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Manual de Sistema Nacional de Pensiones
Manual de Sistema Nacional de Pensiones
DE PENSIONES
PRIMERA EDICIÓN
NOVIEMBRE 2014
3,800 EJEMPLARES
PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN
TOTAL O PARCIAL
DERECHOS RESERVADOS
D.LEG. Nº 822
DIAGRAMACIÓN DE CARÁTULA
Martha Hidalgo Rivero
DIAGRAMACIÓN DE INTERIORES
Miguel Ángel Salinas Arica
Impreso en:
Imprenta Editorial El Búho E.I.R.L.
San Alberto 201–Surquillo
Lima 34–Perú
A mi amada esposa Liz y mis hijos Álvaro y Diego,
por ser el estímulo permanente de mi vida. Espero
que este esfuerzo valga todo el tiempo que les robé.
INTRODUCCIÓN
(1) En igual sentido: GRZETICH LONG, Antonio. Derecho de la seguridad social. Parte general,
p. 9.
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(2) Como consta en los numerales 22.b.2 y 22.c.6 y 7 del Plan “Inca”.
(3) Modificado por la Ley Nº 20604, atendiendo a los reclamos de las organizaciones sindicales.
(4) Por Decreto Supremo s/n del 11 de julio de 1962, que aprobó el Estatuto de la Caja de Pensiones
del Seguro Social del Empleado, se dispuso que quienes ingresen al servicio del Estado –a
partir del 12 de julio de 1962– se incorporarían a dicho régimen, luego absorbido por el SNP.
(5) Si deja de reajustarse la tasa de aporte, llega un momento en que se produce una situación
en que los ingresos se equiparan a los egresos, rompiéndose el esquema de capitalización, al
desaparecer los excedentes previstos.
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(6) Para el periodo 1981-1988, el Perú registró la rentabilidad real más baja del mundo (-37.4 %),
en cuanto a las inversiones de su plan público de pensiones, como consta en: BANCO MUN-
DIAL. Envejecimiento sin crisis. Políticas para la protección de los ancianos y la promoción
del crecimiento, p. 110 (Gráfico 3.7).
(7) Dentro de los cuales, el Estado figuraba como uno de los principales deudores. El 15 de enero
de 1999, se publicó en el diario oficial El Peruano el Decreto de Urgencia Nº 067-98, norma
que aprobó la valorización del saldo de la reserva del SNP, precisando en su sexto considerando
que, por el periodo de enero 1988 hasta diciembre 1996, los organismos del Sector Público
tenían una deuda pendiente –por pago de aportaciones– ascendente a S/. 551’337,115.87.
(8) Al 31 de diciembre de 2012 (Memoria Institucional 2012). <www.onp.gob.pe/inicio.do>.
(9) MORÓN, Eduardo y CARRANZA, Eliana. Diez años del Sistema Privado de Pensiones.
Avances, retos y reformas, p. 62.
(10) Numeral 6 del Fundamento de voto del magistrado Álvarez Miranda en el Expediente
Nº 00013-2012-PI/TC, fallo publicado en el diario oficial El Peruano el 31 de mayo de 2013.
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seguridad social, asumir la dirección de un régimen público que les permita acce-
der a una prestación digna.
Desde finales de 1992, con la creación del SPP, existe una dicotomía en nues-
tro sistema previsional, pues a partir de esa fecha tenemos un modelo formado
por dos regímenes, el público, a su vez compuesto por tres subregímenes: el de
las fuerzas armadas y policiales (Decreto Ley Nº 19846), el de los servidores pú-
blicos (Decreto Ley Nº 20530), y el SNP (Decreto Ley Nº 19990), y –en parale-
lo– el privado (SPP). Esto origina que cuando un trabajador inicia su actividad
laboral para un empleador público o privado, o como independiente(11), tenga que
elegir por afiliarse entre el SNP o el SPP, a efectos de aportar para una futura pen-
sión, por tanto, resulta indispensable que exista –cuando menos– dos opciones
que se adecuen a las particularidades de nuestros diferentes grupos sociales.
Pese a las dudas que subsisten respecto a la eficiencia del Estado como admi-
nistrador de derechos pensionarios, lo cierto es que el SNP cumple este año cua-
tro décadas, desde su creación en 1973, y el objetivo de este libro –con ocasión de
este acontecimiento– es dar una mirada a la evolución legislativa y jurispruden-
cial de la aplicación e interpretación –en la práctica– del Decreto Ley Nº 19990,
su Reglamento y las normas complementarias que lo conforman, para lo cual he-
mos dividido nuestro estudio en seis capítulos.
En el primer capítulo, revisaremos la evolución de los mecanismos de pro-
tección, desde el ahorro individual hasta la seguridad social, analizando dicha fi-
gura desde diversas ópticas, y estudiaremos sus principios fundamentales, cote-
jando las disposiciones que –con relación a la misma– contempla la Constitución
de 1993, constatando la autonomía que, en las últimas décadas, ha adquirido el
Derecho pensionario o previsional.
En el segundo capítulo, retrocederemos a los orígenes del SNP, pasando del
seguro social de los obreros particulares a las normas que regularon las prestacio-
nes de los empleados, hasta llegar al proceso de integración de 1973, iniciando la
revisión del Decreto Ley Nº 19990 a través de tópicos como las modalidades de
aseguramiento y la problemática referida al reconocimiento administrativo y ju-
dicial de los aportes previsionales.
En el tercer capítulo, daremos cuenta de las prestaciones pensionarias que
regula el SNP para el asegurado –invalidez y jubilación– y sus derechohabientes
-sobrevivientes (viudez, orfandad y ascendientes); asimismo, analizaremos as-
pectos complementarios de dichos beneficios, como la evolución de la fórmula de
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(12) BERNAL, Noelia et ál. Una mirada al Sistema Peruano de Pensiones. Diagnóstico y pro-
puestas, p. 61.
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ahora– medidas correctivas que permitan lograr una protección adecuada para la
mayor cantidad de personas, en especial, para los grupos de bajos ingresos, histó-
ricamente excluidos de los beneficios pensionarios. Dejar de lado las mejoras que
se requiere puede resultar más oneroso, en el tiempo, tanto para el Estado como
para la sociedad, pues originará la transferencia de una mayor parte del costo so-
cial a las futuras generaciones.
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CAPÍTULO I
Evolución, concepto, principios y regulación
constitucional de la seguridad social
La autonomía del
Derecho Pensionario o Previsional
Evolución, concepto, principios y regulación
constitucional de la seguridad social
La autonomía del
Derecho Pensionario o Previsional
1. El ahorro individual
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2. El asistencialismo y la beneficencia
(13) FAJARDO CRIVILLERO, Martín. Teoría general de la seguridad social, pp. 57-58.
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3. El mutualismo
(14) Estas medidas también se habrían aplicado en el Perú, como consta en las Ordenanzas de
1545, dictadas por Carlos V, para la construcción de hospitales para “los pobres enfermos, en
ejercicio de la caridad cristiana”.
(15) GRZETICH LONG, Antonio. Ob. cit., pp. 83-85. En el Perú, los estibadores del Callao for-
maron en 1858 la “Sociedad Filantrópica Democrática”, y en 1860 los sastres la “Sociedad
de Artesanos y Auxilios Mutuos”.
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etapa podemos ver, por ejemplo, a las Friendly Societies de la Inglaterra de fina-
les del siglo XVIII.
Como se aprecia, esta figura introdujo una serie de elementos que posterior-
mente se tomarían en cuenta al construir el concepto de seguridad social: la dilu-
ción del riesgo en un ente colectivo, la idea de solidaridad que subyace en el mo-
delo, y la existencia de un derecho subjetivo a obtener una cobertura.
4. El seguro social
A finales del siglo XIX, de la mano con las revoluciones libertarias –en Fran-
cia y los Estados Unidos de Norteamérica– y el desarrollo de la denominada Re-
volución Industrial, algunos empleadores empezaron a asumir directa y volunta-
riamente el pago de rentas e indemnizaciones para sus trabajadores accidentados.
Con el paso de los años su decisión espontánea se tornó obligatoria –por mandato
legal–, cuando asumieron responsabilidad objetiva frente a los riesgos laborales.
El incremento de los accidentes de trabajo, así como el surgimiento de las
enfermedades laborales, aunado a la formación del pensamiento socialista en Eu-
ropa, dio origen a una serie de reclamos que propugnaban una mayor protección
para los trabajadores.
En dicho escenario, nació en Prusia –antigua Alemania– la idea de una es-
tructura estatal organizada para la atención de las contingencias de los trabaja-
dores y sus dependientes, con base en el aporte obligatorio y tripartito de los
empleadores, el Estado y los trabajadores a un fondo común, administrado esta-
talmente, del cual se atenderían las contingencias laborales. A este sistema se le
denominó “seguro social”.
Este régimen contributivo, que solamente protegía al trabajador que aporta-
ba, fue creado en 1883 por el Canciller Otto Von Bismarck –por insistencia del
Rey Guillermo I–, al ser aprobada la Ley del Seguro Obligatorio por Enferme-
dad, complementada luego por la Ley de Accidentes de Trabajo (1884) y la Ley
del Seguro por Invalidez (1889)(16).
Si bien el seguro social constituía un paso importante en el objetivo de tute-
lar los riesgos labores y las contingencias previsionales, también resultaba insufi-
ciente, pues al tratarse de un régimen contributivo solamente amparaba a quienes
tenían la condición formal de trabajadores, excluyendo a quienes no aportaban a
dicho sistema.
(16) Desde una perspectiva crítica: RENDÓN VÁSQUEZ, Jorge. Derecho de la seguridad social,
pp. 32-35.
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5. La seguridad social
(17) La versión en español: BEVERIDGE, William. Seguro social y servicios afines. Informe de
Lord Beveridge, 1989.
(18) Aunque para algunos autores dicho concepto fue citado previamente por Simón Bolívar, John
M. Keynes, también en las leyes de seguridad social de los EE.UU. (1935) y Nueva Zelanda
(1938), y el Preámbulo de la Constitución de la Organización Internacional del Trabajo - OIT
(1919), fue la estructura orgánica que utilizó Beveridge la que nos sirve de base para su defi-
nición moderna, como correctamente señala GRZETICH LONG, Antonio. Ob. cit., p. 11.
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(19) MARTÍ BUFFIL, Carlos. Derecho de la seguridad social. Las prestaciones, p. 25.
(20) FAJARDO CRIVILLERO, Martín. Ob. cit., p. 21.
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Los principios son líneas directrices que informan e inspiran, directa o indi-
rectamente, a las futuras leyes, orientan la interpretación de las existentes y sir-
ven para resolver los casos no previstos en estas. Son valores anteriores y supe-
riores que complementan a las normas. Constituyen, por tanto, la base dogmática
de todo sistema jurídico.
La idea de seguridad social que estamos desarrollando se sustenta en una se-
rie de pilares o principios. Si bien no existe un consenso pleno –en doctrina– res-
pecto a sus principios generales, sí existe cierta coincidencia respecto a sus cinco
pilares básicos(21):
a) Principio de universalidad
La universalidad subjetiva es una de las características que identifi-
can a la seguridad social, diferenciándola de otros mecanismos que la
precedieron.
Este principio postula que todos los individuos –sin distinción alguna–
deben integrar el sistema de seguridad social, contribuyendo –directa o
indirectamente– al sostenimiento financiero del mismo; por tanto, com-
prenderá tanto a los trabajadores asalariados, sean dependientes o inde-
pendientes, como a sus derechohabientes, a los empleadores y a los des-
ocupados, hayan o no cotizado.
Tal precepto está contemplado en diversos documentos internacionales,
tales como la Declaración Universal de los Derechos Humanos (1948),
el Pacto Internacional de los Derechos Económicos, Sociales y Cultura-
les (1966), la Declaración de Querétaro (1974), y el Código Iberoameri-
cano de Seguridad Social (1995).
Cabe recordar, sin embargo, que la seguridad social forma parte de los
denominados derechos económicos, sociales y culturales, por tanto,
para que sus prestaciones puedan ser viables –y este principio se con-
crete– será necesaria previamente la existencia de los recursos financie-
ros suficientes que permitan su otorgamiento formal, razón por la cual la
universalidad tiene un carácter progresivo o gradual.
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(22) Creado por el Decreto Supremo Nº 081-2011-PCM, publicado en el diario oficial El Peruano
el 19 de octubre de 2011, este programa asistencial –de aplicación gradual– otorga una pres-
tación dineraria a favor de las personas mayores de 65 años en estado de pobreza extrema.
(23) PLÁ RODRÍGUEZ, Américo. Estudios de la seguridad social, pp. 407-417.
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(26) La tasa de aportación mensual en el SNP es del 13%, desde el 1 de enero de 1997, que en su
integridad está a cargo del asegurado. La Ley Nº 29903 permite la aplicación gradual de tasas
menores para algunos trabajadores independientes, como veremos en el quinto capítulo.
(27) De acuerdo con la Ley Nº 27655 y la Resolución Jefatural Nº 001-2002-JEFATURA/ONP, la
pensión mínima va de S/. 270.00 a S/. 415.00, dependiendo de los años de aportes.
(28) En el SNP y en el Decreto Ley Nº 20530 existen normas que regulan expresamente el tema
de la pensión mínima y máxima (tope), con sus particularidades: en el primero, el tope actual
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es de S/. 857.36, mientras en el segundo, asciende a dos UIT. En el SPP no existe un tope
máximo, pero desde el 2002 se dictaron normas operativas para aplicar la pensión mínima.
(29) Para algunos autores, la integralidad forma parte de los principios aplicables al financiamiento
y las prestaciones, bajo los conceptos “eficiencia” y “calidad”. TOYAMA MIYAGUSUKU,
Jorge. Principios de la seguridad social, pp. 600-601.
(30) Este principio se relaciona con el equilibrio presupuestario, que se sustenta en criterios
técnicos como los de exactitud, anticipación, anualidad, programación, estructuración y no
afectación, al tener correspondencia directa con la garantía del ahorro público, sin embargo,
tampoco puede aceptarse que la escasez de recursos importe una inacción del Estado, como
indica MONTOYA CHÁVEZ, Victorhugo. Ob. cit., pp. 317-318.
(31) Como precisa NEVES MUJICA, Javier. La seguridad social en la Constitución, p. 203.
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(34) En ese sentido: OIZ MÁRQUEZ, Rosario. La seguridad social internacional, pp. 139-167.
(35) Suscrito en junio de 1979. El Acuerdo Administrativo para su aplicación recién fue aprobado
el 22 de marzo de 2010.
(36) Aprobado por Resolución Legislativa Nº 28067, publicada en el diario oficial El Peruano el
6 de setiembre de 2003.
(37) El Estatuto Migratorio Permanente Peruano - Ecuatoriano, ratificado por el Decreto Supremo
Nº 100-2010-RE, fue publicado en el diario oficial El Peruano el 15 de julio de 2010.
(38) Aprobado por Resolución Legislativa Nº 28158, publicada en el diario oficial El Peruano el
11 de diciembre de 2003. Este convenio se complementa con el suscrito el 24 de julio de 1964.
(39) Instrumento Andino de Seguridad Social (Decisión Nº 583) del 7 de mayo de 2004.
(40) Ratificado por la Resolución Legislativa Nº 13284 del 15 de diciembre de 1959.
(41) Publicada en el diario oficial El Peruano el 15 de diciembre de 2002.
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(44) Según expuso la mayoría parlamentaria que integró el Congreso Constituyente Democrático
de 1992, el carácter progresivo fue tomado de las constituciones de Colombia, Honduras,
Paraguay, República Dominicana, Venezuela y otros países, como consta en: CCD. “Debate
Constitucional”, p. 444.
(45) Segundo párrafo agregado por el artículo 1 de la Ley Nº 28389, publicada en el diario oficial
El Peruano el 17 de noviembre de 2004.
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(46) En pensiones, por la SBS, que reemplazó a la extinta SAFP, y, en salud, por la Superintendencia
Nacional de Aseguramiento en Salud (Sunasa), que antes era la Superintendencia de EPS.
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(47) Por ejemplo, el Fondo Consolidado de Reservas Pensionarias (FCR), que se creó por el Decreto
Legislativo Nº 817 (artículo 16) para respaldar el pago de las obligaciones de la ONP.
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(49) De acuerdo al numeral 4 de la parte resolutiva del fallo recaído en el Expediente Nº 00050-
2004-AI/TC, se interpretó que el cuarto párrafo de la Primera Disposición Final tiene el sentido
de que la totalidad del ahorro proveniente de la aplicación de las nuevas reglas pensionarias,
debe ser destinado a mejorar el sistema de seguridad social, lo cual supone, entre otros muchos
aspectos, gastos en infraestructura y logística de salud, compra de medicamentos, capacitación
del personal de salud, entre otros. Fallo publicado en el diario oficial El Peruano el 12 de junio
de 2005.
(50) Expediente Nº 00156-2001-AA/TC, proceso de amparo seguido por Rosa Medina Pantoja
contra Instituto de Salud del Niño, fallo publicado en su página web el 3 de junio de 2003.
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(51) Como hemos señalado anteriormente en: ABANTO REVILLA, César. Pago oportuno y
reajuste periódico de las pensiones (La seguridad social en la Constitución), p. 1168.
(52) Fundamento 14 de la sentencia del Expediente Nº 00002-2003-AI/TC, proceso de inconsti-
tucionalidad en contra de la Ley Nº 27617, publicada en el diario oficial El Peruano el 21 de
setiembre de 2003.
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puede entender como una autorización para disminuir las pensiones de quienes
tienen ya el derecho adquirido, sino, por el contrario, para incrementarlas, a fin de
garantizar el derecho a una vida digna del beneficiario y sus familiares.
Precisa el Tribunal, que dicha interpretación es concordante con la Décimo
Primera Disposición Final de la Constitución, que prevé la aplicación progresi-
va de las normas constitucionales –como la comentada– que requieren nuevos o
mayores gastos, máxime si la “progresividad”, en materia de pensiones, no pue-
de ser interpretada como sinónimo de “regresividad”, ni siquiera como manteni-
miento de un statu quo.
De acuerdo al artículo 77 de la Constitución, la administración económica y
financiera del Estado se rige por el presupuesto que anualmente es aprobado por
el Congreso de la República, con base en el proyecto remitido por el Poder Ejecu-
tivo. En dicho documento se asignan equitativamente los recursos públicos, pro-
gramándolos y ejecutándolos a partir de los criterios de eficiencia, de necesidades
sociales básicas y de descentralización.
En tal sentido, se entiende por “previsión presupuestaria” a la programación
de los gastos que se deberá efectuar en materia de pensiones (estatales) para cada
periodo fiscal, sin embargo, este no es el único factor condicionante para el pago
y el reajuste previsional, pues un requisito adicional concurrente es la existencia
de “posibilidades económicas” para atender dichos requerimientos.
Lo expuesto, nos demuestra que para garantizar tanto el pago oportuno como
el reajuste periódico de las pensiones de los regímenes a cargo del Estado, se re-
quiere un análisis previo de la situación económica y financiera del país, que de-
termine la posibilidad real de proceder con dichas obligaciones.
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(53) Así se denomina a quienes nacieron en la etapa de aumento de la tasa de natalidad posterior a
la Segunda Guerra Mundial –periodo de 1946 a 1950–, que hacia la primera década del nuevo
siglo están alcanzando masivamente la edad jubilatoria: en promedio, 60 a 65 años.
(54) BANCO MUNDIAL. Obra citada. Este modelo fue reformulado en el 2001 y 2005, para
incluir el “Pilar Cero” (régimen solidario obligatorio, no contributivo).
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A diferencia del concepto “seguridad social”, que –como hemos visto– ad-
mite una variedad de definiciones, difícilmente encontraremos un autor que ex-
plique el concepto “pensión”(55), o nos precise los elementos que lo conforman,
pues la mayoría tan solo se limita al estudio individualizado de sus modalidades:
cesantía, jubilación, invalidez, etc.
Para quien suscribe(56), la pensión es –independientemente de la contingencia
que la origine (enfermedad, accidente, vejez, muerte, etc.)– una suma dineraria,
generalmente vitalicia(57), que sustituirá los ingresos percibidos por una persona,
cuando se presente un estado de necesidad, permanente o transitoria(58), permi-
tiéndole cubrir sus necesidades básicas, y se otorgará siempre que ésta cumpla
todos los requisitos previstos legalmente.
En la medida que no existe una fórmula única o perfecta que resulte aplica-
ble a todos los ordenamientos legales del mundo, los aspectos relativos a la regu-
lación específica de los requisitos y particularidades de las pensiones deben ser
evaluados tomando en cuenta las características demográficas, sociales, económi-
cas y políticas de cada país.
Finalmente, en la medida que a partir de un fallo del Tribunal Constitucional,
emitido al resolverse el proceso de inconstitucionalidad iniciado contra las leyes
que aprobaron la reforma constitucional previsional del 2004, se han determinado
los elementos que forman tanto el contenido esencial como el contenido constitu-
cionalmente protegido del derecho fundamental a la pensión, será necesario darle
una mirada a ambos conceptos para verificar su relación con el SNP.
(55) Desde una perspectiva económica, Valdés la define como “un monto relativamente constante
de dinero pagado periódicamente (mensualmente), que se inicia cuando el causante tiene una
edad relativamente avanzada o cuando queda inválido o muere, y continúa hasta la muerte
del causante y sus beneficiarios”. VALDÉS PRIETO, Salvador. Ob. cit., p. 24.
(56) ABANTO REVILLA, César. El contenido esencial y el contenido constitucionalmente pro-
tegido del derecho fundamental a la pensión, pp. 416-417.
(57) Existen supuestos en que la pensión tiene carácter temporal, como la cesantía por disponibi-
lidad, prevista por el Decreto Ley Nº 19846, Ley de Pensiones Militar Policial.
(58) Por ejemplo, la caducidad de la pensión de invalidez, por recuperar la capacidad física o
mental, regulado por el literal a del artículo 33 del Decreto Ley Nº 19990.
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facultad del legislador de restringir estos derechos tiene como barrera infranquea-
ble al “contenido esencial”.
La garantía del contenido esencial, que para la mayoría de autores tiene su
origen en Alemania, en la Ley Fundamental de Bonn de 1949, alude a la limi-
tación que tendrá el legislador ordinario –incluso el constituyente–, al elaborar
normas referidas a derechos fundamentales, de no poder afectar el núcleo de
los elementos mínimos que identifican a un derecho, sin los cuales perdería su
identidad.
El contenido esencial de cada derecho fundamental deberá ser determinado
–caso por caso– por el Tribunal Constitucional. Dicha labor conllevará a un análi-
sis de su origen y sustento constitucional, como de su desarrollo legislativo, doc-
trinario y jurisprudencial, a lo largo del tiempo.
Si bien en el Perú la Constitución de 1993 no hace referencia expresa a la ga-
rantía del contenido esencial, el Tribunal Constitucional ha recurrido a dicha téc-
nica –en algunas ocasiones– para evaluar la constitucionalidad de determinadas
leyes, como se aprecia en el fundamento 11 del fallo recaído en el Expediente
Nº 01593-2003-HC/TC(59), en el cual se declaró textualmente lo siguiente:
11. (…) aunque la Constitución de 1993 no tenga una cláusula semejan-
te a la que existe en los ordenamientos de España o Alemania, por man-
dato de las cuales se exige al legislador que respete el contenido esencial
de los derechos, es claro que se trata de un límite implícito, derivado de
la naturaleza constituida de la función legislativa (…).
En ese sentido, el Tribunal Constitucional se ha pronunciado sobre el conte-
nido esencial de algunos derechos fundamentales(60) y, en el caso de la pensión,
en el fundamento 107 de la sentencia recaída en el citado Expediente Nº 00050-
2004-AI/TC ha establecido que su contenido esencial está compuesto por tres
elementos, a saber:
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(61) Publicado en el diario oficial El Peruano el 12 de julio de 2005. Proceso de amparo seguido
por Manuel Anicama Hernández contra ONP.
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César Abanto Revilla
pensión, al precisar (fundamento 37) los reclamos que podrían ser planteados a
través del proceso de amparo:
a) Los supuestos en que, habiendo la persona cumplido los requisitos lega-
les para iniciar el periodo de aporte al SNP(62), se deniegue el acceso a la
seguridad social.
b) Los supuestos en los que se deniegue a una persona el reconocimiento
de una pensión de cesantía, jubilación o invalidez, pese a haber cumpli-
do los requisitos legales para obtenerla (edad, años de aportación, etc.).
c) Los supuestos en que la pretensión esté relacionada con el monto espe-
cífico de la pensión, del sistema previsional público o privado, cuando
esté comprometido el derecho al mínimo vital(63).
d) Los supuestos en los que se deniegue a una persona el reconocimien-
to de una pensión de sobrevivencia (viudez, orfandad o ascendiente)(64),
pese a haber cumplido los requisitos legales para obtenerla.
e) Los supuestos en que se afecte el derecho a la igualdad, cuando ante
la ausencia de bases razonables, proporcionales y objetivas, se brinde
un tratamiento disímil –en el libre acceso a prestaciones pensionarias–
a personas que se encuentren en situación idéntica o sustancialmente
análoga.
Los reclamos pensionarios que no estén relacionados con dichos supuestos
tendrán que ser formulados en la vía judicial ordinaria, que de acuerdo al funda-
mento 51 del fallo mencionado será el proceso contencioso-administrativo.
(62) Este supuesto aludió inicialmente solo al SNP, pues en el Expediente Nº 00050-2004-AI/TC
se precisó (fundamento 140) que el SPP no formaba parte de la seguridad social, sin embargo,
en un fallo posterior (Expediente Nº 01776-2004-AA/TC, fundamentos 6, 20 y 21), el Tribunal
amplió dicho criterio e incluyó al SPP dentro del ámbito de la seguridad social, para habilitar
su cambio de postura sobre la desafiliación de las AFP.
(63) Tomando como referente objetivo el monto más alto de la pensión mínima (S/. 415.00), fi-
jado por la Ley Nº 27617, podrán acudir a la vía judicial del amparo constitucional aquellas
personas cuya pensión sea menor a dicho monto. Quienes perciban un monto igual o mayor
deberán recurrir a la vía judicial ordinaria, a menos que, por las objetivas circunstancias del
caso, resulte urgente su solución en vía constitucional para evitar consecuencias irreparables,
por ejemplo: los supuestos acreditados de graves estados de salud. En esta excepción se incluyó
posteriormente a las personas de edad avanzada: 80 años o más.
(64) De acuerdo al propio Tribunal, las pensiones de sobrevivencia no formarían parte del contenido
esencial del derecho a la pensión, sino de su contenido adicional, por tanto, no deberían ser
parte del listado de reclamos incluidos en su contenido constitucionalmente protegido. Cree-
mos que el acceso a la tutela en la sede constitucional del amparo obedece a la necesidad de
brindarles una protección urgente a los derechohabientes, en la presunción que la prestación
del causante sería, posiblemente, el principal –sino el único– ingreso familiar.
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Sistema Nacional de Pensiones
(65) Cerca del 60 %, según las Memorias Institucionales del 2011 y 2012. Cabe recordar que
con la antigua Ley de Hábeas Corpus y Amparo (Ley Nº 23506) la mayoría de litigantes
recurrían al Poder Judicial a través de procesos constitucionales, por celeridad y restringido
cotejo probatorio, pese a que debían formular sus reclamos en las vías ordinarias. La causal de
improcedencia del inciso 1 del artículo 5 del Código Procesal Constitucional (Ley Nº 28237)
pretende reducir este fenómeno (amparización), pero para ello se requiere que el Tribunal
Constitucional delimite el contenido esencial y el contenido constitucionalmente protegido
de cada derecho fundamental.
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CAPÍTULO II
El origen del Sistema Nacional de Pensiones
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Estado 1% 1% 2%
Total 8% 6% 11%
(67) Los trabajadores domésticos y los independientes fueron excluidos posteriormente –23 de
febrero de 1937– por la Ley Nº 8509, dejándoles la posibilidad que se aseguren facultativa-
mente. Los trabajadores domésticos fueron incluidos nuevamente como asegurados obligatorios
mediante el Decreto Supremo Nº 002-70-TR, del 10 de marzo de 1970.
(68) RENDÓN VÁSQUEZ, Jorge. Ob. cit., pp. 64-65.
(69) Que extendió el régimen de cesantía, jubilación y montepío a todos los funcionarios, empleados
y profesionales de la Administración Pública.
(70) Que dispuso que las empresas con un capital mayor a S/. 500,000.00 Soles Oro pagarían como
indemnización a sus empleados –por tiempo de servicios– un sueldo por año laborado, y, a
sus obreros, 15 días por cada año de servicios.
(71) TESCH, Wálter. Política social del Estado: La seguridad social en el Perú, pp. 8-9.
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(83) GORDILLO TORDOYA, Eduardo. Apuntes sobre los argumentos a favor de la privatización:
Los grandes engaños colectivos, p. 98.
(84) RENDÓN VÁSQUEZ, Jorge. Ob. cit., p. 67.
(85) Promulgado el 7 de diciembre de 1948.
(86) Promulgado el 1 de enero de 1949.
(87) Por todos, el Expediente Nº 05299-2009-PA/TC, proceso de amparo seguido por Felipe
Guerrero Adrianzén contra ONP, publicado en su página web el 10 de agosto de 2010.
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(88) El empleado podía seguir trabajando –y aportando– hasta los 65 años de edad, correspondién-
dole una pensión que se incrementaría 2 % por cada año adicional de cotización.
(89) Para ampliar sobre este régimen, ver: HEREDIA MENDOZA, Pilar. Sobre el régimen del
Fondo Especial de Jubilación de Empleados Particulares, pp. 47-58.
(90) Como consta en su Décimo Primera Disposición Transitoria.
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que los pensionistas del Fejep pasarían al SNP al cumplir 60 o 55 años de edad,
según se tratase de hombres o mujeres(91).
Dejamos constancia que –como indica Alcántara(92)– estos regímenes coexis-
tían con otros de carácter especial, que comprendían a grupos laborales especí-
ficos, como la Caja de Asistencia Social de los vendedores callejeros de diarios,
revistas y billetes de lotería(93), la Caja de Beneficios Sociales de las empresas
eléctricas(94), el Fondo de Previsión Social de los servidores del Jockey Club del
Perú(95), la Caja de Beneficios y Seguridad Social del pescador(96), el Fondo de Re-
tiro del chofer profesional independiente(97), entre otros.
(91) Esta norma fue promulgada el 26 de diciembre de 1979, sin embargo, la vigencia del Fejep fue
reestablecida el 4 de junio de 1985 por la Ley Nº 24245, que introdujo además una variación
a la fórmula de cálculo de la pensión. Si bien dicha ley fue derogada el 14 de mayo de 1988,
originó un periodo de tiempo en el cual algunos trabajadores se beneficiaron con una pensión
–a cargo del empleador– equivalente a ocho RMV, como consta del fallo recaído en el Expe-
diente Nº 09606-2005-PA/TC, proceso de amparo seguido por Eugenio Ibáñez Incháustegui
contra Interbank, publicado en el diario oficial El Peruano el 26 de noviembre de 2006.
(92) ALCÁNTARA, Elsa. Ob. cit., pp. 23-27.
(93) Ley Nº 10674, promulgada el 5 de octubre de 1946.
(94) Ley Nº 10772, promulgada el 9 de octubre de 1946.
(95) Ley Nº 15224, promulgada el 23 de noviembre de 1964.
(96) Decreto Supremo Nº 01, promulgado el 22 de enero de 1965.
(97) Ley Nº 16124, promulgada el 6 de mayo de 1966.
(98) Como consta en el “Plan Nacional de Desarrollo 1971-1975”, aprobado por el Decreto Supremo
Nº 015-71-PM, del 28 de mayo de 1971.
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institución –el Seguro Social del Perú–, a la vez que se proyectaba un sistema in-
tegrado para atender las prestaciones de vejez, invalidez y supervivencia(99).
En este escenario, el 24 de abril de 1973 es promulgado el Decreto Ley
Nº 19990, por el cual se creó el SNP, luego modificado –atendiendo a los recla-
mos de las organizaciones sindicales– por la Ley Nº 20604, y complementado por
el Decreto Ley Nº 20808(100), que estableció un sistema de pago único de aporta-
ciones y cuentas corrientes, tanto para los trabajadores (asegurados) como para
los empleadores.
La norma fue reglamentada por el Decreto Supremo Nº 011-74-TR(101), y,
ante los diversos cambios introducidos al esquema original, el Poder Ejecutivo
aprobó la publicación de un Texto Único Concordado, contenido en el Decreto
Supremo Nº 014-74-TR(102).
El SNP estuvo inicialmente a cargo del Seguro Social del Perú, hasta el 28 de
diciembre de 1987, que fue creado el IPSS (Ley Nº 24786), entidad que asumió la
administración de las prestaciones de salud y pensiones hasta el 19 de diciembre
de 1992 –formalmente, hasta el 31 de mayo de 1994(103)–, en que a la ONP se le
asignó dicho régimen, reservando para su antecesora únicamente la atención de
las prestaciones médicas.
A diferencia del Seguro Social del Perú y el IPSS –EsSalud, desde 1999(104)–,
entidades que estaban vinculadas a los Ministerios de Trabajo y de Salud, la ONP
es una institución pública descentralizada del Sector Economía y Finanzas, lo
que –a nuestro entender– nos demuestra no solo la importancia que el Estado le
asigna a un manejo ordenado de las prestaciones pensionarias, sino que ratifica el
nexo inescindible entre lo previsional y la sostenibilidad financiera, al tratarse de
un derecho económico, social y cultural.
En el SNP se regulan tres prestaciones pensionarias, a saber:
• Invalidez, frente a supuestos de incapacidad física o mental del asegura-
do, declarada por una Comisión Médica.
(99) Sobre el particular, ver los Decretos Supremos Nº 005-70-TR y Nº 008-72-TR, y los Decretos
Leyes Nº 18830, Nº 19515 y Nº 20212.
(100) Promulgado el 26 de noviembre de 1974.
(101) Promulgado el 31 de julio de 1974.
(102) Promulgado el 7 de agosto de 1974. Como precisa Rendón, los cálculos matemáticos-actuariales
de sustento del SNP fueron realizados por José Gómez Sánchez, y verificados por los actua-
rios –consultores de la OIT–, Antonio Zelenka y Peter Tullen. RENDÓN VÁSQUEZ, Jorge.
Ob. cit., p. 269.
(103) Por mandato de la Ley Nº 26323.
(104) Ley Nº 27056, publicada en el diario oficial El Peruano el 30 de enero de 1999.
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El SNP es un seguro social, por tanto, para ser beneficiario de sus presta-
ciones resulta indispensable que el trabajador se registre en dicho régimen como
asegurado.
Dependiendo de la naturaleza de la prestación que desarrolla el trabajador,
los artículos 3 y 4 del Decreto Ley Nº 19990 prevén la existencia de tres clases
de asegurados:
a) Obligatorios: trabajadores dependientes, subordinados a un empleador(112).
b) Facultativos: trabajadores que realizan una actividad económica
independiente(113).
c) De continuación facultativa: trabajadores, con un mínimo de 18 me-
ses de aportes, que al momento de cesar –como asegurados obligato-
rios– no reunían aún los años mínimos de cotización para jubilarse, y
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(114) También se encuentran en dicho supuesto los trabajadores cuya relación laboral se extinguió
por causal no imputable a estos, que hayan contratado una póliza de seguro de protección
al aporte, conforme al artículo 14-A del Reglamento, incorporado por Decreto Supremo
Nº 015-2007-TR.
(115) Decreto Ley Nº 19990, artículo 7.
(116) Publicada en el diario oficial El Peruano el 2 de enero de 1999.
(117) En la sentencia recaída en el Expediente Nº 00002-2001-AA/TC, proceso de amparo seguido
por Roberto Cornejo Marques contra ONP, publicada en el diario oficial El Peruano el 11
de octubre de 2001, el Tribunal Constitucional precisó que dicha disposición atentaba contra
el más elemental sentido de protección de la seguridad social, pues las aportaciones tienen
permanencia intangible en el tiempo de la vida laboral de los trabajadores (fundamento 3).
(118) Conforme al artículo 7 del Reglamento. El aporte se calcula aplicando el 13 % de tasa por-
centual sobre la remuneración declarada, que no puede ser menor a una RMV.
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exigir a los asegurados que a la fecha precisa de cese o al dejar de percibir ingre-
sos afectos estuvieran cotizando, tesis avalada por el Tribunal Constitucional(121)
y algunos autores(122), la Resolución Jefatural Nº 123-2001-JEFATURA/ONP(123)
modificó dicho criterio administrativo.
La citada resolución establece que cuando el asegurado cesa en el trabajo an-
tes de haber cumplido con el requisito de edad establecido por ley para alcanzar
el derecho a pensión de jubilación, la “contingencia” se producirá cuando este
cumpla tal edad, sin necesidad que ello se dé concurrentemente con el requisito
de los años de aportación y/o que deba producirse antes de la fecha de cese(124).
Si bien resulta discutible sostener que un asegurado que ha cumplido los
años de aportes mínimos –pero no la edad– deba seguir cotizando hasta alcanzar-
la, también lo es alegar, ante un régimen previsional estructuralmente desfinan-
ciado, que no deba exigirse dicho aporte, pues –bajo el nuevo criterio– un traba-
jador que empezó a laborar a los 20 años de edad tendría 20 de aportaciones a los
40 años y podría dejar de cotizar durante un cuarto de siglo, apersonándose en ese
momento a la ONP para solicitar se le otorgue la pensión de jubilación que le co-
rresponde. Creemos que debió buscarse una solución intermedia.
Cabe precisar, además, que la interpretación es restrictiva, pues un análisis
literal de esta resolución muestra que alude solo a los supuestos de “cese”, por
tanto, solo comprende a los asegurados obligatorios (trabajadores dependientes),
excluyendo implícitamente a los facultativos y de continuación facultativa, con-
traviniendo el principio de igualdad.
(121) Por todos, el Expediente Nº 00600-2000-AA/TC, proceso de amparo seguido por Néstor
Yumbato Shupingahua, publicado en su página web el 7 de febrero de 2001.
(122) CALDERÓN VERA, Víctor. “Consideraciones para determinación del origen del derecho a
la pensión de jubilación. Evaluación del concepto contingencia”, p. 74.
(123) Publicada en el diario oficial El Peruano el 8 de julio de 2001.
(124) A favor de esta tesis: GORDILLO TORDOYA, Eduardo. Contingencia y jubilación en el
Sistema Nacional de Pensiones, pp. 59-64.
(125) Publicada en el diario oficial El Peruano el 19 de julio de 2012.
(126) Equivalente en la actualidad a S/. 750.00.
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Quienes percibían más de una y media RMV –S/. 1,125– aportarían desde el
1 de agosto de 2013 la tasa regular de 10 % (SPP) o 13 % (SNP). De optar por el
SPP, a dicho descuento habría que agregar el porcentaje por el pago de la comi-
sión de la AFP y el de la prima del seguro previsional.
Los trabajadores que al 31 de julio de 2013 cumplieron 40 años y quienes
perciben un ingreso mensual total por un monto inferior a una RMV, no están
obligados a afiliarse.
Al momento de aplicar la norma se presentaron reclamos de las agrupacio-
nes políticas y los trabajadores, pues un número considerable de independientes
afrontaría –a partir del mes de agosto– un descuento de hasta el 23 % mensual de
sus ingresos mensuales totales, a lo cual se sumaban problemas operativos que
hasta ese momento no habían tenido: el cambio de recibos de honorarios profe-
sionales, la determinación de las tasas aplicables de acuerdo al monto de sus in-
gresos, la declaración y pago de aportaciones, etc.
Frente a esta presión política y social, el Poder Ejecutivo tuvo que dar mar-
cha atrás en la ejecución de la norma, suspendiendo el pago del aporte(127) –no de
la afiliación– por un año, hasta el 2014, con la implementación de tasas de aporte
creciente gradual:
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Tasa aplicable 6% 7% 8% 10 %
Beneficio 50 % PM 70 % PM 80 % PM 100 % PM
(128) Algunos autores los clasifican en: profesionales (abogados, arquitectos, etc.), cuenta propia de
oficio (mecánicos, electricistas, etc.) y cuenta propia de subsistencia. LANZILOTTA, Bibiana.
El empleo por cuenta propia y la cobertura de seguridad social en Uruguay, p. 40.
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(129) <www.mef.gob.pe/contenidos/documentos/Informe_final_comision_tecnica_Ley28991_pdf>.
(130) SAFP. Ampliación de la cobertura previsional en el SPP: El caso de los trabajadores inde-
pendientes, pp. 87-95.
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(135) La norma fue modificada por Ley Nº 28991 (Cuarta Disposición Transitoria Final), precisándose
que para el otorgamiento de la pensión debería verificarse el aporte efectivo, sin embargo,
dicho precepto fue soslayado por el Tribunal Constitucional (Expediente Nº 04762-2007-
PA/TC).
(136) Posteriormente, el Decreto Supremo Nº 001-98-TR.
(137) Publicado en el diario oficial El Peruano el 14 de agosto de 2002.
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(138) Revisar la edición del diario oficial El Peruano del 22 de octubre de 2001.
(139) En el fallo recaído en el Expediente Nº 03746-2011-PHD/TC, proceso de hábeas data seguido
por Carlos Ojeda Ruíz contra ONP, publicado en su página web el 18 de enero de 2013, el
Tribunal Constitucional ha establecido –en tutela del derecho a la autodeterminación infor-
mativa– que la entidad previsional estatal tiene el deber de conservar toda la documentación
referida a las aportaciones, incluso la correspondiente a la Caja Nacional del Seguro Social,
y, en todo caso, deberá agotar los medios para recabar o reconstruir dicha información, al ser
indispensable para la realización del derecho fundamental a la pensión.
(140) Publicado en el diario oficial El Peruano el 29 de mayo de 2007.
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(145) Proceso de amparo seguido por Manuel Tapia Yauyo contra ONP, publicado en su página web
el 28 de febrero de 2011.
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(146) Proceso de amparo seguido por Gerónima Cornejo de Castillo contra ONP, publicado en su
página web el 28 de setiembre de 2007.
(147) Proceso de amparo seguido por Urbano del Pino Gálvez contra ONP, publicado en el diario
oficial El Peruano el 6 de noviembre de 2006.
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(148) Por todos, el Expediente Nº 01143-2004-AA/TC, proceso de amparo seguido por Prudencio
Arboleda Cortez contra ONP, fallo publicado en el diario oficial El Peruano el 23 de marzo
de 2005.
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(149) Por todos, el Expediente Nº 00030-2002-AA/TC, proceso de amparo seguido por Yolanda
Landa Soto contra ONP, fallo publicado en su página web el 7 de marzo de 2003.
(150) Informe Defensorial Nº 121, “Propuestas para una reforma de la Justicia Contencioso-Admi-
nistrativa desde la perspectiva del acceso a la justicia”, aprobado por la Resolución Defensorial
Nº 024-2007/DP, publicada en el diario oficial El Peruano el 30 de mayo de 2007.
(151) Proceso de amparo seguido por Alejandro Tarazona Valverde contra ONP, publicada en el
diario oficial El Peruano el 10 de octubre de 2008.
(152) Publicada en la página web del Tribunal Constitucional el 16 de octubre de 2008.
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SNP, en la vía del proceso constitucional de amparo, parámetro que resultará tam-
bién de aplicación para la justicia ordinaria (contencioso-administrativa, laboral,
etc.), por mandato del Expediente Nº 01417-2005-AA/TC(153).
Dejamos constancia que las reglas establecidas en el citado precedente,
así como en su Resolución Aclaratoria y fallos posteriores y complementa-
rios, han sido recogidas en la Ley Nº 29711(154) y su Reglamento (Decreto Su-
premo Nº 092-2012-EF)(155), lo cual ratifica la importancia de la jurisprudencia en
materia previsional.
Considerando lo extenso del citado precedente y la variedad de temas desa-
rrollados, nos limitaremos a efectuar observaciones puntuales con relación a los
aspectos que –a juicio del autor– pueden resultar discutibles.
a) La excepción probatoria en el proceso de amparo previsional
La sentencia desarrolla, en los fundamentos 6 a 12, lo relativo a la prue-
ba en el proceso constitucional de amparo, reconociendo la ausencia de
dicha etapa en esta vía(156).
Hubiera sido conveniente que se justifique la aplicación de una excep-
ción a dicha regla general para las demandas relativas al reconocimien-
to de las aportaciones previsionales, pues posteriormente se reconoce la
existencia de procesos en los cuales se presentaron documentos falsifi-
cados (fundamento 22).
Consideramos que la alternativa adecuada hubiera sido dejar abierta la
opción de recurrir a la vía procesal constitucional del amparo –en esta
pretensión– solo para aquellos casos en que el demandante padeciera un
grave estado de salud o tuviera una edad muy avanzada, superior a los
70 años.
En tanto se dispone la remisión del expediente administrativo del de-
mandante, se estaría convirtiendo al proceso de amparo –sobre recono-
cimiento de aportaciones del SNP– en uno de carácter ordinario, y –en
virtud del principio de igualdad de condiciones– debería permitirse al
demandado (ONP) que ofrezca la actuación de determinadas pruebas
(153) Fundamento 60: “Es preciso enfatizar que los criterios uniformes y reiterados contenidos en
las sentencias expedidas por el Tribunal Constitucional, en materia pensionaria, mantienen
sus efectos vinculantes. En consecuencia, a pesar de que determinadas pretensiones sobre la
materia no puedan en el futuro ser ventiladas en sede constitucional, la judicatura ordinaria se
encuentra vinculada por las sentencias en materia pensionaria expedidas por este Colegiado”.
(154) Publicada en el diario oficial El Peruano el 18 de junio de 2011.
(155) Publicado en el diario oficial El Peruano el 16 de junio de 2012.
(156) Ley Nº 28237 - Código Procesal Constitucional, artículo 9.
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por las cuales se constaten las afirmaciones del accionante, sobre todo
en aquellos casos en que se adjunta a la demanda documentos que no fi-
guran en su legajo administrativo.
El juzgador debe tener presente que no toda la documentación relati-
va a la vida laboral del asegurado obra en el expediente administrativo,
sino únicamente aquella presentada por este ante el IPSS y la ONP, y
la recabada durante las inspecciones practicadas por dichas entidades,
por tanto, existe información y/o documentos que figuran en poder del
trabajador que no obran en su legajo, sea porque fueron redactados con
posterioridad al pronunciamiento de la autoridad administrativa, o por-
que fueron emitidos por su(s) exempleador(es) antes y/o durante la tra-
mitación del propio proceso judicial.
Si bien, como precisan algunos autores(157), no puede atribuirse al ase-
gurado la obligación de conservar los documentos que deberían ser lle-
vados por sus empleadores, así como el destino final que estos deberían
darles, entregándolos a sus liquidadores, al Ministerio de Trabajo o la
ONP, ello no puede llevarnos a reconocer todo reclamo administrativo
o demanda a la cual se adjunte un certificado de trabajo, una liquidación
de beneficios sociales o una boleta de pago de remuneraciones, pues la
entidad previsional tiene la obligación constitucional de resguardar los
fondos y reservas pensionarias (artículo 12), lo cual la lleva a agotar los
medios para constatar la veracidad –y existencia– de la documentación
e información que sustenta cada solicitud de pensión.
b) La interpretación flexible de las normas modificatorias
En los fundamentos 13 a 20 del citado precedente, el Tribunal procede a
interpretar la modificación del artículo 70 del Decreto Ley Nº 19990 por
la Ley Nº 28991, en el que se disponía que –a partir de la reforma– solo
se considerarían aportes aquellos que fueran efectivamente pagados, lo
que –considerando el alto porcentaje de morosidad en el SNP– de segu-
ro habría reducido el número de pensionistas.
En el fallo se precisa que la obligación de pago de las aportaciones, así
como el deber de conservar y/o entregar la documentación laboral de
sus trabajadores correspondería –en primer lugar– al empleador, en su
calidad de agente retenedor de las cotizaciones, y –en segundo orden– al
(157) PILOTTO CARREÑO, Luigino. El reconocimiento de años de aportación dentro del régimen
del Decreto Ley Nº 19990. Comentarios a un reciente precedente del Tribunal Constitucional,
p. 30.
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(160) La sana crítica no es un sistema de valoración, sino una modalidad de apreciación de las
pruebas que se expresa en la apreciación en conciencia, la íntima convicción, la persuasión
racional y la apreciación razonada.
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(161) A ello debe agregarse el incendio del Archivo Externo de la entidad, ocurrido el 3 de diciembre
de 2009 en uno de los depósitos de Ransa Comercial S.A., siniestro en que se incineraron
cientos de legajos, que se encuentran en proceso de reconstrucción.
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Expediente Nº 02324-2008-PA/TC(162)
(162) Proceso de amparo seguido por Pedro Cachay Sales contra ONP, publicado en su página web
el 29 de mayo de 2009.
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Expediente Nº 01393-2008-PA/TC(163)
10. Para acreditar las aportaciones referidas en los fundamentos prece-
dentes y el cumplimiento de los requisitos legales que configuran el
derecho, el demandante ha adjuntado a su demanda:
- Un certificado de trabajo, obrante a fojas 11, que indica que el
actor trabajó para la Agrícola Monte Señor S.A., desde el 23 de
enero de 1962 hasta el 30 de octubre de 1965, (…) que no ge-
nera convicción por no estar acreditado que quien emitió el cer-
tificado tenga facultades para expedirlo.
También se ha establecido que entre el cese laboral del asegurado y la
fecha de emisión del certificado debe existir coetaniedad (inmediatez),
por tanto, que no serían válidos los suscritos con fecha posterior a este
hecho.
Expediente Nº 03628-2008-PA/TC(164)
9. Al respecto, para acreditar las aportaciones adicionales reclama-
das, el recurrente ha presentado los siguientes documentos, en co-
pia simple:
9.1 Certificados de trabajo (ff. 4, 5 y 7 ) emitidos por la Constructora
Muro S.A. y la Inmobiliaria Marbel S.A.C., los cuales no producen
certeza para acreditar aportaciones adicionales (…) cuando fueron
expedidos 26, 22 y 29 años después de su cese, respectivamente
(…).
9.2 Constancia de trabajo (f. 6) expedida por Marcelo Elejalde Var-
gas, la cual tampoco genera suficiente convicción para acreditar los
aportes alegados, dado que dicho documento es suscrito por una
persona distinta a la consignada como empleadora y ha sido emiti-
do 31 años después de su cese.
Cabe precisar, que el Tribunal ha sido enfático al señalar que la informa-
ción consignada en los certificados no puede ser contradictoria respecto
a otros documentos adjuntos a la demanda, asimismo, que los datos con-
signados en estos deberán ser legibles(165).
(163) Proceso de amparo seguido por Juan Castillo Astudillo contra ONP, publicado en su página
web el 29 de mayo de 2009.
(164) Proceso de amparo seguido por Juan Flores Vizarreta contra ONP, publicado en su página web
el 31 de julio de 2009.
(165) Al respecto, revisar los fundamentos 21 al 25 de la STC Exp. Nº 04762-2007-PA/TC.
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Expediente Nº 04779-2008-PA/TC(166)
7. En tal sentido el demandante, a efectos de probar las aportaciones
a la que hace referencia en su escrito de demanda, ha presentado la
siguiente documentación:
- A fojas 34, obra en copia certificada un certificado de trabajo de An-
tonio Biondi Barnales (contratista), donde se señala que el accio-
nante laboró como chofer del 13/09/1974 al 30/06/1976, con lo cual
acredita 1 año 9 meses y 17 días; sin embargo, en este documento se
señala como edad del recurrente 54 años, lo cual no coincide con el
año en que se emitió este certificado, que fue el 13 de setiembre de
1980, para lo cual, el actor debería tener la edad de 50 años; por lo
tanto, este documento no produce convicción en este Colegiado.
- A fojas 37, obra en copia certificada un certificado de trabajo de
Bioselva S.A., donde se señala que el accionante laboró como ope-
rario del 05/03/1984 al 03/07/1988, con lo cual acredita 4 años, 3
meses y 28 días; sin embargo, en este documento se señala como
edad del recurrente 51 años, la cual no coincide con el año en que
se emitió este certificado, que fue el 10 de julio de 1988, para lo
cual el actor debería tener la edad de 58 años; además se aprecia la
ilegibilidad de la firma, así como el cargo y el nombre de la perso-
na que emite este documento, por lo cual no produce certeza a este
Tribunal.
Finalmente, en una revisión extrema, tampoco concede validez probato-
ria a certificados de una persona jurídica emitidos en un papel que care-
ce de membrete y sellos.
Expediente Nº 04321-2008-PA/TC(167)
7. El recurrente para que se le reconozcan los años de aportaciones
que la ONP no le ha reconocido para su jubilación adjunta la si-
guiente documentación: (…)
- A fojas 49, en copia simple un certificado de trabajo, donde se
señala que el recurrente laboró en la obra de Kamel Mitre Ho-
daly como operario carpintero del 05/10/1989 al 03/12/1989,
con lo cual acredita 1 mes y 28 días de aportes; sin embargo, no
(166) Proceso de amparo seguido por Sabino Corbacho Bojorquez contra ONP, publicado en su
página web el 29 de mayo de 2009.
(167) Proceso de amparo seguido por Fortunato Ayala Castro contra ONP, publicado en su página
web el 7 de agosto de 2009.
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(168) Proceso de amparo seguido por Manuel Cotos Moreno contra ONP, publicado en su página
web el 25 de marzo de 2010.
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(169) Proceso de amparo seguido por Hilda Altamirano Abregú contra ONP, publicado en su página
web el 31 de julio de 2009.
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(170) Proceso de amparo seguido por Orlando Leyva Castañeda contra ONP, publicado en su página
web el 7 de octubre de 2009.
(171) Proceso de amparo seguido por Susana Jara Aragón contra ONP, publicado en su página web
el 11 de setiembre de 2009.
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Por ello, conforme a lo dispuesto por los artículos 2(172) y 6(173) del Decre-
to Supremo Nº 015-72-TR, debería verificarse que conste el registro de
las planillas ante la Autoridad Administrativa de Trabajo y la Caja Na-
cional del Seguro Social, y la numeración, sello y rúbrica –de cada hoja–
por la entidad laboral, para calificarlo como prueba idónea.
Para la entrega de planillas a la ONP existe un procedimiento aprobado
por Resolución Jefatural Nº 135-2002-JEFATURA/ONP(174).
d) Las liquidaciones de beneficios sociales y las boletas de pago
En lo que respecta a las liquidaciones, documento entregado al trabaja-
dor al concluir su relación laboral, precisando –entre otros– datos rela-
tivos a la fecha de ingreso, condición (obrero o empleado), etc., el Tri-
bunal ha considerado pertinente exigir –al igual que en el caso de los
certificados de trabajo– una constancia de los Registros Públicos que
acredite que el firmante era representante legal del empleador al mo-
mento de su redacción.
Expediente Nº 06171-2008-PA/TC(175)
8. Adicionalmente la recurrente anexa al cuadernillo del Tribunal
Constitucional la siguiente documentación:
- A fojas 9, obra la Liquidación de Beneficios emitida por la Clí-
nica A. Bedoya, donde se señala que la recurrente laboró desde
el 1 de setiembre de 1970 hasta el 4 de mayo de 1978, con lo
que acredita 7 años, 8 meses y 3 días, sin embargo, no se ob-
serva el cargo ni la representación de la persona que lo suscri-
be, además no obra en autos documento que acredite que di-
cha persona cuente con los poderes o representación para tales
efectos, por lo que no produce convicción a este Tribunal.
(172) Artículo 2.- Las planillas serán autorizadas por las Autoridades Administrativas de Trabajo
del lugar donde se encuentra situado el centro de trabajo.
Con tal fin el empleador presentará a dichas Autoridades una solicitud con los datos señalados
en el inciso b) del artículo siguiente acompañando los libros de planillas o las planillas en
hojas sueltas y, si el empleador es una persona jurídica, un testimonio de la escritura pública
de constitución con la indicación del tomo y folio de los Registros donde está inscrita. Las
planillas deberán estar en blanco.
(173) Artículo 6.- Las planillas, luego de haber sido autorizadas deberán ser registradas por la Caja
Nacional de Seguro Social o por el Seguro Social del Empleado, según corresponda.
(174) Publicada en el diario oficial El Peruano el 13 de setiembre de 2002.
(175) Proceso de amparo seguido por Esther Mena Navarro contra ONP, publicado en su página
web el 30 de julio de 2009.
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César Abanto Revilla
(176) Artículo 12.- El empleador está obligado a entregar a cada trabajador, al momento de pagarle
sus remuneraciones o las sumas correspondientes a otros derechos sociales, una boleta con-
teniendo los mismos datos que figuren en las planillas y la fecha de ingreso del trabajador, la
misma que será sellada y firmada por el empleador o por un representante suyo. El trabajador
firmará un duplicado de esta boleta en dicho acto o imprimirá en ella su huella digital si no
supiere firmar, debiendo quedar dicho duplicado en poder del empleador.
La firma en el duplicado de esta boleta no implicará renuncia por el trabajador a cobrar las
sumas que este considere no figuran en la boleta.
No será necesaria la firma de los trabajadores en las planillas.
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Sistema Nacional de Pensiones
(177) Con relación a los criterios para la aplicación de esta norma, ver el Expediente Nº 02844-
2007-PA/TC, proceso de amparo seguido por Sofía Aclari de Quispe contra ONP, publicado
en su página web el 18 de marzo de 2008.
(178) Proceso de amparo seguido por Bernardo Chafalote Champa contra ONP, publicado en su
página web el 21 de mayo de 2009.
(179) Proceso de amparo seguido por Práxedes Cornejo López contra ONP, publicado en su página
web el 26 de marzo de 2010.
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(180) Proceso de amparo seguido por Joel Asurza Olaechea contra ONP, publicado en su página
web el 6 de agosto de 2009.
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Sistema Nacional de Pensiones
(181) Proceso de amparo seguido por Julio Aylas Oriundo contra ONP, publicado en su página web
el 20 de octubre de 2009.
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César Abanto Revilla
Expediente Nº 02991-2009-PA/TC(182)
5. Que en el cargo de notificación de fojas 14 del cuaderno del Tribunal,
consta que la actora (…) presentó un escrito con fecha 18 de noviem-
bre de 2009 (fs. 6 del cuaderno del Tribunal), habiéndose limitado a
adjuntar la documentación que obra en autos, entre la que se encuen-
tra la copia certificada de una denuncia policial (fs. 13) que demues-
tra la destrucción de la documentación de su empleadora, por lo que
no es posible acreditar las aportaciones; (…) la demanda debe ser
declarada improcedente, sin perjuicio de lo cual queda expedita la
vía para que acuda al proceso a que hubiere lugar.
g) La acreditación de los aportes de los asegurados facultativos
Como hemos señalado anteriormente, asegurado facultativo es el traba-
jador que realiza actividad económica independiente y decide inscribir-
se en el SNP, siendo responsable de la declaración y pago de sus aporta-
ciones, de forma directa y personal.
En tal sentido, sobre la acreditación de las cotizaciones de dichos asegu-
rados, el Tribunal ha precisado que solo podrán validarse judicialmente
las aportaciones acreditadas con las boletas, vouchers o formularios de
pago en el banco de todas las cuotas declaradas.
Expediente Nº 04916-2008-PA/TC(183)
8. Para el reconocimiento de los años de aportaciones la recurrente ad-
junta la siguiente documentación:
- A fojas 5 obra en copia simple la Resolución Nº 0100-CEN-
70 emitida por el Seguro Social del Empleado, que señala que
la demandante se inscribió en la Continuación Facultativa del
Seguro Social del Empleado a partir de diciembre de 1969; sin
embargo, no se adjunta las boletas de pago correspondientes a
las aportaciones, único medio de acreditación.
Este criterio también se aplica para los asegurados de continuación
facultativa.
(182) Proceso de amparo seguido por Juana Arce Chalco contra ONP, publicado en su página web
el 30 de marzo de 2010.
(183) Proceso de amparo seguido por Cecilia Abarca Castillo contra ONP, publicado en su página
web el 16 de junio de 2009.
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CAPÍTULO III
(184) AGUIRRE, Hernán (et ál). Pensión de invalidez. Proceso de evaluación y calificación de la
pérdida en la capacidad de trabajo, p. 178.
(185) De acuerdo con la Ley Nº 26790, el plazo máximo es de 11 meses y 10 días.
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César Abanto Revilla
(186) Proceso de amparo seguido por Jacinto Dávalos Campos contra ONP, fallo publicado en su
página web el 14 de marzo de 2006.
(187) Publicado en el diario oficial El Peruano el 7 de diciembre de 2005.
(188) Promulgada el 18 de mayo de 2006.
(189) ALMANSA PASTOR, José. Derecho de la Seguridad Social, p. 416.
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Sistema Nacional de Pensiones
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Sistema Nacional de Pensiones
(195) Tasa de retorno promedio del SNP al 31 de diciembre de 2011, según se indica en: MEN-
DIOLA, Alfredo (et ál). Análisis del Sistema Privado de Pensiones: Propuesta de reforma y
generación de valor, p. 49.
(196) En estos regímenes no se exige una edad mínima a los servidores para acceder a la
pensión.
(197) En el mismo sentido: ANACLETO GUERRERO, Víctor. Manual de Seguridad Social,
p. 121.
(198) En el SNP existe actualmente un millón de asegurados, sin embargo, solo se reciben los
aportes de un 50 %, pues los empleadores retienen la cotización pero no la entregan a la
Sunat.
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Sistema Nacional de Pensiones
(202) GRZETICH LONG, Antonio. Concepto e importancia del régimen jubilatorio, pp. 19-20.
(203) RENDÓN VÁSQUEZ, Jorge. Ob. cit., p. 286.
(204) Aprobado el 29 de junio de 1967, y que aún no ha sido ratificado por el Perú.
(205) Por todos, puede verse el Proyecto de Ley Nº 354/2001-CR, presentado por la congresista
Dora Núñez Dávila.
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El texto original del Decreto Ley Nº 19990 regulaba cuatro modalidades ju-
bilatorias, cada una de las cuales establecían diferentes requisitos de edad y apor-
tación, según se tratase de un asegurado hombre o mujer. Los supuestos eran los
siguientes:
Modalidad Años de edad Años de aportación
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Sistema Nacional de Pensiones
(208) Supuestos regulados actualmente por el Decreto Supremo Nº 003-97-TR, Texto Único Orde-
nado del Decreto Legislativo Nº 728.
(209) En ese sentido –por todos–, el Expediente Nº 04861-2009-PA/TC, proceso de amparo seguido
por Víctor Vera Huachaca contra ONP, fallo publicado en su página web el 29 de enero de
2010.
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César Abanto Revilla
que originó que muchos asegurados no pudieran acceder a una pensión jubilatoria
–al no contar con 20 años de aportación– u obtuvieran un monto menor de presta-
ción, por la variación en el cálculo de la remuneración de referencia(210).
La norma fue sometida a un proceso de inconstitucionalidad, que concluyó
el 26 de abril de 1997, al ser publicada en el diario oficial El Peruano la sentencia
recaída en el Expediente Nº 00007-96-I/TC, que si bien no declaró inconstitucio-
nal dicha norma, estableció en sus fundamentos 10 a 12 –en base a la teoría de los
derechos adquiridos(211)– que las nuevas reglas no podrían ser aplicadas a los ase-
gurados que al 18 de diciembre de 1992 –un día antes de entrar en vigencia dicha
norma– contaban con los requisitos de edad y años de aportación previstos en las
modalidades jubilatorias originales, aunque continuasen trabajando.
Por ejemplo, si Juan Pérez cumplió los requisitos antes del 19 de diciem-
bre de 1992, pero continuó laborando hasta 1998, la edad y aportaciones a exi-
gir serían las del texto original –sin modificación– y su pensión se determina-
ría en base al promedio de las doce remuneraciones asegurables previas a su
contingencia.
Posteriormente, el 18 de julio de 1995, fue publicada en el diario oficial El
Peruano la Ley Nº 26504, que fijó la edad jubilatoria –para hombres y mujeres–
en 65 años, en la modalidad del Régimen General(212), quedando a la fecha los si-
guientes supuestos:
Modalidad Años de edad Años de aportación
55 hombre 30 hombre
Pensión Adelantada
50 mujer 25 mujer
(210) Cabe recordar que la norma entró en vigencia el mismo día de su publicación; asimismo, que
en su artículo 10 se señalaba que no procedería ninguna acción de amparo dirigida a cuestio-
nar –directa o indirectamente– los efectos de su aplicación.
(211) Prevista por la Primera Disposición Final de la Constitución, que fuera modificada a partir
del 18 de noviembre de 2004, con la reforma aprobada por la Ley Nº 28389. Con relación a
dicho fallo: NEVES MUJICA, Javier. Los derechos adquiridos en materia pensionaria en la
jurisprudencia del Tribunal Constitucional, pp. 165-186.
(212) El último párrafo del artículo 9 precisó que los 65 años no serían aplicables a los asegurados del
SNP que al 19 de julio de 1995 reunían la edad y años de aportación necesarios para jubilarse,
lo que constituía un respeto implícito de sus derechos adquiridos.
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(222) Sobre este tema nos hemos pronunciado anteriormente: ABANTO REVILLA, César. Criterios
jurisprudenciales relevantes sobre la acreditación de requisitos pensionarios, pp. 39-40.
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Esto nos demuestra que los beneficios derivados de las prestaciones para so-
brevivientes se someten a las reglas del Derecho previsional, no a las del Dere-
cho civil (sucesorio)(223).
1. Pensión de viudez
(223) En el mismo sentido: ALONSO OLEA, Manuel. Instituciones de Seguridad Social, p. 229.
(224) Expediente Nº 00050-2004-AI/TC (fundamentos 147 y 148), proceso de inconstitucionalidad
en contra de las Leyes Nº 28389 y Nº 28449, fallo publicado en el diario oficial El Peruano
el 12 de junio de 2005.
(225) Expediente Nº 06572-2006-PA/TC, proceso de amparo seguido por Janet Rosas Domínguez
contra ONP, publicado en su página web el 14 de marzo de 2008.
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(226) En el mismo sentido: GONZÁLES, César y ÁNTOLA, Mariella. “La seguridad social en
las uniones de hecho. Comentarios a propósito de recientes pronunciamientos del Tribunal
Constitucional respecto de la pensión de viudez de la conviviente”, pp. 293-294. A favor del
reconocimiento de una pensión de viudez para los convivientes, con anterioridad al fallo citado:
MARCOS RUEDA, Eduardo. “Las uniones de hechos en los sistemas de pensiones”, p. 12.
(227) Expediente Nº 00050-2004-AI/TC, fundamento 108.
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mensualidades de la pensión que percibía, sin que dicha asignación exceda el do-
ble del máximo mensual (tope)(228).
