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EN BUSCA DE LA FAMA

EDGAR ZEPEDA REYES

ezepeda@imaginecs.mx

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A Dios por la creatividad, vivencias, momentos y familia
que me tocó vivir para hacer posible lo imposible

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INDICE

1. La Estrella 5
2. El inicio de una nueva vida 12
3. El origen 15
4. Iniciando en la ciudad del sol 19
5. La propuesta 22
6. Inicia la celebridad 27
7. Hay muchos escalones 32
8. Más escalones por subir 37
9. Lanzamiento “De noche” 53
10. Gira de promoción 59
11. Propuesta ¿Sigue la carrera? 67
12. Temporada de propuestas 76
13. Grabación del segundo disco y el sí 81
14. Manos vacías 91
15. Promoción, premios y gran susto 96
16. Crossover 107

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EN BUSCA DE LA FAMA

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CAPÍTULO 1
La estrella
¡Y la última detonación de pirotecnia explota! Vuelan miles
de papeles metálicos sobre el escenario y el público, la gente
está sumamente eufórica, los gritos no cesan, todos de pie
gritan pidiendo una última canción, una más; la playa de
Copacabana está más llena que nunca, ni siquiera la lluvia
detuvo los mares de gente para asistir al último concierto de
la gira.
Durante 6 meses la controversial gira recorrió el mundo. No
había terminado y desde los conciertos en Buenos Aires,
Argentina ya era mencionada en la prensa como la gira más
exitosa del año, aunque grandes polémicas acompañaran las
presentaciones.

La última noche de concierto y una de las más complicadas:


un público muy entregado en un concierto gratuito en las
playas de Copacabana en Río de Janeiro, Brasil. El concierto
se efectuó por la Jornada Mundial de la Juventud, un evento
que reunió a 4 millones de jóvenes de todo el mundo en Río
de Janeiro. Dicho acontecimiento celebraba el primer viaje
del nuevo papa católico, el primer papa latinoamericano.
Con 4 millones de jóvenes y la visita de todos los medios de
comunicación del mundo, era el escenario perfecto para
realizar un concierto gratuito y el cierre de la gira. Se
esperaban 3 millones de asistentes al concierto, pero
ciertamente, este número se superó por mucho, en palabras
de Jacob Lee, el production manager de la gira, “esta
famosa Jornada Mundial de la Juventud era como un
mundial o una Olimpiada, pero de sólo jóvenes”.
Marín baja del escenario por un elevador de piso. Sigue
aturdida por la explosión y por la euforia de tanta gente.
Recorre el estrecho pasillo de tubos bajo el escenario,
asistida por un equipo de vestuaristas, el ruido y los gritos
de la gente sigue siendo ensordecedor. El corazón late a mil
revoluciones después de entregarse por completo a su
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público, un público conformado por jóvenes de todo el
mundo, pero demasiado; durante el concierto, alcanzó a
notar cómo se salió de control la entrada de la gente, cómo
era excesivos lo apretado y los empujones que recibieron sus
fanáticos, cómo pareciera, en momentos, que se brincarían
miles de personas al escenario. Qué decir de la lluvia, que
desde la quinta canción bañó a todos los asistentes y al
escenario.

Ya en el camerino, montado sobre la arena de Copacabana


en una camper rodante, a unos metros del escenario, desde
el que se ve la montaña del pan se azúcar y la torre del hotel
Windsor. El equipo de vestuario le quita los pantalones
bañados de diminutos y coloridos cristales Swarovski y la
ajustada blusa blanca con la leyenda “The end” parte de un
look diseñado por Marc Jacobs que para esta última función
terminó empapado por la lluvia.

Del estacionamiento a espaldas del escenario salen 3


camionetas Suburban de color negro, una de ellas blindada y
ambas custodiadas por un ejército de patrullas de la policía
brasileña. Dentro de esas camionetas va el señuelo para la
prensa y los fanáticos, una doble de Marín envuelta en una
bata blanca de algodón con un bordado en la espalda que
dice “Bitch”. El señuelo capta con éxito la mirada de
cientos de personas que esperaban la salida de Marín y
corren hacia las ventanas traseras de la camioneta blindada
para obtener alguna muestra de afecto de su ídolo. Golpean
los vidrios, muestran pancartas, playeras con el logo del
tour, algunos de estos seguidores vestidos con lo que
parecieran réplicas del vestuario que Marc Jacobs diseñó
para este tour.
Las camionetas intentan, sin mucho éxito, abrirse camino
entre la gente por las calles del barrio de Botafogo, como si
las patrullas de la policía brasileña no estuvieran ahí,
intentando abrir el paso. El recorrido hasta el hotel en la
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exclusiva zona de Leblón el cuál fue reservado
completamente para la cantante y su equipo tomará más de
una hora, seguramente.

Mientras tanto en el camerino, Marín está recostada sobre


una cama portátil de masaje con su fisioterapeuta de origen
japonés, quien le da un tratamiento para relajar los
músculos.
Sentados a metros de Marín están George su esposo, Steven
Grant su manager y Miley y Lydia, 2 amigas muy cercanas;
desde el incidente en Londres por el que estuvo a punto de
frenar su carrera, siempre se hace acompañar en las giras por
su familia y algunos amigos. Todos brindando con copas de
estilo minimalista, llenas de Moët rosa imperial, festejan el
gran éxito de la gira y comentan con Marín todos los ajustes
que se tuvieron que hacer por la lluvia y el frágil escenario
sobre la arena.
El camerino está pintado totalmente de blanco. Tiene
muebles forrados de espejos y una sala blanca muy cómoda
que invita a recostarse sobre sus sillones, un gran espejo
rodeado de focos y algunas sillas blancas Victoria Ghost de
la marca Kartell, una barra de bebidas energizantes, agua
embotellada Voss, carnes frías, una charola enorme de fruta
picada y una hielera llena de pequeñas botellitas de Moët
Rose. La atmósfera se complementa perfectamente con el
aroma a limón que expiden unas velitas que están dentro de
sofisticados vasos de cristal; estas velas las elaboran en una
boutique de Tribeca en Nueva York y se colocan siempre en
sus camerinos donde quiera que se presenta alrededor del
mundo para que impregnen con su aroma el lugar.
Al final del camerino hay un baño dotado con regadera y un
wc “nuevo”; que sea nuevo es uno de los requerimientos que
se exigen a cada una de las localidades donde se presenta la
gira.

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La aparente calma del camerino se ve interrumpida por
Pablo Almeira, el jefe de seguridad de Marín desde hace 10
años; un colombiano alto, muy moreno, completamente
pelón y vestido con un impecable traje negro, camisa blanca
y una delgada corbata negra. –Pasaron la cerca de seguridad,
tenemos una gran cantidad de gente que está entrando al
backstage, ya entraron al camerino de los bailarines, Marín,
no podemos garantizar tu seguridad. Es necesario salir
encubiertos ahora mismo—.
Marín se levanta inmediatamente de la cama de masaje y
George corre al rack de vestuario del camerino –Mar, ponte
esto— preocupado por la seguridad de su mujer, con quien
lleva casi 13 años casado, corre y de un porta trajes negro le
entrega unos pantalones de mezclilla azules, unos tenis
Converse blancos, un sweater de tejido gris y una peluca
corta de cabello castaño.
Minutos después entra Almeira, el jefe de seguridad, con
uno de los llamados case, esas cajas negras con remaches
plateados donde se guardan los equipos del escenario para
su transportación y pide a Marín entre en él. Llevan
cargando el case con Marín dentro del camerino hasta la
carpa de los músicos, donde logra salir Marín, ya con su
disfraz y acompañada de más gente de producción, sube a
una austera camioneta Toyota blanca con vidrios
transparentes.
Para que pudieran salir la camioneta y otros autos más de
producción, quitan una de las mallas de alambre que
delimitaba el espacio de backstage, logrando salir hacia una
calle no tan congestionada.
La camioneta lleva a Marín hasta una hermosa villa a las
orillas de la ciudad, muy lejos del hotel en Leblon, donde se
conocía por todos que se hospedaría.

Son las 12:30 de la noche, la casa rodeada de jardines y


muros muy altos. Marín entra en silencio, sola, después de
un día lleno de fanáticos, gente de producción, maquillistas,
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bailarines y prensa, por fin está en la calma que esta villa le
da.
—¡Mamá, te pusiste la peluca, jajajajaja!— eufóricos corren
a encontrarla Paola y Daniel, sus hijos –Qué bueno que nos
fuimos antes de que terminara, vimos en la tele que siguió
llegando más gente, mamá, que ha sido el concierto más
grande que se ha hecho en Copacabana—.

—¡A dormir ya, vámonos! Mañana comienzan las


vacaciones y nos vamos a casa—. Es lo único que Marín
comenta mientras los lleva a cada uno a su recámara.
Minutos después llega George a la villa y después de un
fuerte abrazo, se dan cuenta que está postrado a un lado de
ellos el chef personal que los acompaña en todas las giras;
vestido con filipina blanca, tiene en sus manos una charola
con 2 platos con sopa fría de lima y 2 vasos de agua de fruta.
–Señores— sólo exclama y deja los platos en una mesa
perfectamente montada para dos en el inmenso comedor de
la villa. El chef sabe que jamás duermen si tomar una sopa
fría, ya que es lo que la dieta les permite por el aporte
nutricional y la baja ingesta de calorías.

La recámara principal está totalmente oscura, pero el


insoportable cantar de unos gallos hace que se despierten
Marín y George. –La gira más exitosa del año, millones de
discos vendidos y ¿NO somos capaces de conseguir casas
sin gallos a la redonda? Murmura Marín, aún modorra.

Son las 11 a.m., así que es hora de seguir. Minutos después


ya se están bañando y al salir de la regadera, Marín
encuentra en el vestidor la ropa que Loreta, su stylist, le
preparó. Unos amplios pantalones Versace de seda con un
estampado muy tropical, pareciera justamente del amazonas
brasileño, y una blusa blanca muy holgada con botones
dorados que hacen juego con los zapatos flat blancos que
tienen un medallón dorado.
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Sale de la habitación y está Linda, la personal Manager,
esperando de pie afuera del cuarto. –Los niños ya
desayunaron, están jugando en la terraza y el equipaje está
listo ¿A qué hora quiere que salgamos?, para notificarle al
capitán prepare el avión—.
Marín sin dudar le responde: —Ahora mismo, en cuanto
salga George de cambiarse nos vamos, sólo pide al chef que
nos prepare un plato de fruta y encárgate de que nos suban
al avión Feijoada, un típico plato brasileño hecho con
frijoles negros y trozos de carne de cerdo, para comer, no
podemos venir a Brasil y no comerla—.

Ya en el aeropuerto, el convoy de camionetas en el que viaja


Marín se topa con un mar de reporteros que esperan tomar la
última foto de su visita a Brasil. En esta ocasión, la escolta
policiaca logra apartarlos para que las camionetas entren a la
pista del aeropuerto y se estacionen a unos metros del avión,
un hermoso Lineage 1000 de la compañía brasileña Embraer
para 19 pasajeros.

Las cajuelas de las camionetas se abren y el personal


comienza a bajar las maletas para subirlas al avión. Marín
baja ignorando por completo a las decenas de reporteros que
gritan su nombre en la reja del aeropuerto. Antes de subir la
escalinata del avión, se detiene con el personal del
aeropuerto que le pide una foto; amablemente se acerca con
ellos y posa para la última foto del viaje y sube a su avión.
Entran al avión el personal de migración y aduana brasileña
para recoger los formatos de los pasajeros y justo al salir
ellos se cierra la puerta de la aeronave.

El avión despega. Sus 2 hijos, su esposo, las 2 amigas, Linda


su asistente y Almeira, su jefe de seguridad, están abordo.
Es un amplio avión con cinco divisiones: una master suite
con una cama queen sizey un baño con una espaciosa
regadera, una sala de conferencias y otras tres estancias de
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cómodos asientos de piel blanca. La aeronave está también
equipada con varias pantallas de televisión, una cocina justa
pero bien montada y un amplio baño. 2 azafatas, el capitán y
su copiloto tripulan el vuelo de regreso a Miami.

George se sienta en el sillón al lado de Marín, levanta el


descansa brazos y la acerca a él, abrazándola tiernamente y
recostándola sobre su hombro – tenemos una semana para
descansar en casa y luego nos vamos a Atenas, para que me
acompañes a la presentación del nuevo paquete económico
que expondremos ante el gobierno griego. Es tiempo de que
la súper estrella pop deje un rato los escenarios para ser la
súper esposa de un financiero—, le dice George, arqueando
la ceja y esbozando una sutil sonrisa llena de picardía.

Marín responde con una sonríe y pierde su mirada en la


ventanilla del avión. Aún con la adrenalina de la noche
anterior y con todos los recuerdos y vivencias que le ha
dejado esta gira, suspira y se decide a cerrar un capítulo e
iniciar el siguiente.

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CAPÍTULO 2
EL INICIO DE UNA NUEVA VIDA
En la banda de equipaje del aeropuerto de Miami, está
Marín esperando sus maletas. Una joven de 23 años, vestida
con unas botas muy holgadas de gamuza gris que parecieran
calcetas gruesas que llegan hasta la altura de su pantorrilla,
unos jeans azules y una blusa beige de tirantes con un
estampado gris que sugiere la cara de una escultura. Esta
delgada joven mide 1.65 y lleva su cabello café claro
agarrado con una cola de cabello. Espera sus maletas
mientras sus ojos azules brillan llenos de ilusión por la
nueva etapa que está por iniciar; debería venir cansada por
el cambio de horario y las horas de vuelo desde Florencia,
Italia, pero no es así: llega a Miami feliz de ver a su padre,
compartirle el logro de haber terminado su carrera
universitaria y estar en Miami, su nuevo hogar y el lugar
donde pretende alcanzar sus metas.

La puerta automática se abre y Marín la cruza con un


caminar que denota su seguridad y entusiasmo. Ella empuja
un carrito repleto de maletas. Entre toda la gente que espera
a los recién llegados, alcanza a distinguir un cartel tamaño
carta con su nombre impreso “Srita. Marín Hill”. Al
acercarse, ve con mucho gusto que es Jesús, el chofer
cubano de su padre. Corre a saludarlo y él con gran agrado
la abraza – ¡Señorita Marín tantos años! Ya es toda una
mujer, su padre siempre me cuenta muy emocionado sobre
usted y me muestra fotos, qué gusto que ya esté de nueva
cuenta en Miami—.
Jesús tiene muchos años trabajando para el padre de Marín
él solía llevarla a clases cuando vivían en Miami, pero de
eso ya hace muchísimos años.

—Su padre no pudo venir al aeropuerto porque se alargó


una reunión de trabajo; está con una delegación que viene de
Israel y parece que están a punto de cerrar un proyecto muy
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bueno con ellos— comenta un poco temeroso Jesús,
mientras maneja una Suburban blanca por el paso a desnivel
que los lleva fuera del aeropuerto.
Marín, nada extrañada y con un tono un tanto prepotente, se
limita a responderle –qué raro que su trabajo sea prioridad—
.
La camioneta se dirige hacia el distrito financiero de Miami,
una zona repleta de edificios y perfilada por una hermosa
línea que forma el mar. A lo lejos se alcanzan a ver las
torres de edificios que sobresalen en la isla de Miami Beach.
La camioneta pasa por una avenida rodeada de altos
edificios. El tráfico de la ciudad se da a notar y cruzan varias
cuadras hasta llegar a una torre muy alta de cristales color
azul con un enorme letrero que dice en letras muy
estilizadas “Círculo”, el nombre del despacho de su padre.
Entran al motor lobby en la camioneta y al abrirse las
puertas del edificio lo ve, caminando a paso veloz y con una
enorme sonrisa. Es su padre, John Hill, con su característica
barba tupida y con las canas que dan a notar sus 62 años,
una camisa azul y un pantalón caqui. Feliz se sube a la
camioneta y abraza con gran efusividad a su hija –preciosa,
estoy feliz, estás aquí—.
Marín no puede ocultar el enorme gusto de ver a su papá.
Desde Navidad no lo veía y a pesar de que ella intenta
hacerse la fuerte y poco emocional, esa alegría y efusividad
que siempre ha caracterizado a Jonh la enternece.
Mientras ambos platican los detalles del vuelo y el señor
Hill se disculpa por no ir al aeropuerto, argumentando la
importante visita de la delegación del gobierno de Israel, la
camioneta se dirige al sur de Miami y cruza un enorme
puente con una vista espectacular de la ciudad, llegan a la
isla del Cayo Virginia y a su derecha ven una playa digna de
postal con una fina arena blanca y un calmado mar color
turquesa. Cruzan un segundo puente, enorme sobre el mar y
llegan a Cayo Biscayne, una pequeña isla repleta de grandes
mansiones, restaurantes de lujo y una hermosa reserva
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natural. Cruzando la avenida Crandon Blvd., entran a una
pequeña colonia privada en la que para acceder es necesario
cruzar una caseta con guardias de seguridad.
—Bienvenida a casa, mi princesa— le dice John al abrirle la
puerta principal para entrar.
La casa es nueva, Marín no la conocía, en realidad, Marín
no regresaba desde que tenía 5 años, cuando su madre
Angela murió.

La casa es una herradura. Con la sala y comedor al centro,


en uno de los costados hay una enorme cocina con una sala
de estar, del otro lado de la herradura hay un estudio, un
baño y las escaleras que llevan al segundo piso, en el cual
hay 4 recámaras.
En el centro de la herradura hay un jardín con pasto. La casa
está amueblada de forma básica, sin cuadros ni ningún otro
tipo de decoración.

—Estoy feliz de que estés aquí y espero muy pronto estén


también aquí tus hermanos— dice John, al terminar de
mostrarle la casa y dejar las maletas en la recámara.

Después de una deliciosa cena, traída de uno de los


restaurantes cubanos de la zona, Marín se va a dormir
decidida a la mañana siguiente iniciar una nueva vida, el
arranque de su proyecto.

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CAPÍTULO 3
EL ORIGEN
Marín nació en Miami 23 años atrás, cuando su padre, John
Hill, comenzaba a disfrutar el éxito de su negocio. John, en
palabras de muchos, es un genio de las finanzas y de la
política exterior. Con ayuda de la red de poder que forjó en
su fraternidad mientras estudiaba en Harvard, montó años
atrás un despacho de consultoría llamado “Círculo”,
especializado en relaciones exteriores para atender a
gobiernos. John, siendo una persona políticamente sociable,
comenzó a muy temprana edad a ser el asesor de distintos
gobiernos en temas de política exterior; su despacho era
buscado por gobiernos de Europa y África cuando querían
analizar algún acuerdo con Estados Unidos o para casos de
negociaciones entre gobiernos y empresas trasnacionales.
En uno de sus viajes a Florencia, Italia, John conoció a
Angela Rossi, una linda italiana de piel blanca, cabello
castaño y ojos claros, artista de vocación, amante del arte, la
pintura y la danza.
John y Angela salieron durante un par de años hasta que se
casaron en San Giminiano, un pequeño pueblo amurallado
muy cerca de Florencia.
Los dos se fueron a vivir a Miami, donde John estaba
arrancando con gran éxito su negocio.
John se dedicó con gran pasión a su negocio. De verdad
amaba lo que hacía y Angela siguió preparándose en la
danza.
Al poco tiempo de casados nació Marín, su primogénita, una
niña que desde muy pequeña mostró su carácter, segura de si
misma y un tanto berrinchuda. Un año después nació Sophia
y la nueva familia estaba feliz. Disfrutaban del tiempo que
podían pasar juntos a pesar de los constantes viajes de John
por el mundo.
Visitaban constantemente en Florencia a la familia a Angela.
Las 2 niñas, muy pronto, se acostumbraron a viajar como
estilo de vida.
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Cuando Marín tenía 5 años, Angela quedó embarazada
nuevamente, pero en esta ocasión, el embarazo no fue tan
sencillo como con Sophia y con ella ; Angela tuvo muchas
complicaciones, mismas que obligaron a John a bajar su
ritmo de trabajo y descuidar su negocio para atender a su
mujer.
Llegado el séptimo mes de embarazo, las cosas se
complicaron más, así que viajó desde Florencia, Italia,
Lucía, la hermana de Angela, para ayudar con las niñas.
El parto se adelantó en el séptimo mes y Angela no logró
sobrevivir. Murió al dar a luz a su tercer hijo, Bruno.
Para John, eso fue un golpe muy fuerte. No pudo asimilarlo,
no fue capaz ni siquiera de llorar, sólo un enorme silencio lo
invadió, se quedó en un estado neutral, no quiso mostrar
nada de sus sentimientos, incluso llegó a sentir algo de
resentimiento hacia el recién nacido Bruno, viéndolo como
el culpable de la muerte de Angela.
Lucía inmediatamente se puso al frente de la casa, tratando
de que por lo menos comiera su cuñado John y de procurar
hacer menos dolorosa la pérdida de su madre para Marín y a
Sophia, además de cuidar al pequeño Bruno.

Lucía había dejado en Florencia a su hijo Leonardo de 4


años, así que tenía que regresar. John le pidió que se llevara
a sus 3 hijos (Marín, Sophia y Bruno) durante 15 días, en lo
que él se sobreponía al golpe y atendía asuntos de su
negocio. Lucía aceptó y los 4 volaron a Italia.

Lucía vivía con su hijo Leonardo en la casa donde ella y su


hermana Angela habían crecido. Ellas formaban parte de
una familia proveniente de arquitectos florentinos y vivían a
las orillas de Florencia, en una región llamada Fiesole.
Fiesole está pegado a la ciudad de Florencia y se encuentra a
sólo 30 minutos de su famoso centro histórico. Es la zona
campirana de la ciudad; una colina llena de historia y
vegetación engalanada con antiquísimos muros etruscos y
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un antiguo anfiteatro romano. Una colina de 14,000
habitantes y un olor a vegetación único, provocado por la
gran cantidad de olivos, cipreses y lavanda de la región.
La casa era una hermosa villa en la calle de Via di
Vincigliata, una antigua construcción del arquitecto Hugh
Giovanozzi. Con muros de un tenue naranja, techos con teja,
2 pisos, grandes ventanales, rodeada de un jardín precioso al
cuál se accedía por un camino marcado por cipreses y la
escultura de dos músicos florentinos.
En el centro del jardín había una fuente con un Pegaso,
contaba con una vista espectacular de la ciudad de
Florencia. En el interior tenía 3 cuartos, sala comedor y un
enorme salón de música con muros de 3 metros de altura.

