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TUTELA JUDICIAL EFECTIVA DESDE LA PERSPECTIVA TEÓRICA:

Para comprender mejor que es la tutela judicial efectiva, necesitamos saber el


significado de las palabras por separado, comencemos definiendo que es la tutela:

La tutela es la protección, defensa, custodia de una persona o de alguna cosa.


Ahora bien veamos que es la tutela judicial: se refiere a toda persona que tiene
derecho a acudir a los órganos judiciales, en defensa de sus intereses legítimos.

El derecho a la tutela judicial como una garantía se incorporó a la Carta Magna de


Guatemala de 1985 para su interpretación de la Constitucionalidad se basó en el
Pacto de San José

Un derecho básico como es la tutela judicial efectiva garantiza que cualquier


persona pueda iniciar un proceso legal con tal de solicitar que se repare la
vulneración de sus derechos.

La tutela judicial efectiva es un derecho fundamental de los ciudadanos, existen


dos corrientes:

Una corriente ha señalado que a pesar de la falta de claridad que existe en la


legislación nacional en cuanto a su regulación, el principio de tutela judicial
efectiva está desarrollado limitadamente a lo establecido en los artículos 28 y 29
que se complementan con los artículos 12 y 203 de la Constitución Política de la
República de Guatemala.

 Artículo 28 de la Constitución política de la República de Guatemala.-


Derecho de petición. Los habitantes de la República de Guatemala tienen
derecho a dirigir, individual o colectivamente, peticiones a la autoridad, la
que está obligada a tramitarlas y deberá resolverlas conforme a la ley. En
materia administrativa el término para resolver las peticiones y notificar las
resoluciones no podrá exceder de treinta días. En materia fiscal, para
impugnar resoluciones administrativas en los expedientes que se originen
en reparos o ajustes por cualquier tributo, no se exigirá al contribuyente el
pago previo del impuesto o garantía alguna.

 Artículo 29 de la Constitución política de la República de Guatemala.- Libre


acceso a tribunales y dependencias del Estado. Toda persona tiene libre
acceso a los tribunales, dependencias y oficinas del Estado, para ejercer
sus acciones y hacer valer sus derechos de conformidad con la ley. Los
extranjeros únicamente podrán acudir a la vía diplomática en caso de
denegación de justicia. No se califica como tal, el solo hecho de que el fallo
sea contrario a sus intereses y en todo caso, deben haberse agotado los
recursos legales que establecen las leyes guatemaltecas.

 Artículo 12 de la Constitución política de la República de Guatemala.-


Derecho de defensa. La defensa de la persona y sus derechos son
inviolables. Nadie podrá ser condenado, ni privado de sus derechos, sin
haber sido citado, oído y vencido en proceso legal ante juez o tribunal
competente y preestablecido. Ninguna persona puede ser juzgada por
Tribunales Especiales o secretos, ni por procedimientos que no estén
preestablecidos legalmente.

 El artículo 203 de la Constitución Política de la República de Guatemala:


“Independencia del organismo judicial y potestad de juzgar. La justicia se
imparte de conformidad con la Constitución y las leyes de la República.
Corresponde a los tribunales de justicia la potestad de juzgar y promover la
ejecución de lo juzgado. Los otros Organismos del Estado deberán prestar
a los tribunales el auxilio que requieran para el cumplimiento de sus
resoluciones. Los magistrados y jueces son independientes en el ejercicio
de sus funciones y únicamente están sujetos a la Constitución de la
República y a las leyes. A quienes atentaren contra la independencia del
Organismo Judicial, además de imponérseles las penas fijadas por el
código penal, se les inhabilitará para ejercer cualquier cargo público. La
función jurisdiccional se ejerce, con exclusividad absoluta, por la Corte
Suprema de Justicia y por los demás tribunales que la ley establezca.
Ninguna otra autoridad podrá intervenir en la administración de justicia.”

La otra corriente es fundamentada en la doctrina, básicamente la del derecho


internacional, manifestando que la tutela efectiva doctrinariamente comprende en
un triple e inescindible enfoque que se describe como: -la libertad de acceso a la
justicia, -de obtener sentencia de fondo, -que esa sentencia se cumpla, -el
derecho al recurso legalmente previsto.

