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Los tractores en la explotación forestal / Santiago Vignote Peña, José Martos


Collado, Marco Antonio González Alvarez

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LOS TRACTORES EN LA

EXPLOTACION FORESTAL

SANTIAGO VIGNOTE PEÑA


JOSE MARTOS COLLADO
MARCO ANTONIO GONZALEZ ALVAREZ

Dto. de Economía y Gestión de las Explotaciones e Industrias Forestales


Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Montes

MADRID 1.992
1
INDICE
PROLOGO

0 INTRODUCCION

1 CONCEPTOS GENERALES
1.1.- Avance del tractor
1.1.1.- Elementos que actuan en el movimiento
1.1.2.- Ecuaciones de equilibrio
1.1.3.- Velocidad del tractor
1.2.- Estabilidad
1.2.1.- Estabilidad transversal
1.2.2.- Estabilidad longitudinal
1.3.- Maniobrabilidad
1.3.1.- Giro

2 CARACTERISTICAS GENERALES DE LOS TRACTORES FORESTALES


2.1.- Introducción
2.2.- Caracteristicas generales
2.2.1.- Fuerza de tracción
2.2.2.- Adaptación a las condiciones accidentadas de los terrenos forestales
2.2.3.- Movilidad y manejabilidad
2.2.4.- Seguridad
2.2.5.- Robustez
2.3.- Evolución de los tractores forestales

3 CARACTERISTICAS DE LOS TRACTORES ARRASTRADORES


3.1.- Introducción
3.2.- Características del skidder
3.2.1.- Introducción
3.2.2.- Elementos del skidder
3.2.3.- Procedimiento operativo
3.2.4.- Rendimientos
3.3.- Otros tipos de skidder
3.3.1.- Skidder con grapa
3.3.2.- Skidder con grapa y pluma

4 CARACTERISTICAS DE LOS TRACTORES AUTOCARGADORES


4.1.- Introducción
4.2.- Elementos característicos
4.2.1.- La grúa
4.2.2.- La caja
4.3.- Procedimiento operativo
4.4.- Rendimientos
2
5 CARACTERISTICAS DE LAS MAQUINAS TALADORAS APILADORAS
5.1.- Introducción
5.2.- Elementos característicos
5.3.- Tipos de taladoras-apiladoras
5.3.1.- Taladora apiladora en punta de grúa
5.3.2.- Taladora apiladora incorporada al chasis

6 CARACTERISTICAS DE LAS MAQUINAS PROCESADORAS Y COSECHADORAS


6.1.- Introducción
6.2.- Procesadoras
6.2.1.- Clasificación
6.2.2.- Características y elementos de las procesadoras
6.2.3.- Procedimiento operativo
6.2.4.- Productividad
6.3.- Cosechadoras
6.3.1.- Clasificación
6.3.2.- Característicasde las cosechadoras
6.3.3.- Procedimiento operativo
6.3.4.- Productividad

7 CARACTERISTICAS DE LAS MAQUINAS COSECHADORAS- TRANSPORTADORAS


7.1.- Clasificacion
7.2.- Características y elementos constitutivos

8 EL TRACTOR AGRICOLA EN LA EXPLOTACION FORESTAL


8.1.- Introducción
8.2.- Equipamiento del tractor agrícola para el trabajo forestal
8.2.1.- Dispositivos de seguridad del operario
8.2.2.- Dispositivos de protección del tractor
8.2.3.- Dispositivos de trabajo
8.2.4.- Otros dispositivos

ANEXOS

A LOS NEUMATICOS FORESTALES


A.1.- Introducción
A.2.- Componentes de un neumático
A.3.- La cubierta
A.3.1.- Partes de la cubierta
A.3.2.- Tipos de cubiertas
A.3.3.- Identificación
A.4.- Características de los neumáticos forestales

3
B MANTENIMIENTO DE LOS TRACTORES FORESTALES
B.1.- Introducción
B.2.- Mantenimiento preventivo
B.2.1.- Introducción
B.2.2.- Mantenimiento diario
B.2.3.- Mantenimiento semanal
B.2.4.- Mantenimiento mensual
B.2.5.- Mantenimiento anual
B.3.- Mantenimiento correctivo o de reparación

C FACTORES QUE AFECTAN A LA PRODUCTIVIDAD DE LOS TRACTORES


FORESTALES
C.1.- Introducción
C.2.- Factores que afectan a la productividad de los tractores forestales
C.2.1.- Factores geomorfológicos
C.2.2.- Factores geográficos
C.2.3.- Factores climáticos
C.2.3.- Factores de masa
C.2.4.- Factores humanos

D IMPACTOS DE LOS APROVECHAMIENTOS FORESTALES EN EL MEDIO


AMBIENTE
D.1.- Introducción
D.2.- Efectos sobre el suelo
D.2.1.- Desgarramiento de la cubierta vegetal
D.2.2.- Compactación del suelo
D.2.3.- Las rodadas
D.3.- Efectos sobre la vegetación
D.3.1.- Efectos directos
D.3.2.- Efectos indirectos

E COSTE HORARIO DE LOS TRACTORES Y MAQUINAS FORESTALES


E.1.- Introducción
E.2.- Métodos de cálculo del coste de las máquinas
E.3.- Cálculo: Método de amortización decreciente

BIBLIOGRAFIA

4
PROLOGO
La mecanización de los trabajos de explotación forestal comienza, en España, en la década de
los 60. A pesar de la aparición en el mercado de máquinas progresivamente más adaptadas al
ámbito de la explotación, el proceso de mecanización está lejos de haber alcanzado el nivel que
cabría esperar en un país que procesa más de 15 millones de metros cúbicos de madera.

En los últimos años, sin embargo, la mecanización ha tomado un nuevo impulso que cabe
imputar a las siguientes causas:

- la disminución de la mano de obra disponible en el medio rural,


- la necesaria especialización del obrero forestal, que demanda niveles retributivos más altos,
- la puesta en el mercado de maquinaria multifuncional de alto rendimiento, y
- las mayores exigencias de seguridad e higiene en el trabajo forestal.

Los fabricantes de maquinaria, por su parte, han realizado un esfuerzo considerable en


investigación y desarrollo encaminado a la satisfación de las necesidades del sector, que ha dado
como resultado la existencia de una gama de maquinaria capaz de adaptarse a situaciones diversas
en el hecho del aprovechamiento forestal.

El objetivo de este libro es analizar las características funcionales y operativas que ofrecen los
constructores de tractores destinados a la explotación forestal, de forma que el usuario disponga de
más elementos que le ayuden en la decisión de utilización de un determinado tipo de máquina.

5
0 INTRODUCCION
Un tractor es una máquina automóvil que utiliza la energía mecánica suministrada por el
motor para efectuar trabajos de remolque, arrastre y empuje, así como suministrar potencia en tomas
de fuerza y de polea, con las que efectuar otros tipos de trabajos, tales como cargar madera sobre el
remolque, por suministro de potencia a una grúa; acarrear madera sobre si mismo, por suministro de
potencia a un cabrestante; descortezar la madera, por suministro de potencia a una descortezadora
móvil; etc....

Para cumplir eficazmente estas funciones, el tractor forestal debe cumplir los siguientes
requisitos:

- Proporcionar alta capacidad de trabajo. Para ello el motor debe estar perfectamente diseñado
para aprovechar al máximo la energía del combustible o carburante, a base de poseer relaciones
de compresión altas, y minimizar las pérdidas por rozamiento, buscando disminuir la relación de
superficie interna de los cilindros.

- Transmitir la energía del motor de la forma más conveniente para el tipo de trabajo a desarrollar
y con las mínimas resistencias pasivas. Ello supone cumplir los siguientes requisitos:

o - Transmisión con amplias posibilidades de elección de velocidades de forma que en cada


momento se pueda aprovechar la potencia máxima que proporciona el motor.
o Alto rendimiento de la eficacia de las transmisiones
o Puntos de toma de fuerza bien distribuidos
o - Distribución adecuada del peso del tractor, de forma que la potencia a la llanta no se vea
mermada por falta de adherencia

- Permitir una máxima economía de tiempo y de trabajo en el manejo del tractor. Esto supone:

o Facilitar la rapidez y sencillez en el enganche y desenganche de los aperos

o Facilidad y rapidez en la conducción del tractor y en el acoplamiento de los elementos de que


puede constar los diferentes aperos.

o Ergonomía en el trabajo del maquinista, con asiento cómodo adaptable a sus características
físicas, desde el cual pueda controlar la eficacia del trabajo y la instrumentación del tractor,
y tenga a su alcance los mandos de accionamiento del tractor. Finalmente, el conductor debe
ir protegido suficientemente contra las inclemencias del tiempo.

o Proporcionar una seguridad durante el trabajo, primero con un diseño de la máquina que haga
pequeñas las posibilidades de vuelco, y después para el caso de vuelco u otra circunstancia
(desprendimiento de rocas, caída de árboles, etc...) la cabina proporcione la necesaria
protección.

6
1 CONCEPTOS GENERALES
1.1.- Avance del tractor
1.1.1.- Elementos que intervienen en el movimiento del tractor.
De una forma simplificada, los elementos que actúan en la rueda motriz de un tractor son
las siguientes: (véase esquema n1-1)

Esquema n1-1: Elementos que intervienen en el movimiento de un tractor

o M: Par motor, ejercido por éste a través de los mecanismos de la transmisión sobre
cada una de las ruedas motrices. Supone una fuerza tangencial F tal que F=M/r
siendo r el radio de las ruedas motrices.
o G: Peso del tractor. Puede descomponerse en dos fuerzas, tangencial y normal al
terreno.
o R: Reacción del terreno. Esta reacción por ser el terreno rugoso, puede
descomponerse en dos fuerzas, una tangencial y otra normal al terreno.
o T: Tiro de la carga.

A continuación se expone un breve análisis de cada uno de estos elementos.

- Par motor: El motor es un conjunto mecánico que transforma la energía térmica que le
proporciona el combustible o carburante, en energía mecánica o trabajo. Esta transformación de
calor en trabajo lleva consigo muchas pérdidas, pues un porcentaje muy elevado de calor se
pierde a través del escape, en el sistema de refrigeración, en el movimiento del propio motor y
en la transmisión.

La eficiencia de la transformación depende del diseño del motor, de las condiciones de

7
presión y temperatura y de la velocidad angular del motor.

- Diseño del motor: La eficiencia de la transformación de energía depende mucho del diseño
del motor. Así, Sundber y Silversides señalan como ejemplos de la influencia del diseño
los siguientes.

El óptimo de eficiencia lo consiguen los motores de gran tamaño utilizados en la


navegación marítima, con los que se obtienen rendimientos de hasta el 50%, es decir, que la
mitad de la energía que proporciona el combustible o carburante se transforma en trabajo y el
resto desaparece como calor.

El diseño más moderno de motores para camión, consigue eficiencias de hasta el 42 o 43%.

Para el caso de los tractores forestales esta eficiencia sólo llega al 35-36% en las máquinas
más modernas y a tan sólo el 30% en los tractores más antiguos.

En un coche, la eficiencia normal del motor llega a un 25% del que proporciona el
combustible.

Por último, en el caso de las motosierras, esta eficiencia es mínima, como consecuencia del
elevado número de revoluciones a que debe estar diseñada esta máquina, pudiendo llegar a
tan sólo un 15 o un 20% de energía.

- Presión y temperatura: La presión y la temperatura atmosférica influyen de distinta forma en


la eficiencia del motor, la primera aumentándola y la segunda disminuyéndola, de acuerdo
a como se expresa en los gráficos 1-1 y 1-2.

Gráfico n1-1: Variación de la potencia de un motor en función de la variación de temperatura


(Fte.: FAO, 1956)

8
Gráfico n1-2: Variación de la potencia de un motor en función de la variación
de altitud (Fte.: FAO 1956)

También se puede valorar la eficiencia de la transformación respecto de las condiciones


normales (760mm y 15C), mediante la fórmula: (Fte.: R. Carretero, "Motores y máquinas
térmicas")

E=100·(760/p)· [(273+t)/288]1/2
Siendo:
E la eficiencia de la transformación en %
P la presión atmosférica en mm de Hg
t la temperatura en C

Realmente la efectividad de la transformación también depende de la humedad relativa,


pero no suele tomarse en cuenta directamente, sino que se hace modificando los valores de
presión atmosférica.

- Velocidad angular: La eficiencia de la transformación del calor está muy influenciada por el
número de revoluciones del motor. Así en el gráfico n1-3 se indican las curvas
características del motor "P" potencia efectiva o útil; "M" par motor; y "C" consumo
específico.
9
Gráfico n1-3: Curvas características de un motor

- P: La potencia efectiva es función casi lineal del número de revoluciones, pero ello ocurre
solo entre los valores nmin y nm de revoluciones. Por debajo de nmin toda la potencia que
desarrolla el motor se emplea en vencer las resistencias que ofrece la transmisión,
consecuencia del rozamiento interno del motor. Por encima de nm la efectividad de la
transformación crece menos que proporcionalmente con el número de revoluciones, como
se puede observar en el gráfico.

- M: El par motor, o momento de torsión, relaciona la variación de la potencia con la velocidad,


es decir, la eficiencia del motor. En el gráfico se observa que en un principio es creciente
hasta nm (par máximo), para a continuación decrecer.
- C: El consumo específico de combustible o carburante, relaciona la eficiencia de la
transformación calorífica en proporcionar trabajo. En el gráfico nº1-3 se observa como esta
transformación es decreciente con el número de revoluciones, hasta un punto, situado entre
el par máximo y la potencia máxima, en que empieza a crecer.

Sundberg y Silversides, señalan que el gasto de carburante necesario para producir 1CV, en
litros, a máximo de potencia es de 0,20 l en el caso de motores de último diseño, de 0,22 l
para tractores modernos y de 0,26 l para modelos antiguos.

La potencia hasta ahora definida se refiere a la potencia del motor, a la salida de este, llamada
potencia efectiva "P". La potencia que aprovecha el tractor, se hace a través de la transmisión,
con las consiguientes pérdidas por fricción y otras causas. Se define:

- "Pll": Potencia a la llanta, a la potencia efectiva del motor, deducidas las pérdidas por
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transmisión a la llanta.

En general, la potencia a la llanta puede suponerse proporcional a la potencia efectiva:


Pll=k1P
Siendo:
k1 un coeficiente que depende del tipo de motor y de la transmisión, oscilando entre un
0,9-0,95 para los motores de gasolina y entre un 0,8-0,9 en los motores de gasoil.

- "Pb": Potencia a la barra, a la potencia efectiva del motor, deducidas las pérdidas por
transmisión a la barra.

En general, como la transmisión a la barra se suele hacer a través de parte o toda la


transmisión a la llanta, el valor suele ser superior a esta, pudiendo alcanzar valores de pérdidas
algo superiores al 30% (k1<0,7).