Las niñas Hill, Marín y Sophia pronto se adaptaron al lugar


e hicieron gran amistad con su primo Leonardo, mientras el
pequeño Bruno permanecía sin darse cuenta del cambio.

Pasados los 15 días, John fue a Florencia con su familia, y


vio con gran sorpresa que sus dos niñas ya comenzaban a
decir palabras en italiano y que el pequeño Bruno había
crecido. Pasó 2 días con ellos y se fue el resto de la semana
a Roma para atender asuntos de trabajo. A su regreso, se
sentó con su cuñada Lucía a tener lo que él cuenta la plática
más difícil de su vida.

John le pidió a Lucía que cuidara de sus 3 hijos en


Florencia. Él se declaró incompetente para criar una familia
por sí mismo, argumentó que su trabajo le exigía viajar
mucho y que no quería que sus hijos se criaran con niñeras.
Además, seguía fuertemente devastado por la muerte de
Angela.

John prometió a Lucía visitarlos constantemente y estar en


todo momento al pendiente de sus hijos, por lo menos
mediante teléfono, además, él se haría cargo por completo
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de los gastos de la casa: de sus tres hijos, de Lucía y de
Leonardo.

Pasaron los años y los niños Hill Rossi fueron creciendo.


Adoptaron el italiano como su lengua y el inglés como el
idioma para hablar con su padre, aunque muchas veces, los
3 hermanos entre ellos hablaban en inglés. John visitaba
varias veces al año a sus hijos en la villa italiana de Fiesole e
incluso, cada año los llevaba de vacaciones a distintos
lugares de Europa y el norte de África.

Al terminar la preparatoria, Marín decidió entrar a estudiar


Administración de Empresas en la Universitá degli studi di
Firenze, una de las más grandes y antiguas de Italia. Tomó
clases optativas de español y danza para recordar la gran
pasión de su madre. Era una gran líder entre sus
compañeros. Adicta a la moda, siempre buscaba sobresalir
en todo lo que hacía, amaba tener las miradas en ella.

Sophia al poco tiempo entró a la Facoltá di Economía en


Florencia, siguió siendo una muchacha más bien tímida y
muy unida a su hermana Marín.

Bruno al terminar la secundaria fue mandado a un internado


en Suiza. Requería de mucha disciplina, pues era un
muchacho muy rebelde a quien no le gustaba estudiar.
Nunca logró tener una relación cercana con su padre John,
como si ambos tuvieran desde siempre un resentimiento y
ganas de hacerse molestar el uno al otro.

John siguió teniendo a Miami como su centro de


operaciones. Se mudó a un departamento de un sólo cuarto y
dedicó su vida a trabajar y estar al pendiente de sus hijos de
manera remota por teléfono y en las visitas que podía hacer
a lo largo del año.

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CAPÍTULO 4
INICIO EN LA CIUDAD DEL SOL
Marín se despierta muy temprano por el cambio de horario.
A pesar de que el día anterior fue pesado y lleno de
emociones, no logra dormir mucho y el jetlag le cobra la
cuenta haciéndola despertar a primer hora del domingo.
Su padre John consciente de que ella seguiría con el horario
de Italia, se despierta también temprano para invitarla a
desayunar en un lugar muy especial.
Marín rápido se baña y saca de su maleta un vestido azul
claro con botones al frente y sin mangas, se pinta, se arregla
el cabello y se pone unos tacones altos. Al verla salir, John
no podía ni creerlo, su princesita era toda una mujer y muy
guapa.

Ambos se dirigieron en el BMW serie 5 color azul de John


al hotel Ritz Carlton en Cayo Biscayne. Al llegar a la
entrada, Marín se percata de que a un lado de la caseta de
seguridad hay una decena de fotógrafos atentos a ver quién
entraba y salía del hotel. Llegaron al elegante lobby y
cruzaron por una espectacular fuente de 15 metros de largo,
rodeado de una gran vegetación hasta llegar al restaurante
que se encuentra entre la alberca y la playa de arena blanca.
Entrando en el restaurante encontró la respuesta a porqué
había tantos fotógrafos en la entrada: el restaurante se
encontraba lleno de personalidades tomando el desayuno del
domingo. John le comentó que era uno de los lugares de más
tradición para desayunar los domingos y que era muy común
encontrar celebridades y grandes empresarios,
principalmente latinos.

A penas entraban al restaurante cuando se les acerca un


hombre muy amable con camisa Lacoste y unas bermudas
color pastel. Iba acompañado por su esposa e
inmediatamente comenzaron a charlar con John, decidieron
compartir la mesa con ellos.
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El desayuno se centró en Marín discutiendo con este amigo
de su padre, el señor Emilio, sobre el daño que hacía la
televisión a la sociedad, de cómo las personas que estaban
frente a las cámaras veían con tan poca responsabilidad su
papel ante la población. Emilio defendía a la televisión
mientras Marín la atacaba. Aquel señor parecía encantado
con los argumentos de Marín y se veía como disfrutaba
hacerla renegar defendiendo su argumento.
Al salir del hotel, John le comentó a Marín que aquel
hombre era muy buen amigo suyo y habían realizado varios
proyectos en los que John había ayudado a su empresa a
entrar en distintos países. Marín quedó muda cuando se
enteró que ese hombre era Emilio Azcárraga, que en
palabras de su padre, era propietario de grupo Televisa, el
conglomerado de medios de comunicación más fuerte de
Latinoamérica.

Los siguientes días Marín comenzó a recorrer la ciudad con


ayuda de Jesús el chofer de su padre. Visitó Miami Beach,
algunos centros comerciales, las famosas playas del norte y
la pequeña Habana, donde Jesús la llevó por comida de la
isla. Con él empezó a hablar en español, idioma que conocía
bien, pues lo estudió durante varios años en Italia.

Como era costumbre, John estaba muy metido en su trabajo,


pero procuraba siempre comer con su hija. Durante el día
hacía que Marín fuera a la oficina y le ayudara con algunos
asuntos, principalmente para que conociera a más gente y se
desenvolviera en lo que encontraba una actividad o trabajo
para hacer.

En el negocio de su padre, Marín conoció a George Mellis,


un joven de 25 años de origen griego, delgado, piel muy
blanca y cabello castaño, con sus 1.81m de altura y su
peculiar acento al hablar inglés era inevitable no
sobresaliera en cualquier lugar. John lo conoció en Atenas,
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Grecia, en una negociación muy importante del padre de
George. Le sorprendió la gran habilidad de este muchacho
para los números y las finanzas y le hizo una oferta muy
tentadora para integrarse a su equipo en Miami para dirigir
el departamento financiero. George aceptó y desde los 24
años vivió en Miami.

Marín y George se cayeron muy bien por ser ambos de


edades similares y compartir la misma experiencia de ser
ambos nuevos en la ciudad. George aprovechó que tenía ya
un año viviendo ahí para llevarla a conocer algunos lugares
que a él le gustaban.

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CAPÍTULO 5
LA PROPUESTA

Marín ya tenía varias semanas en la ciudad y comenzaba a


conocerla mejor, por lo tanto, John le obsequió una
camioneta color aqua X3 de BMW, la más pequeña, con el
techo panorámico para que pudiese disfrutar del sol de
Miami. Con ella, Marín comenzó a recorrer la ciudad por su
cuenta.

John le pidió a Marín que lo acompañara a un evento del Art


Basel, el festival de arte más importante de Miami. Ella no
dudó en invitar a George Mellis para que fuera con ellos.
Marín decidió ponerse ese día un vestido Donna Karan que
había comprado recientemente; era un vestido en varias
capas, color verde, con manchas de pintura amarilla neón,
excelente para un evento de arte.

George Mellis pasó por su jefe, el señor John y por Marín a


su casa en Cayo Biscayne para llevarlos al evento en el
distrito del arte.
La fiesta fue en un edificio de 3 pisos con gran iluminación.
En el interior había una gran cantidad de gente, una
excéntrica fiesta con actores que portaban estructuras
metálicas con forma de caparazón y caminaban a 4 patas,
cada estructura representaba a un animal africano distinto.
Los meseros, con charolas llenas de copas y canapés, iban
todos vestidos de traje negro pero con una caracterización en
la cara, tenían algo que cubría sus bocas de color piel,
simulando una falta de boca.
Definitivamente una fiesta fuera de lo común; en ella
coincidieron con varias personas del ámbito de los negocios
y del gobierno, a algunos de ellos Marín ya había tenido
oportunidad de conocerlos en sus semanas en Miami; había
celebridades, Marín logró identificar a Marilyn Manson,
Lenny Kravitz y Jennifer López. Pero quien en verdad le
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llamó la atención fue aquel empresario que conoció en su
segundo día en Miami durante aquel desayuno del hotel
Ritz, el señor Emilio Azcárraga. Cuando Azcárraga se
percató de la presencia de los Hill fue a saludarlos y le soltó
una interesante propuesta a Marín –A ver, señorita Hill,
usted que es muy fregona y sabe lo que la televisión debe
aportar a la sociedad, que se las sabe de todas a todas, que es
tan segura y está tan guapa, la quiero en un programa de
televisión de mi cadena— Marín se quedó pasmada—.
—¿Programa de qué? ¿En español?—
—Pues de televisión, en Univisión, para el mercado hispano
y claro que es en español, ¿pues no había dicho usted que lo
habla muy bien?— Le respondió el señor Azcárraga,
enérgicamente.
Univisión es la cadena hispana de televisión más fuerte en
Estados Unidos y sus programas se venden a gran parte de
Latinoamérica. El canal estaba planeando un nuevo
programa de 30 minutos, donde 2 mujeres contarían de
forma amena y sencilla las notas amables del día.
Azcárraga estaba harto de las mismas caras de siempre en
televisión y le urgía salir al aire con este programa, ya que
tenía patrocinios vendidos. Así que recordó a aquella
muchacha que era tan desenvuelta, enérgica y segura de si
misma y decidió hacerle la oferta cuanto antes.

Acordaron que Marín asistiría a un casting con el productor


dos días después para ver si se podía quedar con el papel,
principalmente por el español, que no era su principal
idioma.

Esa noche Marín no pudo dormir. Prendió la televisión y no


hizo otra cosa más que ver Univisión y poner atención en el
acento de español que hablaban, un acento de español
mexicano.

  23  
Al día siguiente, Marín se dedicó a hablar solamente
español, recordó que en “Círculo”, el despacho de su padre,
trabajaban varios mexicanos y decidió ir a visitarlos para
platicar con ellos y practicar lo más posible el español con
un acento más latino.

Marín estaba decidida a quedarse con el puesto, sabía que


podía ser una gran oportunidad que la llevaría a formar una
carrera.

Creciendo con su padre ausente, ella siempre sintió que el


trabajo de Jonh era un enemigo con el que ella competía.
Sentía un hambre enorme de ser una persona exitosa y
lograr el reconocimiento de masas para así alcanzar la
atención de su padre y éste pudiera por fin hacer un tiempo
en su agenda para dedicarlo a su hija que podía ser también
exitosa como su famoso despacho “Círculo”.

Llegó el día de la cita y eligió de entre su guarda ropa unos


pantalones blancos a la cadera, muy amplios de las piernas
pero ajustados de la parte superior, se puso una blusa rosa de
botones ajustada, unos tacones altos blancos y llenó su brazo
izquierdo de pulseras gruesas, también se puso un collar
cargado de perlas blancas y rosas.
El cabello lo arregló de modo que lucieran unos pendientes
con un hermoso diamante que le había dado su padre como
regalo por terminar la universidad.
Tenía una piel bien bronceada por sus recientes visitas a las
playas de Miami y se dispuso ir a los estudios de Univisión.

El estudio no estaba lejos de su casa, aproximadamente a


unos 15 minutos manejando por esas calles que tanto
estaban gustando a Marín, llenas de vegetación.
Marín subió el volumen del estéreo de su camioneta X3
mientras escuchaba a un cantante mexicano, Alejandro
Fernández, cantando unos románticos boleros en español.
  24  
—Definitivamente esta ciudad es para mí— Afirmó,
mientras veía a lo lejos los estudios de Univisión.
Entrando a la recepción de Univisión se presentó como
Marín Hill y dijo tener una cita con el señor Esquivel, que
era con quien le pidieron que se presentara.
20 minutos más tarde la hicieron pasar por un pasillo
enorme lleno de cubículos a los lados. Era la primera vez
que Marín entraba a un estudio de televisión y
definitivamente ella no los imaginaba así. Oficinas y más
oficinas, todos hablando español. De pronto llegaron hasta
una doble puerta muy pesada con pantallas afuera. Al
abrirlas, por fin encontró lo que esperaba ver, una enorme
bóveda con luces y cámaras.

Era el estudio 2 de Univisión, parecía que estaban


trabajando en lo que sería algún escenario, alcanzó a
distinguir una barra de cocina, lo que podría ser un ventanal
hacia edificios, probablemente de Nueva York, y un Jacuzzi.
Le pidieron esperar un momento parada en el foro.
Unos minutos después se presentó el Sr. Esquivel, muy
amable, y Marín con la seguridad que cautivó al señor
Azcárraga le dijo en español –Vengo a presentarme con
usted para que me comente todo lo que debo saber para
iniciar con el nuevo programa que va a realizar, el señor
Azcárraga me comentó que tenían prisa por iniciar con su
transmisión— Esquivel se quedó sorprendido por la
seguridad que transmitía esta chica, definitivamente no era
la mujer más guapa del mundo, acostumbrado a los cuerpos
voluptuosos de las latinas, pero le llamó la atención que esta
delgada mujer de 1.65 tenía una belleza particular y unos
ojos preciosos, así como una sorprendente personalidad.

Inmediatamente la pasó a una zona del set donde tenían un


sillón frente a una cámara. Pidió que encendieran las luces y
la hizo sentarse en el sillón. Fue tajante y le dijo –sólo voy a
hacerle una pregunta, señorita Hill y quiero que sea como
  25  
pretende ser en el programa y responda mirando a la
cámara; espero se esmere, pues si no me sorprende al ver el
video, ni las recomendaciones del señor Azcárraga serán
suficientes para que usted se quede en el show—.
Marín, tranquila, sin parecer sorprenderse, levantó una ceja
y le dijo —¿y cuál es esa pregunta?—
—¿Porqué debo contratar a una mujer para un trabajo donde
necesita más hablar que enseñar su cuerpo? Estoy seguro
que un hombre sería más adecuado para el puesto.
Marín, sorprendida ante semejante afirmación machista,
conservó la calma, cruzo de elegante manera sus piernas,
miró a la cámara y respondió:
—Me sorprende que una persona latina, para quienes el
papel de la mujer y el respeto a las madres en las familias es
tan importante, ponga en duda la capacidad de una mujer.
No estoy aquí para cautivar mostrando mi cuerpo, estoy aquí
porque ya me aburrí de lo que veo en los medios de
comunicación, ya me aburrí de ver una programación tonta
y repetitiva. Quiero hacer algo diferente en los medios,
quiero que la gente conozca mi talento, estoy decidida a
mostrarlo y hacer algo diferente, vine aquí para quedarme
con este programa— gira la cabeza, se coloca el cabello
detrás de su oreja y sonríe—.
El productor sonríe, se levanta y le pide esperar en la
cafetería del estudio.

Después de 2 horas regresa con Marín y le dice que está


dentro del programa, le comenta que él está convencido que
es momento de dar más poder a las mujeres en la televisión
pero era importante ver su reacción en temas sexistas, quería
solamente cucarla.

Marín, logra su primer gran oportunidad profesional, está


dentro del programa.

  26  
CAPÍTULO 6
INICIA LA CELEBRIDAD
Esa misma noche invita a George a festejar su logro y van a
la popular calle de Miami Beach, Ocean Drive, y la recorren
caminando para buscar un lugar para cenar. Disfrutan de una
divertida velada, toman mojitos, esa deliciosa bebida cubana
tan común en Miami hecha de agua mineral, yerbabuena
entera, limón, ron y azúcar.
Después de varios mojitos se fueron a bailar a una disco
cercana al restaurante, el “mangos café”, un lugar lleno de
luces, fiesta y mucho baile.
Sobre la barra del bar había un sorprendente performance de
salsa, más que baile parecía espectáculo de acrobacia.
Marín amaba bailar, así que no dudó en mostrar algunos
pasos al tieso George, ya que estos ritmos latinos no le
hacían recordar para nada a los ritmos de su querida Grecia.
A Marín no le importó y lo tomó para bailar a un lado de la
mesa; ella lo dirigió y bailaron y bailaron; mientras, más
mojitos llegaban a la mesa en unas copas altas con un perico
impreso y llenas de yerbabuena, hasta que de pronto, George
tomó a Marín de la cara y le plantó un beso que la hizo volar
sobre el suelo. Sólo cerraron los ojos y se dejaron llevar.
Salieron de Mangos café abrazados y muertos de la risa,
felices, pareciera que el único motivo de la celebración era
el logro de Marín al conseguir su programa de televisión,
pero una extraña sensación les decía que no era el único
motivo para estar felices.

2 días después, Marín se presentó de nuevo en las oficinas


de Univisión para la revisión y firma de su contrato laboral,
para lo que se hizo acompañar por uno de los abogados de
su padre, John. El contrato no era por un gran sueldo, pero si
era una cantidad considerable que le ayudaría a hacerse
responsable de sus propios gastos.
El periodo del contrato era sólo por una temporada del
programa, si el resultado del mismo era bueno, existía la
  27  
posibilidad de hacer más temporadas; los anuncios
publicitarios que incluyeran menciones por parte de Marín
serían pagados adicionalmente, un posible dinero extra para
ella.

Marín conoció a Andrea, la que sería su compañera en el


programa. Andrea era una joven mexicana de su misma
edad. Ella había actuado en una telenovela juvenil en
México y ya era algo conocida. Muy alegre, divertida y con
una risa muy contagiosa.

Después vinieron días enteros de juntas con el equipo de


producción del programa. Las reuniones eran en una sala de
juntas muy sobria, sólo con una mesa enorme en medio,
galletas y mucho café cubano, un café muy fuerte que le
llamaban “cortadito”.
En las juntas con la producción se terminó de armar el
proyecto televisivo, se definieron qué papeles tendrían cada
conductora, los temas que se abordarían, el calendario de
invitados, actividades, plan de promoción, vestuario, etc.

Y llegó el momento de definir la imagen de Marín. La cita


fue en el departamento de imagen de Univisión, donde un
equipo de estilistas le presentó dibujos de propuestas,
estudiaron su colorimetría y qué tonos iban con ella.
Optaron por una imagen en tonos neutros, con el cabello
ligeramente ondulado y un castaño un poco más claro.
Para el vestuario que usaría durante el programa, Marín
compró todas las revistas de moda que encontró en una
estantería, recortó todas las prendas que le gustaban para el
programa y las pegó en cartulinas formando un collage de
todos los looks que le gustaría usar, pantalones ajustados,
blusas sin mangas, sacos, faldas de piel, vestidos
estampados, pulseras, collares, zapatos, etc.
El equipo de vestuario se encargó de comprar prendas lo
más parecido a lo marcado en el collage y Marín se reunió
  28  
con ellos para personalizarlas. A las prendas les imprimió su
propio estilo, en algunas blusas las hizo cortar a la mitad y
ponerles un cierre, como si fueran una chaqueta, para otras
blusas de algodón, pidió que hicieran un enorme bordado de
todo el pecho que ella misma diseñaba con garabatos o
estampados étnicos, incrustó estoperoles y aplicó chaquiras
a muchas de las prendas para tener lo que sería su vestuario
ideal.

Realizó junto con Andrea, su compañera de conducción,


varios ejercicios de integración, salieron varias tardes a
tomar cafés para conocerse mejor y acordar puntos del
programa, grabaron una gran cantidad de programas pilotos,
programas que simulaban ya ser el programa que se
transmitiría pero eran sólo para hacer pruebas de audio,
iluminación, tomas y ver la interacción que tenían las
conductoras.
Marín le pidió a Andrea que revisaran una y otra ves esas
tomas de los pilotos para ellas mismas criticar sus errores y
mejorar, asimismo se hicieron sesiones de focus groups
donde invitaban al público meta del programa a ver estos
pilotos y después, los productores entrevistaban a los
grupos de estudio para conocer sus impresiones del
programa.

Después de varias pruebas y comentarios, se afinaron los


detalles y el programa estaba listo para salir al aire.

El nuevo show arrancó sus transmisiones un lunes, Marín se


presentó a su llamado a las 4pm con una gran emoción,
segura de que ese programa sería su oportunidad para
conquistar sus metas.
Iniciaron con una junta para revisar los pormenores de las
notas que comentarían y después pasó a maquillaje y
vestuario.

  29  
Marín con un cabello más claro y ligeramente ondulado, usó
un vestido corto de tirantes en color amarillo con unas
franjas negras de distintos tamaños y formas.
El vestido hacía lucir muy bien su figura.
Su foro para el programa estaba conformado por una barra
muy sobria iluminada con el logo del programa “Notas
Breves” y en el fondo se veía un ventanal simulando que
eran edificios de alguna ciudad.
—Prepárate para lo que se viene mi querida Andrea— le
dice Marín, dándole un fuerte abrazo minutos antes de salir
al aire—.
El primer programa se desarrolló con éxito. Con una
duración de 30 minutos de lunes a viernes, se dedicaron a
hablar de las notas interesantes de cada día, comentar de
forma amable las noticias que acontecían en el mundo y
narrar un breve resumen de lo que pasó durante las últimas
24 horas. En su escenografía tenían a un lado de la barra una
pequeña salita donde entrevistaban a deportistas, activistas,
celebridades y a las personalidades que eran parte de sus
notas.

Después de 2 meses al aire su vida era otra completamente.


Ya la gente en los restaurantes la reconocía, le pedían fotos
y autógrafos, la saludaban, sentía las miradas de la gente
latina cuando salía a tiendas, al súper mercado, en la playa,
por todas partes.

Su carisma comenzó a ganarse a la gente, el programa era


visto en todo Estados Unidos, la invitaron a Nueva Orleans
para hacer un programa especial del carnaval de Mardi
Grass, visitó Nueva York para hacer una cobertura especial
de una exposición de arte latinoamericano en el museo
MET, no paraba.
Su agenda comenzó a verse más y más llena de
compromisos, descubrió el interés que la prensa comenzaba
a tener en ella y en su forma de vestir, cuidaba cada detalle
  30  
de su vestimenta hasta para ir a la farmacia, pues sabía que
había miradas sobre ella siempre.

