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Los residuos plásticos se han vuelto en los últimos años los más abundantes en todo el mundo y…
¡los más peligrosos! Se trata de un material que apareció en la década de los años 50 como un
gran descubrimiento. De hecho, se instaló en nuestras vidas para siempre y es el gran protagonista
de todo lo que hacemos.
¿Dónde encuentras plástico desde que te levantas hasta que te acuestas? Piensas sobre ello
porque… ¡te vas a sorprender! Y sorprendidos están también los científicos, quienes ven cómo año
tras año la acumulación de este material en el medioambiente es cada vez mayor (con las
consecuencias que esto provoca en el planeta).
Imagina dejar en mitad del campo o del mar una botella de plástico repleta de químicos en
descomposición. A este problema se le suma que no es solo una, ¡sino miles de millones!
El impacto medioambiental del plástico provoca daños a los ecosistemas de todo el mundo. Su
desaceleración también depende de ti.
Sobre esto hablaremos en este post. Sobre los plásticos y su impacto medioambiental, pues
debemos conocer:
Cuáles son los problemas con los que nos vamos a encontrar si no evitamos su uso.
Para entender cuál es el impacto medioambiental de los plásticos, debes saber que por un lado,
hablamos del daño que hacen a las especies de todo el planeta, especialmente a las marinas y, por
otro, del impacto visual que generan allá donde se acumulan.
Seguro que has ido caminando por la playa o el campo y te has encontrado con bolsas de plástico,
envoltorios de snacks o bollería, envases de comida… ¡Stop! Debemos acabar con todo esto.
Los problemas ambientales con el plástico se basan principalmente en dos cuestiones que ya
hemos mencionado; su lenta degradación y la composición química de la que están fabricados. Y
es que, según datos aportados por la Fundación Aquae:
Una bolsa de plástico de las que usamos en la compra tarda en degradarse 150 años.
Una botella de esas que encontramos en los supermercados más de 1.000 años.
¿No te parece una locura? Imagina que lo tuvieras que guardar en tu casa durante todo ese
tiempo. Definitivamente, no podrías vivir en ella, y justo esto es lo que les está pasando a muchas
especies marinas de nuestro planeta. Y la principal razón es porque no se para de producir:
En una primera instancia se apostó por el reciclaje como solución al impacto ambiental del
plástico. Pero esto ya no es suficiente ni efectivo.
¡Hay que encontrar alternativas que lo sustituyan! Mejor dicho, hay que concienciar a la población
de que ya existen alternativas a este material, que satisfacen nuestras necesidades y evitan los
daños del plástico al medio ambiente.
Si hablamos sobre cuáles son los efectos del plástico en el medioambiente, o sobre cómo afecta el
plástico en el planeta, debemos analizar qué sucede en tierra, mar y aire. Los 3 grandes territorios
que desde la antigüedad todos los países han querido conquistar, y que hoy día lo han hecho a
base de la contaminación de este material.
Tierra:
Cuando un envase, bolsa o botella de plástico cae al suelo, rápidamente se produce la liberación
de sustancias tóxicas que van a dañar sus propiedades. Y no solo eso, lo más probable es que se
acaben filtrando por el subsuelo, afectando así a las aguas subterráneas y nutrientes del suelo.
Como consecuencia todas las especies que se alimenten de ese agua o de las plantas que crecen
en él, acabarán dañadas.
Mar:
Los daños que causa el plástico al medio ambiente en el mar son quizá los más visibles. Se puede
decir que se han convertido en los grandes vertederos de este material a nivel mundial. A raíz de
esto, muchos animales aparecen enredados e incluso asfixiados por este tipo de residuos.
Y, por si fuera poco, cuando el plástico entra en contacto con el agua se liberan compuestos
altamente contaminantes y peligrosos como el bisfenol A, lo cual acaba con la vida de muchas
especies marinas.
