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res, el nivel máximo de tensión del niño y lia importancia del
tema desde el punto de vista del niño. Ct)mc) aún no se ha he-
cho investigación al respecto y como hay muchos factores i n f l u -
yentes, es difícil determinar una duración ideal. En el caso de
niños menores de ocho años, una media hora, hablando y j u -
gando, será más que suficiente siempre y cuando las circuns-
tancias sean idóneas. Con niños mayores, bajo circunstancias
propicias, una conversación puede durar más tiempo, pero no
es recomendable sobrepasar la hora. Si las circunstancias no son
idóneas, es mejor dividir la conversación en dos partes. Y si los
niños son pequeños es, a veces, más eficaz mantener tres con-
versaciones cortitas, de aproximadamente 10 minutos, que una
conversación de 30 minutos (ejercicio 4.2, anexo 1).
4.1.1. LA PREPARACIÓN
Como ya se ha dicho anteriormente, la calidad de una con-
versación depende de la calidez y del respeto de los que llevan
la conversación. U n asistente simpático tiene más posibilidades
de lograr una asistencia exitosa que uno antipático; la calidez y
el respeto a la persona con la que se habla son necesarios para
u n buen desarrollo del diálogo. Prepararse mentalmente para
crear u n ambiente cálido y de respeto mutuo es de gran impor-
tancia (ejercicio 4.3, anexo 1). Esto se puede lograr parándose a
pensar en la persona con la que se va a hablar, en las circuns-
tancias y en el suceso en sí, olvidándose u n poco de uno mismo
y centrándose en querer dar en vez de en querer recibir.
Prepararse mentalmente para la conversación puede consis-
tir en que el adulto sea consciente de que para el niño el diálo-
go puede resultar inquietante, divertido o extraño, según la cla-
se de conversación que se mantenga. El asistente que se da
cuenta de que el niño espera que el diálogo le ayude a prospe-
rar se mostrará más accesible que aquel que se preocupe p r i n -
cipalmente por cómo ha de decir algo al niño y de si éste va a
querer hablar con él. Dedicarse a los intereses del niño estimu-
la el diálogo; ocuparse de los intereses propios lo obstaculiza
OJOS SOLARES
rtGNICAS Úl CONVbHSACIÜN 151
(ejercicio 4.4, anexo 1). U n asistente que puede imaginarse que
para el niño es agradable poder contar todo lo que quiera sobre
u n determinado tema adoptará el tono adecuado, y se ocupará
con más énfasis de que el niño se sienta a gusto durante el diá-
logo, que el asistente que tenga miedo de que el niño no quiera
colaborar. Si el adulto trata de ponerse en el lugar del niño co-
nectará mejor con él, advirtiendo las señales que éste emita.
Una buena preparación incrementa las posibilidades de éxi-
to de una conversación. En primer lugar, una buena preparación
es la manera correcta de comenzar una conversación, y en se-
gundo lugar influye en el contenido de la misma. A veces es
importante preparar minuciosamente el contenido; otras veces,
sin embargo, es necesario mostrarse abierto y receptivo sin dis-
poner de demasiada información previa. Durante una conversa-
ción espontánea en el ámbito familiar o en la escuela, la prepa-
ración consiste principalmente en dejar atrás los pensamientos
propios y en despertar u n sincero interés hacia el niño. En el
caso de una conversación asistencial puede haber una prepara-
ción en cuanto al contenido, basada en información sobre el
niño y en su situación específica. Esto hace innecesario que el
niño tenga que proporcionar la información que el asistente de-
sea saber, pero conlleva el riesgo de que el niño se preocupe por
la información que el asistente tiene de él y de la opinión del
asistente al respecto. En este caso, es conveniente comenzar
cuanto antes con u n intercambio de observaciones.
«Bueno, ahora podemos empezar el diálogo, pero tú en realidad ni
siquiera sabes lo que yo ya sé de ti, ni mi opinión al respecto. ¿ Te pa-
rece bien que te cuente primero lo que yo ya sé?». «...» Esto es lo que
yo ya sé; habrás notado que a mí no me parece que estés haciendo el
tonto, sino que encuentro que eres muy valiente porque no es nada
fácil la situación en la que estás. Pero sí que me he enterado por medio
de otros y no por ti de que tú... Ahora me gustaría saber tu versión.
Me gustaría saber lo que tú opinas y lo que a ti te parece importante.
Cuéntame qué es lo que pasa con...».
En el caso de la entrevista, la preparación consiste en fijar
u n determinado número de preguntas. Si la entrevista se man-
tiene en u n marco de investigación científica o de mercado, las
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