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UNIVERSIDAD DE MONTEMORELOS

PAUTAS GUIADORAS EN CUANTO A LA MÚSICA


La Universidad de Montemorelos reconoce en la música a uno de los legítimos dones que Dios ha dado al hombre (Ed.
168). Siendo que tiene una poderosa influencia sobre asuntos de consecuencias eternas, su estudio constituye un
elemento decisivo en el proceso de la educación cristiana. No debemos olvidar que la música tiene poder para elevar o
degradar; que se la puede emplear tanto para bien como para mal y que cuando se la emplea mal tiende a neutralizar
las impresiones del Espíritu Santo en el corazón y hace que la comunión con Dios no sea deseable (VEUC, 467).

Ya que la música es un elemento muy empleado en los diversos programas que se desarrollan en esta institución, la
Universidad de Montemorelos (2011) ha creído necesario establecer una serie de pautas guiadoras que expresen su
filosofía en relación a su uso, y que oriente a aquellos miembros de la comunidad universitaria, que desde sus hogares,
escuelas, comedor, dormitorios, oficinas o iglesia, desean saber sobre qué principios se harán las selecciones, de manera
que se logre mantener un ambiente propicio para el desarrollo del gusto por las realidades eternas.

Se buscará que, tal como lo fue en las Escuelas de los Profetas, podamos siempre emplearla con un propósito santo,
para elevar los pensamientos hacia aquello que es puro, santo y enaltecedor, logrando así despertar en el alma la
devoción y la gratitud hacia Dios. (PP, pág. 644)

I. PAUTAS SOBRE LA MÚSICA SACRA


La música constituye una avenida de comunicación con Dios y cuando es expresada en canto, es uno de los
medios más eficaces para grabar en el corazón la verdad espiritual (Ed. 168). “Tiene poder para subyugar
naturalezas rudas e incultas, para avivar el pensamiento y despertar simpatía, para promover la armonía en la
acción y desvanecer la melancolía y los presentimientos que destruyen el valor y debilitan el esfuerzo.” (Ed,
168)

A. En cuanto a la letra
1. Los cantos que empleamos para la alabanza y la adoración deben tener una letra acorde
con las doctrinas bíblicas, dándose preferencia a las que están basadas en pasajes bíblicos,
cuyo mensaje constituye una verdad espiritual categórica y fácil de captar.

“Pero yo cantaré tu fortaleza, loaré de mañana tu misericordia porque has sido mi amparo,
refugio en el día de mi angustia. Fortaleza mía, a ti cantaré, porque eres el Dios de mi
refugio, mi amante Dios.” (Salmo 59: 16,17)

“La ciencia de la salvación ha de ser la preocupación de todo sermón, el tema de todo


canto. Preséntese este asunto con toda suplicación.” (Evangelismo, pág. 366)

“Y sus músicos cantores dirán: ‘Todas mis fuentes están en ti’” (Salmos 87:7)
2. Deberá darse preferencia a aquellos cantos cuyas letras animan nuestro peregrinar en la
tierra mediante la expresión de nuestro reconocimiento a Dios por su providencia en
nuestro favor; que narran lo relativo al incomparable poder de Cristo para librarnos del
poder del mal y ensalzan los maravillosos atributos de su divino carácter.

“Tributemos alabanza y acción de gracias por medio del canto… El canto es un arma que
siempre podemos esgrimir contra el desaliento. Abriendo así nuestro corazón a los rayos
de luz de la presencia del Salvador, encontraremos salud y recibiremos su bendición“. (MC,
196:1,2)

“¡Cantadle, cantadle salmos, pregonad todas sus maravillas! ¡Gloriaos en su Santo Nombre,
alégrese el corazón de los que buscan al Señor!” (Salmos 105:2,3)

