EL GATOPARDO INVERSO MERODEANDO
EL ORIGEN DE LAS ESPECIES
Manuel Alonso1, Cristina Ambrosini2, Gastón Beraldi2
1Departamento de Ciencias Biológicas, 2Departamento de Introducción al Pensamiento Científico, Ciclo Básico Común, Universidad de Buenos Aires.
Ramos Mejía 841, C1405CAE, Ciudad de Buenos Aires, República Argentina.
E-mail: m_alonso@live.com.ar; cristinaambrosini@gmail.com
PALABRAS CLAVE: Revolución científica - Darwin - gatopardo inverso – Creacionismo - Historia de la ciencia
INTRODUCCIÓN
El gatopardo es el título de una novela (di Lampedusa, 1958), en la cual uno de los personajes declara que "si queremos
que todo siga como está, necesitamos que todo cambie". De allí, en ciencias políticas, el "gatopardismo" se refiere a la actitud
de “simular” un cambio para no hacerlo. Por ello, se usa la palabra “gatopardista” para calificar la situación en la que se hacen
muchos gestos exteriores que indicarían una decisión firme de cambiar y que se está asumiendo un cambio, pero que es un
distractivo de simulación para que todo continúe como era en su núcleo central.
En este trabajo, desde la epistemología, y aplicado al campo de las ciencias, se trata de caracterizar la actitud contraria al
gatopardismo, es decir, los intentos de encubrir un “giro copernicano” como una empresa de raigambre tolomeica. Así pues,
acuñamos la expresión “gatopardo inverso” para el caso del científico revolucionario que consuma una ruptura crucial con la
teoría aceptada (el creacionismo) pero la anuncia en los términos del paradigma anterior. Tomamos como ejemplo el caso de
Charles Darwin, quien finaliza su libro El origen de las especies, con un lenguaje asimilable por el creacionismo, pese a
consumar la más radical ruptura con esta creencia, en el campo de la Biología. Esta presentación muestra uno de los recursos
didácticos que se utilizan en la tarea que se lleva cabo entre dos cátedras, una de la materia Biología y otra de Introducción al
Pensamiento Científico, en el Ciclo Básico Común de la Universidad de Buenos Aires.
ANIMALES EPISTEMOLÓGICOS: EL GATOPARDO INVERSO
En el esfuerzo por hacer accesibles los pensamientos y conceptos de la biología y de la
epistemología en el trabajo cotidiano de enseñanza universitaria, se han buscado figuras, símbolos
y modelos para caracterizar aquellas situaciones que, de modo puramente conceptual, resultan de
difícil comprensión (Alonso et al. 2014a y b).
En este camino, se logró conformar un zoológico o bestiario de animales que representan las
nociones de normalidad (lo que sigue la norma) y de revolución (lo que rompe la continuidad e
introduce innovación) de Kuhn (1962). De este modo, se pretendió dar cuenta fundamentalmente
de dos actitudes frente a la realidad y el conocimiento. Asimismo, la propuesta recurre a las
nociones de “tensión y antagonismo” de Unamuno.
De esta forma, se puede decir que en este zoo o bestiario se presentan, como antagonistas,
ciertos animales que utilizamos como metáforas o modelos epistemológicos. Se muestran, así, dos
actitudes contrapuestas y en tensión permanente: la continuidad y la ruptura. Los pares
enfrentados son “la abeja lógica vs. la mosca estética”, “el pavo inductivista vs. el cisne negro” y “el
gallo del positivismo vs. el pato conejo” En cada uno de los pares, el primero representa la actitud
cientificista y el otro los rasgos propios de los procesos revolucionarios en el terreno científico. El
gatopardo es un animal al que se recurre para caracterizar la actitud de “simular” un cambio para
no hacerlo. Normalmente se usa el término en el campo de la política para señalar la decisión de
“si queremos que todo siga como está, es necesario que todo cambie“, Así se usa la palabra
“gatopardista” para calificar la situación en la que se hacen muchos gestos exteriores que
indicarían una decisión firme de cambiar y que se está asumiendo un cambio.
El gatopardo inverso es el animal que utilizamos para referirnos a los procesos revolucionarios
que aparece cuando el científico o filósofo está consumando una ruptura crucial. Entonces toma
cierta conciencia de las graves repercusiones que tendrán sus ideas y, por tanto, se muestra
continuador de la tradición a la que pertenece aunque dinamitó sus bases.
LA CENSURA DE CARL SAGAN. ¿MANIQUEISMO DIDÁCTICO?
Otra actitud y otro marco interpretativo, frente a esta característica de la obra de Darwin, la
encontramos en el libro Cosmos de Carl Sagan (1980) cuando censura en la problemática expresión
aludida, la alabanza a la obra del Creador, de Dios. En el capítulo 2 “Una voz en la fuga cósmica”,
presenta 4 epígrafes donde el de Darwin es el tercero. El primero es del Corán, el segundo de Thomas
Huxley y el cuarto de William Huggins. Es interesante el orden en que están puestos, ya que el
capítulo trata sobre la vida en la Tierra, explica la teoría de la Evolución de Darwin y se plantea la
posibilidad de que haya vida en otros lugares del cosmos (de ahí el título, "Una voz en la fuga
cósmica").
