Historia de la educación en México

Leonardo Almendariz
Ejercicio de Tanck:
1. En una investigación sobre la enseñanza de las primeras letras al inicio de la
vida independiente en la Villa de San Pedro, el estudiante de historia se encuentra
un expediente donde se describen los antecedentes de la primera escuela
elemental que se establece en esa localidad. En ese documento aparecen las
gestiones iniciales que emprenden sus pobladores, donde se topa con ideas
encontradas entre sus promotores. Por un lado, el representante de los artesanos
recomienda que a los niños se les enseñen conocimientos que los ayuden a ser
personas con habilidades prácticas para el trabajo, como lectura, escritura,
aritmética, derechos civiles y doctrina cristiana. Por el otro, los hacendados y el
párroco sugieren que lo fundamental debe ser la enseñanza de la lectura y la
doctrina cristiana.
En otro expediente localiza la propuesta de enseñanza que el cabildo de
Guadalajara aceptó para abrir la primera escuela de primeras letras en esa Villa.
En ella encuentra que los contenidos sugeridos por unos y otros fueron incluidos
en el programa escolar inicial.
Con esta información, el alumno procede a describir los hechos relacionados con
el origen de la primera escuela y sus contenidos de enseñanza. Sin embargo, se
pregunta ¿Qué hay atrás de estas controversias en torno a los contenidos de
enseñanza? ¿De dónde se derivan esas diferencias entre los promotores?
¿Cómo puedes ayudarle a enriquecer la interpretación sobre el origen de las
diferencias de los contenidos propuestos por los individuos que proponen la
creación de la primera escuela en esa Villa?
Respuesta:
Dorothy Tanck menciona que el modelo ilustrado de enseñanza ponía énfasis en
formar a los ciudadanos industriosos del futuro, con las aptitudes y habilidades
técnicas que les permitieran tener condiciones de vida favorables. En rasgos muy
generales, esto es lo que el modelo político y económico liberal tenía para ofrecer,
y en el México independiente se optó por tomar este camino.
Tomando en cuenta el planteamiento de este ejercicio, podemos apreciar cómo
las declaraciones de la autora compaginan con las demandas de los habitantes de
la Villa de San Pedro. Los artesanos querían que sus hijos contaran con
“conocimientos que los ayuden a ser personas con habilidades prácticas para el
trabajo, como lectura, escritura, aritmética, derechos civiles y doctrina cristiana” y
que vieran favorables sus condiciones de vida. La industria artesanal era el
principal motor económico y fuente de empleo de la Villa, por lo que los artesanos
querían que sus hijos aprovecharan los beneficios de una educación ilustrada, que
les preparaba mejor profesional, cívica y políticamente porque además de dominar
un oficio/arte/técnicas se preconcebía en el liberalismo que el bienestar del pueblo
es posible sólo a través del conocimiento de sus derechos, libertades y deberes.
Por su parte, los hacendados y párrocos querían apegarse a la enseñanza
tradicional para conservar la esencia cristiana de la sociedad colonial; no sé si
hasta cierto punto podemos decir también que estaban temerosos de que se
perdiera la doctrina en el futuro o que los jóvenes estuvieran condenados a una
mala vida (o privados de la vida eterna) por no conocer ni vivir la palabra de Dios.