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Strategikon
Strategikon
MAURICIO
emperador romano de
Oriente
STRATEGIKON
(SOBRE EL GENERAL)
Traducción, introducción y
notas de
Emilio Magaña Orúe, Julio
Rodríguez González y
José Ignacio de la Torre Rodríguez
MINISTERIO DE DEFENSA
Índice
Índice
Introducción histórico-literaria
Flavio Mauricio, militar y emperador
La política de Mauricio en Europa
Reformas administrativas en Occidente
La política oriental de Mauricio
La política religiosa de Mauricio
El final del imperio de Mauricio
la obra y su autor
La transmisión del texto
Fuentes
La obra. Contenido
La obra en su contexto histórico. el ejército
del Imperio Romano y del Imperio Romano
de Oriente entre los siglos III y VI
El ejército de Diocleciano y Constantino I
El ejército de Justiniano I y Mauricio
Bibliografía
Fuentes históricas mencionadas en este
libro
Monografías, artículos y contribuciones a
obras colectivas
Nota sobre la presente traducción
Abreviaturas
Strategikon (Sobre el general) de Mauricio,
emperador de Oriente
Preámbulo
Libro I
INTRODUCCIÓN
Libro I, capítulo 1. De qué modo es
conveniente que los soldados se adiestren
en su instrucción
Libro I, capítulo 2. De qué modo es
conveniente armar a los jinetes y de qué
equipo básico deben ser provistos
Libro I, capítulo 3. Sobre los varios títulos
de los oficiales y los soldados
Libro I, capítulo 4. De qué modo es
conveniente dividir al ejército y a sus
oficiales
Libro I, capítulo 5. Cómo los comandantes
de los tagmas deben elegir a sus oficiales
subordinados y jefes para el combate y
organizar los tagmas en contubernios
Libro I, capítulo 6. Los reglamentos sobre
los delitos militares que se deben dar a la
tropa
Libro I, capítulo 7. Los reglamentos sobre
los delitos militares que se deben dar a los
comandantes de los tagma
Libro I, capítulo 8. Sobre los castigos
militares
Libro I, capítulo 9. Qué organización debe
tener el ejército en su propio territorio
cuando no hay actividad hostil
Libro II
SOBRE LA FORMACIÓN DE LA CABALLERÍA
Libro II, capítulo 1. Sobre la utilidad y
necesidad de formar al ejército en dos líneas
Libro II, capítulo 2. De la organización de
los tagmas en la línea de batalla
Libro II, capítulo 3. Tropas de asalto y de
defensa
Libro II, capítulo 4. Sobre los flanqueadores
y flanqueadores de ataque
Libro II, capítulo 5. Emboscadas en la
retaguardia o en los flancos de la línea
enemiga
Libro II, capítulo 6. La profundidad de la
formación
Libro II, capítulo 7. Sobre los contubernios
Libro II, capítulo 8. Sobre el armamento
Libro II, capítulo 9. Sobre el cuerpo médico
Libro II, capítulo 10. Sobre los banderines
de las lanzas
Libro II, capítulo 11. Sobre los espías o los
exploradores
Libro II, capítulo 12. Sobre los mensores y
las partidas aposentadoras
Libro II, capítulo 13. Distancias entre los
meros y las líneas de combate
Libro II, capítulo 14. Sobre el tamaño y
diferencia entre los estandartes
Libro II, capítulo 15. Sobre la custodia de
los estandartes
Libro II, capítulo 16. Sobre el lugar de los
oficiales
Libro II, capítulo 17. Sobre los que tocan
los cuernos
Libro II, capítulo 18. Sobre los gritos de
batalla que se dan en medio del conflicto
Libro II, capítulo 19. Sobre los heraldos
Libro II, capítulo 20. Sobre la conveniencia
del uso de dos estandartes
Libro III
SOBRE LA FORMACIÓN DE LOS TAGMAS
Libro III, capítulo 1. Los símbolos usados
para ilustrar las formaciones de los tagmas
Libro III, capítulo 2. La formación de los
tagmas pretendiendo una fuerza de
trescientos diez hombres
Libro III, capítulo 3. Esquema del mismo
tagma con sus flancos en orden cerrado
Libro III, capítulo 4. Esquema del mismo
tagma con ambos flancos y la retaguardia en
orden cerrado
Libro III, capítulo 5. Métodos de
entrenamiento del tagma
Libro III, capítulo 6. La formación de los
meros. Explicación de los símbolos que
ilustran la formación de los meros y su
personal
Libro III, capítulo 7. Explicación de los
símbolos que ilustran la formación de la
primera y de la segunda línea
Libro III, capítulo 8. Formación de la línea
al completo cuando la impedimenta está
presente
Libro III, capítulo 9. Un meros
individualizado
Libro III, capítulo 10. Formación de un
ejército de fuerza moderada
Libro III, capítulo 11. Sobre las órdenes
generales
Libro III, capítulo 12. Sobre las órdenes a
las tropas de primera línea
Libro III, capítulo 13. Sobre las órdenes a
los flanqueadores
Libro III, capítulo 14. Sobre las órdenes a
los flanqueadores de ataque
Libro III, capítulo 15. Órdenes a las tropas
de la segunda línea
Libro III, capítulo 16. Órdenes a las tropas
asignadas a las emboscadas
Libro IV
SOBRE LAS EMBOSCADAS
Libro IV, capítulo 1. Sobre las emboscadas
y estratagemas contra tropas enemigas
superiores
Libro IV, capítulo 2. Sobre las emboscadas
de los escitas
Libro IV, capítulo 3. Sobre las emboscadas
realizadas por ambas partes
Libro IV, capítulo 4. Sobre el momento más
oportuno para las emboscadas
Libro IV, capítulo 5. Sobre la conveniencia
del uso de formaciones irregulares para
emboscadas o ataques por sorpresa
Libro V
SOBRE LA IMPEDIMENTA
Libro V, capítulo 1. Sobre las precauciones
a tener en cuenta al llevar la impedimenta al
campo de batalla
Libro V, capítulo 2. Sobre los caballos de
reserva
Libro V, capítulo 3. Sobre la impedimenta
no necesaria
Libro V, capítulo 4. Sobre los campamentos
intermedios
Libro V, capítulo 5. Sobre la protección de