A continuación transcribimos estos epígrafes:
Se me ordena que me rinda al Señor de los Mundos. Es él quien te creó del polvo...
El Corán, sura 40
La más antigua de todas las filosofías, la de la evolución, estuvo maniatada de manos y de pies y relegada a la oscuridad más
absoluta durante el milenio de escolasticismo teológico. Pero Darwin infundió nueva savia vital en la antigua estructura; las
ataduras y el pensamiento revivificado de la antigua Grecia ha demostrado ser una expresión más adecuada del orden universal
de las cosas que cualquiera de los esquemas aceptados por la credulidad y bien recibidos por la superstición de setenta
generaciones posteriores de hombres.
T. H. Huxley, 1887
CONCLUSIONES
Como advertimos en el párrafo aludido de Darwin, Carl Sagan omite la frase donde aparece el elogio a la obra de Dios.
Nos preguntamos si esta omisión es intencional y si tiene como objetivo evitar la aparente inconsistencia o incoherencia que
produce esta frase con la postura que presenta en el capítulo mencionado. Suponemos una intención didáctica por parte de
Sagan, la de evitar el escollo de asimilar esta frase de corte claramente creacionista y a la vez reconocer en Darwin una
ruptura revolucionaria respecto al paradigma anterior.
Desde nuestro punto de vista, focalizar este problema en el marco teórico de la epistemología de Kuhn permite justificar la
inclusión de la frase como un caso típico, aplicable a otros pensadores revolucionarios. A la vez, hace posible comprender la
complejidad de las grandes rupturas y de los cambios radicales en el mundo de las ideas científicas como problemáticos
procesos que involucran grandes presiones y conflictos en las ideas del propio científico revolucionario. El propio científico, en
su obra, no está en condiciones de consumar la nueva teoría ni de dar principio a un nuevo lenguaje, y, en gran parte, como
señala Kuhn, enuncia las nuevas ideas en el lenguaje del paradigma anterior.
Consideramos que este caso, las frases finales de El origen de las especies, son un material privilegiado para presentar
frente a los estudiantes tanto de Biología como de IPC. Por una parte, advierte en el campo de la epistemología las
complejidades de los procesos revolucionarios detectados por Kuhn. Por otro lado, muestra, desde el campo de la Biología, la
obra de Darwin como la de un pensador atravesado por tensiones y conflictos entre sus convicciones religiosas y la nueva
conceptualización científica de la Vida inherente al Evolucionismo.
THOMAS KUHN: ANALOGÍA ENTRE REVOLUCIÓN POLÍTICA Y REVOLUCIÓN
CIENTÍFICA Y LA INERCIA DEL PARADIGMA ANTERIOR
Thomas Kuhn (1962) contempla la situación respecto al científico revolucionario donde todavía
él mismo está predeterminado por sus convicciones religiosas y sociales y no está capacitado
para completar él solo la ruptura. De este modo se indica que los cambios revolucionarios son
procesos complejos que involucran distintas generaciones de científicos donde la nueva ciencia
normal irá ajustando el uso de la nueva terminología y los nuevos procedimientos de
experimentación no sin conflictos respecto a los partidarios del paradigma anterior. Respecto a
la situación del científico revolucionario, a propósito de una revolución científica y la inercia de
las creencias y del mundo del paradigma anterior dice Kuhn “pero los cambios de este tipo
nunca son totales. Sea lo que fuere lo que puede ver el científico después de una revolución,
está mirando aún el mismo mundo” (Kuhn, 1962).
DARWIN Y EL ORIGEN
En el caso particular de “gatopardismo inverso” que nos interesa analizar, Darwin concluye El
origen de las especies con una alabanza a la obra del Creador:
Hay grandeza en esta concepción de que la vida, con sus diferentes fuerzas, ha sido alentada por
el Creador en un corto número de formas o en una sola, y que, mientras este planeta ha ido
girando según la constante ley de la gravitación, se han desarrollado y se están desarrollando, a
partir de un principio tan sencillo, infinidad de formas las más bellas y portentosas." (Darwin,
1859a).
There is grandeur in this view of life, with its several powers, having been originally breathed by the
Creator into a few forms or into one; and that, whilst this planet has gone cycling on according to
the fixed law of gravity, from so simple a beginning endless forms most beautiful and most
wonderful have been, and are being evolved." (Darwin, 1859b).