Marín se dio cuenta que una de sus zonas favoritas de


Miami era la principal fortaleza de los paparazzi, el corredor
peatonal de tiendas, bares y restaurantes Lincoln Road, una
calle de varias cuadras cerrada para peatones, con un jardín
muy lindo al centro y una gran variedad de establecimientos
comerciales a cada lado de la calle.
Esa zona estaba llena de estos fotógrafos de la prensa rosa,
unos en bicicleta, otros escondidos tras las plantas, otros
descaradamente caminando entre la gente con sus enormes
cámaras, todos esperando cazar celebridades.

Visitar esta zona comenzó a ser una de sus actividades


favoritas. Lo hacía en ocasiones increíblemente arreglada
para ir a uno de los restaurantes, a veces salía a los bares con
Andrea, George o con algún otro compañero conductor de
Univisión y otras más salía a andar en bicicleta o patines con
un supuesto disfraz anti paparazzi, qué más que servir para
ocultarla en verdad era una forma de llamar la atención, el
cabello recogido con una cola de caballo, una gorra negra,
unos lentes oscuros que cubrieran gran parte de su cara, un
ajustado top de lycra que mostrara su ombligo y un short
deportivo y tenis; este era justo el atuendo con el que más
miradas de lentes obtenía y con el que conseguía que los
reporteros la publicaran en sus revistas espiando su rutina
deportiva y vida cotidiana en Miami.

Marín disfrutaba ver sus fotos en las publicaciones, le


dedicaron varias notas a su forma de vestir, a su gusto por la
fiesta, a sus rutinas de ejercicio, y demás. Ella estaba feliz
con esta nueva fama, sabía que esto era lo que quería y que
era sólo el inicio.

  31  
CAPÍTULO 7
HAY MUCHOS ESCALONES
Después de 6 meses de programa, Marín y Andrea gozaban
de una gran popularidad con el mercado hispano en gran
parte de Estado Unidos, frecuentemente eran invitadas para
participar en otros programas de Univisión, visitaban
estaciones de radio para promocionar su programa, eran
vistas y fotografiadas en cada ves más eventos de Miami y
cada que salían a la calle, la gente las reconocía y pedía
autógrafos.
Marín comenzó a darle más personalidad a su imagen, en su
mano izquierda portaba diariamente 15 pulseras que ella
misma hizo con hilos gruesos de distintos colores, eran
simplemente hilos enlazados y amarrados con un fuerte
nudo y con tiras que colgaban después del nudo, ella las
usaba siempre, hasta para bañarse.

A casi un año de iniciado el programa, Marín fue


nuevamente a Nueva York para un programa especial, al
salir de su habitación de hotel una de las mucamas, latina, la
reconoció –¡Marín! Vemos siempre tu programa en mi casa,
me gusta mucho, también me encanta cómo te vistes, mira
hasta me hice pulseras como las que tú usas en la mano
izquierda— y levanta su mano y le muestra las pulseras que
se hizo intentando imitar las de Marín.
Ella, emocionada la abraza y con gusto le da un autógrafo.
Este fue el primer momento cuando se dio cuenta que ya su
imagen estaba siendo reconocida y comenzaba a tener
admiradores.
El programa especial fue transmitido desde el Bronx, una
zona muy popular entre todos los latinos en Nueva York y
se sorprendió gratamente de encontrar un gran grupo de
admiradores que la recibieron con pancartas con su nombre,
e incluso vio a varios de ellos con las pulseras que estaba
comenzando a hacer popular.

  32  
En cada viaje aprovechaba para visitar tiendas locales y
comprar ropa y accesorios, la moda era cada vez una pasión
más grande.
La mayor parte de su sueldo del programa lo gastaba en
ropa, en formar su imagen. En Nueva York le encantaba ir al
Soho, una zona de la ciudad llena de tiendas, con muchos
diseñadores locales, le gustaba pasar horas enteras viendo
sus propuestas y armando sus looks para el programa.
Marín comenzó a hacer amistad con algunos de los
diseñadores e incluso les pedía prendas especiales, con sus
propias ideas.

Cada día se tomaba una fotografía de cuerpo entero con una


cámara instantánea y las ponía en un álbum con fechas. En
ese álbum iba documentando cada uno de sus looks, para
llevar un control de su ropa y cuidar no repetir así como
detectar fórmulas de combinaciones que le funcionaban.

Su programa, “Notas Breves”, comenzó a transmitirse en


otras cadenas a nivel internacional, ya era visto en Puerto
Rico, México, República Dominicana, Venezuela, Colombia
y Ecuador. Rápidamente comenzó a recibir cartas de sus
nuevos seguidores de distintas partes de Latinoamérica.
Poco después, el programa ya era visto en más países,
incluso por medio de un canal de cable, su familia en Italia
podía verla.
A Marín le encantaba hablar por teléfono con su hermana
Sophia y su tía Lucía en Italia y bromear mientras ambas
veían una de las repeticiones del programa en la televisión.

A terminar una de las emisiones de su programa en martes,


Marín es llamada a la oficina de producción, donde la
felicitan por el desarrollo del programa y le notifican que los
patrocinadores están ahora interesados en ella para ser su
vocera, que ya estaban en negociaciones para hacer más
cosas fuera del programa.
  33  
Recibe entonces una oferta por parte del centro comercial
Aventura en Miami, querían que ella fuera la imagen latina
del centro comercial para promocionar una nueva sección de
tiendas a lo que ella, emocionada, aceptó. Realizó para este
centro comercial una sesión fotográfica especial y fue la
conductora del evento de apertura. Su fotografía aparecía en
todos los folletos en español del centro comercial, en
marquesinas del aeropuerto de Miami y en las revistas
latinas que invitaban a visitar el Aventura Mall.

Gracias a esta campaña con Aventura Mall, más marcas


comenzaron a buscar a Marín para anuncios. Una compañía
de cable la contrata un fin de semana para ir a Los Ángeles,
California, para grabar un comercial dirigido al mercado
hispano, un anuncio que incluso se vería en más canales que
no formaban parte de Univisión. Su imagen se vio en
letreros espectaculares en las calles de varias ciudades como
Chicago, Houston, San Antonio y San Diego, cada vez el
mercado latino la conocía y seguía más.

Siguió cuidando cada detalle de su vestimenta y su imagen.


Ahora tenía diseñadores locales de Nueva York, Los
Ángeles y Miami que le cumplían sus deseos con diseños
especiales.
No tardó mucho en darse cuenta Marín que era momento de
más, de evolucionar. Quería crecer su popularidad, así que
intentó abrirse camino en el mundo de la música.
Aprovechando los nuevos contactos que Marín estaba
haciendo, buscó acercarse más con gente de disqueras y
productores musicales, estuvo muy al pendiente de la vida
de ellos, asistiendo a los eventos donde sabría que los podría
ver y saludar, llamándolos en sus cumpleaños, buscó, a
como diera lugar, estar presente en la mente de estos
productores para seguir con sus planes profesionales.

  34  
Su programa ya era visto en varios países y su carisma y
personalidad estaba generando mucha atención de su
auditorio. Cadenas televisivas hermanas de Univisión
comenzaron a invitar a Marín a eventos especiales. Televisa,
la cadena mexicana de televisión, la invitó a participar en un
programa de concursos como invitada y ella encantada fue
un fin de semana a grabar el programa a la Ciudad de
México, una ciudad enorme, llena de tráfico y contrastes.

Después de terminar la transmisión del programa en viernes,


se fue directo al aeropuerto y tomó un vuelo a la Ciudad de
México para llegar por la noche y al día siguiente, ir el
sábado a grabar el programa de Televisa.

La producción la hospedó en un hotel de Avenida Reforma,


una hermosa avenida que iniciaba con una pequeña montaña
coronada por un antiguo castillo.

Durante el sábado, desde muy temprano, Marín visitó los


foros de Televisa en la colonia de San Ángel; eran enormes,
muchos foros con distintas fachadas que usaban para sus
producciones. Ahí Marín hizo su participación como
invitada de un programa de concursos junto con otros
conductores de televisión, al salir de la grabación, mientras
caminaba por los enormes pasillos cubiertos de plantas entre
los foros, distintos reporteros de programas de Televisa la
entrevistaron, preguntaban por los motivos de su visita a
México, si pensaba quedarse, cuáles eran sus planes, si tenía
pareja y un sinfín de preguntas más.

Durante la noche salió a cenar a un restaurante giratorio que


se encuentra en la cima de uno de los edificios más altos de
la Ciudad de México, fue con un grupo de amigos de su
compañera de programa Andrea.
  35  
Un fin de semana muy pesado pero muy satisfactorio, con
pocas horas de dormir, con un vuelo en domingo para
regresar a Miami y lleno de experiencias que la seguían
forjando como una celebridad.

Marín estaba disfrutando como nunca esta etapa.

  36  
CAPÍTULO 8
MÁS ESCALONES POR SUBIR

La agenda de Marín, cada semana, era más complicada.


Entre semana dividía su tiempo en el programa de
televisión, eventos en la ciudad, viajes de trabajo y salir con
George, con quien ya estaba iniciando una relación más
formal. Los fines de semana eran para trabajar en eventos
fuera, participando como conductora o en alguna entrevista
especial, así visitó 2 veces México, 1 viaje a Bogotá,
Colombia, y uno más a San Juan de Puerto Rico.

En los ratos libres que tenía, aprovechaba para estar con


George. Les encantaba salir a correr en Cayo Biscayne hasta
uno de los extremos de la isla, donde hay una reserva natural
que tiene la magia de que al internarse en ella, hace olvidar a
cualquiera que se encuentran en una ciudad, transporta a los
paseantes a una jungla tropical en medio del pacífico. La
reserva natural está rodeada de naturaleza. Con las olas del
mar a los dos lados, ambos hacían su recorrido corriendo
desde la casa de John y terminaban hasta uno de los
extremos donde está un bellísimo faro blanco.
En una de sus caminatas, cuando ya estaban ambos en la
reserva natural junto al camino que da al mar, pudieron ver
sobre la playa una extraña embarcación. Eran 3 neumáticos
amarrados precariamente con un frágil armazón hecho con
delgadas tablas y una improvisada vela de lo que parecía ser
una sábana, inmediatamente concluyeron que se trataba de
balseros cubanos.

Cada año, muchos cubanos intentan salir de la vecina isla de


Cuba en balsas armadas por ellos mismos con la esperanza
de llegar a Estados Unidos. Cuando son sorprendidos por el
gobierno estadounidense, éste los regresa a Cuba, pero si
logran tocar tierra firme, pueden permanecer en el país.

  37  
Marín y George, inmediatamente, se lanzaron a la playa para
ver dónde estaban los pasajeros de la balsa y se apresuraron
a ver entre las olas, con gran preocupación de que no
hubiera alguno aún en el agua requiriendo de ayuda.
Recorrieron la zona y finalmente localizaron a una mujer de
28 años con 2 niños pequeños y un señor maduro de unos 67
años. Los pobres balseros estaban temblando de frío y con
una sed tremenda. George no dudó en quitarse la camisa
para dársela a los niños para que se cubrieran y Marín corrió
a buscar ayuda de las autoridades del parque, sabía que ellos
no podían hacer mucho por ayudar a estos migrantes pero el
hecho de haber tocado ya tierra americana los protegía de
una posible extradición a Cuba.
Los guardacostas llegaron inmediatamente y comenzaron a
atender a los niños y al señor, que eran los más afectados.
La mujer parecía recuperar fuerzas después de la terrible
odisea que acababan de vivir. Marín quedó sorprendida con
el caso de esta familia: una mujer que salió de Cuba con 2
hijos y el abuelo de ellos para sacarlos adelante. Ella quería
trabajar en Miami para poder ofrecer una vida mejor a su
padre y a sus 2 pequeños.
Marín pidió una pluma entre la gente que ya estaba en la
playa viendo lo sucedido y anotó en el brazo de la mujer un
número de celular y le pidió que, cuando le fuera posible, le
llamara para ver de qué forma podía ayudarla.
2 semanas después, la mujer llamó a Marín y comenzó a
trabajar en casa de los Hill, ayudándoles en las labores del
hogar.
Con el programa de televisión de lunes a viernes y los
compromisos de trabajo adicionales, asistir a compromisos
era cada vez más complicado, aunque siempre que podía,
iba a eventos donde sabía que habría prensa o gente de la
industria de la música. Veía la forma de asistir y robar todas
las miradas de los asistentes, con su forma de vestir, con su
actitud, llegaba y saludaba con gran seguridad a la gente
aunque no la conocieran, no tenía miedo de llegar y
  38  
presentarse con las personas y comenzar a entablar
conversaciones, sabía cómo ser vista.

En varios de estos eventos en Miami y Nueva York


coincidió con Paul Rivera, un directivo de Sony Music
Latinoamérica. Marín no perdía la oportunidad de
comentarle su interés de entrar en el mundo de la música,
incluso ya estaba tomando clases de canto para estar lista en
caso de tener algún casting e inclusive tenía planes para
grabar por su cuenta un demo de una canción.
En una de estas reuniones fue Paul quien fue a saludarla y le
dijo –te tengo una excelente noticia, mi disquera está
buscando lanzar un producto de oportunidad con alguna
estrella que va comenzando su carrera y les gusta mucho tu
perfil—.
Marín se sorprendió muchísimo por esta noticia, pero trató
de disimular su exaltación.
Los productos de oportunidad son cuando las disqueras
encuentran una personalidad pública con un carisma y
magnetismo con la gente, alguien que ya goza de una fama
sin haber lanzado nunca discos y que está en su mejor
momento profesional. Le llaman producto de oportunidad ya
que no es necesario invertir tanto dinero en la producción ni
en la promoción, pues el artista en cuestión ya cuenta con el
agrado de sus seguidores y es más sencillo convencerlos de
comprar su música. Lo malo de estos productos de
oportunidad es que son proyectos de un sólo disco y muchas
veces con uno o máximo dos sencillos a promocionar, pues
rara vez, el producto puede durar más en el mercado y no
conviene lanzar otro disco; explotan uno al máximo y luego
lo extinguen.

Marín conocía los pros y contras de tener un producto de


oportunidad, pero no pudo ocultar más la gran felicidad que
le dio la noticia. Paul y Marín acordaron una reunión en las
oficinas de las disquera para analizar el proyecto.
  39  
El programa de televisión ya llevaba poco más de un año al
aire, y ya era visto a nivel internacional. Marín era
constantemente contratada para conducir eventos y posar
para campañas promocionales, pero ella quería más, mucho
más. Su crecimiento había sido muy rápido para tan poco
tiempo pero ella quería algo aún más grande.

Se presentó un jueves por la mañana en las oficinas de Sony


Music en su gustada calle Lincoln Road de Miami, pero por
primera ocasión, no quería ser fotografiada por ningún
paparazzo entrando a las instalaciones, pues lo último que
buscaba era que la prensa comenzara a especular sobre el
disco sin que fuera algo seguro. Así que le pidió prestado a
John, su padre, un carro serie 5 y trató de estacionarse lo
más cerca posible del edificio para no ser vista.
Las oficinas se encuentran en un edificio blanco estilo art
decó sobre la calle de Lincoln Rd., en la fachada un enorme
letrero en letras plateadas que dice “Hear Music” (escucha
música). Es un edificio de 6 pisos, desde el cual se mueve el
destino musical de Latinoamérica.

Marín entra a una sala de juntas muy iluminada y con un


enorme ventanal, donde ya la esperaban 12 personas.
Con gran amabilidad la recibieron y se presentaron cada uno
de ellos. Tenían sobre la mesa un CD con 2 canciones que
había grabado unos meses atrás. Esas canciones las grabó en
uno de los estudios de Univisión con una producción muy
sencilla, haciendo una versión de las canciones: River Deep,
Mountain High de Tina Turner y "Don't Wanna Lose You"
de Gloria Estefan en la que cantaba en inglés y español.
Sabía manejar muy bien su dulce tono de voz, subiendo a
tonos altos en partes de la canción, dándole gran fuerza y
pasión a estas canciones.

  40  
Paul, con gran entusiasmo le entregó un paquete de hojas
engargoladas.
—“Marín, ya escuchamos tus demos. Nos gusta tu voz, nos
gusta tu carisma y nos gusta lo que has logrado con tu
programa de televisión y el impacto que ya tienes con tus
seguidores, por eso Sony está interesado en ti. Te tenemos
una propuesta para el lanzamiento de un disco. Firmamos
con Pepsi para una gira de conciertos con varios de nuestros
artistas latinos. Pepsi quiere llegar más al mercado latino y
su estrategia es hacerlo mediante la música. Para esta gira
acordamos darle la exclusiva de un descubrimiento musical
y queremos que ese lanzamiento seas tú.
Eres un lanzamiento que ya tiene seguidores y será más fácil
colocar tus sencillos en la radio. Tenemos sólo 4 meses para
tener el material listo, así que será necesario trabajar a
marchas forzadas.
Al principio de tu contrato encontrarás un breve resumen y
un anexo de cómo invertiremos en ti. Tenemos 2 millones
de dólares para tu proyecto, ese monto es para la producción
del disco, hacer el video promocional, colocar el primer y
segundo sencillo en radio y el arranque de tu gira con Pepsi.
Es necesario trabajar mucho para lograr que el disco se
venda y genere utilidades y con ello, podamos re invertir en
la promoción, tú también ganarías de esas utilidades—.
Marín analizó bien el contrato. Les cuestionó mucho sobre
el tipo de producción, la idea era hacer un disco de baladas
rítmicas para el cual ya la disquera tenía previsto un
productor y había destinado algunas canciones, así como un
plan de imagen para ella.
El único punto que no le gustó a Marín es que Sony tenía
todo planeado de cómo querían el disco. Parecía que no
había mucho campo de acción para que ella decidiera el
rumbo que tomaría. Sin embargo, confió en que durante el
proceso de producción ella lograría ganarse la confianza de
la disquera y podría involucrarse más.

  41  
Marín firmó el contrato e inmediatamente pasó con la
asistente de Paul, se sentó en la sala de espera y comenzó a
ver cómo hacía una gran cantidad de llamadas telefónicas y
comenzaba a llenar una agenda de citas y compromisos para
la realización de este nuevo disco.

La primera reunión oficial de trabajo fue dos días después


de la firma. Por la tarde, al terminar el programa de
televisión, se citó en el hotel Setai de Miami Beach, un hotel
muy sofisticado, ubicado en una de las mejores calles de la
ciudad.
Al llegar Marín, cruzó el lobby lleno de enormes macetas
con orquídeas blancas y caminó hasta la zona del
restaurante, un restaurante al aire libre que pareciera tener
las mesas dentro del agua; en un enorme patio iluminado
con una luz muy tenue y velas, paredes de color obscuro,
canteras y mármoles negros, así como muchas cortinas muy
muy altas, un lago enorme como a metro y medio de altura
del nivel del piso rodea las mesas del restaurante que están
en espacios dentro de ese lago, en pequeñas herraduras, por
lo que, al estar sentado en una mesa, se pueden apreciar 3
lados cubiertos por agua al nivel de los hombros, dando la
impresión de encontrarse sumergido dentro del agua. Sobre
la mesa, unas pérgolas muy altas y una vasta vegetación.
Este entorno mágico generaba una gran atmósfera y mucha
privacidad para la reunión con el productor Jerry Rivera, un
cubano que a la fecha había producido temas para New Kids
on the Block, Gloria Estefan y Janet Jackson, entre otros.
También estaba invitado a la reunión Aldo Gary, el APR de
Sony. Aldo es el encargado de buscar canciones,
compositores nuevos, arreglistas, nuevas propuestas
musicales e ideas creativas para los proyectos de la disquera.
La reunión era para platicar en conjunto la perspectiva y
concepto del disco para llegar a la fórmula melódica que
tendrían las canciones y la imagen que se llevaría.

  42  
Aldo les contó el plan de la disquera, querían una intérprete
femenina que llevara las canciones de balada romántica a un
mercado más joven.
El mercado de los jóvenes entre los 16 y los 30 años estaba
creciendo y las estadísticas le decían a la disquera que ahí se
encontraría su mercado durante los próximos 10 años, así
que lo que pretendían era ampliar sus gustos musicales
mediante un nuevo intérprete que mezclara baladas
románticas con un pop rítmico.
Aldo les llevó diseños a lápiz de la imagen para el disco, del
vestuario y demás.
Jerry y Marín compartieron qué grandes baladas de antaño,
les hubiera gustado que con un arreglo musical llegaran a un
mercado más juvenil.
La emoción por este primer disco crecía y crecía.

Sony tiene una editora de canciones y cuentan con un


catálogo que siempre están buscando crecer. Aldo ya tenía
40 canciones preseleccionadas, canciones inéditas que
podrían quedar perfectas para el disco.

Acordaron dedicar el sábado siguiente, desde muy


temprano, para escuchar estas canciones.
La reunión fue en el estudio de Jerry, a las afueras de
Miami, al sur, en la zona de pantanos de los Everglades, a
unos 20 minutos de la ciudad. Sobre la carretera, en una
desviación de terracería, pareciera que el camino lleva al
interior del pantano, rodeado de vegetación y el sonido de
sapos, una bonita casa de madera muy amplia con una
terraza cubierta por un mosquitero.
Dentro de la casa tenía montado un muy buen estudio de
grabación y todas las comodidades para durar días
trabajando.

En una de las salas de la casa, provista con un estupendo


equipo de sonido y cómodos sillones, se dispusieron Marín,
  43  
Aldo, Jerry y dos ingenieros de audio a escuchar una a una
las maquetas de las canciones.
La maqueta es una canción, pero con una musicalización y
arreglos muy simples, básicamente, con pocos instrumentos
y sin gran producción de voz, lo importante es escuchar la
letra, el ritmo y visualizar qué se podría hacer con la
canción.

Fueron varios días así, con horas y horas de escuchar


canciones mientras leían la letra, pensar conceptos, hacer
experimentos con ellas, buscar más canciones y comenzar a
separar con las que trabajarían.

Marín dividía su tiempo entre la producción del disco, las


grabaciones del programa y una fuerte preparación vocal
con instructores de canto.