la impedimenta durante la marcha
Libro VI
SOBRE LA DIVISIÓN DEL EJÉRCITO Y
SOBRE LA INSTRUCCIÓN MILITAR
Libro VI, preámbulo
Libro VI, capítulo 1. Sobre la instrucción a
la escítica, simulación
Libro VI, capítulo 2. Sobre la instrucción a
la alana, simulación
Libro VI, capítulo 3. Sobre la instrucción a
la africana, simulación
Libro VI, capítulo 4. Sobre la instrucción a
la itálica, la más habitual
Libro VI, capítulo 5. De qué modo se han
de ejercitar los flanqueadores y
flanqueadores de ataque
Libro VII
PARTE A. SOBRE LOS PUNTOS A
CONSIDERAR POR EL GENERAL ANTES DEL
DÍA DE LA BATALLA
Libro VII, parte A, preámbulo
Libro VII, parte A, capítulo 1. Sobre la
bendición de las banderas
Libro VII, parte A, capítulo 2. Sobre la
organización de los contubernios
Libro VII, parte A, capítulo 3. Sobre la
reunión de información sobre el enemigo
Libro VII, parte A, capítulo 4. Sobre el uso
de la arenga para animar a las tropas
Libro VII, parte A, capítulo 5. Sobre los
prisioneros enemigos tomados por las
patrullas
Libro VII, parte A, capítulo 6. Sobre el
castigo a los delincuentes
Libro VII, parte A, capítulo 7. Sobre la
manutención de los soldados, sus caballos y
sus campamentos
Libro VII, parte A, capítulo 8. Sobre las
consultas con los merarcas acerca del campo
de batalla
Libro VII, parte A, capítulo 9. Sobre la
forma de abrevar los caballos
Libro VII, parte A, capítulo 10. Sobre las
raciones transportadas en las alforjas
Libro VII, parte A, capítulo 11. Sobre cómo
hacer la guerra contra gentes desconocidas
Libro VII, parte A, capítulo 12. Sobre los
ataques sorpresa del enemigo durante la
marcha
Libro VII, parte A, capítulo 13. Sobre los
campamentos y el cuidado de los caballos en
su interior
Libro VII, parte A, capítulo 14. Sobre cómo
no hay que saquear los cuerpos de los
enemigos durante la batalla
Libro VII, parte A, capítulo 15. Sobre los
pueblos semejantes al enemigo
PARTE B. SOBRE LOS PUNTOS A SER
OBSERVADOS EL DÍA DE LA BATALLA
Libro VII, parte B, capítulo 1. Sobre cómo
no agobiar al estrategos durante el día de
batalla
Libro VII, parte B, capítulo 2. Sobre los
arqueros enemigos
Libro VII, parte B, capítulo 3. Sobre cómo
no entablar combate con el enemigo o
mostrar nuestra propia fuerza antes de
conocer sus intenciones
Libro VII, parte B, capítulo 4. Sobre cómo
ocultar la segunda línea cuando es incapaz
de seguir detrás de la primera, para que las
dos parezcan como una sola
Libro VII, parte B, capítulo 5. Sobre la
táctica y el método de enfrentarse a un
ataque sorpresa del enemigo
Libro VII, parte B, capítulo 6. Sobre los
heridos
Libro VII, parte B, capítulo 7. Sobre la
fuerza aparente del enemigo
Libro VII, parte B, capítulo 8. Sobre la
prevención de reconocimientos hostiles de
nuestra línea
Libro VII, parte B, capítulo 9. Sobre cómo
proteger el campamento
Libro VII, parte B, capítulo 10. Sobre cómo
reunir forraje
Libro VII, parte B, capítulo 11. Sobre un
desenlace adverso
Libro VII, parte B, capítulo 12. Sobre un
desenlace favorable en la batalla
Libro VII, parte B, capítulo 13. Sobre el
reconocimiento
Libro VII, parte B, capítulo 14. Sobre cómo
no exponer nuestra segunda línea
demasiado pronto
Libro VII, parte B, capítulo 15. Sobre el
mantenimiento brillante de la superficie de
las armas para ser vistos de lejos antes de la
batalla
Libro VII, parte B, capítulo 16. Sobre la
recapitulación de las obligaciones de cada
merarca
Libro VII, parte B, capítulo 17. Sobre la
recapitulación del tipo de obligaciones que
tienen asignadas los comandantes de cada
tagma, los moirarcas y los merarcas, para
que cada uno sepa su obligación
Libro VIII
Libro VIII, capítulo 1. Sobre las
instrucciones generales para el comandante
Libro VIII, capítulo 2. Lemas
Libro IX
Libro IX, capítulo 1. Sobre los ataques
sorpresa
Libro IX, capítulo 2. Sobre los ataques
nocturnos
Libro IX, capítulo 3. Sobre las incursiones
en territorio hostil: avance seguro por él y su
saqueo sin sufrir pérdidas
Libro IX, capítulo 4. Sobre el paso por
desfiladeros y territorio escabroso
Libro IX, capítulo 5. Cómo hay que espiar al
enemigo y cómo hay que capturar a los
exploradores o enemigos intentando
infiltrarse en nuestro ejército
Libro X
Libro X, capítulo 1. Cómo se debe organizar
un asedio a las fortalezas del enemigo si la
oportunidad lo permite
Libro X, capítulo 2. Cómo se debe hacer un
encuentro con incursiones hostiles dentro de
nuestro propio territorio
Libro X, capítulo 3. Cómo se debe soportar
un asedio que se supone largo
Libro X, capítulo 4. Cómo se debe construir
una fortaleza fronteriza con cautela y sin
entablar combate abierto
Libro XI
SOBRE LAS COSTUMBRES Y TÁCTICAS DE
LOS DIVERSOS PUEBLOS
Libro XI, introducción
Libro XI, capítulo 1. Cómo hay que tratar
con los persas
Libro XI, capítulo 2. Cómo hay que tratar
con los escitas, es decir, ávaros, turcos y
otros cuyo tipo de vida se asemeja al de los
pueblos hunos
Libro XI, capítulo 3. Cómo hay que tratar
con los pueblos de cabello claro, como los
francos, lombardos y otros como ellos
Libro XI, capítulo 4. Cómo hay que tratar
con los eslavos, los antes y otros pueblos
similares
Libro XII
PARTE A. SOBRE EL ORDEN DE BATALLA
MIXTO
Libro XII, parte A, capítulo 1. Cómo hay
que hacer una formación de un orden de
batalla mixto. Lista de símbolos para las
unidades en una fuerza mixta
Libro XII, parte A, capítulo 2. El orden de
batalla llamado mixto.
