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El corazón delator (The Tell-Tale Heart) es uno de los cuentos más famosos del escritor
norteamericano Edgar Allan Poe. En breves páginas, sumerge al lector en la mentalidad de
un asesino y cuenta una historia que traspasa las fronteras del tiempo al tratar un tema
universal: la culpa.
Este relato fue publicado en 1843 y se inserta dentro del terror fantástico, aunque anticipa el
relato psicológico del siglo XX, al ahondar en el interior de su protagonista.
Son pocos los detalles contextuales que entrega, sólo indica que vivía con un viejo cuyo ojo
“semejante al de un buitre…un ojo celeste, y velado por una tela” lo perturbaba a tal nivel que
decidió matarlo.
Así, cuenta cómo en los ocho días previos al asesinato, se dedicó a observar al anciano
mientras dormía, hasta que un sonido accidental lo despertó y con su linterna logró ver
nuevamente el temido ojo, por lo que llevó a cabo su plan. Luego de asesinarlo, lo cortó en
pedazos y lo escondió bajo el piso de la habitación, borrando todo rastro de lo sucedido. Sin
embargo, llegó la policía alertada por un vecino que escuchó un alarido.
El hombre les aseguró a los oficiales que el viejo estaba fuera del país y que el grito fue
emitido por él durante una pesadilla. Decidió hacerlos pasar y, tan satisfecho con su trabajo,
los instaló en la habitación del crimen, donde se sentaron a conversar.
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En este momento la historia gira hacia lo fantástico, pues en medio de la agradable reunión,
el protagonista comenzó a sentir el sonido acompasado de los latidos del viejo que yacía
muerto bajo sus pies. El sonido se hacía cada vez más fuerte y ensordecedor, hasta el punto
en que no logró soportarlo y confesó su crimen.
Análisis:
Estructura narrativa
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En 1846, Poe publicó un artículo llamado Filosofía de la composición, en el que analizaba el
proceso de construcción de sus escritos. Fue un hito en el periodo, porque rompía con el mito
del escritor como un ser inspirado, para demostrar que la creación requería planificación,
precisión y mucho trabajo.
Por lo tanto, una buena historia debe leerse “de una sentada”, atrapando la atención durante
el tiempo que dura la lectura, trasladando a quien lee a un mundo de sensaciones, sonidos y
reflexiones.
El corazón delator es una muestra representativa de estos postulados, ya que cada detalle ha
sido trabajado para generar un efecto. En primer lugar, está escrito en primera persona y el
narrador se dirige directamente al lector
Escuchen y observen con cuánta cordura, con cuánta tranquilidad les cuento mi historia.
Esta narrativa en forma de confesión hace que quien lee se convierta en una especie de
jurado, pues el protagonista promete contar las cosas tal y como sucedieron, logrando
partícipes activos, dispuestos a "entender" su versión. De esta manera, el autor inaugura una
visión más moderna de entender al espectador, como alguien que va co-creando junto al
autor.
En segundo lugar, para mantener la atención durante la lectura, es importante utilizar pocos
elementos. Esto puede verse en la elección de un par de personajes, un único incidente y un
ambiente reducido. Debido a esto, se entregan pocos detalles sobre el protagonista y su vida,
porque lo relevante en la historia es conocer cómo funciona la mente de un asesino.
De hecho, cada información que el narrador nos entrega tiene un objetivo. Por ejemplo,
desde las primeras líneas asegura que su oído era el más agudo de todos, conduciendo desde
el inicio al lector hacia un final en donde el sonido resulta determinante.
Ritmo
Un punto importante dentro de su teoría es la sonoridad de los textos. Como poeta
consideraba la musicalidad parte esencial de la creación, y creía que tanto en la poesía como
en la narrativa, podía establecerse un ritmo a través del lenguaje.
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En el cuento, el protagonista repite constantemente sus sensaciones de miedo y angustia, que
se refuerzan gracias a las detalladas descripciones de los sonidos, como sucede con los
latidos: “un resonar apagado y presuroso…como el que podría hacer un reloj…”, “el sonido
crecía continuamente”, “¡Más alto, más alto!”, hasta que los lectores sentimos, junto a él, el
tic tac del corazón del viejo.
Atmósfera
Otro aspecto a destacar es la creación de una atmósfera inquietante, que se logra a través de
un protagonista que se debate entre la cordura y la locura, con una intensidad que deja sin
tregua.
El elemento fantástico
De esta manera, se puede ver que el cuento comienza dentro de los parámetros de lo real,
pero hacia el final se añade el elemento fantástico a través del sonido del corazón del viejo
que sólo puede oír el protagonista.
La exploración psicológica
Es así que se convirtió en el pionero del horror psicológico, al poner al lector en la piel de
individuos perversos que relatan su visión de las cosas. En El corazón delator es la propia
mente perturbada del protagonista la que ocasiona su paranoia y, al ser narrado en primera
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persona, se logra un acercamiento directo al razonamiento y emociones de un asesino.
Dentro de las influencias que definieron su estilo, se encuentra el relato gótico del siglo
XVIII, en que la narración intentaba acercarse al mundo de lo desconocido, a través de seres
como fantasmas y vampiros.