“No es digno de alabanza hablar, (cantar) de nuestra debilidad y desaliento… si diéramos


más expresión a nuestra fe, si nos alegrásemos más de las bendiciones que sabemos que
tenemos: la gran misericordia y el gran amor de Dios, tendríamos más fe y gozo.” (VEUC,
176)
3. La letra debe ser de un alto valor literario. “Cuando la letra es buena, es porque es creativa,
rica en contenido y bien compuesta. Enfoca su atención en lo positivo y refleja valores
morales, educa y eleva, y está de acuerdo con una buena teología bíblica.” (Documento
ASD en cuanto a la música, 2004). Las letras con escaso mensaje, vanamente repetitivas
(Mateo 6:7); traducciones pobres, que debilitan el mensaje perdiendo en calidad con
respecto al original; letras cuyo mensaje es ambiguo, pudiéndose clasificar como
irreverentes o que apelan únicamente a las emociones, se consideran inapropiadas.

“Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honorable, todo lo justo, todo
lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno
de alabanza, en esto pensad (cantad)”. Filipenses 4:8

El canto debe revelar armonía entre el mensaje que encierran las palabras y la melodía, sin
combinar lo sagrado con lo profano. Los cantos sagrados, cuya poesía tiende a confundirse
con temas seculares, se consideran inaceptables.

“… entre lo sacro y lo profano no diferencian, ni distinguen entre impuro y limpio…”


(Ezequiel 22:26) “… ¿No sabéis que la amistad con el mundo es enemistad con Dios? El que
quiera ser amigo del mundo, se vuelve enemigo de Dios.” (Santiago 4:4)

4. Los cantos a seleccionarse tendrán como objetivo primario, el enriquecimiento espiritual


de quienes los entonan y/o escuchan, por lo que deben “tener una letra que estimule
positivamente las habilidades intelectuales, así como las emociones y nuestro poder de
voluntad…” (Documento ASD en cuanto a la música, 2004) Debe guardar, así, una
apelación equilibrada entre la emoción y el intelecto y no tratar de cautivar únicamente los
sentidos, o apelar solamente al intelecto.
“Se empleaba la música con un propósito santo, para elevar los pensamientos hacia
aquello que es puro, noble y enaltecedor, y para despertar en el alma la devoción y
gratitud hacia Dios.” PP, 64
B. En cuanto a la música
1. Nuestra meta será, música de la más alta calidad, que esté en armonía con lo elevado y
santo del mensaje que acompaña.

“Todo lo que está conectado de cualquier manera con el culto religioso debe ser digno,
solemne e impresionante.” (VEUC, 471)

“…deben elegir himnos con música apropiada para la ocasión, no de notas fúnebres, sino
alegres, y con todo, melodías solemnes.” (VEUC, 483)

2. Debemos seleccionar, tanto del repertorio musical como de las composiciones


contemporáneas, aquellas que apelan no solamente a las fases emocionales sino también
a las intelectuales de nuestro ser; melodías llenas de significado, cargadas de valor musical,
inconfundiblemente sacras. Selecciones de los grandes maestros del pasado y el presente
que por la forma en que están compuestas, dan relevancia al mensaje espiritual que
acompañan. Una buena selección de estas melodías están incluidas en los 614 himnos
contenidos en nuestro nuevo Himnario Adventista.

3. Debido a su alto poder de evocación, debemos ejercer sumo cuidado para evitar la
inclusión de elementos seculares en la música que usamos en nuestras reuniones de culto;
la presencia de estos elementos dificulta la transmisión de los altos ideales de la fe
cristiana. Composiciones cuya melodía se confunde con las seculares, cuyos elementos
rítmicos ocupan el primer plano en la obra, o que están saturadas de acordes muy llenos
de disonancias, hacen que nuestra mente se distraiga del mensaje perdiéndose así la
bendición espiritual que necesita recibirse. Aún cuando a esta música se le asigne un buen
texto, espiritual o bíblico, no será en ningún caso suficiente para anular el efecto negativo
que la misma produce en el corazón.

