. Después de la
Segunda Guerra Mundial, y de manera especial en el Tratado de Paz con Italia, se reglamentó la suerte de los Tratados
bilaterales en el sentido de que los aliados comunicarían en un plazo de seis meses aquellos que deseaban mantener o debían
continuar en vigor. Respecto a los tratados multilaterales no hay una cláusula general en el referido Tratado de Paz.
Así la guerra no es considerada hoy c/ causa extintiva de todos los Tratados, habiéndose extendido la práctica de
insertar en los Tratados de paz disposiciones p/ regular la suerte de los Tratados estipulados por los beligerantes antes del
inicio de la guerra, bien p/ abrogarlos, pero no por la guerra, sino sólo por efecto del Tratado de paz, o bien p/ ponerlos de
nuevo en vigor, lo que significa que tan sólo se había suspendido su aplicación. Los Tratados de Alianza, asistencia mutua,
de tráfico aéreo, etc., quedarán lógica// terminados, mientras otros quedarán en suspenso por imposibilidad de
cumplimiento.
3) El estado de necesidad. Esta ha sido tb una causa invocada en diversas ocasiones por la doctrina y fue una de
las causas alegadas por Hungría ante el T.I.J, el cual sostuvo: «El estado de necesidad no puede ser invocado más que
p/ exonerar de su responsabilidad a un Estado que no ha ejecutado un Tratado. Incluso si se considera que la
invocación de este motivo está justificada, el Tratado no terminará por este motivo; puede estar privado de efectos en
tanto el estado de necesidad persista; puede estar inoperante de hecho, pero sigue en vigor a menos que las ptes lo
extingan de común acuerdo. Desde el momento en que el estado de necesidad desaparezca, el deber de acomodarse a
las oblig derivadas del Tratado renacerá»
.Estamos, por tanto, ante una posible causa de suspensión, pero no ante una causa de terminación de los Tratados.
4) En los casos de extinción del sujeto intern, los Tratados quedarán afectados y en su mayor pte extinguidos.
Ante un acto ilícito intern de un Estado en perjuicio de un individuo que no ostenta su nacionalidad, la regla
general sigue siendo hoy que el individuo perjudicado no puede entablar una acción o presentar una petición ante órganos
intern contra ese Estado, quedándole la alternativa de recurrir contra el acto en el plano del Dcho interno del Estado
infractor y, en caso de no obtener satisfacción por esta vía, acudir al Estado del que es nacional a fin de que sea éste, si
decide interponer en su favor la protección diplomática, quien reclame contra aquel Estado en el plano intern. La evolución
jurídica reciente muestra algunas grietas en este pcpio, c/ ponen en evidencia algunas reglas convencionales que conceden a
ciertos individuos el acceso a tribunales intern de arbitraje o, en el contexto de la protección de los dchos humanos, a
órganos específicos de garantía y control.
En la práctica intern se registran casos diversos de concesión a los particulares de la posibilidad de acceder, en defensa
de sus dchos o intereses, a órganos intern, algunos de carácter judicial (tribunales intern) y otros sin tal carácter.
En lo que se refiere a los órganos de carácter judicial, en la doctrina suele citarse el precedente de la XII Convención de
La Haya de 18 de octubre de 1907, nunca entrada en vigor, no obstante en virtud de la cual se creaba un Tribunal Intern de
Presas ante el que podría interponerse, según el art. 4 de la Convención, recurso por parte de una potencia neutral o de un
particular perteneciente a la potencia neutral o beligerante. En la actualidad, cabe hacer referencia del sistema europeo de
protección de esos dchos en el Consejo de Europa, en cuyo marco, a partir de la entrada en vigor en 1998 del Protocolo
número 11 del Convenio europeo de 1950, se abre la posibilidad p/ los particulares, una vez desaparecida la Comisión
Europea de Dchos Humanos, de presentar directa// reclamaciones («demandas individuales») ante el Tribunal Europeo de
Dchos Humanos, que pasa a erigirse en institución única del sistema de protección.
En lo que se refiere a los órganos sin carácter propia// judicial, la práctica intern, es mucho más amplia y menos tímida,
y refleja la configuración de un poder procesal de los individuos p/ poner en marcha la actuación de órganos específicos de
ciertas organizaciones intern con vistas a que valoren el comportamiento de los Estados respecto de normas intern que
conceden a los individuos determinados beneficios.
Dentro de las realizaciones actuales, se debe hacer referencia, en el ámbito de la protección a escala universal de los
dchos humanos, a diversos mecanismos, unos convencionales y otros extraconvencionales, de salvaguardia de esos dchos a
través de la intervención de distintos órganos de las N.U. o de algunos de sus organismos especializados c/ la U.N.E.S.C.O.
y la O.I.T..
En cuanto a los mecanismos convencionales, existen algunos en cuyo marco los individuos o grupos de individuos están
habilitados p/ presentar ante ciertos órganos y bajo ciertas condiciones quejas contra el Estado bajo cuya jurisdicción se
encuentran por presunta violación de algunos de los dchos consagrados en ciertos convenios intern: se trata de
procedimientos contradictorios seguidos ante órganos c/ el Comité p/ la eliminación de la discriminación racial, el Comité
contra la tortura y el Comité de Dchos Humanos. Es cierto que, dependiendo la posibilidad de los individuos perjudicados
de acudir a estos órganos de la previa aceptación de su competencia por parte de los correspondientes Estados (a través de
una declaración unilateral ad hoc o, en el caso del Comité de Dchos Humanos, mediante la ratificación del citado Protocolo
facultativo), la escasa cantidad de actos de aceptación en la práctica reduce considerable// la universalidad y, por ende, la
eficacia del sistema.
En cuanto a los mecanismos extraconvencionales, se han establecido. sin base en convenios específicos y en virtud de
ciertas resoluciones del Consejo Económico y Social de las N.U., unos procedimientos entre los que sobresalen los
«procedimientos públicos especiales» de la Resolución 1235 (XLII) de dicho órgano de 6 de junio de 1967— p/ estudiar las
situaciones de violación de dchos humanos, procedimientos en los que las comunicaciones de los particulares afectados,
presentadas ante relatores especiales o grupos de trabajo, desempeñan un papel muy importante c/ fuentes de información.
En el marco de ciertos sistemas convencionales regionales, c/ el de la Convención Americana de Dchos Humanos
suscrita en San José en 1969, se reconoce expresa// la legitimación activa de los particulares p/ introducir denuncias ante
órganos de naturaleza cuasi-jurisdiccional, c/ la Comisión Interamericana de Dchos Humanos, bajo ciertas condiciones.
C) LA VERTIENTE PASIVA DE LA SUBJETIVIDAD: LA CAPACIDAD DEL INDIVIDUO P/ VERSE ATRIBUIDA
RESPONSABILIDAD EN EL PLANO INTERN
No existe, en pcpio, obstáculo p/ considerar al individuo c/ sujeto de una conducta que constituya en sí misma un acto
intern// ilícito, esto es, una violación de una oblig derivada de una norma de D.1. Nada se opone, tampoco, a la posibilidad
de una incriminación intern del individuo por la comisión de ciertos actos delictivos que son contrarios a ciertas exigencias
básicas de la convivencia intern.
Ahora bien, el DI suele limitarse a establecer en estos casos, por vía de tratado intern, los tipos penales aparejados a
tales transgresiones, resignando en los Estados la tarea de su punición. En efecto, dejando aparte los supuestos
excepcionales, lo habitual es que sea el Dcho interno, a través de órganos y procedimientos estatales, el que se encargue de
dilucidar las consecuencias penales de la comisión por el individuo de esos delitos intern (ver las sig de los 4 Convenios de
Ginebra de 1949 p/ la protección de las víctimas de la guerra: art. 49 del 1 Convenio, art. 50 del II Convenio, art. 129 del III
Convenio, art. 146 del IV Convenio).
La conclusión sería, que en supuestos todavía excepcionales, susceptibles de expansión al hilo de los progresos que se
logren en el proceso de humanización del D.I., el individuo puede verse exigida una responsabilidad intern directa por actos
que por su gravedad atenten contra ciertos intereses básicos de la comunidad intern.
LA NACIONALIDAD
A) CONCEPTO
P/ algunos se trata de un status civil otorgado a un individuo o persona jurídica por el ordenamiento jurídico de un
Estado.
P/ otros, noción que nos parece más exacta, se considera c/ un vínculo que liga a un individuo con una determinada
organización política estatal, determinando la pertenencia jurídica de una persona a la población de un Estado. Existen pues
dos partes en el vínculo: de un lado, la organización política estatal y, de otro. la persona física o la jurídica aunque la
doctrina ha discutido sobre la nacionalidad de éstas, es un concepto admitido en la práctica y la jurisprudencia intern y
reconocido en todas las legislaciones internas. Al tratarse de un vínculo entre una persona y un Estado, resulta evidente que
las organizaciones intern no tienen nacionales, y el hecho de que ejerzan cierta protección a determinadas personas
no supone la concesión de una nacionalidad o una institución equivalente a ella.
Ello no impide, sin embargo, que en el marco de ciertos ámbitos de integración especialísimos puedan aparecer formas
nuevas que se asemejan al vínculo al que nos venimos refiriendo. Se trata, en particular, del caso de la «ciudadanía europea»
nacida en el ámbito de la Unión Europea. Esta nueva institución define un modelo de relación entre el «ciudadano europeo»
y la Unión que, a su vez, le otorga un estatuto especial en el ámbito de la Comunidad Europea, a través del reconocimiento
de un conjunto de dchos que puede ejercer bien sea ante las instituciones de la Unión bien frente a los Estados miembros.
Dicho estatuto, que contribuye a reforzar la protección de que goza el particular, no sustituye al vínculo de nacionalidad que
une al ciudadano y al Estado. Por el contrario, se trata de un vínculo de segundo nivel que se superpone a la nacionalidad, ya
que tan sólo se reconoce la ciudadanía de la Unión a aquellas personas que previa// sean nacionales de uno de los Estados
miembros.
B) LA DETERMINACIÓN DEL RÉGIMEN JCO DE LA NACIONALIDAD CORRESP AL D´INTERNO
Aunque teórica// cabe afirmar que las N de nacionalidad son tan intern c/ las de delimitación del territorio, las N intern
sobre nacionalidad son muy escasas, en contraste con las contenidas en las legislaciones internas. Hoy se ha facilitado el
conocimiento y manejo de estas últimas a través de varias recopilaciones, y especial// la preparada por las NU.
En el estado actual del desarrollo del D.I., corresponde a cada Estado determinar por medio de su Dcho interno quiénes
son sus nacionales. Esta afirmación ha sido confirmada por la jurisprudencia intern de una manera reiterada.
También el D.I. convencional demuestra que la reglamentación sobre la nacionalidad se deja a cada Estado. En el
mismo sentido de las decisiones jurisprudenciales reseñadas, cabe resaltar la Convención de La Haya de I2 de abril de I930,
relativa a los conflictos de nacionalidad, en cuyo art. I se dice: «Corresponde a cada uno de los Estados determinar por
medio de su legislación quiénes son sus nacionales.»
En conclusión, salvo limitaciones, el D.I. deja al dcho interno de cada Estado la reglamentación de la adquisición y
pérdida de su nacionalidad.
Precisar cuáles sean las limitaciones referidas impuestas a los E por el D.I. no es cuestión que esté resuelta inequívoca//
por el D.I., y la doctrina está clara// dividida al respecto.
Sobre la base del D.I. General, sólo una limitación es clara: los Estados deben abstener-sede determinar quiénes son
nacionales de terceros Estados, pues hacerlo sería contrario al Pcpio de competencia exclusiva de los mismos en la materia.
La existencia de otras limitaciones está en discusión. Entre ellas señalaremos:
a) Si un Estado puede otorgar su nacionalidad en contra de la voluntad de la persona interesada. La jurisprudencia es
contraria, y las protestas de los Estados en los casos de naturalización forzosa han sido frecuentes.
b) Si p/ otorgar la nacionalidad es necesario que haya un ligamen real y estrecho entre el Estado y la persona. Al
respecto debemos señalar que si bien existe una corriente doctrinal favorable a esta limitación, cuando el T.I.J. se ha
pronunciado sobre la cuestión —Asunto Nottebohm—, se ha limitado a una distinción muy sutil. Aunque examino el
supuesto de hecho y llegó a la conclusión de la «ausencia de todo vínculo entre Nottebohm y Liechtenstein», no por ello
negó la validez a la naturalización en el Principado de Liechtenstein. El Tribunal de la Haya, sin embargo, lo que declaró fue
que Guatemala «no se ha visto obligada a reconocer una nacionalidad otorgada en esas condiciones».
El T.I.J., sobre la base de distinguir los efectos internos de los intern, declaró que la referida naturalización no era
oponible a Guatemala.
c) Sobre si los Estados pueden privar de la nacionalidad en contra de la voluntad del interesado, la práctica nos
demuestra que la privación de la nacionalidad no es infrecuente, dando lugar a casos de apatridia.
El art. I5 de la Declaración Universal de Dchos Humanos de las NU de I948 preveía que «a nadie se privará arbitraria//
de su nacionalidad ni del dcho a cambiar de nacionalidad».
Aparte del valor limitado de dicha Declaración, hoy podemos constatar que en el Pacto de Dchos Civiles y Políticos de
las N.U. ha desaparecido toda referencia a la nacionalidad, salvo en el art. 24.3, que dice: «todo niño tiene dcho a adquirir
una nacionalidad».
Lo anterior// dicho supone una grave regresión, a mi juicio, y viene a poner de manifiesto que los Estados no están
Algunos Estados exigen la pérdida de la nacionalidad anterior y no haber adquirido ninguna otra nacionalidad
por medio de naturalización. El Estado puede rehusar el pedido sin indicar razones y a la inversa y en contra pcpios gral//
aceptados del dcho intern, Imponer la naturalización a un individuo contra su voluntad.
La naturalización confiere la condición de nacional, pero no siempre los mismos dchos que el nacional de origen; por
ejemplo, en algunos países, los naturalizados no pueden desempeñar cargos públicos.
-Formas adquirir la naturalización: Una las causas corrientes es matrimonio de extranjero con nacional.
- La naturalización por matrimonio: En muchos Estados, la naturalización del hombre casado implica la naturalización
de su esposa y sus hijos bajo su patria potestad.
En la convención sobre la nacionalidad de la mujer casada, aprobada por la Asamblea General de las NU en 1957, se
dispone que la nacionalidad de la mujer casada no podrá quedar afectada automática//, ni por la celebración o la disolución
del matrimonio, ni por el cambio de nacionalidad del marido durante e! matrimonio. Tb establece que si el marido adquiere
voluntaria// la nacionalidad de otro Estado que el propio o renuncia a su nacionalidad, la mujer puede conservar la antigua
del marido. La mujer cuyo marido es nacional de otro Estado que el de ella podrá adquirir la naturalización mediante
procedimiento especial, si así lo solicitara.
2º, un criterio más general —ya que es aplicado en la mayoría de los Estados y según él se considera extranjeros
a las personas físicas o jurídicas que no son consideradas c/ nacionales por el país en que están domiciliadas o en el que son
transeúntes o —en el caso de las personas jurídicas— en cuyo territorio operan (etimológica//, el extranjero es, p/ el país que
los considera c/ tales, un extraño o un ajeno a la comunidad nacional en que habita permanente o transitoria//); pero son
consideradas c/ nacionales suyos por un tercer E o por varios, en el caso de nacionalidad múltiple.
B) NORMAS APLICABLES A LOS EXTRANJEROS
El Estado ejerce sus competencias sobre un det territorio y sobre las personas que en él se encuentran, que pueden ser
nacionales -respecto de los cuales el Estado se ce escasa// limitado por el DI- o extranjeros, respecto de los cuales el Estado
se ve limitado por el DI, c/ respetar el standar minimum intern o bien convencional, ya que los Estados procuran conseguir
que los tratados que celebran con otros Estados en cuyo territorio residen nacionales de los primeros reconozcan dchos en
beneficio de éstos.
C/ los nacionales, los extranjeros y apátridas están en pcpio sometidos al Dcho interno del Estado en cuyo territorio se
encuentran ocasional o permanente//, y muy especial// a las normas de aplicación territorial, de seguridad pública y, en
general, a todas aquellas cubiertas por el concepto del orden público interno e intern. También les obligan las normas
internas, especial// administrativas, que el Estado promulga p/ reglamentar el régimen de los extranjeros -c/ las oblig de
estar provistos de pasaporte, de inscribirse en registros especiales o de proveerse de autorizaciones especiales de trabajo,
etc-.
Pero el que la soberanía territorial del Estado sea en pcpio ilimitada no significa que no pueda estar sujeta a
limitaciones. Porque si respecto de sus nacionales el Estado se ve escasa// limitado por el D.I, respecto de los extranjeros la
soberanía del Estado no sólo se ve limitada por las normas internas citadas, sino por normas impuestas por el D.I., bien
general -aquellas que están dirigidas a garantizar y a hacer respetar el standard minimum intern, de que hablaremos más
tarde- o bien convencional, ya que los Estados procuran conseguir que los tratados que celebran con otros Estados en cuyo
territorio residen nacionales de los primeros reconozcan dchos en beneficio de éstos.
La doctrina y la práctica intern han evolucionado reciente// de modo pendular respecto a la extranjería. En lo que se
refiere a los dchos individuales de los extranjeros, se intenta superar la dicotomía nacional-extranjero al considerarse que los
dchos que les amparan tienen su base, en unos y otros, en la condición humana, y, por tanto, deben ser iguales.
C) LA ENTRADA DE LOS EXTRANJEROS
La doctrina ha discutido si los Estados están obligados por una costumbre intern a admitir a todos los extranjeros que
deseen entrar con fines lícitos en su territorio.
A nuestro juicio, la práctica de los Estados es contraria a la existencia de tal norma y los elementos de la costumbre no
son constatables. En el estado actual del D.I., la admisión de los extranjeros es una cuestión que puede ser apreciada en
pcpio discrecional// por el Estado receptor. La reglamentación en concreto que-da a la competencia exclusiva del Estado,
que la regula general// mediante disposiciones administrativas.
Primero, está muy generalizado que se regule el régimen de pasaportes, o dctos de entrada, y se haga repasar la frontera
a todos los que hayan entrado en el país desprovistos de tales documentos.
Segundo, es necesario el visado de entrada, que se facilita en los Consulados del país receptor en el extranjero, si bien
en los últimos años la tendencia va hacia la supresión de visados por vía de reciprocidad.
Tercero, específica// respecto de aquellos que pretendan establecerse en el país con ánimo de trabajar en él, no es
infrecuente que de iure o de facto se llega en la práctica a distinguir aquellos que llegan al país por motivos turísticos de los
que lo hacen por otros motivos, exijan determinadas autorizaciones previas p/ trabajar y que las leyes de inmigración
lleguen a ser particular// rígidas.
Por el contrario, en el momento actual de la evolución del D.I. cabe afirmar la formación de una norma que prohíbe a
los Estados la discriminación a efectos de entrada entre los súbditos de un país y los de otro. La negativa a admitir súbditos
de un determinado país (salvo que medien circunstancias especiales, c/ la no existencia de relaciones diplomáticas o
consulares o la imposibilidad de garantizar la seguridad de dichas personas) sería contraria no sola// a las normales
relaciones de amistad entre los Estados, sino también al D.I. moderno, en el que las discriminaciones en pcpio son
consideradas contrarias al mismo.
Cuestión distinta es la posibilidad de establecer regímenes preferentes que se aplican a la entrada y permanencia de
determinados extranjeros, así c/ a su estatuto en el ordenamiento interno del Estado receptor, que se pueden establecer
mediante tratados bilaterales o a través de instrumentos multilaterales. Entre ellos, merece una especial mención el régimen
aplicable en la Comunidad Europea, en el marco de la construcción del mercado interior. En virtud del mismo se reconoce a
los nacionales de los Estados miembros el dcho de libre circulación y libre elección de residencia en el territorio de los
restantes Estados Miembros. De esta manera, nace un régimen cualificado de «extranjero comunitario» al que se le aplica un
estatuto especialísimo, que se aleja progresiva// del exigible a los nacionales de terceros Estados y se aproxima, al estatuto
de los ciudadanos del país en cuyo territorio se encuentran.
D) LA EXPULSIÓN DE LOS EXTRANJEROS
Por lo que a la expulsión de los extranjeros se refiere, no existe en el D.I. General norma que la prohíba, salvo que la
misma produzca un daño injustificado al extranjero, que sólo tendría una explicación satisfactoria si se basara en un fin
lícito. La inexistencia de una regla de D.I. General nos viene confirmada indirecta// por la Comisión Europea de Dchos del
Hombre, quien, al ocuparse de cuestiones que rozaban el problema de la expulsión y extradición de extranjeros, ha recurrido
no a la existencia de una regla prohibitiva ni siquiera en la Convención, sino a precisar, interpretando el art. 3 de la
Convención de Roma de 1950, que «en determinadas circunstancias, la expulsión pudiera dar origen a un tratamiento
inhumano»
Lo anterior no quiere decir que el extranjero se encuentre en todos los casos sin ninguna garantía ante las expulsiones.
Lo que queremos decir es que no está protegido, frente a ellas, por un conjunto de normas del D.I. No obstante, existen en la
mayoría de los ordenamientos internos normas que reglamentan la expulsión y el Estado puede incurrir en responsabilidad
intern por expulsiones arbitrarias basadas en decisiones de las autoridades internas.
extranjeros.
Las materias que contemplan los tratados de referencia son variadísimas. En los antiguos Tratados de Amistad,
Comercio y Navegación, algunos de ellos todavía vigentes, se garantizaban los dchos de libre entrada y salida del territorio,
de aplicarle al extranjero su ley nacional p/ las relaciones de familia y sucesiones, de protección de su persona y bienes, del
libre ejercicio del comercio y profesiones, de adquirir libre// bienes muebles e inmuebles, de no serle expropiados sus
bienes, de exención del servicio militar, etc. En los tratados más modernos no se prevén ya determinados dchos por
considerarse que hoy forman parte del standard minimum, concepto cambiante y en trance de ampliación, c/ hemos dicho;
pero se estipulan otros c/ la libertad en el ejercicio de las profesiones liberales, la libertad de establecimiento, el goce de los
beneficios de la seguridad social, la protección contra la doble imposición fiscal, etc.
c) Especial referencia al dcho de propiedad privada de los extranjeros: El tratamiento de la propiedad privada ha sufrido
un proceso de revisión de ida y vuelta c/ consecuencia de tres acontecimientos políticos del siglo XX.
Primero, el triunfo de la Revolución soviética, que desencadenó primero dentro de la U.R.S.S., y después de la Segunda
Guerra Mundial en otros muchos países, unas amplias medidas de socialización, estatalización y colectivización, reforma
agraria, nacionalización, etc., que necesaria// dejaron su reflejo no sólo en la revisión del concepto individualista y privatista
del Dcho de propiedad, sino también en el de su protección de la misma y de otros dchos patrimoniales de los extranjeros
por vía tanto interna c/ intern.
Segundo, la existencia de una fuerte propiedad extranjera en los países de grandes cambios estructurales en lo político-
económico y en aquellos otros de reciente descolonización llevó a cercenar en ocasiones la propiedad privada y las normas
intern p/ su protección. Dentro de este marco nos referimos al pcpio de soberanía permanente del E sobre sus recursos nat.
Debido a estos dos acontecimientos, durante un tiempo, la superioridad evidente de las garantías intern de los dchos de
propiedad y en general de contenido económico del extranjero tendió a disminuir debido al sentido cada vez más social de la
pro-piedad y a los abusos que los propietarios extranjeros han llevado a cabo.
Tercero, en los últimos años, la dramática evolución experimentada por los Estados del antiguo bloque soviético, la
posición dominante alcanzada por el liberalismo económica y el establecimiento libre, inducido o impuesto según los casos,
de una sustancial «homogeneidad» ideológica en la mayor parte del mundo han impulsado un giro copernicano en las ideas
de las clases dirigentes de los antiguos Estados del Este y de los Estados en vías de desarrollo, que tratan de ofrecer a los
inversores intern garantías a fin de seducirlos p/ que inviertan en sus respectivos países.
LA PROTECCIÓN DIPLOMÁTICA
C/ la capacidad del individuo lo habilita pera hacer él mismo una reclamación al Estado territorial en el plano intern, el
dcho intern gral, considera que el daño a los nacionales de un Estado es un daño que se causa a la persona misma de su
Estado, al que llama un daño mediato. El Estado que sufrió el perjuicio puede interponer respecto al otro el mecanismo de la
protección diplomática de sus nacionales y lo hace por dcho propio sobre la base del daño producido. P/ que la vía intern
quede abierta, es necesario primero que el particular damnificado haya agotado los recursos internos disponibles, o sea que
haya intentado una acción judicial en todas las instancias abiertas, con resultado de haber recibido una denegación de
justicia.
La protección diplomática tiene las siguientes características, en el plano intern:
• El recurso procede cuando existe el vínculo de la nacionalidad entre el damnificado y el Estado que interpone su
protección y esta nacionalidad debe existir desde el momento en que se produjo el daño original hasta la fecha de la
sentencia o laudo arbitral.
• El Estado puede rehusarse a interponer cualquier acción ante el Estado de origen del daño, desde que obra por su
propio dcho.
• Asimismo, puede desistir de su acción en cualquier momento, o entrar en una transacción respecto a las prestaciones
debidas c/ reparación por el Estado de origen, acordar una suma global a todo título, etc.
EL ASILO
El asilo territorial se apoya jurídica// en la supremacía territorial de los Estados y la extradición configura una excepción
voluntaria a esa supremacía p/ hacer posible la solidaridad intern en la lucha contra el crimen.
Los delitos políticos suelen exceptuarse de la regla de la extradición, ya que el perseguido carece de peligrosidad p/ los
demás Estados, y por lo demás, los tribunales del Estado que los reclama pueden ser sospechados de parcialidad en el
juzgamiento del delincuente político.
a) El asilo político
Debido a la supremacía territorial que ejerce un Estado sobre todas las personas que se encuentran en su territorio, sean
súbditos propios o ajenos, los Estados extranjeros constituyen un asilo provisional p/ todo individuo que, siendo perseguido
en su país de origen, cruce sus fronteras.
El asilo no es un dcho que un extranjero pueda reclamar, es el Estado territorial una vez requerido quien puede o no
otorgarlo a quien está eludiendo la acción de la justicia ere su país. O sea, es un dcho del Estado requerido el concederlo,
algunos lo otorgan a los perseguidos políticos.
b) El asilo diplomático
La creación de misiones permanentes hizo posible el asilo diplomático, debido a su extraterritorialidad. Al pcpio, sólo se
concedía el asilo a los delincuentes comunes, pues los delincuentes políticos eran considerados un peligro p/ los regímenes
imperantes en ese entonces.
Luego, y en la medida en que se iba imponiendo la extradición c/ un recurso de cooperación judicial intern, el amparo
de los delincuentes comunes fue desapareciendo en la práctica. Consiguiente//, también el asilo diplomático fue
desapareciendo en Europa c/ institución del DI.
En la América Latina el asilo diplomático adquirió un rasgo de protección humanitaria. Varias circunstancias
contribuyeron a la creación de este instituto particular a nuestra región: la admisión de un cierto dcho de resistencia a la
opresión, necesario por la existencia de dictaduras militares en el continente la abundancia de revoluciones y golpes
militares con el consiguiente surgimiento de gobiernos que encarcelaban a sus opositores políticos, la desconfianza al
proceso judicial de estos gobiernos surgidos de interrupciones constitucionales y demás hicieron que se fuera gestando una
costumbre regional en el sentido de que existía en pcpio la oblig de respetar el asilo diplomático otorgado y de conceder
salvoconductos a los perseguidos políticos que tomaban refugio en Embajadas, normal// de otros países latinoamericanos,
bajo una suerte de reciprocidad.
El asilo diplomático concluye cuando sale del país el asilado, munido del correspondiente salvoconducto y bajo la
protección de funcionarios de la Embajada local.
Toda Misión diplomática debe indicar el país de destino de los asilados, pues desde el momento que el asilado sale del
país territorial ya la Misión carece de competencia respecto al asilado. En cambio, el Estado asilante, que era quien daba
asilo diplomático, se transforma al llegar el asilado a su territorio en el otorgante de un asilo territorial o político y el asilado
en un refugiado. Debe, entonces, recibir al asilado con el carácter de asilado territorial y sujetarlo a la radicación temporaria
y eventual// munirlo de pasaporte especial (p/ no nacionales) si quiere radicarse en un tercer país.
PROTECCIÓN DE MINORÍAS
La práctica intern de gtizar dchos a las minorías tiene sus orígenes luego de la Reforma religiosa. El Tratado de
Osnabrück en 1648, al terminar la Guerra de los Treinta años, intentó paliar la situación de las minorías religiosas. Tras la
Primera Guerra Mundial, al forjarse nuevos Estados c/ consecuencia de los tratados de paz y cambiar de dueño vastas
extensiones de territorio, las principales potencias aliadas y asociadas impusieron la igualdad de trato, justo y equitativo, que
se debía dar a las minorías raciales, religiosas y lingüísticas en los tratados celebrados con Polonia, Checoslovaquia, el
Estado Serbio –Croata- Esloveno, Rumania, Grecia, Austria, Bulgaria, Hungría y Turquía. Otros países, c/ Albania, Estonia,
Letonia, Lituania e Irak aceptaron oblig análogas c/ condición previa p/ su admisión en la Sociedad de las Naciones.
Las principales garantías se referían a:
• La protección de la vida y de la libertad, así c/ el ejercicio libre de la religión, sin distinción por razón de nacimiento,
nacionalidad, idioma, raza o religión, p/ los habitantes en general.
• En pcpio y p/ ciertos habitantes, adquisición automática de la nacionalidad del Estado contratante o facilidades
precisas p/ adquirirla.
• P/ las nacionalidades, igualdad ante la ley y en el ejercicio de todos los d´políticos y civiles.
• Libertad de asociación p/ fines religiosos y educativos
• Provisión por el Estado de la enseñanza elemental, en su idioma, en las zonas donde existiera una minoría
determinada.
P/ asegurar el cumplimiento de las cláusulas de minoría se apoyaron en el dcho constitucional y en el D.I.: el
Estado contratante reconocía las cláusulas principales c/ leyes fundamentales y se comprometía a que ninguna ley,
reglamento o resolución oficial estuviera en pugna con ellas. Las cláusulas relativas a las personas pertenecientes a una
l
minoría racial, religiosa o ingüística, constituían oblig de carácter intern y quedaron sometidas a la garantía de la Sociedad
de las Naciones. No podían ser modificadas aquellas cláusulas sin el asentimiento de la mayoría del Consejo, cuyos
miembros tenían dcho a llamarle la atención sobre cualquier infracción o peligro de infracción que se produjera. El Consejo
podía dar instrucciones e impartir órdenes al respecto.
Los litigios respecto a la interpretación de las cláusulas entre el Estado contratante y cualquiera de las potencias aliadas
o asociadas o bien entre los miembros del Consejo entre sí, debían ser sometidos a la Corte Permanente.
41
BOLILLA 6
LA PROTECCIÓN INTERNACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
Caso Portal de Belén:
Dos convenciones que pueden interpretarse en forma contraria
ARTICULO 86. - Incurrirán en las penas establecidas en el artículo anterior y sufrirán, además, inhabilitación
especial por doble tiempo que el de la condena, los médicos, cirujanos, parteras o farmacéuticos que abusaren
de su ciencia o arte para causar el aborto o cooperaren a causarlo.
El aborto practicado por un médico diplomado con el consentimiento de la mujer encinta, no es punible:
1º Si se ha hecho con el fin de evitar un peligro para la vida o la salud de la madre y si este peligro no puede ser
evitado por otros medios.
2º Si el embarazo proviene de una violación o de un atentado al pudor cometido sobre una mujer idiota o
demente. En este caso, el consentimiento de su representante legal deberá ser requerido para el aborto.
Argentina es no abortista.
Portal de Belén entiende que después del fallo F.A.L. le da la posibilidad de someterse a un aborto no punible a la
persona involucrada en una violación, en contraposición con lo que dice el C Penal. Cuando la corte resuelve dice que no es
punible cuando el origen del embarazo es producto de una violación. El caso no aplica a ninguno de los incisos del (86).
Pero la CSJN dice que podía ser una persona “normal” (no demente ni idiota). La CSJN dicta un protocolo para ser
expeditivo. El mismo es básico. http://www.msal.gob.ar/images/stories/bes/graficos/0000000690cnt-
Protocolo%20ILE%20Web.pdf. Ver últimas páginas. Se cuestiona la constitucionalidad del protocolo. Tengo un conflicto de
Derechos: el de la madre de defender su cuerpo y el de la creatura que tiene el D a la vida, siendo persona. Es demasiado
laxo el protocolo como para que de eso dependa la vida de un niño. Por lo cual Portal de Belén, mediante amparo pide que
no se aplique el protocolo. El Juez se declara incompetente. Demanda a la provincia de Córdoba y a la Asociación de los D
de la mujer (abortista). Esta sentencia se apela. Va a la cámara quinta. Resuelve dándole la razón al Portal. Diciendo que se
puede llamar a un grupo de psicólogos que le hablen. Amplía los efectos del fallo. En Casación, el TSJ lo está tratando.
Cosas que sostiene la cámara:
• Una cosa es que el legislador penal haya dicho que en determinadas circusntacinas se permita el aborto y otra es que
por medio de instrumentos administrativos se favorezca. Una cosa es que no lo castigue, otra que lo favorezca.
• El CP dice que no es un D lo del (86) CP, sino que en determinados casos no hay sanción, pero eso no obsta las
consecuencias de un aborto aunque haya sido eximido de pena. Mantiene los elementos del delito, salvo la
punibilidad.
• Todo lo que pase por alto los pactos, viola la forma federal de Estado.
• El hecho de que no sea punible, no quiere decir que no esté matando.
• C. de DD del niño: Artículo 3
1. En todas las medidas concernientes a los niños que tomen las instituciones públicas o privadas de bienestar social, los
tribunales, las autoridades administrativas o los órganos legislativos, una consideración primordial a que se atenderá será el
interés superior del niño.
EL PROCESO DE INTERNACIONALIZACIÓN DE LOS DD.HH.: CARACTERES GENERALES
En conexión con el proceso de humanización del DI contemporáneo, han hecho su aparición a partir de la segunda
mitad del s XX un conjunto de normas dedicadas a la protección internacional del individuo a las que, de modo
convencional, se agrupa bajo la categoría genérica de «DI de los DD.HH.».
Estos nuevos sistemas internacionales de promoción y protección de los DD.HH. no surgen de la nada. Por el contrario,
desde finales del siglo XIX se definen instituciones diversas que concurren en la protección de la persona humana. Baste
con mencionar la regulación relativa a las denominadas «prácticas odiosas» (tales c/ la esclavitud, el tráfico de
estupefacientes o la trata de blancas). A lo que hay que añadir, en el seno de la Sociedad de Naciones de regímenes
específicos de protección de las minorías en Europa y de protección de la población de los territorios sometidos al régimen
de mandatos.
Sin embargo, la gran innovación introducida por las normas del DI de los DD.HH. radica en la presencia en todos los
sistemas que lo integran de un elemento esencial que se convierte en su principal rasgo distintivo: la consideración del
individuo y de su dignidad c/ un valor autónomo de la Sociedad Internacional que, por tanto, se convierte en un bien
jurídico protegible en sí mismo por el DI. De tal forma que la garantía del disfrute efectivo de los DD.HH. se convierte en el
objetivo inmediato y único de los sistemas de protección.
Este nuevo DI de los DD.HH. es, en lo esencial, el resultado de un proceso evolutivo en el que se han relacionado,
siempre en forma dialéctica, las competencias estatales derivadas de la soberanía, por un lado, y el interés de la Sociedad
Internacional por la definición de uno de sus nuevos valores entendido c/ la protección básica del ser humano, por otro. A lo
largo del mismo se ha producido la superación del viejo principio de la competencia exclusiva del Estado y su sustitución
por una nueva concepción que define a los DD.HH. c/ materia de interés internacional, en virtud de la cual se establece un
modelo de cooperación entre ordenamientos que al tiempo que reconoce una competencia primigenia y directa al Estado p/
- -
establecer mecanismos propios de protección y promoción, define la competencia de la Comunidad Internacional p/ adoptar
normas en dicho ámbito e incluso p/ establecer sistemas internacionales de control y fiscalización del comportamiento
estatal. Si bien es al Estado a quien compete proteger los Dchos de los individuos sometidos a su jurisdicción, dicha
competencia la ejerce en tanto que derivada de una obligación general que le viene impuesta por el DI y, por consiguiente,
sometida a control a través de mecanismos internacionales.
Desde la perspectiva del DI, el resultado de este proceso ha sido la definición de normas sustantivas que enuncian
dchos, algunas de las cuales han llegado a integrarse en el bloque cualificado de las normas de ius cogens. Junto a ellas, las
normas procesales han definido mecanismos de control que ofrecen al particular protección frente al Estado en el plano
internacional. Ambas categorías de normas integran los denominados sistemas internacionales de protección de los
DD.HH., autónomos respecto de los sistemas estatales, que pueden clasificarse en dos grandes bloques: los sistemas
universales, que se desarrollan en el ámbito del sistema de las NU, especial// la O.N.U., y los sistemas regionales,
vinculados con el Consejo de Europa, la Organización de Estados Americanos y la Organización p/ la Unidad Africana.
Aunque cada uno de estos sistemas presenta características propias que les diferencian parcial// de los restantes, la
unidad del DI de los DD.HH. se refleja en la existencia de un conjunto de elementos y características básicas que son
comunes a todos ellos:
1º Son sistemas de protección del individuo en sí mismo considerado, en su relación con el Estado y, en principio, tan
sólo frente al Estado. Las obligaciones de garantía de los Dchos se dirigen, por tanto, al Estado y son las actividades
imputables al Estado las sometidas a control y supervisión internacionales.
2º Los sistemas internacionales son subsidiarios respecto de la protección de los DD.HH. a nivel interno y, por
consiguiente, sólo operan cuando el Estado no ejerce la protección del dcho cuya garantía define el sistema internacional.
3º Los sistemas internacionales de promoción y protección de los DD.HH. están íntima// vinculados al fenómeno de las
Organizaciones Internacionales, ya que surgen y se desarrollan siempre en el seno de una Organización Internacional que les
ofrece soporte ideológico, institucional y material, y que garantiza la pervivencia y autonomía de c/u de los sistemas.
4º Los sistemas internacionales de DD.HH. integran un doble bloque normativo dedicado, respectiva//, a la codificación
y definición de Dchos fundamentales, por un lado, y al establecimiento de estructuras intern de control del comportamiento
estatal, por otro. Ambas categorías de normas aparecen integradas, habitual//, en instrumentos normativos únicos.
5º La protección de los DD.HH. se ejerce en cada sistema a través de técnicas diferenciadas que, en última instancia, se
reconducen siempre a técnicas de control internacional cuyo objeto no es otro que valorar la adecuación del
comportamiento de un determinado Estado con las oblig intern que le son exigibles.
En primer lugar, las técnicas de control responden, c/ regla, a modelos no judiciales. Y así, aunque la figura de los
Tribunales internacionales de DD.HH. se va abriendo paso de forma progresiva y decidida, sigue siendo excepcional la
configuración del sistema judicial c/ mecanismo principal y directa// aplicable de protección de los DD.HH.. Baste a este
respecto con destacar que no existe un Tribunal de estas características en el plano universal y que, en los ámbitos
regionales, sólo el Tribunal Europeo de DD.HH. tiene competencia automática p/ resolver cualquier demanda presentada
contra un Estado integrado en el sistema. Por el contrario, el control se ejerce habitual// a través de Comisiones y Comités
que si bien recogen en sus métodos de trabajo fórmulas de análisis basadas en el principio contradictorios, no son órganos
judiciales m tienen capacidad p/ adoptar resoluciones.
En segundo lugar, los mecanismos de control se establecen, dentro de cada sistema, en forma escalonada, que va del
simple examen de informes gubernamentales periódicos a la presentación de denuncias del individuo contra el Estado. De
todos los posibles métodos tan solo el de informes periódicos entra en funcionamiento de forma automática, estando
sometidos los restantes a un sistema de reconocimiento previo de jurisdicción por parte del Estado afectado, de forma que el
órgano internacional de control no podrá recibir denuncias si el Estado no ha aceptado previa// tal posibilidad.
En tercer lugar, el control no se ejercita exclusiva// respecto de supuestos individualizados violación Dicho método
coexiste con supuestos de investigación de situaciones masivas y sistemáticas de violación de los DD.HH., que tan sólo
toman en consideración casos individuales en la medida en que pueden definir una situación. Ambos métodos coexisten, en
ocasiones, dentro del sist establecido en una misma Organización Intern (especial// la O.N.U y la O.E.A.), siendo utilizados
en función de las circunstancias que concurren en cada caso concreto.
Por último, es de destacar que el objetivo de los sistemas internacionales no es tanto la condena del Estado infractor, c/
garantizar el disfrute efectivo de los DD.HH., a través de la adopción de medidas grales por parte de la Comunidad Intern y
del Estado y, en su caso, de la restitución del dcho violado o de una reparación equitativa en los sistemas más
perfeccionados.
6º En los sistemas internacionales, por ser sistemas finalistas cuya estructura técnica está en proceso de consolidación,
se produce una gran aproximación entre las actividades de protección en sentido estricto y las act de promoción. De tal
forma que si bien es cierto que ambas categorías, promoción y protección, tienen una autonomía conceptual suficiente, en la
práctica es frecuente encontrar técnicas de coordinación entre ambas categorías e incluso actividades que se sitúan en una
zona gris.
B) EL PROCESO CODIFICADOR
La definición de un estándar internacional que proclame los Dchos y que resulte oponible a los Estados constituyó
histórica e ideológica// el primero de los objetivos perseguidos por las NU en el ámbito de los DD.HH..
El proceso codificador se inicia material// en 1946, al crear el ECOSOC la Comisión de DD.HH. y encomendarle la
formulación de «proposiciones, recomendaciones e informes referentes a: a) Una declaración internacional de Dchos del
hombre; b) Declaraciones o convenciones internacionales sobre las libertades cívicas, la condición jurídica y social de la
mujer, la libertad de información y otras cuestiones análogas».
Fruto de este mandato fue la adopción en 1948 de la Declaración Universal de DD.HH., que constituye la primera
piedra de la Carta Internacional de DD.HH. en la que se define el régimen gral de DD.HH. de la O N.U. Tras su
consolidación en 1966, el proceso codificador de las NU en materia de DD.HH. ha experimentado una nueva orientación,
consistente en la adopción de nuevos instrumentos especializados cuyo objeto es definir regímenes de protección
cualificados. Por último, ha de destacarse que este carácter expansivo del proceso codificador ha dado lugar a la definición
de incipientes dchos de solidaridad, entre los que el dcho al desarrollo ocupa un lugar privilegiado.
Este proceso codificador se ha llevado a cabo a través de normas de muy distinta nat (declaraciones y convenios). El
elevado número y la extensión de los ámbitos materiales a que se refieren dichos instrumentos dan buena idea de la imp de
esta act codificadora de las NU.
a) La Carta Internacional de DD.HH.
La Carta Internacional de DD.HH. agrupa a los instrumentos que contemplan los DD.HH. en su globalidad: la
Declaración Universal de DD.HH., los Pactos Internacionales de Dchos Económicos, Soc y Culturales, y de Dchos Civiles
y Políticos y los Protocolos Facultativos a este último Pacto.
1. La Declaración Universal de DD.HH. fue adoptada por la AG en 1948, que la define c/ un: «ideal común por el que
todos los pueblos y naciones deben esforzarse, a fin de que tanto los individuos c/ las instituciones, inspirándose constante//
en ella, promuevan mediante la enseñanza y la educación, el respeto a estos dchos y libertades y aseguren por medidas
progresivas de carácter nacional e internacional, su reconocimiento y aplicación universales y efectivos, tanto entre los
pueblos de los Estados Miembros c/ entre los de los territorios colocados bajo su jurisdicción» (Preámbulo, último párrafo).
La Declaración está integrada por 30 art en los que, partiendo de la proclamación de los principios de libertad, igualdad
y no discriminación (arts. 1 y 3), se recogen de forma conjunta los dchos civiles y políticos (arts. 3 a 21) y los dchos
económicos, sociales y culturales (arts. 22 a 27), poniendo así de manifiesto la indisociable interrelación existente entre el
respeto y disfrute de una y otra categoría de dchos. Esta interrelación se proyecta también en el reconocimiento del dcho de
todo individuo «a que se establezca un orden social e internacional en el que los dchos y libertades proclamados [...] se
hagan plena// efectivos» (art. 28). El ejercicio de estos dchos tan sólo podrá ser limitado por ley, p/ proteger los dchos de
terceros o p/ satisfacer las justas exigencias de la moral, del orden publico y del bienestar general en una sociedad
democrática (art. 29.2); no podrán ejercerse en contra de los propósitos y principios de las NU (art. 29.3) y en ningún caso
podrán interpretarse c/ base p/ la supresión de cualquiera de los dchos y libertades contemplados en la Declaración.
La declaración de Dchos se complementa con una brevísima declaración de deberes, al establecer que «toda persona
tiene deberes respecto a la comunidad, puesto que sólo en ella puede desarrollar libre y plena// su personalidad» (art. 29).
Aunque su objetivo es definir un régimen de dcho aplicable a los DD.HH. y hacerlo mediante la cooperación entre los
Estados, la Declaración Universal adopta la forma de una mera Resolución de la AG, con las consiguientes repercusiones
que ello ha tenido en el plano de su oponibilidad a los Estados.
No obstante, a pesar de su formal falta de fuerza jurídica obligatoria, lo cierto es que la Declaración Universal ha
experimentado una evolución tendente a permitir una cierta oponibilidad de la misma a los Estados, especial// por vía
consuetudinaria y en el plano de los principios que subyacen en la misma, esencial// el del respeto y protección de los
atributos esenciales del ser humano en el marco del Estado de dcho.
Sólo desde esta perspectiva limitada cabe concluir una cierta obligatoriedad de la Declaración Universal en el DI
contemporáneo, siendo posible considerarla c/ el paradigma material que permite evaluar, a falta de una norma
convencional más específica, la adecuación del comportamiento de los Estados al estándar mínimo internacional en materia
de DD.HH..
Por último, no puede olvidarse que, al margen de cualquier otra consideración, dicho texto ha cumplido una función
moralizadora básica, inspirando buena parte de los desarrollos normativos ulteriores en materia de DD.HH., tanto a nivel
internacional c/ interno.
2. Por su parte, el Pacto Internacional de Dchos Económicos, Sociales y Culturales y el Pacto Internacional de Dchos
Civiles y Políticos, también conocidos c/ Pactos de Nueva York, fueron aprobados por la Resolución 2200 A de la AG en
1966, y entraron en vigor en 1976.
Los Pactos de Nueva York recogen la práctica totalidad de los DD.HH. enunciados en la Declaración Universal,
desarrollándolos y dotándolos de unidad mediante la inclusión en ambos instrumentos de un art. l.° común que proclama la
libre determinación de los pueblos c/ un dcho humano. Al margen de este art. común, cada Pacto regula una categoría de
dchos.
Así, mientras que el Pacto de Dchos Civiles y Políticos se ocupa de los dchos clásicos a la vida, la integridad, la
prohibición de la tortura, la libertad personal, la tutela judicial efectiva, las libertades de pensamiento, opinión, asociación y
reunión, el dcho a la intimidad y a la vida familiar, a la personalidad jurídica o los dchos específicos de las minorías; el
Pacto de Dchos Económicos, Sociales y Culturales recoge el dcho al trabajo y a que el mismo se desarrolle en condiciones
dignas, los dchos sindicales, el dcho a la seguridad social, a la protección de la familia, el dcho a un nivel de vida adecuado
(incluyendo la alimentación, el vestido y la vivienda) y en mejora constante, a la educación y a la cultura. En cualquier caso,
el disfrute de ambas categorías de dchos responde a unos principios comunes que han de ser respetados por los Estados, en
particular los principios de igualdad y no discriminación, de sometimiento a la ley y de interpretación in bonum de todos los
dchos reconocidos.
El Pacto Internacional de Dchos Civiles y Políticos ha sido completado, por el Protocolo Facultativo Segundo destinado
a abolir la pena de muerte, de 1989, que entró en vigor en 1991.
La adopción de los 2 Pactos constituye un cambio cualitativo en el trata- de los DD.HH., ya que se trata de instrumentos
convencionales que imponen oblig jcas directa// vinculantes p/ los Estados partes. No obstante, ha de señalarse la diferencia
entre ambos c/ lógica consecuencia de la distinta naturaleza de los dchos reconocidos. Así, mientras que el Pacto de Dchos
Civiles y Políticos define obligaciones automáticas, asumiendo el Estado el deber de reconocimiento y garantía inmediata
de los dchos enunciados en el mismo (art. 2.1), el Pacto de Dchos Económicos, Soc y Culturales se concibe c/ un
instrumento progresivo, que define d´cuyo disfrute sólo se gtiza en un det horizonte, por lo que el Estado única// asume el
compromiso de: «adoptar medidas, tanto por separado c/ mediante la asistencia y la cooperación intern, especial// econ y
técnicas, hasta el máximo de los recursos ó que disponga, p/ lograr progresiva//, por todos los medios apropiados, inclusive
en particular la adopción de medidas legislativas, la plena efectividad de los Dchos aquí reconocidos» (art. 2).
Ello se va a reflejar igual// en el plano de los mecanismos de control. A pesar de lo que se acaba de señalar, la diferencia
de trata- apuntada no permite establecer una jerarquización de dchos. Incluso la Conferencia de Viena, en cuya Declaración
y Programa de Acción se afirma lo siguiente: «Todos los DD.HH. son universales, indivisibles e interdependientes y están
relacionados entre sí. La comunidad internacional debe tratar los DD.HH. en forma global y de manera justa y equitativa, en
pie de igualdad y dándoles a todos el mismo peso».
3. Sin embargo, la Carta Internacional de DD.HH. no se integra única// por la Declaración Universal y por los Pactos en
tanto que normas definidoras de dchos y libertades. Junto a ellas, la Comisión de DD.HH. defendió desde los inicios de sus
trabajos la necesidad de elaborar normas específicas que establezcan mecanismos de control y supervisión internacional del
comporta- de los Estados, sin los que la proclamación de d´perdería bna pte de su significado. Algunas de estas normas se
contienen en el propio texto de los Pactos Internacionales, y a ellas se añade el Protocolo Facultativo Primero al Pacto de
Dchos Civiles y Políticos, que establece un sist de peticiones individuales y forma igual// parte de la Carta Internacional.
Dicho Protocolo Facultativo se adoptó por la AG en 1966 y entró en vigor en 1976.
C) ÓRGANOS COMPETENTES
Se deben diferenciar 2 categorías de órganos: órganos creados en virtud de la Carta de las NU o de resoluciones que la
desarrollan y los órganos creados en virtud de los tratados intern sobre DD.HH. auspiciados por la Organización.
b) Órganos convencionales
Se trata de los órganos de base convencional cuya principal manifestación es el Comité de DD.HH. creado por el Pacto
de Dchos Civiles y Políticos. Junto a este Comité, hasta la fecha se han constituido igual// el Comité de Dchos Económicos
Sociales y Culturales, el Comité p/ la Eliminación de la Discriminación Racial, el Comité p/ la Eliminación de la
Discriminación contra la Mujer, el Comité contra la Tortura y el Comité de los Dchos del Niño.
Aunque cada uno de estos Comités tienen una composición y unas competencias propias que los diferencian, todos ellos
responden a unas características comunes. En primer lugar, salvo el Comité de Dchos Económicos, Sociales y Culturales,
son creados por un tratado internacional o por aplicación del mismo. Por consiguiente, a excepción de dicho Comité, no son
en sentido estricto órganos de la O.N.U.. En segundo lugar, son órganos técnicos integrados por expertos designados a título
individual, que no pueden recibir instrucciones gubernamentales ni de ningún otro órgano u organización, nacional o
internacional. En tercer lugar, son órganos permanentes en cuanto a su creación, que desarrollan sus trabajos en períodos de
sesiones predeterminados cuya duración varía de un caso a otro. En cuarto lugar, su competencia se circunscribe al
instrumento convencional que los crea y les sirve de soporte. Por consiguiente, tan sólo pueden interpretar y supervisar la
aplicación del mismo y carecen de competencias generales en materia de DD.HH. o respecto de cualquier otro instrumento.
Por último, en relación con el alcance de su competencia, ha de tenerse en cuenta que la misma se centra fundamental// en el
control y supervisión de la forma en que los Estados partes cumplen las obligaciones convencionales. Sin embargo, ello no
se traduce en un modelo de control único. Por el contrario, dicha actividad la ejercen a través de diversos mecanismos y
procedi- que van desde el mero estudio de informes gubernamentales a la recepción de denuncias individuales.
P/ evitar las posibles contradicciones en que podrían incurrir estos Comités y p/ favorecer la coordinación de sus
trabajos y experiencias, desde principios de los años noventa se vienen celebrando las Reuniones de Presidentes de Comités
de base Convencional.
El sistema de informes periódicos es el resultado de la obligación genérica que el Pacto impone a los Estados de
<presentar informes sobre las disposiciones que hayan adoptado y que den efecto a los dchos reconocidos en el Pacto y
sobre el progreso que hayan realizado en cuanto al goce de esos dchos» (art. 40.1).
En virtud de la misma el Comité ha
establecido un procedimiento p/ la presentación y estudio de informes periódicos, a los que dedica parte de sus tres períodos
anuales de sesiones y que se realiza siempre en forma pública. Este sistema de control es el único p/ el que se atribuye
competencia automática al Comité, siendo oponible al Estado por el mero hecho de haber ratificado o haberse adherido al
Pacto.
El segundo tipo de procedi- previsto en el Pacto de Dchos Civiles y Políticos, permite al Comité entender de una
denuncia presentada por un Estado parte contra otro E pte referida a una presunta violación por este último de las oblig que
le impone el Pacto. Sin embargo, el Comité carece de competencia automática p/ poder ejercer esta función y tan sólo podrá
iniciar un procedi- de este tipo cuando ambos Estados partes hayan formulado la declaración facultativa de aceptación de la
competencia del Comité. Además, el procedi- de las denuncias intergubernamentales no contempla necesaria// la
intervención del Comité. Por el contrario, el procedi- se estructura en 2 fases y el Comité tan sólo intervendrá en la 2ª de
ellas, si los 2 Estados interesados no han llegado a un arreglo de la controversia a través de contactos directos entre ellos en
el plazo de 6 meses desde la presentación de la denuncia inicial.
El tercer procedimiento de control es el sistema de comunicaciones individuales. La competencia del Comité es
opcional y se aplica única// a aquellos Estados que han ratificado tanto el Pacto c/ el Protocolo Facultativo. A pesar de ello,
el sistema de las denuncias individuales, es el mecanismo de control más perfeccionado y el que otorga un mayor grado de
protección al particular.
En virtud del mismo cualquier individuo puede denunciar ante el Comité de DD.HH. una presunta violación de alguno
de los DD.HH. reconocidos en el Pacto. La denuncia puede ser presentada por cualquier individuo sometido a la
jurisdicción de un Estado parte, sin necesidad de que sea nacional del mismo, con la única limitación de que debe
presentarla la víctima de la violación o una persona que la represente, no admitiéndose por tanto la denuncia de terceros. La
denuncia ha de reunir una serie de requisitos p/ que pueda declararla admisible, en particular no ser anónima, no ser
contraria a los principios del Pacto ni de las NU, no estar manifiesta// mal fundada, no haber sido sometida con anterioridad
a otro sistema internacional de control en materia de DD.HH., y que la misma se interponga tras haber agotado los recursos
internos existentes en el ordenamiento del Estado infractor.
Tras la recepción de la comunicación el Comité ha de dar traslado de la misma al Estado interesado, que podrá formular
las observaciones y objeciones que estime pertinentes. Tales informaciones, así c/ las que le proporcione por escrito el
individuo, constituyen la base del procedimiento que posterior// se desarrolla ante el Comité, que tiene lugar siempre en
forma confidencial. El Reglamento del Comité le autoriza a solicitar al Estado denunciado que adopte «medidas
provisionales p/ evitar un daño irreparable a la víctima de la violación alegada».
El examen del asunto finaliza con una decisión del Comité en la que se pronuncia sobre la violación denunciada,
pudiendo igual// formular sus observaciones al Estado interesado y al particular. El Comité ha decidido que los Estados que
hayan ratificado el Protocolo Facultativo, deberán incluir en los informes periódicos una sección sobre la forma en que han
dado cumplimiento a las decisiones del Comité que les afecten.
2. Por su parte, el Pacto de Dchos Económicos, Sociales y Culturales no crea ningún órgano ad hoc de control,
asignando al ECOSOC las funciones de supervisión previstas en el mismo. El ECOSOC empleó distintas fórmulas p/
cumplir tales funciones, hasta que mediante la Resolución 1985/17, crea el Comité de Dchos Económicos, Sociales y
Culturales (en adelante Comité D.E.S.C.), a fin de establecer un órgano paralelo al Comité de DD.HH.. Dicho paralelismo
se ex-tiende al número de miembros y a la duración del mandato, pero entre ambos existe una diferencia sustancial al ser el
Comité D.E.S.C. un órgano subsidiario del ECOSOC y no un órgano convencional en sentido estricto. Por lo demás, el
paralelismo entre ambos Comités ha sido utilizado por el Comité D.E.S.C. p/ favorecer su autonomía y p/ impulsar la
ampliación progresiva de sus competencias, siendo de destacar en este sentido la asunción de una función interpretativa del
Pacto sobre la base de un mecanismo similar al de los Comentarios generales del Comité de DD.HH..
3. Por lo que se refiere al resto de los mecanismos convencionales se ha de llamar la atención sobre el hecho de que
todos los Comités enunciados anterior//, a excepción del Comité sobre los Dchos del Niño, tienen competencia potencial p/
recibir denuncias individuales, si bien en todos los casos es preciso que el Estado atribuya expresa// competencia al Comité
respectivo mediante una declaración facultativa. Por su parte, el Comité contra la Tortura ha establecido un procedimiento
novedoso, inspirado en los procedimientos extraconvencionales, en virtud del cual puede investigar una situación
generalizada de torturas en un país determinado sin necesidad de que el Estado le atribuya competencia p/ ello. La novedad
de este sistema consiste, precisa//, en que la Convención contra la Tortura otorga competencia automática al Comité p/
realizar dicha investigación, recayendo sobre los Estados partes la responsabilidad de privarle de la misma, p/ lo cual
deberán formular una reserva expresa por la que declaran excluir esta competencia automática del Comité.
b) Mecanismos extraconvencionales
Los procedimientos extraconvencionales se basan en los poderes generales que la Carta de las NU atribuye a la
Organización en materia de DD.HH.. Así, su fundamento normativo no es otro que la Carta y las resoluciones que la
desarrollan, y son el resultado directo de la evolución de la práctica de la O.N.U. en esta materia, en particular de su
Comisión de DD.HH., ya que es en este órgano donde se desarrollan básica// los mecanismos de control
extraconvencionales.
Estos mecanismos tienen su origen en las comunicaciones sobre violaciones de DD.HH. recibidas en la O.N.U. desde su
creación, y respecto de las cuales no existían reglas p/ su tratamiento. Estos procedimientos pueden ser agrupados en dos
grandes categorías: el procedimiento confidencial, o procedimiento 1503, y los procedimientos públicos, también
denominarlos procedimiento 1235.
1. El procedimiento 1503 constituye una forma de tratamiento de las comunicaciones sobre violaciones de DD.HH., se
estructura en tres fases en las que intervienen, sucesiva//, el Grupo de Comunicaciones de la Subcomisión p/ la promoción y
la protección de los DD.HH., el Grupo de Situaciones de la Comisión de DD.HH. y la propia Comisión en pleno. Las
comunicaciones pueden ser presentadas por cualquier persona o grupo de personas, incluidas las O.N.G., que tengan
conocimiento de las mismas. En el marco de este procedimiento la Comisión de DD.HH. puede adoptar las siguientes
medidas: dar por terminado el procedimiento por no ser posible identificar una situación o por haber desaparecido la misma;
mantener el asunto «pendiente» durante varios períodos de sesiones a la espera de información complementaria, lo que se
ha convertido en una práctica relativa// frecuente en los últimos años; designar a un experto encargado de investigar la
situación, y por último decidir, en atención a la gravedad de la situación, dar por terminado el procedimiento 1503 y
sustituirlo por uno de los procedimientos públicos especiales por países a los que luego nos referiremos.
El procedimiento 1503 se caracteriza por su confidencialidad, que afecta tanto a las comunicaciones presentadas c/ a los
debates de los órganos competentes y a las decisiones adoptadas por la Comisión, no siendo de conocimiento público mas
que el nombre de los Estados que son estudiados en el marco de este procedimiento. Ello se ha traducido en la práctica en
una deformación de este procedimiento, que ha sido utilizado frecuente// por los Estados con la simple finalidad de eludir
un procedimiento público.
2. Paralela// a esta disminución de la importancia del procedimiento 1503, en los últimos años se ha producido un
considerable incremento del procedimiento 1235. Estos procedimientos se caracterizan esencial// por ser públicos y por que
pueden establecerse y desarrollarse sin necesidad del consentimiento del Estado interesado.
A pesar de que los procedi- públicos especiales presentan por su nat y origen, algunas diferencias el análisis de la
práctica de la Comisión permite identificar rasgos comunes:
En 1º lugar, dichos procedimientos tan sólo pueden establecerse cuando existan indicios de la existencia de una
situación global de violación de DD.HH.. Dicha situación puede definirse en un territorio determinado o bien a escala
mundial respecto de un tipo de dcho o bajo una forma de violación.
En 2º lugar, el control se realiza sobre la base de una investigación «ad hoc» realizada por un órgano que se crea al
efecto: los órganos básicos de información, y cuya pcpal característica es que actúan a título de expertos. Estos órganos
tienen c/ pcpal función la determinación y evaluación de los hechos que definen una situación, a partir de toda la
información a su disposición, incluida la obtenida en las eventuales visitas al territorio investigado. La evaluación se realiza
sobre la base de un Marco normativo de referencia amplio, que incluye tanto la Declaración Universal de DD.HH. y otras
Declaraciones adoptadas por las NU, c/ los instrumentos convencionales oponibles al Estado/s investigados. El objeto de tal
act no es otro que elaborar un informe sobre la situación investigada, en el que se formulan además las oportunas
conclusiones y recomendaciones dirigidas a la Comisión de DD.HH., que es el órgano encargado de realizar la actividad de
control en sentido estricto.
Las medidas que puede adoptar la Comisión de DD.HH. se limitan originaria// a aprobar resoluciones sobre la situación
investigada y a formular a los Estados interesados recomendaciones sobre las medidas que han de adoptar p/ hacer
desaparecer dicha situación y garantizar el disfrute efectivo de los DD.HH.. En cualquier caso, no se trata de un
procedimiento judicial o cuasijudicial que tenga c/ objetivo obtener la condena del Estado ni tampoco otorgar dcho a
reparación. Ello no ha impedido, que se haya desarrollado un especialísimo método de trabajo, denominadas acciones
urgentes, que otorgan una protección indirecta al particular. En virtud de estas acciones, los órganos básicos de información
pueden solicitar en cualquier momento a un Estado que adopte medidas cautelares de naturaleza urgente respecto de un
particular cuyo dcho se encuentra en inminente peligro de ser violado de forma irreparable.
Por consiguiente, la eficacia del sist radica en la presión que puede ejercerse sobre el Estado investigado c/
consecuencia de la publicidad.
EL SISTEMA AMERICANO DE PROTECCIÓN DE LOS DD.HH
A) DD.HH. Y PANAMERICANISMO: LA O.E.A. Y LA COMISIÓN INTERAMERICANA DE DD.HH..
1. La promoción y protección de los dchos humanos aparecen estrecha// unidas al fenómeno del panamericanismo,
especial// durante el período posterior a la 2ª Guerra Mundial en la que se va a consolidar la Organización de Estados
Americanos. Así, baste con mencionar c/ antecedentes directos la Resolución IX de la Conferencia Interamericana sobre
Problemas de la Guerra y la Paz, celebrada en Chapultepec en 1945, o el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca,
de 1947, que definen la garantía de los DD.HH. c/ fundamento de la paz en el continente. Sin embargo, va a ser en la IX
Conferencia Interamericana, celebrada en Bogotá en 1948, donde esta vinculación se haga más explícita, al aprobarse
simultánea// la Declaración Americana de los Dchos y Deberes del Hombre. la Carta Interamericana de Garantías Sociales y
la propia Carta de la O.E.A., base constitucional de la nueva Organización regional americana.
2. En este marco, no es de extrañar que la propia Carta de la O.E.A. declare entre los principios de la Organización que
i
«los Estados americanos proclaman los dchos fundamentales de la persona humana sin distinción de raza, nac onalidad,
credo o sexo» y que la Organización regional se haya dotado muy pronto de un órgano principal encargado de la promoción
y protección de los DD.HH.: la Comisión Interamericana de DD.HH..
Aunque la Carta de la O.E.A. no establecía originaria// ningún órgano con competencias especificas en este ámbito, ya
en 1959 la V Reunión de Consulta de Ministros de Asuntos Exteriores creó la Comisión Interamericana de DD.HH., c/
órgano básica// técnico y consultivo. Si bien en un principio no se configura como un órgano de la O.E,A,, denominándose
con el ambiguo término de «entidad autónoma», el Protocolo de Bs As, que reforma la Carta de la Organización, convierte a
la Comisión en órgano pcpal y permanente de la misma.
De conformidad con su Estatuto, la Comisión es una institución mixta de nat protectora y promocional, que está
compuesta por siete miembros, elegidos por la AG de la OEA, por períodos de cuatro años renovables, de entre una lista de
candidatos propuestos por los Estados. Los miembros son elegidos a titulo particular y no pueden, por consiguiente recibir
instrucciones del Estado del que son nacionales ni del Estado que los haya propuesto. Dado que la Comisión no esta
permanente// reunida, la continuidad de sus trabajos se garantiza a través de una Directiva y de una Secretaría. La Directiva
está integrada por el Presidente y dos Vicepresidentes elegidos por la propia Comisión. La Secretaría asume las funciones
de soporte administrativo y técnico de la Comisión y tiene a su frente a un Secretario Ejecutivo que es nombrado por el
Secretario General de la O.E.A.
Desde su creación en 1959 hasta la actualidad la Comisión Interamericana de DD.HH. ha experimentado un proceso de
ampliación progresiva de sus competencias que le ha llevado desde su configuración c/ mero órgano consultivo a su
definición c/ auténtico órgano de control. Estas competencias se recogen explícita// ya en la Carta de la O.E.A. reformada
en Bs As, que atribuye a la Comisión la competencia de «promover la observancia y la defensa de los DD.HH. y servir c/
órgano consultivo de la Organización en esta materia», así c/ la «función de velar por la observancia de tales dchos». A ello
se le ha unido, con posterioridad, la función protectora de base convencional que le asigna el Pacto de San José, que
configura a la Comisión c/ uno de sus órganos de control.