Libro XII, parte A, capítulo 3. La primera
formación de batalla para la caballería
Libro XII, parte A, capítulo 4. Otra
formación
Libro XII, parte A, capítulo 5. El orden de
batalla llamado lateral
Libro XII, parte A, capítulo 6. Formación en
columna
Libro XII, parte A, capítulo 7. La formación
llamada convexa
PARTE B. SOBRE LAS FORMACIONES DE
INFANTERÍA
Libro XII, parte B, preámbulo
Libro XII, parte B, capítulo 1. Qué
vestimenta debe llevar la infantería
Libro XII, parte B, capítulo 2. Cómo debe
ser el entrenamiento del infante con
armamento pesado
Libro XII, parte B, capítulo 3. Cómo debe
ser el entrenamiento del infante con
armamento ligero y de los arqueros
Libro XII, parte B, capítulo 4. Sobre el
armamento. Qué armas debe llevar la
infantería pesada
Libro XII, parte B, capítulo 5. Qué armas
debe llevar la infantería ligera
Libro XII, parte B, capítulo 6. Qué equipo
esencial hay que tener siempre presente y a
mano
Libro XII, parte B, capítulo 7. Los soldados
de cada aritmos que deben ser asignados a
tareas especializadas
Libro XII, parte B, capítulo 8. Cómo se
deben organizar las tropas de infantería y
sus oficiales
Libro XII, parte B, capítulo 9. Cómo debe
ser la asignación de personal y organización
de los tagmas de infantería
Libro XII, parte B, capítulo 10. Órdenes que
deben ser impartidas sobre los castigos
Libro XII, parte B, capítulo 11. Como debe
ser la formación de los tagmas de infantería
pesada
Libro XII, parte B, capítulo 12. Cómo debe
ser la formación de la infantería ligera junto
a infantería y caballería pesada
Libro XII, parte B, capítulo 13. Cómo debe
ser la formación de la caballería junto a
infantería pesada
Libro XII, parte B, capítulo 14. En qué
movimientos se debe ejercitar la infantería
Libro XII, parte B, capítulo 15. Un segundo
ejercicio
Libro XII, parte B, capítulo 16. Cómo
comenzar los movimientos anteriormente
mencionados
Libro XII, parte B, capítulo 17. Cómo debe
ser la formación de la línea de batalla y el
entrenamiento en resistir al enemigo
Libro XII, parte B, capítulo 18. Cómo hay
que acomodar los carros y la impedimenta
Libro XII, parte B, capítulo 19. Cómo debe
ser el método de marcha con el enemigo en
las cercanías
Libro XII, parte B, capítulo 20. Cómo hay
que atravesar zonas boscosas, zonas
escabrosas y pasos estrechos por parte de la
infantería
Libro XII, parte B, capítulo 21. Cómo debe
ser el transporte por ríos y el cruce de los
mismos frente al enemigo
Libro XII, parte B, capítulo 22. Cómo
construir campamentos fortificados
Libro XII, parte B, capítulo 23. Cuestiones a
ser consideradas por el estrategos de
infantería en día de batalla
Libro XII, parte B, capítulo 24. Sinopsis de
la instrucción anteriormente señalada que
debe ser conocida por los tribunos o
comandantes de los tagmas de infantería
PARTE C. DIAGRAMA DE UN CAMPAMENTO
FORTIFICADO
PARTE D. LA CAZA. CÓMO SE DEBEN
CAZAR ANIMALES SALVAJES SIN HERIDAS
GRAVES O GRAVES ACCIDENTES
Glosario
Índice temático
Índice onomástico
Índice de toponimos
Índice de materias y nombres comunes
Índice de obras, autores y versiones del
texto del strategikon
Introducción histórico-
literaria
FLAVIO MAURICIO, MILITAR Y
EMPERADOR1
Flavius Mauricius, el futuro emperador
Mauricio (582-602), nació en el año 539,
bajo el imperio de Justiniano I (Flavius
Petrus Sabbatius Iustinianus, 527-565), en
Arabissus (actualmente ruinas en la zona de
Tanir, en la provincia de Kahramanmaraş, en
la zona centro-oriental de Turquía), en la
entonces provincia bizantina de Armenia
III2. Su padre, miembro de una vieja familia
romana, posiblemente de origen armenio, se
llamaba Paulus y a nuestro hombre se le
conocen al menos un hermano (Petrus) y dos
hermanas (Theoctista y Gordia). El 7 de
diciembre de 574, Tiberius Constantinus (el
futuro emperador Tiberio II [578-582]) se
convirtió en césar, el sucesor designado del
emperador Justino II (565-578), de quien era
uno de sus principales colaboradores, y fue
hacia ese año cuando Mauricius, partidario
secreto del heredero, tuvo posiblemente su
primer cargo militar (al menos de
importancia), ya que anteriormente solo
sabemos de su carrera que era notarius3.
Fue nombrado patricio (patricius)4 y comes
excubitorum5, grado este que conservaría
cuando, seguramente por influencia de
Tiberius, el emperador Justino lo nombró
magister utriusque militiae per Orientem
(comandante del ejército de maniobra de la
diócesis6 de Oriente) en 577. Desde este
puesto dirigió con éxito la guerra contra los
persas declarada ese mismo año y que tuvo
como hitos la victoriosa batalla de Callinicum
(la actual Ar Raqqah, en la provincia del
mismo nombre, Siria), en 580, y la definitiva
gran victoria de 581 en las cercanías de la
ciudad de Constantina (la actual Viransehir,
en la provincia de Urfa, Turquía), en la
provincia bizantina de Mesopotamia, sobre
las tropas del emperador7 persa Ormuz
(Hormisdas) IV (579-590), mandadas en la
ocasión por sus generales Tamchosroes
(muerto en el combate) y Adarmaanes (que
consiguió huir).
Subió al trono el 13 de agosto de 582,
sucediendo al emperador Tiberio II, que le
había nombrado césar (adoptando nuestro
hombre entonces el nombre de Flavius
Mauricius Tiberius) el anterior día 5, y a las
pocas semanas (ya en otoño) se casó con la
hija de su difunto protector, Constantina. Al
año siguiente, como era muy frecuente
desde los tiempos del emperador Augusto
(Caius Iulius Caesar Octavianus, luego
Imperator Caesar Augustus, 27 a.C. - 14
d.C.), el nuevo emperador asumió el
consulado, pero no el 1 de enero, como era
lo habitual, sino el 25 de diciembre8 y lo
ejerció en solitario, sine collega. Tanto este
acontecimiento como su boda fueron
celebrados con fiestas organizadas para el
pueblo de Constantinopla. A partir de ese
momento, Mauricio sería un emperador
cumplidor de sus deberes, moderado en su
vida privada, preocupado por el ejército (a
cuyas unidades pasó revista muy a menudo)
y ahorrador hasta convertirse en tacaño, lo
que le ocasionaría graves problemas, como
veremos en las siguientes líneas9.
LA OBRA. CONTENIDO
La obra, en su elaboración inicial, estuvo
compuesta por once libros, tal como se
deduce de XI 4. Comenzaba por un índice y
una introducción y el libro XII sería una
adición posterior del propio autor (debido a
que hace referencias a pasajes de otros
libros en primera persona del plural). Consta
este libro XII de cuatro partes: la primera se
centra en describir el orden de batalla mixto,
de caballería e infantería; la segunda parte
del libro es un pequeño tratado sobre la
infantería; la tercera, tan solo presente en el
códice Ambrosianus, es un esquema de un
campamento fortificado; la cuarta es un
breve tratado sobre la caza como ejercicio
militar, presente en M y A pero no en VNP.