“Pues aunque vivimos en el mundo, no militamos según el mundo.” (2 Corintios 10:3)


4. En la selección de la música que hacemos para nuestras reuniones de culto, debemos
tomar en cuenta que jamás habremos de rebajar los conceptos dignos de excelencia
espiritual con el fin de alcanzar a la gente donde se encuentra.

“Nunca rebajéis la verdad a fin de obtener conversos, sino procurad elevar a los pecadores
y corrompidos hacia la norma superior de la ley de Dios.” (Ev. 105)

“No te inclines ante los dioses de esos pueblos. No les rindas culto ni imites sus prácticas…”
(Éxodo 23:24, NVI)

“La verdad tiene el propósito de elevar al que la recibe, de refinar su gusto y santificar su
juicio. Debiera efectuarse un esfuerzo constante para imitar al grupo con el que esperamos
unirnos pronto, es decir, los ángeles de Dios que nunca han caído en pecado.” (Testimonios
I, 198)

C. En cuanto al uso de instrumentos en vivo o en pistas


“Llamad en vuestro auxilio instrumentos musicales, si es eso posible, y asciendan hacia Dios las
gloriosas armonías como una ofrenda aceptable.” (VEUC, 461)

1. Se estimula el uso de instrumentos, en sus distintas variedades, ejerciendo, sin embargo,


sumo cuidado en la inclusión de aquellos que están fuertemente asociados con la música
popular y folklórica, ya que ejecutados en dicho estilo distraen la mente de los
pensamientos de adoración.

2. Instrumentos que muchas veces requieren del uso exagerado de amplificación y cuyo
origen y uso están actualmente asociados con prácticas seculares degradantes (guitarra
eléctrica, bajo eléctrico, batería), no se consideran apropiados para las reuniones de culto
en nuestra iglesia.

“Pues aunque vivimos en el mundo, no militamos según el mundo” (1 Corintios 10:3)

“No améis el mundo, ni lo que hay en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del
Padre no está en él.” (1 Juan 2:15)

David creó instrumentos musicales expresamente para el culto a Dios…

“…para alabar al Señor con los instrumentos que fabriqué para rendir alabanza”. (1ª
Crónicas 23:5) “… y los levitas con los instrumentos de música que había hecho el rey David
para alabar al Señor, y que se habían usado cuando dio gracias diciendo: ‘su amor es para
siempre’…” (2 Crónicas 7:6)

3. La mejor forma de hacer de la música un elemento de riqueza en nuestras reuniones


espirituales, es a través de la alabanza que ofrecemos a Dios en vivo. Dada la abundancia
de opciones disponibles en nuestro medio, la iglesia Central de la Universidad de
Montemorelos, ha decidido no usar pistas como forma de acompañamiento para la música
de nuestros cultos.

“¡Todo lo que respira alabe al Señor! ¡Alabad al Señor!” (Salmo 150:6)

D. En cuanto a la selección
1. Los cantos a seleccionarse deben ser gozosos, pero solemnes, respetuosos y reverentes.

“Servid al Señor con reverencia, y alegraos con respeto.” (Salmos 2:11)

“Los que hacen del canto una parte del culto divino, deben elegir himnos con música
apropiada para la ocasión, no de notas fúnebres, sino alegres, y con todo, melodías
solemnes” (VEUC, 483; Evangelismo, 370)
2. Cantos que alaben a Dios por lo que Él es y por lo que Él ha hecho, hace y hará a favor de
su creación.

“El Señor es mi fortaleza y mi escudo. En él confió mi corazón, y fui ayudado. Por eso se
gozó mi corazón y con mi canción lo alabaré” (Salmos 28:7)

“Entonces toda la hueste celestial rodeó a su majestuoso Caudillo, e inclinóse ante El con
profundísima adoración, arrojando las brillantes coronas a sus pies. Después pulsaron las
áureas arpas, y con dulces y melodiosos acordes hinchieron todo el cielo de embelesadora
música y cánticos en loor del Cordero que había sido inmolado y sin embargo vive en
majestad y gloria.” (PE, pág. 190)

3. Deben seleccionarse acordes al tema, buscando que preparen la mente y el espíritu para la
oración y la recepción del mensaje bíblico.