Esquema n1-2: Peso del tractor y sus componentes


- Peso del tractor: Sea G la
parte del peso del tractor que
actúa sobre el eje de tracción.
Si el tractor circula sobre un
terreno inclinado un ángulo,
la fuerza G puede
descomponerse en GT, fuerza
paralela al terreno, y GN,
fuerza perpendicular al
terreno.

De acuerdo con el esquema


n1-2, se tiene

GT=Gsen y
GN=Gcos

Sin embargo, como desde el punto de vista práctico se puede considerar que hasta pendientes
del 50%, cos1 y por tanto, sentagi, siendo i la pendiente expresada en tanto por uno.

Entonces: GTGi y GNG

La fuerza GT actuará a favor o en contra del movimiento, en función de que el vehículo


circule por la pendiente descendente o ascendente, respectivamente.

- Reacción del terreno: Es la respuesta del terreno a la acción de la rueda como consecuencia del
par motor y el peso del tractor.
11
El valor de la reacción se puede descomponer en dos fuerzas, una en dirección del terreno o
reacción tangencial y otra paralela al terreno o reacción vertical.

- Reacción tangencial: Surge como respuesta a la acción tangencial de la rueda sobre el terreno.

Si el valor de la reacción tangencial es superior a la resistencia al esfuerzo cortante del


terreno, la rueda patina sin avanzar, al producirse un desplazamiento de las sucesivas capas
del suelo hacia atrás, es decir la rueda patina porque el suelo se rompe. Si por el contrario, el
valor de la reacción tangencial es inferior a la resistencia al esfuerzo cortante del terreno, el
suelo sólo se deforma, traduciéndose en un desplazamiento del centro instantáneo de rotación
de la rueda y en una pérdida de velocidad, pero el tractor avanza.

La resistencia al esfuerzo cortante del terreno se denomina adherencia y tiene como


expresión aproximada la definida por Coulomb

A=Sc+GNtg

Siendo:
S: Superficie de contacto rueda y suelo
c: Cohesión del suelo
: Angulo de rozamiento interno del suelo

En la tabla n1-1 se expresan algunos valores experimentales de c y  en función de


distintos tipos de suelos. (Fte.; P. Linares y J. Jevenois,)

Tabla n1-1: Valores de la cohesión del terreno y del ángulo de rozamiento interno del suelo,
para distintas clases de suelos
---------------------------------------------------------------------
Tipo de suelo Humedad % Cohesión kN/m tg 
---------------------------------------------------------------------
Franco arenoso 13 a 15 0 0,61 a 0,65
Franco arenoso 22 a 25 5 a 24 0,15 a 0,43
Franco 20 a 22 0a5 0,67 a 0,73
Franco aren.-arc. 11 a 12 6 a 18 0,24 a 0,38
Franco aren.-arc. 17 a 21 34 a 39 0,09 a 0,31
Franco arcilloso 37 a 40 26 a 32 0,23 a 0,38
Arcilloso 24 a 27 30 a 34 0,13 a 0,29
Arcilloso 43 a 45 25 0,24 a 0,31
---------------------------------------------------------------------

Si bien en la tabla se puede apreciar disparidad de ciertos valores, ello es debido a la


variabilidad del sustrato vegetal que ocupa la superficie.

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Según la tabla, en términos generales, los suelos arenosos no tienen cohesión pero sí un
gran ángulo de rozamiento interno, por lo que es conveniente que en este tipo de suelos se
utilice vehículos con un tren de rodaje que ejerza una elevada presión sobre el suelo.

Por el contrario, en los suelos arcillosos, la cohesión es muy grande y el ángulo de


rozamiento interno del suelo muy pequeño, por lo que interesa utilizar vehículos que posean
un tren de rodaje con elevada superficie de contacto con el suelo.

En la práctica, para valorar la adherencia de un suelo, se suele recurrir al denominado


"coeficiente de adherencia a", cuyo valor depende del tipo de suelo y de tren de rodaje (tabla
n1-2). Así, la adherencia quedaría definida por la siguiente expresión:
AaGNaG

Tabla n1-2: Coeficiente de adherencia en kg/t en función del tipo de suelo y del tren de
rodaje (Fte.; FAO, 1956)
------------------------------------------------------------------------------------
Coeficiente de adherencia kg/t
Tipo de suelo Estado Neumático Cadena
------------------------------------------------------------------------------------
Hormigón Seco 880 450
Arcilloso Seco 550 580
Arcilloso Húmeda 450 460
Arc-arenoso Seco 350 560
Arc-arenoso Húmedo 200 420
Humus negro Seco 350 560
Humus negro Húmedo 150 290
Humus arenoso Seco 350 530
Humus arenoso Húmedo 170 270
Arena Seca 350 320
Grava ---- 360 -
Hielo ---- 120 120
Nieve compacta ---- 200 -
Roca Seca 500 200
Roca Húmeda 200 150
------------------------------------------------------------------------------------

- Deslizamiento: Como ya se ha indicado, cuando el valor de la reacción tangencial es


inferior a la resistencia al esfuerzo cortante del terreno, la rueda no patina, pero como
consecuencia de la deformación del suelo y de la rueda, el centro instantáneo de
rotación de la rueda se desplaza (de I en I', según el esquema n1-3) resultando que el
recorrido que realiza la rueda disminuye, y en consecuencia la velocidad disminuye,
fenómeno denominado deslizamiento.

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Esquema nº 1-3: Trayectoria del punto O en una revolución, con centro instantáneo de rotación en I
e I'

Una formula práctica para conocer el porcentaje de deslizamiento, según Mckibben y


Green, sólo aplicable a ruedas neumáticas es la siguiente:

=2202+2
Siendo:
 el coeficiente de deslizamiento en %
 coeficiente de rodadura

En realidad, el porcentaje de deslizamiento depende, no solo del suelo sino del


momento del par motor. Así, para un mismo tipo de suelo, el porcentaje de deslizamiento
en función del par motor sería el indicado en el esquema n1-4.

Esquema n1-4: Porcentaje de


deslizamiento en función del par motor
Según este esquema, para valores de par
muy pequeños, el porcentaje de deslizamiento
es casi nulo, y en valores próximos al de
patinaje, el porcentaje de deslizamiento es muy
elevado.

- Reacción vertical: Es la respuesta a la acción de la


componente normal del peso del tractor.

El tractor, a través del tren de rodaje, transmite


una presión al terreno, que causa la deformación
de este, de manera que aumenta la superficie de
contacto entre la rueda y el terreno, de acuerdo al
esquema n1-5. Este aumento de la superficie de
contacto, hace que el centro de gravedad de
aplicación de la reacción se desplace en dirección
de avance del tractor, con lo que surge un
momento "Mr" denominado "resistente" que se opone al avance del tractor.

14
Mr=Rv=GN=GcosG
Esquema n1-5: Reacción vertical
Físicamente, este momento que se opone al
movimiento, se justifica en el esfuerzo suplementario
que debe ejercer la rueda, para ir superando la ola de
terreno que se va formando delante de ella, así como
por la intervención de otros efectos, tales como el de la
energía que debe invertir para deformar la propia
rueda, o el la fuerza que debe ejercer en la adhesión
rueda-terreno (importante en suelos pegajosos).

En la práctica, esta oposición al movimiento del tractor, se mide a través de una fuerza,
denominada de rodadura Fr, proporcional al peso del tractor:

Fr=G
Siendo:
 coeficiente de rodadura, cuyo valor se ha determinado empíricamente, en función del tipo
de tren de rodaje y del tipo y contenido de humedad del suelo (tabla n1-3)

Tabla n1-3: Valor de la resistencia a la rodadura en kg/Tn en función de los distintos tipos de
suelos y del tipo de tren de rodaje (Fte.; FAO, 1956)
------------------------------------------------------------------------------------------------
Resistencia a la rodadura kg/t
Tipo de suelo Estado Arco de orugas Neumático 13:00x24 Remolque de orugas
---------------------------------------------------------------------------------------------
Arcilloso Seco o húmedo 82 100 59
Arcilloso Imbíbito 110 131 86
Arc-arenoso Seco o húmedo. 87 110 64
Arc-arenoso Imbíbito 105 140 82
Humus negro Seco o húmedo. 82 105 59
Humus negro Imbíbito 123 145 100
Humus arenoso Seco o húmedo. 82 100 59
Humus arenoso Imbíbito 118 150 105
Arenoso Seco 91 127 64
Arenoso Húmedo 91 123 64
Nieve ------ 38 a 50 - -
Hielo ------ 15 a 25 - -
-----------------------------------------------------------------------------------------------

- Tiro: Es la fuerza necesaria para arrastrar o remolcar una carga. En los esquemas nos1-6,1-7 y
1-8, se indican las diferentes situaciones en las que el tractor forestal transporta la carga.

15
Esquema n1-6: Tiro con carga semiarrastrada

Esquema n1-7: Tiro con carga totalmente arrastrada

Esquema n1-8: Tiro con carga en remolque

La componente tangencial del tiro para cada uno de estos casos puede estimarse de la
siguiente forma:

- Caso de transporte de trozas totalmente arrastradas

T=mCcos±CsenmC±Ci=C(m±i)
Siendo:
m el coef. de rozamiento de la troza totalmente arrastrada con el suelo (tabla n1-4)
C el peso de la troza.

- Caso de transporte de trozas en forma semisuspendida.


Suponiendo que la mitad del peso de la troza descansa sobre el tractor, la componente
tangencial del tiro sera:

T=µm·(C/2)·cos±(C/2)·senα≈µm·(C/2)±i(C/2)=C(µm±i)/2
Siendo:
m' el coeficiente de rozamiento de la troza semisuspendida con el suelo (tabla n1-5)

En este caso, con el fin de reducir la superficie de apoyo de la troza, y por tanto reducir la
fuerza de rozamiento, interesa que el ángulo que forma la troza con el suelo sea lo más
grande posible
16
- Para el caso de que la carga se transporte con remolque el valor del tiro será el siguiente:

T=Ccos±CsenC±iC=C(±i)

- Por último, no se ha recogido el caso de la carga autoportada por el tractor, dado que en
este caso no existe tiro, sino un incremento del peso del tractor.

Tabla n1-4: Coeficiente de rozamiento de la troza totalmente arrastrada en función de los


distintos tipos de suelos (Fte.; FAO 1.956)
-------------------------------------------------------------------------
Coef. de rozamiento en kg/t
Tipo de suelo Estado Diámetro en cm de las trozas
30 33 36 40 50
--------------------------------------------------------------------------
Arcilloso Seco o húmedo 800 790 780 770 730
Arcilloso Imbíbido 640 640 620 590 540
Arc-arenoso Seco o húmedo 830 820 820 800 700
Arc-arenoso Imbíbido 660 650 640 620 560
Humus negro Seco o húmedo. 760 750 740 720 680
Humus negro Imbibido 570 550 540 530 490
Humus arenoso Seco o húmedo 790 780 760 730 700
Humus arenoso Imbibido 590 580 570 540 520
Arenoso Seco 700 680 670 660 620
Arenoso Húmedo 720 710 700 680 650
--------------------------------------------------------------------------

Tabla n1-5: Coeficiente de rozamiento de la troza semiarrastrada en función de los


distintos tipos de suelos (Fte.; FAO, 1956)
---------------------------------------------------------------------------
Coef .de rozamiento en kg/t
Tipo de suelo Estado Diámetro en cm de las trozas
30 33 36 40 50
---------------------------------------------------------------
Arcilloso Seco o húmedo. 650 630 620 610 530
Arcilloso Imbibido 500 500 480 470 440
Arc-arenoso Seco o húmedo. 660 650 640 620 610
Arc-arenoso Imbibido 540 530 520 480 460
Humus negro Seco o húmedo. 610 600 580 560 550
Humus negro Imbibido 460 450 440 430 380
Humus arenoso Seco o húmedo.620 610 600 590 560
Humus arenoso Imbibido 470 460 460 440 410
Arenoso Seco 550 540 530 520 480
Arenoso Húmedo 570 560 550 540 520
----------------------------------------------------------------------------

17
1.1.2.- Ecuaciones de equilibrio
Del esquema n1-1 se deduce que para que pueda existir movimiento, se deben cumplir las
siguientes relaciones:
o Que exista fuerza suficiente: M/r>RT+T·cosβ±G·senα = GN·µ+Tcosβ±G·i

Como GNG M/r> G·(µ±i)+Tcosβ

o Que exista adherencia: A>M/r

Además de cumplirse estas relaciones debe tenerse en cuenta el poder portante del suelo (tabla
n1-6)

Tabla n1-6: Poder portante en kg/t de varios tipos de suelos (Fte.; FAO, 1956)
-----------------------------------------------------------
Tipo de suelo y estado Resistencia en kg/cm²
-------------------------------------------------------
Pantanoso o turboso 0,2
Aluviones o arenoso movedizo 0,5
Arenoso seco 2,0
Arenoso húmedo 4,0
Grava fina 5,0
Grava gruesa 2a6
Grava compactada 8,0
Caliza 1a4
Arcilla blanda 1,0
Arcilla semiseca 2,0
Arcilla seca 4,0
Roca suelta 5,0
Roca sólida 25,0
Nieve helada 9,0
-------------------------------------------------------------
Como ya se ha indicado anteriormente, del peso del tractor se deduce una acción de presión
sobre el suelo. Si la presión es inferior al poder portante del suelo, este se deforma elásticamente.
Si por el contrario, el poder portante es inferior, el suelo se rompe aplastándose y
compactándose (aparición de rodadas), hasta alcanzar un índice portante equivalente a la presión
que recibe del tractor (que también disminuye, al aumentar la superficie de contacto)

Este fenómeno es muy importante por dos aspectos:

- Por influir en la transitabilidad del tractor, dado que cuanto más profunda es la rodada, mayor
es la ola que debe superar el tractor, es decir, mayor será la fuerza de rodadura

- Por influir sobre la calidad del suelo forestal (véase anexo D)

18
1.1.3.- Velocidad del tractor
Si n es el número de revoluciones de la rueda y r su radio, la velocidad lineal del tractor será:

V= 2·π·n´·ra = 2·π· n·r (1-Ω)/(X1·X2·····Xj)


Siendo:
rd el radio dinámico
n' el número de revoluciones del motor
X1,X2,..Xj las reducciones de la transmisión

Gráfico n1-4: Variación de la potencia en


función del cambio de marchas
Si se dispusiera de un número infinito de
velocidades, la potencia útil del tractor sería la
representada en el gráfico n1-4 por trazo
discontinuo. La imposibilidad de disponer de
ese número de cambios de marcha, hace que la
potencia útil esté representada en el gráfico por
la linea continua.

El diseño de los tractores ha evolucionado


desde sistemas de transmisión con cajas de
cambio de gama estrecha de velocidades, a los
actuales sistemas más complejos, basados en
transmisiones power shift, que proporcionan
una gama amplia de velocidades, o
transmisiones hidrostáticas e hidromecánicas
que proporcionan una variación continua de
velocidad, dentro de unos límites.