3. Sobre la base de las escasas disposiciones de la Carta de la O.E.A. y de la actividad de la Comisión interamericana se
ha estructurado un auténtico sistema interamericano de protección de los DD.HH. en el que, junto a un proceso codificador
tendiente a la definición del estándar mínimo de protección, se ha desarrollado un complejo modelo de protección de los
DD.HH. en el que cabe distinguir dos grandes categorías de mecanismos, a saber: los mecanismos convencionales
aplicables a los Estados partes en la Convención interamericana de DD.HH. y los mecanismos extraconvencionales
aplicables a todos los Estados miembros de la O.E.A.
B) EL PROCESO CODIFICADOR
La elaboración de una Carta americana de Dchos constituyó uno de los primeros objetivos del sistema interamericano.
Dicho objetivo, se plasmó en 1948 en la Declaración Americana de los Dchos y Deberes del Hombre, con la que se inicia
un proceso codificador que ha atravesado por distintas fases. Así, entre 1948 y 1969, la actividad codificadora es práctica//
inexistente, limitándose a la elaboración de la Convención Americana sobre DD.HH., también conocida c/ Pacto de San
José, que constituye, junto a la Declaración Americana, el principal texto de referencia del sistema interamericano, tanto
desde una perspectiva material c/ procesal. La Convención fue aprobada en 1969 y no entró en vigor hasta 1978.
El Pacto reconoce esencial// Dchos civiles y políticos, guardando así un paralelismo con el Convenio Europeo de 1950
y el Pacto Internacional de Dchos Civiles y Políticos. Con posterioridad, los dchos reconocidos se han ampliado a través de
dos protocolos. El primero de ellos, el Protocolo de San Salvador sobre Dchos económicos, sociales y culturales fue
aprobado por la AG de la O.E.A. en 1988 y ha entrado en vigor en 1999. Por su parte, el Protocolo relativo a la abolición de
la pena de muerte, fue aprobado en 1990 y ha entrado en vigor en 1991 al obtener la ratificación de Panamá, ya que de
acuerdo con su art. 3 se prevé la entrada en vigor individualizada p/ cada uno de los Estados que lo ratifiquen o se adhieran
al mismo.
Además de estos instrumentos, en el seno de la O.E.A. se han adoptado igual// textos de alcance sectorial, c/ la
Convención Interamericana p/ Prevenir y Sancionar la Tortura, la Convención Interamericana sobre la desaparición forzada
de personas y la Convención Interamericana p/ prevenir; sancionar y erradicar la violencia contra la mujer. La característica
básica de estas Convenciones es que no crean mecanismos de control ad hoc, asignando en general las funciones de
supervisión a la Comisión y a la Corte Interamericanas de DD.HH. a las que nos referiremos a continuación.
competencia automática p/ entender de la misma sin nec de una declaración expresa del Estado interesado. La denuncia ha
de ir dirigida contra un Estado parte en el Pacto de San José y puede presentarla cualquier persona física o grupo de
personas, sin necesidad de acreditar la condición de víctima. La misma está sometida a unos requisitos de admisibilidad
que, básica//, se reducen a que no sea anónima, que se hayan agotado previa// los recursos internos, que no sea abusiva ni
esté manifiesta// mal fundada, que sea presentada dentro del plazo de 6 meses desde que se produjeron los hechos y que no
verse sobre un caso que ya haya sido resuelto o esté pendiente de solución ante otro sist inter de DD.HH..
Las denuncias o comunicaciones recibidas por la Comisión son transmitidas al Gobierno interesado p/ que formule las
observaciones pertinentes, de tal forma que se inicia así un procedimiento contradictorio que finaliza con un primer informe
de la Comisión en que se pronuncia sobre la eventual violación de los DD.HH. imputable al Estado denunciado. Con este
informe de carácter confidencial, que se transmite al Estado interesado, se cierra la primera fase del procedimiento, en la
que tan sólo interviene la Comisión, y se abre el cómputo del plazo de tres meses p/ que se inicie la segunda fase, en la que
pueden intervenir alternativa// la Corte Interamericana o la propia Comisión.
Los criterios que permiten la intervención de la Corte en esta segunda fase son muy restrictivos, y así, dicho órgano no
es competente más que si el Estado denunciado ha reconocido expresa// competencia a la Corte. Además, aun siendo
competente, tan sólo pueden presentar demandas ante la Corte los Estados y la Comisión, lo que deja al individuo fuera de
los sujetos legitimados p/ instar la actuación de la Corte.
En caso de que la Corte resulte competente e intervenga, el procedimiento finaliza con una sentencia en la que se
pronuncia con carácter definitivo sobre la violación atribuida al Estado y en la que puede imponer igual// una reparación
equitativa (indemnización económica) a favor de los particulares. A pesar de que son obligatorias p/ los Estados, las
sentencias de la Corte Interamericana carecen de valor ejecutivo.
En el supuesto de que la Corte no intervenga, la Comisión Interamericana recupera su competencia p/ pronunciarse
sobre el fondo del asunto. A tal fin, ha de emitir un informe en el que se pronuncia de manera definitiva sobre la denuncia
presentada por el particular y puede formular recomendaciones al Estado p/ restablecer el respeto y disfrute del dcho
violado. Aunque el informe definitivo es obligatorio p/ el Estado, el margen de discrecionalidad de que goza a la hora de
aplicarlo es aún mayor que el ya mencionado respecto de las sentencias de la Corte, y la Comisión tan sólo tiene a su
disposición el mecanismo de hacer público el informe en el caso de que el Estado no se avenga a las recomendaciones que
se le formulan.
P/ concluir con el sist establecido en el Pacto de San José, hay que hacer referencia a la facultad otorgada a la Corte p/
emitir opiniones consultivas. Dicho mecanismo se concibe en términos mucho más amplios que en otros sist, en especial el
europeo, ya que permite interpretar no sólo la Convención Americana sobre DD.HH., sino tb otros tratados concernientes a
la protección de los DD.HH. en los E americanos. La opinión consultiva puede ser solicitada tanto por un órgano de la
OEA. c/ por los Estados interesados. Estos elementos, junto a la reticencia de los Estados y de la propia Comisión a acudir
en vía contenciosa ante la Corte Interamericana han determinado que la función consultiva de la misma haya sido objeto de
un imp desarrollo.
D) LOS MECANISMOS EXTRACONVENCIONALES DE PROTECCIÓN
C/ ya se señaló supra, el sist convencional previsto en el Pacto de San José no constituye el único mecanismo de
protección de los DD.HH. existente en el sistema interamericano.
Así, de conformidad con las competencias que le otorgan los arts 18, apartados c), d) y g), y 20 de su Estatuto
C
reformado en 1979, la omisión puede desarrollar tres tipos de actividades en vía extraconvencional: estudio sobre la
situación de los DD.HH. en países concretos, estudio de comunicaciones individuales sobre violación de DD.HH. e
investigaciones «in loco» en un determinado Estado, en este caso con el previo consentimiento del mismo. En cualquier
c
caso, el elemento común a las a tividades mencionadas es que son llevadas a cabo por la Comisión en tanto que órgano
principal de la O.E.A. y, por tanto, al margen de texto convencional alguno. De esta forma, el texto normativo de referencia
f
utilizado por la misma p/ el ejercicio de sus unciones es única// la Declaración Americana de Dchos y Deberes del Hombre,
que adquiere así una significación jurídica que no se le quiso asignar originaria// por sus redactores en 1948. Por su parte, en
el caso de estudio de situaciones, que es común a los Estados que han ratificado el Pacto de San José y a los que todavía no
lo han hecho, la Comisión puede aplicar igual// la Convención y todos aquellos textos convencionales en los que sea parte el
Estado cuya situación de DD.HH. es analizada.
Por lo que se refiere al estudio de comunicaciones procedentes de particulares es de destacar que fue desarrollado por la
Comisión c/ un mecanismo de protección desde sus primeras etapas. En el caso de las denuncias presentadas contra Estados
que no han ratificado el Pacto de San José queda excluida la intervención de la Corte Interamericana y se asigna a la
Comisión la total competencia decisoria. También en este caso la eficacia del sistema se centra esencial// en la publicidad
del informe, que puede ser acordada cuando el Estado no cumpla las recomendaciones formuladas por la Comisión.
Mayor interés reviste, por razón de su especificidad, el estudio de la situación de los DD.HH. en cualquier Estado
miembro de la O.E.A. Se trata de una actividad íntima// relacionada con la competencia genérica de la Comisión
Interamericana p/ realizar estudios en el ámbito de los DD.HH. y con su facultad p/ llevar a cabo investigaciones in loco.
Este mecanismo ha dado un interesante resultado, ya que a través del mismo la Comisión ha podido desarrollar de forma
integrada un conjunto de actividades tales c/ entrevistas con autoridades gubernamentales y representantes sociales, visitas a
cárceles y centros de detención, etc., que le han permitido formarse un juicio sobre la situación de los DD.HH. en diversos
Estados americanos e informar al respecto a la AG de la O.E.A. Bien sea con ocasión de su informe anual o a través de la
elaboración de informes especiales individualizados cuando las circunstancias lo han aconsejado. Aunque se trata de un
mecanismo que no ofrece una protección eficaz al particular respecto de supuestos aislados de violación, sin embargo es
idóneo p/ efectuar el control respecto de supuestos de violaciones masivas.
EL SISTEMA AFRICANO
La Carta Africana de los DD.HH. y de los Pueblos, tb conocida c/ la Carta de Banjul fue elaborada en la Conferencia de
Ministros de justicia de la Organización de la Unidad Africana celebrada en Banjul, Gambia, en enero de 1981 y adoptada
en junio de 1981 en Nairobi en el marco de la 18° Conferencia de Jefes de Estado y de Gobierno de la OUA. Entró en vigor
en 1986. Este tratado presenta ciertas originalidades con respecto a sus equivalentes. En primer término, se destaca la
inclusión del concepto de "Dchos de los pueblos" que da una idea de que los DD.HH. en África son en primer término
colectivos y sólo en una segunda instancia están dirigidos a los individuos. Otro aspecto único es el esfuerzo efectuado por
los redactores p/ otorgar cierto equilibrio entre los dchos y las obligaciones de los individuos, a quienes se imponen una
serie de deberes no sola// p/ con sus semejantes sino también frente a la sociedad, el Estado, otras comunidades legal//
reconocidas y la comunidad internacional. Por último, la originalidad se ve reflejada en el hecho de ser el primer
instrumento en consagrar cierto tipo de dchos tales c/ el dcho a un medio ambiente adecuado favorable al desarrollo de los
pueblos.
A fin de proceder a la promoción y protección de los dchos consagrados en la Carta, se establece una Comisión
conformada por 11 miembros elegidos por su reconocida capacidad y que actuarán a título personal. No obstante que los
miembros no representan a sus Estados de origen, no se incluirá en la Comisión a más de un
nacional del mismo
Estado. Los miembros son elegidos en votación secreta por la Asamblea de Jefes de Estados y de Gobierno de la OUA por
un período de 6 meses con posibilidad de reelección.
La comisión tiene una competencia consultiva y una competencia contenciosa. El procedimiento contencioso se articula
en primer término mediante denuncias interestatales. En el caso de que un Estado firmante de la Carta tuviera razones p/
creer que otro Estado firmante ha violado sus disposiciones puede optar por efectuar una presentación ante la Comisión o
utilizar el método de negociación bilateral. Si se decidiera por la última opción, se comunicará por escrito con el Estado
denunciado, comunicación que será igual// remitida al Secretario General de la OUA y al Presidente de la Comisión. Dentro
del plazo de 3 meses de recibida la comunicación, el Estado requerido deberá ofrecer al requirente las explicaciones y
aclaraciones del caso, las que incluirán toda la información relevante posible, así c/ las medidas adoptadas p/ poner fin a la
violación denunciada. Vencido el plazo de 3 meses sin que se arribara a una solución satisfactoria p/ ambas partes el asunto
pasará a conocimiento de la Comisión.
Tanto en el procedimiento descripto c/ en las presentaciones directa// efectuadas ante la Comisión, ésta sólo entenderá
en aquellos asuntos respecto de los cuales se hubieran agotado los recursos internos disponibles, salvo caso de retardo
indebido. Cumplido este requisito de admisibilidad, la Comisión se avocará a la investigación del asunto p/ lo cual podrá
requerir la colaboración de los Estados interesados así c/ valerse de toda otra fuente de información necesaria. Esta etapa
culminará con la elaboración de un informe, p/ cuya confección no se establece un plazo determinado, limitándose la Carta
a señalar que éste debe ser razonable. Dicho informe será remitido a los Estados implicados y comunicado a la Asamblea de
jefes de Estados y de Gobierno de la OUA.
Con respecto a las comunicaciones dirigidas a la Comisión por otros sujetos que no sean Estados partes de la Carta
Africana, la Carta establece que serán analizadas si la mayoría simple de los miembros de la Comisión la considera
admisible, p/ lo cual deberán reunirse los siguientes requisitos:
a) identificación del autor
b) compatibilidad de la comunicación con las disposiciones de la Carta
c) no utilización de términos insultantes o despectivos p/ con el Estado denunciado
d) fundamentación en base a informaciones que no sean exclusiva// obtenidas de los medios de comunicación
e) agotamiento de los recursos internos disponibles, salvo caso de retardo injustificado
f) presentación de la comunicación dentro de un período razonable
g) no se trate de casos que hayan sido ya resueltos por los Estados involucrados.
La Comisión, una vez verificados los requisitos de admisibilidad, dará conocimiento de la misma al Estado imputado,
tras lo cual pasará a examinar el fondo del asunto. En caso de encontrarse la existencia de una serie de graves y masivas
violaciones de los DD.HH. la Comisión lo someterá a la consideración de la Asamblea de jefes de Estado y de Gobierno.
Esta, a su vez, podrá solicitar a la Comisión la elaboración de un reporte de los hechos, acompañado de las conclusiones y
recomendaciones pertinentes. Este reporte será remitido a los Estados involucrados y comunicado a la Asamblea.
C/ puede observarse, si bien la iniciativa de la denuncia puede provenir de la comunicación efectuada por un individuo,
el procedi- exige la determinación de una conducta reiterada por parte del Estado, por lo cual serán desestimadas todas
aquellas peticiones individuales que sean incluidas en el marco de una violación masiva y grave.
Todas las medidas tomadas en virtud de las provisiones de este tipo de comunicaciones serán mantenidas en
confidencialidad hasta que la Asamblea decida lo contrario. En cto al reporte, podrá ser publicado por el Presidente de la
Comisión si la Asamblea así lo dispone.
El sistema africano de protección de los DD.HH. ha evolucionado en las últimas décadas a través de la creación de los
relatores especiales temáticos, tales c/ el Relator Especial p/ las Ejecuciones Arbitrarias y Extra Judiciales o el Relator
especial sobre Prisiones, entre otros, quienes cuentan con ciertas facultades p/ solicitar informes a los Estados partes de la
Carta acerca de las materias de su competencia.
41
BOLILLA 7
EL ESTADO COMO SUJETO DEL DERECHO INTERNACIONAL
A) EL ESTADO EN EL SENTIDO DEL DI
El D.I., surge histórica// c/ un orden interestatal, esto es, regulador de las relaciones entre las sociedades políticas
independientes que van creándose en el occidente de Europa en la baja Edad Media y consolidándose a lo largo de los s.
XV, XVI y XVII.
En cuanto entidad soberana, el Estado reúne en su plenitud, todas las características que se derivan de ser sujeto del D.l.:
es un sujeto pleno de este orden jurídico. Según la nota de soberanía, que es consustancial al Estado, la naturaleza del poder
estatal consiste, por un lado, en un poder autónomo supremo o summa potestas en la conducción de sus relaciones con sus
propios sujetos (aspecto interno), y, por otro, en un poder de determinar libre// su conducta con respecto a los otros Estados
(aspecto externo).
Sin pretender dar una definición del Estado podemos adherirnos a esa caracterización basada en una descripción de sus
tres elementos, la población, el territorio y la organización política, abrigados bajo la idea global y básica de la soberanía; lo
que permite calificar al Estado c/ una organización de poder independiente sobre una base territorial.
Esa caracterización, propuesta alguna vez en la jurisprudencia intern, es utilizada en la Convención sobre los dchos y
deberes de los Estados adoptada por la séptima Conferencia Interamericana de 1933, cuyo art. 1 dice: «El Estado, c/ persona
de DI, debe reunir las condiciones siguientes: 1) población permanente; 2) territorio determinado; 3) gobierno; 4) capacidad
de entrar en relaciones con otros Estados.»
La población es el conjunto de personas que de modo permanente habitan en el territorio del E y están en gral unidas a
éste por el vínculo de la nacionalidad. Desde el punto de vista del D.I., es indiferente el dato sociológico de la mayor o
menor magnitud de la población; c/ tb lo es el de la mayor o menor homogeneidad de ésta en los aspectos étnico, cultural,
lingüístico, etc., salvo a los efectos de hacer entrar en juego el pcpio de autodeterminación de los pueblos.
Al caracterizar a la población c/ permanente se está haciendo referencia a su estabilidad relativa sobre el territorio del
Estado.
El hecho de que la población se identifique en pcpio con el conjunto de personas que ostentan la nacionalidad del E (con
los nacionales), no es óbice p/ que el propio E ejerza algunas de sus competencias sobre los no nacionales que residan en él
de modo ocasional o continuado. Y, por otra parte, el hecho de que las competencias personales del E se ejerzan normal//
sobre una base territorial, no impide que a veces tengan un alcance extraterritorial.
EI territorio es el espacio físico dentro del cual la organización estatal ejercita en plenitud la propia potestad de
gobierno, excluyendo en él cualquier pretensión de ejercicio de análogos poderes por parte de otros Estados. A los ojos del
Dl resultan irrelevantes las disparidades territoriales entre los distintos Estados, tales c/ la mayor o menor ex-tensión del
territorio o incluso la discontinuidad territorial.
El territorio abarca un conjunto de espacios (la superficie terrestre, ciertos espacios marítimos próximos a ella en el
supuesto de un Estado costero, el espacio aéreo suprayacente) en los cuales el Estado despliega con el máximo de intensidad
sus poderes soberanos. El territorio estatal está delimitado por las fronteras, pero no es imprescindible que éstas aparezcan
fijadas con absoluta precisión, dándose la circunstancia de que en algunos casos la delimitación fronteriza se realizó con
posterioridad al nacimiento del Estado, sin olvidar, que en ocasiones la situación conflictiva que se desarrolla entre Estados
de reciente aparición a resultas del proceso de disolución de un Estado originario puede dificultar durante algún tiempo la
delimitación del territorio de Estados ya reconocidos. En la jurisprudencia intern, se ha pronunciado en el sentido de que es
suficiente con que el territorio del Estado tenga una consistencia apropiada, aunque sus fronteras no hayan sido aún precisa//
delimitadas.
En virtud de su soberanía territorial el Estado tiene, en palabras del árbitro Max Huber, el dcho exclusivo de ejercer las
actividades estatales. Este dcho, que conlleva una triple vertiente, jurídica, política y económica, se ve respaldado por el
pcpio que prohíbe atentar contra la integridad territorial del Estado,
Existen territorios que, sin pertenecer á la soberanía de un Estado, están administra-dos por éste. Tal es el caso de los
territorios bajo dominación colonial —territorios no autónomos según la Carta de las N.U. , que, de acuerdo en la
Resolución 2625 de la A.G. de las N.U., tienen una condición jurídica distinta y sep/da de la del territorio del Estado que los
administra, conservan-do dicha condición hasta que el pueblo del territorio en cuestión haya ejercido su dcho a la libre
determinación.
El gobierno en sentido lato es la expresión de la organización política del Estado. Esta organización, se manifiesta, en
concreto, a través de los órganos encargados de llevar a cabo la actividad social del Estado, tanto en el interior c/ en el
exterior, a través de la creación de normas jurídicas que se impongan a la población y a la propia organización
gubernamental en general dentro del territorio del Estado, y, en fin, a través de la existencia de un poder político autónomo
respecto de los otros poderes que ejercen su actividad en la sociedad.
El conjunto de los órganos del Estado, esto es, el gobierno lato sensu, debe ser efectivo, en el sentido de estar en
condiciones de desarrollar las funciones estatales en la esfera interna y de hacer frente a los compromisos del Estado con
otros sujetos del D.I. en la esfera externa. En este segundo aspecto, el art. 4 de la Carta de las N.U. exige a todo Estado
candidato a miembro de la O.N.U. el estar capacitado p/ cumplir las obligaciones derivadas de la Carta.
Presupuesta esa exigencia de que el gobierno sea efectivo, la naturaleza constitucional, representativa o no, del poder
político establecido es indiferente p/ el D.I. actual.
Otro pcpio derivado de la noción de soberanía es el pcpio de no intervención en los asuntos internos de otros Estados.
Este pcpio, pertenece sin duda al D.l. consuetudinario y es corolario del pcpio de igualdad soberana de los Estados, aparece
recogido en la Resolución 2625 de la A.G. de las N.U., en la cual se le define en el sentido de que «ningún Estado o grupo
de Estados tiene dcho a intervenir directa o indirecta//, y sea cual fuere el motivo, en los asuntos internos o externos de
cualquier otro», por lo cual «no sola// la intervención armada, sino tb cualesquiera otras formas de injerencia o de amenaza
atentatoria de la personalidad del Estado, o de los elementos políticos, económicos y culturales que lo constituyen, son
violaciones del DI»; quedando prohibidos, en concreto, el recurso a medidas económicas, políticas o de cualquier otra
índole p/ coaccionar a otro Estado, y el uso de la fuerza p/ privar a los pueblos de su identidad nacional. La propia
resolución incluye una referencia a lo que constituye su verdadero fundamento, cual es el dcho inalienable de todo Estado a
elegir su sistema político, económico, social y cultural sin injerencia de ninguna clase por parte de ningún Estado; dcho que,
a su vez, no es sino la encarnación del pcpio de libre determinación.
Por lo demás, la prohibición de la intervención no opera sólo frente a los Estados, sino tb frente a las organizaciones
intern. En este sentido, el art. 2, apartado 7, de la Carta de las N.U. establece que «ninguna disposición de esta Carta
autorizará a las NU a intervenir en los asuntos que son esencial// de la jurisdicción in-terna de los Estados, ni obligará a los
Miembros a someter dichos asuntos a procedimientos de arreglo conforme a la presente Carta».
Ya hemos dicho que el Estado soberano se caracteriza por no depender de ningún otro orden jurídico que no sea el D.I.
ni de ningún otro sujeto del D.I. Esto sitúa en el primer plano la nota de la independencia, que, c/ tb hemos dicho, es
consustancial a la soberanía en su proyección exterior. Rousseau ha desarrollado una teoría general de la independencia, que
descubre en ésta, desde una perspectiva jurídico-intern, los elementos de la exclusividad, la autonomía y la plenitud de la
competencia estatal. La exclusividad de la competencia significa que, en un territorio determinado sólo se ejerce una
competencia estatal, p/ lo cual la autoridad que gobierna en dicho territorio excluye la intervención de cualquier otra
autoridad, monopolizando todos los poderes en el medio jurídico que dicha autoridad tiene asignado. La autonomía de la
competencia, por su parte, supone la Libertad de decisión en la esfera de competencia propia, lo que expresa que el Estado
r
actúa según su propio criterio, sin necesidad de seguir las direct ices o indicaciones que pretenda imponerle otro Estado. La
plenitud de la competencia, sirve p/ distinguir la competencia del Estado, que es indeterminada ratione materiae, de las
competencias de otras colectividades públicas, que, siendo competencias de atribución, están necesaria// limitadas en cuanto
a su objeto; sin perjuicio de que las extensiones de la competencia estatal puedan dar lugar a la responsabilidad intern del
Estado en el caso de que, en violación del D.l., se causen perjuicios a los terceros Estados o a los particulares.
EL RECONOCIMIENTO DE GOBIERNOS
A) LAS MODIFICACIONES POLÍTICAS INTERNAS Y EL PCPIO DE LA CONTINUIDAD DEL ESTADO
Las alteraciones que puedan producirse en la organización política interna de un Estado no afectan en pcpio a la
condición internacional de éste, salvo en el caso de la desaparición de todo gobierno, que conllevaría la extinción del Estado
a falta de uno de sus elementos. Ello quiere decir que, con base en el pcpio de la seguridad jurídica que debe presidir las
relaciones intern, cualesquiera cambios sobrevenidos en el régimen político de un Estado dejan inalteradas sus obligaciones
internacionales frente a terceros.
Ello no significa, que los cambios internos en un Estado carezcan de toda relevancia en el plano jurídico intern. Es
cierto que el D.I. es en pcpio neutro frente a los eventos políticos internos, lo que se expresa, entre otras cosas, en el pcpio
según el cual cada Estado tiene «el dcho a elegir y a llevar adelante libre// su sistema político, social, económico y
cultural», de lo que resulta, según ha advertido el T.I.J., que «las orientaciones políticas internas de un Estado
pertenecen a la competencia exclusiva del mismo, siempre que, bien entendido, no violen una obligación de
DI.». Pero. con todo, esos cambios internos pueden influir en el sentido de que un nuevo gobierno surgido en un
Estado por vías de hecho (golpe de Estado, revolución, etc.) en contradicción con el orden constitucional
establecido puede verse en dificultades p/ ejercer en plenitud sus funciones en el plano intern si no se ve
r
respaldado por el reconocimiento de los gobiernos de otros Estados; reconocimiento que le permitirá desar ollar
relaciones diplomáticas plenas, litigar en nombre del Estado que pretende re-presentar ante los tribunales de
otros Estados (aquellos cuyos gobiernos lo hayan reconocido), etc.
LA NO INTERVENCIÓN
1. Introducción
Si los Estados que conforman la Cl son soberanos e iguales, ello quiere decir que en sus rel recíprocas ninguno puede
ejercer aut sobre otro. Eso se en el pcpio de no intervención de un E en los asuntos internos o externos de otro, corolario de
la igualdad soberana.
2. En el DI clásico
La intervención no estaba prohibida. Posterior//, se fue restringiendo el concepto de intervención legítima a ciertos
casos, entre otros:
• Cuando existía un tratado que las autorizara;
• a petición del Gobierno legítimo de un Estado;
• en nombre de la CI, c/ en la intervención humanitaria;
• p/ el cobro de deudas públicas;
• p/ la protección de nacionales en el exterior.
La CIJ, en el caso del Canal de Corfú, se expresó clara// en contra de un pretendido dcho de intervención, que en su
parecer no era sino la manifestación de una política de fuerza que había dado lugar en el pasado a los más graves abusos y
que no podía encontrar un lugar en el DI actual.
3. El art. 2.7 de la Carta
"Ninguna disposición de esta Carta autorizará a las NU a intervenir en los asuntos que son esencial// de la jurisdicción
in-terna de los Estados, ni obligará a los Miembros a someter dichos asuntos a procedimientos de arreglo conforme a la
presente Carta, pero este pcpio no se opone a la aplicación de las medidas coercitivas prescritas en el Capítulo 7."
Una primera observación: el texto no menciona sino a la Organización, esto es, no se refiere en forma directa a los
Estados. En la práctica, se hicieron 2 lecturas, una restrictiva y la otra amplia. La 1ª identificaba intervención con uso de la
fuerza: eso era lo prohibido, la intervención con utilización de la fuerza. La 2ª, en cambio, se amparaba en la introducción
del art. 2 que textual// dice: "P/ la realización de los propósitos consignados en el art. 1, la Organización y sus miembros
procederán de acuerdo con los sig pcpios:" Con lo que suponía la extensión a los Miembros de la Organización del deber
impuesto a esta última por el pcpio.
2. La igualdad
La igualdad soberana de los Estados se consagra en el art. 2.1 de la Carta de las UN: "La Organización está basada en el
pcpio de la igualdad soberana de todos sus Miembros."
Y la Resolución 2625 agrega que: "Todos los Estados gozan de igualdad soberana. Tienen iguales dchos e iguales
deberes y son por igual miembros de la comunidad intern, pese a las diferencias de orden económico, social, político o de
otra índole"
Este texto se refiere a 2 cosas distintas; una es la igualdad de dchos de Estados grandes y pequeños, otra es la
desigualdad que, en los hechos, tienen los Estados lo mismo que los seres humanos. Hay, entonces, una igualdad formal y
una desigualdad real.
La igualdad jurídica de los Estados implica la no discriminación de algunos frente a normas generales, pero ello no
quiere decir que todos deban ser tratados igual//.
"
Esto introduce la idea de la desigualdad compensadora" que fundamenta todo el llamado "dcho del desarrollo", de nat
convencional, y que impone a algunos Estados "todo un sistema de ayuda, de transferencias de tecnología, de sist de
preferencias sin reciprocidad, etc."
En el dcho del mar, la Convención de Montego Bay otorga ciertas ventajas a los Estados sin litoral, y en algunos
convenios de integración se habla de "países de menor desarrollo económico relativo" que obtienen por ello mismo ciertas
ventajas.
Esto en el orden del DI particular, en el que los Estados en ejercicio de su soberanía pueden comprometerse a
prestaciones desiguales. En el general, esta situación no tiene lugar, al menos hasta el presente.
EL PRINCIPIO DE LA LIBRE DETERMINACIÓN DE LOS PUEBLOS
"
1. El DI "clásico
La noción es moderna: el DI clásico no la admitía. Es cierto que un concepto pariente, c/ el de nación o nacionalidades,
tuvo en el orden político, mucha vigencia y su resultado fue la independencia de pueblos c/ Bélgica y Grecia en la primera
mitad del s. XIX, y, luego de la Primera Guerra Mundial, la puesta en marcha de combinaciones nacionales c/
Checoeslovaquia y Yugoslavia sobre los restos del Imperio austro-húngaro, complementada con un régimen de protección
de las minorías que habían quedado encerradas en los nuevos recintos nacionales. Pero tales eran movimientos y acciones
en el campo político; en el jurídico no se registraron equivalentes resultados respecto de los pueblos.
EL PRINCIPIO DE LA BUENA FE
1. Introducción
La buena fe es frecuente// invocada en el dcho de gentes y en la vida intern: tratados, declaraciones, fallos judiciales,
declaraciones de las UN, etc. Está mencionada en el art. 2.2 de la Carta de la ONU, en los arts. 26 y 31 de la Conv. de Viena
sobre dcho de los tratados.
En la Declaración anexa a la Resolución 2625, se comienza diciendo que: "...los Estados cumplirán de buena fe las
obligaciones contraídas por ellos de conformidad con la Carta."
En suma, todas las obligaciones intern deben ser cumplidas por los Estados de buena fe, según la enumeración de la
Declaración: las que emanen de la Carta, las que surjan de los tratados y de los pcpios y normas general// reconocidos del
DI.
Esta formulación tiene los elementos esenciales del pcpio de la inmunidad al re-coger la plenitud de la soberanía de los
Estados, por un lado, y la limitación que p/ dicha soberanía representa la soberanía de los demás. La institución de la
inmunidad del Estado se basa, pues, en el pcpio de la igualdad soberana de los Estados y se expresa en la máxima los
iguales no tienen jurisdicción uno sobre otro.
La inmunidad de jurisdicción puede considerarse c/ una consecuencia del pcpio de la soberanía que tiene el Estado que
la invoca. Desde esta perspectiva la inmunidad es un dcho que posee cualquier Estado y una limitación que los demás
Estados tienen en su facultad p/ dictar las normas que determinan la jurisdicción de sus tribunales o las competencias de sus
órganos administrativos. Este enfoque destaca la soberanía de cada Estado y las consecuencias que de ella se derivan en la
limitación de la jurisdicción de los demás Estados. Sin embargo, la inmunidad soberana tb puede verse desde el ángulo
opuesto que consiste en partir de la plenitud de la competencia territorial del Estado. En efecto, puede afirmarse que la
inmunidad de los Estados extranjeros presupone la competencia o jurisdicción previa del Estado territorial. Dicho Estado
comenzaría por tener competencia o jurisdicción p/ conocer un determinado asunto y, si se diera un caso en el que una de
las partes fuera un Estado extranjero, entonces y a partir de ese momento, se plantearía la cuestión de la inmunidad del
Estado extranjero.
La inmunidad del Estado tb puede considerarse desde la perspectiva de la competencia de los tribunales estatales p/
juzgar determinados asuntos Así actos de un Estado extranjero, c/ la expulsión de un ciudadano de otro país, el embargo de
determinados bienes o la detención de uno de sus nacionales, no son susceptibles de ser juzgados por los tribunales de otro
Estado y tienen su foro adecuado en los «recursos internos» disponibles en el Estado en cuestión, en los procedimientos que
puedan haberse establecido mediante un tratado o en una reclamación presentada por la vía diplomática. Por tanto, p/
justificar la exclusión de la jurisdicción del Estado territorial, en lugar de recurrir a consideraciones generales que parecen
una mera petición de pcpio (soberanía, igualdad, etc), un sector de la doctrina considera que debería admitirse que «la
naturaleza del litigio puede exigir que el tribunal del foro, en cuanto tribunal interno, no es el foro adecuado. Este enfoque
es el que adoptan la Convención europea y la Comisión de DI.
Tanto si se fundamenta la competencia judicial interna de los tribunales estatales en determinados pcpios generales, c/ si
se hace descansar en la adecuación de la naturaleza del litigio, en todo caso hay que tener presente que la inmunidad del
Estado no Indica ni en una renuncia voluntaria del Estado territorial, ni en una regla de cortesía intern, ni tampoco en
ninguna «extraterritorialidad», sino que dicho fundamento se encuentra en una regla general de DI público de carácter
consuetudinario.
6. INMUNIDAD DE EJECUCIÓN
La inmunidad del Estado se extiende a las medidas de ejecución (procedimientos de apremio, aprehensión o embargo de
bienes, realización de cosas y dchos) sobre los bienes de los Estados extranjeros que se encuentren en el territorio de otro
Estado. General// se entiende que tb comprende las medidas cautelares que decidan los tribunales antes de dictar sentencia.
Teórica//, si se parte de un concepto amplio de «jurisdicción» que lo haga equivalente al conjunto de las competencias
soberanas del Estado, podría sostenerse que la inmunidad de jurisdicción y la inmunidad de ejecución son dos aspectos de la
misma inmunidad. Sin embargo, la práctica intern distingue la inmunidad de jurisdicción, en el sentido de potestad de
juzgar de los tribunales, de la inmunidad de ejecución, c/ ejercicio del poder de coerción. De hecho, la distinción es
importante porque supone que la sumisión voluntaria o la renuncia a la inmunidad de jurisdicción no implican la sumisión o
renuncia a la inmunidad de ejecución.
En la práctica intern la inmunidad de ejecución tampoco está reconocida en términos absolutos. General// se considera
que la inmunidad de ejecución depende de si los bienes que se pretende ejecutar se destinan al ejercicio de funciones
públicas.
En consecuencia, es evidente que los bienes de las representaciones diplomáticas, las oficinas consulares, los buques de
guerra, etc., están excluidos de cualquier tipo de medida de ejecución. Respecto de los buques. La Convención de Bruselas
de 1926 establece, en síntesis, que la inmunidad de jurisdicción y de ejecución sólo se admite si el buque se destina
exclusiva// a una finalidad pública de carácter no comercial. Las convenciones de codificación del DI marítimo establecen
la distinción entre, los buques de guerra y los buques de Estado destinados a fines no comerciales y, los buques mercantes.
Según la Convención de las NU sobre el Dcho del Mar de 1982, en pcpio, los primeros gozan de inmunidad de jurisdicción
y de ejecución, mientras los segundos están so-metidos a las medidas de ejecución en materia civil cuando se encuentran en
el mar territorial de un Estado extranjero.
En relación con las aeronaves, la Convención de Chicago sobre la aviación civil intern de 1944 establece la distinción
entre aeronaves civiles y aeronaves de Estado. Se considerarán aeronaves de Estado «las utilizadas en servicios militares, de
aduanas o de policía». Estas gozan de inmunidad de jurisdicción y ejecución, mientras las demás aeronaves de propiedad
estatal deberán, asimilarse a las aeronaves civiles «sometiéndose a las leyes y a la jurisdicción locales, especial// si hacen
uso de los dchos y privilegios reconocidos por la Convención y no podrán alegar la inmunidad soberana». Pero hay que
tener presente tb el Convenio de Roma de 1933 p/ la unificación de ciertas reglas relativas al embargo preventivo de
aeronaves que excluye del embargo preventivo las aeronaves dedicadas exclusiva// al servicio del Estado, entre las que
incluye las dedicadas a los servicios postales, y admite el embargo preventivo de las dedicadas a actividades comerciales.
Reciente// la cuestión más delicada que se ha presentado ante los tribunales en relación con la inmunidad de ejecución
es si se puede proceder contra las cuentas corrientes bancarias de Estados extranjeros cuando dichas cuentas sean utilizadas
tanto p/ sus funciones públicas, c/ p/ la realización de operaciones comerciales. El Tribunal Constitucional federal alemán,
estimó que la inmunidad de ejecución se extendía a dichas cuentas corrientes indistintas. P/ el más alto tribunal británico,
esta inmunidad de ejecución de las cuentas indistintas sólo es una presunción que puede decaer en el caso de que la parte
que pretenda la ejecución demuestre que el Estado titular de la cuenta corriente hubiera señalado en dicha cuenta que
determinadas cantidades estuvieran destinadas a la garantía de operaciones comerciales.
El régimen establecido en la Convención europea de 1972 se complementa con un Protocolo adicional que refuerza la
ejecución de las sentencias entre los Estados partes. El Protocolo adicional contempla la creación de un Tribunal europeo en
materia de inmunidad de los Estados, el cual se constituyó en Estrasburgo de 1985. Esta nueva jurisdicción intern, que está
abierta a los particulares, tiene competencia p/ conocer los casos en que un Estado parte de la Convención se niega a
ejecutar la sentencia dictada por los tribunales de otro Estado contratante.
7. INMUNIDAD EN LA LEGISLACIÓN ARGENTINA
a) Introducción
En 1995, el Congreso Nacional sancionó la ley 24.488 sobre inmunidad jurisdiccional de los Estados extranjeros ante
los tribunales arg, promulgada parcial// el mismo año.
Anterior//, aunque la inmunidad de jurisdicción de los Estados extranjeros no figuraba expresa// en la CN, la CSJN
había recurrido a los pcpios grales del dcho de gentes p/ justificar la aplicación a aquellos Estados de la inmunidad absoluta
y la validez del decr-ley 1285/58. Este decr reglamentario de los art 116 y 117 de la CN, que organiza la justicia nacional,
era la única normativa aplicable en la materia. Su art 24 establece la competencia de la CSJN p/ entender originaria y
exclusiva// en causas concernientes a diplomáticos extranjeros y en litigios que involucren a una pcia con un Estado
extranjero. En este último caso, nuestro país otorgaba inmunidad de jurisdicción bajo condición de reciprocidad.
En este marco, una constante jurisprudencia de la CSJN, afianzó la tesis de la absoluta inmunidad con la única
excepción del consentimiento, aún en asuntos en que pudiera comprometerse el orden público.
- Responsabilidad civil por la comisión de delitos y cuasi-delitos: El artículo 2.e) de la ley, no reconoce inmunidad de
jurisdicción a un Estado extranjero ante una demanda por responsabilidad civil derivada de un delito o cuasi-delito
cometido en el territorio nacional.
− Otros casos de ausencia de inmunidad: Tales serían las acciones sobre bs inmuebles situados en territorio nacional,
que no gozan de inmunidad jurisdiccional, c/ tampoco aquellas en las que el Estado extranjero sea heredero o legatario de
bienes situados en el territorio nacional o en procedimientos relativos a la validez o interpretación de un convenio arbitral
sobre una transacción mercantil.
− Las inmunidades ya reconocidas: Según el art 6° ninguna disposición de la ley afectará las inmunidades conferidas
por las Convenciones de Viena de 1961 sobre Relaciones Diplomáticas, o de 1963, sobre Relaciones Consulares. Este art
parece superfluo; una ley nacional tiene menor jerarquía que los tratados de acuerdo con el artículo 75, inciso 22 CN.
− Un caso de "amicus curiae": La ley faculta al juez a ampliar los plazos de contestación de demandas y oposición de
excepciones a pedido del Estado demandado, y admite que el Ministerio de Relaciones Exteriores exprese su opinión sobre
aspectos de hecho o de dcho ante el tribunal interviniente, en calidad de "amicus curiae".
Es interesante el instituto p/ dar al juez una valoración política de la cuestión, y p/ que la Cancillería lo provea de
dictámenes completos respecto del estado de las normas intern en la materia y de los casos similares por los cuales
Argentina haya sido demandada en el exterior. Así se reducirían las posibilidades de incurrir en una eventual resp inter.
41
BOLILLA 8
EL TERRITORIO DEL ESTADO
A) CUESTIONES GENERALES
El Estado ejerce sus competencias, en primer término, sobre una base física que conocemos por territorio. La
importancia del territorio, en tanto representa uno de los elementos esenciales p/ la existencia del Estado, determina que las
competencias territoriales resulten especial// relevantes p/ la vida del Estado y, por tanto, p/ el propio juego de las relaciones
internacionales, ocupando, así, su reglamentación un objetivo destacado del ordenamiento jico internacional.
B) CONCEPTO Y NATURALEZA JURÍDICA DEL TERRITORIO
El territorio se nos presenta c/ la base física o espacial en la que ejerce su autoridad, y por tanto sus poderes y
competencias, un Estado determinado.
Tradicional// la cuestión de determinar la naturaleza jca del territorio, en orden a explicar jurídica// las relaciones entre
el Estado y el territorio, ha suscitado un amplio debate doctrinal.
Algunas teorías clásicas, c/ la del territorio-objeto, en virtud de la cual el territorio se concebía c/ un objeto del Estado,
c/ un bien sobre el cual se ejercía un dcho real, o la del territorio-sujeto, conforme a la cual el territorio era considerado c/ la
esencia misma del Estado, y por tanto c/ la expresión de su personalidad.
Frente a estas tesis, la teoría de la competencia —y aun la del territorio-límite— es la que mejor nos permite
comprender la cuestión de la naturaleza jurídica. Se trata de una teoría que, formulada inicial// por Radnitzky en 1905 y
posterior// desarrollada, por ciertos sectores doctrinales austríacos (Kelsen, Verdross) y franceses (Scelle), considera el
territorio estatal c/ el límite de las competencias estatales y el área geográfica de aplicación de las mismas.
Se trata de una teoría que exige definir las características fundamentales de las competencias que el Estado ejerce sobre
su territorio conforme al DI.
(Partes del territorio) El territorio estatal comprende no sólo el territorio terrestre propia// dicho, las aguas (interiores)
que en él se encuentran (ríos, lagos, lagunas) y el subsuelo correspondiente, sino también ciertos espacios marítimos
adyacentes a sus costas —aguas interiores y en los que se incluyen, igual//, el suelo y subsuelo correspondiente, así c/ el
espacio aéreo suprayacente al territorio terrestre y los espacios marítimos referidos.
Aunque es el territorio del Estado el que determina la base de ejercicio de las competencias territoriales, hay que
recordar que las competencias del Estado pueden tener también una base y alcance extraterritorial. También el Estado puede
dar a sus normas internas efectos extraterritoriales -en el orden penal-, sobre todo.
En particular, y basándose en principios c/ el de «protección del Estado» o el de «universalidad», los Estados dictan
normas con un alcance extraterritorial p/ proteger algunos de sus intereses fundamentales, y aun los de la comunidad
internacional, sancionando ciertos delitos, con independencia de la nacionalidad de su autor y del lugar de su comisión, c/
los delitos contra el Dcho de gentes que engendran la responsabilidad penal de los individuos, por ejemplo: piratería
marítima, aquellos delitos relacionados con el tráfico de drogas o el terrorismo internacional.
El Estado ejerce, además, ciertas competencias especializadas sobre otros espacios marítimos que no pertenecen
estricta// a su territorio; se trata, fundamental//, de los espacios correspondientes a la zona económica exclusiva y la
plataforma continental, en los cuales al E ribereño corresponden sólo ciertos dchos soberanos a efectos fundamental//
económicos.
C) MODOS DE ADQUISICIÓN DE LA COMPETENCIA TERRITORIAL
• Modos originarios, aquellos que se utilizan cuando el territorio sobre el
que se establece la competencia no está sometido a la de otro Estado, tratándose, por tanto, de un territorio sin dueño, de una
terra nullius (ocupación, accesión).
• Modos derivativos, que son aquellos que se actúan sobre un territorio que está sometido a la competencia de otro
Estado en el momento en que se establece sobre él la competencia de un nuevo Estado (cesión, conquista).
Hay que advertir que algunos de estos modos han perdido en la actualidad o bien toda relevancia práctica, c/ es el
supuesto de la ocupación, o bien validez internacional, c/ en el caso de la conquista.
a) La ocupación se entiende por tal la adquisición de un territorio nullius basada sobre la toma de posesión efectiva del
mismo y acompañada de la intención de adquirir sobre él la competencia territorial.
Aunque la ocupación, c/ hemos dicho, ha perdido en la actualidad toda relevancia práctica, su estudio sigue teniendo
interés en la medida en que p/ la resolución de litigios de carácter territorial que se producen en los tiempos presentes habrá
que valorar el dcho en vigor en el momento en el que se consolidó el título histórico.
Los territorios habitados por tribus o pueblos que tenían una organización social y política no eran considerados terra
nullius [...]»; de ahí que la adquisición de soberanía sobre dichos territorios «no se podía adquirir unilateral// a través de la
ocupación de terra nullius c/ título original, sino mediante acuerdos concluidos con los jefes locales».
Sobre esta base, p/ que la ocupación tenga consecuencias internacionales es necesario, además, que se den dos
requisitos: el elemento psicológico o animus occupandi; y el elemento material de la efectividad de la ocupación.
El animus occupandi se expresa a través de la propia práctica seguida por los órganos del Estado ocupante;
traduciéndose el requisito de la efectividad de la ocupación en el ejercicio de la autoridad del E sobre el territorio ocupado:
autoridad que habrá de ser manifestada de manera continuada, en forma notoria y a través de actos de adm perfecta//
individualizados.
En todo caso el requisito de la efectividad resultará relativizado, en función de las propias características físicas del
territorio de que se trate, y en particular, por ejemplo, de que se trate de territorios desérticos, inaccesibles, etc., en los que
no es posible practicar en todo momento y con igual intensidad la soberanía territorial.
b) La accesión consiste en el título p/ extender la competencia a aquellas formaciones terrestres que hayan acrecido al
propio territorio del Estado, bien por causas naturales (aluvión, formación de islas...), bien por la propia actividad del
hombre (construcción de diques, muelles...).
Se considera, general//, que en estos casos la extensión de la competencia territorial se produce automática//, sin que sea
necesario ningún acto jurídico del Estado tendente a consolidar la ampliación; aunque algún sector doctrinal entiende que
sería necesaria la ocupación seguida de animus occupandi.
c) La cesión es un modo derivativo de adquisición de territorios y está basado en un acuerdo entre dos o más
Estados p/ llevar a cabo una transferencia territorial, mediante la renuncia por parte del Estado cedente en favor de la
adquisición de esa parte del territorio por otro Estado. La cesión no se perfecciona jurídica// hasta la ocupación efectiva del
territorio y el consiguiente ejercicio de las competencias por el Estado beneficiario de la cesión.
Las cesiones se pueden realizar a tit gratuito, u oneroso, bien por permuta o por compraventa.
d)
Un modo muy discutido es la prescripción adquisitiva. Se busca aplicar a aquellos casos en que un Estado se ha
posesionado de un territorio que, en principio, pertenece a la soberanía de otro Estado, ejerciendo durante un cierto tiempo,
y sin que se produzcan actos de protesta por parte de aquel otro Estado, una ocupación efectiva que consolidaría su título.
Un amplio sector doctrinal no considera la prescripción c/ un medio autónomo de adquisición, sino más bien c/ un
elemento de prueba de que existe la ocupación efectiva, aunque en estos supuestos ha de ser ejercida, c/ acabamos de
advertir, durante un período de tiempo suficiente// amplio, y sin que se hayan producido actos de protesta o reivindicaciones
del antiguo soberano territorial.
e) La conquista, suponía, conforme al DI clásico, la transferencia al vencedor de parte del territorio del Estado vencido
al terminar una guerra; y ello con independencia de la figura de la debellatio, consistente en la desaparición total del
elemento organización y, subsiguiente//, de la soberanía del Estado vencido.
P/ que la conquista se considerase c/ un título válido por el DI era necesario que, concurriesen los siguientes requisitos:
que hubiese terminado el conflicto armado; que se produjese una ocupación efectiva; y que se diese en el Estado vencedor
animus possidendi; no siendo necesaria la existencia de un animus transferendi por parte del Estado vencido.
En todo caso, ya sabemos que la conquista es hoy una figura condenada por el DI contemporáneo, en base al principio
de prohibición de amenaza o uso de la fuerza; disponiendo en este sentido la Resolución 2625 de la A.G.N.U. que «El
territorio de un Estado no será objeto de ocupación militar derivada del uso de la fuerza en contravención de las
disposiciones de la Carta. El territorio de un Estado no será objeto de adquisición por otro Estado derivado de la amenaza o
r
el uso de la fuerza. No se reconocerá c/ legal ninguna adquisición ter itorial derivada de la amenaza o el uso de la fuerza
[...]».
f) Hay que advertir que el principio de efectividad (creo que significa que para que haya adquisición, debe haber
ocupación efectiva y ejercicio de competencias), aunque desempeña, un papel destacado en los distintos modos de
adquisición de la competencia territorial, pierde, toda o casi toda significación y relevancia en los casos de territorios que
han estado sujetos a dominación colonial, y ello a la hora de determinar el título territorial de una potencia administradora, y
desde aquí los límites del territorio de un nuevo Estado surgido del proceso descolonizador.
En estos supuestos rige el principio del uti possidetis iuris, el cual supone que la de-limitación fronteriza de los Estados
nacidos de la descolonización se produce conservando c/ límites territoriales los derivados tanto de los propios tratados
internacionales fronterizos concluidos por las potencias coloniales, c/ de las antiguas divisiones administrativas fijadas por
r
una potencia colonial sobre un determinado ter itorio, y otorgando al título jurídico de la época colonial preeminencia sobre
la posesión efectiva c/ base de la soberanía, es decir, el comportamiento de las autoridades administrativas c/ prueba del
ejercicio efectivo de competencias territoriales en la región durante el período colonial, pierden su valor en favor de los
títulos jurídicos a la hora de determinar las fronteras nacionales; comprendiendo la expresión «título jurídico» no sólo la
idea de prueba documental, sino cualquier medio de prueba susceptible de establecer la existencia de un dcho, c/ la fuente
misma de ese dcho.
Cabría, con todo, concretar la relación jurídica existente entre las «efectividades» y los títulos que sirven de base a la
realización del principio del uti possidetis del siguiente modo. Ante todo, cuando una administración efectiva se añade al uti
possidetis iuris, es decir, en el caso de que el hecho corresponda exacta// al dcho, la «efectividad» sólo interviene en
realidad p/ confirmar el ejercicio del dcho nacido de un título jurídico. Cuando el territorio objeto del litigio está
administrado efectiva// por un Estado distinto del que posee el título jurídico, se debe dar preferencia al poseedor del título.
Ahora bien, en la eventualidad de que la «efectividad» no coexista con ningún título jurídico, debe ser inevitable// tomada
en consideración. Y aun final//, en los casos en que el título jurídico no es susceptible de mostrar de manera precisa la
extensión territorial a la que se refiere, las efectividades pueden entonces desempeñar un papel esencial p/ indicar cómo se
interpreta el título en la práctica.
D. CONTENIDO Y LÍMITES DE LAS COMPETENCIAS TERRITORIALES
1) CARACTERES GENERALES DE LAS COMPETENCIAS TERRITORIALES
r
Hay que afirmar que las competencias que, en virtud de la soberanía, corresponden al Estado sobre su ter itorio se
caracterizan, en cuanto a su contenido y ejercicio, por las notas fundamentales de plenitud y exclusividad.
En efecto, conforme al propio principio de igualdad soberana de los Estados «cada Estado goza de los dchos inherentes
a la plena soberanía».
a) La plenitud de las competencias significa que el Estado puede ejercer con absoluta discrecionalidad el conjunto de
funciones propia// estatales, de naturaleza, básica//, legislativa, ejecutiva y judicial. Al Estado, corresponden sin
ningún tipo de limitaciones, en principio todas las facultades necesarias p/ el adecuado desarrollo de sus funciones,
incluidos desde luego los poderes p/ ordenar la actividad económica y regular el aprovechamiento de los recursos naturales,
sobre la base del principio de la soberanía permanente de los Estados sobre sus recursos naturales.
b) La exclusividad implica que los Estados ejercen sus competencias, dentro de un determinado ámbito territorial, con
exclusión, en pcpio, de los demás Estados; lo que nos da idea del monopolio competencia que corresponde al E sobre su
territorio, por encima de cualquier otra autoridad.
La prohibición, en principio, absoluta p/ cualquier Estado de realizar toda actividad en un territorio extranjero, sin que
medie su consentimiento o amp/do, c/ veremos, por normas de DI; y ello por relación, sobre todo, al ejercicio de ciertas
actividades coercitivas realizadas por órganos o agentes de un Estado en violación de la soberanía territorial de otro.
2) OBLIGACIONES Y LÍMITES RELACIONADOS CON EL EJERCICIO DE LAS COMPETENCIAS
TERRITORIALES
El dcho que, en virtud de su soberanía e independencia, tiene todo Estado a ejercer con plenitud y exclusividad sus
competencias territoriales, conlleva, a su vez, una serie de obligaciones y límites impuestos, fundamental//, por normas
generales del DI, de carácter consuetudinario o convencional, al objeto de salvaguardar los dchos de los demás Estados y
aun los intereses de la Comunidad internacional en su conjunto.
a) Ante todo la soberanía territorial genera ciertas obligaciones con el objeto de garantizar los dchos de los demás
Estados sobre sus respectivos territorios. En efecto, conforme al propio principio de igualdad soberana de los Estados,
«cada Estado tiene el deber de respetar la personalidad de los demás Estados», siendo inviolables la integridad territorial y
la independencia política del Estado.
Además se vincula estrecha// al principio de no intervención en los asuntos internos de los Estados, en virtud del cual se
proclama de la A.G. de las N.U.] que «ningún Estado o grupo de Estados tiene dcho a intervenir directa o indirecta//, y sea
cual fuere el motivo, en los asuntos internos o externos de ningún otro», considerándose, por tanto, c/ violaciones del DI
«no sola// la intervención armada, sino también cualquier otra forma de injerencia o de amenaza atentatoria de la
personalidad del Estado, o de los elementos políticos, económicos y culturales que lo constituyen».
b) Pero, trasciende también la obligación p/ cualquier Estado de no sólo respetar los dchos que sobre su territorio
puedan tener otros Estados, sino también de evitar causar perjuicios a otros Estados, y aun a la comunidad internacional, por
las actividades realizadas desde su propio territorio.
La obligación p/ los Estados de respetar en su territorio los dchos que el ordenamiento jurídico internacional reconoce a
todos los demás Estados, se presenta c/ la expresión más evidente de las limitaciones a que se sujeta el ejercicio de las
competencias territoriales.
Estas limitaciones inciden en muy diversos ámbitos, pudiendo destacar las que se relacionan con la inmunidad de
jurisdicción y de ejecución de los Estados extranjeros y de sus agentes diplomáticos y consulares, así c/ con los dchos de
navegación que corresponden a los buques de todos los Estados por los espacios marítimos sujetos a la soberanía del Estado
ribereño; y aun las limitaciones que se derivan de los dchos de tránsito que se reconocen, en la Convención sobre Dcho del
Mar de 1982 (art. 125), a los Estados sin litoral a través del territorio de los denominados Estados de tránsito, es decir, de
los Estados situados entre un Estado sin litoral y el mar.
Además, trasciende la oblig p/ los Estados de evitar causar perjuicios en el territorio de otros Estados o a sus nacionales,
y aun a la Comunidad intern en su conjunto, por las act realizadas en su propio territorio. Se trata de que el ejercicio de las
competencias territoriales por el E no sea abusiva o arbitraria, lo que implica una utilización «razonable» y «útil» de la
soberanía territorial, ejercida al tiempo que en beneficio del interés gral de la población, sin perjudicar, en particular, los
intereses de los Estados vecinos y aún los de la Comunidad intern.
C/ regla de buena vecindad ya clásica sobresale, fundamental//, el principio sic utere tuo ut alienum non laedas,
conforme al cual un Estado está obligado a impedir en su territorio el ejercicio de actividades que puedan causar perjuicios
en un Estado vecino; habiendo adquirido, sobre todo, este principio su fuerza en materia medioambiental y de
administración de rec nat.
Se trata, sin embargo, de un principio cuya aplicación se produce no sólo en el terreno de la vecindad, sino también por
relación a cualesquiera terceros Estados y aun de aquellas zonas situadas más allá de toda jurisdicción nacional.
LAS MODIFICACIONES TERRITORIALES DEL ESTADO Y SUCESIÓN DE ESTADOS
A- LAS MODIFICACIONES DEL CONTENIDO DE LA COMPETENCIA TERRITORIAL
Con independencia de esas obligaciones y límites que, con carácter general, se imponen al Estado en el ejercicio de sus
competencias territoriales, la práctica internacional nos ofrece ciertos supuestos particulares de modificaciones del
contenido de la competencia territorial, en virtud de los cuales un Estado consiente, a través normal// de la formalización de
acuerdos bilaterales o multilaterales restringidos, importantes limitaciones a sus competencias soberanas en favor de otro u
otros Estados, con un carácter transitorio o provisional, y sin que ello conlleve en ningún caso una pérdida de soberanía p/ el
Estado territorial.
a) Los supuestos de cesiones de uso, de administración y en arriendo son clara// expresivos de un contexto histórico
dominado por las situaciones coloniales y la posición de hegemonía y dominio de las grandes potencias, siendo dificil//
imaginables, en el actual sistema internacional; en estas cesiones se escondían, muchas veces, auténticas dejaciones de
soberanía en favor del Estado cesionario, y, por tanto, verdaderas anexiones disimuladas.
En cuanto a las cesiones de uso cabe recordar, el Tratado Hay-Bunau-Varilla de 1903 por el que Panamá concedía, a
perpetuidad, a EE.UU. «la zona del canal», en la que se construyó, en 1914, el Canal de Panamá; régimen revisado por el
Tratado Carter-Torrijos de 1977, y en virtud del cual la «zona del canal» fue transferida a Panamá en diciembre de 1999.
Las cesiones de administración se iniciaron en el s. XIX dentro del contexto de una política imperialista, siendo general//
consideradas c/ tales la cesión por Turquía a Austria-Hungría de Bosnia y Herzegovina por el Tratado de Berlín de 1 878.
Las cesiones en arriendo representaron en la mayoría de los casos, c/ se ha dicho, una «colonización disfrazada». Se trata de
una técnica frecuente// impuesta a China por las potencias europeas a finales del siglo XIX: así, y entre otras cesiones, la
Bahía de Port-Arthur por veinticinco años a Rusia, el puerto Wei-hai-Wei a Gran Bretaña o la Bahía de Kuoangchou a
Francia por 99 años; supuestos todos ellos ya superados.
b) La figura del protectorado nos acerca también a un supuesto de inspiración colonial. C/ tal constituye hoy una
institución que ha desaparecido, en tanto que incompatible con a concepción moderna de independencia. Conforme a un
régimen de protectorado, el Estado protector asumía fundamental// la representación internacional del protegido, pudiendo
llegar a ser también muy amplia su participación en las competencias internas del protectorado.
c) El condominio se nos presenta c/ una institución práctica// en desuso. Se trata de un régimen en virtud del cual dos o
más Estados deciden ejercer sus competencias soberanas sobre el mismo territorio de manera compartida.
Esta técnica se ha empleado tradicional// por los Estados c/ medio de resol-ver o congelar las situaciones de conflicto
territorial existentes entre ellos, pudiendo tener éstas un origen colonial o bien un carácter fronterizo.
d) Los supuestos de territorios bajo administración internacional han sido tradicional// muy limitados. Se trata de
regímenes transitorios por los que se coloca un determinado territorio bajo un sistema de administración internacional
—ejercida por una Organización internacional o un grupo de Estados—, bien por tratarse de un territorio reivindicado por
varios Estados, bien por las especiales características de su población, y aún por razón del lugar geográfico susceptible de
engendrar una tensión internacional.
La institución ha servido en el pasado p/ cumplir importantes misiones de paz en lugares de fricción internacional
evidente. Y en la actualidad hay que reconocer que sigue siendo un mecanismo susceptible de emplearse en el momento
oportuno.
Se destaca también la Administración de Transición de las NU p/ Timor Oriental (UNTAET), cuyo establecimiento
sería decidido por la Resolución del Consejo de Seguridad de NU. Con el fin de prep/r el proceso de transición hacia la
independencia de Timor Oriental, a la UNTAET se le atribuye la responsabilidad general de la administración de este
territorio, y en particular la consecución de los siguientes objetivos: ayudar al establecimiento de las condiciones necesarias
p/ el desarrollo sostenible; proporcionar seguridad y mantener el orden público; establecer una administración eficaz; y
apoyar el fomento de la capacidad p/ el autogobierno.
e) Merecen también atención los supuestos de utilización de bases militares en territorio extranjero, en virtud de los
cuales un Estado autoriza a otro el uso en su propio territorio de bases militares, y por tanto el estacionamiento, con fines de
seguridad y defensa en el contexto de una cooperación militar, de fuerzas armadas de ese Estado, sin que ello suponga
ningún tipo de cesión territorial por parte del Estado que concede las facilidades de uso.
El uso de base militares en territorio extranjero suele estipularse a través de tratados multilaterales o bilaterales entre las
partes, lo que en todo caso pone de relieve el valor del consentimiento del Estado territorial.
En el caso de tratados multilaterales, éstos son normal// tratados de alianza que institucionalizan sistemas de legítima
defensa colectiva.
En cuanto a los tratados bilaterales, pueden operar autónoma// o en estrecha relación funcional con la pertenencia de los
dos Estados que se conciertan a una alianza multilateral.
B- LA SUCESIÓN DE ESTADOS
1. LAS MODIFICACIONES TERRITORIALES Y LA SUCESIÓN DE ESTADOS
La causa de que se produzca una sucesión de Estados o sustitución de un Estado por otro es siempre una modificación
territorial de conformidad con el DI: es decir, cuando de forma lícita un Estado pierde territorio y otro Estado adquiere
territorio. Esta es la causa básica o genérica. Cuando nace un Estado o un Estado adquiere o pierde territorio se plantea qué
sucede con los bienes, dchos y obligaciones que le afectan.
La Comisión de DI (C.D.I.) inició en los `70 la tarea de la codificación y desarrollo progresivo del régimen de la
sucesión de Estados. La lentitud de sus trabajos muestra la enorme complejidad de esta poliédrica institución y la dificultad
de encontrar, hoy, soluciones aceptables p/ una Comunidad Internacional universal y heterogénea. Los resultados
normativos de ese proceso han sido 2 Convenios: de un lado, el Convenio de Viena de 23 de 1978 sobre sucesión de
Estados en materia de tratados que, al tiempo que recoge las perspectivas clásicas en la materia, da un trata- singular al
supuesto de la descolonización y, además, guarda un claro paralelismo técnico con el Convenio de Viena de 1969 sobre el
Dcho de los Tratados.
De otro, el Convenio de Viena de 8 de abril de 1983 sobre sucesión de Estados en materia de bienes, archivos y deudas
de Estado; aunque este Convenio guarda armonía en las definiciones y en la estructura (tipología de sucesiones) con el
Convenio de 1978 sobre sucesión en materia de tratados, sin embargo incluye mayores novedades respecto a las soluciones
clásicas en el tratamiento de los supuestos de descolonización y ha tenido menor aceptación entre los Estados.
La concepción tradicional describe la su-cesión de Estados c/ la sustitución en los dchos y obligaciones de un Estado
por otro en un territorio determinado. Sin embargo, se acordó final// en los dos Convenios definir la sucesión de Estados c/
«la sustitución de un Estado por otro en la responsabilidad de las relaciones internacionales de un territorio».
2. LA TIPOLOGÍA DE LOS SUPUESTOS DE SUCESIÓN DE ESTADOS
• la sucesión respecto de una parte del territorio de un Estado, que tiene lugar cuando una parte del territorio de un
Estado es transferida por éste a otro Estado; también se le denominaba «sucesión parcial»;
• el supuesto de un Estado de reciente independencia, es decir, un Estado sucesor cuyo territorio, inmediata// antes de la
fecha de la sucesión de Estados, era un territorio dependiente de cuyas relaciones internacionales era responsable el Estado
predecesor; algunos sectores doctrinales la identifican c/ «sucesión colonial». Las complejas circunstancias de la
descolonización obligaron a revisar las reglas de la sucesión; de ahí que los dos convenios distingan la sucesión colonial o
de Estados de reciente independencia de las restantes sucesiones;
• la unificación de Estados es el supuesto de sucesión que tiene lugar cuando dos o más Estados se unen extinguiéndose
la personalidad de ambos y forman, de este modo, un nuevo sujeto de DI, el Estado sucesor;
• la sep/ción de parte o de partes del territorio de un Estado dando lugar a la formación de uno o varios Estados
sucesores, continúe o no existiendo el Estado predecesor;
• la disolución (Bosnia y Herzegovina; Serbia y Montenegro), que tiene lugar cuando un Estado se disuelve y deja de
existir, formando las partes del territorio del Estado predecesor dos o más Estados sucesores (esta categoría sólo se regula
en el Convenio de 1983).
3. LAS MODIFICACIONES ILÍCITAS DEL TERRITORIO Y LA SUCESIÓN DE ESTADOS
Una modificación territorial en violación del DI no puede dar lugar a la aplicación de las reglas de la sucesión de
Estados, es decir, no da lugar a la sustitución por el Estado ocupante en los dchos y obligaciones del Estado ocupado.
En efecto, el DI en vigor establece de forma imperativa la obligación de los Estados de abstenerse de todo uso o
amenaza de fuerza armada en las relaciones internacionales. Esta obligación jurídica de carácter consuetudinario se ha
reiterado en el art. 2.4 de la Carta de la O.N.U., aunque éste no establece expresa// las consecuencias jurídicas en relación
con las adquisiciones territoriales mediante el uso de fuerza armada.
Además, la A.G. aprobó el 24 de octubre de 1970 la importante Resolución 2625, en la que expresa// se declara que «El
territorio de un Estado no será objeto de adquisición por otro Estado derivada de la amenaza o el uso de la fuerza. No se
reconocerá c/ legal, ninguna adquisición territorial derivada de la amenaza o el uso de la fuerza». Unos años después, en la
también importante Resolución 3314 sobre la «Definición de la Agresión», se reiteraba el consenso jurídico de la
Comunidad internacional sobre la nulidad de efectos de una adquisición territorial mediante el uso de fuerza armada.