“Dios acepta la música únicamente, cuando por su influencia los corazones se santifican y
se enternecen” (VEUC, 487)

4. Buscaremos, en nuestras selecciones, que tanto la letra como la melodía, llamen a la


reverencia y preparen el espíritu para la comunión con el cielo.

“Todo el servicio debe ser dirigido con solemnidad y reverencia, como si fuese en la visible
presencia del Maestro de las asambleas”. (VEUC, 462, 463)
“Cuando los seres humanos cantan con el espíritu y la comprensión, los músicos celestiales
toman la melodía y se unen en el canto de agradecimiento” (VEUC, 482)

E. En cuanto a la presentación
1. Debe ser presentada de una manera solemne, con sencillez y humildad, evitando todo
gesto o movimiento innecesario, que llame la atención al intérprete y distraiga la atención
al mensaje, ya que estamos ofreciéndola en adoración a Dios.

“… el Señor está en su santo templo. Calle delante de él, toda la tierra” (Habacuc 2:20)

“No se permita nada de naturaleza extravagante, porque esto echaría a perder la santidad
de la obra.” (Evangelismo, p.150)

“Las verdades preciosas que se nos han dado deben ser proclamadas con toda la
solemnidad y con sagrado temor reverente.” (Evangelismo, p. 150)

2. Presentarla de tal manera que el mensaje de alabanza y adoración queden en primer


plano, sin ser opacado por el acompañamiento instrumental, una amplificación excesiva,
coreografía, vestimenta llamativa, etc.

“Las formas, las ceremonias y las realizaciones musicales no constituyen la fortaleza de la


iglesia…” (VEUC, 487)

“A menudo el canto de los himnos sencillos por parte de la congregación tiene un encanto
que no poseen las selecciones de un coro, por mucha habilidad que tenga.” (Evangelismo,
p. 371)

3. Buscando que su ofrecimiento invite a la reverencia y prepare a la congregación para una


adoración que eleve el espíritu hasta Dios en el cielo.

“El canto de alabanza, la adoración, las palabras pronunciadas por los representantes de
Cristo, son los agentes designados por Dios, para preparar un pueblo para la iglesia
celestial, para aquel culto más sublime en el que no podrá entrar nada que corrompa.”
(VEUC, 480)
“Estos (los ángeles) se complacen en oír los sencillos cantos de alabanza expresados en un
tono natural. Ellos se unen con nosotros en los cantos en los que cada palabra se
pronuncia claramente, en un tono musical. Participan en las melodías cantadas con el
corazón, el espíritu y el entendimiento.” (Evangelismo, p. 372)

4. Cuidando la amplificación. Cuando la amplificación es muy alta, se distorsiona la música


robándole al que ofrece la alabanza la posibilidad de regular lo que se escucha; no permite
que se aprecie el mensaje (no se entienden las palabras). Se experimenta una sensación de
descanso cuando la presentación se acaba. La OMS recomienda que la amplificación no
exceda a los 75dB en el interior de aulas escolares. Considera que sobrepasar estos límites
en las aulas afectaría a la comprensión de la palabra (del artículo: Contaminación sonora y
fracaso escolar, de Néstor Antonio Pardo Rodríguez, terapeuta del lenguaje y
fonoaudiólogo). La pluma inspirada nos dice: “El ruido desconcertante aturde los sentidos y
desnaturaliza aquello que, si se condujera en la forma debida, constituiría una bendición…
El influjo de los instrumentos satánicos se une con el estrépito y el vocerío, (VEUC, p.465).
En el mismo capítulo se predice que este aumento de volumen acompañaría las
manifestaciones musicales del culto hacia el final del tiempo y lo presenta como una
estrategia de Satanás para “tornar ineficaz la pura, sincera, elevadora, ennoblecedora y
santificadora verdad para este tiempo.” (MS, T2, p. 41)

