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El constructivismo y sus implicaciones negativas para la teoría jurídica

27/Abril/2020

El propósito del presente es exponer de la manera más clara posible cuáles serían
las consecuencias o las implicaciones (o como lo expone Villa, cuáles serían los
camios) negativas de la adopción programática de una concepción constructivista
para la teoría jurídica. Para lograr dicho fin nos remitiremos al capítulo segundo
del texto Constructivismo y teorías del derecho. Ahí se aborda la problemática
planteada exponiendo las implicaciones que lleva esa adopción. Cabe decir que
por negativas no queremos decir malas o que implique perjuicio a la experiencia
jurídica, sino que se entiende por negativas las implicaciones que llevan a una
revisión o subversión de los principios o postulados filosóficos que se encuentran
en el derecho contemporáneo.

Además, antes de pasar a esta parte, será necesario exponer de la manera más
sintética pero fiel posible el concepto de constructivismo como una teoría
epistémica global, es decir una que abordaría todos los sectores del conocimiento,
tanto el científico como el popular o natural. Pues para Vittorio Villa una
determinada teoría del conocimiento (y una cierta imagen del lenguaje
cognoscitivo) influye profundamente en el modo de formular y de resolver algunas
cuestiones fundamentales de la teoría jurídica (Villa, Constructivismo y teoría del
derecho, 1999). Por tanto, al estar convencido de que los presupuestos que rigen
al derecho contemporáneo (el iuspositivismo) están en crisis, decide Villa
comenzar una reconversión epistemológica que barra de raíz las dificultades de la
misma. Y ahí es donde aparece el constructivismo.

Para finalizar se dará una conclusión a propósito de esta concepción del derecho
constructivista, la cual entenderá al derecho no como un campo parcial de la
realidad el cual tendría objetos específicos (concepción descriptivista de la
verdad), sino como una práctica social que se construye en función de la
necesidad de los hombres de regular su vida pública.
1. Introducción: epistemología constructivista