Aire:
Si hablamos sobre el impacto medioambiente del plástico, y en concreto en el aire, tenemos que
diferenciar entre su fabricación y su quemado. Son las dos grandes fuentes de contaminación en
este medio. Tanto en un caso como en el otro, se liberan toxinas bastante perjudiciales para
nuestro entorno y nuestra salud.
Con todo lo que hemos hablado hasta ahora ya te puedes hacer una idea de por qué el plástico es
malo para el medioambiente, pero ¿qué te parece ahora si enumeramos algunos de los problemas
que generan de forma más concreta? Veamos cuál es el impacto ambiental del plástico en
nuestras vidas.
Problemas cutáneos. Hay ciertos compuestos químicos del plástico que pueden ser
absorbidos por nuestra piel, lo cual es bastante peligroso y suele desencadenar el
problemas dermatológicos.
Formación de islas de basura. Ya hay algunas de ellas en el Pacífico y parece ser que
debido a la acelerada fabricación de envases, envoltorios, bolsas y otros productos de
plástico, no serán las únicas.
¿Comprendes por qué son contaminantes los plásticos? En esta materia nos estamos enfrentando
a un gran problema que está sin resolver, ni hay perspectivas de ello. El impacto ambiental del
plástico cada vez es más arrollador y hay muchas vidas en juego por esta causa.
Te invitamos a reflexionar y a pensar en qué puedes cambiar hoy mismo tu estilo de vida para
contribuir de forma positiva a esta situación. Con nuestras alternativas a los productos plásticos
de un solo uso puedes tomar acción desde ya mismo. ¡Déjanos tu contacto si quieres saber
cómo!
La contaminación plástica es un problema ya conocido por todos, pero es sorprendente como cada
día llegan a nuestros oídos más noticias de lo grave que se está volviendo la cuestión de los
plásticos. Sin duda, podríamos decir que tras el cambio climático el tema de los plásticos en el
medioambiente es el problema ambiental más serio de nuestros tiempos. Tanto es así, que los
científicos ya no dudan en llamar a esta era geológica, la era de los plásticos.
Por todo ello, en EcologíaVerde queremos hablarte de la contaminación por plásticos: causas,
consecuencias y soluciones a este grave problema medioambiental.
La palabra plástico procede del griego plastikos que significa moldeable. Este término hace
referencia a una de las principales características de este material. Los plásticos son materiales
orgánicos, es decir, están formados por átomos de carbono. El plástico deriva de materias primas
naturales como la celulosa, el carbón, el gas natural, la sal o el petróleo. Debido a su maleabilidad
y/o plasticidad, se ha convertido en el material moderno preferido de fabricación. Actualmente,
encontramos plástico en casi todos nuestros objetos de la vida cotidiana (coches, móviles,
electrodomésticos, material para oficina, etc.). Además, es resistente y tiene una larga vida.
La historia de los plásticos comenzó con Alexander Parkes, cuando en 1855 inventó la parkesina o
celuloide, conocido especialmente por su uso en la industria cinematográfica. Además, entre 1838
y 1972 comenzó a fabricarse el policloruro de vinilo (PVC), plástico que actualmente usamos sobre
todo en la fabricación de tuberías. Finalmente, en 1907, Leo Baekeland creó la baquelita, el primer
plástico realmente sintético. Posteriormente y con la revolución de la industria química se
empezaron a sintetizar plásticos a partir de la modificación de las características químicas de
materiales naturales como el caucho, la nitrocelulosa, el colágeno o la galalita y así hemos llegado
Sobreconsumo de plásticos: probablemente sea la causa principal, dado que hoy en día,
no es raro ver cómo la mayor parte de los productos que compramos están hechos o
contienen plástico. Nuestra comida está envuelta por numerosos plásticos y compramos
más plástico para llevarla a nuestras casas, como las bolsas de plástico. A esto hay que
sumarle los plásticos de un solo uso, como pajitas, bastoncillos de los oídos, bolsas y
botellas de plástico, vasos, platos y cubiertos desechables. Estos productos plásticos son
fáciles de fabricar, fáciles de usar, pero muy difíciles de eliminar. El consumo de estos
plásticos hace que nuestra basura se incremente día tras día.
