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Historia Americana Siglo XX – CLASE 10

Profesorado en Historia. ISFD 3

Clase virtual N°10


Tema:

La década del ‘60 y ‘70: revolución y contrarrevolución (segunda parte)

Presentación de la clase:

En esta propuesta abordaremos la dialéctica que se produjo entre 1960 y 1980 entre revolución y contrarrevolución.
A partir de una mirada general a las décadas, profundizaremos sobre algunos movimientos y organizaciones
revolucionarias de América Latina y su contrapartida en los gobiernos autoritarios y dictatoriales que les
respondieron. Los conceptos de violencia, revolución, dictadura y terrorismo de Estado serán claves para comprender
las transformaciones políticas e ideológicas ocurridas en un momento de mucha tensión en nuestra región.

Objetivos de la clase:
✔ Analizar los procesos de acción contrarrevolucionaria (dictaduras) en América Latina desde los años ‘50 hasta
fines de los ‘70.
✔ Reflexionar en torno a la relación entre violencia, revolución y democracia.
✔ Ponderar los resultados y alcances de las distintas organizaciones de lucha.
✔ Reflexionar en torno a las formas de presentar el pasado cercano en el presente.

Contenidos de la clase:
Unidad 3: Entre las dictaduras y las democracias (1950 – 1980)
● Sociedad: La violencia como componente (des)estructurante de las sociedades latinoamericanas. La
convivencia de revolución, democracia y dictaduras. Las organizaciones guerrilleras en los ámbitos rurales y
urbanos. Formas de resistencia a las dictaduras.

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● Política e ideología: El lugar de las fuerzas militares. El impacto de la revolución cubana en la región en el
marco de la Guerra Fría y en las relaciones con EEUU y la URSS. La Operación Cóndor y la Doctrina de la
Seguridad Nacional. Los gobiernos democráticos y dictatoriales de la región durante el período.

Desarrollo de la clase:
Retomando el hilo de la clase 9...
En la clase anterior analizamos fundamentalmente la lucha armada y revolucionaria de diversas agrupaciones
guerrilleras que los años ‘60 y ‘70 actuaron en los distintos países de América Latina. Señalamos allí que en un
entramado dialéctico la propuesta de transformación planteada por las guerrillas oficiaría de tesis, y qué en
contrapartida la contrarrevolución devenida de la mano de esta dictaduras (institucionales) funcionarían como la
antítesis.
También remarcamos la importancia de profundizar y revisar permanentemente, el concepto de violencia, ya sea
revolucionaria o del Estado, para entender estas etapas en las que las instituciones de las democracias fueron
clausuradas dentro del contexto de la Guerra Fría signada por la Doctrina de la Seguridad Nacional (DSN) y su
conceptualización del enemigo externo e interno desde EEUU hacia el resto de los países capitalistas del mundo y en
particular hacia los países de América Latina.
En esta clase, entonces, profundizaremos sobre las dictaduras y la violencia de estado (ilegítima e ilegal).

Otros conceptos claves para pensar estas décadas:


La Doctrina de la Seguridad Nacional y el Enemigo Interno
Recuperando nuevamente a Ansaldi y Giordano (2012; 366 y siguientes) debemos precisar de qué se tratan estos
conceptos tan utilizados para hablar de las guerrillas y las dictaduras.
La Doctrina de la Seguridad Nacional (DSN) es un corpus ideológico, planteada desde EEUU después de la Segunda
Guerra Mundial para consolidar su dominación sobre los países de América Latina, enfrentar la situación planteada
durante la Guerra Fría, estableciendo tareas específicas para las FFAA y estimulando un pensamiento político de
derecha en los países de la región. En América Latina, las clases dominantes apelaron a la DSN en relación con la
“seguridad interna” frente la amenaza de la “acción indirecta” del comunismo; existía una preocupación sobre todo
por el crecimiento de movimientos sociales de la clase obrera, y el enfoque se centró en la amenaza de la subversión
interna y de la guerra revolucionaria. En cambio para los teóricos norteamericanos la amenaza se encontraba en una
potencial guerra total y nuclear en contra de los países que formaban parte del Pacto de Varsovia, expresión
comunista de la OTAN.
La DSN es un elemento constitutivo de la dominación imperialista de EEUU y de la dependencia estructural de
América Latina. Está basada en una concepción organicista de la sociedad, en la que la nación, la religión (cristiana) y
la raza aparece como una sola cosa, consustanciadas. Por eso, su accionar no fue solo desde el plano militar, sino que
involucró acciones en el ámbito de la cultura y la religión. De este modo, la DSN favoreció la penetración de nuevas
confesiones religiosas en la región (quizás el caso más notorio sea el de la Iglesia Evangelista en Brasil) que permitió
la desmovilización y despolitización de los sectores más vulnerables de la población1.
La Doctrina se fue generando en los años ‘60 a partir de teorías geopolíticas antimarxistas, de tendencias
conservadoras o de extrema derecha como las del el Opus Dei de España o la Action Francaise. Para los teóricos de la
DSN, la bipolaridad del mundo después de la IIGM, llevaba a la desaparición de las guerras convencionales por
guerras ideológicas disputadas dentro de las fronteras nacionales. La confrontación era entre “el mundo libre,