Eran jornadas de trabajo muy pesadas, pero el disco ya iba


tomando forma. Marín hizo muy buen equipo con Jerry y su
gente. Tenían muy clara la fórmula melódica que querían
lograr y el trabajo iba fluyendo.

Marín grababa la voz de la canción sólo acompañada de


piano y guitarra, duraban horas o hasta días para que la voz
quedara bien, hacían varias pruebas con estilos y notas
diferentes hasta que el resultado fuese el buscado. Después
metían más instrumentos, bajo, guitarra eléctrica, batería y
Jerry trabajaba mucho con sintetizadores para darle el
sonido pop fresco que buscaba la disquera.

Durante el tiempo que Marín iba en el carro, sólo escuchaba


las maquetas de las canciones que iba a grabar, las
escuchaba una y otra vez, pensando en notas y tonos que
pondría en cada parte de la canción.

  44  
El programa de televisión comenzaba a ser un problema con
su agenda. Se vio obligada a rechazar varios proyectos con
otras marcas que le requerían estar viajando e intervenían
con el tiempo destinado para la grabación del disco. Sabía
que una vez que arrancara la promoción del disco y la gira
con Pepsi tenía que dejar el programa para dedicarse de
lleno a su nueva etapa, así que cada que veía prudente lo
comentaba con el productor del programa, para ir viendo su
reemplazo.

Un día, al terminar el programa de televisión, se acercó a


ella en el foro una mujer de unos 45 años, con jeans, camisa
blanca de botones y un cabello muy rubio. Era Carla
Espinoza, una conocida productora de telenovelas en
México.
—Marín, estoy preparando una telenovela en México con
Televisa y tengo un papel que me encanta para ti, es un
papel secundario pero muy interesante, me gustaría que
hagas unas pruebas de casting para ver si el papel puede ser
tuyo.

El mercado de las telenovelas es un mercado muy


interesante y más si es de la mano de Televisa, la principal
productora de este tipo de programas. Aunque son grabadas
en México, Televisa comercializa sus telenovelas por todo el
mundo. Marín conocía casos de éxito de telenovelas que
eran muy vistas en Estados Unidos, Brasil, España,
Rumanía, Croacia, en fin, por muchos países al rededor del
globo, casos donde el país entero se detenía para ver la
novela y cuando las estrellas que protagonizaban la
telenovela visitaban el país, eran recibidas por grandes
cantidades de seguidores que aplaudían su trabajo, las
telenovelas son un verdadero trampolín a la fama.

Marín participó una semana después en el casting. Le


entregaron un libreto y la descripción del personaje. Era una
  45  
historia que sucedía décadas atrás; desarrollada en los años
20 donde sería la hija de una familia acaudalada que era
amiga de la protagonista.
No le costó trabajo preparar el personaje, pues en su época
de estudiante en Italia era amante de las novelas antiguas y
leía ávidamente libros de ellas.

En esta ocasión, el casting no se desarrolló con Carla, la


productora, sino fue un casting virtual. Se presentó en unos
estudios al norte de Miami en la zona de Aventura y con
cámaras enlazadas a los estudios de la Ciudad de México
donde estaba el equipo de producción de la novela, el
casting inició con una caracterización con un vestido de
época y un peinado muy complejo. Se montó un pequeño
foro con paredes negras y piso negro y sólo una mesa y
sillas con decoración de los años 20. Su escena la realizó
con uno de los actores ya confirmados para la telenovela y
presentó los 10 minutos del guión que tenía preparados .
Después se dirigió a donde había una pantalla desde la que
podía ver en vivo a Carla, la productora y a su equipo. Le
hicieron unas cuantas preguntas, le pidieron hacer unas
tomas más y listo.

4 días después, Marín recibió una llamada de parte de la


producción de Televisa para confirmarle su participación en
la telenovela. Era momento de ver la agenda y definir cómo
acomodaría la parte final de la grabación del disco, el
programa de televisión y el rodaje de la telenovela en
México.

Marín habló con el productor del programa de televisión y


con ejecutivos de Univisión para comentarles de su
participación en la telenovela de Televisa, ellos accedieron
sin problema a adelantar su salida de Notas Breves.
Univisión aceptó con gusto el crecimiento de una de sus
artistas, pues había nacido en Univisión y ahora se
  46  
convertiría en súper estrella por el lanzamiento del disco y la
telenovela con su empresa filial, Televisa.

Una semana después, Marín ya estaba en su último


programa en vivo, despidiéndose de sus compañeros y
agradeciendo a su público por tantas muestras de afecto. En
la transmisión sólo mencionó que dejaría el programa ya que
venían nuevos proyectos y una nueva etapa en su carrera.

La prensa no tardó en especular que fue por supuestos


pleitos con su compañera conductora, Andrea, que Marín
quería dejar el mundo del espectáculo por una depresión ya
que había supuestamente terminado su noviazgo y
publicaron fotografías de George cenando con otra mujer en
Miami.

Todo fue invento de la prensa rosa, por su puesto. Marín


seguía trabajando, ahora de tiempo completo en el disco,
para terminar toda la parte de voz y preproducción para
dejar a Jerry dos meses para la postproducción del disco,
esos mismos dos meses serían los que Marín estaría México
para grabar su participación en la telenovela. Su relación
con George iba perfectamente bien. Sí, se veían menos por
tantos compromisos de trabajo, pero siempre buscaban la
oportunidad para poder estar juntos, incluso tenían ya
acordado que días iría George a visitar a Marín en México
durante su estancia de 2 meses.

La parte donde se requería la presencia de Marín para la


grabación del disco terminó. Se tenían listas 20 canciones,
de las cuales se quedarían 12 en el disco, ya sólo restaba que
Jerry dedicara aquel par de meses enteros para la
postproducción y terminar el disco.
Al su regreso sólo sería necesario hacer las fotos de los artes
del disco y arrancar con los ensayos, así como últimos
arreglos del disco.
  47  
La fecha para partir a México llegó y Marín viajó hasta la
ciudad de Puerto Vallarta en las costas del Pacífico
mexicano. Un pintoresco puerto en una enorme bahía con
una zona hotelera muy moderna y un centro pequeñito de un
estilo muy típico de México; pequeñas calles empedradas,
edificios antiguos de no más de 3 pisos, una hermosa iglesia
de la que sobresalía una torre culminada con una enorme
corona sujetada por ángeles.
Los primeros días en Vallarta fueron para realizar ejercicios
de integración y diferentes dinámicas con los demás actores
con los que su personaje interactuaría, principalmente con
Edith, la protagonista.
Las lecturas de los guiones, preparación con el director de
escenas y los coach de actuación eran parte del día a día.

Las grabaciones de sus escenas eran principalmente en una


casa muy antigua en una colonia que se llama Conchas
Chinas, en una montaña.
La casa estaba construida en un peñasco y tenía vistas
espectaculares del mar, además, lucía una decoración
original de los años 20.
Otras escenas eran en playas, en yates y al final de los dos
meses en un foro de la Ciudad de México.

Su papel era el de la mejor amiga de Edith, la protagonista.


Sería una jovencita de clase social alta, acostumbrada a vivir
rodeada de lujos y sirvientes y sería la confidente de las
aventuras y males de amor del papel principal.
Aunque sus participaciones eran pocas, requería estar horas
en cada locación esperando sus llamados. Algunas escenas
fueron complicadas, ya que por el clima de Puerto Vallarta,
tenían que grabar bajo la lluvia o con fuertes vientos, así que
eran días de estar mojada por horas, también había
grabaciones en yates donde representaban grandes fiestas o

  48  
en unas playas vírgenes preciosas con una vegetación de
selva espectacular.

Marín siempre estuvo muy atenta de la prensa que cubría las


grabaciones, sabía que serían importantes aliados unos
meses después para el lanzamiento de su disco. Cada que
podía les daba entrevistas, siempre buscaba acercarse a sus
nuevos fanáticos y pensó en empezar a armar una buena
relación con ellos. Trató de llevarse con gran parte de la
producción y los actores, quería que su nombre comenzara a
ser familiar para todos en la industria del espectáculo.

Vivía en un hotel de la zona y constantemente realizaba


llamadas telefónicas con su productor para conocer los
avances del disco. Su rutina de ejercicios comenzó a ser más
intensa de lo que normalmente era en Miami, contrató a uno
de los entrenadores del hotel para su rutina de ejercicios
diaria.
George llegó a visitar en 2 ocasiones a Marín en Puerto
Vallarta y Marín viajó un fin de semana a Miami para el
cumpleaños de su padre.
Por las noches era común que se desvelara con sus prácticas
de canto, para las cuales se encerraba en el baño de su
habitación con un reproductor de música y hacía los
ejercicios vocales que su profesor de canto le había dejado.
También aprovechaba para practicar sus libretos de la
telenovela. Marín estaba entregada por completo a formar
una carrera sólida y exitosa.

Después de mes y medio de grabación en Puerto Vallarta, la


producción se cambió a los foros de Televisa en la Ciudad
de México. Marín fue instalada en un hotel de la zona y las
grabaciones se volvieron más constantes.
Aprovechó los tiempos libres y por medio del contacto de
Aldo, el productor creativo de Sony, visitó a varios
diseñadores mexicanos para ir comprando ropa y formar su
  49  
imagen para el lanzamiento del disco. Conoció algunos
agentes musicales, les contó lo de su disco, habló con una
gran cantidad de personas que tenían carreras muy
prometedoras y podrían ayudarle a impulsar su carrera
musical.

La grabación de las escenas de su papel terminaron y ella


regresó a Miami para concluir con los últimos detalles del
disco.
Jerry ya tenía prácticamente la producción terminada y se
reunieron en el estudio para escucharlo. El resultado final
era muy bueno, les gustó cómo quedó cada una de las
canciones, pero Marín sintió que podían ser más arriesgados
para sonar diferente, así que le pidió a Jerry que quitara
algunos instrumentos musicales de las pistas, bajar el
volumen en algunas y subirlo un poco más en otras y
aumentar la fuerza de los sintetizadores. Quería que sonaran
como baladas más electrónicas, el ritmo era perfecto pero su
intensión era hacer algo que en ese momento no era tan
común.
El resultado fue mejor de lo esperado. Tanto Marín como
Aldo y Jerry sentían una gran satisfacción por el producto
terminado.

Llegó uno de los días más temidos, presentar el producto


final a los ejecutivos de la disquera. Esto se haría en una sala
especial que tienen en las oficinas de Sony en Miami, una
sala muy agradable, equipada con un equipo de sonido
fenomenal y una acústica muy cuidada.
Se le entregó a cada ejecutivo una carpeta con los detalles de
la producción y la letra de cada una de las canciones. Una a
una, fueron escuchándolas y dando sus comentarios. La
emoción era mucha y el entusiasmo de los ejecutivos era
muy notable, discutían sobre qué canción sería el primer
sencillo, hasta que por fin llegaron, a la decisión de cuáles

  50  
serían las 12 canciones que conformarían el disco y de éstas,
eligieron 3 como posibles primer sencillo.

El siguiente paso era que esas 3 canciones seleccionadas


fueran presentadas a un focus group del mercado meta del
disco, dejarían que los futuros fans dieran su punto de vista.

La canción seleccionada como primer sencillo fue “Un


instante”, una balada rítmica con fuerte carga de sonidos
electrónicos que habla de ese momento cuando te das cuenta
que otra persona está siendo más importante entre las demás
y no sabes si se trata de amor, cariño, admiración o simple
amistad, era una canción muy buena que pronto se
convertiría en un gran éxito.

La imagen que se manejaría estaba conformada


principalmente por pantalones amplios de las piernas y más
altos que a la cadera, apretados de la parte alta para acentuar
la cintura, blusas flojas en colores metálicos o con
aplicaciones metálicas y los brazos llenos de brazaletes de
distintos materiales.
Para el cabello, se optó por un castaño más claro y siempre
planchado muy lacio.

Los ensayos arrancaron y se rentaron unas bodegas en la


zona de Coral Gables en Miami para armar la banda de
músicos, bailarines y ensayar lo que sería el show.
Eligieron 4 canciones que serían las que se tocarían en los
conciertos de Pepsi y en las presentaciones del disco.

El video de “Un instante” se grabó con el productor Gustavo


Garzón, un reconocido realizador de grandes videos
musicales. El concepto era muy simple, jugaron mucho con
un entorno obscuro dentro de un foro, fondo negro y muchas
luces de disco pero en color verde, tomas a contra luz donde

  51  
se lograba un efecto incandescente de las luces contra la
cámara y se marcaba más la silueta de Marín.
Marín, vestida con unos pantalones largos color gris que le
llegaban un poco arriba del ombligo y cubrían por completo
sus pies, muy anchos de la pierna y ajustados de la cintura ,
una blusa fajada, floja, color plateado metálico y un tanto
transparente, con las mangas dobladas hasta los codos y una
gran cantidad de brazaletes en los brazos, bailaba en ese foro
rodeada de plantas, como si fuera una discoteca en medio de
una jungla tropical, sola, iluminada por un completo juego
de luces, todas de color verde. Su interpretación
representaba a una mujer extasiada, bailando sola, con la
seguridad de que nadie la veía, extendiendo sus brazos y en
momento, cerrando los ojos mientras interpretaba el coro
“no sé qué estoy sintiendo, no sé qué estoy haciendo, todo
esto me está confundiendo, this should be love”.

Las fotos promocionales y el arte del disco siguieron el


concepto visual del video. Marín, con fondos de colores
verde obscuro o negro, con efecto a contra luz, tomas muy
de cerca. Con Marín sentada en el piso, llevando las rodillas
al pecho y las manos extendidas o tomas de la cara,
mostrando sus hermosas facciones y esos ojos seductores,
dejando caer su lacio cabello, siempre con expresiones
serias en la cara y la boca entreabierta, apenas mostrando los
dientes. Una expresión facial cargada de sensualidad.

Todo estaba listo para el lanzamiento del disco.

  52  
CAPÍTULO 9
LANZAMIENTO “DE NOCHE”

El lunes, Marín fue citada a las 9 a.m. en Sony Music. Era la


presentación del sencillo promocional a los promotores de la
disquera y Marín, por primer ocasión, tenía en sus manos
ese pequeño sobre de cartón con su fotografía en la que se
llevaba una mano a la cara y se veían luces verdes a contra
luz. Era su primer sencillo, listo para iniciar su distribución.
Marín se presentó ante todos los promotores, les contó sobre
el proceso de creación, en cámaras estaban promotores de la
ciudad de Los Ángeles también y con un gran entusiasmo,
les explicó el concepto del disco y cómo nació ese primer
sencillo y con gran seguridad les entregó a cada uno los
sencillos –Tienen un gran trabajo en sus manos, vayan y
háganlo un éxito, qué esto es sólo el inicio, recordarán este
día, se los aseguro—.

El video estaba en edición y quedaría terminado en 2


semanas más. Los promotores comenzaban a distribuir el
sencillo en todas las estaciones de radio latinas de Estados
Unidos, la novela en México saldría al aire en un mes, su
relación de pareja con George estaba muy bien. Todo
parecía estar en orden para el éxito de su carrera.

Todos los días Marín tenía ensayos con su banda y los


bailarines. Comenzó a incorporar elementos del video en el
show, quería que fuera más vistoso.
Así que compró una gran cantidad de plantas y junto a su
staff, comenzaron a ver cómo armar macetas pequeñas con
llantas que pudieran mover por el escenario., Querían repetir
el efecto del video, donde parecía ser una discoteca en
medio de la jungla. Después de varios intentos, seguía sin
gustarles el resultado hasta que hicieron una plataforma
móvil de 3 por 3 metros con gradas y con espacios para

  53  
meter las plantas y luz. Armaron una coreografía de Marín
con las 3 bailarinas sobre la plataforma.
Después de uno de los ensayos, Marín salió al súper
mercado para comprar algunas cosas que necesitaba para
una cena en su casa, quería festejar con su padre, George y
los amigos más cercanos esa nueva etapa y la gira que
estaba a punto de comenzar, una de las principales
intensiones era que escucharan el primer sencillo.
Al salir del súper mercado, mientras caminaba por el
estacionamiento, sucedió uno de los momentos más
especiales de su carrera. Le pareció estar escuchando a lo
lejos su canción, ¿sería posible?, o ¿el subconsciente la
engañaba por tantas veces que la había escuchado en el
estudio y los ensayos? Parecía ser real, alguien en el
estacionamiento la escuchaba. Con una emoción enorme
levantó la mirada para ver de qué carro venía. Sentía una
desesperación por encontrar de dónde venía antes de que
terminara. Corrió por el estacionamiento, volteando de un
lado a otro hasta que por fin encontró que la canción venía
de un carro Ford estacionado y con las ventanas abiertas, en
la que estaba una pareja latina platicando con el radio
prendido. Corrió hacia ellos, quería gritar, se le venía a la
mente mucha gente a la que le quería llamar por teléfono
para decirles que prendieran el radio, pero no sabía en qué
estación era. Quería que todos en el estacionamiento
supieran que era ella, era su voz y su canción la que se
escuchaba en el radio. No dudó y corrió hacia el carro del
estacionamiento y sin pena alguna les dijo – ¡soy yo,! esa es
mi canción! Ya está sonando en el radio-— La pareja
sorprendida y entre asustada, pareciera que no comprendían
lo que sucedía, se quedaron mirando a Marín, cómo se veía
extasiada con la mirada fija en el radio y con una cara de
felicidad evidente. Al terminar la canción, la pareja se limitó
a decirle –felicidades, está buena tu canción-—. Marín
estaba feliz, no podía contener su emoción. En cuanto subió
a su carro prendió el radio y comenzó a cambiar de estación
  54  
a estación, esperando escuchar de nuevo su canción. Llamó
por el celular a su padre y después a George. Llamó a toda
la gente que consideraba los más cercanos y les contó,
estaba feliz y quería que todos la escucharan en el radio.
Mientras manejaba, casi llegando a su casa, de nuevo la
escuchó. Tan sólo con el primer acorde sintió que se le
enchinaba la piel y una euforia enorme. Se orilló en la calle,
apagó el auto y cantó abrazando muy fuerte el volante del
carro y con la música a todo volumen. Era un momento que
nunca olvidaría.

Por la noche, durante la cena que tenía, el tema se centró en


la canción. Ya todos la habían escuchado en la radio, parecía
que desde su primer día tubo muy buena rotación.
Marín, con agrado les mostraba el calendario con las
ciudades donde iba a estar las siguientes semanas y algo del
vestuario que usaría. Estaba sumamente emocionada.

Las siguientes semanas fueron sumamente intensas,


comenzaban a las 6 a.m. cuando una camioneta de Sony,
junto con Sergio Ortega, su primer manager, pasaba por ella
para iniciar la promoción. Marín siempre salía muy
arreglada y peinada con el vestuario que se eligió para la
gira de promoción, un vestuario muy similar al del video y
de las fotos del disco. La rutina era visitar estaciones de
radio en sus programas matutinos, presentar el sencillo,
contar sobre el proyecto del disco, participar en las
dinámicas de los conductores, responder a chismes sobre su
salida del programa de televisión y hacer una invitación para
acompañarla en la gira de conciertos de Pepsi, donde estaría
acompañada de más artistas muy reconocidos de la música
latina.
Visitaban programas de radio a lo largo del día. Tenían
también entrevistas en las oficinas de Sony o de algún
medio impreso para presentar el sencillo.

  55  
En cuanto el video estuvo listo, quiso regresar a su antigua
compañía, Univisión, para presentarlo y logró que sus
antiguos compañeros de programa la recibieran para exhibir
el nuevo video y comentarles sus planes próximos de gira.
De esta forma, se acabaron por completo los chismes de que
había salido peleada del programa.
Dos semanas después del lanzamiento viajó a Los Ángeles
para realizar una gira muy intensa en programas de radio y
televisión, así como de entrevistas para medios impresos. De
Los Ángeles volaron a Nueva York, donde la gira
continuaba y era muy pesado, pues visitaban programas
matutinos y en ocasiones hasta las 12 de la noche seguían
dando entrevistas para programas nocturnos. No querían
dejar de visitar ningún programa latino.
La canción comenzaba a subir muy bien en los charts.
Debutó en tercer lugar, la revista Billboard pronto comenzó
a ser uno de los medios más consultados por Marín y su
equipo y festejaban cada subida de peldaño de la canción.

Llegó la fecha de arrancar la gira con Pepsi. El primer


escenario que pisaron fue en la ciudad de San Antonio,
Texas, en un auditorio para 10 mil personas. Marín era la
segunda en cantar y presentaría sólo 3 canciones: su primer
sencillo “Un instante” y otras dos canciones, “Aquí” y una
balada muy romántica llamada “Quédate conmigo”.

Era su turno de salir al escenario por primera vez. Atrás del


escenario hizo un círculo con sus músicos, bailarines, su
manager, Sergio Ortega y gente de Sony Music. Todos
agarrados de la mano realizaron una breve oración, se
aplaudieron y se dispusieron a entrar al escenario.
Las luces estaban apagadas y los músicos se instalaron
mientras Marín y las 3 bailarinas se metieron entre las
plantas de la plataforma con gradas. Las luces de entre las
plantas se encendieron y la música comenzó a sonar. Con
los primeros acordes, la gente comenzó a gritar, no era todo
  56  
el auditorio pero se podía escuchar que la gente ya
identificaba la canción. Marín emerge de entre las plantas y
la coreografía inicia. Interpreta su canción muy concentrada,
no quería ni voltear a ver al público, pues tenía miedo de ver
una reacción no muy favorecedora, así que se concentró en
su canción y su baile. Trató de hacerlo mejor que nunca,
cuidó cada detalle. Habían ensayado días enteros. Habían
cuidado mucho el vestuario de sus músicos, de sus
bailarines, de los efectos de luz, la coordinación, etc., todo
tenía que salir bien.
Termina la canción, y se encienden las luces que le
permitían ver al público. Fue enorme su sorpresa al verlos
emocionados por su interpretación y verlos aplaudiéndole.
Si bien el auditorio se encontraba a un 80% de su capacidad
y la gente seguía llegando a sus lugares, ella estaba más que
satisfecha.
Comenzó a hablar con su auditorio mientras los músicos no
dejaban de tocar el intro de lo que sería la segunda canción.
La plataforma de plantas la estaban recorriendo a la parte
posterior del escenario y Marín acomodaba su micrófono en
un pedestal— ¿Cómo están, San Antonio? Muchas gracias
por su recibimiento, ¡Quiero verlos a todos de pie, a todos!
Ahora les pido que me acompañen con sus palmas y quiero
que todos cantemos este coro—.
Los músicos marcaron con la batería el ritmo que debían
seguir con las palmas y las coristas entonaron el coro –“aquí
estamos de frente los dos, viviendo el momento viviendo el
amor”—.
Marín grita con fuerza —¡ahora todos!— y comenzaron
algunos a cantar, —¡dije todos!, y vamos, ¡más fuerte!— y
de pronto parecía que todo el auditorio la seguía y cantaba
ese coro que escuchaban por primera vez; así, lo repitió una
vez más hasta que arrancó la canción con un gran despliegue
de luces.