“He visto que la confusión desagrada al Señor, y que debe haber orden en la oración y
también en el canto… A Dios no le agrada la confusión de voces y la discordia… Y cuanto
más correcto sea el canto del pueblo de Dios, cuanto más glorificado será el señor,
beneficiada la iglesia y afectados favorablemente los incrédulos.” (JT 1, págs. 45,46)

5. El ideal para una interpretación musical en vivo es la que se presenta en un lugar donde,
existiendo una buena acústica, el uso de amplificadores no se hace necesario. Se
recomienda el uso de los micrófonos ambientales para las presentaciones musicales en
nuestra iglesia, ya que es la forma que más se acerca a la acústica natural.

F. En cuanto a la apariencia física de los participantes


1. La vestimenta debe estar constituida por vestidos formales, cuidadosamente
seleccionados, decorosos, discretos, nítidos – evitando proyectar una imagen descuidada.

“…Todos los que sienten consideración por el sábado debieran asear su persona y vestirse
con propiedad y buen gusto; porque tienen que presentarse delante de un Dios celoso que
se ofende debido a la falta de aseo y al desorden, y que nota todas las manifestaciones de
falta de respeto.” (Testimonios I, 249)

2. Las damas deben evitar el uso de faldas, blusas o vestidos cortos, translúcidos, con escotes
o aberturas pronunciadas, sin mangas, etc.

“También que las mujeres se atavíen con ropa decorosa, con pudor y modestia. No con
peinado ostentoso, ni con perlas o vestidos costosos…” (2 Timoteo 2:9)

3. Los caballeros vestirán formalmente (incluyendo corbata), cuidando que el cabello luzca
bien arreglado y proyecten además una imagen pulcra.

“…os ruego que presentéis vuestro cuerpo en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que
es vuestro culto espiritual” (Romanos 12:1)

“El Dios del cielo, cuyo brazo mueve al mundo, quien nos da vida y salud, nos ha dado
evidencia de que puede ser honrado y deshonrado por la vestimenta de los que ofician
ante él. Dio indicaciones especiales a Moisés en cuanto a todo lo relacionado con su
servicio… y especificó qué vestimenta debían usar los que habían de ministrar en su
servicio. Habían de mantener el orden en todo y especialmente mantener la limpieza.” (T2,
pág. 540:3)
“El vestido mismo recomendará la verdad ante los incrédulos. Será un sermón en sí
mismo.” (T e, pág. 542:0)

4. Especialmente vigilaremos que en todo momento, que nuestro arreglo personal, evite el
desvío de la atención del adorador al presentador, impidiendo que se reciba el mensaje y
quede así afectada la adoración.

G. En cuanto al lugar que tiene el canto congregacional en los cultos

1. En las reuniones de culto, la forma de alabanza por excelencia, radica en el


involucramiento activo de cada uno de los asistentes en los momentos de canto. Se
recomienda hacer esfuerzos resueltos por privilegiar el canto congregacional en los cultos
de nuestra iglesia.

“… En el canto no deben participar sólo unos pocos… pocas veces deben cantar sólo unos
pocos. La habilidad de cantar, es un talento de influencia que Dios desea que todos
cultiven y usen para la gloria de su nombre.” (VEUC, 484)

“Y a todos los que estaban en el cielo, en la tierra en el mar y debajo de la tierra, y a todas
las cosas que hay en ellos, les oí cantar: ‘Al que está sentado en el trono y al Cordero, sean
la alabanza, la honra, la gloria y el poder, por los siglos de los siglos.’” Apocalipsis 5:13

“La melodía del canto, exhalada de muchos corazones en forma clara y distinta, es uno de
los instrumentos de Dios en la obra de salvar almas.” (JT 2, pág. 195:2)

“Mientras en melodiosos acentos se elevaban himnos de alabanza cantados por millares


de alegres voces, el espíritu de mal parecía vencido…” (PP, 15:1)

II. PAUTAS GUIADORAS EN CUANTO A LA MÚSICA SECULAR

La música de esta naturaleza también deberá evaluarse a la luz de las instrucciones dadas en Filipenses 4:8 “Por lo
demás hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es
de buen nombre, si hay virtud alguna, si alguna alabanza en esto pensad.”

