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EL DIVINO ROSTRO DE JESÚS

Versión original de la Corona de la Santa Faz, revelada por Jesús a sor María de San Pedro en 1844,
para derrotar a los enemigos de Dios y realizar el Trabajo de Reparación a los Tres Mandamientos
Teológicos del Decálogo.

En el crucifijo realizar la Señal de la Santa Cruz:


Por la Señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos, Señor Dios Nuestro.
En el Nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
Continuar en el crucifijo:
Dios Mío, ven en mi auxilio; Señor, apresúrate en socorrerme.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Por su virtud reparadora, aunque no es parte de la Corona, rezar en el crucero la Flecha de Oro:
Que el Santísimo, Sacratísimo, Adorabilísimo, Misteriosísimo e Inefable NOMBRE DE
DIOS, sea por siempre alabaDo, bendeciDo, amaDo, adoraDo y glorificaDo, en el Cielo,
en la Tierra y en los Infiernos, por todas las criaturas de Dios, y por el Sagrado Corazón de
Nuestro Señor y Salvador JESUCRISTO, en el Santísimo Sacramento del Altar. Amén.
La Corona son 5 Misterios de 6 cuentas pequeñas, que honran los 5 Sentidos de Jesús durante
Su Vida en la Tierra, cuyo Trono es Su Rostro, en este orden: tacto, oído, vista, olfato y gusto.
Una sexta cuenta grande precede las 3 últimas cuentas pequeñas. En las cuentas grandes rezar:
Jesús Mío: Misericordia.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Se honran los 30 años de vida oculta de Jesús y las penas que Nuestro Señor sufrió en Sus 5
Sentidos. Invocar al Altísimo en las 30 cuentas pequeñas (Números 10, 35):
Levántate, ¡oh Señor!, y que Tus enemigos se dispersen; y que aquellos que te odian
huyan ante Tu Rostro.
Las 3 últimas cuentas pequeñas honran los 3 años de vida pública y evangélica de Jesús, así
como las heridas sufridas en Su Santa Faz durante la Pasión:
Levántate, ¡oh Señor!, y que Tus enemigos se dispersen; y que aquellos que te odian
huyan ante Tu Rostro.
Rezar en la medalla de la Santa Faz el Salmo 84, 10:
Míranos, oh Dios, Escudo Nuestro; y vuelve Tu Mirada en el Rostro de Tu Ungido.
En el Nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
DIVÎNUM VULTUM IESU
Versión en latín de la Corona de la Santa Faz, revelada por Jesús a sor María de San Pedro.

En el crucifijo realizar la Señal de la Santa Cruz:


Per Signum Sanctæ Crucis, de inimícis nostris líbera nos, Dómine Deus Noster.
In Nómine Patris, et Fílii, et Spíritus Sancti. Amén.
Continuar en el crucifijo:
Deus, in adjutórium meum inténde; Dómine, ad adjuvándum me festína.
Glória Patri, et Fílio, et Spíritui Sancto.
Sicut erat in princípio, et nunc et semper, et in sǽcula sæculórum. Amén.
Por su virtud reparadora, aunque no es parte de la Corona, rezar en el crucero la Sagítta Áurea:
Sanctíssimus, Sacratíssimus, Adorabilíssimus, Mysteriosíssimus, Ineffabílisque NÓMINE
DEI, sit semper Laudáto, Benedícito, Amáto, Adoráto et Glorificáto, Cæléstium,
Terréstrium et Infernórum, per ómnia creatúra Dei, et Sacratíssimi Cordis Dómini et
Salvatóri Nostri IESU CHRISTI, in Sanctíssimum Altáris Sacraméntum. Amén.
La Corona son 5 Misterios de 6 cuentas pequeñas, que honran los 5 Sentidos de Jesús durante
Su Vida en la Tierra, cuyo Trono es Su Rostro, en este orden: tacto, oído, vista, olfato y gusto.
Una sexta cuenta grande precede las 3 últimas cuentas pequeñas. En las cuentas grandes rezar:
O Mi Iesu: Misericórdia.
Glória Patri, et Fílio, et Spíritui Sancto.
Sicut erat in princípio, et nunc et semper, et in sǽcula sæculórum. Amén.
Se honran los 30 años de vida oculta de Jesús y las penas que Nuestro Señor sufrió en Sus 5
Sentidos. Invocar al Altísimo en las 30 cuentas pequeñas (Números 10, 35):
Surge, Dómine, et dissipéntur inimíci Tui: et fúgiant qui odérunt te a Fácie Tua.
Las 3 últimas cuentas pequeñas honran los 3 años de vida pública y evangélica de Jesús, así
como las heridas sufridas en Su Santa Faz durante la Pasión:
Surge, Dómine, et dissipéntur inimíci Tui: et fúgiant qui odérunt te a Fácie Tua.
Rezar en la medalla de la Santa Faz el Salmo 84, 10:
Protéctor Noster áspice Deus: et réspice in Fáciem Christi Tui.
In Nómine Patris, et Fílii, et Spíritus Sancti. Amén.
EL DIVINO ROSTRO DE JESÚS
Versión transliterada del hebreo de la Corona de la Santa Faz, revelada por Jesús a sor María de San Pedro.