  57  
Fue un momento increíble. Marín tenía a su primera
audiencia siguiéndola y haciendo lo que les pedía, logró que
todos se pusieran de pie con esa canción bailable y que
cantaran el coro, tal como lo habían ensayado.
—¡Muchas gracias! Me despido con esta canción dedicada a
cada uno de ustedes—.
Las luces bajaron de intensidad, Marín se sentó al filo del
escenario, muy cerca de los seguidores y los músicos la
acompañaron, acercándose a ella para interpretar la balada
“Quédate conmigo”. La gente no tardó en sacar
encendedores o prender sus celulares y levantarlos,
moviéndolos lentamente de un lado a otro.
Al bajar del escenario seguían escuchando los gritos y
aplausos, le energía que se sentía en ese lugar era tremenda.
Corrió inmediatamente y abrazó a Sergio, su manager, a la
gente de Sony y a todo su equipo, el éxito ya se veía venir.

Continuaron la gira con Pepsi visitando Austin, Dallas y


Houston en Texas; Miami, Florida, Nueva York y Nueva
Jersey, Chicago, San Diego, San José, Sacramento, San
Francisco y Los Ángeles en California. Visitó más
programas de radio en cada ciudad que visitó y pudo
interpretar sus canciones en vivo en algunos programas de
televisión, tanto locales como nacionales.

  58  
CAPÍTULO 10
GIRA DE PROMOCIÓN

La canción y el video seguían posicionándose muy bien, en


algunas ciudades, alcanzaron el primer lugar durante varias
semanas consecutivas, incluyendo también la tabla de la
revista Billboard.
Su vida era estar de aeropuerto en aeropuerto o en largos
recorridos por carreteras. Siempre trataba de acercarse a los
fans y dar muchas fotos y autógrafos, sabía lo importante
que era estar cerca de ellos.
La imagen fue uno de los factores que más cuidó. Siempre
respetó el concepto visual que marcaron para el disco, el
mismo peinado y el mismo estilo de ropa, quería que
quedara un estilo presente.

El disco salió a la venta y de inmediato se colocó en los


primeros lugares. En Nueva York se estrenó en primer lugar
en ventas de música latina.
Inmediatamente comenzó una gira para realizar firmas de
discos y lograba siempre reunir filas de 300 o hasta 800
personas. Participó en varios programas o actividades que le
ponían las televisoras locales para sus programas de TV.
Reinvertía mucho de lo que comenzaba a ganar en vestuario,
en las plantas que cada show debía de cambiar de su
escenario y en discos para regalar a la prensa o personas
claves.

Realizó un viaje de 5 días a la Ciudad de México para la


presentación de la telenovela y se fue con una caja llena de
discos para regalar a la prensa mexicana. Si bien su disco
sólo se había editado para Estados Unidos, ella estaba
decidida a lograr su edición en más países.
Su personaje en la telenovela fue bien aceptado y su belleza
llamó mucho la atención de la prensa, así que no dudaban en
hacerle entrevistas especiales y escuchar su disco.
  59  
Marín regresó a Miami para tener varias juntas en las cuales
se definiría, con base en el éxito obtenido, cuál sería el
rumbo a tomar con el resto de la promoción del disco y con
el segundo sencillo.

Por esas fechas, su hermana Sophia, 1 año más chica,


terminó sus estudios en la universidad de Florencia en Italia
y era momento de que, al igual que Marín, iniciara su vida
en familia en Miami.
Marín y su padre Jonh fueron al aeropuerto por ella. A pesar
de la complicada agenda que tenía, Marín cuidó mucho que
su hermana no sintiera que llegaba en un momento
inoportuno por el trabajo, como ella misma lo llegó a sentir
con su padre un tiempo atrás luego de su llegada a Miami.
Sophia delgada como siempre con una rubia cola de caballo
llegó a Miami y se encontró después de más e un año con su
padre y su hermana y pasaron 3 días sin nada de trabajo,
solamente juntos los 3, riendo, conociendo la ciudad,
disfrutándose el uno al otro. Fueron a caminar por las playas
de Caye Biscaine, pasaron a conocer y tomarse fotos en las
típicas calles de Miami Beach con sus edificios art decó,
fueron a desayunar al cotizado club de playa Nikki Beach y
disfrutaron de la música del DJ acompañado de un
saxofonista mientras tomaban el sol en las camas blancas
sobre estructuras altas de madera estilo tiki en la arena,
bailaban y tomaban mojitos.

Los 3 siempre fueron sorprendidos por grupos de seguidores


que pedían autógrafos y fotos a Marín, así como por
paparazzi que los seguían a donde iban. A Marín no parecía
incomodarle, pero tanto Sophia como su padre no se sentían
muy cómodos con ellos. A pesar de eso, disfrutaron
muchísimo de sus 3 días juntos.

  60  
La familia estaba casi completa, sólo faltaba el más pequeño
de los Hill, Bruno.
Desde que su madre Angela murió al poco tiempo de nacer
Bruno, pareciera que existía un sentimiento negativo hacia
él por parte de Jonh e incluso de la tía Lucía, pero todo era
falso, Bruno era muy querido, el problema es que la muerte
de Angela descontroló a toda la familia. Las dos niñas,
Marín y Sophia, parecían tan frágiles y tristes por la muerte
de su madre que todas las atenciones se fueron hacia ellas y
como parecía que el pobre Bruno ni se dio cuenta de la falta
de su madre ni de cómo las cosas habían cambiado, le tocó
un entorno más seco y serio, demasiado gris para un recién
nacido.

Bruno, desde chico, no sintió cercanía con sus hermanas ni


con su tía Lucía, y mucho menos con su padre John, a quién
apenas veía un par de veces al año.
Bruno nunca disfrutó de los viajes en familia. Le parecían
aburridos y muy infantiles y se la pasaba escuchando música
o jugando videojuegos, ignorando por completo a sus
hermanas y a su padre.
Durante su etapa en la secundaria tenía muchos problemas
en el colegio. Se peleaba constantemente con sus
compañeros, se escapaba de clases y era muy raro que
llegara a presentar sus tareas o trabajos. Era un niño rebelde
y totalmente despegado a su familia.

John, desesperado buscó varias opciones para mejorar su


educación y disciplina y platicó con él sobre la posibilidad
de que entrara a un internado en Suiza. Bruno aceptó y se
dirigieron a Lucerna, donde muy cerca de la ciudad se
encontraba un reconocido internado en el que Bruno
cursaría la preparatoria y posiblemente la universidad. Era
un instituto muy reconocido, entre sus compañeros de clase
se encontraba el príncipe heredero de Jordania, hijos de
varios jeques árabes, así como príncipes de Suecia, Noriega
  61  
y España, hijos de reconocidos empresarios de todo el
mundo y uno de los hijos del cantante Rod Stewart.
El instituto, un enorme castillo antiguo pero con modernos
interiores, profesores muy reconocidos de toda Europa y un
nivel de disciplina aparentemente muy estricto.

Bruno dormía en los dormitorios del internado y sólo podía


salir por las tardes del sábado y domingo, aunque siempre
tenía que regresar a dormir. Las últimas vacaciones de
verano y de Navidad, no había querido ir a pasarlas con su
familia, en cambio, prefirió pasarlas con sus amigos del
internado.
John hablaba con él por teléfono una vez a la semana, pero
sus conversaciones eran secas y Bruno sólo se limitaba a
contestar de manera fría las preguntas de su padre.
John intentaba visitarlo en Suiza cada que estaba en Europa
y Bruno se negaba a verlo más de una tarde en la cafetería
del instituto.
Lo que Bruno sí aceptaba de su padre eran las tarjetas de
crédito, en las que era común gastara 7 mil o hasta 9 mil
dólares al mes. Las últimas 2 vacaciones las tarjetas habían
sido un exceso, en Navidad y Año Nuevo gastó 74 mil
dólares en un viaje a Abu Dabi en los Emiratos Árabes y
durante el verano de ese año, el estado de cuenta le llegó a
John por 110 mil dólares en unas vacaciones por Bora Bora,
Fiji y Hong Kong.
John se dio cuenta de que esto había llegado al límite
cuando vio en una revista de chismes la foto de su hijo en
compañía del adolecente hijo de Rod Stewart, acompañados
de otros juniors en una extravagante fiesta en Hong Kong,
rodeados de botellas de champagne Cristal, bañando a un
grupo de atractivas chicas de dudosa reputación. La revista
criticaba el fastuoso y reventado estilo de vida del hijo de la
estrella Rod Stewart, pero lo que le preocupaba a John era
que su hijo Bruno estaba ahí y sabía que no podían ser nada
buenos los estados de cuenta que mes a mes le estaban
  62  
llegando. Era hora de que su internado en Suiza terminara y
toda la familia estuviera reunida en Miami para iniciar una
nueva vida.

Por su parte, Marín se encontraba armando el nuevo plan de


promoción para el segundo sencillo del disco. En Televisa
estaban muy contentos con el éxito de la novela en la que
participó Marín y su personaje era del agrado del público
mexicano, así que no dudaron en ofrecerle un contrato para
que, junto con Sony, promocionara y lanzara su disco en
toda Latinoamérica. La telenovela iniciaría transmisiones en
esos días en casi toda Centro y Sudamérica así que la
oportunidad era impecable.
Marín, inmediatamente aceptó y firmó con Televisa un
contrato para aparecer en sus programas, hacer una gira de
promoción y distribuir el disco.
Uno de los sencillos formaría parte de la música de la
telenovela mexicana y esto era una gran coyuntura para
posicionarlo en el mercado latino.

Sony destinó un presupuesto mucho mayor para grabar el


segundo video del disco y para su promoción. El director
volvió a ser Gustavo Garzón.
El video de la canción “Aquí”, decidieron grabarlo en la
antigua mansión Vizcaya en Miami. Una enorme casona
construida en 1914 de estilo barroco mediterráneo.
Eligieron este escenario por su increíble belleza y por ser un
escenario similar y de la misma época al de la telenovela
que grabó Marín en México. De esta manera aprovecharían
la aceptación que la telenovela estaba teniendo en varios
países para que relacionaran a su personaje en el melodrama
con la intérprete de la canción.
Para la filmación utilizaron una gran cantidad de extras, un
increíble equipo de iluminación y todo un staff de
producción de muy buen nivel. Era una gran apuesta, este
video.
  63  
En la historia, Marín llegaba a una fiesta temática de estilo
años veintes a esta mansión. La fiesta era una locura, con
mucha gente bailando al ritmo de la canción “Aquí”. De
pronto, Marín conocía a un chico entre la gente y con ayuda
de sus amigas, bailaba en medio de la multitud para llamar
su atención.
Después de la escena del baile, Marín y el chico se
escapaban a los jardines de la mansión y terminaban viendo
el amanecer junto al mar, mientras fuegos artificiales salían
de una de las estructuras que tiene la residencia sobre el
mar.
Marín, mientras visitó tantas ciudades en la gira, vio que a la
gente le encanta bailar, pero se les dificulta ejecutar pasos
complicados, así que, con ayuda de su coreógrafo, armó un
baile para esta canción, en el cual los pies estaban fijos
sobre el piso y el movimiento principalmente se centraba en
las manos, el pecho y el cabello. En un principio, lo
nombraban el baile del manicomio con los pies pegados,
pero lo fueron afinando hasta que con la música el efecto era
buenísimo.

La grabación se realizó en 2 días muy pesados, pero el


resultado fue estupendo.
Marín tuvo entonces una semana libre antes de iniciar con la
nueva gira de promoción, así que su padre le pidió a Sophia
y a ella que lo acompañaran a Suiza para hablar con Bruno y
llevarlo a vivir a Miami. Las dos aceptaron con gusto y
tomaron un vuelo a Lucerna.
Llegaron sin avisarle a Bruno un sábado, el día libre de los
estudiantes. Primero, pasaron a dejar sus maletas a un
hermoso hotel, desde el cual se veía el histórico puente de la
capilla con sus más de 200 metros de extensión y que goza
del título de ser el puente de madera más viejo de Europa.
Después pasaron a buscar a Bruno al internado, donde les
dijeron que había salido desde temprano, pues era su día
libre.
  64  
El asesor de los chicos aceptó acompañarlos para buscarlo
en la ciudad, dijo en tono irónico, que encontrarlo a él y a
sus amigos era muy sencillo.
Llamaron a una agencia de renta de autos de lujo para
preguntar si Bruno había rentado un auto y dónde los había
dejado el chofer. Con el argumento de que hablaban del
reconocido instituto suizo y que era una emergencia
localizarlo, la agencia les comentó que rentó 3 autos de lujo,
1 Maserati GranTurismo negro para él y 2 camionetas
Cadillac Escalade negras para sus amigos y el equipaje, se
encontraban en el estacionamiento del club de yates.
John y sus hijas fueron a esperarlo en el muelle hasta el
atardecer. Entonces, vieron llegar a un lujoso yate, con
música a todo volumen, un gran grupo de atractivas chicas
en traje de baño y un grupo de jóvenes árabes,
probablemente hijos de algún jaque. El yate se detuvo en el
muelle y de inmediato vieron brincar desde lo más alto de la
embarcación, a una joven desnuda hacia el frío lago,
mientras todos los demás tripulantes reían a carcajadas.
Comenzaron a ver bajar a los jóvenes en evidente estado de
embriaguez hasta que vieron bajar a Bruno, vestido con un
colorido traje de baño Vilebrequin, zapatos Gucci y un saco
blanco, camisa desabotonada, lentes de sol, un celular en la
mano y agarrando de la mano a una chica en un diminuto
traje de baño. Bruno no podía ni caminar bien por la
cantidad de alcohol que traía encima, pero, al ver a su padre
y a sus hermanas al final del embarcadero, seguramente todo
ese alcohol se le desapareció por el susto.
Muy apenado por la escena, el empleado del instituto suizo
se ofreció para irse en las camionetas con los estudiantes
árabes para llevarlos de regreso al instituto y pidió a las
chicas que regresaran por su cuenta a sus casas u hoteles.

John se llevó a sus hijos al hotel y pidió que les llevaran la


cena de los 4 a la habitación y ahí tuvieron una plática muy
seria.
  65  
La fiesta había terminado para Bruno y era hora de estar
toda la familia unida. John les ofreció una sincera disculpa a
sus 3 hijos por el tiempo que había dejado de estar con ellos,
les dijo que eran lo más importante que tenía y que estaba
decidido a dedicar los últimos días de su vida a ellos.

Después de que la tensión pasó, los 4 lloraron y se


abrazaron, acordaron irse juntos a Miami y comenzar una
vida en familia. Marín regresaría para seguir con su carrera
en la música, pero prometió estar el mayor tiempo posible
en Miami y nunca cambiar su ciudad de residencia, Sophia
comenzaría a trabajar en el negocio de su padre y Bruno
terminaría el semestre que le faltaba de preparatoria
mientras trabajaba también con su padre.

Los Hill estaban de nueva cuenta juntos y de vuelta en


Miami.

  66  
CAPÍTULO 11
PROPUESTA ¿SIGUE LA CARRERA?

De regreso en Miami la agenda pintaba muy apretada. Por


un lado, John se dedicó a buscar una preparatoria para que
Bruno terminara sus estudios y Sophia trató de adaptarse a
su nuevo empleo en la empresa familiar. Marín regresó para
arrancar con la segunda etapa de promoción de su disco y el
lanzamiento del nuevo sencillo.

El plan de promoción para el disco estaba listo. El sencillo


se lanzó en toda América Latina y en Europa, era tiempo de
hacer maletas y recorrer el mundo.

Comenzaron el plan de promoción en la Ciudad de México


con una concurrida conferencia de prensa en un enorme
hotel mexicano. En un salón montaron un auditorio
decorado con enormes impresiones de las fotos del disco, se
citó a los principales medios de comunicación con quienes
primero se realizaron entrevistas privadas de 30 minutos en
una habitación del hotel. La habitación estaba decorada con
velas, flores y una enorme portada del disco a un costado del
sillón que ocupaba Marín, el escenario perfecto para platicar
sobre este nuevo disco, sus planes, su salida del programa de
televisión y la moda que tanto estaba dando de qué hablar
por los looks que usaba.
Después de dar toda la mañana entrevistas privadas a
medios de comunicación de todo México, salió a dar la
conferencia de prensa vistiendo unos ajustados pantalones
de piel negra, una blusa blanca muy holgada de hombros
descubiertos que dejaba transparentar muy sutilmente su
sujetador negro y una cadena dorada muy gruesa en el
cuello, con su ya habitual corte de cabello.
El salón se encontraba lleno de medios de comunicación;
parecía increíble, era un sueño hecho realidad. Ni ella

  67  
misma se explicaba cómo había logrado captar la atención
de la prensa.
Y comenzaron las preguntas. Marín con gran seguridad fue
respondiendo cada una de ellas, incluso las incómodas
donde hablaban de su salida del programa de TV, de su vida
privada, de su relación sentimental, le fue cuestionado si era
sólo un capricho de una niña rica, haciendo referencia a las
notas de prensa donde su hermano Bruno salía teniendo
lujosas juergas con los jóvenes jetset de su antiguo
internado.
La conferencia de prensa, aunque cansada, terminó muy
bien, los medios salieron llenos de material para publicar.

Era tiempo de celebrar. Marín invitó a sus amigos


mexicanos que conoció durante la grabación de la telenovela
y realizó una fiesta en el bar de otro hotel; un pequeño hotel
de la capital mexicana llamado Habita, dotado con una
decoración muy simple y minimalista pero con un
espectacular bar en la azotea del edificio, éste, adornado con
una enorme chimenea rectangular y unas escaleras de
caracol que bajaban a la piscina con una vista panorámica
hacia los edificios de la avenida Masaryk. Desde el bar se
proyectaban en la pared de un enorme edificio del otro lado
de la calle los 2 videos de Marín y una mezcla de sus
presentaciones en la gira de conciertos de Pepsi. Litros y
litros de champagne. Charolas con sofisticadas cucharas con
bocadillos pasaban entre los asistentes.

Era oficialmente su primera oportunidad para festejar con


amigos el triunfo de su disco y ahora el lanzamiento en toda
América y España. El DJ tocó varias veces sus hasta
entonces 2 sencillos promocionales, las bebidas fluyeron en
la fiesta y gran parte de los invitados terminaron saltando
con ropa a la piscina del hotel. Había un medio de
comunicación invitado a la fiesta, era una famosa revista de
sociales, la cuál se dio un gusto enorme con las fotos de
  68  
actores mexicanos festejando en la lujosa fiesta de la nueva
cantante Marín.
Las principales ciudades de México eran su siguiente paso.
Monterrey y Guadalajara para visitar estaciones de radio,
programas de televisión y firmas de autógrafos. Visitó
también destinos de playa, era el verano en México y tenía
que aprovechar la oportunidad. Así que visitó Acapulco,
Puerto Vallarta y Cancún para presentarse en festivales
musicales y cantar en vivo sus éxitos.
Esta fórmula la repitió en varios países: un día y medio en la
capital para dar entrevistas y una gran conferencia de
prensa y después viajaba al interior del país.
Panamá, Puerto Rico, Colombia, Venezuela, Chile, Perú y
Argentina fueron sus siguientes destinos.
Marín comenzó a marcar sus propias reglas en la promoción
para hacer su rutina menos pesada. Tenía una asistente
personal, Linda Jones, quien se encargaba de llevar su reloj,
pues literalmente no llevaba reloj para evitarse el estrés.
Linda se encarga de tocar la puerta de su cuarto a la hora de
despertar y sabe que necesita media hora para bañarse y
prepararse. Después viene la hora de que entre el personal
de maquillaje y peinado. Linda saca el vestuario para los
compromisos del día, mismos que evidentemente ya habían
sido preseleccionados y lleva el control del álbum de fotos
instantáneas con cada look armado, incluyendo zapatos y
accesorios, anotando después de tomar cada foto, en qué
evento había sido utilizado, con tal de jamás repetir el
vestuario.
Mientras maquillan y peinan a Marín, Linda aprovecha para
desayunar. Linda es también la encargada del menú del
desayuno y que este fuera llevado a la habitación— Marín
tenía la regla de comer algún platillo típico del lugar pero lo
mínimo, sólo par aprobarlo, así evitaba posibles
enfermedades estomacales por tanta mezcla de condimentos
entre cada país. Su dieta era rigurosa para cuidar su peso y
su salud.
  69  
Al salir juntas del cuarto, Linda informa el itinerario del día
a Marín y se encuentran en el lobby del hotel con el
manager y con la gente de la disquera de cada país.
Durante la gira, Linda siempre buscaba tiempo para comer o
cenar con el equipo de trabajo en algún restaurante
representativo de la ciudad; era su única oportunidad para
conocer el país donde se encontraba y de distraerse un poco.
Marín odiaba los tiempos de espera en los aeropuertos, así
que siempre mandaba primero a alguien de su equipo a
documentar equipajes y pedir los pases de abordar para que
ella pudiera llegar al aeropuerto 15 minutos antes de
abordar, con tan solo el tiempo exacto para pasar corriendo
los puntos de seguridad y lograr ser de los últimos en
abordar el avión.

