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MISION IMPOSIBLE

Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni


desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera
que vayas.”  Josué 1:9

INT.

VALENTIA Determinación para enfrentarse a situaciones


arriesgadas o difíciles.

ESFORZADO Valiente, animoso, alentado, de gran corazón y


espíritu.

Moisés estuvo durante 40 años estuvo liderando la travesía de salir desde


Egipto a una tan anhelada tierra prometida, cuando Moisés muere queda la
incertidumbre de quien será ahora la persona encargada de dirigir el pueblo
y llevarlo al objetivo de establecerse en aquel lugar prometido por Dios.

Josué Tenía de edad alrededor de 60 y 70 años según los historiadores de la


biblia, y a pesar de eso este personaje bíblico siempre ha sido un referente
para la juventud de nuestra iglesia, colocándolo como ejemplo de lo que es
responder a un llamado de Dios sin importar la edad o las circunstancias.

I. ALGO ESPECIAL DE PARTE DE DIOS (Éxodo 33:11)


Cuando se recibe algo especial de parte del Señor Jesucristo y somos
conscientes de ello, tomamos este llamado como algo especial para nuestras
vidas, convertimos esto como un sueño de vida y anhelamos tanto que este
deseo de parte de Dios en nosotros se cumpla.
Josué no se apartaba del tabernáculo, a pesar de no poder entrar porque no
poseía la envestidura, se quedaba en la puerta. El Señor Jesús nos observa
cuando tenemos un deseo ferviente por servir, es allí cuando lo grande de
parte de Dios comienza a formarse en nosotros.

David fue visto cuidando ovejas, cuando el conoció a Dios, todo lo


relacionaba con las ovejas, por eso declaró que Jehová era su pastor. Y en lo
sencillo Dios ya lo había seleccionado como rey, observó su dedicación y
amor por cuidar las ovejas de su padre, se dio cuenta que se enfrentaba a
cualquier bestia con tal de defenderlas, parecía algo simple, pero para el
Señor esas eran las cualidades para alguien que podía desempeñar un papel
como Rey, Alguien que se dedicara a guiar al pueblo de Israel y tuviera la
valentía de defenderla.

Moisés fue conocido como un libertador, desde joven quiso figurar cuando
intento defender un israelita de la mano de un egipcio que lo maltrataba, le
tocó huir porque su asesinato se supo y peligraba su vida, 40 años después
reaparece moisés, más longevo pero con un carácter, tenía sensibilidad por
su pueblo, algo más que suficiente para Dios usarlo como instrumento y
libertar el pueblo.

Cuando Josué es llamado por Dios, ya había sido procesado y formado como
líder, aprendió de un buen referente como Moisés, y el pueblo veía en él una
gracia, en repetidas ocasiones le hacían saber que si Dios iba con él, ellos le
seguirían.

II. VALENTIA DE CABALLERO


La valentía es relacionada con una acción heroica que nadie más se atrevió a
hacer, como arriesgar su vida por salvar a otra por ejemplo, y quien más para
demostrar esto que Jesucristo, quien dio su propia vida para salvarnos.
En el mundo espiritual también hay batallas que debemos enfrentar, en las
cuales debemos ser valientes. A veces por miedo al fracaso y al qué dirán
dejamos de intentar hacer cosas para cumplir la misión que Dios nos
encomendó.
Quiere ser un buen pianista?
Quieres ser un buen predicador?
La duda y el miedo hace que no lo intentes, seguramente la primera vez fue
una experiencia para querer olvidar, pero en vez de seguir intentándolo llega
un estado de frustración como si todo hubiese acabado.

En la Biblia dice que los valientes son como “agudas saetas”. Las saetas son
como flechas, y cuando habla de agudas, hace referencia a una característica
especial en ellas. Esas flechas somos nosotros y nuestra característica en
particular es la valentía.
(Salmos 120:4)
Lecciones que podemos aprender con este versículo bíblico:

1. Podemos ser valientes ante el peligro porque sabemos que Dios está con
nosotros.

2. Podemos tener confianza en nosotros mismos porque sabemos que


tenemos la sabiduría de Dios.

3. Podemos superar cualquier desafío que se nos presente porque tenemos


el poder de Dios de nuestro lado.

Dios mismo desea que seamos guerreros valientes, y que no demostremos


miedo ante nuestros enemigos, porque el Señor mismo los derrotará por
nosotros (Deuteronomio 28:7).