Tal como se ha adelantado, el desarrollo
de la obra está precedido por un índice
general. A su vez, cada libro va introducido
por un índice particular donde se desglosan
los capítulos por su título. Los capítulos son
de extensión variable, desde los que cuentan
con solo unas pocas líneas hasta los
integrados por numerosos y amplios
párrafos. De los libros, más de la mitad (las
excepciones son el VII, el VIII, el X y el XII)
llevan un título que informa
aproximadamente de su contenido. Varios de
los libros incluyen esquemas hechos con
símbolos (cada uno de los cuales hace
referencia a un tipo de soldado) en los que
se muestra la disposición de las tropas en los
diferentes órdenes de batalla.
Antes de empezar el contenido, el autor
comienza con una invocación a los poderes
divinos (la Santísima Trinidad y la Virgen
María) y un pequeño prólogo a modo de
justificación de la obra que sigue, en el que
nos indica que el estado del ejército ha sido
desatendido durante mucho tiempo y que
este manual militar, dirigido a militares de
alto rango, pretende aportar sobre todo
utilidad práctica, empezando desde el
principio y sin presuponer como sabido
previamente ningún concepto militar. Es,
pues, una obra para generales novatos58.
Eso sí, para el autor, el amor a Dios y la
justicia son condiciones indispensables para
un buen hacer militar.
El libro I, con nueve capítulos, a modo de
introducción, hace unas consideraciones
generales sobre instrucción, armamento y
equipo, grados de oficialidad y tropa,
organización del ejército y las unidades y
reglamentos militares y castigos para
quienes los infrinjan.
El libro II tiene veinte capítulos y lleva el
título genérico de «Sobre la formación de la
caballería». En él se siguen explicando
conceptos que hacen referencia a tipos
específicos de tropas, armamento, cuerpo
médico, organización de la tropa en la línea
de batalla, emboscadas, banderines en las
lanzas, gritos de batalla y estandartes y su
utilización durante el combate.
El libro III, que tiene dieciséis capítulos, se
titula «Sobre la formación de los tagmas»,
pero no solo hace referencia a este tipo de
unidad (formación en orden cerrado,
métodos de entrenamiento), sino que
también habla de otra (el meros), además
de las órdenes que hay que dar a cada tipo
de tropa, incluyendo también esquemas que
representan diferentes maneras de formar al
ejército para la batalla.
El libro IV es un libro corto, de apenas
cinco capítulos, titulado «Sobre las
emboscadas» y en él se analizan los
diferentes tipos de emboscadas, cómo
hacerlas, cuando es el momento más
oportuno y qué tipos de tropas pueden
emplearse en su realización.
El libro V también es corto, compuesto de
cinco capítulos y lleva por título «Sobre la
impedimenta». En esta parte se aportan
ideas sobre la manera de llevar y proteger
todo el material necesario para el buen
funcionamiento del ejército, tanto en forma
de suministros para la tropa (unos
necesarios y otros prescindibles) como en
forma de caballos de repuesto.
El libro VI, también de cinco capítulos, se
titula «Sobre la división del ejército y sobre
la instrucción militar», pero, a continuación,
del tema anunciado en la primera parte del
título no dice nada y, tras un preámbulo
antes del capítulo 1, en el que se destaca la
importancia para los soldados de la
instrucción constante, se centra en explicar
los diferentes tipos de instrucción que en
aquella época se enseñaba a los soldados
romano-bizantinos, tomados en su mayoría
de pueblos enemigos del Imperio: a la
escítica, a la alana, a la africana y a la
itálica.
El libro VII es un libro largo, sin un título
genérico que sí lleva cada una de las dos
partes en las que está dividido: la A, «Sobre
el general. Los puntos a considerar por el
general antes del día de la batalla», y la B,
«Sobre los puntos a ser observados el día de
la batalla». En la parte A, también con una
introducción antes del capítulo 1 (con quince
capítulos en total), se explican numerosos y
dispares detalles que un general al mando
de un ejército debe tener en cuenta antes de
presentar batalla y que van desde la
bendición de las banderas a la manera de
tratar a los soldados propios que sean de la
misma raza que el enemigo, pasando por las
arengas, los prisioneros tomados al
enemigo, la forma de abrevar los caballos o
las raciones que se transportan en las
alforjas. La parte B tiene diecisiete capítulos
también sobre detalles muy variables, desde
cómo no agobiar al general el día de la
batalla a las obligaciones de cada tipo de
oficiales, pasando por informaciones sobre el
enemigo, sobre el reconocimiento (propio y
enemigo), el bruñido de las armas propias o
qué hacer tanto como si se consigue la
victoria como si la misma favorece al
enemigo.
El libro VIII no tiene título y es muy corto
en capítulos, apenas dos, pero ambos largos
de contenido. En el primero se habla de las
instrucciones generales del comandante del
ejército, agrupadas en cuarenta y cuatro
puntos, mientras que el segundo, titulado
«Lemas», desglosa en ciento un cortos
puntos las cosas concretas que un buen
general no puede nunca olvidar si quiere
tener éxito en su trabajo.
El libro IX, también sin título genérico,
cuenta con cinco capítulos y trata de temas
variados, como lo son los ataques por
sorpresa y/o nocturnos, sobre cómo hacer
incursiones en territorio hostil, sobre cómo
atravesar desfiladeros y otros terrenos
dificultosos o sobre cómo hay que espiar al
enemigo mientras se evita que él haga lo
mismo con el ejército propio.
El libro X, sin título y con cuatro capítulos,
nos ofrece información sobre los asedios
(tanto de las fortalezas enemigas como de
las propias), sobre cómo se deben frenar las
incursiones enemigas en terreno propio y
sobre cuál es la mejor manera de construir
una fortaleza fronteriza.
El libro XI, también con una introducción y
cuatro capítulos, lleva por título «Sobre las
costumbres y tácticas de los diversos
pueblos» y en él se indica claramente de lo
que trata, tanto de pueblos de la frontera
este del Imperio Romano de Oriente, como
l o s persas o los turcos, como los de la
frontera oeste, así los que se asemejan a los
hunos (ávaros o escitas) como los
eslavos o los antes «y otros pueblos
similares», o los que el autor llama «pueblos
de cabello claro» (francos, lombardos «y
otros como ellos»).
El libro XII y último tampoco tiene título
genérico pero está dividido en cuatro partes
(las dos primeras mucho más extensas) que
sí lo tienen: la parte A se titula «Sobre el
orden de batalla mixto» y tiene siete
capítulos; la parte B, con una introducción y
veinticuatro capítulos, lleva por título:
«Sobre las formaciones de infantería»; la
parte C se titula «Diagrama de un
campamento fortificado» y es solo eso lo que
incluye, mientras que la parte D (también sin
capítulos) lleva por título «Sobre la caza.