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Les invito a que revisen el pasaje de Loris Zanatta (2012) en el que se refiere a las particularidades de la DSN. Obviando sus
raíces europeas (¿será acaso porque el autor es europeo?, ¿será por razones de editorial?) es interesante como sintetiza con
claridad esta supuesta “consustancialidad” de nación y cultura, modo de ser que para algunos intelectuales de derecha y para los
militares, se encontraba muy amenazado por la presencia de ideas marxistas y comunistas, en particular entre les jóvenes. El
pasaje se encuentra en la páginas 199 y 200 del libro citado en la bibliografía, al final de la clase.
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occidental y cristiano” versus “el totalitarismo comunista ateo”. En esta bipolaridad EEUU tenía la función de
gendarme global frente a la amenaza comunista, mientras que las FFAA nacionales debían prepararse para
enfrentamientos no convencionales. Así se definían distintos tipos de guerra:
1) La guerra total, que se daría a nivel global, y en todos los frentes, no solo el militar, sino también el social, el
económico y el ideológico.2
2) La guerra limitada y localizada.
3) La guerra subversiva y revolucionaria, en la que el frente de combate desaparecía pues el Enemigo Interno estaba
en todas partes.
4) La guerra indirecta o psicológica.
Otro aspecto a tener en cuenta, es que no solo las dictaduras apelaron a la DSN para fundamentar la lucha
antiguerrillera, sino que también se la utilizó en países en dónde se sostuvo el Estado de Derecho y la democracia
-con sus particularidades-, como en Venezuela, Colombia o México.
En Brasil, Argentina, Bolivia, Chile, Uruguay y en parte en Paraguay y Guatemala la DSN fue la base ideológica de
las dictaduras institucionales de las FFAA. Usaron esta herramienta como principio de legitimidad del ejercicio del
poder y también se definieron a sí mismas como restauradoras de la democracia. Puesto que consideraban que la
lucha popular armada era un vicio de la democracia, producto de la subversión y corrupción generalizada, fue fácil la
apelación a la doctrina. Pero cuando notaron que está apelación resultaba insuficiente para asegurar la continuidad
en el poder, los gobiernos militares se prepararon institucionalmente para perpetuarse de forma indefinida en el
gobierno. Volveremos sobre este carácter institucional de las Dictaduras de las FFAA más adelante.
El otro concepto importante para entender cómo funcionaba esta “lógica de guerra” aplicada por los gobiernos
militares en estas épocas es el de Enemigo Interno. Este concepto presenta un núcleo ideológico duro, que deviene
de la lógica de guerra, puesto que se considera al otro como enemigo y no como opositor, lo que supone su
aniquilamiento o por lo menos, buscando neutralizar su capacidad operativa. Pero esto no implica necesariamente el
asesinato o desaparición de este supuesto enemigo. Por ello las dictaduras de Argentina y Guatemala y también el
gobierno democrático de Colombia, actuaron de forma criminal ya que no solamente neutralizaron al enemigo sino
que además asesinaron y desaparecieron personas.
El concepto del enemigo interno niega además cualquier forma de disidencia dentro del orden establecido que
pudiera plantear propuestas alternativas de acción. El enemigo no es considerado un opositor sino que es
considerado como un enemigo de la nación.
Lo notorio que remarcan les autores para pensar las dictaduras de las décadas del ‘60 y sobre todo las del ‘70, es
que cuando se iniciaron dichos gobiernos la mayoría de las guerrillas en la región no suponían ya una amenaza
sería, y estaban en plena decadencia. Por lo tanto, la finalidad de las dictaduras fue fundamentalmente eliminar
cualquier sesgo revolucionario de la cultura y de los componentes ideológicos de aquellos años. En este sentido,
los autores consideran que las dictaduras tuvieron éxito puesto que lograron una restauración muy particular de la
democracia en la cual su potencial revolucionario fue diluído.
A fines de los ‘60 cuando el proyecto de la Alianza para el Progreso había fracasado, a la palabra desarrollo se le
anexó el término “seguridad” (les diría que esta unión entre ambos conceptos, aún está muy, muy vigente). Así para
lograr el desarrollo era necesario lograr la “seguridad interna”. De ahí la unión en algunos países entre gobiernos
militares dictatoriales y políticas de reforma (Perú) o desarrollo (Brasil). Veamos primero el caso peruano, y sus
efectos a corto plazo; luego profundizaremos sobre la modernización conservadora ocurrida en Brasil de la mano de
la dictadura.

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Pueden conocer mucho más sobre esta conceptualización de la DSN y sus orígenes en la guerra del gobierno francés en sus
colonias de Indochina y Argelia, revisando las pp. 368 y 369 de Ansaldi y Giordano. En esos territorios se aplicó la desaparición
forzada de personas y escuadrones de la muerte, y la creación de centros de entrenamiento especial para la guerra
antiguerrillera y psicológica. Tras el fracaso francés en esos territorios, el espacio de formación se trasladó a Panamá en la
conocida “Escuela de las Américas” (creada en 1946) en la que se formaron muchos militares latinoamericanos.
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El caso del reformismo militar peruano (1968 - 1980) y la guerrilla de Sendero Luminoso.
En este país, desde 1950 y 1960 se hablaba de una “doctrina de progreso social y desarrollo integrado”, de contenido
nacionalista y reformista, que incluso tomaba algunos elementos de las ideas económicoas de la CEPAL. Los militares
peruanos, al igual que los brasileros, concebían la seguridad nacional no sólo en términos militares, sino también en
términos económicos y sociales. Este corpus ideológico sirvió de fundamento a la Revolución Peruana encabezada
por el General Juan Velazco Alvarado, que inició un proceso que terminó con la oligarquía terrateniente del país (por
medio de la Reforma Agraria, en 19693), la incorporación autoritaria de clases sociales populares urbanas y rurales en
pos del desarrollo.
No obstante, dado que el conjunto de reformas y medidas aplicadas se realizó sin el pleno acompañamiento y
participación de estos sectores sociales, la falta de autonomía de las organizaciones intermedias, el paternalismo y el
personalismo de los jefes aisló de tal manera al Estado que estas experiencias terminaron en un rotundo fracaso. Si
bien desarticularon a la estructura oligárquica del país, no pudieron establecer las bases necesarias para lograr el
esperado desarrollo. Esto se conjugará luego con la aparición de la agrupación particular de Sendero Luminoso ya en
las década del ‘80.
Me gustaría poder proponerles un análisis más profundo de la situación peruana y de la organización “Sendero
Luminoso”, pero dado el poco espacio para tantos contenidos, les invito a tener un par de miradas del accionar de

💣 🇵🇪
esta agrupación sugiriendo el visionado de estos videos:
El TERR0R1SM0 en el PERÚ en 13 minutos
Sendero Luminoso: la sangrienta historia que marcó al Perú contemporáneo @RT Play en Español
También hay una serie de tres videos de imágenes documentales del viejo canal local ATC:
Sendero Luminoso por ATC,1983 (parte I)
El pasado 11 de septiembre de este año, falleció quién fuera líder de la agrupación Abimael Guzmán. Muere Abimael
Guzmán, fundador y líder del grupo armado Sendero Luminoso
Más allá de estos materiales, que les permitirán tener un acercamiento ameno a fechas y lugares, creo que lo que
más debemos destacar de esta agrupación fue que junto con las guerrillas rurales de los ‘90 en México y Bolivia, se
tratan de una segunda oleada revolucionaria, que actuaron en países dónde se estaba produciendo la vuelta a la
democracia.
Por otro lado, vale la pena aclarar algunos aspectos que mencionan Ansaldi y Giordano, que se alejan de la mirada
que se ofrece en los videos. Así, según ellos, la organización Sendero Luminoso se constituye a partir del encuentro
entre una élite provinciana intelectual mestiza y una juventud universitaria también provinciana, andina y mestiza. Se
extendió entre los universitarios y campesinos, en especial en la zona de Ayacucho y Apurímac. Hacia 1991
controlaban un quinto del territorio peruano, menos en la capital donde tenía más peso la asociación Izquierda Unida
qué para los senderistas se trataba de una agrupación de tipo reformista y no revolucionario.
Los factores que favorecieron la aparición de Sendero Luminoso en Perú fueron la crisis de subsistencia en las tierras
altas del sur, lo que les dio presencia entre los pequeños agricultores con poca importancia para el mercado o las
redes agrícolas. También fue producto de las limitaciones de la reforma agraria de Velasco Alvarado puesto que las
expropiaciones favorecieron selectivamente a colonos y trabajadores de las plantaciones y no cambiaron las
relaciones de dominación. Además se generó una nueva modalidad de concentración de tierras en torno a las
cooperativas y sociedades agrícolas qué en conjunto con una élite de comerciantes corruptos, explotaban a los
campesinos.
Siguiendo los planteos del pensamiento de Abigail Guzmán, “el padre Gonzalo” cómo se lo conocía, los senderistas
intentaron que la realidad se ajustará a la teoría de corte marxista y maoísta (y no al revés como proponía el
marxismo de Mariátegui, de quién se decían herederos). No obstante se alejaron paulatinamente de los
pensamientos de la guerrilla popular de iniciar el trabajo revolucionario en el campo para avanzar hacia las ciudades

