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04-06-2022
4. Enseñ ando a nuestros niñ os a rezar: Padre nuestro, Ave María, Á ngel de la
Guarda, Credo.
É rase una familia feliz que vivía en una casa muy bonita. Una noche, estalló de
improviso en la cocina un incendio espantoso.
Cuando las llamas empezaron a propagarse, padres e hijos salieron afuera corriendo.
Se abrazaron e impotentes, observaban desconsolados su hogar envuelto en llamas y
humo.
Entonces, con horror y pena indescriptibles, cayeron en la cuenta de que faltaba el
má s pequeñ o, un niñ o de 5 añ os. En el momento de salir, asustado por las llamas y
sintiéndose ahogado, subió al piso de arriba.
¿Qué hacer? El padre y la madre se miraron desesperados e impotentes, las 2
hermanitas comenzaron a llorar: lanzarse a aquel horno era imposible y los bomberos
no acababan de llegar.
Pero se dieron cuenta que se abrió la ventana del desvá n y el niñ o se asomó gritando
con fuerza: ¡Papá ! ¡Papá ! El padre esperanzado respondió : “¡salta hijo, salta!
Debajo de él, el niñ o solo veía fuego y humo, pero escuchó la voz de su padre y
contestó : ¡Papá no te veo!
El papá le respondió : Te veo yo hijo, eso basta. Salta.
El niñ o saltó y cayó sano y salvo en los brazos de su padre que lo había recogido al
vuelo.
REFLEXIÓN: Este relato subraya la confianza que hay que tener cuando se reza. El
niñ o asomado a la ventana de una casa en llamas, ¿no es la imagen del cristiano ante
Dios? En el momento del peligro, la voz del Señ or se deja oír y grita: Confía en mí y
arró jate a mis brazos.
Con frecuencia el cristiano tiene la tentació n de responder: Padre no te veo,
nosotros caminamos a oscuras, pero Dios nos ve, eso es lo importante, É l no nos
abandona ni un solo instante, nos lleva de su mano siempre, aunque no lo sintamos,
pero nuestro corazó n lo reconoce en las pequeñ as cosas que nos puedan suceder.
Lectura de Juan14:13-14.
“Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea
glorificado en el Hijo. Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré. “ Palabra de Dios.
ORACIÓN DE ALABANZA
Te alabamos y te bendecimos,
Dios Padre, que hiciste el mundo
por la naturaleza y los animales.
Te damos gracias,
por la luna y las estrellas que
brillan en la noche;
por la luz y el calor del sol,
por la lluvia y el agua fresca,
por el arco iris multicolor,
por el viento y el aire que respiramos,
por los verdes montes y el mar azul,
por las plantas y los á rboles,
por tantas especies de animales...