Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Sección 50
Grupo 1
Investigación Final: La acción, la petición y los Derechos
Políticos.
Abg. Sintia Espino
Integrantes:
Stevens Elhjhaer Landaverde Paz 62021245
Yeimy Gisela Flores Ramírez 61621552
Katherine Dunaway 62111005
Dulce Núñez 62111198
Stefanny Puerto 62111355
Gabriel Cortes 61541478
Introducción.
Además de ser un derecho y un pilar del Estado de Derecho, es un deber cívico que
no podemos eludir. En nuestra investigación, detallaremos como funcionan los
derechos políticos, sus efectos, sus acciones, como hacer una petición y permitirnos
participar de las decisiones del estado como en una buena democracia. Entre el
derecho político encontramos, el derecho al voto, votar es elegir y elegir es
gobernar, es decir nuestra soberanía popular expresa este derecho por medio del
voto, cumplir con requisitos según nuestra Constitución. De igual manera,
elaboraremos anexos, conclusiones de la utilidad del Derecho Político que tenemos
como ciudadanos en un territorio.
Derecho Político.
El derecho político es una de las ramas del derecho público, cuyos intereses se
centran en los problemas fundamentales del Estado, abarcando así tanto la Teoría
general del Estado, como el Derecho Constitucional. Entre sus objetos de estudio
se encuentran el concepto del Estado y sus elementos constitutivos, la soberanía,
las funciones, fines y formas del Estado, y las distintas formas de gobierno.
La denominación típicamente española «Derecho político», generalizada desde
mediados del siglo XIX, expresa una vinculación esencialmente jurídica, confirmada
por la evolución histórica de la disciplina, que se con' figuró como la rama
fundamental del Derecho público centrada en las normas que integran la
Constitución política y heredero del ius publicum uni' versóle, configurado en el siglo
XVH, y del Droit public general, de que nos hablaba Montesquieu.
Con este propósito esencialmente jurídico se crearon en Italia, a fines del siglo XVIII,
las primeras cátedras de Derecho constitucional, a las que siguió, en orden
cronológico, la fundada en Madrid en 1814 para explicar la Constitución de 1812,
en los Reales Estudios de San Isidro, que tuvo sólo unos meses de vida a
consecuencia de la reacción absolutista, que suspendió los estudios
constitucionales hasta su reanudación, en 1820. En Francia, la primera cátedra se
creó en 1834 en el senado de la Facultad de Derecho de París, si bien la Asamblea
Nacional había decretado1 ya en la obligación de enseñar la Constitución francesa
a los estudiantes de Derecho.
El estudio del Derecho Político que se interpreta y analiza se sustenta sobre la base
de dos grandes momentos, uno descriptivo, de otro prescriptivo. El primero se
preocupa de describir el proceso político, en cambio, el segundo, le proporciona su
visión jurídica a través de las normas contenidas en la Constitución, emanadas del
Estado y ejercidas por el Gobierno. Así, el Derecho Político nos proporciona la
característica de sintetizar muy bien el mundo del ser del fenómeno político en su
parte descriptiva,
El Derecho político estudia enciclopédicamente la realidad política, more jurídico,
centrando su objeto en el ordenamiento de la sociedad política, concebido como
una superestructura de la realidad histórico-social. Si se admite, aunque sea sólo a
efectos didácticos, la distinción entre Derecho público y Derecho privado —-cuyo
alcance es siempre relativo, el Derecho político «s el Derecho público fundamental,
referido a las instituciones básicas de la sociedad política y a las relaciones de Poder
creadoras del propio Derecho. Como Derecho-, el Derecho político es, ante todo,
un orden de relaciones sociales; como disciplina política, las relaciones que ordena
son relaciones «e Poder referidas a los intereses de la sociedad política.
el Derecho político empezó a penetrar en los dominios de la política real, haciéndose
eco de los debates parlamentarios, de la actividad de los partidos, de la justificación
de las instituciones, etc. El Derecho* dejó de limitarse al simple comentario de las
normas positivas, y como forma de vida humana centrada en un orden de relaciones
se asentó sólidamente en los intereses reales que operan en la vida social.
Cierto que el Derecho político es y seguirá siendo ante todo Derecho, pero es un
Derecho de la realidad que, modelado por las fuerzas políticas, se adapta a la
infraestructura sociológica que lo soporta y a las orientaciones ideológicas que lo
informan un Derecho que, rebasando el orden normativo de las formas jurídicas,
aspira a comprender la estructura institucional del régimen político.
Esta visión del Derecho como un orden de relaciones sociales referido a intereses
nos conduce a rechazar todas aquellas tendencias que establecen una separación
entre el orden jurídico y el orden histórico-social, prescindiendo de la
interdependencia que existe entre sociedad y Derecho. No podemos admitir ni el
Derecho puro de Kelsen, ni el positivismo voluntarista de Austin, ni el neokantismo
de Stammler, ni —en fin-— las concepciones que vinculan el orden jurídico a una
organización social concreta (marxismo). En el concepto de Derecho se integran
elementos imperativos y elementos ideológicos; normas coercitivas y convicciones
sociales.
Como conduce el Derecho Político al Estado.
Esta rama del Derecho Público regula la estructura, organización, funciones y fines
del Estado. responde fundamentalmente a tres cuestiones: ¿quién manda en el
Estado? ¿Cómo manda? ¿Para qué manda? Las respuestas se encuentran
parcialmente en esta disciplina jurídica que regimental la vida estatal.