En la traducción al español dice "alentada", pero inglés dice "breathed", que puede también traducirse como "respiró",
"exhaló", "sopló". "Alentar" en inglés se dice "encourage". Este uso de "breathed" tiene un matiz bíblico, alude a una dimensión
religiosa. Podemos pensar, entonces, que hay una preocupación de Charles Darwin por no defraudar ni ofender la dimensión
religiosa con su obra aun cuando desde el punto de vista científico ya expulsó la idea de un Creador inteligente para la vida.
Esta actitud de gatopardismo inverso, es decir, de encubrir la ruptura revolucionaria en términos del paradigma anterior lo
encontramos también en Descartes (1641) cuando descubre el “yo pienso”, el sujeto moderno, y lo llama “res” (cosa) usando
terminología escolástica; o cuando Einstein afirma ser “el más newtoniano de los físicos”. Kuhn dedica un capítulo de La
estructura de las revoluciones científicas a señalar los distintos modos de invisibilidad de las revoluciones científicas y las
resistencias, incluso del científico revolucionario, para admitir un corte no acumulativo en su disciplina, se esfuerza en mostrar
a su teoría como acumulativa respecto al conocimiento anterior.
Probablemente todos los seres orgánicos que hayan vivido nunca sobre esta tierra han descendido de alguna única forma
primordial, a la que se infundió vida por primera vez... Esta opinión sobre el origen de la vida tiene su grandeza... porque
mientras este planeta ha ido dando vueltas de acuerdo con la ley fija de la gravedad, a partir de un inicio tan sencillo han
evolucionado y siguen evolucionando formas sin fin, las más bellas y las más maravillosas.
Charles Darwin, El origen de las especies, 1859
Parece que existe una comunidad de materia a lo largo de todo el universo visible, porque las estrellas contienen muchos de
los elementos que existen en el Sol y en la Tierra. Es notable que los elementos difundidos más ampliamente entre las huestes
de estrellas sean algunos de los elementos más estrechamente relacionados con los organismos vivientes de nuestro globo,
entre ellos el hidrógeno, el sodio, el magnesio y el hierro. ¿No podría ser que por lo menos las estrellas más brillantes fuesen
como nuestro sol, centros que mantienen y dan energía a sistemas de mundos, adaptados para ser lugar de residencia de
seres vivientes?
William Huggins, 1865
Compárese el texto citado por Sagan con la versión de El Origen presentada en el recuadro referido a esa obra (en rojo se
señala la omisión). Surgen dos preguntas al respecto: ¿La omisión de Sagan es una actitud didáctica para evitar el conflicto?
¿Hasta qué punto tergiversa el autor la transposición didáctica? En este caso, amplia el blanco y negro; es decir, las
características que distinguen a teorías rivales para su identificación por parte del estudiante. Este recurso es legítimo en la
medida en que también dé cuenta de la conflictividad del cambio y de las fuertes tensiones en el interior de las teorías
REFERENCIAS
1.- Alonso, M., Ambrosini, C., Beraldi, G. 2014a. "Los animales epistemológicos y otras figuras fantásticas para la enseñanza
de Biología e Introducción al pensamiento científico en el ciclo básico común de la Universidad de Buenos Aires".
En "XXI Jornadas sobre la enseñanza de la Filosofía" Coloquio 2014. Organizadas por el programa de mejoramiento para la
enseñanza de la filosofía Departamento de Filosofía e Instituto de Filosofía, Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de
Buenos Aires.
—2014b. Alonso, M., Ambrosini, C., Beraldi, G. (2014). "Animales antagónicos para la enseñanza de biología y epistemología".
En Bedoya A (Ed.), Memorias 10ª Jornadas sobre Material Didáctico y Experiencias Innovadoras en Educación Superior,
Buenos Aires: Ciclo Básico Común de la Universidad de Buenos Aires. Centro Universitario Regional Paternal, Universidad de
Buenos Aires, 5-6 de agosto.
2.- Asti Vera, C., Ambrosini, C. 2009. Argumentos y teorías. Aproximación a la Epistemología. Buenos Aires: Educando.
3.- Descartes, R. 1641. Meditaciones Metafísicas (pp.45-8). México: Porrúa, 1997.
4.- Kuhn, T. 1962. La estructura de las revoluciones científicas (pp. 176-178). México: Fondo de Cultura Económica, 1986.
5.- Darwin, C. 1859a. "Recapitulación y Conclusión". En: El origen de las especies (p. 638) (6ª edición). Barcelona: Planeta -
De Agostini, 1992.
—1859b. "Recapitulation and Conclusion". En: The origin of the species (pp. 483-484) (6ª edición).
http://es.feedbooks.com/book/3015/on-the-origin-of-species-6th-edition.
6.- di Lampedusa, G. T. 1958. El gatopardo. Madrid: Alianza, 2012.
7.- Sagan, C. 1980. "Una voz en la fuga cósmica". En: Cosmos (p. 23). Barcelona: Planeta, 2004.
Imágenes: Wikimedia commons, bajadas el 05/10/2014.