Cómo se deben cazar animales salvajes sin
heridas graves o graves accidentes». La
parte A (que incluye diagramas) ilustra a los
oficiales a quienes va dirigido este manual
militar sobre diversas formaciones que
puede adoptar un ejército para hacer frente
al enemigo, mientras que la parte B (que
también incluye un diagrama) incide en
numerosos detalles sobre la infantería
propia: vestimenta, entrenamiento tanto del
infante pesado como del ligero, armamento,
equipo, formaciones, castramentación,
formaciones sin y con la caballería, cómo
marchar (sobre diversos tipos de terreno),
formar para la batalla, transportar la
impedimenta...
El autor del Strategikon (tanto si es el
emperador Mauricio como si es cualquier
otro) nos indica que este tratado militar es
fruto, por una parte, de las enseñanzas de
autores antiguos y por otra de su experiencia
militar personal (que él mismo califica en el
Preámbulo de «limitada»). De esos autores
antiguos (las obras de la mayoría de los
cuales no han llegado hasta nosotros) ha
tomado el autor una serie de referencias (no
muchas y no siempre muy claras) a hechos
militares más antiguos (aparte de los
acontecimientos que le son contemporáneos
y que ya han quedado reflejados en el
capítulo III de esta introducción histórico-
literaria). Estos hechos son: la derrota del
emperador Decio en Abrittus (junto a la
actual Hisarlak, en las cercanías de Razgrad,
en la provincia de Ruse, Bulgaria) en el
verano de 251 ante los godos (IV 3); la
emboscada que sufrió el ejército de Oriente
en Anglon (lugar cerca del actual Dvin, al sur
de Yerevan [Ereván], en la provincia del
mismo nombre, en Armenia) en 543 por
parte de los persas (VII B 2); las
operaciones del príncipe mauritano al
servicio de Roma Lusius Quietus en Oriente
durante la guerra del emperador Trajano
contra los partos en 114-117 (IX 2). Además
menciona a generales antiguos, como Aníbal
el Cartaginés (Aníbal Barca) (VIII 2, 87 y 89)
o Escipión el Africano (Publius Cornelius
Scipio Africanus) (VIII 2, 93).
Son también de destacar las digresiones
que hace Mauricio, casi con carácter
etnográfico, al hablar de los diferentes
pueblos enemigos a los que el Imperio tiene
que hacer frente: persas, escitas, antes,
ávaros, eslavos, germanos de diversas
tribus…
La valoración militar que podemos hacer de
esta obra, destinada sobre todo a ejércitos
principalmente de caballería, es que, en
principio, es un manual militar complejo ya
que las maniobras que propone para las
diferentes situaciones en el campo de batalla
y antes y después del combate son, en
general, complicadas y llevarlas a cabo
correctamente dependía de disponer de unos
soldados muy bien entrenados. Adiestrar a
un soldado según los parámetros que indica
el manual era una labor larga, laboriosa y
cara, lo que nos lleva a otra característica
militar del Strategikon: habida cuenta de que
en una batalla mueren soldados propios y
entrenarlos adecuadamente es tan costoso,
hay que arriesgarlos en batalla únicamente
cuando ello sea imprescindible o las
condiciones inmediatas a la batalla hagan
prever un combate victorioso. Esto, a su vez,
nos lleva a otra característica militar
fácilmente relacionable con uno de los
tópicos que se tienen sobre los bizantinos:
su facilidad para la negociación y el disimulo.
Al autor del Strategikon le gusta aparentar:
que el ejército propio es mayor, que sus
hombres tienen mejores armas que el
enemigo, que dispone de más alimentos que
él, que su caballería es mejor que la del
adversario… En este sentido es típicamente
bizantino, valorando en mayor medida el
engaño que la fuerza y la acción directa: hay
que procurar engañar al enemigo para que
este no fuerce el combate y nuestro bando
pueda conseguir sus objetivos sin arriesgar
la preciada tropa.
En tiempos de Mauricio, la principal arma
de combate es la caballería y así lo refleja
en el manual. Pasaron ya los tiempos de las
gloriosas legiones (unidades de infantería
pesada) que hicieron grande al Imperio
Romano. Los soldados de a pie quedan
ahora como segundones en el campo de
batalla, no diremos que como simples
auxiliares de los soldados de a caballo pero
casi. Se llega a hablar (Strategikon IX 4) de
ejércitos solo de caballería.
Que el Strategikon es un manual militar
para llevar a la práctica lo vemos en
numerosas de sus indicaciones. Además,
insistiendo en lo de práctico, dedica varios
capítulos a analizar la forma en cómo hay
que tratar con cada uno de los pueblos que
durante los años previos a la confección del
libro se habían enfrentado al Imperio
Romano de Oriente y que, previsiblemente,
volverían a hacerlo, por lo que convenía
conocerlos.
Asimismo, el Strategikon dedica muchas
líneas a dar cuenta de las características de
un buen general (strategos): tiene que ser
un hombre de honor, temeroso de Dios,
reflexivo, valiente cuando haga falta, astuto
cuando la ocasión lo requiera, debe
comprender la mentalidad de sus hombres y
asegurar su bienestar, ha de saber coordinar
a sus tropas, saber cuándo, al impartir
castigos a sus soldados, debe ser inflexible o
compasivo, intuir cuándo es el momento de
sembrar la duda entre el enemigo… Tales
son las exigencias que el alto oficial que
consiguiera cumplir todas estas premisas
sería un comandante excepcional no solo en
el ejército del Imperio Romano de Oriente
sino en cualquier otro ejército de cualquier
otra época.
Bibliografía
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libro
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Abreviaturas
c.: alrededor de.
cap.: capítulo.
cfr.: confrontar.
col., cols.: columna, columnas.
ed., eds.: editor, editores.
edic.: edición.
Fig.: figura (ilustración)
Gl.: Glosario.
Int.: Introducción.
lat.: en latín.
n., ns.: nota, notas.
ND Or.: Notitia Dignitatum, pars Orientis.
p., pp.: página, páginas.
PIR2: DESSAU, H., GROAG, E., STEIN, A.,
PETERSEN, L. y ROHDEN, P. von:
Prosopographia Imperii Romani, Berlín-
Ámsterdam, 1933. (2.ª edición).
RE: Real-Encyclopädie der Classischen
Altertumswissenschaft. Stuttgart, 1895 en
adelante.
Tx.: Texto.
vol., vols.: volumen, volúmenes.