2. Pensión de orfandad
Tienen derecho a esta pensión los hijos del asegurado o pensionista fallecido:
a) Menores de 18 años.
b) Mayores de 18 años, incapacitados para el trabajo.
c) Mayores de 18 años, que sigan en forma ininterrumpida estudios del ni-
vel básico o superior de educación(229).
Para que subsista el derecho a pensión, el beneficiario debe haber estado es-
tudiando o en condición de inválido antes de los 18 años, a menos que al cumplir
dicha edad el centro educativo hubiera estado dentro de su periodo vacacional.
Para el otorgamiento de este supuesto es necesario que los estudios se efec-
túen de forma satisfactoria, término subjetivo que –en la práctica– implica que
los cursos asignados al pensionista en cada ciclo educativo (semestral o anual)
sean aprobados.
El beneficio de la pensión de orfandad no procede para estudios de idiomas,
posgrado, segunda profesión o segunda carrera técnica.
Como precisa el Tribunal, en el expediente antes citado (fundamento 154),
el deber del Estado de promover la educación, coadyuvando económicamente
al permitir el goce de una pensión de orfandad a los hijos mayores de edad,
exige –como contrapartida– el deber del beneficiario de mostrar un especial es-
fuerzo en culminar exitosamente sus estudios, de ahí que se exija que estos se si-
gan de forma ininterrumpida –dentro del periodo regular lectivo– y de manera
satisfactoria.
El texto original del artículo 57 señalaba que el monto máximo de esta pres-
tación sería –para cada hijo– el 20 % de la pensión de invalidez o jubilación
que percibía o hubiera tenido derecho a percibir el causante; sin embargo, el
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3. Pensión de ascendientes
4. El capital de defunción
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(233) Proceso de cumplimiento seguido por Luis Alfaro Avilés contra ONP, fallo publicado en su
página web el 6 de junio de 2005.
(234) RENDÓN VÁSQUEZ, Jorge. Ob. cit., p. 330.
(235) En el artículo 3 se establecían ciertas exclusiones de dicho beneficio, por ejemplo, para quienes
percibieran pensión de invalidez o de jubilación reducida (artículos 28 y 42).
(236) Bonificación suplementaria, bonificación por costo de vida y sueldo mínimo vital.
(237) Por todos, el Expediente Nº 00398-99-AA/TC, proceso de amparo seguido por José Moya
Aldana contra ONP, fallo publicado en el diario oficial El Peruano el 19 de mayo de 2000.
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tendrían derecho a una pensión mínima, bajo las reglas fijadas por di-
cha norma, quienes obtuvieron pensión hasta el 23 de abril de 1996, en
que el Decreto Legislativo Nº 817 estableció nuevos parámetros para su
determinación.
La escueta y cuestionada decisión, contenida en el Expediente
Nº 00703-2002-AC/TC(238), originó –entre el 2003 y 2006– la interposi-
ción de unas setenta mil demandas judiciales.
Pronunciamientos posteriores(239) determinaron que el beneficio solo al-
canzaría a quienes obtuvieron su pensión hasta el 18 de diciembre de
1992, pues el Tribunal consideró que el Decreto Ley Nº 25967, al modi-
ficar el cálculo de la remuneración de referencia, había variado también
–de manera implícita– la determinación de la pensión mínima, e incluso
se señaló expresamente que dicha prestación nunca fue igual a tres ve-
ces la RMV(240).
Pese a estas aclaraciones, algunos pensionistas solicitaban el recálculo
de su prestación –en aplicación de la Ley Nº 23908–, en la creencia que
sería fijada en tres RMV, lo que, en ejecución de sentencia, en ocasio-
nes originaba la reducción de la pensión otorgada, al ser menor el va-
lor de tres sueldos mínimos vitales –a la fecha de contingencia– respec-
to del monto de la pensión que percibían al momento de interponer su
demanda.
Para solucionar estos problemas, el Tribunal precisó –en el Expe-
diente Nº 05189-2005-PA/TC(241)– que para reclamar la aplicación de
la citada norma, el juzgador debía verificar si la condición de pensio-
nista se adquirió hasta el 18 de diciembre de 1992 (requisito temporal),
y si el monto de la pensión otorgada era menor a tres sueldos mínimos
vitales (requisito cuantitativo), de lo contrario, la demanda debería ser
rechazada.
(238) Proceso de cumplimiento seguido por Asociación Nacional de Obreros Municipales Pensio-
nistas contra ONP, fallo publicado en el diario oficial El Peruano el 20 de enero de 2003. Una
crítica detallada de esta decisión puede verse en: PARÉDEZ, Iván y ABANTO, César. “Ley
Nº 23908: Pensión mínima e indexación en el Sistema Nacional de Pensiones a partir de una
sentencia del Tribunal Constitucional”, pp. 11-15.
(239) Expediente Nº 01816-2002-AA/TC, proceso de amparo seguido por Rómulo Castillo Soto-
mayor contra ONP, publicado en el diario oficial El Peruano el 11 de marzo de 2004.
(240) Expediente Nº 00198-2003-AC/TC, proceso de cumplimiento seguido por Carlos Briones
Vigo contra ONP, publicado en su página web el 22 de noviembre de 2004.
(241) Proceso de amparo seguido por Jacinto Gabriel Angulo contra ONP, fallo publicado en el
diario oficial El Peruano el 13 de octubre de 2006.
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(242) PORTAL GALDÓS, Alfredo. “La pensión mínima en los fallos del TC”. En: Diario oficial El
Peruano, edición del 7 de setiembre de 2005, p. 20.
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César Abanto Revilla
Trabajo el monto máximo de las pensiones del SNP, que sería fijado por
decreto supremo, con la aprobación del Consejo de Ministros(243).
Dicho mecanismo fue utilizado los primeros años, fijándose la pensión
máxima en cifras específicas, hasta que el Decreto Ley Nº 22847(244) es-
tableció que a partir del 1 de enero de 1980 la pensión máxima sería
equivalente al 80 % de cinco RMV(245).
A partir del 19 de diciembre de 1992, el Decreto Ley Nº 25967 determi-
nó que la pensión máxima mensual sería un monto fijo(246), que podría
ser modificado por decreto supremo –con el voto aprobatorio del Con-
sejo de Ministros–, a propuesta del Consejo Directivo del IPSS.
Entendemos que el cambio se produjo para desvincular a la pensión
máxima de la RMV, no solo para separar lo previsional de lo laboral,
sino principalmente para evitar que cada vez que el ingreso mínimo fue-
ra aumentado, ello incidiera en el valor del tope del SNP.
Fue incrementada por los Decretos Supremos Nº 106-97-EF y Nº 056-
99-EF. Desde el 2001 asciende a S/. 857.36 (Decreto de Urgencia
Nº 105-2001).
En el pasado, algunos pensionistas pretendieron que se traslade la fór-
mula vigente antes del 19 de diciembre de 1992 (80 % de diez RMV)
para determinar su prestación, por la aplicación ultractiva del Decreto
Ley Nº 19990, en mérito al Expediente Nº 00007-96-I/TC, pero toman-
do en cuenta el valor de la RMV vigente a la fecha de su contingencia, lo
cual originó –en sede judicial– el otorgamiento de pensiones por encima
del tope, sin embargo, a partir del criterio establecido en el Expediente
Nº 01294-2004-AA/TC(247), ese reclamo carece de sustento.
(243) Según el inciso b de la Sexta Disposición Transitoria del Decreto Ley Nº 19990, el primer
tope del SNP ascendió a S/. 30,000 Soles Oro.
(244) Promulgado el 26 de diciembre de 1979.
(245) Dicho referente fue incrementado a siete y media RMV (Decreto Supremo Nº 078-83-PCM)
y, posteriormente, a diez RMV (Decreto Supremo Nº 077-84-PCM), parámetro vigente hasta
el 18 de diciembre de 1992.
(246) S/. 600 Nuevos Soles (artículo 3). En la medida que la RMV vigente en esa fecha ascendía a
S/. 72 Nuevos Soles (Decreto Supremo Nº 003-92-TR), el valor de la pensión máxima al 18
de diciembre de 1992 era S/. 576, monto menor al fijado por dicha modificatoria.
(247) Proceso de amparo seguido por Andrés Justiniano Llamogtanta contra ONP, fallo publicado
en su página web el 18 de enero de 2005. Si bien la sentencia no indica que se trate de un
precedente, este pronunciamiento ha sido utilizado como referente en el 2007 (2063 casos),
2008 (299 casos), 2009 (110 casos), 2010 (27 casos), 2011 (9 casos) y 2012 (6 casos), incluso
en el Expediente Nº 03130-2007-PA/TC (fundamento 8) se señala que sí sería jurisprudencia
vinculante.
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(251) Proceso de amparo seguido por María Arroyo Cobián contra ONP, fallo publicado en su página
web el 31 de octubre de 2003.
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Sistema Nacional de Pensiones
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(259) Proceso de amparo seguido por Alfredo de la Cruz Curasma contra ONP, fallo publicado en
el diario oficial El Peruano el 4 de noviembre de 2008.
(260) Regulado por el Decreto Ley Nº 25920.
(261) Pese a ello, en el punto III del Tema Nº 1 del Pleno Jurisdiccional Distrital Civil de la Corte
Superior de Lima, celebrado el 13 de noviembre de 2009, se concluyó que los intereses legales
de las pensiones devengadas debían ser pagados con la tasa no capitalizable, aludiendo de
forma implícita a la laboral.
(262) Ley de Presupuesto del Sector Público para el Año Fiscal 2013, publicada en el diario oficial
El Peruano el 4 de diciembre de 2012.
122
CAPÍTULO IV
Evolución de la regulación
de la jubilación minera
Los regímenes especiales del
Sistema Nacional de Pensiones
Evolución de la regulación
de la jubilación minera
El SNP está conformado por los asegurados a que se hace referencia en los
artículos 3 y 4 del Decreto Ley Nº 19990, pero también por determinados grupos
de personas que –a lo largo del tiempo– han sido comprendidas dentro de dicho
régimen –por mandato legal expreso–, en mérito a lo dispuesto por el inciso f) de
su artículo 3, y por trabajadores que realizan labores en condiciones particular-
mente penosas o que implican un riesgo para la vida o la salud, a los cuales se les
ha fijado una edad y/o años de aportación inferiores a los previstos por la citada
norma para que accedan a una pensión de jubilación.
A ambos colectivos se les denomina regímenes especiales de pensión del
SNP.
En la medida que las reglas generales(263) del Decreto Ley Nº 19990 se apli-
can de forma supletoria en los regímenes especiales, se entiende que a partir
del 19 de diciembre de 1992 también se les exigirá 20 años mínimos de aportes
para acceder a una pensión de jubilación, según lo dispuesto por el Decreto Ley
Nº 25967.
(263) Para el cálculo de la remuneración o ingreso de referencia, pensión mínima y máxima (tope),
entre otros aspectos.
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César Abanto Revilla
Si bien con anterioridad a la creación del SNP existían –de forma paralela a
las normas sobre pensiones de los funcionarios públicos y de los obreros y em-
pleados particulares– regímenes previsionales que protegían a grupos laborales
específicos, como la Caja de Asistencia Social de los vendedores callejeros de
diarios, revistas y billetes de lotería, la Caja de Beneficios Sociales de las empre-
sas eléctricas, el Fondo de Previsión Social de los servidores del Jockey Club del
Perú, la Caja de Beneficios y Seguridad Social del pescador, el Fondo de Retiro
del chofer profesional independiente, entre otros, algunos de estos no han sido
validados como tales por el Decreto Ley Nº 19990.
Por ejemplo, tenemos a los artistas, que contaban con un Fondo de Dere-
chos Sociales, creado por el Decreto Ley Nº 19479, quienes fueron incorporados
como asegurados obligatorios en el SNP por el inciso e del artículo 3, mientras
que –por el contrario– los vendedores callejeros de diarios, revistas y billetes de
lotería, fueron excluidos como régimen especial, como ha reconocido el Tribu-
nal Constitucional en el Expediente Nº 05017-2008-PC/TC(264), al rechazar la de-
manda mediante la cual exigían al Estado el cumplimiento de la Ley Nº 10674,
que debía incorporarlos dentro de los beneficios del Seguro Social, al tratarse de
una norma derogada.
En muchos casos, esta protección directa surge del hecho de que, por la na-
turaleza de la labor que desarrollan, no estaría plenamente identificada su condi-
ción formal como trabajadores, o no se podría precisar quién actúa como su em-
pleador, lo que impide o dificulta la asignación de una categoría (modalidad) de
aseguramiento, sea como obligatorios o facultativos.
Entre los regímenes más representativos, podemos mencionar a los siguientes:
a) A quienes ocupan cargos públicos, que –por mandato del Decreto Su-
premo Nº 046-86-PCM(265)– han sido incorporados como asegurados
obligatorios.
Bajo dicha definición se comprende a los representantes ante las Asam-
bleas Constituyentes(266), al Presidente de la República –en cuan-
to a las prestaciones de salud–, los Ministros de Estado, Senadores,
Diputados, Prefectos, Sub-Prefectos, Alcaldes, miembros del Jurado
(264) Proceso de cumplimiento seguido por la Federación Nacional de Vendedores de Diarios, Re-
vistas y Loterías del Perú contra EsSalud, fallo publicado en su página web el 12 de noviembre
de 2009.
(265) Publicado en el diario oficial El Peruano el 11 de setiembre de 1986.
(266) Con retroactividad al 28 de julio de 1978, a manera de regularización.
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Sistema Nacional de Pensiones
(267) Publicada en el diario oficial El Peruano el 25 de junio de 1987. Para complementar los cri-
terios de aplicación de esta norma, se emitió la Directiva Nº 007-PEIPSS-87 del 16 de julio
de 1987.
(268) Publicada en el diario oficial El Peruano el 3 de junio de 1988.
(269) FALCÓN GÓMEZ-SÁNCHEZ, Francisco. Manual de Seguridad Social, pp. 72-73.
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(281) Publicado en el diario oficial El Peruano el 5 de octubre de 1977. Norma modificada por la
Ley Nº 23370.
(282) Nacidos antes del 1 de junio de 1931.
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para beneficiar a los trabajadores de avanzada edad, con la esperanza de crear ma-
yores posibilidades de empleo para los trabajadores más jóvenes, al haber dismi-
nuido el nivel de desempleo, son disposiciones que se han vuelto más restrictivas
en muchos sistemas de seguridad social o incluso han sido suprimidas. Esta situa-
ción paradójica se explica por una serie de factores:
i) La proporción de trabajadores de edad avanzada que perciben prestacio-
nes de desempleo sigue siendo relativamente alta, y esto incluye a mu-
chos trabajadores que, de hecho, no van a volver a trabajar.
ii) Los regímenes de jubilación a cargo de los empleadores contienen, a
menudo, fuertes incentivos para facilitar la jubilación anticipada.
iii) Incluso los trabajadores sin prestaciones de desempleo o derecho a per-
cibir jubilaciones privadas, dejan la población activa antes de haber al-
canzado la edad normal de jubilación; muchos de ellos son trabajadores
manuales para los cuales hay poca demanda y que tienen a menudo pro-
blemas de salud.
Pese a dichas observaciones, algunas de las cuales no se aplican a nuestra
realidad –por ejemplo, la referencia a las pensiones jubilatorias a cargo de los em-
pleadores–, creemos que los mecanismos de jubilación anticipada por edad para
los trabajadores sujetos a determinadas condiciones riesgosas para su vida y sa-
lud, que disminuyen su capacidad –física y/o mental– con mayor celeridad, res-
pecto a otras actividades laborales regulares, está plenamente justificada, como
en el caso de los trabajadores mineros, que vamos a desarrollar en el siguiente
acápite.
136
Sistema Nacional de Pensiones
Mina subterránea 45 20 10
Centro de producción 50 a 55 30 15
(295) Con relación a las condiciones en que se desarrolla la actividad minera, tomando como referente
el Informe sobre las condiciones de trabajo, seguridad y salud ocupacional en la minería del
Perú elaborado por el Equipo Técnico Multidisciplinario para los Países Andinos de la OIT
(2002), el Tribunal Constitucional se ha manifestado en el Exp. Nº 04635-2004-AA/TC.
137
César Abanto Revilla
Si bien esta norma prevé una reducción de la edad jubilatoria por encima
del parámetro establecido en el artículo 38 –hasta 5 años, respecto a la edad ge-
neral–, algunos autores opinan que dicha distorsión nunca ha sido mejor aplica-
da(296), considerando la naturaleza y condiciones de las labores que desarrollan los
trabajadores mineros.
A diferencia de la pensión de jubilación del SNP, en este régimen se exige,
además de la edad y años de aportación, un periodo mínimo laborado bajo la mo-
dalidad minera.
Para determinar la edad aplicable a la modalidad de centro de producción (50
a 55), debe recurrirse a la escala de exposición riesgosa contenida en el artículo 4
del Reglamento(297), que establece los siguientes criterios referenciales:
Tiempo de Tiempo de
Edad Riesgos profesionales
trabajo efectivo exposición riesgosa
50 años 15 años 7 años Neumoconiosis causada por polvos minerales y sílico-
tuberculosis.
Enfermedades causadas por el mercurio.
51 años 15 años 6 años Enfermedades causadas por intoxicación por plomo.
Enfermedades causadas por el berilio.
52 años 15 años 5 años Enfermedades causadas por intoxicación por fósforo.
Enfermedades causadas por el benceno u homólogos.
53 años 15 años 4 años Enfermedades causadas por derivados de nitrato y amó-
nicos tóxicos u homólogos.
Enfermedades causadas por el manganeso y cromo.
54 años 15 años 3 años Enfermedades causadas por radiaciones ionizantes.
55 años 15 años 2 años Enfermedades causadas por el sulfuro de carbono o el
arsénico, y otros como los traumas acústicos y la hipoa-
cusia definida.
138
Sistema Nacional de Pensiones
(298) Proceso de amparo seguido por Epifanio Huallpa Atocsa contra ONP, publicado en el diario
oficial El Peruano el 26 de febrero de 2002.
(299) En ese sentido nos pronunciamos anteriormente en: ABANTO REVILLA, César. La evolución
de la jurisprudencia del Tribunal Constitucional en el tratamiento de la pensión de jubilación
minera, p. 249.
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César Abanto Revilla
140
Sistema Nacional de Pensiones
Expediente Nº 09719-2006-PA/TC(302)
4. Se acredita con el certificado de trabajo de fojas 2, así como de la
cuestionada Resolución Nº 0000059028-2002-ONP/DC/DL 19990, que
el demandante laboró en la empresa minera Centromín Perú del 7 de
enero de 1965 al 23 de mayo de 1995; es decir, reúne un total de 30 años
de aportaciones al Sistema Nacional de Pensiones, habiendo sido su úl-
timo cargo el de Mozo en el Departamento de Administración - Sección
Club Pas. (…)
Los fallos glosados ratifican que, tanto en la ley como en la jurisprudencia,
queda claro que corresponde al trabajador acreditar que desarrolló una actividad
minera directa.
(302) Proceso de amparo seguido por Pedro Canchán López contra ONP, publicado en su página
web el 16 de octubre de 2007.
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César Abanto Revilla
(303) Proceso de amparo seguido por Agapito Ramírez Lucana contra ONP, publicado en su página
web el 25 de mayo de 2007.
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Sistema Nacional de Pensiones
Sospecha de
Sin neumoconiosis Con neumoconiosis
neumoconiosis
0/0 1/0 1/1 1/2 2/1 2/2 2/3 3/2 3/3 3/+ 4A - 4B = 4C
Cero Uno Dos Tres Cuatro
143
César Abanto Revilla
(305) Proceso de amparo seguido por Félix Sánchez Samata contra ONP, publicado en su página
web el 17 de mayo de 2007.
(306) LÓPEZ TRIGOSO, Edwin. Régimen minero y Sistema Nacional de Pensiones, p. 271.
(307) Por todas, el Instituto de Investigación de Enfermedades Profesionales Mineras (Invepromi).
(308) Entre otras, la Dirección General de Salud Ambiental (Digesa), el Centro Nacional de Salud
Ocupacional y Protección del Ambiente para la Salud (Censopas) y el Instituto Nacional de
Salud Ocupacional (Inso).
144
Sistema Nacional de Pensiones
(309) Si bien este proceso de amparo está relacionado a las prestaciones del Seguro Complementario
de Trabajo de Riesgo (Decreto Ley Nº 18846 y Ley Nº 26790), consideramos que este criterio
es aplicable también para el SNP, en tanto se alude expresamente al Decreto Ley Nº 19990.
(310) Aunque fallos anteriores al precedente comentado, como el Expediente Nº 01763-2005-PA/
TC, proceso de amparo seguido por Guillermo Oyague Galarza contra ONP, publicado en su
página web el 31 de agosto de 2006, habían tomado medidas de constatación de la veracidad
del examen médico, al ordenar la presentación de la historia clínica del demandante.
145
César Abanto Revilla
iii) Gases y vapores químicos, que pueden causar lesiones agudas y cró-
nicas en el alveolo y las vías aéreas por un mecanismo imitativo o por
asma laboral.
Para que afecten al organismo, debe existir una exposición-efecto, que de-
penderá de tres factores, a saber:
• La concentración de polvo en el aire,
• El contenido de sílice libre en las partículas de polvo, y
• La dosis de exposición acumulada: suma de la duración de la exposición
del trabajador y la concentración de polvo en el aire.
Pese a que el Tribunal Constitucional ha establecido que si la neumoconiosis
es padecida por un trabajador de mina subterránea o tajo abierto, el nexo de cau-
salidad se presume, al tratarse de una enfermedad irreversible y degenerativa ori-
ginada por la exposición a polvos minerales esclerógenos(311), consideramos que
debería mantenerse el criterio de la remisión de la historia clínica, para constatar
la realización de las siguientes pruebas:
a) Anamnesis y cuadro clínico. Historia clínica con especial incidencia en
la labor que desarrolló el asegurado, en el pasado y en la actualidad, y
su relación con los síntomas que se examinan, a efectos de establecer el
tiempo transcurrido entre la exposición y la aparición de estos para va-
lorar la gravedad de la enfermedad.
Debe establecerse la relación entre las labores del trabajador y la posibi-
lidad de inhalar el polvo inorgánico capaz de producir la enfermedad, en
la medida que al contacto con el aire las partículas se difuminan, siendo
inocuas.
b) Diagnóstico por imágenes. La radiografía de tórax postero-anterior es
condición indispensable para el diagnóstico de la neumoconiosis, pues
de no existir lesiones radiológicas no puede alegarse la existencia de di-
cha enfermedad: es necesaria la verificación de opacidades reticulono-
dulares en la radiografía, que se inician en los lóbulos superiores y se
derivan a los hilios.
Es necesario confirmar que el asegurado se sometió personalmente al
examen, ya que existen numerosos procesos penales por suplantación
en dichas pruebas.
146
Sistema Nacional de Pensiones
147
César Abanto Revilla
(316) Como señalan: FAJARDO CRIVILLERO, Martín. Ob. cit., pp. 165-166; y, ROMERO MON-
TES, Francisco. Ob. cit., pp. 36-37.
(317) Proceso de inconstitucionalidad contra la Ley Nº 27766, fallo publicado en su página web el
21 de julio de 2003.
(318) Proceso de amparo seguido por Austral Group S.A.A. y otros contra la CBSSP, fallo publicado
en su página web el 28 de enero de 2010.
148
Sistema Nacional de Pensiones
14. (…) es deber del Estado proporcionar los mecanismos necesarios para
lograr progresivamente mayor cobertura pensionaria a los ciudadanos
pero los costes que ello genere no necesariamente deben ser cubiertos
por el presupuesto. En ese sentido, la solidaridad juega un papel pre-
ponderante ante regímenes sui géneris como el del trabajador pesca-
dor. (…)
19. (…) En este caso, el rol que compete al Estado en la promoción del ejer-
cicio de este instituto no puede ser subestimado ni mucho menos desco-
nocido”. (…) se trata de “aportaciones especiales” con plena protección
constitucional.
En tal sentido, incluso en el supuesto de regímenes complementarios admi-
nistrados por entidades privadas, el Tribunal asigna al Estado una función intrín-
seca de supervisión, que en casos como el de las Cajas mencionadas conllevó a la
posterior intervención y/o administración de sus fondos(319). El FCJMMS es ad-
ministrado por la ONP y supervisado por la Superintendencia de Banca, Seguros
y Administradoras Privadas de Pensiones (SBS)(320), por tanto, tiene un carácter
privado, pero bajo responsabilidad estatal directa.
Dejamos constancia que la suma del monto a otorgarse más la pensión de ju-
bilación que perciba el beneficiario no podrá ser mayor a una Unidad Impositiva
Tributaria (UIT).
La Sunat es la encargada de realizar la labor de recaudación a las empresas
citadas, proceso que concluye el 30 de abril de cada año.
Los titulares de las pensiones de invalidez, viudez y orfandad tienen derecho
a percibir el beneficio complementario, regulado por la citada ley, en el porcenta-
je previsto por las normas previsionales correspondientes.
Para el cálculo del monto del beneficio, se llevan a cabo los siguientes pasos:
• Se debe determinar el promedio de las 12 remuneraciones anteriores al
cese del trabajador.
• Se debe identificar la UIT vigente a la fecha de la presentación de la so-
licitud del beneficio complementario, pues se considera a este concepto
como el monto máximo para establecer todo cálculo de beneficios.
Durante el proceso de cálculo, se pueden presentar las siguientes situaciones:
(319) Mediante Decreto de Urgencia Nº 126-92, se encargó a la ONP la administración del pago a
los pensionistas de la Caja de Electrolima. De manera similar, la Ley Nº 27766 transfirió a
EsSalud las prestaciones de salud de los beneficiarios de la CBSSP.
(320) De conformidad a lo dispuesto por la Ley Nº 26516.
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Sistema Nacional de Pensiones
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CAPÍTULO V
1. Aspectos generales
La ONP, como hemos señalado en el segundo capítulo, fue creada por el De-
creto Ley Nº 25967, modificado por la Ley Nº 26323, con la finalidad de que ad-
ministre el SNP en reemplazo del IPSS, así como otros regímenes previsionales
del Estado que le sean encargados. Es una institución pública descentralizada del
Sector Economía y Finanzas, que –por los continuos cuestionamientos a su accio-
nar– fue reestructurada en el 2005, por la Ley Nº 28532(322).
En la medida que es una entidad que forma parte de la Administración Públi-
ca, sus actos y procedimientos están regulados por la Ley Nº 27444(323), su Texto
Único de Procedimientos Administrativos (TUPA), aprobado por el Decreto Su-
premo Nº 251-2012-EF(324), las normas previsionales –correspondientes a los re-
gímenes que tiene a su cargo–, y las reglas fijadas en los precedentes vinculantes
del Tribunal Constitucional.
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César Abanto Revilla
(325) Ley del Silencio Administrativo, publicada en el diario oficial El Peruano el 7 de julio de
2007.
(326) Ley Nº 27444, artículo 35. Existen plazos mayores para ciertos reclamos, por ejemplo, hasta
un año para el otorgamiento de la pensión definitiva, de acuerdo al Decreto Supremo Nº 057-
2002-EF (artículo 5).
(327) Que deberá sustentarse en nueva prueba. Será resuelto por el mismo órgano que dictó el primer
acto materia de la impugnación (artículo 208).
(328) Cuando la impugnación se sustente en diferente interpretación de las pruebas producidas o se
trate de cuestiones de puro derecho. Se presenta ante la misma autoridad que expidió el acto
impugnado, para que eleve lo actuado al superior jerárquico (artículo 209).
(329) Ley Nº 27444, artículo 218.2, literal b. Como señalamos en el primer capítulo de este libro, si
existe afectación al contenido constitucionalmente protegido del derecho a la pensión, podrá
recurrirse al proceso constitucional de amparo, en caso contrario, deberá utilizarse el proceso
contencioso-administrativo. Ello no impide que, dependiendo de la naturaleza del reclamo,
pueda demandarse a través del proceso de cumplimiento o del hábeas data.
(330) Artículo 10.- Causales de nulidad
Son vicios del acto administrativo, que causan su nulidad de pleno derecho, los siguientes:
1. La contravención a la Constitución, a las leyes o a las normas reglamentarias.
2. El defecto o la omisión de alguno de sus requisitos de validez, salvo que se presente alguno
de los supuestos de conservación del acto a que se refiere el artículo 14.
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Sistema Nacional de Pensiones
3. Los actos expresos o los que resulten como consecuencia de la aprobación automática o por
silencio administrativo positivo, por los que se adquiere facultades, o derechos, cuando son
contrarios al ordenamiento jurídico, o cuando no se cumplen con los requisitos, documentación
o trámites esenciales para su adquisición.
4. Los actos administrativos que sean constitutivos de infracción penal, o que se dicten como
consecuencia de la misma.
(331) Es decir, transcurridos los 15 días hábiles posteriores a la notificación del acto o resolución.
(332) En el Derecho administrativo comparado, la demanda de nulidad planteada por el Estado recibe
el nombre de “proceso de lesividad”, como indica: DANÓS ORDÓÑEZ, José. Régimen de la
nulidad de los actos administrativos en la nueva Ley Nº 27444, pp. 267.
(333) Ibídem, p. 228.
(334) Informe Defensorial Nº 135, “Por un acceso justo y oportuno a la pensión. Aportes para una
mejor gestión de la ONP”, aprobado por la Resolución Defensorial Nº 020-2008/DP, publicada
en el diario oficial El Peruano el 15 de julio de 2008.
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César Abanto Revilla
(335) Inicio del trámite; Control de calidad de los documentos presentados; Impresión de plantillas
de verificación; Verificación de los años de aportación; Anexado de documentos al expediente;
Precalificación; Calificación; Control de calidad; Programación de pago; Envío de resultados
por mensajería; y, Archivo. <www.onp.gob.pe/inicio.do>.
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2. Aspectos particulares
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jubilarse (edad y años de aportes), aun cuando no haya cesado en el trabajo o de-
jado de percibir ingresos asegurables; sin embargo, el pago de la pensión solo co-
menzará cuando se produzca la contingencia, y el asegurado pase a la condición
de pensionista.
Revisadas las características generales y particulares de los procesos admi-
nistrativos en la ONP, veamos ahora las vías judiciales a las cuales puede recurrir
el asegurado –o el pensionista– para solicitar el reconocimiento de sus derechos
previsionales.
162
Sistema Nacional de Pensiones
en las vías ordinarias, lo que originó una sobrecarga de dicha vía, conocida
como la “amparización”.
Por tanto, para que podamos determinar qué pretensiones pensionarias pue-
den ser formuladas en la vía constitucional del proceso amparo, pues los
hechos y el petitorio se refieren en forma directa al contenido constitucio-
nalmente protegido del derecho a la pensión, era necesario que el Tribunal
Constitucional definiera qué elementos conformaban dicho concepto.
En tal sentido, como hemos detallado en el primer capítulo de este libro, el
12 de junio de 2005 es publicada en el diario oficial El Peruano la sentencia
recaída en el Expediente Nº 00050-2004-AI/TC, en cuyo fundamento 107 se
determinan los elementos que conforman el contenido esencial del derecho
fundamental a la pensión, y, a partir de dicha definición, el 12 de junio es pu-
blicada la sentencia del Expediente Nº 01417-2005-AA/TC, que precisa las
pretensiones que –al ser parte del mismo– pertenecen a su contenido consti-
tucionalmente protegido:
i) Los supuestos en los que, habiendo la persona cumplido los requisitos
legales para iniciar el periodo de aporte al SNP(342), se deniegue el acce-
so a la seguridad social.
ii) Los supuestos en los que se deniegue a una persona el reconocimiento
de una pensión de cesantía, jubilación o invalidez, pese a haber cumpli-
do los requisitos legales para obtenerla (edad, años de aportación, etc.).
iii) Los supuestos en los que la pretensión esté relacionada con el monto es-
pecífico de la pensión, del sistema previsional público o privado, cuando
esté comprometido el derecho al mínimo vital.
iv) Los supuestos en los que se deniegue a una persona el reconocimiento
de una pensión de sobrevivencia (viudez, orfandad o ascendiente), pese
a haber cumplido los requisitos legales para obtenerla.
v) Los supuestos en los que se afecte el derecho a la igualdad, cuando ante
la ausencia de bases razonables, proporcionales y objetivas, se brinde
un tratamiento disímil –en el libre acceso a prestaciones pensionarias– a
(342) Este supuesto aludió inicialmente solo al SNP, pues en el Expediente Nº 00050-2004-AI/TC
se precisó (fundamento 140) que el SPP no formaba parte de la seguridad social, sin embargo,
en un fallo posterior (Expediente Nº 01776-2004-AA/TC, fundamentos 6, 20 y 21), el Tribunal
amplió dicho criterio e incluyó al SPP dentro del ámbito de la seguridad social, para habilitar
su cambio de postura sobre la desafiliación de las AFP.
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(344) Proceso de cumplimiento seguido por la Asociación Nacional de ex servidores del IPSS contra
EsSalud, publicado en el diario oficial El Peruano el 26 de noviembre de 2003.
(345) Proceso de cumplimiento seguido por Maximiliano Villanueva Valverde contra ONP, publicado
en el diario oficial El Peruano el 7 de octubre de 2005.
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(346) Modificado por la Ley Nº 26470 (Artículo Único), publicada en el diario oficial El Peruano
el 12 de junio de 1995.
(347) Artículo 2.- Toda persona tiene derecho: (…)
5. A solicitar sin expresión de causa la información que requiera y a recibirla de cualquier
entidad pública, en el plazo legal, con el costo que suponga el pedido. Se exceptúan las infor-
maciones que afectan la intimidad personal y las que expresamente se excluyan por ley o por
razones de seguridad nacional.
El secreto bancario y la reserva tributaria pueden levantarse a pedido del juez, del Fiscal de
la Nación, o de una comisión investigadora del Congreso con arreglo a ley y siempre que se
refieran al caso investigado.
6. A que los servicios informáticos, computarizados o no, públicos o privados, no suministren
informaciones que afecten la intimidad personal y familiar. (…)
(348) Por todos: EGUIGUREN PRAELI, Francisco. El hábeas data y su desarrollo en el Perú,
p. 308.
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(349) Texto Único Ordenado de la Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública, publi-
cado en el diario oficial El Peruano el 7 de octubre de 2005.
(350) Proceso de hábeas data seguido por Juan Olivares Torres contra ONP, publicado en su página
web el 18 de agosto de 2006.
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(351) Proceso de hábeas data seguido por Carlos Ojeda Ruíz contra ONP, publicado en su página
web el 18 de enero de 2013.
(352) Pago de los honorarios del abogado (Código Procesal Civil, artículo 411).
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las citadas pretensiones, lo que demuestra que fueron interpuestas solo para
obtener dicho pago, ajeno a lo pensionario(353).
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(356) Como hemos señalado en el primer capítulo de este libro, los elementos que forman el contenido
esencial han sido determinados en el Expediente Nº 00050-2004-AI/TC, y sirven como límite
al legislador cuando se regulan derechos fundamentales. Entendemos que la referencia en la
norma comentada es, en realidad, al contenido constitucionalmente protegido del derecho a
la pensión.
(357) Por todos: PRIORI POSADA, Giovanni. Comentarios a la Ley del Proceso Contencioso
Administrativo, p. 201.
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(368) Norma modificada por la Ley Nº 28991, pero cuya interpretación original se mantiene, a partir
del fallo del Tribunal Constitucional recaído en el Expediente Nº 04762-2007-AA/TC.
(369) Como precisa: BRANDARIZ GARCÍA, Ángel. La protección penal de la seguridad social,
p. 614.
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(371) Es necesaria la presencia del elemento subjetivo adicional (animus rem simi habendi), pues de
lo contrario, si fuera penalizado el solo uso de un bien o una suma de dinero, se colisionaría
con las reglas del Derecho Civil patrimonial.
(372) Una ejecutoria del Supremo Tribunal Español, del 22 de junio de 1979, si bien referida a
adeudos laborales, indica que no existe delito de apropiación cuando el impago es conse-
cuencia inevitable de una crisis económica. Este criterio también aplicaría para los adeudos
previsionales.
(373) Ejecutoria Suprema del 8 de enero de 1998, recaída en el Expediente Nº 327-97.
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rigen por las normas de este Código, salvo aquellos aspectos que
por su naturaleza requieran normas especiales (…).
No compartimos esa tesis, pues consideramos que las pensiones son
prestaciones que no reúnen todas las características de los tributos, cons-
tituyéndose así en un elemento singular que –a partir de su configura-
ción legal– tiene particularidades propias y distintas, lo que le da una
autonomía e individualidad diferenciada.
En la teoría –y la práctica– los tributos se dividen en: impuestos, con-
tribuciones y tasas. Los impuestos son tributos de carácter general que
paga el contribuyente sin que exista una proporción respecto del bene-
ficio (por ejemplo: el Impuesto General a las Ventas, el Impuesto a la
Renta, etc.). Las contribuciones son tributos cuya obligación tiene como
hecho generador beneficios derivados de la realización de obras públi-
cas o actividades estatales (por ejemplo: Fonavi, Senati, Sencico, etc.).
Las tasas son tributos cuya obligación tiene de hecho generador la pres-
tación efectiva por el Estado de un servicio público individualizado a
favor del contribuyente (por ejemplo: arbitrios, licencias de funciona-
miento, etc.).
A los aportes de la seguridad social se les ubica dentro de las contribu-
ciones, y a su vez, dentro de dicho concepto, en el ámbito de la denomi-
nada parafiscalidad.
La contribución parafiscal ha generado diversas opiniones doctrinarias,
respecto a su naturaleza jurídica, al punto que se niega su carácter tribu-
tario, sin embargo, se acepta que comparten las características que dis-
tinguen a los otros tributos(378):
• Se establecen por mandato legal,
• Son exigibles coactivamente, y,
• Deben ser cumplidas por los sujetos determinados.
Pese a lo expuesto, considero –partiendo de la autonomía legislativa y
científica del Derecho previsional– que los aportes al SNP, si bien son
fijados por ley y son exigibles en sede coactiva, generan a favor del
asegurado la posibilidad de acceder a una prestación económica (pen-
sión) que solo lo beneficiará a él y a sus derechohabientes; por tanto, la
(378) Por todos: MARTÍN, José María. Introducción a las finanzas públicas, p. 225. Este autor
precisa que la parafiscalidad escapa del control público, como ocurrió en Argentina, con el
descalabro financiero generado por la Caja de Previsión Social.
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(379) (Código Penal de 1995) artículo 307.- Delito contra la seguridad social
1. El que, por acción u omisión, defraude a la Seguridad Social eludiendo el pago de las cuotas
de esta y conceptos de recaudación conjunta, obteniendo indebidamente devoluciones de las
mismas o disfrutando de deducciones por cualquier concepto asimismo de forma indebida,
siempre que la cuantía de las cuotas defraudadas o de las devoluciones o deducciones indebidas
exceda de 120.000 euros será castigado con la pena de prisión de uno a cuatro años y multa
del tanto al séxtuplo de la citada cuantía.
Las penas señaladas en el párrafo anterior se aplicarán en su mitad superior cuando la defrau-
dación se cometa concurriendo alguna de las circunstancias siguientes:
La utilización de persona o personas interpuestas de manera que quede oculta la identidad del
verdadero obligado frente a la seguridad social.
La especial trascendencia y gravedad de la defraudación atendiendo al importe de lo defraudado
o a la existencia de una estructura organizativa que afecte o pueda afectar a una pluralidad de
obligados frente a la seguridad social.
2. A los efectos de determinar la cuantía mencionada en el apartado anterior, se estará a lo
defraudado en cada liquidación, devolución o deducción, refiriéndose al año natural el importe
de lo defraudado cuando aquellas correspondan a un periodo inferior a doce meses.
3. Quedará exento de responsabilidad penal el que regularice su situación ante la seguridad
social, en relación con las deudas a que se refiere el apartado primero de este artículo, antes de
que se le haya notificado la iniciación de actuaciones inspectoras dirigidas a la determinación
de dichas deudas o, en caso de que tales actuaciones no se hubieran producido, antes de que
el Ministerio Fiscal o el letrado de la seguridad social interponga querella o denuncia contra
aquel dirigida.
La exención de responsabilidad penal contemplada en el párrafo anterior alcanzará igualmente
a dicho sujeto por las posibles falsedades instrumentales que, exclusivamente en relación a
la deuda objeto de regularización, el mismo pudiera haber cometido con carácter previo a la
regularización de su situación.
(380) Con anterioridad al Código Penal de 1995, la protección de los intereses de la seguridad social
en España se derivaba a los clásicos delitos patrimoniales y falsarios, en aplicación del mandato
establecido por la Ley General de Seguridad Social (artículo 68), como indican: BAYLOS,
Antonio y TERRADILLOS, Juan. Derecho Penal del Trabajo, pp. 167-168.
186
Sistema Nacional de Pensiones
En definitiva, para evitar que el manejo irregular de los fondos y las reservas
de la seguridad social –en pensiones y salud– se repitan, es necesario que se
elabore una ley de delitos previsionales, que contemple los siguientes aspec-
tos mínimos:
i) Un delito de apropiación específica para empleadores que no entreguen
los aportes de seguridad social –en pensiones y salud– que hayan reteni-
do a sus trabajadores.
ii) Un delito que sancione a los funcionarios públicos y empresarios priva-
dos que utilicen de manera indebida los fondos y reservas previsionales.
La norma se aplicaría a los regímenes pensionarios públicos y privados, y
a la par se crearía un registro de empleadores morosos –entre los cuales, el
Estado es uno de los principales– para ejecutar las medidas coactivas y los
procesos civiles que permitan una pronta recuperación de los adeudos por
aportaciones.
(381) Artículo 3.- De la defensa de los funcionarios competentes en materia previsional. En toda
denuncia de carácter penal, la autoridad que conozca de ella deberá solicitar un informe técnico
jurídico emitido por la respectiva entidad competente en materia previsional, sobre los hechos
y la responsabilidad de sus funcionarios y servidores públicos de la entidad, incluso cuando
estos hubieran cesado. A tales efectos, el Ministerio Público o la Policía Nacional que conozca
de estas denuncias, requerirán el citado informe a dichas entidades dentro de los quince (15)
días hábiles de conocida la misma, para efectos de la calificación o archivo de la denuncia.
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César Abanto Revilla
judicial, y pretenden una “rápida atención” de sus reclamos –válidos o no– a tra-
vés de la imputación de ilícitos, que van desde el abuso de autoridad y la omisión
de deberes funcionales, hasta la apropiación ilícita.
En efecto, soslayando el principio de mínima intervención (última ratio) y
el carácter subsidiario del Derecho Penal, los asegurados o pensionistas dejan de
lado los recursos que la Ley Nº 27444 les concede para la defensa de sus recla-
mos, y, en vez de recurrir a un proceso contencioso-administrativo o ante la ju-
risdicción constitucional, interponen una denuncia en sede penal para que les re-
conozcan una pensión de invalidez, jubilación o sobrevivientes; se les reajuste o
incremente sus pensiones; se ordene a la autoridad la emisión de una resolución
administrativa; se restituya el pago de sus prestaciones; entre otros cuestiona-
mientos que, por su naturaleza, deberían formular en sede administrativa o en la
vía judicial extrapenal correspondiente.
Para aclarar los alcances de la norma bajo comentario y, a la vez, repasar el
fundamento de su aplicación obligatoria, por parte del Ministerio Público, la Po-
licía Nacional y el Poder Judicial, revisaremos las características de este mecanis-
mo de defensa previa, así como los alcances de la Ley Nº 28040.
a) La naturaleza del requisito de procedibilidad
Como coinciden los autores nacionales(382), se llama requisito de procedibili-
dad a la condición establecida por ley para el inicio y prosecución válida del
ejercicio de la acción penal. Su inobservancia acarrea la nulidad del proceso
persecutorio.
Para Mixan(383) es una de las formas más antiguas de autolimitar el poder
punitivo estatal, al establecer un obstáculo o presupuesto procesal previo al
ejercicio de la acción penal, respecto a determinados delitos.
En efecto, entre los poderes represivos que el Estado ejerce está el puniti-
vo, que a su vez genera la potestad persecutoria del delito, la misma que se
concreta en el ejercicio de la acción penal y la subsiguiente aplicación de la
pena, si es el caso.
En este escenario, el requisito de procedibilidad es una condición de obser-
vación obligatoria para el Ministerio Público –titular de la acción penal– y
para el Poder Judicial. El defecto en su cumplimiento origina una relación
jurídica procesal penal inválida, que no debe –ni puede– concluir en una
sentencia.
(382) Por todos: MIXÁN MASS, Florencio. Cuestión previa, cuestión prejudicial y excepciones,
pp. 15-19.
(383) Ibídem, pp. 10-11.
188
Sistema Nacional de Pensiones
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César Abanto Revilla
(386) Ley General del Sistema Financiero, Cuarta Disposición Final y Complementaria.
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César Abanto Revilla
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CAPÍTULO VI
Conclusiones y recomendaciones
Conclusiones y recomendaciones
I. CONCLUSIONES
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César Abanto Revilla
196
Sistema Nacional de Pensiones
II. RECOMENDACIONES
197
César Abanto Revilla
198
Sistema Nacional de Pensiones
o currícula regular del nivel básico y superior, pues los niños y adoles-
centes deben interiorizar –desde la primera infancia– la importancia y
la necesidad de aportar a la seguridad social –pública o privada–, pues
ello permitirá que cada año más personas formen parte del sistema regu-
lar, reduciendo el número de beneficiarios de programas sociales como
“Pensión 65” o el Seguro Integral de Salud (SIS), que deberían favore-
cer únicamente a los grupos de edad avanzada en situación de pobreza
extrema.
c) Evaluar la implementación de micropensiones
Tomando como base la propuesta de algunos autores(388), que plantean la
creación de planes de pensiones de S/. 1.00 y S/. 2.00 diarios, pero va-
riando el factor de referencia a un porcentaje de la RMV, pues, si bien
atravesamos en la actualidad una bonanza económica, la historia nos
muestra una tendencia a las fluctuaciones financieras derivadas de in-
debidos manejos políticos, que inciden en el cambio de moneda y en su
pérdida de valor, las micropensiones pueden ser una alternativa para re-
ducir el porcentaje de pobreza en el país.
En efecto, aprovechando el programa de afiliación obligatoria de inde-
pendientes, previsto en la Ley Nº 29903, o en paralelo al mismo, pueden
fijarse prestaciones equivalentes a un porcentaje de la pensión mínima
–dependiendo del aporte– para las personas con ingresos mensuales to-
tales inferiores a una RMV.
Bajo esta modalidad, el trabajador –independiente o informal– aportaría
al mes el equivalente de un 5 % a 10 % de la RMV, reajustable cada vez
que este concepto sea incrementado. Esta cotización le daría derecho,
dependiendo de los años de aportación, a un porcentaje de la pensión
mínima –S/. 415.00–, que para el primer caso, estaría entre el 40 % y
50 %, y, en el segundo, podría fluctuar entre el 60 % y 70 %.
Plan de micropensión Nº 1
Tasa de aporte 5% 6% 7%
% Pensión mínima 40 % 45 % 50 %
Plan de micropensión Nº 2
Tasa de aporte 8% 9% 10 %
% Pensión mínima 60 % 65 % 70 %
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César Abanto Revilla
200
Sistema Nacional de Pensiones
201
ANEXOS LEGISLATIVOS
TÍTULO I
DE LA CREACIÓN
ARTÍCULO 1
Créase el Sistema Nacional de Pensiones de la Seguridad Social, en sustitución de los sistemas de
pensiones de las Cajas de Pensiones de la Caja Nacional de Seguro Social y del Seguro Social del
Empleado y del Fondo Especial de Jubilación de Empleados Particulares.
ARTÍCULO 2
El Seguro Social del Perú es el organismo central del Sistema Nacional de Pensiones de la Seguridad
Social.
Artículo modificado por el artículo 7 del Decreto Ley Nº 20604 publicado el 07/05/1974.
207
César Abanto Revilla
TÍTULO II
DE LOS ASEGURADOS
ARTÍCULO 3
Son asegurados obligatorios del Sistema Nacional de Pensiones de la Seguridad Social, con la
excepción a que se refiere el artículo 5, los siguientes:
a) Los trabajadores que prestan servicios bajo el régimen de la actividad privada a empleadores
particulares, cualesquiera que sean la duración del contrato de trabajo y/o el tiempo de trabajo
por día, semana o mes;
b) Los trabajadores al servicio del Estado bajo los regímenes de la Ley Nº 11377 o de la actividad
privada; incluyendo al personal que a partir de la vigencia del presente Decreto Ley ingrese a
prestar servicios en el Poder Judicial, en el Servicio Diplomático y en el Magisterio;
c) Los trabajadores de empresas de propiedad social, cooperativas y similares;
d) Los trabajadores al servicio del hogar;
e) Los trabajadores artistas; y
f) Otros trabajadores que sean comprendidos en el Sistema, por Decreto Supremo, previo informe
del Consejo Directivo de Seguro Social del Perú.
Inciso modificado por el artículo 7 del Decreto Ley Nº 20604 publicado el 07/05/1974.
ARTÍCULO 4
Podrán asegurarse facultativamente en el Sistema Nacional de Pensiones en las condiciones que fije
el reglamento del presente Decreto Ley:
a) Las personas que realicen actividad económica independiente; y
b) Los asegurados obligatorios que cesen de prestar servicios y que opten por la continuación
facultativa.
ARTÍCULO 5
No están comprendidos en los alcances del presente Decreto-Ley los trabajadores del Sector Público
Nacional que al entrar en vigencia el mismo se hallen prestando servicios sujetos al régimen de
cesantía, jubilación y montepío.
La presente exclusión no es aplicable a los indicados trabajadores en el caso de que por prestar o haber
prestado servicios en otro u otros empleos en la forma indicada en el artículo 3 tengan también la
calidad de asegurados obligatorios del Sistema Nacional de Pensiones o de asegurados a facultativos
que se refiere el inciso b) del artículo 4, respectivamente. En estos casos se podrá obtener pensión
o compensación, según corresponda, bajo el régimen del Decreto Ley Nº 20530 y los derechos que
acuerda el presente Decreto Ley.
Artículo sustituido por el artículo 1 del Decreto Ley Nº 20604 publicado el 07/05/1974.
208
Sistema Nacional de Pensiones
TÍTULO III
DE LA ORGANIZACIÓN FINANCIERA
ARTÍCULO 6
Constituyen fuentes de financiamiento del Sistema Nacional de Pensiones de la Seguridad Social:
a) Las aportaciones de los empleadores y de los asegurados;
b) El producto de las multas y recargos por las infracciones a este Decreto Ley y su Reglamento;
c) El rendimiento de sus inversiones;
d) Los intereses de sus capitales y reservas; y
e) Las donaciones que por cualquier concepto reciba.
ARTÍCULO 7
Las aportaciones a que se refiere el inciso a) del artículo anterior equivalen a un porcentaje del mon-
to de la remuneración asegurable que percibe el trabajador, porcentaje que se fijará, en cada caso,
por Decreto Supremo con el voto aprobatorio del Consejo de Ministros, a propuesta del Consejo
Directivo de Seguro Social del Perú y previo estudio actuarial. Dicho porcentaje será abonado en
la forma siguiente:
a) Dos terceras partes por el empleador o la empresa de propiedad social, cooperativa o similar,
según el caso; y
b) Una tercera parte por el asegurado.
Artículo modificado por el artículo 7 del Decreto Ley Nº 20604 publicado el 07/05/1974.
ARTÍCULO 8
Para los fines del Sistema se considera remuneración asegurable el total de las cantidades percibidas
por el asegurado por los servicios que presta a su empleador o empresa, cualquiera que sea la deno-
minación que se les dé, con las excepciones que se consignan en el artículo siguiente.
ARTÍCULO 9
Para los fines del Sistema no forman parte de la remuneración asegurable, únicamente las cantidades
que perciba el asegurado por los siguientes conceptos:
a) Gratificaciones extraordinarias;
b) Asignación anual sustitutoria del régimen de participación en las utilidades;
c) Participación en las utilidades;
d) Bonificación por riesgo de pérdida de dinero;
e) Bonificación por desgaste de herramientas; y
f) Las sumas o bienes entregados al trabajador para la realización de sus labores, exigidos por la
naturaleza de estas, como los destinados a movilidad, viáticos, representación y vestuario.
ARTÍCULO 10
La remuneración máxima asegurable sobre la que se pagará aportaciones, por cada empleo, será fijada
por Decreto Supremo con el voto aprobatorio del Consejo de Ministros, a propuesta del Consejo
Directivo de Seguro Social del Perú y previo estudio actuarial.
209
César Abanto Revilla
Si la remuneración percibida superara dicha suma, el asegurado pagará, además, por el exceso, hasta
una suma igual a la mitad de la remuneración máxima asegurable, el porcentaje que le corresponde
sobre dicho exceso, por cada empleo.
El monto de la remuneración máxima asegurable deberá reajustarse en la proporción que se reajuste
el monto de la pensión máxima que otorga la Caja a que se refiere el artículo 78.
Artículo modificado por el artículo 7 del Decreto Ley Nº 20604 publicado el 07/05/1974.
ARTÍCULO 11
Los empleadores y las empresas de propiedad social, cooperativas o similares, están obligados a
retener las aportaciones de los trabajadores asegurados obligatorios en el montepío del pago de sus
remuneraciones y a entregarlas a Seguro Social del Perú, conjuntamente con las que dichos emplea-
dores o empresas deberán abonar, por el término que fije el Reglamento, dentro del mes siguiente a
aquel en que se prestó el trabajo. Si las personas obligadas no retuvieren en la oportunidad indicada
las aportaciones de sus trabajadores, responderán por su pago, sin derecho a descontárselas a estos.
Artículo sustituido por el artículo 1 del Decreto Ley Nº 20604 publicado el 07/05/1974.
ARTÍCULO 12
Los empleadores y las empresas de propiedad social, cooperativas y similares obligados al pago de
las aportaciones de los asegurados obligatorios y de las que les corresponda, que incurran en mora,
pagarán un recargo del dos por ciento del valor de dichas aportaciones por cada mes calendario o
fracción, sin perjuicio de las sanciones a que hubiere lugar.
ARTÍCULO 13
Las aportaciones, recargos y multas adeudadas darán lugar a cobranza coactiva, salvo el caso de
aportaciones impagas de asegurados facultativos, que solo estarán afectas al recargo a que se refiere
el artículo anterior.
El procedimiento coactivo, bajo responsabilidad de la autoridad competente, se iniciará en el término
de treinta días contados a partir de la fecha en que el empleador y las empresas de propiedad social,
cooperativas o similares obligados al pago de las aportaciones no cumplan con efectuar dicho abono.
Para el cumplimiento de lo dispuesto en este artículo se organizará y mantendrá actualizado el
Registro de Cuentas de Empleadores.
ARTÍCULO 14
Las aportaciones de los asegurados facultativos a que se refiere el inciso a) del artículo 4, se pagarán
sobre la base del ingreso asegurable mensual.
Se considera ingreso asegurable mensual la doceava parte del ingreso anual que perciban por su tra-
bajo personal en actividad económica independiente, según declaración jurada de pago del impuesto
a la renta del año anterior al cual corresponde el periodo de aportación.
Si no hubiera obligación de presentar declaración jurada de impuesto a la renta o si el trabajador
iniciara actividad económica independiente y no hubiera estado obligado, con anterioridad, a la pre-
sentación de la misma, las aportaciones serán establecidas según declaración jurada que hará a la Caja.
En todo caso, la base para el cálculo de estas aportaciones no podrá ser inferior a una remuneración
mínima vital del lugar de su trabajo habitual.
210
Sistema Nacional de Pensiones
ARTÍCULO 15
Las aportaciones de los asegurados facultativos a que se refiere el inciso b) del artículo 4 se pagarán
teniendo como base el promedio de la remuneración asegurable mensual percibida durante el último
año de servicios.
El Consejo Directivo de Seguro Social del Perú podrá reajustar la base para el pago de dichas apor-
taciones, a fin de mantener el valor real de las prestaciones que pudieran corresponder.
Artículo modificado por el artículo 7 del Decreto Ley Nº 20604 publicado el 07/05/1974.
ARTÍCULO 16
La aportación de los asegurados facultativos es de su cargo exclusivo, y equivale al porcentaje global
a que se refiere el artículo 7, de su remuneración o ingreso asegurables hasta un monto igual a una
remuneración máxima asegurable señalada en el primer párrafo del artículo 10.
Si su remuneración o ingreso superara dicha suma, los asegurados facultativos pagarán:
a) Por la suma máxima asegurable el porcentaje global señalado en el artículo 7; y,
b) Por el exceso de la suma máxima asegurable y solo hasta un cincuenta por ciento de la misma,
la tercera parte del porcentaje global a que se refiere el artículo 7.
ARTÍCULO 17
El pago de las aportaciones de los asegurados facultativos se efectuará de conformidad con lo que
establezca el Reglamento dentro del término que fije el mismo.
ARTÍCULO 18
La obligación de pago de las aportaciones propias de los empleadores o empresas a que se refiere el
artículo 7, prescribe a los quince años.
Es imprescriptible la obligación de pagar las aportaciones retenidas o que debió retenerse a los
trabajadores.
ARTÍCULO 19
El régimen financiero del Sistema Nacional de Pensiones operará en base al sistema de prima es-
calonada.
Bajo responsabilidad del Gerente General de la Seguro Social del Perú, en periodos no mayores
de cinco años, se efectuará obligatoriamente estudios actuariales para determinar si los ingresos y
reservas del Sistema Nacional de Pensiones garantizan su equilibrio financiero.
Artículo modificado por el artículo 7 del Decreto Ley Nº 20604 publicado el 07/05/1974.
ARTÍCULO 20
Si por causas imprevisibles el total de los egresos de un año calendario superara a los ingresos, pro-
duciendo un déficit que pudiere ser evaluado como permanente, las aportaciones serán aumentadas
211
César Abanto Revilla
por Resolución Ministerial a propuesta del Consejo Directivo de Seguro Social del Perú, en uno
y medio por ciento de las remuneraciones o ingresos asegurables, distribuyéndose el pago de este
porcentaje en la forma prevista en el artículo 7.
En la fecha en que entre en vigencia el aumento a que se refiere el párrafo anterior, el Gerente General
dispondrá la realización de un estudio actuarial con el objeto de que en un plazo no mayor de seis
meses se ratifique o reajuste la tasa de incremento de conformidad con el artículo 7; en este último
caso, el nuevo porcentaje de aportación no se aplicará a los periodos devengados.
Artículo modificado por el artículo 7 del Decreto Ley Nº 20604 publicado el 07/05/1974.
ARTÍCULO 21
El Fondo de Reserva estará constituido por el monto capitalizado de los saldos líquidos de los ejer-
cicios anuales, deducidos los gastos de prestaciones y administración.
El Fondo de Reserva no será destinado a atender el pago de prestaciones ni los gastos de adminis-
tración del Seguro Social del Perú.
Artículo modificado por el artículo 7 del Decreto Ley Nº 20604 publicado el 07/05/1974.
ARTÍCULO 22
El Fondo de Reserva se invertirá teniendo en cuenta, en forma concurrente, las siguientes normas:
a) La seguridad de su valor real;
b) La garantía del equilibrio financiero del Sistema;
c) La mayor rentabilidad posible;
d) La liquidez; y,
e) La contribución al desarrollo socioeconómico del país, de conformidad con los planes nacionales
de desarrollo.
Cuando las inversiones tengan por finalidad el beneficio común de los asegurados, no será de apli-
cación el inciso c) del presente artículo, sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo siguiente.
ARTÍCULO 23
Las inversiones del fondo de reserva solo podrán realizarse si los estudios y proyectos demuestran
para cada una de ellas una rentabilidad efectiva neta no menor que la tasa de interés de depósito
bancario a plazo fijo, luego de deducidos los gastos de administración que requiere cada inversión.
TÍTULO IV
DE LAS PRESTACIONES
CAPÍTULO I
PENSIÓN DE INVALIDEZ
ARTÍCULO 24
Se considera inválido:
a) Al asegurado que se encuentra en incapacidad física o mental prolongada o presumida per-
manente, que le impide ganar más de la tercera parte de la remuneración o ingreso asegurable
212
Sistema Nacional de Pensiones
que percibiría otro trabajador de la misma categoría, en un trabajo igual o similar en la misma
región; y
b) Al asegurado que, habiendo gozado de subsidio de enfermedad durante el tiempo máximo
establecido por la Ley continúa incapacitado para el trabajo.
ARTÍCULO 25
Tiene derecho a pensión de invalidez el asegurado:
a) Cuya invalidez, cualquiera que fuere su causa, se haya producido después de haber aportado
cuando menos 15 años, aunque a la fecha de sobrevenirle la invalide no se encuentre aportando;
b) Que teniendo más de 3 y menos de 15 años completos de aportación, al momento de sobrevenirle
la invalidez, cualquiera que fuere su causa, contase por lo menos con 12 meses de aportación
en los 36 meses anteriores a aquel en que produjo la invalidez, aunque a dicha fecha no se
encuentre aportando;
c) Que al momento de sobrevenirle la invalidez, cualquiera que fuere su causa, tenga por lo
menos 3 años de aportación, de los cuales por lo menos la mitad corresponda a los últimos 36
meses anteriores a aquel en que se produjo la invalidez, aunque a dicha fecha no se encuentre
aportando; y
d) Cuya invalidez se haya producido por accidente común o de trabajo, o enfermedad profesional,
siempre que a la fecha de producirse el riesgo haya estado aportando.
En ningún caso el pensionista de jubilación tendrá derecho a pensión de invalidez.
Artículo sustituido por el artículo 1 del Decreto Ley Nº 20604 publicado el 07/05/1974.
ARTÍCULO 26
El asegurado del Sistema Nacional de Pensiones que solicite pensión de invalidez presentará junto
con su Solicitud de pensión, un Certificado Médico de Invalidez emitido por el Instituto Peruano de
Seguridad Social, establecimientos de salud pública del Ministerio de Salud o Entidades Prestadoras
de Salud constituidas según Ley Nº 26790, de acuerdo al contenido que la Oficina de Normalización
Previsional apruebe, previo examen de una Comisión Médica nombrada para tal efecto en cada una
de dichas entidades.
En caso de enfermedad terminal o irreversible, no se exigirá la comprobación periódica del estado
de invalidez.
Si efectuada la verificación posterior se comprobara que el Certificado Médico de Invalidez es
falso o contiene datos inexactos, serán responsables de ello penal y administrativamente, el médico
que emitió el certificado y cada uno de los integrantes de las Comisiones Médicas de las entidades
referidas, y el propio solicitante.
Artículo modificado por el artículo 1 de la Ley Nº 27023 publicada el 24/12/1998.
ARTÍCULO 27
El monto de la pensión mensual de invalidez, en los casos considerados en el artículo 25, será igual
al cincuenta por ciento de la remuneración o ingreso de referencia.
Cuando el total de años completos de aportación sea superior a tres el porcentaje se incrementará en
uno por ciento por cada año completo de aportación que exceda de tres años.
213
César Abanto Revilla
ARTÍCULO 28
También tiene derecho a pensión el asegurado que, con uno o más años completos de aportación
y menos de tres, se invalide a consecuencia de enfermedad no profesional, a condición de que al
producirse la invalidez cuente por lo menos con doce meses de aportación en los treintiséis meses
anteriores a aquel en que sobrevino la invalidez. En tal caso, la pensión será equivalente a un sexto
de la remuneración o ingreso de referencia por cada año completo de aportación.
ARTÍCULO 29
Si al producirse la invalidez el asegurado tuviera cónyuge a su cargo y/o hijos en edad de percibir
pensión de orfandad, el monto de la pensión de invalidez se incrementará en un porcentaje com-
prendido entre el 2 y el 10 por ciento de la remuneración o ingreso de referencia por el cónyuge,
y entre el 2 y el 5 por ciento por cada hijo. El Reglamento fijará las tasas diferenciales según las
remuneraciones o ingresos de referencia, de modo de beneficiar en particular a los de menor monto.
Dichos incrementos se mantendrán en tanto subsistan las causas que les dieron origen.
En todo caso, la suma total que por concepto de pensión se otorgue no podrá exceder de la remune-
ración o ingreso de referencia, ni del monto máximo a que se refiere el artículo 78.I
Artículo sustituido por el artículo 1 del Decreto Ley Nº 20604 publicado el 07/05/1974.
ARTÍCULO 30
Si él inválido requiriera del cuidado permanente de otra persona para efectuar los actos ordinarios
de la vida, se le otorgará, además de la pensión, una bonificación mensual, cuyo monto será igual a
una remuneración mínima vital correspondiente al lugar de su residencia.
Esta bonificación seguirá siendo otorga si el inválido Luego transferido a jubilación pero no se tomará
en cuenta para el cálculo de las pensiones de sobrevivientes ni del capital de defunción.
La suma de la pensión de invalidez o la de jubilación en el caso de transferencia y de bonificación
mencionada, podrá exceder de la remuneración o ingreso de referencia pero no del monto máximo
a que se refiere el artículo 78.
Artículo sustituido por el artículo 1 del Decreto Ley Nº 20604 publicado el 07/05/1974.
ARTÍCULO 31
El derecho a la pensión de invalidez se iniciará al día siguiente del último día de goce del subsidio
de enfermedad, o, si el asegurado no tuviere derecho a dicho subsidio, en la fecha en que se produjo
la invalidez.
ARTÍCULO 32
Si el pensionista de invalidez percibiere remuneración o ingresos, el monto de la pensión se reducirá
en forma tal que, sumadas ambas cantidades, la que resulte no exceda de la remuneración o ingreso
que sirvió de referencia, que para este efecto se estimarán actualizados considerando que la pensión
reajustada continúa siendo equivalente al porcentaje que sirvió de base, para determinarla, de con-
formidad con los artículos 27, 28 y 29, según corresponda. En ningún caso dicho total será superior
al monto de la pensión máxima mensual a que se refiere el artículo 78.
ARTÍCULO 33
Caduca la pensión de invalidez en cualesquiera de los siguientes casos:
214
Sistema Nacional de Pensiones
a) Por haber recuperado el pensionista la capacidad física o mental o por haber alcanzado una
capacidad, en ambos casos, en grado tal que le permita percibir una suma cuando menos equi-
valente al monto de la pensión que recibe;
b) Por pasar a la situación de jubilado a partir de los cincuenticinco años de edad los hombres
y cincuenta las mujeres, siempre que tengan el tiempo necesario de aportación para alcanzar
este derecho y el beneficio sea mayor; sin la reducción establecida en el artículo 44; y
c) Por fallecimiento del beneficiario.
ARTÍCULO 34
A partir de la fecha de declaración de caducidad de la pensión de invalidez conforme a lo dispuesto
en el inciso a) del artículo 33, y siempre que el pensionista no tengan remuneración o ingreso el
pago de aquella se extenderá por un periodo de tres meses, conforme a los siguientes porcentajes
del monto de la pensión.
Primer mes: Cien por ciento.
Segundo mes: Setenticinco por ciento.