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Véase Ansaldi y Giordano (2012) Tomo I, cap. 4, 595-599.
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y también se alejaron del pensamiento de Mariátegui al dejar de lado “El problema del Indio o del cholo” cómo lo
llamaba el autor peruano.
Si bien Sendero Luminoso no fue un movimiento que generó demasiado documentación, se escribieron algunos
textos como “las bases para una discusión” en 1988. En esos documentos se evidencia un pensamiento de tipo
Revolucionario que busca la desarticulación del Estado liberal capitalista para llegar al nuevo gobierno y nuevo
estado de tipo Comunista.
En los videos que les compartí se señala que se formaron fuerzas milicianas de campesinos para eliminar a Sendero
Luminoso, las “Rondas”. Según Ansaldi y Giordano en cambio en 1983 Sendero Luminoso se había instalado en los
valles del Alto Huallaga, que era una área productora de coca. Pero hacia 1984 el Ejército logró el control de esa zona
y Sendero Luminoso se replegó y dejó que su lugar de poder lo ocuparan los narcotraficantes. Según la mirada de los
autores es este predominio narcotraficante el que hace que las poblaciones campesinas apoyen en contra de
Sendero Luminoso al ejército. No fue Sendero Luminoso siempre el que atacó a las poblaciones de comunidades
aborígenes o campesinas sino que muchas veces las autoras de los crímenes, fueron las fuerzas narcotraficantes que
querían pagar poco por la producción de las hojas de coca, por lo cual utilizaban el terror y la violencia como
herramienta disuasoria. Además indican que los narcos terminaron acordando con la policía la explotación de las
sociedades campesinas.
Hacia 1986, Sendero vuelve a ocupar la zona del Alto Huallaga, ya bajo el gobierno de Alan García que favoreció las
operaciones policiales sobre el narcotráfico. En esta oportunidad Sendero Luminoso volvió a asociarse con los
productores de coca y entró en convivencia con los narcos llegando a controlar pueblos enteros, dando estabilidad a
pueblos que hasta ese momento no habían logrado tener cierta seguridad, por años.
En paralelo las Fuerzas Armadas se capacitarán en la guerra contrainsurgente y aprovecharon el fundamentalismo de
Sendero Luminoso para lograr el apoyo de los campesinos organizados en las “Rondas” que fueron utilizadas como
instrumentos del gobierno y las FFAA, aumentando aún más la violencia y el terror puesto que al entregar armas a los
ronderos permitieron que la violencia se expandiera aún más y no solamente contra las fuerzas de Sendero Luminoso
sino contra todo aquel que se opusiera al gobierno o que pudiera significar algún tipo de organización de izquierda.
Hay muchos crímenes que se le adjudicaron a Sendero Luminoso pero no los habían cometido ellos, por lo que sería
conveniente quizás desconfiar de las cifras que se le adjudican de casi el 50% de muertos de los 70 mil que murieron
entre 1980 y 2000 aproximadamente.
En los ‘90, ya bajo el gobierno de Alberto Fujimori y el inicio de su política neoliberal, se llevó adelante una fuerte
campaña contraofensiva contra Sendero Luminoso aplicando métodos legales e ilegales, permitiendo incluso el
accionar de grupos paramilitares, legalizando a las rondas campesinas, lo que llevó a una violación sistemática de los
Derechos Humanos. En este contexto se destacan la “masacre de los barrios altos” y la de la “cantuta”.
El 1992 en un clima de denuncias por corrupción y de tensas relaciones entre el presidente Fujimori y el Congreso el
presidente decidió su clausura, reorganizó el Poder Judicial y asumió la totalidad del poder. Es decir, que se llevó
adelante un autogolpe y el establecimiento de una dictadura que no fue condenada por la OEA, y qué se justificó
diciendo que se trataba de una herramienta para salvar la democracia y luchar contra la subversión. El éxito de
Fujimori eliminando y reduciendo a Sendero Luminoso le valió la reelección en el 2005 pese a las acciones ilegales
cometidas por su gobierno. Abigail Guzmán fue capturado en 1992 y condenado dos veces a cadena perpetua cómo
se ve en el video. Falleció en prisión, en septiembre de este año.
Otra de las agrupaciones presentes en aquellos años en Perú fue el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru que
actuó entre 1982 y 1984, que en varias oportunidades se enfrentó con las fuerzas de Sendero Luminoso. Fue esta
agrupación la que realizó la toma de Los Rehenes de la Embajada de Japón durante los meses de diciembre de 1996
hasta abril de 1997. Este hecho tuvo una repercusión espectacular ya que fue cubierto por la prensa nacional e
internacional. Finalmente un operativo a cargo de 140 hombres logró la eliminación de la toma de los rehenes, que
culminó con la muerte de 14 miembros de la agrupación del movimiento revolucionario Túpac Amaru.

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El caso histórico de Sendero Luminoso nos muestra lo conflictivo de los años ‘80 y ‘90, en
la que se mezclan los viejos ideales de la lucha revolucionaria, pero también la aparición
notoria de la violencia narcotraficante. Aquí se puede ver con claridad lo señalado por
Ansaldi y Giordano que la violencia no es una particularidad de las épocas revolucionarias,
sino que también existe bajo formas de gobierno democráticas, desmontando la falacia de
que en democracia no hay violencia.
Por otra parte como historiadores, nos toca la compleja tarea de profundizar sobre este
proceso tan conflictivo y quizás revisar esa imagen que se ve en la actualidad sobre este
pasado reciente, en la cual se acusa, sin demasiado fundamento y documentación, de
terrorismo al accionar de Sendero Luminoso, pero sin detallar todos las líneas y tendencias
presentes en estos combates (Sendero, el narcotráfico, el ejército, las rondas, las fuerzas
paramilitares).
Finalmente, también nos lleva a cuestionar el rol de organizaciones como la OEA que
aparentemente no hicieron mucho para ayudar a los campesinos que probablemente
hayan sido las principales víctimas de todo el proceso.