Mala gestión de los residuos plásticos: aunque el reciclaje es bueno en sí mismo, pues es
una medida correctora y preventiva de la contaminación, no es suficiente para evitar que
los plásticos terminen en los océanos, la tierra o los ríos. Según algunos informes, solo el
14% de toda la basura plástica se recicla, por lo que el 86% restante se almacena en
vertederos, se quema (lo cual contribuye al efecto invernadero) o directamente se vierte a
los océanos y a otros espacios naturales. También hay que añadir que no todos los
plásticos se pueden reciclar, es decir, no pueden ser una materia prima otra vez.
Desgraciadamente, algunas mezclas plásticas son muy complejas y la tecnología para
separarlos es muy cara y escasa. Ante esta realidad, muchos países desarrollados venden
la basura plástica a países menos desarrollados donde se deshacen de ella, posiblemente
arrojándola al mar o enterrándola en el subsuelo.
Ineficacia de las plantas de tratamiento de agua: este apartado está muy ligado con el
anterior. En el caso de las depuradoras de agua, los plásticos grandes sí que pueden
quedar retenidos en alguna de las fases del tratamiento, sin embargo, es mucho más difícil
conseguirlo con los microplásticos. Muchos microplásticos, como fibras textiles
sintéticas, nurdles, microesferas, films, microplásticos secundarios o incluso los
biosoportes (dispositivos que permiten el anclaje de comunidades bacterianas que
depuran las aguas residuales) de las propias depuradoras de agua, no pueden ser
eliminados en ellas, pues tienen un tamaño mucho más pequeño que los poros de los
filtros usados en ellas. Consecuentemente, estos microplásticos terminan en los ríos y
mares incrementando la cantidad de plásticos en el ambiente natural.
Los plásticos pueden contaminar el medio por diversos medios y vías. En primer lugar, los
desechos plásticos que genera la sociedad pueden ser reciclados, almacenados en
vertederos, quemados o vertidos directamente al medio. Aquellos que permanecen en
vertederos o en el medio natural poco a poco se van degradando y transformando en
microplásticos que pueden quedar retenidos en el suelo, ser dispersados por el viento o
bien llegar a ríos, lagos y mares por la escorrentía superficial o riadas tras fuertes lluvias.
También, hay plásticos que acaban directamente en el mar por vertidos intencionados o
accidentales, como las redes de pesca o pérdidas de cargamento, y por aguas residuales
procedentes de puertos, barcos o industrias pesqueras.
Islas gigantes de plásticos: la basura en los océanos ha llegado a crear enormes islas de
plástico en los grandes océanos de la Tierra. Actualmente, existen 5 islas que se han formado
allí donde confluyen las corrientes oceánicas. La isla más grande es la del Pacífico, que cuenta
con un tamaño similar al de España, Francia y Alemania juntas.
Pérdida de biodiversidad: la ingesta de plásticos por los animales les provoca laceraciones,
heridas internas e incluso la muerte. Pero los organismos acuáticos no solo mueren por su
ingesta, en otros casos mueren por quedar atrapados, por ejemplo, en redes de pesca
abandonadas, o sufren la malformación o la amputación de extremidades por la misma razón.
También puede afectar a la fisiología de los animales. En algunas tortugas marinas se ha
observado que debido a los plásticos que tienen en su estómago e intestinos, flotan y, por
tanto, no pueden hundirse para buscar comida y finalmente mueren. De este modo, la
existencia de plásticos está conduciendo a una extinción de especies y a la pérdida de
biodiversidad.
Amenazas a la salud pública: al igual que otros animales, los humanos también podemos
consumir plásticos debido a la bioacumulación en la cadena alimenticia. Pero los humanos y
animales no solo estamos expuestos al peligro de los plásticos por su consumición. Durante la
fabricación de los plásticos, se utilizan compuestos peligrosos para la salud humana como el
Bisfenol A, ftalatos, retardantes de llama, endurecedores, pinturas y otras sustancias, muchas
de las cuales son cancerígenas. Estos compuestos también se liberan durante la degradación
de los plásticos aumentando así el radio de contaminación de estos.