A. Música aceptable

La manera de vivir de los Adventistas del Séptimo Día, requiere que cada cristiano realice una
cuidadosa discriminación y que reconozca su responsabilidad al seleccionar música secular con fines
personales o para presentar en público.
Música de la siguiente categoría se considerará aceptable para ser usada como música ambiental o
en programas de esta Universidad:

1. Música secular de todas las épocas que se caracterice por mostrar un balance saludable en
los elementos de ritmo, melodía y armonía y cuya letra exprese ideales de alto valor.
2. Música folklórica y/o patriótica que realce los valores étnico-culturales genuinos y que no
presente las prácticas nocivas de los pueblos: vicios, miseria, despecho, rebeldía,
corrupción, etc.
3. Música del repertorio clásico universal, música de carácter didáctico-escolar y canciones
infantiles, que posean buena música y letra sana, elegidas apropiadamente para la ocasión.

(La Música) “…debidamente empleada es un precioso don de Dios, destinada a elevar los
pensamientos a temas más nobles y a inspirar y elevar el alma.” (Ed, 163)

B. Música no aceptable

Música de las siguientes categorías no se considerará aceptable para ser usada en programas de esta
Universidad:

1. Música cuyo ritmo sea el elemento predominante de la pieza, bailable o que invite a bailar
“La música bailable”.. destruye todo aprecio por los pensamientos serios y los servicios
religiosos” (HC, 469)

“Los cristianos verdaderos no han de procurar las diversiones que tienden a debilitar el
amor a las cosas sagradas y a aminorar nuestro gozo en el servicio de Dios… es un medio
que Satanás usa para hacer que los hombres se olviden de Dios y le deshonren.” (HC, 470)

2. Cantos de la corriente popular, cuyo carácter sea vulgar, seductor, inmoral o poco
refinado, que obstaculizan el desarrollo de un carácter cristiano porque despiertan
pensamientos impuros e inducen a una conducta reprochable. Las distorsiones del ritmo,
la melodía y la armonía que caracterizan a estos estilos, destruyen la apreciación por
aquello que es bueno y santo.

3. Géneros musicales, que con su fascinante exhibicionismo y su música perturbadora, los


disfraces, el baile, la mesa de barajas, Satanás lo emplea para derribar las barreras de los
principios y abre la puerta para la sensualidad. (HC, 515; PP491)

4. Canciones de protesta, ya que alientan el espíritu de inconformidad y contribuyen a


destruir la unidad y el espíritu de respeto a la autoridad.

5. Canciones cuya música y/o letra sean incompatibles con las normas de la verdad,
honestidad y pureza (temas que hablan de crímenes, despecho, amor libre, sexo, vicios,
etc.)

6. Composiciones con mala poesía, faltas de sentido, con sentimentalismo enfermizo o


frivolidad que desvían la mente de todo aquello que es bueno, noble y enaltecedor.

En cuanto a esto, es conveniente tomar en consideración la siguiente advertencia: “Me fue


revelado que los jóvenes deben tomar una posición más elevada, y hacer de la Palabra de
Dios su guía y consejera… La introducción de música en sus hogares, en lugar de instarlos a
la santidad y a la espiritualidad, ha sido el medio de apartar sus mentes de la verdad. Los
cantos frívolos y las piezas musicales populares y de moda, parecen agradar su gusto. Los
instrumentos de música han tomado tiempo que debiera haberse dedicado a la oración. La
música, cuando no se abusa de ella, es una gran bendición; pero cuando se le emplea mal,
es una maldición terrible.” (Testimonios para la Iglesia, T1, págs. 496,497)