El derecho a la tutela judicial efectiva comprende:

primer término el derecho de acceso a la jurisdicción, es decir a ser parte en


un proceso promoviendo la función jurisdiccional se trata de la instancia inicial del
ejercicio del derecho en el que la protección debe ser fuerte ya que de él
dependen las instancias posteriores, una de las manifestaciones concretas de
este primer momento está dado por el deber de los jueces de posibilitar el acceso
de las partes al juicio, sin restricciones irrazonables, y de interpretar con
amplitud las leyes procesales en cuanto a la legitimación, pues el rechazo de
la acción en virtud de una interpretación restrictiva o ritualista importa
una vulneración al derecho a la tutela judicial efectiva, de ello deviene una
serie de principios que se aplican en los distintos ámbitos del derecho de fondo y
el derecho procesal, tales como: in dubio pro reo, in dubio pro operario.

El segundo momento del derecho a la tutela efectiva se da por el derecho


de obtener una sentencia sobre el fondo de la cuestión, esto significa que la
decisión sea favorable a la pretensión formulada, lo primordial es que la resolución
sea motivada y fundada, es decir que sea razonable y justa.

El tercer momento que contempla el derecho a la tutela se necesita que la


resolución judicial se cumpla, de lo contrario el reconocimiento de derechos
establecidos serán vanos.

El derecho que tenemos todos a la tutela judicial nos garantiza un mecanismo


eficaz que permite establecer una situación jurídica, vulnerada y el derecho de
acceso.
La tutela judicial efectiva es un conjunto de instituciones de origen eminentemente
procesal, cuyo propósito consiste en cautelar la libre, real e irrestricto acceso de
todos los justiciables a la prestación jurisdiccional a cargo del estado, que se lleva
a través de un proceso que revisa los elementos necesarios para hacer posible la
eficacia del derecho aquél por el cual toda persona como integrante de una
sociedad, tiene acceso a los órganos jurisdiccionales para el ejercicio o defensa
de sus derechos e intereses, como sujeción a que sea atendida a través de un
proceso que le ofrezca garantías mínimas para su efectiva realización, de esa
manera proporcionándole la certeza legal de que su petición será recibida y
resuelta por el ente encargado de impartir justicia.

La tutela judicial es la finalidad y el objetivo que una persona tiene a través de


realizar una acción penal, y cuando la tutela es una tutela judicial se tendrá por
entendido que debe de ser otorgada por el órgano jurisdiccional.

Por lo tanto podemos resumir la Tutela Judicial Efectiva como una garantía
compleja cuyo contenido se determina con base a otros derechos o garantías
concretas, interdependientes unos de otros. Y estos derechos se pueden sintetizar
en los siguientes:

Derecho de acceso a la jurisdicción; esto es, a ser oído por un tribunal


independiente e imparcial;

derecho al debido proceso; que implica la existencia de garantías mínimas


tendentes a asegurar un resultado justo y que incluye el derecho a la defensa, a la
igualdad de oportunidades, la equidad procesal y la utilización de los medios de
impugnación;

Derecho a una resolución de fondo, fundada en Derecho; que incluye el control de


la motivación de las resoluciones judiciales;

Derecho a la tutela cautelar;

Derecho a la ejecución.
En Guatemala la tutela judicial efectiva se encuentra regulada en uno de los
artículos del código procesal Penal, pero no podemos decir que un artículo sea el
que regule en si la tutela judicial,

Artículo 4 Código Procesal Penal: Juicio previo. Nadie podrá ser condenado,
penado o sometido a medida de seguridad y corrección, sino en sentencia firme,
obtenida por un procedimiento llevado a cabo conforme a las disposiciones de
este Código y a las normas de la Constitución, con observancia estricta de las
garantías previstas para las personas y de las facultades y derechos del imputado
o acusado. La inobservancia de una regla de garantía establecida en favor del
imputado no se podrá hacer valer en su perjuicio.

Artículo 5 del Código Procesal penal: en el que especifica que “El proceso penal
tiene por objeto la averiguación de un hecho señalado como delito o falta y de las
circunstancias en que pudo ser cometido; el establecimiento de la posible
participación del sindicado; el pronunciamiento de la sentencia respectiva, y la
ejecución de la misma. La víctima o el agraviado y el imputado, como sujetos
procesales, tienen derecho a la tutela judicial efectiva. El procedimiento, por
aplicación del principio del debido proceso, debe responder a las legítimas
pretensiones de ambos.”