Contribución al efecto invernadero: los plásticos están formados por carbono y proceden del
petróleo, por lo que su quema, a parte de otros compuestos peligrosos, libera gases de efecto
invernadero.
Asociación con contaminantes orgánicos peligrosos: los plásticos pueden absorber otros
contaminantes que previamente se encuentren en el medio ambiente. De entre estos
contaminantes, destacan los peligrosos insecticidas DDT y otros organoclorados y
organofosforados, hidrocarburos aromáticos policícliclos como el benceno, dioxinas y metales
pesados. La peligrosidad de esto radica en que una vez consumidos, los contaminantes
pueden moverse por el cuerpo y provocar enfermedades. Además, estos contaminantes
tienen la capacidad de bioacumularse y biomagnificarse en la cadena trófica, por lo que su
efecto puede magnificarse y llegar a otras especies, incluidos los humanos.
Como vemos, las consecuencias de la contaminación plástica son muy graves y numerosas,
pero afortunadamente, aún estamos a tiempo de revertir la situación. A pesar de lo que
podamos pensar, no todo está en manos de los políticos, aunque sí que es cierto que ellos
tienen una gran responsabilidad en este asunto.
Tanto es así, que por ejemplo la Unión Europea prohibirá a partir de 2021 los plásticos de un
solo uso, por lo que tendremos que decir adiós a las pajitas, vasos, platos, cubiertos y
bastoncillos de plástico entre otros. Pero otros países, como Bangladesh o algunos países en
África, ya prohibieron hace años el uso de bolsas de plástico por el daño que provocaban en
los desagües al quedar atascadas y en la ganadería. Por otro lado, Francia se ha declarado libre
de Bisfenol A al prohibir su uso en la fabricación de los plásticos.
Pero el trabajo políticos y gobiernos debe continuar y las medidas deberían incluir
restricciones en la cantidad de plástico usado, así como en los componentes que se utilizan
para su fabricación, deberían exigir a las industrias más medidas de control y prevención para
evitar que haya vertidos accidentales como en el caso de los nurdles, deberían facilitar el
reciclaje y crear más plantas de separación de residuos y a la vez se debería fomentar la
investigación en técnicas para reciclar todos los tipos de plásticos y crear materiales menos
contaminantes y biodegradables.
Productos a granel: compra productos a granel, recicla recipientes como tarros de cristal y
evita aquellos que estén excesivamente envueltos en plásticos.
Bolsas reutilizables o de tela: a la hora de hacer la compra, lleva bolsas de tela
reutilizables y así evitarás la compra de bolsas de plástico. También existen bolsas de tela
donde meter las frutas y verduras que nos evitan tener que coger esas pequeñas bolsas de
plástico que ofrecen los supermercados. Aquí te contamos más Alternativas para sustituir
las bolsas de plástico.
Evita los plásticos de un solo uso: como pajitas, vasos y cubiertos de plástico. Un pequeño
gesto como pedir en un bar que no te pongan la bebida con pajita puede ahorrarle
toneladas de plástico al planeta cada año.
Compra ropa de tejidos naturales: como el algodón, el lino o la lana, ya que las fibras
textiles sintéticas son uno de los microplásticos más frecuentes en los sistemas naturales.
Recicla y reutiliza: y sobre todo recicla y reutiliza lo que ya no quieras. Puedes donar la
ropa que ya no te pongas, los juguetes que ya no usen tus niños o reutilizar los recipientes
de plástico como macetas, por ejemplo. Para ello, recuerda las 3R de la ecología: Reducir,
Reutilizar y Reciclar.
Finalmente, recuerda que el problema de los plásticos es un problema de todos y como tal, la
solución también está en tus manos.