Si bien se inspiró en estas historias para marcar un tono y establecer un tipo de personaje,
utilizó de forma metafórica algunos de sus escenarios. Por ejemplo, los castillos, mazmorras y
noches de tormenta sirvieron para representar los estados mentales de sus personajes y así
poder indagar en el mundo subterráneo de individuos afectados por la locura.
En esta historia, la existencia completa del protagonista parece suceder dentro del espacio
cerrado de la casa. Esta sensación de encierro, ayuda a entender su estado de excitación y
paranoia, pues no hay nada ni nadie que lo amenace realmente, es su propia mente
trastornada la que lo acosa.
De esta forma, renovó un género que parecía haberse estancado en la misma fórmula.
Mientras en la literatura gótica la víctima necesitaba liberarse de su victimario (alguna
criatura que lo perseguía), en la narrativa de Poe, el hombre es incapaz de salvarse, ya que se
enfrenta a sí mismo. Por tanto, el poder de la mente humana resultaba más terrorífico que
cualquier otra cosa.
Algo que usualmente desconcierta en este cuento es el motivo del asesinato. Es fácil decir que
el protagonista está loco y lo mató por su delirio, pero el ojo es un elemento simbólico dentro
de la narración.
En la Biblia hay una cita que dice: "¿Por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano y
no ves la viga que está en tu propio ojo?". En referencia a esta idea, puede entenderse que el
odio injustificado del protagonista es una proyección y que, al acabar con el viejo, intentaba
deshacerse de sus propios demonios. Cuando no lo logró, se condujo a la autodestrucción.
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También se puede comprender al ojo del viejo como un juez implacable. La crítica ha
identificado muchas veces a este ojo velado como la caracterización de John Allan, el padre
adoptivo del autor, con quien mantuvo una relación compleja, por lo que se entiende que al
asesinar al viejo, mataba simbólicamente al padre.
Otras interpretaciones
A partir del siglo XX y con el surgimiento del psicoanálisis, muchos comenzaron a cuestionar
lo que este ojo podría significar, pues perfectamente podía remitirse al peso que significa la
mirada del otro.
En su obra de teatro A puerta cerrada (1944), el filósofo Jean Paul Sartre inmortalizó la frase
“el infierno son los otros”, refiriéndose a la mirada ajena, que puede llegar a ser una
inspección invasiva, capaz de desestabilizar a un individuo.
El ego malvado
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Entre las interpretaciones que se hicieron del cuento, destacó la de Magdalen Wing, quien
realizó un análisis basándose en las ideas de Jacques Lacan (1901 – 1981). El psiquiatra y
psicoanalista postuló la teoría del Estadio del espejo. En ella afirmó que el reconocimiento
del Yo se da entre los 6 y 18 meses de edad, pues antes de eso no sabemos distinguir la
diferencia entre quién soy yo y quién me cuida, pero llega un momento en que al observar mi
imagen en el espejo, logro distinguir que soy un individuo separado de los demás.
Este descubrimiento del Yo conduce a un impacto: la imagen social, ¿cómo me ven los demás
a mí? Y de ahí se entiende la frase de Sartre: jamás podremos controlar cómo nos miran los
otros.
Cuando el viejo abrió su ojo, desafió a su Yo y es por eso que tuvo que eliminarlo, para así
poder construir su identidad de manera libre. Sin embargo, como es imposible desligarse de
la mirada de los otros, el personaje terminó sumido en la psicosis y se condenó a sí mismo.
La identidad
Bajo este nuevo análisis, se puede conjeturar otra perspectiva sobre las intenciones de Edgar
Allan Poe. Quizás lo que quería transmitir en este cuento era la mortificación de alguien
inseguro ante el juicio social. Algo que experimentó directamente en vida, al ser
constantemente rechazado por su padre adoptivo y por la sociedad del periodo, debido a su
origen, sus excentricidades y, en especial, por su obra que tardó muchos años en ser
reconocida.
Por ello, hoy no sólo vemos la culpa como tema principal en esta historia, sino que también
trabajó algunas de las grandes preguntas de la filosofía: ¿Quién soy yo? ¿Es más importante
mi percepción o la ajena? En esta perspectiva, la moraleja podría ser la aceptación de uno
mismo, la construcción de una identidad de manera libre y racional, sin dejar que nadie
externo afecte nuestra cordura.
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Edgar Allan Poe (1809 – 1849) es uno de los autores más relevantes de los últimos tiempos.
Su obra y su teoría definieron una nueva forma de aproximarse a la literatura y se ha hecho
mundialmente reconocido por retratar las profundidades de la interioridad humana,
mostrando personajes sumidos en la locura.
El escritor norteamericano fue uno de los grandes innovadores de la literatura, pues aportó
en todos los géneros. Realizó crítica literaria y ensayos en los que analizaba su creación. Por
otro lado, su poesía influyó en el movimiento simbolista francés del siglo XIX y fue el creador
del relato de detectives, inspirando a figuras como Arthur Conan Doyle y Agatha Christie.
Hoy, su fama se debe a la creación de cuentos de terror fantástico, con personajes macabros y
situaciones límite, convirtiendo algunos de sus cuentos, como El corazón delator, en clásicos
imprescindibles y lectura obligada en muchos programas de estudio.
Bibliografía
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Todorov, Tzvetan. (1981). Introducción a la literatura fantástica. Premia.
Wing, Magdalen. (2008). “Ego-evil and The tell-tale heart”. Ren, N° 61, 25-38.
Ver también
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