Tercer mes: Cincuenta por ciento.
ARTÍCULO 35
Si el pensionista de invalidez dificultase o impidiese su tratamiento, se negase a cumplir las pres-
cripciones médicas que se le impartan se resistiese a someterse a las comprobaciones de su estado o
a observar las medidas de recuperación, rehabilitación o reorientación profesional, se suspenderá el
pago de la pensión de invalidez mientras persista en su actitud, sin derecho a reintegro.
ARTÍCULO 36
Cuando la invalidez sea provocada por un acto intencional del asegurado o por su participación en
la comisión de un delito, procederá el pago de pensión de invalidez únicamente en los casos de los
incisos a), b) y c) del artículo 25 y siempre que tenga cónyuge a su cargo y/o hijos en edad de percibir
pensión de orfandad en cuyo caso la pensión será pagada a dichos beneficiarios. Si el cónyuge o los
hijos mayores de dieciocho años hubiesen participado en el delito, no se otorgará pensión a estos.
ARTÍCULO 37
El Seguro Social del Perú coordinará con la rama de prestaciones de Salud de las Instituciones
de Seguridad Social el otorgamiento de los servicios de rehabilitación y reorientación profesional
necesarios para la recuperación de sus pensionistas de invalidez.
Artículo modificado por el artículo 7 del Decreto Ley Nº 20604 publicado el 07/05/1974.
CAPÍTULO II
PENSIÓN DE JUBILACIÓN
ARTÍCULO 38
Tienen derecho a pensión de jubilación los hombres a partir de los sesenta años de edad y las mu-
jeres a partir de los cincuenticinco a condición de reunir los requisitos de aportación señalados en
el presente Decreto Ley.
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César Abanto Revilla
Por Decreto Supremo con el voto aprobatorio del Consejo de Ministros, previo informe del Con-
sejo Directivo de Seguro Social del Perú y los estudios técnico y actuarial correspondientes, podrá
fijarse, en las condiciones que en cada caso se establezca, edades de jubilación inferiores hasta en
cinco años a las señaladas en el párrafo anterior, para aquellos grupos de trabajadores que realizan
labores en condiciones particularmente penosas o que implican un riesgo para la vida o la salud
proporcionalmente creciente a la mayor edad de los trabajadores.
Artículo modificado por el artículo 7 del Decreto Ley Nº 20604 publicado el 07/05/1974. El artículo
9 de la Ley Nº 26504, publicada el 18/07/1995, establece que la edad de jubilación es de 65 años.
ARTÍCULO 39
La suma total que por concepto de pensión de jubilación se otorgue, incluidos los incrementos a que
se refiere el artículo 43, no podrá exceder de la remuneración o ingreso de referencia ni del monto
máximo a que se refiere el artículo 78.
Artículo sustituido por el artículo 1 del Decreto Ley Nº 20604 publicado el 07/05/1974.
SECCIÓN I
A. RÉGIMEN GENERAL DE JUBILACIÓN
ARTÍCULO 40
Están comprendidos en el régimen general de jubilación:
a) Los asegurados inscritos a partir de la fecha de vigencia del presente Decreto Ley;
b) Los asegurados obligatorios nacidos a partir del primero de julio de mil novecientos treintiuno
si son hombres, o a partir del primero de julio de mil novecientos treintiseis si son mujeres;
c) Los asegurados facultativos a que se refiere el inciso a) del artículo 4; y
d) Los asegurados facultativos a que se refiere el inciso b) del artículo 4 nacidos a partir del pri-
mero de julio de mil novecientos treintiuno si son hombres, o a partir del primero de julio de
mil novecientos treinta y seis si son mujeres.
ARTÍCULO 41
El monto de la pensión que se otorgue a los asegurados que acrediten las edades señaladas en el
artículo 38 será equivalente al cincuenta por ciento de su remuneración o ingreso de referencia
siempre que tengan:
a) Los hombres quince años completos de aportación; y
b) Las mujeres trece años completos de aportación.
Dicho porcentaje se incrementará en dos por ciento si son hombres y dos y medio por ciento si son
mujeres, por cada año adicional completo de aportación.
ARTÍCULO 42
Los asegurados obligatorios, así como los asegurados facultativos a que se refiere el inciso
b) del artículo 4, que acrediten las edades señaladas en el artículo 38, que tengan cinco o más
años de aportación pero menos de quince o trece años según se trate de hombres o mujeres,
respectivamente, tendrán derecho a una pensión reducida equivalente a una treintava o una
216
Sistema Nacional de Pensiones
ARTÍCULO 43
Si al momento de producirse la contingencia, según el artículo 80, el beneficiario de una pensión
de jubilación tuviera cónyuge a su cargo y/o hijos en edad de percibir pensión de orfandad, el
monto de la pensión se incrementará en un porcentaje comprendido entre el 2 y el 10 por ciento de
la remuneración o ingreso de referencia por el cónyuge y entre el 2 y el 5 por ciento por cada hijo.
El Reglamento fijará las tasas diferenciales según las remuneraciones o ingresos de referencia, de
modo de beneficiar en particular a los de menor monto. Dichos incrementos se mantendrán en tanto
subsistan las causas que les dieron origen.
Artículo sustituido por el artículo 1 del Decreto Ley Nº 20604 publicado el 07/05/1974.
ARTÍCULO 44
Los trabajadores que tengan cuando menos 55 o 50 años, de edad y 30 o 25 años de aportación, según
sean hombres o mujeres, respectivamente, tienen derecho a pensión de jubilación.
Asimismo, tienen derecho a pensión de jubilación en los casos de reducción o despedida total del
personal, de conformidad con el Decreto Ley Nº 18471, los trabajadores afectados que tengan
cuando menos 55 o 50 años de edad, y 15 o 13 años de aportación, según sean hombres o mujeres,
respectivamente.
En los casos a que se refieren los 2 párrafos anteriores, la pensión se reducirá en 4 por ciento por
cada año de adelanto respecto de 60 a 55 años de edad, según se trate de hombres o mujeres, res-
pectivamente.
En ningún caso se modificará el porcentaje de reducción por adelanto en la edad de jubilación ni se
podrá adelantar por segunda vez esta edad.
Si el pensionista a que se refiere el presente artículo reiniciare actividad remuneraria, al cesar esta
se procederá a una nueva liquidación de la pensión de conformidad con lo establecido en el quinto
párrafo del artículo 45.
Artículo sustituido por el artículo 1 del Decreto Ley Nº 20604 publicado el 07/05/1974.
ARTÍCULO 45
El Pensionista que se reincorpore a la actividad laboral como trabajador dependiente o independiente
elegirá entre la remuneración o retribución que perciba por sus servicios prestados o su pensión
generada por el Sistema Nacional de Pensiones. Al cese de su actividad laboral percibirá el monto
de su pensión primitiva con los reajustes que se hayan efectuado, así como los derechos que hubiera
generado en el Sistema Privado de Pensiones, la misma que se restituirá en un plazo no mayor a
sesenta (60) días.
217
César Abanto Revilla
ARTÍCULO 46
La pensión de jubilación caduca por fallecimiento del pensionista.
SECCIÓN II
B. RÉGIMEN ESPECIAL DE JUBILACIÓN
ARTÍCULO 47
Están comprendidos en el régimen especial de jubilación los asegurados obligatorios y los faculta-
tivos a que se refiere el inciso b) del artículo 4, en ambos casos, nacidos antes del primero de julio
de mil novecientos treintiuno o antes del primero de julio de mil novecientos treintiseis, según se
trate de hombres o mujeres, respectivamente, que a la fecha de vigencia del presente Decreto Ley,
estén inscritos en las Cajas de Pensiones de la Caja Nacional de Seguro Social o del Seguro Social
del empleado.
ARTÍCULO 48
El monto de la pensión que se otorgue a los asegurados comprendidos en el artículo anterior, que
acrediten las edades señaladas en el artículo 38, será equivalente al cincuenta por ciento de la re-
muneración de referencia por los primeros cinco años completos de aportación. Dicho porcentaje
se incrementará en uno punto dos por ciento si son hombres y uno punto cinco por ciento si son
mujeres, por cada año completo adicional de aportación.
ARTÍCULO 49
Son aplicables a los pensionistas del Régimen Especial de Jubilación los artículos 43, 44, 45 y 46.
CAPÍTULO III
PENSIONES DE SOBREVIVIENTES
ARTÍCULO 50
Son pensiones de sobrevivientes las siguientes:
a) De viudez;
218
Sistema Nacional de Pensiones
b) De orfandad; y
c) De ascendientes.
ARTÍCULO 51
Se otorgará pensión de sobrevivientes:
a) Al fallecimiento de un asegurado con derecho a pensión de jubilación o que de haberse inva-
lidado hubiere tenido derecho a pensión de invalidez;
b) Al fallecimiento de un asegurado a consecuencia de accidente común estando en periodo de
aportación;
c) Al fallecimiento de un asegurado a consecuencia de accidente de trabajo o enfermedad profe-
sional si los riesgos no se encuentran cubiertos por el Decreto Ley Nº 18846; y
d) Al fallecimiento de un pensionista de invalidez o jubilación.
Si el causante hubiese tenido derecho indistintamente a dos pensiones de sobrevivientes se tomará
en cuenta la de mayor monto.
Artículo sustituido por el artículo 1 del Decreto Ley Nº 20604 publicado el 07/05/1974.
ARTÍCULO 52
Se otorgará también pensión de sobrevivientes, de conformidad con lo dispuesto en el presente Decreto
Ley, al fallecimiento de un beneficiario de pensión por incapacidad permanente o gran incapacidad,
concedida conforme al Decreto Ley Nº 18846.
En este caso el monto de las pensiones será calculado sobre la base de la pensión otorgada de con-
formidad con el Decreto Ley Nº 18846 o de la que le pudiera corresponder con sujeción al presente
Decreto Ley, si esta fuese mayor.
SECCIÓN I
PENSIÓN DE VIUDEZ
ARTÍCULO 53
Tiene derecho a pensión de viudez la cónyuge del asegurado o pensionista fallecido, y el cónyuge
inválido o mayor de sesenta años de la asegurada o pensionista fallecida que haya estado a cargo de
esta, siempre que el matrimonio se hubiera celebrado por lo menos un año antes del fallecimiento
del causante y antes de que este cumpla sesenta años de edad si fuese hombre o cincuenta años si
fuese mujer, o más de dos años antes del fallecimiento del causante en caso de haberse celebrado el
matrimonio a edad mayor de las indicadas.
Se exceptúan de los requisitos relativos a la fecha de celebración del matrimonio los casos siguientes:
a) Que el fallecimiento del causante se haya producido por accidente;
b) Que tengan o hayan tenido uno o más hijos comunes; y
c) Que la viuda se encuentre en estado grávido a la fecha de fallecimiento del asegurado.
ARTÍCULO 54
El monto máximo de la pensión de viudez es igual al cincuenta por ciento de la pensión de invalidez
o jubilación que percibía o hubiera tenido derecho a percibir el causante.
219
César Abanto Revilla
Frase “de viudez” declarada inconstitucional por el inciso D) del Resolutivo Nº 2 de la Sentencia
del Tribunal Constitucional recaída en el Expediente Nº 050-2004-AI-TC, publicada el 12/06/2005.
ARTÍCULO 55
El viudo y la viuda inválidos con derecho a pensión, que requieran del cuidado permanente de otra
persona para efectuar los actos ordinarios de la vida, percibirán además, la bonificación mensual a
que se refiere el artículo 30, en las condiciones señaladas en dicho artículo.
SECCIÓN II
PENSIÓN DE ORFANDAD
ARTÍCULO 56
Tienen derecho a pensión de orfandad: los hijos menores de dieciocho años del asegurado o pen-
sionista fallecido.
Subsisten el derecho a pensión de orfandad:
a) Hasta que el beneficiario cumpla veintiún años, siempre que siga en forma ininterrumpida
estudios del nivel básico o superior de educación
Frase ‘Hasta que el beneficiario cumpla veintiún años’ declarada inconstitucional por
el inciso B) del Resolutivo Nº 2 de la Sentencia del Tribunal Constitucional recaída en el
Expediente Nº 050-2004-AI-TC, publicada el 12/06/2005.
b) Para los hijos inválidos mayores de dieciocho años incapacitados para el trabajo.
ARTÍCULO 57
En caso de huérfanos de padre y madre, la pensión máxima es equivalente al cuarenta por ciento. Si
el padre y la madre hubieren sido asegurados o pensionistas, la pensión se calculará sobre la base
de la pensión más elevada.
En su caso, los huérfanos a que se refiere el inciso b) del artículo anterior tendrán derecho a la bo-
nificación señalada en el artículo 30.
Oración ‘El monto máximo de la pensión de orfandad de cada hijo es igual al veinte por ciento
del monto de la pensión de invalidez o jubilación que percibía o hubiera podido percibir el cau-
sante’ declarada inconstitucional por el inciso C) del Resolutivo Nº 2 de la Sentencia del Tribunal
Constitucional Expediente Nº 050-2004-AI-TC, publicada el 12/06/2005.
SECCIÓN III
PENSIÓN DE ASCENDIENTES
ARTÍCULO 58
Tienen derecho a pensión de ascendiente, el padre y/o la madre del asegurado o pensionista fallecido
siempre que, a la fecha del deceso de este, concurran las condiciones siguientes:
a) Ser inválido o tener sesenta o más años de edad el padre y cincuenticinco o más años de edad
la madre;
b) Depender económicamente del causante;
c) No percibir rentas superiores al monto de la pensión que le correspondería; y
220
Sistema Nacional de Pensiones
ARTÍCULO 59
El monto máximo de la pensión de ascendientes será, para cada uno de ellos, igual al veinte por
ciento de la pensión que percibía o hubiera podido percibir el causante.
CAPÍTULO IV
DISPOSICIONES GENERALES SOBRE PENSIONES DE SOBREVIVIENTES
ARTÍCULO 60
Se otorgará pensiones de sobrevivientes, únicamente cuando a la fecha del fallecimiento del causante,
el beneficiario reúna las condiciones establecidas en el presente Decreto Ley para el goce de este
derecho. Las pensiones de sobrevivientes se generan en dicha fecha.
ARTÍCULO 61
Para los efectos del otorgamiento de las pensiones de sobrevivientes, se considera inválido al so-
breviviente que en razón de su estado físico y/o mental se encuentra permanentemente incapacitado
para trabajar. La invalidez será declarada conforme al artículo 26.
ARTÍCULO 62
Cuando la suma de los porcentajes máximos que corresponden al cónyuge y a cada uno de los huér-
fanos de conformidad con los artículos 54 y 57, respectivamente, excediese al cien por ciento de la
pensión de invalidez o de jubilación que percibía o hubiere tenido derecho a percibir el causante,
dichos porcentajes se reducirán, proporcionalmente de manera que la suma de todos los porcentajes
así reducidos no exceda del cien por ciento de la referida pensión. En tal caso, las pensiones de
viudez y orfandad equivaldrán a los porcentajes que resulten. Para la suma indicada no se tomará
en cuenta la bonificación a que se refieren los artículos 55 y 57.
ARTÍCULO 63
De aumentar o reducirse el número de beneficiarios los montos de las pensiones se reajustarán en
forma proporcional, sin que en ningún caso se sobrepase el porcentaje máximo que se puede percibir
por cada pensión.
Si como resultado de haber aumentado el número de beneficiarios desapareciera el saldo que dio
origen a pensión de ascendientes, se extinguirá el derecho a esta.
ARTÍCULO 64
Se suspende el pago de la pensión de sobrevivientes sin derecho a reintegro, según el caso, por:
a) No acreditar semestralmente su supervivencia el beneficiario que no cobra personalmente su
pensión;
b) No someterse el pensionista inválido a la evaluación de su estado en las oportunidades que se
le indique;
c) No acreditar anualmente el beneficiario que se refiere el inciso a) del artículo 56 su derecho a
continuar percibiendo la pensión; y
221
César Abanto Revilla
ARTÍCULO 65
Caduca la pensión de sobrevivientes según el caso, por:
a) Contraer matrimonio el beneficiario;
b) Recuperar el beneficiario inválido la capacidad laboral;
c) Alcanzar el huérfano la edad máxima para el goce del beneficio o interrumpir sus estudios; y
d) Fallecimiento del beneficiario.
ARTÍCULO 66
En caso de contraer matrimonio el pensionista de viudez, se le otorgará por una sola vez una asig-
nación equivalente a doce mensualidades de la pensión que percibía, sin que tal asignación pueda
exceder del doble de la pensión máxima mensual a que se refiere el artículo 78.
CAPÍTULO V
CAPITAL DE DEFUNCIÓN
ARTÍCULO 67
Al fallecimiento de un asegurado que percibía o hubiera tenido derecho a percibir pensión de
jubilación o de invalidez, de acuerdo al presente Decreto Ley, y únicamente en caso que no deje
beneficiarios con derecho a pensión de sobrevivientes, se otorgará capital de defunción en orden
excluyente a las siguientes:
a) Al cónyuge;
b) A los hijos;
c) A los padres; y
d) A los hermanos menores de 18 años.
ARTÍCULO 68
En caso de existir beneficiarios con igual derecho, el capital de defunción será distribuido en forma
proporcional al número de ellos.
ARTÍCULO 69
El Capital de Defunción no podrá exceder del monto de la pensión máxima mensual a que se refiere
el Sistema Nacional de Pensiones del Decreto Ley Nº 19990, vigente al momento del fallecimiento,
dicho Capital de Defunción será equivalente a seis remuneraciones o ingresos de referencia.
De tratarse del fallecimiento de un pensionista que percibía pensión de jubilación o invalidez, y en
caso de que el Capital de Defunción resulte menor al monto que como pensión mínima le corres-
pondía al momento de su fallecimiento y teniendo en cuenta los años de aportación reconocidos, el
Capital de Defunción será nivelado a dicho monto.
Artículo modificado por el artículo 1 de la Ley Nº 28071 publicado el 26/09/2003.
222
Sistema Nacional de Pensiones
CAPÍTULO VI
DISPOSICIONES GENERALES RELATIVAS A LAS PRESTACIONES
ARTÍCULO 70
Los aportes, periodos de aportaciones y obligaciones del empleador
Para los asegurados obligatorios, son periodos de aportaciones los meses, semanas o días que presten
o hayan prestado servicios que generen la obligación de abonar las aportaciones a que se refieren
los artículos 7 al 13. Son también periodos de aportaciones las licencias con goce de remuneracio-
nes otorgadas por ley o por el empleador, así como los periodos durante los que el asegurado haya
estado en goce de subsidio.
Corresponde al empleador cumplir con efectuar la retención y el pago correspondiente por concepto
de aportaciones al Sistema Nacional de Pensiones (SNP) de sus trabajadores. Sin embargo, es su-
ficiente que el trabajador pruebe adecuadamente su periodo de labores para considerar dicho lapso
como periodo de aportaciones efectivas al SNP. De la misma forma, las aportaciones retenidas que
no hayan sido pagadas al SNP por el empleador son consideradas por la Oficina de Normalización
Previsional (ONP) en el cómputo del total de años de aportación, independientemente de las acciones
que realice la ONP para el cobro de las mismas, conforme a ley
Son medios probatorios idóneos y suficientes para demostrar periodos de aportaciones, los certificados
de trabajo, las boletas de pago de remuneraciones, la liquidación de tiempo de servicios o de benefi-
cios sociales, las constancias de aportaciones de la Oficina de Registro y Cuenta Individual Nacional
de Empleadores Asegurados (ORCINEA), del Instituto Peruano de Seguridad Social (IPSS) o de
EsSalud y cualquier documento público conforme al artículo 235 del Código Procesal Civil. Carece
de sustento el no reconocimiento por parte de la ONP de periodos de aportaciones acreditados con
los medios antedichos, argumentando que estos han perdido validez, que hay una doble condición
de asegurado y empleador, o que, según la Tabla Referencial de Inicio de Aportaciones por Zonas,
establecida por el IPSS, en esa zona aún no se empezaba a cotizar.
Artículo modificado por el artículo 1 de la Ley Nº 29711 publicada el 18/06/2011.
ARTÍCULO 71
Para los asegurados facultativos se considera como periodos de aportación los meses por los que
paguen aportaciones. Para estos asegurados se considera, además, los periodos durante los cuales
hubiesen sido asegurados obligatorios.
No serán consideradas para el otorgamiento y cálculo de las prestaciones, las aportaciones de los
asegurados facultativos correspondientes al periodo anterior a la fecha en que se produjo el riesgo,
que hubiesen sido abonadas con posterioridad a dicha fecha.
ARTÍCULO 72
Las semanas o meses de prestación de servicios como asegurado de la Caja de Pensiones de la Caja
Nacional de Seguro Social y de la Caja de Pensiones del Seguro Social del Empleado, se compu-
tarán, sin excepción, como semanas o meses de aportación al Sistema Nacional de Pensiones, para
los efectos de las prestaciones que este otorga, aun cuando el empleador o la empresa de propiedad
social, cooperativa o similar no hubiere efectuado el pago de las aportaciones.
En el caso de que un asegurado haya sido remunerado semanalmente y luego mensualmente, o a la
inversa, se entenderá que cuatro y un tercio semanas de aportación equivalen a un mes aportado, no
debiendo contarse para esta equivalencia las fracciones.
223
César Abanto Revilla
ARTÍCULO 73
El monto de las prestaciones, para los asegurados obligatorios y los facultativos a que se refiere
el inciso b) del artículo 4, se determinará en base a la remuneración de referencia.
La remuneración de referencia es igual al promedio mensual que resulte de dividir entre 12 el total
de remuneraciones asegurables, definidas por el artículo 8, percibidas por el asegurado en los últimos
12 meses consecutivos inmediatamente anteriores al último mes aportación, salvo que el promedio
mensual de los últimos 36 o 60 meses sea mayor, en cuyo caso se tomará en cuenta el más elevado.
Si durante dichos 12, 36 o 60 meses no se hubiese aportado por falta de prestación de servicios en
razón de accidente, enfermedad, maternidad, licencia con goce de haber de conformidad con la Ley
Nº 11377, o paro forzoso, se sustituirá dichos periodos por igual número de meses consecutivos
inmediatamente anteriores.
Artículo sustituido por el artículo 1 del Decreto Ley Nº 20604 publicado el 07/05/1974
ARTÍCULO 74
El monto de las prestaciones para los asegurados facultativos a que se refiere el inciso a) del artículo
4 se determinará en base al ingreso de referencia, que es igual al promedio de los ingresos asegurable
de los últimos sesenta meses y por los que se hubiese pagado aportaciones.
ARTÍCULO 75
Cada remuneración o ingreso asegurable mensual que se tome en cuenta para establecer la remu-
neración o ingreso de referencia será considerado hasta el límite máximo a que se refiere el primer
párrafo del artículo 10.
ARTÍCULO 76
Si el total de meses aportados fuera inferior a doce, o a 60 en el caso de asegurados facultativos a que
se refiere el inciso a) del artículo 4, el promedio se calculará sobre la base de las remuneraciones o
ingresos asegurables percibidos desde el primer mes hasta el último de aportación. En caso de que el
riesgo se hubiere producido antes de tener el asegurado un mes de aportación, se considerará como
remuneración o ingreso de referencia, el que hubiera podido percibir en ese mes.
Artículo sustituido por el artículo 1 del Decreto Ley Nº 20604 publicado el 07/05/1974
ARTÍCULO 77
Si en los últimos cinco años anteriores a la fecha de ocurrida la contingencia, hubiera incremento
excesivo de las remuneraciones o de los ingresos asegurables, tendientes a aumentar indebidamente
el monto de las prestaciones, el cálculo de las mismas se efectuará sin considerar dicho incremento.
El Reglamento determinará los criterios que se tomarán en cuenta para calificar el carácter excesivo
de los incrementos que hubieran tendido a aumentar indebidamente el monto de las prestaciones.
ARTÍCULO 78
El Consejo Directivo de Seguro Social del Perú previo estudio actuarial propondrá al Ministro de
Trabajo el monto máximo de las pensiones que otorga el Sistema Nacional de Pensiones el que
será fijado por Decreto Supremo con el voto aprobatorio del Consejo de Ministros.
Artículo modificado por el artículo 7 del Decreto Ley Nº 20604 publicado el 07/05/1974.
224
Sistema Nacional de Pensiones
ARTÍCULO 79
Los reajustes de las pensiones otorgadas serán fijados por Resolución Ministerial a propuesta del
Consejo Directivo de Seguro Social del Perú, previo estudio actuarial que tenga en cuenta, las va-
riaciones en el costo de vida. Dichos reajustes se efectuarán por tasas diferenciales según el monto
de las pensiones de modo de beneficiar en particular a las menores.
No podrá sobrepasarse el límite señalado en el artículo anterior, por efecto de uno o más reajustes,
salvo que dicho límite sea a su vez reajustado.
Artículo modificado por el artículo 7 del Decreto Ley Nº 20604 publicado el 07/05/1974.
ARTÍCULO 80
El derecho a la prestación se genera en la fecha en que se produce la contingencia, sin perjuicio de
lo dispuesto en el artículo 31.
Para los efectos de las pensiones de jubilación, se considera que la contingencia se produce cuando,
teniendo derecho a la pensión:
a) El asegurado obligatorio cesa en el trabajo para acogerse a la jubilación;
b) El asegurado facultativo comprendido en el inciso a) del artículo 4 deja de percibir ingresos
afectos; y
c) El asegurado facultativo comprendido en el inciso b) del artículo 4, solicita su pensión no
percibiendo ingresos por trabajo remunerado.
El asegurado podrá iniciar el trámite para obtener la pensión de jubilación antes de cesar en el trabajo
o de dejar de percibir ingresos asegurables. Sin embargo, el pago de la pensión solo comenzará cuando
cese en el trabajo o deje de percibir ingresos asegurables, pasando a la condición de pensionista.
ARTÍCULO 81
Solo se abonarán las pensiones devengadas correspondientes a un periodo no mayor de doce meses
anteriores a la presentación de la solicitud del beneficiario.
ARTÍCULO 82
Prescribe la obligación del Seguro Social del Perú de efectuar el pago de las mensualidades
correspondientes a las pensiones otorgadas, así como de las demás prestaciones, a los tres años
contados a partir de la fecha en que debieron ser cobradas.
No corre el término para la prescripción:
a) Contra los menores o incapaces que no estén bajo el poder de sus padres, o de un tutor o curador;
y,
b) Mientras sea imposible reclamar el derecho en el país, salvo que el pensionista se encuentre
prófugo de la justicia.
Artículo modificado por el artículo 7 del Decreto Ley Nº 20604 publicado el 07/05/1974.
ARTÍCULO 83
Cuando el beneficiario tenga derecho a una o más pensiones otorgadas de acuerdo al presente De-
creto Ley la suma de todas no podrá exceder de la pensión máxima a que se refiere el artículo 78.
225
César Abanto Revilla
ARTÍCULO 84
Las pensiones del Sistema Nacional de Pensiones de la seguridad Social serán embargables hasta el
50 por ciento por deudas provenientes de pensiones alimenticias.
Serán también embargables hasta el 60 por ciento para el pago de la reparación civil por delitos contra
el patrimonio en agravio del Estado o el que incluye el del Sector Público Nacional. Si concurrieran
embargos por ambas causes tendrán prioridad los de alimentos.
En ningún caso se podrá embargar más del 60 por ciento de la pensión.
Sin perjuicio de lo dispuesto en los párrafos anteriores y en el cuarto párrafo del artículo 45 Seguro
Social del Perú podrá retener hasta el 20 por ciento de la pensión por adeudos provenientes de pres-
taciones pagadas en exceso por causas no imputables al pensionista. La retención y los embargos
no podrán exceder del 70 por ciento de la pensión.
Seguro Social del Perú descontará del capital de defunción el importe de las pensiones pagadas en
exceso al pensionista fallecido.
Artículo sustituido por el artículo 1 del Decreto Ley Nº 20604 publicado el 07/05/1974.
ARTÍCULO 84-A
Régimen Especial de Jubilación para la Sociedad Conyugal y las Uniones de Hech
1. Créase el Régimen Especial de Jubilación para la Sociedad Conyugal y las Uniones de Hecho,
para las sociedades conyugales o uniones de hecho, cuyos miembros, mayores de sesenta y cinco
(65) años de edad, con más de diez (10) años de relación conyugal o convivencia permanente
y estable y que no perciban pensión de jubilación alguna, acrediten aportaciones conjuntas al
Sistema Nacional de Pensiones por un periodo no menor de veinte (20) años y cumplan con
los requisitos señalados en la presente Ley.
2. La pensión especial de jubilación conyugal o de uniones de hecho tiene la condición de
bien social de la sociedad conyugal, acreditada con la partida de matrimonio civil con una
antigüedad no mayor de treinta (30) días o la sentencia firme de declaración judicial de unión
de hecho.
3. El monto de la pensión especial de jubilación conyugal o de uniones de hecho no es menor
al de la pensión mínima establecida en el Sistema Nacional de Pensiones, y la remuneración
o ingreso de referencia para el cálculo de la pensión es el promedio de las remuneraciones
percibidas por ambos cónyuges o miembros de la unión de hecho.
4. El beneficio de jubilación especial es percibido por ambos cónyuges o miembros de la unión
de hecho.
5. En caso de fallecimiento de uno de los cónyuges o miembros de la unión de hecho, el supérs-
tite percibe el cincuenta por ciento (50%) de la pensión especial de jubilación y, en caso de
pensión de orfandad, es calculada sobre la base de la pensión especial de jubilación a que hace
referencia esta norma.
6. Esta pensión especial de jubilación caduca por la invalidación del matrimonio, disolución
del vínculo matrimonial o disolución de la unión de hecho por sentencia judicial corres-
pondiente.
Artículo incorporado por el artículo 1 de la Ley Nº 29451 publicada el 20/11/2009.
226
Sistema Nacional de Pensiones
CAPÍTULO VII
DE LAS PRESTACIONES DE SALUD PARA PENSIONISTAS
ARTÍCULO 85
Los pensionistas de invalidez o jubilación del Sistema Nacional de Pensiones que hubieren sido ase-
gurados de las Cajas de Enfermedad Maternidad de la Caja Nacional de Seguro Social y del Seguro
Social del Empleado solo tienen derecho a las prestaciones de salud por el sistema de prestación
directa, y no así a los subsidios en dinero, que otorgan dichas Cajas.
ARTÍCULO 86
Las aportaciones de los pensionistas de invalidez o jubilación para cubrir el seguro de salud serán
equivalentes al cuatro por ciento del monto de la pensión, que les será retenido por el Seguro Social
del Perú y entregado a las Cajas de Enfermedad-Maternidad del Seguro Social del Empleado o de
la Caja Nacional de Seguro Social, según corresponda.
Artículo modificado por el artículo 7 del Decreto Ley Nº 20604 publicado el 07/05/1974.
ARTÍCULO 87
Si los pensionistas de invalidez o jubilación radicasen en zonas en las que no sea factible el otorga-
miento de prestaciones asistenciales directas, podrán recibirlas en los lugares en que sea factible el
otorgamiento de las mismas, salvo que decidan renunciar a este derecho, en cuyo caso se suspenderá
el descuento a que se refiere el artículo anterior.
TÍTULO V
DISPOSICIONES COMPLEMENTARIAS
ARTÍCULO 88
Seguro Social del Perú podrá aplicar multas por infracciones al presente Decreto Ley y a su Re-
glamento hasta por una suma equivalente a cinco veces el monto máximo señalado en la primera
parte del artículo 10.
Artículo sustituido por el artículo 1 del Decreto Ley Nº 20604 publicado el 07/05/1974.
ARTÍCULO 89
Todo asegurado tiene derecho a formular ante el Seguro Social del Perú las denuncias o reclamaciones
que crea necesarias en relación a sus derechos, así como a hacer las declaraciones que, siendo obliga-
ción de empleadores, empresas de propiedad social, cooperativas o similares, sean omitidas por estos.
Artículo modificado por el artículo 7 del Decreto Ley Nº 20604 publicado el 07/05/1974.
ARTÍCULO 90
No están comprendidos en el régimen del presente Decreto Ley los accidentes de trabajo y enfer-
medades profesionales cubiertos por el Decreto Ley Nº 18846.
ARTÍCULO 91
El Reglamento del presente Decreto Ley establecerá las normas para la inscripción, forma de pago
de aportaciones, y demás disposiciones necesarias para la aplicación del presente Decreto Ley.
227
César Abanto Revilla
TÍTULO VI
DISPOSICIONES TRANSITORIAS
PRIMERA
El Sistema Nacional de Pensiones entrará en vigencia a partir del primero de mayo de mil nove-
cientos setentitrés.
SEGUNDA
Los asegurados y pensionistas de las Cajas de Pensionistas de la Caja Nacional de Seguro Social
y del Seguro Social del Empleado o así como los pensionistas de invalidez del régimen de la Ley
Nº 8433 quedarán integrados, a partir del 1 de mayo de 1973, al Sistema Nacional de Pensiones,
siéndoles aplicables todas las disposiciones del presente Decreto Ley.
Disposición sustituida por el artículo 1 del Decreto Ley Nº 20604 publicado el 07/05/1974.
TERCERA
La obligación de pago de las aportaciones al presente Sistema se genera a partir del primero de
mayo de mil novecientos setentitrés. En tanto se establece el modo de pago de las aportaciones a
que se refiere el artículo 11, estas serán pagadas en la forma en que se han venido abonando las
aportaciones a las Cajas de Pensiones de la Caja Nacional de Seguro Social y del Seguro Social del
Empleado, según corresponda.
CUARTA
Las prestaciones que acuerda el presente Decreto - Ley se otorgarán por contingencias ocurridas a
partir del 1 de mayo de 1973.
Las prestaciones por contingencias ocurridas con anterioridad al 1 de mayo de 1973, se otorgarán de
conformidad con las disposiciones vigentes al momento en que se produjeron, siendo de aplicación
lo dispuesto en el artículo 72 en los casos en que a dicha fecha no hubiera resolución consentida o
ejecutoriada relativa a las prestaciones correspondientes.
Disposición sustituida por el artículo 1 del Decreto Ley Nº 20604 publicado el 07/05/1974.
QUINTA
Se fija los siguientes porcentajes iniciales para las aportaciones a que se refiere el artículo 7:
a) Desde el primero de mayo de mil novecientos setentitrés hasta el treintiuno de diciembre de
mil novecientos setenticuatro, el seis por ciento; y,
b) Desde el primero de enero de mil novecientos setenticinco, el siete y medio por ciento.
SEXTA
Se fija a partir del primero de mayo de mil novecientos setentitrés los siguientes montos máximos
iniciales:
a) Como remuneración máxima asegurable mensual a que se refiere el primer párrafo del artículo
10, la suma de treinta y siete mil quinientos soles; y,
b) Como pensión máxima mensual a que se refiere el artículo 78, la suma de treinta mil soles.
228
Sistema Nacional de Pensiones
SÉTIMA
Al fallecimiento de los actuales pensionistas cuyas pensiones de invalidez o jubilación fueron otor-
gadas por la Caja Nacional de Seguro Social, sus sobrevivientes con derecho a pensión percibirán,
además de las pensiones que les correspondan, el capital de defunción a que tenían derecho de
conformidad con la Ley Nº 8433.
OCTAVA
Las prestaciones de vejez a que se refieren los artículos 46 y 47 de la Ley Nº 8433 continuarán siendo
abonadas por Seguro Social del Perú a los asegurados que ya gozaren de ellas.
Estas pensiones serán también otorgadas a los asegurados inscritos antes del 7 de agosto de 1961 que
al 1 de mayo de 1973 tuvieren la edad y el número de aportaciones señaladas por dichos artículos, y
solicitaren dichas pensiones hasta 30 días útiles después de la fecha de publicación del Reglamento.
En ambos casos, se aplicará a estas pensiones las normas pertinentes en vigencia antes del 1 de
mayo de 1973.
En los casos previstos en la presente disposición transitoria no será de aplicación el artículo 45. De
este Decreto - Ley.
Disposición sustituida por el artículo 1 del Decreto Ley Nº 20604 publicado el 07/05/1974.
NOVENA
Las pensiones de jubilación de los trabajadores obreros del Régimen Especial de Jubilación en ser-
vicio al 1 de mayo de 1973 o de los que se los hubieren acogido a la jubilación con anterioridad a
dicha fecha, no podrán ser inferiores a las que resultarían de no aplicarse la fórmula de cálculo que
a la misma fecha aplicaba la Caja Nacional de Seguro Social en interpretación en los artículos 84
y 85 Del Reglamento de la Ley Nº 13640 que se deroga por el presente Decreto Ley.
Disposición sustituida por el artículo 1 del Decreto Ley Nº 20604 publicado el 07/05/1974.
DÉCIMA
El pago de las pensiones a los empleados jubilados con anterioridad al 1 de mayo de 1973 bajo el
régimen del Fondo Especial de Jubilación de Empleados Particulares, será asumido por Seguro Social
del Perú en las mismas condiciones en que fueron concedidas, siendo de aplicación lo dispuesto en
el artículo 84 del presente Decreto Ley. Corresponde a los empleadores, en su caso, la obligación
de continuar abonando la parte complementaria de la pensión a que se refiere el segundo párrafo del
artículo 16 y el artículo 18 del Decreto Ley Nº 17262.
El pensionista del régimen del Fondo Especial de Jubilación de Empleados Particulares, que al 1
de mayo de 1973 goce, además de dicha pensión, de pensión de vejez, invalidez o jubilación de la
Caja de Pensiones del Seguro Social del Empleado, o hubiese a dicha fecha obtenido el derecho a
ella, podrá percibir ambas pensiones hasta una suma total de 36 mil soles. En cualquier otro caso,
será incompatible el goce simultáneo de las pensiones de invalidez o jubilación establecidas en el
presente Decreto Ley con aquellas que provengan del Decreto Ley Nº 17262; pudiendo el beneficiario
optar por la que le convenga.
DÉCIMO PRIMERA
Los empleados en actual servicio, comprendidos en el Fondo Especial de Jubilación de
Empleados Particulares, que al 1 de mayo de 1973 cuenten con 20 o más años de servicio
229
César Abanto Revilla
DÉCIMO SEGUNDA
Es incompatible, a partir del l de mayo de 1973, la percepción de pensión bajo el régimen del
Decreto Ley Nº 17262, con el desempeño por el pensionista de trabajo remunerado para un em-
pleador o empresa de propiedad social, cooperativa o similar. Si lo hiciera, se le suspenderá el
pago de la pensión y estará obligado a devolver el importe de las pensiones durante el tiempo
que duró el desempeño del trabajo remunerado debiendo Seguro Social del Perú proceder en este
caso, según lo establecido en el cuarto párrafo del artículo 45 del presente Decreto Ley. Al cesar
el trabajo remunerado el pensionista podrá optar entre continuar recibiendo la pensión del régimen
del Decreto Ley Nº 17262 a que tenía derecho o la pensión que le corresponderá por el Sistema
Nacional de Pensiones.
230
Sistema Nacional de Pensiones
Se exceptúa de esta disposición al pensionista del régimen del Decreto Ley Nº 17262 que al 1 de
mayo de 1973 se encontraba trabajando, quien solo podrá continuar haciéndolo en el mismo empleo
sin que se le suspenda el pago de la pensión; esta se reducirá, sin embargo, de manera que la suma de
la pensión y la remuneración no exceda al monto de la pensión máxima fijada por la primera parte
del artículo 16 del Decreto Ley Nº 17262, o sea de 36 mil soles oro por mes.
Disposición sustituida por el artículo 1 del Decreto Ley Nº 20604 publicado el 07/05/1974.
DÉCIMO TERCERA
Podrán continuar como asegurados facultativos solo para la obtención de pensiones de sobrevivientes:
a) Los pensionistas bajo el régimen del Decreto Ley Nº 17262 que a la fecha de promulgación
del presente Decreto Ley sean asegurados facultativos del Seguro Social del Empleado para
el goce de prestaciones por riesgos diferidos; y
b) Los asegurados que habiéndose acogido al régimen del Decreto Ley Nº 17262, opten, al cesar
en el trabajo, por percibir la pensión de dicho régimen, los mismos que solo podrán dejar
pensiones de sobrevivientes en las condiciones que fija la presente disposición transitoria.
En ambos casos dichos pensionistas pagaran como aportación el 3 por ciento de la última; remu-
neración que perciban hasta un máximo de 12 mil soles, debiéndose otorgar y pagar las pensiones
de sobrevivientes de conformidad con el artículo 102 de la Ley Nº 13724 que para este solo efecto
continuará en vigencia, y de conformidad con el presente Decreto Ley.
Disposición sustituida por el artículo 1 del Decreto Ley Nº 20604 publicado el 07/05/1974.
DÉCIMO CUARTA
Los empleados comprendidos en el Fondo Especial de Jubilación de Empleados Particulares, que
al 1 de mayo de 1973 se encuentren en actividad y tengan aportaciones a una o ambas Cajas de
Pensiones de los Seguros Sociales cuando menos durante 10 años, y que queden incorporados al
Sistema Nacional de Pensiones por no haber optado por acogerse al Decreto Ley Nº 17262, según lo
establecido en la décimo primera disposición transitoria del presente Decreto Ley tendrán derecho,
además de la pensión liquidada conforme a los artículos: 31, 43, 44 o 48 del presente Decreto Ley,
según el caso, a una bonificación complementaria equivalente al 20 por ciento de la remuneración
de referencia, si, al momento de solicitar pensión de jubilación acreditan cuando menos 25 o 20 años
de servicios, tratándose de hombres o mujeres, respectivamente, a un mismo empleador o a dos si
fuese el caso del artículo 6 del Decreto Ley Nº 17262. En todo caso, se considerará como periodo
de aportación anterior al 1 de mayo de 1973, únicamente el que tuvieran en cualquiera de las Cajas
de Pensiones, y la pensión no podrá exceder del monto máximo a que se refiere el artículo 78.
Disposición sustituida por el artículo 1 del Decreto Ley Nº 20604 publicado el 07/05/1974.
DÉCIMO QUINTA
Los empleados públicos en actual servicio que estuvieron comprendidos en el régimen de cesantía,
jubilación y montepío y que con anterioridad al primero de mayo de mil novecientos setentitrés
fueron incorporados por mandato legal en el Fondo Especial de Jubilación de Empleados Particu-
lares, se regirán por la décima primera disposición transitoria de este Decreto Ley, salvo que opten
expresamente por reincorporarse al régimen de cesantía, jubilación y montepío.
231
César Abanto Revilla
DÉCIMO SEXTA
La opción a que se refiere la disposición anterior se ejercitará en el término de treinta días útiles
computados a partir del primero de mayo de mil novecientos setentitrés, mediante cartas notariales
dirigidas al Gerente General del Seguro Social del Perú y al titular del pliego presupuestario co-
rrespondiente.
Artículo modificado por el artículo 7 del Decreto Ley Nº 20604 publicado el 07/05/1974.
DÉCIMO SÉTIMA
En el caso a que se refiere la décimo quinta disposición transitoria, si el trabajador optare por su
incorporación al Sistema Nacional de Pensiones se acumularán los periodos trabajados bajo ambos
regímenes para el cómputo del tiempo de aportación siempre que no sean simultáneos.
Las entidades en que dichos trabajadores hubieren prestado servicios bajo el régimen de cesantía,
jubilación y montepío, abonarán al Seguro Social del Perú, sin recargo por mora, las aportaciones que
hubieran debido pagar a la Caja de Pensiones del Seguro Social del Empleado incluso para periodos
anteriores al primero de octubre de mil novecientos sesentidos; y a la Caja de Pensiones de la Caja
Nacional de Seguro Social; según el caso.
Asimismo, dichas entidades reintegrarán a los trabajadores, en el plazo que señale el Reglamento,
la diferencia que resulte entre las sumas descontadas a los trabajadores y las que abonen al Seguro
Social del Perú.
Si el trabajador se reincorporase al régimen de cesantía jubilación y montepío, se acumularán los
periodos trabajados bajo ambos regímenes, siempre que no sean simultáneos, para el cómputo del
tiempo de servicios, y al Seguro Social del Perú entregará al Fondo de Pensiones las cantidades apor-
tadas por aquel y sus empleadores a las Cajas de Pensiones de los Seguros Sociales, y el trabajador
reintegrará a dicho Fondo, en el plazo que señale el Reglamento, la diferencia entre dicha suma y la
que debió ser descontada para el régimen de cesantía, jubilación y montepío durante el periodo en
que estuvo fuera de dicho régimen.
Artículo modificado por el artículo 7 del Decreto Ley Nº 20604 publicado el 07/05/1974.
DÉCIMO OCTAVA
Las pensiones de jubilación otorgadas de conformidad con la Ley Nº 10624 y disposiciones modi-
ficatorias y ampliatorias, continuarán siendo abonadas solo por las personas naturales o jurídicas
obligadas a su pago y únicamente hasta por el monto mensual de cuarentiocho mil soles de oro,
monto máximo que señalaba el artículo 16 del Decreto Ley Nº 17262.
DÉCIMO NOVENA
La compensación por tiempo de servicios de los trabajadores empleados que hubieren ingresado a
prestar servicios con posterioridad al once de julio de mil novecientos sesentidos, seguirá siendo
computada hasta un máximo de doce mil soles en tanto se legisla específicamente sobre la materia;
cantidad que no incluye el 30% a que se refiere la Ley Nº 11725.
VIGÉSIMA
El Ministerio de Trabajo reglamentará el presente Decreto Ley dentro del término de noventa días
computados a partir de la fecha de su promulgación.
232
Sistema Nacional de Pensiones
TÍTULO VII
DISPOSICIÓN FINAL
Derógase a partir del primero de mayo de mil novecientos setentitres, los artículos 39 al 50 y
52, 53 y 54 de la Ley Nº 8433 la Ley Nº 13640; los artículos 79 al 13 y el capítulo VIII del Título
IV de la Ley Nº 13724, el Decreto Ley Nº 17262 y su Reglamento, las ampliatorias y modificatorias
de las mismas, y las demás disposiciones que se opongan al presente Decreto Ley.
Dado en la Casa de Gobierno, en Lima, a los veinticuatro días del mes de abril de mil nove-
cientos setentitrés.
General de División EP. JUAN VELASCO ALVARADO,
Presidente de la República.
ARTÍCULO ÚNICO
Apruébase el adjunto Reglamento del Decreto Ley Nº 19990 relativo al Sistema Nacional de Pensiones
de la Seguridad Social, el mismo que consta de cuatro Títulos y noventitrés artículos.
Lima, 31 de julio de 1974
Gral. de Div. EP. Juan Velasco Alvarado,
Presidente de la República.
Tnte. Gral. FAP. Pedro Sala Orosco,
Ministro de Trabajo.
TÍTULO I
DE LOS ASEGURADOS
CAPÍTULO I
ASEGURADOS OBLIGATORIOS
ARTÍCULO 1
Los trabajadores al servicio del Estado que tienen la calidad de asegurados obligatorios, de confor-
midad con el artículo 3 inciso b) del Decreto Ley Nº 19990, son los siguientes:
a) Los ingresados a prestar servicios al Estado sujetos a la Ley Nº 11377, a partir del 12 de julio
de 1962, sin perjuicio de lo dispuesto en los incisos c) y d) del presente artículo;
233
César Abanto Revilla
b) Los que hubieran reingresado a prestar servicios al Estado, sujetos a la Ley Nº 11377,
con posterioridad al 12 de julio de 1962 y no hayan sido comprendidos en el régimen de
cesantía, jubilación y montepío; así como los que habiendo estado sujetos a este régimen,
hubieren reingresado o reingresen a prestar servicios, con posterioridad al 28 de febrero
de 1974;
c) Los ingresados a prestar servicios como docentes sujetos a la Ley Nº 15215 o como docentes
de Universidades del Estado a partir del 1 de mayo de 1973;
d) Los ingresados a prestar servicios en el Poder Judicial o en el Servicio Diplomático a partir
del 1 de mayo de 1973; y
e) Los que presten servicios bajo el régimen laboral de la actividad privada, cualquiera que fuese
la fecha de ingreso.
ARTÍCULO 2
Trabajadores del hogar son aquellos que se dedican en forma habitual y continua a labores de lim-
pieza, cocina, asistencia a la familia y demás, propias de la conservación de una casa-habitación y
del desenvolvimiento de la vida de un hogar, que no importen lucro o negocio para el empleador o
sus familiares, y con un mínimo de cuatro horas diarias y veinticuatro semanales.
ARTÍCULO 3
Son trabajadores artistas, aquellos a que se refiere el Decreto Ley Nº 19479.
CAPÍTULO II
ASEGURADOS FACULTATIVOS
ARTÍCULO 4
Las personas a que se refiere el inciso a) del artículo 4 del Decreto Ley Nº 19990 podrán asegurarse
a partir de los 90 días útiles de publicado el presente Reglamento.
ARTÍCULO 5
Las personas indicadas en el artículo anterior deberán presentar la solicitud de inscripción conjunta-
mente con una copia de la declaración jurada de pago del impuesto a la renta del año inmediatamente
anterior o, en su caso, con la que deberá formularse a Seguro Social del Perú. En lo sucesivo, la
declaración correspondiente deberá presentarse anualmente, dentro del término de 10 días útiles
computados a partir de la fecha de vencimiento del plazo señalado por la administración tributaria
para la presentación de la declaración jurada de pago del impuesto a la renta.
ARTÍCULO 6
Se considera actividad económica independiente aquella que genera un ingreso económico por la
realización de trabajo personal no subordinado.
ARTÍCULO 7
La obligación de pago de las aportaciones se generan en la fecha de la resolución consentida o
ejecutoriada admitiendo como asegurado facultativo al solicitante.
El pago de las aportaciones se efectuará mensualmente.
234
Sistema Nacional de Pensiones
ARTÍCULO 8
El ingreso asegurable mensual se determinará sobre la base de los datos consignados en los docu-
mentos a que se refiere el artículo 5 del presente Reglamento.
ARTÍCULO 9
Se entiende por ingreso anual a efectos de la determinación del ingreso asegurable mensual a
que se refiere el artículo 14 del Decreto Ley Nº 19990, la renta bruta por el trabajo personal
independiente.
ARTÍCULO 10
En ningún caso, el ingreso asegurable mensual podrá ser inferior a una remuneración mínima vital
del lugar de trabajo habitual del asegurado.
Si el asegurado facultativo tuviere a su cargo trabajadores comprendidos en el inciso a) del artículo
3 del Decreto Ley Nº 19990, su ingreso asegurable mensual no podrá ser inferior a la remuneración
promedio mensual más elevado percibida por cualquiera de sus trabajadores en el año calendario
anterior.
ARTÍCULO 11
El Seguro facultativo caduca si el asegurado:
a) Deja de abonar aportaciones correspondientes a 12 meses;
b) Cesa en su actividad económica independiente;
c) Obtiene la calidad de asegurado obligatorio; o
d) Adquiere derecho a una pensión de invalidez o jubilación del Sistema Nacional de Pensiones.
ARTÍCULO 12
Es incompatible la calidad de asegurado obligatorio, en forma simultánea, con la de asegurado
facultativo que realiza actividad económica independiente.
ARTÍCULO 13
No podrán asegurarse facultativamente los pensionistas de invalidez o jubilación.
CAPÍTULO III
ASEGURADOS FACULTATIVOS
ARTÍCULO 14
Los asegurados que al cesar en la actividad que da lugar al seguro obligatorio tengan por lo menos
dieciocho meses calendarios de aportación, podrán acogerse a la continuación facultativa prevista
en el inciso b) del artículo 4 del Decreto Ley Nº 19990, debiendo en tal caso presentar su solicitud
dentro del término de 6 meses contados a partir del último mes de aportación.
Si el asegurado hubiere estado percibiendo subsidios de enfermedad o maternidad, el término se
computará a partir del día siguiente al último de goce de subsidio.
235
César Abanto Revilla
ARTÍCULO 14-A
También podrán acogerse a la continuación facultativa los asegurados cuya relación laboral se
haya extinguido por causal no imputable a estos y que hayan contratado una póliza de seguros
de protección a la aportación al Sistema Nacional de Pensiones, siempre que tengan por lo me-
nos dieciocho (18) meses calendarios de aportación al seguro obligatorio, no siendo necesaria
la presentación de la solicitud a que se refiere el primer párrafo del artículo 14 precedente. La
aportación será calculada de conformidad con lo dispuesto en el artículo 15 del Decreto Ley Nº
19990 y pagada directamente por la Compañía de Seguros por el plazo que establezca la póliza
de seguros respectiva, siendo inaplicable para estas aportaciones lo regulado en el artículo 17 del
presente Reglamento.
A efectos de la probanza de la causal no imputable al asegurado en los casos de extinción de los
contratos de trabajo por las causas objetivas previstas en el artículo 46º del Texto Único Ordenado
del Decreto Legislativo Nº 728, Ley de Productividad y Competitividad Laboral, aprobado mediante
Decreto Supremo Nº 003-97-TR, y de despido arbitrario, el asegurado deberá comunicar tales
supuestos a la Compañía de Seguros dentro de los sesenta (60) días posteriores a la ocurrencia
de los mismos, acompañando a su comunicación la copia simple de la Carta de Despido o del
informe expedido por la Autoridad de Trabajo que acredite tal situación, según corresponda. Para
el supuesto del despido injustificado, tal circunstancia deberá ser declarada en sede judicial, en
cuyo caso se deberá comunicar a la Compañía de Seguros la sentencia que declara tal situación
dentro de los sesenta (60) días posteriores a que la misma adquiera la calidad de firme; ello se
efectuará mediante comunicación que incluya copia simple de la citada sentencia y de la resolu-
ción que la declara firme.
Para todos los supuestos, luego de recibida la comunicación aludida, la Compañía de Seguros pro-
cederá al pago de las aportaciones sin trámite previo, entendiéndose que dicho pago se efectuará
desde el momento en que se produjo la extinción del vínculo laboral del asegurado.
Artículo incorporado por el artículo 1 del Decreto Supremo Nº 015-2007-TR publicado el
18/07/2007.
ARTÍCULO 15
Es incompatible la calidad de asegurado obligatorio con la de asegurado de continuación facultativa,
en forma simultánea.
ARTÍCULO 16
No podrán acogerse a la continuación facultativa los pensionistas de invalidez o jubilación.
ARTÍCULO 17
La continuación facultativa caduca si el asegurado:
a) Deja de abonar aportaciones correspondientes a doce meses;
b) Obtiene la calidad de asegurado obligatorio; o
c) Adquiere derecho a una pensión de invalidez o jubilación del Sistema Nacional de Pen-
siones.
236
Sistema Nacional de Pensiones
TÍTULO II
DE LA ORGANIZACIÓN FINANCIERA
ARTÍCULO 18
Las aportaciones de los asegurados obligatorios que fueren pensionistas del régimen del Decreto
Ley Nº 20530 y que al reingresar a prestar servicios en el Sector Público Nacional hubiesen optado
por continuar recibiendo su pensión, en lugar de la remuneración, serán pagadas sobre la base de la
pensión de dicho régimen, que para este efecto tendrá el carácter de remuneración asegurable según
el Decreto Ley Nº 19990.
ARTÍCULO 19
Para el cálculo de la remuneración asegurable a que se refiere el artículo 8 del Decreto Ley Nº 19990,
se tendrá también en cuenta las remuneraciones en especie, cuya equivalencia en dinero se establecerá
de conformidad con las disposiciones legales de orden laboral sobre la materia.
ARTÍCULO 20
Se considerarán gratificaciones extraordinarias las que no hayan sido pactadas con carácter perma-
nente ni concedidas con el mismo carácter, así como aquellas que no se hayan otorgado por dos
años consecutivos.
ARTÍCULO 21
Las aportaciones correspondientes a los asegurados obligatorios y a sus empleadores, así como a los
asegurados facultativos, deberán ser abonadas dentro del mes siguiente al que corresponda dicho
pago de conformidad con las disposiciones relativas al sistema de recaudación de aportaciones a
Seguro Social del Perú.
ARTÍCULO 22
La dependencia de Seguro Social del Perú encargada de la recaudación de las aportaciones está
obligada, bajo responsabilidad, a comunicar mensualmente a la Oficina Legal, la falta de pago opor-
tuno por el empleador o empresa de las aportaciones que hubieren sido retenidas a los asegurados
obligatorios, a efectos de que dicha Oficina igualmente bajo responsabilidad, formule las denuncias
penales para la aplicación del artículo 4 del Decreto Ley Nº 20604, sin perjuicio de que la depen-
dencia pertinente siga las acciones coactivas correspondientes para el cobro de las aportaciones no
pagadas, con los recargos y multas a que hubiere lugar.
ARTÍCULO 23
El pago de aportaciones de los asegurados facultativos, con los recargos por mora, si fuese el caso,
se aplicará al mes o a los meses inmediatamente siguientes a aquel por el cual haya sido abonada
la última aportación.
Se exceptúa de esta disposición el caso de pérdida y sucesiva recuperación del seguro facultativo a
que se refieren los artículos 11, 17 y 25 del presente Reglamento.
ARTÍCULO 24
La remuneración asegurable señalada por el artículo 15 del Decreto Ley Nº 19990 será igual al pro-
medio mensual de las remuneraciones asegurables percibidas en los últimos doce meses consecutivos
237
César Abanto Revilla
anteriores a la fecha en que cesó el asegurado, siendo de aplicación en su caso la última parte del
artículo 73 del Decreto Ley Nº 19990.
ARTÍCULO 25
El asegurado facultativo cuyo seguro hubiere caducado por la causal prevista en el inc. a) de los
artículos 11 y 17 del presente Reglamento, podrá recuperar dicha calidad, debiendo manifestar en
su solicitud si opta por abonar las aportaciones impagas correspondientes al período anterior a su
reincorporación, con los recargos a que hubiere lugar, o por reanudar el pago a partir de la fecha de
reincorporación.
El derecho que establece el presente artículo podrá ser ejercido solamente dos veces.
ARTÍCULO 26
A efectos del artículo 23 del Decreto Ley Nº 19990, la rentabilidad efectiva neta anual de cada
inversión real se calculará dividiendo el rendimiento total proyectado para el periodo en que debe
recuperarse el capital, entre el número de años de dicho periodo.
Al finalizar cada ejercicio contable se verificará si el resultado en ese ejercicio se ajusta a lo pre-
visto en los estudios que sirven de base a la inversión. Si no se obtuviere el resultado previsto en el
ejercicio, el Consejo Directivo de Seguro Social del Perú adoptará las medidas pertinentes, previo
informe del Gerente General.
ARTÍCULO 27
La rentabilidad efectiva neta anual de cada inversión financiera se verificará anualmente, debiendo
el Consejo Directivo de Seguro Social del Perú adoptar, previo informe del Gerente General, las
medidas pertinentes si aquella no se ajustare a lo previsto en los estudios que sirven de base a la
inversión.
TÍTULO III
DE LAS PRESTACIONES
CAPÍTULO I
PENSIÓN DE INVALIDEZ
ARTÍCULO 28
A los efectos del otorgamiento de pensión de invalidez, se considera accidente común todo evento
producido directa y exclusivamente por causa externa, independiente de la voluntad del asegurado,
que ocasione en forma violenta o repentina, lesión que invalide u origine la muerte.
ARTÍCULO 29
Para los trabajadores no comprendidos en el Decreto Ley Nº 18846, los accidentes de trabajo y las
enfermedades profesionales se determinarán de conformidad con los artículos 7, 8 y 60 del Decreto
Supremo Nº 002-72-TR, del 24 de febrero de 1972.
ARTÍCULO 30
El Sub-Gerente de Pensiones de Seguro Social del Perú declarará la invalidez mediante resolución
expedida en primera instancia, previo informe de la comisión médica correspondiente. El, o los
238
Sistema Nacional de Pensiones
Gerentes de Prestaciones de Salud de Seguro Social del Perú, en forma conjunta, designarán las
comisiones médicas pertinentes.
Artículo derogado por el artículo 2 de la Ley Nº 27023 publicada el 24/12/1998.
ARTÍCULO 31
La comprobación del estado de invalidez se efectuará con la periodicidad que se fije en el informe
de la comisión médica que establece el referido estado. Dicha periodicidad no será menor de seis
meses ni mayor de cinco años.
ARTÍCULO 32
En el caso de asegurados facultativos, se reputará que estaban aportando, si, no existiendo aporta-
ciones pendientes de pago por periodos anteriores, el riesgo se produce antes de haberse vencido
la fecha señalada para el abono oportuno de la aportación correspondiente al mes en que aquel
se produjo.
ARTÍCULO 33
El pago de la pensión se iniciará el día siguiente a aquel en que venza el plazo máximo establecido
por la Ley para el goce de subsidios, salvo que el asegurado sea declarado inválido antes del ven-
cimiento de dicho plazo.
ARTÍCULO 34
En el caso de asegurados sin derecho a goce de subsidios, se considerará como fecha de inicio de la
invalidez la que establezca la comisión médica en su informe.
ARTÍCULO 35
El nacimiento de hijos vivos dentro de los 180 días de producida la contingencia según los artículos
31 y 80 del Decreto Ley Nº 19990 da lugar al incremento de la pensión a que se refiere el artículo
29 de dicho Decreto Ley.
ARTÍCULO 36
Se considera que el inválido requiere del cuidado permanente de otra persona cuando se encuentra
en el estado de gran incapacidad definido en el artículo 43 del Decreto Supremo Nº 002-72-TR del
24 de febrero de 1972.
ARTÍCULO 37
La bonificación por gran incapacidad a que se refiere el artículo 30 del Decreto Ley Nº 19990 será
pagada, de ser procedente, a partir de la fecha en que se solicita, o de la fecha en que se requirió el
informe de la comisión médica, en el caso de que el trámite se inicie de oficio.
Esta bonificación se pagará mientras subsista el estado de gran incapacidad a que se refiere el
artículo precedente.
239
César Abanto Revilla
ARTÍCULO 38
El monto de la bonificación por gran incapacidad se reajustará en el mismo monto en que se incre-
mente la remuneración mínima vital del lugar de residencia del beneficiario, entrando en vigencia a
partir del semestre siguiente a aquel en que dichas variaciones se produjeren.
ARTÍCULO 39
Los pensionistas de invalidez están obligados a informar al Seguro Social del Perú el reinicio de
actividad lucrativa, en el término de 30 días útiles, debiendo indicar, en el mismo término, cualquier
variación que registren sus remuneraciones o ingresos.
Al cesar el pensionista en la actividad lucrativa, no se efectuará una nueva liquidación de su pensión.
ARTÍCULO 40
En el caso de que un pensionista de invalidez perciba, además, remuneraciones o ingresos, al reajus-
tarse su pensión se considerará automáticamente reajustado en el mismo porcentaje, la remuneración
o el ingreso de referencia que sirvió de base para el cálculo de la pensión.
ARTÍCULO 41
El paso a la situación de jubilado, conforme al inciso b) del artículo 33 del Decreto Ley Nº 19990
se efectuará a solicitud del beneficiario o de oficio, continuando el pago de la pensión de invalidez
hasta que se otorgue la de jubilación.
El Seguro Social del Perú reintegrará la diferencia entre una y otra pensión.
ARTÍCULO 42
La bonificación señalada en los artículos 55 y 57 del Decreto Ley Nº 19990, se otorgará si la necesidad
del cuidado permanente de otra persona existe a la fecha de fallecimiento del causante.
CAPÍTULO II
PENSIÓN DE JUBILACIÓN
ARTÍCULO 43
Las tasas diferenciales de incremento del 2 por ciento al 10 por ciento por cónyuge y del 2 por
ciento al 5 por ciento por hijo, contempladas en los artículos 29 y 43 del Decreto Ley Nº 19990, se
aplicarán de manera que las tasas del 10 por ciento o del 5 por ciento, según el caso, correspondan a
remuneraciones o ingresos de referencia inferiores o equivalentes a una remuneración mínima vital
de la zona urbana de Lima, y se vayan reduciendo progresivamente conforme aumenta la cuantía de
dichas remuneraciones o ingresos, sin que puedan ser inferiores al 2 por ciento.
Al efecto, para las remuneraciones o ingresos de referencia mayores a la mínima vital de la zona
urbana de Lima, se aplicarán las fórmulas siguientes:
1. Para determinar el incremento por cónyuge:
Monto del 0,02 S - 0,1 r incremento = O,1 r + (R - r)
S-r
240
Sistema Nacional de Pensiones
ARTÍCULO 44
Si el asegurado facultativo a que se refiere el inciso a) del artículo 4 del Decreto Ley Nº 19990,
que tuviere aportaciones como asegurado obligatorio con anterioridad al primero de mayo de 1973,
volviera a adquirir esta última calidad, podrá acogerse al régimen especial de jubilación, siempre
que reúna los requisitos establecidos en el artículo 47 del indicado Decreto Ley y tenga como
asegurado obligatorio un mínimo de 36 meses de aportación inmediatamente anteriores a la fecha
de su jubilación.
ARTÍCULO 45
El pensionista de jubilación está obligado a comunicar por escrito a Seguro Social del Perú, dentro
del término de 30 días, la reiniciación de cualquier trabajo remunerado, o en su caso, de actividad
económica independiente debiendo devolver las órdenes de pago que tenga en su poder, dentro del
mismo término.
CAPÍTULO III
PRESTACIONES DE SOBREVIVIENTES
ARTÍCULO 46
A efectos de generar prestaciones de sobrevivientes, de acuerdo al artículo 51 del Decreto Ley
Nº 19990, se considera que el asegurado fallecido tenía derecho a pensión de invalidez, si a la fecha
del deceso, reunía las condiciones a que se refieren los artículos 25 o 28 del referido Decreto Ley,
aunque el fallecimiento no hubiere sido antecedido de invalidez.
Para el mismo efecto, se considera que el asegurado fallecido tenía derecho a pensión de jubilación
si cumplía con los requisitos de edad y aportación establecidos para el goce de esta prestación en
el régimen general o en el especial, así como en los casos previstos en los artículos 38 y 44 del
Decreto Ley Nº 19990.
ARTÍCULO 47
Para los efectos de los artículos 29, 43 y 53 del Decreto Ley Nº 19990, se considera que una persona
está a cargo del asegurado, cuando este proporciona los medios de subsistencia de dicha persona y
esta última reside en el país y no percibe remuneración o ingresos superiores a media remuneración
mínima vital anual correspondiente a la zona urbana de Lima, cualesquiera fueren el origen y la
época del año que las obtuviera y el lugar del país donde se encuentre.
241
César Abanto Revilla
Dichas circunstancias se acreditarán mediante una declaración jurada que el interesado presentará
conjuntamente con su solicitud.
En el caso de los artículos 29 y 43 las referidas declaraciones juradas deberán ser presentadas
anualmente.
ARTÍCULO 48
Las comprobaciones periódicas del estado de invalidez de los beneficiarios de pensiones de so-
brevivientes que fueren inválidos, se efectuarán en la forma prevista en el artículo 31 del presente
Reglamento.
