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Categorización de las sustancias psicoactivas

El siguiente documento contiene información sobre las sustancias psicoactivas y la


manera en que se clasifican, según sus efectos. En general, las sustancias psicoactivas
se dividen en 5 categorías: estimulantes, sedantes, alucinógenas, disociativas y
depresoras. Hablaremos sobre los efectos que producen en el cuerpo, y los problemas
que pueden causar. 

Estimulantes:

Los estimulantes son drogas que hacen que la persona que las consume se sienta alerta
y con energía. También, tienen el efecto de reducir la fatiga o el cansancio y hacen que
tengan una mayor capacidad de concentración. De esta manera, los estimulantes
pueden producir taquicardia y aumento de la presión arterial. Con el uso de estas
drogas, sentimos menor necesidad de dormir y comer. Un factor importante con
respecto a los estimulantes es que producen una sensación de euforia, en la que
sentimos bienestar, placer y optimismo a corto plazo. 

Con el consumo prolongado, quienes consumen estas sustancias pueden afectar el


ritmo del corazón, lo que puede generar ataques del corazón, arritmias cardíacas e
infartos que se pueden manifestar a través de dolor en el pecho. También, puede llegar
a causar ataques cerebrales. A largo plazo, el consumo de estimulantes puede generar
problemas como el insomnio, dificultades en la memoria y problemas en salud mental,
tales como la depresión, ansiedad y psicosis. 

Ejemplos de sustancias estimulantes: cafeína, metanfetamina, cocaína, crack, éxtasis.

Depresores

Los depresores son sustancias que producen un estado de relajación. A diferencia de los
estimulantes, que generan activación, los depresores hacen que las personas tengan
sensaciones de serenidad y calma. Estas drogas hacen que el corazón funcione más
lentamente, y la presión arterial disminuya. También, hacen que las personas sientan
menos ansiedad, perciban sus problemas como menos graves y se sientan más
desinhibidas. 

Los depresores se dividen en 4 categorías: sedantes, hipnóticos, ansiolíticos y alcohol.

Sedantes: su principal función es hacer que la persona tenga sensaciones de


tranquilidad o relajación. Algunas de estas sustancias se utilizan médicamente.
(ejemplos: diacepam, clonacepam)
Hipnóticos: las sustancias hipnóticas sirven para inducir el sueño en las personas. En
algunos casos, se utiliza para ayudar con problemas de sueño. (ejemplos: zolpidém,
zoplicona)

Ansiolíticos: estas sustancias ayudan a reducir la ansiedad y los síntomas asociados a


ella, tales como las palpitaciones, la intranquilidad y la sensación de angustia, entre
otras. (ejemplos: Lorazepam, clonacepam).

Alcohol: esta sustancia tiene como función causar un estado en el que las personas se
sientan más desenvueltas, menos cohibidas, y mejoren la facilidad para expresarse y
para actuar. (ejemplos: aguardiente, ron, whiskey).

El consumo elevado de las sustancias depresoras puede causar disminución en las


funciones del cerebro, causando sedación, alteraciones de la respiración y alteraciones
del corazón. El consumo prolongado puede llevar a dificultades en la coordinación del
cuerpo, fatiga crónica, depresión, problemas sexuales, alteraciones del sueño y
ansiedad.

Alucinógenos

Los alucinógenos son sustancias que generan distorsiones y alucinaciones en las


personas que los consumen. Las distorsiones se refieren a cambiar las características de
algo que se ve, se escucha, se siente. Por ejemplo, escuchar a alguien hablar más lento
de lo que lo está haciendo o ver un objeto que está quieto cambiar de forma. 

Las alucinaciones se refieren a percibir algo que no está en nuestro entorno a través de
nuestros 5 sentidos. Un ejemplo de esto es cuando, bajo los efectos de las drogas, las
personas escuchan voces cuando no hay nadie más hablando, o ven objetos que no
están a su alrededor. Además de producir estos efectos, las alucinaciones pueden llegar
a ser aterradoras, dado que no se controlan los efectos que genera. Adicionalmente, al
producir este tipo de cambios en la percepción, es fácil que ocurran accidentes, tales
como golpes o caídas de diferentes severidades. 

El consumo prolongado de estas sustancias puede hacer que estas distorsiones se


vuelvan permanentes, haciendo que haya dificultades para diferenciar lo real de lo
imaginario. Adicionalmente, puede llegar a revivir momentos o experiencias vividas
anteriormente de manera intensa, como si las estuviera experimentando nuevamente.
También, el uso prolongado puede generar dificultades en la memoria.

Ejemplos de alucinógenos: hongos, LSD, derivados del cannabis

Disociativas

Las sustancias disociativas, de manera similar a las alucinógenas, generan cambios en


las sensaciones. Generan sentimientos de trance y experiencias en las que, las personas
sienten como si no estuvieran en su propio cuerpo. También, pueden llegar a sentirse
aislados del ambiente que los rodea. A corto plazo, este tipo de sustancias pueden llegar
a generar convulsiones, náuseas, sensaciones de pánico y pérdida del conocimiento. El
consumo prolongado podría generar sensaciones de angustia y problemas del lenguaje.
También, puede causar daños en el hígado y en los riñones. 

Ejemplos de sustancias disociativas: pegamento, aerosoles.

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