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Prehistoria I: Las primeras etapas de la Humanidad

Departamento de Prehistoria y Arqueología


Facultad de Geografía e Historia

UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA

PREHISTORIA I: LAS PRIMERAS ETAPAS DE LA HUMANIDAD

SEGUNDA PRUEBA DE EVALUACIÓN CONTINUA

CURSO 2020/2021

NOMBRE: Ángel Luis

APELLIDOS: Puerta Obispo

DNI: 51086838C

CORREO ELECTRÓNICO: apuerta51@alumno.uned.es

POBLACIÓN: Madrid

PROVINCIA: Madrid

CENTRO ASOCIADO: Gregorio Marañón


Alumno: Ángel Luis Puerta Obispo Centro Asociado: Gregorio Marañón

Ejercicio 1.

En la imagen podemos observar un objeto de arte mueble realizado sobre soporte óseo llamado rodete y que fue
realizado por Homo Sapiens durante el Magdaleniense Medio. Tiene un diámetro de 31mm con una perforación en
el centro, y muestra a un cérvido o un bóvido, probablemente una gamuza al carecer de cornamenta, por una cara
de pie y por la otra, tumbado o muerto. Fue hallado por M. Hardy en 1868 en Dordoña (Francia), en el yacimiento
de Laugerie-Basse, y el descubrimiento se hizo público en la revista Magasin Pittoresque en 1872 (Azéma y Rivère
2012:321).

El Magdaleniense es el último tecnocomplejo del Paleolítico Superior. Abarca desde el 18.000 al 10.000 BP
coincidiendo con el final de la glaciación Würm y el comienzo del Holoceno. Este periodo se caracteriza por tener
un clima atemperado, alternando episodios fríos del Dryas con cálidos del Bölling y Allerød. Se produce un
desarrollo demográfico importante y el florecimiento del arte parietal, tanto al aire libre como en abrigos y bocas
de cuevas. El utillaje lítico sufre un retroceso frente a la industria ósea, siendo esta caracterizada principalmente
por hojitas de dorso (Ripoll et al. 2014:312-318). La industria ósea produce espátulas, agujas, bastones perforados o
de mando, protoarpones, puntas dentadas, azagayas con multitud de enmangues, rodetes, contornos recortados
en hueso y propulsores en asta (Corchón y Rivero 2008:62). El Magdaleniense recibe su nombre a raíz del
descubrimiento en 1863 de los yacimientos de La Madeleine y Laugerie-Basse realizados por Édouard Lartet en
Dordoña. En 1927 el abate Henri Breuil realiza una sistematización del tecnocomplejo basado en la estratigrafía de
Le Placard fijando seis periodos. En la actualidad se suele utilizar una clasificación con sólo tres, que son Antiguo,
Medio y Superior. El rodete de la imagen está fechado entre el 15.500 y el 13.500 BP. Durante este periodo
comienza el proceso de sedentarización de los HAM debido a la mejora climática, viéndose aumentada la actividad
cinegética (Edad del Reno) y el radio de acción para la obtención de materias primas. A este periodo pertenecen las
cuevas de Altamira y Lascaux, máximo exponente del arte rupestre (Ripoll et al. 2014:312-318).

El rodete es un elemento característico del Magdaleniense Medio que se realiza casi siempre en escápula de
cérvido, aunque también se utiliza marfil y asta. El primer paso de la cadena operativa es la extracción del soporte.
Se esboza la circunferencia sobre la escápula con unas leves líneas de trazo y se recorta, primero por un lado en un
solo sentido, y luego por el otro, en sentido contrario. Después se procede a realizar la perforación y el regularizado
de los bordes, siendo el último paso el grabado con buril, por ambas caras o sólo por una. Los rodetes hallados en
los yacimientos españoles y franceses son muy similares, pero mientras en la zona pirenaica priman los motivos
figurativos de zoomorfos, en la cornisa cantábrica abundan las líneas radiales, círculos concéntricos y motivos
geométricos con líneas poco repasadas. Se ha observado que cuando la decoración es más elaborada, se ha
procedido a regularizar y suavizar la superficie antes del proceso de grabado. En los yacimientos de Isturitz y Mas
d´azil se han encontrado matrices de escápula, restos de extracción de soportes y piezas en curso, lo que permite
reconstruir la C. O. (Corchón y Rivero 2008:64-82).