ARTÍCULO 49
La excepción a que se refiere el inciso a) del artículo 53 del Decreto Ley Nº 19990, se refiere tanto
a accidentes comunes como de trabajo.
ARTÍCULO 50
Las pensiones de viudez y orfandad se otorgarán por el monto máximo señalado en los artículos 54
o 57 del Decreto Ley Nº 19990, según el caso, salvo que en aplicación del artículo 62 del mismo,
deban ser reducidas. Igual criterio rige las pensiones de ascendientes, sin perjuicio de lo dispuesto
en el inciso d) del artículo 58 del referido Decreto Ley.
ARTÍCULO 51
Tendrá derecho a pensión de orfandad el hijo mayor de 18 años del asegurado fallecido, que a la fecha
del deceso del causante esté incapacitado para el trabajo, o siga estudios de nivel básico o superior.
Se entiende por estudios de nivel básico o superior los establecidos como tales en la Ley General
de Educación. El carácter ininterrumpido de los mismos se acreditará con las constancias anuales
expedidas por el correspondiente centro de estudios.
ARTÍCULO 52
Los ascendientes que a la fecha de fallecimiento del causante no tengan derecho a pensión de so-
brevivientes, no lo adquirirán con posterioridad a esa fecha, aún cuando se reduzca el número de
beneficios de pensiones de viudez y/u orfandad.
CAPÍTULO IV
DISPOSICIONES GENERALES RELATIVAS A LAS PRESTACIONES
ARTÍCULO 53
La prestación de servicios remunerados para uno o más empleadores dentro de un mes calenda-
rio, cualquiera que sea su duración se considerará como un periodo mensual de aportación. Doce
periodos mensuales de aportación, aun cuando no fueren consecutivos, hacen un año completo
de aportación.
ARTÍCULO 54
Para acreditar los periodos de aportación de conformidad con el artículo 70 del Decreto Ley
Nº 19990, la Oficina de Normalización Previsional tendrá en cuenta lo siguiente:
242
Sistema Nacional de Pensiones
a) Para los periodos de aportaciones devengados hasta el mes de marzo de 2007: Los periodos
de aportación se acreditarán con el Sistema de la Cuenta Individual de la Superintendencia
Nacional de Administración Tributaria (Sunat), por periodos comprendidos a partir de julio de
1999, mientras que los periodos anteriores, se acreditarán con los libros de planillas de pago
de remuneraciones de los empleadores, llevados de conformidad con las disposiciones legales
aplicables, declarados por el asegurado al inicio del trámite de pensión. De no contarse con
los mencionados libros o de contarse solo con parte de ellos, se considerará, supletoriamen-
te, además de la inscripción del asegurado en ORCINEA, Sistema de Cuenta Individual de
Empleadores y Asegurados (SCIEA), Sistema de Cuenta Individual de la Superintendencia
Nacional de Administración Tributaria (Sunat) o registros complementarios que establezca la
ONP, por el empleador declarado; cualquiera de los siguientes documentos:
Las boletas de pago de remuneraciones, debidamente firmadas y/o selladas por el empleador;
Liquidación de Beneficios Sociales, debidamente firmada y/o sellada por el empleador;
Declaración Jurada del Empleador, solo para el caso de persona jurídica o sucesión indivisa,
suscrita por el Representante Legal, condición que se acreditará con la copia literal de la
correspondiente ficha emitida por Registros Públicos, en la que se señale que existió la corres-
pondiente retención al Sistema Nacional de Pensiones a favor del asegurado;
Informes de verificación de aportaciones emitidos por la ONP dentro del proceso otorgamiento
de pensión;
Declaración Jurada del asegurado, de acuerdo con las condiciones previstas en el Decreto
Supremo Nº 082-2001-EF;
Documentos probatorios de aportaciones emitidos por el ex - IPSS o ESSALUD.
Para el caso de las planillas de pago de empresas que ya no estén operando y las cuales no
se encuentren en custodia de persona o entidades, que por norma expresa estén autorizados a
custodiar dichos documentos, la ONP no se encontrará obligada a tener por cierto lo que en
dichos documentos se exprese.
b) Para los periodos de aportaciones devengados a partir del mes de abril de 2007: La información
obtenida del Sistema de Cuenta Individual de la Superintendencia Nacional de Administración
Tributaria (Sunat) o registros complementarios que establezca la ONP. Solo se considerarán
aquellos periodos con aportes efectivos al SNP, es decir, que hayan sido cancelados en su
totalidad.
Toda la documentación supletoria a que se hace referencia en el párrafo a) del presente artículo,
deberá ser presentada en original ante la ONP.
Si efectuada la verificación posterior se comprobara que los documentos presentados por el
asegurado y/o su representante son falsos, adulterados o contienen datos inexactos, serán
responsables de ello penal y administrativamente, el propio solicitante y/o quien corresponda,
según sea el caso.
Asimismo, y en función a la aplicación del Principio de Privilegio de Controles Posteriores,
lo establecido precedentemente, resulta aplicable sin perjuicio de las restantes acciones que la
Administración pudiera implementar y/o derivar de lo establecido en el artículo 32 de la Ley
Nº 27444, Ley del Procedimiento Administrativo General.
En todos los casos que la ONP compruebe que existen indicios razonables de falsedad,
adulteración y/o irregularidad en la documentación y/o información a través de la cual se ha
243
César Abanto Revilla
reconocido derechos pensionarios, esta queda facultada para suspender los efectos de los actos
administrativos que los sustentan.
Artículo derogado por la única disposición derogatoria del Decreto Supremo Nº 92-2012-EF,
publicado el 16/06/2012.
ARTÍCULO 55
A petición del asegurado o de sus derecho-habientes, Seguro Social del Perú, devolverá, sin intereses,
las aportaciones a que se refiere la segunda parte del artículo 71 del Decreto Ley Nº 19990.
ARTÍCULO 56
Se considerarán como periodos de aportación al Sistema Nacional de Pensiones los de prestación de
servicios con anterioridad al 1 de mayo de 1973 que generaron la obligación de pagar aportaciones
por riesgos diferidos a la ex-Caja Nacional de Seguro Social y a la ex-Caja de Pensiones del Seguro
Social del Empleado, aun cuando no se hubiere efectuado el pago de las mismas.
ARTÍCULO 57
Los periodos de aportación no perderán su validez, excepto los casos de caducidad de las aportacio-
nes, declaradas por resoluciones consentidas o ejecutoriadas de fecha anterior al 1 de mayo de 1973.
ARTÍCULO 58
Los periodos de paro forzoso se acreditarán necesariamente con resolución consentida o ejecutoriada
de la Autoridad Administrativa de Trabajo, expedida en el procedimiento a que se refiere el artículo
5 del Decreto Ley Nº 18471; o con las resoluciones ministeriales o de nivel más elevado señalando
los periodos de inactividad forzosa cuando el trabajo es permanente pero discontinuo; o disponiendo
otro tipo de paralización.
ARTÍCULO 59
A efectos del artículo 77 del Decreto Ley Nº 19990, no se considerarán excesivos los incrementos,
producidos por cualquier concepto, en los 60 meses consecutivos anteriores a la fecha de ocurrida
la contingencia, cuando la suma de los mismos no supere, en más de un 50 por ciento, la de los
incrementos obtenidos en el país por negociaciones colectivas en los últimos cinco años calendarios
anteriores a dicha fecha. A tal fin, la Oficina de Remuneraciones del Ministerio de Trabajo, elaborará
en enero de cada año, la tabla de aumentos máximos de remuneraciones representativas en cada
sector de actividad económica obtenidos mediante negociación colectiva.
Para establecer el monto total de los incrementos según la indicada tabla, se aplicará el aumento
del quinto año calendario anterior a aquel en que se produjo la contingencia, incrementado en un
50 por ciento, a la remuneración o ingreso promedio mensual de los 12 meses de aportación inme-
diatamente anteriores a los referidos 60 meses. A la cantidad así obtenida se adicionará el aumento
del año siguiente, más un 50 por ciento, y así sucesivamente hasta llegar al año calendario anterior
a aquel en que se produjo la contingencia.
Si los incrementos excedieran del monto resultante según el párrafo anterior y no provinieran de
servicios prestados en el Sector Público Nacional, deberá determinarse si han tenido por finalidad
aumentar indebidamente el monto de las prestaciones. A tal efecto, se considerará que los incremen-
tos de los sesenta meses consecutivos anteriores a la fecha de producida la contingencia han sido
excesivos y tendientes a aumentar indebidamente el monto de las prestaciones, si la remuneración o
244
Sistema Nacional de Pensiones
ARTÍCULO 60
La suma total que el Sistema Nacional de Pensiones destine al reajuste de las pensiones será equi-
valente a la cantidad que resulte de aplicar las cifras oficiales sobre el porcentaje de elevación de
los precios al consumidor en el periodo comprendido desde el último reajuste, a la suma que haya
abonado Seguro Social del Perú por concepto de pensiones del Sistema, correspondientes al mes
inmediato anterior a aquel en que se otorgue el nuevo reajuste.
El porcentaje de elevación de los precios será el correspondiente a la zona urbana de Lima.
ARTÍCULO 61
La suma total que se obtenga según el artículo precedente, será distribuida en la siguiente forma: un
25% en partes iguales entre el número de pensiones a reajustarse teniendo presente la proporciona-
lidad legal entre los distintos tipos de pensiones; y el 75% en forma directamente proporcional al
monto de cada pensión.
ARTÍCULO 62
Solo se reajustarán las pensiones otorgadas con fecha anterior al reajuste precedente.
ARTÍCULO 63
El reajuste de las pensiones no implicará el reajuste de las bonificaciones establecidas en el artículo
30 y en la décimo cuarta disposición transitoria del Decreto Ley Nº 19990.
ARTÍCULO 64
El informe actuarial dispuesto por el artículo 79 del Decreto Ley Nº 19990 deberá especificar la
suma total destinada al reajuste y analizar su efecto en el equilibrio financiero del Sistema Nacional
de Pensiones.
ARTÍCULO 65
El Seguro Social del Perú no está obligado a otorgar prestaciones del Sistema Nacional de Pensiones
a personas no comprendidas en el mismo ni a sus familiares, aun cuando aquellas hubieren estado
inscritas y/o se hubiere pagado aportaciones. En este caso, se anulará la inscripción y/o se efectuará
la devolución del íntegro de las aportaciones sin intereses.
Si se hubieran otorgado prestaciones, quienes las percibieron devolverán el importe de las mismas,
con descuento de las aportaciones que se hubieren abonado.
ARTÍCULO 66
La entrega y el pago de las órdenes de pago de las pensiones de cargo del Instituto Peruano
de Seguridad Social se efectuará en el tiempo, modo y forma que esta institución determine.
245
César Abanto Revilla
Solo los beneficiarios o sus representantes legales podrán hacer efectivas dichas órdenes
de pago.
Artículo modificado por el artículo 1 del Decreto Supremo Nº 007-84-PCM publicado el 09/02/1984.
ARTÍCULO 67
Las órdenes de pago de pensiones del Instituto Peruano de Seguridad Social se harán efectivas en
sus propias oficinas, en las del Banco de la Nación o en las de las demás entidades del Sistema
Bancario.
Artículo modificado por el artículo 1 del Decreto Supremo Nº 007-84-PCM publicado el 09/02/1984.
ARTÍCULO 68
Las órdenes de pago correspondientes a las prestaciones económicas diferidas podrán recibirse y
cobrarse mediante apoderado solo en casos de ausencia del país o incapacidad temporal del benefi-
ciario, debidamente acreditadas.
Si el monto mensual de la pensión fuere de diez mil soles o más, se requerirá poder por escritura
pública.
Si dicho monto fuera inferior a la suma indicada, se podrá nombrar apoderado para cada oportunidad
de entrega de las órdenes de pago, mediante carta poder con firma legalizada por Notario Público o
donde no lo hubiere por Juez de Paz.
ARTÍCULO 69
Si el pensionista cambiare de lugar de residencia deberá comunicar este hecho a Seguro Social del
Perú dentro de los 30 días de producido.
ARTÍCULO 70
El Seguro Social del Perú señalará los documentos que deberán ser presentados con las solicitudes
de prestaciones. Si la documentación estuviera incompleta la Sección u Oficina Regional corres-
pondientes indicarán por escrito al asegurado los documentos que faltan.
Las solicitudes y los recursos en el procedimiento para el otorgamiento de prestaciones no requerirán
de firma de abogado.
ARTÍCULO 71
El asegurado podrá iniciar el trámite para el otorgamiento de la pensión de jubilación, desde seis
meses antes de la fecha en que desee jubilarse, siempre que a esta última fecha reúna las condiciones
necesarias para obtener este derecho.
Artículo derogado por el artículo 2 de la Ley Nº 27562 publicada el 25/11/2001.
ARTÍCULO 72
El término de tres años a que se refiere el artículo 82 del Decreto Ley Nº 19990 se contará
a partir del primer día del mes siguiente a aquel en que debió ser cobrada la prestación
correspondiente.
246
Sistema Nacional de Pensiones
ARTÍCULO 73
La supervivencia del beneficiario que no cobra personalmente su pensión, se acreditará semestral-
mente con un certificado domiciliario extendido por la autoridad correspondiente.
Si el pensionista se encontrare en el extranjero, acreditará semestralmente su supervivencia mediante
certificado expedido por el cónsul del lugar de su residencia o tránsito.
ARTÍCULO 74
El Seguro Social del Perú otorgará pensiones provisionales. A tal fin, bastará acreditar los requisitos
mínimos de aportación, así como la edad y el vínculo familiar si fuere el caso; debiendo liquidarse
la pensión provisional en base a los periodos de aportación acreditados y a los incrementos a que
hubiere lugar.
Si se tratase de un asegurado o sobreviviente inválido que se encontrare en la situación
prevista en los artículos 30, 55 y segundo párrafo del artículo 57 del Decreto Ley Nº 19990,
se le otorgará, conjuntamente con la pensión provisional, la bonificación señalada por el
referido artículo 30.
El trámite para la pensión definitiva continuará de oficio, sin mediar interrupción, se otorgue o no la
pensión provisional, debiendo expedirse la resolución correspondiente dentro de un término máximo
de un año contado a partir del otorgamiento de la pensión provisional.
Artículo derogado por el artículo 5 de la Ley Nº 27585 publicada el 12/12/2001.
ARTÍCULO 75
El otorgamiento de las prestaciones del Sistema Nacional de Pensiones se efectuará teniendo en cuenta
los datos consignados en la correspondiente cédula de inscripción. Y en su caso, en las partidas de
matrimonio y de nacimiento del cónyuge y los hijos.
ARTÍCULO 76
El Seguro Social del Perú no considerará las fracciones de sol a efectos de los pagos correspondientes
a las prestaciones que otorgue.
ARTÍCULO 77
Podrá interponerse recurso de revisión, contra las resoluciones consentidas o ejecutoriadas relativas
al otorgamiento de prestaciones, siempre que se sustente en nuevas pruebas no presentadas en su
oportunidad; sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 57 del presente Reglamento.
El indicado recurso de revisión solo podrá ser interpuesto una vez, y será resuelto en instancia única
por la autoridad que conoce en última instancia.
Artículo derogado por el artículo 1 del Decreto Supremo Nº 129-97-EF publicado el 25/10/1997.
ARTÍCULO 78
No se admitirá ningún recurso contra las resoluciones acordando o denegando pensiones provi-
sionales o aquellas que hubieren quedado consentidas o ejecutoriadas con anterioridad al 1 de
mayo de 1973.
247
César Abanto Revilla
ARTÍCULO 79
Los asegurados y sus empleadores o empresas son responsables de los perjuicios que ocasionen al
Seguro Social del Perú por proporcionar informaciones o documentos nulos o falsos, o por omitir o
falsear datos que puedan influir sobre el derecho o las prestaciones y/o su cuantía, igual responsa-
bilidad tienen en su caso, los derecho-habientes de los asegurados.
El Seguro Social del Perú está obligado a formular la denuncia penal correspondiente.
CAPÍTULO V
DE LAS PRESTACIONES DE SALUD PARA PENSIONISTAS
ARTÍCULO 80
Las prestaciones de salud a que se refiere el artículo 85 del Decreto Ley Nº 19990 serán otorgadas
por los servicios propios de Seguro Social del Perú o por aquellos con los que tengan contrato.
ARTÍCULO 81
La renuncia al derecho de gozar de prestaciones de salud contemplada en el artículo 87 del Decreto
Ley Nº 19990 solo será revocada si el pensionista estableciese su residencia en una zona en la cual
fuere factible el otorgamiento de prestaciones asistenciales directas, o si estas fueren extendidas
a la zona donde resida. En estos casos, el descuento de la aportación se efectuará de oficio, y el
otorgamiento de las prestaciones estará sujeto a los requisitos establecidos por el correspondiente
sistema de prestaciones de salud.
A los efectos de la primera parte del presente artículo, se considera que el pensionista establece su
residencia en un lugar si reside en el mismo cuando menos noventa días, lo que deberá acreditar con
la respectiva constancia domiciliaria.
TÍTULO IV
DE LAS DISPOSICIONES TRANSITORIAS DEL D.L. 19990
ARTÍCULO 82
A efectos de la aplicación de la Segunda y Cuarta Disposiciones Transitorias del Decreto Ley
Nº 19990, regirán las siguientes normas:
a) Las condiciones para el otorgamiento de las prestaciones, la determinación de la remu-
neración que servirá de base para fijar el monto de la prestación y la forma de calcular la
misma, serán las que establecieron las disposiciones vigentes al momento de producirse la
contingencia;
b) Las condiciones para la suspensión, caducidad y reanudación del pago de las prestaciones, así
como para la transferencia del pensionista de invalidez a jubilación son las establecidas por el
Decreto Ley Nº 19990, salvo que por aplicación de la Ley vigente al momento de producirse
la contingencia, el beneficio fuera mayor; y
c) La determinación de la remuneración de referencia y el cálculo para fijar el monto de la pensión
cuyo pago ha sido reanudado estarán referidas a la Ley vigente a la fecha de la contingencia,
salvo que hubieren nuevos periodos de aportación con posterioridad al 1 de mayo de 1973, en
cuyo caso se aplicarán las disposiciones del Decreto Ley Nº 19990.
248
Sistema Nacional de Pensiones
ARTÍCULO 83
A quien optase por acogerse al régimen, del Decreto Ley Nº 17262 de conformidad con la Décimo
Primera Disposición Transitoria del Decreto Ley Nº 19990, la pensión le será computada sobre la
base del número de años de servicios que tuviere a la fecha de presentación de la solicitud de opción,
ya decida cesar o continuar en el trabajo.
ARTÍCULO 84
La suspensión y, en su caso, la reducción previstas en la Décimo Segunda Disposición Transitoria
del Decreto Ley Nº 19990 se aplicarán únicamente a la pensión a cargo de Seguro Social del Perú.
ARTÍCULO 85
La suma de la pensión y la bonificación complementaria establecidas por la Décimo Cuarta Disposi-
ción Transitoria del Decreto Ley Nº 19990 no podrá exceder del 100% de remuneración de referencia
ni del monto máximo a que se refiere el artículo 78 del referido Decreto Ley. No se tomará en cuenta
esta bonificación para el cálculo de las pensiones de sobrevivientes.
La indicada bonificación solo se aplicará a la remuneración percibida del empleador o empresa que
se hubiere hallado afecto al régimen del Decreto Ley Nº 17262.
ARTÍCULO 86
El término para efectuar la opción prevista en la Décimo Sexta Disposición Transitoria del Decreto
Ley Nº 19990 se extenderá hasta treinta días útiles posteriores a la publicación del presente Regla-
mento, de conformidad con lo dispuesto en el Decreto Ley Nº 20015.
Si antes de haberse vencido el término para ejercitar la opción señalada en dicha Disposición Tran-
sitoria el asegurado hubiere fallecido, la misma podrá ser efectuada por sus derecho-habientes a los
representantes legales de estos.
ARTÍCULO 87
Los plazos a que se refiere la Décimo Sétima Disposición Transitoria, no serán mayores de tres años,
fijados por quien debe efectuar el reintegro y se contarán a partir de la fecha de la opción del asegurado.
ARTÍCULO 88
El término fijado en el artículo 15 del Decreto Ley Nº 20492 se calculará a partir de la fecha de
publicación del presente Reglamento.
OTRAS DISPOSICIONES
ARTÍCULO 89
Los asegurados a que se refiere la segunda parte de la Décimo Segunda Disposición Transitoria del
Decreto Ley Nº 19990 están obligados a presentar a Seguro Social del Perú, dentro de los 30 días
de publicado el presente Reglamento, constancia de la fecha de ingreso y remuneración actual; y a
comunicar, dentro de los 30 días de producida, cualquier variación de sus remuneraciones asegurables.
ARTÍCULO 90
Para el primer reajuste de las pensiones se tomará en cuenta la variación del costo de vida desde
enero de 1973.
249
César Abanto Revilla
ARTÍCULO 91
En los casos en que se hubiere venido pagando pensiones con mayor adelanto que el señalado en la
segunda parte del artículo 66 del presente Reglamento, las fechas de los pagos mensuales sucesivos
se reajustarán progresivamente, de modo tal que el pago de la pensión correspondiente a enero de
1975 se efectúe en la oportunidad prevista en el indicado artículo.
ARTÍCULO 92
Los asegurados obligatorios de las ex-Cajas de Pensiones de los Seguros Sociales y de Seguro Social
del Perú que cesaron con anterioridad a la fecha de la publicación del presente Reglamento, podrán
acogerse a la continuación facultativa a que se refieren los artículos 14 a 17 del mismo, siempre
que al momento de su cese hubieran tenido por lo menos dieciocho meses calendario de aportación.
Esta facultad podrá ejercerse dentro de los seis meses de publicado el presente Reglamento.
ARTÍCULO 93
Si no coincidiesen los datos consignados en la cédula de inscripción del asegurado, relativos a su
identidad, con los que aparecen en el documento público que presenta, al solicitar una prestación, el
asegurado hará una declaración jurada ante Seguro Social del Perú ratificada por dos testigos bajo
responsabilidad, de que se trate de la misma persona. Las órdenes de pago serán expedidas con los
datos que figuren en el documento que se presente.
Si no hubiera coincidencia en los datos relativos a la edad se tendrá en cuenta la que figure en el
documento público presentado.
ARTÍCULO 1
Ningún asegurado de los distintos regímenes pensionarios que administra el Instituto Peruano de
Seguridad Social podrá obtener el goce de pensión de jubilación si no acredita haber efectuado
aportaciones por un periodo no menor de veinte años completos, sin perjuicio de los otros requisitos
establecidos en la Ley.
El monto de la pensión que se otorgue a los asegurados que acrediten haber aportado veinte años
completos será equivalente al cincuenta por ciento (50%) de su remuneración de referencia.
250
Sistema Nacional de Pensiones
Dicho monto se incrementará en cuatro por ciento (4%) de la remuneración de referencia, por cada
año adicional completo de aportación hasta alcanzar como límite el cien por ciento (100%) de la
remuneración de referencia.
ARTÍCULO 2
La remuneración de referencia a los efectos del Sistema Nacional de Pensiones, se calculará única-
mente, de la siguiente manera:
a) Para los asegurados que hubieran aportado durante treinta o más años completos, es igual al
promedio mensual que resulte de dividir entre treinta y seis, el total de las remuneraciones
asegurables, percibidas por el asegurado en los últimos treinta y seis meses consecutivos in-
mediatamente anteriores al último mes de aportación.
b) Para los asegurados que hubieran aportado durante veinticinco años completos y menos de
treinta, es igual al promedio mensual que resulte de dividir entre cuarenta y ocho, el total de
las remuneraciones asegurables, percibidas por el asegurado en los últimos cuarenta y ocho
meses consecutivos inmediatamente anteriores al último mes de aportación.
c) Para los asegurados que hubieran aportado durante veinte años completos de aportación y
menos de veinticinco, es igual al promedio mensual que resulte de dividir entre sesenta, el
total de remuneraciones asegurables, percibidas por el asegurado en los últimos sesenta meses
consecutivos inmediatamente anteriores al último mes de aportación.
Si cualquiera de los casos mencionados en los incisos precedentes, durante los meses especificados,
no se hubiese aportado por falta de prestación de servicios, en razón de accidente, enfermedad ma-
ternidad, licencia con goce de haber o paro forzoso, se sustituirán dichos periodos por igual número
de meses consecutivos inmediatamente anteriores aportados.
ARTÍCULO 3
La pensión máxima mensual que abonará el Instituto Peruano de Seguridad Social, por cualquiera
de los regímenes pensionarios que administra, no podrá ser mayor de seiscientos y 00/100 nuevos
soles (S/. 600.00). Esta pensión máxima mensual podrá ser modificada por decreto supremo, con
voto aprobatorio del Consejo de Ministros, a propuesta del Consejo Directivo del Instituto Peruano
de Seguridad Social.
ARTÍCULO 4
Los reajustes de las pensiones a cargo del Instituto Peruano de Seguridad Social se efectuarán por
decreto supremo, con voto aprobatorio del Consejo de Ministros, a propuesta del Consejo Directivo
del Instituto Peruano de Seguridad Social, teniendo en cuenta la disponibilidad de los recursos
aportados por los asegurados activos y los años de aportación del pensionista.
ARTÍCULO 5
Interprétase las normas anteriores a la presente disposición sobre reajuste de pensiones, en el sentido
de que mientras han estado vigentes, y hasta la fecha de vigencia del presente Decreto Ley, tales
reajustes se efectúan dentro de las posibilidades financieras del Instituto Peruano de Seguridad Social
y en función de las aportaciones que real y efectivamente percibió. Asimismo, en todo cálculo que
se efectúe para determinar el cumplimiento de tales reajustes, deberá tomarse en consideración los
incrementos otorgados por ese instituto cualquiera fuera su forma o denominación.
251
César Abanto Revilla
ARTÍCULO 6
El Consejo Directivo del Instituto Peruano de Seguridad Social está facultado para aprobar los
montos mínimos de aportación.
ARTÍCULO 7
Créase la Oficina de Normalización Previsional, ONP, la que a partir del 1 de junio de 1994 asumirá
la función de administrar el Sistema Nacional de Pensiones y el Fondo de Pensiones a que se refiere
el Decreto Ley Nº 19990.
Toda referencia al IPSS en relación con el régimen del Sistema Nacional de Pensiones deberá en-
tenderse como referida a la ONP, incluyendo lo relativo a las facultades de cobranza coactiva que
le corresponden de acuerdo a ley.
La ONP tendrá a su cargo la administración de los pagos de las pensiones de otros regímenes admi-
nistrados por el Estado, los cuales deben ser señalados expresamente mediante Resolución Suprema
refrendada por el Ministro de Economía y Finanzas.
La ONP se encargará del cálculo, emisión, verificación y entrega de los Bonos de Reconocimiento
a que hace referencia el artículo 9 del Decreto Ley Nº 25897.
Artículo modificado por el artículo 1 de la Ley Nº 26323 publicada el 02/06/1994.
ARTÍCULO 8
Mediante decreto supremo se aprobará la transferencia que las entidades respectivas deben efectuar
a la ONP, en cuanto a personal, activos y sistemas necesarios para su funcionamiento.
ARTÍCULO 9
A partir del primero de enero de 1993 quedan derogados los artículos de la Ley Nº 24786 que se
refieren a la administración del Sistema Nacional de Pensiones. El IPSS debe formular un Proyecto
de Nueva Ley General en un plazo máximo de 120 días, contados a partir de la vigencia del presente
Decreto Ley.
ARTÍCULO 10
No es procedente ninguna acción de amparo dirigida a impugnar, directa o indirectamente, los efectos
de la aplicación del presente Decreto Ley.
Artículo declarado inconstitucional por la Sentencia del Tribunal Constitucional del Exp. Nº 007-
96-I/TC, publicada el 26/04/1997.
ARTÍCULO 11
Deróganse o déjanse en suspenso las disposiciones que se opongan al presente Decreto Ley.
ARTÍCULO 12
El presente Decreto Ley entrará en vigencia el día de su publicación en el diario oficial El
Peruano.
252
Sistema Nacional de Pensiones
DISPOSICIÓN TRANSITORIA
ÚNICA
Las solicitudes en trámite a la fecha de vigencia del presente Decreto Ley, se ceñirán a las normas
que este prescribe.
Disposición derogada por el artículo 4 de la Ley Nº 27561 publicada el 25/11/2001.
Dado en la Casa de Gobierno, en Lima, a los siete días del mes de diciembre de mil novecientos
noventidós.
ALBERTO FUJIMORI FUJIMORI
Presidente Constitucional de la República
LEY Nº 26504
EL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA
POR CUANTO:
El Congreso Constituyente Democrático
Ha dado la Ley siguiente:
EL CONGRESO CONSTITUYENTE DEMOCRATICO;
Ha dado la Ley siguiente:
ARTÍCULO 1
Los pensionistas de jubilación, invalidez y sobrevivencia del SPP señalados en el Decreto Ley Nº
25897 se encuentran comprendidos como asegurados obligatorios del Régimen de Prestaciones de
Salud, establecido por el Decreto Ley Nº 22482, en las mismas condiciones respecto a la tasa de las
aportaciones y a las prestaciones de salud que corresponden a los pensionistas del SNP.
La AFP o empresa de seguros que pague la pensión actuará como agente retenedor, procediendo a
efectuar la retención y el pago de dicha aportación al Régimen de Prestaciones de Salud que corres-
ponda, salvo medie solicitud por escrito del asegurado a la cual deberá acompañar la documentación
que acredite fehacientemente que este se encuentra cubierto por algún programa o régimen de salud
privado.
ARTÍCULO 2
Las aportaciones al Sistema Nacional de Pensiones a que se refiere el Decreto Ley Nº 19990 ascienden
al 11% de la remuneración asegurable y son íntegramente de cargo del asegurado.
Este porcentaje podrá ser incrementado mediante Decreto Supremo refrendado por el Ministro de
Economía y Finanzas con la opinión técnica de la Oficina de Normalización Previsional.
253
César Abanto Revilla
ARTÍCULO 3
Derógase el inciso a) del artículo 2 del Decreto Ley Nº 22591 y el inciso b) del artículo 1 de la Ley Nº
26233, eliminándose la contribución de los trabajadores dependientes al Fondo Nacional de Vivienda.
La alícuota de la contribución de cargo de los empleadores al Fondo Nacional de Vivienda a que se
refiere el inciso a) del artículo 1 de la Ley Nº 26233 será de 9%.
ARTÍCULO 4
La contribución al Régimen de Prestaciones de Salud a que se refiere el Decreto Ley Nº 22482
correspondiente a los trabajadores dependientes será íntegramente de cargo del empleador.
ARTÍCULO 5
La remuneración de los trabajadores asegurados obligatorios del Sistema Nacional de Pensiones a
que se refiere el Decreto Ley Nº 19990 se incrementará en un 3,3%.
Según lo establecido en la Única Disposición Complementaria Derogatoria del Decreto Legislativo
Nº 1153, publicada el 12/09/2013, se dejan sin efecto las disposiciones relativas a las remuneraciones,
bonificaciones, servicio de guardia y otros beneficios del personal de la salud.
ARTÍCULO 6
Inclúyase en el artículo 2 del Decreto Legislativo Nº 775, como inciso j), el siguiente texto:
“j) Los servicios que presten las Administradoras Privadas de Fondos de Pensiones y
las empresas de seguros a los trabajadores afiliados al Sistema Privado de Administra-
ción de Fondos de Pensiones y a los beneficiarios de estos en el marco del Decreto Ley
Nº 25897”.
El saldo del Impuesto General a las Ventas a favor de las AFP a la fecha de publicación de la presente
Ley podrá ser compensado en forma automática con las obligaciones tributarias a su cargo respecto
de cualquier tributo que sea ingreso del Tesoro Público.
ARTÍCULO 7
Derógase el inciso c) del artículo 30 del Decreto Ley Nº 25897, eliminándose la contribución de
solidaridad del 1% que afecta a los trabajadores incorporados al Sistema Privado de Administración
de Fondos de Pensiones.
ARTÍCULO 8
Derógase los incisos a), b) y c) del artículo 8 del Decreto Ley Nº 25897. En el caso de los trabaja-
dores que hayan optado por el incremento de remuneraciones que contemplaba el citado inciso c),
dicho incremento quedará sin efecto a partir de la fecha de entrada en vigencia del presente artículo,
renaciendo la obligación de los empleadores de efectuar el pago de la compensación por tiempo de
servicios según las normas del Decreto Legislativo Nº 650.
ARTÍCULO 9
La edad de jubilación en el Sistema Nacional de Pensiones a que se refiere el Decreto Ley Nº 19990
es de 65 años.
254
Sistema Nacional de Pensiones
Por Decreto Supremo refrendado por el Ministro de Economía y Finanzas podrá fijarse edades de
jubilación inferiores a la señalada en el párrafo anterior para aquellos grupos de trabajadores que
realizan labores en condiciones particularmente penosas que implican un riesgo para la vida o la salud
proporcionalmente creciente a la edad de los trabajadores, siempre que cumplan con los requisitos
de aportación establecidos por la ley.
De la misma forma se podrá modificar los regímenes de jubilación anticipada, aunque hubieran
sido establecidos por ley y se podrá fijar para los trabajadores beneficiados con ellos porcentajes
de aportación mayores a los aplicables a los demás asegurados del Sistema Nacional de Pensiones.
Lo dispuesto en este artículo no será de aplicación para los trabajadores incorporados al Sistema
Nacional de Pensiones que, a la fecha de entrada en vigencia de la presente ley, cuenten con la edad
y con los periodos de aportación necesarios para jubilar.
ARTÍCULO 10
Las Administradoras Privadas de Fondos de Pensiones podrán establecer mecanismos destinados a
fomentar el ahorro voluntario, incluyendo planes de pensión de costo fijo y fondos de inversión con
distintos niveles de riesgo y rentabilidad esperados de acuerdo con el reglamento que se aprobara
mediante Decreto Supremo refrendado por el Ministro de Economía y Finanzas.
ARTÍCULO 11
Modifíquese el artículo 6 del Decreto Ley Nº 25987 por el texto siguiente:
“Artículo 6.- El trabajador puede elegir libremente la AFP a la cual desea afiliarse.
Asimismo, puede cambiar de AFP siempre que cuente con seis o más cotizaciones consecuti-
vas en la AFP de la cual desea trasladarse. Para tal efecto, el afiliado informará, a la AFP que
abandona, su voluntad de traspasarse en la forma que establezcan los reglamentos y abonará el
importe por concepto de gastos de traspaso que establezca la Superintendencia. Los requisitos
indicados no son de aplicación cuando el trabajador desea traspasarse de la AFP elegida por el
empleador.
El trabajador, al ingresar a laborar a un centro de trabajo, en un plazo improrrogable de diez
(10) días naturales, procederá a informar a su empleador si se encuentra incorporado al SNP o el
SPP, y, en este último caso, la AFP a la que se encuentra afiliado. Caso contrario, el empleador
lo afiliará a la AFP en la que tenga más trabajadores afiliados”.
ARTÍCULO 12
Modifícase el último párrafo del artículo 25 del Decreto Ley Nº 25897 con el siguiente texto:
“Mediante Decreto Supremo refrendado por el Ministro de Economía y Finanzas con la opinión
técnica de la Superintendencia se podrá variar los límites de inversión señalados en el presente
artículo”.
ARTÍCULO 13
Por Decreto Supremo refrendado por el Ministro de Economía y Finanzas se establecerán los requi-
sitos y condiciones que permitan al Sistema Privado de Pensiones garantizar una pensión mínima
de jubilación a sus afiliados.
255
César Abanto Revilla
ARTÍCULO 14
Mediante Decreto Supremo refrendado por el Ministro de Economía y Finanzas se establecerá los
mecanismos necesarios para garantizar el derecho de los trabajadores pertenecientes a regímenes pre-
visionales distintos al Sistema Nacional de Pensiones a incorporarse al Sistema Privado de Pensiones.
ARTÍCULO 15
Sin perjuicio de su condición laboral los socios trabajadores de las cooperativas, incluyendo los de
las cooperativas de trabajadores, son considerados como trabajadores dependientes para efectos
del Sistema Privado de Administración de Fondos de Pensiones a que se refiere el Decreto Ley Nº
25897, el Sistema Nacional de Pensiones a que se refiere el Decreto Ley Nº 19990 y el Régimen de
Prestaciones de Salud a que se refiere el Decreto Ley Nº 22482.
ARTÍCULO 16
Los subsidios de carácter temporal que perciba el trabajador, cualquiera sea su naturaleza, se en-
cuentran afectos a los aportes al Sistema Privado de Pensiones - SPP.
ARTÍCULO 17
Otórgase fuerza de ley al Estatuto de la Oficina de Normalización Previsional - ONP, aprobado por
Decreto Supremo Nº 61-95-EF.
Mediante Decreto Supremo refrendado por el Ministro de Economía y Finanzas se dictarán las
Disposiciones necesarias para concluir la transferencia plena del Sistema Nacional de Pensiones a
la Oficina de Normalización Previsional - ONP y para mejorar su administración.
DISPOSICIONES TRANSITORIAS
PRIMERA
A partir del 1 de agosto de 1995 y hasta el 31 de diciembre de 1996, el porcentaje a que se refiere el
inciso a) del artículo 30 del Decreto Ley Nº 25897 será de 8%.
SEGUNDA
A partir del 1 de enero de 1997 las aportaciones al Sistema Nacional de Pensiones a que se refiere
el Decreto Ley Nº 19990 no serán menores a 13% de la remuneración asegurable.
TERCERA
Los trabajadores que ingresen por primera vez a la actividad laboral, para prestar servicios personales
de modo subordinado a cambio de una remuneración deberán informar a su empleador si optan por
incorporarse al Sistema Nacional de Pensiones - SNP o al Sistema Privado de Pensiones - SPP dentro
del plazo previsto en el artículo 6 del Decreto Ley Nº 25897, debiendo el empleador, en defecto de
ello, proceder conforme a lo preceptuado en el dispositivo antes mencionado.
CUARTA
La Oficina de Normalización Previsional ONP, podrá iniciar o proseguir las acciones legales
correspondientes, apersonándose en su caso, a los procedimientos en que fuera parte el Instituto
Peruano de Seguridad Social respecto a los bienes y derechos del Sistema Nacional de Pensiones,
256
Sistema Nacional de Pensiones
QUINTA
La presente ley entrará en vigencia el día siguiente a su publicación en el diario oficial, con excepción
de los artículos 2, 3, 4, 5 y 7, que entrarán en vigencia el 1 de agosto de 1995.
DISPOSICIÓN FINAL
Deróganse todas las normas que se opongan a la presente Ley.
Comuníquese al Presidente de la República para su promulgación.
En Lima, a los ocho días del mes de julio de mil novecientos noventa y cinco.
CARLOS TORRES Y TORRES LARA
Primer Vicepresidente encargado de la Presidencia del Congreso Constituyente Democrático
LEY Nº 27561
POR CUANTO:
EL CONGRESO DE LA REPÚBLICA;
Ha dado la Ley siguiente:
ARTÍCULO 2
Revisión de oficio de pensiones de jubilación
La Oficina de Normalización Previsional revisa de oficio los expedientes de jubilación a los que
correspondía la aplicación del Decreto Ley Nº 19990 y se les aplicó la fórmula de cálculo establecida
en el Decreto Ley Nº 25967.
257
César Abanto Revilla
ARTÍCULO 3
Inclusión de trabajadores en el procedimiento del Decreto Ley Nº 19990
Los trabajadores que al 18 de diciembre de 1992, hubieran cumplido con los requisitos establecidos
en el Decreto Ley Nº 19990, tienen derecho a que se les otorgue una pensión de jubilación calculada
de conformidad con las normas establecidas en el referido Decreto Ley.
ARTÍCULO 4
Derogatoria
Derógase la Disposición Transitoria Única del Decreto Ley Nº 25967 y todas las disposiciones que
se opongan a la presente Ley.
ARTÍCULO 5
Reglamentación
Encárgase al Poder Ejecutivo la reglamentación de la presente Ley, en el plazo de 10 (diez) días
contados a partir de su publicación.
Comuníquese al señor Presidente de la República para su promulgación.
En Lima, a los treinta y un días del mes de octubre de dos mil uno.
CARLOS FERRERO
Presidente del Congreso de la República
LEY Nº 27585
EL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA
POR CUANTO:
El Congreso de la República
ha dado la Ley siguiente:
EL CONGRESO DE LA REPÚBLICA;
Ha dado la Ley siguiente:
258
Sistema Nacional de Pensiones
ARTÍCULO 2
De la solicitud con carácter de declaración jurada
El contenido de la solicitud de pensión tiene el carácter de Declaración Jurada, que en caso de fal-
sedad determina responsabilidad civil y penal del solicitante.
ARTÍCULO 3
De la verificación por parte de la administración
La administración debe verificar que en la solicitud se acredite que se ha cumplido con los requisitos
que señala la Ley para acceder a la pensión, con cargo a una posterior verificación.
ARTÍCULO 4
De la reglamentación
Encárgase al Poder Ejecutivo la reglamentación de la presente Ley en el plazo de 30 (treinta) días
calendario a partir de su publicación.
ARTÍCULO 5
De la derogatoria
Déjase sin efecto el artículo 74 del Decreto Supremo Nº 011-74-TR Reglamento del Decreto Ley
Nº 19990, y todas las disposiciones que se opongan a la presente Ley.
ARTÍCULO 6
De la vigencia
La presente Ley entrará en vigencia a partir del 1 de abril de 2002.
DISPOSICIÓN TRANSITORIA
ÚNICA
De la adecuación de los expedientes en trámite
Los expedientes en trámite presentados a la Oficina de Normalización Previsional - ONP se adecuarán
a lo dispuesto en la presente Ley.
Comuníquese al señor Presidente de la República para su promulgación.
En Lima, a los veintinueve días del mes de noviembre de dos mil uno.
CARLOS FERRERO
Presidente del Congreso de la República
259
César Abanto Revilla
ARTÍCULO 1
Monto de la Pensión
Conforme a lo establecido en el artículo 6 del Decreto Supremo Nº 028-2002-EF, la pensión mínima
mensual que abona la Oficina de Normalización Previsional a los pensionistas de derecho propio
del Sistema Nacional de Pensiones con veinte (20) años o más de aportación es de S/. 415,00 (cua-
trocientos quince nuevos soles).
El monto de la pensión de los asegurados que a la fecha de entrada en vigencia de la Ley Nº
27617, independientemente de la fecha en que se afilien al Sistema Nacional de Pensiones, con-
260
Sistema Nacional de Pensiones
taban con las edades señaladas a continuación y que al momento de adquirir su derecho hayan
cumplido sesenticinco (65) años de edad de conformidad con lo establecido en la Ley Nº 26504,
y veinte (20) años completos de aportación al Sistema Nacional de Pensiones de conformidad
con el Decreto Ley Nº 25967, será equivalente al porcentaje de su remuneración de referencia,
según el detalle siguiente:
Rango de edad % por los primeros 20 años
Hasta 29 años 30%
De 30 a 39 años 35%
De 40 a 49 años 40%
De 50 a 54 años 45%
Dichos montos se incrementarán en dos por ciento (2%) de la remuneración de referencia, por cada
año completo de aportación que exceda a los veinte (20) años, hasta alcanzar como límite el cien
por ciento (100%) de la remuneración de referencia.
Tratándose de asegurados que soliciten pensión de jubilación al amparo de lo establecido en el
artículo 44 del Decreto Ley Nº 19990, normas modificatorias y complementarias, el monto de la
pensión se reducirá en cuatro por ciento (4%) por cada año de adelanto respecto de los sesenticinco
(65) años de edad.
ARTÍCULO 2
Remuneración de referencia
La remuneración de referencia para los asegurados facultativos y obligatorios a los que se refieren
los incisos a) y b), respectivamente, del artículo 4 del Decreto Ley Nº 19990, es igual al promedio
mensual que resulte de dividir entre sesenta (60), el total de remuneraciones o ingresos asegurables,
percibidos por el asegurado durante los últimos sesenta (60) meses consecutivos inmediatamente
anteriores al último mes de aportación.
En caso de que durante los meses especificados no se hubiere aportado por falta de prestación de
servicios, en razón de accidente, enfermedad, maternidad, licencia con goce de haber o paro forzoso,
los referidos periodos serán sustituidos por igual número de meses consecutivos inmediatamente
anteriores.
ARTÍCULO 3
Incremento por cónyuge e hijos
En caso de que el beneficiario de una pensión de jubilación tuviera cónyuge a su cargo y/o hijos en
edad de percibir pensión de orfandad al momento de producirse la contingencia a que se refiere el
artículo 80 del Decreto Ley Nº 19990, la pensión se incrementará en la forma y criterios establecidos
en el citado Decreto Ley.
ARTÍCULO 4
Pensión máxima
La suma total que por concepto de pensión de jubilación se otorgue, incluidos los incrementos
a que se refiere el artículo precedente y la bonificación por edad avanzada que otorga la Ley
Nº 26769, no podrá exceder del monto máximo de pensión vigente a esa fecha.
261
César Abanto Revilla
ARTÍCULO 5
Aplicación
Lo dispuesto en los artículos precedentes será de aplicación para la población afiliada al Sistema
Nacional de Pensiones que haya nacido con posterioridad al 1 de enero de 1947. Consecuen-
temente, los derechos legalmente obtenidos antes de la fecha de vigencia del presente Decreto
Supremo, serán otorgados con arreglo a las leyes que estuvieron vigentes en el momento en que
se adquirió el derecho.
ARTÍCULO 6
Requisitos para modificación de criterios
La modificación de los criterios para determinar la remuneración de referencia, así como de los
porcentajes que constituyen la tasa de reemplazo aplicable para la determinación del monto de
la pensión de jubilación en el Sistema Nacional de Pensiones establecidos en el presente Decreto
Supremo, requerirá necesariamente del Informe previo emitido por el Ministerio de Economía y
Finanzas, el cual deberá incluir el cálculo actuarial que para tal efecto elaborará la Oficina de Nor-
malización Previsional.
Adicionalmente, cuando la modificación implique un incremento en la tasa de reemplazo y/o una
reducción del periodo para el cálculo de la remuneración de referencia, se requerirá que el informe
del Ministerio de Economía y Finanzas demuestre una reducción del valor de los compromisos de
pago de pensiones netos de aportes, o que las posibilidades de la economía nacional evidencien
en todos los períodos las coberturas presupuestales que garanticen cualquier incremento en las
prestaciones
ARTÍCULO 7
Efectos y normas complementarias
Déjanse sin efecto las disposiciones legales que se opongan a lo establecido en el presente Decreto
Supremo.
La Oficina de Normalización Previsional (ONP), dictará las disposiciones administrativas que sean
necesarias para la aplicación del presente Decreto Supremo.
ARTÍCULO 8
Refrendo
El presente Decreto Supremo es refrendado por el Presidente del Consejo de Ministros y por el
Ministro de Economía y Finanzas.
Dado en la Casa de Gobierno, en Lima, a los doce días del mes de junio del año dos mil dos.
ALEJANDRO TOLEDO
Presidente Constitucional de la República
262
Sistema Nacional de Pensiones
ARTÍCULO 1
Incrementar los niveles de pensión mínima mensual de las pensiones comprendidas en el Sistema
Nacional de Pensiones a que se refiere el Decreto Ley Nº 19990, de conformidad a los montos que
se señalan a continuación:
a) Para pensionistas de Derecho Propio:
Con 20 años o más de aportación S/. 415.00
263
César Abanto Revilla
ARTÍCULO 2
La escala que incrementa los niveles de pensiones mínimas del Decreto Ley Nº 19990 a que se
refiere la presente Resolución, regirá a partir de la emisión de las Boletas de Pago que efectúe la
ONP con posterioridad a la vigencia de la norma que apruebe el reglamento de la reestructuración
del Sistema Nacional de Pensiones, de conformidad con lo dispuesto por los Artículos 11 y 12
de la Ley Nº 27617.
Regístrese, comuníquese y publíquese.
GABRIEL AMARO ALZAMORA
Jefe
LEY Nº 28040
EL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA
POR CUANTO:
La Comisión Permanente del Congreso de la
República ha dado la Ley siguiente:
LA COMISIÓN PERMANENTE DEL
CONGRESO DE LA REPÚBLICA;
Ha dado la Ley siguiente:
264
Sistema Nacional de Pensiones
ARTÍCULO 2
Vigencia del artículo 3 de la Ley Nº 27719
Precísase que la facultad establecida en el artículo 3 de la Ley Nº 27719 referida a los lineamientos
y directivas para la aplicación uniforme de lo establecido en el artículo 1 de la referida ley, tendrá
vigencia hasta la entrada en funcionamiento efectiva del Tribunal Administrativo Previsional.
ARTÍCULO 3
De la defensa de los funcionarios competentes en materia previsional
En toda denuncia de carácter penal, la autoridad que conozca de ella deberá solicitar un informe
técnico jurídico emitido por la respectiva entidad competente en materia previsional, sobre los hechos
y la responsabilidad de sus funcionarios y servidores públicos de la entidad, incluso cuando estos
hubieran cesado. A tales efectos, el Ministerio Público o la Policía Nacional que conozca de estas
denuncias, requerirán el citado informe a dichas entidades dentro de los quince (15) días hábiles de
conocida la misma, para efectos de la calificación o archivo de la denuncia.
ARTÍCULO 4
Norma derogatoria
Deróganse o déjanse sin efecto las disposiciones que se opongan a la presente Ley.
ARTÍCULO 5
Reglamento
Facúltase al Poder Ejecutivo reglamentar la presente Ley en un plazo no mayor de sesenta (60) días
hábiles.
DISPOSICIÓN TRANSITORIA
ÚNICA
Precísase que, en tanto no entre en funcionamiento efectivo el Tribunal Administrativo Previsional,
las autoridades competentes en materia previsional continuarán ejerciendo las facultades de carácter
funcional que tienen en dicha materia, en especial las de conocer y resolver en segunda instancia
administrativa los asuntos que provengan de las dependencias correspondientes.
Comuníquese al señor Presidente de la República para su promulgación.
En Lima, a los tres días del mes de julio de dos mil tres.
CARLOS FERRERO
Presidente del Congreso de la República
265
César Abanto Revilla
LEY Nº 28407
EL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA
POR CUANTO:
El Congreso de la República ha dado la Ley siguiente:
EL CONGRESO DE LA REPÚBLICA;
Ha dado la Ley siguiente:
ARTÍCULO 2
Ámbito de aplicación
La Oficina de Normalización Previsional - ONP procesará los pedidos de los aportantes que se en-
cuentren dentro de los alcances del artículo 1 de la presente Ley, que tengan como fin hacer efectivo
el reconocimiento de las aportaciones a que se contrae los artículos 56 y 57 del Decreto Supremo
Nº 011-74-TR, Reglamento del Decreto Ley Nº 19990.
ARTÍCULO 3
Derogatorias
Deróganse o déjanse sin efecto las normas que se opongan a los alcances de la presente Ley y a los
presupuestos contenidos en los artículos 56 y 57 del Decreto Supremo Nº 011-74-TR, Reglamento
del Decreto Ley Nº 19990.
Comuníquese al señor Presidente de la República para su promulgación.
En Lima, a los diez días del mes de noviembre de dos mil cuatro.
ÁNTERO FLORES-ARÁOZ E.
Presidente del Congreso de la República
266
Sistema Nacional de Pensiones
ARTÍCULO 1
Modifíquese el segundo y tercer párrafo del artículo 3 del Decreto Supremo
Nº 057-2002-EF, los cuales quedarán redactados de la siguiente manera:
“Adicionalmente, para el caso de las prestaciones relacionadas con la invalidez, se deberá tener
en cuenta:
- Certificado médico de invalidez expedido por el Seguro Social de Salud - ESSALUD, el
Ministerio de Salud o por las Entidades Prestadoras de Salud - EPS, debiendo contener como
mínimo la siguiente información:
1. Fecha de emisión del Certificado Médico de Invalidez.
2. Institución a la cual pertenece la Comisión que evalúa.
3. Centro Asistencial.
4. Servicio / Especialidad.
5. Apellido Paterno del paciente solicitante.
6. Apellido Materno del paciente solicitante.
267
César Abanto Revilla
ARTÍCULO 2
Dispóngase de acuerdo con el artículo 1 de la Ley Nº 27023, que el Seguro Social de Salud - ESSA-
LUD, los establecimientos de salud pública del Ministerio de Salud y las Entidades Prestadoras
de Salud - EPS, deberán conformar en un plazo máximo de 30 días hábiles contados a partir de la
publicación de la presente norma, sus Comisiones Médicas a fin de que estas emitan los correspon-
dientes Certificados Médicos de Invalidez, con la finalidad que el asegurado del Sistema Nacional
de Pensiones, pueda solicitar su prestación relacionada con la invalidez.
ARTÍCULO 3
Una vez vencido el plazo establecido en el artículo precedente, las entidades deberán remitir a la
Gerencia de Operaciones de la ONP en un plazo no mayor de 15 días calendario, la relación de las
Comisiones Médicas conformadas así como los miembros que las integran. De allí en adelante,
cualquier modificación en la relación de los miembros de las Comisiones Médicas conformadas o
por conformarse, deberá ser comunicada a la ONP en un plazo no mayor de 15 días calendario de
producida la modificación o conformación.
Asimismo, la Gerencia de Operaciones de la ONP podrá solicitar la información que estime conve-
niente a efectos de poder pronunciarse válidamente dentro de los procedimientos administrativos,
considerando especialmente los aspectos relacionados con la conformación de las Comisiones
Médicas y sus respectivos integrantes.
268
Sistema Nacional de Pensiones
ARTÍCULO 4
Conforme a lo dispuesto por el tercer párrafo del artículo 26 del Decreto Ley Nº 19990, si efectuada
la verificación posterior se comprobara que el Certificado Médico de Invalidez es falso o contiene
datos inexactos, serán responsables de ello penal y administrativamente, el médico que emitió el
certificado, cada uno de los integrantes de las Comisiones Médicas de las entidades referidas el
propio solicitante y/o quien corresponda, según sea el caso.
Asimismo, y en función a la aplicación del Principio de Privilegio de Controles Posteriores, lo
establecido precedentemente, resulta aplicable sin perjuicio de las restantes acciones que la Admi-
nistración pudiera implementar y/o derivar de lo establecido en el artículo 32 de la Ley Nº 27444,
Ley del Procedimiento Administrativo General.
Por último, en caso el asegurado o pensionista dificulte las acciones de control posterior o no acuda
a las evaluaciones que con dicho fin se le programen, la ONP queda facultada a suspender la pensión
hasta que se cumplan los trámites solicitados.
ARTÍCULO 5
Deróguese o modifíquese las disposiciones que se opongan al Decreto Supremo.
ARTÍCULO 6
El presente Decreto Supremo, será refrendado por el Ministro de Economía y Finanzas.
Dado en la Casa de Gobierno, en Lima, a los treinta días del mes de noviembre del dos mil cinco.
ALEJANDRO TOLEDO
Presidente Constitucional de la República
LEY Nº 29451
EL PRESIDENTE DEL CONGRESO DE LA REPÚBLICA
POR CUANTO:
EL CONGRESO DE LA REPÚBLICA;
Ha dado la Ley siguiente:
269
César Abanto Revilla
“Artículo 84-A.- Régimen Especial de Jubilación para la Sociedad Conyugal y las Uniones
de Hecho
1. Créase el Régimen Especial de Jubilación para la Sociedad Conyugal y las Uniones de
Hecho, para las sociedades conyugales o uniones de hecho, cuyos miembros, mayores
de sesenta y cinco (65) años de edad, con más de diez (10) años de relación conyugal o
convivencia permanente y estable y que no perciban pensión de jubilación alguna, acre-
diten aportaciones conjuntas al Sistema Nacional de Pensiones por un periodo no menor
de veinte (20) años y cumplan con los requisitos señalados en la presente Ley.
2. La pensión especial de jubilación conyugal o de uniones de hecho tiene la condición de
bien social de la sociedad conyugal, acreditada con la partida de matrimonio civil con
una antigüedad no mayor de treinta (30) días o la sentencia firme de declaración judicial
de unión de hecho.
3. El monto de la pensión especial de jubilación conyugal o de uniones de hecho no es
menor al de la pensión mínima establecida en el Sistema Nacional de Pensiones, y la
remuneración o ingreso de referencia para el cálculo de la pensión es el promedio de
las remuneraciones percibidas por ambos cónyuges o miembros de la unión de hecho.
4. El beneficio de jubilación especial es percibido por ambos cónyuges o miembros de la
unión de hecho.
5. En caso de fallecimiento de uno de los cónyuges o miembros de la unión de hecho, el
supérstite percibe el cincuenta por ciento (50%) de la pensión especial de jubilación y,
en caso de pensión de orfandad, es calculada sobre la base de la pensión especial de
jubilación a que hace referencia esta norma.
6. Esta pensión especial de jubilación caduca por la invalidación del matrimonio, disolución
del vínculo matrimonial o disolución de la unión de hecho por sentencia judicial corres-
pondiente”.
ARTÍCULO 2
De la reglamentación
El Poder Ejecutivo reglamentará la presente Ley en el plazo de sesenta (60) días, contados a partir
de su vigencia.
ARTÍCULO 3
Derogatoria
Deróganse o déjanse sin efecto, según corresponda, las disposiciones que se opongan a la presente Ley.
POR TANTO:
Habiendo sido reconsiderada la Ley por el Congreso de la República, insistiendo en el texto
aprobado en sesión del Pleno realizada el día veintitrés de abril de dos mil nueve, de conformidad
con lo dispuesto por el artículo 108 de la Constitución Política del Perú, ordeno que se publique y
cumpla.
En Lima, a los diecinueve días del mes de noviembre de dos mil nueve.
LUIS ALVA CASTRO
Presidente del Congreso de la República
270
Sistema Nacional de Pensiones
LEY Nº 29711
EL PRESIDENTE DEL CONGRESO DE LA REPÚBLICA
POR CUANTO:
EL CONGRESO DE LA REPÚBLICA;
Ha dado la Ley siguiente:
ARTÍCULO 1
Modificación del artículo 70 del Decreto Ley Nº 19990, modificado por la cuarta disposición tran-
sitoria y final de la Ley Nº 28991
Modifícase el artículo 70 del Decreto Ley Nº 19990, modificado por la cuarta disposición tran-
sitoria y final de la Ley Nº 28991, Ley de Libre Desafiliación Informada, Pensiones Mínima y
Complementarias, y Régimen Especial de Jubilación Anticipada, en los términos siguientes:
“Artículo 70.- Los aportes, períodos de aportaciones y obligaciones del empleador
Para los asegurados obligatorios, son periodos de aportaciones los meses, semanas o días
que presten o hayan prestado servicios que generen la obligación de abonar las aportaciones
a que se refieren los artículos 7 al 13. Son también periodos de aportaciones las licencias
con goce de remuneraciones otorgadas por ley o por el empleador, así como los periodos
durante los que el asegurado haya estado en goce de subsidio.
Corresponde al empleador cumplir con efectuar la retención y el pago correspondiente por
concepto de aportaciones al Sistema Nacional de Pensiones (SNP) de sus trabajadores. Sin
embargo, es suficiente que el trabajador pruebe adecuadamente su periodo de labores para
considerar dicho lapso como periodo de aportaciones efectivas al SNP. De la misma forma, las
aportaciones retenidas que no hayan sido pagadas al SNP por el empleador son consideradas por
la Oficina de Normalización Previsional (ONP) en el cómputo del total de años de aportación,
independientemente de las acciones que realice la ONP para el cobro de las mismas, conforme
a ley.
Son medios probatorios idóneos y suficientes para demostrar periodos de aportaciones, los
certificados de trabajo, las boletas de pago de remuneraciones, la liquidación de tiempo de
servicios o de beneficios sociales, las constancias de aportaciones de la Oficina de Registro y
Cuenta Individual Nacional de Empleadores Asegurados (ORCINEA), del Instituto Peruano
de Seguridad Social (IPSS) o de EsSalud y cualquier documento público conforme al artículo
235 del Código Procesal Civil. Carece de sustento el no reconocimiento por parte de la ONP
de periodos de aportaciones acreditados con los medios antedichos, argumentando que estos
han perdido validez, que hay una doble condición de asegurado y empleador, o que, según la
Tabla Referencial de Inicio de Aportaciones por Zonas, establecida por el IPSS, en esa zona
aún no se empezaba a cotizar”.
271
César Abanto Revilla
ARTÍCULO 2
Reglamentación
El Poder Ejecutivo reglamenta la presente Ley en el plazo no mayor de treinta días contado a partir
de su vigencia.
ARTÍCULO 3
Derogatoria
Deróganse o déjanse sin efecto, según corresponda, las disposiciones que se opongan a la presente
Ley.
POR TANTO:
Habiendo sido reconsiderada la Ley por el Congreso de la República, insistiendo en el tex-
to aprobado en sesión del Pleno realizada el día trece de octubre de dos mil diez, de conformidad
con lo dispuesto por el artículo 108 de la Constitución Política del Perú, ordeno que se publique y
cumpla.
En Lima, a los dieciséis días del mes de junio de dos mil once.
CÉSAR ZUMAETA FLORES
Presidente del Congreso de la República
272
Sistema Nacional de Pensiones
Que, es necesario reglamentar la Ley Nº 29711 y dictar otras disposiciones orientadas a garan-
tizar el adecuado acceso a una pensión en el Sistema Nacional de Pensiones;
De conformidad con lo dispuesto en el numeral 8) del artículo 118 de la Constitución Política
del Perú, la Ley Nº 29158, Ley Orgánica del Poder Ejecutivo y la Ley Nº 29711;
DECRETA:
ARTÍCULO 1
Aprobación de Reglamento
Apruébese el Reglamento de la Ley Nº 29711, Ley que modifica el artículo 70 del Decreto Ley Nº
19990, modificado por la Cuarta Disposición Transitoria y Final de la Ley Nº 28991, sobre protección
de aportes en el Sistema Nacional de Pensiones;
Que en Anexo forman parte integrante del presente Decreto Supremo.
ARTÍCULO 2
Refrendo
El presente Decreto Supremo será refrendado por el Ministro de Economía y Finanzas.
DISPOSICIONES COMPLEMENTARIAS
DISPOSICIONES FINALES
PRIMERA
Remuneración asegurable
Se considerará como remuneración asegurable percibida para el cálculo de la pensión en el sistema
nacional de pensiones, la remuneración mínima vital vigente en cada periodo laborable acreditado,
en caso que de los documentos presentados en la solicitud de pensión dentro del régimen del Decreto
Ley Nº 19990, no resulte posible determinar dicha remuneración.
SEGUNDA
Documentación falsa o inexacta
En todos los casos que la Oficina de Normalización Previsional - ONP compruebe que existe fal-
sedad, adulteración y/o irregularidad en la documentación y/o información a través de la cual se
ha reconocido derechos pensionarios, esta queda facultada para suspender los efectos de los actos
administrativos que los sustentan, sin perjuicio de las acciones que la Administración pudiera imple-
mentar en observancia de lo establecido en el artículo 32 de la Ley Nº 27444, Ley del Procedimiento
Administrativo General.
TERCERA
Intervención de la Sunat
Sin perjuicio de las obligaciones de recaudación de aportes al Sistema Nacional de Pensiones, es-
tablecidas para la Superintendencia Nacional de Aduanas y de Administración Tributaria - SUNAT
en la Ley Nº 27334, en cualquier caso que la ONP detecte incumplimiento en el pago efectivo de las
273
César Abanto Revilla
aportaciones, lo comunicará a la mencionada entidad a fin de que efectúe las acciones de cobranza
en el marco de sus competencias fijadas por ley.
CUARTA
Aplicación de la norma a solicitudes en trámite
Las disposiciones contenidas en el presente Decreto Supremo y el Reglamento que lo aprueba, serán
de aplicación para todas las solicitudes de pensión en el Sistema Nacional de Pensiones regulado
por el Decreto Ley Nº 19990, que se encuentren en trámite a la fecha de la entrada en vigencia de
la presente norma.
DISPOSICIÓN DEROGATORIA
ÚNICA
Derogación
Deróguese el Decreto Supremo Nº 082-2001-EF; el artículo 54 del Reglamento del Decreto Ley Nº
19990, aprobado por Decreto Supremo Nº 011-74-TR y modificado por los Decretos Supremos Nºs
001-98-TR, 122-2002-EF y 063-2007-EF; y las demás disposiciones que se opongan a la presente
norma.
Dado en la Casa de Gobierno, en Lima, a los quince días del mes de junio del año dos mil doce.
OLLANTA HUMALA TASSO
Presidente Constitucional de la República
274
Sistema Nacional de Pensiones
ARTÍCULO 2
Valoración conjunta
Todos los medios probatorios que obren en el expediente deberán ser evaluados de manera conjunta
con la finalidad de acreditar los periodos de aportación declarados por el solicitante, de conformidad
con la motivación que deben contener los actos administrativos que en materia pensionaria emite
la ONP.
ARTÍCULO 3
Reconocimiento de periodos de aportación en caso de acreditación de vínculo laboral
3.1 Excepcionalmente, cuando no se contase con los documentos mencionados en el artículo 1 del
presente Reglamento, los asegurados obligatorios que hayan podido acreditar adecuadamente
la existencia del vínculo laboral con su empleador o sus empleadores, pero no el periodo de
aportación suficiente para acceder a una prestación económica en el Sistema Nacional de Pen-
siones regulado por el Decreto Ley Nº 19990, podrán tener derecho al reconocimiento de un
periodo máximo de cuatro (4) años completos de aportes, para cuyo efecto se tendrá en cuenta
la solicitud de prestaciones y/o declaraciones juradas presentadas por el asegurado.
3.2 Los años de aportación que se reconozcan en virtud a lo señalado en el numeral precedente no
podrán ser aquellos que se tomen en cuenta para calcular la remuneración de referencia, a menos
que el asegurado cuente con una cantidad igual al 30% de las boletas de pago correspondientes
a dicho periodo, dentro de las cuales deberá encontrarse necesariamente la del último mes de
labores.
3.3 En el supuesto previsto en el numeral precedente, solo se reconocerá los años anteriores a aque-
llos que se tomen en cuenta para calcular la remuneración de referencia, en tanto no excedan
el periodo máximo de reconocimiento de aportes señalado en el primer párrafo del presente
artículo.
275
César Abanto Revilla
ARTÍCULO 4
Acreditación de periodos de aportaciones en supuestos específicos
Lo dispuesto en el presente Reglamento será de aplicación para acreditar los periodos de aportación
realizados en el Sistema Nacional de Pensiones, entre ellos los referidos a la emisión de los Bonos
de Reconocimiento, Bonos Complementarios, Pensiones Complementarias, y los beneficios creados
mediante la Ley Nº 28991, Ley de libre desafiliación informada, pensiones mínima y complemen-
tarias, y régimen especial de jubilación anticipada.
