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Proyecto Bussard, uno de los sistemas de propulsión pensados para los viajes interestelares.
La manera más simple y eficiente para cambiar de una órbita a otra desde el punto
de vista de consumo de propelente se denomina transferencia de Hohmann: la
nave espacial empieza en una órbita circular alrededor del Sol, y durante un corto
período efectúa un impulso en la dirección de movimiento de la nave, tangente a
su trayectoria. De esta manera la nave acelera o desacelera, pasando a adoptar
una órbita elíptica alrededor del Sol, que es tangente a la órbita previa. La nave
espacial así propulsada cae libremente en esta órbita hasta que alcanza su
destino. Cuando las naves se acercan a un planeta con atmósfera, se puede
recurrir al aerofrenado que a veces se emplea para el ajuste final de la órbita. 1
Otros métodos de propulsión, tales como las velas solares, proporcionan un
impulso reducido, pero constante:2 una nave con un sistema de propulsión de
estas características podría ser capaz de viajar largas distancias interplanetarias
utilizando un propelente inagotable como la radiación solar. Estas naves seguirían
una trayectoria diferente a la definida por la transferencia orbital de Hohmann, ya
que pueden ser permanentemente empujadas radialmente desde el Sol hacia el
exterior del sistema solar.
Las naves espaciales que pretendan realizar viajes interestelares necesitarán
métodos de propulsión más eficientes, pues dada la magnitud de las distancias
interestelares, se necesitará de una gran velocidad para recorrerlas en un intervalo
de tiempo razonable hasta llegar al destino. Adquirir estas velocidades es un reto
tecnológico hoy en día.
Masa de reacción
Energía
El impulso proporcionado al expulsar una partícula de masa reactiva, si esta posee
una masa de m a una velocidad v, es igual a m•v. Pero esta partícula se expulsa
con una energía cinética igual a m•v2/2, que debe proceder de alguna parte. En
un cohete de combustible sólido, líquido, o híbrido, el propelente debe quemarse,
proporcionando energía, y los productos de la reacción se permite que fluyan
hacia el exterior por la parte trasera de la nave espacial, proporcionando masa
reactiva. En un propulsor iónico, se emplea la electricidad para acelerar los iones y
expulsarlos. Existen otros dispositivos que proporcionan energía eléctrica como
los paneles solares o un reactor nuclear, mientras que los iones son los
encargados de proporcionar la masa reactiva.
Parámetros de la eficiencia de la propulsión[editar]
Cuando se menciona la eficiencia de un sistema de propulsión a chorro, los
diseñadores a menudo se centran en el empleo adecuado de la masa reactiva. La
masa reactiva debe llevarse necesariamente en el cohete y debe ser consumida
irreversiblemente al ser usada. Una manera de medir la cantidad de impulso que
es posible obtener de una cantidad dada de masa reactiva es lo que se denomina
el impulso específico, llamando así a la cantidad de impulso por unidad de peso en
la Tierra (se designa típicamente como ). La unidad para este valor es segundos.
Como el impulso específico se mide con relación de peso en la tierra, a menudo
no es importante cuando se habla de vehículos en el espacio, por esta razón se
habla a veces de impulso específico en términos de unidades de masa. Esta
manera alternativa de medir el impulso específico empleando unidades de masa
(kg) hace que tenga unidades de velocidad (m/s), y en realidad es igual a la
velocidad de las partículas (velocidad de evacuación) del motor cohete
(denominado de manera típica como ). Resulta confuso que ambos conceptos de
impulso específico se denominan de manera similar. Aunque los dos valores
difieren en un factor igual a la G, la aceleración de la gravedad sobre la superficie
terrestre ().
Un cohete con una velocidad de evacuación alta puede alcanzar el mismo impulso
empleando una masa de reacción menor. Por lo tanto la energía requerida para
impulsar es proporcional al cuadrado de la velocidad de evacuación de la masa
reactiva, de esta manera se necesita imprimir mucha energía a la masa reactiva.
Esto es un problema si es un requerimiento que el motor proporcione una gran
cantidad de empuje. Para generar una gran cantidad de impulso por segundo, se
debe emplear una gran cantidad de energía por segundo. De esta manera un
motor altamente eficiente requiere grandes cantidades de energía para
proporcionar grandes cantidades de empuje. Como resultado, la mayoría de los
motores se diseñan para proporcionar bajos niveles de empuje.
