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SETECA

Escatología
Dr. David Suazo J.

PAUTAS ESCATOLÓGICAS EN EL ANTIGUO TESTAMENTO:


LOS PACTOS

Introducción

Para entender cabalmente la escatología bíblica hay que estudiar lo que el Antiguo Testamento
enseña tocante a los pactos. Los pactos bíblicos representan el meollo del plan divino para Israel y para las
naciones. Siguiendo la enseñanza de los pactos se puede trazar la ruta de la profecía bíblica. Todo
comienza con el pacto fundamental: el pacto con Abraham. Los demás pactos (el davídico y el nuevo) son
ampliaciones del pacto fundamental. Aquí se estudiará cada pacto y su contribución al desarrollo del plan
de Dios para Israel y para las naciones.

1. Panorama general de los pactos

1.1 Dios y la creación: Prolegómenos, Génesis 1-11

1.2 Dios y el linaje humano

1.2.1 Dios e Israel: línea de Set

a. La promesa: Gál. 3:6-9

1. El pacto fundamental: pacto abrahámico, con las bendiciones


personales, nacionales y universales.

2. Los pactos complementarios: pacto davídico, pacto nuevo.

b. La ley: Gál. 3:17-18: pacto mosaico (sin pasar por alto elementos de
bendición en este pacto).
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1.2.2 Dios y las naciones: Génesis 10:1-11:9

2. El Pacto con Abraham: Gen. 12:1-3; 15:1-21; 17:1-22; 22:15-18 

2.1 La naturaleza del pacto

Es del conocimiento de todo estudiante de la Biblia que este pacto es de carácter


incondicional, en el que Dios se compromete consigo mismo a cumplir lo prometido. La
ratificación del pacto a los descendientes de Abraham confirma este carácter. Las promesas
del pacto fueron entendidas por Abraham de una manera literal.

2.2 Las promesas del pacto

2.2.1 Promesas personales

Abraham recibió la promesa de un hijo, una descendencia física que sería la


principal beneficiaria de las promesas. También recibió la promesa de una tierra
específica que él mismo disfrutaría, y también su descendencia. Además, está la
promesa de ser bendición a todos. Todas estas promesas tienen sus ramificaciones
nacionales y universales.

2.2.2 Promesas nacionales

La promesa personal de un hijo se transformó en la promesa nacional de un


pueblo, Israel. Las estrellas del cielo y la arena del mar simbolizan esa gran nación
que saldría de los lomos de Abraham. Otra ramificación de esta promesa es que de
esa descendencia física vendría un rey que cumpliría cabalmente todo lo prometido a
Abraham (Gál. 3). La promesa personal de tierra se convirtió es el establecimiento
del pueblo de Israel en Palestina y en el dominio futuro de esa tierra por parte de
Israel mismo. La promesa personal de bendición se transformó en el disfrute por
parte de Israel del favor de Dios.

2.2.3 Promesas universales

La promesa personal y nacional de una descendencia física se convirtió en la


venida a este mundo del Mesías, el Salvador del mundo. También es la esperanza del
mundo para un futuro glorioso para la humanidad entera. La promesa personal y
nacional de tierra se convirtió en lo que será el futuro reino de prosperidad para toda
la raza humana. La promesa de bendición es la más abarcadora de todas, porque
desde un inicio tomó en cuenta a las demás naciones. Las bendiciones materiales y
espirituales han llegado a los gentiles por medio de Jesús, el Mesías, "la simiente" de
Abraham.

2.3 El alcance de las promesas

Abraham es escogido como instrumento de Dios para el cumplimiento del propósito


mesiánico; pero su descendencia--el pueblo de Israel--no es el objetivo final, sino un medio
para el cumplimiento de dicho propósito. La meta final no es judaica, sino cristológica y
doxológica, porque ya se ha dicho que la meta suprema de Yaweh es la manifestación de su
gloria. Desde este punto de vista universal, el pacto no favorece solamente a Abraham y su
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descendencia física; se establece también a favor de la humanidad, aunque el pacto lo hace


Dios con Abraham. La promesa mesiánica tiene que ver con el ejercicio de la soberanía
divina sobre toda la creación (Ro. 8). El pecado afectó no solamente a Israel, sino a todo el
género humano, y a toda la Tierra.

El reino mesiánico trasciende lo judaico; se desborda a todas las naciones. Dios


guarda su pacto con Israel, a favor de este pueblo y de todas las naciones. Israel poseerá la
tierra prometida, pero no solamente para su propio beneficio. Allí subirán a adorar todas las
naciones. Allí estará la capital del reino y de allí emanará la bendición para todas las gentes.
No se trata de un nacionalismo anti bíblico, ni de un sionismo al estilo mundano. Es como
"el siervo de Yaweh" que Israel estará a la cabeza de todos los pueblos.