Habida cuenta, pues, de la invalidez de las modificaciones territoriales ilícitas, ambos Convenios de 1978 y 1983 (arts.
6 y 3), establecen que «la presente Convención se aplica única// a los efectos de una sucesión de Estados que se produzca de
conformidad con el DI y, en particular, con los principios de DI incorporados en la Carta de las NU».
4. LA SUCESIÓN EN MATERIA DE TRATADOS INTERNACIONALES
La sucesión de Estados en materia de Tratados ha sido regulada por el Convenio de Viena de 23 de agosto de 1978. El
Convenio define la sucesión de Estados c/ la sustitución de un Estado por otro en la responsabilidad de las relaciones
r
internacionales de un ter itorio.
El Convenio no afecta a los Tratados sobre regímenes de frontera y dchos territoriales, pues la opinión y la práctica
generalizada estiman que siempre se produce una transmisión de dchos y obligaciones; por tanto, el Estado sucesor debe
aceptar los límites territoriales y las obligaciones, dcho o restricciones de uso que afecten a su territorio.
Además, el Convenio establece la no transmisión de los dchos y obligaciones en el supuesto, típica// colonial y en las
vísperas de la independencia, de que se haya celebrado entre el Estado predecesor y el Estado sucesor un «Acuerdo de
transmisión o devolución», mediante el cual el E predecesor transmite al Estado sucesor los dchos y oblig derivados de
Tratados en vigor.]
Igual// excluye la transmisión de obligaciones y dchos por el solo hecho de la declaración unilateral del Estado sucesor
en la que acepta el mantenimiento en vigor de los Tratados respecto de su territorio. Es evidente, que los efectos jurídicos
respecto de los demás Estados Partes no pueden depender exclusiva// de la voluntad del Estado sucesor.
Estaría bueno leer qué dice todo el capítulo del Convenio.
Supuestos de sucesión en materia de Tratados:
r r
A) En el supuesto de sucesión respecto de una pa te del ter itorio (transferencia) se estipula que dejan de estar en vigor,
respecto del citado territorio, los Tratados del Estado predecesor y entran en vigor los del Estado sucesor.' Esta es la regla
llamada de la movilidad del ámbito territorial del Tratado y está relacionada con el art. 29 del Convenio de Viena sobre el
Dcho de los Tratados: los Tratados se aplican en la totalidad del territorio del Estado parte.
B) Si se trata de un Estado de reciente independencia, la regla adoptada por el Convenio es la de la tabla rasa: «ningún
Estado de reciente independencia estará obligado a mantener en vigor un Tratado, o a pasar a ser parte en él, por el solo
hecho de que en la fecha de la sucesión de Estados el Tratado estuviera en vigor respecto del territorio al que se refiera la
sucesión de Estados» (art. 16). La razón de ser de esa regla, es evitar que estos Estados en vías de desarrollo accedan a la
independencia con pesadas hipotecas jurídicas, económicas y políticas.
Obsérvese que el Convenio declara que el Estado sucesor no tiene la obligación de ser parte en el Tratado suscrito por el
predecesor; una cuestión distinta es si tiene dcho a ser parte de los Tratados del predecesor. La solución dada difiere
dependiendo de si el Tratado es multilateral o bilateral.
Si el Tratado es multilateral, el Estado sucesor de reciente independencia podrá, mediante una notificación de sucesión,
hacer constar su calidad de parte en el mismo. La notificación es, por tanto, un acto unilateral que se hará por escrito (art.
22). De este modo, se reconoce el dcho del nuevo Estado a ser parte del Tratado multilateral. Sin embargo, el Convenio
prevé algunas excepciones importantes que pueden limitar o privar del dcho a ser parte en los Tratados multilaterales del
predecesor: por ejemplo, cuando en razón del numero reducido de participantes la aplicación del Tratado respecto del Esta-
do de reciente independencia es incompatible con el objeto y fin del Tratado o cambia radical// las condiciones de su
ejecución. En estos casos, su notificación necesitará ser aceptada por las demás partes (arts. 17 a 19).
En el caso de Tratados bilaterales entre el Estado predecesor y un 3er Estado, el Estado sucesor necesitará el
consentimiento del tercer Estado p/ llegar a ser parte de un Tratado bilateral entre ambos (art. 24).
C) En el supuesto de la unificación y separación de Estados el pcpio aplicable es el de la continuidad, es decir, la
transmisión de los dchos y oblig derivados del Tratado del Estado predecesor al sucesor. Dicho principio revela la necesidad
de preservar la estabilidad de las relaciones convencionales.
La continuidad sólo afecta a la parte del territorio del E sucesor respecto de la cual estaba en vigor el Tratado en la
fecha de sucesión, lo que resulta de muy difícil aplicación, por lo que se prevén diversas fórmulas p/ atenuarla: si es un
Tratado multilateral universal basta notificar que el Tratado se aplicará a la totalidad del territorio unificado; si es un
Tratado bilateral o multilateral restringido se acordará con las otras partes su extensión a la totalidad del territorio.
Por lo que respecta a la separación de una parte o partes del territorio de un Estado p/ formar uno o varios Estados
sucesores, el Convenio establece igual// la regla de continuidad, de modo que el Tratado en vigor respecto del Estado
predecesor se aplicará respecto del Estado o Estados sucesores. C/ esta solución no es muy realista, el Convenio mitiga los
efectos permitiendo su exclusión si los Estados interesados acuerdan otra cosa o se deduce del Tratado que su aplicación a
los nuevos Estados sep/dos es incompatible con el objeto y fin del Tratado o que han cambiado radical// las condiciones de
su ejecución.
5. EFECTOS DE LA SUCESIÓN SOBRE LA CUALIDAD DE MIEMBRO DE UNA ORG. INTERN.
No se ha admitido la sucesión en cuanto a los Tratados constitutivos de las Organizaciones internacionales. El E sucesor
no sustituye al Estado predecesor en las Organizaciones internacionales en líneas grales. Cada organización tiene un
procedi- de admisión, y los Estados miembros de la misma son, en definitiva, los que controlan el acceso de los nuevos
miembros.
La práctica de las N.U. es muy variada. En los casos de división, escisión o fraccionamiento de un Estado miembro, la
práctica ha sido uniforme y consiste en que el nuevo Estado debe solicitar ser admitido c/ nuevo miembro de la
organización, continuando con su status de miembro el Estado objeto de la escisión.
Un caso especial se ha planteado con la desintegración de la Unión Soviética en el que encontramos algunas
particularidades, entre otras, por ser miembro permanente del Consejo de Seguridad y gran potencia nuclear. En 1991 la
Representación Soviética comunicaba al Secretario General de la O.N.U.,que la Federación Rusa ocuparía el lugar de la
U.R.S.S. c/ miembro de las NU, incluido el Consejo de Seguridad y todos los demás órganos y organizaciones del sistema
de NU, con el apoyo de los Estados de la Comunidad de Estados Independientes, así c/ asumiría todas las obligaciones de la
U.R.S.S., incluidas las obligaciones financieras.
No hubo objeciones a esta acción unilateral por parte del resto de los Estados; sin embargo, técnica// no era la solución
jurídica correcta al tratarse de una extinción del Estado predecesor, la U.R.S.S., lo que hubiera supuesto la petición de
admisión de Rusia. Por ello, los Estados Miembros y la propia Secretaría General optaron por considerar a Rusia c/ el
Estado sucesor fundándose, en este caso, en el principio de estabilidad en las relaciones internacionales y en la identidad
básica de los elementos que llevaron en 1945 a reconocer ese status a la antigua U.R.S.S. y que ahora permanecen bajo el
control de la Federación Rusa. Las demás Republicas ex soviéticas, a excepción de Ucrania y Bielorrusia que eran
miembros originarios de la O.N.U., han tenido que solicitar la admisión c/ nuevos miembros.
En los casos de fusión de los Estados —Egipto y Siria en la R.A.U., en 1958, y Tanganica y Zanzíbar en Tanzania, en
1964 se ha seguido el mismo procedimiento de considerar al nuevo Estado nacido de la fusión c/ miembro de las N.U. y
continuador de los preexistentes. La extinta República Democrática Alemana desapareció de la lista de miembros de la
O.N.U., figurando c/ único Estado miembro la República Federal de Alemania con la fecha de ingreso de 18 de septiembre
de 1973.
6. EFECTOS EN CUANTO AL ÁMBITO ECONÓMICO PÚBLICO (2.3.2)Estudiar del convenio directamente.
A) RESPECTO A LOS BIENES DE PROPIEDAD PÚBLICA
El Convenio de Viena de 1983 sobre «Sucesión de Estados en materia de bienes, archivos y deudas de Estado» define
los bienes de Estado c/ «los bienes, dchos e intereses que en la fecha de la sucesión de Estados y de conformidad con el
dcho interno del Estado predecesor pertenecían a éste». Con carácter general dispone en su art. 11 que «el paso de los bienes
de Estado del Estado predecesor al Estado sucesor se realizará sin compensación».
No obstante esta norma general, el Convenio tiene en cuenta la posibilidad de una voluntad diferente por parte de los
Estados afectados y acoge e] principio de la autonomía de la voluntad de las partes y diferencia en función de los supuestos:
a) si es una sucesión respecto de una parte del territorio de un Estado, el paso de los bienes de Estado se realizará
mediante acuerdo entre el Estado predecesor y el Estado sucesor y, a falta de acuerdo, los bienes inmuebles sitos en el
territorio sucedido pasarán al Estado sucesor y también los bienes muebles del Estado predecesor vinculados a la actividad
de éste en el territorio a que se refiere la sucesión (art. 14);
b) si es un Estado de reciente independencia, se da preferencia en la mayoría de los casos al Estado sucesor tanto en los
bienes inmuebles que radiquen en e] territorio c/ aquellos otros situados fuera de él pero que se hayan convertido en bienes
del Estado predecesor en el período de dependencia. Esta última regla se aplica también a los bienes muebles;
c) si es un supuesto de unificación (art. 16), se prevé la transmisión de los bienes de los Estados predecesores al Estado
sucesor;
d) si se trata de sep/ción de parte o partes del territorio de un Estado (art. 17) y de disolución de un Estado (art. 18), se
prevé el acuerdo entre los Estados afectados, si bien los bienes muebles no vinculados pasan a los Estados sucesores en una
proporción equitativa.
B) RESPECTO A LA DEUDA PÚBLICA
La norma tradicional es que no hay oblig de asumir la deuda del E predecesor por el E sucesor. No obstante, dado el
interés de obtener la confianza financiera de los Estados y de los mercados financieros internacionales, dicha regla se ha
suavizado mediante convenios entre el E sucesor y el predecesor p/ que el primero asuma una parte proporcional de la
deuda pública o pasivo del E.
El Convenio de Viena de 1983 entiende por deuda de E «toda oblig financiera de un Estado p/ con otro Estado, p/ con
una Organización internacional o p/ con cualquier otro sujeto de DI nacido conforme al DI». Los distintos supuestos de la
sucesión en materia de deuda pública se regulan así:
a) en los casos de (Transferencia) sucesión respecto de parte del territorio, la deuda del Estado predecesor pasará al
sucesor en la medida acordada por ambas partes, y a falta de acuerdo las deudas pasarán «en una proporción equitativa,
teniendo en cuenta en particular los bienes, dchos e intereses que pasen al Estado sucesor en relación con esa deuda del
Estado» (art. 37);
b) en cuanto a los Estados de reciente independencia, no pasará ninguna deuda del Estado predecesor al sucesor, salvo
acuerdo entre ellos (art. 38);
c) en los casos de unificación, la «deuda de Estado de los Estados predecesores pasará al Estado sucesor» (art. 39);
d) en los supuestos de sep/ción de parte o partes del territorio de un Estado p/ formar un Estado nuevo se atendrán al
acuerdo entre el predecesor y el sucesor y, a falta de él, a la regla de la proporción equitativa teniendo en cuenta los bienes,
dchos e intereses que pasen al Estado sucesor en relación con esa deuda (art. 40). También en los casos de disolución del
Estado, los Estados sucesores se atendrán al acuerdo entre ellos, y en su defecto se aplicará la regla de la proporción
equitativa (art. 41).
C) RESPECTO A LA SUCESIÓN EN LOS ARCHIVOS DE ESTADO
El Convenio de Viena de 1983 entiende por archivos de Estado del Estado predecesor «todos los documentos, sean
cuales fueran sus fechas y naturaleza producidos o recibidos por el Estado predecesor en el ejercicio de sus funciones que,
en la fecha de la sucesión de Estados, pertenecían al Estado predecesor de conformidad con su dcho interno y eran
conservados por él directa// o bajo su control en calidad de archivos con cualquier fin» (art. 20). Con carácter general se
prevé que la sucesión en los archivos se hará sin compensación, salvo acuerdo en contrario.
a) tanto en la (Transferencia) sucesión respecto de una parte de/ territorio, así c/ en los su-puestos de separación y
disolución, la transmisión de los archivos se hará por acuerdo entre el Estado predecesor y el sucesor y, a falta de tal
acuerdo, se transmiten aquellos archivos relacionados exclusiva// con la parte de territorio a que se refiera la sucesión, si
bien el Estado predecesor proporcionará, a petición del sucesor, reproducciones apropiadas de sus archivos vinculados a ese
r
territorio y deberá proporcionar «la mejor prueba disponible en sus a chivos relacionada con títulos territoriales del Estado
sucesor»;
b) en el caso de Estados de reciente independencia, la regla general es que los archivos que «habiendo pertenecido al
territorio al que se refiere la sucesión de Estados, se hubieran convertido durante el período de dependencia en archivos de
Estado del Estado predecesor, pasarán al Estado de reciente independencia» y también pasará «la parte de los archivos del
Estado predecesor que, p/ una administración normal del territorio al que se refiere la sucesión de Estados, deba encontrarse
en este territorio». El paso o re-producción de otras partes de los archivos del Estado predecesor distintas a las anterior-//
mencionadas se determinarán mediante acuerdo (art. 28);
c) en el supuesto de unificación de Estados (art. 29) los archivos de los Estados predecesores pasan al Estado sucesor.
LOS LÍMITES Y FRONTERAS INTERNACIONALES
A) EL TERRITORIO Y LA FRONTERA. IDEAS GENERALES
El territorio estatal se caracteriza por tener unos límites precisos y fijos, en el interior de los cuales, c/ acabamos de ver,
el Estado ejerce sus poderes y competencias.
El ámbito de ejercicio de las competencias estatales dentro del territorio del Estado requiere, por tanto, una delimitación
de éste, mediante el trazado de fronteras.
La frontera representa, así, «el límite del territorio de un Estado. La línea determinante donde comienzan y acaban los
territorios de los Estados vecinos».Hay que recordar que en la medida en que el territorio estatal comprende no sólo el
territorio terrestre, sino también ciertos espacios marítimos y el espacio aéreo suprayacente a todos ellos, las fronteras
podrán ser terrestres, marítimas y aéreas; debiendo precisar también que la frontera delimita no sólo el territorio de dos
Estados, sino también el de un Estado y otros espacios internacionales.
La frontera se presenta no sólo c/ línea de sep/ción entre soberanías territoriales, sino también c/ línea o zona de
contacto entre territorios y poblaciones vecinas. La frontera c/ se ha dicho, tiene una doble naturaleza: es una línea que sep/,
que divide, que opone, que permite a los grupos humanos identificarse unos por relación a Tos otros, y es también una zona
de transición, un punto de paso, una vía de comunicación entre dos Estados. Frontera-línea y frontera-zona conforman, así,
dos aspectos indisociables de una misma realidad.
B) LA FRONTERA Y LOS CRITERIOS DE SU DELIMITACIÓN
La dimensión que destaca, en la figura de la frontera es la de línea de limitación p/ el ejercicio de las competencias
estatales, es decir, la de línea de delimitación de los respectivos ámbitos territoriales de los Estados. Definir un territorio
significa definir sus fronteras.
Por ello el trazado de las fronteras representa una operación de extraordinaria importancia, en tanto que fenómeno
básico en torno al que se ordena y estabiliza el juego de las relaciones internacionales.
El trazado de las fronteras estatales se realiza a través de una operación compleja en la que cabe distinguir dos fases
principales: en primer lugar, la fase de delimitación, de naturaleza política y jurídica, en virtud de la cual los Estados
implicados fijan a través normal// de un tratado internacional la extensión espacial de sus respectivos poderes estatales,
conforme a unos determinados criterios; seguida// tiene lugar la fase de demarcación, de naturaleza estricta// técnica, y en
virtud de la cual se procede a ejecutar material// y sobre el terreno la delimitación anterior// formalizada, interviniendo,
general//, a tal efecto las denominadas Comisiones de demarcación.
P/ la delimitación de las fronteras se suele recurrir a una serie de criterios o procedimientos entre los que cabe destacar,
fundamental//, los siguientes:
a) Los límites o fronteras naturales, que son aquellas basadas en un elemento geográfico; así hay fronteras, delimitadas
sobre la base de un accidente orográfico, c/ la cresta de las montañas; también puede tomarse c/ punto de referencia un río, o
un lago: p/ la delimitación de los ríos entre dos Estados, la norma de DI general aplicable, salvo estipulaciones particulares
en contrario, es que en los ríos no navegables la frontera se traza por la línea media del río mismo, y en caso de ser
navegables, sobre la línea media del canal de navegación principal —delimitación por el procedimiento del thalweg—.
b) Pueden también establecerse los límites basándose en elementos técnicos, c/ es el consistente en tomar dos puntos
geográficos precisos sobre el mapa y trazar entre ellos una línea recta que sirva de frontera. Este procedimiento suele
utilizarse en zonas preferente// desérticas.
Dentro de este grupo encontramos también la utilización de un paralelo geográfico c/ frontera.
c) Cabe también utilizar c/ línea fronteriza unos límites preexistentes.
Otras veces se utilizan c/ límites las antiguas divisiones administrativas o los tratados fronterizos establecidos por las
potencias coloniales. El principio en que se basan es el del uti possidetis iuris.
El principio del uti possidetis iuris rige, p/ la determinación de las fronteras de Estados nacidos de la descolonización,
mediante la aceptación y conservación por éstos de los límites territoriales derivados tanto de meras delimitaciones entre
divisiones administrativas o entre colonias pertenecientes a la misma soberanía, o bien de fronteras internacionales que
previa// separaban la colonia de un Estado de la de otro, o el territorio de una colonia del de un Estado independiente o del
de un Estado bajo protectorado que hubiese conservado su personalidad internacional.
En el primer supuesto «la aplicación del principio del uti possidetis conlleva la transformación de límites
administrativos en fronteras internacionales propia// dichas», lo que sucedió, por ejemplo, p/ los Estados formados en las
regiones de América dependientes de la Corona española. En el segundo supuesto, es decir, el de límites territoriales
resultantes de fronteras internacionales ya fijadas entre varias potencias coloniales, o entre una potencia colonial y un
Estado independiente, hay que advertir que «la obligación de respetar las fronteras internacionales preexistentes deriva, sin
duda alguna, de una regla general de DI sobre sucesión de Estados, encuentre o no su expresión en la fórmula uti
possidetis» .
El principio del uti possidetis, si bien encuentra su origen en Hispanoamérica, con ocasión de la emancipación, en 1810
y 1821, de las colonias españolas, ha sido afirmado también durante el presente siglo en el continente africano por
numerosos Estados de reciente independencia y por la Organización de la Unidad Africana.
Ahora bien, el principio en cuestión no reviste, a juicio del T.I.J. el carácter de una regla particular inherente a un
sistema determinado de DI, sino que constituye un principio general, ligado al fenómeno de la accesión a la independencia.
Pero, hay que destacar que en estos últimos años se ha buscado extender a contextos no ya relacionados con la
descolonización, sino con la desmembración de Estados de estructura federal, c/ es el caso de algunos Estados de la antigua
Europa socialista; planteándose, así, la cuestión de si los nuevos Estados han de conservar c/ fronteras los límites internos
que hasta ese momento regían c/ divisiones territoriales de las antiguas estructuras federales.
En todo caso la aplicación del principio del uti possidetis iuris a los supuestos de di-solución o de sep/ción de Estados
suscita muy divergentes posiciones tanto desde el punto de vista jurídico c/ político. Así, frente a una corriente doctrinal que
defiende la tesis de que la práctica internacional más reciente vendría a demostrar que el alcance de dicha regla se extiende
también fuera del contexto colonial, otros autores mantienen que la práctica de los Estados y de las Organizaciones
internacionales en este ámbito resulta limitada y ambigua.
El propio significado y contenido del principio uti possidetis ha suscitado también la delicada cuestión de precisar su
relación con otros principios básicos del DI, tal c/ el de autodeterminación de los pueblos, concreta// en aquellos casos en
que por razón del respeto de las fronteras coloniales se produce el efecto de dividir o sep/r poblaciones que pertenecen a un
mismo «pueblo». Aunque de forma discutible, el T.l.J., abordaría expresa// la cuestión, no pareciendo observar ninguna
contradicción entre tales principios, al afirmar que la interpretación del principio de autodeterminación ha de realizarse
precisa// conforme al principio uti possidetis.
Ahora bien, una vez que ésta ha sido establecida rige, con carácter suma// firme, el principio de estabilidad de las
fronteras. La jurisprudencia internacional ha insistido en repetidas ocasiones en el carácter estable y permanente de las
fronteras ya establecidas. Cuando dos países establecen una frontera, uno de sus principales objetivos es el de llegar a una
solución estable y definitiva»; habiéndose afirmado también: «En cualquier caso, el fin de los tratados es el mismo:
determinar de una manera estable y permanente el domino de validez espacial de las normas jurídicas del Estado».
El principio de estabilidad y permanencia domina la vida de la frontera, sobre todo en aquellos casos en que su
delimitación ha tenido lugar por vía convencional. Ya sabemos que no es posible alegar un cambio fundamental de las
circunstancias c/ causa de terminación de un tratado que establezca una frontera. El art. 11 del Convenio de Viena sobre
sucesión de Estados en materia de tratados dispone que «una sucesión de Estados no afectará de por sí: a) a una frontera
establecida por tratado, ni b) a las obligaciones y los dchos establecidos por un tratado y que se refieran al régimen de una
frontera».
Y sin que ello quiera decir, claro está, que los Estados implicados no puedan «de comun acuerdo» modificar su frontera,
es decir por medio del «consentimiento mutuo».
LA ANTÁRTIDA Y EL TRATADO ANTÁRTICO
1- LA ANTÁRTIDA
A diferencia del Artico, se trata de un continente cubierto por los hielos. Varios países tienen reclamaciones sobre la
Antártida en forma de sector, incluso el nuestro, que ha proclamado su soberanía entre los meridianos de 25° y de 74°. Ellos
son, además de la Argentina, Australia, Chile, Francia, Noruega, Nueva Zelanda, y el Reino Unido. En algunos casos, tales
sectores se superponen parcial//, c/ el chileno, el argentino y el británico. Los Estados Unidos no han reclamado ningún
sector, pero tampoco reconocen las reclamaciones de los demás países.
En 1955, el Reino Unido presentó ante la CIJ una solicitud p/ que ésta confirmara su alegada jurisdicción respecto a la
Argentina y Chile en relación con su pretendido sector antártico, basado en su posesión sobre las islas Malvinas y
dependencias. No habiendo aceptado la jurisdicción de la Corte ninguno de los dos países invitados a comparecer, el asunto
debió ser radiado de su agenda en 1956.
2- EL TRATADO ANTÁRTICO
Con el objeto de excluir a la Antártida del campo de la Guerra Fría y p/ facilitar la investigación científica, se firmó en
Washington el llamado Tratado Antártico en 1959. Su ámbito de aplicación es la zona comprendida al sur del p/lelo de 60°
de latitud austral y dentro de ella al continente y a los hielos adheridos a las costas, mientras que las aguas se consideran alta
mar aunque estén congeladas temporaria//. Además de la Argentina, los otros miembros originales son Australia, Bélgica,
Chile, Francia, Japón, Nueva Zelanda, Noruega, Unión Sudafricana, Unión Soviética, Reino Unido y Estados Unidos.
• La "cláusula p/guas": El Tratado incluye esta cláusula que, al tiempo que preserva los eventuales dchos originados en
las reclamaciones de las partes hasta ese momento, congela las pretensiones de soberanía mientras dure su vigencia y priva a
las actividades antárticas de toda posibilidad de generar títulos p/ el futuro o de reforzar los que pudieran tener.
La cláusula niega que las disposiciones del Tratado puedan ser invocadas c/ una renuncia de las partes a sus dchos de
soberanía territorial ni a cualquier fundamento de reclamación de soberanía territorial ni afectará su reconocimiento o no
reconocimiento de la soberanía territorial de otro Estado en la región. Tb establece que ningún acto o act que tenga lugar en
la Antártida servirá de fundamento p/ hacer valer, apoyar o negar cualquier reclamación de soberanía territorial ni p/ crear
dchos de soberanía. Tampoco se podrán ampliar las reclamaciones ya existentes ni formularse nuevas reclamaciones.
• Exclusividad de actividades pacíficas: En el preámbulo se expresa el objeto y fin del Tratado: que en interés de la
humanidad, la Antártida se reserva exclusiva// a las acts pacíficas, en particular a la investigación científica. El primer
principio es confirmado en el artículo 1, que prohíbe su militarización, al no permitir el establecimiento de bases militares, y
la realización de maniobras o de ensayos de cualquier clase de armas, aunque no se prohíba el empleo de personal o de
equipos militares en la realización de actividades pacíficas.
El artículo 5 excluye toda explosión nuclear en el ámbito del tratado o la introducción en dicha zona de desechos
radioactivos.
• La investigación científica: El art. 2 proclama la libertad de inv científica y que se ve facilitada por la circunstancia de
que, no genera título alguno de soberanía p/ el futuro. La cooperación es materia del art 3°; y se aplica a todas las
actividades en la zona incluyendo en especial la investigación científica.
• Las partes consultivas: Los miembros originales y aquellos que manifiesten un interés especial en la Antártida,
concretado en actividades o en el establecimiento de bases, son las partes consultivas y gozan de una situación especial. Se
reúnen cada 2 años p/ considerar cualquier tema relativo a la vida del Tratado y adoptan recomendaciones por unanimidad.
• Protección del medio ambiente antártico: La posible existencia de rec nat marinos, la falta de reglamentación en lo
relativo a zonas de pesca y de la plataforma continental, así c/ el temor de la eventual contaminación, determinó la
celebración de varios instrumentos internacionales de protección del medio ambiente. Así, la Convención de Canberra de
1980 relativa a la protección de la flora y fauna marinas y luego la de Wellington de 1988 sobre resp por daños causados
debido a la exploración y explotación de los rec minerales en la Antártida, que quedó en suspenso por la cerrada oposición
de Francia y de Australia a la realización de cualquier act minera en la zona hasta nueva decisión.
Asimismo, se celebró en 1991 el Protocolo de Madrid que protege el medio ambiente antártico. El Protocolo en cuestión
declara a la Antártida una reserva natural, consagrada a la paz y a la ciencia y reglamenta cuidadosa// las actividades
generales allí realizadas. Establece la obligatoriedad de una EIA (evaluación del impacto ambiental) antes de iniciar
cualquier nueva actividad. Prohíbe asimismo toda actividad minera por 50, a menos que la unanimidad de las partes decida
otra cosa.
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BOLILLA 9
LOS ESPACIOS MARÍTIMOS
A) EL DERECHO DEL MAR
1- Antecedentes históricos
Desde la antigüedad, el mar ha sido un medio de comunicación entre pueblos y civilizaciones, y su evolución ha
seguido los grandes cambios económicos y políticos experimentados por la Humanidad. En sus orígenes los acuerdos de
carácter regional o local, que plasmaban las costumbres seguidas por los comerciantes y navegantes, constituyeron las
normas aplicables en este ámbito.
Hacia el siglo XVII el dcho del mar adquiere trascendencia internacional a través de la controversia sobre la libertad de
los mares, que en realidad reflejaba los intereses de las grandes potencias en la conquista y predominio de los mares. Grocio
justifica, el dcho de la Compañía Holandesa de las Indias Orientales, a navegar la ruta de las especies, dominada por España
y Portugal. Sostiene que el mar y el comercio son propiedad común por el dcho de gentes y no un objeto apropiable. Selden
sustenta el dcho del monarca de Inglaterra, sobre los mares vecinos, basado en que el mar es susceptible de apropiación
privada.
En los siglos XVIII y XIX, c/ consecuencia de las necesidades económicas de los Estados y de las políticas de
colonización, se afirma el principio de la libertad de los mares, y sobre esta base se desarrollarán las normas del dcho del
mar clásico.
El primer ensayo de sistematización del dcho del mar tuvo lugar en el Congreso de París en 1856; las N de la
Declaración de París, fueron seguidas por numerosos E durante largo tiempo.
Durante el siglo XX, sobre todo en su segunda mitad, numerosos hechos imprimen considerable evolución a esta
disciplina, tales c/ los reclamos de los Estados sobre sus aguas territoriales, la explotación intensiva de los recursos vivos y
no vivos del mar con tecnologías creciente// complejas, el establecimiento de jurisdicciones exclusivas de pesca por los
Estados ribereños, la extensión de la jurisdicción de los Estados sobre la plataforma continental y la preocupación por la
protección del medio ambiente marino de todo tipo de contaminación.
2- La codificación
Sobre un proyecto de la Comisión de DI, la AG convocó la Primera Conferencia sobre el Dcho del Mar, que se reunió
en Ginebra de 1958 y agrupó alrededor de 700 delegados de 86 países. Se aprobaron cuatro Convenciones concernientes: al
mar territorial y la zona contigua (en vigor en 1964); al alta mar (en vigor en 1962); a la plataforma continental (en vigor en
1964) y a la pesca y la conservación de recursos económicos (en vigor en 1966), así c/ un protocolo facultativo sobre el
arreglo pacífico de controversias.
P/ resolver algunos problemas pendientes, notable// el de la extensión del mar territorial, sobre el que no había habido
acuerdo en 1958, se convocó una Segunda Conferencia sobre el Dcho del Mar en Ginebra de 1960, que no logró tampoco
resolverlos y se redujo a adoptar dos resoluciones sin mayor importancia.
La convocatoria a la Tercera Conferencia de las NU sobre el Dcho del Mar se debió a varias circunstancias. La
descolonización trajo consigo el rechazo de disposiciones contenidas en la Convención por numerosos Estados nuevos;
cuestiones imp, c/ la extensión del mar territorial, habían quedado sin resolver y el rápido desarrollo tecnológico había
dejado atrás conceptos claves c/ el de la determinación de la plataforma continental reflejado. Se consideró conveniente
emprender lo que fue uno de los esfuerzos de codificación más importantes de la historia y que culminó en un corpus juris
completo sobre el dcho del mar.
La AG creó en 1968 un Comité especial, p/ los usos pacíficos de los fondos marinos y oceánicos más allá de las
jurisdicciones nacionales, dependiente de su Primera Comisión. Un año más tarde se creó un Comité Permanente
denominado "Comité de los fondos marinos", p/ "estudiar la elaboración de principios y de normas jurídicas, así c/ los
medios de promover la explotación y la utilización de los recursos de esa zona". El resultado de estos trabajos se plasmó en
la Resolución 2749 considerada la Carta de los fondos marinos y en la decisión de convocar a la nueva Conferencia sobre el
dcho del mar.
La Convención de Montego Bay de 1982: En 1982, en Montego Bay, Jamaica, se adoptó el texto elaborado en la
Tercera conferencia. En 1993 se depositó el instrumento de ratificación y 12 meses más tarde, en 1994 entró en vigor.
El apoyo concitado por la Convención proviene del equilibrio de los diversos intereses —políticos, geográficos,
económicos— de los Estados, en un texto general que regula todos los usos fundamentales del mar. Se trató de un "paquete
de negociación" cuyas normas resultantes están ligadas entre sí por recíprocas concesiones, de tal manera que la aceptación
de unas implica necesaria// la de las otras que las equilibran en el juego de los intereses enfrentados.
B) EL MAR TERRITORIAL
• Extensión
El mar territorial está formado por una franja de aguas adyacente al territorio y situada más allá de las aguas interiores
del Estado.
La noción de mar territorial se origina en la práctica de los Estados de ejercer competencia, por razones de seguridad y
defensa, sobre una zona de mar adyacente a sus costas. En un primer momento la práctica de las grandes potencias
marítimas la limitaba a 3 millas marinas.
Posterior//, diversos Estados adoptaron a través de decretos o leyes internas esta extensión, mientras que otros fijaron la
anchura de su mar territorial en 4, 6, 10 y hasta 12 millas marinas. La Convención sobre el Dcho del Mar de 1982 pone
punto final a estas diferencias al fijar universal// la extensión del mar territorial en 12 millas marinas, medidas desde las
líneas de base (art. 3).
• Líneas de base normales y rectas
Según el art. 5 la "línea de base normal p/ medir la anchura del mar territorial es la línea de baja mar a lo largo de la
costa". En el caso de Estados poseedores de costas con ciertas particularidades (profundas aberturas, escotaduras o franjas
de islas a lo largo de la costa) la línea de baja mar es desplazada por el sistema de "las líneas de base recta" (art. 7).
P/ evitar abusos en la utilización de las líneas de base rectas, la Convención determina que estas líneas no deben
apartarse de manera considerable de la dirección general de la costa y que las extensiones de mar situadas entre estas líneas
y la tierra deben estar suficiente// ligadas al dominio terrestre p/ ser sometidas al régimen de aguas interiores.
El Estado costero tiene la facultad de determinar las líneas de base combinando diversos métodos (líneas de base
normal, líneas de base recta) según las circunstancias especiales.
• Delimitación
P/ la delimitación del mar territorial entre Estados con costas enfrentadas o adyacentes el art. 15 de la Convención
consagra una regla expresada en tres posibilidades: acuerdo; línea de la equidistancia; circunstancias especiales. Primero ha
de estarse al acuerdo entre las par-tes y a falta de acuerdo se recurre al método de la equidistancia, a me-nos que
circunstancias especiales impongan otra solución.
• Régimen jurídico
La soberanía del Estado ribereño es plena en el mar territorial y se extiende al espacio aéreo suprayacente y al lecho y
subsuelo de esas aguas. (Art. 2, párrafos 1 y 2.)
El Estado ribereño tiene competencias legislativas y jurisdiccionales y puede, reglamentar la navegación c/ también la
actividad pesquera. El Estado costero podrá dictar leyes p/ prevenir, reducir y controlar la contaminación del medio
ambiente marino, establecer un control aduanero y sanitario, y sancionar las infracciones a estas reglas.
• El derecho de paso inocente
La anterior// descripta soberanía del Estado ribereño sobre su mar territorial está limitada por el dcho de paso inocente
de que gozan los buques extranjeros. El art. 18 de la Convención define el paso inocente c/ la navegación p/ atravesar el mar
territorial de un Estado.
El paso debe ser ininterrumpido y rápido y sólo podrá detenerse por incidentes ordinarios de la navegación o por
razones de fuerza mayor, dificultad grave, o p/ prestar ayuda a personas, navíos o aeronaves en peligro.
Gozan del dcho de paso inocente todos los buques extranjeros, comprendidos los buques de guerra y los submarinos a
los cuales se les exige que naveguen emergidos y portando pabellón.
Los buques extranjeros de propulsión nuclear o que transporten sustancias nocivas podrán ejercer el paso inocente pero
deberán observar las medidas especiales de precaución establecidas por acuerdos internacionales.
El paso de un buque extranjero tiene carácter de "inocente" cuando no afecta "la paz, el buen orden o la seguridad del
Estado ribereño" (art. 19). Este lenguaje resulta poco preciso, es por ello que el art. menciona casos en que no sería
inocente. Cualquier acto no pacífico que atente contra la integridad territorial o soberanía del Estado ribereño, la práctica
con "armas de cualquier clase", los actos de propaganda o actividades que perturben las comunicaciones o servicios del
Estado ribereño, todo "acto de contaminación intencional y grave", cualquier actividad pesquera, o toda actividad que no
esté relacionada con el paso, le quitarían a la navegación el carácter de paso inocente.
• Dchos y obligaciones del Estado ribereño respecto al paso inocente.
El Estado ribereño podrá suspender el paso inocente de buques extranjeros por razones de seguridad. Asimismo, podrá
exigir a los buques extranjeros que utilicen las vías marítimas y los dispositivos de sep/ción de tráfico, dispuestos p/
seguridad de la navegación.
No podrá, en cambio, establecer gravámenes a los buques extranjeros por el sólo paso por su mar territorial —salvo
retribución de servicios prestados— ni realizar ningún tipo de discriminación entre ellos.
Jurisdicción civil y penal del Estado ribereño: El DI sugiere restricciones al ejercicio soberano de la jurisdicción civil y
penal del Estado costero sobre los buques extranjeros. Concerniente a la jurisdicción civil, aunque dicho Estado puede
hacerlo, la Convención dice que "no debería" el Estado ribereño desviar ni detener buques extranjeros p/ ejercerla sobre
personas a bordo. No podrá tomar medidas cautelares o de ejecución contra buques extranjeros que naveguen por su mar
territorial, sino c/ consecuencia "de obligaciones contraídas por dichos buques o de responsabilidades en que éstos hayan
incurrido durante su paso por las aguas del Estado ribereño o con motivo de ese paso".
Tocante la jurisdicción penal, tampoco "debería" arrestar a personas o realizar investigaciones en relación con un delito
cometido a bordo de un buque durante su paso inocente, salvo que:
• las consecuencias del delito se extiendan a su territorio,
• el delito pueda poner en peligro la paz del país o el buen orden en el mar territorial, y
• la intervención de las autoridades locales haya sido requerida por el capitán del buque extranjero o por el funcionario
consular de ese Estado.
A estas tres tradicionales condiciones se ha de agregar una cuarta: cuando se trate de combatir el tráfico ilícito de
estupefacientes o sustancias sicotrópicas.
Derecho de persecución: Tiene el llamado "dcho de persecución", esto es, la facultad de continuar la persecución de un
buque extranjero, iniciada en sus aguas territoriales, más allá de su límite exterior, cuando haya tenido razones fundadas p/
creer que el buque había cometido una infracción a sus leyes y reglamentos.
C) LA ZONA CONTIGUA
Adyacente al mar territorial hay una extensión de zona contigua, que empieza en el límite exterior del mar territorial, y
donde el Estado ribereño tiene ciertas facultades exclusivas pero limitadas y de carácter funcional. La zona contigua
adquiere vital importancia en ciertos ámbitos geográficos, c/ los mares semi-cerrados o cuando hay islas sometidas a
distintas soberanías, donde resulta imposible la existencia de una zona económica exclusiva.
La Convención de 1982 la fija en 24 millas marinas a partir de las líneas de base utilizadas p/ medir la anchura del mar
territorial (art. 33, párrafo 2). 0 sea, de 12 millas partir del límite exterior de dicho mar.
Se reconoce al Estado ribereño competencia p/ prevenir y sancionar las infracciones de sus leyes y reglamentos
aduaneros, fiscales, de inmigración y sanitarios, cometidos en su territorio o mar territorial.
La actual Convención del Dcho del Mar establece que esta zona se encuentra comprendida dentro de la zona
económica: "la zona económica exclusiva es un área situada más allá del mar territorial y adyacente a éste...". Esto último
haría pensar lo innecesario de la existencia de una zona contigua, pero conviene recordar que las facultades del E ribereño
en esa zona garantizan la seguridad de su territorio y la obtención de rec financieros, potestades ajenas a la zona económica
exclusiva.
D) LA PLATAFORMA CONTINENTAL
La actual Convención, recurre a una noción geomorfológica y jurídica, y la define c/ la prolongación natural del
territorio del Estado costero "hasta el borde externo del margen continental o hasta una distancia de 200 millas marinas
contadas desde las líneas de base a partir de las cuales se mide la anchura del mar territorial, en los casos que el borde
exterior del margen continental no llegue a esa distancia". (Art. 76, párrafo 1.) Se satisfacen así los intereses de los Estados
con plataformas muy extendidas y los de aquellos sin plataforma o con una plataforma muy estrecha.
El límite interior de la plataforma continental coincide con la proyección hacia abajo del límite exterior del mar
territorial. El exterior puede fijarse por dos métodos: a) el que se basa en el espesor de las rocas sedimentarias; b) el que fija
ciertos puntos extremos o más alejados. No puede en ningún caso extenderse más allá de 350 millas marinas medidas desde
las líneas de base o a 100 millas desde la isobata de los 2.500 metros de profundidad.
En realidad la zona económica exclusiva y la plataforma continental no sólo se asemejan en la extensión, sino también
en su función. En ambos espacios los dchos del Estado ribereño tienen una finalidad económica, relacionada con la
explotación de los recursos y se diferencian en la extensión de esos dchos, ya que en la plataforma continental tienen
carácter exclusivo y en la zona económica un carácter preferencial.
• Derechos y obligaciones del Estado ribereño
El Estado ribereño ejerce "dchos de soberanía" sobre la plataforma continental p/ la exploración y explotación de sus
recursos naturales. Tienen carácter exclusivo, excluyen todo tipo de reivindicación por terceros Estados fundada en la
ocupación o utilización efectiva, aún cuando el Estado ribereño no realice explotación alguna. También carácter funcional y
abarcan los recursos minerales así c/ los no vivos del lecho del mar y subsuelo. En cuanto a los recursos vivos, sus dchos se
circunscriben a las especies sedentarias.
Se especifican también otros dchos: el de construir islas artificiales, instalaciones y estructuras sobre la plataforma
continental, regla-mentar su construcción, operación y utilización y establecer zonas de seguridad a su alrededor; el dcho a
"autorizar y regular las perforaciones que con cualquier fin se realicen en la plataforma continental y el de explotación del
subsuelo mediante la excavación de túneles.
El Estado ribereño no podrá impedir el tendido o conservación de cables o tuberías submarinas por terceros Estados en
su plataforma pero podrá establecer condiciones p/ la entrada de cables o tuberías submarinas en su territorio o mar
territorial.
En el supuesto de la explotación de recursos minerales en la parte de la plataforma continental situada más allá de las
200 millas, un porcentaje del producto de esta explotación debe ser cedido por el Estado ribereño a la Autoridad de los
Fondos Marinos, p/ ser distribuido entre los Estados partes de la convención. Quedan exentos de esta contribución los
Estados en desarrollo que sean importadores netos de un mineral extraído de su plataforma continental.
• Delimitación
El régimen instituido en la Convención sobre la Plataforma Continental de 1958 consagra la regla acuerdo/línea
media/equidistancia y prevé también una excepción a esta regla general: "las circunstancias especiales" aplicables en los
casos de irregularidades o con-figuraciones excepcionales del fondo del mar o sus costas.
La CIJ en 1969 determinó que el art. 6 tenía un carácter mera// convencional que el método de la
equidistancia/circunstancias especiales no tiene carácter obligatorio y que según el dcho consuetudinario la delimitación de
la plataforma continental se debe realizar conforme a los principios de equidad, teniendo en cuenta las circunstancias
especia-les de manera de atribuir a cada parte la totalidad de las zonas de la plataforma continental que constituyen la
prolongación natural de su territorio en el mar.
A partir de este fallo, las siguientes sentencias jurisprudenciales van a suplir el principio de la equidistancia por el
principio de la equidad, en la delimitación de las plataformas de los Estados con costas enfrentadas o adyacentes. Esta
transformación fue recibida en la Convención sobre el Dcho del Mar de 1982, en los arts. 74 y 83, en los cuales se establece
que la delimitación de la zona económica exclusiva y de la plataforma continental respectiva//, de los Estados con costas
adyacentes o situadas frente a frente se realizará por acuerdo entre ellos, mediante la aplicación del DI a fin de arribar a una
solución equitativa.
E) LA ZONA ECONÓMICA EXCLUSIVA
La noción es una de las más importantes innovaciones en el ámbito del dcho del mar.
Este concepto de dchos sobre la producción, explotación y conservación de los recursos existentes, fue incorporado por
las legislaciones de países latinoamericanos c/ Argentina, Perú, México y Ecuador. Las proclamas unilaterales se
incorporaron luego, en acuerdos multilaterales c/ la "Declaración sobre la Zona Marítima"; la "Declaración de Montevideo";
la "Declaración de Lima"; la "Declaración de Santo Domingo". En ellas se utiliza por primera vez el término "zona
económica exclusiva", que deja a salvo la libertad de navegación y de sobrevuelo sobre la zona.
• Extensión
La zona en cuestión podrá extenderse hasta las 200 millas marinas contadas desde las líneas de base utilizadas p/ medir
la anchura del mar territorial (art. 57). Teniendo en cuenta las 12 millas del mar territorial medirá 188 millas marinas c/
máximo.
Esta extensión se estableció teniendo en cuenta que la mayoría de los grandes cardúmenes se encuentran cerca de la
costa y que esas aguas son las más ricas en fitoplancton, alimento básico de los peces y que se extrae de las profundidades
por las corrientes oceánicas que circulan en las proximidades de las costas.
• Régimen jurídico
La Convención de 1982, en su art. 55 la describe c/ "una zona situada fuera del mar territorial y adyacente a éste, sujeta
al régimen jurídico específico establecido en esta Parte".
No cabe duda de que esta zona no es parte integrante del mar territorial, puesto que el art. 55 la ubica más allá. Tocante
su eventual pertenencia al alta mar, ésta se basaba en que los terceros Estados ejercen allí las libertades de alta mar, con la
única excepción de la explotación de los recursos naturales: los Estados ribereños sólo poseen competencias funcionales
circunscriptas a una finalidad económica. Sin embargo, el texto de la Convención define el alta mar c/ "todas las partes del
mar no incluidas en la zona económica exclusiva, en el mar territorial o en las aguas interiores de un Estado (art 86).
En realidad, la Convención otorga a esta zona una naturaleza jurídica ambigua y un carácter "sui generis": la de un
nuevo espacio marítimo que no encuadra en el esquema tradicional del dcho del mar. Y esto no es más que el resultado de
las circunstancias económico-políticas y jurídicas que producen la evolución del dcho en general y del dcho del mar en
especial.
• Delimitación de la zona económica exclusiva
La delimitación entre Estados contiguos o situados frente a frente debe realizarse por acuerdo entre los mismos teniendo
en cuenta las normas del DI. Si no llegasen a un acuerdo los Estados deberán recurrir a los métodos de solución de
controversias que la misma Convención incluye y si existiese un acuerdo en vigor entre los Estados, se resolverá la
delimitación de conformidad con esas disposiciones.
• Derechos del Estado ribereño
El Estado ribereño ejerce "dchos de soberanía" y "jurisdicción". Los primeros se refieren a la exploración y explotación
de los recursos naturales en el lecho y subsuelo del mar y aguas suprayacentes, tanto de los vivos c/ no vivos, y con respecto
a act de exploración y explotación económicas de la zona, tales c/ la producción de energía derivada del agua, de las
corrientes y de los vientos. La segunda (jurisdicción) se ejerce respecto al establecimiento y utilización de islas artificiales,
la investigación científica marina, la preservación y conservación del medio marino y otros dchos y deberes previstos en la
Convención.
La última competencia del E ribereño se refiere a "otros dchos y deberes previstos en la presente Convención" (art. 56,
párr 1 c). No confundir con las denominadas "competencias residuales", que son aquellos dchos no previstos en forma
explícita en la Convención.
Las competencias residuales son consecuencia lógica de los dchos soberanos que goza el Estado ribereño en su zona
económica, y de ellos se desprende su facultad p/ adoptar las medidas necesarias p/ el cumplimiento de leyes y reglamentos.
Estas medidas van desde la visita, inspección y apresamiento hasta la iniciación de procedimientos judiciales (art. 73,
párrafo 1). La potestad sancionadora del Estado ribereño no es absoluta sino limitada por la Convención, al establecer que
los buques y tripulaciones apresados serán puestos en libertad con prontitud, previo pago de una garantía razonable, que no
podrán imponerse penas privativas de libertad y que el Estado del pabellón será notificado con prontitud de las sanciones
aplicadas.
Por imperio del DI general, el Estado ribereño no podrá hacer uso de la fuerza armada p/ hacer cumplir sus
reglamentaciones.
• Derechos de terceros Estados
Los terceros Estados gozan en la zona económica exclusiva de todas las libertades reconocidas en alta mar
—navegación, sobrevuelo, tendido de cables y tuberías submarinos— a excepción del dcho de pesca.
El Estado ribereño determina la captura permisible y su propia capacidad de explotación de los recursos vivos de esta
zona, teniendo en cuenta su utilización óptima. Cuando carezca de capacidad p/ explotar el cupo establecido dará acceso a
terceros Estados al excedente, con prioridad p/ los Estados sin litoral, p/ aquellos con características geográficas especiales
y p/ los Estados en desarrollo de la misma región (art. 62, párrafos 2 y 3).
Todos los Estados que pesquen en la zona económica exclusiva de un Estado deben respetar las leyes y reglamentos que
aquél imponga sobre la fijación de cuotas de captura, transmisión de tecnología c/ condición p/ la pesca, pago de licencias y
las especies que pueden capturarse, entre otras. La Convención contempla la cooperación entre el Estado ribereño y el tercer
Estado que pesque en su zona económica, en forma directa o por intermedio de organizaciones especializadas, con el fin de
proteger ciertas especies marinas.
• Estados sin litoral y Estados en situación geográfica desventajosa
Los Estados que no poseen litoral marítimo carecen de zona económica exclusiva propia sobre la que puedan
reivindicar los anteriores dchos. El art. 69 les reconoce el dcho a "participar sobre una base equitativa" en los recursos de
los Estados ribereños de la misma región o subregión. Ese dcho depende de la existencia de un excedente de la captura
permisible y de la negociación de un acuerdo con el Estado ribereño, el que deberá tener en cuenta los per-juicios que se
podría provocar a las comunidades pesqueras y las per-turbaciones económicas en los Estados cuyos nacionales pescaban
habitual// en esa zona.
Los Estados desarrollados (no será en vías de desarrollo o sub desarrolados?) sin litoral pueden participar de la
explotación de la zona económica exclusiva de los Estados ribereños desarrollados de la misma subregión o región.
Los Estados en situación geográfica desventajosa o con características geográficas especiales, son aquellos —incluidos
los ribereños de mares cerrados y semicerrados— que no pueden reivindicar una zona económica propia o que teniéndola
no satisface las necesidades económicas básicas relacionadas con la capacidad de nutrición de la población y por lo tanto
dependen de la pesca en la zona económica exclusiva de otros Estados de la región.
El resto de las disposiciones que rigen estos Estados son idénticas a las desarrolladas p/ los Estados sin litoral.
F) EL ALTA MAR
1. Introducción
Desde el siglo XVII quedó consagrado el principio de la libertad del alta mar c/ norma consuetudinaria. La Convención
de Jamaica acoge también el principio y define a esta zona por exclusión, al establecer que se aplicarán las disposiciones de
esa parte de la Convención a todas las partes de mar no incluidas en la zona económica exclusiva, en el mar territorial o en
aguas interiores de un Estado, o en las aguas archipelágicas de un Estado archipelágico.
De esta definición se desprende una característica impuesta por esta Convención al alta mar: el menoscabo de su
amplitud a expensas de la territorialización de los Estados costeros.
Todos los Estados ribereños o sin litoral pueden hacer pleno uso del alta mar respetando las normas y exigencias
impuestas por el orden público internacional, pero la evolución de la comunidad internacional en lo económico, estratégico
y tecnológico, impuso reajustar la extensión de aquella concepción tradicional.
2. Libertades del alta mar
El principio general de la libertad en alta mar se compone de un número de libertades específicas contenidas en el art.
87 inciso 1 de la Convención de Jamaica. Esta enumeración no es taxativa y comprende:
• la libertad de navegación,
• la libertad de sobrevuelo,
• la libertad de tender cables y tuberías submarinos,
• la libertad de pesca,
• la libertad de construir islas artificiales,
• la libertad de investigación científica.
3. Poder de policía en alta mar Explicado en apuntes de clase
Siendo el alta mar uno de los espacios sustraídos a la soberanía territorial de los Estados, el orden jurídico aplicable es
el del Estado del pabellón. Por ejemplo, en caso de abordaje o de cualquier otro incidente de la navegación que implique
responsabilidad penal o disciplinaria p/ el capitán o cualquier otra persona al servicio del buque sólo el Esta-do del pabellón
o el Estado del cual sean nacionales esas personas tendrán jurisdicción p/ someterlos a un proceso, y el buque sólo podrá ser
apresado por las autoridades del Estado del pabellón.
a) Represión a cargo de cualquier Estado
Ante la necesidad de proteger el orden público internacional por un lado, y la carencia por otro de un control
centralizado, la Convención de Jamaica otorga a cada Estado un poder de policía destinado a garantizar la seguridad, la
salubridad y el orden. En ejercicio de esta potestad cualquier Estado puede intervenir en las siguientes cuestiones:
• Transporte de esclavos
• Piratería
• Tráfico ilícito de estupefacientes y sustancias sicotrópicas.
b) Competencias particulares
i) Emisiones no autorizadas de radio y televisión desde alta mar: Son transmisiones que se realizan desde un buque o
una instalación en alta mar, dirigidas al público en general, en violación de las reglamentaciones internacionales. La
Convención establece que son competentes p/ apresar a las personas o buques dedicados a esas tareas y someterlos a
su jurisdicción:
• el Estado del pabellón del buque
• el Estado destinatario o afectado por esa emisión no autorizada,
• el Estado del cual la persona que realiza esas transmisiones es nacional
i i) Derecho de visita: Cuando exista sospecha fundada que un buque mercante en alta mar está cometiendo algunas de
las act ilícitas mencionada, un buque de guerra de otro pabellón podrá someterlo al dcho de visita. El dcho de visita consiste
en la verificación de la documentación y si esto no resulta suficiente, en un examen a, bordo del buque. Sólo los buques de
guerra tienen la facultad de ejercer dcho de visita; si as sospechas resultaren infundadas, el buque visitado será indemnizado
por todo daño o perjuicio sufrido.
iii) Dcho de persecución: El Estado ribereño puede ejercer el dcho de persecución en alta mar y llegar a apresar a un
buque extranjero cuando tenga motivos fundados p/ creer que ha cometido una infracción a las leyes y reglamentos en las
zonas bajo su jurisdicción.
4. Protección y preservación del medio marino
La Convención de Montego Bay consagra su parte XII a la protección y conservación del medio marino. Las
causas de contaminación del mar son numerosas provienen de diversas fuentes, tales c/ los desperdicio que se
vierten al mar desde la tierra aguas cloacales, toxinas desagües; desperdicios industriales compuestos por sustancias
químicas destructivas; los buques cisternas averiados que derraman toneladas de petróleo, los pesticidas y fertilizantes
arrastrados por la lluvia de la tierra a los ríos y por éstos al mar, etc.
G) LOS FONDOS MARINOS Y OCEÁNICOS MÁS ALLÁ DE LAS JURISDICCIONES NACIONALES
1. Introducción
En el año 1970, la AG de las NU sentó el principio que los fondos marinos y oceánicos fuera de los límites de las
jurisdicciones nacionales eran "patrimonio común de la Humanidad", por la "Declaración de Principios" anexa a su
Resolución.
El conocimiento de riquezas explotables más allá de las plataformas continentales de los Estados estimuló la creación
de la Comisión especial de fondos marinos por la AG en 1967, a iniciativa de la delegación de Malta. El criterio de la
extensión de la plataforma continental que había fijado el art. 1 de la Convención respectiva de 1958, o sea, hasta los 200
metros de profundidad, o más allá hasta donde la profundidad de las aguas suprayacentes permitiera la explotación de los
recursos naturales del suelo y subsuelo marino, no resultaba viable, por cuanto la tecnología lo había dejado atrasado: ya en
la época de creación de la Comisión especial se podía explotar práctica// cualquier profundidad.
Este nuevo espacio, llamado en la Convención de Montego Bay "la Zona , quedó así excluido de la soberanía de los
Estados y los recursos que en él se encuentren deben ser explotados en interés de toda la Humanidad.
2. Régimen establecido p/ la Zona en la Convención del Mar
El mecanismo de regulación de la Zona fue establecido en la Parte XI de la Convención (arts. 133 a 191), en el Anexo 3
a) Sistema de exploración y explotación
Los regímenes de exploración y explotación son organizados por la Autoridad y se dividen en dos sistemas diferentes,
según que la explotación sea realizada directa// por la Empresa o en asociación con la Autoridad, los Estados partes, las
empresas estatales o empresas priva-das con patrocinio estatal (sistema paralelo).
El sistema paralelo representa un compromiso entre los países industrializados y los en desarrollo. Los primeros
preferían que sola// los Estados, sobre licencias concedidas por la Autoridad, pudieran encargarse de la exploración y
explotación de los recursos, mientras que los segundos las reservaban exclusiva// p/ la Empresa.
Todas las actividades desarrolladas en la Zona, así c/ la prevención de su monopolización se realizarán de acuerdo a un
plan de trabajo aprobado por el Consejo previo examen de la Comisión Jurídica y Técnica.
La Empresa, por sí sola o junto con un Estado o un consorcio, será la encargada de extraer los minerales en la parte
reservada; cuenta p/ ello con la ventaja de que los estudios previos fueron realizados por el solicitante del área.
La Empresa tendrá a su disposición la tecnología que el solicitante utilice en la Zona, y que le deberá transferir si la
Empresa determina que no puede obtener en el mercado la misma tecnología en condiciones comerciales equitativas y
razonables.
b) La Autoridad
La Autoridad deberá organizar y controlar las actividades realizadas en la Zona y la administración de sus recursos. Está
compuesta por tres órganos: la Asamblea, el Consejo y una Secretaría. La Empresa forma también parte de la Autoridad.
c) La Asamblea
Son miembros de la Asamblea todos los E ptes, es el órgano supremo de la Autoridad y ante ella responden los demás
órganos. Está encargada de programar la política a seguir por la Autoridad. Entre sus funciones se destacan: la elección de
los miembros del Consejo, de la Secretaría, del Consejo de Administración y el Director General de la Empresa; el examen
de los informes presentados por el Consejo y la Empresa; la aprobación de las reglas relativas a la explotación de los
recursos mineros y la distribución equitativa de las ven-tajas económicas y financieras obtenidas en la Zona y la toma de
medidas que protejan a los Estados en desarrollo y a los productores terrestres, así c/ la aprobación del presupuesto anual
(art. 160).
d) El Consejo
Es el órgano ejecutivo de la Autoridad y establece la política concreta que ha de seguir aquélla en relación con toda
cuestión de su competencia. Está compuesto por 36 miembros.
El sistema de votación varía según el tema a tratar, en algunos se requiere consenso, en otros la mayoría de los
miembros presentes y votantes y en otros las dos terceras partes o las tres cuartas partes.
e) La Empresa
Es el órgano a través del cual la Autoridad desarrolla sus actividades industriales y comerciales. El Anexo 4 establece el
régimen jurídico de la Empresa y determina que actuará de conformidad con la política general de la Asamblea y realizará
sus actividades de transporte, tratamiento y comercialización de minerales extraídos de la Zona a través de una Junta
directiva y un Director General que será el representante legal de la Asamblea.
f) La Secretaría
Está formada por el Secretario General y el personal necesario. Tienen calidad de funcionarios internacionales que no
reciben instrucciones de ningún gobierno ni ninguna otra fuente ajena a la Autoridad. El Secretario General durará cuatro
años, es propuesto por el Consejo y elegido por la Asamblea.
g) Sala de Controversias de los Fondos Marinos y Oceánicos
La Convención crea la Sala de Controversias de los Fondos Marinos del Tribunal Internacional de Dcho del Mar. Esta
Sala es competente p/ resolver las controversias entre los Estados partes; entre un Estado parte y la Autoridad; entre las
partes de un contrato; entre la Autoridad y un probable contratista, por la denegación de un contrato. La ley aplicable p/
resolver los litigios serán las normas de la Convención de Jamaica, los reglamentos y procedimientos de la Autoridad, las
cláusulas de los contratos concernientes a las actividades de la Zona, vinculados con el litigio (Anexo 6, art. 38).
Todas las diferencias referidas a la Parte XI y sus anexos deberán ser sometidos a esta Sala o a pedido de las partes a
una Sala ad hoc de la Sala de los Fondos Marinos o a una Sala especial del Tribunal Internacional de Dcho del Mar. La Sala
no tendrá competencia respecto del ejercicio de las faculta-des discrecionales de la Autoridad. Las decisiones de la Sala son
ejecutables en los territorios de los Estados Partes, de la misma manera que las sentencias del Tribunal Supremo del Estado
en cuyo territorio se solicite la ejecución.
H) SOLUCIÓN DE CONTROVERSIAS SOBRE LA INTERPRETACIÓN Y APLICACIÓN DE LA CONVENCIÓN
DE LAS NU SOBRE DCHO DEL MAR
1. Introducción
La Parte XV de la Convención se ocupa de la solución de las controversias que pudieran surgir de su interpretación o
aplicación.
2. Procedimientos obligatorios
a) La regla general
Cuando la controversia no ha podido ser resuelta por virtud del capítulo anterior cualquiera de las partes en ella podrá
pedir que la cuestión se someta a la Corte o el tribunal que sea competente de acuerdo a lo que se dispone en esa misma
sección.
i) La declaración de aceptación de un tribunal competente
Todos los Estados, al firmar, ratificar o ad-herir a la Convención, o en un momento ulterior, podrán hacer una
declaración aceptando la competencia de alguno de los tribunales establecen en misma disposición. De no hacerlo así,
s
e considerará competente al tribunal arbitral establecido en el Anexo VII (art. 287.3). Lo mismo sucederá si las partes
en la controversia han elegido diferentes tribunales en su declaración.
ii) Los tribunales competente
Se instituyen cuatro tribunales competentes p/ el caso previsto anterior//:
• El Tribunal internacional de dcho del mar;
• La Corte Internacional de Justicia;
• Un tribunal arbitral, constituido de acuerdo al Anexo VII;
• Un tribunal arbitral constituido de acuerdo a lo dispuesto en el Anexo VIII, si la diferencia versa sobre pesquerías.
Protección y conservación del medio marino, investigación científica marina, navegación, incluida la contaminación
causada por buques y su vertimiento.
b) Limitaciones a la regla de jurisdicción obligatoria
La regla cede cuando las controversias giren sobre el ejercicio por un Estado de sus dchos soberanos o de su
jurisdicción según son establecidos por la misma Convención. En tales casos la jurisdicción será obligatoria sola// si el
Estado ribereño fuera imputado de actuar en contradicción con los usos de la ZEE consagrados por el art. 58 (libertad de
navegación, sobrevuelo, tendido de cables y tuberías submarinos y otros usos legítimos del mar relacionados con dichas
libertades), o inversa//, cuando el que ejerce estas libertades y usos relacionados con ellas ha sido imputado de actuar en
contravención con: las disposiciones de la Convención al respecto, las leyes y reglamentos del Estado ribereño dictadas en
conformidad con la Convención u otras normas del DIP no in-compatibles con ella.
También habrá jurisdicción compulsoria cuando el Estado ribereño sea imputado de actuar en contradicción con reglas
y estándares internacionales relativos a la protección del medio marino, que le sean aplicables al dicho Estado ribereño.
O sea que, cuando se trate de los dchos soberanos o de jurisdicción que la Convención establece p/ los Estados
ribereños, la regla de la jurisdicción obligatoria se invierte y no se aplica sino en la forma anterior// establecida, esto es, p/
casos en que estén comprometidas las libertades del mar en la 'zona económica exclusiva y otros usos legítimos que protege
la Convención, amén del medio marino.
c) Las limitaciones facultativas: Los Estados, al formular sus declaraciones del punto i), podrán excluir aquellas
controversias sobre delimitación, entre Estados con costas adyacentes o situadas frente a frente, ya sea del mar territorial, a
cuyo respecto cabe incluir la determinación de títulos históricos (art. 15), de la zona económica exclusiva o de la plataforma
continental.
d) La conciliación obligatoria
Si bien las materias que venimos de especificar han sido sustraídas a la jurisdicción obligatoria de un tribunal, en
cambio no escapan algunas de ellas de la conciliación obligatoria. Así sucede con lo relativo a la pesca y a la investigación
científica en la ZEE, así c/ con la delimitación de los espacios marítimos y títulos históricos.
porque atraviesa el territorio de Brasil antes de adquirir el carácter de río de frontera entre P/guay y Brasil, luego entre
P/guay y la Arg, p/ perder su calidad de fronterizo cdo penetra en territorio arg.
Los lagos serán internacionales cuando sus riberas pertenezcan a más de un Estado, c/ sucede en el lago de Ginebra,
entre Francia y Suiza. Se incluye dentro del concepto de curso de agua internacional a los canales y toda otra vía de agua
artificial// creada, que unan dos o más ríos o afluentes situados en diferentes Estados.
C/ se ve, los Estados ribereños de un río internacional comparten un recurso, el agua, que tiene la característica de fluir,
de forma que en los ríos de curso sucesivo hoy está en el territorio de un Estado y mañana en el de otro. En cuanto a los de
frontera, resulta tb evidente que el uso del río en la parte propia de un Estado afecta inmediata// los usos de ese mismo río
en la parte del otro Estado. La interdependencia de los ribereños determina que la soberanía de c/u de ellos respecto al
recurso agua que fluye en su propio territorio sea necesaria// limitada en la medida en que los dchos de los otros se
interponen.
B. RÍOS INTERNACIONALIZADOS
La anterior descripción se refiere simple// a la situación geográfico-política de los ríos internacionales, esto es, al hecho
de que tales corrientes de agua no están, en todo su recorrido, dentro del territorio de un solo Estado. A esa situación del río
corresponde un régimen jco: el del DI general. Pero todos los grandes ríos internacionales del mundo, y muchos menores, se
encuentran sometidos a tratados que establecen p/ ellos regímenes particulares: se dice de los ríos sujetos a un tratado que
están internacionalizados. Entonces, lo que los rige no es, en pcpio, el DI gral sino el particular de cada tratado.
Tal es el caso del Rin, del Danubio, del Elba, del San Lorenzo, del Níger, del Nilo y entre nosotros del P/ná, del
Uruguay y del Plata.
C. LA NAVEGACIÓN
Lo anterior es particular// cierto p/ la navegación, y los acuerdos que la rigen. Sin embargo, no puede decirse que la
libertad de navegación en los ríos intern esté establecida c/ una norma del DI general, puesto que a falta de tratado la
situación no es clara. En Europa ha habido declaraciones sobre libre navegación de los ríos internacionales y tratados que la
imponen en relación con determinados cursos de agua.
La jurisprudencia de la CPJI, que entendió en litigios sobre ríos internacionales, habla sobre la existencia de un dcho
fluvial internacional. Dice Barberis, que la Corte sostiene la existencia de "ciertos pcpios consuetudinarios" en esta materia:
"Según el Tribunal, a partir del Congreso de Viena de 1815 se han suscrito numerosos tratados relativos a la navegación
fluvial. Dado que algunas cláusulas se han repetido regular// a través de las distintas convenciones, la Corte sostiene que
esta repetición constante y uniforme de dichas cláusulas ha dado origen a una norma consuetudinaria que va a regir aun
cuando aquéllas no fueren insertas en los futuros tratados."