III. VALENTIA + ESFUERZO


No se puede ser valiente si de verdad no lo deseamos, podemos querer serlo
pero hay que demostrarlo. La valentía en sí es tomar la determinación de
hacer algo que no cualquier haría y que para muchos es imposible hacerlo.

Hablemos un poco del miedo, que es todo lo contrario a lo que es la valentía.


El miedo funciona de muchas formas, a veces nos puede servir como una
señal de que algo no está bien, o nos ayuda a actuar en una situación
adversa. Pero no podemos dejar que el miedo nos controle, porque si
dejamos que eso pase, se volverá un temor constante y no nos dejará seguir
adelante.

Dios envió muchas veces a su pueblo a pelear en las batallas, y estos


hombres aunque sabían que podían morir, lo hacían, porque tenían su
confianza puesta en Dios. En un caso específico, Dios decretó que para ir a
una batalla tenían que devolverse todos los que tenían miedo y dejar ir solo a
los valientes. Más de la mitad del ejército se devolvió, pero los que quedaron
obtuvieron la victoria.

Ser valientes no es huir de nuestros enemigos, es enfrentarlo. Es pelear


nuestras batallas sabiendo que es Dios quien pelea por nosotros (Zacarías
10:5). Dios es quien nos da la fuerza y la confianza que necesitamos para
enfrentar nuestros problemas. Él es la clave para sentirnos seguros y
confiados, con el que podemos ir a la guerra y saber que no nos dejará en
vergüenza.

IV. ¿Por qué DEBO ESFORZARME Y DEMOSTRAR VALENTIA?


A ti y a mí el Señor nos ha llamado para ser parte de su ejército, él nos está
capacitando para entrar en batalla y dar lo mejor de nosotros, demostrando
que somos soldados osados y llamados a cumplir con el propósito de Dios.

Hay una guerra y todos somos parte de ella. Es nuestra elección si nos
preparamos o no para enfrentarla. Queremos recibir bendiciones pero no las
peleamos. Dios espera que seamos como Josué y logremos derribar esos
muros que no nos dejan ver las cosas que Él ha preparado para nosotros.

Podemos ser como Josué y obedecer todos sus preceptos, podemos ser
conquistadores. Josué no dudo de Dios y puso su confianza completamente en
él. E hizo todo lo que Dios había designado, por lo que su recompensa fue
entrar a la tierra prometida.
Ser esforzados y valientes es una cualidad que nos diferencia de los demás
ejércitos. Los otros ejércitos pueden tener fuerza y valentía, pero nosotros
tenemos a Jehová de los ejércitos, que es más grande que cualquier cosa. Por
eso somos diferentes, nuestra fuerza viene de Dios, así que con él lo podemos
lograr todo (Efesios 6:10).

APLICACIÓN
¡Qué promesas más hermosas Dios le da a Josué! Si Josué ejerce valentía y
esfuerzo como Dios quiere, Dios promete acompañarlo y prosperar todo lo
que hace (Josué 1: 8-9). Las promesas del pacto son grandes, y no hay mayor
bendición que tener el favor de nuestro Dios.
Sin embargo, debemos entender bien esta promesa dentro del contexto
bíblico, porque muchas veces citamos estos versículos fuera de su contexto. Si
preguntamos: ¿Cumplió Josué las condiciones para recibir la promesa? Bueno,
fue un siervo muy fiel en casi todo, pero Josué también tuvo fallas – algunas
serias. Se le olvidó consultar a Dios en el caso de los Gabaonitas, por ejemplo
(ver capítulo 9), un error grave. Y si Josué no cumplió, ¿quién realmente ha
cumplido? Nosotros no hemos cumplido. Otros no cumplieron. Parece
esfumarse nuestras esperanzas de recibir las bendiciones de Dios.

La respuesta tiene que ver con la figura de Josué. Dios estaba eligiendo a Josué
como cabeza de su pueblo. Dios siempre se ha relacionado con su pueblo a
través de un individuo que representa a Dios ante el pueblo. Así Josué sería el
nuevo mediador, tal como Moisés había sido. Por eso él recibe este encargo
tan serio, y debía comunicar todo lo que Dios decía al pueblo.

Cuántos de nosotros sentimos nuestra flaqueza ante este pasaje? ¿Cuántos


reconocemos que hemos sido algo cobardes, apáticos o perezosos para
cumplir la misión que Dios nos ha dado?

Has puesto la confianza en ti mismo y vez que los resultados empeoran, es


momento de reconocer que asi no se puede desarrollar las cosas, debemos
tener a Dios de primero y consultarle todo, reconocer que su voluntad es
mejor que nuestras propias decisiones.

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