Lo cierto es que Abraham creyó la promesa de manera literal, no en sentido figurado.


De otro modo no se hubiera preocupado porque no tenía descendiente, porque no tenía un
hijo que heredara estas promesas. Tampoco se hubiera establecido en Canaán. Lo hizo así
porque creyó que Dios cumpliría literalmente las promesas. Él no alegoriza estas promesas.

2.4 La ratificación del pacto a los descendientes de Abraham

2.4.1 A Isaac en Gn. 26:23-24

2.4.2 A Jacob en Gn. 28:10-14

2.4.3 A Judá en Gn. 49:8-12


En este pasaje el vr. 10 ha sido interpretado de diferentes maneras; pero de
todos modos hay un fuerte acento mesiánico. Entre las diferentes interpretaciones el
vr. 10 están las siguientes:

a. La referencia tiene que ver con el lugar geográfico llamado Silo.

b. La LXX traduce: "hasta que aquello que es suyo venga", o sea "las cosas
reservadas para él".

c. Siguiendo una variante en la LXX: "hasta que venga aquel a quien le


pertenece", sin especificar qué es lo que le pertenece. Cambiando los puntos
de la vocalización se puede traducir: "…aquel a quien le pertenece" (Ez.
21:27) Onkelos dice que lo que le pertenece es el reino. Esta interpretación
fue favorecida por los Padres.

d. Silo se refiere a un título mesiánico (Comp. Ez. 21:27).

e. Consenso: Hay un fuerte acento mesiánico en el texto. Se puede comparar


diferentes versiones castellanas de la Biblia.

3. El Pacto Mosaico ▲

3.1 Naturaleza e importancia


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Este es el pacto constitutivo de la nación de Israel de una manera formal. Este pacto
sería la norma de santidad para el pueblo escogido, el distintivo de Israel ante las naciones
(Ex. 19: 5-6). También este pacto es la instrucción específica en cuanto a la comunión de
Israel con su Dios. El pueblo de Israel ya está bajo la alianza con Dios. La ley no anula la
promesa (Gal. 3).

3.2 Enseñanza del pacto tocante al rey Dt. 17:14-20; 28:36

Los israelitas ya están en relación con Yaweh por medio del pacto con Abraham y se
constituyen como nación sobre la base del pacto mosaico. Según parece, Dios ha previsto
que esta nación llegará a adoptar la monarquía como sistema de gobierno. Moisés da
enseñanza tocante al rey. Según Dt. 17:15 el rey tenía que ser escogido por Yaweh mismo.
Israel no siguió este precepto (1 Sam. 8-10). El rey tenía que ser un rey-siervo escogido por
Yaweh y sometido a su Ley. El rey humano sería una figura representativa del Rey
venidero, quien cumpliría la voluntad de Yaweh. En cierto modo Dt. 17:14-20 apunta hacia
el Mesías del futuro. Se ha especulado que Dios pudo haber planeado permitir que la nación
tuviese un rey, una monarquía, para prefigurar al Mesías del futuro y levantar un linaje real
para Él. Así el Mesías podría probar su genealogía real, su derecho al trono de Israel, el
trono davídico. "Los reyes tienen que imitar hasta donde puedan al David histórico hasta que
venga el Mesías, quien cumplirá el tipo que David ofreció" (J. A. Motyer, The New Bible
Dictionary).

3.3 Enseñanza del pacto tocante al profeta: Dt. 18:15-22

Moisés también da enseñanza tocante al profeta. Se ha interpretado de dos maneras:

3.3.1 Se refiere al Mesías venidero.

3.3.2 Se promete una línea continua de profetas en Israel


Moisés es al paradigma de todo profeta auténtico de Yaweh. Todo profeta
verdadero es como Moisés (vr. 18). El profeta prometido será como Moisés en
Horeb (vr. 16). Ningún profeta del Antiguo Testamento fue como Moisés en Horeb:
1) mediador de un nuevo pacto y 2) originador de una nueva era. Dt. 18: 15-22
puede ser predicción con respecto al Mesías en su ministerio como Profeta de
profetas (Hech. 3:18-23). El Mesías es el profeta-sacerdote-rey.

