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Oración Guía:
- Todas las madres han pensado que sus circunstancias son vanas para Dios. Que nuestra
vida cotidiana no es importante para Jesús.
Ejemplos de OG:
- Muchas mujeres han pensado que Dios no está interesado en que sean mamás y que el no
mira el sufrimiento de cada una de ellas
- Muchas mamás han pensado que Dios no está al pendiente del dolor que sienten cuando
sus hijos están en peligros.
- Muchas mamás piensan que Dios no está al pendiente de que nuestros hijos cumplan sus
propósitos de vida.
Ven junto a mí e imaginemos como mujeres de la Biblia vivieron su maternidad con un Dios
presente que se interesó en ellas y hoy se interesa también en ti mamá.
10Y Ana, llorando y con el alma llena de amargura, se puso a orar al Señor 11y le hizo esta
promesa: «Señor todopoderoso: Si te dignas contemplar la aflicción de esta sierva tuya, y
te acuerdas de mí y me concedes un hijo, yo lo dedicaré toda su vida a tu servicio, y en
señal de esa dedicación no se le cortará el pelo.» 12Como Ana estuvo orando largo rato
ante el Señor, Elí se fijó en su boca; 13pero ella oraba mentalmente. No se escuchaba su
voz; solo se movían sus labios. Elí creyó entonces que estaba borracha, 14y le dijo: —
¿Hasta cuándo vas a estar borracha? ¡Deja ya el vino! 15—No es eso, señor —contestó
Ana—. No es que haya bebido vino ni ninguna bebida fuerte, sino que me siento angustiada
y estoy desahogando mi pena delante del Señor. 16No piense usted que soy una mala
mujer, sino que he estado orando todo este tiempo porque estoy preocupada y
afligida. 17—Vete en paz —le contestó Elí—, y que el Dios de Israel te conceda lo que le
has pedido. 18—Muchísimas gracias —contestó ella. Luego Ana regresó por donde había
venido, y fue a comer, y nunca más volvió a estar triste.
Muchas veces las mamás piensan que, como el Creador del Universo, Dios
Todopoderoso, capaz de crear la luz y la oscuridad con Su fuerte voz.
Parecería incierto que las madres piensen algo similar, pero cuando los días son
complejos y las noches largas, no solemos ver a Dios tan de cerca.
Cuando las abraza la tristeza profunda, les atacan los miedos, les persigue la
incertidumbre del futuro, este Dios creador no se puede apreciar.
Es como si Dios se desligara, por ser muy arriesgado, entrar al corazón de una
madre.
Dios está apunto de tocar la puerta de nuestro corazón, pero cuando se percata
del caos, decide apartarse, porque es demasiado complejo ese corazón ante su
Poder.
En aquella escena se podía apreciar una mujer llena de tristeza. Elí, el sacerdote,
un poco confundido con el comportamiento de esta mujer.
¿Y Dios? Dios tan pegado a su pecho, Dios tan atento a sus palabras
entrecortadas, Dios temblando de amor ante cada sollozo de esta hermosa mujer.
El cual no dudó, por ningún momento, en interesarse en el clamor de Ana.
Un día, Ana cantó agradecida por el milagro de vida que Dios le había regalado,
su hijo Samuel.
Lo que sus ojos llorosos alcanzaban a ver era el río Nilo y la canasta que había
creado para proteger lo más sagrado que tenía, su hijo.
Era inevitable temer perder a su hijo, cuando su corazón maternal le gritaba que
había un plan extraordinario para el pequeño que cargaba entre sus brazos.
Era solo un pequeño niño indefenso, ¿quién diría? En este crucial momento solo
se podía guardar la esperanza y fueron sus brazos temblorosos los que colocaron
al pequeño en el río, confiando que Dios cambiaría su destino fatal en uno lleno de
vida.
Jocabed nos enseña con su acción valiente, al enviar a su hijo por el río, que en
medio de su situación lo mejor que pudo hacer era confiar plenamente en Dios.
Hoy aprendemos con el ejemplo de esta valiente madre que Dios puede cambiarlo
todo.
Que Dios tiene un plan mayor para nuestros hijos. Uno lleno de vida y propósito,
cumpliendo en ellos un plan mayor al nuestro.
Historia 3: ¿Madre perfecta o madre intencional? (Eunice, madre de Timoteo)
Timoteo, hoy conocemos que Jesús entregó su vida para regalarnos la salvación,
y hubo testigos que lo vieron. Cartas relatan los sucesos.
También se apareció a los discípulos y les dijo que volvería otra vez y que
prepararía hogar para nosotros en el cielo. Abuela, ¿piensas lo mismo? Pienso
que así fue y así será.
Esta historia me hace pensar, ¿Cuánto poder tiene las madres en las vidas de sus
hijos que puede marcar su futuro en Dios?
Eunice nos enseña que una crianza con propósito puede tener grandes resultados
en los hijos.
Probablemente Eunice no tuvo una maternidad perfecta, pero sí fue una madre
muy intencional.
Conclusión:
1. Hermosa mamá, Dios tiene el poder de entrar a tu confuso corazón. No lo
dudes. Él puede entrar y enfrentar la duda hasta derribarla. Dios llega y lo
cambia todo. Hoy Su amor por ti te invita a qué lo conozcas y veas tu
maternidad desde Sus ojos.
2. La valentía de Jocabed no fue tan sencilla como parece, tuvo que actuar
confiando que el plan de Dios era mayor. Hoy Dios te invita a que le creas.
A pesar de cualquier situación con tus hijos, su plan siempre será mejor que
el nuestro. Créelo.