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LOS HABLANTES DEL QUECHUA, LA VERGÜENZA LINGÜÍSTICA Y SU DIFÍCIL

COMUNICACIÓN

El quechua es una de las lenguas más habladas en nuestro país. En el siglo XVI, los
españoles la escogieron para efectuar sus propósitos evangelizadores y
colonizadores porque se percataron de que se trataba de una lengua general:
había quechuahablantes en la costa y en los Andes. A pesar de la imposición del
español, y la posterior negación de enseñar hablar este idioma, la lengua se siguió
hablando.
El tema a tratar es el quechua, la vergüenza lingüística y su difícil comunicación. El
propósito es advertir y divulgar sobre la progresiva pérdida de quechuahablantes.
Es una de las lenguas andinas aún vivas como el aimara y el jaqaru. Sin embargo,
sostengo que la mayoría de los hablantes están dejando de usarla. En las
siguientes líneas se sustentarán dos argumentos.

En nuestro país, los quechuahablantes sienten desprecio por su lengua materna


debido a la vergüenza lingüística. La vergüenza lingüística es la actitud de
autonegación y marginación contra la propia lengua materna que surge de la
valoración de utilidad de esta en diversos espacios sociales. En el país, no hay
condiciones para hablar quechua en las universidades, los hospitales, los colegios,
los juzgados, colegios, el Congreso. Esta reacción emocional ocasiona que el
hablante oculte que hacer uso de la lengua y deje de emplearla. Según Casma
(2014), señaló que

Del total de peruanos sin acceso a la salud, más del 60% hablan
quechua, el idioma ancestral de los incas. La discriminación es tan
patente que muchos quechua hablantes -13% de la población
peruana, según el censo de 2007- deciden no transmitir el idioma
a sus descendientes por temor al rechazo o la burla (párr. 4).

Por eso, los padres quechuahablantes prohíben enseñar hablar la lengua a la


siguiente generación, pues consideran que sus hijos no deben ser discriminados.
Para ellos, su lengua termina por ser objeto de burla y rechazo.

Los hablantes de quechua, asimismo, abandonan su lengua porque es difícil


comunicarse en una sociedad jerárquica y desigual. El quechua como otras
lenguas nativas están estigmatizadas: se las considera inferiores, deformes,
malsonantes, raras. En cambio, el castellano goza de prestigio, por ejemplo,
aparece en diversos libros y medios de comunicación. A los quechuahablantes se
los cataloga de motosos, pobres, analfabetos, miserables, campesinos, ingenuos,
desmuelados. En otras palabras, se refuerzan estructuras sociales de jerarquía. En
el Perú, unos ciudadanos son mejores aceptados que otros. De acuerdo con
Vizcarra (2012)

Estudios muestran que la clase social a la cual pertenece la


persona frecuentemente influye de manera previsible en sus
actitudes lingüísticas. El nivel de importancia que dan diferentes
grupos a cumplir con los modelos de uso lingüístico "correcto",
puede depender de su posición en la jerarquía social. Grupos que
consideran posible aumentar el propio estatus social o que teman
perder su posición actual, tienden a ser más dispuestos a usar la
lengua como instrumento social (p.38).

Asimismo, la desigualdad que existe en la sociedad ocasiona que los hablantes de


lenguas originarias no puedan acceder a los recursos y servicios con los que
cuentan los hablantes de castellano. Las escuelas rurales carecen de tecnologías e
infraestructuras necesarias para mantener, revitalizar, preservar, difundir y
desarrollar las lenguas autóctonas. Los profesores que proceden de comunidades
indígenas no son bien remunerados salarialmente y muchas veces se les pide solo
enseñar castellano.

En suma, el quechua desaparece puesto que sus hablantes sienten vergüenza de


usarla en una sociedad jerárquica y desigual. Este segundo factor es el que más
influye en la toma de decisión de negar comunicarse en una lengua y despreciarse
como ser humano. La sociedad peruana puede convivir con hablantes de muchas
lenguas y reconocerse como multicultural y hasta intercultural, pero mientras no
cambie el sistema de opresión y marginación social, no habrá cambio social ni
aceptación lingüística favorable para los grupos peruanos minorizados. Por ello, es
necesario que se desarrollen más ciudadanos críticos en defensa de la
democracia, la pluralidad, la equidad, el buen vivir.

Referencia bibliográfica

Casma, J. (2014). Discriminados por hablar su idioma natal. Banco Mundial.


https://www.bancomundial.org/es/news/feature/2014/04/16/discriminados-por-h
ablar-su-idioma-natal-peru-quechua

Lovón, M. (2018). Los hablantes del quechua y la vergüenza lingüística. Blog de Lenguaje y


Redacción. Lima: PUCP. https://bit.ly/2sFTd30

Vizcarra, F. (2012). Actitudes lingüísticas hacia las lenguas andinas por los estudiantes de la
facultad de ciencias sociales de la U.N.A. Puno (Tesis de Maestría). Universidad
Nacional del Altiplano. Puno - Perú.
http://repositorio.unap.edu.pe/bitstream/handle/UNAP/662/EPG274-00274-01.pdf?
sequence=1&isAllowed=y

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