276
Regímenes Especiales de Pensión
GRUPOS INCORPORADOS DENTRO DEL SNP
ARTÍCULO 1
Compréndase como asegurados obligatorios del Sistema Nacional de Pensiones y del Régimen de
Prestaciones de Salud del Instituto Peruano de Seguridad Social, a partir del 28 de julio de 1978, a
279
César Abanto Revilla
los Representantes ante Asambleas Constituyentes, y a partir del 28 de julio de 1980 compréndase
al Presidente de la República, únicamente como asegurado obligatorio del Régimen de Prestaciones
de Salud, por estar ya comprendido en el Régimen de Pensiones en virtud de la Ley Nº 24248 y
como asegurados obligatorios de ambos regímenes a partir del 28 de julio de 1980, a los Ministros
de Estado, Senadores, Diputados, Prefectos, Sub-Prefectos, Alcaldes, Miembros del Jurado Nacional
de Elecciones, Ministerio Público y del Tribunal de Garantías Constitucionales con los deberes y
derechos que les corresponde como tales.
La presente inclusión no es aplicable a quienes, por encontrarse en el Régimen del Decreto Ley
Nº 20530 u otro, pudieran acumular su tiempo de servicios a dichos regímenes, de acuerdo al artículo
44 del mencionado dispositivo o los aplicables a cada caso.
ARTÍCULO 2
El presente Decreto Supremo será refrendado por el Presidente del Consejo de Ministros.
Dado en la Casa de Gobierno, en Lima, a los veintinueve días del mes de agosto de mil no-
vecientos ochentiséis.
Texto según fe de erratas publicada el 16/09/1986.
ALAN GARCÍA PÉREZ
Presidente Constitucional de la República.
LEY Nº 24705
EL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA
POR CUANTO:
El Congreso ha dado la Ley siguiente:
EL CONGRESO DE LA REPÚBLICA DEL PERÚ;
Ha dado la Ley siguiente:
ARTÍCULO 1
Reconózcase a las amas de casa y/o madres de familia la calidad de trabajadoras independientes.
ARTÍCULO 2
Las personas referidas en el artículo anterior tienen, en consecuencia, derecho a ser incorporadas en
los regímenes de prestaciones de salud y de pensiones de sistema de seguridad social y se incorporarán
facultativamente, en cualesquiera o ambos de los regímenes de prestaciones de acuerdo al interés
del ama de casa. Asimismo, podrán asegurarse solo para las prestaciones asistenciales, sin derecho
a la prestación económica, en cuyo caso, aportarán solo el 5% de la remuneración que corresponda.
ARTÍCULO 3
Establézcase como base impositiva de aportación el equivalente no menor al mínimo asegurable que
se señala en las Leyes Nºs 19990 y 22482.
280
Sistema Nacional de Pensiones
ARTÍCULO 4
Para la inscripción de las amas de casa en las prestaciones de salud no existirá límite de edad.
ARTÍCULO 5
Las amas de casa que se incorporan dentro del régimen del Decreto Ley Nº 19990, se beneficiarán
con el régimen especial de jubilación, siempre que hayan nacido hasta el 30 de junio de 1936.
ARTÍCULO 6
Deróganse los dispositivos legales que se opongan a la presente ley.
Comuníquese al Presidente de la República para su promulgación.
Casa del Congreso, en Lima, a los nueve días del mes de junio de mil novecientos ochentisiete.
ARMANDO VILLANUEVA DEL CAMPO
Presidente del Senado.
LEY Nº 24827
EL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA
POR CUANTO:
El Congreso ha dado la Ley siguiente:
EL CONGRESO DE LA REPÚBLICA DEL PERÚ;
Ha dado la Ley siguiente:
ARTÍCULO 1
Incorpóranse al Régimen de Prestaciones de Salud y al Sistema Nacional de Pensiones, adminis-
trados por el Instituto Peruano de Seguridad Social, en calidad de asegurados obligatorios, a los
Choferes Profesionales Independientes y a los Pensionistas de la Ley Nº 16124, quienes quedan
comprendidos dentro de los alcances de los Decretos Leyes Nºs 22482, 19990 y demás disposiciones
complementarias y conexas.
ARTÍCULO 2
El pago de las aportaciones correspondientes a empleador y asegurado en los porcentajes señalados
en los artículos 5 del Decreto Ley Nº 22482 y 7 del Decreto Ley Nº 19990, estará íntegramente a
cargo de los Choferes Profesionales Independientes. Los derechos y obligaciones que generan dichas
aportaciones serán los que rigen para los asegurados facultativos independientes.
ARTÍCULO 3
Las aportaciones abonadas por los Choferes Profesionales Independientes a las Cajas de Pensio-
nes de la ex-Caja Nacional del Seguro Social y ex-Seguro Social del Empleado, del ex-Fondo de
281
César Abanto Revilla
Jubilación Obrera y del Fondo de Retiro del Chofer Profesional Independiente, así como a los
actuales regímenes que administra el Instituto Peruano de Seguridad Social, serán acumulables
para los efectos del otorgamiento de prestaciones económicas diferidas bajo régimen del Decreto
Ley Nº 19990.
ARTÍCULO 4
Para los efectos de la presente ley se considera Chofer Profesional Independiente al conductor
debidamente autorizado que trabaja por cuenta propia, en un vehículo sea o no de su propiedad.
DISPOSICIONES TRANSITORIAS
PRIMERA
A fin de establecer el soporte financiero inicial, para los efectos de la jubilación dentro del Sistema
Nacional de Pensiones del Decreto Ley Nº 19990, los Choferes Profesionales Independientes que
tuvieren 55 o más años de edad si son mujeres, o 60 o más si son varones, además de los requisitos
establecidos en la citada norma legal, deberán tener un mínimo de 60 aportaciones dentro de la vi-
gencia de la presente ley, computándose para ello las abonadas en aplicación del Decreto Supremo
Nº 005-85-TR.
Transcurrido el periodo al que corresponde las aportaciones mencionadas, el otorgamiento de las
pensiones se sujetarán a las disposiciones del Decreto Ley Nº 19990.
SEGUNDA
Los Choferes Profesionales Independientes que no acrediten las 60 aportaciones a que se refiere la
disposición precedente, podrán optar por acogerse a la jubilación. Para este efecto, las pensiones
se calcularán sobre la base de las aportaciones efectuadas bajo el régimen de la Ley Nº 16124 y su
reglamento, teniendo en cuenta, para el mismo el promedio de las aportaciones efectuadas durante
los últimos 60 meses anteriores a la fecha en que se optó por la jubilación, sin que en ningún caso
el monto de la pensión resultante sea inferior a la pensión mínima que otorga el Instituto Peruano
de Seguridad Social.
Transcurrido un año de la vigencia de la pensión, el monto de la misma se adecuará a lo dispuesto
por la Ley Nº 23908.
TERCERA
Otórgase un plazo de 90 días contados a partir de la fecha de la publicación de la presente Ley,
para el pago de las aportaciones adeudadas al mes de enero de 1985, al Fondo de Retiro del Chofer
Profesional Independiente, cuyo abono sufrirá un recargo del 8% sobre el monto total de la deuda,
conforme a las disposiciones legales vigentes sobre la materia.
DISPOSICIONES FINALES
PRIMERA
Los Choferes Profesionales en edad de jubilarse, o sea 55 años de edad las mujeres y 60 años de
edad los varones, por excepción, podrán continuar ejerciendo su actividad, siempre que acrediten
obligatoriamente cada dos años, mediante examen médico efectuado por el Instituto Peruano de
Seguridad Social, encontrarse en capacidad física y mental para conducir vehículos.
282
Sistema Nacional de Pensiones
SEGUNDA
En toda gestión que realice el Chofer Profesional Independiente ante las dependencias del Gobier-
no Central, Gobiernos Locales y otras entidades del Estado, por asuntos vinculados a su actividad
profesional, deberá acreditar que se encuentra al día en el pago de sus aportaciones al Seguro So-
cial. El funcionario que omita exigir el cumplimiento de esta obligación será posible de la sanción
administrativa correspondiente.
TERCERA
Las personas naturales o jurídicas que proporcionen vehículos en alquiler a Choferes Profesionales
Independientes, exigirán que estos se encuentren al día en el pago de sus aportaciones al Seguro Social.
El propietario que incumpla esta disposición, asumirá los gastos por enfermedad o accidentes que
sufra el Chofer durante o con ocasión del trabajo en el vehículo alquilado.
CUARTA
El Instituto Peruano de Seguridad Social dictará las normas necesarias para el cumplimiento de
esta ley.
QUINTA
Deróganse la Ley Nº 16124 y Disposiciones Complementarias y Conexas, así como todas aquellas
que se opongan a la presente ley.
Comuníquese al Presidente de la República para su promulgación.
Casa del Congreso, en Lima, a los diecinueve días del mes de mayo de mil novecientos ochentiocho.
JORGE LOZADA STAMBURY
Presidente del Senado
LEY Nº 25047
EL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA
POR CUANTO:
El Congreso ha dado la ley siguiente:
El Congreso de la República del Perú;
Ha dado la ley siguiente:
ARTÍCULO 1
Los trabajadores denominados “estibadores terrestres”, “transportistas manuales en carretillas y
triciclos”, que laboran en los mercados, terminales terrestres de la República o en establecimientos
análogos, que no dependan exclusivamente de un solo empleador, tienen derecho a gozar, dentro
283
César Abanto Revilla
de las condiciones que establece la presente Ley, de un mes de descanso vacacional pagado dentro
de cada ciclo anual de trabajo y, asimismo, a una compensación por tiempo de servicios con valor
equivalente a la suma que perciban por un mes de descanso anual. Igualmente, tienen derecho a ser
beneficiarios del Instituto Peruano de Seguridad Social.
ARTÍCULO 2
El Poder Ejecutivo, dentro del Reglamento de la presente Ley, establecerá las pautas conforme a las
cuales se harán efectivos los derechos a los que se refiere el artículo 1 precedente, debiendo participar
en forma equitativa todos los empleadores o principales que ocupen los servicios de los trabajadores
a los que se refiere esta Ley, en la aportación de las sumas que deben pagarse a estos por concepto
de vacaciones y compensación por tiempo de servicios; asimismo, todos ellos aportarán en forma
equitativa al Instituto Peruano de Seguridad Social - IPSS, lo mismo que los trabajadores, con arreglo
a los porcentajes vigentes para este último.
ARTÍCULO 3
La presente Ley entra en vigencia al día siguiente de su publicación en el diario oficial El Peruano.
Comuníquese al Presidente de la República para su promulgación.
Casa del Congreso, en Lima, al primer día del mes de junio de mil novecientos ochenta y nueve.
ROMUALDO BIAGGI RODRÍGUEZ,
Presidente del Senado.
284
Sistema Nacional de Pensiones
De conformidad con los numerales 11, 20 y 26 del artículo 211 de la Constitución Política
del Perú;
Con el voto aprobatorio del Consejo de Ministros;
DECRETA:
ARTÍCULO 1
Los socios trabajadores de las Cooperativas de Trabajadores que, hasta el 9 de marzo de 1991, es-
tuvieron incorporados como asegurados obligatorios dependientes en los regímenes que administra
el Instituto Peruano de Seguridad Social, tanto ellos como sus Cooperativas, tienen los derechos y
obligaciones derivados de los Decretos Leyes Nºs 18846, 19990 y 22482.
ARTÍCULO 2
Considérase a partir del 10 de marzo de 1991 a los socios trabajadores de las Cooperativas de Tra-
bajadores incorporados al régimen de Accidentes de Trabajo y de Enfermedades Profesionales del
Decreto Ley Nº 18846; Sistema Nacional de Pensiones del Decreto Ley Nº 19990; y, Régimen de
Prestaciones de Salud del Decreto Ley Nº 22482, como asegurados obligatorios, en su calidad de
trabajadores independientes asociados, con las obligaciones que las referidas disposiciones contem-
plan y las particularidades normativas que establece el presente Decreto.
ARTÍCULO 3
Los socios trabajadores, por acuerdo de su Asamblea General, podrán excluirse de los alcances del
artículo anterior.
ARTÍCULO 4
Las cooperativas continuarán asumiendo por los socios el porcentaje del 6% sobre los ingresos regu-
lares de estos, tanto para el Sistema Nacional de Pensiones del Decreto Ley Nº 19990, como para el
Régimen de Prestaciones de Salud del Decreto Ley Nº 22482, y el aporte con la tasa que corresponde,
con el Régimen de Accidentes de Trabajo y Enfermedades Profesionales del Decreto Ley Nº 18846.
ARTÍCULO 5
Las cooperativas de trabajadores asumirán por los primeros veinte (20) días de incapacidad temporal
de sus socios trabajadores el equivalente de sus ingresos regulares en dicho periodo, en concordancia
con el régimen de prestaciones de salud del Decreto Ley Nº 22482.
ARTÍCULO 6
Las cooperativas de trabajadores efectuarán la retención y pago del aporte del 3% sobre los ingresos
regulares mensuales del socio trabajador, para el Sistema Nacional de Pensiones del Decreto Ley Nº
19990 y para el Régimen de Prestaciones de Salud del Decreto Ley Nº 22482.
ARTÍCULO 7
Facúltase al Ministerio de Trabajo y Promoción Social, para que en coordinación con el Instituto
Peruano de Seguridad Social, dicte, mediante Resolución Ministerial, las disposiciones que resulten
necesarias para la mejor aplicación del presente Decreto Supremo.
285
César Abanto Revilla
ARTÍCULO 8
Déjese sin efecto los Decretos Supremos Nºs 021-91-TR del 3 de abril de 1991, 026-91-TR del 22
de junio de 1991, 029-91-TR del 7 de agosto y las normas que se opongan a lo establecido en el
presente dispositivo legal.
ARTÍCULO 9
El presente Decreto Supremo entrará en vigencia a partir del día siguiente de su publicación.
ARTÍCULO 10
El presente Decreto Supremo será refrendado por los Ministros de Agricultura y de Trabajo y de
Promoción Social.
DISPOSICIONES COMPLEMENTARIAS
PRIMERA
La deuda que las Cooperativas de Trabajadores comprendidas en el presente Decreto Supremo
tienen con el Instituto Peruano de Seguridad Social por concepto de aportaciones a los regímenes
de los Decretos Leyes Nº 18846, 19990 y 22482 será materia de regularización en las siguientes
condiciones:
a) Las Cooperativas de Trabajadores abonarán el monto total de los adeudos reajustados con la tasa
de interés compensatorio actualizado a la fecha de vigencia del presente Decreto Supremo, de
acuerdo con la evaluación de la capacidad de pago de cada cooperativa, el que será convenido
con el Instituto Peruano de Seguridad Social.
b) Los adeudos materia de regularización se encuentran liberados de multas e interés moratorios.
c) El plazo para acogerse a la regularización es de treinta (30) días hábiles, contados a partir de
la publicación del presente dispositivo.
d) La regularización de los adeudos será por las aportaciones correspondientes hasta el mes de
agosto de 1991.
e) Por el plazo de fraccionamiento se aplicarán los intereses compensatorios correspondientes.
SEGUNDA
Constitúyase una Comisión Multisectorial conformada por tres (3) representantes de la Presidencia
del Consejo de Ministros designados entre los funcionarios del Instituto Peruano de Seguridad
Social, dos (2) representantes del Ministerio de Trabajo y Promoción Social, un (1) representante
del Ministerio de Agricultura, y dos (2) representantes de la Federación Nacional de Cooperativas
Agrarias Azucareras.
La citada Comisión en un plazo de sesenta (60) días naturales a partir de su instalación, formulará las
alternativas de solución al problema de los adeudos de aportaciones a los regímenes de los Decretos
Leyes Nºs 18846 y 22482 de las Cooperativas que han otorgado prestaciones a sus trabajadores
socios, no socios y familiares, en su propia infraestructura asistencial.
Asimismo, la Comisión deberá proponer la modalidad de deducción por el costo de las prestaciones
asistenciales que otorgan las Cooperativas, en su propia infraestructura asistencial.
286
Sistema Nacional de Pensiones
TERCERA
Las deudas de las Cooperativas Agrarias Azucareras con el Instituto Peruano de Segu-
ridad Social, asumidas por el Estado en virtud de lo dispuesto en el Decreto Supremo
Nº 049-88-AG deberán ser contempladas en los ejercicios presupuestales, para su abono.
DISPOSICIONES TRANSITORIAS
PRIMERA
En tanto se determine la modalidad de deducción de las aportaciones al Decreto Ley Nº 22482 las
Cooperativas que brindan prestaciones asistenciales a sus trabajadores socios, no socios y familiares,
en su propia infraestructura asistencial deducirán de las aportaciones del 6% que le corresponde
abonar a dicho régimen, el importe de las facturaciones por el costo de dichas prestaciones, según
tarifa del Instituto Peruano de Seguridad Social.
SEGUNDA
Los socios de las Cooperativas de Trabajadores que, a través de sus Asambleas Generales convocadas
expresamente para el fin que se refiere el artículo 3 del presente Decreto Supremo, opten por no
pertenecer a cualesquiera de los regímenes que se establece en este dispositivo, deberán comunicar
por escrito su determinación en el plazo de cuarentaicinco (45) días naturales al Instituto Peruano
de Seguridad Social.
Vencido el plazo a que se refiere el párrafo anterior, sin que se hubiera cursado la comunicación
correspondiente, se entenderá que los socios trabajadores se encuentran automáticamente compren-
didos en el régimen del artículo 2 del presente dispositivo legal
DISPOSICIONES FINALES
PRIMERA
En el caso de que las Cooperativas de Trabajadores se excluyeran del régimen a que se refiere el
artículo 2, sus socios trabajadores podrán incorporarse a la condición de asegurados de continuación
facultativa.
SEGUNDA
Las Cooperativas de Trabajadores que se excluyan total o parcialmente de los alcances del presente
Decreto Supremo, deberán crear sus propios organismos mutuales de seguro o contratar prestaciones
que cubran a sus socios con las prestaciones que brinda el Instituto Peruano de Seguridad Social,
en iguales o mejores condiciones.
Dado en la Casa de Gobierno, en Lima, a los nueve días del mes de setiembre de mil novecientos
noventaiuno
ALBERTO FUJIMORI FUJIMORI
Presidente Constitucional de la República
287
GRUPOS BENEFICIADOS CON LA REDUCCIÓN
DE LOS REQUISITOS PENSIONARIOS
ARTÍCULO 1
El Trabajador Marítimo, Fluvial y Lacustre del Primer Grupo del País, podrá jubilarse a los 55 años
de edad.
El trabajador percibirá el íntegro de la pensión que le correspondería de haber cumplido los 60 años
de edad en la forma siguiente:
289
César Abanto Revilla
a) Sistema Nacional de Pensiones: abonará la parte que le corresponda de los cálculos efectuados
en función de los artículos 47, 48 y 49 del Decreto Ley Nº 19990; y
b) La diferencia será abonada única y exclusivamente por los usuarios de los Puertos y de acuer-
do al Reglamento que se aprobará en el término de 30 días, a partir de la promulgación de la
presente ley.
Artículo modificado por el artículo 1 de la Ley Nº 23370 publicada el 31/12/1981.
ARTÍCULO 2
Tendrán también derecho a la jubilación a que se refiere el artículo anterior todos los trabajadores
que no han concluído el vínculo laboral o que no hayan cobrado sus beneficios sociales.
Artículo modificado por el artículo 1 de la Ley Nº 23370 publicada el 31/12/1981.
ARTÍCULO 3
El presente Decreto Ley solo será de aplicación para los trabajadores Marítimos, Fluviales y Lacus-
tres del Primer Grupo del País que habiendo nacido antes del primero de julio de mil novecientos
treintiuno, cuentan con 55 a más años de edad.
Artículo derogado por el artículo 2 de la Ley Nº 23370, publicado el 31/12/1981.
Dado en la Casa de Gobierno, en Lima, a los cuatro días del mes de octubre de mil novecientos setentisiete.
General de División EP. FRANCISCO MORALES BERMÚDEZ CERRUTI
Presidente de la República.
290
Sistema Nacional de Pensiones
ARTÍCULO 1
Los trabajadores pilotos y copilotos de aviación comercial podrán cesar en la actividad para obtener
pensión de jubilación antes de cumplir los 60 años de edad, con arreglo a la siguiente escala:
A los 55 años de edad, los que hayan trabajado en estas condiciones cinco o más;
A los 56 años de edad, los que hayan trabajado en estas condiciones cuatro años o más;
A los 57 años de edad, los que hayan trabajado en estas condiciones tres años o más;
A los 58 años de edad, los que hayan trabajado en estas condiciones dos años o más;
A los 59 años de edad, los que hayan trabajado en estas condiciones un año o más;
ARTÍCULO 2
Los tiempos de trabajo efectivos cumplidos en forma continua o alternativa en compañías de aviación
comercial, serán acumulados para obtener la pensión de jubilación, de acuerdo a la escala señalada
en el artículo anterior.
Dado en la Casa de Gobierno, en Lima, a los veintiocho días del mes de marzo de mil novecientos
setentiocho.
Regístrese y comuníquese.
291
César Abanto Revilla
Que, el Directorio del Instituto Peruano de Seguridad Social, previo el estudio actuarial co-
rrespondiente, en su XVI Sesión Ordinaria de fecha 15 de julio en curso, ha emitido pronuncia-
miento favorable respecto a la reducción de la edad de jubilación para los trabajadores en Cons-
trucción Civil; y,
Con el voto aprobatorio del Consejo de Ministros.
DECRETA:
ARTÍCULO 1
Reducir la edad de jubilación de los trabajadores de Construcción Civil a 55 años de edad, adquiriendo
derecho a pensión dentro de las condiciones establecidas por el Decreto Ley Nº 19990, siempre que
acrediten haber aportado cuando menos 15 años en dicha actividad o un mínimo de 5 años en los
últimos 10 años anteriores a la contingencia.
Las pensiones que se otorguen de conformidad con el presente Decreto Supremo, no estarán sujetas
a las reducciones a que se refiere el artículo 44 del mencionado Decreto Ley.
ARTÍCULO 2
Corresponde al Instituto Peruano de Seguridad Social, adoptar las medidas Técnico-Adminis-
trativas que estime convenientes, a los efectos de una adecuada implementación del Sistema de
Pago de Aportaciones y Acreditación de Derechos en los Regímenes de Prestaciones de Salud,
Pensiones y Accidentes de Trabajo, para los trabajadores en Construcción Civil.
ARTÍCULO 3
Los empleadores que utilicen los servicios de los trabajadores en Construcción Civil, están obligados
a proporcionar al Instituto Peruano de Seguridad Social, la información y documentación necesaria
para la implementación y aplicación del Sistema a que se refiere el artículo 2 del presente Decreto
Supremo en la forma y plazos que el mismo establece.
Lima, 22 de julio de 1982.
FERNANDO BELAUNDE TERRY
Presidente Constitucional de la República.
LEY Nº 24527
EL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA
POR CUANTO:
El Congreso ha dado la Ley siguiente:
EL CONGRESO DE LA REPÚBLICA DEL PERÚ;
Ha dado la Ley siguiente:
292
Sistema Nacional de Pensiones
ARTÍCULO 1
Los periodistas profesionales que laboren como tales en la administración pública, empresas pri-
vadas, de gestión no estatal y municipalidades, sujetos a los regímenes establecidos en las Leyes
Nºs 11377 y 4916, tienen derecho a percibir pensión de jubilación a partir de los 55 o 50 años de
edad, según se trate de varones o mujeres respectivamente, igualmente gozarán de estos beneficios,
los que ejerzan docencia periodística en los centros de formación y capacitación profesional, y los
periodistas profesionales independientes, siempre que se constituyan en empresas unipersonales.
La pensión de jubilación por rebaja de edad, será otorgada dentro de las condiciones establecidas en el
Decreto Ley Nº 19990, siempre que se acredite cuando menos 15 o 13 años, completos de aportación,
según se trate de varones y mujeres respectivamente, o de un mínimo de 5 años de aportación en los
últimos 10 años anteriores a la contingencia.
Artículo modificado por el Artículo Único de la Ley Nº 24795 publicada el 23/03/1988.
ARTÍCULO 2
Las pensiones que se otorguen de conformidad con la presente ley, no están sujetas a las reducciones
a que se refiere el artículo 44 del Decreto Ley Nº 19990.
ARTÍCULO 3
El Poder Ejecutivo reglamentará la presente ley en el plazo de 45 días.
ARTÍCULO 4
La presente ley entrará en vigencia a partir del día siguiente de su publicación.
Comuníquese al Presidente de la República para su promulgación.
Casa del Congreso, en Lima, a los treinta días del mes de mayo de mil novecientos ochentiséis.
LUIS ALBERTO SÁNCHEZ SÁNCHEZ
Presidente del Senado.
LEY Nº 25173
EL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA
POR CUANTO
EL CONGRESO HA DADO LA LEY SIGUIENTE
El Congreso de la República del Perú:
Ha dado la Ley siguiente:
ARTÍCULO 1
Establécese la edad de jubilación para los trabajadores comprendidos bajo el régimen de jubilación
del Decreto Ley Nº 19990 “Sistema Nacional de Pensiones” de la Industria de Cueros comprendidos
293
César Abanto Revilla
ARTÍCULO 2
El Poder Ejecutivo reglamentará la presente ley en un plazo de 180 días de su promulgación.
ARTÍCULO 3
Deróganse o modifícanse, en su caso, las disposiciones que se opongan a la presente ley.
Comuníquese al Presidente de la República para su promulgación.
Casa del Congreso, en Lima, a los veintiún días del mes de diciembre de mil novecientos ochenta y nueve.
HUMBERTO CARRANZA PIEDRA
Presidente del Senado
LEY Nº 25009
EL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA
POR CUANTO
EL CONGRESO HA DADO LA LEY SIGUIENTE:
EL CONGRESO DE LA REPÚBLICA DEL PERÚ;
Ha dado la ley siguiente:
ARTÍCULO 1
Los trabajadores que laboren en minas subterráneas o los que realicen labores directamente extrac-
tivas en las minas a tajo abierto tienen derecho a percibir pensión de jubilación a los cuarenticinco
(45) y cincuenta (50) años de edad, respectivamente.
Los trabajadores que laboran en centros de producción minera, tienen derecho a percibir pensión de
jubilación entre los cincuenta (50) y cincuenticinco (55) años de edad, siempre que en la realización
de sus labores estén expuestos a los riesgos de toxicidad, peligrosidad e insalubridad, según la escala
establecida en el reglamento de la presente ley.
Se incluyen en los alcances de la presente ley a los trabajadores que laboran en centros metalúrgicos
y siderúrgicos.
ARTÍCULO 2
Para acogerse al beneficio establecido en la presente ley y tener derecho a pensión completa de
jubilación a cargo del Sistema Nacional de Pensiones, regulado por el Decreto Ley Nº 19990, se
requiere acreditar veinte (20) años de aportaciones cuando se trata de trabajadores que laboran
en minas subterráneas y, de veinticinco (25) años, cuando realicen labores en minas a tajo o cielo
abierto. En ambos casos diez (10) años deberán corresponder a trabajo efectivo prestado en dicha
modalidad.
Tratándose de los trabajadores de centros de producción, minera a los que se refiere el segundo párrafo
294
Sistema Nacional de Pensiones
del artículo 1, se requiere el número de años de aportación previsto en el Decreto Ley Nº 19990, de los
cuales quince (15) años corresponden a trabajo efectivo prestado en dicha modalidad.
ARTÍCULO 3
En aquellos casos en que no se cuente con el número de aportaciones referido en el artículo 2,
el Instituto Peruano de Seguridad Social abona la pensión proporcional que corresponde en base
a los años de aportación establecidos en la presente ley, que en ningún caso será menor de diez
(10) años.
ARTÍCULO 4
Los periodos de trabajo efectivos cumplidos en forma continua o alternada en las referidas activi-
dades, son acumulables a efectos de obtener pensión de jubilación, según las normas previstas en
la presente ley.
ARTÍCULO 5
Las normas del Sistema Nacional de Pensiones contenidas en el Decreto Ley Nº 19990, sus am-
pliatorias, modificatorias y reglamentarias, serán aplicadas en todo aquello que no se oponga a lo
dispuesto en la presente ley.
ARTÍCULO 6
Los trabajadores de la actividad minera, en el examen anual que deberá practicar obligatoriamente
en los centros mineros el Instituto Peruano de Seguridad Social o el Instituto de Salud Ocupacional,
adolezcan el primer grado de silicosis o su equivalente en la tabla de enfermedades profesionales,
igualmente se acogerán a la pensión de jubilación, sin el requisito del número de aportaciones que
establece la presente ley.
ARTÍCULO 7
A partir de la vigencia de esta ley, se establece una participación de 0.5% en la renta bruta que produce
la explotación minera, como ingresos suplementarios que fueren indispensables para contribuir a
financiar el nuevo régimen de jubilación de los trabajadores mineros.
El 50% de estos ingresos será destinado para la infraestructura de locales de esparcimiento de los
trabajadores mineros, el mismo que estará administrado por un Consejo de Prevención de Enferme-
dades Ocupacionales, Vacacional y Recreacional, integrado de la siguiente manera:
- Un representante del Ministerio de Trabajo y Promoción Social.
- Un representante del Instituto del Servicio Ocupacional.
- Un representante de la Sociedad Nacional de Minería; y
- Cinco representantes elegidos por los trabajadores.
Artículo derogado por el artículo 3 inciso b) del Decreto Ley Nº 25988 publicado 24/12/1992.
ARTÍCULO 8
El Ministerio de Vivienda y Construcción, queda facultado a expropiar los terrenos necesarios
para los fines a que se refiere el segundo párrafo del artículo anterior, exonerándose de todo tributo
295
César Abanto Revilla
creado y por crearse, como también el pago de alcabala, adicional de alcabala, y de todo otro tipo
de impuesto o gravamen municipal, así como de pago en los Registros Públicos.
ARTÍCULO 9
El Poder Ejecutivo reglamentará la presente ley en el término de treinta (30) días.
ARTÍCULO 10
La presente ley entrará en vigencia al día siguiente de su publicación en el diario oficial El Peruano.
Comuníquese al Presidente de la República para su promulgación.
Casa del Congreso, en Lima, a los nueve días del mes de enero de mil novecientos ochentinueve.
ALFONSO RAMOS ALVA
Primer Vicepresidente del Senado
296
FONDO COMPLEMENTARIO DE JUBILACIÓN MINERA,
METALÚRGICA Y SIDERÚRGICA
LEY Nº 29741
EL PRESIDENTE DEL CONGRESO DE LA REPÚBLICA
POR CUANTO:
EL CONGRESO DE LA REPÚBLICA;
Ha dado la Ley siguiente:
ARTÍCULO 1
Creación del Fondo Complementario de Jubilación Minera, Metalúrgica y Siderúrgica
(FCJMMS)
Créase el Fondo Complementario de Jubilación Minera, Metalúrgica y Siderúrgica (FCJMMS), el
mismo que se constituirá con el aporte del cero coma cinco por ciento de la renta neta anual de las
empresas mineras, metalúrgicas y siderúrgicas, antes de impuestos; y con el aporte del cero coma
cinco por ciento mensual de la remuneración bruta mensual de cada trabajador minero, metalúrgico
y siderúrgico; el mismo que constituirá un fondo de seguridad social para sus beneficiarios.
El porcentaje de los aportes de empleadores y trabajadores podrá ampliarse, por decreto supremo,
previo estudio actuarial. El FCJMMS es intangible y sus recursos se aplican única y exclusivamente
para pensiones.
ARTÍCULO 2
Ámbito de aplicación
Los trabajadores mineros, metalúrgicos y siderúrgicos afiliados al Sistema Nacional de Pensiones o al
Sistema Privado de Pensiones Administrado por las Administradoras Privadas de Fondos de Pensiones
(AFP) que se jubilen de conformidad con lo dispuesto en la Ley Nº 25009, Ley de Jubilación de los
Trabajadores Mineros, y en la Ley Nº 27252, Ley que Establece el Derecho de Jubilación Anticipada
para Trabajadores Afiliados al Sistema Privado de Pensiones que Realizan Labores que Implican
Riesgo para la Vida o la Salud, tienen derecho a percibir el beneficio del fondo complementario
creado en el artículo 1. El beneficio se hará extensivo a los pensionistas mineros, metalúrgicos y
siderúrgicos que se hayan jubilado bajo el régimen de la Ley Nº 25009 y de la Ley Nº 27252. No
genera devengados hasta el vencimiento del plazo establecido en el artículo 8.
297
César Abanto Revilla
ARTÍCULO 3
Cálculo del beneficio
El beneficio complementario que regula la presente Ley se calcula de conformidad con las normas
vigentes del sistema pensionario al que haya aportado el solicitante. La diferencia que resulte entre
el monto pensionario obtenido aplicando las normas pertinentes de los sistemas previsionales y el
monto obtenido según el promedio de las remuneraciones percibidas por el trabajador en los doce
meses anteriores a la fecha de cese es cubierta por el Fondo Complementario de Jubilación Minera,
Metalúrgica y Siderúrgica (FCJMMS).
El monto del beneficio complementario a otorgarse más la pensión de jubilación que perciba el
beneficiario no podrá ser mayor a una Unidad Impositiva Tributaria (UIT).
ARTÍCULO 4
Acumulación de periodos de trabajo efectivo
Los periodos de trabajo efectivo cumplidos en forma continua o alternada en las actividades mine-
ras, metalúrgicas y siderúrgicas son acumulables a efectos de obtener el beneficio complementario
regulado por la presente Ley.
ARTÍCULO 5
Pensiones de invalidez, viudez y orfandad
Los titulares de las pensiones de invalidez, viudez y orfandad tienen derecho a percibir el beneficio
complementario regulado por la presente Ley en el porcentaje previsto en las normas previsionales
pertinentes.
ARTÍCULO 6
Administración del Fondo Complementario de Jubilación Minera, Metalúrgica y Siderúrgica
(FCJMMS)
El Fondo Complementario de Jubilación Minera, Metalúrgica y Siderúrgica (FCJMMS) será admi-
nistrado por una institución que tendrá a su cargo la aplicación del Régimen Complementario de
Pensiones para Trabajadores de la Actividad Minera, Metalúrgica y Siderúrgica, que se establecerá en
el reglamento de la presente Ley previa coordinación entre la Oficina de Normalización Previsional
(ONP), el Ministerio de Economía y Finanzas y el Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo,
los cuales determinarán qué entidad se hará cargo de la administración del fondo complementario
de jubilación minera, metalúrgica y siderúrgica.
Conforme a lo dispuesto en el artículo 1 de la Ley Nº 26516, el Fondo Complementario de Jubila-
ción Minera, Metalúrgica y Siderúrgica (FCJMMS) queda incorporado al control y supervisión de
la Superintendencia de Banca, Seguros y Administradoras Privadas de Pensiones.
ARTÍCULO 7
Comisión mixta
Créase una comisión mixta, integrada por trabajadores y empleadores, que fiscalizará la gestión de
los recursos del Fondo Complementario de Jubilación Minera, Metalúrgica y Siderúrgica (FCJMMS).
Su composición y funciones se establecerán en el reglamento.
298
Sistema Nacional de Pensiones
ARTÍCULO 8
Aplicación del Fondo Complementario de Jubilación Minera, Metalúrgica y Siderúrgica
(FCJMMS)
El goce del beneficio del Fondo Complementario de Jubilación Minera, Metalúrgica y Siderúrgica
(FCJMMS) se hará efectivo a partir de los dieciocho meses de vigencia de la presente Ley.
ARTÍCULO 9
Reglamentación
El Poder Ejecutivo reglamentará la presente Ley en un plazo no mayor de sesenta días, contado a
partir de su vigencia.
POR TANTO:
Habiendo sido reconsiderada la Ley por el Congreso de la República, aceptándose las obser-
vaciones formuladas por el señor Presidente de la República, de conformidad con lo dispuesto por
el artículo 108 de la Constitución Política del Perú, ordeno que se publique y cumpla.
En Lima, a los siete días del mes de julio de dos mil once.
CÉSAR ZUMAETA FLORES
Presidente del Congreso de la República
299
César Abanto Revilla
Que, en tal sentido, es indispensable emitir la norma reglamentaria que regule el funciona-
miento del Fondo Complementario de Jubilación Minera, Metalúrgica y Siderúrgica;
De conformidad con lo regulado en el numeral 8) del artículo 118 de la Constitución Política
del Perú, el literal e) del numeral 2) del artículo 8 de la Ley Nº 29158, Ley Orgánica del Poder Eje-
cutivo y, el numeral 5.1) del artículo 5 de la Ley Nº 29381, Ley de Organización y Funciones del
Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo;
DECRETA:
ARTÍCULO 1
Aprobación del Reglamento de la Ley Nº 29741, Ley que crea el Fondo Complementario de
Jubilación Minera, Metalúrgica y Siderúrgica
Apruébese el Reglamento de la Ley Nº 29741, Ley que crea el Fondo Complementario de Jubila-
ción Minera, Metalúrgica y Siderúrgica, el cual consta de once (11) artículos, tres (3) Disposiciones
Complementarias Finales y cuatro (4) Disposiciones Complementarias Transitorias, cuyo texto forma
parte integrante del presente Decreto Supremo.
ARTÍCULO 2
Vigencia
La presente norma entra en vigencia al día siguiente de su publicación en el diario oficial El Peruano.
ARTÍCULO 3
Refrendo
El presente Decreto Supremo es refrendado por el Ministro de Trabajo y Promoción del Empleo, el
Ministro de Economía y Finanzas y el Ministro de Energía y Minas.
Dado en la Casa de Gobierno, en Lima, a los once días del mes de mayo del año dos mil doce.
MARISOL ESPINOZA CRUZ
Primera Vicepresidenta de la República
Encargada del Despacho de la Presidencia de la República
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Sistema Nacional de Pensiones
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César Abanto Revilla
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Sistema Nacional de Pensiones
ARTÍCULO 2
De la constitución del FCJMMS
El FCJMMS está constituido por los aportes de los trabajadores y las empresas.
ARTÍCULO 3
De la Administración del FCJMMS
La ONP se encargará de la administración del Beneficio Complementario. En el caso de los pen-
sionistas del SPP, las AFP deberán remitirle a la ONP, la información necesaria para el cálculo del
beneficio complementario.
Los recursos del FCJMMS serán administrados por el FCR. Dichos recursos se contabilizarán en
forma independiente de los demás recursos a cargo del FCR. La administración de los recursos se
regirá por los lineamientos que para tal efecto establezca el Directorio del FCR.
La Sunat administra los aportes a que se refiere la Ley, los cuales serán transferidos al FCR para
integrar el FCJMMS, luego de deducir la comisión respectiva en favor de la Sunat y la comisión
correspondiente a la ONP para la atención del gasto de administración del beneficio complementario,
calculada esta última en el equivalente al tope del porcentaje previsto en el inciso a. del numeral 3
del artículo 12 del Reglamento de la Ley Nº 28532, aprobado por Decreto Supremo Nº 118-2006-
EF, aplicado sobre la suma de la recaudación, ingresos que constituyen Recursos Directamente
Recaudados para la ONP.
ARTÍCULO 3-A
De la fecha de corte para el acceso al Beneficio Complementario y de la obligación de infor-
mación
La fecha de corte para la determinación de pensionistas del SNP y SPP para acceder al Beneficio
Complementario será el día 31 de diciembre de cada año.
Al último día hábil de febrero de cada año, la información sobre beneficiarios, el importe de sus
pensiones, y promedio de sus remuneraciones durante los doce (12) meses anteriores al último mes
de aportación, será determinada por la ONP para los beneficiarios del SNP y entregada por las AFP
a la ONP para el caso de beneficiarios del SPP.
Artículo incorporado por el artículo 2 del Decreto Supremo Nº 001-2013-TR publicado el
26/04/2013.
ARTÍCULO 4
De los recursos del FCJMMS
Los recursos del FCJMMS son intangibles, es decir, no pueden ser donados, embargados, rematados,
dados en garantía, ni destinados para otro fin que no sea para el pago del beneficio complementario.
Son recursos del FCJMMS:
a) El aporte de las empresas;
b) El aporte de los trabajadores;
c) Las donaciones;
303
César Abanto Revilla
ARTÍCULO 5
Del pago de los aportes
Están obligados a retener el aporte, los sujetos que paguen o acrediten remuneraciones a los trabaja-
dores. Las retenciones deberán ser pagadas a la Sunat dentro de los plazos establecidos en el Código
Tributario para las obligaciones de periodicidad mensual.
Los aportes de la empresa deberán ser pagados a la Sunat dentro de los doce (12) primeros días
hábiles del mes siguiente de presentada la Declaración Jurada Anual del Impuesto a la Renta que
efectúen las empresas.
ARTÍCULO 6
Del incumplimiento del pago de los aportes
En caso de incumplimiento del pago de los aportes se aplicará los intereses de acuerdo a lo dispuesto
en el Código Tributario.
ARTÍCULO 7
Del Beneficio Complementario
El Beneficio Complementario, adicional a la pensión, será otorgado a los pensionistas de jubilación
bajo los alcances de la Ley Nº 25009 y la Ley Nº 27252.
El Beneficio Complementario también será otorgado a los pensionistas de invalidez, viudez y
orfandad, en el porcentaje previsto en las normas previsionales pertinentes. Se otorga a los titu-
lares de la pensión de viudez y orfandad, siempre que se deriven de una pensión de jubilación
al amparo de la Ley Nº 25009 y la Ley Nº 27252. En el caso de los titulares de las pensiones de
invalidez, el beneficio se otorgará siempre y cuando los aportes se hayan originado por labores
realizadas en las actividades minera, metalúrgica o siderúrgica a que se refieren la Ley Nº 25009
y la Ley Nº 27252.
ARTÍCULO 8
De los requisitos para el goce del Beneficio Complementario
Los requisitos para el goce del Beneficio Complementario son:
1. Presentar la solicitud de obtención del Beneficio Complementario ante la ONP o AFP en que
se haya obtenido el derecho pensionario originado en el Régimen Minero, Metalúrgico o Si-
derúrgico, según corresponda hasta el último día hábil de cada año.
2. Acreditar la condición de pensionista:
a) Para el caso del SNP: Contar con el acto administrativo que otorga la pensión al benefi-
ciario y/o estar percibiendo dicha pensión; y,
b) Para el caso del SPP: percibir pensión bajo cualquier modalidad.
3. La pensión no sea mayor a la UIT ni al promedio de las remuneraciones.
304
Sistema Nacional de Pensiones
ARTÍCULO 9
Del cálculo del Beneficio Complementario y pago
Para calcular el Beneficio Complementario, se considerará el siguiente procedimiento:
i) Determinar los beneficiarios que cumplen con los requisitos para el goce del Beneficio Com-
plementario para cada ejercicio fiscal, en base a la información de la ONP y AFP.
ii) Determinar el importe de los recursos del Fondo Complementario de Jubilación Minera, Me-
talúrgica y Siderúrgica efectivamente recaudados para cada ejercicio fiscal.
iii) Calcular el promedio de las remuneraciones percibidas por el trabajador en los doce (12) meses
anteriores a la fecha del cese de cada Beneficiario.
iv) Identificar la UIT vigente a la fecha de presentación de la solicitud de obtención del Beneficio
Complementario ante la ONP o AFP.
v) Establecer el importe de pensión de cada uno de los Beneficiarios para cada ejercicio fiscal en
base a la información de la ONP y AFP.
vi) El Beneficio Complementario de cada beneficiario, para cada ejercicio anual es el resultado
de la diferencia del Promedio de su remuneración menos el monto de su pensión, según la
información de la ONP o de la AFP hasta el límite establecido por la Ley.
vii) Si el promedio de las remuneraciones es mayor a la UIT, el beneficio complementario es el
resultado de la diferencia de la UIT menos el monto pensionario.
viii) Si el promedio de remuneraciones es menor a la UIT, el beneficio complementario es el resultado
del promedio de las remuneraciones menos el monto pensionario.
ix) El Beneficio Complementario obtenido según lo señalado anteriormente será multiplicado
por doce (12) a fin de obtener el monto anual que servirá para establecer el importe que le co-
rresponda a cada uno de los Beneficiarios en relación al Fondo Complementario de Jubilación
Minera, Metalúrgica y Siderúrgica para dicho año.
x) El pago del Beneficio Complementario Anual se realizará en una sola oportunidad al año,
conforme al cronograma que emitirá la ONP una vez efectuado el cálculo.
En el caso de que los recursos del fondo sean insuficientes, el pago se realizará de manera
proporcional al beneficio complementario de cada beneficiario según los recursos acumulados
en el fondo, sin generarse deuda por el diferencial que resulte del importe íntegro del beneficio
complementario.
Artículo modificado por el artículo 1 del Decreto Supremo Nº 001-2013-TR publicado el 26/04/2013.
ARTÍCULO 10
De la Comisión
La Comisión a que se refiere el artículo 7 de la Ley estará conformada por tres (3) representantes
designados por los trabajadores y dos (2) representantes designados por las empresas.
305
César Abanto Revilla
Cualquier controversia por la designación de los representantes de los trabajadores y las empresas
será resuelta por el MTPE y el MINEM, respectivamente.
La acreditación de los representantes de los trabajadores y las empresas será realizada mediante
Resolución Ministerial del MTPE y el MINEM, respectivamente.
La Comisión tiene como función fiscalizar la gestión de los recursos del FCJMMS. Esta función
fiscalizadora consiste en:
1. Solicitar informes financieros contables mensualmente al FCR sobre sus actividades como
administrador de los recursos del FCJMMS; e,
2. Informar a la SBS respecto de irregularidades en la administración.
La Comisión está facultada para aprobar su Reglamento Interno en el marco de su función fiscali-
zadora.
La Comisión elegirá a su Presidente entre sus representantes de acuerdo a los criterios establecidos
en su Reglamento Interno.
El Presidente de la Comisión ejercerá la representación legal y tendrá las facultades que en forma
específica le otorgue la misma Comisión en el ámbito de la función fiscalizadora.
El mandato del presidente y sus representantes es de dos (2) años, el cual es de carácter improrrogable.
Las actividades de la Comisión no generan gastos al FCJMMS.
ARTÍCULO 11
De la Supervisión y Control del FCJMMS
La SBS tiene como función la supervisión y control del FCJMMS, pudiendo para tal efecto:
1. Solicitar informes al FCR sobre la administración de los recursos del FCJMMS.
2. Emitir informes trimestrales y recomendaciones sobre el funcionamiento del FCJMMS.
306
Sistema Nacional de Pensiones
SEGUNDA
De los titulares de pensiones cuya remuneración de referencia ha perdido poder adquisitivo
por la inflación
Para el cálculo del Beneficio Complementario de los pensionistas mineros, metalúrgicos y side-
rúrgicos cuya remuneración de referencia ha perdido poder adquisitivo como consecuencia de la
inflación ocurrida entre los años 1989 a 1991, se adoptará como promedio de remuneraciones una
(1) Remuneración Mínima Minera regulada por el Decreto Supremo Nº 030-89-TR.
Disposición derogada por la Única Disposición Complementaria Derogatoria del Decreto Supremo
Nº 001-2013-TR publicado el 26/04/2013.
TERCERA
Normas para la aplicación del presente Decreto Supremo
El MTPE, el MINEM, la SBS, la SUNAT, la ONP y el FCR dictarán normas que resulten necesarias
para la implementación y el funcionamiento del FCJMMS.
SEGUNDA
Cálculos Actuariales
Dentro de los noventa (90) días siguientes a la vigencia del presente Reglamento la ONP debe efectuar
un Cálculo Actuarial, para determinar los montos a pagar por concepto del Beneficio Complementario.
El citado cálculo se realizará cada año para actualizar los montos a pagar y contar con las estadísticas
para evaluar el funcionamiento del FCJMMS.
El MTPE, la SBS, las AFP y el FCR deberán remitir la información que solicite la ONP para la
realización del cálculo actuarial.
Disposición derogada por la Única Disposición Complementaria Derogatoria del Decreto Supremo
Nº 001-2013-TR publicado el 26/04/2013.
TERCERA
Fecha de inicio del pago del Beneficio Complementario
El pago del Beneficio Complementario se efectuará a partir del 11 de enero de 2013, siempre que se
haya presentado la solicitud correspondiente con anterioridad a dicha fecha.
El pago del Beneficio Complementario se efectuará a partir de la fecha de presentación de la solicitud,
cuando esta se presente desde la fecha mencionada en el párrafo anterior.
Disposición derogada por la Única Disposición Complementaria Derogatoria del Decreto Supremo
Nº 001-2013-TR publicado el 26/04/2013.
307
César Abanto Revilla
CUARTA
Del cálculo del beneficio complementario respecto a los aportes de los trabajadores al 30 de
abril de 2013
Para el cálculo del beneficio complementario a realizarse al 30 de abril de 2013, se tendrá en cuenta
los aportes de los trabajadores realizados durante los años 2011 y 2012, y el aporte anual de las
empresas a que se refiere el cuarto párrafo del artículo 9.
Disposición derogada por la Única Disposición Complementaria Derogatoria del Decreto Supremo
Nº 001-2013-TR publicado el 26/04/2013.
308
ANEXOS JURISPRUDENCIALES
En Lima, a los veintitrés días del mes de abril de mil novecientos noventisiete, el Tribunal
Constitucional, en sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados: Nu-
gent, Presidente; Acosta Sánchez, Vicepresidente; Aguirre Roca; Díaz Valverde; Rey Terry; Revo-
redo Marsano; García Marcelo; actuando como Secretario-Relator(e) el Dr. José Luis Echaíz Espi-
noza, emite la siguiente sentencia, en la acción de inconstitucionalidad Nº 007-96-I/TC, vista en la
sede institucional de la ciudad de Lima, el diez de marzo de mil novecientos noventisiete.
I. ASUNTO
Demanda de Inconstitucionalidad interpuesta por don Bernardo Fernández Gil, don Hernán
Espinoza Segovia, don Xavier Barrón Cebreros y don Francisco Ercilio Moura, contra los artí-
culos 7, 8, 9, 10 y la Disposición Transitoria Única del Decreto Ley Nº 25967, que modificó el
goce de pensiones de jubilación que administraba el Instituto Peruano de Seguridad Social, de-
manda que fue acumulada mediante Resolución de fecha veintisiete de diciembre del mismo año,
con la Demanda de Inconstitucionalidad interpuesta por más de cinco mil ciudadanos, represen-
tados por don Percy Rodríguez Mendoza, contra el artículo 7 del D.L. Nº 25967, sustituido por
el artículo 1 de la Ley Nº 26323, y el artículo 2 de la misma, por cuanto tales normas permiten
legalmente, que los pensionistas del régimen del D.L. Nº 20530, sean transferidos a la Oficina de
Normalización Previsional, liberando de la responsabilidad del pago de las pensiones a la enti-
dad en que los mismos prestaron servicios y cesaron, lo que afecta su derecho a una pensión de
cesantía nivelada.
II. ANTECEDENTES
Los demandantes amparan su pretensión, en los artículos 200 inciso 4), 202 inciso 1) y 203
inciso 5) de la Constitución, 1, 2, 20 inciso 1), 21, 23, 25 inciso 5), 26 y 29 de la Ley Nº 26435, Or-
gánica del Tribunal Constitucional.
Las demandas fueron admitidas a trámite por el Tribunal Constitucional, por resoluciones de
fecha siete de noviembre y veintisiete de diciembre de mil novecientos noventiséis, respectivamen-
te, por cuanto los demandantes cumplieron con los requisitos señalados por la Ley Orgánica de este
Tribunal, de estas demandas se corrió traslado a los demandados, quienes las contestaron absolvien-
do dicho trámite en el caso del Poder Ejecutivo, lo hizo el Procurador ad hoc designado mediante
Resolución Suprema Nº 240-96-JUS, del once de diciembre de mil novecientos noventiséis, don
Fernando de Trazegnies Granda, y en el del Congreso de la República, el señor Congresista doctor
311
César Abanto Revilla
Óscar Medelius Rodríguez, con fecha seis de enero y veinte de febrero de mil novecientos noven-
tisiete, quien fue nombrado apoderado por Acuerdo de la Mesa Directiva del Congreso de fecha
veinticinco de noviembre de mil novecientos noventiséis.
La demanda de inconstitucionalidad de los artículos referidos en el “Asunto” de la presente,
se fundamenta en lo siguiente:
a) La “inconstitucionalidad congénita” del D.L. Nº 25967
Los demandantes al fundamentar la interposición de la presente demanda de inconstituciona-
lidad, hacen una “simple acotación tangencial”, para precisar que entienden que dicho D.L. con-
traviene flagrantemente “no solo nuestro ordenamiento legal vigente, sino que también violentó el
ordenamiento constitucional vigente al momento de promulgarse la citada norma (en ese entonces
se encontraba vigente la Constitución de 1979)”.
Se trata de un Decreto Ley con efectos retroactivos malignos, que “ofende la conciencia na-
cional, y resiente los más elementales principios naturales y constitucionales de cualquier sociedad
civilizada”, el que además, al no haber sido promulgado por un Congreso regular y constitucional,
“presenta una grave inconstitucionalidad congénita”.
b) La creación e implementación de la Oficina de Normalización Previsional
El 12 de diciembre de 1992, el Gobierno de Emergencia y Reconstrucción Nacional expidió el
D.L. Nº 25967, cuyo artículo 7 crea la Oficina de Normalización Previsional ONP, la que desde el 1
de enero de mil novecientos noventitrés, asumiría la función de administrar el Sistema Nacional de
Pensiones (en adelante SNP) a que se refiere el D.L. Nº 19990, así como otros regímenes pensiona-
rios administrados por el Estado, los que expresamente deberán ser señalados mediante resolución
suprema refrendada por el Ministro de Economía y Finanzas.
Este artículo del D.L. Nº 25967, posteriormente fue modificado por el artículo 1 de la Ley
Nº 26323, expedida por el Congreso Constituyente Democrático, el que dispuso que en rela-
ción al régimen del Sistema Nacional de Pensiones cualquier referencia que se haga al Instituto
Peruano de Seguridad Social, deberá entenderse como referida a la Oficina de Normalización
Previsional, y expresa además, que esta Oficina es la encargada del cálculo, emisión, verifica-
ción y entrega de los “Bonos de Reconocimiento” a que hace referencia el artículo 9 del D.L.
Nº 25897.
Los artículos 7 y 8 del D.L. Nº 25967 disponen, que mediante D.S. se aprobará la trans-
ferencia de personal, activos y sistemas necesarios, que las entidades respectivas deberán efec-
tuar a la ONP, así como la derogatoria de los artículos de la Ley Nº 24786 que se refiere al SNP,
respectivamente.
Los demandantes señalan que estas disposiciones legales, conllevan el “desgajamiento” del
Sistema Nacional de Pensiones, que hasta entonces se encontraba expresamente incluido dentro del
ámbito de administración del Instituto Peruano de Seguridad Social conforme a lo regulado por el
artículo 14 de la Constitución Política de 1979, que encargaba su administración a una institución
autónoma y descentralizada con personería de derecho público.
Es así, que al pasar el Sistema Nacional de Pensiones del IPSS hacia la Oficina de Normali-
zación Previsional (ONP), no solo significa un claro atentado contra su autonomía, porque la ONP
es un ente dependiente del Ministerio de Economía y Finanzas sino que además conlleva una clara
y flagrante violación del mandato constitucional antes indicado.
312
Sistema Nacional de Pensiones
c) La improcedencia de las acciones de amparo contra los efectos del Decreto Ley Nº 25867
Afirman los demandantes, que el legislador, precaviendo la natural reacción de los afectados
ante la vulneración de sus derechos legales y constitucionales, dispuso en el artículo 10 del Decreto
Ley Nº 25967, que las acciones de amparo dirigidas a impugnar directa o indirectamente los efec-
tos de aplicación de dicho D.L., no son procedentes.
Esta disposición conlleva para los asegurados afectados en sus derechos, “una total indefen-
sión jurídica, ya que fueron ilegalmente privados del acceso a los recursos que (....) la Constitución
del Estado y otras normas internacionales aplicables, contemplan como derechos fundamentales de
toda persona”; es decir, “que no solo agravia y perjudica al interesado, sino, además se le prohíbe
que se defienda”.
La presencia de este artículo 10 prueba que el legislador sabía a plena conciencia de la ilega-
lidad e inconstitucionalidad de su norma, al extremo de prohibir las acciones de amparo, que es el
camino lógico para que los afectados protesten por el atropello.
d) Nuevas condiciones para acceder al goce de la pensión de jubilación
Para los demandantes, el D.L. Nº 25967, modificó el D.L. Nº 19990, estableciendo nuevas
condiciones para acceder al goce de la pensión de jubilación, disponiendo una “nueva modalidad
de cálculo para definir la Remuneración de Referencia, aplicable para los efectos previstos por el
Sistema Nacional de Pensiones regulado por el ya acotado D.L. Nº 19990.
Consideran que dicho cálculo es una nueva modalidad para reducir importante y sustancial-
mente la pensión final del interesado; si con el sistema vigente del D.L. Nº 19990 le correspondía
un determinado monto de pensión mensual “tomando como referencia la última remuneración de
los últimos doce (12) meses”, ahora con el nuevo sistema, se toma como referencia la remuneración
de los últimos 36, 48 o 60 meses, según sea el caso, con lo que “la pensión final del solicitante se
reduce hasta niveles vergonzosos”, por la inflación de esos periodos.
Además de las nuevas condiciones para el acceso y goce de los beneficios establecidos en el
Sistema Nacional de Pensiones, la Disposición Transitoria Única del D.L. Nº 25967 dispuso que
las solicitudes en trámite a la fecha de vigencia del presente D.L., deberán ceñirse a las normas que
este prescriba, es decir, imponiendo su aplicación retroactiva, “perjudicando con ello los derechos
espectaticios y reales de todos los asegurados que, cumplidos los requisitos de ley vigentes hasta
antes del 12/12/1992”, y que “en ese momento se encontraban tramitando el goce de una pensión
de jubilación, conforme a las normas originalmente establecidas por el Sistema Nacional de Pen-
siones regulado por D.L Nº 19990”.
Finalmente señalan que esta ley atenta contra el principio constitucional de la irretroactivi-
dad de las leyes consagrado en el artículo 103 de la Constitución Vigente, extendiendo sus efectos
al pasado, y perjudica a los ciudadanos que “al momento de renunciar a sus respectivos trabajos
para acogerse a la jubilación, lo hacían en cumplimiento de la legislación vigente ese momento”.
e) Derecho a la pensión nivelable
La Constitución vigente garantiza a toda persona el derecho universal y progresivo a la segu-
ridad social, en su artículo 10.
Este precepto asigna a la seguridad social, una doble finalidad: a) “proteger” a la persona fren-
te a las contingencias de la vida y b) “elevar su calidad de vida”; este es el contenido esencial del
derecho constitucional a la seguridad social, el que se concreta a través de los diferentes regímenes
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César Abanto Revilla
que pudieran establecerse. Para los cesantes y jubilados, el medio para alcanzar dicho nivel de vida,
es la percepción de una pensión que guarde proporción con el costo de vida y no se torne diminuta
con el correr del tiempo.
En el caso de los servidores públicos que se encuentran en el régimen establecido por el D.L.
Nº 20530, la concreción de aquellas normas constitucionales reside en el derecho a percibir una
pensión de cesantía o jubilación renovable, para que haya igualdad con la remuneración que perci-
be el trabajador que desempeña igual labor o función a la que desempeñaba el cesante al concluir su
ciclo laboral. Este mecanismo de reajuste también conocido como “Cédula Viva”, fue consagrado
por la Octava Disposición Transitoria de la Constitución de 1979, y es posteriormente, que la Cons-
titución de 1993, dispuso en su Primera Disposición Final y Transitoria que los nuevos regímenes
sociales obligatorios que se establezcan en materia de pensiones, no afecta los derechos legalmen-
te obtenidos, en particular, los correspondientes a los regímenes de los D.L. Nºs 19990 y 20530, y
sus modificatorias.
De esta manera, la Constitución de 1993 concede ultractividad a la Octava Disposición Gene-
ral y Transitoria de la Constitución de 1979, garantizando la vigencia de las normas legales basadas
en esta, así como los derechos adquiridos bajo su imperio, las que han regulado de manera clara el
derecho de los cesantes sujetos a este régimen de pensión nivelada con el haber del servidor en ac-
tividad, lo que guarda relación con el artículo 50 del D.L. N 20530.
Posteriormente, la Ley Nº 23495, desarrolló el concepto de la Octava Disposición General y
Transitoria, señalando en su artículo 5, que con posterioridad a la nivelación de las pensiones con
los haberes, todo incremento que reciban los servidores públicos en actividad, en el desempeño del
cargo o similar al que ocupó el cesante o jubilado, originará el incremento de la pensión en el mis-
mo monto que el que corresponde al activo. El artículo 7 de la misma ley, concede a los servidores
con más de 30 años de servicios si es varón, o 25 años si es mujer, el derecho a percibir una pen-
sión en monto igual a las remuneraciones, bonificaciones y asignaciones que tuviese al cesar, es-
tableciendo “que la modificación de la escala de sueldos, bonificaciones y asignaciones da lugar a
expedición de nueva Cedula”.
El Reglamento de la Ley Nº 23495, aprobado por D.S. Nº 015-85-PCM, comprende en dicho
beneficio a todo servidor público con más de 20 años de servicio al Estado, otorgando una pensión
equivalente a una 30ava. o 25ava. parte de la remuneración referencial, se trate de hombres o mu-
jeres, por cada año de servicio.
Los demandantes, ponen como ejemplo el caso de los Pensionistas del Banco de la Nación.
En dicho caso señalan, como antecedente, que por disposición del D. Leg. Nº 339, se esta-
bleció en el Banco de la Nación, el régimen laboral de la actividad privada, reconociendo la Ley
Nº 26146 en su artículo 1, el derecho de los servidores de esta entidad, que a la fecha de promulga-
ción del D. Leg. Nº 339 se encontraban comprendidos en el régimen pensionario del D.L. Nº 20530
a continuar en dicho régimen.
El hecho de transferir a los pensionistas del Régimen del D.L. Nº 20530 a la ONP, significa
desvincularlos de la entidad en que laboraron y cesaron, la misma que estaba obligada al pago de
sus pensiones y a reajustarlas y nivelarlas cada vez que se produjera un incremento de las remu-
neraciones de los servidores en actividad, porque la ONP, conforme a lo normado por el artículo 4
de la Ley Nº 26323, es un pliego presupuestal y una institución pública descentralizada del Sector
Economía y Finanzas, con personería jurídica de derecho público interno, con fondos y patrimonio
propios y con autonomía funcional, administrativa, técnica, económica y financiera.
314
Sistema Nacional de Pensiones
Con esta transferencia, los cesantes del Banco de la Nación dependen ahora de una entidad
que es parte de la Administración Pública y pertenece al Sector Economía y Finanzas, resultando
evidente que al asumir la ONP la obligación del pago de las pensiones de los cesantes de una enti-
dad del sector público, no puede mantener el carácter homologado o nivelable de dichas pensiones,
con los haberes de los servidores públicos de las mismas categorías de la entidad en la que cesa-
ron, porque al desvincularse de esta, la entidad queda liberada de esa obligación. Así, el derecho a
la pensión nivelada, garantizado por la Octava Disposición General y Transitoria de la Constitu-
ción de 1979, y la Primera Disposición Final y Transitoria de la Constitución vigente, es afectado
al transferirse el pago de una pensión a una institución ajena a aquella en la que sirvió el trabaja-
dor, como es el caso de la ONP. Por lo tanto, en el presente caso, la transferencia de los cesantes
del Banco de la Nación a la ONP, evidencia por ejemplo, que sus pensiones perderían el carácter
de nivelable; y esta medida, aparentemente de orden administrativo no puede vulnerar preceptos
constitucionales.
Consideran entonces, que el propósito de la transferencia del pago de las pensiones a la ONP,
es acabar con la nivelación de las pensiones, y no de tipo administrativo, como se ha afirmado, pre-
tendiendo terminar con el sistema de nivelación y homologación para separar y desvincular a los
cesantes de la entidad en la que laboraron. La Sala Constitucional y Social de la Corte Suprema ha
sentado criterio jurisprudencial en vía de control difuso de la constitucionalidad, frente a intentos
legislativos similares para transferir el pago de las pensiones a entidades ajenas a las obligadas por
la Ley; Así ha declarado Fundada la acción de amparo interpuesta por la Asociación Nacional de
Cesantes y Jubilados de la Sunat, e inaplicable la 3ª Disposición Transitoria del D.Leg. Nº 673 que
dispuso la transferencia del Pago de pensiones de los cesantes del régimen del D.L. Nº 20530 de la
Sunat al Ministerio de Economía.
Conforme al criterio jurisprudencia de la Sala Constitucional y Social, la transferencia de los
pensionistas que prestaron servicios a la Sunat y al IPSS, al Ministerio de Economía y Finanzas,
“configura la violación de su derecho constitucional una pensión nivelada u homologada con los
haberes de los servidores activos de la entidad en que cesaron”.
f) Violación de los Derechos adquiridos de los Pensionistas
La 1ª Disposición Final y Transitoria de la Constitución de 1993 consagra el respeto a los de-
rechos adquiridos en materia pensionaria, el que se aplica en los casos de sucesión normativa o de
derogación de una norma, a cuyo amparo se obtuvo la condición más beneficiosa que la estable-
cida o suprimida por una norma posterior, y “consiste en que el titular del derecho o beneficio ad-
quirido en virtud de aquella norma, lo conservará, no siendo aplicable la norma posterior menos
beneficiosa”.
La Constitución señala que la implantación de nuevos regímenes previsionales no implica el
desconocimiento de los derechos adquiridos por los pensionistas, pues por el contrario, obliga y ga-
rantiza su respeto, protegiéndolos frente a cualquier norma, acto o hecho que pueda afectarlos de
modo alguno.
El D.L. Nº 25967 y la Ley Nº 26323 vulneran el principio constitucional de respeto a los de-
rechos legalmente obtenidos en materia pensionaria, al posibilitar se transfiera a la ONP, la respon-
sabilidad de administrar el régimen del D.L. Nº 20530, y al afectar la nivelación de los haberes de
los cesantes con los de los servidores en actividad, de la misma categoría y entidad en la que pres-
taron servicios los cesantes.
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César Abanto Revilla
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Sistema Nacional de Pensiones
El artículo 11 de la actual Constitución, prescribe que el Estado garantiza el libre acceso a las
Prestaciones de salud y a pensiones, a través de unidades públicas y privadas; Así, la propia Cons-
titución prevé la existencia de organismos de naturaleza diversa, los que tendrán a su cargo, la ad-
ministración del Sistema de Salud y de Pensiones. En ese contexto, la creación de la ONP, obedece
al desarrollo de una política por parte del Estado, en materia de Seguridad Social, la que se centra
en el paso de la administración del Sistema Nacional de Pensiones a una entidad distinta, lo que se
circunscribe a aspectos meramente administrativos, en donde las prestaciones que puedan ser otor-
gadas por el Sector Privado, son una alternativa moderna y responsable, siendo intangibles sus fon-
dos y reservas, como lo señala el artículo 12 de la propia Constitución; además, como afirma la pro-
pia parte demandante, “el acto mismo de la creación de la Oficina de Normalización Previsional no
comporta por sí misma una contravención constitucional”.