La “verdad política” de un Estado no siempre se halla en sus documentos jurídicos
básicos que, en conjunto, conforman el Derecho Político— sino que ha de
encontrarse en los factores reales de poder que, al margen de las leyes, dejan su
impronta en la vida de la comunidad política.
En el orden social con frecuencia prevalece lo que “de hecho es” sobre lo
que “debería ser”. De modo que el régimen político de un pueblo se puede conocer
más certeramente si se acude a su “solución política efectiva”, que resulta de la
acción de los poderes constitucionales y de los poderes de hecho que operan en el
Estado. De lo cual concluye que la verdadera configuración política de una sociedad
no es necesariamente la que aparece en sus textos jurídicos, puesto que de tejas
para abajo hay una serie de factores impuestos por la realidad al margen e incluso
en contra de las reglas.
El Derecho pertenece al mundo de las normas, es decir, del “deber ser”. La política,
en cambio, pertenece al mundo del “ser” puesto que es un dato de la realidad. En
tales condiciones, el Derecho Político intenta regular, a través de normas, la
actividad política de un pueblo, esto es, el Estado en cuanto forma de organización
social.
De aquí nace la diferencia entre el Derecho Político, que se ocupa de las reglas que
rigen la vida de una comunidad política, y la Ciencia Política, que es el estudio de
las realidades y naturaleza de los fenómenos políticos, incluso de aquellos que
fueron anteriores al Estado. El primero tiene un enfoque normativo de ellos, es decir,
los mira desde la perspectiva del deber ser, mientras que la Ciencia Política afronta
esos fenómenos en sí mismos, en su naturaleza, en su realidad específica. Su
perspectiva es la del ser. Averigua el carácter de ellos. Tiene, por tanto, un punto
de vista histórico y un enfoque descriptivo de los fenómenos políticos.
De la misma estirpe es la diferencia del Derecho Político con la Teoría del Estado:
esta mira a la entidad estatal desde la perspectiva de lo que es, de su realidad
ontológica, no desde el punto de vista de lo que debe ser. Dicho en otras palabras,
el Derecho Político está constituido por un conjunto de normas mientras que la
Teoría del Estado se integra por la visión de un conjunto de realidades sociales.
A pesar de que tienen muchos puntos de contacto, la diferencia entre ellos es
bastante clara, especialmente si tomamos en cuenta que no siempre el orden
jurídico estatal refleja fielmente la realidad política profunda de una sociedad. Las
soluciones efectivas que cada sociedad da a los problemas de su convivencia
suelen discrepar de los principios jurídicos que la rigen. Por eso siempre se marca
una distancia entre el régimen político de una colectividad, que es la materia de
estudio de la Ciencia Política, y el orden jurídico de ella, que incumbe al Derecho
Político.
El Derecho Político comprende la organización y funcionamiento del Estado de
Derecho, o sea del Estado totalmente sometido a normas jurídicas, lo cual no obsta
a que también, aunque parezca paradójico, rija la operación del Estado de facto,
que representa la antijuridicidad.
Por otro lado, la ciencia política constituye la antítesis del Derecho Constitucional
Clásico; como Ciencia descriptiva no le interesa el estudio dogmático de la norma
sino, más bien, el análisis y la descripción de los fenómenos políticos, sólo a través
de juicios de existencias más no valóricos, ya que la Ciencia Política Moderna se
presenta en un plano ontológico del estudio del fenómeno del poder.
El derecho político es una disciplina que estudia y define los conceptos como qué
es el Estado, cómo se organiza, cuál es su finalidad y funciones o qué es la
soberanía, entre otros aspectos. Para ello, se sirve de la discusión y de las
doctrinas desarrolladas por los teóricos, pensadores y filósofos que dan forma a
las teorías modernas del derecho seguidas a nivel europeo y nacional.
El objeto de estudio o ámbito del derecho político es la organización política del
Estado y da contenido a los conceptos estructurales del mismo a través de las
teorías elaboradas desde la ciencia política y de la historia del pensamiento político.
La finalidad del derecho político era la ordenación del estado dentro de normas
éticas, además de jurídicas, ubicando lógicamente el derecho político en un lugar
de apreciación respecto del derecho constitucional y administrativo.
Modos de Representación.
Hoy la representación política es representación de partidos, y tendremos que
analizar qué mínimos requisitos ha de reunir este modelo representativo para poder
seguir "casándolo" con la idea democrática.
Las preocupaciones por mantener lo más limpio el sendero del acceso al poder son
valederas, dado que, la manipulación de resultados electorales generales que
responden a una situación global termina repercutiendo en abusos de poder a nivel
personal. Y los desequilibrios que provoca el irrespeto al imperio de la ley, acaban
afectando las relaciones de convivencia entre los individuos.
En el Congreso con frecuencia ocurre que cuando un partido político cuenta con
una mayoría suficiente para tomar decisiones, no toma en cuenta las opiniones de
los opositores, lo que crea tensiones y marginamientos a todas luces indeseables.
Conclusiones
Bibliografía
CIENCIA POLÍTICA, DERECHO POLÍTICO Y DERECHO CONSTITUCIONAL (APORTES
DIDÁCTICOS)
JORGE XIFRA HERAS EL DERECHO POLÍTICO, DISCIPLINA ENCICLOPÉDICA