Y por cierto que en América parece que esta norma no es aceptada regional//, ya que las secciones de aquellos cursos
ubicadas en territorio de los diferentes ribereños sólo estarían abiertas a la navegación de los otros ribereños por imperio de
tratados o de concesiones unilaterales.
Histórica//, el dcho de cada soberano en las porciones del curso de agua que le pertenecían era absoluto, c/ consecuencia
de lo cual solía imponerse un peaje p/ el tránsito de buques. Fue la Revolución Francesa la que comenzó a proclamar el
principio de la libertad de navegación fluvial.
La justificación del decreto era que: "...una nación no podría pretender, sin caer en injusticia, el dcho de ocupar
exclusiva// el canal de un río e impedir que los ribereños que bordean las costas superiores gocen de iguales ventajas."
Este principio se reafirmó en posteriores tratados de Francia respecto al Mosa, al Escalda y al Rin. Sin embargo, sólo en
1815 se declaró a través de los arts. 108 a 117 del Acta del Congreso de Viena, que este principio era válido p/ todos los
Estados, fueran o no ribereños del río.
El art. 338 del Tratado de Versalles, uno de los que pusieron fin a la Primera Guerra Mundial, pretendió establecer c/
régimen definitivo la libertad de tránsito de las vías navegables, y en persecución de ese objetivo se celebró la Convención
de Barcelona de 1921.
Los siguientes constituyeron los rasgos más salientes de dicho instrumento:
• Llama "vías de agua de interés internacional" a ríos y lagos internacionales. De esta manera se incluyen natural// los
lagos cuyas costas pertenecen a diferentes Estados.
• Declara la libertad de navegación sin discriminaciones p/ todos los E ptes en la Convención.
• La navegación de cabotaje se reservaba p/ los Estados ribereños. Tampoco regía la libertad de navegación p/ los
buques de guerra.
• Los Estados ribereños tenían facultades reglamentarias, c/ así tb de policía y de sanidad.
En el período entre las dos Guerras Mundiales el principio de la libre navegación se vio disminuido. El gobierno de
Hitler, por ejemplo, notificó en 1936 a los Estados representados en las diferentes comisiones fluviales que no reconocía c/
válidas
Después de la Segunda Guerra Mundial, y a iniciativa de la URSS, el régimen del Danubio fue cambiado en un sentido
menos favorable que antes hacia los no ribereños.
D. LA CODIFICACIÓN DEL DCHO DE LOS CURSOS DE AGUA P/ USOS DISTINTOS DE LA NAVEGACIÓN
La CDI incluyó el tema en el programa, en cumplimiento de la Resolución 2669 de la AGNU y lo terminó en 1994, año
en que envió el proyecto a la AG con la recomendación de que se convocara a una conferencia codificadora que lo utilizara
c/ base de una convención. Un grupo plenario de trabajo de la Sexta Comisión lo consideró por mandato de la AG, le
introdujo algunas modificaciones y se lo envió de vuelta p/ su adopción c/ texto de una convención en la materia. Este texto
fue adoptado, y está a la firma de los Estados.
a) Curso de agua
El art. 2, inciso a), dice: "Por `curso de agua' se entenderá un sistema de aguas de superficie y subterráneas que, en
virtud de su relación física, constituyen un conjunto unitario y normal// fluyen a una desembocadura común."
Se trata, entonces, de un sistema hidrológico, integrado por distintos componentes a través de los cuales fluye el agua,
tanto de superficie c/ subterránea. Es esencial esta interrelación entre los que hace del curso de agua un verdadero sistema.
El comentario de la CDI a esta norma explica: "Esos componentes abarcan ríos, lagos, acuíferos, glaciares, embalses y
canales. En la medida en que están interrelacionados, esos componentes forman parte de un curso de agua...C/ las aguas de
superficie y subterráneas forman un sistema y, en virtud de su relación física, constituyen un todo unitario, la intervención
humana en un punto del sistema puede tener repercusiones en cualquier otro punto".
La unidad del "curso de agua" está dada cuando sus aguas fluyen hacia un término común.
"
La palabra "normal// tiene pcpal// en cuenta ciertos casos específicos, c/ los del Río Grande y el Nilo, que reúnen todas
las características de un sistema de curso de agua y que fluyen al mar en todo o en parte por vía subterránea, con
ramificaciones que pueden distar una de otra hasta 300 km, o bien que desaguan en lagos en ciertas épocas del año y en el
mar en otras.
b) Curso de agua internacional
El inciso b) del mismo art. 2 dice que: "Por `curso de agua' internacional se entenderá un curso de agua algunas de
cuyas partes se encuentran en Estados distintos."
La cuestión de saber si algunas partes de un curso de agua se encuentran en Estados distintos depende de factores
físicos, cuya existencia se puede determinar en la gran mayoría de los casos por simple observación. Aclara tb el comentario
que la expresión "se encuentran" referida a las aguas no quiere decir que éstas sean estáticas.
c) Utilización y participación equitativa y razonable de un curso de agua
El art. 5 del proyecto establece: "1. Los Estados del curso de agua utilizarán en sus territorios respectivos un curso de
agua intern de manera equitativa y razonable. En particular, los Estados del curso utilizarán y aprovecharán un curso de
agua intern con el propósito de lograr una utilización óptima y sostenible y el disfrute máximo compatibles con la
protección adecuada del curso de agua intern, teniendo en cuenta los intereses de los Estados del curso de agua de que se
trate. 2. Los Estados del curso de agua participarán en el uso, aprovechamiento y protección de un curso de agua
internacional de manera equitativa y razonable. Esa participación incluye tanto el dcho de utilizar el curso de agua c/ la
obligación de cooperar en su protección y aprovechamiento, conforme a lo dispuesto en la presente Convención."
La primera frase del inciso 1 establece el dcho de un Estado del curso de agua a una utilización razonable y equitativa
—así c/ sustentable— en su territorio de un curso de agua internacional y la obligación de no privar a otros Estados del
mismo curso de agua de su dcho de utilización equitativa. No hay duda de que el Estado de un curso de agua tiene dcho a
utilizar las aguas de un curso de agua internacional en su propio territorio. Este dcho es un atributo de la soberanía, y goza
s
de él cada uno de los E tados cuyo territorio atraviesa o bordea un curso de agua internacional.
La segunda frase del inciso desarrolla el concepto anterior al decir que el uso razonable y equitativo es el que tiende a
lograr una utilización óptima y un disfrute máximo del curso de agua que sean compatibles con su protección adecuada.
Significa obtener el disfrute máximo p/ los Estados del curso y la máxima satisfacción posible de todas sus nec con el
mínimo detrimento o el mínimo de nec insatisfechas, p/ cada uno de los Estados del curso de agua.
El inciso 2 aclara que la "participación equitativa" supone, no sólo el aprovechamiento equitativo de cada Estado, sino
tb su oblig de cooperar en su protección y aprovechamiento. Visto de otro ángulo, cada Estado del curso de agua tiene dcho
a la cooperación de los demás en "cuestiones c/ las medidas de lucha contra inundaciones, los programas de reducción de la
contaminación, la planificación de medidas p/ combatir la sequía, etc."
d) Obligación de no causar daño sensible
Esta obligación, combinada con el dcho de utilización equitativa y razonable en el territorio de cada Estado del curso de
agua son el meollo mismo del dcho de los cursos de agua p/ fines distintos de la navegación. Cabe señalar que la expresión
"
"daño sensible , se trata de un daño que es más que una mera molestia que deba ser soportada en aras a la buena vecindad,
un daño de cierta magnitud. El art. 7 de la Convención dice así:
"1. Los Estados del curso de agua, al utilizar un curso de agua intern en sus territorios, adoptarán todas las medidas
apropiadas p/ impedir que se causen daños sensibles a otros Estados del curso de agua.
2. Cuando a pesar de ello se causen daños sensibles a otro E del curso de agua, el E cuyo uso los cause deberá, a falta de
acuerdo con respecto a ese uso, adoptar todas las medidas apropiadas, teniendo debida// en cuenta lo dispuesto en los arts. 5
y 6 y en consulta con el E afectado, p/ eliminar o mitigar esos perjuicios y, cdo proceda, examinar la cuestión de la indem."
e) Otros dchos y obligaciones del proyecto
i) La obligación de cooperar: Existe, por el art. 8, una obligación general de los Estados del curso de agua de cooperar
p/ obtener la utilización óptima y la protección adecuada del curso de agua. C/ consecuencia de esta oblig gral, surgen oblig
específicas, c/ entre otras la de intercambiar los Estados regular// entre sí datos e informaciones sobre el estado del curso de
agua p/ mejorar su utilización. (Art. 9.)
ii) Relación de los usos entre sí: En principio, ningún uso de un curso de agua tiene, en sí, prioridad sobre otros usos y
en caso de conflicto prevalecerá el uso que mejor satisfaga los factores y principios del art. 6 sobre equilibrio de intereses, y
en caso de duda, aquel uso que mejor tenga en cuenta las necesidades humanas esenciales.
El art. 6 desarrolla los factores y circunstancias pertinentes a una utilización equitativa y razonable de un curso de agua
internacional. Así, deben tenerse en cuenta los factores geográficos, hidrográficos, hidrológicos, climáticos, ecológicos y
otros naturales (inc. a); las nec económicas y soc de los Estados del curso de agua, (b); la dependencia de la población
respecto del curso de agua (c); los efectos que el uso o los usos del curso de agua en uno de los Estados produzcan en otros
Estados del mismo curso de agua (d); los usos existentes y potenciales del curso (e); la conservación, la protección, el
aprovechamiento y la economía en la utilización de los recursos hídricos del curso de agua y el costo de las medidas
utilizadas a tal efecto (f); la existencia de alternativas, de valor correspondiente, respecto de un uso particular o previsto (g).
iii) Nuevas medidas proyectadas: Cuando un Estado del curso de agua proyecte una obra o medida nueva, deberá
cumplir con ciertos pasos procesales: primero notificar oportuna// a los Estados que puedan sufrir daño sensible en su
consecuencia, acompañando los datos técnicos e información sobre las medidas contempladas. Si no hay acuerdo del Estado
notificado, se llega a una consulta y eventual// a negociaciones con vistas a lograr una solución equitativa. En caso de que la
consulta no lleve a las partes a una solución de mutuo acuerdo, la controversia se resolverá por los medios pacíficos que
impone el art. 33 arriba citado.
La Convención incluye un capítulo referente a la protección y preservación del medio ambiente de los cursos de agua,
incluyendo desde luego la prevención, reducción y control de la contaminación y otro sobre solución pacífica de
controversias.
ESPACIO AÉREO
Ideas grales (diez) La regulación jurídica del especio aéreo parte del reconocimiento de la soberanía de los E sobre el
especio aéreo suprayacente por ciertos sectores doctrinales y aun por algunos E en beneficio de sus intereses comerciales y
estratégicos.
Concepto (podestá costa): Acepción vulgar: masa de aire que se levanta sobre los continentes y los espacios marítimos.
Jurídica// los E al delimitar la competencia sobre sus territorios y zonas marítimas, también han establecido la condición
jurídica del espacio aéreo. A principios de siglo la doctrina y práctica internacional se pronunciaron por la soberanía
absoluta del E sobre la masa atmosférica que se levanta sobre sus zonas terrestres y acuáticas de competencia; recién en
1944 se impusieron limitaciones a esa soberanía y se consagraron las cinco libertades del aire, p/ facilitar la aeronavegación.
El auge del tránsito aéreo luego de la 2da guerra mundial hizo necesario facilitar la realización de este nuevo transporte.
Doctrinaria//: dos concepciones contrapuestas:
1) doctrina de la soberanía: espacio aéreo = accesorio del territorio del E, es un elemento esencial e insep/ble del suelo,
sin el cual no se concibe la vida del hombre en la superficie à hace que se extienda ipso facto la propiedad y soberanía del
suelo al espacio atmosférico correspondiente.
2) p/ la doctrina de la libertad, el aire, por su inmensidad y fluidez, no puede ser objeto de apropiación ni menos de
soberanía, ya que esta última presupone posesión material.
P/ conciliar un poco, surgió una nueva fórmula = derecho de tránsito inofensivo.
Diez: dice que ni la convención de parís de 1919 ni la vigente de Chicago de 1944 contienen una definición y
delimitación precisas del EA (espacio aéreo). Chicago reconoce la soberanía sobre el espacio aéreo situado sobre tu
territorio, e inmediata// después dice que a los fines de la presente convención se consideran c/ territorio de un E las áreas
terrestres y aguas territoriales adyacentes, que se encuentren bajo soberanía, dominio, protección o mandato de dicho E.
Chicago no delimita límite vertical (horizontal ta clarito), tampoco lo hace la convención de 1967 sobre actividades de
los E en exploración y utilización del espacio ultraterrestre, c/ tampoco define ese espacio.
Dice Diez que subsiste hoy en día la cuestión de determinar el límite vertical, con delimitación del ultraterrestre à
aunque ambos espacios tienen bien definido el régimen jco, uno soberanía estatal plena y otro dominado por el ppio de no
apropiación nacional.
Moya Domínguez dice:
Convención de París: se consagró la tesis de la soberanía completa y exclusiva del E sobre su espacio aéreo. Se le
impuso la limitación de conceder el dcho de libre paso inofensivo en tiempo de paz, y el compromiso de otorgar igual trato a
las aeronaves de otros E, a fin de no incurrir en discriminación por nacionalidad. Se restringe la libertad de paso en tres
aspectos:1) E subyacente puede prohibir, por razones militares o de seguridad el vuelo sobre determinadas zonas de su
territorio. 2) Se deja librado al consentimiento de los E el establecimiento y explotación de líneas y vías regulares, de
aeronavegación. 3) se prohíbe el tránsito de los aviones militares, salvo autorización especial. Por este convenio de París se
creó la Comisión internacional de navegación aérea (CINA); su sistema arbitrario, basado en el privilegio injustificado de
las grandes potencias, desagradó a los países neutrales en la I GM. Régimen de aeronaves: se estableció el ppio de que toda
aeronave requiere una nacionalidad, tanto p/ su seguridad y protección, c/ p/ la determinación de la responsabilidad
internacional emergente en caso de accidente, conflicto, etc.
RÉGIMEN JCO DEL ESPACIO AÉREO. SOBERANÍA DEL E Y LIBERTADES DEL AIRE.
Soberanía del E sobe el EA: dos posiciones contrapuestas generadas:
a) EA = res nullius, no susceptible de apropiación, regido por el ppio de libertad de navegación,
b) la que considera que el E subyacente es titular exclusivo de la soberanía sobe el espacio aéreo que se encuentra sobre
su territorio. última prevalece àse reconoce en parís y en la actual chicago que dispone en el art 1: “los E contratantes
reconocen que todo E tiene soberanía plena y exclusiva sobre el espacio aéreo situado sobre su territorio”.
Régimen de navegación aérea y tráfico comercial: libertades del aire y bilateralismo;
Chicago dice: 1) aeronaves que NO se utilicen en servicios internacionales regulares: tienen derecho a penetrar sobre su
territorio o sobrevolarlo sin escalas, y a hacer escalas en él con fines no comerciales, sin necesidad de obtener permisos
previos. PERO, 2) los servicios aéreos regulares, no podrán explotarse en el territorio o sobre el territorio de un EP excepto
con el permiso especial u otra autorización de dicho E y de conformidad con las condiciones de dicho permiso o
autorización.
Además, ninguna aeronave de E, de EP podrá volar sobre el territorio de otro E o aterrizar en el mismo sin haber
obtenido autorización p/ ello, por acuerdo especial o de otro modo, y de conformidad con las condiciones de la autorización.
Reglamentación del los servicios aéreos regulares à generó la mayor polémica en Chicago 1944. EE UU sostenía la
posición de las cinco libertades del aire:
1) sobrevolar el territorio de un E sin aterrizar,
2) aterrizar por motivos no comerciales
3) desembarcar pasajeros, correo y mercancías embarcadas en el territorio del E cuya nacionalidad tiene la aeronave.
4) embarcar pasajeros, correo y mercancías con destino al territorio del E nacional de la nave,
5) embarcar pasajeros, correo y mercancías con destino al territorio del cualquier E y desembarcar los procedentes de
cualquiera de dichos territorios.
1 y 2 son libertades de tránsito. 3, 4, 5 son libertades de tráfico ya. El reconocimiento de estas libertades no pudo ser
incluido en texto de la convención
En definitiva vemos que la sobertanía del E es exclusiva, pues el E subyacente puede negar el acceso de aeronaves de
terceros E, puediendo solo ejercerse las libertades anterior// referidas sobre la base de un permiso previo del E;
formalizándose acuerdos bilaterales, que se puntualizan en las condiciones específicas en aquellas libertades habrán de ser
practicadas. La práctica bilateral ha alcanzado imporante desarrollo con el objeto de reconocer las libertades del aire.
Soberanía Estatal y “zonas prohibidas”: art 9.a) de Chicago dispone que cada E puede, por razones de necesidad militar
o de seguridad pca, restringir o prohibir uniforme// los vuelos de las aeronaves de otros E sobre ciertas zonas de su territorio
(z prohibidas), siempre que no se establezcan distinciones a este respecto entre las aeronaves del E de cuyo territorio se
trate, que se empleen en servicios internacionales regulares, y las aeronaves de otros E contratantes que se empleen en
servicios similares. Zonas de extensión razonable p/ no jorobar la navegación aérea. Incluso cada E se reserva el derecho, en
circunstancias excepcionales, durante período de emergencia, a restringir o prohibir temporal// y con efecto inmediato los
vuelos sobre todo su territorio o parte del mismo, a condición de que esta restricción o prohibición se aplique, sin distinción
de nacionalidad a las aeronaves de todos los demás E. La medida que pueden tomar los E p/ todos estos casos es exigir que
toda aeronave que penetra en esas zonas aterrice tan pronto le sea posible en un aeropuerto designado dentro de su territorio.
Recordar que tienen derecho de paso inocente e ininterrumpido (ppios que se copian de Montego Bay).
Medidas p/ facilitar la navegación Aérea: Chicago afirma que las aeronaves tendrán la nacionalidad del E en el que
estén matriculadas y que ninguna podrá ser valida// matriculada en más de un E. también se regula detallada// las
condiciones que debe reunir una aeronave (equipamiento-seguridad).
Seguridad de la Navegación Aérea y Protección Internacional: aviación civil se ha visto grave// afectada por los actos de
violencia y ataques cometidos pos individuos contra las personas a bordo de aviones, y contra los propios aviones.
Derecho positivo: la condición jurídica de espacio aéreo fue resuelto a nivel multinacional en dos convenios: París de
1919, y Chicago de 1944. se destacan tres convenios de seguridad auspiciados por la OACI (organización de la aviación
civil internacional): convenio de Tokio 1963 sobre infracciones y otros actos cometidos a bordo de aeronaves; convenio de
la Haya de 1970, sobre represión del apoderamiento ilícito de aeronaves; convenio de Montreal de 1971, sobre represión de
actos ilícitos y contra la seguridad contra la seguridad de la aviación civil, y en 1988 se adoptó el protocolo de Montreal p/
la represión de actos ilícitos de violencia en los aeropuertos que presten servicios a la aviación civil internacional. Luego de
11-S los objetivos de seguridad preventiva y operativa adquieren renovada relevancia a nivel internacional. Entonces las
medidas preventivas relacionadas tanto con la seguridad en tierra c/ con la seguridad a bordo, interesan a toda la comunidad
internacional y ya no se pueden confiar en la discreción de las autoridades locales ni de las autoridades nacionales de dicho
aeropuerto.
Moya Domínguez (dar una leída c/ p/ saber, y luego tachar)
Convenio de Chicago de 1944: desarrollo extraordinario de la aviación à revisar todo el sistema jco. Conferencia de
Chicago reunió 52 E. No participó la URSS c/ tampoco lo hizo en 1919. Había tres teorías
a) tesis de la internacionalización: procuraba internacionalizar la aviación civil y que fue total// descartada
b) libertad gral: de origen norteamericano, procuró imponer la libertad aérea sin limitaciones, con la facultad de
determinar en cualquier lugar del espacio aéreo, las vías y las líneas del tránsito aéreo. Teoría favorable a los platudos.
c) tesis de la reglamentación y del control: inspiradas en el proyecto anglo-canadiense, que señalaba las conveniencias
del control internacional de las líneas aéreas, con la determinación de sus itinerarios, horarios, tarifas, reparto de líneas entre
los E y creación de un organismo internacional,
d) las cinco libertades del aire: En la conferencia se consagraron las cinco libertades; en el convenio se aceptaron las
dos libertades fundamentales : a) derecho de paso inofensivo, b) derecho de escala técnica p/ aprovisionamiento y
rep/ciones.
La república argentina ratificó la convención de Chicago por decreto ley 11905. En materia de régimen de espacio aéreo
también debe señalarse en nuestro país la ley 14467 que disponía que los vuelos en el espacio aéreo argentino sean
efectuados de acuerdo con la legislación nacional y las convenciones y tratados internacionales.
Creación OACI (Organización de la Aviación Civil Internacional ICAO). El convenio de Chicago crea la OACI, con
funciones más amplias y estructura más compleja que la cina, creada por París en 1919. Objeto: desarrollar los ppios y
técnica de la navegación aérea internacional, así c/ facilitar y estimular el desenvolvimiento de los transportes aéreos
internacionales.
EL ESPACIO ULTRATERRESTRE:
IDEAS GRALES:
Hasta segunda mitad del siglo XX no es objeto de reglamentación jca. primer sputnik en órbita en 1957, ahí se dan
cuenta que hay que reglamentar.
Instrumentos internacionales que componen el derecho del espacio ultraterrestre: intensa y progresiva reglamentación
jurídico internacional. En 1959 UN crea la comisión sobre la utilización del espacio ultraterrestre con fines pacíficos à dos
subcomisiones permanentes: la Subcomisión de asuntos jurídicos y la subcomisión de asuntos científicos y técnicos (guarda
que a estas subcomisiones las mencionó en clase). Ahí vienen las importantes resoluciones de la AG: nro 1962 del año
1953, que es la declaración sobre los ppios que deben regir las actividades de los E en la exploración y utilización del
espacio ultraterrestre y por otro lado la R 2222 de 1966 que recogía el Tratado sobre los ppios que deben regir las
actividades de los E en la exploración y utilización del espacio ultraterrestre, incluso la Luna y otros cuerpos celestes,
abierto a la firma en 1967, y entrando en vigor el mismo año.
Luego la res 2345 de 1967 recoge el acuerdo sobre el salvamento y devolución de astronautas y la restitución de objetos
lanzados al espacio ultraterrestre, de 1968. Res 2777 de 1971 recoge el convenio sobre la responsabilidad internacional por
daños causados por objetos espaciales, de 1972. LA resolución 3235 de 1974, se recoge el convenio sobre el registro de
objetos lanzados al EspUltrat en vigor desde 1976. y por último la res 34/68 de 1979 donde se recoge el Acuerdo que debe
regir las actividades de los E en la Luna y otros cuerpos celestes que entra en vigor en 1984.
Concepto y delimitación del espacio ultraterrestre, órbita geoestacionaria;
Ni tratado de 1976 ni demás instrumentos del derecho del espacio ultraterrestre solucionan definición de este espacio. a
nivel doctrinal se defendieron muchas teorías: por un lado las que se basan en criterios científicos, situando limite en lugar
en donde acaba la atmósfera, otros en criterios funcionales: altura en que es posible el vuelo en la atmósfera de una
aeronave, o el mas bajo de un satélite artificial, y criterios zonales: limite de 90, 100 o 110 km de altura. Sigue pendiente la
solución de la frontera. Algunos dicen que no parece necesario establecerlo, porque no ha impedido el desarrollo del dcho
ultraterrestre. Pero p/ diez es necesario establecerlo, puesto que se trata de dos regímenes jurídicos distintos: uno no
apropiación y otro soberanía del E.
Problema particular: orbita geoestacionaria: órbita de los satélites sincrónicos geoestacionarios à a 36 km sobre la línea
ecuatorial de la tierra. Esta órbita constituye un recurso natural excepcional, y de gran interés p/ diversas técnicas espaciales
c/ las comunicaciones, radiodifusión, retransmisión de datos desde satélites, meteorología, etc. Aunque no es recurso
agotable, sí es limitado!, mas allá de las reclamaciones de los E ecuatoriales en cierto momento, en la actualidad se persigue
articular un régimen equitativo p/ la utilización de la órbita geoestacionaria, en la medida en que, está fuerte// saturada por la
colocación de satélites de países desarrollados c/ vendría a reconocerlo en diversas ocasiones la UIT (unión internacional de
telecomunicaciones).
Principios Contenidos en el Tratado sobre el Espacio Ultraterrestre de 1967:
Art I: “La exploración y utilización del espacio ultraterrestre, incluso la Luna y otros cuerpos celestes, deberán hacerse
en provecho y en interés de todos los países, sea cual fuere su grado de desarrollo económico y científico, e incumben a toda
la humanidad […]”. à se busca igual concepto que el de patrimonio común de la humanidad
Sobre esta base, los ppios son:
1) libertad de exploración y utilización del EU a todos los E sin discriminación.
2) igualdad en la exploración y utilización (más teórica que real, aunque el tratado impone su correctivo leer in fine de
lo transcrito arriba) art I 2do parr: “[…] El EU incluso la L y otros CC estará abierto p/ su exploración y utilización a todos
los E sin discriminación alguna en condiciones de igualdad y en conformidad con el DI, y habrá libertad de acceso a todas
las regiones de los cuerpos celestes”
3) no apropiación: art II: el EU, incluso L y otros CC, no podrán ser objeto de apropiación nacional por reivindicación
de soberanía, uso o ocupación, ni de ninguna otra manera
4) utilización p/ fines pacíficos: art IV Los EP en el tratado se comprometen a no colocar en órbita alrededor de la T
ningún objeto portador de armas nuclerares ni de ningún otro tipo de armas de destrucción en masa, a no emplazar tales
armas en los cuerpos celestes y a no colocar tales armas en el EU en ninguna otra forma. La L y demás CC se utilizarán
exclusiva// con fines pacíficos por todos los EP en el E. Queda prohibido establecer en los CC bases, instalaciones y
fortificaciones militares, efectuar ensayos con cualquier tipo de armas y realizar maniobras militares. No se prohíbe la
utilización de personal militar p/ investigaciones científicas ni p/ cualquier otro objetivo pacífico. Tampoco se prohíbe la
utilización de cualquier equipo o medios necesarios p/ la exploración de la L y OCC con fines pacíficos.
5) ppio de imputabilidad de responsabilidad: art VI: Los EP serán responsables internacional// de las actividades
nacionales que realicen en el EU L y OCC, los organismos gubernamentales o las entidades no gubernamentales , y deberán
asegurar que dichas actividades se efectúen en conformidad con las disposiciones del presente tratado. las actividades de
entidades no gubernamentales en el EU, L y OCC, deberán ser autorizadas y fiscalizadas constante// por el pertinente EP.
Cuando se trate de actividades que realiza en el EU L OCC una OI, la responsabilidad en cuanto al presente T
corresponderfá a esa OI y a los EP en el T (este tratado no?) que pertenecen a ella.
6) cooperación y asistencia mutua en las actividades: copio la primera parte del art IX, es demasiado largo, y en Diez
no hace mayor referencia, solo lo cita: en la exploración y utilización del EU L y OCC, los EP deberán guiarse por el
principio de la cooperación y asistencia mutua y en todas sus actividades en el EU deberán tener debida// en cuenta los
intereses correspondientes de los demás EP.
7) ppio de subordinación al DI: art III: los EP deberán realizar sus actividades de exploración y utilización del EU L y
OCC de conformidad con el DI incluida la Carta de Naciones Unidas, en interés del mantenimiento de la Paz, y la seguridad
internacionales, y del fomento de la cooperación y comprensión internacionales.
La Luna y otros Cuerpos Celestes
El tratado de 1967 tiene amplias referencias a la L y OCC, siendoles aplicables los ppios que en gral rigen el EU. H
llega a luna en 1969 à necesidad de proceder a regulación más detallada. En 1979 se adopta el Acuerdo que debe regir las
actividades de los EP en la L y OCC, entra en vigor en 1984 y ha sido ratificado por nro muy reducido de E.
En el acuerdo de 1979 se persiguen estos objetivos fundamentales:
1) evitar que la luna se convierta en zona de conflictos internacionales
2) favorecer la igualdad entre los E en la exploración y utilización de la L y OCC
3) regular los beneficios que se puedan derivar de la exploración y explotación de sus rec nat
4) Promover el máximo grado de cooperación internacional.
Entonces en ese acuerdo se dispone:
Fines pacíficos: en el art 3: (leer) se prohíbe no solo recurrir a la amenaza o uso de fza en la L, sino tb poner en orbita
alrededor de ésta objetos portadores de armas nucleares o de cualquier otro tipo de armas de destrucción en masa, ni colocar
o emplear esas armas sobre o en la luna, así c/ establecer bases instalaciones y fortificaciones militares.
Libertad e Igualdad: Se dispone que los EP tienen dcho a explorar y utilizar la L sin discriminación de ninguna clase y
sobre una base de igualdad (art 11.4 Los EP tienen derecho a explorar y utilizar la luna sin discriminación de ninguna clase,
sobre una base de igualdad y de conformidad con el DI y las condiciones del presente acuerdo). A estos efectos luna =
patrimonio común de la humanidad: art 11.1, la L y sus recursos naturales son patrimonio común de la humanidad conforme
lo enunciado en las disposiciones del presente acuerdo y en particular en el párrafo 5 de este artículo. Por ello no puede ser
apropiada nacional// por reclamaciones de soberanía: art 11.2, la luna no puede ser objeto de apropiación nacional mediante
reclamaciones de soberanía, por medio del uso o la ocupación, ni por ningún otro medio. art 11.3: Ni la superficie ni la
subsuperficie de la L, ni ninguna de sus partes o recursos naturales, podrán ser propiedad de ningún E, OI
intergubernamental o no gubernamental, org nacional o entidad no gubernamental ni de ninguna persona física. el
emplazamiento de personal, vehículos espaciales, equipo, material, estaciones e instalaciones sobre o bajo la superficie de la
L, incluidas las estructuras unidas a su superficie o subsuperficie, no creará derechos de propiedad sobre la superficie o
subsuperficie de la L o parte alguna de ellas.
Exploración y utilización de L incumben a toda la humanidad y se efectuarán en provecho y en interés de todos los
países, sea cual fuere su grado de desarrollo económico y científico. Art 4, además de lo anterior dice se tendrán debida// en
cuenta los intereses de las generaciones actuales y venideras, así c/ la necesidad de promover niveles de vida más altos y
mejores condiciones de progreso y desarrollo económico y social de conformidad con Carta Un.
Al realizara actividades de investigación científica, serán libres p/ todos los EP, que si bien tendrán derecho a extraer
muestras de minerales de la L, pudiendo utilizarlas con fines pacíficos, tendrán en cuenta la conveniencia de poner parte de
esas muestras a disposición de otros E ptes interesados, y de la comunidad científica internacional p/ la investigación
científica
Explotación de Recursos naturales: art 11.5: Los EP en el presente acuerdo se comprometen a establecer un régimen
internacional, incluidos los procedimientos apropiados, que rija la explotación de los recursos naturales de la luna, cuando
esa explotación esté a punto de llegar a ser viable. Esta disposición se aplicará de conformidad con el art. 18 del presente
Acuerdo.
El art 11.7 entre las pcpales finalidades del régimen intern que se ha de establecer figurarán:
a) desarrollo ordenado y seguro de los recursos naturales de la luna
b) ordenación racional de esos recursos,
c) ampliación de las oportunidades p/ el uso de esos recursos,
d) participación equitativa de todos los EP en los beneficios obtenidos de esos recursos, teniéndose especial// en cuenta
los intereses y necesidades de los países en desarrollo, así c/ los esfuerzos de los países que hayan contribuido directa o
indirecta// a la exploración de la L.
Ppio de cooperación y asistencia mutua: art 4.2 en todas sus actividades relativas a la exploración y utilización de la
L, los EP se guiarán por el ppio de la cooperación y la asistencia mutua. La cooperación internacional conforme al presente
acuerdo deberá ser lo más amplia posible y podrá llevarse a cabo sobre una base multilateral o bilateral, o por conducto de
organizaciones internacionales intergubernamentales.
Los E proporcionarán respecto de cada misión info sobre los objetivos y la duración de la misma, así c/ sobre los
resultados alcanzados y sobre cualquier fenómeno descubierto que pueda poner en peligro la vida o la salud humanas y
cualquier indicio de vida orgánica (art 5).
art 7.1. Al explorar y utilizar la L, los EP tomarán medidas p/ que no se perturbe el actual equilibrio de su medio, ya por
la introducción de modificaciones nocivas en este medio, ya por su contaminación perjudicial con sustancias ajenas al
medio, ya de cualquier otro modo. Los EP tb tomarán medidas p/ no perjudicar el medio en la Tierra por la introducción de
sustancias extraterrestres o de cualquier otro modo.
Las personas y objetos en el Espacio Ultraterrestre
Jurisdicción y control; ya vimos en EU patrimonio común de la humanidad à los EPen cuyo registro firgure un objeto
lanzado al EU retendrán según el tratado de 1967 su jurisdicción y control sobre tal objeto, sobre todo personal que vaya en
él. Esto mientras se encuentre en el EU o en un CC. De igual manera conservan dcho de propiedad de los objetos lanzados,
incluso los que hayan descendida o se construyan en un cpo celeste, de sus partes componentes.
Hace falta concretar que es un objeto espacial. no hay terminología aún uniforme, pese a constituir un elemento
indispensable p/ solucionar el problema de su estatus jurídico.
Un objeto espacial es todo objeto lanzado en órbita terrestre o más allá, con todas sus partes componentes, incluidas las
que se separen o desprendan del mismo por razones programadas y vehículos espaciales, equipo, material y estaciones.
Salvamento y devolución de personas y objetos: ya en el tratado de 1967 se establecía la cooperación en materia de
salvamento de astronautas y devolución de objetos lanzados al espacio.
La adopción del acuerdo sobre el salvamento y devolución de astronautas y la restitución de objetos lanzados al EU de
1968 vino a desarrollar y concretar la obligación, al establecer que en caso de q un EP sepa o descubra que la tripulación de
una nave espacial ha sufrido un accidente, se encuentra en situación de peligro o ha realizado aterrizaje forzoso o
involuntario en un territorio colocado bajo su jurisdicción, en alta mar o en cualquier otro lugar no colocado bajo
jurisdicción de ningún E, o que un objeto espacial ha vuelto a la T y se encuentra colocado en alguno de esos espacios,
queda sujeto a los siguientes deberes:
1) notificar a autoridad de lanzamiento y secretario de un.
2) prestar asistencia y ayuda necesarias p/ salvar tripulación y recuperar vehículo
3) devolver la tripulación a los representantes de la autoridad de lanzamiento
4) restituir el objeto a los responsables de lanzamiento y exigir datos de identif
Los E tan solo obligados a adoptar las medidas que sean posibles o se hallen en condiciones de ponerlas en práctica, por
donde nos encontraríamos real// ante una obligación de comportamiento y no de resultado (pastor ridruejo).
El acuerdo de la Luna de 1979 dispone que los E adoptarán todas las medidas practicables p/ proteger la vida y salud de
las personas que se encuentren en la Luna; debiendo ofrecer refugio en sus estaciones, instalaciones, vehículos o equipo a
las personas que se encuentren en peligro en la Luna.
Registro de Objetos: P/ exigir la responsabilidad de los E de lanzamiento por los daños causados por sus objetos
espaciales, resulta preciso proceder a la identificación de los mismos.
Convenio sobre registro de objetos lanzados al EU de 1975 establece sistema obligatorio de registro, disponiendo
que los E que lancen o promuevan el lanzamiento de un objeto espacial, registrarán el objeto por medio de su inscripción en
un registro apropiado que llevarán al efecto, notificando al SG de UN la creación del Registro, si son dos o más los E
responsables, determinan ellos quien lleva el registro.
Además, todo E proporcionará al SG de UN, “en cuanto sea factible”, info sobre cada objeto espacial inscrito en su
registro: nombre del E de lanzamiento, designación del objeto, fecha y territorio de lanzamiento, parámetros orbitales
básicos, y su función.
Tb el SG de UN llevará un registro en el que se inscribirá la info anterior// descrita; registro central de los objetos
lanzados al EU siendo el acceso a la info consignada en el mismo pleno y libre.
Ppio de cooperación de los E p/ la identificación de los objetos que causaron daño en art VI.
Cooperación Internacional y Aplicaciones de la Tecnología Espacial:
El objetivo de la cooperación trasciende, en el ámbito de la exploración en el espacio, pudiendo destacar al respecto el
interés que encierra la construcción de una Estación Espacial Internacional destinada, a funciones pcpal// de carácter
científico y comercial. El régimen jurídico de la EEI (estación espacial internacional), presenta novedosas cuestiones que no
han encontrado todavía una completa y satisfactoria respuesta en los instrumentos convencionales que han sido adoptados al
respecto.
Se ha venido viendo también la posibilidad de crear una Organización Mundial del Espacio, capaz de regular el
conjunto de actividades espaciales (comunic y medio)
Aplicaciones de la Tecnología espacial: telecomunicaciones por satélite: ante la proliferación de las comunicaciones
espaciales, pronto se comprobó que éstas no podrían desarrollarse de forma unilateral, sino que se exigía una amplia
cooperación internacional con el fin, de ordenar y reglamentar las bandas de frecuencia en que funcionan dichos satélites,
así c/ fijar sus posiciones en la órbita geoestacionaria.
La UIC (Unión internacional de comunicaciones) desarrolla importante papel con asignación coordinación y registro de
frecuencias y posiciones en la órbita geoestacionaria.
La necesidad de establecer una red única de telecomunicaciones se reconoce ya en la resolución 1721 XVI de A.G.N.U.
de 1961, al afirmar que todas las naciones del mundo deberían poder comunicarse por medio de satélites sobre una base
mundial y no discriminatoria.
Por esto nace en 1964 la Organización Internacional de Telecomunicaciones por Satélite (INTELSAT) concebida con el
fin de establecer un sistema único capaz de asegurar a escala mundial un servicio público al cual todas las naciones,
miembros o no de la O, pudiesen acceder sin discriminación. INTELSAT dura hasta 1971, desarrollándose a partid de la
adopción de dos acuerdos en Mayo de 1971.
A pesar el objetivo de la uniformidad, en 1971 se crea el Sistema y Organización Internacional de Comunicaciones
Espaciales (INTERSPUTNIK) en el que se integran 12 miembros a la hasta ahora comunidad socialista. Se afecta el sistema
global articulado por el INTELSAT.
Tecnología espacial también incide en las comunicaciones marítimas, permitiendo mayor seguridad en el mar, por ello
nace en 1976 la Organización Internacional de Telecomunicaciones Marítimas por Satélite (IMARSAT), denominada desde
1994 Organización Internacional de Telecomunicaciones Móviles por Satélite.
En el ámbito regional: ARABSAT< y EUTELSAT.
Televisión Directa por Satélite: otro importante resultado. Emitir por satélite señales radioelécticas que pueden ser
recibidas directa// por los particulares sin posibilidad de ser controladas por el E receptor; lo que permite la retransmisión,
mediante estos satélites, de programas de TV a receptores que no deberán estar equipados mas que con pequeña antena
p/bólica.
Ahora viene el quilombín: flujos transfronterizos de info, cultura y propaganda que generan los satélites de televisión
directa puede conducir a la utilización abusiva que afvecta y condiciona grave// las estructuras sociales, económicas y
políticas de un país. Varios E han venido sintiendo la preocupación de poder controlar las emisiones que reciben los
ciudadanos, planteando la cuestión en el plano del DI.
à Resolución AG de UN 37/92 (1982) sobre los Principios que han de regir la utilización por los E de satélites
artificiales de la Tierra p/ transmisiones internacionales directas de televisión. Principio 13: todo E que se proponga
establecer un servicio de transmisiones internacionales directas de televisión mediante satélites, o autorizar su
establecimiento, notificará sin demora su intención al E receptor e iniciará pronta// consultas con él si éste lo solicita. à
Cabe deducir dice diez la exigencia del consentimiento previo del E receptor. Obvia// oposición de los E capaces de dotarse
de un sistema de televisión directa, a la exigencia de la autorización previa, concluimos entonces que el ppio del
consentimiento previo no es una norma obligatoria de DI.
Teleobservación: constituye una realidad práctica con implicaciones jurídicas. Permite observar muy amplias zonas del
planeta (ejem territorios de cualquier estado, us won’t like that).
Dificultades jurídicas, cuestiones: libertad de observación del territorio de cualquier E; autorización del E observado
previa a la difusión de los datos, fruto de la teledetección, a terceros países; condiciones en las cuales el E observado puede
tener acceso a los datos relativos a su territorio; y responsabilidad internacional por la difusión realizada por los
Observantes.
Primera cuestión: planteada por países del Tercer Mundo, “el principio de libertad de exploración del EU del T de 1967
choca con el ppio de la soberanía estatal, exigiéndose el consentimiento previo del E observado” à fuera de moda, y encima
no se consagró ninguna norma. Lo que preocupa, es no solo articular un régimen de acceso a los datos obtenidos sobre sus
respectivos territorios, por los observantes, sino tb alcanzar un régimen de responsabilidad específica por las actividades de
teleobservación.
AGNU en diciembre de 1986 resolución 41/65: se contienen los ppios de teledetección aprobados por la CEU (comisión
de espacio ultraterrestre). la resolución dice: las actividades de teledetección deben ser realizadas en beneficio y en interés
de todos los países, cualquiera sea su nivel de desarrollo, teniendo en cta las necesidades de los países en desarrollo, y de
conformidad con el DI. Observado tendrá acceso a la info sin discriminación y de precios razonables, así c/ a las
informaciones analizadas disponibles relativas a su territorio, que estén en posesión de cualquier otro E que participe en las
actividades de teledetección (ppio XII). Teledetection debe promover la protección del medio ambiente natural de la tierra y
la protección de la humanidad contra las catástrofes naturales, debiendo los E que han participado comunicar cualquier info
que pueda ser útil a los E interesados (ppios X y XI). La mayoría de los E en desarrollo no ha conseguido aprovechar las
posibilidades de la tecnología espacial.
Responsabilidad internacional por actividades realizadas en el EU, incluidos L y otros CC. Arreglo de
Controversias!.
Recordar el caso de la desintegración del satélite soviético Cosmos 954 en 1978, y la caída de algunos fragmentos en el
territorio de Canadá, y aún mas reciente// la desintegración de la estación orbital mir, 23-3-2001, y la caída de importante
cantidad de fragmentos, en el pacífico sur, entre chile y nueva zelanda.
En el tratado de 1967 se dispone que los EP serán responsables internacional// de las actividades nacionales que realicen
en el EU, L y CC, los organismos gubernamentales o ONG, y concreta// de los daños causados por objetos lanzados al EU.
Convenio sobre la responsabilidad internacional por daños causados por objetos espaciales de 1972: se dispone la
responsabilidad internacional del E de Lanzamiento, del E que lance o promueva el lanzamiento de un objeto espacial o
desde cuyo territorio o instalaciones se produzca dicho lanzamiento, por los daños causados por dichos objetos. Daño: Art 1
pérdida de vidas humanas, lesiones corporales u otros perjuicios a la salud, así c/ la pérdida de bienes o los perjuicios
causados a los bienes de los E o de personas físicas o morales, o de organizaciones internacionales intergubernamentales.
Se distinguen dos supuestos de responsabilidad: absoluta por los daños causados por un objeto espacial en la superficie
de la T o a las aeronaves en vuelo, lo que genera una responsabilidad objetiva o por riesgo p/ el E que ha lanzado dicho
objeto espacial y que ha causado daños(artII).
Y una responsabilidad por culpa: cuando el daño se produzca fuera de la superficie de la tierra y afecte a un objeto
espacial de un E de L o a las personas o a los bienes a bordo de dicho objeto espacial, siendo causado dicho daño por un
objeto espacial de otro E de L, en cuyo caso este último E solo será responsable cuando los daños se hayan producido por su
culpa o por culpa de las personas de que sea responsable.
Tb, cdo de los daños sufridos por un objeto espacial de un E de L causados por un objeto espacial de otro E de L, se
deriven daños p/ un 3er E o p/ sus personas físicas o morales, a los dos primeros E corresponderá una responsabilidad
solidaria, ante este tercer E, de acuerdo con los criterios de resp absoluta o por culpa (art IV). Tb si dos o más E lanzan
conjunta// un OE, serán responsables solidaria// por los daños. Si una org internacional intergubernamental, parte del
convenio, es responsable de daños, se genera responsabilidad solidaria p/ esa org y sus miembros que sean EP en este
convenio.
Exención: de responsabilidad absoluta à en la medida en que demuestre que los daños son total o parcial// resultado de
negligencia grave o de un acto de omisión cometido con la intención de causar daños por parte de un E demandante o
personas físicas o morales a quienes este ultimo estado represente; no concediéndose exención alguna en los casos en que
los daños sean resultado de actividades desarrolladas por un E en la que no se respete el DI (carta onu y tratado 1967).Las
disposiciones de este tratado no se aplican a los danos causados por objeto espacial del E de L a nacionales de dicho E, o a
nacionales de un país extranjero que participe en operaciones de ese objeto espacial.
El E que sufrió daño, puede por vía diplomática presentar reclamación de indemnización por tales daños al E de L. la
Indemnización se determinará conforme DI, y ppios de justicia y equidad, p/ rep/r daños y que se reponga la condición
previa.
Cuando reclamaciones no pueden ser resueltas en un año por medio de negociaciones diplomáticas, se constituye una
Comisión de reclamaciones de 3 miembros, uno por cada E y el tercero (presidente) escogido por ambas partes o en su caso
por el secretario de UN.
En el acuerdo sobre la luna de 1979, se declara que los EP serán responsables internacionalmente de las actividades que
sus nacionales que se realicen en la luna.
Declaración de ppios relativos a la utilización de fuentes de energía nuclear en el EU: resolución 47/68 de 1992:
AGNU dice que de conformidad con el art Vi del tratado de 1967, los E serán responsables internacionalmente de las
actividades nacionales que supongan la utilización de fuentes de energía nuclear en el EU, realizadas por organismos
gubernamentales o entidades no gub.
41
BOLILLA 10
DERECHO INTERNACIONAL DEL MEDIO AMBIENTE
A) CONCEPTO
El medio ambiente humano resulta de la interacción de la Humanidad con la naturaleza. Tiene por ello una dimensión
artificial en la que se integran los productos de las diferentes culturas humanas, ya estén destinados a la habitación, al
trabajo o al descanso, ya sean artísticos, científicos o industriales, que dignifican la vida de las personas y elevan su calidad.
El TSJ ha definido al medio ambiente c/ el espacio concreto y físico donde vive el hombre y desarrolla tanto en su vida
p/ su salud p/ sí c/ p/ generaciones futuras.
Sus componentes esenciales, agua, aire, tierra y seres vivos, se hallan en todas partes en estrecha relación,
proporcionando a la Biosfera el equilibrio necesario p/ que las distintas formas de vida se mantengan y desarrollen. La
alteración de tales componentes perjudica pues dicho equilibrio ecológico y puede ocasionar graves daños a cualquier forma
de vida y, en todo caso, deteriorar la calidad de la vida humana.
Ciertas alteraciones se han venido produciendo en mayor o menor medida en el medio humano durante las últimas
décadas por la aplicación de políticas culturales, sociales y económicas que no tienen suficiente// en cuenta el «impacto
medioambiental» de determinadas formas abusivas de explotación de los rec naturales, de la utilización de determinadas
sustancias, industrias y tecnologías potencial// dañinas y de la preferencia por energías «no limpias».
En ese contexto se ha desarrollado el DI del medio ambiente que cabe definir c/ el sector de aquellas normas de DI,
tanto sustantivas c/ de procedimiento o institucionales cuyo objetivo primordial es la protección del medio ambiente. Sus
normas en pcpio no son obligarotias, pero sí lo son p/ los órganos que actúen bajo su ámbito de actuación. En este sentido
hay que advertir que existe una inversión del bien jco protegido, ya que pasa a un 2º plano el hombre y en primer lugar el
medio ambiente, ya que el hombre no puede subsistir sin el medio ambiente.
Particular//, un objetivo esencial de las normas internacionales medioambientales fue desde el comienzo combatir la
contaminación en todas sus formas, es decir: la introducción por el hombre, directa o indirecta//, de sustancias o de energía
en el medio ambiente natural, que produzca o pueda producir efectos nocivos tales c/ daños a los rec vivos, peligros p/ la
salud humana y en general afectar de modo negativo cualquiera de los usos a que el propio entorno pueda destinarse.
Dentro de la protección del medio ambiente c/ finalidad general, esta primera perspectiva de combate contra la
contaminación ha dado luego paso a otras estrategias cuyo objetivo no es simple// la justa reparación sino esencial// la
prevención de los daños y la distribución equitativa entre los Estados de las cargas y beneficios de la utilización de los rec
medioambientales.
Por otra parte, la dimensión medioambiental se ha incorporado progresiva// a la teoría y práctica de las políticas de
desarrollo y la interacción entre ambas ha dado origen a la estrategia del desarrollo sostenible entendido c/ un programa de
la Comunidad Internacional en su conjunto, en cuyo seno la protección del medio ambiente es una tarea que tiene que ser
abordada dentro de una amplia perspectiva temporal, puesto que trasciende a cada generación humana p/ serlo de todas
sucesiva//.
Algunas de sus fuentes: (profe)
1- A nivel regional, la O.EA. en el 2003 dictó una resolución por las cual dispuso que las violaciones que generan daños
al ambiente se consideran violaciones a los DD.HH.
2- En Estocolmo del ´73 de establece que el ambiente debe servir p/ satisfacer las nec hum, y por otro lado que el
hombre debe contribuir a un uso racional y no dañino de los rec nat (la obligación es recíproca).
3- El art. 41 de la CN dispone que “Todos los habitantes gozan del dcho a un ambiente sano, equilibrado, apto p/ el
desarrollo humano y p/ que las actividades productivas satisfagan las necesidades presentes sin comprometer las de las
generaciones futuras; y tienen el deber de preservarlo. El daño ambiental generará prioritaria// la obligación de recomponer,
según lo establezca la ley.
Las autoridades proveerán a la protección de este dcho , a la utilización racional de los rec naturales, a la preservación
del patrimonio natural y cultural y de la diversidad biológica, y a la información y educación ambientales.
Corresponde a la Nación dictar las normas que contengan los presupuestos mínimos de protección, y a las provincias,
las necesarias p/ complementarlas, sin que aquellas alteren las jurisdicciones locales.
Se prohíbe el ingreso al territorio nacional de residuos actual o potencial// peligrosos, y de los radiactivos.
Otras definiciones: (profe)
1- En sentido amplio comprende 3 sectores: el ambiente nat, el ambiente construido por el hombre y los sist político,
soc y culturales. En este sentido el ambiente es todo aquello que involucre y rodea al hombre, todo lo que pueda
influenciarlo y a su vez pueda ser influenciado por el hombre.
2- En un sentido amplísimo se incluye lo anterior// dicho y además todas aquellas condiciones logradas por el hombre
y que afecten su hábitat en la tierra.
3- En un sentido Jco se lo define en relación con la salud y el bienestar físico, el conjunto de elementos estéticos,
científicos e históricos que se relacionan con el hombre.
B) CARACTERES: (profe) TIFOM (COMO EL GATO)
1- Funcionalidad: pretende lograr el desarrollo de act hum y la explotación de rec nat de modo equilibrado.
2- Orientación Preventiva: no condena ni sanciona las infracciones, sino que tiende a proteger y salvaguardar el medio
ambiente. No reprime, sino que tiende a que el daño no se cause y en todo caso a que se subsane el daño producido.
3- Instrumental: pretende otorgar mecanismos de gestión p/ rec nat.
4- Multidimensional: hay una vinculación íntima con las cs. De la nat y debe coordinar con ellas esfuerzos p/ lograr
una política unificada.
5- Tributario: intenta establecer vinculación íntima entre cs. y dcho (se relaciona con el anterior).
C) EVOLUCIÓN
El dcho ambiental de nuestros días se rastrea hasta la mitad del siglo XIX, aproximada//.
a) Primer período: la protección de los recursos individuales
Comienza con las cuestiones sobre la protección de rec utilizados por la industria pesquera, compartidos o fuera de la
jurisdicción de los Estados, que se instrumenta en tratados de pesquerías y termina, con la creación de las NU en 1945. Se
caracteriza por la concientización de que el desarrollo y la industrialización deterioran imp rec nat, c/ la flora y la fauna y
por ende debían buscarse instrumentos jcos p/ inducir a los Estados a poner limitaciones a su desarrollo industrial y a la
explotación de ciertos rec nat.
Sin embargo, los rec son tratados en forma individual, sin tener en cuenta sus relaciones con el medio en que se hallan
inmersos, ni el concepto de rec que sean del patrimonio o interés común de la Humanidad, ya que los rec que se encuentran
en los espacios comunes son considerados c/ res nullius y sujetos, en pcpio, a apropiación sin límites por cualquier
individuo.
P/ resolver los problemas que surgen de la explotación abusiva de los rec pesqueros y de otros rec se suscriben
convenciones p/ proteger a peces, pájaros y focas. La primer convención ballenera data de 1931. Caracterizaba a estas
medidas un concepto primordial// utilitario, c/ el que inspiró la Convención de 1902 que protegía a los pájaros útiles p/ la
agricultura.
Hubo en este período dos interesantes arbitrajes: el de las focas del Pacífico y el de la Fundición Trail. El primero fue
entre EE.UU. y Gran Bretaña respecto a la alegada explotación excesiva por parte de esta última de las focas en áreas más
allá de las jurisdicciones nacionales. El laudo rechazó el argumento de que los Estados tenían el dcho de establecer su
jurisdicción sobre rec nat en espacios comunes c/ el alta mar p/ asegurar su conservación y dictó algunas reglas p/ la
adecuada protección y preservación de esas focas fuera de límites jurisdiccionales.
El segundo caso, de la Fundición Trail, se refiere al daño transfronterizo causado en territorio de los EE.UU. por los
humos de una fundición situada en Canadá. Este arbitraje dio origen a la concepción que presidió la 2ª etapa en el desarrollo
del dcho ambiental, centrada en la elaboración de reglas de responsabilidad por las externalidades producidas por el
desarrollo industrial de un Estado sobre el territorio de otros Estados o sobre espacios comunes.
b) Segundo período: la protección del medio ambiente
Se inicia con la creación de la ONU y de sus organismos especializados que, no obstante la ausencia de menciones
específicas en la Carta, comienzan a defender el medio ambiente global y regional. Por primera vez, las preocupaciones
"
ambientales incluyen las act llamadas ultra-peligrosas" y comienza a advertirse la relación entre el desarrollo económico y
social y el medio ambiente.
El Consejo Económico y Social de la ONU convoca en 1949 la Conferencia sobre la conservación y utilización de los
rec (UNCCUR). C/ consecuencia de esta última se reúne en 1954 la Conferencia sobre los rec vivos del mar, que fue el
antecedente inmediato de la imp convención de Ginebra de 1958 sobre el mismo tema. Ya a esta altura, la relación entre
conservación y desarrollo es una preocupación central y el énfasis cambia de la protección de la flora y vida silvestre a
procesos asociados con la act industrial y militar. En este último sentido, hubo varias resoluciones de la AG sobre la
actividad nuclear, que condujeron ala prohibición de ensayos atómicos de 1963.
En 1957, el laudo arbitral del lago Lanós, entre España y Francia, consagró pcpios de interés en cuanto al deber de
cooperar en la mitigación del riesgo ambiental en el uso de ríos compartidos. La Conferencia de las NU sobre medio
ambiente de Estocolmo en 1972 fue llamada, precisa//, a colmar esos vacíos, y es considerada la piedra fundamental en el
desarrollo del DI de protección del medio ambiente.
Dos de los resultados más importantes de dicha Conferencia fueron una Declaración que contenía 26 principios y un
Plan de acción con más de 100 recomendaciones. El más imp de aquellos fue el Principio 21. C/ consecuencia del Plan de
acción, la AG crea el Programa de las NU p/ el medio ambiente (PNUMA), de proficua acción en el campo de su
competencia.
El Deber especifico de cooperar en la protección del medio ambiente ha sido reconocido en la mayoría de los
textos internacionales. Desde Estocolmo hasta Río se ha venido reconociendo expresa// en sus disposiciones, e incluye el
deber de promover la conclusión de tratados y otros instrumentos internacionales con esta finalidad; es también seguro que
este principio incluye también el deber del intercambio de información relevante p/ la protección del medio ambiente, y que
nuestra la ley del medio ambiente en el artículo uno parte final lo establece; además, supone el desarrollo de otras acciones
p/ promover la investigación científica y tecnológica, procurar, asistencia técnica y financiera a los países necesitados, el
establecimiento de programas de vigilancia y evaluación ambiental, etc. Esto sin perjuicio de ámbito: regional, internacional
o local, a ello se debe de agregar el deber de los Estados en notificar y asistir a otros Estados en situación de emergencia que
puedan provocar daños irreparables o consecuencia ambientales alta// riesgosas.
2- El Principio de prevención del Daño Ambiental Transfronterizo. Otro de los principios básicos que es aceptado
por unanimidad, el cual se desglosa en dos componentes la idea de prevención del daño ambiental en general y por otro la
obligación específica de no causar un daño ambiental Transfronterizo. Este principio también incluye la idea del uso
equitativo de los rec y la buena fe en lo que se firma v nace de orígenes de la jurisprudencia y las sentencias que el Tribunal
Internacional de Justicia ha brindado, e inspira y esqueleta el DI Ambiental pues es una obligación jurídica// exigible que
puede generar responsabilidad en caso de su violación, aunque algunas veces no suceda, sin embargo, permite establecer un
equilibrio razonable entre los intereses estatales p/ afrontar los daños que cause al Medio Ambiente, y que nuestra Ley en la
materia en comento, acopia p/ su aplicación a nivel nacional,
3- El Principio de Responsabilidad y Reparación de los Daños Ambientales: Nuestra ley del medio ambiente lo
retorna del DI y lo incluye en sus regulaciones.- Es también un principio del DI Público aunque la naturaleza y el alcance en
este terreno particular, no se resuelve tan fácil// c/ sucede en otros casos: Ej. Los daños y perjuicios por guerra o conflictos,
con arreglo a las normas generales del DI Público. La responsabilidad de los Estados puede resultar de la violación
internacional relativa a la protección del medio ambiente. El crimen internacional del Estado se define c/ el hecho que
resulta de una violación, por un Estado, de una obligación internacional tan esencial p/ la salvaguardia de intereses
fundamentales de la Comunidad Internacional, que su violación está reconocida c/ crimen por esa comunidad en su
conjunto, por ende, los Estados pueden llegar a incurrir en responsabilidad por las consecuencias perjudiciales de actos no
prohibidos por el Dcho : Ej. Daños de contaminación a un medio marino por hidrocarburo, etc., por lo que los Estados
deben de cooperar con la responsabilidad y la indemnización de las victimas de la contaminación y otros daños ambientales,
por sus actos, aunque en muchas ocasiones, existen reticencias políticas de parte de los Estados e incluso, en ocasiones se
enuncia en la rehabilitación de las zonas que resulten perjudicadas c/ consecuencia de las actividades humanas.
4- El Principio de evaluación de impacto ambiental. La evaluación del impacto de los proyectos que pueden tener un
efecto significativo sobre el medio ambiente ha pasado de ser una mera técnica de dcho interno a configurar un principio
inspirador de la acción protectora internacional. En nuestro país lo establece c/ obligatorio la Ley del Medio Ambiente.
5- El principio de precaución. El llamado principio de precaución o principio de acción precautoria ha inspirado en los
últimos años la evolución del pensamiento político y jurídico en materia ambiental. Este principio está ligado al desarrollo
de la ciencia y sus evidencias, el mismo, deber ser aplicado y conlleva importantes consecuencias prácticas. - Pese a un
debate que fuerte// persiste, el principio es parte de una nueva filosofía de la acción ambiental en el plano internacional; en
nuestro país, es un principio de Política Nacional del Medio Ambiente, y esta recogida igual// en la Ley del Medio
Ambiente.
6- El Principio de quien Contamina Paga. Es el que más se acerca al terreno de la economía, y la ciencia en la que
tiene su origen, y suele ser confundido con un criterio de asignación de la responsabilidad pecuniaria p/ la reparación de los
daños resultantes de la violación de las normas ambientales, y se persigue que el causante de la contaminación asuma el
coste de las medidas de prevención y luche contra la misma, convirtiéndose en Internalización de los costos en los procesos
productivos, el que nos lleva al saneamiento de los efectos negativos de la contaminación sobre el medio ambiente y que se
debe pagar por ello, por lo que todavía este principio reúne muchos debates. Nuestra Ley del medio Ambiente, menciona en
sus disposiciones la reparación in natura, que no es más que devolver el estado original al medio ambiente dañado, o por
medio de su valoración económica.
7- El Principio de participación ciudadana. Este, es básico p/ un comanejo de la gestión ambiental, y se afirma que es
el mejor medio de tratar las cuestiones ambientales con la participación de todos los ciudadanos interesados en el nivel que
corresponda. Este principio ha evolucionado, por la importancia que el dcho a participar en los procesos de adopción de
decisiones relativas al medio ambiente. Nuestra ley del medio ambiente, lo recoge amplia//. Vemos entonces, c/ los
principios internacionales de dcho ambiental, los contempla nuestra ley ambiental, apreciando pues, la evolución y
modernización de este dcho. En El Salvador, ya estamos prestos p/ iniciar esa protección, tenemos legislación muy
moderna, proyectos de desarrollo de Tribunales jurisdiccionales especializados, sola// falta la voluntad política económica.
Depredaron p/ el año 2006, a la mitad el presupuesto económico asignado a la instancia administrativa ambiental
importante, c/ lo es el Ministerio del Medio Ambiente y los Rec Naturales.
PROBLEMAS ESPECÍFICOS
1) LA PROTECCIÓN DE LA CAPA DE OZONO
A escala global destaca la adopción en 1985 en Viena de la Convención p/ la protección de la capa de ozono, convenio-
marco que obliga a las partes a tomar todas las medidas apropiadas p/ proteger la salud humana y el medio ambiente contra
los efectos adversos, que deriven o que puedan derivar de actividades humanas que modifiquen o puedan modificar la capa
de ozono, así c/ a realizar observaciones sistemáticas y a intercambiar informaciones sobre los peligros que afectan a la
misma. En un anexo se enumeran las sustancias químicas de origen natural o antropogénico que pudieran afectar a dicha
capa de ozono.
A la Convención se le adicionó, en 1987, el Protocolo de Montreal, relativo a las sustancias que agotan la capa de
ozono, que establece limitaciones y prohibiciones muy concretas de producir, consumir y comerciar con las sustancias que
agotan la capa de ozono. Se prohíbe incluso la importación de sustancias controladas desde el territorio de cualquier Estado
no parte. Aun admitiéndose que p/ su uso interno los países en vías de desarrollo puedan aumentar el consumo de dichos
productos hasta en un 10 por 100 desde el nivel de 1986, p/ los demás países el de ese año es precisa// el nivel establecido
de «congelación» del consumo, debiéndose reducir progresiva// éste hasta el 50 por 100 p/ 1998. Un grupo internacional de
expertos evalúa periódica// las medidas estatales de control y los Estados partes deben comunicar anual// los datos
relevantes al Secretariado de la Convención de Viena. El protocolo de Montreal ha sido ya enmendado en dos ocasiones: en
Londres en 1990 y en Copenhague en 1992 y por la 9ª reunión de las partes, de 1997. Además, las partes han adoptado
varios «ajustes» relativos a las sustancias controladas. Las enmiendas a los niveles de reducción son obligatorias incluso p/
las partes que voten en contra, si han sido adoptadas por una mayoría de dos tercios de los presentes y votantes junto con
una mayoría combinada de países desarrollados y en desarrollo.
Los diferentes proyectos y actividades dirigidos a proteger la capa de ozono pueden ser financiados por el Fondo p/ el
Medio Ambiente Mundial reestructurado (FMAM), creado en 1994, gestionado conjunta// por el B.IR.D., P.N.U.D. y
PN.U.M.A.
2) CALENTAMIENTO GLOBAL Y EFECTO INVERNADERO
Esta exigencia, planteada por la incontrolada emisión a la atmósfera de gases de «efecto invernadero» originados
fundamental// por la combustión en instalaciones industriales y en vehículos a motor, ha sido objeto de una regulación
convencional específica a través de la Convención marco sobre el cambio climático adoptada por la Conferencia de Río de
Janeiro en 1992, aceptada por más de ciento sesenta Estados. Su objetivo último es, según su art. 1:
"lograr la estabilización de las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera a un nivel que impida
interferencias antropógenas peligrosas en el sistema climático. Ese nivel debería lograrse en un plazo suficiente p/ permitir
que los ecosistemas se adapten natural// al cambio climático, asegurar que la producción de alimentos no se vea amenazada
y permitir que el desarrollo económico prosiga de manera sostenible".
En efecto, recordando que «los cambios del clima de la Tierra son una preocupación común de toda la Humanidad», el
Convenio afirma expresa// que las Partes deberían proteger el sistema climático en beneficio de las generaciones presentes y
futuras sobre la base de la equidad y de conformidad con responsabilidades comunes.
P/ ello, los Estados han creado un marco institucional y de procedimiento que permite ir progresiva// adoptando
acuerdos ejecutivos. El Tratado, además de alentar a las Partes a compartir tecnología y a cooperar por otros medios a fin de
limitar las emanaciones de los gases termoactivos, exige que se lleve a cabo una labor de investigación, observación y
recopilación de datos sobre el clima y crea un órgano subsidiario de «asesoramiento científico y técnico» p/ ayudar a los
gobiernos a decidir sus acciones futuras. Cada Estado Parte debe además presentar un «inventario» de las fuentes nacionales
de las emisiones de gases y de los «sumideros» nacionales que absorben dichos gases. Esos inventarios deben actualizarse
periódica// y hacerse públicos.
La regulación anterior diferencia entre las obligaciones y dchos de las Partes según su grado de desarrollo y según las
respectivas capacidades de acción y la necesidad en que se encuentren. Des-taca la previsión de que se cree un «Mecanismo
financiero» p/ el suministro de rec financieros a los países en desarrollo, a título de subvención o en condiciones de favor p/
apoyar la transferencia de tecnología. Ese mecanismo reestructurado constituye el ya señalado F.M.A.M.