La creación de la ONP, es parte del cumplimiento de las obligaciones que todo Estado
miembro de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) asume al ratificar un convenio in-
ternacional, caso específico del Convenio OIT Nº 35, “relativo al seguro obligatorio de vejez de
los asalariados en las empresas industriales y comerciales, en las profesiones liberales, en el tra-
bajo a domicilio y en el servicio doméstico” y del Convenio Nº 36, sobre “seguro obligatorio
de vejez de los asalariados en las empresas agrícolas”, aprobados por Resoluciones Legislativas
Nºs 10195 y 13284.
En cuanto al artículo 8 del D.L. Nº 25967, debemos indicar que no contraviene disposición
constitucional alguna, puesto que es consecuencia del paso de la administración de un ente a otro,
el mismo que requiere implementaciones de toda índole, así, la ONP asume tanto el activo como
el pasivo del IPSS en materia de pensiones. Respecto de derogatoria de los artículos referidos a la
administración del SNP por el IPSS, dispuesta por el artículo 9 del referido D.L., los demandados
consideran que tal mandato es constitucional, “mas aún si tenemos en cuenta que uno de los princi-
pios generales del derecho glosa, que lo accesorio sigue la suerte del principal, siendo lo principal
la creación de la ONP, la que es titular de la administración del Sistema, y lo accesorio, el traspaso
de las facultades; “es aquí donde por seguridad jurídica y con la finalidad de que los usuarios ten-
gan la certeza y confiabilidad en el Sistema, es que derogan en forma expresa las facultades admi-
nistrativas del IPSS, para evitar la duplicidad de funciones”.
c) La improcedencia de las acciones de amparo contra los efectos del D.L. Nº 25967
Se denuncia como inconstitucional el artículo 10 del D.L. Nº 25967, porque los demandan-
tes consideran que dicha disposición “pretende privar al ciudadano de una garantía constitucional;
lo que resultaría inconstitucional”. Al respecto, consideran necesario precisar que el inciso 2) del
artículo 200 de la Constitución vigente dispone que no proceden las acciones de amparo contra nor-
mas legales, las que pueden ser impugnadas a través de la acción de inconstitucionalidad, que es lo
que se está ventilando ante el Tribunal Constitucional. El artículo 10 de la Ley Nº 25967, “se limita
a establecer lo que la Constitución establece”.
Además señalan los demandados, que la acción de amparo, por sí, no constituye un derecho,
sino un medio del que se valen las personas para recurrir al poder jurisdiccional, para que se les res-
tablezcan sus libertades o derechos violados o amenazados. El acto de recurrir al órgano jurisdic-
cional no es un derecho sustantivo sino procesal; en todo caso, “lo sustantivo está representado por
el derecho violado y lo procesal, por este camino particular de defensa”.
En todo caso, la acción de amparo no es el único medio para hacer valer los derechos, más aún
cuando se trata de una forma excepcional para ello, quedando subsistentes las formas convenciona-
les; así, no se ha recortado ni transgredido derecho alguno, máxime cuando el numeral 2 del artículo
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César Abanto Revilla
200 de la Constitución prevé de manera expresa, que la acción de amparo no procede contra normas
legales ni contra resoluciones judiciales emanadas de un procedimiento regular.
Es necesario recordar, que la acción de amparo procede cuando se han violado o amenazan
derechos constitucionales; en cuanto a lo primero, no se ha violado derecho alguno, y en cuanto a
la amenaza, los demandados citan al constitucionalista Alberto Borea, para quien esta debe estar
referida:
1.- a un derecho constitucional, 2.- debe ser real y concreta contra persona cierta que encuen-
tre en peligro el quebrantamiento de su derecho constitucional, 3.- debe ser inminente, es decir, en
vías de ejecución.
d) Nuevas condiciones para acceder al goce de la pensión de jubilación
La Disposición Transitoria dispone que las solicitudes en trámite a la fecha de entrada en vi-
gencia del Decreto Ley Nº 25967, se ceñirán a las normas que este prescribe.
Los demandantes estiman que ello implica retroactividad, la que se encuentra prescrita por el
artículo 187 de constitución derogada, y pretender darle nueva vida a ese texto legal para aplicarlo
ahora sobre el Decreto Ley cuya inconstitucionalidad se demanda. Además, una ley derogada, ya
no es una ley, aunque se trate de una Constitución;
Aún cuando los demandantes no lo han invocado –por lo que no puede ser aplicado a los mis-
mos por el Tribunal, porque no puede sustituirse a los demandantes–, tampoco el artículo 103 de la
actual Constitución podría servir como fundamento para considerar que la Disposición Transitoria
Única es retroactiva, y por lo tanto, inconstitucional.
Debe tenerse presente que las leyes son retroactivas, cuando se aplican hacia atrás, con el ob-
jeto de cambiar situaciones del pasado; “si esta ley pretendiera retirar los beneficios ya adquiridos
por alguien en el pasado, y los cuales se encuentra efectivamente gozando y le exigiera que devuel-
va lo recibido en el pasado, estaríamos claramente ante un caso de intolerable retroactividad. Pero
este no es el caso de la ley materia de esta acción de pretendida inconstitucionalidad. La Disposi-
ción Transitoria Única se limita a decir que la ley es aplicable de ahí en adelante, es decir, hacia
el futuro. De ninguna manera se pretende modificar el régimen de pensiones del pasado ni exigir
devolución de suma alguna: quienes están gozando de una pensión otorgada bajo la ley anterior,
continúan dentro de ese régimen. Pero a partir de la fecha de entrada en vigencia del nuevo Decre-
to Ley, todas las pensiones que se otorguen en el futuro deberán adecuarse a lo dispuesto por este
último. No hay, pues, aplicación hacia el pasado (retroactividad) sino aplicación inmediata y hacia
adelante de la nueva norma”.
La teoría de la intangibilidad de los derechos adquiridos se basa en la distinción entre lo que
es una mera expectativa y lo que es un derecho adquirido; el último es un derecho formalmente
constituido y en ejercicio, mientras que la expectativa es la situación en la que si se cumplen cier-
tas condiciones y formalidades, se adquirirá un derecho, pero como el derecho no se tiene aún, no
puede ser ejercido todavía.
El derecho adquirido es intocable por leyes posteriores, mientras que la expectativa tiene que
someterse y adaptarse a la nueva legislación.
Indican además, que la norma se refiere a “solicitudes en trámite” al 19 de noviembre de
1992, fecha de entrada en vigencia del Decreto Ley, lo que no contraviene derecho constitucional
alguno, más aún si tenemos en cuenta que se refiere a aquellas que no contaban con resoluciones
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Sistema Nacional de Pensiones
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Sistema Nacional de Pensiones
cálculo, emisión, verificación y entrega de los “Bonos de Reconocimiento” a que hace refe-
rencia el artículo 9 del D.L Nº 25897. Esto es, modificó la norma, y complementándola ade-
cuó el Sistema Nacional de Pensiones a la ONP y encargó a esta última el trámite del “Bono
de Reconocimiento”.
4. Si bien es cierto, el artículo 14 de la Constitución de 1979, establecía que sería una institución
autónoma y descentralizada la que estaría a cargo de la seguridad social, institución que para
los demandantes no era otra que IPSS, también lo es que, dicha Constitución ha sido deroga-
da por la Constitución de 1993, tal como lo estipula la 16ª Disposición Final y Transitoria de
esta última. La Constitución en vigencia, en su artículo 10, no hace referencia alguna a la ins-
titución encargada de administrar las prestaciones de la seguridad social, ni la organización
de la misma o su administración, y mucho menos, condiciona tal administración a una sola
administración.
5. Los artículos 8 y 9 del D.L. Nº 25967 son acusados de inconstitucionalidad, porque conllevan
la desintegración de Sistema Nacional de Pensiones (SNP); sobre el particular, nos remitimos
a lo expresado en el primer fundamento de la presente sentencia, toda vez, que ya se ha acla-
rado la sucesión normativa de la Constitución de 1993, respecto de la de 1979, entendiendo
además que estos artículos, al ser confrontados con la Constitución vigente, no violentan man-
dato alguno o precepto de la misma, tratándose de normas que tienen por objeto viabilizar la
administración de la ONP la que en adelante se hará cargo de la administración de los sistemas
pensionarios que la ley establece.
Además, el referido artículo 14 de la Constitución de 1979, era implementado por la Ley
Nº 24786, que no es sino la Ley Orgánica del Instituto Peruano de Seguridad Social, cuyos ar-
tículos referidos a la administración del SNP, han sido derogados por el artículo 9 impugnado,
para evitar que exista un conflicto de normas con las del D.L. Nº 25967.
La improcedencia de las acciones de amparo contra los efectos del D.L. Nº 25967
6. El artículo 200, inciso 2) de la Constitución vigente, dispone que no proceden las acciones de
garantía contra normas legales, las que deberán ser impugnadas a través de la acción de in-
constitucionalidad; los demandados señalan que en todo caso, el artículo 10 del D.L. Nº 25967
limita el acceso a los recursos que la Constitución del Estado y otras normas internacionales
aplicables contemplan.
7. Si bien la acción de amparo no procede en contra de leyes, por mandato expreso de la propia
norma fundamental, la doctrina reconoce que si se puede interponer contra actos que en apli-
cación de una norma legal, vulneren un derecho susceptible de amparo constitucional; en este
caso, estamos frente a un caso de control de la aplicación de la norma, extremo que pretende
ser prohibido expresamente por el artículo 10 del Decreto Ley Nº 25967. Además, el inciso
2) del antes referido artículo 200 de la Constitución señala que no proceden las acciones de
garantía contra normas legales, pero el artículo 10 impugnado, va más allá del texto constitu-
cional, por cuanto prohíbe dichas acciones, contra los efectos del propio D.L., extremo este
que es inconstitucional, por cuanto ninguna autoridad puede impedir el ejercicio de tales ac-
ciones por los particulares, cuando se produzcan hechos que amenacen o violenten derechos
constitucionales de los ciudadanos, que puedan ser protegidos por medio de las acciones de
garantía.
Además, es importante recalcar que en todo momento los jueces al resolver, tienen la obliga-
ción constitucional de preferir la Constitución sobre cualquier otra norma de menor jerarquía,
321
César Abanto Revilla
tal como lo disponen los artículos 51 y 138 de la misma, dispositivos estos que tienen prima-
cía respecto de cualquier otra norma legal.
Nuevas condiciones para acceder al goce de la pensión de jubilación
8. Para los demandantes, el D.L. Nº 19990 fue modificado por el D.L. Nº 25967, en el extre-
mo de establecer nuevas condiciones (nuevo sistema de cálculo) para acceder al goce de la
pensión de jubilación, sobre la base de una nueva modalidad de cálculo, la que serviría para
definir la Remuneración de Referencia a aplicarse para los efectos del Sistema Nacional de
Pensiones; como la aplicación de la modificación es inmediata, conforme lo ha señalado la
Disposición Transitoria Única del antes referido D.L. Nº 25967, señalan que el mismo atenta
contra el principio constitucional de irretroactividad de las leyes, perjudicando los derechos
expectaticios de los asegurados que se encontraban tramitando, a la fecha de expedición de la
ley, el goce de su pensión de jubilación.
9. El Procurador Ad hoc del Poder Ejecutivo señaló al contestar la demanda, que este Tribunal
no podía pronunciarse sobre las nuevas condiciones para acceder al goce de la pensión de ju-
bilación aplicando el artículo 103 de la Constitución vigente, por cuanto no había sido invo-
cado expresamente en la demanda no pudiendo el Tribunal Constitucional sustituir a los de-
mandantes; cabe señalar, que el artículo 63 de la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional
dispone que supletoriamente a la misma “son de aplicación el Código Procesal Civil y la Ley
Orgánica del Poder Judicial”; y en este extremo, el Tribunal está obligado a aplicar el artículo
VII del Título Preliminar del Código Procesal Civil, que prescribe que “el juez debe aplicar
el derecho que corresponda al proceso, aunque no haya sido invocado por las partes o lo haya
sido erróneamente”.
10. La Primera Disposición Final y Transitoria de la Constitución de 1993, consagra a nivel cons-
titucional, el respeto de los derechos legalmente obtenidos en materia pensionaria, de los ju-
bilados y cesantes de los regímenes de los D.L. Nºs 19990 y 20530, entendiéndose por tales
derechos, a los que han sido incorporados en el patrimonio jurídico de los pensionistas.
Si la protección que la Constitución otorga a tales derechos opera ante la creación de nuevos
regímenes pensionarios, con mayor razón, cualquier regulación destinada a mejorar la admi-
nistración de los mismos, también debe respetarlos. Estamos ante una situación de excepción
que permite que un conjunto de normas sean aplicadas ultractivamente, por reconocimiento
expreso de la disposición constitucional, a un grupo determinado de personas, quienes man-
tendrán sus derechos nacidos al amparo de una ley anterior, aunque la misma haya sido dero-
gada o modificada posteriormente. Esta situación no significa que se esté desconociendo por
mandato de la propia Constitución, la obligatoriedad de la vigencia de las leyes, desde el día
siguiente de su publicación en el Diario Oficial, salvo disposición contraria de la propia ley,
que postergue su vigencia en todo o en parte, ya que la Constitución consagra la teoría de apli-
cación inmediata de la norma; nuestro sistema jurídico, complementando lo antes señalado, se
regula sobre la base de la teoría de los hechos cumplidos en los casos de conflicto de normas
en el tiempo, como lo consagra el artículo III de Título Preliminar del Código Civil. Se trata
en todo momento, de una situación excepcional de ultractividad de la norma, por disposición
expresa de la Constitución.
11. El D.L. Nº 19990, en su artículo 38 declara que tienen derecho a la pensión de jubilación, los
hombres a partir de los 60 años, y las mujeres, a partir de los 55, a condición de que reúnan
los requisitos de aportaciones señalados en el mencionado D.L., y conforme a las condiciones
que el mismo señala. Al permitirse la aplicación ultractiva de la norma, esta se aplicará solo
322
Sistema Nacional de Pensiones
a los trabajadores que, aun cuando se encuentren laborando, reúnan los requisitos señalados
por el D.L. Nº 19990 para obtener la pensión de jubilación, por cuanto han incorporado a su
patrimonio un derecho en virtud del mandato expreso de la ley, que no está supeditado al re-
conocimiento de la administración. De esta manera, los asegurados que se encuentran inscri-
tos en el D.L. Nº 19990, hasta antes de la vigencia del D.L. Nº 25967, y de la Ley Nº 26323, y
ya hubieran cumplido con los requisitos señalados por el D.L. Nº 19990, tendrán derecho a la
pensión correspondiente, en los términos y condiciones que el mismo establece, incluyéndose
los criterios para calcularla.
12. El nuevo sistema de cálculo, se aplicará solo y únicamente a los asegurados que con poste-
rioridad a la dación del D.L. Nº 25967, cumplan con los requisitos señalados por el régimen
previsional del D.L. Nº 19990, y no a aquellos que los cumplieron antes de la vigencia del ci-
tado D.L. Nº 25967, porque de hacerlo, se estaría violentando la Primera Disposición Final y
Transitoria de la Constitución de 1993.
13. La Disposición Transitoria Única es, por lo tanto concordante con la Constitución Política y
no contraria a la misma, por cuanto la aplicación inmediata de las normas prescritas por el
D.L. Nº 25967, para los nuevos casos de jubilación que se presenten desde el momento en que
se expidió la norma.
Derecho a la pensión nivelable y violación de los derechos adquiridos de los pensionistas
14. Ambos extremos, a criterio de los demandantes, liberan de la responsabilidad del pago de las
pensiones a la entidad en la que los pensionistas prestaron servicios y cesaron, lo que afecta
su derecho a la pensión de cesantía nivelada.
15. Este Tribunal, considera, de acuerdo a lo expresado en el fundamento 10), que los derechos
adquiridos por los pensionistas de los regímenes previsionales regulados por los Decretos Le-
yes Nºs 19990 y 20530, deben y tienen necesariamente que ser respetados por el legislador or-
dinario, por la sola voluntad del constituyente, quien así lo ha establecido en la Primera Dispo-
sición Final y Transitoria de la Constitución de 1993. En este extremo, el derecho adquirido de
los pensionistas a una pensión nivelada, también debe ser respetado, por cuanto los regímenes
previsionales de los Decretos Leyes Nºs 19990 y 20530, así como sus normas modificatorias
y complementarias son protegidas por la Primera Disposición Final y Complementaria de la
Constitución vigente.
16. El artículo 7 del D.L. Nº 25967, modificado por el artículo 1 de la Ley Nº 26323, establece:
1) que la creación de la ONP, la que “asumirá la función de administrar el Sistema Nacional
de Pensiones y el Fondo de Pensiones a que se refiere el Decreto Ley Nº 19990”; 2) que toda
referencia al IPSS en relación al Sistema Nacional de Pensiones “deberá entenderse como re-
ferida a la ONP, incluyendo lo relativo a las facultades de cobranza coactiva que le correspon-
den de acuerdo a Ley”; 3) que “la ONP tendrá a su cargo la administración de los pagos de las
pensiones de otros regímenes administrados por el Estado, los cuales deben ser señalados ex-
presamente mediante Resolución Suprema refrendada por el Ministro de Economía y Finan-
zas”; y, 4) que la ONP, es la encargada del cálculo, emisión, verificación y entrega de los “Bo-
nos de Reconocimiento” a que hace referencia el artículo 9 del Decreto Ley Nº 25897. Este
artículo, es complementado por el artículo 2 de la antes referida Ley Nº 26323, el que señala
que el objeto principal de la ONP es “la administración centralizada del Sistema Nacional de
Pensiones y Fondo de Pensiones a que se refiere el Decreto Ley Nº 19990, así como otros sis-
temas de pensiones administrados por el Estado”.
323
César Abanto Revilla
Es así, que estos artículos establecen, como función principal de la ONP, la de “administrar”,
tanto el régimen del D.L. Nº 19990, como los otros sistemas de pensiones administrados por
el Estado, estos últimos a condición de que expresamente sean señalados por resolución su-
prema refrendada por el Ministro de Economía y Finanzas.
Las funciones administrativas de la ONP, respecto de los regímenes previsionales que se en-
cuentran bajo el ámbito de aplicación de su ley de creación, en ningún momento pueden le-
sionar los derechos adquiridos de los pensionistas, haciendo nuevamente la salvedad, que ello
no conlleva la desnaturalización de nuestro ordenamiento jurídico, en cuanto a que las normas
son de aplicación inmediata, puesto que se trata de una situación de excepción, amparada ex-
presamente por la Constitución del Estado.
17. Los demandantes arguyen que al pasar la administración del régimen previsional del D.L.
Nº 20530, a la Oficina de Normalización Previsional, perderán todo vínculo con la entidad en
la que laboraron y cesaron, la que debe transferir a dicha institución los recursos necesarios
para la atención de la planilla, dejando por tanto de tener una remuneración de referencia para
efectos de la correspondiente nivelación.
Teniendo los pensionistas del régimen del D.L. Nº 20530 derecho a una pensión nivelada, no
pueden ser privados de manera indirecta de la misma, lo que ocurriría si al trasladarlos a la
ONP, no se le provea a esta de los recursos necesarios para el pago de las pensiones a las que
está obligada. Esto ha sido interpretado correctamente por el Poder Ejecutivo, cuando dispone
en el último párrafo del artículo 4 del Decreto Legislativo Nº 817, que “cada entidad conti-
nua manteniendo la responsabilidad del pago de las pensiones que les corresponde conforme
a ley”, luego de señalar que le corresponde a la ONP, el reconocimiento y calificación de los
derechos pensionarios legalmente obtenidos al amparo del D.L. Nº 20530 y sus normas com-
plementarias y modificatorias, así como los derivados de otros regímenes previsionales a su
cargo.
Este Tribunal considera que de conformidad con el artículo 4 del Decreto Legislativo Nº 817
se está trasladando solo la administración de los diferentes regímenes pensionarios a cargo
del Estado a la ONP, pero la responsabilidad del pago oportuno y nivelado de las pensiones
continúa a cargo de las entidades en las que los pensionistas cesaron; debiéndose efectuar este
pago a los pensionistas con la sola base referencial del ingreso mensual del servidor en activi-
dad que desempeñe el último cargo en que cesó el pensionista, sin que la pensión nivelada así
resultante pueda ser alterada por ningún tipo de cálculo actuarial.
Además, el derecho de los pensionistas, es el de percibir de parte del Estado la pensión que
les corresponde, conforme al régimen previsional al que pertenecen, y no el de recibir la mis-
ma, de una entidad determinada; en este extremo, el régimen pensionario regulado por el D.L.
Nº 20530, ha sido modificado por el D.L. Nº 25967, sin que ello conlleve la desprotección de
los pensionistas frente al Estado, modificación que es perfectamente constitucional, toda vez,
que la Primera Disposición Final y Transitoria de la Constitución de 1993, busca la protec-
ción de los pensionistas del régimen de los D.L. Nºs 19990 y 20530, debiendo entenderse que
ello se produce en cuanto al goce de la pensión, y no en cuanto a qué entidad es la responsa-
ble del pago de la misma.
Es así, que la nueva entidad encargada de administrar los regímenes pensionarios a cargo del
Estado, esto es, la Oficina de Normalización Previsional está obligada a efectuar las nivelacio-
nes de las pensiones, en las condiciones previstas por la ley, antes de la vigencia del Decreto
Ley Nº 25967 y de la Ley Nº 26323.
324
Sistema Nacional de Pensiones
18. En la medida que las transferencias de sistemas previsionales a la ONP, y el pago de las mis-
mas se desarrollen en los términos expresados en la presente fundamentación, este Tribunal
no considera que exista ninguna inconstitucionalidad; pero en el caso que las normas de crea-
ción implementación y funcionamiento de la ONP, se apliquen para violentar los derechos ad-
quiridos de los pensionistas, estamos ante violación flagrante de la Primera Disposición Final
y Transitoria de la Constitución.
El Tribunal Constitucional,
IV. FALLA
Declarando Fundada, en parte, la demanda de inconstitucionalidad interpuesta, y en conse-
cuencia inconstitucional, el artículo 10 del Decreto Ley Nº 25967, por contravenir lo dispuesto en
los artículos 51, 138 y 200 de la Constitución; e improcedentes en los demás extremos demanda-
dos. Dispusieron, además, la incorporación de los fundamentos jurídicos signados con los numera-
les 10,11,12, 15 y 17, a la parte resolutiva de esta sentencia, y ordenaron su publicación en el diario
oficial El Peruano.
SS.
NUGENT
ACOSTA SÁNCHEZ
AGUIRRE ROCA
DÍAZ VALVERDE
REY TERRY
REVOREDO MARSANO
GARCÍA MARCELO
02 RECONOCIMIENTOS DE APORTACIONES
EXPEDIENTE Nº 04762-2007-PA/TC-SANTA
ALEJANDRO TARAZONA VALVERDE
En Lima, a los 22 días del mes de setiembre de 2008, el Tribunal Constitucional, en sesión
de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los magistrados Mesía Ramírez, Vergara Gotelli, Lan-
da Arroyo, Beaumont Callirgos, Calle Hayen, Eto Cruz y Álvarez Miranda, pronuncia la siguiente
sentencia
I. ASUNTO
Recurso de agravio constitucional interpuesto por don Alejandro Tarazona Valverde contra la
sentencia de la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia del Santa, de fojas 126, su fecha
12 de julio de 2007, que declara infundada la demanda de autos.
II. ANTECEDENTES
Con fecha 7 de julio de 2006 el recurrente interpone demanda de amparo contra la Ofici-
na de Normalización Previsional (ONP), solicitando que se declare inaplicable la Resolución
Nº 0000040058-2005-ONP/DC/DL 19990, de fecha 10 de mayo de 2005; y que en consecuencia se
325
César Abanto Revilla
le otorgue pensión de jubilación conforme al artículo 47 del Decreto Ley Nº 19990, con el abono de
las pensiones devengadas y los intereses legales correspondientes.
La emplazada contesta la demanda alegando que el demandante no reúne los requisitos esta-
blecidos en el artículo 47 del Decreto Ley Nº 19990 para tener derecho a una pensión del régimen
especial de jubilación, debido a que no ha nacido antes del 1 de julio de 1931.
El Quinto Juzgado Especializado en lo Civil de Chimbote, con fecha 5 de marzo de 2007, de-
clara fundada en parte la demanda, por considerar que el demandante ha cumplido con acreditar
que cuenta con los requisitos establecidos en el artículo 44 del Decreto Ley Nº 19990 para acceder
a una pensión de jubilación adelantada.
La recurrida, revocando la apelada, declara infundada la demanda, por estimar que el deman-
dante pretende acreditar sus años de aportaciones con unos certificados de trabajo que no resultan
idóneos para el reconocimiento de años de aportaciones conforme al artículo 54 del Decreto Su-
premo Nº 011-74-TR.
III. FUNDAMENTOS
1. Procedencia de la demanda y delimitación del petitorio
1. En el fundamento 37 de la STC Exp. Nº 1417-2005-PA, publicada en el diario oficial El Pe-
ruano el 12 de julio de 2005, este Tribunal ha señalado que forma parte del contenido esencial
directamente protegido por el derecho fundamental a la pensión las disposiciones legales que
establecen los requisitos para su obtención, y que la titularidad del derecho invocado debe es-
tar suficientemente acreditada para que sea posible emitir un pronunciamiento de mérito.
2. El demandante alega que la resolución cuestionada vulnera su derecho fundamental a la pen-
sión, por cuanto no le reconoce sus aportaciones efectuadas desde el 21 de agosto de 1964
hasta el 22 de mayo de 1992, por Electro Cerámica Chimbote, por lo que solicita que se le re-
conozca dicho periodo de aportaciones y que se le otorgue pensión de jubilación conforme al
artículo 47 del Decreto Ley Nº 19990. En consecuencia, su pretensión está comprendida en el
supuesto previsto en el fundamento 37.b) de la citada sentencia, motivo por el cual correspon-
de analizar el fondo de la cuestión controvertida.
3. Por su parte la ONP aduce que existe la imposibilidad material de acreditar la totalidad de
aportaciones efectuadas desde el 21 de agosto de 1964 hasta el 22 de mayo de 1992, por Elec-
tro Cerámica Chimbote, debido a que de la revisión de sus planillas solo se ha podido consta-
tar y reconocer las aportaciones de 1971 a 1974, una semana de 1979, y varias semanas entre
1985 y 1992.
4. Delimitados de este modo los términos del debate, este Tribunal Constitucional, dada la
recurrencia creciente de este tema, considera conveniente revisar su jurisprudencia res-
pecto a los medios probatorios que permiten acreditar periodos de aportaciones que son
considerados por la ONP como años de aportaciones no acreditados, bajo el argumento
de que no han sido probados fehacientemente o de que existe la imposibilidad material de
acreditarlos.
Ello porque en un gran número de procesos de amparo que tienen por finalidad la tutela del
derecho fundamental a la pensión, la controversia se centra en determinar si el demandante
cuenta con el periodo de aportaciones que establece la ley para acceder a la pensión solicitada,
lo que comporta siempre la necesidad de evaluar la idoneidad, la probidad y la eficacia de los
326
Sistema Nacional de Pensiones
medios probatorios aportados por las partes para poder determinar si efectivamente el deman-
dante cumple o no con los años de aportaciones, ya que el derecho fundamental a la pensión
es de configuración legal.
5. Además, debe tenerse presente que el derecho fundamental a la pensión tiene naturaleza de
derecho social, que como tal impone a los poderes públicos la obligación de proporcionar las
prestaciones adecuadas con la finalidad de subvenir las necesidades mínimas y vitales de los
pensionistas para permitirles alcanzar y satisfacer adecuadamente el ejercicio del derecho a
una vida digna.
Para este efecto, se abordarán los siguientes temas:
a. La prueba en los procesos constitucionales y la ausencia de etapa probatoria
b. ¿Quién es responsable en la retención y pago de la aportación?
c. ¿Cómo se prueban los periodos de aportación?
d. Reglas para probar periodos de aportaciones
2. La prueba en los procesos constitucionales
6. La prueba en los procesos constitucionales, como en cualquier otra clase de proceso o de
procedimiento, se orienta a acreditar o a determinar la existencia o inexistencia de hechos
controvertidos o litigiosos que son relevantes para adoptar la decisión. La prueba debe estar
orientada hacia la búsqueda de decisiones que, para ser justas, deban fundarse sobre una deter-
minación verdadera de los hechos afirmados por las partes en el proceso, que, después de los
actos postulatorios (demanda y contestación), resulten controvertidos y relevantes para adop-
tar la decisión.
7. Así, en los procesos constitucionales la prueba tiene como función demostrar o acreditar que
la amenaza de vulneración alegada por el demandante es cierta y de inminente realización, o
que la vulneración del derecho fundamental alegado ha sido producida de manera real y efec-
tiva, o que se ha convertido en irreparable.
Ello con la finalidad de que el juez en la sentencia, cuando sea estimativa, pueda ordenar la
reposición de las cosas al estado anterior, o disponer que el emplazado no vuelva a incurrir en
las acciones u omisiones que motivaron la interposición de la demanda, y cuando sea desesti-
mativa, pueda condenar al demandante al pago de costas y costos en caso de que su actuación
haya sido manifiestamente temeraria.
8. En tal sentido son las partes las que deben aportar los hechos al proceso. Ello quiere decir que
sobre las partes, recae y se distribuye la carga de probar los hechos controvertidos en el proce-
so. De este modo el demandante tiene la carga de probar los hechos afirmados que sustentan
su pretensión, mientras que el demandado tiene la carga de probar los hechos que afirma y los
que contradice.
2.1. La ausencia de etapa probatoria en los procesos constitucionales
9. Conforme al artículo 9 del Código Procesal Constitucional (CPConst.), en los procesos cons-
titucionales no existe etapa probatoria. Solo son procedentes los medios probatorios que no
requieren actuación, lo que no impide la realización de las actuaciones probatorias que el juez
considere indispensables, sin afectar la duración del proceso.
327
César Abanto Revilla
10. La ausencia de etapa probatoria en el proceso de amparo se deriva de la finalidad y del obje-
to del proceso, ya que en él no se dilucida la titularidad de un derecho, como sucede en otros,
sino solo se restablece su ejercicio ante una afectación manifiestamente arbitraria o irrazona-
ble. Por ello, para que se pueda emitir un pronunciamiento de fondo, es preciso no solo que
no se encuentre en discusión la titularidad del derecho constitucional que se alega vulnerado,
sino, incluso, que quien sostiene que ha sido afectado en su ejercicio acredite la existencia del
acto reclamado. Ello quiere decir que la titularidad del derecho cuya vulneración o amenaza
de vulneración se alega debe ser cierta e indubitable, y no controvertida o dudosa.
11. De ahí que el amparo constituya un proceso en el que el juez no tiene, en esencia, que actuar
pruebas, sino solo juzgar la legitimidad o ilegitimidad constitucional del acto reputado como
lesivo, pues, en tanto vía de tutela urgente, este proceso requiere ser rápido, sencillo y efecti-
vo. Por ello, en el proceso de amparo se está a la prueba de actuación inmediata, instantánea
y autosuficiente que se adjunta cuando se demanda o se contesta.
12. Por ello es que, en los procesos de amparo no pueden dilucidarse pretensiones que tengan
como finalidad la restitución de un derecho fundamental cuya titularidad sea incierta o liti-
giosa, o que se fundamenten en hechos contradictorios, o controvertidos, o que requieran la
actuación de medios probatorios complejos. Sin embargo, ello no impide que el juez pueda
solicitar la realización de actuaciones probatorias complejas cuando las estime necesarias e
indispensables para determinar la ilegitimidad o legitimidad constitucional del acto reputado
como lesivo.
3. La responsabilidad en la retención y pago de las aportaciones
13. En cuanto a la responsabilidad de la retención y pago de aportación, debe destacarse que el
Decreto Ley Nº 19990 parte de la premisa de que el empleador actúa como agente de reten-
ción, es decir, como el que procede a retener el aporte que efectúa el trabajador y a entregarlo
a la entidad competente. Por ello, el artículo 11 del Decreto Ley Nº 19990 establece que:
Los empleadores y las empresas de propiedad social, cooperativas o similares, están obliga-
dos a retener las aportaciones de los trabajadores asegurados obligatorios en el montepío del
pago de sus remuneraciones y a entregarlas a Seguro Social del Perú, conjuntamente con las
que dichos empleadores o empresas deberán abonar, por el término que fije el Reglamento,
dentro del mes siguiente a aquel en que se prestó el trabajo. Si las personas obligadas no re-
tuvieren en la oportunidad indicada las aportaciones de sus trabajadores, responderán por su
pago, sin derecho a descontárselas a estos.
14. Asimismo, debe destacarse que el Decreto Ley Nº 19990 consideraba como periodos de apor-
tación los días, meses y semanas en que presten o hayan prestado servicios los trabajadores,
aun cuando el empleador no hubiese pagado las aportaciones a la entidad gestora, por tener
este la condición de agente retención. Así, en la redacción original del primer párrafo del
artículo 70 se establecía que:
Para los asegurados obligatorios son periodos de aportación los meses, semanas o días en que
presten, o hayan prestado servicios que generen la obligación de abonar las aportaciones a que
se refieren los artículos 7 al 13, aún cuando el empleador, o la empresa de propiedad social,
cooperativa o similar, no hubiese efectuado el pago de las aportaciones (subrayado agregado).
Sin embargo, esta redacción original del primer párrafo del artículo 70 del Decreto Ley
Nº 19990 fue modificada por la Cuarta Disposición Transitoria y Final de la Ley Nº 28991,
328
Sistema Nacional de Pensiones
329
César Abanto Revilla
(1) Informe Defensorial Nº 135. “Por un acceso justo y oportuno a las pensión: Aportes para una mejor gestión
de la ONP”. Lima, 2008, p. 66.
330
Sistema Nacional de Pensiones
demandante no pudo trabajar en la notaría referida hasta el 30 de julio de 1995, porque don
Daniel Alejandro Céspedes Marín fue destituido del cargo de notario en el año de 1993.
23. De otro lado, también debe tenerse presente que durante el desarrollo de los procesos de am-
paro en materia pensionaria, el Tribunal ha podido detectar otros casos en los cuales el de-
mandante, para acreditar periodos de aportación, ha presentado certificados de trabajo que han
sido expedidos por terceros o certificados de trabajo que son contradictorios en su contenido.
En la STC Exp. Nº 4332-2005-PA/TC, el Tribunal declaró infundada la demanda de amparo
interpuesta por don Heraclio Barranzuela Cienfuegos contra la ONP, debido a que los certi-
ficados de trabajo que presentó para acreditar que contaba con 20 años de aportaciones para
acceder a una pensión de jubilación, habían sido expedidos por terceras personas y eran con-
tradictorios. En tal sentido, para desestimar la demanda se precisó que:
(...) se advierte a fojas 65 del cuadernillo formado ante este Tribunal, un certificado de
trabajo firmado por Manuel Rangel Castro, sosteniendo ser ex empleado de la oficina de
la ex hacienda Yapatera, la misma que fue de propiedad de la señora Josefina Checa viu-
da de Mc Donald; certificado donde se afirma que el recurrente trabajó para la referida
hacienda desde 1950 hasta 1971; pero también obra en el expediente, a fojas 6, otro cer-
tificado de trabajo firmado por Miguel Torres Carrasco –adjuntado por el recurrente jun-
to con la presente demanda–, que tiene por fecha el mes de mayo de 2004, quien también
afirma ser ex empleado (apuntador general) de la ex hacienda Compañía Agrícola Yapa-
tera S.A. y que esta fue de propiedad de la señora Josefa Checa de Mc Donald. Según
este certificado, el recurrente trabajó para la referida hacienda desde 1953 hasta el 30 de
diciembre de 1957. Con estos documentos el recurrente pretende acreditar que reúne los
20 años de aportaciones necesarios para obtener su pensión de jubilación; sin embargo,
al estar firmados por terceros y no por su ex empleador, no podrían ser tomados como
medios de prueba para acreditar su relación laboral. Más aún, se advierte contradicción
entre ellos: mientras el documento que obra a fojas 6 sostiene que el recurrente laboró
desde el año 1953 hasta diciembre del año 1957 en la referida hacienda, el documento
que obra a fojas 65 del cuadernillo formado ante este Tribunal, sostiene que lo hizo des-
de el año 1950 hasta el año 1971. Es decir, no solo su validez está en cuestión, sino tam-
bién su veracidad, lo que hace imposible acreditar con ellos ni la relación laboral ni el
tiempo efectivamente laborado que determine los años de aportaciones que se le habrían
desconocido al recurrente (...).
24. Finalmente, debe destacarse que durante el desarrollo de los procesos de amparo en materia
pensionaria este Tribunal también ha podido detectar casos en los cuales el demandante soli-
cita el reconocimiento de años de aportaciones sin que presente algún medio probatorio que
los acredite.
Así, en la STC Exp. Nº 10465-2006-PA/TC, el Tribunal declaró infundada la demanda de am-
paro interpuesta por don Edilberto Dueñas Coronado contra la ONP. En dicha causa, el de-
mandante solicitaba que se le reconociera un total de 33 años aportaciones, en vez de los 27
años de aportaciones que le había reconocido la ONP. Al analizar la controversia, el Tribunal
desestimó la demanda porque:
(...) para acreditar dichos años de aportaciones, el demandante no había adjuntado nin-
gún medio probatorio (certificados de trabajo, boletas de pago, liquidación de tiempo de
servicios, resumen de aportaciones, entre otros).
331
César Abanto Revilla
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Sistema Nacional de Pensiones
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César Abanto Revilla
29. No obstante, este Colegiado considera que en atención al contenido de la resolución cuestio-
nada, procede la aplicación del principio iura novit curia, consagrado en el artículo VIII del
Código Procesal Constitucional. En consecuencia, en el presente caso la configuración legal
del derecho a la pensión del demandante se analizará según lo dispuesto por las normas que
regulan el régimen de jubilación adelantada establecido en el Decreto Ley Nº 19990, así como
por sus modificatorias.
30. Conforme al artículo 44 del Decreto Ley Nº 19990, para tener derecho a una pensión de jubi-
lación adelantada se requiere tener, en el caso de los hombres, como mínimo, 55 años de edad
y 30 años completos de aportaciones.
31. De la Resolución Nº 0000053395-2006-ONP/DC/DL 19990 y del Cuadro Resumen de apor-
taciones, obrantes a fojas 2 y 7, se advierte que la ONP le denegó al demandante la pensión
de jubilación adelantada porque consideró que: a) solo había acreditado 17 años y 5 meses
de aportaciones; y b) existía la imposibilidad material de acreditar los 22 años y 10 meses de
aportaciones efectuados de 1965 a 1970, de 1975 a 1978 y de 1980 a 1984, así como los pe-
riodos faltantes de 1964, 1971, 1973, 1974, 1979, de 1985 a 1992 y de 1994 a 1996.
32. Para demostrar la titularidad del derecho a la pensión y el cumplimiento de los requisitos le-
gales que lo configuran, el demandante ha adjuntado a su demanda dos certificados de traba-
jo obrantes a fojas 9 y 14, y dos liquidaciones de beneficios sociales obrantes a fojas 10 y 11,
que acreditan que ha trabajado para Electro Cerámica Chimbote S.A. desde el 21 de agosto de
1964 hasta el 22 de mayo de 1992. Consecuentemente, en aplicación de los artículos 11 y 70
del Decreto Ley Nº 19990, dicho periodo deberá ser tomado en cuenta como periodo de apor-
taciones para efectos de otorgarle pensión de jubilación, aun cuando el empleador no hubiese
hecho el pago de las aportaciones correspondientes, toda vez que la demandada debe efectuar
la cobranza de las aportaciones indicadas de acuerdo con las facultades que le otorga la ley,
haciendo uso de los apremios que resulten necesarios para dicho fin.
33. Por tanto, tomando en cuenta la documentación mencionada, el actor acredita 21 años y 4 me-
ses de aportaciones al Sistema Nacional de Pensiones, los cuales, sumados a los 17 años y 5
meses de aportaciones reconocidos por la demandada, hacen un total de 38 años y 9 meses de
aportaciones. Asimismo, con el Documento Nacional de Identidad obrante a fojas 36, se acre-
dita que el demandante nació el 25 de noviembre de 1949, y que cumplió los 55 años el 25 de
noviembre de 2004.
34. Siendo así, el demandante reúne todos los requisitos legales exigidos para la percepción de la
pensión de jubilación adelantada; y, consiguientemente, se ha desconocido arbitrariamente el
derecho constitucional a la pensión que le asiste, por lo que la demandada debe abonarle las
pensiones devengadas de conformidad con el artículo 81 del Decreto Ley Nº 19990, para lo
cual deberá tener en cuenta la fecha de apertura del Expediente Nº 00900037205, en el que
consta la solicitud de la pensión denegada.
35. Adicionalmente se debe ordenar a la emplazada que efectúe el cálculo de los devengados co-
rrespondientes desde la fecha del agravio constitucional, así como el de los intereses legales
generados de acuerdo con la tasa señalada en el artículo 1246 del Código Civil, y que proceda
a su pago en la forma establecida por la Ley Nº 28798.
36. Habiéndose acreditado que la emplazada ha vulnerado el derecho constitucional a la pensión,
corresponde, de conformidad con el artículo 56 del Código Procesal Constitucional, ordenar
334
Sistema Nacional de Pensiones
a dicha entidad que asuma los costos procesales, los cuales deberán ser liquidados en la etapa
de ejecución de la presente sentencia.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le confiere la Cons-
titución Política del Perú
IV. HA RESUELTO
1. Declarar FUNDADA la demanda; en consecuencia, NULAS las Resoluciones
Nºs 0000040058-2005-ONP/DC/DL 19990 y 0000053395-2006-ONP/DC/DL 19990.
2. Ordenar que la emplazada cumpla con otorgarle al recurrente una pensión de jubilación ade-
lantada con arreglo al artículo 44 del Decreto Ley Nº 19990, y que le abone las pensiones de-
vengadas e intereses legales correspondientes, así como los costos procesales en la etapa de
ejecución de la sentencia.
3. Declarar que los criterios previstos en el fundamento 26, supra, constituyen precedente vin-
culante inmediato de conformidad con el artículo VII del Título Preliminar del CPConst.
Publíquese y notifíquese.
SS.
MESÍA RAMÍREZ
VERGARA GOTELLI
LANDA ARROYO
BEAUMONT CALLIRGOS
CALLE HAYEN
ETO CRUZ
ÁLVAREZ MIRANDA
EXP. Nº 04762-2007-PA/TC-SANTA
ALEJANDRO TARAZONA VALVERDE
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César Abanto Revilla
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Sistema Nacional de Pensiones
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César Abanto Revilla
en un plazo de 15 días hábiles presente documentación adicional que puede ser en origi-
nal, copia legalizada, fedateada o simple a efectos de corroborar el periodo que se pre-
tende demostrar con el certificado de trabajo.
c. Finalmente debe precisarse cuál debe ser el sentido del fallo cuando el demandante en
el proceso de amparo no cumple con las reglas para acreditar periodos de aportaciones.
Sobre el particular este Tribunal considera que la demanda debe declararse improceden-
te debido a que el no cumplimiento de las reglas entraña la realización de una actividad
probatoria que no se puede realizar en el proceso de amparo por su carencia de estación
probatoria.
8. Que aplicando las anteriores consideraciones al fundamento 26.a de la sentencia de autos, este
Tribunal considera adecuado que en él se agreguen las siguientes precisiones:
Los documentos antes referidos también pueden ser presentados por el demandante en copia
simple cuando se haya adjuntado documentos en original, copia legalizada o fedateada, a fin
de, conjuntamente, lograr generar convicción en el juez. Ello quiere decir que los documen-
tos no pueden ser adjuntados en copia simple cuando sean los únicos medios probatorios que
pretendan acreditar periodos de aportaciones.
En el caso de que el documento presentado en original, copia legalizada o fedateada sea el úni-
co medio probatorio adjuntado para acreditar periodos de aportaciones, el juez deberá reque-
rir al demandante para que presente, en el plazo máximo de 15 días hábiles, documentación
adicional que corrobore lo que se pretende acreditar, pudiendo esta ser presentada en original,
copia legalizada, fedateada o simple.
En los procesos de amparo en que se haya solicitado al demandante documentación adicional
y esta no se presente dentro del plazo de 15 días hábiles, contados a partir de la fecha de re-
cepción del requerimiento, la demanda será declarada improcedente. Igualmente, la demanda
será declarada improcedente cuando el demandante no haya logrado generar en el juez la su-
ficiente convicción probatoria para demostrar los periodos de aportaciones alegados.
Por estas consideraciones, el Tribunal Constitucional con la autoridad que le confiere la Cons-
titución Política del Perú
III. RESUELVE
1. Declarar IMPROCEDENTE la solicitud de aclaración interpuesta.
2. INTEGRAR las consideraciones expuestas en el considerando 8, supra al fundamento 26.a
de la sentencia de autos.
Publíquese y notifíquese.
SS.
MESÍA RAMÍREZ
VERGARA GOTELLI
LANDA ARROYO
BEAUMONT CALLIRGOS
CALLE HAYEN
ETO CRUZ
ÁLVAREZ MIRANDA
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Sistema Nacional de Pensiones
EXPEDIENTE Nº 04640-2008-PA/TC-SANTA
MIGUEL TABOADA CHAPA
En Lima, a los 6 días del mes de octubre de 2009, la Sala Primera del Tribunal Constitucional,
integrada por los magistrados Mesía Ramírez, Beaumont Callirgos y Álvarez Miranda, pronuncia
la siguiente sentencia
I. ASUNTO
Recurso de agravio constitucional interpuesto por don Miguel Taboada Chapa contra la sen-
tencia expedida por la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia del Santa, de fojas 182,
su fecha 22 de julio de 2008, que declara infundada la demanda de autos.
II. ANTECEDENTES
El recurrente interpone demanda de amparo contra la Oficina de Normalización Previsional
(ONP) solicitando que se declare inaplicable la Resolución Nº 0000002063-2006-GO.DP/ONP, de
fecha 19 de octubre de 2006, y que en consecuencia, se reactive su pensión de invalidez, y se or-
dene el pago de las pensiones devengadas más los intereses legales conforme al artículo 1242 del
Código Civil.
La emplazada contesta la demanda expresando que la suspensión de pago de la pensión de in-
validez del demandante se debió a que este no concurrió a la realización de un nuevo examen mé-
dico, el cual permitiría corroborar su estado de invalidez.
El Tercer Juzgado Especializado en lo Civil de Chimbote, con fecha 21 de enero de 2008, de-
clara fundada la demanda por considerar que la suspensión de pensión de invalidez del actor reali-
zada por la emplazada constituye una decisión unilateral y arbitraria pues ha hecho caso omiso a lo
señalado en la Ley Nº 28110, con lo cual ha puesto en riesgo la salud y la vida no solo del titular de
dicho derecho sino también el de su familia.
La Sala Superior revisora, revocando la apelada declara infundada la demanda por estimar
que la suspensión de la pensión de invalidez del actor se ha realizado conforme a los artículos 26 y
35 del Decreto Ley Nº 19990, los cuales se complementan con lo dispuesto en el artículo 4 del De-
creto Supremo Nº 166-2005-EF.
III. FUNDAMENTOS
Delimitación del petitorio y procedencia de la demanda
1. El demandante solicita que se deje sin efecto la suspensión de su pensión de invalidez, y
que, en consecuencia, se le abonen las pensiones dejadas de percibir más los intereses lega-
les respectivos. Al respecto, este Tribunal considera pertinente señalar que la suspensión de
la pensión de la que ha sido objeto el demandante indubitablemente lo priva del mínimo vital
necesario para su subsistencia, lo que determina que se vea imposibilitado de cubrir sus nece-
sidades básicas, atentándose en forma directa contra su dignidad.
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César Abanto Revilla
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Sistema Nacional de Pensiones
EXPEDIENTE Nº 04722-2009-PA/TC-LIMA
LUCIO ALBERTO RAMOS ANCO
En Lima, a los 23 días del mes de abril de 2010, la Sala Primera del Tribunal Constitucional,
integrada por los magistrados Landa Arroyo, Calle Hayen y Álvarez Miranda, pronuncia la siguien-
te sentencia
I. ASUNTO
Recurso de agravio constitucional interpuesto por don Lucio Alberto Ramos Anco contra la
sentencia expedida por la Quinta Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, de fojas 197,
su fecha 21 de octubre de 2008, que declaró improcedente la demanda de autos.
II. ANTECEDENTES
Con fecha 24 de enero de 2007, el recurrente interpone demanda de amparo contra la Ofi-
cina de Normalización Previsional (ONP) solicitando que se declare inaplicable la Resolución
Nº 80349-2006-ONP/DC/DL 19990, de fecha 17 de agosto de 2006, que declaró caduca su pen-
sión de invalidez y que, consecuentemente, se le restituya la pensión de invalidez que se le otor-
gó mediante Resolución Nº 26192-2004-ONP/DC/DL 19990, de conformidad con el Decreto Ley
Nº 19990. Asimismo, solicita el abono de devengados e intereses legales desde el mes de octu-
bre de 2006.
La emplazada contesta la demanda y pide que se la declare improcedente considerando que la
vía del amparo no es la pertinente para dilucidar esta controversia ya que la pretensión no está in-
cluida en los supuestos de afectación al contenido esencial a la pensión. Por otro lado, alega que el
actor fue sometido a una nueva evaluación médica, en la que reconcluyó que presentaba una enfer-
medad distinta a la que generó la pensión, con un grado de incapacidad que no le impedía ganar un
monto equivalente al que venía percibiendo como pensión, por lo que se declaró caduca su pensión
de conformidad con el artículo 33 del Decreto Ley Nº 19990.
El Cuadragésimo Quinto Juzgado Civil de Lima, con fecha 8 de mayo de 2008, declara im-
procedente la demanda considerando que la decisión de declarar caduca la pensión de invalidez no
es arbitraria pues se sustenta en el artículo 33 del Decreto Ley Nº 19990 y en un informe médico;
además alega que para dilucidar la pretensión se requiere la actuación de medios probatorios.
La Sala Superior competente confirma la apelada alegando que el certificado médico justifica
la resolución cuestionada y goza de la presunción de legalidad, y que para declarar su invalidez se
requiere de un proceso judicial en la vía ordinaria.
III. FUNDAMENTOS
Procedencia de la demanda
1. En la STC Exp. Nº 1417-2005-PA/TC, publicada en el diario oficial El Peruano el 12 de ju-
lio de 2005, este Tribunal ha señalado que forman parte del contenido esencial directamente
protegido por el derecho fundamental a la pensión las disposiciones legales que establecen los
341
César Abanto Revilla
requisitos para el goce de tal derecho, y que la titularidad del derecho invocado debe estar su-
ficientemente acreditada para que sea posible emitir pronunciamiento.
Delimitación del petitorio
2. En el presente caso, el demandante solicita que se restituya la pensión de invalidez definitiva
que percibía conforme a la Resolución Nº 26192-2004-ONP/DC/DL 19990 y que fue decla-
rada caduca. En consecuencia, la pretensión del recurrente está comprendida en el supuesto
previsto en el fundamento 37.b) de la citada sentencia, motivo por el cual corresponde anali-
zar el fondo de la cuestión controvertida.
Análisis de la controversia
3. El inciso a) del artículo 24 del Decreto Ley Nº 19990 establece que se considera inválido: “Al
asegurado que se encuentra en incapacidad física o mental prolongada o presumida perma-
nente, que le impide ganar más de la tercera parte de la remuneración o ingreso asegurable
que percibiría otro trabajador de la misma categoría, en un trabajo igual o similar en la misma
región”.
4. Por otro lado, según el artículo 33 del Decreto Ley Nº 19990, las pensiones de invalidez ca-
ducan en tres supuestos: a) Por haber recuperado el pensionista la capacidad física o mental o
por haber alcanzado una capacidad, en ambos casos, en grado tal que le permita percibir una
suma cuando menos equivalente al monto de la pensión que recibe; b) Por pasar a la situación
de jubilado a partir de los 55 años de edad los hombres y 50 las mujeres, siempre que tengan
el tiempo necesario de aportación para alcanzar este derecho y que el beneficio sea mayor;
sin la reducción establecida en el artículo 44 de la misma norma; y c) Por fallecimiento del
beneficiario.
5. De la Resolución Nº 26192-2004-ONP/DC/DL 19990, de fecha 15 de abril de 2004 (f. 2), se
evidencia que se le otorgó pensión de invalidez definitiva al demandante sobre la base del Cer-
tificado Médico de Invalidez, de fecha 25 de marzo de 2004, emitido por el Hospital El Car-
men de Huancayo, según el cual el actor presentaba incapacidad para el trabajo, a partir del 10
de agosto de 2004.
6. De otro lado, por Resolución Nº 80349-2006-ONP/DC/DL 19990, de fecha 17 de agosto de
2006, obrante a fojas 20, se declara caduca la pensión de invalidez conforme a los artículos
24 y 33 del Decreto Ley Nº 19990, argumentándose que de acuerdo con el Dictamen de Co-
misión Médica el recurrente presenta una enfermedad distinta a la que generó el derecho a la
pensión otorgada con un grado de incapacidad que no le impide ganar un monto equivalente
al que percibe como pensión. Ello en virtud a que la ONP tomó conocimiento de hechos con-
tradictorios relacionados a los certificados médicos de invalidez, por lo que dispuso la realiza-
ción de acciones de verificación de la subsistencia del estado de incapacidad de las personas
que venían percibiendo pensión de invalidez, con el fin de determinar la existencia de benefi-
ciarios que hubieran accedido de modo irregular a este tipo de prestaciones, conforme al nu-
meral 14 del artículo 3 de la Ley Nº 28532, el artículo 1 de la Ley Nº 27023 y el artículo 4 del
Decreto Supremo Nº 166-2005-EF.
7. Asimismo, a fojas 96, la ONP ofrece como medio de prueba el Informe de Evaluación Médica
de Incapacidad, de fecha 2 de agosto de 2006, con el que demuestra fehacientemente lo argu-
mentado en la resolución que declara la caducidad de la pensión de invalidez según el cual el
demandante padece de dolor articular con 10% de menoscabo.
342
Sistema Nacional de Pensiones
8. Por otra parte, en autos no obra documentación alguna que desvirtúe los alegatos de la ONP,
de lo que se deduce que a lo largo del proceso no ha cumplido el demandante con acreditar su
alegada incapacidad ni que el proceder de la ONP haya sido arbitrario.
9. Por consiguiente, no se ha acreditado la vulneración de los derechos constitucionales invoca-
dos, por lo que la demanda debe ser desestimada.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le confiere la Cons-
titución Política del Perú
IV. HA RESUELTO
Declarar INFUNDADA la demanda al no haberse acreditado la vulneración del derecho fun-
damental a la pensión.
Publíquese y notifíquese.
SS.
LANDA ARROYO
CALLE HAYEN
ÁLVAREZ MIRANDA
EXPEDIENTE Nº 06572-2006-PA/TC-PIURA
JANET ROSAS DOMÍNGUEZ
En Lima, a los 6 días del mes de noviembre de 2007, la Sala Primera del Tribunal Constitu-
cional, integrada por los Magistrados Landa Arroyo, Beaumont Callirgos y Eto Cruz, pronuncia la
siguiente sentencia
I. ASUNTO
Recurso de agravio constitucional interpuesto por doña Janet Rosas Domínguez contra la sen-
tencia de la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Piura, de fojas 95, su fecha 31 de
mayo de 2006, que declaró improcedente la demanda de amparo de autos.
II. ANTECEDENTES
La recurrente interpone demanda de amparo contra la Oficina de Normalización Previsional
(ONP), solicitando el otorgamiento de una pensión de viudez. Manifiesta tener una declaración ju-
dicial de unión de hecho con don Frank Francisco Mendoza Chang y que, su menor hija, en la ac-
tualidad, viene percibiendo pensión de orfandad, en virtud de ser hija del causante.
La emplazada contesta la demanda manifestando que la declaración judicial de la unión de
hecho no da derecho al otorgamiento de una pensión de viudez, ya que esta se otorga únicamente
cuando se cumplen con los requisitos expuestos en el artículo 53 del Decreto Ley Nº 19990. Es de-
cir, se requiere necesariamente que se acredite la celebración del matrimonio. En el presente caso,
no se ha acreditado la unión conyugal, por lo tanto la demanda debe ser desestimada.
343
César Abanto Revilla
El Quinto Juzgado Especializado Civil de Piura, con fecha 30 de diciembre de 2005, declara
improcedente la demanda considerando que, a través del presente proceso constitucional, no es po-
sible otorgar derechos, sino proteger el ya reconocido.
La recurrida confirma la apelada por el mismo fundamento.
III. FUNDAMENTOS
1. En el fundamento 37 de la STC Exp. Nº 1417-2005-PA, publicada en el diario oficial El Pe-
ruano el 12 de julio de 2005, este Tribunal ha señalado que aun cuando, prima facie, las pen-
siones de viudez, orfandad y ascendientes no forman parte del contenido esencial del derecho
fundamental a la pensión, en la medida en que el acceso a las prestaciones pensionarias sí for-
ma parte de él, son susceptibles de protección a través del amparo los supuestos en que se de-
niegue una pensión de sobrevivencia, a pesar de cumplirse los requisitos legales.
§Delimitación del petitorio y de la cuestión constitucional suscitada
2. En el presente caso, la demandante solicita que se le otorgue una pensión de viudez, conforme
con el Decreto Ley Nº 19990, alegando tener una declaración judicial de unión de hecho con
quien fue su conviviente don Frank Francisco Mendoza Chang, ahora fallecido.
3. El problema a dilucidar en este caso es si procede reconocer la pensión de sobrevivientes a la
pareja de hecho supérstite. Ello implica determinar si es que a pesar de la omisión expresa del
Decreto Ley Nº 19990, procede el reconocimiento de tal beneficio a las parejas de hecho.
4. Debe recordarse que los pronunciamientos sobre la pensión de viudez entre parejas de hecho
ha merecido la atención de este Tribunal Constitucional. Si bien en un principio tal posibilidad
se encontraba implícita[1] Sentencia del Expediente Nº 02719-2005-PA/TC.48[1], por medio de
otra sentencia se rechazó tal supuesto[2] Sentencia del Expediente Nº 03605-2005-PA/TC.49[2],
aceptándose luego tal hipótesis[3] Sentencia del Expediente Nº 09708-2006-PA/TC.50[3].
Así, en la sentencia del Expediente Nº 02719-2005-PA/TC, este Colegiado desestimó la de-
manda interpuesta por la conviviente supérstite, que solicitaba una pensión de viudez, argu-
mentando que el causante no había cumplido con la edad requerida para obtener una pensión
de jubilación por lo que tampoco se había generado el derecho a la pensión de viudez. Por su
parte, en la sentencia del Expediente Nº 03605-2005-PA/TC se argumentó que; i) Puesto que
la Norma Fundamental quiere favorecer el matrimonio, al ser este presentado como una insti-
tución constitucional, no es posible tratar igual al matrimonio y a las uniones de hecho; ii) Si
no se puede obligar a nadie a casarse, tampoco se puede obligar a los integrantes de la unión
de hecho a asumir los efectos previsionales propios del matrimonio; iii) Solo podrían gene-
rarse derechos pensionarios entre las parejas de hecho si la norma específica así lo dispone;
iv) La Norma constitucional reconoce la relación concubinaria para efectos solo de naturaleza
patrimonial mas no se incluye dentro de él efectos de carácter personal, como son el derecho
alimentario y el de carácter pensionario.
Por último, en la sentencia recaída en el Expediente Nº 09708-2006-PA/TC se esgrimió que
de acuerdo al artículo 5 de la Constitución así como el artículo 326 del Código Civil (CC),
la unión de hecho daba lugar a una comunidad de bienes sujeta al régimen de la sociedad de
gananciales, pero al haberse comportado los convivientes como cónyuges, al asumir finalida-
des, obligaciones y deberes semejantes a los del matrimonio, la conviviente habría adquirido
el derecho a la pensión de viudez. Se consideró además que las pensiones tenían la calidad de
bienes que integran la sociedad de gananciales porque sirven para el sustento de la familia.
344
Sistema Nacional de Pensiones
345
César Abanto Revilla
8. A pesar de esta gama de principios tendentes a la tutela integral de la familia, el texto cons-
titucional no abona en definir el concepto. Es claro entonces, que el texto constitucional no
pretendió reconocer un modelo específico de familia. Por consiguiente, el instituto de la fami-
lia no debe relacionarse necesariamente con el matrimonio, como ocurría con el Código Civil
de 1936, que manifestaba tal tendencia con la inconstitucional diferenciación de hijos “legíti-
mos” y “no legítimos”.
9. La Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas ha reconocido la amplitud del
concepto de familia, además de sus diversos tipos [11] Comisión de Derechos Humanos de las
Naciones Unidas. Protección de la familia, derecho al matrimonio e igualdad de los esposos
(art. 23). 27/07/1990, Observación General 19. En el documento se indica: “En vista de la
existencia de diversos tipos de familia, como las de parejas que no han contraído matrimo-
nio y sus hijos y las familias monoparentales, los Estados Partes deberían también indicar en
qué medida la legislación y las prácticas nacionales reconocen y protegen a esos tipos de fa-
milia y a sus miembros”.58[11]. Ello es de suma relevancia por cuanto la realidad ha venido
imponiendo distintas perspectivas sobre el concepto de familia. Los cambios sociales genera-
dos a lo largo del siglo XX han puesto el concepto tradicional de familia en una situación de
tensión. Y es que al ser este un instituto ético-social, se encuentra inevitablemente a merced
de los nuevos contextos sociales. Por lo tanto, hechos como la inclusión social y laboral de
la mujer, la regulación del divorcio y su alto grado de incidencia, las migraciones hacia las
ciudades, entre otros aspectos, han significado un cambio en la estructura de la familia tradi-
cional nuclear, conformada alrededor de la figura del pater familias. Consecuencia de ello es
que se hayan generado familias con estructuras distintas a la tradicional como son las surgidas
de las uniones de hecho [12] Así lo ha explicitado este Tribunal en la sentencia del Expediente
Nº 03605-2005-AA/TC, fundamento 3, cuanto indica; “Y pese a la promoción del instituto del
matrimonio, se ha llegado a constitucionalizar una situación fáctica muy concurrente en el país
pues existen familias que están organizadas de hecho, sin haberse casado civilmente”.59[12], las
monopaternales [13] Reconocida por la Constitución Brasilera de 1988, artículo 226, numeral 4,
que explica: “Se considera, también, como entidad familiar la comunidad formada por cualquier
de los padres y sus descendientes”. Entenderse, também, como entidade familiar a comunidade
formada por qualquer dos pais e seus descendentes. 60[13] o las que en doctrina se han deno-
minado familias reconstituidas [14] Ver sentencia del Expediente Nº 9332-2006-AA/TC.61[14].
10. Bajo esta perspectiva la familia no puede concebirse únicamente como una institución en
cuyo seno se materialice la dimensión generativa o de procreación únicamente. Por cierto,
la familia también es la encargada de transmitir valores éticos, cívicos y culturales. En tal
sentido, “su unidad hace de ella un espacio fundamental para el desarrollo integral de cada
uno de sus miembros, la transmisión de valores, conocimientos, tradiciones culturales y lu-
gar de encuentro intra e intergeneracional”, es pues, “agente primordial del desarrollo social”
[15]
Plan Nacional de Apoyo a la Familia 2004-2011, aprobado mediante Decreto Supremo
Nº 004-2005-MIMDES. p. 16.
62[15]
11. De lo expuesto hasta el momento se deduce que, sin importar el tipo de familia ante la que se
esté, esta será merecedora de protección frente a las injerencias que puedan surgir del Estado
y de la sociedad. No podrá argumentarse, en consecuencia, que el Estado solo tutela a la fami-
lia matrimonial, tomando en cuenta que existen una gran cantidad de familias extramatrimo-
niales. Es decir, se comprende que el instituto familia trasciende al del matrimonio, pudiendo
darse la situación de que extinguido este persista aquella. Esto no significa que el Estado no
346
Sistema Nacional de Pensiones
347
César Abanto Revilla
15. Importante doctrina ha considerado que la unión de hecho puede distinguirse de la siguiente
manera; concubinato en sentido estricto (propio o puro) y concubinato en sentido amplio (im-
propio o concubinato adulterino). El primero de ellos supone que los individuos que confor-
man las uniones de hecho no tienen impedimento alguno para contraer matrimonio. Es decir,
se encuentran aptos para asumir el matrimonio. En cambio, el segundo caso abarca a aquellas
parejas que no podrían contraer nupcias debido a que uno de ellos o los dos tiene ya un víncu-
lo matrimonial con tercera persona, o se encuentran impedidos de casarse por cualquier otra
causal. Estando a lo expuesto por la Constitución es claro que nos encontramos ante un con-
cubinato en sentido estricto, puro o propio.
16. De igual forma se observa, que se trata de una unión monogámica heterosexual, con vocación
de habitualidad y permanencia, que conforma un hogar de hecho. Efecto de esta situación ju-
rídica es que, como ya se expuso, se reconozca una comunidad de bienes concubinarios, que
deberá sujetarse a la regulación de la sociedad de gananciales.
17. Ahora bien, el formar un hogar de hecho comprende compartir habitación, lecho y techo. Esto
es, que las parejas de hecho lleven su vida tal como si fuesen cónyuges, compartiendo intimi-
dad y vida sexual en un contexto de un fuerte lazo afectivo. Las implicancias de ello se verán
reflejadas en el desarrollo de la convivencia, que deberá basarse en un clima de fidelidad y ex-
clusividad. Se excluye, por lo tanto, que alguno de los convivientes estén casado o tenga otra
unión de hecho.
18. La estabilidad mencionada en la Constitución debe traducirse en la permanencia, que es otro
elemento esencial de la unión de hecho. Siendo ello así, la unión de hecho, debe extenderse
por un periodo prolongado, además de ser continua e ininterrumpida. Si bien la Constitución
no especifica la extensión del periodo, el artículo 326 del CC sí lo hace, disponiendo como
tiempo mínimo 2 años de convivencia. La permanencia estable evidencia su relevancia en
cuanto es solo a partir de ella que se puede brindar la seguridad necesaria para el desarrollo
adecuado de la familia.
19. De otro lado, la apariencia de vida conyugal debe ser pública y notoria. No se concibe amparar
la situación en donde uno o ambos integrantes de la unión de hecho pretenden materializarla
soterradamente.
