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Armando Villegas fue un destacado pintor peruano-colombiano conocido por su dominio del color. Dejó huérfano a los 5 años en Perú y se mudó a Lima donde descubrió su talento para el arte. Estudió en la Escuela Nacional de Bellas Artes de Lima y luego obtuvo una beca para estudiar en Bogotá, Colombia en 1951, donde pasó el resto de su vida. Villegas tuvo una prolífica carrera como pintor, escultor, grabador y maestro. Expuso ampliamente en América,
Armando Villegas fue un destacado pintor peruano-colombiano conocido por su dominio del color. Dejó huérfano a los 5 años en Perú y se mudó a Lima donde descubrió su talento para el arte. Estudió en la Escuela Nacional de Bellas Artes de Lima y luego obtuvo una beca para estudiar en Bogotá, Colombia en 1951, donde pasó el resto de su vida. Villegas tuvo una prolífica carrera como pintor, escultor, grabador y maestro. Expuso ampliamente en América,
Armando Villegas fue un destacado pintor peruano-colombiano conocido por su dominio del color. Dejó huérfano a los 5 años en Perú y se mudó a Lima donde descubrió su talento para el arte. Estudió en la Escuela Nacional de Bellas Artes de Lima y luego obtuvo una beca para estudiar en Bogotá, Colombia en 1951, donde pasó el resto de su vida. Villegas tuvo una prolífica carrera como pintor, escultor, grabador y maestro. Expuso ampliamente en América,
Ilustre y destacado pintor, escultor, grabador y pedagogo. Armando Villegas
López, el maestro del color, (Pomabamba, Ancash 05.09.1926-Bogotá 29.12.2013); único hijo de la furtiva relación entre el hacendado Alcibíades Villegas Flórez y la dama de origen campesino María Timotea López Diestrabazan; quedó huérfano de padre a los cinco años, al n o tener ninguna ayuda, su madre decide viajar a Lima con su hijo y su nueva pareja el policía Alejandro Martel. Desde pequeño destacó en el dibujo, recordando siempre a su primer profesor Carlos Estrada, el pintor de santos, en la escuela primaria 381 del pueblo. “Poco a poco fui creando conciencia de ese entorno artesanal: mi tía-abuela, tinturera, a la que ayudaba alcanzándole implementos. De allí que años después me resultara familiar la manipulación de elementos como el barro, materia casi pútrida que recogía en las acequias para llevar a la abuela”. La pasión por la mantequilla que el maestro comparte con su gato viene desde que era un niño y vivía en la hacienda Chinchobamba, Pomabamba, Ancash, Perú. Se levantaba a las 5 de la mañana para ir a ver el ordeñe y cómo hacían el queso y la mantequilla, que luego le servían en una bandeja de madera. En Lima es matriculado en el colegio Nuestra señora de Guadalupe, donde tuvo como profesor de dibujo al pintor Víctor Mendívil, quien influyó en su formación. Cuando tenía 12 años, fue desahuciado. Fue el primer paciente del país en sufrir fiebre de Malta, la que superó finalmente. Culminado sus estudios escolares, contra la oposición de su madre y padrastro, decide postular a la Escuela Nacional de Bellas Artes de Lima, al cual ingresa y se gradúa como el primero de su clase y promoción. Tenía un pequeño sueldo más desayuno, almuerzo y comida. Cada año batía el récord en trabajos, era el que más producía. El director fue el pintor Manuel Ugarte Eléspuru, quien abrió las puertas al arte contemporáneo de la Escuela, recordando también a su profesor Sérvulo Gutiérrez. Postuló a una beca de estudios a la escuela de bellas artes de Bogotá. Partió del Perú en 1951 rumbo a Colombia impulsado por una beca para estudiar pintura mural con el maestro Francisco Guzmán Becerra. Fue el único alumno, pero pronto sería un pionero del arte figurativo, un maestro del color y, con el tiempo, un puente cultural entre los dos países. Llegó a Bogotá a finales de los años 50 con una sola maleta –que le había regalado un amigo- que traía su ropa y un libro de las obras de Da Vinci. Se instaló en la Pensión San Carlos, que albergaba a los estudiantes de la Universidad Libre. Pagaba 70 pesos mensuales que además de la pieza incluían un huevo al desayuno. Para ayudarse económicamente comenzó a pintar paisajes, algo que no había hecho nunca. Tenía un amigo visitador médico que se llevaba sus obras, las vendía y cada viernes le traía 40 o 50 pesos. 