Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Tema 4 - La Evolución Del Pensamiento Económico
Tema 4 - La Evolución Del Pensamiento Económico
económico
1 INTRODUCCIÓN.
La Economía es la ciencia que estudia la manera en la que las sociedades utilizan los
recursos escasos para producir mercancías valiosas y distribuirlas entre las
diferentes personas y grupos sociales. Su objeto es explicar los fenómenos
económicos:
1) Economía es una ciencia por tener objeto propio, que son los fenómenos económicos,
un método y un conjunto de teorías económicas capaces de explicar esos fenómenos.
Toda ciencia se caracteriza por ser un conjunto de teorías o hipótesis, en los que se ha
aplicado criterios del método científico (contraste de hipótesis con la evidencia empírica).
Se utilizan dos métodos (combinadamente a veces):
Vamos a ver las principales corrientes económicas, sobre todo hasta el siglo XX.
2.1 Generalidades
La Economía es una ciencia que acumula conocimientos a través de teorías que han
ido perfeccionándose. El progreso científico en Economía ha provocado la sustitución
de unas teorías por otras, conforme se han ido necesitando resolver los problemas
económicos de cada época. Las teorías económicas han tratado de explicarnos los
fenómenos económicos, bajo el prisma de su veracidad científica. Estas teorías no han
ido evolucionando en línea creciente, sino que zigzagueado.
El pensamiento económico acumulado, desde la corta historia que tiene la Economía
como ciencia, ha evolucionado conforme a los problemas propios del momento. Dentro
de la Teoría Económica actual tendremos que distinguir entre la época precientífica
(hasta la primera mitad del XVIII), y la ciencia económica, desde aquél entonces.
Probablemente la frontera la marca Adam Smith con su libro LA RIQUEZA DE LAS
NACIONES, de 1776.
Los autores griegos no hicieron ciencia y escribieron sobre aspectos económicos sin
desligarse de la moral y la política. Los sofistas veían importante el comercio y desligarse
de las ciudades y rechazaban el sistema esclavista y la existencia de clases sociales. El
comercio fomentaba las relaciones entre los individuos con libertad. Los socráticos,
como Platón y Aristóteles, mostraron un punto de vista económico conservador,
contrarios al enriquecimiento por ser inmoral. La agricultura es bien vista en los escritos
griegos, y contrariamente, comerciantes y artesanos son ciertamente desdeñados.
Los autores romanos fueron menos fructíferos que los griegos. La cultura romana aportó
la creación de las vías de comunicación y con éstas el intercambio y el aporte jurídico a
la propiedad, los contratos y el derecho a testar. Los pensadores romanos tenían ideas
similares a los socráticos en su transfondo moral y político. Contrarios a la expansión,
fomentan la agricultura, contrarios a los intereses y al comercio. Los principales autores
son (Paladio, Columela, Catón y Varron).
Los mercantilistas desde el XVI al XVIII, más que una escuela fue un conjunto de
escritores y funcionarios que mostraron sus ideas sobre el comercio. La idea fundamental
de esta corriente es que el oro y los metales preciosos son la esencia de la riqueza.
Aconsejan la acumulación de metales nobles (Bullonismo) y estudian el dinero, al que
por primera vez consideran como una mercancía más cuyo valor viene dado por su
escasez o abundancia relativa. La economía mundial es vista como un juego de suma cero
en el que el enriquecimiento de uno implica necesariamente el empobrecimiento de otro.
Se trata de robustecer la producción interior y de debilitar el proteccionismo de los demás
países.
La publicación del libro “La Riqueza de las Naciones” de Adam Smith en 1776, es
considerado el origen de la Economía como ciencia. Los clásicos escribieron en una época
en la que la industria estaba conociendo un desarrollo sin precedentes. Su preocupación
principal fue el crecimiento económico y temas relacionados como la distribución, el
valor, el comercio internacional, etc. Uno de sus objetivos principales fue la denuncia
de las ideas mercantilistas restrictivas de la libre competencia que estaban aún muy
extendidas en su época. Para Adam Smith, el Estado no debía intervenir en economía
(laissez faire) porque al actuar libremente los hombres en la búsqueda de su propio interés
beneficiaban al resto (mano invisible).
Adam Smith tuvo muchos seguidores que componen la llamada ESCUELA CLÁSICA.