§Hogar de hecho
20. Tales son las consecuencias de la formación de un hogar de hecho entre personas con ca-
pacidad nupcial. De ahí que se generen vínculos patrimoniales otorgados expresamente por
el legislador constituyente. Así, el reconocimiento de la comunidad de bienes, implica que
el patrimonio adquirido durante la unión de hecho pertenecen a los dos convivientes. Con
ello se asegura que a la terminación de la relación, los bienes de tal comunidad pueda repar-
tirse equitativamente, con lo que se erradicarían los abusos e impediría el enriquecimiento
ilícito.
21. No obstante, es de resaltar que estos efectos patrimoniales surgen de la comunidad de vida que
llevan los convivientes. Esta comunidad debe ser comprendida como la coincidencia de fines,
objetivos, modos de apreciar el mundo y expectativas sobre futuro, substrato sobre el cual se
erige el aprecio y afecto que se proveen las parejas, precisamente por lo cual, comparten su
vida en un “aparente matrimonio”. De lo que se infiere que existe también ciertas obligaciones
no patrimoniales. Por ejemplo, como ya se observó, la configuración constitucional de esta
unión libre genera un deber de fidelidad entre quienes la conforman.
348
Sistema Nacional de Pensiones
22. De igual modo, sería una interpretación bastante constreñida de la Constitución el concebir
que en una unión de hecho no exista, por ejemplo, obligaciones de cooperación o de tipo ali-
mentaria. Contémplese sino la situación en que uno de los convivientes requiera los auxilios
pertinentes del otro por caer enfermo. Más aun, no debe dejarse de observar que frente a la
terminación de la unión, por decisión unilateral, la pareja abandonada puede solicitar indem-
nización o pensión alimenticia [art. 326 del CC]. Es decir, frente a la dependencia económica
generada, se deben plantear contextos jurídicos que viabilicen y materialicen el sentido mate-
rial y concreto de la Constitución.
23. En suma, debe enfatizarse que la unión de hecho genera una dinámica a partir de la cual se
originan dependencias entre los convivientes. Por ejemplo, es muy común que se dé el caso
en donde uno de ellos se ocupe de las labores que exige el hogar, dejando de lado el ámbito
laboral, mientras que la pareja, se desarrollará en el espacio profesional, cumpliendo la tarea
de brindar los medios económicos que sustenten la vida en comunidad. Esta sinergia incluye
pues un deber de asistencia mutua.
§Seguridad Social y Pensión de sobreviviente
24. El artículo 10 de la Constitución reconoce el derecho universal y progresivo de toda persona
a la Seguridad Social, para hacer frente a las contingencias que la ley precise con la finalidad
de elevar su calidad de vida. Como ya lo ha expresado este Tribunal Constitucional, la Segu-
ridad Social:
“Se concreta en un complejo normativo estructurado –por imperio del artículo 10
de la Constitución– al amparo de la ‘doctrina de la contingencia’ y la calidad de
vida; por ello, requiere de la presencia de un supuesto fáctico al que acompaña una
presunción de estado de necesidad (cese en el empleo, viudez, orfandad, invalidez,
entre otras) que condiciona el otorgamiento de una prestación pecuniaria y/o asis-
tencial, regida por los principios de progresividad, universalidad y solidaridad, y
fundada en la exigencia no solo del mantenimiento, sino en ‘la elevación de la cali-
dad de vida’”.
En tal sentido, debe recordarse que a diferencia de los derechos fundamentales clásicos, la
Seguridad Social requiere de una configuración legal, estableciéndose esta como la fuente
normativa vital para delimitar su contenido protegido. De tal forma, por medio de las dispo-
siciones legales se establecen las condiciones para la obtención de un derecho subjetivo a una
determinada prestación. Esto es la manifestación de la “libre configuración de la ley por el le-
gislador” conforme a la cual se comprende que:
“[e]s el legislador el llamado a definir la política social del Estado social y democrático
de derecho. En tal sentido, este goza de una amplia reserva legal como instrumento de la
formación de la voluntad política en materia social. Sin embargo, dicha capacidad confi-
guradora se encuentra limitada por el contenido esencial de los derechos fundamentales,
de manera tal que la voluntad política expresada en la ley debe desenvolverse dentro de
las fronteras jurídicas de los derechos, principios y valores constitucionales”[17]. Senten-
cia del Expediente Nº 01417-2005-PA/TC, Fundamento 12.64[17]
25. De otro lado, este Colegiado ya ha establecido que el único titular de la pensión es quien reali-
za los aportes, siendo las pensiones de sobrevivientes, el derecho del propio titular proyectado
sobre la o las personas que cumplan con los requisitos para acceder a tales beneficios. De esta
manera la pensión de sobreviviente:
349
César Abanto Revilla
“Debe ser concebida como una garantía para velar por el mantenimiento de una vida
acorde con el principio de dignidad de aquellos que, en razón de un vínculo familiar di-
recto, dependían económicamente de parte de dicha pensión, es decir, como una garan-
tía derivada del reconocimiento de la familia como instituto fundamental de la sociedad
(artículo 4 de la Constitución).
En consecuencia, prima facie, la posibilidad de que el monto o parte del monto de la
pensión del causante se materialice en una pensión de sobrevivencia, debe encontrarse
condicionada a la dependencia económica en la que se encontraba el o los sobrevivientes
con relación a dicho monto”[18] Sentencia del Expediente Nº 0050-2004-AI/TC, Funda-
mento 143.65[18] (subrayado agregado).
§Decreto Ley Nº 19990 y unión de hecho
26. El Decreto Ley Nº 19990 regula el Sistema Nacional de Pensiones (SNP), disponiendo los
requisitos para que el titular acceda a una pensión de jubilación, de invalidez, así como los
requisitos que deben cumplir los sobrevivientes a fin de acceder a una pensión de viudez, or-
fandad o ascendentes. Debido a que el tema se plantea respecto a la pensión de viudez y su
relación la convivencia se analizará el artículo 53 del aludido decreto ley, que regula lo refe-
rente a la pensión de viudez, estableciéndose lo siguiente;
“Tiene derecho a pensión de viudez la cónyuge del asegurado o pensionista fallecido, y
el cónyuge inválido o mayor de sesenta años de la asegurada o pensionista fallecida que
haya estado a cargo de esta, siempre que el matrimonio se hubiera celebrado por lo me-
nos un año antes del fallecimiento del causante y antes de que este cumpla sesenta años
de edad si fuese hombre o cincuenta años si fuese mujer, o más de dos años antes del
fallecimiento del causante en caso de haberse celebrado el matrimonio a edad mayor de
las indicadas.
Se exceptúan de los requisitos relativos a la fecha de celebración del matrimonio los ca-
sos siguientes:
a) Que el fallecimiento del causante se haya producido por accidente;
b) Que tengan o hayan tenido uno o más hijos comunes; y
c) Que la viuda se encuentre en estado grávido a la fecha de fallecimiento del
asegurado”.
Como es de apreciarse, no se contempla en lo absoluto referencia alguna a la pareja convi-
viente. La explicación debe encontrarse en la inexistencia de la unión de hecho en la legisla-
ción nacional de aquella época. Como ya se expresó, esta institución fue reconocida a nivel
constitucional recién con la Carta Fundamental de 1979, desarrollándose legalmente en el ar-
tículo 326 del CC, casi un lustro después. Así, de una simple lectura del ordenamiento jurí-
dico, podría concluirse que, puesto que no se contempla normativamente que las parejas de
hecho sobrevivientes accedan a una pensión de viudez, la presente demanda tendría que ser
desestimada. Y es que como ya se apreció, en el caso de la Seguridad Social, es el legislador
ordinario quien configura legalmente los supuestos por los cuales se accedería al derecho.
27. No obstante, el defecto de tal argumentación estriba en interpretar la pretensión de la actora
exclusivamente desde de la ley, cuando por el contrario, en el Estado Social y Democrático
de Derecho, es a partir de la Constitución desde donde se interpretan las demás normas del
350
Sistema Nacional de Pensiones
ordenamiento jurídico. A propósito de ello, debe indicarse, como ya lo ha hecho este Tribunal
en otras ocasiones, que el transito del Estado Legal de Derecho al de Estado Constitucional de
Derecho supuso dejar de lado la tesis según la cual el texto fundamental era una norma caren-
te de contenido jurídico vinculante, compuesta tan solo por una serie de disposiciones orien-
tadoras de la labor de los poderes públicos.
“Es decir, significó superar la concepción de una pretendida soberanía parlamentaria,
que consideraba a la ley como la máxima norma jurídica del ordenamiento, para dar
paso –de la mano del principio político de soberanía popular– al principio jurídico de
supremacía constitucional, conforme al cual, una vez expresada la voluntad del Poder
Constituyente con la creación de la Constitución del Estado, en el orden formal y sustan-
tivo presidido por ella no existen soberanos, poderes absolutos o autarquías. Todo poder
devino entonces en un poder constituido por la Constitución y, por consiguiente, limita-
do e informado, siempre y en todos los casos, por su contenido jurídico-normativo”[19].
Sentencia del Expediente Nº 05854-2005-PA/TC, Fundamento 3.66[19].
§Inconstitucionalidad sobreviniente y legislación preconstitucional
28. En rigor, corresponde en este extremo apreciar que los alcances de este precepto legislativo
resultan ser una inconstitucionalidad sobreviniente[20]. Como ya lo expresó este Tribunal en
nuestro ordenamiento se han asumido las teorías de la continuidad y de la revisión (Senten-
cia del Expediente Nº 0010-2001-AI/TC, Fundamentos 10 al 16).67[20], fenómeno presenta-
do cuando una norma primigeniamente constitucional, deviene en inconstitucional porque no
compatibiliza con la vigente norma constitucional. En este caso, el Decreto Ley Nº 19990, fue
desarrollado bajo el marco de la Constitución de 1933. Actualmente, sin embargo, como ya se
tiene explicitado, debe interpretarse bajo los alcances de la configuración constitucional que
le otorga el texto fundamental de 1993.
29. En tal sentido, es de enfatizarse que el hecho de que el Decreto Ley Nº 19990 sea una nor-
ma preconstitucional, no significa que la Constitución vigente no sea el parámetro bajo el
cual se debe aplicar tal decreto ley. Todo lo contrario, tal norma, como cualquier otra, debe
ser interpretada y aplicada tomando en cuenta los derechos, principios y valores recogidos
en la Carta Fundamental vigente. En consecuencia, es la norma y específicamente su artícu-
lo 53, el que tendrá que interpretarse a la luz de los valores y principios materiales del texto
constitucional.
30. De esta manera, al haberse consagrado la protección de la familia como mandato constitucio-
nal, y siendo que la unión de hecho es un tipo de estructura familiar, queda por precisar las
concretizaciones de esta protección y si es que en el presente caso, la norma que regula el re-
conocimiento de la pensión de viudez se adecua a la Carta Fundamental.
31. La finalidad de la pensión de sobrevivientes es preservar y cubrir los gastos de subsistencia
compensando el faltante económico generado por la muerte del causante, y puesto que la pro-
pia convivencia genera una dinámica de interacción y dependencia entre los convivientes, la
muerte de uno de ellos legitima al conviviente supérstite a solicitar pensión de viudez. Más
aun cuando uno de ellos ha visto sacrificada sus perspectivas profesionales, debido a que tuvo
que dedicarse al cuidado de los hijos y del hogar, perjudicando su posterior inserción –o al
menos haciéndola más difícil– en el mercado laboral.
32. Pero ¿implica ello que no se estaría materializando el deber del Estado de promover el
matrimonio? Tal argumentación parte de la errada premisa de que el otorgar pensión de
351
César Abanto Revilla
sobreviviente a las parejas de hecho supérstite supone promover el matrimonio. Ello equival-
dría a decir que desde que el Estado está obligado a promover el matrimonio, cierto número de
uniones de hecho han tomado la decisión de casarse para poder acceder a la pensión de viudez.
Lo cual resulta ilógico, atendiendo a la importancia institucional que el matrimonio tiene en
nuestra sociedad. En tal sentido, no es coherente alegar que las personas contraigan matrimo-
nio debido a que los convivientes no perciben pensión de sobrevivientes. Es otra la problemá-
tica y por tanto, otras las herramientas con las que el Estado promueve el matrimonio, como
las que se derivarían del artículo 2, inciso j) de la Ley del Fortalecimiento de la Familia (Ley
Nº 28542), que impulsa la unión marital de las uniones de hecho.
§Sistema Privado de Pensiones (SPP) y pensión de viudez
33. A mayor abundancia debe observarse la desigualdad plasmada entre una misma situación ju-
rídica y los distintos efectos que el ordenamiento propone. Como se ha observado, el SNP no
reconoce efectos jurídicos, al menos expresamente, a la situación que afrontan las parejas de
hecho sobrevivientes. Por el contrario, en el SPP las parejas de hecho sobrevivientes son be-
neficiadas con la pensión de viudez.
34. Ello ha sido recogido por el artículo 117 del Reglamento del Texto Único Ordenado de la Ley
del Sistema Privado de Administración de Fondos de Pensiones (Decreto Supremo Nº 004-98-
EF) que establece:
“Tienen derecho a la pensión de sobrevivencia los beneficiarios del afiliado que no se
hubiere jubilado, siempre que su muerte no resulte consecuencia de accidentes de tra-
bajo, enfermedades profesionales, actos voluntarios o del uso de sustancias alcohólicas
o estupefacientes, o de preexistencias. El orden es el siguiente: El cónyuge o concubino
conforme a lo establecido en el artículo 326 del Código Civil; Los hijos que cumplan
con los requisitos previstos en el inciso e) del artículo 113 que antecede; (...)”.
35. En consecuencia, a una misma situación se le da trato diferenciado, o puesto de otra forma,
se hace una diferenciación entre iguales. La situación para este caso concreto es equivalen-
te; la contingencia que implica la muerte del conviviente. Claramente, se está ante una vul-
neración del derecho-principio de igualdad. Esta diferenciación normativa no descansa so-
bre argumento objetivo y razonable que pueda justificar la diferencia de trato. La calidad y
naturaleza, así como los mecanismos del SPP (forma y determinación de los aportes y del
monto pensionario), en nada justifican que este reconocimiento sea legítimo y a nivel del
SNP no lo sea.
36. En definitiva, el artículo 53 del Decreto Ley Nº 19990, visto a la luz del texto fundamental,
debe ser interpretado de forma tal que se considere al conviviente supérstite como beneficiario
de la pensión de viudez. Ello desde luego, siempre que se acrediten los elementos fácticos y
normativos que acrediten la existencia de la unión hecho por medio de documentación idónea
para ello.
§Análisis del caso concreto
37. Una vez que se ha dilucidado el problema planteado, esto es, la procedencia de la pensión
de sobreviviente al conviviente, queda analizar si es que en el caso de autos la demandante
cumple con los requisitos para acceder a la pensión. Sobre tales requisitos debe interpretar-
se que estos son los mismos que los requeridos a las viudas en el artículo 53 del Decreto Ley
Nº 19990.
352
Sistema Nacional de Pensiones
38. En autos (fojas 5) obra copia de la sentencia del Segundo Juzgado de Familia de Piura, que
declara fundada la demanda que reconoce la unión de hecho entre doña Janet Rosas Domín-
guez y Frank Francisco Mendoza Chang.
39. Tomando en cuenta lo expuesto en los fundamentos precedentes, y al haberse acreditado la
unión de hecho, en virtud del artículo 5 de la Constitución, del artículo 326 del Código Civil,
así como del artículo 53 del Decreto Ley Nº 19990, cuya interpretación es efectuada a la luz
de la Constitución, le corresponde a la demandante la pensión de viudez.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le confiere la Cons-
titución Política del Perú
IV. HA RESUELTO
Declarar FUNDADA la demanda, ordenándose a la ONP que, de acuerdo a la interpretación
del artículo 53 del Decreto Ley Nº 19990 realizada por este Colegiado, se abone la pensión de viu-
dez a doña Janet Rosas Domínguez.
Publíquese y notifíquese.
SS.
LANDA ARROYO
BEAUMONT CALLIRGOS
ETO CRUZ
EXPEDIENTE Nº 5189-2005-PA/TC-JUNÍN
JACINTO GABRIEL ANGULO
En Lima, a los 6 días del mes de diciembre de 2005, reunido el Tribunal Constitucional en se-
sión de pleno jurisdiccional, con la asistencia de los magistrados Alva Orlandini, Presidente; Bar-
delli Lartirigoyen, Gonzales Ojeda, García Toma, Vergara Gotelli y Landa Arroyo, pronuncia la si-
guiente sentencia
I. ASUNTO
Recurso de agravio constitucional interpuesto por don Jacinto Gabriel Angulo contra la sen-
tencia de la Primera Sala Mixta de la Corte Superior de Justicia de Junín, de fojas 86, su fecha 26
de mayo de 2005, que declaró improcedente la demanda de amparo de autos.
II. ANTECEDENTES
Con fecha 14 de setiembre de 2004, el recurrente interpone demanda de amparo contra la
Oficina de Normalización Previsional (ONP), solicitando que se declare inaplicable la Resolución
Nº 802-DDPOP-GDJ-IPSS-90, de fecha 23 de diciembre de 1990 y, en consecuencia, se actualice
y se nivele su pensión de jubilación con arreglo a la Ley Nº 23908, debiendo ordenarse el pago de
las pensiones devengadas que correspondan. Considera tener derecho al beneficio establecido en la
referida Ley, por haber adquirido su derecho pensionario antes del 23 de abril de 1996.
353
César Abanto Revilla
354
Sistema Nacional de Pensiones
artículo 79 del Decreto Ley Nº 19990, que establece que los reajustes de las pensiones
otorgadas serán fijados, previo estudio actuarial, considerando las variaciones en el cos-
to de vida, y que en ningún caso podrá sobrepasarse el límite señalado en el artículo 78,
por efecto de uno o más reajustes, salvo que dicho límite sea, a su vez, reajustado.
Aplicación de la Ley Nº 23908
5. Al establecer el nuevo criterio de aplicación de la Ley Nº 23908, así como la vigencia, aplica-
ción e interpretación de sus disposiciones, este Tribunal señaló lo siguiente:
a) La Ley Nº 23908 modificó el Decreto Ley Nº 19990, que en su diseño estableció la pen-
sión inicial como la resultante de la aplicación del sistema de cálculo previsto para las
distintas modalidades de jubilación, creando el concepto de pensión mínima, la que, in-
dependientemente de la modalidad y del resultado de la aplicación de los métodos de
cálculo, se convirtió en el monto mínimo que correspondía a todo pensionista del Siste-
ma Nacional de Pensiones, salvo las excepciones previstas en la propia norma.
b) La pensión mínima se estableció originalmente en un monto equivalente a tres suel-
dos mínimos vitales; pero, posteriormente, las modificaciones legales que regularon los
sueldos o salarios mínimos de los trabajadores la transformaron en el Ingreso Mínimo
Legal, el mismo que, sólo a estos efectos, debe entenderse vigente hasta el 18 de diciem-
bre de 1992.
c) La pensión mínima del Sistema Nacional de Pensiones nunca fue igual a tres veces la
remuneración de un trabajador en actividad; más bien, se determinó utilizando como
referente de cálculo el sueldo mínimo legal, que era uno de los tres componentes de la
remuneración mínima de los trabajadores.
d) El Decreto Ley Nº 25967, vigente desde el 19 de diciembre de 1992, modificó los requi-
sitos del Decreto Ley Nº 19990 para el goce de las pensiones, entendiéndose que, desde
la fecha de su vigencia, se sustituía el beneficio de la pensión mínima por el nuevo siste-
ma de cálculo, resultando, a partir de su vigencia –19 de diciembre de 1992–, inaplicable
la Ley Nº 23908.
e) Por tanto, la pensión mínima regulada por la Ley Nº 23908 debe aplicarse a aquellos
asegurados que hubiesen alcanzado el punto de contingencia hasta el 18 de diciembre
de 1992 (día anterior a la entrada en vigencia del Decreto Ley Nº 25967), con las limi-
taciones que estableció su artículo 3, y solo hasta la fecha de su derogación tácita por el
Decreto Ley Nº 25967.
f) Debe entenderse que todo pensionista que hubiese alcanzado el punto de contingencia
hasta antes de la derogatoria de la Ley Nº 23908, tiene derecho al reajuste de su pensión
en un monto mínimo equivalente a tres sueldos mínimos vitales o su sustitutorio, el In-
greso Mínimo Legal, en cada oportunidad en que estos se hubieran incrementado, no pu-
diendo percibir un monto inferior a tres veces el referente, en cada oportunidad de pago
de la pensión, durante el referido periodo.
g) A partir del 19 de diciembre de 1992 resulta de aplicación el Decreto Ley Nº 25967,
que establece el nuevo sistema de cálculo para obtener el monto de la pensión inicial de
jubilación del Sistema Nacional de Pensiones, hasta que el Decreto Legislativo Nº 817
(vigente a partir del 24 de abril de 1996), establece nuevamente un sistema de montos
mínimos determinados de las pensiones, atendiendo al número de años de aportaciones
acreditadas por el pensionista.
355
César Abanto Revilla
356
Sistema Nacional de Pensiones
a tres sueldos mínimos vitales). Consiguientemente, en dicha fecha la pensión mínima quedó
establecida en S/. 216,000.00 (monto resultante de multiplicar tres veces el sueldo mínimo vi-
tal, de S/. 72,000.00, establecido por el Decreto Supremo Nº 018-84-TR, del 1 de setiembre
de 1984).
13. Como el monto de la pensión mínima regulada por la Ley Nº 23908 se determinaba en base
a uno de los tres componentes de la remuneración mínima de los trabajadores (denominado
Sueldo Mínimo Vital), durante su vigencia, su aumento o el aumento de su sustitutorio (el In-
greso Mínimo Legal), suponía el aumento de la pensión mínima legal y, por tanto, el aumento
de todas aquellas pensiones que, por efecto de dicho incremento, resultaran inferiores al nue-
vo monto mínimo de la pensión.
14. El beneficio de la pensión mínima legal establecido en la Ley Nº 23908 no resulta aplicable a
los pensionistas que hubieren percibido montos superiores al mínimo legalmente establecido
en cada oportunidad de pago.
15. Conforme al artículo 3 de la Ley Nº 23908, el beneficio de la pensión mínima legal no fue
aplicable para: a) Las pensiones que tuvieran una antigüedad menor de un año, computado
a partir de la fecha en que se adquirió el derecho a la misma, pensiones que se reajustarán al
vencimiento del término indicado; y, b) Las pensiones reducidas de invalidez y jubilación a
que se refieren los artículos 28 y 42 del Decreto Ley Nº 19990, así como las pensiones de so-
brevivientes que pudieran haber originado sus beneficiarios, las que se reajustarán en propor-
ción a los montos mínimos establecidos y al número de años de aportación acreditados por el
pensionista causante.
16. El monto de la pensión mínima legal establecida por la Ley Nº 23908 se incrementó posterior-
mente, cuando los Decretos Supremos Nºs 023 y 026-85-TR, del 1 de agosto de 1985, aumen-
taron el sueldo mínimo vital a S/. 135,000, quedando establecida una pensión mínima legal de
S/. 405,000, y así sucesivamente hasta que el sueldo mínimo vital fue incorporado y sustituido
por el Ingreso Mínimo Legal.
17. Se deberá tener en cuenta que, cuando la Ley Nº 23908 quedó tácitamente derogada por el
Decreto Ley Nº 25967, la pensión mínima legal vigente era de S/. 36.00 (treinta y seis nuevos
soles), importe equivalente a la suma de tres veces el Ingreso Mínimo Legal (sustitutorio del
sueldo mínimo vital) establecido por el Decreto Supremo Nº 03-92-TR.
18. Entre el 19 de diciembre de 1992 –fecha de vigencia del Decreto Ley Nº 25967– y el 23 de
abril de 1996 –fecha de publicación del Decreto Legislativo Nº 817–, la pensión inicial retor-
nó a ser el resultado del cálculo establecido por las disposiciones legales pertinentes según la
fecha de contingencia de la prestación, hasta que, a partir del 24 de abril de 1996, el Decreto
Legislativo Nº 817 establece nuevamente montos mínimos, determinados atendiendo al nú-
mero de años de aportaciones acreditadas en beneficio de los pensionistas del Sistema Nacio-
nal de Pensiones.
19. Ejemplificación de la aplicación del artículo 1 de la Ley Nº 23908
Con el objeto de aclarar cualquier duda respecto a la interpretación y aplicación señalada por
este Tribunal, resulta necesario resolver algunos casos hipotéticos que, de hecho y de manera
notoria, se presentaron al entrar en vigencia el beneficio de la pensión mínima legal, así como,
durante su vigencia, hasta el 18 de diciembre de 1992, siendo pertinente reiterar que con pos-
terioridad a dicha fecha la norma en cuestión no es aplicable.
357
César Abanto Revilla
CASO 1:
Al entrar en vigencia la Ley
Incremento del monto de la pensión percibida al monto mínimo
Pensión comprendida en la Ley Nº 23908 con un monto de S/. 200,000.00 al 1 de setiem-
bre de 1984
Por efecto de la Ley Nº 23908, la pensión mínima que debía percibir todo asegurado
comprendido en el beneficio era de S/. 216,000.00, por lo que la pensión de el pen-
sionista debía incrementarse hasta el monto mínimo a partir de dicha fecha y, de ser
el caso, de la misma manera, luego de los siguientes incrementos del referente de la
pensión mínima legal, salvo que, por efecto de otras disposiciones legales o adminis-
trativas, el monto de la pensión ya hubiera superado la mínima vigente en cada opor-
tunidad de pago.
CASO 2:
Al entrar en vigencia la Ley
Inaplicación de la pensión mínima
Pensionista del Sistema Nacional de Pensiones que percibía S/. 300,000.00 al 1 de se-
tiembre de 1984
Como el monto de la pensión supera el mínimo, el beneficio dispuesto en la Ley
Nº 23908 resulta inaplicable al caso concreto, pues su aplicación importaría la reducción
del monto de la pensión.
CASO 3:
Durante la vigencia de la Ley
Incremento del monto de la pensión percibida
Pensionista que a la fecha de vigencia de la Ley percibía un monto superior al mínimo,
por ejemplo de S/. 350,000.00.
Como se ha señalado, al caso concreto no era aplicable la pensión mínima porque no
beneficiaba al pensionista; sin embargo, cuando la pensión mínima aumentó a partir del
2 de agosto de 1985 a S/. 405,000.00 por efecto del incremento del sueldo mínimo vital
(Decretos Supremos Nºs 023 y 026-85-TR), correspondía aumentar el monto de la pen-
sión, pues a partir de dicho momento resultaba inferior a la pensión mínima legal, salvo
que, por efecto de otras disposiciones legales o administrativas, el monto de la pensión
ya hubiera superado la mínima vigente en cada oportunidad de pago.
El reajuste establecido en el artículo 4 de la Ley Nº 23908
20. Al respecto, este Tribunal reafirma lo establecido en los fundamentos 13, 14 y 15 de la STC
Exp. Nº 198-2003-AC, en el sentido de que se encuentra condicionado a factores económi-
cos externos y al equilibrio financiero del Sistema Nacional de Pensiones, y que no se efec-
túa en forma indexada o automática. Asimismo, que ello fue previsto de esta forma desde
la creación del Sistema Nacional de Pensiones y posteriormente recogido por la Segunda
Disposición Final y Transitoria de la Constitución de 1993, que establece que el reajuste
periódico de las pensiones que administra el Estado se atiende con arreglo a las previsio-
nes presupuestarias.
21. Por lo tanto, el reajuste trimestral automático de las pensiones comprendidas en el Sistema
Nacional de Pensiones no resulta exigible.
358
Sistema Nacional de Pensiones
359
César Abanto Revilla
Por los fundamentos expuestos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le confiere la
Constitución Política del Perú
IV. HA RESUELTO
1. Declarar FUNDADA la demanda de amparo.
2. Declarar NULA la Resolución Nº 802-DDPOP-GDJ-IPSS-90.
3. Ordenar que la ONP expida en favor del demandante la resolución que reconozca el pago de
la pensión mínima y abone las pensiones devengadas e intereses correspondientes, conforme
al fundamento 27 supra.
4. Declarar que los criterios de interpretación y aplicación de la Ley Nº 23908, desarrollados en
los Fundamentos 5 y del 7 al 21 supra, constituyen precedente vinculante inmediato de obser-
vancia obligatoria, de conformidad con el artículo VII del Título Preliminar del Código Pro-
cesal Constitucional.
Publíquese y notifíquese.
SS.
ALVA ORLANDINI
BARDELLI LARTIRIGOYEN
GONZALES OJEDA
GARCÍA TOMA
VERGARA GOTELLI
LANDA ARROYO
EXP. Nº 5189-2005-PA/TC-JUNÍN
JACINTO GABRIEL ANGULO
360
Sistema Nacional de Pensiones
RESUELVE
SUBSANAR el fundamento 17 de la sentencia del 6 de diciembre de 2005, precisando que
donde dice “Decreto Supremo Nº 03-92-TR”, debe decir “Decreto Supremo Nº 002-91-TR”.
SS.
GARCÍA TOMA
GONZALES OJEDA
ALVA ORLANDINI
BARDELLI LARTIRIGOYEN
VERGARA GOTELLI
LANDA ARROYO
En Lima, a los 6 días del mes de noviembre de 2007, la Sala Primera del Tribunal Constitu-
cional, integrada por los Magistrados Landa Arroyo, Beaumont Callirgos y Eto Cruz, pronuncia la
siguiente sentencia.
EXPEDIENTE Nº 1294-2004-AA/TC-LAMBAYEQUE
ANDRÉS JUSTINIANO LLAMOGTANTA CHÁVEZ
En Lima, a los 30 días del mes de noviembre de 2004, la Sala Segunda del Tribunal Consti-
tucional, integrada por los señores magistrados Alva Orlandini, Presidente; Bardelli Lartirigoyen y
Revoredo Marsano, pronuncia la siguiente sentencia
I. ASUNTO
Recurso extraordinario interpuesto por don Andrés Justiniano Llamogtanta Chávez contra la
sentencia de la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lambayeque, de fojas 152, su
fecha 29 de enero de 2004, que declaró infundada la acción de amparo de autos.
II. ANTECEDENTES
Con fecha 26 de setiembre de 2002, el recurrente interpone acción de amparo contra la Ofici-
na de Normalización Previsional (ONP), con el objeto de que se declare inaplicable la Resolución
Nº 054058-98-ONP/DC, de fecha 22 de diciembre de 1998, que aplica a su caso, retroacti-
va e ilegalmente, el Decreto Ley Nº 25967, y se ordene que se calcule su pensión de jubi-
lación de acuerdo al Decreto ley Nº 19990, y se le abonen los reintegros e intereses legales
correspondientes.
Aduce que ya había adquirido su derecho pensionario al amparo del Decreto Ley Nº 19990,
antes de la entrada en vigencia del Decreto Ley Nº 25967, y que al aplicársele este se le ha otor-
gado una pensión diminuta y con un tope que no le corresponde, dado que en la fecha que alcan-
zó la contingencia el tope aplicable se encontraba establecido en S/. 2,760.00. Agrega que con-
forme a la sentencia del Tribunal Constitucional, recaída en el Expediente Nº 007-96-I/TC, las
disposiciones del Decreto Ley Nº 19990 resultan ultractivamente aplicables para el cálculo de
su pensión.
361
César Abanto Revilla
362
Sistema Nacional de Pensiones
363
César Abanto Revilla
c) Adicionalmente, para un mayor aumento del monto máximo de las pensiones, median-
te decreto supremo, se modificó el número de remuneraciones mínimas referentes para
establecer el monto máximo de la pensión, incrementándose inicialmente al 80% de 7
½ RM, mediante el Decreto Supremo Nº 078-83-PCM vigente entre el 1 de octubre de
1983 y el 30 de noviembre de 1984; y, finalmente, en el 80% 10 RM, conforme a lo dis-
puesto por el Decreto Supremo Nº 077-84-PCM.
d) El referente de cálculo del monto de la pensión máxima –80% de 10 RM– no ha sido
modificado desde el 1 de diciembre de 1984, fecha de vigencia del Decreto Supre-
mo Nº 077-84-PCM; no obstante, la pensión máxima se ha incrementado indirecta-
mente, en la medida que la remuneración mínima de los trabajadores fue aumentando
progresivamente.
e) El Decreto Ley Nº 25967, vigente desde el 19 de diciembre de 1992, reguló el mon-
to máximo de las pensiones, retornando al método establecido por el Decreto Ley
Nº 19990, es decir, fijando un monto determinado que será reajustado periódicamente
mediante decreto supremo, en atención a las previsiones presupuestarias del Sistema.
f) A la fecha de vigencia del Decreto Ley Nº 25967, conforme al Decreto Supremo
Nº 03-92-TR, la remuneración mínima de un trabajador era S/. 72.00; por tanto, la pen-
sión máxima vigente a la fecha de dictarse esta norma sustitutoria era de S/. 576.00,
equivalentes al 80% de 10 remuneraciones mínimas (S/. 72 x 10RM x 80%).
g) Por tanto, la pensión máxima establecida en el 80% de 10 RM, debe aplicarse a aquellos
asegurados que hubieren alcanzado la fecha de contingencia entre el 1 de diciembre de
1984 y el 18 de diciembre de 1992, día anterior a la vigencia del Decreto Ley Nº 25967.
A partir del 19 de diciembre de 1992, resulta de aplicación el artículo 3 del Decreto Ley
Nº 25967 y los reajustes del monto de las pensiones establecidos por decreto supremo,
conforme a este dispositivo legal, según la fecha de contingencia.
h) Cabe precisar que, en todos los casos, independientemente de la fecha en la cual se haya
producido la contingencia y de las normas aplicables en función de ello, corresponde a
los pensionistas percibir los aumentos otorgados desde el 19 de diciembre de 1992 me-
diante cualquier tipo de dispositivo legal (entiéndase Decreto de Urgencia, Decreto Su-
premo, Resolución Jefatural de la ONP u cualquier otra norma); siempre y cuando el
nuevo monto resultante de la pensión no supere la suma establecida como pensión máxi-
ma por la normativa correspondiente, en cada oportunidad de pago, de conformidad a lo
dispuesto por el artículo 78 y 79 del Decreto Ley Nº 19990 y el artículo 3 del Decreto
Ley Nº 25967.
13. A la luz de las conclusiones precedentes, es pertinente recordar que, antes de la modificación
constitucional de la Primera Disposición Final y Transitoria de la Constitución Política de
1993, este Tribunal Constitucional se ha pronunciado sobre la obligación de respetar los dere-
chos adquiridos de los pensionistas del Decreto Ley Nº 19990.
14. De igual forma ha precisado que, para la obtención del derecho a percibir pensión, se debe
aplicar la legislación vigente a la fecha en que el asegurado reúna los requisitos para acceder
a dicha pensión, independientemente del momento en que se solicite u otorgue, y que las nor-
mas conexas y complementarias que regulan instituciones vinculadas, tales como la pensión
mínima, pensión máxima, etc., deben aplicarse durante su periodo de vigencia.
364
Sistema Nacional de Pensiones
15. En ese sentido, habiéndose evidenciado que existen asegurados que deciden seguir trabajan-
do aun cuando tienen expedito su derecho para solicitar la pensión de jubilación, es pertinente
precisar que, en el momento de hacerse efectiva, se respetarán los requisitos y el sistema de
cálculo vigentes en la fecha en que adquirieron el derecho a la pensión.
No obstante, corresponderá aplicar para el cálculo de la pensión correspondiente las nor-
mas complementarias que regulan instituciones como la pensión mínima, pensión máxima,
etc., vigentes a la fecha de la solicitud, y las que resulten aplicables durante el periodo en
que deberán reconocerse las pensiones devengadas conforme al artículo 81 del Decreto Ley
Nº 19990.
16. En el presente caso, de la Resolución Nº 54058-98-ONP/DC se advierte que el demandante
percibe pensión de jubilación adelantada, según el Decreto Ley Nº 19990, desde el 5 de se-
tiembre de 1997. Asimismo, que a la fecha de contingencia, establecida el 4 de setiembre de
1997, la pensión máxima vigente se encontraba regulada por el artículo 3 del Decreto Ley
Nº 25967, y que el Decreto Ley Nº 25967 ha sido invocado solo para establecer la competen-
cia de la ONP.
17. En consecuencia, no se evidencia vulneración alguna de sus derechos constitucionales.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que la Constitución Polí-
tica del Perú le confiere,
HA RESUELTO
Declarar INFUNDADA la acción de amparo.
Publíquese y notifíquese.
SS.
ALVA ORLANDINI
BARDELLI LARTIRIGOYEN
REVOREDO MARSANO
EXPEDIENTE Nº 05430-2006-PA/TC-LIMA
ALFREDO DE LA CRUZ CURASMA
En Lima, a los 24 días del mes de setiembre de 2008, el Tribunal Constitucional en sesión
de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los magistrados Mesía Ramírez, Vergara Gotelli, Lan-
da Arroyo, Beaumot Callirgos, Calle Hayen, Eto Cruz y Álvarez Miranda, pronuncia la siguiente
sentencia
I. ASUNTO
Recurso de agravio constitucional interpuesto por don Alfredo de la Cruz Curasma contra la
sentencia de la Cuarta Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, de fojas 109, su fecha 16
de marzo de 2006, que declara fundada en parte la demanda de autos.
365
César Abanto Revilla
II. ANTECEDENTES
Con fecha 13 de setiembre de 2004 el recurrente solicita que se declare inaplicable la Resolu-
ción Nº 0000049744-2004-ONP/DC/DL 19990, de fecha 13 de julio de 2004, y que en consecuen-
cia se le otorgue pensión de jubilación minera conforme a la Ley Nº 25009. Asimismo solicita el
reintegro de los montos dejados de percibir, por haberse denegado el reconocimiento de su derecho
pensionario.
La emplazada contesta la demanda alegando que el recurrente no ha acreditado las aportacio-
nes efectuadas al Sistema Nacional de Pensiones, para lo cual se requiere de un proceso que cuente
con etapa probatoria.
El Segundo Juzgado Especializado en lo Civil de Lima, con fecha 23 de junio de 2005, de-
clara improcedente la demanda, considerando que para afianzar la validez del certificado de tra-
bajo presentado se debió acompañar los documentos detallados en el reglamento del Decreto Ley
Nº 19990.
La recurrida, revocando la apelada, declara fundada en parte la demanda ordenando el recono-
cimiento de las aportaciones efectuadas en los años 1956 y 1957, e improcedente el reconocimiento
de las realizadas en el periodo 1958-1968, considerando que el amparo no es la vía idónea para ello
por carecer de etapa probatoria.
III. FUNDAMENTOS
§ Procedencia de la demanda
1. En la STC Nº 1417-2005-PA, publicada en el diario oficial El Peruano el 12 de julio de 2005,
este Tribunal ha señalado que forma parte del contenido esencial directamente protegido por
el derecho fundamental a la pensión las disposiciones legales que establecen los requisitos
para la obtención de tal derecho.
§ Delimitación del petitorio
2. En el presente caso el recurrente demanda el reconocimiento de la pensión de jubilación mine-
ra conforme a los artículos 1 y 2 de la Ley Nº 25009. En consecuencia la pretensión está com-
prendida en el supuesto previsto en el fundamento 37.b) de la citada sentencia, motivo por el
cual corresponde analizar el fondo de la cuestión controvertida.
3. En sede judicial se ha determinado la validez de las aportaciones efectuadas durante el perio-
do 1956-1957 por un total de 1 año y 5 meses, y se ha desestimado el reconocimiento de las
aportaciones realizadas durante el periodo 1958-1968.
4. Por tanto este Tribunal se pronunciará respecto a las aportaciones no reconocidas durante el
periodo 1958-1968, para determinar si con estas el demandante alcanza el mínimo de años de
aportaciones requerido para acceder a la pensión reclamada.
§ Devengados e intereses
5. Antes del análisis de la controversia, este Colegiado considera necesario pronunciarse sobre
el precedente vinculante establecido en el fundamento 15 del Caso Sánchez-Lagomarcino
Ramírez (STC Nº 2877-2005-HC), publicado en el diario oficial El Peruano el 11 de julio
de 2006.
366
Sistema Nacional de Pensiones
367
César Abanto Revilla
368
Sistema Nacional de Pensiones
juez constitucional deberá ordenar el pago de los referidos montos dejados de percibir
y los intereses, y de no haberse demandado, de oficio, en aplicación del principio iura
novit curia, se deberá ordenar el pago de dichos conceptos, considerando la naturaleza
restitutoria del amparo; sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 56 del Código Proce-
sal Constitucional.
Regla sustancial 4: Afectación del derecho a la igualdad
Se procederá de la misma forma señalada en las reglas que anteceden, en los casos que
se demande la afectación del derecho a la igualdad en los términos del fundamento 37.e)
del Caso Anicama.
Regla sustancial 5: Procedencia del RAC para el reconocimiento de devengados e
intereses
Cuando en sede judicial se haya estimado una pretensión vinculada al contenido consti-
tucionalmente protegido del derecho a la pensión –acceso o reconocimiento, afectación
del derecho al mínimo vital, tutela de urgencia o afectación del derecho a la igualdad
con referente válido– delimitado por este Tribunal en el fundamento 37 del Caso Anica-
ma (STC Exp. Nº 1417-2005-PA) y no se hubiere ordenado el pago de los montos deja-
dos de percibir (devengados y reintegros) y/o los intereses generados conforme a la tasa
establecida en el artículo 1246 del Código Civil, este Tribunal, en atención al principio
de economía procesal previsto en el artículo III del Código Procesal Constitucional, co-
nocerá el RAC para ordenar su pago; sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 56 del
Código Procesal Constitucional.
Regla sustancial 6: Improcedencia del RAC para el reconocimiento de devengados
e intereses
El Tribunal no admitirá el RAC sobre pensiones devengadas, reintegros e intereses
cuando verifique que el demandante no es el titular del derecho o que la pretensión no
está directamente vinculada al contenido constitucionalmente protegido del derecho a la
pensión.
Precedente vinculante 2 : Reglas procesales aplicables a todos los procesos de amparo
a. Regla procesal: El Tribunal Constitucional, en virtud del artículo 201 de la Constitución
y del artículo VII del Título Preliminar del Código Procesal Constitucional, tiene la fa-
cultad para establecer un precedente vinculante a través de sus sentencias que adquieren
la autoridad de cosa juzgada, precisando el extremo de su efecto normativo.
b. Regla sustancial: El criterio vinculante establecido en el Precedente 1 de esta sentencia
será de aplicación inmediata desde el día siguiente de su publicación en el diario oficial
El Peruano, a todos los procesos de amparo que se encuentren en trámite, precisándose
que no están incluidos aquellos que se encuentren en etapa de ejecución.
15. Asimismo, toda vez que el precedente referido en el fundamento 13 que antecede se relacio-
nó con el fundamento 37.g) del Caso Anicama (STC Exp. Nº 1417-2005-PA), este Colegiado
considera oportuno precisar que en esta disposición, a diferencia de los otros supuestos del
fundamento 37, se ha señalado prima facie qué pretensiones no forman parte del contenido
constitucionalmente protegido del derecho a la pensión.
369
César Abanto Revilla
16. Consiguientemente, si bien el amparo no es la vía para reclamar montos dinerarios y/o reajus-
tes (devengados o reintegros), para determinar la procedencia de estas pretensiones accesorias
se deberá tener en consideración si se está ante un caso de afectación del mínimo vital o de
tutela urgente, en cuyo caso se habrá de analizar el fondo de la cuestión controvertida (preten-
sión principal) por encontrarse esta comprendida en el contenido esencial constitucionalmente
protegido del derecho a la pensión, tal como viene haciendo este Tribunal a partir del prece-
dente establecido en el Caso Anicama.
§ Análisis de la controversia de autos
17. Los artículos 1 y 2 de la Ley Nº 25009, de jubilación minera, preceptúan que la edad de jubi-
lación de los trabajadores mineros será de 45 años de edad cuando laboren en minas subterrá-
neas, siempre que hubieren acreditado 20 años de aportaciones, de los cuales 10 años deberán
corresponder a trabajo efectivo prestado en dicha modalidad.
18. Respecto a la edad de jubilación, de la copia del Documento Nacional de Identidad, de fojas
10, se desprende que el actor cumplió la edad mínima para tener derecho a percibir una pen-
sión de jubilación minera en la modalidad de mina subterránea (45 años) el 13 de noviembre
de 1995.
19. En cuanto a las aportaciones, a fojas 2 y 3 obra la resolución impugnada y el cuadro resumen
de aportaciones de los que se evidencia que la demandada no ha reconocido al actor 10 años y
7 meses de aportaciones efectuadas durante el periodo 1958-1968, por considerar que no han
sido fehacientemente acreditadas.
20. Respecto de la aportaciones de los asegurados obligatorios, los artículos 11 y 70 del Decreto
Ley Nº 19990 establecen, respectivamente, que: “Los empleadores (...) están obligados a re-
tener las aportaciones de los trabajadores asegurados obligatorios (...)”, y que: “Para los ase-
gurados obligatorios son periodos de aportación los meses, semanas o días en que presten, o
hayan prestado servicios que generen la obligación de abonar las aportaciones a que se re-
fieren los artículos 7 al 13, aun cuando el empleador (...) no hubiese efectuado el pago de las
aportaciones”. Más aún, el artículo 13 de esta norma dispone que la emplazada se encuentra
obligada a iniciar el procedimiento coactivo si el empleador no cumple con efectuar el abono
de las aportaciones indicadas. A mayor abundamiento, el inciso d), artículo 7 de la Resolución
Suprema Nº 306-2001-EF, Reglamento de Organización y Funciones de la Oficina de Norma-
lización Previsional (ONP), dispone que la emplazada debe: “Efectuar la verificación, liqui-
dación y fiscalización de derechos pensionarios que sean necesarias para garantizar su otorga-
miento con arreglo a Ley”.
21. Para acreditar las aportaciones efectuadas en el periodo 1958-1968, el demandante ha re-
caudado a fojas 4 un certificado de trabajo original expedido por el Superintendente General
de la Corporación Minera Castrovirreyna S.A., en el que consta que laboró en mina subte-
rránea durante 20 años y 4 meses, tiempo en el cual están incluidos los 9 años y 6 meses ya
reconocidos.
22. En consecuencia se advierte que el demandante se desempeñó durante 20 años y 4 meses
como trabajador minero, con más de 10 años de servicio efectivo en la modalidad de mina
subterránea, estableciéndose la fecha de la contingencia el 13 de noviembre de 1995. Por
tanto, a la fecha de la presentación de su solicitud cumplía los requisitos (edad, aportes y
trabajo en la modalidad) para percibir una pensión de jubilación minera conforme a la Ley
Nº 25009.
370
Sistema Nacional de Pensiones
23. En cuanto al pago de las pensiones devengadas e intereses, habiéndose precisado el ámbi-
to de aplicación del fundamento 15 d) del Caso Sánchez-Lagomarcino Ramírez (STC Exp.
Nº 2877-2005-HC), este Tribunal ordena el pago de las pensiones devengadas conforme a lo
establecido en el artículo 81 del Decreto Ley Nº 19990 (desde 12 meses anteriores a la pre-
sentación de la solicitud a la ONP) y el pago de los intereses generados conforme a la tasa es-
tablecida por el artículo 1246 del Código Civil.
24. Adicionalmente, en atención a lo dispuesto por el artículo 56 del Código Procesal Constitu-
cional, la entidad demandada deberá cumplir con abonar los costos del proceso.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le confiere la Cons-
titución Política del Perú
HA RESUELTO
1. REVOCAR la sentencia de autos.
2. Declarar FUNDADA la demanda por vulneración al derecho de acceso a la pensión; en con-
secuencia, NULA la Resolución Nº 49744-2004-ONP/DC DL 19990.
3. Ordenar que la Oficina de Normalización Previsional expida, en el término de 30 días de no-
tificada la presente, la resolución que reconozca el derecho del demandante a percibir pensión
de jubilación minera con arreglo a lo dispuesto en la Ley Nº 25009, en concordancia con el
Decreto Ley Nº 19990 y demás normas sustitutorias o complementarias, según los fundamen-
tos de la presente, bajo apercibimiento de pago de una multa acumulativa equivalente a 3 URP
por cada día de atraso.
4. Dispone[r] que la emplazada cumpla con establecer el monto de las pensiones devenga-
das desde los 12 meses anteriores a la presentación de la solicitud, liquidar los intereses le-
gales generados desde la fecha referida y abonarlos en los términos establecidos en la Ley
Nº 28798.
5. Conforme a lo dispuesto en el artículo VII del Título Preliminar del Código Procesal Consti-
tucional, los precedentes vinculantes contenidos en los fundamentos 15.d) del Caso Sánchez-
Lagomarcino Ramírez (STC Exp. Nº 2877-2005-PA) y 37.g) del Caso Anicama (STC Exp.
Nº 1417- 2005-PA), quedan precisados tal como se señala en los fundamentos 13 y 15 de la
presente.
6. Establecer como precedente vinculante de observancia obligatoria, conforme a lo dispuesto en
el artículo VII del Título Preliminar del Código Procesal Constitucional, las reglas contenidas
en el fundamento 14.
7. Condena a la entidad emplazada al pago de los costos del proceso.
Publíquese y notifíquese.
SS.
MESÍA RAMÍREZ;
VERGARA GOTELLI;
LANDA ARROYO;
BEAUMONT CALLIRGOS;
CALLE HAYEN;
ETO CRUZ;
ÁLVAREZ MIRANDA
371
César Abanto Revilla
EXPEDIENTE Nº 02599-2005-PA/TC-LIMA
FÉLIX SÁNCHEZ SAMATA
En Lima, a los 28 días del mes de marzo de 2007, la Sala Segunda del Tribunal Constitucio-
nal, integrada por los magistrados García Toma, Bardelli Lartirigoyen y Vergara Gotelli, pronuncia
la siguiente sentencia
I. ASUNTO
Recurso de agravio constitucional interpuesto por Félix Sánchez Samata contra la sentencia
de la Quinta Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, de fojas 98, su fecha 4 de oc-
tubre de 2004, que declara improcedente la demanda de autos.
II. ANTECEDENTES
a. Demanda
Con fecha 10 de julio de 2003, el recurrente interpone demanda de amparo con-
tra la Oficina de Normalización Previsional (ONP), solicitando que se declare la
inaplicabilidad de la Resolución Nº 48219-98-ONP/DC, de fecha 18 de noviem-
bre de 1998, mediante la cual se le denegó la pensión de jubilación minera, pese a
padecer de la enfermedad profesional de silicosis que le ocasiona una incapacidad
del 75%.
Sostiene que se debe ordenar la expedición de una nueva resolución otorgándole la pen-
sión de jubilación minera completa de conformidad con el artículo 6 de la Ley Nº 25009,
concordante con el artículo 20 de su reglamento, que dispone que la pensión se conce-
derá sin exigir el requisito referido a los años de aportes; o, en todo caso, la pensión
proporcional prevista en el artículo 3, debiendo reconocérsele, en ambos supuestos, los
reintegros que le correspondan luego de efectuar su cálculo dentro de los alcances del
Decreto Ley Nº 19990, sin aplicación del Decreto Ley Nº 25967.
b. Contestación de la demanda
Con fecha 24 de julio de 2003, la emplazada contesta la demanda solicitando que sea
declarada improcedente, alegando que el demandante pretende el reconocimiento de un
derecho y no la protección y restitución de uno ya existente.
Solicita, asimismo, que la demanda sea declarada infundada indicando que el deman-
dante cuando cesó, 15 de diciembre de 1992, contaba con 42 años de edad y 18 años de
aportaciones al Sistema Nacional de Pensiones, por lo que no cumplía con el requisito
de edad previsto para la jubilación minera en la modalidad de mina subterránea, que es
de 45 años, ni con los aportes exigibles; y que, cuando cumplió la edad requerida, ya se
encontraba en vigencia el Decreto Ley Nº 25967, que estableció en 20 años el tiempo
mínimo de aportaciones.
372
Sistema Nacional de Pensiones
373
César Abanto Revilla
374
Sistema Nacional de Pensiones
375
César Abanto Revilla
en minas a tajo o cielo abierto. En ambos casos diez (10) años deberán corresponder a trabajo
efectivo prestado en dicha modalidad.
Tratándose de los trabajadores de centros de producción, minera a los que se refiere el segun-
do párrafo del artículo 1, se requiere el número de años de aportación previsto en el Decreto
Ley Nº 19990, de los cuales quince (15) años corresponden a trabajo efectivo prestado en di-
cha modalidad.
8. Como se observa, en ambos dispositivos se establecen condiciones particulares para la jubi-
lación de los trabajadores mineros cuya finalidad es salvaguardar el derecho a la pensión de
este sector laboral, permitiéndoles el acceso a un beneficio pensionario con el cumplimiento
de requisitos menos gravosos que los estatuidos para el régimen general del Sistema Nacional
de Pensiones, originalmente fijados en 60 años de edad y 15 años de aportes. A ello debe agre-
garse que si bien para los trabajadores mineros se han establecido requisitos más dúctiles para
que accedan al derecho a la pensión, este derecho necesariamente habrá de materializarse en
los dos planos previstos como condicionantes por el Sistema Nacional de Pensiones, vale de-
cir años de edad y cantidad de aportes. Cabe, no obstante, enfatizar que la propia legislación
de jubilación de trabajadores mineros ha previsto la posibilidad de otorgar una protección aún
mayor a través de la exoneración de uno de los requisitos cuando la condición de riesgo, siem-
pre latente en el trabajo minero, se concreta con el padecimiento de una enfermedad profesio-
nal. Así, el artículo 6 de la Ley Nº 25009 establece lo siguiente:
Los trabajadores de la actividad minera, en el examen anual que deberán practicar obligato-
riamente en los Centros Mineros, el Instituto Peruano de Seguridad Social o el Instituto de
Salud Ocupacional, adolezcan el primer grado de silicosis o su equivalente en la tabla de en-
fermedades profesionales, igualmente se acogerán a la pensión de jubilación, sin el requisito
del número de aportaciones que establece la presente ley.
En concordancia con tal previsión, el artículo 20 del Decreto Supremo Nº 029-89-TR, Regla-
mento de la Ley Nº 25009 señala que:
“Los trabajadores de la actividad minera que padezcan el primer grado de silicosis o
su equivalente en la tabla de enfermedades profesionales tendrán derecho a la pensión
completa de jubilación”.
9. Queda así demostrado que en la configuración legal del derecho la exoneración de los años
de aportes permite a los trabajadores mineros, que padecen de la enfermedad profesional de
silicosis, acceder a una pensión de jubilación sin reunir dicho requisito legal; y esto es así
porque la exigencia de acumular años de aportes al Sistema Nacional de Pensiones se con-
vertiría en una condición de difícil cumplimiento si el trabajador se encuentra incapacitado
para el de-sempeño de sus labores habituales. Claro está que se puede efectuar un cambio
en las labores desempeñadas, con lo que se permitiría al trabajador extender su ciclo laboral
para que así reunan mayor número de aportes; sin embargo, ello dependerá exclusivamente
de las posibilidades que tenga el empleador dentro de la actividad que realiza y conforme a
sus facultades directrices, no pudiendo ser exigible, como derecho, el cambio de puesto de
trabajo.
La merma aflictiva de la salud disminuye ostensiblemente no solo la calidad de vida de los
trabajadores mineros, sino que la acorta dramáticamente; por ello es que se ha previsto la
dispensa de aportes para aquellos trabajadores afectados de silicosis en del primer estadio
o su equivalente en la tabla de enfermedades profesionales. Cabe, no obstante, preguntar si
376
Sistema Nacional de Pensiones
se logra una efectiva protección solo con la exoneración de aportes. Este Tribunal conside-
ra que no, pues parece irrazonable pretender franquear un pronto acceso a una pensión de
jubilación solo con la exención de aportaciones, si tal dispensa queda aún condicionada al
cumplimiento de la edad prevista en el artículo 1 de la Ley. En la práctica se sometería a los
trabajadores mineros afectados con la enfermedad profesional a una espera eventualmente
larga, hasta que se produzca la contingencia de la edad, cuando se sabe que no podrán se-
guir laborando, lo que atenta contra el propósito especialmente tuitivo de la norma y, fácti-
camente, desatiende la cobertura que se debe a la quebrantada salud del trabajador mediante
la prestación de la pensión.
10. No escapa a este análisis el hecho de que la Ley Nº 25009 regula pensiones de jubilación y,
por ello, teniendo en cuenta que la contingencia protegida es la vejez, es razonable que solo
se haya previsto la exoneración de aportes. Sin embargo, no puede dejar de advertirse que en
los supuestos de enfermedad profesional, como el que ahora se evalúa, ocurre, al igual que en
el periodo de jubilación, la anulación en la capacidad laboral antes de cumplirse la edad exigi-
da, lo que determina, de igual manera, una pérdida de ingresos. En tal sentido debe entenderse
que la regulación de la ley de jubilación minera, inclusive para los casos de incapacidad oca-
sionada por el primer grado de silicosis, establece medidas protectoras para la vejez en fun-
ción a la especialidad del trabajo minero y al particular y prematuro deterioro con el que se
llega a la vejez.
§ La interpretación del artículo 6 de la Ley Nº 25009 a la luz de la Constitución
11. Lo expuesto ha quedado plasmado en diversos pronunciamientos de este Tribunal(2) en los
que, a la luz de diversos principios constitucionales, se ha interpretado que la exoneración que
establece el artículo 6 de la Ley a los trabajadores afectados de silicosis en primer estadio de
evolución, comprende los requisitos legales de años de edad y aportes. La idea básica se apoya
en el argumento ad minoris ab maius, expuesto en el hecho de que, si no se exige a la persona
una cantidad de aportes mínimos para poder acceder a la pensión, es lógico que, de acuerdo
a la finalidad protectora del derecho a la seguridad social, tampoco se deba exigir una cierta
edad para que el acceso se logre adecuadamente. Este Tribunal estima que solo de esta forma
se optimiza la finalidad tuitiva del artículo 6 de la Ley Nº 25009 y se concretiza el derecho a
la prestación pensionaria previsto en el artículo 11 de la Constitución.
Además, no debe olvidarse que la tutela constitucional de la seguridad social, prevista en el
artículo 10 de la Norma Fundamental, se sustenta en:
“(...) su protección frente a las contingencias que precise la ley (...)”.
Es así como resulta consecuente con una adecuada protección para los que tienen afectada su
salud debido a una enfermedad profesional, como presupuesto extraordinario de la pensión de
jubilación minera, que se pueda tener acceso a ella sin la exigencia de años de aportes de edad
mínima.
Por ello, si se tiene en consideración que el padecimiento de silicosis en primer estadio o
su equivalente en otras enfermedades profesionales se produce por la exposición a factores
de riesgo durante la prestación del trabajo minero, y por cuya razón desde que se detecta el
377
César Abanto Revilla
378
Sistema Nacional de Pensiones
16. En cuanto a la inaplicación del Decreto Ley Nº 25967, debe indicarse que en la medida que el
diagnóstico de la enfermedad profesional se produjo el 7 de setiembre de 1993, conforme se
ha indicado en el fundamento 12, supra, corresponde que el cálculo de la pensión minera se
realice conforme al citado decreto ley.
17. En cuanto al pago de las pensiones devengadas, estas deben ser abonadas conforme lo esta-
blece el artículo 81 del Decreto Ley Nº 19990.
18. Con respecto al pago de intereses legales, este Tribunal, en la STC Nº 0065-2002-AA/TC, del
17 de octubre de 2002, ha precisado que corresponde el pago de los intereses legales gene-
rados por las pensiones de jubilación no pagadas oportunamente, razón por la cual se aplica
dicho criterio, debiéndose abonar los intereses legales a tenor de lo estipulado en el artículo
1246 del Código Civil.
19. En la medida en que, en este caso, se ha acreditado que la emplazada ha vulnerado el derecho
constitucional a la pensión de la demandante, corresponde, de conformidad con el artículo 56
del Código Procesal Constitucional, ordenar que dicha entidad asuma el pago de los costos
procesales.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le confiere la Cons-
titución Política del Perú
IV. HA RESUELTO
1. Declarar FUNDADA, la demanda en LA PARTE QUE SOLICITA LA NULIDAD de la Re-
solución Nº 48219-98-ONP/DC.
2. Ordenar a la demandada la expedición de una nueva resolución otorgando pensión de jubila-
ción minera al demandante conforme a los fundamentos de la presente, más los devengados,
reintegros, intereses legales y costas procesales.
3. Declarar INFUNDADA la demanda en el extremo referido a la inaplicación del Decreto Ley
Nº 25967.
Publíquese y notifíquese.
SS.
BARDELLI LARTIRIGOYEN
GARCÍA TOMA
VERGARA GOTELLI
En Lima, a los 8 días del mes julio de 2005, el Tribunal Constitucional, en sesión de Pleno Ju-
risdiccional, con la asistencia de los señores magistrados Alva Orlandini, presidente; Bardelli Larti-
rigoyen, vicepresidente; Gonzales Ojeda, García Toma, Vergara Gotelli y Landa Arroyo, pronuncia
la siguiente sentencia
379
César Abanto Revilla
I. ASUNTO
Recurso de agravio constitucional interpuesto por don Manuel Anicama Hernández, contra la
sentencia de la Cuarta Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, de fojas 148, su fecha 6
de octubre de 2004, que declaró improcedente la demanda de amparo de autos.
II. ANTECEDENTES
Con fecha 6 de mayo de 2003, el recurrente interpone demanda de amparo contra la Ofici-
na de Normalización Previsional (ONP), con el objeto que se declare la nulidad de la Resolución
Nº 0000041215-2002-ONP/DC/DL 19990, de fecha 2 de agosto de 2002, por considerar que vul-
nera su derecho fundamental a la pensión, toda vez que resolvió denegar su solicitud de pensión de
jubilación adelantada.
Manifiesta que cesó en sus actividades laborales el 25 de mayo de 1992 contando con más de
20 años de aportaciones, luego de que la Autoridad Administrativa de Trabajo autorizó a su empre-
sa empleadora a reducir personal; sin embargo, al calificar su solicitud de pensión de jubilación, la
entidad demandada consideró que las aportaciones efectuadas durante los años 1964 y 1965 habían
perdido validez conforme al Reglamento de la Ley Nº 13640, por lo que, incluso si realizara la ve-
rificación de las aportaciones efectuadas desde 1973 a 1992 no reuniría los 20 años de aportación
al Sistema Nacional de Pensiones que se requieren como mínimo para obtener el derecho a la pen-
sión de jubilación por reducción de personal. Agrega que el Tribunal Constitucional en reiterada
jurisprudencia ha señalado que los periodos de aportación no pierden validez, y que sumados sus
periodos de aportaciones, acredita los exigidos por la legislación vigente, razón por la que solicita
el reconocimiento de su derecho a la pensión, así como los devengados e intereses generados desde
la vulneración de su derecho fundamental.
La demandada deduce las excepciones de falta de agotamiento de la vía administrativa y de
caducidad, y solicita que se declare improcedente la demanda, por considerar que la vía del amparo
no es la adecuada para dilucidar la pretensión del recurrente, siendo necesario acudir a la vía judi-
cial ordinaria donde existe una estación probatoria.
El Décimo Cuarto Juzgado Civil de Lima, con fecha 8 de enero de 2003, declaró fundada la
demanda en el extremo en que se solicita la validez de las aportaciones efectuadas en los años 1964
y 1965, ordenando su reconocimiento y la verificación del periodo de aportaciones de 1973 a 1992,
respecto del cual no se ha emitido pronunciamiento administrativo.
La recurrida reformó la apelada declarándola improcedente, por estimar que es necesario que
la pretensión se ventile en la vía judicial ordinaria, toda vez que el proceso de amparo carece de es-
tación probatoria.
III. FUNDAMENTOS
1. El inciso 2) del artículo 200 de la Constitución, establece que el proceso de amparo procede
contra el acto u omisión, por parte de cualquier persona, que vulnera o amenaza los derechos
reconocidos por la Constitución, distintos de aquellos protegidos por el hábeas corpus (liber-
tad individual y derechos conexos) y el hábeas data (acceso a la información y autodetermi-
nación informativa). En tal sentido, es presupuesto para la procedencia del proceso de amparo
(y en general, de cualquier proceso constitucional) que el derecho que se alegue afectado sea
uno reconocido directamente por la Constitución.
380
Sistema Nacional de Pensiones
381
César Abanto Revilla
El Tribunal Constitucional considera que si bien detrás del derecho a la verdad se encuentran
comprometidos otros derechos fundamentales, como la vida, la libertad o la seguridad perso-
nal, entre otros, este tiene una configuración autónoma, una textura propia, que la distingue de
los otros derechos fundamentales a los cuales se encuentra vinculado, debido tanto al objeto
protegido, como al telos que con su reconocimiento se persigue alcanzar” (STC Exp. Nº 2488-
2002-HC/TC, fundamentos 13 a 15).
Consecuentemente, expresos o implícitos, los derechos fundamentales pertenecen al ordena-
miento constitucional vigente.
6. Por su parte, los derechos fundamentales, como objetivo de autonomía moral, sirven para “de-
signar los derechos humanos positivizados a nivel interno, en tanto que la fórmula derechos
humanos es la más usual en el plano de las declaraciones y convenciones internacionales”
(PÉREZ LUÑO, Antonio. Derechos Humanos. Estado de Derecho y Constitución. 4ª edición,
Tecnos, Madrid, 1991, p. 31).
7. A lo cual cabe agregar que, según la Cuarta Disposición Final y Transitoria de la Constitución,
los derechos fundamentales reconocidos en la Constitución, deben ser interpretados de con-
formidad con los tratados sobre derechos humanos ratificados por el Perú.
§2. Proceso de amparo y derechos fundamentales
8. Reconocer que el proceso de amparo solo procede en caso de afectación directa de los dere-
chos fundamentales (expresos o implícitos), implica, ante todo, determinar si la supuesta afec-
tación en la que incurre el acto u omisión reputada de inconstitucional, en efecto, incide sobre
el ámbito que resulta directamente protegido por dicho derecho.
Este presupuesto procesal, consustancial a la naturaleza de todo proceso constitucional, ha
sido advertido por el legislador del Código Procesal Constitucional (CPConst.), al precisar en
el inciso 1) de su artículo 5 que los procesos constitucionales no proceden cuando “[l]os he-
chos y el petitorio de la demanda no están referidos en forma directa al contenido constitucio-
nalmente protegido del derecho invocado”.
Asimismo, y con relación al proceso de amparo en particular, el artículo 38 del CPConst., es-
tablece que este no procede “en defensa de un derecho que carece de sustento constitucional
directo o que no está referido a los aspectos constitucionalmente protegidos del mismo”.
En estricto, pues, con los dispositivos citados, el legislador del CPConst. no ha incorporado al
ordenamiento jurídico una nueva regla de procedencia para los procesos constitucionales de
la libertad. Tan solo ha precisado legislativamente determinados presupuestos procesales que
son inherentes a su naturaleza. En efecto, en tanto procesos constitucionales, el hábeas corpus,
el amparo y el hábeas data, solo pueden encontrarse habilitados para proteger derechos de ori-
gen constitucional y no así para defender derechos de origen legal.