1957 Contratado por la Gobernación de Antioquia en Medellín, dicta Taller de Arte 1958 Viaja a Washington invitado por la Unión Panamericana. Expone Escultura y Pintura 1959 Funda el taller de Artesanías Gruta de Arte 1964 Expone en la Galería de Barbizon, París A finales de los años 60 se fue un tiempo para Europa y estuvo seis meses en París. “Quien no hubiera pasado por París no podía ser artista. Había que cumplir eso. Y ampliar el conocimiento de los artistas clásicos y los maestros del Impresionismo y conocer la bohemia”. En esa época, a sus 35 años, conoció a Marc Chagall en una exposición del artista en una galería. En esa época Chagall tendría unos 80 años. En 1972, hizo una exposición en Lima, aprovechó su estadía en el país para darse un salto a Pomabamba donde fue recibido con pompa y fanfarria, fue invitado al colegio Fidel Olivas Escudero, donde dio una charla y donó un cuadro retrato del libertador Simón Bolívar. No hubo fotos, audios ni vídeos grabados que dieran cuenta de su visita. Solo el imperecedero recuerdo de algunos alumnos y profesores que cuentan de esa visita inesperada y sorprendente. Los que asistieron a las ceremonias de recibimiento, no lograron entender quién era el personaje que tenían en frente. Nunca más viajó a su tierra. Una vez le preguntaron Qué había hecho por su pueblo? A lo que respondió con sinceridad, "nada, quizá ponerlo en el mapa". Efectivamente, el desarraigo fue total, porque asumió su arte como una manifestación general y universal partiendo de lo particular, por eso alcanzó un nivel internacional y se consolidó como uno de los mejores pintores de sus países Perú y Colombia. De vuelta en Colombia comenzó a trabajar en la Galería El Callejón, en Bogotá, como ayudante del galerista Casimiro Eiger, donde ayudaba a buscar jóvenes talentos, como el pintor Carlos Rojas. Escribía pequeñas notas para los periódicos y las llevaba a La República, El Espectador y El Tiempo. Todos los periodistas lo conocían, y así fue que conoció a su gran amigo Gabriel García Márquez. Para su primera exposición en la Galería El Callejón necesitaba alguien importante que le hiciera el discurso de presentación y el dueño de la galería le sugirió que hablara con Álvaro Mutis, quien le dijo que no tenía tiempo pues debía viajar por motivos de trabajo, y agregó: “¿Por qué no le pides al periodista costeño este, el periodista ese que trabaja en El Espectador que es amigo tuyo?” Se refería a García Márquez, quien para dar el discurso se puso corbata y habló en público por primera vez. Contrajo primeras nupcias con la escultora Alicia Tafur en 1954 y tuvieron cuatro hijos: Alexandra, Giovanna, Diego y Ricardo (escultor). Posteriormente nace su hijo pomabambino, Leopoldo. Fue miembro de la masonería colombiana. En 1973, lo nombraron consultor de la OEA para realizar un estudio de artesanías en República Dominicana. En 1990, invitado por la Universidad Dankook, expuso en Seúl y después en Tokio. En Seúl dio una conferencia a los docentes y estudiantes coreanos quienes le preguntaron sobre la diferencia de la pintura occidental y oriental; él les respondió que el arte sólo se diferencia por su calidad y no por el material utilizado o por la variedad de temas. El público lo aplaudió. Un maestro universal sin dejar de ser un andino quechua. En 1993, recibió la nacionalidad colombiana del entonces primer mandatario, César Gaviria. El 2012, Google Colombia lo eligió para que creara el doodle conmemorativo del 20 de julio. Una compensación justa, un reconocimiento a su esfuerzo y su trabajo. En este mismo año el Congreso peruano le rindió homenaje en la embajada peruana en Bogotá, donde el congresista Omar Chehade y el embajador Nestor Popolizio ensalzaron su figura y El agradeció, después de escuchar el discurso en quechua pronunciado por Nancy Vidal Vega, en su condición de presidenta del Centro Unión Pomabamba. El 2013, Justo el año en que murió, se convirtió en el primer pintor de la historia nominado a los Premios Príncipe de Asturias, ganado por el cineasta austríaco Michael Haneke. Exposiciones: Individuales 43 y colectivas 15, en tres continentes: América, Europa y Asia. Docente en las universidades de Los Andes: 1958-64; Pontifica Javeriana:1965-66; Nacional de Colombia:1973- 2000). Director de la Escuela de Bellas Artes de Bogotá. Gestor cultural: Tuvo la idea de crear, en la Quinta de San Pedro Alejandrino, el Museo de Arte Contemporáneo Bolivariano de Santa Marta. Con el respaldo del presidente Belisario Betancur convocó a pintores de Colombia y del mundo. La idea se hizo realidad. Libros publicados: Armando Villegas: homenaje. Pedagogía especial del dibujo, Fundación Común Presencia, Bogotá, 2012. “A la memoria de mi profesor Francisco Guzmán Becerra, maestro en Pedagogía Artística, sin cuyas luces no hubiera sido posible la cristalización de estas páginas”. Ambos libros se pueden encontrar en Amazon. Distinciones: 1955 Primera Mención De Honor, Salón Municipalidad de Lima. Primer Premio, Salón Escritores Y Artistas de Bogotá 1957 Segundo Premio, Concurso Mural Coltejer, Medellín 1958 Segundo Premio, XI Salón Nacional Colombiano, Bogotá 1963 Mención De Honor, XV Salón Nacional Colombiano 1968 Mención De Honor, I Bienal De Quito, Ecuador 1973 Recibe el cargo de Cancillería Peruana, para servir como Agregado Cultural Adhonorem a La Embajada del Perú en Colombia Consejero Cultural, Caballero, Gran Oficial Y Gran Cruz De La Orden “Al Mérito por Servicios Distinguidos” del Perú. Comendador de la Orden de San Carlos, Colombia. Museos Y Colecciones Particulares: · Unión Panamericana, Instituto de Arte de Chicago. · The Branif International Airways. · Museo de Arte Moderno de Bogotá. · Museo La Tertulia, Cali. · Colección Siglo XX, Coltejer, Medellín · Museo de Zea, Medellín · Museo de Arte Moderno, Boston · Universidad de Texas en Austin · Colección Gunnar Lathe, Río de Janeiro · Colección Aurelio Montoya, Lima · Colección Seguros Skandia, Bogotá. · Colección Palacio Presidencial de Miraflores, Caracas · Desde 1990 Colección Edificio de las Naciones Unidas, Nueva York. Su creación artística abarca el realismo fantástico y el realismo mágico. En las etapas del abstraccionismo, la creación geométrica y figurativa. Sus guerreros de paz nos cuentan las historias de nuestra América mestiza. Sus santos cristianos con rostros indígenas nos parecen más cercanos. Los animales como el zorro, el picaflor, el zorzal, el sapo, el puma y la lagartija nos narran sucesos épicos, líricos y cómicos como en los relatos andinos. Los vegetales y toda la naturaleza también nos cuentan con códigos de colores y formas. A Perú llega sólo por exposiciones o por visitas familiares. Sin embargo, dos cuadros suyos adornan dos importantes lugares de Lima: Túpac Amaru en el Palacio de Gobierno y Santa Rosa en la Cancillería. Su cuadro Bolívar también está en el Palacio de Gobierno en Caracas. Con toda justicia, es reconocido como parte del grupo emblemático en el arte colombiano que transformaron para hacer el Arte Moderno: Eduardo Ramírez Villamizar, Fernando Botero, Enrique Grau, Alejandro Obregón y Guillermo Wiedemann y Armando Villegas. Fue quechuahablante, reciclador y cachivachero. “Siempre estoy en la búsqueda de cosas que me conmuevan, que llenen esa necesidad interior de expresarme”. “Todos los días investigo, hago cosas, no puedo acostarme un día sin haber hecho algo”. Lo ha hecho todo en el arte. Su taller permanece intacto en la que fue su casa durante los últimos 37 años. Un oasis al norte de Bogotá que diseñó junto con Sonia Guerrero, se segunda esposa, en el que crecieron sus hijos Daniel y Andrea, sus gatos aprendieron a disfrutar del jazz y sus seguidores y amigos visitaron con frecuencia para verlo crear frente a un bastidor con la tela manchada y escucharlo hablar del arte, del mundo, de la vida. Daniel Villegas Guerrero, concentra esfuerzos en echar a andar la Fundación Armando Villegas que el maestro alcanzó a constituir y a través de la cual esperan ganarles la pelea a los falsificadores de su obra y darle vida a una casa museo en la que su legado permanezca por siempre. Un artista como El y como pocos, son los que trascienden y que, con el paso del tiempo, alcanzan la perennidad, y conforme se va conociendo su vida y su obra, crecen y alcanzan el reconocimiento, la fama y la admiración. A los 96 años de su nacimiento y a los 9 años de su desaparición física de este mundo, ha conseguido la inmortalidad por su ejemplar vida y sus admirables obras pictóricas, esculturas, grabados, collage y otros. Lima, 05 de setiembre de 2022. Herbert Cajo Escudero herbertcajo3000@hotmail.com 998507653