Fue la época de la CIENCIA LÚGUBRE. Malthus, estudiando la población y Ricardo las
rentas, llegaron a conclusiones muy pesimistas. Consideraban que la fase de crecimiento
acabaría en un Estado estacionario con salarios de subsistencia. Los clásicos tratan de
entender porqué los diamantes tienen un precio superior al agua a pesar de que ésta es
mucho más útil para la vida del hombre. Distinguen por tanto entre valor de uso y valor
de cambio. Estos conceptos serán la base teórica utilizada en El Capital de Karl Marx.
A partir de la década de 1870 tres grandes economistas inician esta corriente: Carl
Menger (Viena), en torno al cual se forma la Escuela Austriaca; Leon Walras, creador
de la Escuela de Lausana; y William Stanley Jevons. Sus aportaciones incluyen los
conceptos de coste de oportunidad, coste marginal, la utilidad marginal y equilibrio
general que siguen siendo hoy el cuerpo principal de los manuales de economía. Son las
conductas de los productores y los consumidores tratando de maximizar sus beneficios y
su utilidad las que conducen a una situación de equilibrio general. Son los neoclásicos los
que explican satisfactoriamente el problema del precio de los diamantes y el agua. El
precio de todas las cosas es un resultado del equilibrio entre su oferta y su demanda. La
primera gran síntesis de la ciencia económica, englobando las doctrinas de los clásicos
con la de las diferentes escuelas marginalistas, la realiza A. Marshall cuyo libro Principios
de Economía fue el primer manual moderno de Economía.
La Escuela Austriaca, que había sido fundada por Menger, se ha mantenido durante todo
el siglo XX en su tradición metodológica, fuertemente crítica con todos los paradigmas
dominantes. Desde la concesión del Premio Nobel de Economía en 1974 a F.A. von
Hayek, uno de sus más destacados líderes, está conociendo un rejuvenecimiento y
expansión de su influencia y prestigio.
En la década de los años treinta los países de occidente sufrieron la más grave crisis
económica conocida hasta la fecha: la Gran Depresión. El marginalismo no estaba
capacitado para explicar ese fenómeno. En 1936 J.M. Keynes publica su “Teoría
General de la Ocupación, el Interés y el Dinero”, el libro que, sin duda alguna, ha
influido de forma más profunda en la forma de vida de las sociedades industriales tras la
segunda Guerra Mundial. Las decisiones de ahorro las toman unos individuos en función
de sus ingresos mientras que las decisiones de inversión las toman los empresarios en
función de sus expectativas. No hay ninguna razón por la que ahorro e inversión
deban coincidir. Cuando las expectativas de los empresarios son favorables, grandes
volúmenes de inversión provocan una fase expansiva. Cuando las expectativas son
desfavorables la contracción de la demanda puede provocar una depresión. El Estado
puede impedir la caída de la demanda aumentando sus propios gastos.
Atendiendo a las propuestas keynesianas, los gobiernos de los países industriales
iniciaron una activa política de intervención aumentando progresivamente sus gastos y
el peso del sector público. El keynesianismo fue adoptado como paradigma dominante en
todas las universidades occidentales. Esta vez es Paul Samuelson el que realiza la síntesis
teórica entre las diversas corrientes dando lugar al neokeynesianismo como una fusión
de la teoría neoclásica con la keynesiana. Algunos economistas, los llamados
postkeynesianos, consideran sin embargo que las ideas de Keynes fueron excesivamente
deformadas por esa fusión y por los vulgarizadores y que en su forma original aún tienen
mucho que aportar para comprender el funcionamiento de la economía.
Durante los años cincuenta y sesenta del siglo veinte, sólo un pequeño grupo, los
monetaristas nucleados en la llamada Escuela de Chicago bajo el liderazgo de Milton
Friedman, mantuvieron un espíritu crítico, condenando la discrecionalidad en la política
económica, el excesivo peso del Estado, y proponiendo alternativas basadas en las más
tradicionales medidas de tipo monetario. La crisis económica de los años setenta al
presentar simultáneamente inflación y paro (estanflación), algo inexplicable para los
esquemas keynesianos, les dio la razón en muchas cuestiones. De esta escuela surgen las
corrientes neoliberales que dominaron la ciencia económica durante los años setenta y
ochenta.
A finales del siglo diecinueve y principios del veinte un grupo de economistas americanos
desarrollan un método de análisis de la realidad social que se conoció como la escuela
institucionalista. Destacan estos autores el papel que tienen en el sistema económico los
hábitos de conducta y de pensamiento de la comunidad que quedan plasmados en las
instituciones sociales. Aunque durante mucho tiempo se consideró que era una corriente
de pensamiento “extinguida”, su influencia siguió presente en mayor o menor medida en
un gran número de economistas contemporáneos.