Fue un verano muy intenso y pesado. Vuelos, entrevistas,


algunos traslados en carreteras, cambios de horario, muchos
hoteles, fans, fotos, prensa, pero en fin, vivir con una agenda
tan complicada estaba rindiendo frutos, tenía 2 canciones
sonando en radio en los primeros lugares y el disco iba muy
bien en ventas.
La gira de verano cerraba en España con las entrevistas y
conferencia de prensa en Madrid, en el hotel ME de la
cadena Meliá, un moderno hotel en la capital española. La
cantidad de prensa que la acompañó no fue similar a la que
estaba acostumbrada en el resto de Latinoamérica, pero de
cualquier forma, era un buen número de acompañantes.
Después siguió su gira por Barcelona y llegó justo en el
momento para cerrar las fiestas de verano. La disquera le
organizó un recorrido por los antros de la región, una calle
llena de discotecas a la orilla de la playa en una zona
llamada Barceloneta. Visitó uno por uno, subía al escenario
o a la cabina del DJ para presentar su sencillo, proyectar el
video y bailar un poco, después salía caminando por el
andador junto a la playa y entraba al siguiente antro. Llegó
un momento que fue tan grande el grupo de gente que la
  70  
comenzó a seguir que no pudieron avanzar más, fue rodeada
por más y más seguidores españoles que querían fotos y
autógrafos, tantos que la gente de la disquera ya no podía
hacerlos avanzar y comenzaban a reducir el espacio de
Marín en la calle. Asustados veían cómo más y más gente
salía de los antros para ver a la artista. Era imposible seguir
caminando y faltaban por visitarse 2 lugares más. Marín
aceptaba dar fotos y autógrafos, pero era imposible
atenderlos a todos. Esto comenzaba a salirse de control. Lo
único que les quedó fue acercarse a la calle y a pesar de los
gritos y jaloneos de la gente, subirse a un taxi y salir del ahí.

En ese momento estaban muy asustados todos por el


tumulto de gente y por cómo se salió de control, pero de
pronto, les dio mucho gusto el gran interés que estaba
generando la visita de Marín a Barcelona.

Las entrevistas con medios locales siguieron y permaneció


dos días más en la ciudad, atendiendo medios y en firmas de
autógrafos para los fanáticos.

De España volaron a la ciudad de México para hacer escala


y de ahí volar a Cancún, el destino de playa más exclusivo
de México para grabar el video musical de su tercer sencillo.

En el aeropuerto de Cancún ya estaban camionetas de la


disquera esperando para llevarlos, ahora por 2 horas de
carretera, hacia el norte, hasta el puerto de Chiquilá. Ahí
tomaron un barco que en 20 minutos ancló en la paradisiaca
isla de Holbox.

Holbox es una pequeña isla en el Caribe Mexicano, donde la


única forma de trasladarse es caminando o en carritos de
golf, rodeada por suave arena blanca y por un impresionante
mar turquesa.

  71  
La isla sólo cuenta con pequeños hoteles, una selva y un
pintoresco y pequeño pueblo. Un lugar con vistas
espectaculares y una tranquilidad única.

La isla era el escenario perfecto para grabar el video del


tercer sencillo “Quédate conmigo”.
Al día siguiente del pesado viaje se iniciaron las grabaciones
desde muy temprano. Ya estaba ahí todo un equipo de
producción, el vestuario, maquillistas y un joven cubano que
sería el modelo para el video.
Grabaron a Marín caminando por las calles del pueblo,
haciendo compras de frutas en un mercado callejero vestida
con una larga falda colorida, un blusón que dejaba ver el top
de su traje de baño y un enorme sombrero decorado con
plumas de aves.
Después, Marín se ve recordando sentada sobre la playa
románticos momentos con el actor cubano, para los que
grabaron tomas de los ambos jugando en el hotel, sobre la
playa y recostados en unas tradicionales hamacas del lugar
que se encuentran sobre el mar.
Al atardecer grabaron a Marín sólo en traje de baño,
luciendo un cuerpo espectacular y con el cabello decorado
con coloridas plumas de aves de la región que formaban una
corona. Llevaba también varios collares largos de cuentas de
plata y piedras color turquesa que combinaban con el color
del mar.
En esa toma se veía a Marín cantando la canción sobre un
pequeño y rudimentario embarcadero de madera con la
puesta del sol atrás de ella.
Esa toma sirvió para hacer la foto de portada del sencillo,
donde se ve muy guapa. Marín, de hombros para arriba,
bronceada, su corona de plumas y el atardecer del sol
detrás..

Cuando el director indicó que era la última toma después de


dos días de filmación, todo el equipo aplaudió. Después de
  72  
los abrazos, Linda, su asistente, le indicó que ya solo faltaba
un compromiso, una entrevista sumamente importante que
tenía que dar.

Linda llevó a Marín a unos cuantos metros del set de


grabación hasta un pequeño bungalow de paja con techo de
palapa.
En su interior solamente había una luz iluminando un
maniquí con un hermoso vestido largo de Roberto Cavalli
blanco con partes en color hueso y el centro con un
estampado de líneas borrosa negras, era una falda muy
suelta y la parte superior ajustada y sólo se amarraba por la
parte de atrás del cuello, dejando toda la espalda
descubierta. A un costado estaban una sandalias con el
mismo estampado del vestido y una mesita con unos
brazaletes dorados muy grandes y 2 aretes de oro de los que
colgaban de cada uno un hermoso diamante, Linda
prácticamente la lanzó dentro del bungalow y le dijo corre,
que tienes solo un par de minutos para ponértelo, después
viene la maquillista a retocarte.
Marín ni siquiera tuvo tiempo de preguntarle a Linda para
qué medio era esa entrevista tan importante para la que
habían enviado tan espectacular vestuario y de una forma
tan sorpresiva. Unos minutos después entró la maquillista, le
retocó el peinado y maquillaje y le dejó la corona de plumas.
Salieron y Linda las estaba esperando, asegurando que iban
tarde, muy tarde. La llevó hacia la playa cuando se acercó
un niño morenito de la región, de unos 8 años, corrió hacia
Marín con ropas muy sencillas y le dijo –señorita, señorita
tiene que acompañarme por aquí— le entregó una flor de las
que estaba llena la isla y le toma la mano. Marín sorprendida
voltea a ver a Linda y ella le responde — ve con él, ya
verás. Confía en el niño—.

  73  
El niño la lleva a una pequeña lancha blanca muy bien
pintada que estaba sobre la playa y sube con ella. Dentro
había 2 cocos decorados con flores tropicales.
Un lanchero muy sonriente se acerca a ellos para empujar el
bote y llevarlo al mar. Cuando el agua llegó a la cintura del
hombre, se sube y prende el motor, el niño no soltaba la
mano de Marín y la veía muy sonriente.
Tras 10 minutos de viaje en esa noche estrellada, el bote los
llevó a una playa del otro lado de la isla, sólo se veía selva
en orilla hasta que de pronto vieron luces al fondo junto a la
arena. Parecían focos de navidad entre las plantas y sobre la
arena, mas al acercarse, vieron que eran velas, miles de
velas colgando de las plantas y sobre la arena.
El bote se dirigió hacia ese lugar y de nuevo el lanchero se
metió al mar para empujar el bote hacia la arena para que
Marín lograra bajar sin mojarse.
En cuanto Marín se bajó, el bote con el niño y el lanchero se
marchó. Marín solo escuchaba el sonido de las olas del mar
y de grillos en la selva. De pronto, entre las plantas ve que
se acerca alguien. Era George vestido con un traje de lino
color hueso y una camisa de botones. Marín corrió a
abrazarlo y besarlo.
—Baby, te tengo una sorpresa, llevas meses llenos de
aventuras por el mundo con tu disco pero ahora yo quiero
sorprenderte de diferente manera—.
La cargó y la llevó a una mesa sobre la arena rodeada de
velas, con unas sillas blancas y un enorme mantel blanco, la
mesa tenía un arreglo de flores enormes de muchos colores,
flores tropicales, copas y pétalos muy coloridos regados
sobre el mantel.
A un lado estaba una hielera con 2 botellas de champagne
custodiadas por 3 guacamayas con plumas muy coloridas
que no dejaban de hacer ruido..
Se sentaron, Marín se veía feliz y más hermosa que nunca.
De pronto surge de entre las plantas un mesero que le sirve
un plato con ostiones y bocadillos de langosta.
  74  
—Quiero festejar contigo tus éxitos, el ser una mujer tan
dedicada, tan humana y tan hermosa, además de hacerme
por estos años el hombre más feliz del mundo, quiero
pedirte que seamos la pareja más feliz del mundo pero por el
resto de nuestras vidas— en eso, George se hinca a un lado
de ella y saca de la bolsa de su saco un par de conchas
marinas, al abrirlas, muestra un anillo de oro blanco con un
enorme y brillante diamante —¿Quieres casarte conmigo?—
—¡Claro que sí!— Marín exclama llena de júbilo y lo
levanta de la arena, se abrazan y besan.
La cena siguió, llegaron más platillos y Marín estaba feliz,
era mucho mejor de como alguna vez lo podría haber
soñado.
Juntos caminaron al terminar la cena hacia el hotel, donde
todo el equipo estaba esperándolos en el lobby para saber
los por menores; emocionados se fueron a festejar con los
recién comprometidos al bar que estaba junto a la alberca.

Marín no podía esperar y fue a llamar a su padre y a sus


hermanos para contarles la noticia, aunque ellos ya sabían
que George le pediría matrimonio esa noche en la isla de
Holbox, estaban muy emocionados.

Después de la grabación del video, Marín tenía unos días


libres y se fue al lado de George a Miami. Juntos fueron
compartiendo con sus amigos y familiares la gran noticia de
que, después de 2 años de ser novios, contraerían
matrimonio.
La prensa no tardó en enterarse y siguió a Marín por todo
Miami para conseguir la foto del anillo de compromiso.

Después del segundo día en Miami y de estar librándose de


la prensa que quería inmiscuirse en su vida privada y tomar
fotos del anillo y hacerle preguntas sobre la boda, llegó
cansada muy tarde a dormir a casa. Estando sola en su
recámara, recostada sobre la cama, se quedó pensando qué
  75  
quería para su futuro; si quería formar una familia como en
la que ella creció, donde el trabajo era la parte central, si
quería dedicarse sólo a su esposo y futuros hijos o si podría
llevar su carrera en conjunto con la vida de casada. Sabía
que la vida del espectáculo es una carrera muy demandante,
ya lo estaba viviendo con meses viajando. Sus hermanos
también la necesitaban, Bruno ya se estaba adaptando a la
vida en Miami pero cuando recibía visitas de alguno de sus
amigos del internado eran más noches de fiesta imparable y
de llegar a muy malas horas en estado inconveniente. La
familia Hill necesitaba trabajar en su unión y todo eso la
hacía mucho pensar en la nueva familia que estaba por
formar.

¿Será momento de dejar esta carrera que apenas va


arrancando? o ¿Será posible llevarla a la par de formar una
familia?

  76  
CAPÍTULO 12
TEMPORADA DE PROPUESTAS

El regreso a Miami de Marín estuvo lleno de reuniones con


familiares y amigos para dar la noticia del nuevo
compromiso y también de juntas de trabajo con su disquera
para revisar los nuevos proyectos.

El primer disco ya era un éxito internacional, tenía 2


canciones en los primeros lugares de radio y una tercera a
punto de salir y que seguramente se convertiría en su tercer
éxito. Pero no se podían quedar a esperar. Ya sería casi un
año del lanzamiento del disco y era momento de planear los
siguientes pasos.

Durante la gira de promoción recibió varias propuestas de


marcas locales para ser su imagen; fue contratada para
inaugurar centros nocturnos, tiendas, restaurantes y muchas
veces le pagaban sólo por asistir a eventos y pasar por la
alfombra roja mientras posaba para las cámaras de la prensa.
Pero en esta ocasión, recibió una propuesta más
prometedora: colaborar con una marca española con
presencia en 80 países para hacer una línea de ropa dirigida
al mercado de mujeres de entre 20 y 30 años. La línea tenía
que ser vanguardista pero con un toque de formalidad, una
línea de ropa ideal para ir de fiesta.
La campaña significaba que su nombre sería dado a conocer
por todo el mundo y ella misma estaría en fotografías en
aparadores por todas partes, era una oferta muy tentadora.
Simultáneamente, la disquera le confirmó que tenían ya un
presupuesto asignado para el nuevo disco. Este era de más
del doble de lo que se invirtió en el anterior y con la
posibilidad de crecer su equipo de trabajo y armar un
proyecto mucho más completo.
Todo esto justo en el momento cuando estaba tan feliz con
George, recién comprometidos y pensando si era el
  77  
momento para detener su carrera y dedicarse por completo a
la familia.

Durante una cena familiar en la que estaba Marín con su


prometido George, así como con John su padre y sus
hermanos, Sophia y Bruno, hablaron sobre todo lo que
significaba el saber distribuir los tiempos entre el trabajo y
la familia. Bruno ya estaba más tranquilo, comprometido a
llevar una vida más responsable y pasando mucho más
tiempo en familia.
George y Sophia estaban tomando muchas de las
responsabilidades que John estaba dejando por dedicarse a
la familia, especialmente a Bruno.
Parecía que todo estaba en orden por lo que Marín les
comentó sobre las nuevas propuestas de la línea de ropa y el
nuevo disco, así como lo que eso significaba, seguir
trabajando y viajando intensamente por el mundo.
Todos la apoyaron, incluso George, quien le comentó que él
también comenzaría a viajar mucho por los compromisos de
trabajo. Acordaron que buscarían empatar sus agendas para
estar viajando a los mismos destinos; aun cuando cada uno
tuviera que atender sus compromisos, buscarían el tiempo
para estar juntos.

Ya mucho más tranquila y decidida a lo que venía, Marín


aceptó sus nuevas propuestas y se embarcó en ellas.

Viajó a España para concretar lo del nuevo contrato con la


marca de ropa y hacer algo de promoción del disco. En esta
ocasión la acompañó George al viaje. Comenzaron en
Zaragoza, España, donde se reunieron con los ejecutivos de
la marca de ropa. Revisaron los contratos y comenzaron a
trabajar. Marín trabajó horas y horas con el equipo de
diseño, posteriormente viajarían a algunas semanas de la
moda en otras ciudades para terminar de plasmar las ideas
de los diseños que lanzarían unos meses después.
  78  
Posteriormente viajaron a Barcelona y Madrid para visitar
algunos programas de radio y TV y promocionar su tercer
sencillo que apenas en esos días sería lanzado.
Durante los tiempos libres visitó a varios productores,
músicos y compositores para conocer sus propuestas
musicales y ver qué podrían aportar para el nuevo disco.

Las siguientes semanas, Marín se dedicó a revisar diseños


de ropa, telas, escuchar canciones y viajar entre Miami y
Nueva York para ambos proyectos.

Visitó por primera ocasión una semana de la moda; el


fashion week de Nueva York. La marca española que la
contrató, la invitó junto con ejecutivos y diseñadores a
desfiles y presentaciones de las principales marcas
internacionales. Así recorrieron durante una semana varios
pabellones de la famosa exposición de moda, que transcurría
en desfiles que muchas veces duraban solo 10 minutos pero
en ellos veían las tendencias de la moda internacional.
Después del desfile se hacía una pequeña fiesta donde se
compartían los comentarios del desfile, ahí estaban los
personajes más importantes de la moda a nivel mundial.
Marín conoció a mucha gente durante esos días y aprovechó
también para visitar el estudio de algunos músicos
neoyorkinos que había tenido oportunidad de escuchar y le
interesaba conocer más su trabajo para considerarlos en su
nuevo disco.

Después de todas las visitas se reunieron en las oficinas de


Nueva York para definir cómo serían las prendas que
lanzarían para la siguiente temporada. Marín pensó en todo
momento en cómo debía ser el vestuario para su siguiente
disco y la gira promocional y de conciertos, pensó en que
looks serían para entrevistas, en vestidos para alfombras
rojas y compromisos con marcas, así como algunos looks
para los conciertos. Esa percepción le encantó a la marca
  79  
española y quedaron muy entusiasmados con las ideas
plasmadas por el conjunto de diseñadores junto con Marín.
Lo siguiente era elaborar las primeras muestras para
aprobación, la sesiones de fotos y mandarlas a producción,
el tiempo perfecto para ella adentrarse al estudio de
grabación y realizar su segundo disco.

  80  
CAPÍTULO 13
GRABACIÓN DEL SEGUNDO DISCO Y EL SÍ

Sony music le presentó a Marín la propuesta para el disco en


una reunión que tenía programada con 3 semanas de
anticipación. El equipo creativo de la disquera presentó un
concepto de imagen, el sonido que quería que llevara (muy
similar al del primer disco) y algunas de las canciones, así
como una propuesta de quien sería el nuevo productor del
disco.
Pero la disquera se llevó una gran sorpresa al ver que Marín
se les había adelantado. Llevó grabaciones de músicos de
España, México y Nueva York que había podido conocer y
quería incluir en el disco, además, les mostró los diseños de
la línea de ropa y cómo quería adecuarlos en su look nuevo.
La disquera quedó boquiabierta con el trabajo que había
avanzado Marín por su cuenta, definitivamente sabía lo que
quería y la propuesta era bastante interesante para los
ejecutivos. Además de eso pidió crecer su staff, quería
contratar a Steven Grant como manager, un conocido inglés
con el que platicó en varias ocasiones durante sus visitas a
Nueva York, que había llevado con gran éxito la carrera del
grupo británico Take That y ahora que se habían separado,
estaba buscando nuevos aires y la propuesta latina de Marín
le había parecido muy interesante, comentando muchas
ideas que le gustarían para la carrera de la emergente artista.
Además, Marín tenía 2 peticiones más: que Sony le
permitiera trabajar la parte creativa del disco con uno de sus
empleados consentidos de Nueva York, el llamado Peter
“Dreams”, el APR de Sony encargado de crear los
conceptos creativos de los últimos discos de Michael
Jackson, Destiny's Child y Mariah Carey.
Y la última petición era que el disco fuera producido por el
cubano Emilio Estefan, que era el genio detrás del éxito de
Ricky Martin y Gloria Estefan, entre otros.

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A todo accedió la disquera, un tanto temerosos, pero
aceptaron. Marín tendría que invertir más de sus ganancias
en la promoción del disco, pues el presupuesto estaba siendo
absorbido en gran parte por la producción.

Comenzaron las primeras reuniones de trabajo en los


estudios Crescent Moon, propiedad de su productor Emilio
Estefan.
Los estudios ubicados en Miami Beach, a sólo unas cuadras
de los lugares de moda de la ciudad, se distinguían por tener
una alocada decoración, aunque muy acogedora. 3 estudios
con lo más moderno en equipo, salas muy cómodas para el
trabajo previo y una excéntrica cocina decorada de colores y
estampados art decó de los años 50.
En todo el proceso creativo colaboró Marín muy
activamente con su productor Emilio Estefan y con su
director creativo Peter “Dreams”
En el disco participaron el músico español Nacho Cano,
autor de grandes éxitos e integrante del grupo Mecano, así
como músicos y compositores más alternativos y
desconocidos hasta el momento, pero que Marín pudo
conocer durante su gira de promoción y otros por
recomendación del productor o de “Dreams”.
El concepto era bailable como el disco anterior, una mezcla
de música electrónica pero ahora, las baladas rítmicas
transformarían música más rockera en música electrónica,
los bajos, guitarras eléctricas y, muy importante, la batería,
se estaban armonizando con sintetizadores y órganos
eléctricos.
Las letras de las canciones eran más agresivas. Sabían que el
desamor también vendía, así que mezclaron temas que
hablaran de él con un poco de ironía y mucha soberbia.
Querían crear un par de himnos para las mujeres seguras de
sí mismas, mujeres que podían dominar a los hombres.

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Las jornadas de trabajo eran extensas en el estudio. Ahí era
donde Marín fue recibiendo muestras de las prendas que
serían parte de la línea de ropa que se lanzaría unos meses
adelante y también parte de su vestuario para la promoción
del disco.
Durante esos días, los estudios de grabación Crescent Moon
fueron el lugar de encuentro entre Marín y George, hasta ahí
llegaron a desfilar arreglos florares y demás artículos que
elegían para decorar el día de su boda. Casi diario se daban
un tiempo para irse a comer o cenar a uno de los
restaurantes vecinos del estudio de grabación. La prensa se
convirtió en su sombra, estaban siguiéndolos en todo
momento. Marín comenzó a volverse la favorita de la
prensa rosa, por su estilo de vestir, por su repentino éxito,
por su boda venidera y principalmente, por el sentido del
humor negro que comenzaba a desarrollar con la prensa. Se
estaba volviendo una experta en jugar a las escondidas con
ellos; parecía un reto, ya que día a día tenían a los paparazzi
con ella de encontrándose y luego perdiéndose en las calles
de Miami.

Por la mañana la fotografiaban con gorra y lentes enormes


entrando al estudio de grabación y muchas veces salía
alguien vestida igual que ella para despistar a los paparazzi.
Eran los primeros dobles que comenzaba a usar. En
ocasiones llegó a brincarse por la azotea del edificio hasta
unos locales comerciales que estaban a un lado para salir por
su puerta y los fotógrafos no la vieran salir logrando
descansar un poco de ellos, cada día era un reto librarse.

En cuanto el disco quedó listo comenzaron las sesiones de


fotos y la grabación del video. Marín realizó la sesión de
fotos para la línea de ropa en las calles de Miami, sobre los
edificios históricos art decó de la avenida Ocean Drive;
realizó las fotos usando gran parte de los cambios de ropa de
la colección y en todo momento la prensa la acechó con
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fotógrafos. Los representantes de la marca española se
mostraron sumamente preocupados, pues las prendas no
debían ser fotografiadas, ya que no querían que salieran a la
luz antes de tiempo y los competidores las conocieran, así
que utilizaron sábanas blancas para cubrir la sesión de fotos.
Gran error por parte de los españoles, porque esto fue
tomado como un gesto grosero por los paparazzi e
insistieron más en tomar fotografías. Se infiltraron en
edificios aledaños e hicieron hasta lo imposible por
conseguir fotografías de la misteriosa sesión fotográfica.
Los empleados de seguridad de los españoles quitaron una
cámara fotográfica y la destruyeron para que no se pudieran
publicar las fotos, esto desató empujones e insultos entre la
seguridad y la prensa. Durante los días siguientes esa
violenta nota circuló en todos los tabloides de chismes del
espectáculo.