Cálculos de la propulsión a chorro[editar]
Quemar el propelente de un cohete de una nave espacial es la mejor manera de
producir un cambio neto de velocidad en el espacio; a esta variación la
denominamos 'delta-v'. La variación total de velocidad la representamos como de
un vehículo y representa una de las incógnitas a resolver cuando se emplea la
ecuación cinemática de un cohete, donde M es la masa de combustible (o de
propelente), P es la masa de la carga útil (incluyendo la masa estructural del
cohete), y es la velocidad de evacuación de propelente por la tobera. Todo estos
parámetros forman parte de la ecuación de Tsiolkovsky:
Por razones históricas, la velocidad se escribe a menudo como
donde es el impulso específico del cohete, medido en segundos, y es la
aceleración gravitatoria en la superficie terrestre. Para un viaje de largas
distancias la mayoría de la masa de la nave espacial es masa reactiva.
Debido a que es necesario que la masa reactiva proporcione un aumento
de velocidad a la masa de la carga útil. Si se tuviera que proporcionar a
una carga útil de masa P un cambio de velocidad de , y el motor del cohete
tuviera una velocidad de evacuación ve, entonces la masa M reactiva sería
calculada mediante la ecuación de Tsiolkovsky mediante
Para más pequeña que la ve, esta ecuación es lineal, y puede verse
que basta con emplear una pequeña masa reactiva. Si es comparable
con ve, entonces se necesita aproximadamente el doble de masa de
propelente que de carga útil (lo que incluye motores, tanques de
combustible, estructura, y demás). Tras este punto, el crecimiento es
exponencial; las velocidades más altas que la velocidad de evacuación
requieren ratios cada vez mayores de masa de propelente con respecto
a la carga útil. Para poder lograr esto, mucha de la energía almacenada
se destina a acelerar la propia masa reactiva. Además conviene
recordar que los motores (Por reglas termodinámicas) nunca son 100 %
eficientes, liberan energía sin utilizar, pero si se asume un 100 % de
eficiencia se necesitaría una energía de
Comparando con la ecuación de cohetes (que muestra cuanta
energía necesita un vehículo) y la ecuación energética (que muestra
la energía total requerida) se puede comprobar que bajo la
suposición de un 100 % de eficiencia en el motor, no toda la energía
proporcionada acaba en el vehículo, sino una parte de ella; de
hecho la mayor parte de ella, acaba siendo energía cinética de la
masa evacuada. Para una misión, por ejemplo, de lanzamiento y
planetizaje (Aterrizar en otro planeta) es necesario tener en cuenta
que hay que superar las fuerzas de gravedad (son resistentes al
despegue, y provocan un aumento del propelente necesario). Es
típico considerar estas caractersísticas y otras muchas para poder
lograr un correcto delta-v efectivo en la misión. Por ejemplo, cuando
se lanza una nave a una misión de órbita baja se requiere una delta-
v de 9.3 a 10 km/s, este valor forma parte de los número integrados
de los computadores de a bordo.
Por ejemplo, si se quieren enviar 10 000 kg a Marte, la requerida
para alcanzar una LEO (low earth orbit: órbita baja terrestre) es de
aproximadamente 3000 m/s, empleando una órbita de transferencia
de Hohmann. Si hubiera necesidad de guiar la nave se necesitaría
mucho más propelente. Para ajustar el argumento, los cohetes
impulsores empleados hoy en día pueden ser:
Mínim
Velocidad
Energía a
efectiva Impulso Masa de Energía
por kg potenci
de específic propelent requerid
Motor de a
evacuació o e a
propelent por N
n (s) (kg) (GJ)
e de
(m/s)
empuje
Cohete de
combustibl 1000 100 190 000 95 500 kJ 0,5 kW
e sólido
Cohete
bipropelent 5000 500 8200 103 12,6 MJ 2,5 kW
e
Propulsor
50 000 5000 620 775 1,25 GJ 25 kW
iónico
Estudio de la NASA sobre una vela solar. La vela podría tener una magnitud de
medio kilómetro.
Véase también[editar]
Nave estelar de agujero negro
Referencias[editar]
1. ↑ «Surfing an alien atmosphere» (en inglés). Consultado el 3 de julio
de 2010.
2. ↑ «Solar sailing facts- what we do», artículo en inglés en el sitio web
The Planetary Society
3. ↑ «Medicina aeroespacial», artículo en español en el sitio web
FECYT. Consultado el 3 de julio de 2010
4. ↑ A pesar de que en la época de los descensos en la Luna se utilizó
la palabra «alunizaje», actualmente se recomienda utilizar la palabra
«aterrizaje»[1] con respecto a cualquier cuerpo celeste, ya que esta
no significa ‘descender en el planeta Tierra’, sino ‘descender en
tierra firme’.[2] Así, existen los verbos:
amerizar (de amerizaje), que —dicho de un hidroavión
o de un aparato astronáutico— significa ‘posarse en el
mar’.[3]
amarar (de mar), que —dicho de un hidroavión o de un
aparato astronáutico— significa ‘posarse en el agua’.[4]