C. Forma de interpretación

La música a presentarse en cualquiera de los diferentes programas que se llevan a cabo en esta
Universidad, puede ser ejecutada en una forma seria, alegre y entusiasta, ya sea en solo o en grupo y
puede ser tanto instrumental como vocal; sin embargo, al presentar un canto o pieza instrumental,
es importante tomar en cuenta las siguientes recomendaciones:

1. Prescindir del uso de sonoridades estridentes, la amplificación exagerada, las distorsiones


de la voz y el estilo exagerado y poco refinado de los cantantes populares

“…hágase todo para edificación… porque Dios no es un Dios de confusión, sino de paz.” (1
Corintios 14:26,33)

2. Descartar los movimientos sensuales o gesticulaciones reprobables al presentar cualquier


número musical

“No os conforméis a este mundo, sino transformaos mediante la renovación de vuestro


entendimiento, para que podáis comprobar cuál es la voluntad de Dios, que es buena,
agradable y perfecta.” (Romanos 12:2)
3. Eliminar de cualquiera de nuestros programas el uso de instrumentos que actualmente
están fuertemente relacionados con géneros musicales cuestionables (rock, jazz, música
romántica sensual, etc.)

“Amados, como a extranjeros y peregrinos que sois, os ruego que os abstengáis de los
deseos carnales que combaten contra el alma.” (1 Pedro 2:11)

CONCLUSIÓN

Este documento, como su nombre lo indica, intenta ofrecer pautas guiadoras a aquéllos que sinceramente buscan
conocer los principios sobre los que, como ASD, fundamentamos la selección de nuestra música. No pretende establecer
una plataforma de discusión estéril (1 Corintios 11:16), aunque sí una de estudio de las fuentes inspiradas, buscando la
dirección de Dios, para la comprensión y aplicación de los principios a las selecciones que hagamos de la música que
ejecutaremos o escucharemos, personalmente o en el seno de nuestra familia (Romanos 14:22). En lo que tiene que ver
con la música que seleccionamos para ofrecer en los cultos, nuestros programas, los dormitorios, comedor y cualquier
otro lugar público Universitario, estos principios determinarán el fundamento de nuestra selección (Deuteronomio
12:8), buscando siempre contribuir a la paz, la mutua edificación y el no causar tropiezo a otros (Romanos 14: 19,20).
Extendemos, además, un llamado a toda nuestra comunidad universitaria, a mantener siempre presente, que formamos
parte de un pueblo que está en este mundo pero no es de este mundo (2 Corintios 10:3, Juan 17:14-16). Hemos sido
llamados a ser luces, y a vivir de tal manera que despertemos en otros sed por las realidades eternas. En todo lo que
hacemos, debemos revelar el compromiso que tenemos con la misión de Cristo y como el patriarca Enoc, caminar de tal
manera que cuando Cristo venga pueda reclamarnos como suyos.

BIBLIOGRAFÍA

Iglesia Adventista del Séptimo Día. (1960) 28 Creencias de los Adventistas del Séptimo Día. Nampa, Idaho, EUA:
Publicaciones Interamericanas

____________(2005) Manual de la Iglesia. Colombia: Gema Editores

Documento ASD en cuanto a la Música (2004)

White, Elena Harmon de. (1987) La Educación. Florida, EUA: Asociación Publicadora Interamericana

_____________(1975) Evangelismo. Buenos Aires, Argentina: Asociación Casa Publicadora Sudamericana.

_____________(1990) Hogar Cristiano. Buenos Aires, Argentina: Asociación Casa Publicadora Sudamericana.

______________(1955) Patriarcas y Profetas. Montemorelos, Nuevo León: Publicaciones Interamericanas.

______________(1962) Primeros Escritos. Mountain View, California: Publicaciones Interamericanas

______________(1995) La Voz, su Educación y su Uso Correcto. Miami, Florida: Asociación Publicadora Interamericana.

______________(2003) Testimonios para la Iglesia, Tomo 1, Colombia: Gema Editores.

______________(1996) Testimonios para la iglesia, Tomo 2, Colombia: Gema Editores.

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