Durante la segunda mitad del siglo veinte surgieron algunas corrientes de la teoría
económica que analizaban campos aparentemente dispersos y muy específicos: el
Análisis Económico del Derecho, la Elección Pública, la nueva teoría de la empresa y los
contratos, la teoría de los costes de transacción y la economía de la información, entre
otras. En la actualidad se acepta que todas estas corrientes forman parte en realidad de un
programa de investigación que se conoce como neoinstitucionalismo.
En cuanto a los disidentes de la izquierda, cabe destacar John Kenneth Galbraith, que
en el último cuatro del siglo XX ha supuesto una crítica constante a la sociedad
consumista, a las grandes empresas que engañan con su publicidad y al capitalismo
exacerbado que provoca desigualdades sociales.
Existe otra corriente que la podrías denominar la economía radical, que son aquellos
pensadores que modificarían totalmente el régimen capitalista mixto actual, como John
G. Gurley. Sus premisas son: oposición al imperialismo, mayor equidad, rechazo a los
mercados (los gustos de los consumidores están manipulados), planificación económica
democrática.
3 LA ESCUELA CLÁSICA.
La Escuela Clásica del siglo XVIII Y XIX tiene como principales raíces, el
mercantilismo (desde el punto de vista práctico) y los escolásticos (desde el punto de vista
moral o ético). Los autores clásicos fueron los primeros economistas que hicieron ciencia
ya que: relacionaron fenómenos económicos construyendo modelos teóricos, descriptivos
y explicativos, identificaron causas y efectos, formularon conceptos y principios,
recogieron y analizaron datos, enunciaron leyes de comportamiento. Han influido mucho
en economía y ciencias sociales.
3.1.4 Malthus.
Es uno de los primeros autores que habla del empresario. Enunció una importante teoría
basada en la demanda, y no en la oferta.
3. La Ley de Say: vulgarmente dice que “toda oferta crea su propia demanda”. Surge
como fundamento al debate de una crisis de mercado (principios del XIX) y es también
llamada LEY DE LOS MERCADOS o LEY DE LAS SALIDAS y se puede formular de
varias formas:
b. Identidad de Say: en una economía monetaria en la que el dinero sirve como medida
de las mercancías, el valor de los n-1 productos demandados es igual al valor de los n-1
productos ofrecidos. Esto se origina cuando la demanda de dinero es igual a la oferta de
dinero.
5. Teoría del Comercio Internacional: Smith aporta que la división del trabajo es tanto
mayor cuanto mayor sea la expansión del mercado (y la expansión del mercado puede
venir promovida por el comercio). Smith postuló la teoría de la ventaja absoluta, al decir
que el comercio se entabla sobre la base de la ventaja absoluta, es decir, las mercancías
serán producidas allí donde los recursos que necesitan sean los más bajos en términos
absolutos. La ventaja del comercio es comprar más barato en el exterior que en el interior.
Además se habla de las virtudes de la exportación al servir para expansionar el mercado
aprovechándose de las ventajas de la división del trabajo. La teoría más importante es la
de la ventaja comparativa (a un país le puede beneficiar importar mercancías en las que
goza de ventaja absoluta).
6. Teoría del Valor: Smith solía confundir valor de uso y valor de cambio, pero Ricardo
estableció como valor de uso el valor que cada persona le da a los bienes (que no es
medible) y valor de cambio el valor que adquieren los bienes en el intercambio, el cual
viene establecido por la cantidad de trabajo que lleva incorporado el bien y también por
su escasez. Es por lo que Smith decía que la riqueza de un país venía medido por el
producto anual de la tierra y el trabajo. Llegan a la conclusión de que los bienes del medio
ambiente no tienen un valor de cambio debido a su abundancia, aún cuando tienen valor
de uso. Entienden que es la naturaleza la que provee gratuitamente de esos bienes.
7. Teoría clásica de la distribución: según Adam Smith, los salarios se fijan en función
de la oferta y la demanda en el corto plazo, pero a la larga los salarios tienden a los de
subsistencia. Para Ricardo la ley de la distribución era la parte más importante de la teoría
económica, separando los salarios, los beneficios y las rentas de los terratenientes. Los
rendimientos decrecientes limitan el crecimiento, por tanto las rentas suben y los salarios
bajan, porque lo que se lleva una clase social se lo quita a otra.