En una de las juntas creativas con su equipo de producción


se discutía cómo llamar el disco. Entonces recordaron que,
como una de las canciones que más trabajo de producción y
postproducción trataba de un reencuentro amoroso, donde
ella le decía a su ex pareja que le pedía disculpas por
haberse ido, aceptaba que había sido un error estar distante
todo ese tiempo, pero que tenía que vivir su vida y que ahora
se daba cuenta que no podía vivir sin él y por ello pedía
perdón y regresaba, sin más que con el enorme amor y
arrepentimiento que sentía, con las manos vacías pero el
corazón dispuesto. Era una canción de la que les gustaba la
letra pero no tanto los arreglos musicales ni de voz que
tenía, teniéndole que dedicar muchas sesiones hasta llegar a
una versión final que les pareció perfecta. El equipo de
trabajo bromeaba siempre con que, tantas horas de trabajo
en esa canción para que terminara con las manos vacías, ¡no
es posible!, así que el lema manos vacías quedó muy
presente en todos los momentos de la grabación y por eso
decidieron llamar al disco “Manos vacías”.
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Los días después del incidente en Ocean Drive con la
prensa, los paparazzi fueron más rudos que nunca con
Marín. La querían forzar a dar declaraciones de por qué su
equipo era tan grosero y violento con ellos y sobre esa
misteriosa campaña por la que la cubrían con sábanas
blancas. Luego de esta experiencia, no dudaron ni un minuto
para realizar las fotos para el disco en un estudio cerrado.

Para este disco, la imagen de Marín fue diferente del


anterior. Aclaró su cabello mucho más hasta lograr un tono
rubio le pusieron extensiones de cabello para hacerlo lucir
mucho más largo y abundante y mediante el uso de ceras y
pequeñas trenzas, le dieron un efecto de rastas a su rubia
cabellera. Cuidaron mucho que la prensa no captara el
nuevo look o cabello de la cantante, así que hacían hasta lo
imposible por esconderla y para seguir el juego de la prensa,
volvieron a usar, en repetidas ocasiones, sábanas blancas
para cubrir a Marín.

Se realizaron muchos castings de bailarines para


acompañarla en la promoción; contrario a cuando se
prepararon para la gira del disco anterior, en esta ocasión el
casting estaba lleno de muy buenos bailarines que viajaron
desde distintas ciudades, hasta de países diferentes, para
participar en la selección y quedar en el grupo que
acompañaría a la cantante. Todos estaban muy
entusiasmados por participar y desde las 7 a.m. comenzaron
las filas afuera del estudio, para después, uno a uno, mostrar
sus habilidades para el baile.
De casi 80 participantes, quedaron 15 que pasaron con
Marín para que ella los seleccionara. Les tocó algunas
canciones muy movidas del disco y les pidió que las
bailaran como ellos las sintieran. Cada uno trató de
impresionarla y Marín iba pasando entre ellos y al tocarlos
en el hombro significaba que se debían retirar, así lo hizo
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hasta que quedó con 6 bailarines, que serían los que estarían
con ella en toda la promoción del disco.

Unos meses atrás, cuando la promoción de su sencillo


“Quédate conmigo” estaba latente, comenzaron a apodarla
la reina del pop latino ya que en la portada del sencillo salía
con una corona de plumas de ave, así como durante el video
musical. El apodo no le disgustó del todo a Marín ni a su
equipo, así que en su nueva etapa contra los paparazzi, jugó
con ironía y cuando estaba en el estudio de grabación o en
las oficinas en el edificio de Sony, pedía que colocaran una
sábana blanca en el asta bandera, igual que la reina Isabel de
Inglaterra en sus castillos cuando está presente.

Las fotos tomadas para la portada del disco eran muy


sencillas, sólo se veía a Marín con su nuevo look de pie
mostrando sus manos, como foto de separos policiacos,
incluso con las marcas de las líneas de medida pero en una
pared color rojo intenso.

Para el primer sencillo promocional se seleccionó la canción


“Puedes tenerme”, un seguro hit bailable que habla de una
mujer que le dice a su pareja: me gustas, aprovéchame y
gózame ahora que puedes. La canción estaba perfectamente
aderezada con una potente batería que seguía al moderno
ritmo de los sintetizadores; era una potente canción
electrónica con toques rockeros.
El video fue grabado en un estudio y en una fábrica
abandonada muy cerca de Miami.
Con 16 bailarines y una muy buena coreografía, se mostraba
a Marín haciendo unos movimientos como de yoga,
coordinada con los demás bailarines, dentro de unos tubos
de la fábrica abandonada, como en un concepto de discoteca
industrial.
Usando botas altas hasta la rodilla y unos pantalones de
cuero muy ajustados, diminutas cadenas cubiertas de
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cristales Swarovski cubrían su cadera y blusa con toda la
espalda descubierta fueron los vestuarios que, acompañados
de su nuevo y rubio corte de cabello, daban imagen al video.

Dos días después de la grabación llegó el gran día esperado


por Marín y toda su familia: el día de la boda.
El concepto de boda que tenían Marín y George era algo
muy privado, sólo con sus familias y los amigos más
cercanos.

Marín pudo conocer a sus suegros solo unos días antes de la


boda. George, de origen griego, creció y vivió toda su vida
en Atenas, en una de las familias más acomodadas del país.
La madre de George, la señora Olga, incluso tenía sangre
azul y formaba parte de la extinta familia real griega. Su
padre Konstantino Mellis era un importante empresario
griego, propietario de grandes edificios de oficinas y
departamentos en varias ciudades, así como de una cadena
de hoteles en las islas del Mediterráneo. Ambos no estaban
muy de acuerdo con que su único hijo se casara con una
extranjera y aparte de todo, que formara parte del mundo del
espectáculo. El hecho que se casaran en Miami y no en
Grecia tampoco fue algo que los emocionó mucho.

Marín sabía de lo poco felices que estaban sus suegros por el


matrimonio, pero eso no le importó, ella estaba decidida a
disfrutar ese día y esa nueva etapa, incluso viajaron su tía
Lucía y su primo Leonardo desde Italia para el evento y
varios amigos de México también estuvieron presentes, así
como sus compañeros de Univisión y su nuevo equipo de
trabajo, el productor Emilio Estefan y su esposa, la cantante
Gloria Estefan.

La boda fue en un exclusivo hotel de Miami en la isla de Bal


Harbour, una de las más costosas y del mundo. Al norte de
la isla de Miami Beach, de la que es muy famosa su playa de
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arena blanca, las lujosas colonias residenciales y un centro
comercial lleno de exclusivas boutiques siempre llenas de
celebridades e importantes empresarios.
El evento se desarrolló dentro del hotel que se encuentra
frente al centro comercial, en un jardín muy bonito, a la
orilla del andador de la playa, justo antes del atardecer,
decorado con cientos de arreglos de rosas blancas y rosas,
con un camino hecho completamente de pétalos en medio de
las hileras de sillas Tiffany blancas. Un grupo de violinistas
comenzaron a tocar para abrirle paso a la deslumbrante
novia. Marín entró del brazo de su padre, John, con el
cabello recogido, una hermosa tiara de oro blanco con
diamantes, cubierta por un enorme velo blanco y un vestido
blanco con encajes, de falda ampona, diseñado por Carolina
Herrera.
Ambos caminaron hacia el altar engalanado por una enorme
cruz hecha sólo de rosas blancas.
George, vestido con un elegante smoking negro, se veía
feliz, no podía creer lo hermosa que estaba Marín.

Mientras tanto, afuera del hotel y sobre la playa, la prensa


estaba loca por entrar y conseguir fotografías del evento,
incluso, rentaron grúas y las colocaron en los edificios
aledaños para intentar obtener alguna toma. De nueva
cuenta, las sábanas blancas se hicieron presentes por parte
del equipo de seguridad contratado para la boda, quienes
dispusieron todo para que, a como diera lugar, los fotógrafos
no pudieran lograr ninguna toma del íntimo evento.

Después del emotivo enlace, los novios, junto a todos los


invitados, pasaron a uno de los salones del hotel para la
fiesta. El salón, iluminado de color rosa con mesas redondas
y cuadradas decoradas con candelabros que alcanzaban
hasta los 2 metros de altura, muchas velas y miles de rosas
blancas y rosas, un lugar perfecto para bailar y festejar la
gran noche.
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Dado el gran problema que se tenía con la prensa en el hotel,
la salida de los novios no pudo ser una salida normal. Marín
se cambió el vestido en uno de los baños del hotel y salió
junto con George en la caja de carga de una de las
camionetas de los proveedores de la fiesta. Ellos iban
felices, incluso disfrutando el peculiar momento.

Del hotel se dirigieron al aeropuerto. John les había regalado


su luna de miel y tenía un avión privado listo para llevarlos
a la isla de St. Barts en el Caribe, a un exclusivo hotel con
villas a la orilla del mar, ese mar de colores sorprendentes.
Cada villa tenía su propia alberca privada y era muy
conocido por su excelente servicio personalizado.

Después de 4 horas de vuelo en el que pudieron relajarse y


dormir un poco. Con los primeros rayos del sol el piloto les
notificó que estaban a punto de aterrizar, al abrir las
ventanillas del jet vieron la pequeña isla volcánica de St.
Barts rodeada de un color de mar inigualable, el avión bajó
hasta una playa cubierta de veleros y palapas en su blanca
arena, una vegetación sorprendente y varias montañas a lo
lejos, bajaron tanto al mar que de pronto parecía que
aterrizarían sobre el agua, pero al final de la playa justo
donde reventaban las olas se veía la pista de aterrizaje del
pequeño y exclusivo aeropuerto Gustav III.

Al abrir la puerta del avión ya estaba la gente de migración


y aduanas que subió a la aeronave para pedirles sus
pasaportes y darles la bienvenida a la isla. A solo unos
metros del jet estaba lista una camioneta land rover blanca
con un chofer y se encontraban subiendo las maletas a la
cajuela.

La camioneta los llevó por una angosta carretera entre


exótica vegetación salvaje hasta un pequeño cancel blanco
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que al abrirse mostró un camino rodeado de palmeras y al
final una preciosa villa de madera de un solo piso.
Un equipo de 6 empleados estaban sonrientes esperando a la
puerta con unos uniformes impecables listos para
presentarse y hacerles vivir las mejores vacaciones de su
vida.
La villa con una gran amplitud, una decoración
contemporánea con toques típicos caribeños y obras de arte
moderno se complementaba de maravilla con unos enormes
ventanales hacia la alberca infiniti y bajando solo 6
escalones estaba una playa privada de arena blanca y un mar
con 3 colores de azul, olas diminutas y rodeado por unas
montañas y gran vegetación.
Esos días serían una maravilla, disfrutando de la playa y la
alberca de la villa, aprovechando para tomar un paseo en
velero, recorriendo las calles de la isla, sus restaurantes y
algunos bares nocturnos pero un gran estelar serían las
espectaculares tiendas de la isla. En Gustavia y San Jean
disfrutaron de compras en las sorprendentes boutiques de
Hermes, Louis Vuitton, Chopard, Bulgari y Cartier.

A la mañana siguiente de la boda, como se tenía previsto, se


lanzó en todos los países de habla hispana el esperado
primer sencillo del nuevo disco, la canción “Puedes
tenerme” y como era de esperarse, las noticias de la boda
dieron mucho de que hablar, incluso un medio logró tomar
una foto muy lejana de la novia en el jardín del hotel y
pudieron ver que ahora lucía un cabello rubio.

Durante la semana de luna de miel, los novios no se dieron


cuenta del revuelo que estaba causando su boda en los
medios ni de la buena aceptación que tenía la recién
estrenada canción en la radio. Se dedicaron a vivir y
disfrutar su luna de miel en ese destino totalmente alejado la
prensa.

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CAPÍTULO 14
MANOS VACÍAS

Después de una semana entera disfrutando de las playas


color turquesa de St. Barts, de poder recorrer las calles del
pueblo sin sentir el acecho de la prensa y poder salir a correr
cada día y aprovechar el tiempo solos los dos, regresaron a
Miami.

Rentaron una casa en el sur, en la zona de Coral Gables, una


colonia muy tranquila con casas llenas de vegetación y de
un tamaño muy adecuado para la recién formada familia.
La idea era buscar un terreno para después construir una
casa a su propio gusto y en ese tiempo vivirían en esa casa
rentada.
La casa les gustó mucho por tener una fachada discreta y
cubierta por muchas plantas. La cochera era cerrada, así que
no se veían los autos y podían estar libres de los paparazzi.
Tenía un pequeño distribuidor que los dirigía a la sala
comedor de doble altura con un ventanal hacia el jardín. La
parte central era una enorme cocina con una sala de
televisión justo a un lado. En la segunda planta tenían dos
cuartos, uno destinado para visitas y una enorme recámara
principal con un vestidor que enamoró a la cantante:
enorme, muy iluminado y con gran espacio para guardar
zapatos, puertas de cristal templado que cubrían cada muro
que al abrirlas se encontraban gigantes espacios para colgar
ropa; al centro del vestidor estaba una isla de madera llena
de cajones y al fondo un enorme espejo de cuerpo completo.
Tenía también un gran baño con jacuzzi.
Los muebles los fueron comprando durante las semanas
previas a la boda, con la ayuda de decoradores que los
visitaron en el estudio de grabación mientras Marín
terminaba su disco.
La casa era perfecta para los recién casados.

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La emoción por llegar a la nueva casa e iniciar sus nuevas
vidas era mucha. Al llegar después del viaje ya los esperaba
una empleada doméstica con la cena lista para que se
terminaran de adaptar y al día siguiente comenzar con el
trabajo.

La primera junta de trabajo de Marín fue en las oficinas de


Sony Music, donde de inmediato le fueron presentados los
buenos resultados que estaba teniendo la canción en la radio
y posteriormente, confirmarle la agenda de promoción que
iniciaría al día siguiente.
Los siguientes dos días serían de ensayos con los músicos y
bailarines durante 5 horas por la mañana y después visitas a
estaciones de radio.

La gira de promoción arrancó visitando programas de radio


y televisión y dando entrevistas a medios de comunicación.
Las preguntas parecían ser las mismas en cada medio; la
presentación del disco, sus problemas con la prensa, las
sábanas blancas así como las evasivas de Marín al intentarse
tocar temas de su boda y vida privada.
La línea de ropa se lanzó esa misma semana. Sus fotografías
se veían en los aparadores de las tiendas en muchos centros
comerciales de todo el mundo.

El sencillo se comenzó a colocar muy bien en las listas de


popularidad. Se estrenó en primer lugar en varias estaciones
de radio de California, en México y Colombia y semana a
semana subía de lugar en otros países.
Marín tenía presencia en muchas revistas pues realizó
sesiones de fotos para varios medios en distintos países.

En California rentaron un autobús para ella, sus músicos,


bailarines y su equipo de trabajo. Viajaron por San Diego,
Los Ángeles, Hollywood, San José, Oackland, San
Francisco y Sacramento visitando programas y tocando en
  92  
eventos de estaciones de radio. En vivo, la gente estaba
aceptando muy bien el sencillo.
Siguieron este tour en carretera por Texas, visitando Austin,
San Antonio, Dallas y Houston y luego se fueron a Nueva
York donde dedicó una semana entera a la promoción hasta
que la alcanzó George para poder estar unos días con ella.

La gira de promoción siguió por Puerto Rico, República


Dominicana, Colombia y Venezuela. Luego visitó México y
sus principales ciudades.

El disco se estrenó y sólo durante el primer mes se


vendieron 750,000 copias, era un verdadero éxito.

“Manos vacías” se estaba convirtiendo en un éxito total. Por


la telenovela que realizó con Televisa, la habían conocido en
más países como Brasil, así que aprovecharon para visitar
Sao Paulo y Río de Janeiro en la gira de promoción. Era
increíble que a pesar de que sus canciones eran en español,
el mercado de Brasil las había aceptado tan bien. Todos se
ponían a bailar al escuchar “Puedes tenerme”, el primer
sencillo de su segundo álbum.
La disquera decidió aprovechar la visita a Brasil para grabar
el video del segundo sencillo, “Hazlo”, un himno a las
mujeres con un ritmo muy bailable que impulsa a buscar la
fuerza interna y dejar de limitarse por ser mujeres o por
buscar la aprobación de los hombres.
Algunas escenas fueron grabadas en un estudio, donde se ve
a Marín cantando y bailando junto con su grupo de
bailarinas en un fondo blanco y con unas mangueras de
bombero desde las cuales salía pintura color neón.
Las escenas de exterior se grabaron haciendo cosas
extremas, como manejar un bote de alta velocidad por las
costas de la ciudad, realizaron tomas de unas ciclistas
bajando en una sola llanta las famosas escaleras Selarón de
una favela, Marín realizó tomas en una motocicleta por los
  93  
túneles de la ciudad y al final, realizaron otras tomas
brincando desde la montaña del Pan de azúcar en un
parapente, planeando sobre la hermosa vista de Río de
Janeiro.
Después de Brasil, la gira de promoción siguió por
Argentina, Uruguay y en Perú, le entregaron
reconocimientos por alcanzar el millón de discos vendidos.

El éxito ya era innegable. Las invitaciones para ir a


programas de televisión, radio o para entrevistas eran cada
vez más. Sus fanáticos se amontonaban para recibirla en los
aeropuertos.
La calidad de los viajes fue mejorando, ya que los vuelos
ahora eran de primera clase, por lo que podía descansar un
poco más durmiendo en cada vuelo. Los hoteles
comenzaban a ser también de mejor categoría y en algunos
casos, las reservaciones incluían lujosas suites.
En muchos de los países donde llegaba, las marcas locales le
hacían regalos para que usara sus prendas o accesorios
durante la promoción. La venta de la marca española de ropa
iba muy bien y Marín se estaba posicionando también como
una trender en la moda.
Los paparazzi de cada país eran más y más insoportables.
Parecía que no tenían suficiente con las entrevistas que daba
a los demás medios, siempre querían encontrarla en la calle,
buscaban la primera oportunidad para fotografiarla con un
hombre y comenzar chismes de si su matrimonio tenía
problemas al poco tiempo de casarse; querían en todo
momento hacerla molestar para repetir los episodios de las
sábanas blancas y hacer una nota sobre eso. La seguían
como su sombra.

Se lanzó el segundo sencillo y el éxito seguía muy fuerte.


Era un disco que tenía para dar mucho más y se veían venir
un muy buen número de sencillos exitosos.

  94  
Comenzó a presentar el disco en vivo en pequeños
auditorios y siempre se agotaban los boletos en tan sólo un
par de días.

Marín regresó a Miami para grabar el video de su tercer


sencillo y pasar unos días en familia.
El sencillo era “Tú”, una balada totalmente acústica para la
que grabaron, en un estudio, un video totalmente en blanco
y negro. Un video sencillo pero con una gran calidad visual
en un foro que simulaba un pequeño departamento donde
ella sola cantaba la canción cargada de gran melancolía.
Grabó algunas tomas dentro de una bañera, donde con gran
melancolía interpretaba parte de la canción.

Aprovechó para estar de lleno con su marido, cocinar para


él. Evitó por completo visitar algún lugar público, como
restaurantes o centros comerciales; sólo quería estar en paz
con su familia, su padre, sus hermanos y su esposo George.

Tres días después tomó de nuevo otro avión para continuar


con la promoción en España.

  95  
CAPÍTULO 15
PROMOCIÓN, PREMIOS Y UN GRAN SUSTO.

La gira en España fue muy intensa. Un club de fans se


enteró de la hora y en el vuelo en que llegaría a Madrid y
pasó la voz entre los demás clubes de fans; al llegar Marín al
aeropuerto madrileño de Barajas, se encontró con mares de
personas esperando su llegada, entre fanáticos y curiosos. La
salida a la camioneta que la llevaría al hotel le tomó más de
20 minutos, entre empujones, jalones, fotos y autógrafos.
Unos curiosos intentaron arrebatar una de las maletas al
equipo que viajaba con Marín, por suerte pudieron
impedirlo.
Fueron 20 minutos desesperantes, no veían ni dónde
terminaba el tumulto Los gritos eran desesperantes, la
jalaban todos, unos sólo por tocarla y pedirle una foto o
autógrafo, otros, dispuestos a tener algo de ella, aunque
fuera un cabello. La situación se tornó preocupante hasta
que llegaron a la camioneta y pudieron partir.

Las entradas y salidas de los hoteles comenzaron a ser un


problema similar, los fans se enteraban en qué hotel se
hospedaría y la esperaban para pedir fotos y autógrafos. El
problema crecía con los curiosos que se sumaban a los fans,
pues no tenían tanto respeto.

Marín no contaba con equipo de seguridad, sólo


aprovechaba la seguridad de los eventos o lugares en los que
se presentaba para que la ayudaran a pasar más rápido entre
la gente.
Visitó Valencia, Sevilla, Bilbao, Zaragoza y Barcelona antes
de regresar a Madrid. En casi todas estas ciudades los
grupos de gente se hacían presentes en las calles, pidiendo
fotos así como uno que otro anti fan que a lo lejos le gritaba
alguna crítica por su trabajo.

  96  
A lo largo de la gira, en distintos países la gente llegó a
salirse de control. Durante una visita en la Ciudad de
México, Marín visitó un restaurante de la colonia Roma con
una terraza sobre la calle, cuando la gente la reconoció al
pasar por la calle, comenzaron a entrar a la terraza grupos de
10 o hasta 20 personas para pedir fotos. Fue imposible
comer y los comensales de las otras mesas mostraron su
enorme inconformidad. La gente no dejaba de entrar, Marín
accedía a tomarse fotos o firmar autógrafos, pero era una fila
que parecía no terminar.
En Buenos Aires visitaron un centro comercial en el norte
de la ciudad. Al principio, todo parecía ser un relajante
paseo para distraerse de la apretada agenda de promoción
pero no tardó la gente en reconocerla y pedirle fotos y
autógrafos. Más gente se juntaba hasta que entró a una
tienda, pues parecía que no la dejarían nunca y pidió le
permitieran salir por la puerta trasera.
Donde prefería ir cubierta con gorra, lentes y ropa muy
discreta era en los aeropuertos, pues llegó incluso a perder
vuelos por estar atendiendo a la gente o a los reporteros.
Y qué decir de los paparazzi, que a donde fuera, no dejaban
de seguirla. Tener unos minutos de descanso y privacidad
parecía algo imposible de lograr.

