UNIVERSIDAD DISTRITAL FRANCISCO JOSÉ DE CALDAS

LIC. EN HUMANIDADES Y LENGUA CASTELLANA

SEMINARIO DE ESTÉTICA

RASHOMON: LA ESTÉTICA DE LOS RECUERDOS

“Los hombres son débiles y mienten, incluso a sí mismos”

Rashomon, 1950

Rashomon es una película de género drama/crimen estrenada en Japón en el año

1950 y posteriormente en Europa a través del Festival Internacional de Venecia en 1951.
Dirigida por Akira Kurosawa (uno de los mejores directores de cine en Japón) es
considerada como la película que lo catapultó a la fama en occidente, convirtiéndose en
punto de referencia para la prensa internacional. Rashomon (1950) desarrolla toda su
trama alrededor de las cuatro versiones que hay en la muerte de un samurái que viajaba
por el bosque y la violación de su mujer que ocurre en Japón en el siglo IX.

La crítica especializada describe a Rashomon (1950) como “una interesante

curiosidad cinematográfica” no solamente por la forma en que el lenguaje audiovisual es
empleado sino también por la manera en que Kurosawa pone sobre la mesa un juicio
netamente moral, el de la verdad y mentira. Y a partir de ahí desarrolla los conceptos
no como algo totalmente estable o definido sino como algo que siempre dependerá del
individuo o del grupo de individuos involucrados; además de las circunstancias vividas,
porque no existe una sola verdad, siempre existirán otras verdades. Todo esto es posible
verlo más a fondo, cuando alguien en su papel de espectador intenta construir su
historia en base a lo visto, porque al momento de hacerlo se van a cruzar los cuatro
relatos que hay, determinando de esta manera que para un grupo de personas
Rashomon (1950) sea la historia de un ladrón que ataca a una pareja en un bosque y
después de violarla a la mujer, asesina a su esposo en combate. O para otro como la
historia de una mujer noble que viaja por el bosque junto a su esposo, un ladrón los
ataca, la viola y ella al no poder con la mirada inquietante de su esposo por lo que pasó,
lo asesina.

Ahora bien, la narración de la película nunca se muestra de manera lineal. Puesto

que a partir de las declaraciones de los testigos del suceso en el juicio, se da apertura a
un desfile de recuerdos. La técnica empleada durante la declaración de cada implicado
es lo que conocemos como flashback, cuya función es conectar situaciones con sucesos
del pasado. Por otro lado, es posible resaltar que durante la cinta se observa lo que se
conoce como un doble plano narrativo: el sacerdote y el leñador le cuentan al peregrino
las declaraciones que ellos mismos han escuchado, y ahí se ve claramente otro detalle.
Al momento de recordar, se establece otra perspectiva que se liga a lo que ellos
recuerdan de esas declaraciones.

Es importante destacar que estamos ante una película que no solo posee una
gran riqueza a nivel visual sino que además musical. La forma en que Kurosawa junto a
su camarógrafo Miyagawa logran manejar la cámara es realmente exquisita. En varios
momentos se ve de manera clara la intención por querer que el espectador deje de lado
su neutralidad y se involucre como otro juez en está asesinato sin resorlver.