4. El Pacto Davídico: 2 Sam. 7:12-16 

4.1 Naturaleza e importancia

El pacto davídico es una ampliación del pacto abrahámico en los temas de


descendencia y tierra. El pacto davídico también es de carácter incondicional. En este pacto
Yaweh estampa, por así decirlo, su sello de aprobación sobre la monarquía. Es más, la casa
de David es el punto de empalme entre la dinastía humana y el Rey mesiánico. La dinastía
de David no será como las otras. Tiene garantizada el trono para siempre. Nótese el
contraste entre el Reino del Norte (Israel) donde se suceden varias dinastías, y el Reino del
Sur (Judá) donde se preserva la línea davídica. Cuando cae el reino de Judá en manos de los
babilonios y la ciudad es destruida, nadie ocupa el trono davídico. Pero la familia de David
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perdura, y, por así decirlo, se eterniza en el Mesías mismo, el Hijo y Señor de David.

4.2 Las promesas

Básicamente las promesas del pacto davídico son las mismas del pacto abrahámico.
Lo que sucede con este pacto es que especifica, detalla y amplía aquellas promesas. El pacto
davídico se refiere específicamente a las promesas de descendencia y tierra ya contenidas en
el pacto abrahámico.

En cuanto a la promesa de descendencia se especifica que de la descendencia de


Abraham saldrá un rey. Este rey es identificado con la familia de David, con David mismo y
con la descendencia directa del propio David. Se promete, entonces un rey divino, quien
será quien cumpla a cabalidad todo lo que dicen las promesas tocante al Mesías. Además,
este pacto también se relaciona con la promesa de la tierra. En este sentido no solamente
tiene que ver con un rey, sino también con un reino, un lugar donde el rey ejercerá su
soberanía.

Estas promesas, como ya se vio en el pacto abrahámico no son exclusivas de Israel,


sino que tienen un carácter universal también. David es consciente de la universalidad de la
soberanía de Dios ( 1 Cró. 29:10-12). Salomón, su hijo también es consciente de lo mismo
( 1 Reyes 8:60, 41-43).

5. El Pacto Nuevo: Jer. 31:31-34

5.1 Su naturaleza

De nuevo estamos frente a un pacto incondicional, como el abrahámico y el davídico.


Dios hace pacto con Israel, la simiente física de Abraham. Se trata de un pacto de gracia, de
un pacto eterno. Este pacto es también una ampliación del pacto fundamental, el
abrahámico. El pacto nuevo amplía la promesa de bendiciones que aparece en el pacto
básico. Se trata de las bendiciones a y desde Abraham y su descendencia, las cuales son
espirituales y materiales.

5.2 Sus provisiones

El pacto nuevo promete varias bendiciones a Israel, las cuales se pueden clasificar en
espirituales y materiales: Entre las bendiciones espirituales se encuentran las siguientes: el
Espíritu Santo mismo, su ministerio docente entre los creyentes, un nuevo corazón, el
perdón. Entre las materiales están: paz (que incluye prosperidad y bienestar general) y
reconstrucción.

5.2.1 El Espíritu Santo mismo

La bendición más importante que el pacto nuevo promete es el Espíritu Santo


mismo actuando en medio del pueblo de Dios de una manera completa. Se puede
decir que el pacto nuevo es sinónimo de presencia y trabajo del Espíritu Santo dentro
del pueblo de Dios.

5.2.2 Ministerios del Espíritu Santo


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a. Perdón
El pasaje habla del perdón como una de las bendiciones espirituales
que Dios promete a su pueblo para el futuro. Hay quienes hablan de un
perdón nacional al final de las edades. Pero hay otros que identifican este
perdón con lo que el Mesías vino a ofrecer a cada persona judía o gentil.

b. Nuevo corazón
Uno de los elementos sobresalientes en la descripción de este pacto es
el nuevo corazón. Dios promete que el Espíritu cambiará el corazón duro e
incrédulo de su pueblo por uno corazón de carne, sensible y creyente. De
nuevo, hay quienes asocian esta promesa con un arrepentimiento nacional de
Israel en el fin de los tiempos. Otros, sin embargo, ven en esta promesa la
obra regeneradora del Espíritu Santo en cada individuo, inaugurada en
Pentecostés.

c. Ministerio docente del Espíritu Santo


También se puede observar que el Espíritu Santo tendrá un ministerio
docente en el futuro para con el pueblo de Israel. Si esto se asocia con lo que
Jesús dijo del Espíritu Santo en el discurso del aposento alto, encontraremos
un paralelismo interesante. Quizá debamos pensar en el pacto nuevo de una
manera distinta a la que hemos estado acostumbrados los dispensacionalistas
hasta ahora.