1.2.- Estabilidad
1.2.1.- Estabilidad transversal
A continuación se va a analizar la estabilidad de los tractores según estos sean rígidos o
articulados, sin carga o con ella.

- Caso de tractor rígido sin carga: Al estar descargado el tractor, la distancia entre el plano del
terreno y el centro de gravedad es constante (salvo en vehículos cuya concepción se basa en
modificar la altura del centro de gravedad). La condición de equilibrio, para cuando el
tractor circula por una ladera de ángulo de inclinación, es que la vertical trazada desde el
centro de gravedad hasta el suelo, se sitúe dentro de la superficie del cuadrilátero formado
por las cuatro ruedas (esquema n1-9)

19
Esquema n1-9: Estabilidad transversal de los
tractores rígidos, sin carga
Para el caso límite, en el que la vertical
caiga sobre uno de los lados del cuadrilátero,
se cumplirá la siguiente relación:

tgα ≈ i = (a/2)/h
Siendo
a: anchura del tractor
h = altura del centro de gravedad

Luego, la condición de equilibrio será la


siguiente: i≤a/(2·h)

- Caso de tractor articulado, sin carga: En


este caso, el riesgo de vuelco, cuando se
produce un giro de los chasis, es mayor,
dado que la superficie de proyección del
cuadrilátero formado por las cuatro
ruedas es menor, (pudiendo llegar a ser,
en el caso de máximo giro, hasta
alrededor de un 55% menos, que en el
caso de los tractores rígidos (esquema n1-10)

Esquema n1-10: Estabilidad transversal de los tractores articulados

- Caso de tractores rígidos con carga: En este caso la carga modificará la altura del centro de
gravedad del tractor, pasando a una altura h1

El valor de h1 depende de:


a) Caso de transporte de la carga por arrastre: h1 depende del punto de aplicación del tiro.
Conviene que el tiro se produzca lo más bajo posible, para así elevar menos la altura del
centro de gravedad del conjunto, condición incompatible con la de búsqueda del mínimo
rozamiento, por lo que según el peligro de vuelco o no, se debe optar por bajar o subir el
punto de aplicación del tiro.
b) Caso de transporte de la carga por remolque: h1 depende de las características del
remolque.

20
1.2.2.- Estabilidad longitudinal
Sea un tractor subiendo una ladera de ángulo, en el que actúa las fuerzas que indica el
esquema n1-11. El instante en el que se produce vuelco longitudinal, la reacción del suelo en
las ruedas delanteras es nula, y por tanto, si se toman momentos en el punto de apoyo de las
ruedas traseras, se cumplirá la siguiente ecuación:

M+Gl1cos=Ghsen+T[d1cos+d2sen]

Suponiendo que cos1 y tgi, la condición de equilibrio será:

M+Gl1Ghi+T[d1cos+d2sen]

De igual modo, si el tractor bajase, la ecuación sería:

M+GhiGl2+T[d1cos+l1+l2+d2cos]

Esquema n1-11: Instante de vuelco longitudinal


Según estas
ecuaciones, en todos los
casos, la pendiente i, la
distancia l2 entre el c.d.g.
y el eje delantero y la
altura h del c.d.g.,
favorecen el vuelco
longitudinal del tractor.
Como no se puede actuar
sobre la pendiente i, en el
diseño del tractor, se debe
buscar hacer recaer el
c.d.g., lo más adelantado
y bajo posible.

Los demás elementos


que aparecen en las
ecuaciones, actúan estabilizando o desestabilizando, según el caso, por lo que no deben influir
en el diseño del tractor, sino en la conducción de este. Así:

- El tiro T, actúa como estabilizante en los descensos, pero todo lo contrario en los ascensos. Es
decir, conviene ascender en vacío y descender cargado. Si se asciende cargado, conviene
que el punto de aplicación de la carga se sitúe lo más adelantado y bajo posible.

- El par motor M, conviene que sea grande en los ascensos y muy pequeño, incluso negativo
(reducción) en los descensos.

21
1.3.- Maniobrabilidad
1.3.1.- Giro.
Del esquema nº1-12, se deduce R = l/senθ

Es decir, que el radio de giro R de un tractor rígido es función de la longitud entre ejes l y del
ángulo de inclinación medio de las ruedas directrices Q, (este ángulo está limitado por el espacio
disponible en el vehículo. Así, con ruedas pequeñas, el ángulo puede ser grande, mientras que
con ruedas grandes el ángulo está muy limitado).

Esquema n1-12: Radio de giro de un tractor rígido

En un tractor articulado (esquema n1-13), no existen


ruedas directrices, produciéndose el giro por efecto
de variar la posición de un semichasis respecto el
otro. El valor del radio de giro es muy inferior al de
los tractores rígidos por las siguientes circunstancias:

- El ángulo d que puede desplazarse el semichasis,


es independiente del radio de las ruedas,
pudiendo alcanzar valores superiores a los del
tractor rígido.
- A igualdad de longitudes de los tractores, la
distancia entre ejes del tractor articulado es
menor.

Esquema n1-13: Radio de giro


de un tractor articulado

22
2 CARACTERISTICAS GENERALES DE LOS TRACTORES
FORESTALES
2.1.- Introducción
En España el medio más utilizado para realizar el desembosque de madera es el tractor forestal.
También es bastante frecuente la utilización de otros medios, tales como el tractor agrícola, pero la
falta de adaptación de este tipo de tractores a las dificultades que encierra el medio forestal, hacen
que su uso se circunscriba a los terrenos más accesibles y, aún en estos casos, se presentan
problemas de productividad y de seguridad con respecto a los tractores forestales.

A continuación se van a analizar las condiciones que debe reunir un tractor forestal para
moverse por el monte y para realizar convenientemente los trabajos de desemboscar la madera.
También se discutirán las características técnicas que permitan un rendimiento máximo compatible
con la seguridad en los aprovechamientos forestales. Por último, se van a señalar los avances más
importantes en la concepción de los vehículos forestales, muchos de ellos todavía no utilizados en
España.

2.2.- Características generales de los tractores forestales.-


Analizado desde el punto de vista de la funcionalidad, las características de los tractores
forestales son las siguientes:

2.2.1.- Fuerza de tracción.-


El desplazamiento del tractor con la carga exige vencer la resistencia a la rodadura con el
suelo, y las fuerzas debidas a su propio peso y la carga que mueve. (estas últimas, agravadas por
la circunstancia de pendiente elevada por las que debe desarrollar el trabajo forestal). Estas
resistencias tan elevadas al desplazamiento, exigen un diseño del tractor, tal que la fuerza de
tracción sea suficiente como para vencer las resistencias anteriores.

Por otra parte, las características de escasa adherencia de los suelos forestales exigen también
que, para que el tractor tenga desplazamiento, posea un tren de rodaje que proporcione la
suficiente adherencia con el suelo.

2.2.1.1.- Fuerza de tracción:


Para que el tractor desarrolle la suficiente fuerza tractora intrínseca debe dotársele de un
motor que proporcione elevada potencia, susceptible de alcanzar su par máximo a un régimen
bajo.

- Potencia: Hasta hace pocos años, la tendencia ha sido el ir aumentándola de forma


indiscriminada, como signo de productividad, pero los problemas de aumento de peso y
con ello de compactación y de degradación del suelo forestal, han hecho retroceder en
esta tendencia, situándose hoy en día en valores de entre 70 y 120 C.V.

- Velocidad: En cuanto a la velocidad, la mayoría de los tractores poseen sistemas de


reducción que permiten desarrollar toda la potencia a velocidades cercanas a 1 Km/h,
23
alcanzando fuerzas máximas de alrededor de 20 Tn.

2.2.1.2.- Fuerza de adherencia:


Toda esta fuerza de tracción, sólo puede desarrollarse si la adherencia entre el suelo y el
tren de rodaje lo permite. La fuerza de adherencia es mayor, cuanto mayor sea el peso del
tractor sobre las ruedas tractoras y mayor sea el coeficiente de adherencia. Esto obliga a que el
tractor forestal se conciba según las siguientes características: por una parte, a que todas las
ruedas sean tractoras, (incluso prever la posibilidad de bloquear el diferencial); en segundo
lugar, a que el peso del tractor sea muy elevado y, por último, a que el coeficiente de
adherencia sea lo más alto posible.

- Tracción a los ejes: La tracción a los dos ejes es fundamental para cualquier tractor
forestal, pues en caso contrario muchas zonas del monte resultarían inaccesibles por
falta de adherencia. La tracción a ambos ejes, obliga a dotar al tractor de un puente de
transmisión, con diferencial, con la función de permitir el giro de las ruedas del mismo
eje, a diferentes velocidades, cuando el tractor traza las curvas.

Esta posibilidad que proporciona el diferencial puede resultar un inconveniente, en los


casos en los que, por las características del suelo, una rueda no tiene adherencia. En estos
casos, transmitiría a dicha rueda mayor fuerza, agravando su problema del patinaje. Es por
ello, por lo que muchos tractores poseen un bloqueador que permite que el diferencial
actúe, únicamente, en los virajes y en el paso de obstáculos, impidiendo su actuación en los
desplazamientos rectilíneos (esquema n2-1)

Esquema n2-1: Acción del diferencial cuando una rueda no tiene adherencia

24
- Peso: El peso del tractor es otra característica importante que debe considerarse si se
quieren evitar los problemas de falta de adherencia. Su valor debe ser alto, pero no debe
elevarse indiscriminadamente, por dos razones:

a) Una parte importante de la potencia del motor se invierte en mover el peso propio del
tractor.

b) La degradación del suelo forestal está directamente relacionada con la presión recibida,
y ésta con el peso de la maquinaria que sobre él actúa.

En la práctica, el peso del tractor se relaciona con la potencia, haciéndolo mayor al


aumentar esta, y así ajustar la fuerza de adherencia al valor de la fuerza de tracción, (Véase
gráfico 2-1).

Gráfico n2-1:
Relación entre el
peso y la potencia
según los diferentes
tipos de tractores

- Coeficiente de adherencia:
La adherencia también se
puede aumentar,
aumentando su
coeficiente. El valor del
coeficiente de adherencia
depende del tipo de
suelo y de las
características del tren de
rodaje. En general, excepto en terrenos arenosos, el coeficiente de adherencia es mayor
a medida que aumenta la superficie de contacto con el suelo, y por tanto resultan
mejores, según este aspecto, los tractores de cadena, pero su escasa velocidad y peor
movilidad en terrenos escabrosos, hace que se utilicen menos que los tractores con
ruedas neumáticas.

Dentro de los tractores de ruedas neumáticas, la evolución en los últimos años, en


mejora de la adherencia ha sido muy importante. Se ha aumentado la superficie de apoyo,
a base de, por un lado incrementar las dimensiones de las ruedas y, por otro, mejorar el
perfil del neumático, evolucionando desde las ruedas tóricas a las ruedas radiales y de éstas
a las de alta flotación, también llamadas de baja presión. Otra linea de evolución, es el
aumento del número de ruedas del tractor, existiendo hoy día tractores de ocho ruedas.
También se han desarrollado sistemas de apoyo a base de bandas de caucho, siempre
buscando aumentar la superficie de apoyo y la adherencia del tractor.

25
2.2.2.- Adaptación a las condiciones accidentadas de los terrenos forestales.-
La necesidad de salvar obstáculos como, piedras, tocones, desmontes y terraplenes obliga a
diseñar los tractores con las siguientes características:

- Altura del chasis lo más elevada posible para superar los obstáculos, pero no tan elevada,
como para que la subida del centro de gravedad del tractor haga empeorar excesivamente
su estabilidad. En la práctica la altura del chasis se sitúa entre 40 y 65 cm. sobre el suelo.

- Ruedas de gran diámetro que permitan sobrepasar fácilmente los obstáculos que se encuentran
en el camino. Normalmente superan el metro y medio de diámetro.

En el caso de trenes de rodaje por cadenas, estos deben presentar unos ángulos de ataque y
salida de la cadena muy pequeña, para superar de forma progresiva y suave los obstáculos.

- Superficie de apoyo del tren de rodaje adaptada al poder portante del suelo. Dada la
conjunción del peso elevado del tractor y la fragilidad general de los suelos forestales
(sobre todo los turbosos y arcillosos húmedos), el peligro de hundimiento del tractor en el
terreno es bastante evidente, además del de compactación, cuyas consecuencias sobre el
suelo forestal son muy importantes, como posteriormente se analizará. Es por ello, por lo
que una línea de evolución actual de los tractores trata de minimizar estos efectos a base de
limitar su peso y repartirlo en mayor superficie, a través del tren de rodaje.

- Eje delantero o/y trasero oscilantes de forma que en cualquier momento las ruedas estén en
contacto con el suelo. Ello se puede obtener, bien construyendo los ejes de forma que
permita este movimiento, o bien, como posteriormente se mostrará, dotando a la unión de
los semichasis de los tractores articulados, la posibilidad de rotar. Esta última solución,
permite una oscilación mayor.

2.2.3.- Movilidad y manejabilidad.-


La movilidad del tractor obliga a que éste tenga un radio de giro lo más pequeño posible, así
como a que sus dimensiones sean reducidas, para facilitar su movimiento en el monte.

La manejabilidad supone facilidad en el manejo del tractor, dirección asistida, embrague


automático, frenos asistidos, etc,.

A continuación se detallan cada una de estas características.

- Dimensiones: La anchura del tractor raramente supera los 2,5 m., siendo frecuente los 2 m. y
existiendo tractores especialmente adaptados a las cortas por entresaca aún más estrechos.
En cuanto a la longitud, ésta es más variable, oscilando entre los 3 m. en tractores para
entresaca y los 8 m. de algunos autocargadores.

- Radio de giro: Para el caso de tractores oruga, el giro se logra inmovilizando un lateral del
tren de rodaje, con lo que el radio de giro equivale a la longitud del tren de rodaje.

26
Los tractores de ruedas neumáticas, el radio de giro sería muy grande, dado que poseen
ruedas de grandes dimensiones. Para evitar este defecto, los tractores forestales de ruedas
neumáticas, se diseñan incorporando un sistema articulado de dirección, consistente en dos
semichasis, uno para cada tren de rodaje, unidos por una articulación que hace de eje de giro.
Esto supone que la variación de dirección no se consiga con las ruedas, (que son siempre
paralelas a cada semichasis), sino con el movimiento mediante uno o dos émbolos de doble
efecto, de un semichasis respecto del otro (esquema n2-2).

Algunas casas constructoras realizan la unión de estos semichasis de forma que pueda
efectuarse una cierta rotación en el plano vertical (esquema n2-3), ya sea mediante eje
oscilante a través de una rueda, o bien mediante bulón y cojinete. De esta forma, además de
dar solución al problema de los giros, se soluciona el posicionamiento continuo de las ruedas
con el suelo.