A su regreso de España estaría 3 días en Miami para asistir a


la entrega de premios de la revista Billboard en español
donde tenía 4 nominaciones y luego seguiría con la
promoción en Puerto Rico, donde lanzaría el nuevo sencillo
y el video.
El vuelo llegó a Miami el miércoles por la tarde y la entrega
de premios era el jueves por la noche, así que tenían el
tiempo justo para preparar todo para la alfombra roja y su
interpretación en la entrega de premios.
Del aeropuerto se fueron hasta su oficina, donde ya estaba el
diseñador de su vestuario y el equipo de estilistas que la
prepararían. Tenían 3 vestidos que habían seleccionado en
  97  
fotos y 2 propuestas para el cambio en el show; cantaría en
vivo su segundo sencillo “Hazlo”.
Marín se probó cada propuesta de vestuario y le tomaron
fotos para analizar los looks, platicaron de los rumores de
qué tipo de vestido estarían llevando las otras estrellas que
iban a desfilar en la alfombra roja para tomar la decisión
final.
El look ganador para la alfombra roja fue un vestido Versace
de 2 piezas que se había presentado en un desfile unos días
antes. Después de las pruebas de peinado, era tiempo de
dormir y tratar de acostumbrarse al cambio de horario, ya
que tenía un jetlag terrible por el horario de España, en
Miami apenas eran las 6 de la tarde y Marín estaba
muriendo de sueño.
Por fin llegó a casa a las 10 p.m., una casa triste y sola
porque George, su esposo, estaba en Londres esa semana
atendiendo unos compromisos de trabajo. Afortunadamente
su visita a Miami estaba llena de actividades por la entrega
de premios y no sentiría tanto su ausencia.

El jueves, el día de la premiación, las actividades


comenzaron muy temprano; a las 9 a.m. tenía cita en el
American Airlines Arena de Miami para la prueba de sonido
del show.
Puntual llegó junto con sus músicos y bailarines, reconoció
el escenario, ensayaron 6 veces la canción que interpretarían
en vivo, hicieron algunos ajustes y dejaron el escenario
hasta estar seguros de que la interpretación de esa noche
sería espectacular.
De ahí, Marín se trasladó hasta el estudio de su estilista,
donde ya la estaban esperando con fruta, 48 horas antes de
cada alfombra roja, sólo comía fruta y semillas para lucir
muy bien en vestidos muchas veces una talla más chica de la
que usa normalmente.
El ritual comenzó con un tratamiento de humectación facial
y un bronceado con aerosol, un tono muy leve para dar algo
  98  
de color, le retocaron el color rubio del cabello y aplicaron
nuevas extensiones para dar más volumen y longitud y
comenzó también el proceso de maquillaje y peinado.

En la alfombra roja pasaría con ella Linda, su asistente


personal, para ayudarle a coordinar entrevistas con los
medios y asistirle con cualquier ajuste con el peinado y
vestuario. Junto con ellas estaría su manager, Steven Grant,
que sería quien estuviera sentado junto a Marín durante la
entrega de premios.
Los citaron para llegar a la puerta del American Airlines
Arena a las 7:15 p.m. en el vehículo con el que entrarían a la
alfombra roja. Decidieron hacerlo en una camioneta negra
BMW X5 propiedad de la disquera. La camioneta tenía
colgando del retrovisor un cartel que les entregó Billboard
junto con las invitaciones, en el que indicaba cuántas
personas podían entrar en el carro para la alfombra roja. El
equipo de seguridad lo validaba y los dejaría entrar a la fila
de autos llenos de artistas. Ese tipo de filas suele llevarse
mucho tiempo, los autos van avanzando hasta llegar a la
alfombra roja, donde esperan hasta que el staff encargado da
la señal de abrir la puerta, bajar del auto y comenzar el show
ante las cámaras.
Llegó el momento y Marín bajó más hermosa que nunca,
con su vestido Versace, un falda negra a la cintura con
mucho vuelo hasta el piso y un top de metal color dorado
que dejaba ver un par de dedos de piel entre la falda y el top,
así como su bronceada espalda alta, hombros y brazos.
Lucía unos sexys y altos zapatos negros y un bolso de mano
dorado con las uñas de color negro. De joyería llevaba
puestos unos aretes de oro con un enorme cristal dorado de
silueta redonda que hacían juego con un anillo del mismo
estilo y un juego de 5 cadenas de oro de distintos grosores
en la muñeca derecha. Su cabello rubio y abundante, con un
estilo despeinado, acompañado de algunas trenzas. El
maquillaje se basó en tonos dorados metálicos.
  99  
Al bajar del auto, Marín avanzó hasta el punto marcado por
el staff de la alfombra roja para posar para las decenas de
fotógrafos que estaban ahí, después, se incorporó a Linda su
asistente y a su manager, Steven Grant, quienes ya le iban
indicando qué medios de comunicación presentes en la
alfombra roja la estaban esperando para una breve
entrevista. Marín tenía las nominaciones a artista femenino
del año, álbum solista latino pop del año, canción del año y
el premio tu mundo. Entre cada entrevista aprovechaba para
saludar a sus seguidores entre las miles de personas que
estaban en las gradas disfrutando de la alfombra roja.
Después de 30 minutos cruzaron toda la alfombra roja y
entraron al American Airlines Arena. Sólo Marín y Steven
tenían lugares asignados para entrar, así que Linda se fue al
backstage para coordinar que estuviera todo listo para la
presentación.
Los lugares de Marín y Steven estaban junto a el cantante
colombiano Juanes, el español Alejandro Sanz, Thalía y
muchos más artistas latinos. A gran parte de ellos ya había
tenido oportunidad de conocerlos ya que habían coincidido
en otros eventos, festivales musicales o en algún programa
de televisión.
La entrega de premios comenzó con una estupenda
interpretación de Ricky Martin, después siguieron algunas
entregas de estatuillas hasta que llegó el turno de su
nominación como artista femenino del año. Alejandro Sanz
fue el encargado de nombrar a los nominados y el momento
a Marín le parecía eterno. Sonreía para disimular su estrés,
pues había cámaras tomándola para ver su reacción. Por un
instante pareció que el sonido había desaparecido del lugar,
sólo veía enormes reflectores iluminando hacia ella entre la
multitud y veía en las pantallas del escenario los rostros de
las otras cantantes nominadas al mismo premio, de pronto la
adrenalina subió, el sonido regresó, los gritos y sí, ella había
ganado: “El premio Billboard a la artista femenina del año
va para Marín” fue lo que pudo escuchar decir a Alejandro
  100  
Sanz. Feliz abrazó a su manager, a su mente vinieron todas
esas desveladas, esos viajes interminables en las giras de
promoción, esas primeras juntas con la disquera, su
programa de televisión, su vida en Italia, vio pasar tantos
momentos mientras caminaba entre la gente para subir al
escenario. Por fin pudo tener al premio en sus manos
después de abrazar a Alejandro Sanz —Wow qué momento,
gracias a tanta gente, a mi manager, mi equipo que siempre
están trabajando de la mano conmigo buscando hacer las
cosas diferentes, a mi disquera por confiar, a mis fans tan
entregados en tantos países, a mi familia, mi padre mis
hermanos y a toda esta gente latina que me han aceptado tan
cariñosamente y me hacen sentir más latina, gracias, gracias,
muchas gracias—pasó acompañada por unas modelos a la
parte trasera del escenario donde estaban Linda, Larry su
estilista, sus músicos y sus bailarines ya listos para salir al
escenario más adelante. Todos la abrazaron y felicitaron por
ese gran logro.
El tiempo estaba justo, así que ya no regresó a las sillas del
auditorio, directamente pasó a su camerino para prepararse
para su interpretación. Retocaron su maquillaje y peinado y
le pusieron el vestuario para la canción que interpretaría.
Tocaron la puerta del camerino fuertemente y abrió el floor
manager del evento —5 minutos para entrar al escenario—.

Las luces del enorme escenario se apagaron y de pronto se


prenden las pantallas, suena una música electrónica con gran
potencia, aparecen importantes mujeres en las pantallas en
algunos de sus momentos más memorables, jeroglíficos
egipcios, los rostros y el nombre de Cleopatra, Juana de
Arco, Frida Kahlo, Evita Perón, Grace Kelly, la princesa
Diana de Gales y la madre Teresa de Calcuta, algunas
incluso con videos de algún momento importante en sus
vidas y sale un letrero enorme en todas las pantallas: tú
también HAZLO. En eso, sonaron los primeros acordes de
la canción “Hazlo”, los reflectores iluminaron a los pasillos
  101  
entre la gente y entró un grupo de motocliclistas con casco
en potentes motos y subieron al escenario por una rampa,
hicieron algunas piruetas, quemaron llanta. Las cámaras se
encargaron de revelar que quienes manejaban las
motocicletas eran atractivas mujeres y acompañando a una
de las motociclistas estaba Marín, quien bajó de la moto
cantando su segundo sencillo del disco “Manos vacías”. Iba
con un ajustado pantalón negro de piel a la cintura, zapatos
negros de tacón y un bra negro de piel mostrando un
abdomen bronceado y muy bien trabajado. Complementó su
vestuario con un chaleco de pequeños brillantes de cristales
Swarovski que brillaban como diamantes con las luces del
escenario. Se sumaron a ella más de 20 bailarinas y su banda
de músicos, otras bajaron del techo con arneses y al final de
la canción, unas mangueras estilo bombero lanzaron una
lluvia de confetis metálicos de colores.
La gente terminó de pie ovacionando la presentación.

Justo después del número de Marín siguió la entrega del


premio a la canción del año, premio que se llevó con su
éxito “Quédate conmigo”. A los pocos minutos le
entregaron también el premio por el álbum solista latino pop
del año, ni siquiera pudo tener tiempo para cambiarse de
vestuario y subió al escenario a recibir estos dos premios
con el mismo que usó en la presentación.
Fue una gran noche. Regresó al camerino para ponerse de
nuevo el vestido que usó en la alfombra roja y se dirigieron
al hotel Biltmore al sur de Miami para la fiesta de los
premios. Un enorme salón decorado con luces azules y salas
de terciopelo morado, centros de mesa con orquídeas
blancas y moradas y al centro del salón había un enorme
adorno de cientos de disco balls, de diferentes tamaños,
llenas de cristales que iluminaban el gran salón mientras
giraba, cada una, a velocidades según el ritmo de la música.
Meseros iban y venían con charolas llenas de canapés y
champagne.
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Estaba lleno de los principales ejecutivos de su disquera, así
como de grandes productores, músicos y artistas. Fue una
magna celebración en la que Marín no dejó de recibir
buenos comentarios por su presentación y por sus 2 discos.
Incluso, varios productores le dejaron sus datos y
demostraron gran interés por trabajar con ella en su
siguiente disco.
A las 5 a.m. la fiesta terminó; Marín, feliz pero cansada,
regresó a casa.

El chofer de la disquera la acompañó hasta adentro de la


casa para dejar en la mesa del recibidor sus 3 premios
Billboard de la noche y se retiró. Marín se quitó su abrigo y
lo dejó en la misma mesa. La casa sola, ya casi a punto de
amanecer, con una paz total. Pasó a la cocina para llevar un
vaso con agua a la recámara, tenía sólo 5 horas para dormir
y comenzar a hacer maletas, pues debía tomar el viernes un
vuelo a San Juan de Puerto Rico para seguir con la
promoción.
Ya por fin en su recamara se dispuso a descansar toda la
adrenalina de los último días.
Entró al vestidor para cambiarse, pero al abrir la puerta, vio
con sorpresa que algunas prendas de ropa estaban en el piso,
le pareció extraño, porque ese día se había arreglado en el
estudio de su estilista, desde la mañana no había entrado al
vestidor ni había nadie en la casa. Entró para recoger lo que
estaba en el suelo y al agacharse sintió el temor más grande
de su vida, percibió la presencia de alguien que se movía
velozmente atrás de ella y cerraba la puerta del vestidor;
volteó y horrorizada, se dio cuente de que no estaba sola.
Recargado sobre la puerta que comunica el vestidor con su
recámara estaba un hombre alto y muy delgado, vistiendo
sólo unos calzoncillos blancos. Tenía un aspecto terrible,
con los ojos rojos y la boca entre abierta, era evidente que
estaba bajo el efecto de alguna droga. El hombre la miró con
una felicidad que alcanzaba a verse enfermiza, para mayor
  103  
preocupación, se percató Marín que el hombre tenía en su
mano derecha un revólver.
En un solo segundo Marín comenzó a pensar en sus
opciones para escapar. Su celular estaba fuera del vestidor
en el cuarto, así como cualquier otro teléfono; la salida
estaba bloqueada por su asaltante y atrás de ella sólo estaba
el baño.
El hombre se acercó hacia ella con una mirada aterradora —
Marín, Marín, eres mía. Estamos los dos solos y así
estaremos toda la vida, los dos— Repetía el hombre
mientras se acercaba.
La acorraló contra la puerta del baño y se recargó sobre ella,
su cuerpo, sumamente delgado y pálido como la leche,
cubierto de sudor. Comenzó a besarla en el cuello y con la
mano izquierda detenía la mano derecha de su víctima. En
eso, Marín con la mano izquierda tomó fuertemente la
muñeca de su asaltante con la que sostenía el revólver y la
llevó hacia la pared, en ese mismo instante, con la rodilla lo
golpeó lo más fuerte que pudo en la entrepierna. El hombre
se dobló de dolor y se dejó caer hacia el piso. Marín no soltó
lo muñeca del hombre que al caer entreabrió la puerta del
baño. El brazo con la pistola del hombre quedó dentro del
baño y el resto del cuerpo en el vestidor. Marín tomó la
manija de la puerta y la jaló con todas sus fuerzas para
cerrar con la mano del hombre adentro. Lo hizo 2 veces
mientras el hombre gritaba fuertemente hasta que soltó el
arma. Marín no pudo recoger el arma porque estaba dentro
del baño mientras ella estaba en el vestidor y el hombre en
medio de ambos, Pateó lo más fuerte que pudo al hombre en
el estómago y él comenzó a gritar e insultarla —Maldita
perra, te voy a matar—, logró tomarla de un tobillo. Marín
volteó a su alrededor y logró ver junto a ella los palos de
golf de George, tomó uno y golpeó fuertemente al hombre
en la cara. El hombre gritó y la soltó, mientras un chorro de
sangre le salió de la nariz. Lo golpeó nuevamente 2 de veces
en la cabeza con todas sus fuerzas hasta que el hombre dejó
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de gritar y cayó de cara al piso. Temblando salió corriendo
del vestidor y luego de su cuarto; pensó que lo había
matado. Tenía miedo de que hubiera más gente en el interior
de su casa y bajó corriendo las escaleras, entonces lo
escuchó gritar y correr. Antes de que Marín lograra abrir la
puerta de la calle para salir, sonó un disparo, un ruido
ensordecedor, de pronto, el miedo fue mucho mayor— ¿Me
disparó?—
Volteó espantada hacia la escalera, esperando ver al hombre
detrás, pero no vio nada. No sintió dolor alguno de que le
hubiera disparado. En eso el cuerpo del hombre cayó por las
escaleras cubierto de sangre, se resbaló algunos escalones
boca abajo y un charco de sangre comenzó a escurrir hacia
la planta baja. Marín se fue hacia la puerta de la calle y salió
gritando, pidiendo ayuda a alguno de sus vecinos.
Por suerte, Miami es una ciudad donde el deporte marca la
rutina de muchos de sus habitantes y como eran casi las 6
a.m. las calles ya comenzaban a llenarse de corredores que
salían para comenzar su rutina de ejercicio. Un hombre que
pasó corriendo no dudó en ayudarla, era un americano que
vivía a 2 casas de Marín e inmediatamente la llevó a su
hogar para llamar desde ahí a la policía y a su familia.
John y sus hermanos, Sophia y Bruno, no tardaron ni 15
minutos en llegar por Marín. La acompañaron en la casa del
vecino mientras la policía inspeccionaba la casa en busca de
más involucrados o pistas de lo acontecido.
Decidieron llevar a Marín lo antes posible a rendir su
declaración al departamento de policía antes de que llegara
la prensa y nos los dejara trabajar.
Marín seguía sumamente alterada, aterrada por lo que
acababa de vivir. Entró al departamento de policía aún
vistiendo las prendas con las que unas horas antes estaba
desfilando por la alfombra roja de los premios Billboard.

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Linda, su asistente, fue a la casa inmediatamente para
recoger las cosas de Marín antes de que la policía les
impidiera entrar.
Marín se fue a recostar un par de horas a casa de su padre y
se fue al aeropuerto para tomar un vuelo a Puerto Rico.

La policía encontró que el hombre había forzado una puerta


del jardín y entró a la casa. Era un hombre cubano, de 45
años, fanático de la cantante y con un desorden mental, ya
tenía cargos de violencia contra otras mujeres. El hombre se
disparó en la cabeza y cayó muerto en las escaleras.

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CAPÍTULO 16
CROSSOVER
George, al enterarse de lo acontecido, voló desde Londres a
Puerto Rico para alcanzar a su mujer y la acompañó a
Republica Dominicana y Venezuela. A su regreso a Miami
ya no querían regresar a la casa del suceso, buscarían un
nuevo hogar.
Fue, como era de esperarse, un suceso muy comentado por
la prensa. La casa de la cantante salió en todas las revistas
de espectáculos así que era imposible regresar ahí, además
de los malos recuerdos que generaba lo sucedido.
Ya tener un equipo de seguridad era indispensable para ella.
John, su padre, se estaba encargando de armarlo para que, en
cuanto regresara de Venezuela, comenzara a hacerse
acompañar en todo momento por guardaespaldas.

Mientras estaban en la promoción del tercer sencillo en


Caracas, Venezuela, el manager de la cantante recibió una
llamada muy buena. En Sony Music estaban sumamente
contentos con el éxito de los 2 primeros discos y los premios
recibidos en las recientes fechas, así que Tommy Mottola, el
director de la disquera, quería que el tercer disco fuera el
producto estrella de Sony el año entrante con un
lanzamiento a nivel mundial.
Arreglaron una cita en uno de los estudios de la disquera en
Nueva York para la siguiente semana. Les pidió que
prepararan con sus músicos la canción “Come Together” de
los Beatles y la canción “You Oughta Know” de Alanis
Morissette en inglés y con arreglos nuevos.
Era una gran oportunidad, ese nuevo disco podría significar
ser una nueva estrella a nivel mundial.
Hicieron cambios en su itinerario y en lugar de regresar a
Miami volaron a Nueva York con todo el equipo de trabajo
de Marín, así como su nuevo equipo de guardaespaldas. Se
hospedaron en el hotel W de la gran manzana y en uno de
los salones del hotel montaron un escenario con la banda
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para hacer los arreglos de las canciones y ensayar,
trabajaron en ellas día y noche pues quería sorprender al
ejecutivo de la disquera.

Llegó el día de presentar los temas. Era en un estudio en el


bajo Manhattan, en un segundo piso, parecían oficinas con
mucha seguridad, pero al fondo había un estudio de buen
tamaño. Los músicos se acomodaron, hicieron una prueba
de sonido y acomodaron unos sillones para 12 personas
frente a ellos.
Con gran puntualidad llegó el señor Mottola acompañado de
otros 8 ejecutivos y se acomodaron en los sillones para
escuchar las canciones.

Interpretaron ambas canciones con los nuevos arreglos


dejando a los ejecutivos asistentes con la boca abierta.
El señor Mottola se levantó, aplaudió y pidió que Marín y su
manager los acompañara a la sala de juntas.

Ahí les mostró el nuevo contrato, era por 45 millones de


dólares. 3 discos con el nivel de producción más alto de la
disquera que serían los productos estelares para promocionar
a nivel mundial; una gira de conciertos internacional de gran
presupuesto, todo un equipo elite para acompañarla y
producirla, un equipo de seguridad las 24 horas, un
presupuesto millonario para vestuario, un jet privado y
varias propuestas de alianzas comerciales con otras marcas.
Firmaron muy entusiasmados y después se fueron a cenar a
un restaurante italiano. Tommy Mottola estuvo toda la
noche platicando con Marín sobre sus planes y las ideas que
tenía para el siguiente disco. Marín estaba sorprendida, ya
tenía todo planeado y lo mejor es que le gustaba mucho lo
que tenía en mente. Seguro sería una gran producción, un
nivel completamente distinto al de sus producciones
anteriores.

  108  
A su regreso a Miami, Marín y George se pusieron a buscar
su nueva residencia. Después de varios días de recorrer
junto a agentes inmobiliarios las calles de las zonas que les
gustaban, por fin encontraron la casa de sus sueños. En la
zona de Coconut Grove al sur de Miami, una propiedad en
la calle de Bayshore, una calle muy tranquila y privada, casi
frente al parque Kennedy, con muros muy altos y cubiertos
de plantas, un terreno de 1.5 acres con una hermosa mansión
de 1910 que había sido la casa de John Peacock, el fundador
de Cononut Grove. La residencia tenía 5 recámaras, 5 baños,
grandes salones para sala y comedor, espacio para la gente
de servicio, un gimnasio y un gran jardín. Compraron la
casa en $3millones y medio de dólares y destinarían otros 2
millones en remodelación. Los siguientes meses estarían
fuera de Miami para grabar el tercer disco de Marín, así que
aprovecharían para realizar todas las adecuaciones.
Para el nuevo proyecto de Marín a nivel mundial requeriría
de un nuevo equipo de trabajo dedicado sólo a ella; la
seguridad, la logística, la producción de los shows, el
manejo del vestuario, agentes promotores, las alianzas
comerciales, etc. Para ello montó sus propias oficinas, a
unos 10 minutos de la que sería su casa, en la zona de Coral
Gables, una zona llena de restaurantes, tiendas y bares
locales. No era una zona turística, era una zona más bien de
oficinas. En el edificio Alhambra, una construcción de
arquitectura tipo mediterráneo, lleno de ventanales de estilo
español, frente a una calle llena de palmeras y grandes
camellones con vegetación, montaría un estudio de
grabación, un estudio para practicar sus coreografías y las
oficinas desde las que coordinarían todo lo de su nuevo
proyecto discográfico.

Los siguientes meses, George y Marín vivieron fuera de


Miami. Tenían programado estar en Los Ángeles, Nueva
York y terminar con una temporada en Londres. Marín

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grababa su tercer disco mientras George continuaba
atendiendo las actividades de su negocio en esas ciudades.

Había sido un gran año: 4 canciones en los primeros lugares,


portadas en revistas en 7 países, la línea de ropa
vendiéndose muy bien; matrimonio, su familia reunida,
nueva casa por remodelar; oficinas por estrenar, un nuevo
equipo de trabajo por armar y un contrato de 45 millones de
dólares con lo mejor de la disquera para preparar su próximo
disco, señalaban que lo mejor estaba por comenzar.

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