5.3 Su cumplimiento (o cumplimientos)

Se puede hablar en singular del cumplimiento del Pacto Nuevo cuando pensamos en
Israel y su total y completa restauración en el futuro. Esto nos lanza hasta la era milenaria,
cuando serán una plena realidad todas las promesas de todos los pactos, incluyendo el pacto
nuevo. En este sentido Israel será creyente, con un nuevo corazón y el Espíritu Santo actuará
con plena libertad y eficacia entre el pueblo (Joel 2). Los pasajes que hablan del
cumplimiento final en la era milenaria de este pacto son Jer. 31:34; Eze. 34:25; Isa. 11:6-9.

Sin embargo, también se puede hablar de cumplimientos en plural, así como se ha


mencionado anteriormente en relación a la hermenéutica de la profecía en general. Los
antiguos dispensacionalistas lo explicaban con la "doble referencia" en relación con otras
profecías, como la venida del Mesías. Con relación a la profecía del pacto nuevo no se ha
aplicado esta explicación. Los pasajes neotestamentarios que mencionan el pacto nuevo algo
dicen de un cumplimiento en tiempos de la Iglesia. De manera que se puede hablar de un
cumplimiento en la Iglesia y otro en Israel.

5.4 Su relación con la Iglesia

Para ampliar un poco más el tema anterior, veremos con más detalle la relación entre
el pacto nuevo y la Iglesia y cómo se puede entender el cumplimiento del pacto en el
presente y en el futuro.

5.4.1 Pasajes neotestamentarios donde se hace referencia al nuevo pacto

a. Luc. 22:20
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b. 1 Cor. 11:25

c. 2 Cor. 3:6

d. Heb. 8:8; 8:10; 9:15; 10:13; 12:24

e. Mt. 26:28

f. Mr. 14:24

g. Ro. 11:27

Como puede observarse, las referencias al nuevo pacto entre los escritores
neotestamentarios son bastantes y variadas. Casi todos los autores del Nuevo
Testamento lo mencionan, especialmente el autor de Hebreos.

5.4.2 Interpretación Amilenarista

La interpretación Amilenarista del pacto nuevo y su cumplimiento es decir


que todas las promesas de este pacto se cumplen plena y finalmente en la Iglesia
(Heb. 8).

5.4.3 Interpretaciones premilaneristas

a. J. N. Darby
Según Darby hay solamente un nuevo pacto hecho con Israel y que se
cumplirá literalmente con Israel. La Iglesia recibe bendiciones de ese pacto
por su relación con el Mediador del pacto, sobe el fundamento de la sangre
del sacrificio del Mediador. El cumplimiento final será en el milenio.

b. C. I. Scofield
Según Scofield hay un solo nuevo pacto que tiene dos aplicaciones: a
la Iglesia en el presente, y a Israel en el futuro. El nuevo pacto no ha sido
hecho con la Iglesia, pero tiene bendiciones que se aplican a la Iglesia. Se
cumplirá literal y totalmente para Israel en el futuro. La aplicación primaria
es para Israel.

c. L. S. Chafer
Según Chafer, quien modificó el pensamiento de Scofield, hay dos
pactos nuevos. Uno relacionado con Israel (Jer. 31) y otro relacionado con la
Iglesia (citas del N.T.). Para Chafer, decir que hay un solo pacto nuevo era
debilitar la distinción entre Israel y la Iglesia, pilar del dispensacionalismo.
Sin embargo, hoy por hoy, prácticamente ningún dispensacionalista sostiene
esta idea.

d. Dispensacionalismo progresivo
Bruce A. Ware en "The New Covenant and the People(s) of God" en
Dispensationalism, Israel and the Church, ed. por C. Blaising y Darrel Bock,
(1992) dice que hay un solo nuevo pacto y dos cumplimientos, uno ya
realizado en la Iglesia y otro todavía futuro para Israel. En cuanto al
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cumplimiento en el presente con la Iglesia, la base está en la venida del


Espíritu Santo y la inauguración de la "era del Espíritu".

Según el dispensacionalismo progresivo la nueva era fue inaugurada el


día de pentecostés con la venida del Espíritu y esa es la promesa fundamental
del pacto nuevo. La presencia del Espíritu y su ministerio regenerador y
docente son la base para decir que al nuevo pacto ya empezó a cumplirse.
Todavía habrá un cumplimiento futuro para Israel en tiempos del milenio,
pero eso no quita el hecho de que el pacto ya empezó a cumplirse en la
Iglesia. Esto está en estrecha relación con la idea de la hermenéutica
complementaria de la que se habló antes.+*

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