Una última ventaja del sistema articulado, es que las ruedas traseras describen la misma
trayectoria que las delanteras. De esta forma, el conductor sólo tiene que preocuparse, al
salvar los obstáculos, de salvarlos con las ruedas delanteras.

Esquema n2-2: Articulación del chasis del tractor

Esquema n2-3: Movimientos del tractor, en el plano vertical y horizontal

- Transmisión: La transmisión es seguramente el elemento en donde existe más variación en los


tractores forestales. La transmisión clásica, formada por un embrague monodisco (más
27
comúnmente, dos embragues, uno al eje de la caja de cambios y otro al eje de la toma de
fuerza), una reductora, y una caja de cambios (esquema n2-4), posee tantos inconvenientes
en su aplicación a los tractores forestales, que han obligado a los constructores a adoptar un
gran abanico de soluciones.

Efectivamente, los problemas que presenta la transmisión mecánica clásica son entre otros
los siguientes:

- Dificultad de aprovechamiento de la potencia del motor: Sea un tractor con V velocidades,


que al par máximo le permite desarrollar las fuerzas A,B,...H; sólo cuando los
requerimientos de fuerza del tractor sea igual a estos valores, se aprovecha toda la potencia
del motor, pero en los valores intermedios, el tractor deberá funcionar a potencias inferiores
a las que le puede proporcionar el motor

- Dificultad de conducción, desgaste rápido del embrague y mayor peligro de vuelco: Los
continuos cambios de pendientes y obstáculos que presenta el terreno, requieren un cambio
continuo de fuerzas, que obliga, por tanto, a un cambio ininterrumpido de velocidades que
dificulta la conducción, desgasta rápidamente el embrague, e incluso pone en peligro la
estabilidad longitudinal del tractor.

Así, si a un tractor cargado se le hace subir por una cuesta pronunciada, a continuación de
circular por un terreno relativamente llano, el esfuerzo suplementario que debe realizar el
tractor le obliga a cambiar de marcha, pero como no disponen los tractores de inercia, obligan
al conductor a pararse en los inicios de la cuesta, y con ello a exigir del tractor una gran fuerza
que, desgasta rápidamente el embrague, y que incluso hace peligrar la estabilidad longitudinal
del tractor.

Estos inconvenientes pueden evitarse con la incorporación del convertidor de par


El convertidor de par es un embrague tipo hidráulico, en el que se intercala entre el
impulsor (movido por el motor) y el rotor (que mueve la transmisión), unos álabes que, de
acuerdo con los requerimientos de potencia del tractor, pueden cambiar de orientación,
modificando la velocidad del fluido que circula por el embrague y, por tanto, aumentando o
disminuyendo la velocidad del
tractor, a costa de disminuir o
aumentar la potencia (esquema
n2-5)

Esquema n2-5: Convertidor


de par

1. Bomba o impulsor
2. Elemento de reacción
3. Turbina

28
Con ello se consiguen las siguientes ventajas:

- Se necesita un número mínimo de revoluciones del motor (y por tanto del impulsor)
para que el fluido sea capaz de mover el rotor. A partir de ese número de revoluciones (
< 500 rpm.) el movimiento del rotor será paulatinamente creciente, no entrando
bruscamente en movimiento como en el caso del embrague clásico. Es por tanto,
imposible que se cale el motor.

- Cuando de repente el tractor se encuentre con un obstáculo o una pendiente que exija
una mayor potencia, automáticamente el álabe cambiará de inclinación haciendo que el
rotor gire más despacio, pero con más fuerza rotatoria, funcionando el tractor como si
hubiese cambiado a una velocidad inferior.

No es que con el convertidor de par se pueda prescindir del cambio de velocidades,


pero sí puede hacer que se necesiten menos combinaciones, y desde luego no es
necesario realizar cambios con tanta frecuencia, perdiendo tiempo e impulso.

El convertidor de par también tiene sus inconvenientes, entre los que cabe señalar los
siguientes:

- Su coste es mayor que el embrague mecánico


- Tiene un rendimiento de potencia inferior, derivándose también un mayor consumo de
combustible.
- Posee ciertos problemas cuando se quiere reducir en las cuestas abajo.

En el gráfico n2-2 se puede apreciar el rendimiento de la energía motriz en un


embrague clásico y un convertidor de par. En él se pude apreciar, cómo el rendimiento
en el convertidor de par, hasta un número de revoluciones característico denominado
"máximo de conversión", es muy superior al sistema clásico, incluso hasta 2,5 veces
superior a él. A partir de ese número de
revoluciones el rendimiento baja mucho,
incluso por debajo del sistema clásico. El
resultado final es que la potencia a la barra en
un convertidor de par es menor que con
embrague clásico, pero entre el número de
revoluciones en que inicia el movimiento el
rotor y el máximo de conversión, la potencia
es muy superior al del sistema clásico.

Gráfico n2-2: Rendimiento motor con


embrague clásico y con convertidor de
par

29
La caja de cambios, cuando se utiliza el convertidor de par, suele ser diferente a la
clásica dado que no es necesario disponer de tantas marchas y además, porque si bien al
ralentí el motor no tiene fuerza para mover el eje primario si habría tendencia (si las
velocidades están metidas) a acuñarse los piñones de las marchas y dificultar su manejo.
Es por ello, por lo que la caja de cambios, después del convertidor de par, es del tipo de
los denominados "servotransmisión", formados por 3, 4 ó 5 juegos de engranajes,
esquema n2-6, con las siguientes funciones:

- 1 - Marcha corta
- 2 - Marcha larga
- 3 - Marcha atrás
- 4 - Marcha adelante

Esquema n2-6: Servocambio

1.- Corona
2.- Satélites
3.- Planetario
4.- Eje de entrada
5.- Eje de salida
6.- Embrague
7.- Caja de satélites

En el esquema
n2-7, se representa
una cadena cinemática
típica, cuando se dispone de convertidor de par, pero no es difícil encontrar otro tipo de
cadenas cinemáticas, cuando se utiliza el convertidor de par.

Otro tipo de solución, de transmisión de la fuerza del motor, es el denominado


multiembrague. El embrague está integrado por tantos discos como marchas tenga el
motor, resultando el cambio de marchas como un simple cambio de disco de embrague.

La cadena cinemática mas evolucionada hoy día, es seguramente la transmisión


hidrostática, bien en forma parcial, o bien en su totalidad:

- La transmisión hidrostática parcial está formada por una bomba de transmisión que
transmite la fuerza a un motor hidráulico y este a un tipo de servocambio, con lo que la
cadena cinemática se asemeja a la del convertidor de par.

- La transmisión hidrostática completa está formada por una bomba de transmisión y por
tantos motores hidráulicos como ruedas y tomas de fuerza tenga el tractor (esquema
n2-8)
30
Esquema n2-8: Cadena cinemática de transmisión hidrostática

- Maniobrabilidad de dirección: Como se dijo anteriormente el cambio de dirección se realiza


por medio de uno o dos émbolos, que desplazan un semichasis respecto del otro. Este
cambio se debe realizar sin que el operario deba hacer grandes esfuerzos, por lo que a los
tractores se les dota de un circuito hidráulico, por el cual, al variar la posición del volante o
de la palanca de dirección, varía la carrera de los émbolos y con ello se produce el cambio
de dirección del tractor.

Esquema n2-9: Sistema de


frenos de un tractor

- Frenos: Dada la importancia de las cargas


desplazadas por los tractores, la eficacia de
los frenos es fundamental para la seguridad
del conductor. Asimismo, la acción de
frenado debe facilitarse en la mayor medida
posible al conductor, por las mismas
razones de seguridad, por lo que
normalmente se realiza, a través de un
circuito hidráulico, o por aire comprimido,
por presión de una zapata sobre las ruedas,
o sobre el eje de transmisión.

Como factor de seguridad en el frenado del


tractor, está el disponer de la pala buldozer

31
frontal, que puede ser aplicada al suelo para el frenado del tractor.

2.2.4.- Seguridad.-
Ya se hizo referencia a la seguridad en el apartado sobre el frenado del tractor, pero además
del peligro que supone la saca de madera en sentido descendente, está el peligro del vuelco
lateral y vuelco longitudinal.

Para evitar el peligro del vuelco el tractor debe estar diseñado para reducir al mínimo la
posibilidad de vuelco y para que, en el caso de que se produzca dicho vuelco, se proteja la
integridad del operario. Con respecto a este punto el diseño de la cabina debe permitir el escape
del operario rápidamente, y además debe estar reforzada con materiales que resistan la
eventualidad del vuelco. En cuanto a las medidas preventivas del vuelco se deben tener en
cuenta los siguientes aspectos:

- Estabilidad en sentido transversal.- El tractor mantendrá la estabilidad transversal siempre que


el cociente entre la mitad de la anchura del tractor y la altura sobre el suelo del centro de
gravedad, sea inferior al valor de la pendiente, expresado en tanto por uno. Por tanto, el
tractor será tanto más estable, cuanto más ancho sea, y cuanto más bajo sea el centro de
gravedad, pero ni la anchura se puede aumentar indiscriminadamente, porque disminuye la
movilidad del tractor, ni la altura del centro de gravedad se puede reducir porque disminuye
la posibilidad de salvar obstáculos.

Si bien constructivamente se opta por una solución intermedia, donde en teoría la


estabilidad es posible en pendientes superiores al 35%, en la realidad es muy inferior, debido
a la existencia de obstáculos que desequilibran al tractor, y debido a la articulación del sistema
de dirección, cuando este actúa.

Una vez más el desarrollo del tren de rodaje es el que está dando más solución al tema de la
estabilidad transversal. Dotando al tren de rodaje de bogíes se consigue una disminución de
las situaciones de desequilibrio cuando, al sobrepasar un obstáculo del terreno, el eje del bogí
sólo se levanta sobre el suelo en una altura equivalente a la mitad de la del obstáculo
(esquema n2-10).

Esquema n2-10:
Funcionamiento del
bogie

El bogie presenta otras ventajas,


ya comentadas con la adherencia y
la rotura del suelo. También al
dotarle de émbolos de bloqueo,
puede mejorar el radio de giro, al
disminuir la distancia entre las
ruedas. Por último presenta el
inconveniente de reducir la
32
capacidad de la caja del tractor, de difícil solución en muchos casos.

- Estabilidad en el sentido de la marcha: Como ya se analizó en el capítulo de conceptos


generales, el tractor será más estable cuanto más bajo y adelantado se sitúe el centro de
gravedad. Es por ello que, al contrario de lo que sucede con los tractores agrícolas, el peso
del motor se sitúa en la parte delantera del tractor. En la práctica, con el tractor sin carga,
el diseño busca repartir el peso de forma que al eje delantero le correspondan los 2/3 del
peso del vehículo y al trasero el 1/3 restante.

2.2.5.- Robustez.-
La última condición que se exige a un tractor forestal es su robustez. Es un requisito
fundamental como consecuencia de la dureza de los trabajos que realiza y de las condiciones en
las que se desarrolla dicho trabajo.

Esto obliga a disponer de un chasis especialmente resistente para proteger todos los órganos
de la máquina, primero de los golpes que pueden producirse, y después del polvo y barro que al
introducirse, pueden deteriorarlo.

Particularmente es interesante el dotar al tractor de una pala frontal que posibilite el eliminar
los obstáculos que se puedan presentar, abrir trochas, además de otras funciones (apilar
madera....).

Respecto del motor, la robustez implica las siguientes características:

- El tipo de motor debe ser Diesel, porque además de su mayor vida, proporciona mayor
economía de combustible y combustible más barato. También, al ser más pesados,
proporcionan un mayor peso al tractor, con las importantes consecuencias que de ello se
derivan.
- Dentro de los motores Diesel, interesan los motores lentos, (también más robustos,
económicos y pesados que los rápidos), con relación carrera-diámetro del émbolo pequeña,
(más robusto y económico, pero más ligeros que los de relación alta), y con un número de
cilindros elevados a costa de un menor volumen, pues aunque proporcione peor
rendimiento de la combustión (economía) son más robustos y pesados.
- Respecto de la presión del motor, la elección no es siempre muy clara, pues a las ventajas que
tienen los motores turboalimentados, de mantener intactas las condiciones de potencia con
la altitud, de su economía y de mayor aceleración, se dan los inconvenientes de ser más
ligero y menos robusto que el clásico a igualdad de potencia.

2.3.- Evolución de los tractores forestales


Hasta hace una década, la evolución de los tractores forestales se ha basado en un aumento de la
fuerza de tracción y de la adherencia a base de aumentar indiscriminadamente la potencia y el peso
del tractor, pero la degradación que ello ocasionaba al suelo, determinaron el que esa tendencia
fuese frenada, al menos en Europa.

Tras una estabilización de la potencia de los vehículos entorno a los 80 a 100 CV, la evolución
33
se centró en mejorar la eficiencia de la transmisión y de la seguridad e higiene del trabajador.

- La eficiencia de la transmisión se lograba incorporando a la cadena cinemática, la transmisión


hidráulica, en un principio sólo parcialmente en el embrague (mediante el convertidor de par),
para luego extenderlo a toda la cadena.

- La mejora de la seguridad e higiene se lograba mediante el refuerzo de la cabina y la


introducción de la ergonomía en el diseño del sillón y de los mandos de control del tractor
(figura n2-1). La incorporación de los mandos integrados en una sola palanca, tipo joy- stick,
supuso un logro muy importante en la mejora de la higiene.

Figura n2-1: Detalle del sillón y de los mandos de control, integrados en los brazos del mismo

En los últimos años, el desarollo se ha centrado en dos aspectos, en aumentar la estabilidad del
tractor y en disminuir la degradación sobre el suelo forestal.

- La estabilidad, limitada por la anchura del tractor y la altura del chasis sobre el suelo, se empezó
a mejorar con la incorporación de los bogíes, ya estudiados

Tras los bogíes, acaba de aparecer tractores con sistemas de posicionamiento individual de las
ruedas. Cada rueda se encuentra situada en el extremo de un brazo, al que accede un cilindro
hidráulico, cuya carrera puede ser modificada desde los mandos del tractor. Se pierde el
concepto de eje como unidad de acción, pasando a serlo la rueda. Naturalmente este sistema, en
el que cada rueda es independiente de las demás exige que la transmisión también lo sea, para lo
que es necesario que se realice mediante transmisión hidráulica, con motor hidráulico
independiente para cada rueda.
34
Esquema n2-11: Posicionamiento del tractor en
laderas

Con este sistema, la altura de cada rueda puede ser


modificada todo lo que permita el cilindro hidráulico
que la mantiene, pudiendo superar el metro de altura.
Así, cuando el tractor trabaje en laderas, según curvas
de nivel, subiendo las ruedas del lado de la pendiente y
bajando las del otro lado se consigue mantener el
centro de gravedad del tractor en su centro, en
pendientes de hasta el 25% (esquema n2-12), con lo
que el peligro de vuelco lateral empieza sólo en
pendientes superiores a la mencionada. Aún es más, si,
como en algún modelo ya existente, se puede modificar
la anchura del tren de rodaje, el peligro de vuelco
lateral se ve disminuido cuando se aumente dicha
anchura (figura n2-2)

Figura n2-2: Tractor con sistema de rodaje que permite la variación de su anchura

35
- La disminución de los impactos sobre el suelo forestal, es una constante en la evolución de los
tractores forestales desde hace ya alguna década, pero en la que no se han conseguido grandes
avances. Como ya se ha indicado anteriormente, este objetivo, modificó la tendencia en el
aumento de potencia y peso del tractor. Posterior a este avance se inició la búsqueda de
disminuir los impactos, a base de modificaciones en el tren de rodaje, bien aumentando el
número de ruedas, haciéndose normales vehículos de 6 u 8 ruedas (figura n2-3), o bien
introduciendo ruedas de baja presión.