En abril de 1995 la primera Conferencia de las Partes adoptó el «Mandato de Berlín», es decir, una serie de decisiones
ejecutivas de aplicación de la Convención, orientándose a establecer límites concretos de emisiones de gases termoactivos,
que debían ser negociados urgente//. Tras la Conferencia de Ginebra (1996), la tercera Conferencia de las Partes adoptó el
Protocolo de Kioto (1997), según el cual aquéllas, individual o conjunta//, se obligan a que las emisiones de seis gases
determinados no excedan ya de cierto límite desde el período entre los años 2008 y 2012. El Protocolo establece un
mecanismo de seguimiento e introduce normas p/ flexibilizar el cumplimiento: «permisos negociables de emisión»,
fórmulas de «cumplimiento conjunto» y un «mecanismo de desarrollo limpio» que admite las «unidades de reducción
certificada de emisiones»; adquiribles por una parte p/ contribuir al cumplimiento de sus obligaciones. Los países en vías de
desarrollo reciben un trato favorable. Se prevé la entrada en vigor del Protocolo p/ el año 2002 aunque los esfuerzos de la
Sexta Conferencia de las partes p/ hacer operativas las medidas de reducción de las emisiones (2000) se han visto en gran
medida bloqueados por la oposición del gobierno norteamericano del presidente Bush.
41
BOLILLA 11
LOS ÓRGANOS DE LAS RELACIONES INTERNACIONALES
A) ÓRGANOS DE REPRESENTACIÓN:
El Estado p/ actuar en el ámbito intern necesita de personas físicas que son las máximas autoridades del Estado, y entre
ella tenemos al Jefe de Estado, Jefe de Gobierno y Ministro de Relaciones Exteriores. Dichos órganos se rigen por la
costumbre intern.
Además, quienes representan son los Agentes Diplomáticos regulados en la Conv. De Viena sobre Relaciones
Diplomáticas de 1961; y también los Agentes consulares regulados por la Conv. De Viena sobre Relaciones consulares de
1963. En este sentido existe el Dcho de Legación, el cual su aspecto activo se refiere cuando el E envía a una pers a otro E
(E acreditante); y su aspecto pasivo es cuando un E lo recibe (E receptor). Dicho dcho se rige por el pcpio de autonomía de
la libertad, c/ facultad de cada uno de los E. tiene un origen remoto, pero ya en la E. Media se consolida de manera
permanente y p/ el s. XIV se consolida c/ dcho. Final// en el s. XX se cristaliza en tratados y Convenciones.
En un plano inferior se encuentra el Ministro de Relaciones Exteriores, quien también tiene potestad plena en el ámbito
intern, pero son simples ejecutores de la política exterior (no la definen, sino que la ejecutan).
En sistemas presidencialistas c/ el nuestro el Jefe de Estado y de Gobierno son lo mismo. En cambio, en el sistema
monárquico se diferencian, ya que al Jefe de E le corresponde la representación política y el Jefe de E es la máxima
autoridad, teniendo potestad plena p/ actuar en el plano intern y además es quien fija la política exterior.
Debido a su composición colectiva y a su naturaleza de persona jurídica, los sujetos de DI (Estados u Organizaciones
intern) sólo pueden relacionarse entre sí mediante los órganos de las relaciones intern, personas o conjuntos de personas que
obran en nombre del sujeto al que representan, cumpliendo o violando las oblig intern y ejercitando los dchos de éste.
Los órganos de las relaciones intern pueden clasificarse siguiendo varios criterios. 1º atendiendo a la naturaleza del sujeto
al que representan, pueden ser o no estatales (c/ los agentes de las Organizaciones intern). 2º por su composición, pueden
ser individuales o colegiados. 3º por el número de sujetos a los que representan.
Las funciones de los agentes estatales pueden ser múltiples, pero todas ellas están directa// relacionadas con las relaciones
diplomáticas (normal// de paz). Estos órganos están protegidos por la Convención de Nueva York sobre la prevención y
castigo de delitos contra las personas protegidas, inclusive los Agentes diplomáticos, de 1973. Y todos estos órganos tienen
los privilegios e inmunidades.
B) LOS ÓRGANOS CENTRALES: LA DIPLOMACIA DIRECTA
Aunque los Estados son libres de señalar en su Dcho interno cuáles son los órganos competentes p/ gestionar sus rel
intern, los órganos que cumplen funciones de especial relevancia intern suelen coincidir en la mayoría de los E. De ellos, los
pcpales son el Jefe del E, el Jefe del Gobierno, el Ministro de Asuntos Exteriores y los Agentes diplomáticos y consulares.
Tales órganos del sujeto intern, c/ por ejemplo el Jefe del Estado, tienen origen y carácter internos, pero no sólo ejercen
funciones internas, sino también intern, por lo que se ha podido hablar de la existencia de un «desdoblamiento funcional».
Su carácter interno les distingue de la figura jurídica de la representación intern, en cuyo caso el órgano es independiente
del Estado en cuyo nombre obra.
La duplicidad de sus funciones, general// internas e intern a la vez, plan-tea el problema de hasta qué punto tales funciones
están reglamentadas por el Dcho interno o el intern. En principio corresponde al D.I. determinar o reconocer cuáles son los
individuos o los grupos de ellos que tienen la condición de órganos de los sujetos intern y la facultad de hacer
manifestaciones de voluntad que le sean imputables, pero por otra parte cada sujeto intern tiene la facultad de determinar en
su propio Dcho interno cuáles son los órganos y las personas que mediante una relación orgánica tienen la facultad de actuar
en su nombre y cuáles son sus competencias respectivas.
A) EL JEFE DEL ESTADO Y EL JEFE DE GOBIERNO
El Jefe del Estado es el órgano de superior categoría política y administrativa del Estado.
a) Corresponde al Dcho interno establecer su procedimiento de designación y sus competencias, incluso respecto de las
relaciones intern. En el régimen absolutista era el órgano normal y único capaz de vincular intern// a su Estado. A partir de
la Revolución francesa la soberanía es ejercida en nombre del pueblo y su importancia intern deja de ser única y decisiva.
También influye en ello la superación de la concepción patrimonial del Estado. La concepción de la soberanía nacional, y
sobre todo la teoría de la división de poderes, influyen de manera notable en la configuración del ejercicio de las facultades
del Jefe del Estado, que quedan muy limitadas en las democracias parlamentarias, en las que el Jefe de Gobierno adquiere
en las relaciones exteriores una enorme relevancia y la plena autoridad p/ representar a su país en los asuntos intern.
Será el Dcho interno de cada Estado el que establezca las facultades concretas del Jefe del Estado o del Jefe de Gobierno
en sus relaciones con otros Estados.
En líneas generales, tales competencias del Jefe del Estado en el plano intern consisten en el llamado ius representationis
omnimodae, esto es, la alta dirección de la política exterior, la ratificación o la adhesión a los Tratados, el poder de declarar
la guerra y de concluir la paz, la facultad de enviar y recibir agentes diplomáticos y nombrar los consulares, así c/ el de
r
conceder el exequátur a los cónsules extranjeros. En general, cor esponde al Jefe del Estado la competencia de declarar la
voluntad del E respecto de los otros Estados, aunque la competencia p/ formar la referida voluntad le es atribuida general//
por los ordenamientos internos en colaboración con otros órganos del E, c/ el Gobierno y las Cortes, Cámaras o Senado.
Así, en los regímenes dualistas, la dirección y coordinación de la acción política del país —en la que queda incluida la
política exterior— son competencia del Jefe de Gobierno, que en consecuencia es el superior jerárquico del Ministerio de
Asuntos Exteriores.
b) Pero el DI tiene también en cuenta al Jefe del Estado.
Por un lado, el art. 7.2 de la Convención de Viena sobre el Dcho de los Tratados de I969 incluye al Jefe del Estado —junto
al Jefe de Gobierno y al Ministro de Asuntos Exteriores— entre los órganos que, en virtud de sus funciones, se consideran
que vinculan a su Estado en materia de tratados sin tener que presentar plenos poderes.
Por otro lado, el art. I3 del Reglamento del Consejo de Seguridad de las NU, aunque exige que cada miembro del Consejo
de Seguridad ha de estar representado en las reuniones del mismo por un representante acreditado, añade que «El Jefe de
Gobierno o el Ministro de Relaciones Exteriores de cada miembro del Consejo de Seguridad tendrán dcho a ocupar un
asiento en el Consejo de Seguridad sin presentar credenciales».
Cuando el Jefe del Estado visita un Estado extranjero, goza intern// de un status privilegiado en virtud de la nec de
otorgarle unos medios p/ ejercer de forma independiente sus funciones, y no, c/ se afirmó en épocas pasadas, en virtud de la
ficción de la extraterritorialidad.
Tales privilegios e inmunidades están contenidos en dos clases de fuentes: consuetudinarias y convencionales.
Primero, en normas consuetudinarias intern. Sus privilegios e inmunidades cuando visita un Estado extranjero son: a )
Respecto a su inviolabilidad personal está exento de cualquier medida coercitiva que se extiende a su familia y séquito y a
su residencia, propiedades, equipaje y correspondencia. Se le debe, además, protección material, y normal// en los diferentes
Dchos internos se le otorga protección especial contra cualquier ataque. b) La inmunidad de jurisdicción penal se concreta
en que no cabe arrestarlo ni citarlo siquiera ante un Tribunal. La inmunidad abarca incluso a la jurisdicción de simple
policía, y no puede ser objeto de multas. c) La inmunidad de jurisdicción civil es, sin embargo, más discutida. En general, se
distingue entre actos iure imperii, es decir, realizados en el ejercicio de sus funciones, que quedan exentos, y los actos
privados, sobre los que se suele negar la inmunidad. Habrá que recurrir a la práctica de cada uno de los Estados en esta
material. d) Otros privilegios se le otorgan al Jefe del Estado, tales c/ la exoneración de impuestos personales, de consumo y
similares, c/ los aduaneros, ya que le está permitido importar todos los objetos que necesite p/ su estancia, recepciones, re-
galos, etc., sin pago de tasas.
Entre sus privilegios encontramos la posibilidad de ejercer en el extranjero funciones propias de su cargo y tomar
decisiones que tengan repercusión fuera del territorio del E visitado.
Si bien es cierto que tras el cese en su cargo se le reconocen al Jefe del Estado ciertas ventajas, por razones de cortesía, los
privilegios e inmunidades jurídica// consagrados a los que hemos hecho referencia duran exclusiva// mientras permanece en
el cargo. Este principio, ha sido afirmado normativa y jurisprudencial// a finales del siglo XX.
Por su parte, en el asunto Pinochet, y frente a la pretensión de sus abogados de que, c/ antiguo Jefe de Estado chileno,
Augusto Pinochet Ugarte gozaba de inmunidad ante los tribunales extranjeros, la Cámara de los Lores británica tuvo
ocasión de recordar que actos c/ los cometidos por el acusado en modo alguno cabía incluirlos en el desempeño normal de
la más alta magistratura de un Estado.
En segundo lugar, señalábamos que, los privilegios e inmunidades del Jefe del Esta-do en visita están también contenidos
en normas convencionales. La Convención sobre Misiones especiales, aprobada por la AG de N.U. en 1969, dispone en su
art. 21: «El Jefe del E que envía, cuando encabece una misión especial, gozará en el E receptor o un tercer E de las
facilidades y de los privilegios e inmunidades reconocidos por el DI a los Jefes de E en visita oficial.»
El conjunto de inmunidades y privilegios que el DI consuetudinario otorga al Jefe del Estado se extiende subsiguiente// a
los Jefes de Gobierno que visiten un país extranjero oficial o privada//. El mismo art. 2I.2 de la Convención sobre Misiones
Especiales, establece que el Jefe de Gobierno, junto con el Ministro de Asuntos Exteriores y demás personalidades de rango
ele-vado, «Cuando participen en misión especial del Estado que envía, gozarán en el Estado receptor o en un tercer Estado
[...], de las facilidades y de los privilegios e inmunidades reconocidas por el DI», status, privilegiado que viene a ser similar
al del Jefe del Estado.
B) EL MINISTRO DE ASUNTOS EXTERIORES
Existen síntomas de la importancia creciente del Ministro de Asuntos Exteriores en el profunda// internizado mundo de
hoy. Primero, el aumento de los acuerdos en forma simplificada en la práctica de los Estados y en los que la firma del
Ministro de Asuntos Exteriores es habitual. Segundo, la existencia dentro de las Organizaciones intern de órganos formados
por los Ministros de Asuntos Exteriores, c/ en el Consejo de Europa, en la O.E.A. (Reuniones consultivas de Ministros de
Asuntos Exteriores) y en el A.N.Z.U.S.
a) Con distintos matices que dependen del Dcho interno y los regímenes políticos, el Ministro de Asuntos Exteriores, bajo
la dependencia del Jefe del Estado o del Gobierno, dirige el Ministerio de Asuntos Exteriores y la rama
administrativa que lleva a cabo la política exterior y se encuentra al frente de la diplomacia de su país.
Corresponden al Dcho interno la reglamentación de sus funciones y la organización del Ministerio del que es el jefe. Es
normal que el Dcho interno le conceda competencia p/ hacer declaraciones de voluntad en nombre del Estado en el campo
de las relaciones exteriores.
El nombramiento y cese del Ministro de Asuntos Exteriores es habitual// comunicado por carta del propio Ministro al
Artículo 9
1. El Estado receptor podrá, en cualquier momento y sin tener que exponer los motivos de su decisión, comunicar al
Estado acreditante que el jefe u otro miembro del personal diplomático de la misión es persona non grata, o que cualquier
otro miembro del personal de la misión no es aceptable. El Estado acreditante retirará entonces a esa persona o pondrá
término a sus funciones en la misión, según proceda. Toda persona podrá ser declarada non grata o no aceptable antes de su
llegada al territorio del Estado receptor.
2. Si el Estado acreditante se niega a ejecutar o no ejecuta en un plazo razonable las obligaciones que le incumben a tenor
de lo dispuesto en el párrafo 1, el Estado receptor podrá negarse a reconocer c/ miembro de la misión a la persona de que se
trate.
Hay que aclarar que cuando no sean agentes diplomáticos el término que se usa es “no aceptable”. A lo que se pone fin es
a la actuación de una persona, NO a la misión.
FUNCIONES DE LA MISIÓN
Artículo 3: 1. Las funciones de una misión diplomática consisten principal// en:
a. representar al Estado acreditante ante el Estado receptor;
b. proteger en el Estado receptor los intereses del Estado acreditante y los de sus nacionales, dentro de los límites
permitidos por el DI;
c. negociar con el gobierno del Estado receptor;
d. enterarse por todos los medios lícitos de las condiciones y de la evolución de los acontecimientos en el Estado receptor
e informar sobre ello al gobierno del Estado acreditante;
e. fomentar las relaciones amistosas y desarrollar las relaciones económicas, culturales y científicas entre el E acreditante
y el E receptor. (cooperación en sentido amplio).
2. Ninguna disposición de la presente Convención se interpretará de modo que impida el ejercicio de funciones consulares
por la misión diplomática.
Limitación de número: Artículo 11
1. A falta de acuerdo explícito sobre el número de miembros de la misión, el Estado receptor podrá exigir que ese número
este dentro de los límites de lo que considere que es razonable y normal, según las circunstancias y condiciones de ese
Estado y las necesidades de la misión de que se trate.
2. El Estado receptor podrá también, dentro de esos límites y sin discriminación alguna, negarse a aceptar funcionarios de
una determinada categoría.
FIN
Artículo 43: Las funciones del agente diplomático terminarán, principal//:
a. cuando el Estado acreditante comunique al Estado receptor que las funciones del agente diplomático han terminado;
b. cuando el Estado receptor comunique al Estado acreditante que, de conformidad con el párrafo 2 del artículo 9, se niega
a reconocer al agente diplomático c/ miembro de la misión.
Artículo 44: El Estado receptor deberá, aún en caso de conflicto armado, dar facilidades p/ que las personas que gozan de
privilegios e inmunidades y no sean nacionales del Estado receptor, así c/ los miembros de sus familias, sea cual fuere su
nacionalidad, puedan salir de su territorio lo más pronto posible. En especial, deberá poner a su disposición, si fuere
necesario, los medios de transporte indispensables p/ tales personas y sus bienes.
Artículo 45 (fin de la misión en cuanto tal). En caso de ruptura de las relaciones diplomáticas entre dos Estados, o si se
pone término a una misión de modo definitivo o temporal:
a. el Estado receptor estará obligado a respetar y a proteger, aún en caso de conflicto armado, los locales de la misión así c/
sus bienes y archivos;
b. el Estado acreditante podrá confiar la custodia de los locales de la misión, así c/ de sus bienes y archivos, a un tercer
Estado aceptable p/ el Estado receptor;
c. el Estado acreditante podrá confiar la protección de sus intereses y de los intereses de sus nacionales a un tercer Estado
aceptable p/ el Estado receptor.
PRIVILEGIOS E INMUNIDADES
Artículo 20
La misión y su jefe tendrán dcho a colocar la bandera y el escudo del E acreditante en los locales de la misión, incluyendo
la residencia del jefe de la misión y en los medios de transporte de éste.
Artículo 21
1. El Estado receptor deberá, sea facilitar la adquisición en su territorio de conformidad con sus propias leyes, por el
Estado acreditante, de los locales necesarios p/ la misión, o ayudar a éste a obtener alojamiento de otra manera.
2. Cuando sea necesario, ayudará también a las misiones a obtener alojamiento adecuado p/ sus miembros.
Artículo 22
1. Los locales de la misión son inviolables. Los agentes del Estado receptor no podrán penetrar en ellos sin consentimiento
del jefe de la misión.
2. El Estado receptor tiene la obligación especial de adoptar todas las medidas adecuadas p/ proteger los locales de la
misión contra toda intrusión o daño y evitar que se turbe la tranquilidad de la misión o se atente contra su dignidad.
3. Los locales de la misión, su mobiliario y demás bienes situados en ellos, así c/ los medios de transporte de la misión, no
podrán ser objeto de ningún registro, requisa, embargo o medida de ejecución.
Artículo 23
1. El Estado acreditante y el jefe de la misión están exentos de todos los impuestos y gravámenes nacionales, regionales o
municipales, sobre los locales de la misión de que sean propietarios o inquilinos, salvo de aquellos impuestos o gravámenes
que constituyan el pago de servicios particulares prestados.
2. La exención fiscal a que se refiere este artículo no se aplica a los impuestos y gravámenes que, conforme a las
disposiciones legales del Estado receptor, estén a cargo del particular que contrate con el Estado acreditante o con el jefe de
la misión.
Artículo 24: Los archivos y documentos de la misión son siempre inviolables, dondequiera que se hallen.
Artículo 25: El Estado receptor dará toda clase de facilidades p/ el desempeño de las funciones de la misión.
Artículo 26: Sin perjuicio de sus leyes y reglamentos referentes a zonas de acceso prohibido y reglamentado por razones
de seguridad nacional, el Estado receptor garantizará a todos los miembros de la misión la libertad de circulación y de
tránsito por su territorio.
Artículo 27
1. El Estado receptor permitirá y protegerá la libre comunicación de la misión p/ todos los fines oficiales. P/ comunicarse
con el gobierno y con las demás misiones y consulados del Estado acreditante, dondequiera que se radiquen, la misión
podrá emplear todos los medios de comunicación adecuados, entre ellos los correos diplomáticos y los mensajes en clave o
en cifra. Sin embargo, única// con el consentimiento del Estado receptor podrá la misión instalar y utilizar una emisora de
radio.
2. La correspondencia oficial de la misión es inviolable. Por correspondencia oficial se entiende toda correspondencia
concerniente a la misión y a sus funciones. (tb el correo diplomático)
3. La valija diplomática no podrá ser abierta ni retenida.
4. Los bultos que constituyan la valija diplomática deberán ir provistos de signos exteriores visibles indicadores de su
carácter y sólo podrán contener documentos diplomáticos u objetos de uso oficial.
5. El correo diplomático, que debe llevar consigo un documento oficial en el que conste su condición de tal y el número
de bultos que constituyan la valija, estará protegido, en el desempeño de sus funciones, por el Estado receptor. Gozará de
inviolabilidad personal y no podrá ser objeto de ninguna forma de detención o arresto.
6. El Estado acreditante o la misión podrán designar correos diplomáticos ad hoc. En tales casos se aplicarán también las
disposiciones del párrafo 5 de este Artículo, pero las inmunidades en él mencionadas dejarán de ser aplicables cuando dicho
correo haya entregado al destinatario la valija diplomática que se le haya encomendado.
7. La valija diplomática podrá ser confiada al comandante de una aeronave comercial que haya de aterrizar en un
aeropuerto de entrada autorizado. El comandante deberá llevar consigo un documento oficial en el que conste el número de
bultos que constituyan la valija, pero no podrá ser considerado c/ correo diplomático. La misión podrá enviar a uno de sus
miembros, a tomar posesión directa y libre// de la valija diplomática de manos del comandante de la aeronave.
Artículo 28: Los dchos y aranceles que perciba la misión por actos oficiales están exentos de todo impuesto y gravamen.
Artículo 29: La persona del agente diplomático es inviolable. No puede ser objeto de ninguna forma de detención o
arresto. El Estado receptor le tratará con el debido respeto y adoptará todas las medidas adecuadas p/ impedir cualquier
atentado contra su persona, su libertad o su dignidad.
Artículo 30
1. La residencia particular del agente diplomático goza de la misma inviolabilidad y protección que los locales de la
misión.
2. Sus documentos, su correspondencia y, salvo lo previsto en el párrafo 3 del Artículo 31, sus bienes, gozarán igual// de
inviolabilidad.
Artículo 31
1. El agente diplomático gozará de inmunidad de la jurisdicción penal del Estado receptor. Gozará también de inmunidad
de su jurisdicción civil y administrativa, excepto si se trata:
a. de una acción real sobre bienes inmuebles particulares radicados en el territorio del Estado receptor, a menos que el
agente diplomático los posea por cuenta del Estado acreditante p/ los fines de la misión; b. de una acción sucesoria en la que
el agente diplomático figure, a título privado y no en nombre del Estado acreditante, c/ ejecutor testamentario,
administrador, heredero o legatario; c. de una acción referente a cualquier actividad profesional o comercial ejercida por el
agente diplomático en el Estado receptor, fuera de sus funciones oficiales.
2. El agente diplomático no está obligado a testificar.
3. El agente diplomático no podrá ser objeto de ninguna medida de ejecución, salvo en los casos previstos en los incisos a,
b y c del párrafo 1 de este artículo y con tal de que no sufra menoscabo la inviolabilidad de su persona o de su residencia.
4. La inmunidad de jurisdicción de un agente diplomático en el Estado receptor no le exime de la jurisdicción del Estado
acreditante.
Artículo 32
1. El Estado acreditante puede renunciar a la inmunidad de jurisdicción de sus agentes diplomáticos y de las personas que
gocen de inmunidad conforme al Artículo 37.
2. La renuncia ha de ser siempre expresa.
3. Si un agente diplomático o una persona que goce de inmunidad de jurisdicción conforme al artículo 37 entabla una
acción judicial, no le será permitido invocar la inmunidad de jurisdicción respecto de cualquier reconvención directa//
ligada a la demanda principal.
4. La renuncia a la inmunidad de jurisdicción respecto de las acciones civiles o administrativas no ha de entenderse que
entraña renuncia a la inmunidad en cuanto a la ejecución del fallo, p/ lo cual será necesaria una nueva renuncia.
Artículo 33
1. Sin perjuicio de las disposiciones del párrafo 3 de este artículo, el agente diplomático estará, en cuanto a los servicios
prestados al Estado acreditante, exento de las disposiciones sobre seguridad social que estén vigentes en el Estado receptor.
2. La exención prevista en el párrafo 1 de este artículo se aplicará también a los criados particulares que se hallen al
servicio exclusivo del agente diplomático, a condición de que:
a. no sean nacionales del Estado receptor o no tengan en él residencia permanente; y b. estén protegidos por las
disposiciones sobre seguridad social que estén vigentes en el Estado acreditante o en un tercer Estado.
3. El agente diplomático que emplee a personas a quienes no se aplique la exención prevista en el párrafo 2 de este
artículo, habrá de cumplir las obligaciones que las disposiciones sobre seguridad social del Estado receptor impongan a los
empleadores.
4. La exención prevista en los párrafos 1 y 2 de este Artículo no impedirá la participación voluntaria en el régimen de
seguridad social del Estado receptor, a condición de que tal participación esté permitida por ese Estado.
5. Las disposiciones de este artículo se entenderán sin perjuicio de los acuerdos bilaterales o multilaterales sobre
seguridad social ya concertados y no impedirán que se concierten en lo sucesivo acuerdos de esa índole.
Artículo 34: El agente diplomático estará exento de todos los impuestos y gravámenes personales o reales, nacionales,
regionales o municipales, con excepción:
a. de los impuestos indirectos de la índole de los normal// incluidos en el precio de las mercaderías o serv; b. de los
impuestos y gravámenes sobre los bs inmuebles privados que radiquen en el territorio del E receptor, a menos que el agente
diplomático los posea por cuenta del E acreditante y p/ los fines de la misión; c. de los impuestos sobre las sucesiones que
corresponda percibir al E receptor, salvo lo dispuesto en el párr 4 del art 39; d. de los impuestos y gravámenes sobre los
ingresos privados que tengan su origen en el E receptor y de los impuestos sobre el capital que graven las inversiones
efectuadas en empresas comerciales en el E receptor; e. de los impuestos correspondientes a serv particulares prestados; f.
salvo lo dispuesto en el art 23, de los dchos de registro, aranceles judiciales, hipoteca y timbre, cdo se trate de bs inmuebles.
Artículo 35: El Estado receptor deberá eximir a los agentes diplomáticos de toda prestación personal, de todo servicio
público cualquiera que sea su naturaleza y de cargas militares tales c/ las requisiciones, las contribuciones y los
alojamientos militares.
Artículo 36
1. El Estado receptor, con arreglo a las leyes y reglamentos que promulgue, permitirá la entrada, con exención de toda
clase de dchos de aduana, impuestos y gravámenes conexos, salvo los gastos de almacenaje, acarreo y servicios análogos:
a. de los objetos destinados al uso oficial de la misión; b. de los objetos destinados al uso personal del agente diplomático
o de los miembros de su familia que formen parte de su casa, incluidos los efectos destinados a su instalación.
2. El agente diplomático estará exento de la inspección de su equipaje personal, a menos que haya motivos fundados p/
suponer que contiene objetos no comprendidos en las exenciones mencionadas en el párr 1, u objetos cuya importación o
exportación esté prohibida por la legislación del E receptor o sometida a sus reglamentos de cuarentena. En este caso, la
inspección sólo se podrá efectuar en presencia del agente diplomático o de su representante autorizado.
Artículo 37
1. Los miembros de la familia de un agente diplomático que formen parte de su casa gozarán de los privilegios e
inmunidades especificados en los artículos 29 a 36, siempre que no sean nacionales del Estado receptor.
2. Los miembros del personal administrativo y técnico de la misión, con los miembros de sus familias que formen parte de
sus respectivas casas, siempre que no sean nacionales del Estado receptor ni tengan en él residencia permanente, gozarán de
los privilegios e inmunidades mencionados en los artículos 29 a 35, salvo que la inmunidad de la jurisdicción civil y
administrativa del Estado receptor especificada en el párrafo 1 del artículo 31, no se extenderá a los actos realizados fuera
del desempeño de sus funciones. Gozarán también de los privilegios especificados en el párrafo 1 del artículo 36, respecto
de los objetos importados al efectuar su primera instalación.
3. Los miembros del personal de servicio de la misión que no sean nacionales del Estado receptor ni tengan en él
residencia permanente, gozarán de inmunidad por los actos realizados en el desempeño de sus funciones, de exención de
impuestos y gravámenes sobre los salarios que perciban por sus servicios y de la exención que figure en el artículo 33.
4. Los criados particulares de los miembros de la misión, que no sean nacionales del E receptor ni tengan en él residencia
permanente, estarán exentos de impuestos y gravámenes sobre los salarios que perciban por sus serv. A otros respectos, sólo
gozarán de privilegios e inmunidades en la medida reconocida por dicho E. No obstante, el E receptor habrá de ejercer su
jurisdicción sobre esas personas de modo que no estorbe indebida// el desempeño de las funciones de la misión.
Artículo 38
1. Excepto en la medida en que el Estado receptor conceda otros privilegios e inmunidades, el agente diplomático que sea
nacional de ese Estado o tenga en él residencia permanente sólo gozará de inmunidad de jurisdicción e inviolabilidad por
los actos oficiales realizados en el desempeño de sus funciones.
2. Los otros miembros de la misión y los criados particulares que sean nacionales del E receptor o tengan en él su
residencia permanente, gozarán de los privilegios e inmunidades única// en la medida en que lo admita dicho E. No
obstante, el E receptor habrá de ejercer su jurisdicción sobre esas personas de modo que no estorbe indebida// el desempeño
de las funciones de la misión.
Artículo 39
1. Toda persona que tenga dcho a privilegios e inmunidades gozará de ellos desde que penetre en el territorio del Estado
receptor p/ tomar posesión de su cargo o, si se encuentra ya en ese territorio, desde que su nombramiento haya sido
comunicado al Ministerio de Relaciones Exteriores o al Ministerio que se haya convenido.
2. Cuando terminen las funciones de una persona que goce de privilegios e inmunidades, tales privilegios e inmunidades
cesarán normal// en el momento en que esa persona salga del país o en el que expire el plazo razonable que le haya sido
concedido p/ permitirle salir de él, pero subsistirán hasta entonces, aún en caso de conflicto armado. Sin embargo, no cesará
la inmunidad respecto de los actos realizados por tal persona en el ejercicio de sus funciones c/ miembro de la misión.
3. En caso de fallecimiento de un miembro de la misión, los miembros de su familia continuarán en el goce de los
privilegios e inmunidades que les correspondan hasta la expiración de un plazo razonable en el que puedan abandonar el
país.
4. En caso de fallecimiento de un miembro de la misión que no sea nacional del Estado receptor ni tenga en él residencia
permanente, o de un miembro de su familia que forme parte de su casa, dicho Estado permitirá que se saquen del país los
bienes muebles del fallecido, salvo los que hayan sido adquiridos en él y cuya exportación se halle prohibida en el momento
del fallecimiento. No serán objeto de impuestos de sucesión los bienes muebles que se hallaren en el Estado receptor por el
solo hecho de haber vivido allí el causante de la sucesión c/ miembro de la misión o c/ persona de la familia de un miembro
de la misión.
Artículo 40
1. Si un agente diplomático atraviesa el territorio de un tercer Estado que le hubiere otorgado el visado del pasaporte si tal
visado fuere necesario, o se encuentra en él p/ ir a tomar posesión de sus funciones, p/ reintegrarse a su cargo o p/ volver a
su país, el tercer Estado le concederá la inviolabilidad y todas las demás inmunidades necesarias p/ facilitarle el tránsito o el
regreso. Esta regla será igual// aplicable a los miembros de su familia que gocen de privilegios e inmunidades y acompañen
al agente diplomático o viajen sep/da// p/ reunirse con él o regresar a su país.
2. En circunstancias análogas a las previstas en el párrafo 1 de este artículo, los terceros Estados no habrán de dificultar el
paso por su territorio de los miembros del personal administrativo y técnico, del personal de servicio de una misión o de los
miembros de sus familias.
3. Los terceros Estados concederán a la correspondencia oficial y a otras comunicaciones oficiales en tránsito, incluso a
los despachos en clave o en cifra, la misma libertad y protección concedida por el Estado receptor. Concederán a los correos
diplomáticos a quienes hubieren otorgado el visado del pasaporte si tal visado fuere necesario, así c/ a las valijas
diplomáticas en tránsito, la misma inviolabilidad y protección que se halla obligado a prestar el Estado receptor.
4. Las obligaciones de los terceros E en virtud de los párr 1, 2 y 3 de este art serán tb aplicables a las personas
mencionadas respectiva// en esos párrafos, así c/ a las comunicaciones oficiales y a las valijas diplomáticas, que se hallen en
el territorio del tercer Estado a causa de fuerza mayor.
Artículo 41
1. Sin perjuicio de sus privilegios e inmunidades, todas las personas que gocen de esos privilegios e inmunidades deberán
respetar las leyes y reglamentos del Estado receptor. También están obligados a no inmiscuirse en los asuntos internos de
ese Estado.
2. Todos los asuntos oficiales de que la misión esté encargada por el Estado acreditante han de ser tratados con el
Ministerio de Relaciones Exteriores del Estado receptor por conducto de él, o con el Ministerio que se haya convenido.
3. Los locales de la misión no deben ser utilizados de manera incompatible con las funciones de la misión tal c/ están
enunciadas en la presente Convención, en otras normas del DI general o en los acuerdos particulares que estén en vigor
entre el Estado acreditante y el Estado receptor.
2. El Estado que envía podrá izar su bandera y poner su escudo en el edificio ocupado por la oficina consular, en su puerta
de entrada, en la residencia del jefe de la oficina consular y en sus medios de transporte, cuando éstos se utilicen p/ asuntos
oficiales.
3. Al ejercer los dchos reconocidos por este artículo, se tendrán en cuenta las leyes, los reglamentos y los usos del Estado
receptor.
Artículo 30: LOCALES
1. El Estado receptor deberá facilitar, de conformidad con sus leyes y reglamentos, la adquisición en su territorio por el
Estado que envía de los locales necesarios p/ la oficina consular, o ayudarle a obtenerlos de alguna otra manera.
2. Cdo sea nec, ayudará tb a la oficina consular a conseguir aloja- adecuado p/ sus miembros.
Artículo 31: INVIOLABILIDAD DE LOS LOCALES CONSULARES
1. Los locales consulares gozarán de la inviolabilidad que les concede este artículo.
2. Las autoridades del Estado receptor no podrán penetrar en la parte de los locales consulares que se utilice exclusiva// p/
el trabajo de la oficina consular, salvo con el consentimiento del jefe de la oficina consular, o de una persona que él designe,
o del jefe de la misión diplomática del Estado que envía. Sin embargo, el consentimiento del jefe de oficina consular se
presumirá en caso de incendio, o de otra calamidad que requiera la adopción inmediata de medidas de protección.
3. Con sujeción a las disposiciones del párrafo 2 de este artículo, el Estado receptor tendrá la obligación especial de
adoptar todas las medidas apropiadas p/ proteger los locales consulares, con arreglo a las disposiciones de los párrafos
anteriores, contra toda intrusión o daño y p/ evitar que se perturbe la tranquilidad de la oficina consular o se atente contra su
dignidad.
4. Los locales consulares, sus muebles, los bienes de la oficina consular y sus medios de transporte, no podrán ser objeto
de ninguna requisa, por razones de defensa nacional o de utilidad pública. Si p/ estos fines fuera necesaria la expropiación,
se tomarán las medidas posibles p/ evitar que se perturbe el ejercicio de las funciones consulares y se pagará al Estado que
envía una compensación inmediata, adecuada y efectiva.
Artículo 32: EXENCION FISCAL DE LOS LOCALES CONSULARES
1. Los locales consulares y la residencia del jefe de la oficina consular de carrera de los que sea propietario o inquilino el
Estado que envía, o cualquiera persona que actúe en su representación, estarán exentos de todos los impuestos y gravámenes
nacionales, regionales y municipales, excepto de los que constituyan el pago de determinados servicios prestados.
2. La exención fiscal a que se refiere el párrafo 1 de este artículo, no se aplicará a los impuestos y gravámenes que,
conforme a la legislación del Estado receptor, deba satisfacer la persona que contrate con el Estado que envía o con la
persona que actúe en su representación.
Artículo 33: INVIOLABILIDAD DE LOS ARCHIVOS Y DOCUMENTOS CONSULARES
Los archivos y documentos consulares son siempre inviolables dondequiera que se encuentren.
Artículo 34: LIBERTAD DE TRANSITO
Sin perjuicio de lo dispuesto en sus leyes y reglamentos relativos a las zonas de acceso prohibido o limitado por razones
de seguridad nacional, el Estado receptor garantizará la libertad de tránsito y de circulación en su territorio a todos los
miembros de la oficina consular.
Artículo 35: LIBERTAD DE COMUNICACION
1. El Estado receptor permitirá y protegerá la libertad de comunicación de la oficina consular p/ todos los fines oficiales.
La oficina consular podrá utilizar todos los medios de comunicación apropiados, entre ellos los correos diplomáticos o
consulares, la valija diplomática o consular y los mensajes en clave o cifra, p/ comunicarse con el gobierno, con las
misiones diplomáticas y con los demás consulados del Estado que envía, dondequiera que se encuentren. Sin embargo,
sola// con el consentimiento del E receptor, podrá la oficina consular instalar y utilizar una emisora de radio.
2. La correspondencia oficial de la oficina consular será inviolable. Por correspondencia oficial se entenderá toda
correspondencia relativa a la oficina consular y a sus funciones.
3. La valija consular no podrá ser abierta ni retenida. No obstante, si las autoridades competentes del E receptor tuviesen
rz fundadas p/ creer que la valija contiene algo que no sea la correspondencia, los documentos o los objetos a los que se
refiere el párr 4 de este art, podrán pedir que la valija sea abierta, en su presencia, por un representante autorizado del E que
envía. Si las autoridades del E que envía rechazasen la petición, la valija será devuelta a su lugar de origen.
4. Los bultos que constituyan la valija consular deberán ir provistos de signos exteriores visibles, indicadores de su
carácter, y sólo podrán contener correspondencia y documentos oficiales, u objetos destinados exclusiva// al uso oficial.
5. El correo consular deberá llevar consigo un documento oficial en el que se acredite su condición de tal y el número de
bultos que constituyan la valija consular. Esa persona no podrá ser nacional del Estado receptor ni, a menos que sea nacional
del Estado que envía, residente permanente en el Estado receptor, excepto si lo consiente dicho Estado. En el ejercicio de
sus funciones estará protegida por el Estado receptor. Gozará de inviolabilidad personal y no podrá ser objeto de ninguna
forma de detención o arresto.
6. El Estado que envía, su misión diplomática y sus oficinas consulares podrán designar correos consulares especiales. En
ese caso, serán también aplicables las disposiciones del párrafo 5 de este artículo, con la salvedad de que las inmunidades
que en él se especifican dejarán de ser aplicables cuando dicho correo haya entregado la valija consular a su cargo al
destinatario.
7. La valija consular podrá ser confiada al comandante de un buque, o de una aeronave comercial, que deberá aterrizar en
un aeropuerto autorizado p/ la entrada. Este comandante llevará consigo un documento oficial en el que conste el número de
bultos que constituyan la valija, pero no será considerado c/ correo consular. La oficina consular podrá enviar a uno de sus
miembros a hacerse cargo de la valija, directa y libre// de manos del comandante del buque o de la aeronave, previo acuerdo
con las autoridades locales competentes.
Artículo 36: COMUNICACION CON LOS NACIONALES DEL ESTADO QUE ENVIA
1. Con el fin de facilitar el ejercicio de las funciones consulares relacionadas con los nacionales del Estado que envía:
a) los funcionarios consulares podrán comunicarse libre// con los nacionales del Estado que envía y visitarlos. Los
nacionales del Estado que envía deberán tener la misma libertad de comunicarse con los funcionarios consulares de ese
Estado y de visitarlos;
b) si el interesado lo solicita, las autoridades competentes del Estado receptor deberán informar sin retraso alguno a la
oficina consular competente en ese Estado cuando, en su circunscripción, un nacional del Estado que envía sea arrestado de
cualquier forma, detenido o puesto en prisión preventiva. Cualquier comunicación dirigida a la oficina consular por la
persona arrestada, detenida o puesta en prisión preventiva, le será asimismo transmitida sin demora por dichas autoridades,
las cuales habrán de informar sin dilación a la persona interesada acerca de los dchos que se le reconocen en este apartado;
c) los funcionarios consulares tendrán dcho a visitar al nacional del Estado que envía que se halle arrestado, detenido o en
prisión preventiva, a conversar con él y a organizar su defensa ante los tribunales. Asimismo, tendrán dcho a visitar a todo
nacional del Estado que envía que, en su circunscripción, se halle arrestado, detenido o preso en cumplimiento de una
sentencia. Sin embargo, los funcionarios consulares se abstendrán de intervenir en favor del nacional detenido, cuando éste
se oponga expresa// a ello.
2. Las prerrogativas a las que se refiere el párrafo 1 de este artículo se ejercerán con arreglo a las leyes y reglamentos del
Estado receptor, debiendo entenderse, sin embargo, que dichas leyes y reglamentos no impedirán que tengan pleno efecto
los dchos reconocidos por este artículo.
Artículo 37: INFORMACION EN CASOS DE DEFUNCION, TUTELA, CURATELA,
NAUFRAGIO Y ACCIDENTES AEREOS
Cuando las autoridades competentes del Estado receptor posean la información correspondiente, dichas autoridades
estarán obligadas:
a) a informe sin retraso, en caso de defunción de un nacional del Estado que envía, a la oficina consular en cuya
circunscripción ocurra el fallecimiento;
b) a comunicar sin retraso, a la oficina consular competente, todos los casos en que el nombramiento de tutor o de curador
sea de interés p/ un menor o un incapacitado nacional del Estado que envía. El hecho de que se facilite esa información, no
será obstáculo p/ la debida aplicación de las leyes y reglamentos relativos a esos nombramientos;
c) a informar sin retraso, a la oficina consular más próxima al lugar del accidente, cuando un buque, que tenga la
nacionalidad del Estado que envía, naufrague o encalle en el mar territorial o en las aguas interiores del Estado receptor, o
cuando un avión matriculado en el Estado que envía sufra un accidente en territorio del Estado receptor.
Artículo 38: COMUNICACION CON LAS AUTORIDADES DEL ESTADO RECEPTOR
Los funcionarios consulares podrán dirigirse en el ejercicio de sus funciones:
a) a las autoridades locales competentes de su circunscripción consular;
b) a las autoridades centrales competentes del Estado receptor, siempre que sea posible y en la medida que lo permitan sus
leyes, reglamentos y usos y los acuerdos intern correspondientes.
Artículo 39: DCHOS Y ARANCELES CONSULARES
1. La oficina consular podrá percibir en el territorio del Estado receptor los dchos y aranceles que establezcan las leyes y
reglamentos del Estado que envía p/ las actuaciones consulares.
2. Las cantidades percibidas en concepto de los dchos y aranceles previstos en el párrafo 1 de este artículo y los recibos
correspondientes, estarán exentos de todo impuesto y gravamen en el Estado receptor.
• Los archivos de la oficina consular honoraria sólo gozarán de inviolabilidad en la medida en que estén sep/dos de los
papeles priva-dos de su titular (artículo 61 CVC).
• Las franquicias aduaneras sólo se extienden a los artículos de uso oficial de la oficina consular honoraria (artículo 62
CVC).
• El cónsul honorario no goza de inmunidad de jurisdicción salvo p/ actos vinculados al ejercicio de sus funciones
oficiales. Sólo está exento de prestar testimonio en actos vinculados con sus funciones (artículo 63 CVC).
• La exención fiscal sólo se extiende a los sueldos percibidos por el cónsul honorario en su calidad de tal (artículo 66
CVC).
• La exención de la inscripción de extranjeros o de prestaciones personales de que gozan los funcionarios consulares
honorarios no se ex-tiende a los miembros de su familia ni a los demás miembros de la oficina (artículos 66 y 67 CVC).
Tampoco está prevista la exención de permiso de trabajo o régimen de seguridad social del Estado receptor.
g) Secciones consulares de las misiones diplomáticas
Tanto la Convención de Viena sobre Rel Diplomáticas (art 3.2) c/ aquélla sobre Rel Consulares (art 25) autoriza el
ejercicio de funciones consulares por las misiones diplomáticas. Esta práctica es usual en países que, por razones
económicas, no pueden mantener una Oficina Consular en la capital del Estado receptor sep/da de la Misión diplomática. En
estos casos, ésta habilita una sección consular y asigna a determinados funcionarios p/ el ejercicio de la función consular. C/
estos funcionarios son miembros de la Misión diplomática, estarán protegidos por los privilegios e inmunidades propios de
su calidad.
41
BOLILLA 12
LAS ORGANIZACIONES INTERNACIONALES (OI)
Concepto y Caracteres
Las OI se encuentran en un plano secundario con respecto a los Estados, que ocupan en la comunidad internacional un
lugar preponderante. Aquellas entidades, que han cambiado la estructura exclusiva// interestatal y primaria// bilateral de las
relaciones internacionales, adquirieron notable desarrollo en este siglo.
Llamaremos OI a toda asociación de Estados que adopte una estructura orgánica permanente.
Tienen estas asociaciones cuatro caracteres principales:
• Están compuestas esencial// por Estados;
A diferencia de los organismos no gubernamentales (ONG) contemplados en el art. 71 de la Carta, que sirven de
valiosos auxiliares a la acción de las 0I.
• Son creadas por tratado;
A veces pueden serlo por resolución de una OI ya existente. Otras veces un entendimiento poli tico da lugar al
nacimiento de entidades con características de OI, c/ la Carta de París p/ la nueva Europa, entendimiento político que creó
la CSCE (Conferencia p/ la seguridad y cooperación europeos).
• poseen una estructura orgánica permanente, y
• una personalidad jurídica propia.
Carecen, en cambio, de soberanía, sus competencias les son asignadas por los Estados en los tratados constitutivos y
están al servicio de ciertos intereses comunes de sus miembros, que tienden a satisfacer.
1- Origen y evolución
El fenómeno de las OI es comparativa// nuevo, se remonta 4 principios del siglo XIX. Hasta entonces, el DI público
sólo regulaba las relaciones entre los Estados, que actuaban en forma individual y sep/da; no existían otras categorías de
entes dotado de personalidad propia. Apareció entonces la necesidad de cooperación p/ resolver problemas de carácter
internacional y surgieron los primeros ejemplos de OI.
El nacimiento y desarrollo de las OI reconoce tres períodos bastante bien definidos:
• El primero se ubica entre los años 1815 y 1914, desde el Congreso de Viena, que crea la Comisión central p/ la
navegación del Rin, hasta la Primera Guerra Mundial, que termina con la Sociedad de Naciones. Las tentativas de gobierno
de las Potencias, que se concretaron en las alianzas posteriores al Congreso de Viena, tuvieron forma en el Concierto
europeo y éste significó en los hechos una manera precursora de las OI de nuestro tiempo. Recordemos que el Concierto
celebraba congresos periódicos hasta la década de los años veinte y luego los limitó a las ocasiones en que se hacían
necesarios por las circunstancias políticas del momento. 11 Concierto carecía de una Carta fundamental, de sede y órganos
permanentes. En la segunda mitad del siglo XIX, intervino entre otros en los problemas de expansión colonial (Berlín,
1885), en China y bajo su existencia se celebraron las conferencias de La Haya de 1899 y 1907.
Se desarrolla en lo relativo a la cooperación técnica, c/ ocurrió en el campo de las comunicaciones telegráficas y
postales. La creación de la Unión Telegráfica Internacional en 1865 y de la Unión Postal Gral en 1875 fueron un hito en este
itinerario.
• El segundo se extiende entre las dos Guerras Mundiales. La paz de Versalles del 28 de junio de 1919, contenía los
instrumentos constitutivos de la Sociedad de Naciones y de la OI del Trabajo, primeras instituciones internacionales
permanentes de carácter político y universal.
• El tercero, que va desde la segunda posguerra hasta nuestros días, acentúa la marcada tendencia hacia el
universalismo reflejado en el nacimiento de la Organización de las NU en el año 1945. Compuesta hoy por la gran mayoría
de los países del mundo, la ONU responde a la necesidad de una organización general de Estados, cuyo principal propósito
sigue siendo, al igual que el de su antecesora, el mantenimiento de la paz y de la seguridad internacionales.
2- Clasificación: Existen diversas formas, según la doctrina, de clasificar a las OI; una es hacerlo, c/ Diez de
Velazco./*-
• Por sus fines: la creación de una OI puede responder a fines generales o específicos. En el primer caso, las
organizaciones actúan sin limitación expresa y en el segundo, que es el más común, actúan en ámbitos bien definidos, c/ las
organizaciones de cooperación militar, económica, social, etcétera.
• Por su composición: las hay de vocación universal, abiertas a la participación potencial de todos los Estados (c/ la
Sociedad de las Naciones o la ONU), y regionales c/ la OEA, o aquellas que simple // restringen su participación a un
número limitado de Estados que reúnen ciertas condiciones, c/ la OTAN.
• Por sus competencias: se dividen en 2 grupos: de cooperación o coordinación, c/ la mayor parte de las OI clásicas y
las de integración, surgidas reciente//, que registran una mayor cesión de competencias por parte de los Estados Miembros.
3- Personalidad
La capacidad de las OI p/ adquirir dchos y contraer obligaciones en el plano internacional, así c/ la capacidad p/ hacer
valer los primeros y responder por la violación de las segundas, ha sido in tensa// analizado por la doctrina. Existe hoy
unanimidad en reconocerles personalidad jurídica, que puede estar proyectada en varias direcciones.
Es corriente que la personalidad internacional de las OI sea reconocida no sólo por los miembros, sino también por
otros Estados: así, pueden concluir acuerdos internacionales, y mantener relaciones diplomáticas o cuasi diplomáticas con
los Estados Miembros y con terceros Estados.
Es unánime la aceptación de la personalidad jurídica internacional de las OI, pero diferenciada de la que tienen los
Estados, ya que está limitada por sus fines y por los medios que p/ su obtención establecen sus estatutos fundacionales. Esta
postura encuentra apoyo en el análisis de los tratados constitutivos de las organizaciones, en la práctica internacional y en la
jurisprudencia de los tribunales.
Decisiva en sentido de la aceptación general de la personalidad internacional fue la opinión consultiva de la CIJ, de
1949, expedida por el alto tribunal en relación con la rep/ción de daños sufridos al servicio de las NU. El Conde Folke
Bernadotte, mediador de la ONU en Palestina, fue asesinado en Jerusalén por terroristas judíos. La ONU, que debió pagar
indemnizaciones e incurrir en otros gastos con ese motivo, planteó la cuestión de si tenía capacidad p/ reclamar reparación,
en su nombre y en el de los causa-habientes, del Estado que hubiera sido responsable si el daño hubiera sido causado a otro
Estado, y no a una OI. La Corte se expidió en general sobre la capacidad de obrar de las OI.
"La Corte llega a la conclusión que la Organización es un sujeto de DI, que tiene capacidad p/ ser titular de dchos y
deberes internacionales y que tiene capacidad p/ prevalerse de estos dchos por vía de reclamación internacional."
Tocante la responsabilidad de las 0I, el asunto no ha sido sistemática// estudiado ni tampoco está en la agenda de la CDI
p/ una eventual codificación. Sin embargo, es lógico que la posean y hay indicaciones de que en efecto la tienen: baste
recordar las indemnizaciones acordadas por la ONU a Bélgica y otros Estados cuyos nacionales sufrieron daños con motivo
de las operaciones de las NU en el Congo. En aquella ocasión, la ONU reconoció su responsabilidad internacional y
concluyó acuerdos con los Estados en cuestión p/ ser indemnizados con sumas globales.
4- El Régimen Jurídico aplicable: el Tratado Constitutivo
Por reglas de la organización se entiende, y según dispone el art. 2.1 j), del Convenio de Viena sobre el Derecho de los
tratados de 1986 «en particular los instrumentos constitutivos de la organización, sus decisiones y resoluciones adoptadas de
conformidad con éstos y su práctica establecida». En su comentario a este artículo, que en términos similares figuraba en el
Proyecto final de artículos, la C.D.I. señalaba que las reglas de una organización compren-den en primer lugar, las normas
incorporadas en su carta constitutiva, en segundo lugar, las normas que se han ido desarrollando a partir o en ejecución de
éstas, en forma escrita o en la práctica. Con la expresión práctica establecida se quería prescindir de toda práctica vacilante
o indirecta, pero sin pretender inmovilizarla en un momento determinado de la vida de la organización.
Cada Organización al actuar va a ir engendrando un cuerpo de derecho más o menos desarrollado, al que podemos
definir c/ un «conjunto coherente de normas que regulan el funcionamiento de la O.I., las relaciones entre sus órganos, entre
éstos y los Estados miembros de la O.I. entre los propios Estados miembros y, en supuestos excepcionales, entre éstos y sus
nacionales, y entre los nacionales de éstos entre sí».
Si nos acercamos a la vida internacional, es fácil percibir cómo la actividad normativa de las O.I. repercute cada vez
más en la creación de normas internacionales, bien directa//, a través de procedimientos centralizados e institucionalizados
de creación de normas, bien indirecta//, al influir tal act en los procedimientos tradicionales de elaboración del DI c/ son la
costumbre y el tratado.
Esta capacidad normativa autónoma de las O.I. tiene su base y su origen, expresa o implícita//, en cada uno de los
Tratados que las crean; de ahí que, a la hora de adentrarse en su estudio, sea necesario distinguir entre un derecho originario
y un derecho derivado. El derecho originario es el formado por el instrumento constitutivo de la O.I., general// un tratado,
con sus protocolos y anexos y las normas convencionales que, eventual//, lo han venido a completar y modificar a lo largo
del tiempo. Su importancia es manifiesta, ya que constituye el eje en torno al cual se proyecta y ordena la actividad
normativa de la O.I. cara a sus órganos y sus Estados miembros y, en ciertos supuestos, cara también a los nacionales de
estos Estados. Esta actividad normativa desarrollada por los órganos de la O.I. constituye el derecho derivado que se
caracteriza por ser un derecho secundario, homogéneo, unilateral, autoritario, escrito, controlado y variable// autónomo.
El dcho originario de la O.I. está formado por el Tratado constitutivo y a través de otras normas convencionales
internacionales, modificando y adaptando a la evolución de la propia O.I.. Este dcho tiene, un origen internacional: un
tratado internacional firmado por los Estados fundadores y, por tanto, constituye un acto jurídico anterior y exterior a la vida
de la O.I.; ahora bien, este tratado presenta unos rasgos característicos que permiten diferenciarlo de otros acuerdos
internacionales. Dicho tratado, además, va a constituirse en la espina dorsal del Ordenamiento jurídico de la O.I. y en él
aparecerán identificadas y organizadas, las competencias de la O.I.
A) LOS RASGOS QUE CARACTERIZAN A LOS TRATADOS CONSTITUTIVOS DE LAS OI
C/ destaca el T.I.J. en su dictamen en 1996, dichos tratados desde un punto de vista formal son tratados multilaterales,
pero son tb tratados de un tipo particular, pues «tienen por objeto crear nuevos sujetos de dcho dotados de cierta autonomía
a los que las partes confían la tarea de realizar unos objetivos comunes». Y, por otro lado, estas características lo acercan a
las funciones que, en el marco de los Estados, cumplen hoy en día las Constituciones nacionales, en el sentido de que en los
mismos se prevén órganos a los que se atribuyen poderes, y además, por el hecho de efectuar un reparto de competencias y
de poderes entre dichos órganos y los Estados miembros.
Este doble carácter convencional e institucional del tratado constitutivo; esto es, c/ acto convencional donde se refleja la
voluntad concordante de los Estados partes y, al mismo tiempo, c/ «constitución» de un nuevo sujeto internacional, hace que
las reglas del derecho de los tratados que le son aplicables.
B) LA NATURALEZA DE LAS COMPETENCIAS DE LAS O.I.
En cuanto, a las competencias de la O.I., no sólo las normativas sino también las organizativas, administrativas y
jurisdiccionales, vemos c/ éstas son atribuidas a la Organización, expresa o implícita//, por el Tratado que la crea y, desde
entonces, los Estados miembros pierden, total o parcial//, su ejercicio pasando las Organizaciones a ejercerlas con carácter
exclusivo o compartido y, en este último caso, correspondiéndoles este ejercicio cuando razones de eficacia y necesidad así
lo impongan.
De lo que acabamos de señalar, se extraen los tres principios esenciales que inspiran el ejercicio de las competencias por
la O.I.. El principio de especialidad, en el sentido de que las O.1. son sujetos internacionales derivados y por tanto creados
p/ alcanzar unos objetivos concretos, fijados por sus Estados miembros, la realización de tales objetivos delimita el alcance
de las competencias de la Organización. El principio de subsidiariedad, según el cual las O.I. sólo intervendrán en la
medida en que los objetivos de la acción pretendida no puedan ser alcanzados de manera suficiente por los Estados
miembros, y, por consiguiente, puedan lograrse mejor, debido a la dimensión o a los efectos de la acción contemplada, a
nivel de la Organización. Y el principio de atribución, en el sentido de que las O.I. a diferencia de los Estados no gozan de
competencias ilimitadas y sí, tan sólo, de una simple competencia de atribución.
Se hace, necesario el distinguir entre competencias explícitas o expresas y competencias implícitas. En este sentido, y c/
resume DIEZ DE VELASCO, las primeras se enumeran de forma inequívoca en el Tratado constitutivo o en actos
posteriores; por el contrario, las competencias implícitas no están enumeradas o definidas de manera formal o expresa, pero
cabe deducirlas por medio de una interpretación extensiva del Tratado creador o de otros actos posteriores de los Estados
miembros o de la OI, teniendo en cuenta que le son necesarios a la misma p/ el cumplimiento de sus fines.
La doctrina de las competencias implícitas la encontramos por primera vez formulada en la jurisprudencia
constitucional y tiene probable// su origen en una célebre decisión del Juez Marshall en el asunto Mac Cullock c. Maryland,
donde reconocía la existencia de tales competencias y su constitucionalidad, «con tal que los fines sean legítimos, que estén
en la esfera de la Constitución, todos los medios sean apropiados, que sean neta// adaptados a estos fines, que no estén
prohibidos, y que sean compatibles con la letra y el espíritu de la Constitución» .
La jurisprudencia internacional, a su vez, ofrece varios ejemplos de pronunciamientos del T.I.J. recogiendo la doctrina
mencionada y reconociendo la existencia de tales competencias en las O.I.
5- Su estructura: LOS ÓRGANOS
Los Estados al crear una OI la dotan de unos órganos propios, permanentes e independientes, destinados a ejercer sus
funciones con vistas a la realización de unos objetivos de interés común. Dichos órganos conforman su estructura
institucional y van a representar la continuidad y estabilidad de la Organización, al tiempo que reflejan su independencia
respecto de los Estados miembros.
En el seno de esta estructura institucional y a través de procedimientos, la OI va a ser capaz de elaborar una voluntad
jurídica diferente e independiente de la de sus Estados miembros. La voluntad así formada se expresará a través de la
adopción de decisiones por sus órganos que le serán directa// imputables a la Organización.
Esta estructura orgánica aparece definida en el tratado constitutivo de la Organización, pero dado el carácter dinámico
de la misma es frecuente que se desarrolle y complete con otros órganos creados posterior//.
Ello explica la existencia de una rica variedad de órganos, fruto en último término de la libertad de autoorganizarse de
cada Organización en concreto.
A) MODALIDADES DE CREACIÓN DE LOS ÓRGANOS
Por regla general los órganos de una OI son creados directa// por el propio tratado fundacional de la misma. En efecto,
estos instrumentos constitutivos suelen contener unas disposiciones donde se indican, con mayor o menor detalle, cuáles
son sus órganos y qué funciones desempeñan (art. 7.1 de la Carta de las N.U, aspecto este último que suele desarrollarse en
unos protocolos anejos al tratado fundacional, donde se establece el estatuto de la institución de la que se trate, la que a su
vez va, normal//, a elaborar un reglamento interno relativo a su funcionamiento.
Ahora bien, esta estructura institucional inicial u originaria puede resultar insuficiente p/ hacer frente a las exigencias.
La decisión de crear estos nuevos órganos puede ser tomada por los órganos preexistentes de la Organización a través de un
acto de dcho derivado, o puede ser adoptada por los Estados miembros de la misma mediante un acuerdo internacional que
complementa el tratado constitutivo de la Organización.
En el 1º caso, el órgano creado va a ser un órgano subsidiario respecto del órgano que lo crea (principal), que va a
atribuirle alguna de las competencias que posee de conformidad con las reglas de la Organización de que se trate. En estos
casos puede haber una habilitación general, o una habilitación expresa a uño de los órganos principales p/ que pueda
establecer nuevos órganos y les transfiera competencias, o, en fin, tal posibilidad se deduzca de las competencias implícitas
del órgano principal.
Esta naturaleza subsidiaria no significa que el nuevo órgano sea secundario respecto del órgano que lo crea, puesto que
en muchos casos ad-quiere una real autonomía, ejerciendo funciones muy importantes y llegando a imponer en
determinados casos sus de-cisiones al órgano que lo creó.
En el segundo supuesto, los Estados miembros con la finalidad de poder realizar una nueva función que estiman de
interés colectivo o p/ el desarrollo de una función ya existente, van a crear a través de un acuerdo internacional una
institución determinada, a la que van a vincular a la Organización.
Puede ocurrir tb que los Estados miembros por medio de un tratado posterior introduzcan cambios en los órganos
constitucionales de la OI ya establecidos.
B) CLASES DE ÓRGANOS
Cada OI posee una estructura orgánica propia adaptada a las funciones y objetivos que persigue. Por tanto esta
estructura difiere de una a otra Organización, según las necesidades que se derivan del funcionamiento de la misma. La
consecuencia es la existencia de una multiplicidad de órganos con denominaciones y funciones muy diversas.
Un criterio de clasificación que se puede aplicar a la generalidad de las Organizaciones es el de la composición de los
órganos. En efecto, existen órganos que están constituidos por representantes de los Estados miembros, son los
denominados órganos intergubernamentales que expresan la voluntad política del Estado representado que les da las
oportunas instrucciones y al que deben rendir cuentas. Existen igual// órganos que están compuestos por personas
independientes de los Estados de los que son nacionales o de otros Estados, y que actúan por cuenta de la Organización de
la que son sus agentes, quien los ha reclutado en atención esencial// a dos criterios: el de la competencia de cada uno de
ellos y el del reparto geográfico de puestos. Final// en algunas Organizaciones existen órganos que ni son exclusiva//
intergubernamentales ni están constituidos por agentes de la Organización, sino que re-presentan a los sectores políticos,
económicos y sociales de los países, en el primer caso estaremos ante las asambleas parlamentarias, en el segundo ante los
Consejos consultivos económicos y sociales.
Otro de los criterios es el de la representatividad, esto es, aquel que atiende al número de miembros que están
representados en un determinado órgano. De este modo se distinguen en la mayoría de las Organizaciones unos órganos
donde están representados todos sus miembros, por lo que se lo califica de órganos plenarios (son las asambleas,
conferencias, congresos, juntas, etc.), y otros órganos donde sólo participan algunos de los miembros, seleccionados en
virtud de distintos criterios y que constituyen los órganos restringidos, siendo éstos los consejos ejecutivos, de
administración, de seguridad; las juntas de gobernadores, de directores; los comités, las comisiones, etc.
Un tercer criterio, distingue los órganos en razón de la función principal que desempeñan y son los siguientes:
a) Órganos deliberantes: En cada Organización hay un órgano en el que pueden estar presentes todos los miembros de
la misma; se trata de un foro donde todos y cada uno de ellos pueden informarse y opinar sobre las actividades de la
Organización. Es órgano de naturaleza plenaria es el encargado de definir la orientación de la Organización , aprobar su
presupuesto y gestión financiera y en colaboración, normal//, con otros órganos decidir sobre la admisión, suspensión y
exclusión de los miembros.
Su composición es general// intergubernamental, esto es, está formado por d legados de los gobiernos de los Estados
miembros, aunque a veces hay excepciones. Su funcionamiento suele inspirarse en el principio de la igualdad de todos los
miembros, aunque también con notables excepciones. Y su denominación es muy variada (AG de la O.N.U.).
El carácter plenario provoca una serie de consecuencias sobre s funcionamiento. En 1º lugar, en las Organizaciones
universales, el número de miembros hará que las reuniones sean costosas y no muy eficaces; de ahí que pueden tener una
periodicidad anual (O.N.U..), bienal, trienal, cuatrienal e incluso quinquenal. Junto a estas sesiones ordinarias, tb hay
extraordinarias p/ debatir problemas concretos o porque el funcionamiento de la OI así lo exige. Las delegaciones de los
Estados miembros en estos órganos pueden alcanzar diferentes niveles de representatividad, puesto que incluso puede estar
presidida por el Jefe del Estado o Presidente del gobierno de que se trate, c/ sucede con ocasión de la sesión inaugural de la
AG de las N.U
La ausencia de continuidad que caracteriza la actividad de estos órganos explica el que éstos mayoritaria// a su vez se
apoyen en unas comisiones, comités o grupos de trabajo, de nivel inferior y de composición también plenaria cuyas
delegaciones están formadas por funcionarios de un rango menos elevado o por expertos nombrados por los distintos países.
En ellas se prepararan las políticas generales o las decisiones que luego habrán de adoptar los órganos deliberantes en cada
sesión, bien independiente// o en colaboración con los denominados órganos de decisión.
b) Órganos de decisión: En las Organizaciones regionales estos órganos suelen coincidir con los órganos de
deliberación y tiene por tanto una composición plenaria. Pero, en cambio, en las Organizaciones universales el elevado
número de sus miembros exige que esta actividad sea llevada a cabo por un órgano diferente de carácter restringido, al que
sólo tendrán por tanto acceso algunos de los Estados miembros. El número relativa// reducido de participantes en estos
órganos de decisión facilita la continuidad del trabajo, la redacción de los textos y, en fin, la toma de decisiones en el terreno
normativo o bien en el operacional.
Esta competencia la puede ejercer el órgano determinado, por sí mismo o por delegación de otros órganos, y puede ser
expresa (que aparecen atribuidas en el tratado constitutivo de la OI), o implícita (derivadas del funcionamiento de la OI),
llegando a alcanzar en ocasiones, sus decisiones fuerza obligatoria p/ los Estados miembros, e incluso, ser directa//
aplicables en sus Ordenamientos internos.
La denominación de estos órganos es muy variada. Mientras que su composición también es muy diversa, pero en regla
general consagra:
— la desigualdad real que existe entre los miembros de una OI. Esta desigualdad puede venir determinada por el hecho
de ser países que aportan una mayor contribución económica, por tener una mayor importancia en el comercio mundial, o
por ser las grandes potencias en el momento en que se redactó el tratado constitutivo;
— bien una distribución geográfica equitativa de puestos (en la que pueden también entrar junto al geográfico otros
factores en juego: sistema político, nivel de desarrollo, competencia funcional, etc.);
— o bien una combinación de ambos aspectos, esto es, se reserva a los Estados más representativos por tener un interés
general (las grandes potencias) o un interés específico un número determinado de puestos y las plazas restantes se
distribuyen equitativa// entre el resto de los miembros de la Organización con base a criterios geográficos, políticos, etc.
c) Órganos administrativos: compuesto de agentes de la Organización y dirigido por un Secretario General, un Director
General, un Director o un Presidente, nombrado por un período de tiempo determinado, elegido por el órgano deliberante de
la Organización por sí o a propuesta del órgano de decisión.