La dictadura institucional, modernizadora y conservadora de Brasil y el novo sindicalismo (1964 - 1985)


El caso brasileño es similar al del caso peruano puesto que también aplicaron las ideas del desarrollo económico
asociado con la seguridad interna, pero los resultados serán muy distintos. En el manual básico de la Escuela Superior
de Guerra de Brasil de 1976 titulado “Doctrina de seguridad y desarrollo'', se destaca el hecho de que en la política
económica Brasil no se ajustó totalmente al consenso de Washington, cómo lo hicieron otros países del Cono Sur,
caso ejemplar el gobierno chileno de Pinochet.
En cambio entre 1964 y 1985 la dictadura optó por profundizar el modelo de industrialización por sustitución de
importaciones, mediante una fuerte apertura a la inversión del capital extranjero, pero sin debilitar el papel del
Estado en la economía. Así desde los primeros años la dictadura se fijó los objetivos la racionalización de la
economía, la concentración del capital en las industrias más eficientes y el estímulo a la penetración del capital
extranjero más moderno y productivo. Todos estos objetivos tenían como meta lograr el desarrollo. Este programa
surgió en realidad a mediados de los ‘40, bajo el gobierno democrático de Eurico Dutra, y se fue elaborando a lo largo
de 25 años, participando en ello militares y civiles.
No obstante, no debe olvidarse que se aplicaron fuertes medidas de control y represión sobre el movimiento obrero.
Hacia mediados de los setenta surgirán las fuerzas de lo que se conoce como el novo sindicalismo4.
Durante la década del ‘60 el control corporativo del movimiento obrero brasilero, que no tenía el mismo nivel de
organización que el argentino, favoreció el desarrollo de la triple vigilancia por medio del Ministerio de Trabajo, la
Policía y el Ejército. El nuevo sindicalismo actuará por fuera de las estructuras tradicionales de acción del movimiento
obrero, ya sea de los antiguos sindicatos controlados por los viejos pelegos o incluso de los antiguos partidos
políticos que la dictadura permitió que existieran, como el Movimiento Democrático. De este modo fueron
quebrando la estructura corporativa y paternalista qué había caracterizado al movimiento obrero desde la época de
Vargas. Con estas herramientas, más las nuevas huelgas, lograron negociaciones tanto con el Estado como con la
patronal que les permitió obtener beneficios para la clase obrera.
Es importante aclarar que en Brasil el efecto de la política de desarrollo e industrialización aumentó notoriamente el
número de los trabajadores asalariados en las fábricas que pasaron de 1.500.000 de trabajadores hasta casi

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Cfr. Ansaldi y Giordano, 2012; 445-450.
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5.000.000 en 1979. Sin embargo esta cantidad de trabajadores asalariados, no superaba el 50% del total de
trabajadores activos del país en ese momento.
El nuevo sindicalismo también tuvo un empuje de la mano del fin del “milagro económico brasilero” y la reaparición
de la inflación y la recesión, en coincidencia con la política de distensión de la etapa de la dictadura bajo el mandato
de Geisel.
Otro de los rasgos que va a destacar al nuevo sindicalismo es la cercanía entre los líderes y dirigentes y las bases de
los trabajadores. Cobrarán mucha importancia las huelgas de los sectores siderúrgicos y metalúrgicos así como
también del sector automotriz y de las industrias intermedias vinculadas con las actividades de construcción. El
nuevo sindicalismo además organizó una forma particular de huelga conocida como la greve branca (huelga blanca)
qué consistían en huelgas que se realizaban dentro de las mismas fábricas y que les permitió obtener beneficios de
parte de los patrones. Otra herramienta que utilizaron los dirigentes sindicales fue la denuncia de los verdaderos
índices inflacionarios tomados del Banco Mundial puesto que los índices que compartía al gobierno no eran
verdaderos, y con esos índices se ajustaban los salarios.
Una de las huelgas más destacadas fue la de 1978. Está huelga se inició en el departamento de San Bernardo y en el
de Diadema en la compañía de camiones Saab-Scania y lo que se inició allí al cabo de algunos días había sido copiado
por otras 23 fábricas de tres ciudades llegando a sumar alrededor de 60.000 huelguistas. La mayoría de estas huelgas
se producen en la zona conocida en Brasil como el ABCD industrial por las iniciales de los distintos departamentos y
ciudades importantes de la zona del sudeste brasilero (San Andrés, San Bernardo, San Cayetano y Diadema a lo que
se suma también San Pablo). La movilización también afectó a las zonas rurales.
En muchas de estas huelgas y acciones del movimiento obrero, se destaca la solidaridad entre los trabajadores
creando redes de sostenimiento de la huelga y también se dio una interesante alianza con la Iglesia Católica que
cuando el ejército y el gobierno cerraron los locales sindicales ofrecieron los espacios de las iglesias para que
pudieran reunirse los trabajadores. También algunos miembros de los partidos políticos vigentes como el
mencionado anteriormente, MD, ofrecieron asilo a los trabajadores sindicales, beneficiados así por la inmunidad
parlamentaria de la que gozaban estos diputados. También obtuvieron apoyo legal de parte de la Asociación de
Abogados de Brasil.
En esta alianza, Ansaldi y Giordano destacan el rol que jugaron las Comunidades Eclesiásticas de Base (CEB) que eran
asociaciones que se venían formando desde la década del 60 en Brasil, dentro de la Iglesia Católica, y que actuaban
en las zonas rurales y más pobres del país. Allí la actividad de los miembros de una comunidad cercana a una
parroquia, en la que se permitía la participación de los laicos, se iniciaban con actividades de tipo religioso y
paulatinamente se fueron convirtiendo en espacios de lucha social y política. Estas comunidades eclesiásticas
estaban muy influenciadas por la Teología de la Liberación.
Paulatinamente el nuevo sindicalismo se politizó producto de la dinámica de la lucha obrera (lo que se inicia con
reclamos laborales más tarde se convierten en reclamos políticos) y también por su lucha contra este estado
dictatorial contra los empresarios y la sociedad civil. A partir de esta politización se va a destacar la figura de Luis
Inacio Lula da Silva, como un dirigente carismático dentro de la dirigencia del novo sindicalismo. Más tarde va a surgir
el actual Partido de los Trabajadores (PT) qué es un partido distinto al viejo Partido de los Trabajadores creado en
1945 por el varguismo.
Para saber un poco más sobre la dictadura de Brasil, quiero compartirles una presentación realizada el año pasado,
en conjunto con parte del sincrónico compartido con les alumnes del 2020. Está muy bueno el recorrido que hicimos
con el grupo, porque las estudiantes presentes fueron recuperando y remarcando aspectos de la etapa de Vargas,
que quizás en esta instancia del cursado de la materia, les va a servir repasar.
Al final del video, agregué una explicación más sobre lo que en el sincrónico con les chiques no llegué a explicar,
especificando por qué la dictadura de Brasil fue una dictadura institucional, y analizando las relaciones entre
gobierno autoritario, crecimiento económico y movilización obrera y social.