Hoy día la tendencia sigue siendo la de aumentar el número de ruedas, a base de ruedas en
tándem, con lo que repartir aún más el peso y la carga del tractor, pero aún queda mucho por
hacer en este campo, esperándose que en la próxima se asista a una revolución en este campo.

Figura n2-3: Tractor de 8 ruedas tractoras

36
3 CARACTERISTICAS DE LOS TRACTORES ARRASTRADORES
3.1.- Introducción.-
Los tractores arrastradores o skidders se caracterizan por desemboscar la madera arrastrándola
sobre el suelo del monte. Lo más frecuente es que el extremo más cercano al tocón se suspenda del
tractor, mientras el otro extremo se desplaza sobre el suelo (figura n3-1)

Figura n3-1: Desembosque en forma semiarrastrada por medio de skidder

Sólo en el caso de que la madera sea corta (longitud inferior a 2,5 metros) y haya sido reunida
previamente en pilas de 2 a 4 estéreos, el transporte se realiza con las trozas totalmente suspendidas
(figura n3-2)

Figura n3-2:
Desembosque en
forma
suspendida por
medio del
skidder

37
3.2.- Características del skidder
3.2.1.-Introducción
El skidder más utilizado es el caracterizado por disponer, en el semichasis trasero, de uno o
dos cabrestantes en los que se arrollan sendos cables de acero que se accionan a través de la
toma de fuerza del tractor.

Realiza simultáneamente labores de reunión y desembosque. Su principal ventaja consiste en


poder sacar la madera de zonas inaccesibles al tractor con tal de que esté situada al alcance del
cable del cabrestante.

3.2.2.- Elementos del skidder


Como ya se ha indicado anteriormente, el elemento característico de este skidder es el
cabrestante, además se completa con un arco integral, un escudo protector y una pala frontal.

- Cabrestante: Está formado por los siguientes elementos (figura n3-3):

Figura n3-3: Cabrestante del skidder

1: Freno
2: Tambor
3: Embrague
4: Reductora
5: Toma de fuerza

o Reductora.- Recibe la fuerza de la caja de transmisión o directamente del embrague,


transformando el movimiento circular longitudinal en circular transversal (sistema
tornillo sinfín- corona) y reduciendo la velocidad de rotación hasta 10 o 20 r.p.m para
aumentar la fuerza de tracción al máximo.
o Tambor.- Aloja y da fuerza y movimiento al cable tractor. Debe admitir entre 50 y 175
metros de cable de 25 a 12 mm. del tipo Seale con hilos cruzados preformados.
o Embrague.- Permite acoplar y desacoplar el movimiento de la reductora con el tambor. Si
bien existen sistemas mecánicos, los más utilizados son los de accionamiento hidráulico o
electro neumático por su ventaja al poderse maniobrar más rápidamente. Esta cualidad es
38
muy importante cuando por razones de estabilidad u otras situaciones de peligro conviene
soltar la carga con rapidez.
o Freno.- Al igual que el embrague, el freno juega un papel decisivo en la seguridad de la
explotación. Existen de muchos tipos, pudiendo actuar sobre diferentes niveles de la
cadena cinemática. Los más frecuentes actúan sobre el tambor mediante accionamiento
hidráulico.
o Mandos de accionamiento del cabrestante.- Suelen ser palancas situadas en la cabina que
actúan sobre el tambor del cabrestante mecánica o hidráulicamente. También pueden
situarse exteriormente, junto al cabrestante, con la única ventaja de poder controlar mejor
la fase de reunión de la madera. En este último caso suelen de ser de accionamiento
eléctrico.

Más sofisticados son los telecomandos por radio que permiten dirigir la reunión desde
varias decenas de metros del tractor. Su importancia radica en la posibilidad de que una
sola persona pueda efectuar el desembosque. Así, el maquinista, una vez situado el tractor
en la posición de arrastre, suelta el freno del cabrestante y acerca el cable hasta la madera a
desemboscar. Engancha las trozas al cable tractor y, mediante el telecomando, acciona el
tambor para recoger. El maquinista acompaña a la madera durante el arrastre pudiendo, a lo
largo del recorrido, manipular el funcionamiento del cabrestante para salvar, más
fácilmente, los obstáculos que pudieran aparecer sobre el terreno.

Las ventajas de este sistema son, por tanto, dos: la posibilidad de poder prescindir de un
ayudante y la de dirigir mejor el arrastre de la madera. Es necesario que los profesionales
españoles asuman las ventajas de este método de uso tan extendido en el resto de los paises
europeos.

- Arco integral: Tiene como función elevar las testas de las trozas a transportar. Con ello se
reduce la superficie de contacto de la madera con el suelo, favoreciendo su desplazamiento.

Consta de un chasis en forma de pórtico que


aloja en su parte superior tres rodillos guía; uno
horizontal que soporta la carga que le transmite
el cable y dos verticales laterales que aminoran
el rozamiento, y por tanto el desgaste, del cable
con el chasis (esquema n3-1)

Esquema n3-1: Arco integral

1: Rodillo guía horizontal


2: Rodillos guía vertical
3: Chasis del arco
4: Escudo protector de los neumáticos

Cuanto mayor es la altura de elevación de las


testas sobre el suelo menor es la fuerza de tracción que se necesita para el desplazamiento del
39
tractor, sin embargo mayor es la inestabilidad del conjunto vehículo-madera. Por esta razón,
muchos modelos de arrastradores presentan la opción de poder regular la altura de los
rodillos, llevándola a su valor máximo cuando el terreno no es muy difícil.

- Escudo protector: Consiste en una robusta lámina cóncava, que cubre la parte posterior del
vehículo, contra la que se aprietan las trozas que se transportan semisuspendidas,
soportadas por el arco integral. Tiene como función principal la de proteger las ruedas
traseras de los golpes de la madera arrastrada.

En muchos casos la posición de éste escudo protector puede modificarse por la acción de
uno o dos brazos hidráulicos. De esta forma puede anclarse en el suelo y reafirmar la posición
del tractor cuando está ejecutando un gran esfuerzo de tracción.

- Pala frontal: Es un elemento bastante común a todos los tractores forestales. En el caso de los
skidders, además de utilizarse como auxilio en su desplazamiento por el monte y poder
apartar las trozas que obstaculicen su paso, también puede ser aprovechada para apilar la
madera después de desengancharla.

- Patas de anclaje: Es también posible encontrar modelos de tractores arrastradores que


incorporan un sistema de anclaje clásico, consistente en dos patas laterales movidas por
sendos pistones hidráulicos. Con ello se asegura la estabilidad al vuelco cuando se efectúan
arrastres de madera en los que la línea del cable forma un ángulo grande con el eje
longitudinal del tractor.

3.2.3.- Procedimiento operativo


En este tipo de tractor existen
los siguientes procedimientos
operativos

Esquema n3-2: Caso


general de actuación del
skidder

- Caso general: El maquinista


conduce el tractor a través
del monte hasta situarlo lo
más próximo a la madera a
desemboscar, momento en el
que fija el tractor en su
posición. El ayudante del
maquinista toma el extremo
del cable y, desenrollándolo,
lo sitúa junto a la madera a
desemboscar. Engancha las
trozas al cable tractor
40
mediante alguno de los dispositivos que para ello existen (generalmente aprisionando las
testas mediante un lazo corredizo a través de un estrangulador o choker ) y da orden al
maquinista para que recoja el cable y arrastre la madera hasta el tractor. Una vez allí,
accionando el cabrestante, se elevan las testas sobre el suelo y se transporta la madera,
semiarrastrada, hasta el cargadero. Se descarga y regresa para iniciar el ciclo (esquema
n3-2).

- Caso en que el tractor no se introduce en el monte: Supóngase que existe una red de vías de
saca calculada de forma que pueda sacarse la madera sin necesidad de que el arrastrador
transite fuera de ellas. En este caso el maquinista circula por una vía de saca y fija el tractor
en la posición más cercana a la madera a desemboscar. Cómo en el caso anterior, el
ayudante aproxima el extremo libre del cable a la madera. Posteriormente ordena al
maquinista el rebobinado y éste acerca las trozas a la vía de saca. Una vez allí, el ayudante
desengancha la madera y vuelve a tirar del cable tractor para iniciar un nuevo ciclo
(esquema n3-3).

En este caso, en el que el tractor funciona


únicamente como elemento motriz del torno, es
interesante disponer de un doble cabrestante.
Uno de accionamiento del cable tractor y el
otro que soporte un cable de retorno, para así,
una vez que se desenganchen las trozas, hacer
volver al cable tractor hasta la zona de corta sin
necesidad de que el ayudante acompañe a la
madera durante el arrastre. Mientras tanto
puede lazar las siguientes trozas a extraer.

Esquema n3-3: Skidder actuando en


montes de gran escabrosidad, con vista
superior y frontal

41
3.2.4.- Rendimientos
El rendimiento de este tractor se calcula en base al ciclo de trabajo, por la relación entre la
carga que transporta por ciclo y el tiempo que tarda en realizar un ciclo completo de trabajo.

- El tiempo que tarda en realizar el ciclo de trabajo es la suma del tiempo de transporte sin
carga, el tiempo de enganche de la madera, el tiempo de transporte con carga y el tiempo de
desenganche de las trozas.

- El tiempo de transporte tanto con carga como sin carga depende de la velocidad del tractor y
de la distancia del transporte.

La velocidad del tractor depende de las características del propio tractor, así como de las
condiciones de carga, pero sobretodo de las condiciones de pendiente y escabrosidad del
terreno. Los valores promedios que suele tener este tractor están en torno a 3,5 Km/h

La distancia de transporte depende de la densidad de pistas de saca y de cómo se


distribuyen estas. También depende de las condiciones de pendiente y escabrosidad del
terreno, ya que estas impiden el que el itinerario del tractor se realice siguiendo lineas
rectas. Tradicionalmente la distancia de transporte que recorre el tractor en un ciclo se
calcula por la fórmula
D = (k1+K2)/y:
Siendo:
d los km totales de transporte por ciclo
k1 coeficiente variable entre 2 y 10, que depende de la regularidad de la distribución
de pistas
k2 coeficiente variable entre 2 y 10, que depende de la pendiente y escabrosidad del
terreno
y la densidad de pistas en m/ha

- El tiempo de enganche de las trozas depende fundamentalmente del número de trozas que
enganche por ciclo, aumentando al aumentar el número de trozas. Una formula aproximada
es suponer que el tiempo medio de enganche por troza es de aproximadamente 1 min

Aún si bien, el tiempo expresado anteriormente es bastante fiable, en realidad este valor
cambia en función de otros factores tales como la voluminosidad y pesadez de la troza, o
como por el número de trozas que enganche por ciclo. Así cuanto más voluminosa y pesada
sea la troza mayor es el tiempo de enganche. En cuanto al número de trozas por ciclo, para las
primeras 5 trozas tarda algo más que con las siguientes, hasta que a partir de 15 trozas vuelve
a empezar a aumentar el tiempo de enganche de la unidad de troza.

- El tiempo de desenganche depende al igual que el anterior del número de trozas, pudiendo
establecerse que como tiempo promedio por unidad de troza de alrededor de 1/4 min

- La carga que puede transportar en el ciclo depende de las características de potencia y


estabilidad del tractor, y de las características de adherencia y rodadura del suelo.
42
3.3.- Otros tipos de skidder
Si bien el skidder descrito anteriormente es el skidder más utilizado, existen otros tipos de
tractores que arrastran la madera, en los que difiere el elemento con el que agarrar la troza

3.3.1.- Skidder con grapa


Este tractor se caracteriza por disponer en el semichasis trasero de una grapa hidraúlica de 2 a
2,5 metros de abertura máxima, colocada sobre un soporte giratorio dotado de cierto
movimiento vertical (figura n3-4)

Figura n3-4: Skidder con grapa

- Procedimiento operativo: La forma de operar con este tipo de tractores es la siguiente: el


maquinista se interna en el monte y se detiene en el momento en que la primera troza o
grupo de trozas está al alcance de la grapa. El maquinista actúa sobre la grapa, recogiendo
la troza, o el grupo, por la testa y transportándola semisuspendida hasta encontrar una
nueva carga. Una vez ante ella, sitúa el skidder de forma que la carga transportada quede
por encima, o solapada, con la nueva troza o grupo de trozas. Abre, entonces, la grapa para
posteriormente recoger las dos cargas de una sola vez. Vuelve a ponerse en movimiento
hacia la tercera troza, repitiendo las operaciones señaladas, hasta completar la capacidad de
carga de la garra.

Este método es apropiado cuando la madera está perfectamente dispuesta en la dirección


del tractor y se sacan fustes enteros o árboles enteros. En este caso el tiempo de enganche es
menor que con el sistema de skidder con cable. Además el peso de las trozas recae, en un
mayor porcentaje, sobre el tractor por lo que este gana en adherencia y, por tanto, aumenta su
43
capacidad de tracción.

La utilización de este tipo de tractores presenta dos inconvenientes principales:

- El tractor debe acercarse hasta donde está la madera a desemboscar y, por tanto, el terreno
no debe ser difícil, en cuanto a la movilidad de los vehículos se refiere.

- Necesita que la madera esté perfectamente dispuesta en la dirección del vehículo. En caso
contrario, el tiempo de enganche aumenta con respecto al que se necesitaría si se usara
un skidder con cabrestante.

En España el campo de aplicación de este vehículo estaría muy restringido, dada la


dificultad que supone el disponer sobre el terreno, de una forma natural, la madera a
desemboscar. Así, mientras que en países del Centro y el Norte de Europa, se realizan claras
sistemáticas por calles, en España los árboles a apear se eligen con criterios selvícolas
selectivos, buscando la calidad de la masa remanente y, por tanto, la disposición de la madera
a desemboscar es un tanto aleatoria. Podría utilizarse este tractor si se realizara una reunión
manual previa al desembosque, sólo posible económicamente, si el peso de la madera no es
excesivo como en el caso de las primeras claras. También podría utilizarse en cortas a hecho
cuando se quieran sacar árboles o fustes enteros, compitiendo, entonces, con los otros dos
tipos de arrastradores.