Las funciones que desarrolla son muy variadas, dependiendo de la Organización, pero entre ellas destacan: 1) las
funciones administrativas: son las que permiten el funcionamiento cotidiano de. la Organización, por ejemplo, preparación
de las reuniones de los diversos órganos y redacción de las correspondientes actas, realización de traducciones, suministro
de información, etc; 2) las funciones de representación: el Secretario General es el más alto funcionario de la Organización,
y en muchas de ellas es el encargado de representarla en el exterior, de representarla jurídica// y de celebrar en su nombre
los acuerdos necesarios; 3) las funciones políticas: en algunas Organizaciones las competencias del Secretario General
abarcan la de presentar propuestas con vistas a la adopción de decisiones por los órganos; y 4) las funciones de ejecución: el
órgano administrativo es el encargado de la ejecución de las decisiones adoptadas por la OI, en algunos casos puede haber
coincidencia entre el órgano que participa en la adopción de la decisión y el que la ejecuta.
d) Órganos de control: Estos órganos pueden ejercer un control jurídico (son los tribunales de justicia y los tribunales
administrativos), un control político (son algunas asambleas parlamentarias) y un control financiero (son los tribunales de
cuentas). Esta función de control significa que dichos órganos son independientes tanto de los órganos de la Organización c/
de los gobiernos de los Estados miembros.
El control jurídico puede efectuarse por órganos permanentes lo que es la excepción, o por órganos ad hoc creados p/
resolver un conflicto concreto de interpretación, aplicación o ejecución del derecho de la Organización. A veces este control
se limita a las relaciones entre la OI y sus agentes, en cuyo caso es efectuado por Tribunales administrativos de las OI o por
el Tribunal existente en la misma con competencias en la materia. Otras veces estos tribunales tienen una competencia de
control general y están abiertos a los Estados y a los órganos de la OI. Final//, existen Tribunales que ejercen un control en
materias restringidas de distinta naturaleza.
El control político es el que eventual// pueden ejercer las asambleas parlamentarias. Este control político sólo se
produce cuando la Asamblea parlamentaria representa directa// a los pueblos de los Estados miembros, cuyos ciudadanos
eligen a los parlamentarios por sufragio universal y directo, c/ es el caso, hoy en día, del Parlamento Europeo de la U.E.
Las OI disponen de un presupuesto formado por los recursos propios y/o por contribuciones obligatorias o voluntarias
de los 'Estados miembros, que va a estar sometido a mecanismos de control. Este control lo suelen ejercer órganos
subsidiarios de la Organización, o bien órganos establecidos en el tratado constitutivo.
e) Órganos consultivos: Algunas Organizaciones prevén órganos donde van a estar representados los intereses
económicos y sociales de sus Estados miembros. Sus componentes son nombrados por acuerdo unánime del órgano
deliberante de una lista propuesta por cada Estado miembro, y van a desarrollar una función de carácter consultivo. Existen
igual// OI que establecen órganos consultivos donde van estar representados intereses regionales o locales de los Estados
miembros.
Pero, además de estos supuestos de órganos consultivos, la act cada vez más compleja de las OI les lleva a crear unos
órganos subsidiarios formados por expertos independientes, destinados a preparar el trabajo de los órganos principales y
cuya influencia en las decisiones adoptadas por éstos es variable, pero en algunos casos considerable, c/ ocurre en el marco
de la O.N.U., con la Comisión de DD.HH.
6- La formación de voluntad: Unanimidad, mayoría y concenso
Al definir las Organizaciones internacionales poníamos especial énfasis en uno de sus rasgos característicos, el
representado por su capacidad p/ expresar una voluntad jurídica distinta e independiente de la de sus Estados miembros.
Esta voluntad propia de la Organización va a formarse en el seno de su estructura institucional, pudiendo participar en este
proceso uno o varios de sus órganos. Esta voluntad va a plasmarse en unos actos jurídicos de denominación diversa
(resoluciones, reglamentos, directivas, decisiones, etc.) que conforman el Dcho de la Organización.
Ello quiere decir que cada OI establecerá sus propios procedimientos de aprobación de las decisiones a través de las
cuales se manifiesta la voluntad, los órganos que deben participar en el mismo y las modalidades de votación que en ellos se
desarrollen. No obstante se pueden identificar 3 procedimientos: unanimidad, mayoría y el consenso. La opción por uno u
otro de ellos revela, c/ ha dicho DIEZ DE VELASCO, «cuál es la intensidad de la solidaridad colectiva y en qué grado la
Organización se muestra respetuosa con la libertad de los Estados miembros».
A) LA UNANIMIDAD
Este método tiene c/ principal inconveniente el que cada Estado miembro goza de un derecho de veto, lo que puede
hacer muy difícil la adopción de decisiones, sobre todo en las Organizaciones con un importante número de miembros, y
llevar a la paralización de la misma, c/ ocurrió con la Sociedad de Naciones, en la que este procedimiento ocupaba un lugar
central.
Con la evolución de las Organizaciones la exigencia del con-sentimiento de todos los Estados miembros va a conocer
ciertas moderaciones. De este modo fueron apareciendo distintos métodos; éste ha sido el objetivo del denominado método
de la disidencia, que se utiliza en la O.C.D.E o en la Liga de Estados Árabes, según el cual la decisión adoptada sólo es
aplicable a aquellos Estados miembros que hayan votado a favor de la misma, de manera que los Estados que votan en
contra o se abstienen en la votación se sustraen de su ámbito de aplicación. Una finalidad parecida tiene otro método, esta
vez desarrollado en el Consejo de Seguridad de las N.U. respecto de los cinco miembros permanentes, que consiste en que
la abstención o la no participación de uno de ellos no equivale al ejercicio del derecho de veto a pesar de los dispuesto en el
art. 27.3 de la Carta de las N.U.
No todo en la regla de la unanimidad son desventajas, puesto que, al plasmar el principio de igualdad entre los
miembros, va a proporcionar una garantía a las pequeñas potencias frente a la influencia de las grandes. Se trata, además, de
un procedimiento que fomenta la negociación y el compromiso y garantiza el que ningún miembro vaya a verse obligado
por una resolución adoptada sin su consentimiento. Estas ventajas provocaron el que en la Unión Europea, cuando se debía
pasar del sistema de unanimidad al mayoritario en 1967, el gobierno francés opusiera su veto, iniciándose una larga crisis
que desembocó en los «Acuerdos de Luxemburgo» de 1968, donde se establece un sistema de unanimidad concertada que
exige el que antes de la adopción formal de una decisión se llegue a un acuerdo gral si los intereses afectados por dicha
decisión son muy imp p/ uno o varios de los Estados miembros.
B) LA MAYORÍA
La generalidad de las OI posteriores a la 2ª Guerra Mundial prevén que sus órganos adopten las decisiones por mayoría.
Esta mayoría puede ser simple (mitad más uno de los votos emitidos) o calificada (2/3 de los votos usual// o una mayoría
aún más imp en la que intervengan Estados representativos de todos los grupos existentes en la OI), según el órgano de que
se trate y según la materia sobre la que se delibere.
Este procedimiento va, a facilitar la aprobación de las resoluciones, pero tiene c/ inconveniente, sobre todo en las
Organizaciones que cuentan con muchos miembros, que pueden convertirse en decisiones pura// formales difíciles de
aplicar a los Estados en situación de minoría.
P/ evitar estos inconvenientes, se han introducido en ciertas Organizaciones distintos correctivos; entre ellos hay que
destacar el de la ponderación de los votos y el del «derecho de veto».
En efecto, a la hora de calcular las mayorías se puede partir del principio igualitario un Estado un voto. O bien, teniendo
en cuenta la desigualdad real existente entre los miembros, ponderar estos votos proporcionando de este modo a los Estados
un número de votos en consonancia con la importancia que tienen en la Organización. Los criterios utilizados p/ la
distribución de los votos son muy diversos (en las OI financieras va a ser el de la cuota de participación en el capital de la
OI.
El segundo sistema es el del «derecho de veto» del que disfrutan ciertos Estados miembros, c/ sucede con los cinco
Estados miembros permanentes del Consejo de Seguridad de las N.U (art. 27 de la Carta de las N.U.), que pueden impedir
cada uno de ellos, con su voto negativo, la adopción de decisiones que exigen una mayoría de votos de los miembros de este
órgano.
C) EL CONSENSO
Consiste en la adopción de una decisión dentro de los órganos de las OI sin recurrir a la formalidad de la votación. P/
ello el Presidente del órgano de que se trate, o el portavoz de un grupo de Estados miembros del mismo, negocia un
proyecto de texto con las distintas delegaciones o grupos de Estados, hasta que constata que este proyecto no suscita
ninguna objeción importante por parte de ninguno de ellos y declara que la decisión puede ser adoptada por consenso.
Constituye un método basado en el diálogo y el compromiso entre grupos de Estados, que favorece la búsqueda de fórmulas
aceptables por todas las partes en la negociación, lo que lleva a veces a textos de contenido vago o ambiguo que puede
prestarse a interpretaciones diversas. En cuanto al valor o efecto jurídico de las resoluciones adoptadas por consenso, éste
será el mismo que si hubieran sido aprobadas por votación.
7- Los actos de las OI (Unidad 3)
Todas las OI están poderosa// contribuyendo a centralizar e institucionalizar la Sociedad internacional, al ofrecer a la
misma foros dotados de permanencia donde los sujetos internacionales pueden encontrarse, discutir y, eventual//, adoptar
diversos tipos de actos. No todos estos actos, ni mucho menos, constituirán «actos jurídicos» si entendemos por tales «todo
procedimiento regulado por el DI y destinado a crear una norma internacional, es decir, derechos y obligaciones
internacionales».
Estos actos son muy variados, las funciones que pueden perseguir también lo son (normativa, ejecutiva y jurisdiccional)
y no todas las O.I. están capacitadas p/ producirlos en su totalidad. No obstante, se pueden detectar dentro de la actividad de
la O.I. un mínimo común de actos.
Cabe distinguir estos actos, tal y c/ ha expuesto DIEZ DE VELASCO, según el papel que en su elaboración desempeñe
la O.I. entre actos individuales o unilaterales y actos convencionales y contractuales. El perfeccionamiento de estos dos
últimos requiere la concurrencia de declaraciones de voluntad emanadas de sujetos de Derecho distintos de la propia
Organización; se trata, de actos de nat convencional o bien contractual. De esta categoría de actos podemos hacer una
subclasificación según el Derecho que los regule: 1) los Tratados internacionales de los que es parte una OI, regulados por
el D.I. y cuyo régimen jurídico se contempla en el Convenio de Viena sobre el Dcho de los tratados entre Estados y OI o
entre OI de 21 de marzo de 1986; 2) los contratos celebrados entre la OI, por intermedio del Secretario o Director General
de la misma, y los agentes internacionales que en ella prestan sus servicios, sometidos, c/ hemos visto en, al Dcho propio de
cada O.I.; y 3) los contratos que celebra la O.I. p/ satisfacer sus necesidades materiales (adquisición de mobiliario,
instrumentos de trabajo, construcción de edificios), que se rigen en pcpio por el Dcho interno del Estado en que se celebran
y su estudio es propio de otras disciplinas jurídicas.
Se puede, utilizar el término resolución c/ expresión genérica referida a todo acto emanado de un órgano de una O.I., el
de decisión p/ referirse a los actos obligatorios, y recomendación p/ aquellos que, en principio, no crean derecho.
Se debe, advertir en conexión con esto, que los efectos jurídicos de un acto no dependen de la denominación que le ha
sido dada por el órgano que lo ha adoptado, sino de su objeto y contenido en relación con las definiciones que aporta el
instrumento constitutivo de la O.I., e, incluso, podemos ver cómo en una determinada Organización, la terminología que en
la práctica adoptan sus actos puede no coincidir con la que figura en su instrumento constitutivo.
Habrá que examinar caso por caso los distintos supuestos p/ determinar su particular alcance jco. Por tanto no todas las
resoluciones de las O.I. producen efectos jurídicos, de manera que sólo aquellas que establecen una regla de dcho en el
orden jurídico internacional van a constituir una fuente autónoma del DI. En este sentido cabe destacar cómo la mayor parte
de las resoluciones de las O.I. no constituyen fuente autónoma del DI, puesto que no producen efectos jcos obligatorios al
contener simples recomendaciones de seguir una conducta determinada o una mera invitación o exhortación en este sentido
y, c/ tales, no crean directa// normas internacionales.
Lo cierto es que estas resoluciones, pueden llegar también a constituir un elemento importante en otros procesos de
formación del DI, coadyuvando en la elaboración de tratados multilaterales y de costumbres.
La actividad normativa de las O.I. es muy abundante y variada, a efectos expositivos cabe distinguir dentro de la
misma: aquellos actos que van a desplegar sus efectos en el interior de su orden jco, creando normas autorreguladoras que
lo completen y adapten, y, aquellos otros actos que se orientan hacia el exterior de la OI estableciendo normas que van a
afectar a otros sujetos internacionales, ya sean éstos Estados miembros o no de la misma u otras Organizaciones.
A) LA COMPETENCIA NORMATIVA INTERNA
Las «reglas de la OI» atribuyen, de manera expresa o implícita, a la Organización un poder normativo interno destinado
a regular su propio funcionamiento y administración y a adaptarlo a la evolución de sus act y del entorno internacional en la
que ésta se desenvuelve. Los destinatarios de estas normas son, en principio, la propia OI y los sujetos de su Dcho interno
(esto es, las instituciones de la misma, los Estados miembros, determinados particulares, c/ sus agentes y funcionarios, y, en
algunas ocasiones, tb las personas físicas y jurídicas.
A través de estas normas de naturaleza constitucional, administrativa o financiera, la O.I. establece la competencia,
composición y funciones de sus órganos, los procedimientos a seguir en sus relaciones recíprocas e indica qué órganos son
competentes p/ representarla en el plano internacional. Estas normas son tb, utilizadas por la OI p/ fijar los dchos y
obligaciones de sus funcionarios y agentes, esto es, el régimen jurídico de la función pública internacional. Por medio de
ellas, la O.l. establece, igual//, su régimen financiero (presupuesto, normas financieras) o fija, en fin, las condiciones de
utilización de sus locales en la ciudad donde esté radicada su sede.
Dentro de este grupo de normas, algunas de las resoluciones presentan un alcance individual o personal y tienen por
objeto atribuir a una persona, Estado u otra O.I. un estatuto jco determinado o investirlo de alguna función, lo que se
concreta en la práctica con actos de terminología variada: admisión, suspensión, exclusión, elección, designación, etc.. Otras
resoluciones van a tener un alcance general, este sería el caso representado por los reglamentos internos de los diferentes
órganos, reglamentos financieros, estatutos de los órganos subsidiarios que se crean, etc.
Excepcional//, algunas O.I. reciben el poder de modificar ellas mismas, con efecto obligatorio p/ sus Estados miembros,
las normas de base de su funcionamiento, tal y c/ están establecidas en sus Actas constitutivas, en cuyo caso nos
encontramos ante decisiones ad intra susceptibles de crear normas jcas grales. Suelen tener, asimismo, un caracter mixto
(efectos internos y externos) las resoluciones financieras de las O.I., puesto que éstas van a establecer por un lado los gastos
que la OI puede efectuar, mientras que, por otro lado, van a fijar las cuotas que los Estados miembros deben aportar o los
gastos que deben soportar.
La actividad normativa interna puede manifestarse por medio bien de actos que no son en pcpio, jca// vinculantes, o
bien a través de actos jcos obligatorios. Dentro de la primera categoría podemos incluir las recomendaciones y los
dictámenes dirigidos por un órgano de la O.I. a otro órgano de la misma tanto por propia iniciativa c/ a solicitud de este
último. Un ejemplo es el art. 10 de la Carta de las N.U., donde se dispone que la AG podrá hacer recomendaciones al CS
sobre asuntos o cuestiones de su competencia; al art. 62 tb de la Carta de las N.U., donde se faculta al Consejo Económico y
Social p/ hacer recomendaciones a la AG sobre asuntos de cáracter económico, social, cultural...; en otro ámbito, c/ el
representado por la C.E., existen también actos de esta naturaleza; así, los arts. 198 y 198C establecen la posibilidad de que
el Consejo Económico y Social y el Comité de las Regiones eleven, respectiva//, dictámenes al Consejo o a la Comisión.
Algunas de estas recomendaciones interorgánicas aún careciendo per se de efectos jurídicos pueden limitar la libertad del
órgano al que se dirige, en el sentido de que sin dicha recomendación o propuesta este último no podrá adoptar un
determinado acto, por ejemplo, el poder de decidir la admisión de un miembro en las N.U. lo tiene la AG, pero ella no
puede tomar una decisión al respecto si antes no ha recibido una recomendación del CS (art. 4.2 de la Carta de las N.U.).
Dentro de la categoría de actos jurídicos obligatorios, podemos citar, las resoluciones relativas al funcionamiento de los
órganos de la O.I.: al respecto, cabe observar cómo la generalidad de los instrumentos constitutivos de la O.I. atribuyen a
sus órganos competencia p/ adoptar sus reglamentos internos en los que se fijan sus reglas de funcionamiento, c/ ocurre con
la Carta de las N.U., cuyos arts. 21, 30, 72, 90, etc., abren esta posibilidad a distintos órganos de las N.U., c/ la AG, el CS,
el Consejo Económico y Social, el Consejo de Administración Fiduciaria.
Jurídica// vinculante van a ser, igual//, las resoluciones de las 0.I. relativas a la creación de órganos secundarios. En
algunas O.I. los órganos principales van a estar facultados p/ crear órganos secundarios a través de actos en los que se fija la
existencia, las competencias, la sede, los medios materiales y humanos.
Cabe, final//, refererirse a 2 supuestos de resoluciones internas de carácter obligatorio: los reglamentos relativos a la
función pública internacional, que suelen recibir la denominación de Estatutos de los funcionarios y agentes de la
Organización (por ejemplo, el Estatuto de los funcionarios de las N.U. adoptado por la AG el 2 de febrero de 1952). Y los
reglamentos financieros, y más concreta// aquellos que fijan los presupuestos de las O.I., tanto de las que se nutren de las
contribuciones obligatorias y/o voluntarias de sus Estados miembros, c/ de las que disfrutan de recursos propios.
B) COMPETENCIA NORMATIVA EXTERNA
Existe en ciertas O.I. un poder normativo que transciende el ámbito interno de la Organización y afecta a otros sujetos
internacionales e, incluso, en algunos casos a los propios particulares. Estos actos adoptan, a veces, la forma de decisiones
obligatorias y, otras veces, las de recomendaciones carentes en principio de efectos jca// vinculantes. El 1º supuesto se suele
dar con mayor frecuencia en las Organizaciones regionales de integración (Unión Europea, Comunidad Andina o
MERCOSUR) y en las Organizaciones internacionales de carácter técnico (O.M.S.), mientras que el 2º es propio de las OI
políticas de alcance tanto universal c/ regional (O.N.U.).
a) Las recomendaciones
La generalidad de las O.I. se ven atribuidas por sus instrumentos constitutivos la posibilidad de adoptar actos de nat
recomendatoria conteniendo una invitación, dirigida a uno o varios destinatarios, p/ que adopten un comportamiento
determinado, sea éste una acción o una abstención.
La regla general es la de la no obligatoriedad de las recomendaciones, si bien en determinados supuestos pueden
producir efectos en el campo jco. En relación con los Estados miembros, y eventual// con los Estados no miembros, una
recomendación no se convierte en obligatoria sino después de una aceptación expresa o tácita.
Además de este supuesto principal, existen ciertos casos particulares; así, se observa cómo algunos tratados
constitutivos de O.I. imponen a sus Estados miembros de-terminadas obligaciones respecto de las recomendaciones que les
son dirigidas c/, por ejemplo, la obligación de notificar a la O.I. el curso que se ha dado a la recomendación o explicar las
razones por las que ésta no se ha acatado o se ha retrasado su cumplimiento. Un caso distinto es aquél en el que los
destinatarios se comprometen a cumplir la recomendación. En este supuesto la recomendación adquiere un carácter
obligatorio, en estos casos se estima que la recomendación se transforma en acuerdo cuando es aceptada por los Estados
miembros. De manera que, en tanto que acto de la OI seguirá siendo una recomendación, pero en tanto que acto de los
Estados que dan su consentimiento va a constituir un acuerdo en forma simplificada.
b) Las decisiones
El poder normativo externo de las OI adquiere una nat legislativa o cuasilegislativa con las decisiones, sobre todo en
aquellos supuestos en los que son adoptadas según un sistema de mayorías, resultando, en este caso obligados por ellas no
sólo los Estados que votaron favorable//, sino tb aquellos que lo hicieron en contra o se abstuvieron, salvo en los casos en
los que las citadas decisiones son adoptadas según el sistema denominado «contracting out», pues según el mismo los
miembros tienen el dcho de rechazar el carácter obligatorio de la decisión o el de hacer reservas sin que tal decisión pierda
el carácter obligatorio p/ el resto de los Estados destinatarios.
Estos actos jurídicos obligatorios no tienen siempre el mismo alcance. Así, existen decisiones individuales que
conciernen a un determinado destinatario o grupo de destinatarios bien definidos. En este último supuesto podemos pensar
en unas decisiones imponiendo una sanción a un determinado Estado o concediendo o denengando una ayuda a un
particular determinado.
Existen tb decisiones que tienen un alcance general diferenciándose entre sí por la nat de las obligaciones que imponen.
De este modo cabe referirse a ciertas decisiones que establecen una obligación de resultado, dejando a su destinatario la
elección de la forma y de los medios p/ lograrlo. En estos casos, va a ser necesario un acto expreso de transposición p/ su
incorporación al dcho interno de los Estados miembros.
Final// algunas OI disfrutan de la competencia p/ adoptar actos jcos unilaterales de carácter gral e imponiendo
obligaciones tanto de resultado c/ de comportamiento.
En algunos casos, esta aplicación obligatoria con carácter gral en todos los Estados miembros se produce desde el
momento de la publicación en el diario oficial de la O.I., o en la fecha en la que en el mismo se indique. Otras veces,
depende de una serie de actividades destinadas a garantizar la vigencia simultánea en los Estados miembros, éste seria el
caso de las normas emanadas de los órganos del MERCOSUR.
Junto a estas O.I. de integración, existen otras OI que disfrutan tb de la posibilidad de adoptar decisiones de alcance gral
y obligatorias en todo sus elementos. Es el caso de las Organizaciones de carácter técnico. De este modo, la O.M.S. puede
establecer reglamentos sanitarios obligatorios y aplicables en pcpio a todos sus Estados miembros.
Mención particular merecen las decisiones del CS de las NU, tanto por el carácter universal de esta Organización c/ por
el alcance jco de tales actos. En efecto, el art. 25 de la Carta de las N.U. dispone que «Los Miembros de las NU convienen
en aceptar y cumplir las decisiones del CS de acuerdo con esta Carta». El alcance universal de esta disposición se refuerza
con lo establecido en el art. 2.6.° al afirmarse que «La Organización hará que los Estados que no son Miembros de las NU
se conduzcan de acuerdo con estos Principios en la medida que sea necesaria p/ mantener la paz y la seguridad
internacionales». Pues bien, es precisa// en el marco del mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales (arts. 39 a
48 de la Carta de las N.U.) donde, en principio, se despliegan, aunque no exclusiva//, las decisiones obligatorias del CS, ya
que tb tienen este valor obligatorio, según la Carta de las N.U., por ejemplo las decisiones por las que el CS dicte medidas
p/ ejecutar los fallos del T.I.J.
LA SOCIEDAD DE NACIONES (ANTECEDENTE DE NU)
Orígenes: La Primera Guerra Mundial puso en evidencia que el sistema de diplomacia de conferencias (vigente hasta
principios del siglo XX), no bastaba p/ garantizar la seguridad de un mundo dividido en Estados territoriales, celosos de su
soberanía, algunos de ellos con pretensiones hegemónicas de alcance mundial.
La idea fue lanzada por Woodrow Wilson; "era necesario crear una OI que garantizara la paz en el mundo".
De conformidad con aquellas ideas, el Tratado de paz de Versalles de 1919 incorporó a su articulado el pacto de la
Sociedad de las Naciones (SN). P/dójica//, Estados Unidos no participó final// de dicha organización (me acuerdo que este
fue uno de los problemas por los que no tuvo éxito. Creo que fue por una cuestión de política interna).
El 10 de enero de 1920, entró en vigor el Tratado de Versalles, y ese mismo año inició sus actividades la Sociedad de
las Naciones, con sede permanente en la ciudad de Ginebra. Nacía así la primera OI de carácter Universal.
Fines: Según el preámbulo del Pacto, la Sociedad buscaba desarrollar la cooperación internacional y garantizar la paz y
la seguridad, objetivos ambiciosos que circunstancias políticas diversas impidieron final// lograr.
Estructura: 3 eran sus órganos pcpales: la Asamblea, el Consejo, y la Secretaría Permanente. Tb había 2 órganos
autónomos: la Corte Permanente de Justicia Internacional (CPJI), y la OI del Trabajo (OIT). Los órganos pcpales eran
secundados por otros especiales, creados por la Asamblea o el Consejo, p/ colaborar en el estudio técnico de algunas
cuestiones o ejercer tareas administrativas o ejecutivas.
a) La Asamblea: La Asamblea estaba integrada por representantes de todos los Esta-dos Miembros; cada Estado tenía
un voto. Se reunía una vez por año en forma ordinaria, y podía realizar sesiones extraordinarias. Estaba dividida en seis
comisiones de trabajo, donde se analizaban los temas que luego se someterían a la Asamblea en pleno.
b) El Consejo: El Consejo tenía Miembros permanentes y no permanentes. En un principio, los primeros fueron las
principales potencias aliadas en la guerra (Francia, Gran Bretaña, Italia y Japón; Estados Unidos, no formó parte de la SN);
los no permanentes se elegían entre los Miembros de la Sociedad por la Asamblea. Cuando el Consejo trataba temas que
interesaran particular// a Estados no miembros, se les permitía su participación mediante un representante ad-hoc con voz
pero sin voto.
Las resoluciones se adoptaban por unanimidad, tanto en la Asamblea c/ en el Consejo, aunque no fuera ésta una regla
"
absoluta, ya que las cuestiones llamadas "de procedimiento requerían p/ su aprobación una mayoría de dos tercios. Esta
rigidez limitó sustancial// el accionar de la organización y fue una de las causas de su final fracaso.
Las resoluciones adoptadas por estos órganos tendían principal// a asegurar la paz y consistían en llamamientos
dirigidos a los Estados Miembros a resolver sus conflictos por alguno de los medios pacíficos conocidos. Los Estados, a
pesar de que conservaban su soberanía, quedaban obligados moral// a actuar en consecuencia.
c) La Secretaría: Tenía la administración de la Sociedad, preparaba los temas a tratar por la Asamblea y el Consejo y
actuaba c/ ejecutora de las resoluciones tomadas por aquellos. Su jefe era el Secretario Gral, designado por el Consejo con
la aprobación de la mayoría de la Asamblea. Existían 2 secretarías adjuntas y tres subsecretarías grales.
Significación y realizaciones: A diferencia de la ONU, la Sociedad de las Naciones nunca alcanzó un alto grado de
universalidad.
Los aliados se opusieron al ingreso de Alemania hasta 1926, y la URSS no fue admitida hasta 1934, cuando ya
Alemania se había retirado de la organización (1933). Japón se retiró en el mismo año que Alemania, cuando la Asamblea
censuró su ataque a China, e Italia lo hizo en 1937, tras la adopción de sanciones por su invasión a Abisinia. Varios países
sudamericanos se retiraron de la Sociedad (Costa Rica en 1924, Brasil en 1926, Guatemala, Honduras y Nicaragua en
1936, P/guay y El Salvador en 1937, Venezuela en 1938, y Perú en 1939), mientras que otros se ausentaron temporal// de la
misma (Bolivia entre 1923 y 1929, Perú y Honduras entre 1924 y 1929, la Argentina entre 1920 y 1933). México sólo
ingresó en 1931 y Ecuador, que había firmado el Pacto en 1919, sólo lo ratificó en 1934. España llegó a anunciar su
retirada en 1926, pero se reintegró a la misma en 1928, sin práctica// solución de continuidad. La URSS fue expulsada de
la Sociedad en 1939 por su ataque a Finlandia.
Además de todas estas retiradas, suspensiones y expulsiones, la continuada ausencia de los Estados Unidos constituyó
un factor de debilidad de la SN y una de las causas más destacadas de su disolución al término de la Segunda Guerra
Mundial.
Cabe señalar tres períodos en la evolución de la Sociedad.
• El primero, entre 1920 y 1923, corresponde a sus años de formación, cuando se crean y estructuran sus instituciones.
El saldo de la primera etapa de la Sociedad fue positivo, y preparó el terreno a una etapa de expansión que se extiende de
1924 a 1930.
• Entre 1924 y 1930, la Sociedad consigue sus principales realizaciones. Con el ingreso de Alemania en 1926 parece
que aquélla se va a transformar, de una organización de potencias vencedoras, en una auténtica organización mundial. En
1928 de firmó el Pacto Briand-Kellogg, de renuncia a la guerra c/ instrumento de política nacional, primera vez en que la
guerra es formal// prohibida.
• La tercera etapa registra los fracasos y virtual desaparición de la SN. Las esperanzas que se podían albergar en el
terreno político a fines de los años veinte se frustraron por la crisis económica mundial y la expansión del fascismo en
Europa y Japón. La década de los treinta, que marca el tercero y último período de la SN se caracteriza por una marcada
agudización de los conflictos internacionales, y culmina con el estallido de la Segunda Guerra Mundial en 1939.
Aunque la Sociedad de las Naciones no fue capaz de enfrentarse con los graves problemas internacionales de su tiempo,
la experiencia no resulto infructuosa. Por un lado, algunos de aquellos problemas fueron resueltos, utilizando los
mecanismos previstos en el Pacto. Luego, muchas de sus instituciones subsistieron en alguna u otra forma y han sido
heredadas por el sistema de las NU. Pero, sobre todo, su experiencia ha servido de base p/ el establecimiento de una nueva
organización mundial, más permanente y eficaz que la anterior, y alrededor de la cual giran un gran número de instituciones
internacionales de cooperación.
• la abstención de recurrir a la amenaza, o al uso de la fuerza contra la integridad territorial o la independencia política
de cualquier Estado, o en cualquier otra forma incompatible con los Propósitos de las NU, que no admite otra excepción
sino la legítima defensa, (art. 51) y la adopción de medidas colectivas;
• la asistencia a las NU en cualquier acción que ésta cumpla en conformidad con la Carta y la abstención de ayudar a
cualquier Estado contra el cual la Organización estuviere ejerciendo acción preventiva o coercitiva;
• la obligación de la ONU de hacer que los Estados no miembros se comporten de acuerdo con los anteriores
Principios, en cuanto ello sea necesario p/ el mantenimiento de la paz y seguridad internacionales;
• la no intervención en los asuntos que sean esencial// de la jurisdicción doméstica de los Estados.
A éstos pueden agregarse dos Principios más que rigen la conducta de los Estados Miembros de la ONU, y que surgen
de la Resolución 2625, del año 1970, y que son:
• el principio de la no intervención de un Estado o grupo de Estados en los asuntos de jurisdicción interna de otros
Estados;
• la cooperación pacífica entre los Estados, de conformidad con la Carta.
c) Modificación de la Carta: La reforma está prevista en el art. 108, el que exige p/ ello el voto de las dos terceras
partes de los Miembros de la AG, y la posterior ratificación, de conformidad con sus respectivos procedimientos
constitucionales, de las dos terceras partes de los Miembros de las NU, incluyendo los cinco permanentes del CS. Así
adoptadas, dichas reformas entrarán en vigor p/ la totalidad de los Miembros de la Organización, incluidos los que se
hubieran opuesto a ellas.
3- Miembros
La Carta distingue entre los Miembros originarios, que suscribieron la Carta de San Francisco (art. 3) (en total sumaban
51 miembros), y los admitidos, que ingresaron de acuerdo al procedimiento del art. 4.
En la práctica la distinción carece de importancia, ya que todos, con la salvedad de los Miembro, permanentes del CS,
gozan de los mismos dchos y están sometidos a las mismas obligaciones.
"
P/ ser Miembros deben ser Estados amantes de la paz, que acepten las obligaciones establecidas en la Carta, y que, a
juicio de la Organización, estén capacitados p/ cumplir dichas obligaciones y que se hallen dispuestos a hacerlo."
Cinco requisitos deben cumplirse, uno objetivo y cuatro de carácter subjetivo. El objetivo es la calidad de Estado, que
puede sin embargo presentar algunas dificultades tocantes a su condición de independiente.
Dos de sus Miembros originarios, Ucrania y Bielorrusia, formaban parte de la Unión Soviética al momento de
suscribir la Carta de San Francisco. La India, por su parte, era un dominio británico. Lo que indica una gran flexibilidad
en los criterios de admisión.
La admisión se realiza por decisión de la AG a recomendación del CS. (Art. 4.)
Podrá suspenderse a un Miembro cuando haya sido objeto de acción coercitiva por parte del CS, a recomendación del
mismo Consejo, pero por decisión de la AG. El Consejo podrá restituirlo eventual// a su calidad de Miembro. En la práctica
esta sanción no se ha tomado nunca. (Art. 5.)
"
Todo Miembro que haya violado repetida// los principios contenidos en la Carta" podrá ser expulsado de la
Organización por la AG a recomendación del CS. (Art. 6.) Tampoco hay ejemplo de dicha medida en la práctica de la
Organización.
4- Órganos
a) El Consejo de Seguridad (CS)
• Responsabilidad primordial: Le compete la responsabilidad primordial por el mantenimiento de la paz y la seguridad
internacionales.
• Miembros y votos: El veto Está compuesto por 15 Miembros, cinco permanentes (China, Francia, los Estados Unidos
de América, el Reino Unido y Rusia, anterior-// la Unión Soviética) y diez que duran dos años, elegidos por la AG.
Cada Miembro del CS tiene un voto. Las decisiones sobre cuestiones de procedimiento, se adoptan mediante voto
afirmativo de, por lo menos, 9 de sus 15 Miembros. Las decisiones sobre cuestiones sustantivas requieren también nueve
votos, pero incluidos en éstos los votos afirmativos de los cinco Miembros permanentes.
Es el derecho de veto, con el que las grandes potencias se aseguraron la posibilidad de bloquear cualquier resolución
que no convenga a sus intereses. Se ha intentado limitar este privilegio de las grandes potencias, por ejemplo, cuando se
resolvió que la abstención o la ausencia de una de ellas no significaba un voto negativo o cuando la Asamblea decidió
considerar c/ cuestiones de procedimiento ciertos asuntos, que consecuente// no requieren la mayoría especial de las
cuestiones sustantivas.
• Resoluciones y poderes (Art. 25): Todos los Miembros de las NU convienen aceptar y cumplir las decisiones del
Consejo. Aunque otros órganos de las NU formulan recomendaciones a los gobiernos, sólo el Consejo está facultado p/
adoptar decisiones que, en el campo de la paz y la seguridad, son de obligatorio cumplimiento p/ los Estados Miembros.
Las funciones y poderes que la Carta le asigna al Consejo son las siguientes:
• Mantener la paz y la seguridad internacionales de conformidad con los Propósitos y Principios de las NU;
• Investigar toda controversia o situación que pueda crear fricción internacional; recomendar métodos de ajuste de tales
controversias condiciones de arreglo;
• Formular planes p/ el establecimiento de un sistema que regla // los armamentos;
• Determinar si existe una amenaza a la paz, un quebrantamiento de la paz o un acto de agresión y recomendar qué
medidas se deben adoptar;
• Instar a los Miembros a que apliquen sanciones económicas y otras medidas que no entrañen el uso de la fuerza, con
el fin de impedir o detener la agresión. Si fuera necesario, adoptar una acción militar contra el agresor;
• Recomendar la admisión de nuevos Miembros;
• Ejercer las funciones de administración fiduciaria de las NU en zonas estratégicas;
• Recomendar a la AG la designación del Secretario General y, junto con la Asamblea, elegir a los Miembros de la
Corte Internacional de Justicia.
b) La Asamblea General (AG)
• Composición y votos: Es el principal órgano deliberativo de las NU. Está compuesto por representantes de todos los
Estados Miembros, cada uno de los cuales tiene derecho a un voto. Las de-cisiones sobre cuestiones importantes (paz y
seguridad, admisión de nuevos Miembros, cuestiones presupuestarias), requieren una mayoría de dos tercios, las de otras
cuestiones, simple mayoría.
• Funciones y poderes
• paz y seguridad internacionales, incluso desarme y limitación de armamentos.
Puede considerar y hacer recomendaciones sobre tales asuntos;
• cualquier cuestión dentro de los límites de la Carta o que afecte a los poderes o funciones de cualquier órgano de las
NU;
• cooperación política internacional, desarrollo del DI y su codificación, dchos humanos y libertades fundamentales y
colaboración internacional en los campos económico, social, cultural, educativo y sanitario;
Puede iniciar estudios y hacer recomendaciones al respecto.
• recibir y considerar informes del CS y otros órganos de las NU;
• presupuesto de las NU y cuotas de los Miembros;
• elección de los Miembros no permanentes del CS, los del Consejo Económico y Social y los elegibles del Consejo de
Administración Fiduciaria; participación con el CS en la elección de los Magistrados de la Corte Internacional de Justicia y,
a recomendación del CS, nombramiento del Secretario General.
La AG sesiona en forma ordinaria anual//, desde el tercer martes de setiembre hasta mediados de diciembre. Tiene seis
comisiones principales: la primera, trata asuntos de desarme y asuntos de seguridad internacional, la segunda cuestiones
económicas y financieras, la tercera cuestiones sociales, humanitarias y culturales, la cuarta asuntos relativos a la
descolonización, la quinta cuestiones administrativas y de presupuesto y la sexta cuestiones jurídicas. Durante un tiempo
funcionó también una Comisión llamada "Política Especial". Además de los ordinarios, la Asamblea puede reunirse en
períodos extraordinarios de sesiones, a solicitud del CS, de una mayoría de los Miembros de las NU, o de un Miembro si la
mayoría de los Miembros está de acuerdo.
Las decisiones de la AG carecen de obligatoriedad jurídica p/ los gobiernos, pero generan una obligación moral y tienen
peso en la opinión pública mundial. La AG es el órgano más democrático de la Organización, ya que en él participan todos
los Miembros y no existen privilegios p/ ninguno de ellos.
c) La Corte Internacional de Justicia
Es el principal órgano judicial de las NU (art. 92) y es sucesora de la antigua Corte Permanente de Justicia Internacional
creada por el Tratado de Versalles. Su Estatuto forma parte de la Carta, y está basado en el de la CPJI, c/ lo reconoce
expresa// el art. 92. Todo miembro de la ONU es ipso facto parte en el Estatuto y aún los no miembros pueden serlo, de
acuerdo con las condiciones que en cada caso fije la AG a recomendación del CS. (Art. 93.) La CIJ está integrada por
quince jueces, elegidos conjunta// por la AG y el CS en votaciones sep/das.
El art. 94 de la Carta establece el compromiso de todos los Miembros de la ONU a cumplir las decisiones de la Corte en
los litigios de que sean parte, y en caso de que alguna de las partes se negare a cumplirla faculta a la otra p/ dirigirse al CS.
Este, si lo considera necesario, podrá hacer recomendaciones o tomar medidas p/ que el fallo incumplido se ejecute.
Aunque la Corte sea el órgano judicial principal de la Organización, los Estados Miembros tienen total libertad p/
utilizar otros tribuna-les, ya sea aquellos a cuya jurisdicción se hubieren sometido por acuerdos existentes, o que puedan
concertarse en el futuro. (Art. 95.)
La corte ejerce dos tipos de funciones, una contenciosa, y otra consultiva.
d) El Consejo Económico y Social
• Composición, votos y funciones: Pcpal órgano coordinador de la labor econ y social de la ONU y de los organismos
especializados que conforman "el Sistema de las NU". Actual// está integrado por 54 Miembros elegidos por la Asamblea.
Sus decisiones se adoptan por mayoría simple y son sólo recomendatorias; cada Miembro tiene derecho a un voto. El
ECOSOC celebra anual// dos períodos de sesiones de un mes de duración, uno en Nueva York y el otro en Ginebra. Su tarea
permanente la llevan a cabo sus organismos subsidiarios, que le presentan informes.
Sus funciones son amplísimas, aunque fundamental// actúe c/ órgano preparatorio de resoluciones de la Asamblea. Son
las más importantes:
• servir c/ ámbito central p/ el examen de los problemas económicos y sociales internacionales, de naturaleza mundial;
• hacer o iniciar estudios, informes y recomendaciones sobre asuntos de carácter económico, social, cultural, educativo,
sanitario y asuntos conexos;
• promover el respeto por los dchos humanos y las libertades fundamentales de todos y la observancia de estos dchos y
libertades;
• convocar a conferencias internacionales y preparar proyectos de convención sobre cuestiones de su competencia p/
someterlos a la consideración de la AG;
• negociar acuerdos con los organismos especializados en los cuales se definan sus relaciones con las NU;
• celebrar consultas con las organizaciones no gubernamentales que se ocupen de asuntos en los que entiende el
Consejo.
Dependen del ECOSOC muchos órganos subsidiarios c/: las comisiones de DD.HH., de estadística, de desarrollo social,
de población, de la condición de la mujer y de control de estupefacientes. Existen además, bajo la órbita del ECOSOC 5
comisiones que atienden asuntos regionales, 6 comités permanentes y diversos organismos permanentes de expertos que se
ocupan de temas diversos c/ la prevención del delito, planificación del desarrollo, y transporte de mercaderías peligrosas.
e) El Consejo de Administración Fiduciaria: Se estableció c/ órgano pcpal de supervisión de la ONU sobre el
régimen creado por la Carta p/ administrar territorios en fideicomiso, cuyo objeto era promover el adelanto de los habitantes
de los territorios en fideicomiso y su desarrollo progresivo hacia el gobierno propio o la independencia. Dichos objetivos se
han cumplido a tal punto que sólo queda uno —un fideicomiso estratégico— de los 11 territorios iniciales: el de las Islas del
Pacífico, administrado por EE.UU.. Los demás alcanzaron un nuevo status, ya sea c/ Estados independientes o mediante su
unión a otros países independientes. Dicho Consejo actúa bajo la autoridad de la AG o, en caso de zona estratégica, bajo la
autoridad del CS. Su número de Miembros se ha reducido al ir disminuyendo el número de países administradores.
f) La Secretaría General
• Composición y funciones: La ONU tiene un Secretario General y los funcionarios que de él de-penden. El Secretario
General es el más alto funcionario de la Organización, y asume la dirección de los servicios administrativos de las NU.
Pero además de sus funciones burocráticas, cuenta con importantes competencias políticas y diplomáticas. De hecho
representa a la Organización frente al exterior y ante la opinión pública, y le corresponden funciones de mediación y
conciliación en el caso de conflictos entre los Estados. La Carta faculta incluso al Secretario General a convocar una
reunión del CS en caso de urgencia, y a llamar la atención de éste sobre cualquier cuestión que ponga en peligro el
mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales, así c/ interponer sus buenos oficios p/ contribuir a resolver las
controversias internacionales.
Conforme al art. 100 cada Estado Miembro se compromete a respetar el carácter exclusiva// internacional de las
funciones del Secretario Gral y del personal de la Secretaría, y a no tratar de influir sobre ellos en el desempeño de sus
funciones.
La labor de la Secretaría es tan variada c/ la lista de los problemas que examinan las NU; administración de operaciones
de mantenimiento de la paz, organización de conferencias internacionales sobre problemas económicos y sociales
mundiales, preparación de estudios sobre temas c/ los dchos humanos, el desarme y el desarrollo, e interpretación de
discursos, traducción de documentos y distribución, a los medios de comunicación social del mundo, de información acerca
de las NU.
• Elección: El Secretario General es elegido conjunta// por la Asamblea y el CS por períodos que suelen fijarse por 5
años pudiendo ser reelegido.
5- Arreglo Pacífico de controversias. (Capítulo 6 de la Carta)
Los Estados Miembros están obligados a resolver, por los medios pacíficos establecidos en el art. 33 de la Carta, todas
las controversias entre ellos cuya prolongación sea susceptible de poner en peligro la paz y seguridad internacionales. Tales
medios son la negociación, la investigación, la conciliación, el arbitraje, el arreglo judicial, el recurso a organismos o
acuerdos regionales o cualquier otro medio que de común acuerdo elijan.
• ¿Quiénes pueden llamar la atención del CS hacia una controversia?
La existencia de una tal controversia, o de una situación que, sin serlo, sea susceptible de crear fricción internacional u
originar una controversia, podrá ser llevada al CS por cualquier Miembro de la Organización (art. 35.1), o por cualquier
Estado no miembro pero que sea parte en la controversia, si acepta las obligaciones de arreglo pacífico de la Carta (art. 35.
2).
La AG (art. 11.3) y el Secretario General podrán llamar la atención del CS sobre controversias que puedan poner en
peligro la paz y seguridad internacionales (art. 99). El CS tiene faculta-des p/ investigar toda controversia o situación c/ las
indicadas, p/ determinar si en efecto su continuación hace peligrar la paz y seguridad internacionales. (Art. 34.)
En algunos casos, el mismo Consejo procede a la investigación, nombrando representantes especiales o pide al
Secretario Gral que interponga sus buenos oficios.
• Medidas del CS: El CS, si lo estima necesario, instará a las partes a que resuelvan su diferencia por los medios
pacíficos anterior// mencionados (art. 33.2). También podrá, en cualquier estado en que se encuentre una controversia o
situación de índole semejante, recomendar los procedimientos apropiados (art. 36.1), teniendo en consideración todo
procedimiento que las partes hayan adoptado p/ su arreglo (art. 36.2) y también que las controversias de orden jurídico
deben general-// ser sometidas por las partes a la CIJ, en conformidad con su Estatuto. (Art. 36.3.)
Si las partes en la controversia no logran arreglarla por los anteriores procedimientos, la someterán al CS (art. 37.1), y si
éste estimare que la controversia real// pone en peligro la paz y seguridad internacionales, decidirá si proceder de acuerdo al
art. 36 –esto es, recomen-dar un procedimiento o método de ajuste– o recomendar directa// los términos del arreglo que
considere apropiados (art. 37.2).
La AG, que tiene funciones concurrentes con el Consejo en materia de paz y seguridad, se abstendrá sin embargo de
hacer recomendaciones sobre una controversia o situación respecto a la cual el CS esté desempeñando las funciones que le
asigna la Carta, a no ser que el mismo CS se lo solicite. (Art. 12.)
Resulta claro que el CS no puede imponer a las partes los términos del ajuste, sólo recomendarlos, excepto natural//
que "su poder residual p/ tratar casos de amenazas a la paz y actos de agresión permanece intacto.
6- Acción en casos de amenazas a la paz, quebrantamientos de la paz o actos de agresión (uso de la fuerza en la
seguridad colectiva). (Capítulo 7 de la Carta)
• En el Consejo de Seguridad: La otra forma de utilización legítima de la fuerza es la que se utiliza por el organismo
mundial, en particular el CS. Debido a la ausencia de los acuerdos del art. 43, que hubieran puesto bajo sus órdenes directas
a tropas aportadas por diversos Estados Miembros, se ha venido aplicando el uso de la fuerza por el CS a través de
recomendaciones p/ que sean los Estados Miembros los que conduzcan las operaciones con fuerzas propias. Pero en
realidad, hay diferencias, ya que ambas instituciones están regidas por normas diferentes y la defensa colectiva puede tener
lugar antes de la autorización de cualquier organismo internacional.
Es menester recordar que el art. 51 prevé el carácter provisional de la defensa colectiva "hasta que el CS haya tomado
las medidas necesarias p/ restaurar la paz y seguridad internacionales". Es decir, es el CS el órgano encargado primaria// del
mantenimiento de la paz y seguridad; el dcho de legítima defensa, tanto individual c/ colectiva, cede ante su competencia.
Es el Capítulo 7 de la Carta el que se ocupa de este fundamental poder del Consejo y su art. 39 el que lo autoriza, en
caso de amenaza a la paz, ruptura de la paz o actos de agresión por parte de un Estado o Estados, a tomar las medidas de los
arts 41 y 42, que son sanciones destinadas a impedir o a subsanar aquellos actos contrarios a la seguridad colectiva.
Siendo el CS un cuerpo eminente// político, queda a su criterio determinar cuándo una situación de las contempladas en
el art. 39 se ha producido. Sus acciones no están supeditadas a revisión judicial.
La AG adoptó la Resolución 3314 de 1974, sobre definición de agresión, destinada a servir de guía al CS en la
identificación de conductas agresoras. La Resolución misma, que adopta el sistema de una definición general seguida de
ejemplos particulares, provee en su art. 2 que el CS puede, en conformidad con la Carta, concluir que la determinación de
que se ha cometido un acto de agresión no se justifica a la luz de otras condiciones relevantes, incluyendo el hecho de que
los actos en cuestión o sus consecuencias carecen de la gravedad suficiente. Por otro lado, su art. 4 expresa que los ejemplos
dados en la Resolución no son exhaustivos y que el CS puede determinar qué otros actos no contemplados constituyen tb
agresión.
"
Las facultades del CS no se limitan a situaciones de tipo militar, ya que el concepto de amenazas a la paz" ha sido
interpretado en forma amplia, sobre todo en los últimos tiempos.
Las sanciones del art. 41 no involucran el uso de la fuerza armada; son de tipo político y econ y obligatorias p/ los
Estados miembros de la ONU. Van desde la ruptura de las relaciones econ o de las comunicaciones hasta la de rel
diplomáticas.
Si las medidas anteriores no son suficientes p/ restablecer la paz y seguridad o disipar la amenaza contra ellas, el art. 42
autoriza al CS a utilizar la fuerza armada. La Carta preveía, en su art. 43, que aquella fuerza iba a estar compuesta por
contingentes de diversos Estados Miembros, puestos a disposición del CS por éstos según acuerdos celebrados entre éste y
aquellos. Pero las disidencias que surgieron, sobre todo entre los Estados Unidos y la entonces URSS, respecto a varios
puntos referentes a dichas fuerzas imposibilitaron que el CS pudiera tenerlas a su disposición. Nunca, entonces, funcionó el
sistema c/ fue concebido originaria//.
En cambio, se acudió a las recomendaciones del CS: éste recomendaba o autorizaba a los Estados Miembros a
promover acciones militares contra los Estados agresores o que amenazaban la paz. Esta práctica se basa en las facultades
generales del Consejo, en cumplimiento de su primordial y preferente función de mantener la seguridad colectiva y se ha
establecido firme//: el CS no da una orden mandatoria a los Estados de utilizar la fuerza, simple// los autoriza a hacerlo.
Lo más interesante en esta expansión de los poderes del CS son las medidas complementarias que éste ha adoptado en
casos recientes, en virtud de sus poderes implícitos. Así, el CS impuso a Irak la aceptación de un arreglo de paz y le fijó su
frontera a Kuwait. Lo obligó asimismo a destruir una cantidad de armamentos y le impuso, sobre su renta petrolera, una
serie de descuentos destinados a indemnizaciones por los daños que produjo su invasión a Kuwait, incluyendo el daño
ambiental y el vaciamiento de recursos naturales. Asimismo, impuso en Yugoslavia una política de prohibición de vuelos a
las facciones en pugna y ha sobrepasado en diversas formas lo que era acostumbrado en épocas anteriores.
• En la Asamblea General: La parálisis que afectó al CS c/ consecuencia del abuso del veto por las grandes potencias,
"
motivó que la AG tratara de suplir su acción a través de la famosa resolución Unidos p/ la paz" (Res. 377 (V) de 1950), que
establecía que en caso de que el CS no pudiere actuar en materia de seguridad colectiva por el veto de alguno de sus
Miembros permanentes, la AG podía abocarse inmediata// a ese asunto con vistas a emitir recomendaciones a los
Miembros, incluyendo en el caso de la ruptura de la paz o de un acto de agresión, el uso de la fuerza armada si fuere
necesaria p/ restaurar la paz y seguridad internacionales: " Esta resolución se utilizó varias veces; en Corea en 1950 y en
Afganistán, en relación con la intervención soviética, en 1980.
• Las fuerzas de paz: En 1956, la AG tb la utilizó en el caso de la incursión franco-británica en el Canal de Suez y creó
"
por primera vez una de las llamadas fuerzas de paz", conocida por sus iniciales de UNEF, con el consentimiento de Egipto.
Estas tropas no responden a la aplicación de la fuerza por las NU; son observadoras de las treguas, separan las facciones en
lucha y demás, pero no se crean en consecuencia del Capítulo 7 de la Carta ni significan acción coercitiva, según lo
reconoció la CIJ, desde que son des-plegadas y operan con el consentimiento del Estado territorial. Tampoco requieren por
eso la autorización del CS, aunque desde hace ya tiempo es el propio CS el que resuelve el envío de estas expediciones, c/
sucedió en el caso de Chipre y en el Medio Oriente.
7- Acuerdos regionales: Capítulo 8
52.1. Ninguna disposición de esta Carta se opone a la existencia de acuerdos u organismos regionales cuyo fin sea
entender en los asuntos relativos al mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales y susceptibles de acción
regional, siempre que dichos acuerdos u organismos, y sus actividades, sean compatibles con los Propósitos y Principios de
las NU.
2. Los Miembros de las NU que sean Partes en dichos acuerdos o que constituyan dichos organismos, harán todos los
esfuerzos posibles p/ lograr el arreglo pacífico de las controversias de carácter local por medio de tales acuerdos u
organismos regionales antes de someterlas al CS.
3. El CS promoverá el desarrollo del arreglo pacífico de las controversias de carácter local por medio de dichos
acuerdos u organismos regionales, procediendo, bien a iniciativa de los Estados interesados, bien a instancia del CS.
4. Este art. no afecta en manera alguna la aplicación de los arts 34 y 35.
53.1. El CS utilizará dichos acuerdos u organismos regionales, si a ello hubiere lugar, p/ aplicar medidas coercitivas
bajo su autoridad. Sin embargo, no se aplicarán medidas coercitivas en virtud de acuerdos regionales o por organismos
regionales sin autorización del CS, salvo que contra Estados enemigos, según se les define en el párrafo 2 de este art.. se
tomen las medidas dispuestas en virtud del art. 107. o en acuerdos regionales dirigidos contra la renovación de una política
de agresión de parte de dichos Estados, hasta tanto que a solicitud de los gobiernos interesados quede a cargo de la
Organización la responsabilidad de prevenir nuevas agresiones de parte de aquellos Estados.
2. El término "Estados enemigos" empleado en el párrafo 1 de este art. se aplica a todo Estado que durante la Segunda
Guerra Mundial haya sido enemigo de cualquiera de los signatarios de esta Carta.
54. Se deberá mantener en todo tiempo al CS plena// informado de las act emprendidas de conformidad con acuerdos
regionales o por organismos regionales con el propósito de mantener la paz y la seguridad internacionales.
8- Cooperación internacional económica y social: Capítulo 9
55. Con el propósito de crear las condiciones de estabilidad y bienestar p/ las relaciones pacíficas y amistosas entre las
Naciones, basadas en el respeto al principio de la igualdad de dchos y al de la libre determinación de los pueblos, la
Organización promoverá:
a) Niveles de vida más elevados, trabajo permanente p/ todos, y condiciones de progreso y desarrollo económico y
social;
b) La solución de problemas internacionales de carácter económico, social y sanitario, y de otros problemas conexos; y
la cooperación internacional en el orden cultural y educativo: y
c) El respeto universal a los dchos humanos y a las libertades fundamentales de todos, sin hacer distinción por motivos
de raza, sexo, idioma o religión y la efectividad de tales dchos y libertades.
56. Todos los Miembros se comprometen a tomar medidas conjunta o sep/da-//, en cooperación con la Organización, p/
la realización de los propósitos con-signados en el art. 55.
57.1. Los distintos organismos especializados establecidos por acuerdos intergubernamentales, que tengan amplias
atribuciones internacionales definidas en sus estatutos, y relativas a materias de carácter económico, social, cultural,
educativo, sanitario, y otras conexas, serán vinculados con la Organización de acuerdo con las disposiciones del art. 63.
2. Tales organismos especializados así vinculados con la Organización se denominarán en adelante "los organismos
especializados".
58. La Organización hará recomendaciones con el objeto de coordinar las normas de acción y las actividades de los
organismos especializados.
59. La Organización iniciará, cuando hubiere lugar, negociaciones entre los Esta-dos interesados p/ crear los nuevos
organismos especializados que fueren necesarios p/ la realización de los propósitos enunciados en el art. 55.
La responsabilidad por el desempeño de las funciones de la Organización se-Haladas en este Capítulo corresponderá a
la AG y, bajo la autoridad de esta, al Consejo Económico y Social, que dispondrá a este efecto de las facultades expresadas
en el Capítulo 10.
9- Declaración relativa a territorios no autónomos : Capítulo 11
73. Los Miembros de las NU que tengan o asuman la responsabilidad de administrar territorios cuyos pueblos no hayan
alcanzado todavía la plenitud del gobierno propio, reconocen el principio de que los intereses de los habitantes de estos
territorios están por encima de todo, aceptan c/ un encargo sagrado la obligación de promover en todo lo posible, dentro del
sistema de paz y de seguridad internacionales establecido por esta Carta, el bienestar de los habitantes de esos territorios, y
asimismo se obligan:
a) A asegurar. con el debido respeto a la cultura de los pueblos respectivos, su adelanto político, económico, social y
educativo, el justo tratamiento de dichos pueblos y su protección contra todo abuso;
b) A desarrollar el gobierno propio, a tener debida// en cuenta las aspiraciones políticas de los pueblos, y a ayudarlos en
el desenvolvimiento progresivo de sus libres instituciones políticas, de acuerdo con las circunstancias especia-les de cada
territorio, de sus pueblos y de sus distintos grados de adelanto;
e) A promover la paz y la seguridad internacionales;
d) A promover medidas constructivas de desarrollo, estimular la investigación, y cooperar unos con otros y, cuando y
donde fuere del caso, con organismos internacionales especializados, p/ conseguir la realización práctica de los propósitos
de carácter social económico y científico expresados en este art.: y
e) A transmitir regular// al Secretario General. a título informativo y dentro de los límites que la seguridad y
consideraciones de orden constitucional re-quieran, la información estadística y de cualquier otra naturaleza técnica que
verse sobre las condiciones económicas, sociales y educativas de los territorios por los cuales son respectiva// responsables,
que no sean de los territorios a que se refieren los Capítulos 12 y 13 de esta Carta.
74. Los Miembros de las NU convienen igual// en que su política con respecto a los territorios a que se refiere este
Capítulo, no menos que con respecto a sus territorios metropolitanos, deberá fundarse en el principio gral de la buena
vecindad, teniendo debida// en cuenta los intereses y el bienestar del resto del mundo en cuestiones de carácter social,
económico y comercial.
10- Régimen internacional de administración fiduciaria: Capítulo 12
g
75. La Organización establecerá bajo su autoridad un ré imen internacional de administración fiduciaria p/ la
administración y vigilancia de los territorios que puedan colocarse bajo dicho régimen en virtud de acuerdos especiales
posteriores. A dichos territorios se les denominará "territorios fideicometidos".
76. Los objetivos básicos del régimen de administración fiduciaria, de acuerdo con los Propósitos de las NU enunciados
en el art. 1 de esta Carta, serán:
a) Fomentar la paz y la seguridad internacionales;
b) Promover el adelanto político, econ social y educativo de los habitantes de los territorios fideicometidos, y su
desarrollo progresivo hacia el gobierno propio o la independencia, teniéndose en cuenta las circunstancias particulares de
cada territorio y de sus pueblos y los deseos libre// expresados de los pueblos interesados, y según se dispusiere en cada
acuerdo sobre administración fiduciaria;
c) Promover el respeto a los dchos humanos y a las libertades fundamentales de todos, sin hacer distinción por motivos
de raza, sexo, idioma o religión, así c/ el reconocimiento de la interdependencia de los pueblos del mundo; y
d)Asegurar tratamiento igual p/ todos los Miembros de las NU y sus nacionales en materias de carácter social,
económico y comercial, así c/ tratamiento igual p/ dichos nacionales en la administración de la justicia, sin perjuicio de la
realización de los objetivos arriba expuestos y con sujeción a las disposiciones del art. 80.
77.1. El régimen de administración fiduciaria se aplicará a los territorios de las siguientes categorías que se colocaren
bajo dicho régimen por medio de los correspondientes acuerdos:
a) Territorios actual// bajo mandato:
b) Territorios que. c/ resultado de la Segunda Guerra Mundial, fueron segregados de Estados enemigos; y
c) Territorios voluntaria// colocados bajo este régimen por los Estados responsables de su administración.
2. Será objeto de acuerdo posterior el determinar cuáles territorios de las categorías anterior// mencionadas serán
colocados bajo el régimen de administración fiduciaria y en qué condiciones.
78. El régimen de administración fiduciaria no se aplicará a territorios que hayan adquirido la calidad de Miembros de
las NU, cuyas relaciones entre sí se basarán en el respeto al principio de la igualdad soberana.
79. Los términos de la administración fiduciaria p/ cada territorio que haya de colocarse bajo el régimen expresado, y
cualquier modificación o reforma, deberán ser acordados por los Estados directa// interesados, incluso la potencia
mandataria en el caso de territorios bajo mandato de un Miembro de las NU. y serán aprobados según se dispone en los art.s
83 y 85.
r
80.1. Salvo lo que se conviniere en los acuerdos especiales sobre administ ación fiduciaria concertados de conformidad
con los art.s 77, 79 y 81 y median-te los cuales se coloque cada territorio bajo el régimen de administración fiduciaria, y
hasta tanto se concierten tales acuerdos, ninguna disposición de este Capítulo será interpretada en el sentido de que modifica
en manera alguna los dchos de cualesquiera Estados o pueblos, o los términos de los instrumentos internacionales vigentes
en que sean Partes Miembros de las NU.
2. El párr anterior no será interpretado en el sentido de que da motivo p/ demorar o diferir la negociación y celebración
de acuerdos p/ aplicar el régimen de adm fiduciaria a territorios bajo mandato y otros territorios, conforme al art. 77.
81. El acuerdo sobre adm fiduciaria contendrá en cada caso las condiciones en que se adminisirará el territorio
fideicometido, y designará la autoridad que ha de ejercer la administración. Dicha autoridad, que en lo sucesivo se
denominará la "autoridad administradora", podrá ser uno o más Estados o la misma Organización.
82. Podrán designarse en cualquier acuerdo sobre administración fiduciaria, una o varias zonas estratégicas que
comprendan parte o la totalidad del territorio fideicometido a que se refiera el acuerdo, sin perjuicio de los acuerdos
especiales celebrados con arreglo al art. 43.
83.1. Todas las funciones de las NU relativas a zonas estratégicas. incluso la de aprobar los términos de los acuerdos
sobre administración fiduciaria y de las modificaciones o reformas de los mismos, serán ejercidas por el CS.
2. Los objetivos básicos enunciados en el art. 76 serán aplicables a la población de cada zona estratégica.
3. Salvo las disposiciones de los acuerdos sobre administración fiduciaria y sin perjuicio de las exigencias de la
g
se uridad, el CS aprovechará la ayuda del Consejo de Administración Fiduciaria p/ desempeñar, en las zonas estratégicas,
aquellas funciones de la Organización relativas a materias políticas, económicas, sociales y educativas que correspondan al
régimen de administración fiduciaria.
84. La autoridad administradora tendrá el deber de velar por que el territorio fideicometido contribuya al mantenimiento
de la paz y la seguridad internacionales. Con tal fin, la autoridad administradora podrá hacer uso de las fuerzas voluntarias,
de las facilidades y de la ayuda del citado territorio a efecto de cumplir con las obligaciones por ella contraídas a este
respecto ante el CS, c/ tb p/ la defensa local y el mantenimiento de la ley y del orden dentro del territorio fideicometido.
85.1. Las funciones de la Organización en lo que respecta a los acuerdos sobre administración fiduciaria relativos a
todas las zonas no designadas c/ estratégicas, incluso la de aprobar los términos de los acuerdos y las modificaciones o
reformas de los mismos, serán ejercidas por la AG.
2. El Consejo de Administración Fiduciaria, bajo la autoridad de la AG, ayudará a ésta en el desempeño de las
funciones aquí enumeradas.
41
BOLILLA 13
ORGANIZACIÓN DE ESTADOS AMERICANOS (OEA)
1- IDEAS GENERALES Y ANTECEDENTES
La organización internacional de los Estados de las Américas es la más antigua del planeta en cuanto tiene antecedentes
que se remontan a los primeros años de la independencia. Ha sido, en gran medida, el modelo en el que se han inspirado
organizaciones similares en otros continentes, e incluso la propia organización mundial en 1918.
Resultaba natural una colaboración entre las diferentes porciones del Imperio Español en América, que reconocían un
origen común, la misma lengua y comunidad de creencias. Si bien después de la independencia las fuerzas centrífugas
llevaron a una atomización de las divisiones administrativas del antiguo Imperio, aparecieron tb atracciones centrípetas, que
impulsaban a la unidad y cohesión necesaria p/ enfrentar los peligros del mundo externo, europeo, que avanzaba propósitos
colonialistas.
a) El Congreso bolivariano de Panamá: Así el Libertador Simón Bolivar, desde Perú, envió en 1824 un oficio a los
Gobiernos de Chile, Colombia, las Provincias Unidas del Plata, México, Brasil y Centro América recordando que ya en
1822 había propuesto se creara una confederación que celebraría en Panamá un Congreso de Plenipotenciarios de cada
"
nuevo país americano a fin que actuara c/ un consejo en caso de conflictos, o de peligros comunes... y conciliara las
diferencias que pudieran surgir", y pedía con urgencia se reuniera el Congreso.
"
No todos los invitados concurrieron al Congreso de Panamá celebrado en 1826, que adoptó un Tratado de Unión
Perpetua, Liga y Confederación" entre Perú, Gran Colombia, México y Centro América. Si bien el resultado no alcanzó las
expectativas que alentara Bolívar, es hoy un antecedente simbólico de la unidad de América.
b) Otras tentativas: Hubo varias otras tentativas en el mismo sentido: constituir una confederación contra la agresión
exterior (Lima, 1847), tratado sobre diversas materias de cooperación, además de un compromiso de abstención de recurrir
i
a la guerra y un sistema de mediación (Santiago de Chile, 1856), Unión Hi spanoamericana p/ mantener la paz y fijar los
límites respectivos (1864 en Lima), arbitraje y unión continental (Caracas, 1883). La participación fue muy parcial y
ninguno alcanzó resultados significativos.
El 29 de noviembre de 1881 el Secretario de Estado norteamericano James Blaine invitó a los países latinoamericanos a
una conferencia en Washington p/ el año 1882 p/ discutir las formas de prevenir guerras entre las naciones americanas.
Lamentable//, la guerra entre Perú, Bolivia y Chile frustó la iniciativa.
c) Washington, 1889: Retomada seis años después por el Congreso de los Estados Unidos, que emitió la autorización
correspondiente, el Secretario de Estado Bayard formalizó las invitaciones p/ el encuentro a partir del 2 de octubre de 1889.