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Le hice algunos retoques de velocidad para que no quede tan largo, pero si no llegaran a entender algunos pasajes,
quizás les conviene reproducir en youtube un poquito más lento, y en otras partes que está a velocidad normal,
acelerarlo.
Enlace a video de youtube: https://youtu.be/O6_ZQe4T_fo
Enlace a presentación: Clase 10-Brasil, 1955-1984.pdf

Las otras dictaduras institucionales del Cono Sur: Chile, Uruguay y Bolivia

Intentaré aquí una muy, pero muy breve síntesis de los aspectos fundamentales que en clave comparada, plantean
Ansaldi y Giordano para analizar a estas dictaduras, incluyendo también el caso argentino (que voy a obviar por
razones lógicas).
Ansaldi y Giordano analizan las dictaduras buscando establecer un marco teórico para pensarlas. Así realizan una
conceptualización recuperando aportes de muuuuuchos autores. De Franz Neumann (1968), quién la define como “el
gobierno de una persona o de un grupo de personas que se arrogan el poder dentro del Estado y lo monopolizan,
ejerciéndolo sin restricciones” (p. 410) señalan que hay tres clases de dictaduras:
● Simple: el poder dictatorial es ejercido con la intensificación de los instrumentos clásicos de la coerción:
Ejército, Policía, burocracia y magistratura.
● Cesarista: el poder dictatorial se basa en el apoyo de las masas.
● Totalitaria: a los rasgos de las otras dos formas se añade el control de la educación, de todos los medios de
comunicación y el uso de técnicas coercitivas ad hoc, con la pretensión de establecer el control total.
Desde ya que esta última es la que ellos adoptan, y no la cesarista, puesto que ninguna dictadura contará con el total
apoyo de las masas. Por eso hablarán de dictaduras casi totalitarias.
Otro de los rasgos que destacan de las dictaduras es que todas establecieron normas para asegurarse la sucesión, de
allí deducen, entonces que se trata de dictaduras institucionales, a lo que se suma el carácter pactado de la
transición a la democracia en todas las dictaduras, con excepción de Argentina - por el desastre de Malvinas - y de
Bolivia -por el vínculo con el narcotráfico- .
Recuerden que las fuerzas militares realizan los golpes de Estado para “restaurar la democracia”, liberarla de los
elementos extraños que suponían los gobiernos con rasgos populistas o socialistas, y también eliminar el supuesto
Enemigo Interno en el contexto de la Guerra Fría y la DSN.
“En Chile, los golpistas plantearon como objetivo “restaurar la chilenidad, la justicia y la institucionalidad quebrada”.
Según declaró el general Pinochet, pocos días después del golpe, “Chile volverá a su tradicional sistema democrático”
(p. 412).
Pero como pronto demostraron que no permanecerían en el poder por poco tiempo (no serían “comisarias”, tal como
las definió Carl Schmitt en 1921), sino soberanas, es decir que se dan una autoenvestidura, con rasgos sólo
simbólicamente populares, y asumen un poder constituyente, o generadoras de un nuevo orden.
Otro de los rasgos que tendrán estas dictaduras, incluyendo también la de Brasil, es plantear sus proyectos en
distintos tiempos o metas. Una vez logrado el primero, se avanzaría sobre el segundo y luego el tercero.
El primer proyecto era el económico, es decir, la estabilización y racionalización de la economía para eliminar las
trabas a la acumulación del capital, el cierre de empresas con dificultades o poco redituables, la reestructuración de
las empresas estatales y la reducción del gasto público e incremento de la productividad. Otros compenentes de este
proyecto fueron el desmantelamiento de las estructuras estatales nacionales, y la vinculación con el capital
extranjero (dígase endeudamiento externo).
El segundo proyecto era el social, el cual suponía el disciplinamiento de la mano de obra, la clase obrera, mediante la
flexibilización del mercado laboral, la suspensión de comisiones partidarias, la eliminación del derecho a huelga y el
debilitamiento de los sindicatos por medio de la intervención y/o suspensión de personerías gremiales; además de
un férreo control sobre sus acciones, disolviendo centros y federaciones. En paralelo, se aplica el control y monitoreo

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sobre los trabajadores intelectuales y la formación de los nuevos profesionales, interviniendo en las universidades y
cancelando la autonomía de estas instituciones.
El tercero de los proyectos era el político. Aquí cada dictadura dispuso de las medidas necesarias, para permitir o no,
cierto juego electoral y controlado de la democracia. En el caso de Brasil, vimos la existencia de dos partidos, uno
oficial (ARENA) y otro moderado (Movimiento Democrático); en el caso de Argentina, el problema era el peronismo.
En Uruguay, los civiles participaron de los primeros años de la dictadura.

Con respecto a la relación entre la primera de las metas, la económica y la social, es muy
esclarecedor la explicación que nos ofrecen les autores al referirse a lo ocurrido en Argentina
y Brasil en 1968. En ambos países ocurrieron importantes movilizaciones populares urbanas,
de trabajadores y estudiantes. En Argentina fue el año del Cordobazo y en Brasil la Marcha
de los 100 mil. En los momentos en que económicamente mejor les fue a las dictaduras, se
produjeron dichas movilizaciones. ¿Por qué en un momento de prosperidad se producen
estos hechos?
“Es que altos salarios y altas tasas de empleo significa tener asegurada, dentro de los
límites del capitalismo, la reproducción material de la vida, plataforma necesaria y
suficiente para reclamar aquella que, bajo una dictadura, carecían: libertades, derechos de
ciudadanía. (...) No es casual que la conflictividad social, en particular la obrera, sea mayor
en situaciones de bonanza económica antes que en condiciones de, por ejemplo, bajos
salarios y altas tasas de desempleo” (2012; 418).