Figura n3-5: Skidder con grapa y pluma

44
3.3.2.- Skidder con grapa y pluma
Es esta máquina, un tractor intermedio entre el arrastrador clásico y el autocargador. Posee
una pluma que, mediante una pinza, le permite coger la madera y "autocargarsela" depositándola
sobre una grapa, tipo clamp, que se aloja en el semichasis trasero. Esta última es el medio de
sujección de la madera que se desemboscará semisuspendida (figura n3-5)

- Procedimiento operativo: La forma de operar es la siguiente: el maquinista conduce el tractor


a través el monte, parándose en el momento en que la primera troza o grupo de trozas está
al alcance de la pluma; en ese momento se estaciona el tractor, se abre la grapa y se
deposita la madera que haya cogido la pluma, se cierra la grapa, se acomoda la pluma sobre
el semichasis trasero y se inicia el movimiento del tractor hacia una nueva carga. Cuando se
completa la capacidad de carga de la grapa se lleva la madera al cargadero.

Este sistema tiene como principal ventaja la rápidez de enganche de la madera, aún más que
en el caso del skidder con grapa, y sin necesidad de una especial disposición de la madera sobre
el monte. También hay una mejor repartición del peso de la madera desemboscada, aunque,
naturalmente, no se llega a la conseguida con el autocargador.

El principal inconveniente, al igual que en el caso anterior, es la necesidad de llegar hasta


donde se encuentra la madera para poder extraerla del monte.

Su campo de aplicación es el de desembosque por los sistemas de árbol completo o fuste


entero, en montes que no ofrezcan muchos obstáculos a la accesibilidad de la madera.

45
4 CARACTERISTICAS DE LOS AUTOCARGADORES
4.1.-Introducción
Los tractores autocargadores se caracterizan porque el desembosque lo realizan transportando la
madera totalmente suspendida sobre el semichasis trasero.

Sus elementos característicos son la grúa, que realiza la carga de la madera, y la caja para
ubicarla (fig n4-1)

Figura n4-1: Autocargador

Su rendimiento es óptimo cuando se trata de desemboscar madera corta procedente de claras, de


unos 2 metros en cargas transversales y de hasta 5 metros en cargas longitudinales. El apilado
previo de las trozas hace que el ciclo de trabajo se complete de forma óptima. Sólo en los montes
de difícil acceso y con pendientes superiores al 4O% su rendimiento disminuye fuertemente y,
entonces, puede ser ventajosa la utilización de otro procedimiento.

46
4.2.- Elementos característicos
Como ya se ha indicado, los elementos propios de este tipo de tractores son la grúa y la caja, si
bien pueden poseer otros elementos accesorios tales como un cabrestante, pala frontal, etc.

4.2.1.- La grúa
La grúa está formada por un soporte base, rígido, por el que se une al chasis del tractor, un pie
giratorio, dos brazos articulados, el segundo suele ser telescópico, y una grapa que, en el
extremo, se une a través de un rotator, al segundo brazo. El movimiento se obtiene gracias al
sistema de rotación del pie, a las dos articulaciones, al alargamiento del segundo brazo y al
rotator. Todos estos elementos se mueven por accionamiento hidráulico, a través de una línea de
presión, que alimenta una bomba conectada con los elementos de transmisión del tractor y que
reparte el fluido mediante un distribuidor hidráulico (esquema n4- 1)

Esquema n4-1: Elementos de la grúa hidráulica

La grúa puede situarse bien en el semichasis delantero, bien en el trasero.

Con la primera opción el maquinista tiene más y mejor visibilidad, sobre todo cuando la grúa
se aloja sobre la cabina. Además, como el semichasis delantero lleva el peso del tractor, los
desequilibrios que se originan por el uso de la grúa son absorbidos con más facilidad. Sin
embargo, aunque la probabilidad de vuelco es menor, cuando éste ocurre entraña un mayor
peligro para la máquina y, sobretodo, para el maquinista.

Con la segunda opción se tiene la ventaja de dar más peso y, por tanto, más adherencia al
semichasis trasero cuando va vacío; sin embargo, su menor peso en relación al delantero le hace
ser más susceptible de vuelco. Aunque la probabilidad de vuelco es mayor, el peligro para el
maquinista y máquina es más pequeño, y la operación de devolverlo a la posición de partida es
47
muy rápida y sencilla; simplemente accionando la grúa, utilizando el suelo como apoyo.

Los elementos de la grúa tienen las siguientes características:

- Pie giratorio: Suele tener una ligera inclinación con respecto a la vertical, para compensar
parte del momento que crea la carga y, por tanto, disminuir los esfuerzos sobre el soporte
de la grúa. Está movido, generalmente, por un piñón central, que rota por el desplazamiento
tangencial de dos cremalleras accionadas por dos gatos hidráulicos. Se permiten giros
completos, e incluso superiores a los 360º (esquema n4-2).

Esquema n4-2: Pie rotativo de


cremallera

- Brazos: Estos elementos deben ser lo


suficientemente robustos como para resistir
los elevados momentos a que están
sometidos. Los brazos entre sí están unidos
mediante articulaciones y pueden moverse
respecto de dichas articulaciones gracias a la
acción de émbolos hidráulicos dispuestos de
forma que se obtenga una máxima movilidad,
rapidez de movimientos y robustez (esquema
n4-3).

Esquema n4-3: Sistemas de disponer las articulaciones

48
El segundo brazo, como ya se indicaba, suele ser telescópico, es decir, que puede alargarse
o acortarse, pero además este brazo puede tener su primer extremo, o bien fijo, al extremo del
primer brazo, como es el caso más usual (figura n4-2), o bien deslizante, como es el caso de
las denominadas grúas de arrastre o de largo alcance (esquema n4-3). Este último tipo de
grúas tienen, por tanto, dos posibles alargamientos, el de la posición del segundo brazo y el de
su longitud.

- Grapa: Este elemento es el que permite recoger la madera gracias a las pinzas que posee y a
la posibilidad de que estas se abran o cierren entre sí, mediante la acción de un émbolo.
Además, gracias a la ayuda de un rotator, las pinzas pueden girar sobre su eje hasta 360,
con lo que disponerse mejor para recoger la madera (esquema n4-4)

Esquema n4-4: Distintos tipos de grapas

El número de pinzas que posee la grapa es de al menos trés, para poder sujetar firmemente
la madera a cargar. El émbolo de apertura y cierre puede ser vertical u horizontal, siendo mas
extendido el uso del segundo por ocupar menos espacio.

Las características que más interesan de las grúas se pueden deducir del análisis de tiempos
empleados en la realización de las operaciones básicas, supuesto que el autocargador es
manejado por una persona experimentada. Así, para un tipo de explotación media, los tiempos
de cada una de las operaciones básicas del autocargador se distribuyen de la siguiente forma:

Tabla n4-1: Distribución de tiempos empleados en cada una de las operaciones básicas del
autocargador
Desplazamiento ….. 5 - 8%
Parada ..................... 6 - 10%
Carga ...................... 50 - 60%
Descarga ................. 28 - 34%

De estos datos se deduce que lo que se debe exigir a la grúa del autocargador es que realice
49
las operaciones de carga y descarga lo más rápidamente posible. El tiempo de carga y descarga
depende, a igualdad de otras condiciones, del número de ciclos necesarios para cargar y
descargar la caja y de la velocidad en la ejecución de cada ciclo. El primero es función de la
capacidad de carga de la grapa y la segunda de la movilidad y rapidez de acción de cada uno de
los elementos de la grúa.

- Capacidad de carga: La capacidad de carga de la grapa depende de su sección y de la longitud


de las trozas, aumentando con ambas. Naturalmente, la sección no puede agrandarse
indiscriminadamente, pues tendría que verse correspondida con un incremento adecuado
de potencia y robustez del equipo hidráulico, con todo lo que ello implica. Por ello, a la
hora de elegir la sección de la grapa más conveniente se debe tener en cuenta el peso de la
madera. Si la madera tiene poca densidad y es de pequeña longitud, puede optarse por
grapas de gran sección (mueven mucho volumen y poco peso); sin embargo, si la madera es
densa y larga deben considerarse las grapas de sección más pequeña.

- Rapidez de movimientos: La rapidez de movimientos de la grúa depende de la velocidad de


movimiento de su elementos y del propio diseño de los brazos y sus articulaciones. Si la
grúa está dimensionada para grandes alcances, la duración de la fase de carga será mayor,
por ser mayores las distancias que deben recorrer sus elementos. Por ello, debe optarse
siempre por grúas que tengan un alcance adecuado a la disposición espacial de la madera en
el monte. Es siempre preferible mover el tractor para poder alcanzar un pequeño porcentaje
de madera que queda en el suelo a dotar al autocargador de una grúa de gran alcance.

Tampoco puede aumentarse a capricho la velocidad de movimientos de los elementos de la


grúa. A mayor rapidez se requiere mayor potencia y/o menor capacidad de carga.

- Respecto del tiempo de parada del tractor, debe decirse que depende del número de
estacionamientos necesarios para cargar el tractor y del tiempo consumido en realizar cada
estacionamiento.

- Número de estacionamientos: La primera de las variables depende, a su vez, del alcance de la


grúa. Supuesta una distribución uniforme de las trozas en la superficie de corta, el número
de estacionamientos necesarios para cubrir una hectárea de monte y el alcance de la grúa
están relacionados (tabla n4-2).

Tabla n4-2: Relación entre el alcance de la grúa y el número de estacionamientos

ALCANCE (m.) | 5 6 7 8 9 10 11 12
Nº ESTACIONAM. | 125 92 70 56 45 38 32 27

50
Gráfico n4-1: Diagrama
carga-distancia de una grúa de
12 t

Como puede apreciarse en la tabla, el


número de estacionamientos disminuye
muy rápidamente al aumentar el alcance
de la grúa, pudiendo llegar a pensar que
es conveniente que éste sea siempre
grande. Sin embargo, como se indicó
anteriormente, al aumentar el alcance
disminuye la velocidad el ciclo de carga y
descarga; además, y ésto es aún más
importante, a igualdad de potencia la
capacidad de carga disminuye con el
alcance (gráfico n4-1).

Es por ello, por lo que se puede


concluir que, en general, se debe optar
por grúas de poco alcance. Sólo para
casos de desembosque de madera procedente de claras, donde por cuestiones
socioeconómicas excepcionales es difícil realizar la reunión de la madera por calles, puede
estudiarse la incorporación de grúas de mayor radio de acción.

Otro factor que debe tenerse en cuenta en la elección de la grúa y que afecta al tiempo de
parada es el tiempo que tarda en realizarse cada estacionamiento. Este depende del tipo y
situación de los mandos de la grúa. Si éstos están integrados en la cabina del tractor, el tiempo
de accionamiento es muy pequeño, pero pueden presentarse problemas de falta de visibilidad.
En caso contrario, es decir si están fuera de la cabina, junto a la grúa, los tiempos llegan a ser
más del doble de los gastados en el caso anterior, pudiendo afectar gravemente a la
productividad del autocargador.

Un último factor que influye en la operatividad del tractor es el peso de la propia grúa, pues
a medida que este aumenta, resta capacidad de tracción del tractor, además de subir el centro
de gravedad de este, con aumento de su inestabilidad. Esta característica unida a la propia
robustez que debe tener la grúa, obliga a diseñarla a base de materiales especialmente
resistentes y ligeros.

4.2.2.- La caja
La caja de un autocargador debe diseñarse teniendo en consideración las siguientes
circunstancias:

- La fuerza tractora del vehículo: Sería absurdo diseñar una caja de capacidad superior a la que
el tractor, a plena carga y en circunstancias normales, podría desplazar.
51
- La estabilidad del tractor: Si se hiciera una caja muy alta, aumentaría la altura del apilado de
la madera y, por consiguiente, el centro de gravedad del conjunto tractor-carga se
desplazaría hacia arriba incrementándose el peligro de vuelco.

Podría darse más anchura para contrarrestar la pérdida de estabilidad, pero entonces se
limitarían, en muchos casos, las zonas accesibles al tractor.

- La maniobrabilidad: A medida que aumenta la longitud de la caja, el vehículo se hace más


largo y, por consiguiente, se dificulta la maniobrabilidad al aumentar el radio de giro.

- El tipo de madera a desemboscar: Si se va a transportar madera larga, la caja debe adaptarse a


esta circunstancia y disponer de elementos que impidan el deslizamiento de las trozas y el
que puedan caerse durante el trayecto.

Si la madera es corta, la anchura de la caja debe estar en consonancia con la longitud de la


madera.

Además de estos factores, el diseño de la caja está condicionado por el tipo de tren de rodaje,
sobre todo si el tractor dispone de bogíes, dado que se debe tener previsto un espacio donde las
ruedas puedan realizar sus movimientos oscilantes.

La constitución estructural de la caja


es muy similar para los distintos modelos
de tractores y permite, sin más que
realizar unas sencillas operaciones, apilar
tanto madera corta, como madera larga.

Figura n4-4: Caja del


autocargador

La base la forman dos perfiles de acero


rígidamente instalados en toda la
longitud del semichasis trasero. Cada uno
de ellos está separado, respecto al eje
longitudinal, 1/4 de la anchura del
tractor (figura n4-4)

Una robusta rejilla en la parte


delantera de la caja se encarga de
proteger a la grúa y a la cabina de los
golpes debidos al desplazamiento de las
trozas en las pendientes descendentes y
52
en los frenados bruscos del vehículo.

En el caso de la saca de madera larga, puede disponerse de otra rejilla trasera para evitar que
la madera se caiga, pero tiene el inconveniente de limitar la longitud de la madera a transportar,
por lo que no suele ser frecuente.

En el caso de desembosque de madera corta se pueden incorporar dos teleros traseros que
evitan el rodamiento de unas trozas sobre otras.

Si se quiere disponer la carga longitudinalmente, es preciso dotar a la caja con un suplemento


de perfiles de acero transversales y añadir un juego de teleros para evitar que rueden las trozas
en las oscilaciones laterales del tractor.

4.3.- Procedimiento operativo


La máquina trabaja de la siguiente forma: el maquinista conduce el tractor a través del monte,
dirigiéndolo hacia la primera troza o pila de trozas, para situarlo de forma que éstas queden al
alcance de la grúa. Fija el tractor en una posición estable y, actuando sobre los mandos de
accionamiento de la grúa, carga la madera sobre la caja. Cargada la primera tanda vuelve a poner en
movimiento el vehículo para dirigirse a un nuevo grupo de trozas e iniciar un nuevo ciclo.
Completada la capacidad de carga del tractor, regresa al cargadero donde realiza la descarga de la
madera mediante la grúa.