El 14 de abril de 1890 se firmó un informe que, entre otras cosas, disponía que los Estados se unirían p/ establecer un
Buró Internacional americano con sede en Washington. El resto de las propuestas y propósitos de la conferencia tuvieron
poco éxito y se alcanzaron resultados limitados en materia comercial, así c/ una recomendación p/ establecer una Unión
Monetaria. Igual// se recomendó establecer un Plan de arbitraje obligatorio, que nunca entró en vigor por falta de
ratificaciones.
Pero la importancia de esta reunión radica en que inició la serie de conferencias que constituyeron el comienzo del
sistema interamericano, vigente hasta la actualidad.
Al principio no se le asignó a esta unión un carácter político sino tan solo comercial. Así, en 1910 el Buró comercial
"
recibió el nombre de "Unión Panamericana , con que se identifica hasta la actualidad a esta organización.
d) Las conferencias interamericanas: El sistema funcionó reuniéndose a intervalos no específica// fijados en
Conferencias interamericanas (la 2ª en México, 1901-02; la 3ªen Río de Janeiro, 1906; la 4ª en Bs As en 1910; la 5ª en
Santiago de Chile en 1923; la 6ª en La Habana, 1928; la 7ª en Montevideo, 1933; la 8ªen Lima, 1938; la 9ª en Bogotá, 1948
y la 10ª en Caracas, 1954).
La 9ª conferencia de Bogotá fue la última del sistema informal, ya que en esa oportunidad se adoptó la carta de una
in OEA
nueva institución ternacional a la que se denominó (OEA), que recogió la tradición histórica de esta antigua conjunción
in
de Estados, dándole una forma acorde con los tiempos que corrían e sertándose en el marco de la nueva Organización
mundial (ONU, capítulo 8, art.s 52 al 54).
e) Intermedio entre conferencias: Los acontecimientos políticos internacionales a partir de la Primera Guerra Mundial y
de la crisis económica de 1929 se sucedieron con creciente gravedad y obligaron a los gobiernos de las Américas a tomar
de-cisiones a su respecto.
"
A iniciativa del Presidente Franklin D. Roosevelt se reunió en Bs As una Conferencia p/ el mantenimiento de la Paz",
"
en 1936, que adoptó un Tratado p/ el mantenimiento, la preservación y el restablecimiento de la Paz", así c/ un Protocolo
in i
adicional relativo a la no tervención, por el que Estados Unidos se plegó al concepto latinoamericano de la no ntervención
en los asuntos internos o externos de los Estados.
f) El procedimiento de consultas: En la Octava conferencia (Lima, 1938) se adoptó el procedimiento de consulta de los
Ministros de Rel. Ext. p/ el caso de amenaza a la paz, seguridad o integridad territorial de cualquier república americana
(Declaración de Lima), que echa los cimientos del sistema de seguridad colectiva posterior// adoptado por los Estados
americanos. Los hechos históricos no hicieron esperar la inauguración del procedimiento de consulta: el 1° de septiembre de
1939 estalló la Segunda Guerra Mundial con la invasión de Polonia por la Alemania nazi.
El 23 de Septiembre, por invitación del Gobierno panameño, se realizó la Primera Reunión de consulta de los Ministros
de Rel. Ext. en Panamá, en la cual declararon su neutralidad frente a los acontecimientos europeos y definieron una zona de
seguridad del hemisferio occidental c/ medida de autoprotección continental.
La Segunda Reunión de consulta se celebró en julio de 1940 en La Habana, p/ afrontar el peligro que parecía cierto de
que Alemania venciera en Europa y se apoderara de las colonias de Francia y Gran Bretaña en América.
La Tercera Reunión de consulta (Río de Janeiro, 1942) se reunió a raíz del ataque japonés a los Estados Unidos (Pearl
Harbor, dic. de 1941) que reafirmó la solidaridad interamericana, resolvió reorganizar el Comité de Neutralidad, recomendó
el rompimiento de relaciones diplomáticas con Japón, Italia y Alemania, aunque a pedido de Argentina y Chile se aclaró
que se permitía a los diferentes Estados actuar según sus diversas circunstancias.
g) Conferencia sobre los problemas de la guerra y de la paz (México, 1945)
Estando próximo el triunfo aliado en la Segunda Guerra, los Estados Unidos, Gran Bretaña, U.R.S.S. y China se
reunieron en Dumbarton Oaks (Washington) p/ reorganizar el mundo de la posguerra median-te una organización mundial
que reemplazara a la Liga de las Naciones. Los países latinoamericanos no fueron invitados a participar, y ante su
preocupación por esta omisión México los invitó a una Conferencia sobre el futuro del mundo y de la región, reunida entre
el 21 de febrero al 8 de marzo de 1945, que adoptó dos resoluciones importantes:
• el "Acta de Chapultepec" sobre asistencia recíproca y solidaridad americana; y
• la reorganización, consolidación y reforzamiento del sistema interamericano.
Adoptada la Carta de las NU en la Conferencia de San Francisco en 1945, se había previsto en Chapultepec que los
Estados de América concluirían un pacto de seguridad regional colectiva una vez terminada aquella conferencia. Se
reunieron pues en Quitandinha (Brasil) en 1947 en la Conferencia Interamericana p/ el Mantenimiento de la Paz y
Seguridad Continentales, adoptando, después de 2 semanas de trabajo, el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca
(TIAR), firmado en Río de Janeiro en septiembre de 1947, aún vigente.
h) La IX Conferencia en Bogotá. Redacción de la Carta de la OEA: Así llegamos a la 9º Conferencia Interamericana
celebrada en Bogotá entre el 30 de marzo y el 2 de mayo de 1948, que adoptó la Carta de la OEA y, además, el Pacto de
Bogotá (Tratado americano de soluciones pacíficas), la Convención interamericana sobre concesión de los Dchospolíticos a
la mujer y el Convenio Económico de Bogotá.
Mientras los citados instrumentos reunían el número de firmas y ratificaciones p/ entrar en vigor, se reunió en Caracas
la última conferencia interamericana, la décima, en 1954. A partir de allí se han ido produciendo sucesivas modificaciones
en el sistema, tanto en cuanto a reuniones c/ a la aparición de nuevos órganos y entidades, c/ en cuanto al ascenso en la
jerarquía de los participantes, que ha llegado hasta incluir las reuniones de Jefes de Estado y de Gobierno, con el sistema
llamado de las "Cumbres de las Américas".
2- CARTA DE LA OEA
La organización instituida en la Carta constitutiva adoptada en la 9º Conferencia Internacional Americana en 1948 tuvo
inspiración en la entonces reciente Carta de las NU, en cuyo Capítulo 8 se insertó. Se utilizó c/ base del nuevo instrumento
la experiencia acumulada por los Estados americanos en los años de la difusa Unión Panamericana.
"la Carta representa un intento de coordinar el sistema que se desarrolló a lo largo de más de medio siglo, clarificando
los principios que le sirvieron de base, mejorar la maquinaria a través de la cual funcionaba y definir más cuidadosa// las
relaciones entre los órganos".
3- NATURALEZA Y PROPOSITOS
Art. 1: Los Estados americanos consagran en esta Carta la organización internacional que han desarrollado p/ lograr un
orden de paz y de justicia, fomentar su solidaridad, robustecer su colaboración y defender su soberanía, su integridad
territorial y su independencia. Dentro de las NU, la OEA constituye un organismo regional.
La OEA no tiene más facultades que aquellas que expresa// le confiere la presente Carta, ninguna de cuyas disposiciones la
autoriza a intervenir en asuntos de la jurisdicción interna de los Estados miembros.
Art. 2: La OEA, p/ realizar los principios en que se funda y cumplir sus obligaciones regionales de acuerdo con la Carta
de las NU, establece los siguientes propósitos:
a) Afianzar la paz y la seguridad del Continente;
b) Promover y consolidar la democracia representativa dentro del respeto al principio de no intervención;
c) Prevenir las posibles causas de dificultades y asegurar la solución pacífica de controversias que surjan entre los
Estados miembros;
d) Organizar la acción solidaria de éstos en caso de agresión;
e) Procurar la solución de los problemas políticos, jurídicos y económicos que se susciten entre ellos;
f) Promover, por medio de la acción cooperativa, su desarrollo econ, social y cultural;
g) Erradicar la pobreza crítica, que constituye un obstáculo al pleno desarrollo democrático de los pueblos del
hemisferio, y
h) Alcanzar una efectiva limitación de armamentos convencionales que permita dedicar el mayor número de recursos al
desarrollo econ y social de los Estados miembros.
4- PRINCIPIOS: Art. 3: Los Estados americanos reafirman los siguientes principios:
a) El DI es norma de conducta de los Estados en sus relaciones recíprocas.
b) El orden internacional está esencial// constituido por el respeto a la personalidad, soberanía e independencia de los
Estados y por el fiel cumplimiento de las obligaciones emanadas de los tratados y de otras fuentes del dcho internacional.
c) La buena fe debe regir las relaciones de los Estados entre sí.
d) La solidaridad de los Estados americanos y los altos fines que con ella se persiguen, requieren la organización
política de los mismos sobre la base del ejercicio efectivo de la democracia representativa.
e) Todo Estado tiene dcho a elegir, sin injerencias externas, su sistema político, económico y social, y a organizarse en
la forma que más le convenga, y tiene el deber de no intervenir en los asuntos de otro Estado. Con sujeción a lo arriba
dispuesto, los Estados americanos cooperarán amplia// entre sí y con independencia de la naturaleza de sus sistemas
políticos, económicos y sociales.
f) La eliminación de la pobreza crítica es parte esencial de la promoción y consolidación de la democracia
representativa y constituye responsabilidad común y compartida de los Estados americanos.
g) Los Estados americanos condenan la guerra de agresión: la victoria no da dchos.
h) La agresión a un Estado americano constituye una agresión a todos los demás Estados americanos.
i) Las controversias de carácter internacional que surjan entre dos o más Estados americanos deben ser resueltas por
medio de procedimientos pacíficos.
j) La justicia y la seguridad sociales son bases de una paz duradera.
k) La cooperación económica es esencial p/ el bienestar y la prosperidad comunes de los pueblos del Continente.
l) Los Estados americanos proclaman los Dchosfundamentales de la persona humana sin hacer distinción de raza,
nacionalidad, credo o sexo.
m) La unidad espiritual del Continente se basa en el respeto de la personalidad cultural de los países americanos y
demanda su estrecha cooperación en las altas finalidades de la cultura humana.
n) La educación de los pueblos debe orientarse hacia la justicia, la libertad y la paz.
5) MIEMBROS (ART.S DEL 4 AL 9)
Son Miembros de la OEA todos los Estados americanos que ratifiquen la Carta y que sean independientes y Miembros
de la Organización de las NU al 10 de diciembre de 1985.
En la Organización tendrá su lugar toda nueva entidad política que nazca de la unión de varios de sus Estados miembros
y que c/ tal ratifique esta Carta. El ingreso de la nueva entidad política en la Organización producirá, p/ cada uno de los
Estados que la constituyen, la pérdida de la calidad de miembro de la Organización.
Cualquier otro Estado americano independiente que quiera ser miembro, deberá manifestarlo mediante nota dirigida al
Secretario General, en la cual indique que está dispuesto a firmar y ratificar la Carta de la Organización así c/ a aceptar
todas las obligaciones que entraña la condición de miembro, en especial las referentes a la seguridad colectiva, mencionadas
expresa// en los art.s 28 y 29 de la Carta.
La AG, previa recomendación del Consejo Permanente de la Organización, determinará si es procedente autorizar al
Secretario Gral p/ que permita al Estado solicitante firmar la Carta y p/ que acepte el depósito del instrumento de
ratificación correspondiente. Tanto la recomendación del Consejo Permanente, c/ la decisión de la AG, requerirán el voto
afirmativo de los 2/3 de los Estados miembros.
La condición de miembro de la Organización estará restringida a los Estados independientes del Continente que al 10
de diciembre de 1985 fueran miembros de las NU y a los territorios no autónomos mencionados en el documento
OEA/Ser.P, AG/doc.1939/85, del 5 de noviembre de 1985, cuando alcancen su independencia.
Un miembro de la Organización cuyo gobierno democrática// constituido sea derrocado por la fuerza podrá ser
suspendido del ejercicio del dcho de participación en las sesiones de la AG, de la Reunión de Consulta, de los Consejos de
la Organización y de las Conferencias Especializadas, así c/ de las comisiones, grupos de trabajo y demás cuerpos que se
hayan creado.
a) La facultad de suspensión sola// será ejercida cuando hayan sido infructuosas las gestiones diplomáticas que la
Organización hubiera emprendido con el objeto de propiciar el restablecimiento de la democracia representativa en el
Estado miembro afectado.
b) La decisión sobre la suspensión deberá ser adoptada en un período extraordinario de sesiones de la AG, por el voto
afirmativo de los 2/3 de los Estados miembros.
c) La suspensión entrará en vigor inmediata// después de su aprobación por la AG.
d) La Organización procurará, no obstante la medida de suspensión, emprender nuevas gestiones diplomáticas
tendientes a coadyuvar al restablecimiento de la democracia representativa en el Estado miembro afectado.
e) El miembro que hubiere sido objeto de suspensión deberá continuar observando el cumplimiento de sus
obligaciones con la Organización.
f) La AG podrá levantar la suspensión por decisión adoptada con la aprobación de 2/3 de los Estados miembros.
g) Las atribuciones a que se refiere este art. se ejercerán de conformidad con la presente Carta.
La OEA tiene su sede en Washington, DC, Estados Unidos (EE.UU.). También tiene oficinas regionales en sus distintos
países miembros. La Organización está compuesta de 35 países miembros. Precisa// Cuba fue suspendida porque la
conferencia consideró que el comunismo era incompatible con el espíritu de la organización americana.
Todos los países americanos son miembros de la OEA, menos Cuba que fue expulsada. No es miembro la Guayana
Francesa ni otros territorios actual// coloniales. Los primeros miembros fueron los 21 países independientes americanos en
el 5 de mayo de 1948:
• Argentina• República Dominicana• Nicaragua
• Bolivia • Ecuador • Panamá
• Brasil • El Salvador • P/guay
• Chile • Guatemala • Perú
• Colombia • Haití • Estados Unidos
• Costa Rica• Honduras • Uruguay
• Cuba* • México • Venezuela
Poco a poco la OEA se fue expandiendo principal// por los países caribeños descolonizados:
• Barbados (miembro desde 1967)
• Trinidad y Tobago (1967)
• Jamaica (1969)
• Granada (1975)
• Surinam (1977)
• Dominica (1979)
• Santa Lucía (1979)
• Antigua y Barbuda (1981)
• San Vicente y las Granadinas (1981)
• Bahamas (1982)
• San Cristóbal y Nieves (1984)
• Canadá (1990)
• Belice (1991)
• Guyana (1991)
6- ESTRUCTURA Y ÓRGANOS
El art. 51 establece los órganos designados p/ "realizar los fines" de la OEA:
• la AG;
• la Reunión de Consulta de Ministros de Relaciones Exteriores;
• los Consejos, y
• la Secretaría General.
Además se enumeran:
• el Comité Jurídico Interamericano;
• la Comisión Interamericana de DD.HH.;
• las Conferencias especializadas, y
• los organismos especializados.
1- Asamblea General:
La AG es el órgano supremo de la OEA. Tiene c/ atribuciones principales, además de las otras que le señala la Carta, las
siguientes:
a) Decidir la acción y la política generales de la Organización, determinar la estructura y funciones de sus órganos y
considerar cualquier asunto relativo a la convivencia de los Estados americanos;
b) Dictar disposiciones p/ la coordinación de las actividades de los órganos, organismos y entidades de la Organización
entre sí, y de estas actividades con las de las otras instituciones del sistema interamericano;
c) Robustecer y armonizar la cooperación con las NU y sus organismos especializados;
d) Propiciar la colaboración, especial// en los campos econ, social y cultural, con otras organizaciones internacionales
que persigan propósitos análogos a los de la OEA;
e) Aprobar el programa-presupuesto de la Organización y fijar las cuotas de los Estados miembros;
f) Considerar los informes de la Reunión de Consulta de Ministros de Relaciones Exteriores y las observaciones y
recomendaciones que, con respecto a los informes que deben presentar los demás órganos y entidades, le eleve el Consejo
Permanente, de conformidad con lo establecido en el párrafo f) del art. 91, así c/ los informes de cualquier órgano que la
propia AG requiera;
g) Adoptar las normas grales que deben regir el funcionamiento de la Secretaría Gral,
h) Aprobar su reglamento y, por 2/3 de los votos, su temario.
La AG establece las bases p/ fijar la cuota con que debe contribuir cada uno de los Gobiernos al sostenimiento de la
Organización, tomando en cuenta la capacidad de pago de los respectivos países y la determinación de éstos de contribuir en
forma equitativa. P/ tomar decisiones en asuntos presupuestarios, se necesita la aprobación de los 2/3 de los Estados
miembros.
La OEA cumple con el postulado democrático de que a cada Estado le corresponde un voto. De allí que el órgano
"
supremo sea la AG cuya principal función es "decidir la acción y la política generales de la organización (art. 52). Se reúne
"
una vez al año (art. 55), aunque eventual// "en circunstancias especiales podrá celebrar sesión extraordinaria con la
aprobación de los 2/3 de los Estados Miembros del Consejo Permanente (art. 56).
Todos los Estados miembros tienen dcho a hacerse representar en la AG. Cada Estado tiene dcho a un voto.
Las decisiones de la AG se adoptarán por el voto de la mayoría absoluta de los Estados miembros, salvo los casos en
que se requiere el voto de los 2/3, conforme a lo dispuesto en la Carta, y aquellos que llegare a determinar la AG, por la vía
reglamentaria.
2- Los Consejos (art. 70 a 79)
El Consejo Permanente de la Organización y el Consejo Interamericano p/ el Desarrollo Integral, dependen directa// de
la AG y tienen la competencia que a cada uno de ellos asignan la Carta y otros instrumentos interamericanos, así c/ las
funciones que les encomienden la AG y la Reunión de Consulta de Ministros de Relaciones Exteriores.
Todos los Estados miembros tienen dcho a hacerse representar en cada uno de los consejos. Cada Estado tiene dcho a un
voto.
Dentro de los límites de la Carta y demás instrumentos interamericanos, los consejos podrán hacer recomendaciones en
el ámbito de sus atribuciones.
Los consejos, en asuntos de su respectiva competencia, podrán presentar estudios y propuestas a la AG, someterle
proyectos de instrumentos internacionales y proposiciones referentes a la celebración de Conferencias Especializadas, a la
creación, modificación, o supresión de organismos especializados y otras entidades interamericanas, así c/ sobre la
coordinacion de sus actividades. Igual// los consejos podrán presentar estudios, propuestas y proyectos de instrumentos
internacionales a las Conferencias Especializadas.
Cada consejo, en casos urgentes, podrá convocar, en materias de su competencia, Conferencias Especializadas, previa
consulta con los Estados miembros y sin tener que recurrir al procedimiento previsto en el art. 122.
Los consejos, en la medida de sus posibilidades y con la cooperación de la Secretaría General, prestarán a los Gobiernos
los servicios especializados que éstos soliciten.
Cada consejo está facultado p/ requerir del otro, así c/ de los órganos subsidiarios y de los organismos que de ellos
dependen, que le presten, en los campos de sus respectivas competencias, información y asesoramiento. Los consejos
podrán igual// solicitar los mismos servicios de las demás entidades del sistema interamericano.
Con la aprobación previa de la AG, los consejos podrán crear los órganos subsidiarios y los organismos que consideren
convenientes p/ el mejor ejercicio de sus funciones. Los consejos podrán celebrar reuniones en el territorio de cualquier
Estado miembro, cuando así lo estimen conveniente y previa aquiescencia del respectivo Gobierno.
Cada consejo redactará su estatuto, lo someterá a la aprobación de la AG y aprobará su reglamento y los de sus órganos
subsidiarios, organismos y comisiones.
A) EL CONSEJO PERMANENTE: Está constituido el Consejo Permanente por un representante por cada Estado
Miembro, siendo presidido sucesiva// durante seis meses según el orden alfabético español de los países miembros.
Sus funciones son amplias, ya que actúa en forma permanente, c/ su nombre lo indica, y se ocupa de cualquier asunto
que le encomiende la AG o la Reunión de Consulta. Actúa provisional// c/ órgano de consulta en el caso de ataque armado a
un país americano. Pero su función política principal consiste en velar por las relaciones amistosas entre los Estados
Miembros p/ lo cual los asistirá en la solución de controversias que pudieran presentarse.
El Consejo Permanente, en el ejercicio de estas funciones, adoptará sus decisiones por el voto afirmativo de los 2/3 de
sus miembros, excluidas las Partes, salvo aquellas decisiones cuya aprobación por simple mayoría autorice el
reglamento.
B) EL CONSEJO INTERAMERICANO P/ EL DESARROLLO INTEGRAL: Estará formado por un representante
por cada Estado Miembro, con nivel ministerial o equivalente. Su función primordial es promover la cooperación entre los
Estados Americanos p/ lograr el desarrollo integral p/ contribuir a la eliminación de la pobreza crítica. P/ realizar sus
diversos fines, el Consejo deberá:
a) Formular y recomendar a la AG el plan estratégico que articule las políticas, los programas y las medidas de acción
en materia de cooperación p/ el desarrollo integral, en el marco de la política general y las prioridades definidas por la AG.
b) Formular directrices p/ elaborar el programa-presupuesto de cooperación técnica, así c/ p/ las demás actividades del
Consejo.
c) Promover, coordinar y responsabilizar de la ejecución de programas y proyectos de desarrollo a los órganos
subsidiarios y organismos correspondientes, con base en las prioridades determinadas por los Estados miembros
d) Establecer relaciones de cooperación con los órganos correspondientes de las NU y con otras entidades nacionales e
internacionales, especial// en lo referente a la coordinación de los programas interamericanos de cooperación técnica.
e) Evaluar periódica// las actividades de cooperación p/ el desarrollo integral, en cuanto a su desempeño en la
consecución de las políticas, los programas y proyectos, en términos de su impacto, eficacia, eficiencia, aplicación de
recursos, y de la calidad, entre otros, de los servicios de cooperación técnica prestados, e informar a la AG.
El Consejo Interamericano p/ el Desarrollo Integral celebrará, por lo menos, una reunión cada año a nivel ministerial o
su equivalente, y podrá convocar la celebración de reuniones al mismo nivel p/ los temas especializados o sectoriales que
estime pertinentes, en áreas de su competencia. Se reunirá, además, cuando lo convoque la AG, la Reunión de Consulta de
Ministros de Relaciones Exteriores o por propia iniciativa, o p/ los casos previstos en el Art. 37 de la Carta.
La ejecución y, en su caso, la coordinación de los proyectos aprobados se encargará a la Secretaría Ejecutiva p/ el
Desarrollo Integral, la cual informará sobre los resultados de ejecución de los mismos al Consejo.
4- El Comité Jurídico Interamericano, con sede en la ciudad de Rio de Janeiro, es uno de los Órganos a través de los
cuales la OEA realiza sus fines. El Comité Jurídico sirve de cuerpo consultivo de la OEA en asuntos jurídicos de carácter
internacional y promueve el desarrollo progresivo y la codificación del dcho internacional en la región.
Además tiene por finalidad el estudio de los problemas jurídicos referentes a la integración de los países en desarrollo
del continente y la posibilidad de uniformar sus legislaciones en cuanto parezca conveniente.
Estará integrado por 11 juristas nacionales de los E miembros, elegidos por un período de 4 años, de ternas presentadas
por dichos Estados. La AG hará la elección mediante un régimen que tenga en cuenta la renovación parcial y procure, en lo
posible, una equitativa representación geográfica. En el Comité no podrá haber más de un miembro de la misma
nacionalidad. Las vacantes producidas por causas distintas de la expiración normal de los mandatos de los miembros, se
llenarán por el Consejo Permanente de la Organización siguiendo los mismos criterios establecidos en el párrafo anterior.
5- Comisión Interamericana de DD.HH. (o CIDH) es una de las dos entidades del sistema interamericano de
protección de DD.HH.. Tiene su sede en Washington, DC.El otro organismo del sistema es la Corte Interamericana de
DD.HH..
Es un órgano de la OEA creado p/ promover la observancia y la defensa de los DD.HH. además de servir c/ órgano
consultivo de la OEA en esta materia.
• Composición: està integrada por 7 personas de reconocida trayectoria en DD.HH.; electos a título personal y no c/
representantes de ningún gobierno, sino representan a los países miembros de la OEA. No puede formar parte de la
Comisión más de un nacional de un mismo Estado. Los miembros son elegidos a título personal por la AG de la OEA, de
una lista de candidatos propuestos por los gobiernos de los Estados miembros. Son elegidos por un periodo de cuatro años y
sólo podrán ser reelegidos una vez.
La Comisión, respecto a los Estados miembros, tiene las siguientes atribuciones:
• Estimular la conciencia de los DD.HH. en los pueblos de América;
• Formular recomendaciones, cuando lo estime conveniente, a los gobiernos de los Estados miembros p/ que adopten
medidas progresivas en favor de los DD.HH. dentro del marco de sus leyes internas y sus preceptos constitucionales, al
igual que disposiciones apropiadas p/ fomentar el debido respeto a esos dchos;
1
41
BOLILLA 14
LA RESPONSABILIDAD INTERNACIONAL
1. Ideas Preliminares
Los comportamientos de los sujetos de D.I. pueden ser valorados teniendo en cuenta su conformidad o contrariedad con
el ordenamiento jurídico internacional. En éste último caso hablamos de hechos ilícitos, los que son generadores de ciertas
consecuencias jurídicas negativas para el sujeto a quien se le atribuyen, entre las cuales la más característica es la
Responsabilidad Internacional.
Evolución Doctrinal:
Doctrina clásica o de la relación bilateral: la relación de responsabilidad originada por la comisión de un hecho
internacionalmente ilícito se configura como una relación interestatal de naturaleza bilateral, en función de la lesión
inferida por un Estado al derecho subjetivo del que es titular el Estado perjudicado. Esta concepción surge de considerar
tradicionalmente a los Estados como únicos sujetos de D.I., por lo que las relaciones jurídicas internacionales se establecían
solamente entre Estados y solo ellos podían cometer un hecho internacionalmente ilícito en caso de violar las obligaciones
por ellos contraídas, dando lugar a una relación de responsabilidad. Por lo tanto, de todo lo dicho se desprenden las
siguientes premisas características de esta tendencia bilateralista:
o Responsabilidad Subjetiva:
- La responsabilidad internacional surge de la contrariedad entre un hecho y el D.I. vigente, sin considerar la
responsabilidad por acciones que, aún no prohibidas, son potencialmente generadoras de daños a terceros (responsabilidad
por riesgo).
- La relación es Bilateral y Directa entre a) el Estado titular de un derecho subjetivo lesionado por el hecho ilícito y b) el
Estado al que el hecho es atribuible.
- La consecuencia jurídica general es una Obligación de Reparar a cargo del Estado al que el hecho es atribuible.
No obstante la doctrina recién expuesta, la sociedad internacional observó en este último tiempo ciertos cambios en su
estructura y funcionamiento que hicieron reconsiderar las pautas tradicionales de responsabilidad internacional, derivando
en una nueva tendencia en esta materia. Tales cambios se produjeron por los siguientes factores:
I. La aparición de nuevos sujetos de D.I.
II. La creciente conciencia de la comunidad internacional de que ciertos comportamientos ilícitos revisten particular
gravedad en la medida en que pueden ocasionar agravios para toda esa comunidad en conjunto, y no ya solo respecto de
Estados específicamente determinados.
Todo esto ha derivado en el planteamiento de una nueva Doctrina en materia de responsabilidad internacional, cuyos
lineamientos básicos son:
o Responsabilidad Objetiva:
- Además de admitir la clásica responsabilidad por hecho ilícito, admite la responsabilidad objetiva o por riesgo de la
realización de aquellas actividades en principio no prohibidas por el D.I. pero potencialmente generadoras de daños a
terceros.
- Irrumpen en la clásica relación bilateral nuevos sujetos de responsabilidad internacional, como son las organizaciones
internacionales e incluso, aunque muy limitadamente, la persona humana.
- La aceptación de la existencia obligaciones erga omnes, es decir, para la comunidad internacional en su conjunto,
atendiendo a su relación fundamental con el ius cogens y a que, por tal razón, su violación implica un agravio para la
totalidad de dicha comunidad.
- Las consecuencias de la responsabilidad internacional ya no se limitan a una consecuente obligación de reparar, sino
que se reconocen distintos regímenes de responsabilidad en función de la distinta naturaleza de la obligación violada, a tal
punto que la reparación ya no implica solamente la compensación por el perjuicio sino también la cesación de la actividad
ilícita o “vuelta a la legalidad”
2. La Responsabilidad Internacional del Estado por hechos ilícitos
2.1. Concepto: es la consecuencia jurídica negativa más característica que se le aplica a aquel sujeto de D.I. a quien le
es atribuible un comportamiento contrario a dicho ordenamiento jurídico, denominado hecho internacionalmente ilícito, y
que se traduce generalmente en el deber de reparar el perjuicio ocasionado.
Fundamento: la doctrina, al considerar el componente subjetivo (Atribución del hecho a un E) del hecho ilícito, ha
producido una progresiva suplantación de la teoría clásica de la culpa por aquella que resalta la conexión causal u objetiva
de este hecho. De este modo se entiende por fundamento de la responsabilidad internacional a la relación causal existente
entre a) la violación de la obligación internacional en que consiste el hecho ilícito y b) la nueva obligación, generalmente de
reparar, que surge para con el sujeto cuyo derecho resulta lesionado por dicha violación.
2.2. Fuentes jurídicas internacionales
• La Costumbre Internacional
• Regímenes de responsabilidad en materias especiales: como por ejemplo el comercio marítimo.
• Principios generales del D.I.
• Jurisprudencia internacional:
❖ Fallo “fábrica de Chorzow”(1928): Sentencia del T.P.J.I. que dirime un conflicto entre Alemania y Polonia suscitado
por una fábrica ubicada en este último Estado, que en definitiva consagra como principio de D.I. la obligación de reparar
resultante de la violación a un compromiso internacional. (Ver resumen del fallo en anexo)
❖ Fallo “Canal de Corfú” (1949): sentencia de la C.I.J. que entiende sobre una omisión por parte de las autoridades
albanesas de notificar sobre la existencia de un campo de minas en sus aguas jurisdiccionales. (Ver resumen del fallo en
anexo)
❖ Fallo relativo al “Personal Diplomático y Consular de los EEUU en Teherán” (1980): Sentencia de la C.I.J. en que
juzga una protesta iraní frente a la Embajada de los EEUU en Irán, que culminó en un ingreso de los manifestantes a la
embajada y la toma de rehenes, constituyendo una clara violación al derecho diplomático por parte de Irán, a quien se le
impone entre otras obligaciones la de indemnizar a los EEUU por los perjuicios ocasionados. (Ver resumen del fallo en
anexo)
• El Proyecto de la Comisión de Derecho Internacional de NU (CDI) (punto 2.3.)
Surge de la resolución A/53/83 de la Asamblea General de NU (2001) y consiste en una cristalización de la costumbre y
jurisprudencia internacional conformadora del concepto de la responsabilidad internacional hasta la actualidad. Si bien
todavía no ha sido aprobada como convención por los miembros de la comunidad internacional, lo cierto es que éste
proyecto es un instrumento que utiliza la mayoría de los Estados para resolver controversias sobre esta materia, obligatorio
no por su carácter normativo sino por su contenido consuetudinario: al compilar costumbre internacional, esta obliga a los
sujetos de D.I. Es de destacar sin embargo que el alcance de este proyecto se limita a los hechos ilícitos cometidos por los
Estado únicamente, sin mencionar otros organismos que puedan a su vez ser sujetos de D.I.
Hecho atribuible a un sujeto jurídico-internacional que, constituyendo una violación o infracción del D.I.,
2. El Estado que tome contramedidas no quedará exento del cumplimiento de las obligaciones que le
incumban:
a) En virtud de cualquier procedimiento de solución de controversias aplicable entre dicho Estado y el Estado
responsable;
b) De respetar la inviolabilidad de los agentes, locales, archivos y documentos diplomáticos o consulares.”
Proporcionalidad (Artículo 51)
“Las contramedidas deben ser proporcionales al perjuicio sufrido, teniendo en cuenta la gravedad del hecho
internacionalmente ilícito y los derechos en cuestión.”
Condiciones del recurso a las contramedidas (Artículo 52)
“1. Antes de tomar contramedidas, el Estado lesionado:
a) Requerirá al Estado responsable, de conformidad con el artículo 43, que cumpla las obligaciones que le incumben
en virtud de la segunda parte; y
b) Notificará al Estado responsable cualquier decisión de tomar contramedidas y ofrecerá negociar con ese Estado.
2. No obstante lo dispuesto en el apartado b) del párrafo 1, el Estado lesionado podrá tomar las contramedidas
urgentes que sean necesarias para preservar sus derechos.
3. Las contramedidas no podrán tomarse y, en caso de haberse tomado, deberán suspenderse sin retardo injustificado,
si:
a) El hecho internacionalmente ilícito ha cesado; y
b) La controversia está sometida a una corte o un tribunal facultados para dictar decisiones vinculantes para las
partes.
4. No se aplicará el párrafo 3 si el Estado responsable no aplica de buena fe los procedimientos de solución de
controversias.”
Terminación de las contramedidas (Artículo 53)
“Se pondrá fin a las contramedidas tan pronto como el Estado responsable haya cumplido sus obligaciones en relación
con el hecho internacionalmente ilícito de conformidad con lo dispuesto en la segunda parte.”
3. La responsabilidad internacional del Estado por hechos no prohibidos por el D.I.
En el ámbito de la responsabilidad internacional podemos distinguir dos planos: el común de la responsabilidad por
hecho ilícito, tratado en el punto 2 de esta unidad, y el excepcional de la responsabilidad SIN hecho ilícito o por riesgo, esta
es aquella que resulta de actividades en principio no prohibidas aunque potencialmente generadoras de daños en razón de
los excepcionales riesgos que comportan. Este plano de responsabilidad internacional es aplicable a sectores como la
exploración espacial, la utilización de energía nuclear o las actividades susceptibles de afectar al medio ambiente.
Las reglas y principios de D.I. relativos a este nuevo tipo de responsabilidad surgida a raíz de los avances tecnológicos,
distan de estar bien establecidos y requieren más precisos desarrollos, dado que además suelen estar contenidas en
convenios particulares y adolecen por tanto de un alcance restringido. Lo cierto es que la escasa regulación de esta clase de
responsabilidad opera en dos campos: por un lado estipula la cooperación en la prevención de eventos dañosos (estándares
técnicos sobre instalaciones, etc.); por otro aborda la cuestión de la reparación de los daños, una vez consumado el evento
dañoso.
La C.D.I. por su parte, decidió prescindir del tratamiento de la responsabilidad por riesgo en su proyecto de
responsabilidad de los Estados, conciente de las dificultades que la materia presentaba. No obstante, esta decisión no
impidió que la Comisión estudiara también esta otra forma de responsabilidad y así presentara un proyecto de artículos
aplicable a “las actividades no prohibidas por el Derecho Internacional que se realicen en el territorio de un Estado o que
de alguna otra manera estén bajo la jurisdicción o control de dicho Estado y que entrañen un riesgo de causar, por sus
consecuencias físicas, un daño transfronterizo sensible” (Artículo 1). Este trabajo de la C.D.I. encierra, entre otras, las
siguientes ideas principales:
Riesgo (Art. 2): todo aquel que implique una alta probabilidad de causar un daño transfronterizo sensible y una baja
probabilidad de causar un daño transfronterizo catastrófico.
Prevención (Art.3): El Estado de origen (aquel en cuyo territorio se realizan las actividades de riesgo) deberá adoptar
todas las medidas necesarias para prevenir o, en todo caso, minimizar el riesgo de causarlo. Esto supone que las actividades
mencionadas en el artículo 1 de éste proyecto requerirán para su desarrollo de la autorización previa del Estado de origen, la
cual deberá basarse en la evaluación del daño transfronterizo que pueda causar tal actividad, incluida la evaluación de
impacto ambiental, todo esto fundado en el Principio de la diligencia debida.
En cuanto a las consecuencias perjudiciales surgidas de estos actos no prohibidos, en relación con el daño, radica aquí
una diferencia fundamental con el otro tipo de responsabilidad: mientras que todo acto ilícito entrañaría una obligación de
reparar, un acto no prohibido solo entrañaría tal obligación si causase dicho perjuicio.
4. Derecho Penal Internacional: La responsabilidad criminal internacional del individuo:
4.1. Ideas generales
Por regla general, solo a través del Estado pueden las normas del D.I. afectar al individuo. Éste por tanto no es sujeto
normal de las relaciones regidas por dicho orden jurídico. Sin embargo…
Excepcionalmente, puede un individuo ser sujeto de las relaciones regidas por el D.I, en la medida en que alguna de
aquellas reglas le atribuyan derechos y obligaciones de carácter internacional y sobre todo, la posibilidad de hacer valer esos
derechos o de responder por la violación de esas obligaciones directamente en el plano internacional.
Ahora bien, especificándonos en el campo de la responsabilidad internacional, no existe en principio, obstáculo para
considerar al individuo como sujeto de una conducta que represente en sí misma un hecho internacionalmente ilícito, pero
una cosa es el individuo-sujeto del hecho ilícito y otra cosa es el sujeto-responsable del mismo; por ende, no obstante la
posibilidad del individuo de infringir una regla de D.I., normalmente no será responsable por ello en el plano
internacional: solo excepcionalmente el acto ilícito del individuo puede suscitar su responsabilidad directa en este plano en
razón de la índole y de la gravedad del acto.
En el caso excepcional recién mencionado, corresponde al D.I. aplicar una sanción, para lo cual este ordenamiento
jurídico no dispone de órganos susceptibles de alcanzar al individuo, y el hecho de que los Estados tengan la obligación
jurídico-internacional de castigar no transforma al propio Estado en órgano de la sociedad internacional. De ahí surge, pues,
que dicha sanción se relaciona con la cuestión de la responsabilidad individual, distinta de la eventual responsabilidad del
Estado, tal como dispone el Artículo 58 del Proyecto de la C.D.I. sobre responsabilidad del Estado por hechos
internacionalmente ilícito:
Responsabilidad individual
“Los presentes artículos se entenderán sin perjuicio de cualquier cuestión relativa a la responsabilidad individual, en
virtud del derecho internacional, de cualquier persona que actúe en nombre de un Estado.”
Dicha responsabilidad individual esta ligado, en definitiva, a la existencia de una jurisdicción internacional penal,
tratada en el último punto de esta unidad.
4.2. Crímenes internacionales: concluida la segunda guerra mundial y con el objeto de enjuiciar a los responsables de
los que, de modo genérico se llamaron crímenes de guerra, se concertó en Londres, entre los Gobiernos de los Estado
Unidos, Francia, Inglaterra y la U.R.S.S., un Estatuto que incorporaba una Carta del Tribunal Militar Internacional
encargado de juzgar aquellos delitos, agrupado en cuatro categorías:
• Crímenes contra la paz: abarca la preparación, desencadenamiento y prosecución de una guerra de agresión o en
violación de los acuerdos internacionales, así como la participación en un plan concertado para realizar tales actos.
• Crímenes de Guerra (en sentido estricto): incluye los asesinatos, malos tratos o deportación, para trabajos forzados u
otros fines, de las poblaciones civiles en los territorios ocupados; asesinato o malos tratos a los prisioneros de guerra;
ejecución de rehenes; saqueo de bienes públicos o privados, destrucción de ciudades o pueblos sin motivo)
• Crímenes contra la Humanidad: también incluye toda clase de asesinato, exterminio, reducción a esclavitud,
deportación o en general cualquier otro acto inhumano cometido contra poblaciones civiles, antes o durante la guerra,
persecuciones por motivos políticos, religiosos o raciales; siempre bajo la condición de que tales actos, independientemente
de contraríen las leyes del país donde sos perpetrados, hayan sido cometidos en relación a un crimen que caiga bajo la
competencia del tribunal.
• Conspiración y complot: abarca a los dirigentes, provocadores, organizadores y cómplices que hubieran participado
en un plan concertado para cometer cualquiera de los crímenes ya definidos.
Se ha planteado la cuestión de si, respecto de las categorías constituidas por los crímenes contra la humanidad y contra
la paz, la Carta y el fallo del Tribunal de Núremberg no supondrían una aplicación ex post facto de supuestas reglas de D.I.,
de dudosa validez por no estar claramente establecida la responsabilidad individual en el momento de realizar los actos
imputados, contrariando así el principio de que no habrá delito sin previa tipificación (nullum crimen sine lege). En cuanto a
los crímenes contra la paz, el Tribunal de Núremberg intentó probar que ya estaban sancionados por el D.I. general, al
menos desde que a partir del Pacto de renuncia a la guerra (Pacto Briand-Kellogg, 1928) se consideraba prohibida la
agresión. En lo que concierne a los crímenes contra la humanidad, su incriminación a posteriori constituía el aspecto más
innovador y revolucionario de los principios de Londres, en la medida que su falta de tipificación prevista en normas
internacionales desproveía a los fallos contra los autores de los mismos de justicia formal, aunque no material.
Luego de los juicios de Núremberg, la A.G. de N.U. encargó a la C.D.I. la formulación de los principios de Núremberg
y la preparación de un proyecto de Código interacional de delitos contra la paz y la seguridad de la humanidad, encargo éste
último cuyo texto definitivo fue aprobado por la misma Comisión en 1996, restringiendo la aplicación material de dicho
proyecto a la agresión, el genocidio, los crímenes de guerra y crímenes contra el personal de N.U. y el personal asociado.
Este ámbito de aplicación rationae materiae viene a corresponderse luego con la competencia material de la Corte Penal
Internacional, creada en 1998 y desarrollado por esta unidad en el punto 4.3.
A estas categorías cabe agregar otras clases de delitos que si bien la Carta no incluye, son también considerados
crímenes internacionales:
• Genocidio: como declara la Convención para la prevención y la sanción del delito de genocidio (1948), éste es un tipo
de hecho delictivo que por atentar contra reglas jurídico-humanitarias que tutelan intereses individuales y colectivos
esenciales, constituyen la más grave expresión de los crímenes contra la humanidad. Conforme expresa el Art. II, se
entiende por genocidio lo siguiente:
“(…) cualquiera de los actos mencionados a continuación, perpetrados con la intención de destruir, total o
parcialmente, a un grupo nacional, étnico, racial o religioso, como tal:
a) Matanza de miembros del grupo;
b) Lesión grave a la integridad física o mental de los miembros del grupo;
c) Sometimiento intencional del grupo a condiciones de existencia que hayan de acarrear su destrucción física, total o
parcial;
d) Medidas destinadas a impedir los nacimientos en el seno del grupo;
e) Traslado por fuerza de niños del grupo a otro grupo.”
La Convención fue objeto de ciertas críticas, en primer lugar por limitarse a regular como sujetos responsables
únicamente a individuos, sea cual fuere su calidad (gobernante, funcionario o particular), dejando de lado la inclusión de la
responsabilidad del Estado; en segundo lugar, la convención apenas contiene previsiones relativas a la prevención,
propiamente dicha, del genocidio; en tercer y último lugar, resulta este cuerpo normativo vago en cuanto a la incriminación
internacional, limitándose a mencionar una posible corte penal internacional que sea competente respecto de aquellas de las
Partes contratantes que hayan reconocido su jurisdicción, lo que equivale a dejar la represión en manos de los tribunales
nacionales. En la práctica, la aplicación de esta convención se limitaría entonces a los casos en que haya un cambio
revolucionario de gobierno o en que el adversario sea derrotado por la potencia vencedora, en tanto no exista una
jurisdicción internacional ad hoc.
4.3. La Corte Penal Internacional
4.3.1. Antecedentes:
Si bien la creación de este Tribunal Penal Internacional tiene su fundamento original en los tribunales militares de
Núremberg y Tokio, que tuvieron como fin juzgar a los imputados de los crímenes recogidos en el Estatuto o Carta de
Londres y perpetrados en Alemania y Japón, respectivamente, la necesidad de un mecanismo permanente para juzgar estos
crímenes se fortaleció ante las atrocidades cometidas en ciertos conflictos recientes, que dieron lugar a que el Consejo de
Seguridad de N.U. creara tribunales internacionales ad hoc, siendo éstos los fundamentos más próximos de la actual C.P.I.
Así, en 1993 se decide crear el Tribunal internacional para el enjuiciamiento de los presuntos responsables de violaciones de
Derecho internacional humanitario cometidas en el territorio de la ex Yugoslavia. Luego, en 1994 se crea un segundo
tribunal ad hoc, en este caso para Ruanda, y finalmente en el 2000 el C.S. concluye un acuerdo con Sierra Leona para crear
un Tribunal Especial con el fin no solo de enjuiciar la responsabilidad por infracciones graves cometidas en ese país desde
1996, sino también para lograr su ordenamiento.
Todos estos tribunales ad hoc creados por N.U. tuvieron como objetivo hacer exigible la responsabilidad del individuo
en el plano del D.I. al juzgar conductas individuales que constituyan violaciones graves de principios y reglas
internacionales de carácter taxativo; fueron a su vez de carácter excepcional y no permanente y su creación buscó suplir la
falta de regulación por el Derecho Interno, mediante órganos y procedimientos estatales propios, encargados de dilucidar las
consecuencias de la comisión por el individuo de los delitos internacionales ya mencionados.
En parte por estos trágicos hechos motivadores de la creación de los tribunales mencionados, así como por el desarrollo
alcanzado por el Derecho Internacional de los Derechos Humanos y por el Derecho Penal Internacional, se celebró en la
ciudad de Roma una Conferencia Diplomática de plenipotenciarios de las Naciones Unidas sobre el establecimiento de una
Corte Penal Internacional, en cuya acta final, suscrita el día 17 de julio de 1998, se estableció la Corte Penal Internacional.
Se trata entonces del primer organismo judicial internacional de carácter permanente encargado de perseguir y condenar los
más graves crímenes, cometidos por individuos, en contra del D.I.
4.3.2. Composición y competencia
La Corte esta integrada por 18 jueces con dedicación exclusiva, quienes duran 9 años en sus funciones, un fiscal, un
secretario y los demás funcionarios (personal) necesarios para su funcionamiento. El artículo 34 del Estatuto de Roma de la
C.P.I, establece la siguiente composición:
“La Corte estará compuesta de los órganos siguientes:
a) La Presidencia;
b) Una Sección de Apelaciones, una Sección de Primera Instancia y una Sección de Cuestiones Preliminares;
c) La Fiscalía;
d) La Secretaría.”
Además cuenta con una Asamblea de Estados Parte, legislado a partir del artículo 112 del Estatuto y cuya función es
defender los intereses de estos Estados en la C.P.I.
En cuanto a la competencia de la C.P.I., podemos distinguir según sea personal o material. La Parte II del estatuto en
cuestión legisla al respecto:
• Competencia Material
Artículo 5
Crímenes de la competencia de la Corte
“1. La competencia de la Corte se limitará a los crímenes más graves de trascendencia para la comunidad
internacional en su conjunto. La Corte tendrá competencia, de conformidad con el presente Estatuto, respecto de los
siguientes crímenes:
a) El crimen de genocidio;
b) Los crímenes de lesa humanidad;
c) Los crímenes de guerra;
d) El crimen de agresión.”
Entre los artículos 6 a 8 de Estatuto se definen cada uno de éstos delitos, que debido a su extensión remito a su
lectura directa en dicho cuerpo normativo.
• Competencia Personal: Solo podrá juzgar individuos que sean ciudadanos de los Estados parte o bien que hayan
cometido el delito en el territorio de uno de estos Estados.
Artículo 25
Responsabilidad penal individual
“1. (…) la Corte tendrá competencia respecto de las personas naturales.
2. Quien cometa un crimen de la competencia de la Corte será responsable individualmente y podrá ser penado de
conformidad con el presente Estatuto.
3. De conformidad con el presente Estatuto, será penalmente responsable y podrá ser penado por la comisión de un
crimen de la competencia de la Corte quien:
a) Cometa ese crimen por sí solo, con otro o por conducto de otro, sea éste o no penalmente responsable;
b) Ordene, proponga o induzca la comisión de ese crimen, ya sea consumado o en grado de tentativa;
c) Con el propósito de facilitar la comisión de ese crimen, sea cómplice o encubridor o colabore de algún modo en la
comisión o la tentativa de comisión del crimen, incluso suministrando los medios para su comisión;
d) Contribuya de algún otro modo en la comisión o tentativa de comisión del crimen por un grupo de personas que
tengan una finalidad común. La contribución deberá ser intencional y se hará: (…) (ver condiciones en estatuto)
4. Nada de lo dispuesto en el presente Estatuto respecto de la responsabilidad penal de las personas naturales afectará
a la responsabilidad del Estado conforme al derecho internacional.
Artículo 26
“La Corte no será competente respecto de los que fueren menores de 18 años en el momento de la presunta comisión
del crimen.”
Conforme a estas disposiciones entonces, no serán objeto de la pretensión punitiva las personas jurídicas, salvo como
hecho agravante por asociación ilícita, ni tampoco lo serán los Estado en particular, ni los menores de 18 años.
4.3.3. Relación de la C.P.I. con N.U.: El artículo 2 del Estatuto de Roma legisla al respecto:
“La Corte estará vinculada con las Naciones Unidas por un acuerdo que deberá aprobar la Asamblea de los Estados
Partes en el presente Estatuto y concluir luego el Presidente de la Corte en nombre de ésta.”
Se entiende por tanto que es un órgano independiente de N.U. pero relacionado con ésta organización a través de un
acuerdo. Esta independencia se manifiesta clara mente en los hechos, dado que muchos de los miembros de N.U., como
Estados Unidos, China, Rusia, Israel, Chile, entre otros, no han firmado ni ratificado el Estatuto de la Corte lo que denota la
política de evitar someter a organismos supranacionales este tipo de casos.
ANEXO:
Proyecto de la C.D.I. en Responsabilidad Internacional
Fallo de la fábrica de Chórzow (1929)
Fallo del Canal de Corfú (1949)
Fallo relativo al “Personal Diplomático y Consular de los EEUU en Teherán” (1980)
Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional
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BOLILLA 15
EL ARREGLO PACÍFICO DE LAS CONTROVERSIAS INTERNACIONALES
1- LAS CONTROVERSIAS INTERNACIONALES,
a) Ideas generales y precisiones terminológicas
Significa un conflicto internacional entre 2 o más personas internacionales y que puede poner en peligro la paz
internacional. El DIP moderno busca que los conflictos entre los Estados se resuelvan pacífica//, con exclusión de métodos
violentos.
Es necesario hacer la siguiente distinción terminológica:
• Situación: crisis en estado latente o potencial;
• Conflicto: existe discrepancia entre sujetos de DI que puede llevarlo a actuar en contra de otro.
"
• La noción de "controversia internacional fue definida así por la Corte Permanente de Justicia Internacional, en 1924 "es
"
un desacuerdo sobre un punto de dcho o de hecho, una oposición de tesis jurídicas o de intereses entre dos Estados . Los
métodos de solución de controversias son la negociación, los buenos oficios, la mediación, la conciliación, el arbitraje y el
arreglo judicial. (Art. 33 de la Carta). Y la noción de diferencia ha sido dada por el T.P.J.I. como “un desacuerdo sobre un
punto de derecho o, de hecho, una contradicción de tesis jurídicas o de intereses entre dos personas”
b) Controversias jurídicas y políticas
La doctrina y la práctica distinguen dos clases de controversias internacionales:
• las de tipo jurídico: son aquellas en las cuales las partes se hallan en desacuerdo acerca de la interpretación o
aplicación del dcho vigente,
• las de tipo político: son aquellas en las cuales una de las partes busca la modificación del dcho existente.
En realidad, todas las controversias son susceptibles de una solución jurídica, según que haya o no una norma que dé la
razón a una de las partes. Si no la hay, entonces la parte actora debe sufrir un "no ha lugar". Pero hay ocasiones en que un
Estado no busca la aplicación del orden vigente, sino su subversión.
c) Marco jurídico
• Los primeros intentos de codificación de estos métodos tuvieron lugar en las conferencias de la paz de La Haya de
1899 y 1907, en donde se suscribieron convenciones sobre la materia, donde dispusieron que las partes intentarán no
recurrir a la fuerza para solucionar sus conflictos. Posterior//, los tratados multilaterales que codifican el dcho internacional
incluyen procedimientos de solución pacífica. Por ejemplo, la Convención de Viena sobre el dcho de los tratados de 1969 en
la sección que trata del procedimiento que deberá seguirse con respecto a la nulidad o terminación de un tratado, el retiro de
una parte o la suspensión de la aplicación de un tratado, dispone en su art. 65(3): "Si, por el contrario, cualquiera de las
demás partes ha formulado una objeción, las partes deberán buscar una solución por los medios indicados en el art. 33 de la
Carta de las NU".
• Con el Tratado de Versalles en 1919 se da nacimiento a la 1ª OI conocida c/ Sociedad de Naciones, la cual en su a rt.
12, si bien no prohibía utilizar la guerra, se entendía c/ moratoria de guerra. Ante el conflicto se debía someter ante el
arbitraje o el consejo. Después de 3 meses del laudo arbitral o dictamen del consejo, podía tener lugar la guerra.
• Con el Pacto Brian-Kellog de 1928 entre Francia y EE.UU., se sostuvo que ante una controversia se prohíbe el uso de
la fuerza o guerra para solucionarlo. Luego se incorporaron otros países.
• En 1933 el Pacto Saavedra Lamas, a diferencia del anterior pacto, dispuso que los conflictos debían solucionarse por
medios pacíficos como las negociaciones directas, buenos oficios y mediación.
• La Organización de las NU, c/ entidad con vocación universal y en cumplimiento de su fin principal que es el
mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales, establece en el art. 33.1 de la Carta lo siguiente:
"1. Las partes en una controversia cuya continuación sea susceptible de poner en peligro el mantenimiento de la paz y la
seguridad internacionales tratarán de buscarle solución, ante todo, mediante la negociación, la investigación, la mediación,
la conciliación, el arbitraje, el arreglo judicial, el recurso a organismos o acuerdos regionales u otros medios pacíficos de su
elección. "2. El Consejo de Seguridad, si lo estimase necesario, instará a las partes a que arreglen sus controversias por
dichos medios."
Además su art. 1 dispone como uno de sus propósitos “mantener la paz y seguridad internacionales”. En su art. 2 inc 3
sostiene que “los miembros arreglarán sus controversias por medios pacíficos, de tal manera que no se pongan en peligro ni
la paz y la seguridad internacional ni la justicia”.
• La solución de controversias a través de las organizaciones internacionales
El desarrollo de las organizaciones internacionales las hace desempeñar un creciente papel en este tema, sobre todo la
ONU c/ organismo universal –que dedica su capítulo sexto al arreglo pacífico de controversias– y los organismos regionales
de carácter político c/ la OEA. Obvia//, las organizaciones pueden intervenir en aquellos asuntos que les competen directa//,
cuando son ellas las que entran en conflicto con otros Estados u otras organizaciones. Pero el factor fundamental es que
estos sujetos del DIP intervienen en conflictos que afectan a los Estados entre sí.
a) El Consejo de Seguridad: La carta de la ONU lo faculta a intervenir, pero restringe su competencia a los conflictos
que pueden poner en peligro la paz y la seguridad internacionales. El CS es el órgano encargado de solucionar los conflictos
y puede intervenir de oficio, pero tb a solicitud de la AG, por requerimiento del Secretario Gral, o por iniciativa de cualquier
Estado, incluso por un Estado no miembro de la OI c/ indica el art. 35 inciso 2 de la Carta. El procedimiento tiene varias
etapas:
– el Consejo inicia una investigación que sirve p/ fijar los hechos y p/ verificar si justifican su intervención;
– si está satisfecho tocante lo anterior, el CS invita a las partes a solucionar el conflicto mediante la amplia panoplia del
art. 33 de la Carta. Si las partes no se ponen de acuerdo, el CS puede recomendar un método y si la controversia es de índole
jco exhortárlo a que inicien el procedimiento judicial ante la CIJ. Si las partes no hallan la solución y la situación pone en
peligro la paz y la seguridad internacionales, el Consejo podrá efectuar recomendaciones con los términos de arreglo que
estime apropiados. (Art. 37, inciso 2.)
b) La Asamblea General: Posee tb ciertas facultades en aquellas cuestiones que pongan en peligro la paz y la
seguridad internacionales, pero obvia// subordinadas a las del Consejo, que en esta materia tiene responsabilidad primordial.
La AG, según el art. 11, párrafo 2: "podrá discutir toda cuestión relativa al mantenimiento de la paz y la seguridad
internacionales que presente a su consideración cualquier Miembro de las NU o el CS o que un Estado que no es miembro
de las NU presente de conformidad con el art. 35, párrafo 2, y salvo lo dispuesto en el art. 12, podrá hacer recomendaciones
acerca de tales cuestiones al Estado o Estados interesados o al CS o a éste y a aquéllos." Y el art. 12, párrafo 1 dice:
"Mientras el CS esté desempeñando las funciones que le asigne esta Carta con respecto a una controversia o situación, la
AG no hará recomendación alguna sobre tal controversia o situación, a no ser que lo solicite el CS."
c) El Secretario General: Tb juega hoy un papel imp en esta materia, sobre todo ejerciendo funciones de buenos
oficios y de mediador en los conflictos internacionales. Por el art. 99 de la Carta, podrá llamar la atención del CS hacia
cualquier asunto que, a su entender, ponga en peligro la paz y seguridad internacionales.
d) Los acuerdos regionales: El capítulo 8 de la Carta menciona el importante papel que en esta materia deben jugar los
acuerdos regionales. El art. 52, párrafo 2 expresa que los Miembros de la ONU que formen parte de organismos regionales,
harán todos los esfuerzos posibles p/ lograr el arreglo pacífico de aquellas controversias de carácter local por medio de estos
acuerdos antes de someter la cuestión o situación al CS. Por lo tanto, los organismos regionales tienen mecanismos propios
de solución de conflictos. De todos modos, siempre estos acuerdos regionales están subordinados en última instancia al CS,
ya que p/ adoptar medidas coercitivas se precisa la autorización de este órgano, de conformidad al art. 53 de la Carta.
d) Naturaleza del arreglo pacífico de controversias
Tiene dos características, que se deducen de los textos mencionados anterior//.
• se trata de una obligación general, impuesta por el dcho internacional moderno, por la cual los Estados deben arreglar
sus controversias por medios pacíficos y según algunos autores que dicha obligación procede de una norma de jus cogens.
• los Estados conservan una amplia libertad en la elección del medio que emplearán p/ solucionar sus diferencias.
¿Obligación de jus cogens?: En cuanto a la primera característica, la existencia de una obligación se basaría, entre otros
fundamentos, en el art. 2.3 de la Carta: "Los miembros de la Organización arreglarán sus controversias internacionales por
medios pacíficos de tal manera que no se pongan en peligro ni la paz y la seguridad internacionales ni la justicia."
Sin embargo, el lenguaje utilizado en todos esos instrumentos no es terminante: "tratarán de buscarle solución" (art. 33
citado) "procurar un arreglo pronto y justo" (Res. 2625), unido a la existencia del 2º rasgo, esto es, la libre elección de
medios por las partes, lleva a aquellos autores a decir que la obligación es de comportamiento, no de resultado cuyo
incumplimiento es muy difícil de comprobar y por ende de problemática sanción.
Tocante la calificación de obligación de comportamiento, hay cierta anarquía en la doctrina. En el proyecto de la CDI
sobre responsabilidad de los Estados se define la obligación de comportamiento, c/ aquella en que se especifican los medios
que el Estado debe emplear p/ cumplirla y su violación c/ la realización de una conducta que no coincide con la que requiere
la obligación. C/ se ve, en la nomenclatura utilizada por la CDI tales obligaciones admiten tb un incumpli- súbito y no son
siempre difíciles de hacer cumplir, por ej si hay un plazo.
Entendemos, que la obligación de arreglo pacífico deja a las partes la posibilidad de acudir a cualquier medio que no sea
la fuerza, ya sean los nombrados en el art. 33 o cualesquiera "otros medios pacíficos de su elección", c/ reza también la
misma norma.
A nuestro modo de ver, es una obligación sui generis de un contenido especial cuyo cumplimiento se basa entera// en la
buena fe de las partes. En efecto, hay una obligación de tratar de llegar a un acuerdo de buena fe, una obligación de sentarse
a la mesa del arreglo pacífico, pero no de alcanzar dicho acuerdo, c/ es lógico. Ponerse de acuerdo sobre algo puede ser
filosófica// imposible. La obligación del uno dependería tb de la actitud del otro, por eso es que se limita a intentar algún
procedi- pacífico de buena fe.
La antigua Corte Permanente de Justicia Internacional, órgano de la Sociedad de Naciones, la definió c/ una obligación
"no sólo de entrar en negociaciones, sino de continuarlas todo lo posible con miras a concluir acuerdos". También la CIJ, en
los asuntos relativos a la plataforma continental del Mar del Norte, definió la obligación de negociar:
"Las partes están obligadas a entablar negociaciones a fin de lograr un acuerdo y no simple// a proceder a una
negociación formal...están obligadas a comportarse de manera que las negociaciones tengan sentido, lo que no sucede
cuando una de ellas insiste en su propia posición sin pensar en la posibilidad de modificarla".
En el mismo sentido, la Corte Permanente, afirmó que la obligación de negociar consistía: “...no sólo en entablar
negociaciones sino también en proseguir éstas lo más lejos posible con miras a concertar acuerdos”.
Parece difícil imaginar una obligación de jus cogens concebida en tales términos. La que sí es imperativa, y asumible
por cada uno de los Estados individual//, es la obligación de no resolver la controversia por la fuerza.
e) Principios de la materia
• Libertad de elección de medios: Este segundo rasgo tiene, entre sus fundamentos, el fallo de la CPJI en el caso del
Estatuto de Carelia oriental:
"Está perfecta// establecido en DI que ningún Estado puede ser obligado a someter sus controversias con otros Estados a
la mediación, al arbitraje o a cualquier otro medio de solución pacífica sin su consentimiento." Esto quiere decir que cada
una de las partes no está obligada, en DI general, a seguir un procedimiento en particular, pero no que no estén obligadas a
ningún medio. Su obligación es tratar de resolver la controversia por algún medio. Sin embargo se debe tener en cuenta que
no se podrá escoger el medio, cuando con anterioridad se haya dispuesto otra cosa.
También en la Carta de la ONU, art. 33, en la Res. 2625. XXV, en la Declaración de Manila y en la práctica y doctrina
internacionales, total// pacíficas al respecto.
• En cuanto al principio del consentimiento, se refiere a aquel consentimiento otorgado previo a someterse a un medio
pacífico de controversias del sujeto internacional.
f) Procedimientos : General// se distingue entre:
• Procedimientos no jurisdiccionales, políticos o diplomáticos. Son la negociación, los buenos oficios, la mediación, la
investigación o encuesta y la conciliación.
• Procedimientos judiciales. Son el arbitraje y el arreglo judicial.
Tradicionalmente se distinguían los pacíficos de los no pacíficos. La obligación de resolver pacíficamente es reciente
dentro del DI en el S. XX, en el Convenio de la Haya de 1907 para el arreglo pacífico de conflictos internacionales. Otra
clasificación distingue entre medios diplomáticos, de los jurídicos. Diplomáticos son aquellos en que intervienen los
órganos normales de las relaciones internacionales, como los agentes diplomáticos, ministros del exterior, etc. Cabde
destacar dentro de éstos los buenos oficios, las negociaciones diplomáticas y la mediación. Dentro de los medios
diplomáticos tb se incluyen las comisiones de investigación y conciliación.
Los medios jurídicos son el arbitraje y el arreglo judicial, lo que supone voluntariamente someterse las partes a un
órgano judicial, que solucione la diferencia sobre la base del DI, salvo decisiones ex aequo et bono.
A SU VEZ HAY QUE ADVERIR QUE LA CLASIFICACIÓN DE LOS MEDIOS DE SOLUCIÓN DE
CONTROVERSIAS, SON NORMAS DE ORDEN PÚBLICO PORQUE HACEN A LA EXISTENCIA Y DESARROLLO
DE LA COMUNIDAD INTERNACIONAL. De cuerdo al art. 2 inc. 3 de la Carta de UN podemos distinguirlos entre
medios pacíficos y no pacíficos.
2- LOS MEDIOS DIPLOMÁTICOS DE SOLUCIÓN (los pacíficos)
A) La negociación
La negociación diplomática directa es el método más utilizado. Ofrece ventajas que derivan de la relación directa y
exclusiva entre las partes y de la falta de formalismo en el procedimiento. Entre los inconvenientes está la eventual asimetría
en la importancia política y econ de los Estados, que posibilita la presión de los más fuertes p/ imponer sus intereses.
B) Buenos oficios y mediación
En los demás métodos diplomáticos ya interviene un tercero, general// otro Estado o una personalidad internacional y
moderna// algún representante de un organismo internacional, que busca facilitar la solución. En este procedimiento (buenos
oficios), el tercero toma la iniciativa de acercar a las partes distanciadas por el conflicto sin participar directa// en las
negociaciones, sin proponer soluciones.
En la mediación, en cambio, el tercero elabora una propuesta de solución luego de escuchadas ambas partes, sobre la
que éstas tendrán que pronunciarse. La propuesta no es vinculante y por ende las partes pueden no aceptarla, lo que no
impide al mediador presentar nuevas propuestas.
La mediación y los buenos oficios pueden ser solicitados por las partes u ofrecidos por terceros Estados o
personalidades internacionales. En 1979 (Tratado de Montevideo), la mediación papal ayudó a la Argentina y Chile a salir
de una situación prebélica en relación con la diferencia en la zona del Canal Beagle.
C) La Comisión de investigación:
Este método se aplica fundamenta// a determinar los hechos motivo de la controversia, puesto que muchas veces son los
hechos mismos los cuestionados por las ptes. Determinados que son los hechos, suele suceder que el dcho sea clara//
aplicable, o bien que, sobre su base, puedan instalarse otros procedimientos, en especial la conciliación.
En la práctica se crea general// una Comisión Mixta de expertos que elaboran un dictamen sobre la realidad de los
hechos planteados. La AG de las NU, por Resolución 46/59, de 1991, recomendó a los órganos encargados del
mantenimiento de la paz y seguridad internacionales la utilización de este método p/ prevención de los conflictos.
D) La Comisión de conciliación
Es parecido a la investigación, ya que autoriza la determinación de los hechos de la controversia, y a la mediación,
puesto que busca finalizar la controversia mediante una propuesta de la Comisión de Conciliación basada en el dcho
internacional.
Normal// se designa una comisión de conciliación compuesta por 3 o 5 miembros: cada Estado nombra 1 o 2 de su
nacionalidad y el o los restantes se designan de común acuerdo. La comisión elabora un informe, en el cual se determinan
los hechos, se estudian todos los aspectos del caso y se propone una solución que no es obligatoria.