Entre las pp. 426 y 427 nuestros autores remarcan que las dictaduras supusieron una negación de la política debido a
que pretendieron silenciar los conflictos imponiendo una única voz; construyeron un discurso acerca de lo que era
“bueno” y de lo que era “subversivo” del orden social; cancelaron la mediación y reflexión pública; se dejó de
reconocer a la política como la arena de la confrontación y la libertad y finalmente le quitaron toda forma de
autonomía a las clases subalternas.
No obstante, señalan también lo paradójico que pese a cancelar a la política apelaron a los mecanismos - formales e
informales - de la democracia y la política, para ofrecer soluciones estables a los conflictos. Por eso, ni la política
desapareció, ni todo se transformó en pura violencia. Así el terrorismo de Estado (la violencia) fue la forma por
excelencia para el tratamiento del disenso y el conflicto, pero la legitimación de su perpetuación en el poder, requirió
de las formas “legales”. Así, las dictaduras institucionales de las FFAA, asumen el control del Estado (rol que no les
corresponde por definición), pero crean instituciones para gobernar los conflictos. Son instituciones
burocrático-autoritarias, y obviamente no democráticas. De allí, la importancia del rol jugado por los partidos
políticos durante estos gobiernos.
Así reformularon el sistema de partidos (unipartidario, como el caso boliviano con el Frente Popular Nacionalista; o
multipartidario, como el caso brasilero) o en el caso chileno se apeló a la consulta popular para afianzar el
personalismo de Pinochet o para establecer la reformulación de la Constitución (plesbiscitos de 1978, 1980 y 1988).
También en Uruguay se utilizaron los plebiscitos.
Chile: Dictadura de Augusto Pinochet (1973 hasta 1990)
En primer lugar, debo aclarar que el gobierno reformista, con rasgos socialistas, pero democrático y popular, de
Salvador Allende Gossens de la República de Chile, es analizado en el libro de un modo muy claro entre las pp. 406 y
409. El gobierno de Allende (1970 hasta septiembre de 1973), caracterizado como una vía democrática al socialismo,
una “revolución con empanadas y vino tinto”, es decir, sin armas tal como la describía el mismo presidente, fue muy
importante en ese momento de la historia chilena, porque con las medidas impulsadas, en particular la reforma
agraria de supuso la expropiación de 6.600.000 hectáreas de tierras entre los campesinos, lo que dio un golpe muy
duro al sistema terrateniente oligárquico que aún perduraba en el país desde el siglo XIX. Además se nacionalizaron y

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Historia Americana Siglo XX – CLASE 10
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estatizaron empresas que estaban en manos de capitales extranjeros y nacionales (de cemento, minería, salitre,
cobre y metalúrgicas). Hubo varias medidas que fueron relativamente favorables a capas medias y bajas de la
sociedad; pero la supuesta política “errónea” y equivocada del gobierno en torno a la relación salarios, capacidad
productiva del mercado interno, aumento del consumo -así lo señalan los mismos autores- llevó a un aumento del
descontento. Dicho malestar fue bien aprovechado por los opositores, en particular las FFAA, que veían en Allende
un gobierno demasiado inclinado a las prácticas castro-comunistas. A esto se sumó una serie de acciones de bloqueo
comercial y financiero de EEUU. El 11 de septiembre el general de las FFAA chilenas, Augusto Pinochet dio el golpe de
Estado que lo colocó en el poder hasta el plebiscito de 1988.
En materia económica, si bien no se restituyó el latifundio anterior, se tomaron varias medidas que de algún modo no
favorecieron a la reapropiación favorable de la tierra por parte de campesinos o comunidades de pueblos originarios,
sino que generaron una estructura de agricultura capitalista, que era el objetivo que la dictadura se dió y que logró
cumplir. Otras medidas implicó el desmantelamiento del Estado, dejando en manos privadas el control de empresas
otrora estatales, con excepción de la industria del cobre, sector estratégico de la economía chilena. Un grupo
fundamental para comprender el (supuesto) “milagro chileno” fue la presencia de economistas formados en la
Universidad Católica de Chile conectados con la Universidad de Chicago, de allí el nombre de los “Chicago Boy’s”, que
ocuparon cargos ministeriales hasta 1982. El número de empresas del estado se redujo de 300 a 20.
El gobierno estuvo fuertemente concentrado en la figura de Pinochet, que además reunía los cargos de presidente de
la Junta militar de gobierno, presidente de la República y comandante en jefe del Ejército. Pero fue institucional por
los documentos en los que “legalizó” su poder: el DECRETO LEY Nº572 del 26/6/1974 que nombró a Pinochet como
“Jefe supremo de la Nación” y el DECRETO LEY Nº 788 que le dio potestad a la Junta de modificar la Constitución de
1925; es decir, que el gobierno militar se adjudicó poder legislativos y constituyentes (que hicieron valer).

Bolivia: dictadura de Banzer de 1971 a 1978, dictadura de Meza Tejada de 1980 a 1982
Esta dictadura puso fin a las experiencias de “izquierda nacional” de los gobiernos de Ovando y Torres (1969 a 1971),
poco después de fracasada la Revolución de 1952, que se extendió hasta el golpe militar de 1964, comandado por el
Gral. Barrientos, quién fue el autor intelectual y responsable de la muerte del Che Guevara. Banzer, se proclamó su
heredero.
Al asumir, en los primeros años, la dictadura estuvo asociada con los dos partidos mayoritarios: el MNR de Víctor Paz
Estenssoro y la Falange Socialista Boliviana de Mario Gutiérrez Gutiérrez. Formaron entonces el Frente Popular
Nacionalista encabezado por Banzer; pero paulatinamente la participación en el gobierno de las figuras de los
partidos se fue reduciendo, o dejaron su lealtad partidario para reemplazarla por la lealtad a Banzer. Como en las
otras dictaduras, se pensaba necesario un poder autoritario para realizar las transformaciones económico-sociales de
modernización.
En el plano político, la dictadura asumió su carácter institucional a partir del 9/11/1974, con el DECRETO SUPREMO.
que entrega el poder a las FFAA; a partir de ese momento, argumentando la presencia de elementos de izquierda, se
rompe la alianza del Frente PN. A partir de ese momento inició medidas muy similares a las dictaduras de Argentina,
Chile y Uruguay, entre control tecnocrático-burocrático en el control económico del gobierno; medidas de control y
represión sobre sindicatos, estudiantes y población civil.
En 1978 Banzer será destituido por otro golpe, y luego de un breve intervalo democrático, el 17 de julio de 1980 un
nuevo golpe militar, coloca como presidente al Gral. García Meza Tejada. Aunque el contexto era muy diferente a los
‘60 y ‘70, se mantuvo el argumento del comunismo para justificar esta dictadura que fue aún más represiva que la
anterior, pese a que apenas duró un par de años. Es bajo esta dictadura, cuando se dieron fuertes lazos entre el
gobierno militar y los narcotraficantes de la coca de Bolivia, mediados por la figura del Ministro del Interior, el
teniente Luis Arce Gómez, primo del narcotraficante Roberto Suárez “La Mosca”. El objetivo de los narcos, y que en
parte fue logrado, fue que no se los reprimiera por sus actividades. No obstante, lo que sí fue fuertemente reprimido
fue la movilización obrera, atacando a los sindicatos. Ansaldi y Giordano, relatan, recuperando investigaciones de
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Historia Americana Siglo XX – CLASE 10
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periodistas argentinos y extranjeros, las conexiones entre el gobierno militar boliviano, el narcotráfico, y también la
dictadura argentina. Las metas detrás de estas conexiones eran eliminar gobiernos revolucionarios de Centroamérica,
y lograr imponerse por encima del cártel colombiano.
El capital narcotraficante, fue “lavado” a través de su asociación con el sistema bancario y financiero de Bolivia. Los
empresarios de la coca adquirieron empresas legales (bancarias, agroindustriales, mineras, de construcción). Así
durante estos 10 años, se fortaleció una clase burguesa nacional, pero autoritaria y racista. Se produjo la
“capitalización de una economía ilegal dominada por el narcotráfico por parte de un grupo empresario partidario del
proyecto autoritario”.