Strategikon
(Sobre el general) de
Mauricio, emperador
de Oriente
PREÁMBULO
LIBRO I
INTRODUCCIÓN
Capítulo 1. De qué modo es conveniente que
los soldados se adiestren en su instrucción
Capítulo 2. De qué modo es conveniente
armar a los jinetes y de qué equipo básico
deben ser provistos
Capítulo 3. Sobre los varios títulos de los
oficiales1 y los soldados
Capítulo 4. De qué modo es conveniente
dividir al ejército y a sus oficiales
Capítulo 5. Cómo los comandantes de los
tagmas deben elegir a sus oficiales
subordinados y líderes para el combate y
organizar los tagmas en contubernios
Capítulo 6. Los reglamentos sobre los delitos
militares que se deben dar a la tropa
Capítulo 7. Los reglamentos sobre los delitos
militares que se deben dar a los
comandantes de los tagmas
Capítulo 8. Sobre los castigos militares
Capítulo 9. Qué organización debe tener el
ejército en su propio territorio cuando no
hay actividad hostil
LIBRO II
SOBRE LA FORMACIÓN DE LA
CABALLERÍA
Capítulo 1. Sobre la utilidad y necesidad de
formar al ejército en dos líneas
Capítulo 2. De la organización de los
tagmas en la línea de batalla
Capítulo 3. Tropas de asalto y de defensa
Capítulo 4. Sobre los flanqueadores y
flanqueadores de ataque
Capítulo 5. Emboscadas en la retaguardia o
en los flancos de la línea enemiga
Capítulo 6. Sobre la profundidad de la
formación
Capítulo 7. Sobre los contubernios
Capítulo 8. Sobre el armamento
Capítulo 9. Sobre el cuerpo médico
Capítulo 10. Sobre los banderines de las
lanzas
Capítulo 11. Sobre los espías o los
exploradores
Capítulo 12. Sobre los mensores y las
partidas aposentadoras
Capítulo 13. Sobre las distancias entre los
meros y las líneas de combate
Capítulo 14. Sobre el tamaño y diferencia
entre los estandartes
Capítulo 15. Sobre la custodia de los
estandartes
Capítulo 16. Sobre el lugar de los oficiales
Capítulo 17. Sobre los que tocan los cuernos
Capítulo 18. Sobre los gritos de batalla que
se dan en medio del conflicto
Capítulo 19. Sobre los heraldos
Capítulo 20. Sobre la conveniencia del uso
de dos estandartes
LIBRO III
SOBRE LA FORMACIÓN DE LOS TAGMAS
Capítulo 1. Los símbolos usados para ilustrar
las formaciones de los tagmas
Capítulo 2. La formación de los tagmas
pretendiendo una fuerza de trescientos diez
hombres
Capítulo 3. Esquema del mismo tagma con
sus flancos en orden cerrado
Capítulo 4. Esquema del mismo tagma con
ambos flancos y la retaguardia en orden
cerrado
Capítulo 5. Métodos de entrenamiento del
tagma
Capítulo 6. La formación de los meros.
Explicación de los símbolos que ilustran la
formación de los meros y su personal
Capítulo 7. Explicación de los símbolos que
ilustran la formación de la primera y de la
segunda línea
Capítulo 8. Formación de la línea al completo
cuando la impedimenta está presente
Capítulo 9. Un meros individualizado
Capítulo 10. Formación de un ejército de
fuerza moderada
Capítulo 11. Órdenes generales
Capítulo 12. Órdenes a las tropas de primera
línea
Capítulo 13. Órdenes a los flanqueadores
Capítulo 14. Órdenes a los flanqueadores
de ataque
Capítulo 15. Órdenes a las tropas de la
segunda línea
Capítulo 16. Órdenes a las tropas asignadas
a las emboscadas
LIBRO IV
SOBRE LAS EMBOSCADAS
Capítulo 1. Sobre las emboscadas y
estratagemas contra tropas enemigas
superiores
Capítulo 2. Sobre las emboscadas de los
escitas
Capítulo 3. Sobre las emboscadas realizadas
por ambas partes
Capítulo 4. Sobre el momento más oportuno
para las emboscadas
Capítulo 5. Sobre la conveniencia del uso de
formaciones irregulares para emboscadas o
ataques por sorpresa
LIBRO V
SOBRE LA IMPEDIMENTA
Capítulo 1. Sobre las precauciones a tener en
cuenta al llevar la impedimenta al campo de
batalla
Capítulo 2. Sobre los caballos de reserva
Capítulo 3. Sobre la impedimenta no
necesaria
Capítulo 4. Sobre los campamentos
intermedios
Capítulo 5. Sobre la protección de la
impedimenta durante la marcha
LIBRO VI
SOBRE LA DIVISIÓN DEL EJÉRCITO Y
SOBRE LA INSTRUCCIÓN MILITAR
Preámbulo
Capítulo 1. Sobre la instrucción a la escítica,
simulación
Capítulo 2. Sobre la instrucción a la alana,
simulación
Capítulo 3. Sobre la instrucción a la africana,
simulación
Capítulo 4. Sobre la instrucción a la itálica, la
más habitual
Capítulo 5. De qué modo se han de ejercitar
los flanqueadores y flanqueadores de
ataque
LIBRO VII
PARTE A. SOBRE EL GENERAL. LOS
PUNTOS A CONSIDERAR POR EL
GENERAL ANTES DEL DÍA DE LA
BATALLA
Preámbulo
Capítulo 1. Sobre la bendición de las
banderas
Capítulo 2. Sobre la organización de los
contubernios
Capítulo 3. Sobre la reunión de información
sobre el enemigo
Capítulo 4. Sobre el uso de la arenga para
animar a las tropas
Capítulo 5. Sobre los prisioneros enemigos
tomados por las patrullas
Capítulo 6. Sobre el castigo a los
delincuentes
Capítulo 7. Sobre la manutención de los
soldados, sus caballos y sus campamentos
Capítulo 8. Sobre las consultas con los
merarcas acerca del campo de batalla
Capítulo 9. Sobre la forma de abrevar los
caballos
Capítulo 10. Sobre las raciones transportadas
en las alforjas
Capítulo 11. Sobre cómo hacer la guerra
contra gentes desconocidas
Capítulo 12. Sobre los ataques sorpresa del
enemigo durante la marcha
Capítulo 13. Sobre los campamentos y el
cuidado de los caballos en su interior
Capítulo 14. Sobre cómo no hay que saquear
los cuerpos de los enemigos durante la
batalla
Capítulo 15. Sobre los pueblos semejantes al
enemigo
LIBRO VIII
Capítulo 1. Sobre las instrucciones generales
para el comandante
Capítulo 2. Lemas
LIBRO IX
SOBRE LOS ATAQUES SORPRESA
Capítulo 1. Sobre los ataques sorpresa
Capítulo 2. Sobre los ataques nocturnos
Capítulo 3. Sobre las incursiones en territorio
hostil: avance seguro por él y su saqueo sin
sufrir pérdidas
Capítulo 4. Sobre el paso por desfiladeros y
territorio escabroso
Capítulo 5. Cómo hay que espiar al enemigo
y cómo hay que capturar a los exploradores
o enemigos intentando infiltrarse en nuestro
ejército
LIBRO X
Capítulo 1. Cómo se debe organizar un
asedio a las fortalezas del enemigo si la
oportunidad lo permite
Capítulo 2. Como se debe hacer un
encuentro con incursiones hostiles dentro
de nuestro propio territorio
Capítulo 3. Cómo se debe soportar un asedio
que se supone largo
Capítulo 4. Cómo se debe construir una
fortaleza fronteriza con cautela y sin
entablar combate abierto
LIBRO XI
SOBRE LAS COSTUMBRES Y TÁCTICAS
DE LOS DIVERSOS PUEBLOS
Introducción
Capítulo 1. Cómo hay que tratar con los
persas
Capítulo 2. Cómo hay que tratar con los
escitas, es decir, ávaros, turcos y otros
cuyo tipo de vida se asemeja al de los
pueblos hunos
Capítulo 3. Cómo hay que tratar con los
pueblos de cabello claro, como los
francos, lombardos y otros como ellos
Capítulo 4. Cómo hay que tratar con los
eslavos, los antes y otros pueblos
similares
LIBRO XII
PARTE A. SOBRE EL ORDEN DE BATALLA
MIXTO
Capítulo 1. Cómo hay que hacer una
formación de un orden de batalla mixto.