La conciliación es el método más utilizado en los grandes convenios multilaterales de codificación, y en algunos casos
se establece su obligatoriedad, o sea, que las partes tienen la obligación de sentarse a la mesa de la conciliación, aunque,
desde luego, las propuestas que la Comisión les someta no son vinculantes.
3- LOS MEDIOS JURISDICCIONALES DE SOLUCIÓN
Puede tb utilizarse un órgano jurisdiccional (árbitro o juez) p/ resolver la controversia. Aunque la aceptación de su
jurisdicción sea voluntaria, una vez emitido el laudo arbitral o el fallo judicial en su caso las partes quedan obligadas a
cumplirlo. Esta obligación encuentra su fundamento en un tratado previo que ambas celebraron, un compromiso en el que
fijaron la competencia del árbitro o en el caso de solución judicial, uno en que someten el caso al tribunal judicial de que se
trate. Si una de las ptes no acata la decisión judicial o arbitral incurre en resp. internacional.
C/ queda dicho, existen dos modos jurisdiccionales de solución: el arbitraje y el arreglo judicial. La distinción
fundamental consiste en que uno es ad hoc y el otro permanente. El arbitraje, por ser ad hoc, requiere el establecimiento por
las partes, p/ cada caso, de un tribunal con competencia determinada y de un procedimiento. El arreglo judicial utiliza un
tribunal permanente, con sus jueces ya designados, con un procedimiento establecido de antemano y una competencia
general dentro de la cual debe caer el caso de que se trate. La CIJ es la más importante instancia judicial de las NU, de la
que es órgano judicial principal. Existe hoy tb un tribunal p/ resolver las disputas sobre el dcho del mar, con sede en
Hamburgo.
A) El arbitraje. Los Convenios de La Haya de 1899 y 1907
En la E. Media, el Papa y el Emperador del Sacro Imperio arbitraron muchas veces las disputas entre los príncipes
cristianos. Tras el surgimiento de los grandes Estados nacionales cayó en desuso, pero volvió a utilizarse a mediados del
siglo pasado.
La Argentina ha sido muy partidaria del arbitraje internacional c/ medio de solución pacífica de controversias. Lo utilizó
muchas veces p/ sus conflictos limítrofes y en 1919 lo propuso en la Sociedad de Naciones c/ procedimiento obligatorio.
Inicial// desempeñado por Jefes de Estado, el arbitraje pasó a ser materia p/ juristas especializados nombrados por las
partes, que normal// designan un arbitro cada una. Los árbitros "neutrales" deben ser elegidos de común acuerdo por ambos
litigantes y el Presidente será necesaria// un neutral.
Suelen nombrarse árbitros o jueces ad hoc por las partes, esto es, árbitros o jueces que en alguna medida representan a la
parte que los nombró. Esto constituye un rasgo característico del procedi- internacional que lo diferencia de los procedi-s
internos, donde un juez sospechado de parcial puede ser recusado, o bien excusarse. En la CIJ, en cambio, los jueces de la
nacionalidad de las partes en un juicio no se excusan; permanecen en su puesto y si una de las partes carece de un juez
permanente de su nacionalidad, tiene dcho a nombrar un juez ad hoc p/ el asunto.
Los Convenios de La Haya de 1899 y 1907 establecen que:
"el arbitraje internacional tiene por objeto arreglar los litigios entre los Estados mediante jueces por ellos elegidos y
sobre la base del respeto al dcho.... El convenio de arbitraje implica el compromiso de someterse de buena fe a la sentencia
arbitral".
• La Corte Permanente de Arbitraje: Aquellas convenciones crearon la Corte Permanente de Arbitraje, que no es otra
cosa que una lista de juristas, formada a razón de cuatro por cada Estado signatario, de entre los cuales los litigantes pueden
elegir libre// los que formarán el tribunal, y de una oficina con sede en La Haya. Este tribunal en la práctica ha funcionado
poco, pero ha servido c/ antecedente p/ promover el arbitraje internacional.
• Arbitraje facultativo y obligatorio: Si bien el procedimiento es voluntario, podemos distinguir, según el momento en
que se presta ese consentimiento, entre arbitraje facultativo y obligatorio. El primero tiene lugar cuando las partes pactan el
arbitraje después del nacimiento de la controversia mediante un tratado, en el que se eligen los árbitros, se establece cómo
funcionará el tribunal (lugar, plazos, etc), se delimita el objeto del litigio, se pacta el dcho aplicable y eventual// el
procedimiento, etcétera.
El segundo tiene lugar cuando las partes acordaron, antes de que surgiera la controversia, someter todas o algunas de sus
futuras disputas ante un órgano arbitral, c/ en los tratados generales de arbitraje. Tales tratados pueden ser bilaterales o
multilaterales y combinar el arbitraje con otros medios pacíficos de solución.
Otras veces, un tratado sobre cualquier otra materia, incluye una cláusula compromisoria que obliga a ir a un arbitraje
en caso de discrepancias sobre la interpretación o aplicación del tratado.
• El compromiso arbitral: El arbitraje se instrumenta, en todos los casos, a través de un compromiso arbitral. Cuando no
hay tratado general ni cláusula compromisoria alguna, el compromiso es el fundamento jurídico del arbitraje. Cuando, en
cambio, existen tales otros instrumentos, aún es necesario el compromiso que individualiza la cuestión a la que se aplican
los instrumentos generales y delinea la competencia del árbitro al fijar los términos de la diferencia.
El compromiso es indispensable en todos los casos. Por ejemplo, la Argentina y Chile tenían suscrito el Tratado General
de Arbitraje de 1902, por el cual se someterían al arbitraje de S.M. Británica "todos los asuntos, de cualquier naturaleza que
fueren" que pudieran surgir entre ambos países. Pero la competencia del árbitro p/ cada uno de esos asuntos sólo queda
definida después que ambas partes determinan, de común acuerdo, el alcance de la controversia entre ambas. Así, en el
asunto del Beagle, las partes trazaron en el mapa un área dentro de la cual el árbitro debía determinar la línea del límite entre
ambos países. El Convenio de 1902 permitía al árbitro fijar el compromiso arbitral en caso de que las partes no acordaran
sus términos: esa cláusula otorgaba al Convenio su carácter automático; sin ella podía muy bien suceder que no obstante la
obligación general de arbitrar, el propósito del Convenio se frustrara por falta del consenso de las partes sobre el contenido y
alcance de la disputa y por ende sobre la competencia del árbitro. En la disputa sobre el Río Encuentro, c/ la Argentina y
Chile no pudieron ponerse de acuerdo sobre sus términos, el árbitro británico lo determinó por sí mismo, en abril 1° de
1965.
• El dcho aplicable: Las partes determinan, normal// en el tratado previo o en el compromiso arbitral, qué dcho deberá
aplicar el árbitro. Pueden pedirle que aplique el dcho internacional general, o un tratado particular, o aun que el caso sea
resuelto exaequo et bono, o sea por la equidad. Muchos tratados generales antiguos decían que el árbitro debía aplicar "los
principios del dcho internacional", lo que significaba simple// que se aplicaría ese dcho.
Que la controversia sea resuelta en equidad significa que el árbitro no deberá aplicar ninguna norma jurídica, sino más
bien sus propias percepciones de lo que es justo o injusto según las circunstancias del caso. Puede suceder que las partes no
estén conformes con las soluciones que el dcho contenga en relación con el asunto que quieren dirimir y sientan que la
mejor solución sería prescindir de aquellas soluciones y remitirse a la decisión de una persona justa.
• El procedimiento: El procedimiento del tribunal arbitral puede ser establecido ya sea directa// por las partes o
indirecta// si éstas delegan al tribunal su redacción.
General// comprende dos fases: la instrucción escrita y las audiencias orales. La instrucción comprende la presentación
por las partes de memorias y contramemorias, y en su caso de réplicas y dúplicas. En las audiencias orales los abogados y
los agentes de las partes discuten la cuestión planteada y examinan y analizan la prueba presentada. Los medios de prueba
más utilizados son la prueba documental, testimonial, pericial, dictámenes de expertos, etc. El procedimiento, tanto de los
tribunales arbitrales corno de las Cortes internacionales es normal-// flexible y poco formal. Los árbitros suelen otorgar sin
mayores dificultades prolongaciones a los plazos procesales y las pruebas nuevas suelen ser admitidas hasta poco antes de la
sentencia.
Concluido el procedimiento, el tribunal se retira a deliberar y dicta el laudo arbitral, que habitual// se funda en dcho c/
una sentencia judicial y se admite que las disidencias se expresen por sep/do. En el siglo pasado, los árbitros, general// Jefes
de Estado, no se molestaban demasiado en fundar sus laudos, pero esa actitud fue cambiando con el tiempo, particular//
desde que la función arbitral fue recayendo más y más en personas privadas.
• El laudo arbitral: El efecto jurídico principal del laudo, es que es vinculante p/ las partes y produce los efectos de la
cosa juzgada, pero única// entre las partes y sólo p/ ese caso. Debe cumplirse de buena fe; en caso de incumplimiento sólo
cabe ejercer los mecanismos de la responsabilidad internacional. De todos modos, en el estado actual de la evolución del
DIP, los Estados son general// escrupulosos en el cumplimiento de los laudos arbitrales.
La sentencia deberá ser fundada y la instancia es única, por lo que no existe un tribunal de alzada que pueda revisar la
resolución. Sin embargo, son admisibles ciertos recursos ante el mismo Tribunal Arbitral. Ellos son:
– El de interpretación, cuando haya surgido entre las partes controversia respecto a la interpretación o el alcance del
laudo.
La Argentina y Chile utilizaron, en dos ocasiones, el recurso de interpretación del Laudo arbitral de S.M. Británica de
1902. La primera fue en el asunto del Río Encuentro, en la que se recurrió al mismo árbitro británico en 1965 puesto que
surgió una diferencia de hecho en la Comisión mixta de límites al intentar la demarcación de la frontera, y la segunda en
Laguna del desierto. En ambos casos, el trecho disputado se encontraba dentro de la zona resuelta por el árbitro en 1902. El
última// citado sirve doble// de ejemplo del recurso de interpretación, porque se acudió a él en interpretación del fallo
británico y luego la propia sentencia del tribunal arbitral fue objeto de un recurso en el mismo sentido por parte de Chile. Es
también una muestra de la flexibilidad del procedimiento arbitral, porque por un compromiso ad-hoc las partes se apartaron
del árbitro fijado en el Tratado de Paz y Amistad de 1984 y eligieron a un tribunal compuesto por tres juristas
latinoamericanos.
– El de revisión, que tiene lugar cuando una de las partes alega un hecho nuevo con posterioridad al cierre del
procedimiento. Ese hecho debió ser desconocido de la parte que lo alega –y no debió serlo por su negligencia– y del
Tribunal y su naturaleza debe ser tal que ejerza una influencia decisiva sobre la sentencia. El Tribunal podrá ordenar la
suspensión del cumplimiento del laudo hasta tanto resuelva sobre su modificación.
• Nulidad del laudo
Con respecto a la validez del laudo, en forma excepcional se puede ejercer un recurso de nulidad, en caso en que hayan
existido ciertos vicios importantes. La CDI, en su Informe a la AG sobre la tarea realizada en 1958, presentó un "Modelo de
reglas sobre procedimiento arbitral", que la AGNU señaló a la atención de los Estados Miembros p/ que las tomaran en
consideración y las utilizaran al redactar tratados de arbitraje o compromisos "cuando lo consideren oportuno y en la medida
"
en que lo estimen apropiado . Las causales allí admitidas son:
– Exceso de poder del tribunal, esto es, cuando el tribunal falló excediéndose en su competencia.
Este exceso de poder puede referirse a un fallo más allá del alcance del compromiso, c/ cuando el Rey de Holanda, en el
caso de la Frontera N. E. entre Estados Unidos y Canadá, invitado a elegir entre dos líneas de frontera, eligió una tercera.'
Algo semejante sucedió en el Laudo de S.M. Británica de 1902, dictado en el asunto entre la Argentina y Chile sobre el
límite en la cordillera sur, donde el árbitro eligió una línea que no era la propuesta por ninguna de las partes. No obstante su
falta de competencia p/ hacerlo según los términos del compromiso arbitral, las partes en el litigio no lo objetaron.
– Corrupción de un miembro del tribunal.
– Falta de motivación de la sentencia o infracción grave de una regla fundamental de procedimiento.
– Nulidad del convenio en que figura la estipulación o el compromiso arbitral, según las normas del dcho de los
tratados.
4- ARREGLO JUDICIAL
El arreglo judicial es un procedimiento por el que las partes someten la solución del litigio a un órgano judicial
permanente, integrado por jueces independientes constituido en forma institucionalizada, que emite una sentencia
obligatoria sobre la base del dcho internacional –aunque tb pueda hacerlo en algunos casos, ex aequo et bono a pedido de
partes– y a través de un procedimiento preestablecido.
Los tribunales internacionales son parecidos a los internos, pero los diferencia el hecho que la jurisdicción internacional
es siempre voluntaria, y la forma de ejecución de la sentencia, ya que no disponen de órganos ejecutivos a su servicio c/ en
el dcho interno.
• Antecedentes: Los primeros antecedentes de creación de tribunales internacionales permanentes son el Tribunal de
Presas y el tribunal creado en 1907 por la Convención p/ el Establecimiento de un Tribunal Centroamericano de Justicia,
con sede en Costa Rica, que actuó entre 1908 y 1918, año en que dejó de funcionar por no renovarse el tratado instituyente.
Al finalizar la Primera Guerra Mundial, se creó por el art. 14 del Pacto de la SN un Tribunal Permanente de Justicia
Internacional que, actuando entre 1922 y 1939, intervino en 22 casos y emitió 27 opiniones consultivas. Este tribunal, por la
alta competencia de sus jueces y la importante labor desarrollada, sirvió c/ antecedente a la CIJ, creada al constituirse la
Organización de las NU. Funciona con un estatuto similar al de la antigua Corte Permanente y es el único tribunal universal
con competencia gral existente hasta el presente.
• Cortes regionales y con competencias específicas
Aunque los Estados son renuentes a someter sus litigios a tribunales internacionales y prefieren otros sistemas de
solución menos comprometidos p/ ellos, empieza a incrementarse su número.
Hay tribunales regionales, c/ el de las Comunidades europeas en Luxemburgo, continuador del tribunal de la
Comunidad europea del carbón y del acero creado en 1951 o el de los países del Pacto Andino, establecido por el Acuerdo
de Cartagena de 1969. En el orden de los DD.HH., la Corte interamericana en San José de Costa Rica, producto de la
Convención interamericana de los DD.HH. de 1969 y la Corte europea creada en 1950.
Tb existen tribunales con competencias específicas, creados por tratados multilaterales del tipo de la Convención sobre
el Dcho del Mar, suscrita en Jamaica en 1982. Este instrumento establece su propio órgano judicial, que quedó plena//
constituido en 1997, con competencia en materias de dcho del mar y ratione personae sobre las partes en la Convención de
Montego Bay de 1982.
Los tribunales creados por el CS, con competencia p/ juzgar a los criminales internacionales en la antigua Yugoslavia y
en Ruanda no son permanentes, sino que se cerrarán cuando su tarea se cumpla. Cuando entre en vigor el Tratado de Roma
de 1998, tb comenzará la existencia de la Corte penal internacional con competencia p/ juzgar crímenes internacionales.
A) La Corte Internacional de Justicia (1945, La Haya)
Su Estatuto forma parte de la Carta, y está basado en el de la CPJI, c/ lo reconoce el art. 92. Todo miembro de la ONU
es ipso facto parte en el Estatuto y aun los no miembros pueden serio, de acuerdo con las condiciones que en cada caso fije
la AG a recomendación del CS. (Art. 93.) La CIJ está integrada por 15 jueces, elegidos conjunta// por la AG y el CS en
votaciones sep/das.
Al examinar la costumbre internacional, en particular la llamada "nueva costumbre" advertimos el papel que algunas
instituciones, c/ la AGNU, la CIJ, o incluso la CDI, tienen en la formación de la consciencia internacional respecto a la
aparición de una nueva norma consuetudinaria, a la que pueden virtual// "cristalizar" o declarar.
• Los jueces: Los requisitos p/ ser Juez los establece el estatuto en su art. 2: deben gozar de "alta consideración moral" y
reunir "las condiciones requeridas p/ el ejercicio de las más altas funciones judiciales en sus respectivos países" o ser
"jurisconsultos de reconocida competencia en materia de DI". Cuando las partes en un juicio carecen de jueces de su
nacionalidad, puede designar cada una un juez ad hoc. El de la nacionalidad de alguna de las partes, o de ambas si se da el
caso, permanecen en su consideración c/ jueces plenos.
No puede haber dos jueces nacionales del mismo Estado. Cada juez dura en su cargo 9 años, y puede ser reelegido. En
su elección se procura que estén representados, por lo menos, los principales sistemas jcos del mundo.
De hecho, el criterio de la distribución geográfica equitativa que se aplica tanto en la Corte c/ en el resto de las NU
cumple con ambos requisitos.
a) Jurisdicción
i) Contenciosa
La Corte ejerce dos tipos de funciones, una contenciosa, y otra consultiva.
Tocante la primera, su competencia se extiende a todos los litigios que las partes le sometan y a todos los asuntos
especial// previstos en la Carta o en los tratados y convenciones vigentes, c/ lo establece el art. 36.1.
Pueden recurrir a la Corte, todos los Estados Miembros de las NU, tb pueden hacerlo Estados no miembros en las
condiciones que fije el CS. En todos los casos, este procedimiento contencioso va a concluir con la adopción de sentencias
obligatorias.
Cada Miembro de la ONU se compromete a cumplir las decisiones de la CIJ en los litigios en que sean partes (art. 94.1
de la Carta) y si alguna de ellas no cumpliere con las obligaciones que el fallo le imponga, la otra podrá recurrir al CS, el
que podrá, si lo considera necesario, "hacer recomendaciones o dictar medidas con el objeto de que se lleve a efecto la
ejecución del fallo." (art. 94.2.)
La jurisdicción contenciosa se ejerce exclusiva// entre Estados (arts. 34.1 del Estatuto) y es voluntaria. El
consentimiento puede ser dado, c/ en el arbitraje, con anterioridad o con posterioridad al surgimiento de un hecho litigioso.
• Consentimiento otorgado con anterioridad. Si es anterior, se deriva necesaria// de alguna de las siguientes
posibilidades:
– Las cláusulas opcionales, o sea las declaraciones del art. 36.2 del Estatuto: "Los Estados partes en el presente Estatuto
podrán declarar en cualquier momento que reconocen c/ obligatoria ipso facto y sin convenio especial, respecto a cualquier
otro Estado que acepte la misma obligación, la jurisdicción de la Corte en todas las controversias de orden jco que versen
sobre: a) la interpretación de un tratado; b) cualquier cuestión de DI; c) la existencia de todo hecho que, si fuere establecido,
constituiría violación de una obligación internacional; d) la nat o extensión de la reparación que ha de hacerse por el
quebrantamiento de una obligación internacional.
Las declaraciones de aceptación podrán hacerse incondicional// o a condición de reciprocidad por parte de varios o
determinados Estados, o por determinado tiempo (art. 36.3) y las relativas a la CPJI se consideran extendidas a la actual
Corte por el término que les quede de vigencia (art. 36.5)."
Las declaraciones presentadas han sido condicionadas por importantes reservas, que muchas veces desvirtúan el
propósito de la declaración.
– Un tratado general de solución pacífica de controversias, c/ la Convención Europea p/ arreglo pacífico de
controversias de 1957, o un tratado bilateral c/ el Tratado General sobre solución de controversias entre la República
Argentina y la de Chile, de abril 5 de 1972.
Asimismo, la jurisdicción concedida a la Corte Permanente por una gran cantidad de tratados bilaterales en materia de
conciliación, arreglo judicial y arbitraje, fue transferida a la CIJ.
– Una cláusula compromisoria, que puede ser gral o particular, en un tratado sobre otra materia.
No son pocos los tratados de paz, amistad, comercio y navegación que traen cláusulas compromisorias de carácter gral,
o sea p/ someter todas las controversias entre los países miembros a la Corte. Algunos, c/ en los bilaterales mencionados en
el párrafo anterior, dieron origen a casos en la Corte. En cuanto a las cláusulas particulares, esto es, que someten las
diferencias en cuanto a la interpretación y aplicación del propio tratado a la Corte, hay tb una gran cantidad que las incluyen
y que en algunos casos fueron base de la jurisdicción de la Corte. Algunas importantes convenciones codificadoras traen
anexos protocolos de acceso facultativo p/ la jurisdicción obligatoria de la Corte.
• Consentimiento otorgado con posterioridad
Normal//, el consentimiento dado a posteriori lo es por un pacto especial, o compromiso, según lo admite el art. 36.1 en
su primera parte, que a diferencia con el que conduce a un arbitraje, no necesita nombrar a los miembros del tribunal, que ya
están nombrados, ni especificar el procedimiento, puesto que tb preexiste al caso, ni referirse al dcho aplicable, a menos que
opten por la equidad.
El consentimiento tb puede ser otorgado incluso luego de incoado el asunto en la Corte por la solicitud de un solo
Estado, si el otro lo acepta ya sea en forma expresa o implícita//, según la doctrina del forum prorrogatum que elaboró la
propia Corte.
• Competencia personal
Dijimos que son los Estados los únicos sujetos que tienen personería p/ litigar en la CIJ. Pero la AG de la ONU y el CS
se encuentran facultados p/ solicitar opiniones consultivas a la Corte, de conformidad a lo dispuesto por el art. 96 de la Carta
de la ONU. Asimismo, la Corte funcionó c/ tribunal de alzada, en instancia consultiva, del Tribunal Administrativo de las
NU y con respecto a las decisiones del Tribunal Administrativo de la Organización Internacional del Trabajo, aunque
actual// no lo haga más.
ii) Consultiva
La otra función que ejerce la Corte es consultiva, siguiendo una práctica anglosajona. A solicitud de la AG o del CS, la
CIJ puede emitir una opinión sobre cualquier cuestión jca que se le plantee (art. 96.1). A su vez, la AG puede autorizar a
otros órganos de la ONU o a organismos especializados p/ que requieran de la CIJ tales opiniones, siempre sobre cuestiones
jcas que surjan dentro de la esfera de sus actividades (art. 96.2.).
Los órganos de la ONU que han sido autorizados son entre otros el Consejo Económico y Social, el Consejo de
Administración Fiduciaria, la Comisión interina de la AG y en su momento la Comisión de peticiones de revisión de los
fallos del Tribunal Administrativo. Los organismos especializados, entre otros, son la Organización Internacional del
Trabajo (OIT), la Organización de la ONU p/ la Agricultura y Alimentación (FAO), la Organización de la ONU p/ la
Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Banco Mundial (BIRF), el
Fondo Monetario Internacional (FMI), la Organización de la Aviación Civil Internacional (OACI), la Unión Internacional de
Telecomunicaciones (UIT), la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
La jurisdicción consultiva implica cuestiones delicadas, y en la práctica las consultas son hechas en respuesta a
situaciones reales. En cuanto al procedimiento, es éste bastante formal y parecido al contencioso. Se escucha a los Estados y
OI interesadas y en ciertos casos los Estados pueden nombrar jueces ad hoc.
Las opiniones consultivas, que carecen de obligatoriedad, en ciertos casos son vinculantes. Lo eran cuando se podía
acudir a la Corte en impugnación de una sentencia de alguno de los tribunales administrativos del sistema (el de las NU y el
de la OIT, según sus Estatutos), y lo son p/ algunos casos particulares en la actualidad, c/ por ej p/ las cuestiones que puedan
presentarse entre OI o entre éstas y Estados, en la interpretación o aplicación del Convenio sobre dcho de los tratados entre
Estados y OI o de éstas entre sí. (Viena, 1986, art. 66).
b) Competencia
• Competencia contenciosa: es la más amplia en el sentido de que con base en ella se juzga el mayor numero de
asuntos. Se debe distinguir entre general y especial, ésta última es por la que el TIJ conoce y decide una controversia
determinada sobre la base del consentimiento de las partes en la controversia manifestada por un acuerdo en concreto
(compromiso), por una cláusula compromisoria contenida en un tratado vigente o mediante la aceptación de ambas partes
contendientes en la cláusula llamada facultativa o de aceptación gral de la jurisdicción del TIJ.
La Gral está basada en el estatuto del TIJ por el que los E reconocen dicha competencia general del TIJ para resolver
controversias jcas entre ellos de acuerdo con el DI, en su condición o calidad de tribunal de Justicia encargado de resolver
dichas controversias declarando el dcho de las ptes.
Especifica: El consentimiento de los E debe manifestarse tanto antes como después del nacimiento de la controversia.
Distinguir en razón de:
a) Por razón de la persona: solo los E pueden ser parte en casos ante la Corte. Los particulares no tienen acceso en
ninguna via. Las OI no tiene acceso en la via contenciosa. Está abierto a los E pero no a todos:
1) Estados que sean parte en el estatuto del tribunal: a) E miembros de la UN que son ipso facto partes en el estatuto de
la CIJ, y b) Otros E que han llegado a ser partes en el Estatuto por cumplir las “condiciones que determine en cada caso la
AG a recomendación del CS”
2) a los E que no son parte en el estatuto, y en las condiciones fijadas por el CS en resolución 9 de 1946 las condiciones
son, depositar declaración aceptando la jurisdicción del tribunal, comprometerse a cumplir de buena fe la decisión del trib, y
aceptar todas las obligaciones de los miembros de las UN por el 94 de la carta.
b) Por razón de la materia es competente para entender todas las diferencias de orden jco que le sean sometidas por
los Estados partes en las misma. Son diferencias de este tipo las que versen sobre un punto de DI o sobre una situación de
hecho que lleve aparejado unas consecuencias jurídicas internacionales. Es necesario que las ptes hayan manifestado su
voluntad de someter el asunto al Tribunal. El TIJ no puede pronunciarse en vía contenciosa sobre asuntos que las partes no
le hayan sometido bien directa o indirectamente. Para aceptar jurisdicción del tribunal tenemos las siguientes formas:
1) acuerdo especial, compromiso à mismo que del arbitraje. Asunto ya nacido.
2) Mediante Tratados o convenciones vigentes en las que se prevé el sometimiento al Tribunal para todos los casos que
se presenten en el futuro. Existen tratados en los que se prevén esas cláusulas compromisorias.
3) Cláusula facultativa: art 36.2 dice: Los Estados parte podrán declarar en cualquier momento que reconocen como
obligatoria ipso facto y sin convenio especial, respecto e cualquier otro estado que acepte la misma obligación la
jurisdicción de la coste en todas las controversias de orden jco que versen sobre: a) interpretación de un tratado, b)
cualquier cuestión de DI c) la existencia de todo hecho que, constituiría violación de oblig int, d) naturaleza o extensión de
la reparación que ha de hacerse por el quebrantamiento de una obligación internacional.
4) Pcpio del forum prorrogatum aplicado a la jurisdicción internacional es otra de las formas de aceptación. El
consentimiento de las partes es deducido de una actitud del demandante implícito. Al contestar la dda de otro Estado,
realizar actos distintos de la presentación de una excepción de incompetencia del tribunal, que sirven al Tribunal como base
para declarar su propia competencia.
• Competencia del tribunal para decidir sobre su ppia competencia y otras competencias contenciosas de base
exclusivamente estatuaria
TIJ tiene facultad de decidir sobre su propia competencia. Art 36.6 del estatuto: “en caso de disputa en cuanto a si la
corte tiene o no jurisdicción, la corte lo decidirá” Se consagra en este art. lo que para el arbitraje desde antaño consagró el
DI y nunca fue discutido. Otras competencias de base estatuaria serían:
a) indicar medidas provisionales cautelares o de resguardo
b) excepciones preliminares y demandas reconvencionales
c) admitir o negar solicitudes y declaraciones de intervención de terceros
d) decidir admisibilidad de ddas de interpretación de un fallo y sobre revisión tb
e) revisarlo al fallo
Supuesto especial de la rebeldía del Estado à es una posición más política que jca, y no tiene o no debe tener efecto
sobre la continuación del proceso y no modifica la condición de parte del E incompareciente, y tampoco la libera de la
obligación de cumplir el fallo y res iudicata (cosa juzgada).
• Competencia Consultiva del Tribunal:
El TIJ tiene la facultad de emitir dictámenes respecto de cualquier cuestión jurídica según el 65 del estatuto. Esta
competencia tiene tb base estatuaria.
¿Quien puede pedir dictámenes?: Estados NO, OI Sí. Los E pueden intervenir ante el Tribunal y pedirle exposiciones
escritas y orales. Se les avisa a los E que tengan derecho a comparecer ante la corte frente al inicio de una investigación para
dar un dictamen. Ratione materiae es competente en vía consultiva para pronunciarse sobre “cualquier cuestión jurídica”,
quedando afuera las cuestiones políticas y de hecho.
c) El procedimiento contencioso: Tiene varias fases y está regido por el Estatuto y el Reglamento que la Corte se dio a
sí misma y que fue modificado en 1972 y 1978.
• Un juicio se incoa por notificación a la Corte del compromiso por una o ambas partes, o una solicitud si hay otras
bases de jurisdicción. El Secretario deberá notificar a los Estados partes y a otros Estados con interés en el pleito del objeto
de la cuestión planteada.
• La fase escrita, basada en el pcpio de contradicción, se inicia con la presentación de una memoria y su contestación,
pudiendo continuar con réplicas y eventual// dúplicas. En esta situación las ptes invocan todos los elementos de hecho y de
dcho de los que pretendan valerse. Tb suele sustanciarse en esta etapa la prueba documental.
Excepciones preliminares y medidas provisionales
Puede haber excepciones preliminares, negando la competencia de la Corte o la admisibilidad de la demanda, oponibles
normal// por el demandado en su contestación. La Corte deberá resolverlas previa// a que se abra la parte sustantiva o de
fondo, ya sea p/ rechazarlas o p/ aceptarlas, en cuyo caso la acción incoada no prosperará. La CIJ ha admitido tomar estas
medidas provisionales incluso antes de decidir sobre su competencia. Finalizada esta parte, a veces los tribunales podrán
decidir de oficio medidas de instrucción o solicitar dictámenes periciales.
— La fase oral se utiliza p/ que las partes examinen sus argumentos y pruebas, respecto a los que el Tribunal suele
hacer preguntas. Eventual// puede substanciarse la prueba testimonial. Salvo excepciones, estos debates son públicos.
— Final// viene la fase deliberativa y de dictado de la sentencia. El proceso de la adopción de la decisión es normal//
reservado; cada juez podrá dejar a salvo su opinión en forma de disidencia o de opinión sep/da. Las decisiones se toman por
mayoría y en caso de empate decide el Presidente. Obvia//, la decisión es obligatoria p/ las partes y deberá estar fundada en
DI.
• Los fallos: Son siempre obligatorios pero exclusiva// p/ las partes en litigio y sólo respecto del caso planteado. (Art.
59 del Estatuto.) Esto quiere decir que no existe la doctrina del precedente obligatorio o stare decisis del dcho anglosajón.
Las sentencias deben contener un resumen del caso y estar fundadas en DI. Se hará mención de las opiniones sep/das o
disidentes en su caso. C/ en el arbitraje, la sentencia pone fin al pleito, ya que no hay tribunal de alzada y sólo se admiten los
recursos establecidos en el estatuto.
• El recurso de interpretación y de revisión: (igual que en el caso del arbitraje) La CIJ reconoce el recurso de
interpretación, en caso de desacuerdo sobre el sentido o el alcance del fallo (art. 60), y el recurso de revisión basado en la
aparición de un hecho nuevo de tal importancia que hubiera sido decisivo al momento de dictar el fallo y que fuera
desconocido por el Tribunal y la parte que lo alega en ese instante. Es común la presentación de recursos de interpretación,
siendo el recurso de revisión escasa// utilizado en la práctica.
• Cumplimiento: Los Estados habitual// acatan la sentencia. Es pertinente a este respecto el art. 94 del Estatuto de la
CIJ: "1. Cada Miembro de las NU se compromete a cumplir la decisión de la CIJ en todo litigio en que sea parte. 2. Si una
de las partes en un litigio dejase de cumplir las obligaciones que le imponga un fallo de la Corte, la otra parte podrá recurrir
al CS, el cual podrá, si lo cree necesario, hacer recomendaciones o dictar medidas con el objeto que se lleve a efecto la
ejecución del fallo".
En la práctica internacional de la CIJ sólo Irán y los EE.UU. desconocieron reciente// fallos de la Corte, el 1º en el
asunto del personal diplomático y consular de los EE.UU. en Teherán (1980) y el 2º en el asunto de las actividades militares
en y contra Nicaragua (1986). En ambos supuestos los fallos se pronunciaron en rebeldía, con la franca oposición de Irán y
EE.UU. respectiva// que no aceptaban la jurisdicción del Tribunal.
Demandas reconvencionales: consiste en la interposición por la parte demandada de una acción contra la demandante,
ante el mismo órgano jurisdiccional y en el mismo proceso, para que sea resuelta en la misma sentencia. deben darse las
siguientes condiciones:
1) instancia principal presentada con demanda y no con compromise. La diferencia es delimitada por las partes en el
compromiso, sería ilógico que una de las partes hiciera a posteriori una petición contradictoria con la contenida en el
compromiso
2) pretensión en demanda entra dentro de la competencia del T.
3) exista una conexión directa tanto respecto de los hechos como del Dcho aplicable entre los objetos de la demanda
reconvencional y ppal
4) se formule en la contramemoria y figure entre las conclusiones contenidas en ésta.
Intervención, de un tercer Estado: art 62 del E: si un E considerase que tiene interés de orden jco que puede se afectado
por la decisión de un litigio podrá pedir a la Corte que le permita intervenir. Es necesario interés jurídico en conexión con
la demanda principal.
Procedimiento de la intervención: demanda que debe ser depositada antes de cerrarse el procedimiento escrito, y que
deberá indicar (aparte de nombre de agente y asunto), a) interés jco que le afecte, b) objeto preciso de la intervención, y c)
ligamen a efecto de la competencia del Tribunal exista entre E interviniente y las ptes.
Este artículo se refiere a la interpretación que pudiera hacerse en un proceso de una convención en la que pudieran ser
partes otros E no litigantes. Estos otros E tendrán dcho a intervenir, pero si ejercen ese dcho, la interpretación contenida en
el fallo será obligatoria para ellos (art 63).
El T decidirá su admisión con prioridad sobre el asunto ppal. Fijará plazo para que el E interviniente presente
observaciones durante la fase oral del procedimiento ppal.
d) El procedimiento consultivo
Comienza con petición de dictamen ante TIJ, se hace por el Secretario gral en nombre de una OI, o un alto
funcionario de ella, pero no por los Estados ni por los particulares.
Forma: serán expuestas a la corte mediante solicitud escrita en la que se formule en términos precisos la cuestión
respecto de la cual se haga la consulta. Se acompañan los documentos. Recibida la solicitud de dictámen, el Tribunal la
notificará a todos los E que tengan dcho a comparecer a la corte.
Nombramiento de juez ad hoc en el consultivo no es frecuente. En la fase escrita los E y OI que recibieron la
comunicación, podrán presentar sus observaciones escritas dentro del plazo que fija el Tribunal.
Fase oral: tribunal decidirá si hay lugar a ella.
El procedimiento consultivo finaliza con la emisión del dictamen, que es leído en audiencia pública. El art. 107 especifica
su contenido: a) fecha b) nombre jueces, c) expoisición del procedimiento, d) hechos, e) fundamentos de dcho, f) respuesta a
la pregunta al tribunal, g) nro y nombre de los jueces de mayoría, h) texto que hace fe.
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BOLILLA 16
EL NO USO DE LA FUERZA
1- LA GUERRA: “Conflicto en su forma más grave entre tribus, pueblos o Estados. Supone el enfrentamiento
organizado entre pueblos humanos armados con el propósito de controlar recursos naturales y/o recursos humanos o
perseguir el desarme, sometimiento y en última instancia destrucción o aniquilamiento del enemigo cuyos orígenes son los
más diversos.
La palabra guerra viene del término germano werra que significa contienda; y en latín el origen es bellum y de allí viene
la palabra bélico, beligerante.
El tema del uso de la fuerza por los Estados es fundamental p/ el dcho de gentes, c/ p/ el ordenamiento jco de cualquier
comunidad establecer la distinción entre el uso legal y el ilegal de la fuerza. Dos aclaraciones: la 1ª es que la expresión
"fuerza" se refiere exclusiva// a la fuerza armada que utiliza un Estado contra otro, no a la llamada "agresión económica" ni
a la presión política; la 2ª, que no está comprendido el uso de la fuerza por el CS en virtud de sus funciones en las que ejerce
una acción coercitiva. Hoy en día, la prohibición del uso o amenaza de la fuerza constituye una norma de jus cogens.
2- EVOLUCIÓN HISTÓRICA DEL STATUS JCO INTERNACIONAL DE LA GUERRA. IUS AD BELLUM,
IUS IN BELLO.
El DI durante siglos admitió la guerra como medio de solución de los conflictos entre Estados y desarrolló un conjunto
de normas específicas al respecto. El DI, en consecuencia, pudo dividirse en dos grandes partes: las normas aplicables en
tiempo de paz (Derecho de la paz) y las normas aplicables en tiempo de guerra (Derecho de guerra). Los autores del siglo
XVI al siglo XVIII, y muy especialmente los teólogos juristas de la escuela de Salamanca, Francisco de Vitoria (1483-
1546), Luis de Molina (1535-1600) y Francisco Suárez (1548-1617), se ocupan de las condiciones que deben reunirse para
que los príncipes puedan legítimamente iniciar una guerra y desarrollan lo que se ha llamado la doctrina del ius ad bellum
(dcho a la guerra). Dicha doctrina sigue la pauta marcada por santo Tomás de Aquino (1224-1274) según el cual la «guerra
justa» (bellum iustum) debía reunir las siguientes condiciones: 1) ha de ser decidida por la autoridad de un príncipe; en
lenguaje actual habría que decir por una autoridad soberana: 2) ha de existir una «causa justa», es decir, ha de ser debida a
una iniuria o violación del Derecho, y 3) tiene que darse una «recta intención» de los beligerantes, o sea que el soberano que
declara la guerra debe buscar el bien común y no debe iniciar-la por odio, venganza o codicia. Esto no supone una
admisibilidad de la guerra a condición de que se den estas condiciones.
Durante el siglo XIX se abandonan las consideraciones etico-jurídicas de la doctrina del ius ad bellum y la guerra se
concibe como un atributo del Estado al que puede recurrir, en una sociedad carente de mecanismos centralizados que tengan
la exclusiva de imponer el respeto del dcho mediante la coerción, como medio de autotutela o como medio de asegurar su
conservación. La guerra se concibe como una relación entre «naciones civilizadas», lo que hace que entre los beligerantes se
apliquen reglas que tratan de evitar daños innecesarios (ius in bello), y por esto dichas reglas no se aplican en los conflictos
originados por la expansión colonial o los conflictos internos. Por ello, al admitir la guerra como un medio de solución de
conflictos, el DI desarrolló un conjunto de normas que definen las prácticas aceptables mientras se está en guerra y que
regulaban la conducta de los Estados beligerantes y eran conocidas como ius in bello (dcho en la guerra). Durante el siglo
XX se ha registrado una evolución en las relaciones internacionales en virtud de la cual se ha logrado una progresiva
limitación de las posibilidades que tienen los Estados de recurrir a la fuerza armada.
La segunda convención adoptada por la Conferencia de la Paz celebrada en La Haya en 1907 relativa a la prohibición
del uso de la fuerza para el cobro de deudas contractuales, conocida con el nombre de Convención Drago-Porter, constituye
el primer hito significativo en el desarrollo de la prohibición del uso de la fuerza en las relaciones internacionales. La idea
de esta prohibición se debía al argentino Luis María Drago (1859-1921) como consecuencia de las represalias, bloqueos
marítimos y bombardeos de puertos, ejercidos en 1902 por Italia, Alemania y el Reino Unido contra Venezuela, por su
demora en el pago de deudas. El Convenio, que también lleva asociado el nombre del delegado norteamericano general
Horacio Porter, establece el compromiso de no recurrir a la fuerza contra un país deudor, salvo que éste no acepte la
solución del conflicto mediante el arbitraje.
a) El uso de la fuerza hasta la Sociedad de Naciones: La guerra, en el DI clásico, se consideraba c/ una facultad
inherente a la soberanía: no estaba prohibida. No obstante, la "Escuela española de DI", en el s. XVI había intentado una
distinción entre guerras justas e injustas, siendo las 1ª aquellas que reunían las sig condiciones: tenían una justa causa, se
acudía a ellas por necesidad (por la carencia de otro medio p/ obtener justicia), eran conducidas de manera tb justa y estaban
precedidas de una declaración por el soberano. Según Grocio, la guerra no era legítima a menos que respondiera a una causa
justa, c/ por ejemplo la respuesta a un agravio o el intento de hacer prevalecer un dcho injusta// negado. Pero en los hechos
le bastaba al Estado "creer" que actuaba en persecución de una causa justa p/ que la guerra fuera legítima.
Ya hacia el s. XVIII, el predominio del positivismo hizo que se abandonara esa posición y se admitiera el dcho soberano
de cada Estado de recurrir a la guerra por cualquier razón que fuera. Sin embargo, ciertas limitaciones se impusieron a la
conducción de la guerra a través del llamado jus in bello, limitaciones que buscaban establecer con claridad la posición de
los neutrales y humanizar las hostilidades.
b) El dcho de la Sociedad de Naciones: Cierta reglamentación de la guerra fue introducida por el Pacto de la SN a
través de sus arts. 10 a 16, que originaron algunas restricciones al jus ad bellum. Un imp rasgo del Pacto fue que, el dcho de
los Estados a acudir a la guerra en último extremo p/ arreglar sus diferencias intern, la considera sin embargo un recurso
excepcional y un motivo legítimo de preocupación de toda la comunidad intern.
La guerra contra la integridad territorial o la independencia política de un miembro estaba prohibida por el art 10, pero
la consecuencia prescrita p/ tal caso era apenas una reunión del Consejo p/ que emitiera opinión sobre los medios p/
asegurar el cumplimiento de esta obligación violada. Esta aparente prohibición cuasi general debía, sin embargo, conciliarse
con el art 15, par., por el cual en caso de que una controversia hubiere sido sometida al Consejo y su decisión no hubiere
sido tomada por unanimidad, entonces "los miembros de la Sociedad se reservan el dcho de proceder c/ lo juzgaran
necesario p/ el mantenimiento del dcho y de la justicia".
La guerra estaba prohibida por el art 12 respecto a una controversia, cuando se produjera antes de los 3 meses "desde el
fallo arbitral o judicial o el informe del Consejo" (moratoria) que recayera sobre dicha controversia. A esta moratoria de la
guerra se añadía, en el caso de las controversias, la prohibición de la guerra contra todo miembro de la Sociedad que se
conformara con una sentencia de la CPJI, o con un informe del Consejo adoptado por unanimidad. En tales casos, el
miembro que recurría a la guerra era "considerado c/ habiendo cometido un acto de guerra contra todos los demás miembros
de la Sociedad" y el Consejo recomendaba "a los Gobiernos interesados los efectivos militares, navales o aéreos con los
cuales los miembros de la Sociedad contribuirán respectiva// a las fuerzas armadas destinadas a hacer respetar los
compromisos de la Sociedad".
El Pacto no se refirió a los usos de la fuerza menores que la guerra, con lo que su contribución al tema se redujo a
realzar la legitimidad de la defensa propia y la creciente calidad de dchos que iban adquiriendo modalidades menores del
uso de la fuerza, en la misma medida en que se ponían algunos inconvenientes a la utilización irrestricta de la fuerza.
c) El pacto Kellogg-Briand: En 1928 se celebró el Tratado general de renuncia a la guerra, original// entre el Secretario
de Estado de los EE.UU. (Kellogg) y el Canciller francés (Briand), pero al que fue accediendo posterior// la casi totalidad de
los países entonces independientes. El art. 1 condenaba "el recurso a la guerra p/ resolver las controversias internacionales"
y consignaba la renuncia por las partes a la guerra "c/ un instrumento de política nacional en sus relaciones recíprocas."
El Pacto fue invocado en varias ocasiones, dio fundamento a la doctrina Stimson, de no reconocimiento de situaciones
originadas en la fuerza y fue confirmado en varios instrumentos internacionales, entre otros el Pacto Antibélico Saavedra
Lamas. Es de señalar que nada se decía respecto a los otros usos de la fuerza, y que tampoco se mencionaba el dcho de
legítima defensa.
De resultas de la creciente distinción entre "guerra" y otros "usos menores que la guerra" que comenzaban a insinuarse
en la práctica internacional y de la participación de un creciente número de Estados en el Pacto, cuyas disposiciones
centrales muy posible// alcanzaron el rango de costumbre internacional, el dcho anterior a 1945 parecía prohibir la guerra
pero autorizar otros usos de la fuerza que no configuraran técnica// una guerra, c/ los motivados por la defensa de los
nacionales en peligro, las represalias o incluso la intervención humanitaria. Esta comprobación es imp p/ comprender la
polémica que divide actual// a la doctrina respecto a los alcances del uso legítimo de la fuerza con posterioridad a la Carta
de las NU.
d) El Pacto antibélico de Saavedra Lamas: En 1932, el Gobierno arg a través de su Canciller, Saavedra Lamas,
propuso al de Brasil la conclusión de un pacto antibélico. Fue suscrito por la Arg, Brasil, Chile, México, P/guay y Uruguay
y adhirieron luego, Bolivia, Costa Rica, Honduras, Cuba, la República Dominicana, Nicaragua, El Salvador, EE.UU.,
Venezuela, Perú, Colombia, Haití, Guatemala y Panamá. Accedieron a él potencias extracontinentales, c/ Italia, Bulgaria,
Noruega, Rumania, España, Checoslovaquia, Finlandia, Grecia, Portugal, Turquía y Yugoslavia.
En su art. 1, el Pacto condenaba las guerras de agresión y propugnaba el arreglo pacífico de las controversias
internacionales de cualquier clase que fueran. En el art. 2 declaraba que entre las partes contratantes las cuestiones
territoriales no debían ser solucionadas por la violencia y que no se reconocerían los arreglos territoriales obtenidos
violenta// ni la validez de la ocupación o adquisición de territorios por la fuerza de las armas. Incluía tb un procedimiento de
conciliación.
e) El dcho de la Carta: El art. 2(4) de la Carta de las NU reza: "Los miembros se abstendrán, en sus relaciones
internacionales, del uso o la amenaza de la fuerza contra la integridad territorial o la independencia política de cualquier
Estado, o de cualquier otra manera contraria a los Propósitos de las NU." C/ se ve llena los vacíos hasta entonces existentes
en el DIP, puesto que se refiere al uso de la fuerza, no ya a la guerra, con lo cual remedia el defecto del Pacto Briand-
Kellogg, y además incluye a la amenaza de la fuerza dentro de la prohibición. Asimismo, va más allá del art. 10 del Pacto
cuando extiende la prohibición al uso o amenaza de la fuerza "de cualquier manera contraria a los Propósitos de las NU".
Este capital principio fue corroborado en varias resoluciones de la AG, algunas de gran importancia c/ la 2131 sobre la
no intervención en los asuntos internos de los Estados, la 2625 sobre principios de DI, o la 3314 sobre definición de la
agresión.
Tales resoluciones, junta// con el art. 2(4), han consagrado la prohibición gral del uso de la fuerza c/ una regla del dcho
consuetudinario. La doctrina no parece dividida en cuanto a que la prohibición gral del uso de la fuerza es una norma
imperativa del dcho de gentes. En cambio, está sujeto a debate el alcance exacto de la regla, así c/ el de ciertas excepciones
derivadas pcpal// de la legítima defensa.
• ¿Dentro de la Carta, o más allá de la Carta?: Una corriente sostiene que todo el dcho del uso de la fuerza por los
Estados está contenido en la regla general del art. 2(4) con su excepción del art. 51 (legítima defensa) y que el dcho
consuetudinario, cualquiera que haya sido el anterior a la Carta, ha sido derogado por ésta.
La opuesta sostiene que la Carta no ha sustituido entera// el dcho consuetudinario anterior a 1945 y que por ende el uso
legítimo de la fuerza tiene un alcance considerable// mayor que el que le asigna la anterior posición.
Los Estados que favorecen la posición más restrictiva son, por lo general, aquellos de tradición pacifista o militar//
menores, que buscan limitar al máximo las oportunidades de los más poderosos de utilizar la fuerza legal//. A la inversa,
estos últimos se cuentan entre los partidarios de la escuela permisiva.
• Alcance de la regla general del art. 2(4): ¿Su alcance entraña una prohibición absoluta o deja terreno sin cubrir? Y
¿cuál es el alcance de la excepción de legítima defensa? Entre estos dos parámetros, esto es, la extensión que tienen tanto la
norma prohibitiva c/ la excepción, se mueve la legalidad del uso de la fuerza por los Estados.
Tocante lo 1º, la fórmula es ambigua: no es lícito utilizar la fuerza contra "la integridad territorial o la independencia
política" de un Estado Miembro. Eso querría decir, sostienen los permisivos, que puede utilizarse la fuerza si no va dirigida
contra estos dos bienes jca// protegidos. No sería mayor obstáculo a esta interpretación la otra frase del mismo art., que la
prohíbe cuando se use "de cualquier manera en contra de los Propósitos de las NU", porque habría en efecto algunos usos de
la fuerza, permitidos además en el antiguo dcho consuetudinario, que podrían ser considerados compatibles con aquellos
Propósitos. Ya vimos que tales usos serian los dirigidos a proteger la vida y los bienes de nacionales en peligro en el
extranjero; las represalias armadas en ciertos casos y la llamada intervención humanitaria.
Uno de los máximos representantes de la escuela permisiva, Bowett, utiliza el argumento mencionado relativo al texto
literal del art. 2.4 y añade que de ninguna forma dicho art. debe interpretarse c/ la restricción del dcho consuetudinario
anterior a la Carta, desde que en la Carta nada se dice al respecto. Por ende, los usos limitados de la fuerza con ciertos
propósitos deben ser permitidos. En cambio, un defensor de la posición restrictiva, Brownlie sostiene que las expresiones
"integridad territorial e independencia política" se refieren a la totalidad de los dchos de un Estado en el DI y son
comprensivas de todo lo que el Estado es. La frase final, relativa a los Propósitos de las NU, habría sido incluida p/ asegurar
que la fuerza tampoco debía emplearse contra entidades no estatales, (colonias o protectorados).
De cualquier modo, los usos de la fuerza en todos los casos producidos en los últimos 20 años fueron calificados por los
Estados protagonistas c/ formas de legítima defensa, o sea que, sin poner en tela de juicio el universal alcance del art. 2(4),
se ampararon en la excepción. O sea, entonces, que la interpretación amplia de los conceptos integridad territorial e
independencia política prevalece en la práctica.
3- LA LEGÍTIMA DEFENSA ALCANCE DE LA EXCEPCIÓN
Aunque la legítima defensa sólo tiene sentido si existe una prohibición del uso de la fuerza, hubo oportunidades en que
los Estados la alegaron p/ justificar ciertos usos de la fuerza ante otro Estado y evitar, por ej una declaración de guerra o una
represalia armada. En 1837, cuando la rebelión canadiense de ese año contra Gran Bretaña. Aunque EE.UU. era neutral,
algunos ciudadanos norteamericanos fletaron un buque, el Caroline, que ayudó considerable// a los rebeldes y atacó a
buques británicos.
En los años 1841-42 en una correspondencia diplomática con Gran Bretaña, el Secretario de Estado norteamericano,
Webster aclaró el concepto de su país respecto a la legítima defensa, considerando que no había un estado de guerra entre
Gran Bretaña y EE.UU. y que el Caroline era de bandera neutral. Eso hacía oportuna la definición de la legítima defensa
frente a un uso de la fuerza que no equivalía a la guerra.
Gran Bretaña debía probar, en los términos de Webster, "una necesidad de defensa propia urgente, abrumadora, que no
dejara lugar a la elección de los medios ni tiempo a la deliberación". Además, y p/ legitimar su incursión dentro del
territorio de los EE.UU., los británicos debían establecer que no habían hecho "nada irrazonable o excesivo, desde que los
actos justificados por la necesidad de la defensa propia deben ser limitados por esa nec y mantenidos clara// dentro de sus
límites."
Esta definición de la legítima defensa pasó a convertirse en la del dcho consuetudinario de la época y exigía la presencia
de 3 elementos:
• que la acción fuera respuesta a una amenaza apremiante,
• que la amenaza no pudiera evitarse por otros medios (necesidad), y
• que la fuerza utilizada fuera proporcional al peligró.
Aunque el caso del Caroline refleja un concepto más bien anglosajón de la legítima defensa, en sentido de que es una
reacción permitida p/ defender los intereses fundamentales del Estado, algunos de los conceptos de Webster han pasado al
-
DI gral. Ellos son que debía existir un ataque armado en desarrollo contra el territorio del Estado que se defendía, pero tb
que era procedente, aún procedente, aun cuando el ataque no se hubiere aún producido, si aquel era inminente (necesidad de
defensa propia "urgente, abruma-dora, que no dejara lugar a la elección de los medios ni tiempo a la
deliberación"). Es la defensa preventiva.
El ataque, o la amenaza de ataque, debía ser dirigido contra intereses estatales, tales c/ el territorio, pero tb contra los
nacionales del Estado, sus bs y otros dchos otorgados por el DI.
Después de 1945: Obvia//, el dcho consuetudinario así descripto va más allá de la letra escueta de los arts. 2(4) y 51 de
la Carta.
Los partidarios de una doctrina restrictiva opinan que la Carta reemplazó el dcho anterior y que los nombrados arts.
configuran todo el dcho de legítima defensa. Si esto fuera así, sólo cabría la defensa contra un ataque armado. Luego,
cualquier forma de defensa preventiva sería ilegítima, dada la letra de la norma: "si ocurre un ataque armado contra un
miembro de las NU", que indica clara// la necesidad de que el ataque armado se esté desarrollando. Teórica//, de todas las
posibilidades que vimos c/ legales en el dcho anterior a San Francisco, sola// la primera quedaría vigente.
Los "permisivos" aducen que el anterior dcho nunca fue abolido por la Carta, y que ésta no especifica que el ataque
armado sea el único caso en que cabe la legítima defensa. Se citan los travaux préparatoires de San Francisco, que indican
que no fue la intención de los redactores limitar la legítima defensa, ya que la disposición sola// se introdujo ante la
insistencia de varios países, y que su mira era resguardar el dcho de sus pactos regionales a ejercer la legítima defensa
colectiva ante un ataque armado mientras el CS de la ONU no tomara medidas. Por otra parte, el art. 51 menciona la
legítima defensa c/ un dcho inmanente, o sea independiente de la Carta y preexistente en la costumbre.
No obstante su fuerza lógica, los anteriores argumentos no han sido entera// convalidados por la práctica intern. La
jurisprudencia del CS tampoco es terminante al respecto y en todo caso tiende a favorecer la teoría restrictiva.
El "ataque armado": Hay que reconocer que aún el dcho de la Carta mantiene ambigüedades, c/ en la expresión "ataque
armado". ¿Cuándo "ocurre" un ataque armado que autorice el uso contrario de la fuerza? ¿Es necesario que las tropas de un
Estado atraviesen las fronteras de otro o basta un despliegue avanzado p/ configurarlo?.
Obvia//, los usos mayores de la fuerza incluidos en la Resolución 3314 caen dentro de sus límites: la invasión del
territorio de un Estado por unidades militares de otro, el bloqueo naval de sus costas, el ataque a sus fuerzas armadas o a sus
bienes en cualquier parte que sea (bases militares, naves de guerra, aeronaves, etc.) siempre que la entidad del ataque lo
justifique. Otras causales de la misma Resolución no son tan evidentes. La prolongación de la permanencia de una fuerza
militar en territorio de otro Estado más allá de lo convenido o el uso de mercenarios o de bandas armadas, etc., dan mayor
margen a la interpretación.
Brotóns dice que el DI no obliga a los Estados "a diferir su acción defensiva hasta el momento en que el agresor
consuma su ataque, pues ha de entenderse que el ataque armado existe a partir del momento en que se ponen en marcha los
efectivos que han de desencadenarlo" y cita c/ ej que "el ataque británico contra Arg por la recuperación de las islas
Malvinas se inició…cuando zarpó en misión de guerra con rumbo al Atlántico sur."
Hay más dificultades en esta materia. El envío de bandas armadas, no regulares, de un país al otro de forma de ejercer la
violencia se consideraría un ataque armado, de acuerdo con el art. 3 (g) de la Resolución de la AG 3314 sobre agresión,
siempre que su acción tenga entidad suficiente. En cambio, no configurarían tal ataque otras formas de asistencia a una
facción empeñada en lucha civil contra el gobierno constituido de otro Estado, según opinión de la CIJ en el fallo sobre el
asunto de Nicaragua vs. EE.UU.
El gran argumento de la posición permisiva es que no se puede privar a los Estados que están en condiciones de
hacerlo, de la autotutela de ciertos dchos fundamentales que no están protegidos por la comunidad intern organizada debido
a que el CS, no ha estado en condiciones de hacerlo y acaso tampoco lo esté en el presente. Por otra parte, la carta de triunfo
de la posición restrictiva es la del abuso que las grandes potencias podrían hacer del concepto amplió de la legítima defensa
p/ lanzar ataques contra países más débiles cuando sus intereses así lo indicaran, lo que convertiría en irrelevante la
prohibición del uso de la fuerza.
Legítima defensa colectiva
Ocurre cuando un Estado es víctima de un ataque armado y otros acuden en su ayuda. Requiere de las mismas
condiciones que la individual, excepto que es necesario un pedido formal del Estado que sufre el ataque, según lo determinó
tb la CIJ en el caso de Nicaragua vs. Estados Unidos, cuando determinó que no existía ese pedido por parte de Honduras o
El Salvador a Washington ante supuestos o reales ataques de Nicaragua. En disidencia, el Juez Jennings opinó que p/ que
existiera legítima defensa colectiva debiera haber además del elemento "colectivo", tb algo del elemento "propio", esto es, el
ataque debía amenazar tb a los otros Estados.
Tratados de asistencia recíproca y alianzas militares:
La legítima defensa a que hace referencia el art. 51 puede ser «individual o colectiva». La legítima defensa colectiva
puede entenderse como la respuesta colectiva ante un ataque armado de un Estado dirigido contra varios Estados o bien
como la defensa por uno o más Estados de otro Estado víctima de un ataque armado, no porque los primeros hayan sido
también agredidos, sino basada en el interés general de que se mantengan la paz y la seguridad internacionales. Los trabajos
preparatorios de la Carta indican que esta referencia a la seguridad colectiva se incluyó para salvar lo que en la Conferencia
de San Francisco se llamó «la crisis latinoamericana». Los países americanos habían firmado recientemente, el 3 de marzo
de 1945, el Acta de Chapultepec, según la cual cualquier ataque contra un Estado americano sería considerado un acto de
agresión contra todos los Estados americanos. En aquellos momentos los Estados americanos estaban negociando los
compromisos de defensa mútua que más tarde se concretaron en el Tratado interamericano de asistencia recíproca TIAR), de
1947, conocido como Pacto de Río. Los Estados americanos quisieron que quedara clara la compatibilidad de dichos
compromisos defensivos con el sistema de la Carta y la fórmula que se negoció fue incluir en el art. 51 la referencia a la
legítima defensa colectiva. Con posterioridad, sobre la base de esta disposición, se han celebrado muchos otros tratados que
establecen compromisos de seguridad colectiva como el Pacto de la Unión Europea Occidental, de 1948 o el Pacto del
Atlántico Norte de 4 de abril de 1949. La legítima defensa colectiva no precisa que exista un tratado que previamente
contemple esta eventualidad y, mucho menos, que exista un grupo constituido de Estados que actúen solidariamente. La CIJ,
en el asunto sobre las actividades militares y paramilitares en Nicaragua y en contra de Nicaragua, consideró que en la
legitima defensa colectiva debían darse dos condiciones: 1) que el Estado en cuyo beneficio va a ejercerse el derecho de
legítima defensa «declare que ha sido víctima de un ataque armado» que el Estado que se considere víctima de un ataque
armado solicite la ayuda de los demás.
• OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte)
Este organismo internacional es una alianza política y militar. Su misión se define en el Tratado que entró en vigor el 26
de agosto de 1949 y consiste en la defensa conjunta de cualquiera de sus miembros ante el ataque armado de un tercer país,
de acuerdo con el art.51 de la Carta de las NU, por todos los medios que se estimen necesarios. Su ámbito de aplicación
incluye el territorio y dependencias de los países miembros en Europa y América del Norte, así como las aguas, islas, navíos
y aeronaves bajo su jurisdicción en el Atlántico al norte del trópico de Cáncer.
En la actualidad consta de 19 miembros: Bélgica, Canadá, Dinamarca, Estados Unidos, Francia, Islandia, Italia,
Luxemburgo, Noruega, Países Bajos, Portugal y Reino Unido (los firmantes originales del tratado), Grecia y Turquía (que se
unieron en 1952), Alemania (que se adhirió como República Federal Alemana en 1955), España (que se unió en 1982),
Hungría, Polonia y la República Checa (que ingresaron en 1999). Su estructura está encabezada por el Consejo del Atlántico
Norte, que se encarga de la dirección política, y un Comité de los Planes de Defensa del que depende el Comité Militar, su
máxima autoridad militar. Tanto el Consejo como el Comité están presididos por el secretario general de la organización,
que se elige por rotación entre los Estados miembros.
• TIAR (Tratado Interamericano de asistencia Recíproca):
Fue adoptado por la Conferencia Interamericana para el Mantenimiento de la Paz y la Seguridad del Continente,
realizada en Río de Janeiro entre el 15 de agosto y el 2 de setiembre de 1947. Tuvo reformas en julio de 1975. Distintos
analistas sostienen que el TIAR nunca funcionó para resolver conflictos que no fueran hegemónicos. Es decir, que no fue
útil frente a conflictos coloniales —tal el caso de Malvinas— o limítrofes entre países de la región. El TIAR, sólo fue
invocado con éxito en 1962 para aplicar sanciones contra Cuba y en 1965 para la intervención militar en República
Dominicana, ambas empresas fogoneadas por Washington.
En 1982, con las tropas propias en las islas y ante la contraofensiva británica que se avecinaba, la Argentina invocó ante
la OEA la aplicación del TIAR, sin resultados.
El tratado se celebra a fin de asegurar la paz por todos los medios posibles, proveer ayuda recíproca efectiva pare hacer
frente a los ataques armados contra cualquier Estado Americano y conjurar las amenazas de agresión contra cualquiera de
ellos. En su art. 1 establece que las Partes Contratantes condenan formalmente la guerra y se obligan en sus relaciones
internacionales a no recurrir a la amenaza ni al uso de la fuerza en cualquier forma incompatible con las disposiciones de la
Carta de las NU o del presente Tratado. Art. 2: “Como consecuencia del principio formulado en el Art. anterior, las Partes
Contratantes se comprometen a someter toda controversia que surja entre ellas a los metodos de solución pacifica y a tratar
de resolverla entre sí, mediante los procedimientos vigentes en el Sistema Interamericano, antes de referirla a la AG o al CS
de las NU. Art. 3: “Las Partes Contratantes convienen en que un ataque armado por parte de cualquier Estado contra un
Estado Americano, será considerado como un ataque contra todos los Estados Americanos, y en consecuencia, cada una de
dichas Partes Contratantes se compromete a ayudar a hacer frente al ataque, en ejercicio del derecho inmanente de legítima
defensa individual o colectiva que reconoce el Art. 51 de la Carta de las NU.
• Pacto de Varsovia (14 de Mayo de 1955)
Alianza militar que unió a la URSS con todos los países europeos del bloque comunista con la excepción de Yugoslavia.
“Las Partes Contratantes, Reafirmando su aspiración de crear un sistema de seguridad colectiva en Europa basado en la
participación de todos los Estados europeos, con independencia de su régimen social y político, que les permita unir sus
esfuerzos en el interés de asegurar la paz en Europa.
Art. 1. Las Partes Contratantes se comprometen, conforme a la Carta de las NU, a abstenerse en sus relaciones
internacionales de recurrir a la amenaza o al uso de la fuerza y a arreglar sus controversias internacionales por medios
pacíficos, de tal manera que no se pongan en peligro la paz y la seguridad internacionales.
Art. 2. Declaran que están prestas a participar, en el espíritu de una sincera colaboración, en toda acción internacional
que tenga por objeto asegurar la paz y la seguridad internacionales, y que consagrarán por completo sus esfuerzos a la
realización de tal objetivo. A ese efecto, tratarán, de acuerdo con los otros Estados que deseen colaborar en esta obra, de que
se adopten medidas efectivas para la reducción general de armamentos, y para la prohibición de las armas atómicas de
hidrógeno y otras de destrucción masiva.
Art. 3. Las Partes se consultarán mutuamente sobre todas las cuestiones internacionales importantes que afecten a sus
intereses comunes, con miras al fortalecimiento de la paz y la seguridad internacionales. Consultarán inmediatamente cada
vez que en opinión de una de ellas surja una amenaza de ataque armado contra uno o varios Estados Partes en el Tratado a
fin de proveer para la defensa colectiva y de mantener la paz y la seguridad.
Art. 4. En caso de ataque armado en Europa contra uno o varios de los Estados Partes en el Tratado, por cualquier
Estado o grupo de Estados, cada Estado Parte en el Tratado en el ejercicio de su derecho de legítima defensa individual o
colectiva conforme al art.51 de la Carta de las NU, prestará al Estado o Estados víctimas de tal ataque una inmediata
asistencia individualmente o por acuerdo con los otros Estados partes en el Tratado, por todos los medios que considere
necesarios incluso el uso de la fuerza armada. Los Estados Partes en el Tratado se consultarán inmediatamente sobre las
medidas colectivas necesarias para restablecer y mantener la paz y la seguridad internacionales. Las medidas tomadas de
acuerdo con este art.se comunicarán al CS conforme a las disposiciones de la Carta de las NU. Tales medidas quedarán sin
efecto tan pronto el CS haya tomado la acción necesaria para el restablecimiento de la paz y la seguridad internacionales.
Art. 5. Las Partes Contratantes han convenido en crear un Mando Unificado de las fuerzas armadas que se colocarán por
acuerdo entre aquellas bajo sus órdenes, actuando sobre la base de principios establecidos de común acuerdo.
4- SISTEMA DE SEGURIDAD COLECTIA DE LA CARTA DE NU: VER Bolilla 16, pág. 15.
7- PROLIFERACIÓN DE ARMAS NUCLEARES: Actual// están vigentes 2 imp Tratados. Uno de ellos, el Tratado
sobre la No Proliferación de las Armas Nucleares, es de carácter internacional global y el otro el de Tlatelolco, que
comprende la geografía de América Latina y el Caribe.