Artículo 7 del código Procesal Penal: Independencia e imparcialidad. El


juzgamiento y decisión de las causas penales se llevará a cabo por jueces
imparciales e independientes, sólo sometidos a la Constitución y a la ley. La
ejecución penal estará a cargo de los jueces de ejecución. Por ningún motivo las
restantes autoridades del Estado podrán arrogarse el juzgamiento de causas
pendientes o la reapertura de las ya terminadas por decisión firme. Nadie puede
ser juzgado, condenado, penado o sometido a medida de seguridad y corrección,
sino por los tribunales designados por la ley antes del hecho de la causa.

Y estos artículos tienen relación con el artículo 29 de la Constitución Política de la


República de Guatemala.
Artículo 29 de la Constitución Política de República de Guatemala: Libre acceso a
tribunales y dependencias del Estado. Toda persona tiene libre acceso a los
tribunales, dependencias y oficinas del Estado, para ejercer sus acciones y hacer
valer sus derechos de conformidad con la ley. Los extranjeros únicamente podrán
acudir a la vía diplomática en caso de denegación de justicia. No se califica como
tal, el solo hecho de que el fallo sea contrario a sus intereses y en todo caso,
deben haberse agotado los recursos legales que establecen las leyes
guatemaltecas.

La tutela judicial efectiva en la corte interamericana sobre derechos


humanos:

Como derechos inherentes a la persona y anteriores a su proclamación, los


derechos humanos son derechos fundamentales que el hombre posee por el
hecho de ser hombre, por su propia naturaleza y dignidad, estos derechos son
inherentes y que lejos de nacer con una concesión de la sociedad política, han de
ser por esta consagrados y garantizado.

Esta debe entenderse derechos del hombre y de la mujer, pues con esenciales en
su condición de seres humanos con el propósito de que puedan desarrollarse y
disfrutar su estadía dentro de la sociedad.

La Corte Interamericana de Derechos Humanos se refiere a la tutela judicial


efectiva y el derecho del imputado de ser juzgado dentro de un plazo razonable,
como garantías judiciales y extendiendo a la facultad recursiva que tienen los
ciudadanos ante la conculcación de derechos fundamentales.

También ha dispuesta la Corte desde sus primeras sentencias contenciosas en los


casos Velásquez Rodríguez y Godínez Cruz que para cumplir con lo dispuesto por
el artículo 25 no basta con la existencia formal de los recursos, sino que estos
deben ser adecuados y efectivo para remediar la situación jurídica infringida.
O sea cualquier norma o medida que impida o dificulte hacer uso del recurso de
que se trata, constituye una violación del derecho de acceso a la justicia, según
los dispone el artículo 25 de la convención.

Artículo 25 de la convención americana de los derechos humanos: “Protección


Judicial
1. Toda persona tiene derecho a un recurso sencillo y rápido o a cualquier otro
recurso efectivo ante los jueces o tribunales competentes, que la ampare contra
actos que violen sus derechos fundamentales reconocidos por la Constitución, la
ley o la presente Convención, aun cuando tal violación sea cometida por personas
que actúen en ejercicio de sus funciones oficiales.

2. Los Estados Partes se comprometen:

a) a garantizar que la autoridad competente prevista por el sistema legal del


Estado decidirá sobre los derechos de toda persona que interponga tal recurso;

b) a desarrollar las posibilidades de recurso judicial,

c) a garantizar el cumplimiento, por las autoridades competentes, de toda decisión


en que se haya estimado procedente el recurso.”

La Corte Interamericana de los Derechos Humanos, expresa la existencia de un


derecho a la tutela judicial efectiva que implica la obligación de los Estado a
garantizar un recurso judicial efectivo contra actos que violen derechos
fundamentales.
Es una obligación que no se puede reducir simplemente a la mera existencia de
los tribunales o procedimientos formales o aún a la posibilidad de recurrir a los
tribunales, sino debe de adoptar medidas positivas para garantizar que los
recursos que proporciona a través del sistema judicial sean verdaderamente
efectivos para establecer si ha habido o no una violación a los derechos humanos
y para proporcionar una reparación.

Un recurso efectivo, según la Corte Interamericana de los Derechos Humanos


seria el realmente idóneo para establecer si ha incurrido en una violación a los
derechos y proveer lo necesario para remediarla, es decir, si ha contribuido
efectivamente a poner fin una situación violatoria de derechos, a asegurar la no
repetición de los actos lesivos y a garantizar el libre y pleno ejercicio de los
mismos.