Lista de símbolos para las unidades en una
fuerza mixta
Capítulo 2. El orden de batalla llamado mixto
Capítulo 3. La primera formación de batalla
para la caballería
Capítulo 4. Otra formación
Capítulo 5. El orden de batalla llamado
lateral
Capítulo 6. Formación en columna
Capítulo 7. La formación llamada convexa
PARTE C. DIAGRAMA DE UN
CAMPAMENTO FORTIFICADO
PARTE D. SOBRE LA CAZA. CÓMO SE
DEBEN CAZAR ANIMALES SALVAJES
SIN HERIDAS GRAVES O GRAVES
ACCIDENTES
1 Traducimos como oficiales lo que en el texto griego
se llama arcontes (ἀρχόντοι), el equivalente de un
prefecto (praefectus) romano.
Preámbulo
Las palabras y los hechos guíe la Santísima
Trinidad, nuestro Dios y Salvador, constante
esperanza y seguridad de la Divina
Asistencia que dirige empresas importantes
y beneficiosas a una conclusión favorable1.
Si aquello que hemos escrito fuera
deficiente, pues somos hombres limitados y
nos ha motivado la única devoción al Estado,
la Sagrada Trinidad lo solucionará
volviéndolo a nuestro favor proporcionando
guía a quienes lo lean. Pueda esto suceder
por la intercesión de Nuestra Señora, la
Inmaculada, siempre Virgen Madre de Dios,
María, y por Todos los Santos, para la
bendición de Nuestro Señor por los siglos de
los siglos. Amen.
El estado de las fuerzas armadas ha sido
desatendido durante largo tiempo y [su
mantenimiento] ha caído tan completamente
en el olvido, por así decirlo, que aquellos que
asumen el mando de las tropas no entienden
nada sobre los más obvios asuntos y sufren
todo tipo de dificultades. A veces los
soldados son culpados de la falta de
entrenamiento, a veces el estrategos de
inexperiencia. Hemos resuelto, por
consiguiente, hacer un escrito sobre este
asunto, tan bueno como podamos, sucinto y
simple, basándonos en parte en autores
antiguos y en parte en nuestra limitada
experiencia en el servicio activo, atendiendo
más a la utilidad práctica que al léxico.
Haciendo esto, no tenemos pretensiones de
abrir nuevos campos o mejorar a los
antiguos. Aquellos dirigían escritos a
hombres con conocimientos y experiencia,
llenos de tópicos no fácilmente entendibles
por legos, dando por sobreentendido lo
básico, asuntos introductorios que son
particularmente necesarios en nuestros días.
A nuestro juicio, es esencial no dar por
sobreentendidas incluso las cosas más
obvias, que son fundamentales si uno quiere
mandar tropas con éxito. Hemos, entonces,
diseñado más bien un modesto manual o
introducción para aquellos dedicados al
generalato, que debería facilitar el progreso
a aquellos que desean avanzar en un mejor
y más detallado conocimiento de aquellas
tácticas y teorías. Por esta razón, como ya
remarcamos, no hemos puesto atención a la
precisión o a la sonoridad de las palabras.
Esto que estamos haciendo no es algo
sagrado. Nuestra preocupación, más bien, ha
estado en la utilidad y brevedad de la
expresión. De ahí que hayan sido empleados
un buen número de términos latinos y otras
expresiones militares de uso ordinario para
una comprensión más sencilla en los asuntos
tratados. Si, entonces, se encuentra algo
provechoso en este texto, gracias sean
dadas al Todopoderoso, quien nos ha
favorecido con algún entendimiento en estas
materias. Y si cada estrategos por su
propia experiencia y diligencia llegara a
saber aún más sobre estos asuntos, gracias
sean dadas nuevamente al Señor, quien nos
da todas las cosas buenas, y así quizá con
nuestro empeño seamos juzgados con
misericordia. Primeramente, urgimos al
estrategos a que su tarea más importante
sea el amar a Dios y a la justicia2;
conseguido esto, debe esforzarse en ganar el
favor de Dios, sin el cual es imposible llevar
a cabo ningún plan, por bien urdido que
parezca, ni se puede vencer a cualquier
enemigo, aunque parezca débil. Todas estas
cosas están regidas por la Providencia de
Dios, una Providencia que se extiende tanto
a los pájaros como a los peces. Como un
timonel, incluso el mejor, encuentra que su
habilidad no sirve de nada cuando el viento
no sopla favorablemente, pero cuando lo
tiene de su lado y pone su habilidad en ello
no tiene dificultad en doblar la velocidad de
la nave, así también el buen estrategos,
armado con el favor de Dios y sin pausa para
la inercia, empleando sus conocimientos
tácticos y estratégicos, dirige con seguridad
el ejército que le ha sido confiado y es capaz
de contrarrestar las varias maquinaciones
del enemigo3. Esto es lo que hace que las
cosas cambien a favor de la ventaja de uno y
lo que lleva a los planes propios a una
conclusión favorable. Para aquellos con los
que trata, el estrategos debe aparecer
tranquilo y despreocupado; su comida y
ropas deben parecer sencillas y simples, su
entorno no debe parecer elaborado y
ostentoso; debe aparentar ser incansable y
atento a la hora de atender a sus deberes,
no negligente o despreocupado; con
diligencia y persistencia podrá enderezar las
más difíciles situaciones. Si uno no muestra
preocupación por un problema, el problema
no mostrará preocupación hacia él.
Él debería a menudo deliberar acerca de
sus más serios problemas y poner en
práctica lo que ha decidido con el mínimo
retraso y riesgo como sea posible. La
oportunidad es el médico de los problemas.