Sin embargo, es preciso que este Tribunal analice, de un lado, el sustento constitucional direc-
to del derecho invocado, y de otro, el contenido constitucionalmente protegido del derecho,
como presupuestos procesales del proceso de amparo.
§2.1 Los derechos de sustento constitucional directo
9. Existen determinados derechos de origen internacional, legal, consuetudinario, administrati-
vo, contractual, etc., que carecen de fundamento constitucional directo, y que, consecuente-
mente, no son susceptibles de ser protegidos a través del proceso de amparo.
382
Sistema Nacional de Pensiones
La noción de “sustento constitucional directo” a que hace referencia el artículo 38 del CP-
Const., no se reduce a una tutela normativa del texto constitucional formal. Alude, antes bien,
a una protección de la Constitución en sentido material (pro homine), en el que se integra la
Norma Fundamental con los tratados de derechos humanos, tanto a nivel positivo (artículo 55
de la Constitución), como a nivel interpretativo (Cuarta Disposición Final y Transitoria de la
Constitución); y con las disposiciones legales que desarrollan directamente el contenido esen-
cial de los derechos fundamentales que así lo requieran. Tales disposiciones conforman el de-
nominado canon de control constitucional o “bloque de constitucionalidad”.
De ahí que el artículo 79 del CPConst. establezca que “[p]ara apreciar la validez constitucio-
nal de las normas el Tribunal Constitucional considerará, además de las normas constitucio-
nales, las leyes que, dentro del marco constitucional, se hayan dictado para determinar (...) el
ejercicio de los derechos fundamentales”.
10. Un derecho tiene sustento constitucional directo cuando la Constitución ha reconocido, ex-
plícita o implícitamente, un marco de referencia que delimita nominalmente el bien jurídico
susceptible de protección. Es decir, existe un baremo de delimitación de ese marco garantista,
que transita desde la delimitación más abierta a la más precisa.
Correspondiendo un mayor o menor desarrollo legislativo, en función de la opción legislativa
de desarrollar los derechos fundamentales establecidos por el constituyente.
§2.2 Los derechos fundamentales de configuración legal
11. La distinta eficacia de las disposiciones constitucionales, da lugar a que estas puedan ser di-
vididas entre “normas regla” y “normas principio”. Mientras que las primeras se identifican
con mandatos concretos de carácter autoaplicativo y son, consecuentemente, judicializables,
las segundas constituyen mandatos de optimización, normas abiertas de eficacia diferida, que
requieren de la intermediación de la fuente legal, para alcanzar plena concreción y ser suscep-
tibles de judicialización.
En tal perspectiva, existen determinados derechos fundamentales cuyo contenido constitucio-
nal directamente protegido, requiere ser delimitado por la ley, sea porque así lo ha previsto la
propia Carta Fundamental (vg. el artículo 27 de la Constitución en relación con el derecho a
la estabilidad laboral. Cfr. STC Exp. Nº 0976-2001-AA, fundamento 11 y ss.) o en razón de
su propia naturaleza (vg. los derechos sociales, económicos y culturales). En estos casos, nos
encontramos ante las denominadas leyes de configuración de derechos fundamentales.
12. Los derechos fundamentales cuya configuración requiera de la asistencia de la ley no carecen
de un contenido per se inmediatamente exigible a los poderes públicos, pues una interpreta-
ción en ese sentido sería contraria al principio de fuerza normativa de la Constitución. Lo úni-
co que ello implica es que, en tales supuestos, la ley se convierte en un requisito sine qua non
para la culminación de la delimitación concreta del contenido directamente atribuible al dere-
cho fundamental.
Y es que si bien algunos derechos fundamentales pueden tener un carácter jurídico abierto,
ello no significa que se traten de derechos “en blanco”, es decir, expuestos a la discrecional
regulación del legislador, pues el constituyente ha planteado un grado de certeza interpretativa
en su reconocimiento constitucional directo.
Aquí se encuentra de por medio el principio de “libre configuración de la ley por el legisla-
dor”, conforme al cual debe entenderse que es el legislador el llamado a definir la política
383
César Abanto Revilla
social del Estado Social y Democrático de Derecho. En tal sentido, este goza de una amplia
reserva legal como instrumento de la formación de la voluntad política en materia social.
Sin embargo, dicha capacidad configuradora se encuentra limitada por el contenido esen-
cial de los derechos fundamentales, de manera tal que la voluntad política expresada en la
ley debe desenvolverse dentro de las fronteras jurídicas de los derechos, principios y valores
constitucionales.
§2.3 La distinta eficacia de los derechos fundamentales
13. De esta manera, la distinta eficacia que presentan los derechos fundamentales entre sí, no solo
reposa en cuestiones teóricas de carácter histórico, sino que estas diferencias revisten signifi-
cativas repercusiones prácticas. En tal sentido, cabe distinguir los derechos de preceptividad
inmediata o autoaplicativos, de aquellos otros denominados prestacionales, de preceptividad
diferida, progresivos o programáticos (STC Exp. Nº 0011-2002-AI, fundamento 9).
A esta última categoría pertenecen los derechos fundamentales económicos, sociales y cul-
turales (DESC) que, en tanto derechos subjetivos de los particulares y obligaciones mediatas
del Estado, necesitan de un proceso de ejecución de políticas sociales para que el ciudadano
pueda gozar de ellos o ejercitarlos de manera plena. Tal es el sentido de la Undécima Disposi-
ción Final y Transitoria (UDFT) de la Constitución, al establecer que “[l]as disposiciones de
la Constitución que exijan nuevos y mayores gastos públicos se aplican progresivamente”.
14. Si bien los DESC son derechos fundamentales, tienen la naturaleza propia de un derecho pú-
blico subjetivo, antes que la de un derecho de aplicación directa. Lo cual no significa que sean
“creación” del legislador. En tanto derechos fundamentales, son derechos de la persona reco-
nocidos por el Estado y no otorgados por este.
Sin embargo, su reconocimiento constitucional no es suficiente para dotarlos de eficacia ple-
na, pues su vinculación jurídica solo queda configurada a partir de su regulación legal, la que
los convierte en judicialmente exigibles. Por ello, en la Constitución mantienen la condición
de una declaración jurídica formal, mientras que la ley los convierte en un mandato jurídico
aprobatorio de un derecho social.
15. Lo expuesto significa que en determinadas circunstancias los DESC no pueden ser objeto de
una pretensión susceptible de estimación al interior del proceso de amparo (vg. la exigencia
judicial al Estado de un puesto de trabajo o una prestación de vivienda). Ello, sin embargo, no
puede ser considerado como una regla absoluta.
En efecto, tal como se ha precisado en otro momento, el principio de progresividad en el gasto
a que hace alusión la UDFT de la Constitución, “no puede ser entendido con carácter indeter-
minado y, de este modo, servir de alegato frecuente ante la inacción del Estado, pues para este
Colegiado la progresividad del gasto no está exenta de observar el establecimiento de plazos
razonables, ni de acciones concretas y constantes del Estado para la implementación de polí-
ticas públicas” (STC Exp. Nº 2945-2003-AA, fundamento 36).
En esa perspectiva, entre los deberes del Estado previstos en el artículo 44 de la Constitución,
no solo se encuentra el garantizar la plena vigencia de los derechos fundamentales, sino tam-
bién “promover el bienestar general que se fundamenta en la justicia y en el desarrollo integral
y equilibrado de la Nación”.
16. Por ello, si bien es cierto que la efectividad de los DESC requiere la actuación del Estado a tra-
vés del establecimiento de servicios públicos, así como de la sociedad mediante la contribu-
ción de impuestos, ya que toda política social necesita de una ejecución presupuestal, también
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Sistema Nacional de Pensiones
lo es que estos derivan en obligaciones concretas por cumplir, por lo que los Estados deben
adoptar medidas constantes y eficaces para lograr progresivamente la plena efectividad de los
mismos en igualdad de condiciones para la totalidad de la población.
17. Los DESC cumplen efectos positivos, vinculando al Estado y a los particulares en la promo-
ción de las condiciones para su cabal eficacia. Asimismo, generan efectos negativos, al pros-
cribir toda conducta gubernamental o particular que niegue u obstaculice su goce y ejercicio.
18. Debe recordarse que “toda política pública nace de obligaciones objetivas concretas que tie-
nen como finalidad primordial el resguardo de derechos tomando como base el respeto a la
dignidad de la persona, y que en el caso de la ejecución presupuestal para fines sociales, esta
no debe considerarse como un gasto sino como una inversión social.
Por esta razón, sostener que los derechos sociales se reducen a un vínculo de responsabilidad
política entre el constituyente y el legislador, no solo es una ingenuidad en cuanto a la exis-
tencia de dicho vínculo, sino también una distorsión evidente en cuanto al sentido y coheren-
cia que debe mantener la Constitución (MORÓN DÍAZ, Fabio. La dignidad y la solidaridad
como principios rectores del diseño y aplicación de la legislación en materia de seguridad
social. Anuario de Derecho Constitucional. Ciedla, Buenos Aires, 2000, p. 668).
En consecuencia, la exigencia judicial de un derecho social dependerá de factores tales como
la gravedad y razonabilidad del caso, su vinculación o afectación de otros derechos y la dispo-
nibilidad presupuestal del Estado, siempre y cuando puedan comprobarse acciones concretas
de su parte para la ejecución de políticas sociales” (STC Exp. Nº 2945-2003-AA, fundamen-
tos 18 y 33).
19. Así las cosas, en el Estado Social y Democrático de Derecho, la ratio fundamentalis no pue-
de ser privativa de los denominados derechos de defensa, es decir, de aquellos derechos cuya
plena vigencia se encuentra, en principio, garantizada con una conducta estatal abstencionista,
sino que es compartida también por los derechos de prestación que reclaman del Estado una
intervención concreta, dinámica y eficiente, a efectos de asegurar las condiciones mínimas
para una vida acorde con el principio-derecho de dignidad humana.
§2.4 El contenido constitucionalmente protegido de los derechos fundamentales
20. Tal como refiere Manuel Medina Guerrero, “en cuanto integrantes del contenido constitucio-
nalmente protegido, cabría distinguir, de un lado, un contenido no esencial, esto es, claudican-
te ante los límites proporcionados que el legislador establezca a fin de proteger otros derechos
o bienes constitucionalmente garantizados, y, de otra parte, el contenido esencial, absoluta-
mente intangible para el legislador; y, extramuros del contenido constitucionalmente prote-
gido, un contenido adicional formado por aquellas facultades y derechos concretos que el le-
gislador quiera crear impulsado por el mandato genérico de asegurar la plena eficacia de los
derechos fundamentales” (La vinculación negativa del legislador a los derechos fundamenta-
les. McGraw-Hill, Madrid, 1996, p. 41).
21. Así las cosas, todo ámbito constitucionalmente protegido de un derecho fundamental se re-
conduce en mayor o menor grado a su contenido esencial, pues todo límite al derecho funda-
mental solo resulta válido en la medida de que el contenido esencial se mantenga incólume.
Este Tribunal Constitucional considera que la determinación del contenido esencial de los
derechos fundamentales no puede efectuarse a priori, es decir, al margen de los principios,
los valores y los demás derechos fundamentales que la Constitución reconoce. En efecto,
en tanto el contenido esencial de un derecho fundamental es la concreción de las esenciales
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26. Estas atributos que, como se ha dicho, vinculan a todas las personas y que, por lo tanto, pue-
den ser exigidas al sujeto pasivo, se presentan en una relación jurídica sustancial, susceptibles
de ser proyectadas en una relación jurídica procesal en forma de pretensiones al interior de los
procesos constitucionales de la libertad (sea el amparo, el hábeas corpus o el hábeas data).
27. Así las cosas, la estimación en un proceso constitucional de las pretensiones que pretendan ha-
cerse valer en reclamo de la aplicación de una determinada disposición que reconozca un de-
recho fundamental, se encuentran condicionadas, cuando menos, a las siguientes exigencias:
a) A que dicha pretensión sea válida, o, dicho de otro modo, a que sea consecuencia de un
sentido interpretativo (norma) que sea válidamente atribuible a la disposición constitu-
cional que reconoce un derecho.
Por ejemplo, no sería válida la pretensión que amparándose en el derecho constitucional
a la libertad de expresión, reconocido en el inciso 4) del artículo 2 de la Constitución,
pretenda que se reconozca como legítimo el insulto proferido contra una persona, pues
se estaría vulnerando el contenido protegido por el derecho constitucional a la buena re-
putación, reconocido en el inciso 7 del mismo artículo de la Constitución.
En consecuencia, la demanda de amparo que so pretexto de ejercer el derecho a la liber-
tad de expresión pretenda el reconocimiento de la validez de dicha pretensión, será de-
clarada infundada, pues ella no forma parte del contenido constitucionalmente protegido
por tal derecho; o, dicho de otro modo, se fundamenta en una norma inválida atribuida
a la disposición contenida en el inciso 4) del artículo 2 constitucional.
b) A que en los casos de pretensiones válidas, estas deriven directamente del contenido
esencial de un derecho protegido por una disposición constitucional. En otras palabras,
una demanda planteada en un proceso constitucional de la libertad, resultará proceden-
te toda vez que la protección de la esfera subjetiva que se aduzca violada pertenezca al
contenido esencial del derecho fundamental o tenga una relación directa con él. Y, a con-
trario sensu, resultará improcedente cuando la titularidad subjetiva afectada tenga su ori-
gen en la ley o, en general, en disposiciones infraconstitucionales.
En efecto, dado que los procesos constitucionales de la libertad son la garantía jurisdic-
cional de protección de los derechos fundamentales, no pueden encontrarse orientados a
la defensa de los derechos creados por el legislador, sino solo aquellos reconocidos por
el Poder Constituyente en su creación; a saber, la Constitución.
En consecuencia, si bien el legislador es competente para crear derechos subjetivos a
través de la ley, empero, la protección jurisdiccional de estos debe verificarse en los pro-
cesos ordinarios. Mientras que, por imperio del artículo 200 de la Constitución y del
artículo 38 del CPConst., a los procesos constitucionales de la libertad es privativa la
protección de los derechos de sustento constitucional directo.
Lo expuesto no podría ser interpretado en el sentido de que los derechos fundamentales de
configuración legal, carezcan de protección a través del amparo constitucional, pues resulta
claro, en virtud de lo expuesto en el fundamento 11 y ss. supra , que las posiciones subjetivas
previstas en la ley que concretizan el contenido esencial de los derechos fundamentales, o los
ámbitos a él directamente vinculados, no tienen sustento directo en la fuente legal, sino, jus-
tamente, en la disposición constitucional que reconoce el respectivo derecho fundamental.
Sin embargo, es preciso tener presente que prima facie las posiciones jurídicas que se deriven
válidamente de la ley y no directamente del contenido esencial de un derecho fundamental, no
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son susceptibles de ser estimadas en el proceso de amparo constitucional, pues ello implicaría
pretender otorgar protección mediante los procesos constitucionales a derechos que carecen
de un sustento constitucional directo, lo que conllevaría su desnaturalización.
Y si bien la distinción concreta entre aquello regulado por la ley que forma parte de la de-
limitación del contenido directamente protegido por un derecho fundamental y aquello que
carece de relevancia constitucional directa no es una tarea sencilla, los criterios de interpre-
tación que sirvan a tal cometido deberán encontrarse inspirados, en última instancia, en el
principio-derecho de dignidad humana, pues, como ha señalado Ingo Von Münch, si bien re-
sulta sumamente difícil determinar de modo satisfactorio qué es la dignidad humana, “ma-
nifiestamente sí es posible fijar cuándo se la está vulnerando” (VON MÜNCH, Ingo. “La
dignidad del hombre en el derecho constitucional”. En: Revista Española de Derecho Cons-
titucional. Centro de Estudios Constitucionales, Año 2, Nº 5, Madrid, mayo - agosto, 1982,
p. 21).
§3. La garantía institucional de la seguridad social
28. El artículo 10 de la Constitución reconoce “el derecho universal y progresivo de toda persona
a la seguridad social, para su protección frente a las contingencias que precise la ley y para la
elevación de su calidad de vida”.
Por su parte, el artículo 11 constitucional, estipula la obligación del Estado de garantizar y su-
pervisar eficazmente el libre acceso a prestaciones de salud y a pensiones, a través de entida-
des públicas, privadas o mixtas.
29. Tal como ha establecido el Tribunal Constitucional en el fundamento 54 de la STC Exps.
Nºs 0050-2004-AI / 0051-2004-AI / 0004-2005-AI / 0007-2005-AI / 0009-2005-AI
(acumulados).
“La seguridad social es la garantía institucional que expresa por excelencia la función
social del Estado. Se concreta en un complejo normativo estructurado –por imperio
del artículo 10 de la Constitución– al amparo de la ‘doctrina de la contingencia y la
calidad de vida; por ello, requiere de la presencia de un supuesto fáctico al que acom-
paña una presunción de estado de necesidad (cese en el empleo, viudez, orfandad, in-
validez, entre otras) que condiciona el otorgamiento de una prestación pecuniaria y/o
asistencial, regida por los principios de progresividad, universalidad y solidaridad, y
fundada en la exigencia no solo del mantenimiento, sino en ‘la elevación de la calidad
de vida’”.
La seguridad social “es un sistema institucionalizado de prestaciones individualizadas, basa-
do en la prevención del riesgo y en la redistribución de recursos, con el único propósito de
coadyuvar en la calidad y el proyecto de vida de la comunidad. Es de reconocerse el fuer-
te contenido axiológico de la seguridad social, cuyo principio de solidaridad genera que los
aportes de los trabajadores activos sirvan de sustento a los retirados mediante los cobros men-
suales de las pensiones” (STC Exp. Nº 0011-2002-AI, fundamento 14).
30. Su condición de sistema institucionalizado imprescindible para la defensa y desarrollo de di-
versos principios y derechos fundamentales, permite reconocer a la seguridad social como una
garantía institucional.
El Tribunal Constitucional español, en criterio mutatis mutandis aplicable al contexto cons-
titucional peruano, ha señalado que la seguridad social es una garantía institucional “cuya
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gastos más elementales (...) en forma tal que su ausencia atenta en forma grave y direc-
ta contra la dignidad humana” (Cfr. Corte Constitucional colombiana. Sala Quinta de
Revisión. Sentencia T-1001 del 9 de diciembre de 1999. M.P. José Gregorio Hernández
Galindo).
En tal sentido, en los supuestos en los que se pretenda ventilar en sede constitucional
pretensiones relacionadas no con el reconocimiento de la pensión que debe conceder el
sistema previsional público o privado, sino con su específico monto, ello solo será pro-
cedente cuando se encuentre comprometido el derecho al mínimo vital.
Por ello, tomando como referente objetivo que el monto más alto de lo que en nuestro
ordenamiento previsional es denominado “pensión mínima”, asciende a S/. 415.00 (Dis-
posición Transitoria de la Ley Nº 27617 e inciso 1 de la Cuarta Disposición Transitoria
de la Ley Nº 28449), el Tribunal Constitucional considera que, prima facie, cualquier
persona que sea titular de una prestación que sea igual o superior a dicho monto, deberá
acudir a la vía judicial ordinaria a efectos de dilucidar en dicha sede los cuestionamien-
tos existentes en relación a la suma específica de la prestación que le corresponde, a me-
nos que, a pesar de percibir una pensión o renta superior, por las objetivas circunstancias
del caso, resulte urgente su verificación a efectos de evitar consecuencias irreparables
(vg. los supuestos acreditados de graves estados de salud).
d) Asimismo, aun cuando, prima facie, las pensiones de viudez, orfandad y ascendientes,
no forman parte del contenido esencial del derecho fundamental a la pensión, en la me-
dida de que el acceso a las prestaciones pensionarias sí lo es, son susceptibles de pro-
tección a través del amparo los supuestos en los que se deniegue el otorgamiento de una
pensión de sobrevivencia, a pesar de cumplir con los requisitos legales para obtenerla.
e) En tanto el valor de igualdad material informa directamente el derecho fundamental a la
pensión, las afectaciones al derecho a la igualdad como consecuencia del distinto trata-
miento (en la ley o en la aplicación de la ley) que dicho sistema dispense a personas que
se encuentran en situación idéntica o sustancialmente análoga, serán susceptibles de ser
protegidos mediante el proceso de amparo, siempre que el término de comparación pro-
puesto resulte válido.
En efecto, en tanto derecho fundamental relacional, el derecho a la igualdad se encon-
trará afectado ante la ausencia de bases razonables, proporcionales y objetivas que jus-
tifiquen el referido tratamiento disímil en el libre acceso a prestaciones pensionarias.
f) Adicionalmente, es preciso tener en cuenta que para que quepa un pronunciamiento de
mérito en los procesos de amparo, la titularidad del derecho subjetivo concreto de que
se trate debe encontrarse suficientemente acreditada. Y es que como se ha precisado, en
el proceso de amparo “no se dilucida la titularidad de un derecho, como sucede en otros,
sino solo se restablece su ejercicio. Ello supone, como es obvio, que quien solicita tu-
tela en esta vía mínimamente tenga que acreditar la titularidad del derecho constitucio-
nal cuyo restablecimiento invoca, en tanto que este requisito constituye un presupues-
to procesal, a lo que se suma la exigencia de tener que demostrar la existencia del acto
[u omisión] cuestionado” (STC Exp. Nº 0976-2001-AA, fundamento 3).
g) Debido a que las disposiciones legales referidas al reajuste pensionario o a la estipula-
ción de un concreto tope máximo a las pensiones, no se encuentran relacionadas a as-
pectos constitucionales directamente protegidos por el contenido esencial del derecho
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47. En tal sentido, este Tribunal advierte que los criterios jurídicos contenidos en el fundamento
37 supra para determinar la procedencia de demandas de amparo en materia pensionaria, a
partir de la determinación del contenido esencial del derecho fundamental a la pensión, reco-
nocido en el artículo 11 de la Constitución, constituyen precedente vinculante, de conformi-
dad con lo dispuesto en el artículo VII del Título Preliminar del CPConst.
48. Por lo demás, dicho cambio de precedente se encuentra amparado por el principio de autono-
mía procesal que informa a las funciones de valoración, ordenación y pacificación de este Tri-
bunal, conforme al cual, dentro del marco normativo de las reglas procesales que le resultan
aplicables, este goza de un margen razonable de flexibilidad en su aplicación, de manera que
toda formalidad resulta finalmente supeditada a la finalidad de los procesos constitucionales:
la efectividad del principio de supremacía de la Constitución y la vigencia de los derechos
fundamentales (artículo II del Título Preliminar del CPConst.).
El artículo III del Título preliminar del CPConst. establece la obligación del juez constitucio-
nal de “adecuar la exigencia de las formalidades previstas en este Código al logro de los fines
de los procesos constitucionales”, por lo que goza de cierto grado de autonomía para estable-
cer determinadas reglas procesales o interpretar las ya estipuladas, cuando se trate de efectivi-
zar los fines de los procesos constitucionales.
En efecto, mediante su autonomía procesal el Tribunal Constitucional puede establecer re-
glas que tengan una pretensión de generalidad y que puedan aplicarse posteriormente a
casos similares, siempre que estas reglas tengan como finalidad perfeccionar el proceso
constitucional, y se encuentren limitadas por el principio de separación de poderes, la ya
mencionada vigencia efectiva de los derechos fundamentales y los principios de razonabi-
lidad y proporcionalidad.
49. El precedente sentado es de vinculación inmediata, motivo por el cual a partir del día siguien-
te de la publicación de la presente sentencia en el diario oficial El Peruano, toda demanda de
amparo que sea presentada o que se encuentre en trámite y cuya pretensión no verse sobre
el contenido constitucional directamente protegido por el derecho fundamental a la pensión
(fundamento 37 supra ), debe ser declarada improcedente.
§8. Vía jurisdiccional ordinaria para la dilucidación de asuntos previsionales que no versen
sobre el contenido directamente protegido por el derecho fundamental a la pensión
50. No obstante, en atención a su función de ordenación, el Tribunal Constitucional no puede li-
mitarse a precisar los criterios de procedibilidad del amparo constitucional en materia pen-
sionaria, sino que, a su vez, debe determinar la vía judicial en las que deban ventilarse la pre-
tensiones sobre dicha materia que por no gozar de protección constitucional directa, no son
susceptibles de revisarse en sede constitucional. Asimismo, debe determinar las reglas necesa-
rias para encausar las demandas de amparo en trámite cuya improcedencia debe ser declarada
tras la publicación de la presente sentencia en el diario oficial El Peruano.
51. La vía idónea para dilucidar los asuntos pensionarios que no versen sobre el contenido direc-
tamente protegido por el derecho fundamental a la pensión, es el proceso contencioso-admi-
nistrativo. En efecto, en tanto que es la Administración Pública la encargada de efectuar el
otorgamiento de las pensiones específicas una vez cumplidos los requisitos previstos en la ley,
es el proceso contencioso-administrativo la vía orientada a solicitar la nulidad de los actos ad-
ministrativos que se consideren contrarios a los derechos subjetivos que a pesar de encontrar-
se relacionados con materia previsional, sin embargo, no derivan directamente del contenido
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la finalidad de los medios probatorios, o con otras actitudes de obstrucción. Las conclusiones
del juez estarán debidamente fundamentadas”.
Por su parte, el artículo 29 de la Ley Nº 27584, dispone: “Cuando los medios probatorios ofre-
cidos por las partes sean insuficientes para formar convicción, el juez en decisión motivada e
inimpugnable, puede ordenar la actuación de los medios probatorios adicionales que conside-
re convenientes”.
§10. Vulneración continuada y ausencia de plazos de prescripción en asuntos que versen so-
bre materia pensionaria
59. Todos los poderes públicos, incluida la Administración Pública, deberán tener presente, tal
como lo ha precisado este colegiado de manera uniforme y constante –en criterio que mutatis
mutandis es aplicable a cualquier proceso judicial o procedimiento administrativo que prevea
plazos de prescripción o caducidad– que las afectaciones en materia pensionaria tienen la ca-
lidad de una vulneración continuada, pues tienen lugar mes a mes, motivo por el cual no existe
posibilidad de rechazar reclamos, recursos o demandas que versen sobre materia previsional,
argumentando el vencimiento de plazos prescriptorios o de caducidad.
En tal sentido, en los casos de demandas contencioso-administrativas que versen sobre mate-
ria pensionaria, el juez se encuentra en la obligación de considerar el inicio del cómputo de los
plazos de caducidad previstos en el artículo 17 de la Ley Nº 27584, a partir del mes inmedia-
tamente anterior a aquel en que es presentada la demanda, lo que equivale a decir, que, en nin-
gún caso, podrá declararse la improcedencia de tales demandas por el supuesto cumplimiento
del plazo de caducidad.
§11. Jurisprudencia vinculante y exhortación
60. Es preciso enfatizar que los criterios uniformes y reiterados contenidos en las sentencias expe-
didas por el Tribunal Constitucional en materia pensionaria, mantienen sus efectos vinculan-
tes. En consecuencia, a pesar de que determinadas pretensiones sobre la materia no puedan en
el futuro ser ventiladas en sede constitucional, la judicatura ordinaria se encuentra vinculada
por las sentencias en materia pensionaria expedidas por este colegiado.
61. Finalmente, el Tribunal Constitucional exhorta al Poder Judicial a aumentar el número de
Juzgados Especializados en lo Contencioso-administrativo en el Distrito Judicial de Lima y a
crearlos en el resto de Distritos Judiciales de la República, a efectos de atender con diligencia
y celeridad las pretensiones que correspondan ser dilucidadas por la jurisdicción ordinaria,
como consecuencia de la expedición de la presente sentencia.
Por estas consideraciones, el Tribunal Constitucional con la autoridad que le confiere la Cons-
titución y su Ley Orgánica,
IV. HA RESUELTO
1. Declarar FUNDADA la demanda.
2. Declarar la NULIDAD de la Resolución Nº 0000041215-2002-ONP/DC/DL 19990.
3. Ordena que la entidad demandada cumpla con reconocer la pensión de jubilación adelanta-
da por reducción de personal que corresponde al demandante, y abone las pensiones deven-
gadas, reintegros e intereses legales correspondientes, conforme a los fundamentos 40 a 43
supra.
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4. Declarar que los criterios de procedibilidad de las demandas de amparo que versen sobre ma-
teria pensionaria, previstos en el fundamento 37 supra, constituyen precedente vinculante in-
mediato, de conformidad con el artículo VII del Título Preliminar del CPConst.; motivo por
el cual, a partir del día siguiente de la publicación de la presente sentencia en el diario oficial
El Peruano, toda demanda de amparo que sea presentada o que se encuentre en trámite y cuya
pretensión no verse sobre el contenido constitucional directamente protegido por el derecho
fundamental a la pensión, debe ser declarada improcedente.
5. Declarar que las reglas procesales de aplicación a las demandas de amparo que a la fe-
cha de publicación de esta sentencia se encuentren en trámite, previstas en los fundamen-
tos 54 a 58 supra, resultan vinculantes tanto para los jueces que conocen los procesos
de amparo, como para los jueces que resulten competentes para conocer las demandas
contencioso-administrativas.
6. Se EXHORTA al Poder Judicial, para que, de conformidad con el Fundamento 61 supra, au-
mente el número de Juzgados Especializados en lo Contencioso-administrativo en el Distrito
Judicial de Lima y los cree en el resto de Distritos Judiciales de la República.
Publíquese y notifíquese.
SS.
ALVA ORLANDINI
BARDELLI LARTIRIGOYEN
GONZALES OJEDA
GARCÍA TOMA
VERGARA GOTELLI
LANDA ARROYO
En Lima, a los 29 días del mes de setiembre de 2005, el Tribunal Constitucional en sesión de
Pleno Jurisdiccional, con asistencia de los magistrados Alva Orlandini, presidente; Bardelli Larti-
rigoyen, vicepresidente; Gonzales Ojeda, García Toma, Vergara Gotelli y Landa Arroyo, pronuncia
la siguiente sentencia.
I. ASUNTO
Recurso extraordinario interpuesto por don Maximiliano Villanueva Valverde contra la sen-
tencia de la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia del Santa, de fojas 110, su fecha 4 de noviem-
bre de 2004, que declaró improcedente la demanda de cumplimiento de autos.
II. ANTECEDENTES
Con fecha 1 de octubre de 2003, el recurrente interpone acción de cumplimiento contra la Ofi-
cina de Normalización Previsional (ONP) solicitando que se cumpla con determinar y ejecutar el
pago de su pensión inicial de conformidad con lo dispuesto por la Ley Nº 23908, que establece una
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pensión mínima no menor de tres remuneraciones mínimas vitales, así como que se ordene el rein-
tegro de las pensiones devengadas y sus respectivos intereses legales.
La ONP contesta la demanda solicitando que sea declarada improcedente. Alega que la Ley
Nº 23908 estableció el monto mínimo de la pensión en tres sueldos mínimos vitales, pero no
dispuso que fuera, como mínimo, tres veces más que el básico de un servidor en actividad, el
cual nunca llegó a ser igual al Ingreso Mínimo Legal, que estaba compuesto por el Sueldo Míni-
mo Vital más las bonificaciones por costo de vida y suplementaria. Añade que dicha norma fue
derogada.
El Primer Juzgado Civil de la Corte Superior del Santa, con fecha 5 de abril de 2004, decla-
ró fundada la demanda estimando que el recurrente adquirió los derechos reconocidos por la Ley
Nº 23908, puesto que se encontraba vigente cuando aquel obtuvo su pensión.
La recurrida, revocando la apelada, declaró improcedente la demanda, argumentando que el
recurrente no alcanzó el punto de contingencia antes del 19 de diciembre de 1992, fecha en que se
derogó la Ley Nº 23908.
III. FUNDAMENTOS
1. Considerando que, de conformidad con el artículo VII del Título Preliminar del Código Pro-
cesal Constitucional, mediante el presente caso el Tribunal Constitucional establecerá prece-
dentes de carácter obligatorio para la procedencia de los procesos de cumplimiento, con ca-
rácter previo a la resolución del caso concreto se fundamentarán las razones que sustentan la
adopción de los nuevos criterios que se tomarán en cuenta a partir de la fecha.
Carácter normativo de la Constitución y procesos constitucionales
2. Desde el punto de vista doctrinario, es posible considerar que existen temas de naturaleza pro-
piamente constitucionales y otros que, sin tener tal condición, son incorporados a la Constitu-
ción por el constituyente. Sin embargo, desde la perspectiva de la justicia constitucional, que
es la que le compete al Tribunal Constitucional, y a fin de preservar la supremacía jurídica de
la Constitución, con arreglo a los artículos 45 y 51 de la Carta Magna, es indispensable reite-
rar el carácter normativo de la Constitución en su conjunto que, obviamente, abarca todas las
materias que ella regula.
3. La Constitución es un ordenamiento que posee fuerza normativa y vinculante; por ende, la
materia constitucional será toda la contenida en ella, y “lo constitucional” derivará de su in-
corporación en la Constitución. Así lo ha entendido el Tribunal Constitucional, a lo largo de
su funcionamiento, en la resolución de los diferentes casos que ha tenido oportunidad de co-
nocer (no solo en los procesos de inconstitucionalidad y en los procesos competenciales, sino
también en los procesos constitucionales de protección de los derechos fundamentales), donde
ha evaluado vulneraciones a la Constitución de la más diversa índole y en las cuales el único
requisito para tal examen consistía en que la controversia se fundara en una violación de algún
principio, valor o disposición de la Constitución.
El proceso de cumplimiento en el modelo de jurisdicción constitucional de la Constitución de
1993
4. Atendiendo a las consideraciones expuestas es que debemos interpretar las normas contenidas
en el Título V de la Constitución, relativas a las garantías constitucionales o procesos consti-
tucionales. En efecto, el planteamiento descrito líneas arriba se confirma con el artículo I del
Título Preliminar del Código Procesal Constitucional, relativo a los alcances de dicho cuerpo
401
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legal, que señala que tal Código “(...) regula los procesos constitucionales de hábeas corpus,
amparo, hábeas data, cumplimiento, inconstitucionalidad, acción popular y los conflictos de
competencia, previstos en los artículos 200 y 202 inciso 3) de la Constitución”. Consiguien-
temente, el Código Procesal Constitucional acatando el mandato constitucional, reconoce al
proceso de cumplimiento su carácter de proceso constitucional.
5. Ahora bien, conforme al artículo II del Título Preliminar del Código Procesal Constitucio-
nal, los procesos constitucionales tienen, entre sus fines esenciales, los de garantizar la su-
premacía de la Constitución y la vigencia efectiva de los derechos constitucionales que son
posibles, o se concretizan, a través de las finalidades específicas de cada uno de los procesos
constitucionales. Por lo tanto, para configurar el perfil exacto del proceso de cumplimien-
to, garantizando la autonomía de cada uno de los procesos constitucionales que protegen
derechos constitucionales (amparo, hábeas corpus y hábeas data), debemos precisar, dentro
del marco del artículo II del Título Preliminar del Código Procesal Constitucional, como
es que mediante el proceso de cumplimiento se alcanzan los fines comunes a los procesos
constitucionales.
6. Para ello, es necesario tener presente que el artículo 3, concordante con el artículo 43 de la
Constitución, dispone que la enumeración de los derechos establecidos en su capítulo I del
Título I no excluye los demás que la Constitución garantiza, ni otros de naturaleza análoga o
que se fundan en la dignidad del hombre, o en los principios de soberanía del pueblo, del Es-
tado Democrático de Derecho y de la forma republicana de gobierno (véase Exp. Nº 2488-HC,
fundamento 12).
7. En efecto, conforme a los principios de soberanía del pueblo (artículo 45 de la Constitución) y
de forma republicana de gobierno, al carácter social y democrático de nuestro Estado (artículo
43 de la Constitución), y al principio de jerarquía normativa (artículo 51 de la Constitución),
el respeto al sistema de fuentes de nuestro ordenamiento jurídico, donde se incluyen las de-
cisiones de este Tribunal Constitucional, constituye uno de los valores preeminentes de todo
sistema democrático por donde los poderes públicos y los ciudadanos deben guiar su conducta
por el derecho.
8. Por lo tanto, el control de la regularidad del sistema jurídico en su integridad constituye un
principio constitucional básico en nuestro ordenamiento jurídico nacional que fundamenta la
constitucionalidad de los actos legislativos y de los actos administrativos (ambos en su dimen-
sión objetiva), procurándose que su vigencia sea conforme a dicho principio. Sin embargo, no
solo basta que una norma de rango legal o un acto administrativo sea aprobado cumpliendo los
requisitos de forma y fondo que le impone la Constitución, las normas del bloque de consti-
tucionalidad o la ley, según sea el caso, y que tengan vigencia; es indispensable, también, que
aquellas sean eficaces.
9. Es sobre la base de esta última dimensión que, conforme a los artículos 3, 43 y 45 de la Cons-
titución, el Tribunal Constitucional reconoce la configuración del derecho constitucional a
asegurar y exigir la eficacia de las normas legales y de los actos administrativos. Por lo tanto,
cuando una autoridad o funcionario es renuente a acatar una norma legal o un acto adminis-
trativo que incide en los derechos de las personas o, incluso, cuando se trate de los casos a que
se refiere el artículo 65 del Código Procesal Constitucional (relativos a la defensa de los de-
rechos con intereses difusos o colectivos en el proceso de cumplimiento), surge el derecho de
defender la eficacia de las normas legales y actos administrativos a través del proceso consti-
tucional de cumplimiento.
402
Sistema Nacional de Pensiones
10. En efecto, el inciso 6 del artículo 200 de la Constitución establece que el proceso de cumpli-
miento procede contra cualquier autoridad o funcionario renuente a acatar una norma legal o
un acto administrativo, sin perjuicio de las responsabilidades de ley. Como hemos expuesto
precedentemente, el acatamiento de una norma legal o un acto administrativo tiene su más im-
portante manifestación en el nivel de su eficacia. Por lo tanto, así como el proceso de hábeas
data tiene por objeto esencial la protección de los derechos a la intimidad, acceso a la infor-
mación pública y autodeterminación informativa, el proceso de cumplimiento tiene como fi-
nalidad proteger el derecho constitucional de defender la eficacia de las normas legales y actos
administrativos.
11. Con este proceso constitucional el Estado Social y Democrático de Derecho que reconoce la
Constitución (artículos 3 y 43), el deber de los peruanos de respetar y cumplir la Constitución
y el ordenamiento jurídico (artículo 38) y la jerarquía normativa de nuestro ordenamiento ju-
rídico (artículo 51) serán reales, porque, en caso de la renuencia de las autoridades o funciona-
rios a acatar una norma legal o un acto administrativo, los ciudadanos tendrán un mecanismo
de protección destinado a lograr su acatamiento y, por ende, su eficacia.
Requisitos comunes de la norma legal y del acto administrativo para que sean exigibles a tra-
vés del proceso de cumplimiento
12. Es así que desde la línea argumental descrita en el artículo 66 del Código Procesal Constitu-
cional, el objeto de este tipo de procesos será ordenar que el funcionario o autoridad públi-
ca renuente: 1) dé cumplimiento, en cada caso concreto, a una norma legal, o ejecute un acto
administrativo firme; o 2) se pronuncie expresamente cuando las normas legales le ordenan
emitir una resolución o dictar un reglamento. En ambos casos, el Tribunal Constitucional con-
sidera que para la procedencia del proceso de cumplimiento, además de acreditarse la renuen-
cia del funcionario o autoridad pública, deberán tenerse en cuenta las características mínimas
comunes del mandato de la norma legal, del acto administrativo y de la orden de emisión de
una resolución o de un reglamento, a fin de que el proceso de cumplimiento prospere, puesto
que de no reunir tales características, además de los supuestos contemplados en el artículo 70
del Código Procesal Constitucional, la vía del referido proceso no será la idónea.
13. Sobre las características mínimas comunes de la norma legal o del acto administrativo cuyo
cumplimiento se exige, este Colegiado ha afirmado que “(...) debe tratarse de un mandato que
sea de obligatorio cumplimiento, que sea incondicional y, tratándose de los condicionales, que
se haya acreditado haber satisfecho las condiciones; asimismo, que se trate de un mandato
cierto o líquido, es decir, susceptible de inferirse indubitablemente de la ley o del acto admi-
nistrativo que lo contiene y, (...) que se encuentre vigente”. (Exp. Nº 0191-2003-AC, funda-
mento 6).
14. Para que el cumplimiento de la norma legal, la ejecución del acto administrativo y la orden de
emisión de una resolución sean exigibles a través del proceso de cumplimiento, además de la
renuencia del funcionario o autoridad pública, el mandato contenido en aquellos deberá con-
tar con los siguientes requisitos mínimos comunes:
a) Ser un mandato vigente.
b) Ser un mandato cierto y claro, es decir, debe inferirse indubitablemente de la norma le-
gal o del acto administrativo.
c) No estar sujeto a controversia compleja ni a interpretaciones dispares.
d) Ser de ineludible y obligatorio cumplimiento.
403
César Abanto Revilla
e) Ser incondicional.
Excepcionalmente, podrá tratarse de un mandato condicional, siempre y cuando su sa-
tisfacción no sea compleja y no requiera de actuación probatoria.
Adicionalmente, para el caso del cumplimiento de los actos administrativos, además de
los requisitos mínimos comunes mencionados, en tales actos se deberá:
f) Reconocer un derecho incuestionable del reclamante.
g) Permitir individualizar al beneficiario.
15. Estos requisitos mínimos se justifican porque el proceso de cumplimiento, diseñado por
nuestra Constitución y el Código Procesal Constitucional, dado su carácter sumario y bre-
ve, no es el adecuado para discutir los contenidos de normas generales cuyos mandatos no
tienen las características mínimas a que hemos hecho referencia, o de normas legales su-
perpuestas que remiten a otras, y estas a su vez a otras, lo cual implica una actividad inter-
pretativa compleja que, en rigor, debe llevarse a cabo a través de las vías procedimentales
específicas.
16. Del mismo modo, en este tipo de procesos el funcionario o autoridad pública tiene un deber
absoluto de acatamiento de la norma legal o del acto administrativo, no siendo posible nin-
gún tipo de discrecionalidad de su parte. Asimismo, en ellos los derechos del demandante son
prácticamente incuestionables, de modo que, comprobada la renuencia y el incumplimiento
de la norma legal o el acto administrativo conforme a las pautas descritas, de ineludible cum-
plimiento, corresponderá amparar la demanda.
17. De no ser así, el proceso de cumplimiento terminaría convirtiéndose en un proceso declara-
tivo, o de conocimiento, con abundancia de medios probatorios y en cuyo seno se discutan
controversias propias de este tipo de procesos. Por el contrario, si tal proceso conserva su
carácter especial (ser un proceso de condena, de ejecución, breve, sumario, donde la activi-
dad probatoria es mínima), bastará que se acredite el incumplimiento de la norma legal, la
inejecución del acto administrativo, el incumplimiento de la orden de emisión de una reso-
lución o de un reglamento y la renuencia, consiguiéndose un proceso rápido y, sobre todo,
eficaz.
18. Por lo tanto, para el Tribunal Constitucional las características básicas del proceso de cumpli-
miento diseñado por la Constitución y el Código Procesal Constitucional, son las reseñadas
precedentemente.
Análisis del presente caso
19. En el caso Manuel Anicama Hernández (Exp. Nº 1417-2005-AA/TC), este Colegiado estable-
ció que “(...) los criterios uniformes y reiterados contenidos en las sentencias expedidas por el
Tribunal Constitucional en materia pensionaria, mantienen sus efectos vinculantes. En conse-
cuencia, a pesar de que determinadas pretensiones sobre la materia no puedan en el futuro ser
ventiladas en sede constitucional, la judicatura ordinaria se encuentra vinculada por las sen-
tencias en materia pensionaria expedidas por este Colegiado” (fundamento 60).
20. En tal sentido, es claro que los criterios interpretativos que bajo el marco de la Constitu-
ción establecimos para la aplicación de la Ley Nº 23908, deben servir para resolver los ca-
sos originados por dicha ley en la vía jurisdiccional ordinaria y en la vía administrativa. Del
mismo modo debe procederse respecto a los criterios relativos a otras normas legales sobre
pensiones. Por ejemplo, los criterios interpretativos desarrollados en el caso Briones Vigo
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Sistema Nacional de Pensiones
EXPEDIENTE Nº 07440-2005-PHD/TC-HUAURA
JUAN DE DIOS OLIVARES TORRES
En Lima, a los 7 días del mes de diciembre de 2005, la Sala Primera del Tribunal Constitu-
cional, con la asistencia de los señores magistrados Alva Orlandini, García Toma y Vergara Gotelli,
pronuncia la siguiente sentencia
I. ASUNTO
Recurso de agravio constitucional interpuesto por don Juan de Dios Olivares Torres contra la
sentencia de la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Huaura, de fojas 98, su fecha 26
de agosto de 2005, que declara fundada, en parte, la demanda de autos.
II. ANTECEDENTES
a) Demanda
Con fecha 13 de setiembre de 2004 el recurrente interpone demanda de hábeas data con-
tra la Oficina de Normalización Previsional (ONP), con objeto, según fluye del requeri-
miento notarial, que se le entregue información “acerca del estado del cobro de las apor-
taciones” de sus antiguas empleadoras: Estructuras Unión (años 1957 y 1958); Martínez
y Linares (año 1965); Huarcaya (año 1969); SIMA (del año 1970 a 1976); Cosapi (años
1977, 1980 y 1981), y Sinsa (años 1980 y 1981).
De otro lado, manifiesta que en tanto la empresa Instalaciones y Mantenimiento Contra-
tistas Generales presenta saldos por regularizar respecto de los aportes que debió hacer,
desea conocer si estos fueron cancelados o, en su defecto, si se cursaron órdenes de pago
o qué medidas se tomaron al respecto.
b) Contestación de la demanda
Con fecha 17 de diciembre de 2004, la emplazada deduce la excepción de falta de legitimi-
dad para obrar pasiva señalando que la encargada de administrar el archivo de datos referi-
dos a empresas, empleadores y aportes que estén vinculados al tema previsional es la Ofici-
na de Registro Nacional de Cuentas Individuales de Empleadores y Asegurados (Orcinea).
Asimismo contesta la demanda contradiciéndola en todos sus extremos por ser Orcinea
la central de información de los aportes de más antigüedad.
c) Sentencia de primer grado
Con fecha 28 de abril de 2005, el Tercer Juzgado Civil de Huaura declara fundada la de-
manda, considerando que si bien es cierto que Orcinea se encuentra hoy bajo dependen-
cia de EsSalud, esta solo es una dependencia de información de archivos, careciendo de
funciones de fiscalización y recuperación de aportes pensionarios.
d) Sentencia de segundo grado
La recurrida, revocando la apelada, declara fundada en parte la demanda, arguyendo
que es razonable que al tratarse de datos y hechos producidos antes de la creación de la
407
César Abanto Revilla
408
Sistema Nacional de Pensiones
En el caso de autos, el ad quem declara fundada, en parte, la demanda y ordena que la ONP
cumpla con entregar toda la información que tenga disponible relacionada con el pago de las
aportaciones de los antiguos empleadores del demandante, y que, de no contar con ella, indi-
que qué entidad posee la referida información. Ello no permite restituir de manera íntegra el
derecho fundamental del demandante; más bien, permite que la demandada determine, por
último, si tiene o no lo solicitado. Tal situación no satisface plenamente el goce del derecho
lesionado máxime cuando lo pretendido lleva a que justamente por esta vía se determine si la
referida entidad se encuentra obligada o no a entregar la información requerida o parte de ella,
verificando para ello su competencia, funciones y a partir de ahí evaluar la posibilidad de que
efectivamente la posea, la procese o esté bajo su control.
Conforme a lo indicado, debe considerarse que la recurrida aparece como un fallo denegato-
rio, al haber declarado fundada, en parte, la demanda en los términos resaltados en el segundo
párrafo, cuando la demandada ha aseverado durante la secuela procesal que la información
está en poder de Orcinea y más aún cuando no dio respuesta a la carta notarial del recurrente.
Por ello, atendiendo a la finalidad de los procesos constitucionales, como lo señala el artículo
1 del Código Procesal Constitucional, y al haberse declarado fundada, en parte, la demanda,
debió señalarse qué información se encuentra obligada a entregar la ONP, dejando así a salvo
el derecho que le asistiría al demandante, por lo que al no haberse efectuado el análisis sal-
vaguardando el derecho del demandante, corresponde analizar cómo se configura el hábeas
data en el caso concreto para determinar si la entrega de información le alcanza a otra entidad,
además de la demandada, y cuál es la información que debe ser entregada.
§2. La naturaleza del derecho de acceso a la información pública
3. Estrechamente relacionado con el derecho a la información que tiene toda persona, previsto
en el artículo 2, inciso 4, de la Constitución, el inciso 5 del mismo artículo prevé el acceso a
esta información, pero en un ámbito específico, cual es la Administración Pública.
Así, toda persona tiene derecho
A solicitar, sin expresión de causa, la información que requiera y a recibirla de cualquier
entidad pública, en el plazo legal, con el costo que suponga el pedido. Se exceptúan las
informaciones que afectan la intimidad personal y las que expresamente se excluyan por
ley o por razones de seguridad nacional. El secreto bancario y la reserva tributaria pue-
den levantarse a pedido del juez, del fiscal de la nación, o de una comisión investigadora
del Congreso con arreglo a ley y siempre que se refieran al caso investigado.
Un derecho como este nos permite monitorear y controlar la gestión pública, más aún cuan-
do según el artículo 39 de la Norma Fundamental, todos los funcionarios y servidores están al
servicio de la nación, obligación de la cual no pueden sustraerse quienes laboran en la ONP.
La información pública es necesaria para la formación de la opinión y la construcción de un
debate informado, lo cual redunda en la posibilidad de la participación ciudadana en los asun-
tos públicos y en el fomento de la transparencia en la gestión del Estado, mejorando la calidad
de sus instituciones y contribuyendo a su eficiencia.
4. El derecho de acceso a la información pública debe ser concretizado. Por ello, este Colegia-
do, en la sentencia recaída en la STC Exp. Nº 007-2003-AI, consideró que este derecho tiene
dos manifestaciones correlativas. Por un lado, significa un atributo por el cual toda persona o
ciudadano puede solicitar ante cualquier entidad u órgano público la información que requiera
sin que para ello tenga que justificar su pedido. En un segundo extremo, facilita que el órgano
o dependencia estatal requerido proporcione la información solicitada en términos, mínima o
409
César Abanto Revilla
elementalmente, razonables, lo que supone que esta deberá ser cierta, completa, clara y, ade-
más, actual.
Por otro lado, tal como lo tiene dicho este Tribunal, a través de los fundamentos 10 y 11 de la
STC Exp. Nº 1797-2002-HD, el derecho de acceso a la información pública tiene una doble
dimensión. Por una parte, se trata de un derecho individual, en el sentido de que garantiza que
nadie sea arbitrariamente impedido de acceder a la información que guarden, mantengan o
elaboren las diversas instancias y organismos que pertenezcan al Estado, sin más limitaciones
que aquellas que se han previsto como constitucionalmente legítimas. A través de este derecho
se posibilita que los individuos, aisladamente considerados, puedan trazar, de manera libre,
su proyecto de vida, pero también el pleno ejercicio y disfrute de otros derechos fundamenta-
les. Desde esta perspectiva, en su dimensión individual, el derecho de acceso a la información
se presenta como un presupuesto o medio para el ejercicio de otras libertades fundamentales,
como puede ser la libertad de investigación, de opinión o de expresión. En segundo lugar, el
derecho de acceso a la información tiene una dimensión colectiva, ya que garantiza el dere-
cho de todas las personas de recibir la información necesaria y oportuna, a fin de que puedan
formarse una opinión pública, libre e informada, presupuesto de una sociedad auténticamente
democrática.
Pero hay algunos aspectos que merecen que este Tribunal siga insistiendo en su configuración
para que el derecho a la información pública pueda ser lo más real y efectivo para la protec-
ción del ciudadano.
5. Así, con relación a uno de los rasgos que delimitan el derecho de acceso a la información, cabe
señalar que la Constitución es muy genérica respecto del obligado a entregar la información
pública, al consignar escuetamente que lo es ‘cualquier entidad pública:
Sin embargo, en el Código Procesal Constitucional se han precisado los alcances del término
‘cualquier entidad pública’. Tal como lo señala el artículo 61, inciso 1, de dicho código, el ac-
ceso a la información pública que obra en poder de una entidad pública se realiza:
“(...) ya se trate de la que generen, produzcan, procesen o posean, incluida la que obra en
expedientes terminados o en trámite, estudios, dictámenes, opiniones, datos estadísticos,
informes técnicos y cualquier otro documento que la administración pública tenga en su
poder, cualquiera que sea la forma de expresión, ya sea gráfica, sonora, visual, electro-
magnética o que obre en cualquier otro tipo de soporte”.
Es más, según el artículo 8, en concordancia con el artículo 2 de la Ley Nº 28706 (Ley de
Transparencia y Acceso a la Información Pública), están obligadas a entregar información las
entidades previstas en el artículo I del Título Preliminar de la Ley Nº 27444 (Ley del Procedi-
miento Administrativo General), según el cual pertenecen a la Administración Pública:
1. El Poder Ejecutivo, incluyendo Ministerios y Organismos Públicos Descentraliza-
dos; 2. El Poder Legislativo; 3. El Poder Judicial; 4. Los Gobiernos Regionales; 5. Los
Gobiernos Locales; 6. Los Organismos a los que la Constitución Política del Perú y
las leyes confieren autonomía. 7. Las demás entidades y organismos, proyectos y pro-
gramas del Estado, cuyas actividades se realizan en virtud de potestades administrati-
vas y, por tanto se consideran sujetas a las normas comunes de derecho público, salvo
mandato expreso de ley que las refiera a otro régimen; y, 8. Las personas jurídicas bajo
el régimen privado que prestan servicios públicos o ejercen función administrativa, en
virtud de concesión, delegación o autorización del Estado, conforme a la normativa de
la materia.
410
Sistema Nacional de Pensiones
Sobre la base de tales dispositivos, este Colegiado determinará si la ONP es la entidad encar-
gada de otorgar la información requerida por el recurrente en el presente caso, o si dicha res-
ponsabilidad debe ser compartida con otra entidad.
6. Con el hábeas data, una persona inquiere los datos que necesita o desea conocer, siempre con
el fin de contener los abusos que puedan derivarse de la manipulación de información o la ne-
gativa de su entrega, tal como lo estipula el artículo 200, inciso 3, de la Constitución, consti-
tuyéndose este proceso constitucional en la forma de reparar una violación del derecho funda-
mental explicado.
Por tal razón, ante la configuración de la vulneración del derecho fundamental, es adecuado
que el recurrente haya utilizado esta vía ante la falta de respuesta por parte de la ONP respec-
to al pedido efectuado referido a las aportaciones realizadas bajo el régimen del Decreto Ley
Nº 19990 para la calificación de su derecho a una pensión.
§3. La responsabilidad de la ONP ante la negativa de la información requerida
7. El demandante acude a la vía constitucional solicitando que la demandada informe detallada-
mente, conforme a lo requerido por carta notarial, alegando que al administrar esta entidad el
sistema pensionario, la atribución le corresponde en forma exclusiva y excluyente, pese a que,
por razones de antigüedad, Orcinea pueda poseer también la información solicitada.
Por tanto, es importante dilucidar si la ONP está obligada a entregar la información que, sin
poseerla físicamente, le es atribuible por razón del desempeño propio de sus funciones o de su
posición privilegiada frente al requerimiento que se le hace.
De tal premisa se desprende que a priori no se puede denegar información por el hecho de que
la misma no obre en los archivos, encontrándose obligada la entidad a un mínimo comporta-
miento diligente y respetuoso del derecho fundamental que ejerce quien así lo requiere, indi-
cando, bajo responsabilidad, qué entidad posee la información por haberla procesado o por ser
de conocimiento público donde se encuentra.
Es de verse que en el caso concreto la información solicitada cobra importancia para el recu-
rrente en tanto mediante la Resolución Nº 0000051120-2004-ONP/DC/DL19990 le fue otor-
gada una pensión de jubilación con arreglo al régimen del Decreto Ley Nº 19990, verificándo-
se, previamente, el cumplimiento de los requisitos relacionados con la edad y los aportes. Para
calificar un derecho pensionario –de forma similar a lo realizado por el Instituto Peruano de
Seguridad Social (IPSS) cuando desempeñaba función análoga– la demandada debe apoyarse
tanto en información que pueda generar en uso de sus atribuciones conforme a lo previsto en
su Estatuto, aprobado por Decreto Supremo Nº 61-95-EF, como en la elaborada por la entidad
encargada de registrar información relativa a los asegurados del sistema de seguridad social a
cargo de EsSalud.
Así, de la referida resolución fluye que la ONP, en mérito de la Constancia Nº 840-OR-
CINEA-GOP-GOP-GCRM-IPSS-97, tuvo por acreditadas las aportaciones de los periodos
1945-50 y 1954-56, desconociendo luego su validez, lo que evidencia el manejo respecto de
la información generada por Orcinea encontrándose, en consecuencia, posibilitada –cuando
menos– a solicitarla con objeto de fiscalizar y/o corroborar el cumplimiento del pago de los
aportes, tanto de trabajadores como de los empleadores, cuando se solicite una pensión del
Sistema Nacional.
Resulta pertinente, y no por ello necesario, evaluar el actuar del demandante al requerir la in-
formación a la ONP. Al respecto, debe tenerse en consideración que mediante la Resolución
411
César Abanto Revilla
412
Sistema Nacional de Pensiones
Con lo dicho, no es aceptable ni razonable suponer que la ONP, con esta función asignada, no
tenga la información requerida o no pueda acceder a ella con mayor facilidad y celeridad que
el demandante, sobre todo cuando ella ha sido la encargada de procesar la información en el
caso concreto, y según el artículo 61, inciso 1, del Código Procesal Constitucional, está ple-
namente obligada a la entrega de la información.
V. FALLO
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le confiere la Cons-
titución Política del Perú
VI. HA RESUELTO
1. Declarar INFUNDADA la excepción de falta de legitimidad para obrar y FUNDADA la de-
manda en el extremo materia del recurso de agravio constitucional.
2. Ordena que la Oficina de Normalización Previsional entregue al recurrente la información
requerida conforme a la carta notarial de fecha 17 de agosto de 2004, obrante a fojas 9,
para cuyo efecto debe tener en cuenta la carta de fecha 24 de mayo de 2004, cuya copia obra
a fojas 17, 18 y 19 y la comunicación de fecha 7 de julio de 2004, obrante en copia a fojas
21 y 22.
3. Dispone el pago de costos procesales.
Publíquese y notifíquese.
SS.
ALVA ORLANDINI
GARCÍA TOMA
VERGARA GOTELLI
413
BIBLIOGR AFÍA
Bibliografía
417
César Abanto Revilla
418
Sistema Nacional de Pensiones
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Sistema Nacional de Pensiones
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VALDÉS PRIETO, Salvador. Políticas y mercados de pensiones. Universi-
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422
ÍNDICE GENER AL
Índice general
Introducción................................................................................................................. 7
CAPÍTULO I
Evolución, concepto, principios y regulación
constitucional de la seguridad social
La autonomía del Derecho Pensionario o Previsional
I. Evolución de la seguridad social.......................................................................... 15
1. El ahorro individual..................................................................................... 15
2. El asistencialismo y la beneficencia............................................................. 16
3. El mutualismo.............................................................................................. 17
4. El seguro social............................................................................................ 18
5. La seguridad social....................................................................................... 19
II. Concepto y principios fundamentales.................................................................. 20
1. El concepto de seguridad social................................................................... 20
2. Los principios fundamentales...................................................................... 21
III. Regulación constitucional de la seguridad social................................................ 28
1. El derecho universal y progresivo a la seguridad social.............................. 28
2. El libre acceso a prestaciones de salud y pensiones..................................... 29
3. La intangibilidad de los fondos y reservas previsionales............................. 31
4. Las nuevas reglas de los regímenes pensionarios públicos.......................... 32
5. El condicionamiento del pago y reajuste de las pensiones.......................... 34
IV. La autonomía del Derecho Pensionario o Previsional................................................... 35
1. Hacia una definición del concepto “pensión”.............................................. 37
2. El contenido esencial del derecho a la pensión............................................ 37
3. El contenido constitucionalmente protegido del derecho a la
pensión......................................................................................................... 39
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CAPÍTULO II
El origen del Sistema Nacional de Pensiones
Las modalidades de aseguramiento y la problemática
del reconocimiento de los aportes previsionales
I. El origen del Sistema Nacional de Pensiones...................................................... 45
1. Los inicios: Seguro social de los obreros (1936)......................................... 45
2. El desarrollo: Seguro social de los empleados (1961)................................. 48
3. La unificación: Sistema Nacional de Pensiones (1973)............................... 51
II. Las modalidades de aseguramiento..................................................................... 54
1. El momento de pago de la pensión: contingencia (artículo 80)................... 56
2. La afiliación obligatoria de los trabajadores independientes....................... 57
III. La problemática del reconocimiento de los aportes previsionales....................... 61
1. Evolución legislativa de la regulación de los aportes.................................. 61
2. Principales reclamos administrativos y judiciales....................................... 65
3. El caso Tarazona: Acreditación documentaria de las aportaciones................ 70
4. Los requisitos formales en fallos posteriores complementarios.................. 78
CAPÍTULO III
Las prestaciones del Sistema Nacional de Pensiones:
invalidez, jubilación y sobrevivientes
I. Pensión de invalidez: supuestos y calificación.................................................... 93
II. Pensión de jubilación: requisitos y evolución legal............................................. 96
1. Requisitos de la pensión jubilatoria: edad y aportación............................... 96
2. La determinación de la edad mínima........................................................... 98
3. La evolución de las modalidades jubilatorias en el tiempo......................... 100
4. Los supuestos especiales de jubilación........................................................ 103
5. La diferencia de requisitos por razón de género.......................................... 106
III. Pensión de sobrevivientes: modalidades y reformas........................................... 107
1. Pensión de viudez......................................................................................... 108
2. Pensión de orfandad..................................................................................... 110
3. Pensión de ascendientes............................................................................... 112
4. El capital de defunción................................................................................. 112
IV. Aspectos complementarios de las pensiones....................................................... 113
1. La evolución de la fórmula de cálculo de la pensión................................... 113
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Sistema Nacional de Pensiones
CAPÍTULO IV
Los regímenes especiales del Sistema Nacional de Pensiones
Evolución de la regulación de la jubilación minera
I. Los regímenes especiales del SNP...................................................................... 125
1. Grupos incorporados dentro del SNP........................................................... 126
2. Grupos beneficiados con la reducción de los requisitos pensionarios......... 129
II. Evolución de la regulación de la jubilación minera............................................. 136
1. El origen de la pensión de jubilación minera............................................... 136
2. La acreditación de labores en la actividad minera....................................... 140
3. La aplicación del Decreto Ley Nº 25967..................................................... 141
4. Los trabajadores mineros con silicosis......................................................... 143
III. Fondo Complementario de Jubilación Minera..................................................... 147
CAPÍTULO V
La regulación procesal administrativa
y judicial de las pretensiones pensionarias
Temas penales en materia de derechos previsionales
I. La regulación procesal administrativa................................................................. 155
1. Aspectos generales....................................................................................... 155
2. Aspectos particulares................................................................................... 159
II. La regulación procesal judicial............................................................................ 162
1. Proceso constitucional previsional............................................................... 162
2. Proceso contencioso-administrativo previsional.......................................... 169
3. Proceso laboral previsional.......................................................................... 174
III. Temas penales en materia de derechos previsionales.............................................. 177
1. El delito de apropiación ilícita de los aportes previsionales........................ 177
2. Requisito de procedibilidad: informe técnico jurídico................................. 187
CAPÍTULO VI
Conclusiones y recomendaciones
I. Conclusiones........................................................................................................ 195
II. Recomendaciones................................................................................................ 197
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César Abanto Revilla
ANEXOS LEGISLATIVOS
Principales normas legales y reglamentarias relacionadas
al Sistema Nacional de Pensiones
Sistema Nacional de Pensiones
01. Aprueban el Sistema Nacional de Pensiones de la Seguridad Social
Decreto Ley Nº 19990.......................................................................................... 207
02. Reglamento del Decreto Ley Nº 19990, relativo al Sistema Nacional de
Pensiones de Seguridad Social
Decreto Supremo Nº 011-74-TR.......................................................................... 233
03. Modifican el goce de pensiones de jubilación que administra el Instituto Perua-
no de Seguridad Social - IPSS
Decreto Ley Nº 25967.......................................................................................... 250
04. Modifican el régimen de prestaciones de salud, el Sistema Nacional de Pensio-
nes, el Sistema Privado de Fondos de Pensiones y la estructura de contribucio-
nes al Fondo Nacional de Vivienda (Fonavi)
Ley Nº 26504....................................................................................................... 253
05. Ley que precisa la aplicación del Decreto Ley Nº 19990 para el otorgamiento
de las pensiones de jubilación
Ley Nº 27561....................................................................................................... 257
06. Ley de simplificación administrativa de las solicitudes de pensión del Sistema
Nacional de Pensiones, regulado por el Decreto Ley Nº 19990
Ley Nº 27585....................................................................................................... 258
07. Establecen disposiciones para la determinación del monto de pensiones de ju-
bilación en el Sistema Nacional de Pensiones
Decreto Supremo Nº 099-2002-EF...................................................................... 260
08. Dispone incremento de pensiones mínimas comprendidas en el Sistema Nacio-
nal de Pensiones a que se refiere el D. L. Nº 19990
Resolución Jefatural Nº 001-2002-JEFATURA/ONP.......................................... 263
09. Ley de creación del Tribunal Administrativo Previsional
Ley Nº 28040....................................................................................................... 264
10. Ley que declara expedito el derecho de acudir ante la Oficina de Normalización
Previsional (ONP) a solicitar la revisión de cualquier resolución administrativa
que se hubiere expedido en contravención a lo dispuesto en los artículos 56 y
57 del Decreto Supremo Nº 011-74-TR, Reglamento del Decreto Ley Nº 19990
Ley Nº 28407....................................................................................................... 266
428
Sistema Nacional de Pensiones
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César Abanto Revilla
ANEXOS JURISPRUDENCIALES
Principales precedentes jurisprudenciales relacionados
al Sistema Nacional de Pensiones
01. Decreto Ley Nº 25967: Derechos adquiridos
Expediente Nº 0007-96-I/TC-Lima (acumulado)................................................ 311
02. Reconocimienton de aportaciones
Expediente Nº 04762-2007-PA/TC-Santa............................................................ 325
03. Pensión de invalidez: suspensión del pago
Expediente Nº 04640-2008-PA/TC-Santa............................................................ 339
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Sistema Nacional de Pensiones
Bibliografía.................................................................................................................. 417
Índice general............................................................................................................... 425
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