No pueden considerarse, en consecuencia, efectivos aquellos recursos que por las


condiciones generales del país o incluso por las circunstancias particulares de un
caso dado resulten ilusorios. Por ejemplo, cuando su inutilidad haya quedado
demostrada por la práctica, porque el poder judicial carezca de la independencia
necesaria para decidir con imparcialidad o porque falten medios para ejecutar sus
decisiones, o por cualquier otra situación que configure un cuadro de negación de
justicia, como sucede cuando se incurre en retardo injustificado en la decisión o
por cualquier causa en la que no se permita que el presunto lesionado tenga
acceso al recurso judicial.

La Corte Internacional de los Derechos Humanos ha sido enfática en señalar que


el debido proceso legal sea un derecho que debe ser reconocido en el marco de
las garantías mínimas que se deben brindar a toda persona, independientemente
su estatus migratorio, esto implica que el Estado debe de garantizar que toda
persona extranjera aun cuando fuere un migrante en situación irregular, tenga la
posibilidad de hacer vales sus derechos y defender sus intereses en forma
efectiva y en condiciones de igualdad procesal con otros justiciables.

La jurisprudencia en el ámbito interamericano en la mayoría de países de la región


se reconocen directamente derechos fundamentales a las personas jurídicas, que
pueden coincidir con aquellos consagrados en la convención, se les otorgara la
posibilidad de interponer una acción de amparo o recursos análogos, en defensa
de los derechos que le son reconocidos, la Corte Interamericana de los Derechos
Humanos ha entendido, desde la primera oportunidad que tuvo de pronunciarse al
respecto, que a los efectos del art 12 de la Convención, los derechos reconocidos
en dicho instrumento corresponden a los seres humanos.
PLAZO RAZONABLE PARA EL JUZGAMIENTO DE UNA PERSONA CODIGO
PROCESAL PENAL:

Todas las personas tenemos derecho a ser oídos y a tener una resolución de
nuestro caso lo más antes posible, por lo tanto no debería de excederse del
tiempo estipulado por el código procesal penal para la resolución de un caso.

El cumplimiento de garantías constitucionales en el proceso penal puede medirse


a través de distintos indicadores, uno de los aspectos más elementales es la
duración del proceso penal.

Esto puede medirse en dos vías:

La primera vía es verificando que el sistema de justicia responda de forma


eficiente ante un hecho delictivo y que cumpla. al mismo tiempo, los derechos de
las personas sindicadas para que si proceso sea realizado conforme a los plazos
que le permitan mantener su integridad.

En el proceso Penal responde a una dinámica dirigida a la averiguación de la


verdad sobre hechos controvertidos donde existió la vulneración de un bien
jurídico tutelado y también pretende dilucidar los grados de participaciones de
quienes sean responsables de tales acciones y la conclusión del proceso a través
de una sentencia y ejecución de esta. Artículo 5 del código procesal penal,” El
proceso penal tiene por objeto la averiguación de un hecho señalado como delito o
falta y de las circunstancias en que pudo ser cometido; el establecimiento de la
posible participación del sindicado; el pronunciamiento de la sentencia respectiva,
y la ejecución de la misma”

Para el cumplimiento de tales objetivos, los tiempos son importantes en cada una
de las etapas del proceso penal y se puede afirmar que su organización está
integrada por cinco fases procesales con tiempos específicos diseñados a través
de audiencias orales.
De tal manera los plazos procesales deben tomar como límites máximos y las
fases contempladas para el proceso penal guatemalteco.

Fases del proceso penal guatemalteco:

1. Audiencia preparatoria:

En la cual se busca establecer la existencia o no de un hecho delictivo, así


como la identificación e individualización de los posibles autores y del daño
causado, el plazo para realizar esta fase es de 24 horas a partir de la detención de
la persona, Generalmente inicia con una denuncia y como fase procesal la misma
concluye con la solicitud del Ministerio Público que puede ser en el sentido de
realizar un juicio o clausurar el proceso.

2. Audiencia Intermedia:

En donde las partes legalmente aceptadas en el proceso se oponen o


amplían las peticiones del Ministerio Público, esta audiencia debe realizarse en un
máximo de 3 meses, si el sindicado se encuentra en prisión preventiva, si goza de
medida sustitutiva la audiencia debe realizarse en un máximo de 6 meses.

Esta fase inicia con la presentación de la acusación y finaliza con una resolución
de auto de apertura a juicio, en el cual el juez autoriza continuar con el proceso y
realizar el juicio, así como establecer la obligación a los sujetos procesales de
presentarse a tribunales de sentencia correspondiente.