Para sus subordinados, él debe parecer
equilibrado. No debe ser de fácil trato con
aquellos que han cometido actos de cobardía
o actos negligentes en la esperanza de ser
considerado como buen líder, pues un buen
líder no alienta la cobardía y la vagancia. Por
otro lado, no debe castigar precipitadamente
y sin una completa investigación solo para
mostrar que puede actuar con firmeza. Lo
primero conduce al desprecio y a la
desobediencia; lo otro sirve para merecer el
odio con todas sus consecuencias. Ambos
son extremos. El mejor camino es la unión
de miedo y justicia, esto es, imponer un
justo castigo a los delincuentes tras las
pruebas de culpabilidad. Esto, para los
hombres razonables, no es un castigo sino
corrección y ayuda en el mantenimiento del
orden y la disciplina.
INTRODUCCIÓN
Bandera1
Prefecto del tagma
Trompetas
Portacapa2
Hecatontarca o ilarca
Decarca con lanza y escudo
Pentarca con lanza y escudo
El tercero en la fila con arco sin escudo
El cuarto de la fila con arco sin escudo
situado en retaguardia
El quinto de la fila con arco sin escudo
Jinete o soldado con cualquier tipo de
arma que puedan manejar
El hypostrategos
El cuerpo médico77
Flanqueadores
Flanqueadores de ataque
Optimates armados
Caballos de reserva, si hay
Impedimenta, si hay
Bandera de la guardia de la impedimenta,
si hay
Taxiarca de los optimates
El estrategos
Libro III, capítulo 8. Formación de la
línea al completo cuando la
impedimenta está presente
Si ocurre que el ejército es de una fuerza
de más de quince mil hombres, está
permitido, y de hecho es aconsejable,
organizar la segunda línea en cuatro meros
con tres espacios entre ellos, como muestra
el diagrama, para que cada meros de la
primera línea pueda tener su propio espacio.
Si el ejército es de fuerza moderada,
digamos de cinco mil o seis mil a quince mil
hombres, entonces la segunda línea debe
estar compuesta por dos meros y un
espacio abierto de acuerdo al siguiente
diagrama que muestra a un único meros. Si
el ejército es aún más pequeño, cinco mil
hombres o menos, entonces hay que
estacionar un meros como segunda línea.
Los espacios abiertos en la segunda línea
entre los meros deben ser proporcionados al
número de unidades formadas en la primera
línea, para que cada espacio sea de un
cuarto de ancho del meros de la primera
línea. Esto es, si el meros de la primera
línea tiene seiscientos jinetes, el espacio
abierto en la segunda línea debe ser de unos
ciento cincuenta. Como se mencionó
anteriormente, la profundidad del tagma
estacionado en ese espacio abierto debe ser
normalmente de cuatro hombres en fondo,
para que, si fuese necesario, pueda estar
preparado para una acción ofensiva. Pero si
el ejército es de fuerza moderada, no basta
para luchar pero sí para permanecer y
mantener la segunda línea intacta.
SOBRE LA IMPEDIMENTA
Preámbulo
Capítulo 1. Qué vestimenta debe llevar la
infantería
Capítulo 2. Cómo debe ser el entrenamiento
del infante con armamento pesado
Capítulo 3. Cómo debe ser el entrenamiento
del infante con armamento ligero y de los
arqueros
Capítulo 4. Sobre el armamento. Qué armas
debe llevar la infantería pesada
Capítulo 5. Qué armas debe llevar la
infantería ligera
Capítulo 6. Qué equipo esencial hay que
tener siempre presente y a mano
Capítulo 7. Los soldados de cada aritmos
que deben ser asignados a tareas
especializadas
Capítulo 8. Cómo se deben organizar las
tropas de infantería y sus oficiales
Capítulo 9. Cómo debe ser la asignación de
personal y organización de los tagmas de
infantería
Capítulo 10. Órdenes que deben ser
impartidas sobre los castigos
Capítulo 11. Cómo debe ser la formación de
los tagmas de infantería pesada
Capítulo 12. Cómo debe ser la formación de
la infantería ligera junto a infantería y
caballería pesada
Capítulo 13. Cómo debe ser la formación de
la caballería junto a infantería pesada
Capítulo 14. En qué movimientos se debe
ejercitar la infantería
Capítulo 15. Un segundo ejercicio
Capítulo 16. Cómo comenzar los
movimientos anteriormente mencionados
Capítulo 17. Cómo debe ser la formación de
la línea de batalla y el entrenamiento en
resistir al enemigo
Capítulo 18. Cómo hay que acomodar los
carros y la impedimenta
Capítulo 19. Cómo debe ser el método de
marcha con el enemigo en las cercanías
Capítulo 20. Cómo hay que atravesar zonas
boscosas, zonas escabrosas y pasos
angostos por parte de la infantería
Capítulo 21. Cómo debe ser el transporte por
ríos y el cruce de ríos frente al enemigo
Capítulo 22. Cómo construir campamentos
fortificados
Capítulo 23. Cuestiones a ser consideradas
por el estrategos de infantería en día de
batalla
Capítulo 24. Sinopsis de la instrucción
anteriormente señalada que debe ser
conocida por los tribunos o comandantes
de los tagmas de infantería
PARTE C. DIAGRAMA DE UN
CAMPAMENTO FORTIFICADO
SEGUNDO ENTRENAMIENTO
Para formar la doble falange se da la
orden: primi state, secundi exite66. Para
moverse a derecha o a izquierda, si el
comandante quiere que se muevan a la
derecha ordena: «¡Girad a la derecha!»67. Si
hacia la izquierda: «¡Girad a la izquierda.
Moverse!»68 y se mueve. [Ordena] «Redi»69
y retoman su posición original. Para formar
la línea defensiva de doble frente, la orden
es: «¡Frente a todas las direcciones.
Volved!»70. Entonces ellos retoman su
posición original. Para cambiar el frente a la
derecha o a la izquierda, si es para la
derecha: «¡Cambiad a la derecha!»71, si es
para la izquierda: «¡Cambiad a la
izquierda!»72. Para extender o alargar, si el
comandante quiere extender la línea a la
derecha ordena: largia ad dextram73. Si es
hacia ambos lados: largia ad ambas
74
partes . Para aumentar o doblar la
profundidad de las columnas, si la
profundidad es de ocho o cuatro hombres
ordena: intra75. Para hacer frente a un
ataque por la retaguardia la orden es:
transforma76.
Los reglamentos escritos que recuerdan
estas maniobras deben ser dados a los
tribunos, y los merarcas deben también
conocer el propósito de los movimientos.
PARTE C. DIAGRAMA DE UN
CAMPAMENTO FORTIFICADO
Hay que anotar que la línea exterior de la
impedimenta indica una trinchera. Los
abrojos son indicados por la letra lambda y
las señales del medio son para las tiendas.
Las calles principales, conformadas en cruz,
deben tener cincuenta pies de ancho y el
espacio alrededor de las carretas,
doscientos. Debe haber una zanja en el lado
exterior para los abrojos, para que los
animales u hombres en el campamento no
puedan tropezarse, descuidadamente, en
ellos.