El constructivismo que le interesa a Villa es el post-positivista. Este es de


orientación en la filosofía analítica, por sus métodos, problemas y modos de
análisis. Esta orientación representa una de las fases históricas de la reflexión
epistemológica (genéricamente post-positivista) de la filosofía analítica después de
la crisis del neopositivismo. En esta crisis, que tuvo lugar hacia finales de los años
«60», se injertaron algunas tendencias más o menos marcadamente relativistas
(Kuhn y Feyerabend); y después, a partir de éstas se produjo una reacción
orientada hacia el realismo (el realismo científico). Ahora bien, el constructivismo
representa un intento de responder a ambos desafíos (el del realismo, de una
parte, y el del relativismo, de otra) y trata de recorrer un camino intermedio al de
las alternativas representadas por el realismo y el antirrealismo, el objetivismo y el
relativismo, lo cual supondría una ampliación del campo de discusión pues ya no
sólo se trata del conocimiento científico, sino de otras formas de conocimiento. El
constructivismo post-positivista se desarrolla a partir de la segunda mitad de los
70s y debe sus mejores trabajos a Putnam, Goodman, Elgin, Toulmin, Mary
Hesse.
Como ya se ha mencionado: Villa intentará hacer una reconvención epistémica
hacia el constructivismo. Pero ¿cuál es la postura epistémica que estaría detrás de
la concepción contemporánea del derecho? Es sencillo, suministrar
representaciones tendencialmente neutrales y objetivas de aquel segmento de la
realidad social formado por la realidad jurídica. Esta tesis implicaría, respecto al
tema de la verdad, que la verdad es la adecuación de la idea con el objeto.
Respecto del conocimiento, la tesis supone que se da conocimiento cuando la
mente logra una descripción completa del objeto pensado, intuido, experimentado.
La cual descripción vendría ligada a los métodos convencionales en que se
instituya el conocimiento (las instituciones científicas). Esta es la teoría de la
mente como espejo de la realidad, es decir el realismo metafísico que separa la
palabra (incluso podría añadir yo la idea) del mundo (disclosure between word and
world).
Frente a esto, el constructivismo sostendrá que jamás hay descripciones
completas. En realidad, jamás podríamos hacer un exilio del mundo para poder
tener la vista divina. Una perspectiva imparcial y objetivas es entonces imposible
pues no podemos salir a ella para ver cómo ciertas descripciones de un mundo se
corresponden con él. Para el realismo metafísico ese mundo a describir estaría
pre constituido con independencia de nuestra actividad cognoscitiva o cualquier
creencia que podamos tener sobre él. Pero esto no se da en la realidad, en ella el
conocimiento, incluso científico, está mediado por esquemas conceptuales
(creencias jerárquicamente organizadas sobre una porción de la realidad), los
cuales ofrecen reconstrucciones interpretativas de un determinado campo de
experiencia; se trata, en suma, de reconstrucciones selectivas, parciales y
miradas a través de las cuales el flujo desordenado de inputs provenientes del
mundo externo, que nos bombardean constantemente, es reordenado y
estructurado en torno a objetos, propiedades, géneros, etc. Como se dijo, el
constructivismo replica que las «descripciones puras» no existen: toda descripción
desciende desde un esquema interpretativo, desde una previa reconstrucción
selectiva de campo. La mente no es un espejo sino un reflector: lanza haces de
luces artificiales que sólo pueden iluminar alguna cosa al precio de dejar alguna
otra en la oscuridad.
2. Implicaciones teórica o negativas
Buena parte de este apartado tiene que responder a la pregunta ya planteada al
principio de este texto: ¿Cuáles serían las implicaciones de la adopción
programática de la concepción constructivista para la teoría jurídica? Y antes de
pasar a responder, cabe decir que sea cual fuese la implicación, repercutirá tanto
en los estudiosos del derecho como en los operadores jurídicos.
Dicha pregunta será respondida doblemente, es decir, habrá implicaciones que
serán llamadas negativas y otras positivas. Las positivas, rápidamente, son
cuestiones que tendrán un viraje al adoptar el constructivismo: perfil metateórico
general, perfil teórico general, perfil metateórico específico.
Las implicaciones negativas tienen que ver con el hecho de que, al adoptar el
constructivismo, este nos permitirá darnos cuenta de cuáles son los presupuestos
que subyacen al derecho contemporáneo de corte iuspositivista. Dichos
presupuestos ya fueron mencionados en el apartado anterior: el realismo
metafísico respecto a una postura epistémica en general, y el descriptivismo
respecto a una postura semántica. Los cuales llevan a los estudiosos del derecho
a sostener la tesis mencionada: suministrar representaciones tendencialmente
neutrales y objetivas de aquel segmento de la realidad social formado por la
realidad jurídica (Villa, Constructivismo y teorías del derecho, 2011). Tesis la cual
tiene todas las características de lo que Villa llama paradigma objetual. Dicha tesis
supondría que hay un campo específico de la experiencia jurídica con objetos
particulares a ella que anteceden al estudio de estos. Por lo mismo el estudio de
estos vendría a ser la descripción fiel de ellos. Un ejemplo de esta postura
objetualista sería el pensamiento de Kelsen.
´Otro de los presupuestos que están detrás sería el ver una dicotomía dentro del
derecho entre teoría y práctica o entre las prácticas descriptivas de los juristas y
las de los operadores jurídicos. Esta relación bipolar separa dos caminos de
discurso uno objetivo y otro subjetivo. Lo que está de fondo es la misma noción
descriptivista antes señalada, ser objetivo sería hacer aquella descripción fiel y
exacta de un objeto que antecede en existencia a su estudio.

3. Conclusiones
Revisar las implicaciones negativas de la adopción del constructivismo en la teoría
jurídica, debido al carácter teórico de estas implicaciones, nos lleva a hacer una
concepción de lo que el derecho es para el constructivismo. Si para el
iuspositivismo, con sus implicaciones realistas y descriptivistas, el derecho es una
porción de objetos de la realidad que esperan a ser descritos y analizado, para el
constructivismo puedo incluso llegar a pensar que estos objetos o no existen o son
formaciones culturales que dependen de los esquemas conceptuales y los
vínculos cognoscitivos. Es decir que ni habría, por un lado, algo así como un
derecho universal que antecede al derecho positivo (Iusnaturalismo); pero
tampoco, por otro lado, las normas son una mera trabazón de convenciones entre
los hombres (Iuspositivismo).
El constructivismo pues, ve al derecho como una práctica social, en la cual jamás
se pierde el aspecto teórico (por eso es una opción que no enfrenta problemas
dicotómicos), y que demás es construida tanto cultural como biológicamente.

Referencias
Villa, V. (1999). Constructivismo y teoría del derecho. Doxa, cuadernos de filosofía del derecho,
285-302.

Villa, V. (2011). Constructivismo y teorías del derecho. México: Instituto de investigaciones jurídicas
de la UNAM.

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