3. Audiencia de ofrecimiento de prueba:

Esta etapa sucede al tercer día de emitido el auto de apertura a juicio con la
finalidad de que los sujetos procesales propongas los medios de prueba,
identificándolos y señalando los hechos que serán examinados en juicio.

4. Juicio:

El juicio es la etapa principal del proceso penal que se realiza en un plazo


no menos ni mayor de 15 días de la audiencia de aceptación de la prueba.
En esta audiencia suceden varios acontecimientos, se produce el encuentro
personal de los sujetos procesales con sus medios de prueba y se valoran los
hechos a través de audiencias públicas y orales moderadas de manera general
por tres jueces. Esta etapa culmina con la deliberación y sentencia condenatoria o
absoluta.

5. Audiencia de reparación privada:

En esta etapa la víctima ejerce su derecho a la restauración del derecho


afectado por la comisión del delito, Esta es realizada al tercer día de emitida la
sentencia condenatoria.

El tiempo promedio entre los actos de inicio y la primera declaración ascienden a


90 días, esto responde a los procesos penales que dan inicio por citación y a
diferencia de las causas donde la flagrancia marcó el inicio del proceso, cuyo
promedio de duración entre la detención y primera detención es de 2 días.

Respecto al periodo de transcurre entre el auto de procesamiento y un eventual


auto de apertura a juicio en promedio es de 195 días, es decir, al menos
transcurren seis meses y medio dentro de detención y la certeza de acudir a
debate oral y público.

No obstante el periodo más largo entre las diferentes diligencias a realizar para el
cumplimiento el trazo del proceso penal sucede entre el auto de apertura a juicio y
el inicio del debate, pues en promedio transcurren 222 días entre cada etapa

Posteriormente una vez desarrollado el debate oral y público en promedio


transcurren 72 días entre el inicio del date y la sentencia es decir casi dos meses y
medio para que el detenido sepa cuáles serán los resultados del proceso
tramitado.

Finalmente y concatenando todo el dato obtenido, en promedio el proceso penal


Guatemalteco dura 490 días de la audiencia de primera declaración hasta la
sentencia.
Hay que tener presente que el proceso penal según la normativa vigente
contempla el plazo máximo para que una persona sea juzgada es de 164 días si
está sujeta a prisión preventiva.

El 80% de los procesos penales el imputado se encuentra en prisión preventiva,


evidenciando que el proceso penal con esta medida de coerción duro 3 veces más
de lo que estipula es plazo legal, es decir, el proceso penal con prisión preventiva
demora alrededor de 16 meses. (490 días).

PLAZO RAZONABLE PARA EL JUZGAMIENTO DE UNA PERSONA CORTE


INTERAMERICANA DE LOS DERECHOS HUMANOS:

La Corte Interamericana de los Derechos humanos resalta la importancia de que


la justicia se realice en un tiempo razonable sin dilaciones que puedan
comprender su eficacia y credibilidad.

El término razonable sin dilaciones que puedan comprometer su eficacia y


credibilidad, el término de plazo razonable abarca en principio a todas las fases
del proceso, extendiéndose en consecuencia a las instancias que resuelvan los
recursos y la de ejecución de la sentencia. Solo puede por tanto declararse
concluido el proceso cuando el derecho declarado sea efectivamente realizado.

La razonabilidad de la duración de un proceso debe evaluarse a la luz de las


circunstancias de este en relación con:

La complejidad del asunto, en función de los hechos que se juzgan, el derecho


aplicable, la pluralidad de partes intervinientes o los distintos elementos de prueba
que deben obtenerse y practicarse.

La conducta de las partes. En medida en que actúen con la debida diligencia en


los actos que les afecten, no recurran a maniobras dilatorias y exploten las
posibilidades ofrecidas por el ordenamiento para abreviar el proceso.
El comportamiento de las autoridades por un lado, en la medida en que los
jueces cumplan su responsabilidad de garantizar la celeridad de los proceso,
adoptando las medidas en que los aspectos relacionados con la organización y
los administrativos garanticen la disponibilidad de recursos puesto a la
disposición de la justicia que eviten la excesiva acumulación de asuntos y la
sobrecarga de trabajo o el cambio frecuente de jueces.

La postura o naturaleza del litigio en el sentido de que existen procesos que por la
naturaleza de las pretensiones que están en juego requieren de una celeridad
particular

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