En el crucifijo realizar un Tziléb (Santiguarse):


BeShém ha'Áv, vehaBén, veRúaj haKódesh. Amén.
En el Nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
Continuar en el crucifijo:
Elohím lehatsiléni Adonái le'ezratí júshah. (Salmo 70, 2)
Dios Mío, ven en mi auxilio; Señor, apresúrate en socorrerme.
Kavód leÁv, ulehaBén, uleRúaj haKódesh.
Kibereshít vehaióm ule'olméi olamím. Amén.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
La Corona son 5 Misterios de 6 cuentas pequeñas, que honran los 5 Sentidos de Jesús durante
Su Vida en la Tierra, cuyo Trono es Su Rostro, en este orden: tacto, oído, vista, olfato y gusto.
Una sexta cuenta grande precede las 3 últimas cuentas pequeñas. En las cuentas grandes rezar:
Yeshúa Shelí: Rajamím.
Jesús Mío: Misericordia.
Kavód leÁv, ulehaBén, uleRúaj haKódesh.
Kibereshít vehaióm ule'olméi olamím. Amén.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Se honran los 30 años de vida oculta de Jesús y las penas que Nuestro Señor sufrió en Sus 5
Sentidos. Invocar a Elyón (el Altísimo) en las 30 cuentas pequeñas (Números 10, 35):
Kúma Adonái veyafútsu oyevéja veyanúsu mesan'éja miPanéja.
Levántate, ¡oh Señor!, y que Tus enemigos se dispersen, y que aquellos que te odian huyan ante Tu Rostro.

Las 3 últimas cuentas pequeñas honran los 3 años de vida pública y evangélica de Jesús, así
como las heridas sufridas en Su Santa Faz durante la Pasión:
Kúma Adonái veyafútsu oyevéja veyanúsu mesan'éja miPanéja.
Levántate, ¡oh Señor!, y que Tus enemigos se dispersen, y que aquellos que te odian huyan ante Tu Rostro.

Rezar en la medalla de la Santa Faz el Salmo 84, 10:


Maguinnénu re'eh Elohím vehabbét Penéy Meshijéja.
Míranos, oh Dios, Escudo Nuestro; y vuelve Tu Mirada en el Rostro de Tu Ungido (Mesías - Cristo).
BeShém ha'Áv, vehaBén, veRúaj haKódesh. Amén.
En el Nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
Transliteración realizada por servus DOMINI. Esta versión de la Corona del Divino Rostro, ha sido
creada para que cualquier hispanoparlante la rece, sin la necesidad de adentrarse en la lengua hebrea.
Las oraciones se leen textualmente como en español. La comilla ( ' ) dividiendo una palabra, indica
hacer una fugaz separación dentro de la misma (ejemplo: “mesan'éja” se dice “mesan éja”, con una
brevísima pausa). La “h” suena aspirada. En la palabra “Maguinnénu”, la “n” suena doble.
LAS NUEVE PROMESAS DEL DIVINO ROSTRO DE JESÚS
Las 9 Promesas fueron recolectadas durante la década de 1880 por los propagadores iniciales de
la devoción a la Santa Faz. La 1ra. y la 2da. fueron dadas a santa Gertrudis y a santa Matilde; las
últimas siete fueron reveladas por Nuestro Señor a sor María de San Pedro entre 1844 y 1846.
1ra. “Recibirán, por la impresión de Mi Humanidad, un vivo resplandor de Mi Divinidad, y
serán esclarecidos en su alma de tal modo, por la Semejanza de Mi Rostro, que brillarán más
que otros en la vida eterna.” (Santa Gertrudis, Libro IV, Capítulo VII)
2da. Pidiéndole al Señor santa Matilde, que aquellos que celebrasen la memoria de Su Rostro,
no fuesen privados de Su compañía, Él respondió: “Ninguno de ellos será separado de Mí.”
(Santa Matilde, Libro I, Capítulo XII)
3ra. Nuestro Señor me ha prometido que grabará Su Imagen en las almas que honran Su
Santísimo Rostro, dejando en ellas los rasgos de Su Semblante Divino. Él me dijo: “Mi Faz
adorable es el Sello de la Divinidad, que tiene la virtud de reproducir la Semejanza de Dios en
las almas que se aplican a esta devoción.” (21 de enero de 1844)
4ta. “Por Mi Santa Faz realizarás milagros.” (27 de octubre de 1845)
5ta. “Todos aquellos que honren Mi Santo Rostro, en espíritu de reparación, harán el oficio de
la piadosa Verónica.” (27 de octubre de 1845)
6ta. “Así como en un reino puedes procurar todo lo que deseas a través de una moneda grabada
con la efigie del príncipe, en el Reino de los Cielos obtendrás todo lo que desees con la moneda
preciosa de Mi Divino Rostro.” (29 de octubre de 1845)
7ma. “En la medida que tú procures hacer reparación a Mi Faz desfigurada por las blasfemias,
del mismo modo cuidaré de la tuya cuando haya sido desfigurada por el pecado. Fijaré de nuevo
Mi Imagen en ella y la haré tan hermosa como era al salir de la pila bautismal.” (3 de noviembre
de 1845)
8va. “Todos los que defiendan esta causa de reparación, por palabras, por oraciones o por
escrito, recibirán defensa también en sus causas delante de Dios Padre a la hora de la muerte. Yo
purificaré la faz de sus almas, limpiando las manchas del pecado y devolviéndoles su primigenia
hermosura.” (12 de marzo de 1846)
9na. “Por Mi Rostro obtendrán la conversión de muchos pecadores. Al ofrecer Mi Faz nada les
será negado. Si supieran cuánto agrada Mi Rostro a Mi Padre.” (22 de noviembre de 1846)
Sobre el rosario de esta devoción, sor María de San Pedro (1816-1848) relata: “Nuestro Señor
me inspiró a formar una corona compuesta de oraciones reparadoras. Un día, durante el Santo
Sacrificio de la Misa, Mi Divino Maestro me atrajo suavemente dentro de Su Sagrado Corazón,
y me mostró esta corona, que parecía ser del oro más puro, incrustada con piedras preciosas.
Pero, considerándome muy indigna de poseer tan grande tesoro, y temiendo ser asaltada por
ladrones, es decir, por el diablo y sus agentes, le rogué a la Santísima Virgen que guardara el
hermoso rosario en Su Amabilísimo Corazón, y le pedí a Nuestro Señor que le concediera
indulgencias. Creo que esta corona es muy agradable para Él, pero muy odiosa para Satanás.”

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