8. Teoría monetaria: Smith recalcaba constantemente que el dinero no era riqueza sino
más bien una mercancía de aceptación general, permitiendo la transición de una economía
de trueque a una de intercambios monetarios. Ya hablaban de los efectos de una subida
de precios en las exportaciones, y de como se puede conseguir el equilibrio cuando se
compra en el exterior.
4 LA CRÍTICA MARXISTA.
Las teorías de Marx aún están vivas y son de una importancia vital. Los países comunistas
han llevado a cabo muchas de las ideas de este filósofo de la economía. Su gran obra fue
El Capital (1867) y sobre el valor-trabajo. Supone que lo que da valor a una mercancía es
la cantidad total de fuerza de trabajo utilizada para producirla. Marx se dio cuenta que en
el capitalismo competitivo los precios del mercado no eran necesariamente iguales a los
valores-trabajo, y dedujo que era porque los capitalistas recibían unos ingresos
adicionales a los costes laborales, una plusvalía. Por plusvalía Marx entiende la
diferencia entre los ingresos y los costes laborales, que comprenden los costes directos
del trabajo contratado y los indirectos del trabajo utilizado para producir bienes de capital
y, por tanto, encerrados en el capital utilizado. Como los trabajadores se ven obligados a
vender su trabajo a los capitalistas y los capitalistas les pagan solamente una parte del
valor del producto. En el caso de no utilizarse maquinaria, la tasa de plusvalía es el
cociente entre los beneficios y los salarios. Lo que aportó Marx, sobre la teoría del valor
de Ricardo, es que dejó al descubierto la naturaleza del beneficio, como una renta no
ganada o no merecida.
Utilizando su teoría Marx describió una transición a una sociedad socialista y las
expropiaciones son expropiadas, es decir, los trabajadores arrebatan la plusvalía.
Con el paso de las décadas se pudo comprobar como el drama de Marx no estaba
representándose como él había esperado. Los trabajadores estaban disfrutando de salarios
cada vez más altos y de menos horas, la participación en el trabajo en la renta nacional
estaba creciendo, etc. Las urnas dieron poder al pueblo, los sindicatos actuaron de freno
en la desigualdad laboral y el Estado ha intentado poner freno a los fallos de mercado
propios del capitalismo. Marx estaba en lo cierto en muchas cosas. Por ejemplo, sostenía
que a los individuos nos mueven los intereses económicos y que solemos actuar en
consecuencia.
5 LA ECONOMÍA NEOCLÁSICA
Los autores clásicos habían insistido en los costes, descuidando la demanda. Habían
centrado sus esfuerzos en analiza la oferta. Alrededor de 1870 surge la “revolución
marginal”, cuyo término fue acuñado por el más que curioso descubrimiento simultáneo
pero independiente del principio de la utilidad marginal decreciente, como bloque
fundamental de una nueva clase de microeconomía estática. Así fue como Stanley Jevons
en Inglaterra, Carl Menger en Austria (también llamados marginalistas) y León Walrás
en Suiza llegaban a conclusiones casi exactas. Esta revolución supuso la comprensión de
que las preferencias de los consumidores (utilidad) influían en la demanda de la
mercancía (demanda depende de la utilidad marginal). Crearon la teoría completa del
mecanismo de mercados.
Se preocuparon por precisar supuestos donde analizar y validar las hipótesis del mercado
perfecto: homogeneidad del producto; pequeñas alteraciones de bienes producidos o
consumidores no afectaron a precios; la información perfecta; posibilidad de entrar y salir
en el mercado.
1) Jevons: creía que el valor es subjetivo. El grado final de utilidad a obtener será el grado
de utilidad de la última adición o de la posible adición siguiente, de una cantidad muy
pequeña o infinitamente pequeña, del bien. Sostuvo que el valor del placer y del dolor
varían según cuatro circunstancias: intensidad, duración, certeza o incertidumbre y
proximidad o distancia. Jevons definió la mercancía como un objeto, sustancia, acción o
servicio, que proporcionar placer o evitar dolor.
Fueron precursores del cálculo infinitesimal económico y uso intensivo del método
deductivo.
6 CONCLUSIÓN.
A lo largo de la historia escrita han surgido pensadores que han escrito sobre temas
económicos. Pero la Economía no surge como ciencia hasta que Adam Smith no escribió
LA RIQUEZA DE LAS NACIONES. Desde entonces hasta ahora un sin fin de escuelas
han tratado de dar solución científica a los problemas económicos.