Uruguay: Dictadura cívico militar de 1976 a 1983


A diferencia de las otras dictaduras, en 1973 el golpe de Estado concentró en el entonces presidente Juan María
Bordaverry, la autoridad del gobierno, seguido de dos civiles. La dictadura se dio en Uruguay para enfrentar en parte
a las fuerzas revolucionarias guerrilleras, aunque ya en decadencia, y también las fuerzas de extrema derecha, así
como los problemas económicos crecientes.
Su carácter institucional se encuentra en el Decreto del PE del 27 de junio de 1973, en que Bordaverry había sido
elegido democráticamente, aunque con un muy bajo porcentaje de votos, de apenas un 23%. Al asumir como
dictador, Bordaverry disolvió el Congreso. Y en 1976, un segundo Acto Institucional aumentó el peso de las figuras
militares, al crear un Consejo de Estado integrado por Oficiales Generales de las FFAA. Entre 1976 y 1981 fue la etapa
fundacional, puesto que entre esos años se prohibieron las actividades políticas permitidas por la Constitución.
Recién en 1981 los militares asumirán directamente el mando, a través del Tte. Gral. Gregorio Álvarez, apadrinado
por las dictaduras chilenas y argentinas. De todos modos, este cambio se debió a las presiones por la vuelta a la
democracia.

En materia económica, el modelo ISI venía en decadencia desde la década del ‘50, por lo que la crisis del petróleo
encontró una economía ya afectada. En 1974 el ministro de Economía de la dictadura lanzó un plan de estabilización,
que mejoró algunos indicadores, pero con un alto costo social. Crecio el nivel terciario de la economía, con mayor
peso del Estado (Uruguay, al igual que Brasil, tampoco se deshizo de todos los componentes estatales de la
economía) y se reestructuró el comercio exterior. El límite de este modelo será la crisis de la deuda de 1982. El
proyecto económico de la dictadura militar, al igual que en Argentina, no tuvo ningún éxito.

Algunos aspectos más para comparar


Chile Brasil Uruguay Bolivia

Organismos de control e Dirección de Inteligencia Servicio de Inteligencia


inteligencia Nacional o DINA Nacional o SIN
Departamento de Orden
Político y Social o DOPS
(heredero del Dto. de
Operaciones e Informes
del Estado Novo
varguista).

Niveles de aplicación de 2000 muertes 200 muertos


la violencia (la represión 9000 desaparecidos o En wikipedia, figuran 174
se acentuó en los ‘70).5 exiliados, sobre todo de desaparecidos, de los
figuras de las Unión cuales, 130 lo fueron en
Popular. Arg.6

5
Las más represivas, violentas y sanguinarias de las dictaduras fueron la de Argentina con la cifra de 11 mil (cifra oficial) o 30 mil
(cifra de las organizaciones de DDHH) muertos y desaparecidos (Cfr. Zanatta; 2012, 201), y la de Guatemala (Cfr. Ansaldi y
Giordano, 2012; 462 a 469).
6
Cfr. https://es.wikipedia.org/wiki/Dictadura_c%C3%ADvico-militar_en_Uruguay_(1973-1985)#Presos_pol%C3%ADticos_y_desaparecidos
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Profesorado en Historia. ISFD 3

Represión en el ámbito Ley de Reforma de Ed.


educativo y mediático. Superior y nivel
secundario en 1971.
Hubo intervenciones en
las universidades, pero
no tan fuerte como en
Arg. dado el proyecto de
“desarrollo” planteado,
para lo cual se
necesitaban
profesionales formados.
Importante alianza con el
conglomerado de medios
O’Globo y TV Rede
Globo.

Conclusiones (parciales) y lo que quedó fuera


Luego de este larguísimo recorrido, que espero que más o menos pueda ayudarlos a conocer y profundizar en clave
comparativa lo ocurrido durante los duros años ‘60 y ‘70 y los primeros de los ‘80 en América Latian, es insoslayable
plantear algunas ideas de carácter reflexivo e incluso personal.
En este entramado hemos visto cómo la violencia se mezcló con las consignas revolucionarias y
contrarrevolucionarias, como el comunismo fue más un fantasma utilizado como herramienta de persuasión a las
sociedades y clases medias en especial, que un fenómeno que realmente hubiera prendido en las sociedades. Que en
este escenario complejo que fue el de América Latina durante la Guerra Fría, la apelación a la Doctrina de la
Seguridad Nacional por parte de las FFAA, fue una herramienta clave a nivel geopolítico para que EEUU pudiera
garantizar su predominio sobre la región (que no fue hegemónico por lo que tuvo que recurrir al apoyo -nunca
exteriorizado, sino secreto- a estas dictaduras); pero a nivel interno, local, permitió el mantenimiento de una
estructura de poder económico y político que se re-concentró en las viejas clases dominantes, y que les facilitó
incluso mantener sus vínculos con el capital extranjero, reduciendo las posibilidades reales de favorecer y expandir
los beneficios de una redistribución más equitativa de las rentas nacionales, en especial en materia educativa y
sanitaria, pero también alimentaria o habitacional.
Si me preguntan a mí ¿por qué debemos estudiar las dictaduras?, esa pregunta que les plantee con mucho interés en
el sincrónico, pienso que porque las dictaduras impidieron que la ciudadanía pudiera decidir el camino político y
económico a seguir luego que el modelo de desarrollo industrial y nacional del populismo empezara a mostrar sus
limitaciones. Esto las hace responsables de negarnos la libertad de decidir y hacer por nosotres mismos. Nos
negaron la política, como dicen Ansaldi y Giordano. Además dejaron una fuertísima impronta de temor y miedo a la
participación que al día de hoy cuesta mucho remontar (para mí todavía es difícil creer que se puede hacer política
honestamente, sin correr riesgos de vida y seguridad personal). Fueron las culpables de dejar en los espacios de
decisión y mando figuras con muy poca formación para asumir tareas complejas; actuaron totalmente en contra de la
formación educativa y colocaron figuras corruptas y faltas de toda formación, en espacios claves. Esas medidas
tuvieron un impacto muy fuerte en las estructuras formativas de nuestras instituciones educativas, además.
Son responsables de dejar a los países en situaciones de endeudamiento externo endémico, impidiendo a las futuras
democracias iniciar un camino más liviano para encauzar un proceso de desarrollo sostenido (y sustentable). Son
responsables de instaurar el pánico entre las clases medias y bajas a otras formas de hacer y vivir la política, la
economía y la sociedad.
Y en definitiva, le negaron a muchas, muchas personas (yo no había nacido aún; y pienso en los que murieron y en
los que no pudieron nacer) la posibilidad de elegir, y en definitiva equivocarse. Porque también la democracia se
nutre de los errores, de los aprendizajes que devienen de ellos. Nos quitaron la posibilidad de hacer experiencia en
democracia. Por esto, y por muchas, muchas más razones que realmente me resultan cada vez más grandes, es
fundamental estudiar, profundizar, conocer y saber mucho más sobre las dictaduras.