Esquema n4-5: Procedimiento operativo general

53
4.4.- Rendimientos
Ya se ha apuntado anteriormente como el rendimiento de este tractor se suele calcular, al igual
que el skidder, en base al ciclo de trabajo, por la relación entre el volumen de la unidad de carga de
la caja y el tiempo que invierte en realizar el ciclo completo de trabajo.

- Tiempo del ciclo: El tiempo del ciclo es la suma de los tiempos de transporte sin carga, carga de
la madera, transporte con carga y descarga de la madera:

- El tiempo de transporte con o sin carga depende de la velocidad del tractor y de la distancia del
transporte, cuyo cálculo se realiza de la misma forma que se indicó para el tractor skidder,
con la única salvedad de que la velocidad del autocargador suele ser algo mayor que la del
skidder, quizás porque normalmente trabaje en terrenos más fáciles (velocidad media 4
Km/h)

- El tiempo de carga es el tiempo que tarda en efectuar cada operación de carga por medio de la
grúa por el número de operaciones que debe realizar la grúa hasta completar la carga.

- El tiempo que tarda en efectuar cada operación de carga depende de muchas variables,
como ya se ha indicado al estudiar la elección de la grúa, pero se puede establecer que
dura alrededor de 0,6 min

- El número de operaciones que debe realizar la grúa hasta completar la carga, es la relación
entre el volumen de carga del tractor y el volumen que puede cargar la pluma.

El volumen que puede cargar la pluma se puede calcular en función de la sección de la


grapa y de la longitud de las trozas a cargar. Así si s es la sección de la grapa en m² y l la
longitud de las trozas en m, el volumen v en m3 que puede cargar la pluma, será:

v=slcc'
Siendo:
c los m3 que tiene el estéreo de madera
c' el índice de eficacia de la pluma, cuyo valor en las operaciones de carga se sitúa
alrededor de 0,7

En cualquier caso el valor obtenido de v debe ser siempre inferior a la carga máxima
que puede soportar la grúa

A este tiempo de carga debe añadirse el tiempo que tarda el tractor en situarse en cada
estacionamiento (tiempo de parada). Este tiempo es aproximadamente de 0,3 min por cada
estacionamiento. El número de paradas que realiza por ciclo depende del volumen de carga
del tractor, de cómo está apilada la madera y del radio de la grúa

- El tiempo de descarga se calcula de la misma forma que la carga, teniendo en cuenta que el
tiempo que tarda en efectuar la unidad de descarga es algo menor al de la carga
(aproximadamente 0,45) y que la eficacia de la grapa es casi total (c'=0,9)
54
- Volumen de carga del ciclo: El volumen de carga por ciclo de este tractor es el volumen de su
caja, salvo que por las características de adherencia del suelo o de pendiente, este volumen de la
caja impida al tractor el movimiento o haga peligrar su estabilidad.

55
5 CARACTERISTICAS DE LAS MAQUINAS
TALADORAS-APILADORAS

5.1.- Introducción
Las taladoras-apiladoras, también conocidas por su denominación anglosajona como
feller-bucher, son máquinas automóviles cuya función como su nombre indica, consiste en el apeo
de árboles y en el apilado de éstos cada cierto número de unidades.

5.2.- Elementos característicos


El elemento característico de estas máquinas es el cabezal de corte, con el que se realiza el apeo.

El cabezal de corte es un sistema formado por una o varias garras de sujeción del árbol y por el
elemento de corte propiamente dicho (esquema n5-1)

Esquema nº5-1: Cabezal de corte.

Las garras suelen consistir en dos elementos robustos de acero, de forma curvada para adaptarse
al tronco del árbol. Están situadas en un plano horizontal, con un extremo sujeto a una articulación
que les permite movimiento en su plano, bien de aproximación de ambas garras (cierre) o
alejamiento (apertura). El movimiento lo proporcionan dos émbolos de accionamiento hidráulico.

El elemento de corte puede ser una sierra de cadena o una cuchilla.

En el primer caso el método de corte es idéntico al que utiliza la motosierra; esto es, el diente
gubia avanza hacia el interior de la madera mediante el corte sucesivo de pequeñas virutas (esquema
n5-2)

Las diferencias con las motosierras son las siguientes:


56
o El movimiento de la cadena no se produce por el accionamiento directo de un motor
de explosión, sino por la fuerza ejercida por un circuito hidráulico, a través de una
bomba.
o La potencia de la sierra suele ser bastante superior a la de una motosierra. Son
normales potencias de 13 kw.
o El movimiento de avance en la profundidad de corte se produce por rotación de la
espada alrededor de uno de sus extremos sujeto a una articulación. El movimiento de
giro lo produce un émbolo de accionamiento hidráulico
o Por último es característico en los cabezales de corte mediante sierra de cadena, un
elemento denominado guardaespada, que consiste en una carcasa, donde se aloja la
espada una vez realizado el corte, para así evitar que eventuales golpes la dañen.

Esquema nº5-2: Derribo mediante sierra de cadena.


El corte con cuchillas, consiste en la
penetración de estas en la madera por efecto
de la presión, de forma análoga a como
penetran las podadoras o tijeras, empleadas
por los jardineros para el corte de tallos o
ramas delgadas.

El proceso del corte es el siguiente: En


un primer momento por efecto de la presión
de la cuchilla sobre la madera ésta se
comprime y se deforma. Cuando la presión
supera el límite de rotura de la madera la
cuchilla penetra. Las fibras rotas de la
madera se curvan, comprimiéndose unas con
otras, con aparición de fendas entre ellas (esquema n5-3)

Esquema nº5-3: Efecto de penetración de la cuchilla en las fibras de la madera.

Al continuar la presión, la cuchilla sigue penetrando, oponiéndose a ello, no sólo la resistencia de la


madera al corte, sino el rozamiento de las fibras ya cortadas con la cuchilla.

Seccionada la madera y retiradas las cuchillas, parte del fuste se recupera de las deformaciones,
pero otra gran parte queda defectuoso.
57
Gráfico n5-1 Curva de
esfuerzos de penetración de la
cuchilla.

Existen los siguientes dispositivos de corte


mediante cuchillas:

- Guadañas: El elemento de corte lleva una


sola cuchilla, de un único filo, que trabaja
girando alrededor de una articulación fija
y rígida. El árbol queda atrapado entre la
cuchilla y una contracuchilla que se
encuentra en el lado opuesto y que sirve
de soporte al corte, púdiendo incluso
guiarlo (esquema n5-4)

Esquema nº5-4: Guadaña.

Esquema nº5-5: Guillotina.

- Guillotina: El elemento de corte


lleva una sola cuchilla, de doble
filo, que en lugar de girar, se
desplaza en su plano guiada por
unas deslizaderas. También debe
disponer de una contracuchilla
en el lado opuesto (esquema
n5-5)

58
Figura nº5-6: Tijeras o cizallas.
- Tijeras o cizallas: El elemento de corte
son dos cuchillas que giran alrededor
de un pasador común en sentidos
opuestos (esquema n5-6).

- Doble guillotina: el elemento de corte


son dos cuchillas de doble filo, que
se mueven en un plano, en sentidos
opuestos, guiadas por una deslizadera
(esquema n5-7)

Esquema n5-7: Doble guillotina

La elección entre uno u otro de los diferentes tipos de cabezales


de corte se puede determinar analizando las ventajas e inconvenientes
de cada uno de ellos.

- Peso de cabezal: Los cabezales de corte por sierra de cadena son


notablemente más ligeros que los de cuchillas. Esto supone ciertas
ventajas, pero también inconvenientes, que afectan a la estabilidad del
tractor.

Es una ventaja en los casos en que el cabezal va en punta de


grúa, dado que un mayor peso puede originar factores de desequilibrio,
con efecto multiplicativo en función de la longitud del brazo.

En el caso de tractores con el cabezal de corte incorporado a su


chasis, a través de un dispositivo hidráulico de volteo, la falta de peso
puede ser una desventaja. La posición del centro de gravedad se ve
menos afectada por el peso de los árboles cuando el cabezal es pesado.

- Velocidad de corte: La velocidad de corte es mayor en las cuchillas que en la sierra de cadena;
así, para cortar un árbol de 30 cm. de diámetro, se tardará apenas 2 segundos con una
cuchilla de cizalla; de 3 a 4 segundos con una guillotina; y unos 6 segundos si se utiliza una
sierra de cadena.
- Calidad de corte: Mientras que la sierra de cadena proporciona un corte limpio, las cuchillas
dejan una sección de corte muy deteriorada, con la aparición de fendas y deformaciones en
la madera hasta una altura de 25 cm. Para el caso de que el destino de la madera sea la
industria de desintegración este deterioro no es un inconveniente, pero en los demás casos
(aserrío, desenrollo, postes y apeas) puede ser inaceptable al afectar a la parte del árbol con
mayor valor económico.
- Mantenimiento del útil: Las cuchillas, por su robustez y características resultan de menor y
59
más fácil mantenimiento que las sierras de cadena.
- Otras características.- La energía necesaria para efectuar el corte mediante cuchillas es de 3 a
5 veces más elevada que por sierra de cadena, y aumenta con el diámetro del árbol a cortar.
Ello, obliga a disponer de máquinas de derribo muy potentes o utilizar acumuladores
hidráulicos que permitan liberar en un momento dado una gran cantidad de energía.

En resumen, dadas las ventajas e inconvenientes que presentan cada uno de los tipos de
cabezales de corte, no existe una clara diferencia que permita discernir qué tipo es el más idóneo
en cada circunstancia. El mercado parece orientarse cada día más hacia las sierras de cadena,
porque su calidad de corte la hacen más versátil al poderse aplicar, tanto en el apeo de la madera
de sierra como de desintegración, circunstancia que no ocurre con los cabezales de cuchilla.

5.3.- Tipos de máquinas taladoras-apiladoras


Los cabezales de corte de las máquinas taladoras- apiladoras pueden situarse, bien en punta de
grúa, bien en la parte frontal de la máquina, unida a ésta mediante dos brazos de volteo. Esta
diferencia de diseño lleva consigo una forma diferente de actuación y un diferente ámbito de
aplicación, por lo que es la característica principal que se utiliza para clasificar este tipo de
máquinas.

5.3.1.- Taladoras-apiladoras en punta de grúa.-


Las taladoras-apiladoras en punta de grúa son máquinas que no necesitan situarse en la base
del árbol para poder apearlo, sino que basta con colocarse a 4, 5 ó 6 m. de él (alcance de la grúa)
para actuar. De esta forma el operario lleva la máquina hasta las proximidades del árbol, busca
una posición estable, actúa sobre la grúa y sitúa el cabezal de corte en la base del árbol. Cierra
las garras de sujeción alrededor del árbol y, actuando sobre el elemento de corte, lo tala. Cortado
el árbol lo levanta ligeramente y lo voltea, depositándolo en el suelo. Sin mover el tractor,
vuelve a dirigirse a otro árbol, y tras apearlo lo coloca sobre el anterior, formando la pila. De
esta forma, la máquina tala y apila los árboles situados dentro del radio de acción de la grúa sin
necesidad de moverse.

Normalmente los trabajos se planifican cortando por calles de anchura variable con el alcance
de la grúa (entre 8 y 14 metros).

El ámbito de aplicación de estas máquinas, son las cortas a hecho de árboles de diámetro de
hasta 50 cm, si bien raramente actúan con árboles de más de 30 cm. Los riesgos de vuelco
debido a los momentos ocasionados por las cargas en el extremo del brazo, impiden su
aplicación en pendientes superiores al 25%, si bien este valor debe estar en consonancia con el
peso de los árboles.

Su utilización en cortas de entresaca, claras o aclareos está muy restringida porque la


productividad baja de una forma muy notable y la ventaja que le proporciona el brazo articulado,
sólo se utiliza en contadas ocasiones.

60
Esquema nº5-7: Tractor con cabeza taladora-apiladora en punta de grúa, tipo autocargador

La base tractora más utilizada por esta máquina es parecida al autocargador (esquema n5-7) en
el que ha sido sustituida la caja, en el semichasis trasero, por la grúa hidráulica. Esta solución
tiene muchos inconvenientes, como son la poca visibilidad del operario, y la falta de peso
suficiente en el semichasis trasero para compensar los momentos que se producen.

Figura n5-1: Taladora-apiladora en


punta de grúa, con cabina giratoria

Otro tipo de unidad tractora,


especialmente diseñada para esta
operación, es la denominada de cabina
giratoria (figura n5-1). Esta máquina
dispone de un semichasis delantero, de
una plataforma giratoria que contiene la
cabina de mandos y el brazo articulado.
En la parte trasera se sitúa el motor, para
compensar el peso de los árboles
suspendidos del brazo de la cabina
giratoria. El tractor se completa con el
tren de rodaje, ya sea por cadenas o por
neumáticos. El tren de rodaje por cadenas
hace más estable al tractor (al ser más
pesado y con el centro de gravedad más
61
bajo), pero es más lento y de peor maniobrabilidad que con neumáticos, sobre todo en terrenos
escabrosos.

Para valorar la productividad de estas máquinas, se debe tener en cuenta que el tiempo de
apeo y apilado, es casi independiente del tamaño de los árboles, no llegando al 50% del tiempo
total, dedicando el resto del tiempo al desplazamiento y situación de la máquina. Por ello, en
condiciones ideales, la productividad de estas máquinas se puede situar en unos 3 árboles/min,
siempre que el número de árboles a talar por hectárea sea superior a 1.500. Por debajo de esta
cifra la productividad baja muy rápidamente, como consecuencia de aumentar el tiempo de
desplazamiento.

5.3.2.- Taladora-apiladora incorporada al chasis


Se caracterizan por tener que situarse al borde de cada árbol para poder efectuar el apeo.

Este grave inconveniente ha hecho evolucionar a estas máquinas en la especialización de los


trabajos de claras y clareos. Para ello van dispuestos sobre un tractor de dimensiones muy
reducidas para facilitar su movimiento por el interior del monte (esquema n5-8)

Figura nº5-2: Tractor talador-apilador incorporado al chasis

La forma de operar es la siguiente: El


operario lleva la máquina hasta la base del
primer árbol a talar, actúa sobre las garras de
sujeción y después sobre el elemento de corte
produciendo su apeo. Sin soltar el árbol
apeado, se dirige al segundo, al que también
corta, y sin soltarlos se dirige al tercer árbol.
Una vez que tiene un haz de árboles
suficientemente grande, gira el cabezal de
corte, depositándolos en el suelo y repitiendo
así el ciclo.

Como ya se ha indicado, su ámbito de


aplicación estricto es el de realizar clareos por
líneas de hasta 1,5 y 2 m. de anchura, talando
árboles de alrededor de 15 cm, aunque puede
llegar a 25 y 30 cm. El terreno en el que se
desenvuelve no puede ser escabroso, ni tener
una pendiente superior al 20%.