Respecto a su uso no se tiene una opinión unánime. Se ha dicho que podrían ser botones, colgantes, amuletos,
piezas de un sistro o sonaja, ajuares funerarios e incluso juguetes. Nuestra capacidad para interpretar las claves y
significados del arte paleolítico es muy limitada. No sabemos qué fin perseguían los artistas prehistóricos al realizar
estas piezas de arte mueble, como tampoco conocemos la función que cumplían las pinturas rupestres. Su
significado sigue siendo un misterio para nosotros (Ripoll et al. 2014:380-381). Corchón y Rivero sostienen que eran
utilizados como botones o colgantes. En sus investigaciones, han observado en algunos rodetes con motivos por
una sola cara, que la que carece de grabado (cóncava) presenta unos bordes más pulidos y redondeados que la que
tiene decoración (convexa), presentando unas aristas más vivas. Este desigual desgaste lo atribuyen a que un lado
iba rozando con el cuerpo o la ropa y el otro no (Corchón y Rivero 2008:83). Azéma y Rivère afirman que los rodetes
son taumatropos paleolíticos y no botones, ya que no parece lógico decorar las dos caras de un botón. El
taumatropo fue inventado en 1824 por J. Hershel y comercializado por J. Ayrton Paris, y consiste en un disco con
una imagen en cada cara que al girarlo muy rápido se crea la ilusión de movimiento por el principio de persistencia
retiniana. Hicieron la prueba pasando por el rodete un fino tendón a modo de hilo y, haciéndolo girar muy deprisa,
observaron que el efecto era similar al del juguete decimonónico. El artista se esforzó en grabar las dos imágenes
del animal en perspectiva torcida con el mismo tamaño y posición con respecto al orificio, reforzando la atención
del observador hacia el centro del objeto con las muescas en forma de V en los bordes. Argumentan que el objetivo
de todo esto era capturar el clímax de la caza, el instante exacto en el que la presa moría, en una primitiva
animación por yuxtaposición de imágenes, lo que demostraría la capacidad intelectual del Sapiens en el plano
simbólico. Se tiene conocimiento de más ejemplos de arte prehistórico en los que se busca la ilusión de
movimiento, como el mamut pereciendo de la cueva de Raymonden, el équido que parece moverse en La Tuilière
de Saint Léon-sur-Vézère o el Grand Panneau de la Salle du fond en la cueva de Chauvet con sus leones
superpuestos que dan la idea de movimiento mientras acechan a una presa acorralada (Azéma y Rivère 2012).
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Alumno: Ángel Luis Puerta Obispo Centro Asociado: Gregorio Marañón

Bibliografía:

Para la realización de este ejercicio se han consultado las siguientes fuentes:

Álvarez-Fernández, E. 2009. Magdalenian personal ornaments on the move: A review of the current evidence in
Central Europe. En Zephyrus, LXIII, enero-junio 2009. Universidad de Salamanca. Páginas 45-59. ISSN 0514-7336

Azéma M. y Rivère F. 2012. Animation in Palaeolithic art: a pre-echo of cinema. En Antiquity Publications Ltd. Vol.
86 Nº 332 junio 2012. Cambridge University Press. Páginas 320-323.

Bárcena, J. R.; Jordá Pardo, J. F.; Maíllo Fernández, J. M.; Muñoz Ibañez, F. J.; Quesada López, J. M. y Ripoll López, S.
PREHISTORIA I: LAS PRIMERAS ETAPAS DE LA HUMANIDAD (2º Ed. 2014). Editorial Universitaria Ramón Areces. ISBN
978-84-996-1379-6

Corchón Rodríguez, M. S. y Rivero Vilá, O. 2008. Los rodetes del Magdaleniense Medio Cántabro-Pirenaico: Análisis
tecnológico y nuevas evidencias de la cueva de Las Caldas (Asturias, España). En Zephyrus, LXI, enero-junio 2008.
Universidad de Salamanca. Páginas 61-84. ISSN 0514-7336

Fernández Vega, A. M.; Hernando Grande, A.; Jordá Pardo, J. F.; Maíllo Fernández, J. M.; Muñoz Ibañez, F. J.;
Quesada López, J. M. y Ripoll López, S. LA PREHISTORIA Y SU METODOLOGÍA (2º Ed. 2014). Editorial Universitaria
Ramón Areces. ISBN 978-84-996-1170-9

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