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Por eso pienso que no alcanzan con algunas palabras breves en algunas efemérides, que no alcanza con hablar de las
víctimas (pelearse por los números), lo que hay que tratar de difundir es esa mezcla perversa que les dio origen y que
les permitió ser, entre el miedo al ejercicio pleno de la libertad y la defensa de los privilegios de unos pocos.
Finalmente, aunque no es obligación de la historia académica dejar enseñanzas o moralejas, para mí este proceso de
organización de tanta información de todos estos días, me deja una enseñanza. Que nunca, nunca puede haber juego
democrático, si se piensa en términos de enemigos. Por que lo cierto es que tanto el populismo, como sus herederos
más o menos revolucionarios, y obviamente las dictaduras, olvidaron que aunque no se piense en los mismos
términos, el otro (más o menos de izquierda o derecha) no es un enemigo, es un OPOSITOR, es alguien que en su
manera de pensar, tiene algo de razón y de no-razón, y que es imperativo que entendamos que la única forma de
construir algo entre todes, es negociando, argumentando, demostrando nuestros planteos. En definitiva, que la
lógica de la guerra no puede seguir siendo la forma que América Latina piense y haga la política.
Espero que estas palabras - muy, pero muy personales - les invite a seguir pensando, les invite a seguir
profundizando, buscando más datos, fuentes, documentos, que demuestren este entramado (yo diría perverso) entre
economía, capitalismo internacional, burguesías locales terratenientes o financieras y gobiernos autoritarios y
corruptos, que tanto mal le han hecho y dejado a nuestro presente. E incluso, también les invite a demostrarme que
me estoy equivocando, que lo expuesto en esta clase y la anterior, quizás no es correcto. Les invito a pensar otras
interpretaciones más o menos cercanas o lejanas a la mía.
Como se imaginarán en esta clase, y en la anterior, hay cosas que no están. No está el proceso dictatorial vivido en
Paraguay y Guatemala, caracterizado por Ansaldi y Giordano como “dictaduras híbridas”; tampoco está la historia
más “democrática” de México, Colombia o Venezuela en estos años. Sinceramente no pude organizar la información,
y creo que ya es mucho material el que tienen en esta clase, así que desde ya que si necesitan referencias
bibliográficas, encantadas les pasaré lo que tengo. Pero pienso que a veces los recortes ayudan a despertar el interés,
o por lo menos, a no generar una “pila de información” que no tiene mucho sentido. Decido recortar, entonces, para
ayudar a organizar, a entender algunos aspectos, y de nuevo, para que uds. decidan a su tiempo y forma, llenar estos
huecos.
Y ahora sí, cierro esta clase. Nos vemos en la última clase para hablar de retornos y presentes democráticos.

Actividad obligatoria (última del año), es la misma que está en la Clase 9:

Les voy a pedir que luego de mirar la clase, su presentación y leer la bibliografìa obligatoria (Dabene y Zapata, enlaces
debajo) respondan de manera individual o en parejas a estas preguntas:
1. Según estos autores, ¿por qué gobiernos militares acceden al poder en la década del ‘50, cancelando procesos
políticos democráticos?
2. En pocas palabras, ¿Cómo son las democracias que se establecen en Venezuela, Colombia y Costa Rica?
3. ¿Cómo es la mirada sobre las acciones revolucionarias de ambos autores? ¿Se parecen, son diferentes?
Fundamenten.
4. Qué opinión les merece este pasaje de Loris Zanatta al referirse a las fuerzas revolucionarias: “La impresión es que
tal mezcla radical de marxismo y nacionalismo reprodujo, aunque en forma inédita y de un modo inconsciente, una
antigua y profunda esencia del universo ideal latinoamericano, rastreable en la tendencia al monopolio del poder y
en la aversión al pluralismo político en nombre de la homogeneidad del pueblo. También en la hostilidad hacia las
formas y procedimientos del Estado de derecho y la democracia liberal, condenada como formal, y la contraposición
de una genérica democracia sustancial, fruto de la igualdad impuesta por la revolución y, por último, en la
prevalencia de un imaginario ético no pragmático, fundado en la fe y la voluntad más que en la razón y la convicción,
aspectos ya observados en los populismos y a su vez Herederos de la antigua Concepción social organicista en su
esencia holística”. (Zanata: 2012, 175).
5. Sintetiza los aspectos más importantes de la Teología de la Liberación.
Tiempo de realización: pueden realizar esta intervención hasta el 8 de noviembre.
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Historia Americana Siglo XX – CLASE 10
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Recursos bibliográficos
Bibliografía obligatoria (es el mismo material que está citado en la clase 9):
➢ ZANATTA, Loris (2012), Historia de América Latina. De la Colonia al siglo XXI. Bs. As. Siglo XXI. Cap. 8 y 9: Los años
sesenta y setenta (I y II). Pp. 161 a 207. Enlace de descarga:
Clase 9-ZANATTA_Loris_Historia_de_America_Latina, Cap.8y9.pdf
➢ DABENE, Olivier (1999), América Latina en el siglo XX. Madrid, Síntesis. Cap. 4: El seísmo de la revolución cubana
(1950 - 1970) y Cap. 5: Los años sombríos (1968- 1979). Pp. 102 a 174. Enlaces a cada capítulo:
Clase 9-Dabene, O. Cap. 4.pdf
Clase 9-Dabene, O. Cap. 5.pdf

Recursos audiovisuales para profundizar:


Dictaduras sudamericanas (1964 1989). Procesos e interpretaciones - YouTube

Bibliografía complementaria y ampliatoria: ya presente en clase 9


➢ ANSALDI, W. y Giordano, V. (2012), América Latina, La construcción del orden. Tomo II: De las Sociedades de
masas a las sociedades en procesos de reestructuración. Buenos Aires, Ariel. Cap. 6: El orden en sociedades de
violencia. Pp. 287 a 500.
➢ ANSALDI, W. y V. Giordano (coords.) (2014). América Latina. Tiempos de violencia. Buenos Aires, Ariel.
Bibliografía ampliatoria sobre Brasil: se agrega en clase 10
➢ Se sugiere, especialmente si se quiere profundizar, la lectura del capítulo 4: La experiencia democrática
(1946-1964) y el capítulo 5: El régimen militar y la transición a la democracia (1964 - 1984) de Fausto, Boris
(2003) Historia Concisa de Brasil.

Enlace a CARPETA DE TODOS LOS MATERIALES DE LA MATERIA:


https://drive.google.com/drive/folders/1TABa-bAodxknSHTO4-TnBCBm-J9jOJAf?usp=sharing

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