La productividad de esta máquina se sitúa


igual que la anterior en 3 árboles por minuto,
siempre que el número de árboles a talar por
hectárea supere los 1.500, y las condiciones
del terreno y de la corta sean las idóneas.
62
6 CARACTERISTICAS DE LAS MAQUINAS PROCESADORAS Y
COSECHADORAS
6.1.-Introducción.-
El primer problema que se tiene al hablar de procesadoras y cosechadoras es el de su propia
denominación. Siguiendo la terminología más aceptada por los países europeos, procesadora, en
ingles "processor", es la máquina que desrama y tronza el árbol después de apeado, pudiendo
realizar alguna otra función, como puede ser el clasificado o el apilado. La máquina que además de
estas funciones realiza el apeo, se la denomina cosechadora, en inglés "harvester".

Para algunos autores, procesadora es la máquina que desrama y tronza, tanto si realiza el apeo de
los árboles, como si no, reservando la denominación de cosechadora para aquella máquina que
además de estas funciones realiza la saca de madera.

En esta publicación se seguirá la denominación anglosajona, por ser la más aceptada


internacionalmente, a pesar de que la acepción de cosechar no se ajusta a lo que se entiende en
España, por similitud con los trabajos agrícolas, donde la máquina realiza todas las funciones
extractivas, incluyendo la del transporte extraviario. A estas máquinas se las denominará
cosechadoras- transportadoras, y serán analizadas en el próximo capítulo.

6.2.- Procesadoras
6.2.1.- Clasificación.-
Las máquinas procesadoras en función de su movilidad se clasifican de la siguiente forma:

- Máquinas automotrices: Son las de uso más general. Se caracterizan por la posibilidad de
introducirse en el monte y acceder a la madera situada apie de tocón o en las zonas de
reunión del monte.

Se suelen utilizar a continuación de las máquinas taladoras-apiladoras (feller-buncher) o


después del apeo y reunión manual.

- Máquinas móviles: Son aquellas que necesitan de un medio externo para poder desplazarse,
generalmente un camión, por lo que no pueden acceder al interior del monte, debiendo
trabajar en los parques de madera.

Se suelen emplear a continuación de las máquinas de saca, e incluso después de un primer


desembosque.

A continuación se describirán sólo las máquinas automotrices, dado el fin de esta


publicación.

6.2.2.- Características y elementos.-


Los elementos característicos de las máquinas procesadoras son los siguientes:

63
- Máquina base: Son tractores forestales, especialmente concebidos para esta función. Su
característica principal, con respecto al resto de los tractores, es el reparto del peso en
vacío. El eje trasero, donde se sitúa la unidad de procesado, es más pesado que el eje
delantero, con el fin de contrarrestar los desequilibrios que se producen durante la carga y
procesado de los árboles.

Algunos constructores, montan la máquina sobre la base de un autocargador, en el que se


sustituye la caja por una plataforma que contiene los elementos característicos del procesado,
pero esta solución, si bien es más versátil, lo hace a costa de una menor estabilidad, que se
traduce en una pérdida de productividad y de seguridad en los trabajos.

- Grúa: Es de brazos articulados, al igual que la ya descrita del autocargador.

- Plataforma de procesado: Está situada, en el eje trasero del tractor, y dispone de los
siguientes elementos:

- Sistema de alimentación: El sistema de alimentación está formado por dos rodillos de ejes
perpendiculares a la plataforma de procesado que, situados uno en frente del otro, se
hacen girar en sentidos opuestos por medio de un circuito de presión. Entre los dos se
sitúa el fuste del árbol a procesar, que es aprisionado fuertemente por estos, y que en su
movimiento, debido al giro de los rodillos, es obligado a pasar por el útil de desramar.

Esquema n6-1: Rodillos del


sistema de alimentación, del
tipo metálico

Los rodillos de alimentación


deben transmitir al fuste, una fuerza
de arrastre suficiente para
desramarlo sin interrupciones, por
lo que supone alcanzar cifras de 20
a 40 kN. Para que la transmisión de
esta fuerza sea posible, primero es
necesario que el tractor disponga de
dicha fuerza, bien directamente, o
bien mediante acumuladores de
presión. Segundo, es necesario que la adherencia entre rodillo y el fuste sea suficiente. Por
esta última razón, el diseño del tipo de rodillo es fundamental. Los tipos de rodillos que
presentan los constructores son los siguientes:

- Rodillos metálicos con estrías de agarre (esquema n6-1 y n6-8): Esta solución ofrece
una gran adherencia a los rodillos, pero la presión es tan grande que las estrías penetran
en la madera, deteriorándola (facilita la penetración del azulado). Deben utilizarse
cuando este defecto no devalúe la madera (como es el caso de madera con destino a la
64
industria de tableros de partículas y fibras y la de celulosa al sulfato).

- Rodillos de goma, bien neumáticos o bien sólidos (esquema n6-2): En este caso, la
obtención de una buena adherencia es más difícil que en el caso anterior, sin embargo
tiene la ventaja de no causar ningún tipo de deterioro a la madera. Se debe utilizar
cuando el destino de la madera sea la industria del aserrado o la del desenrollo.

Esquema n6-2: Rodillos del sistema de Esquema n6-3: Rodillos sistema de alimentación,
alimentación tipo goma tipo oruga

- Rodillos tipo oruga (esquema


n6-3): Es quizás una alternativa intermedia entre ambos, pues la presión que realiza
sobre la madera se reparte en una gran superficie, proporcionando una gran adherencia.

- Sistema de desrame: Consiste en unas cuchillas en forma de garra (esquema n6-4), que
pueden ser fijas y/o articuladas, para que en su apertura puedan adaptarse al fuste del
árbol. Otro tipo de útil es el que puede denominarse "cinturon de cuchillas, que si bien
es menos robusto, se adapta mucho mejor a la forma del fuste (esquema n6-5).

Esquema n6-4: Desramadora tipo garra

65
Esquema n6-5:
Desramadora tipo
cuchilla

- Sistema de tronzado: El
tronzado puede realizarse
o bien con una sierra
circular basculante
(esquema n6-6) o mediante una sierra de cadena escamoteable (esquema n6-7) En
ambos casos la longitud de tronzado se puede seleccionar manual o automáticamente.

Esquema n6-6: Tronzadora Esquema n6-7: Tronzadora


tipo sierra circular tipo sierra de cadena

Cuando la madera se destina a la industria de desintegración, la longitud de tronzado es


independiente de las características del árbol, y se busca únicamente la economía del
transporte, por lo que se suele realizar automáticamente. Para ello, el maquinista selecciona
una de las varias posibilidades que le ofrece el menú de longitudes de tronzado y, a partir
de este momento, y gracias a un dispositivo electrónico de medida, cada vez que pasa una
determinada longitud de fuste por entre las cuchillas de desramado, los rodillos de
alimentación dejan de moverse y la sierra actúa, tronzando el fuste a la longitud deseada.

Cuando la madera tenga como destino la industria de aserrío, la longitud de las trozas
será aquella, con la que se obtenga un mayor rendimiento en calidad o cantidad durante su
transformación, y por tanto, dependerá de la rectitud de los fustes, de su conicidad, de los
defectos de forma, etc.., características muy difíciles de poder objetivar, y por tanto, de
automatizar. Es por ello, por lo que deberá ser el maquinista el que decida en cada caso, la
longitud de tronzado más adecuada que se deba aplicar
66
- Depósito de apilado: En algunas procesadoras, a continuación de la tronzadora, se dispone
de un pequeño depósito donde la madera, una vez tronzada, se va apilando. Cuando el
depósito se encuentra completo, se abre por su fondo y deja apilada la madera
perfectamente reunida sobre el terreno (esquema n6-8).

Esquema n6-8: Plataforma de procesado con rodillos de alimentación metálicos,


desramadora tipo garra tronzadora tipo sierra circular y depósito de madera para apilado

El apilado en estos depósitos suele hacerse únicamente cuando la madera tiene como
destino la industria de desintegración, dado que en este caso la madera tiene toda igual
longitud. Cuando alguna troza tenga como destino la industria de aserrado (como suele ser
el caso de las primeras trozas), la madera pasa directamente de la tronzadora al suelo, para
lo cual el depósito posee medio fondo abatible en los dos sentidos: Cuando se abate hacia el
terreno, toda la madera apilada cae al terreno, pero cuando se abate hacia arriba, permite,
por una parte sujetar la madera anteriormente apilada, y por otra permitir caer al suelo la
troza recién tronzada.

6.2.3.- Procedimiento operativo.-


La forma de operar de estas máquinas es la siguiente: La máquina circula por el monte hasta
situarse próxima a la primera pila de árboles reunidos, en cuyo momento se estaciona y empieza
a actuar con sus elementos característicos: La grúa toma uno a uno los árboles previamente
reunidos disponiéndolos por su base sobre el sistema de alimentación. Una vez dispuesto el
árbol sobre los rodillos, estos le obligan a pasar por los útiles de desrame y de tronzado.
Mientras se realiza el desrame y el tronzado del árbol, el operario actúa de nuevo con la grúa
para aproximar el segundo árbol al sistema de alimentación. Procesado el primer árbol, el
67
operario deposita el segundo sobre los rodillos, volviendo a actuar sobre la grúa para tomar el
tercero. Mientras coge el tercer árbol, los rodillos alimentadores obligan a pasar al segundo árbol
por la desramadora y tronzadora, reiniciando de nuevo el ciclo.

6.2.4.- Productividad.-
Para valorar la productividad de estas máquinas, debe tenerse en cuenta que la
descomposición típica del ciclo de trabajo es la siguiente:

Desplazamiento...................25%
Desrame..................................27%
Tronzado y apilado.............29%
Otros.......................................19%

La velocidad de desrame es de varios metros por segundo, por lo que el tiempo que tarda en
elaborar un árbol es casi independiente de la longitud de los fustes, dependiendo más de las
condiciones externas del monte (tiempo de procesado de la máquina, inferior al 30% del tiempo
total) y del sistema de tronzado que se adopte:

- En el caso de tronzado automático de los fustes, la productividad se sitúa, en condiciones


ideales, en torno a los 15 a 35 segundos por árbol.

- En el caso de que el tronzado se realice manualmente, por selección de su longitud, el tiempo


de procesado de cada árbol es de alrededor de un 10% superior al anterior caso.

6.3.- Cosechadoras
6.3.1.- Clasificación.-
Las máquinas cosechadoras son siempre máquinas automóviles, por lo que se clasifican,
únicamente en función del número de garras que disponga la máquina:

- Cosechadoras de garra (grapple harvester): Son aquellas que disponen de un cabezal unido al
extremo de un brazo, con el que realizan el apeo, desrame y tronzado de los árboles. A su
vez, este tipo de
máquinas se clasifican
según si el brazo es del
tipo articulado, tipo
grúa, o es un brazo de
volteo, unido al chasis
del tractor (esquema
n6-9 y figura nº6-1).

Esquema n6-9:
Cosechadora de
garra, con brazo
rígido

68
- Cosechadoras (harvester): Son aquellas que disponen de un cabezal exclusivamente de apeo,
dispuesto en el extremo de la grúa y de una plataforma de procesado, situada en el
semichasis trasero (esquema n6-10).

Esquema n6-10: Cosechadora

Al ser independientes el sistema de apeo del de procesado, las cosechadoras ofrecen la


ventaja de poder realizar el desrame y el tronzado, al tiempo que el cabezal de apeo se dirige a
otro árbol para iniciar su tala, consiguiendo una mayor productividad. Como contrapartida
tiene menor movilidad que las cosechadoras de garra.

6.3.2.- Características de las máquinas cosechadoras.-


La característica principal de estas máquinas, que la diferencian de las procesadoras es su
cabezal de apeo.

En el caso de las cosechadoras de garra el cabezal está formado por unas garras de sujeción
del árbol, un dispositivo de apeo, similar al de las máquinas taladoras-apiladoras, un sistema de
alimentación, y un elemento desramador.

El sistema de alimentación puede ser:

o Sistema de alimentación por rodillos: Es el sistema más utilizado (figura nº 6-2). Su


funcionamiento es similar al indicado en el caso de las procesadoras.
o Sistema de alimentación por brazo extensible: Algunos constructores ofrecen garras
69
desramadoras dispuestas en el extremo de un brazo extensible por medio de un
émbolo. Al extenderse el brazo, se produce el desrame del árbol en la longitud
recorrida por la garra. Al recogerse el émbolo, se queda fija la garra desramadora,
moviéndose el resto del cabezal, e iniciándose de nuevo el ciclo. (Figura nº 6-3)

Las cosechadoras de garra extensible seguramente sean las que mejor calidad de desrame
produzcan, para ramas de tamaño medio (alrededor de 5 cm de diámetro) pero a costa de
mayor lentitud de desrame y de mayores problemas mecánicos. También se le achacan
mayores dificultades para
el desramado de árboles
tortuosos.

Figura n6-2:
Cabezal de cosechado de
garra con sistema de
alimentación por rodillos

1: Sierra de cadena
2: Rodillo cuenta metros
3: Garras de sujeción
4.- Rodillos de
alimentación
5.- Rodillos de desramado
6.- Rotator

En el caso de cosechadoras, el cabezal de apeo es similar al que tienen las máquinas


taladoras-apiladoras y el cabezal de procesado similares al de las procesadoras.

70
Figura n6-3: Cabezal de cosechado de garra con sistema de alimentación por brazo
extensible

6.3.3.- Procedimiento operativo.-


El modo de actuar es el siguiente:

- Caso de cosechadoras de garra: La máquina circula por el monte hasta situarse al alcance del
árbol a cosechar. Se estaciona, y operando con el brazo, sitúa el cabezal cosechador en la
base del árbol, asiéndolo con las garras dicho cabezal. El cabezal tala el árbol, y lo voltea,
posicionándolo horizontalmente, momento a partir del cual, el cabezal empieza a funcionar
como procesador, desramando y tronzado el árbol.

Solo cuando ha concluido de procesar el árbol, la máquina puede iniciar el apeo de otro
árbol

- Caso de cosechadoras: El posicionamiento y el apeo se realizan de la misma forma que en el


caso anterior. Talado el árbol, el maquinista lo sitúa mediante la grúa, en el sistema de
alimentación de la plataforma procesadora. Una vez que el árbol se está procesando, el
maquinista puede dirigir la grúa hacia otro árbol y talarlo, sin necesidad de esperar a que
concluya el procesado

Ambas máquinas trabajan cosechando madera por fajas, de anchura igual al doble del radio de
acción de la grúa.

71
6.3.4.- Productividad.-
La productividad depende del tipo de cosechadora. La cosechadora de garra y sistema de
alimentación de rodillos, en condiciones ideales de trabajo cosecha 1 árbol cada 30 a 40
segundos aproximadamente. La cosechadora de garra y sistema de alimentación por brazo
extensible, aunque la velocidad de desrame es mucho más lenta, el tiempo de cosechado difiere
poco del anterior (40 a 50 segundos), dado el pequeño porcentaje de tiempo que ocupa el
desrame.

Por el contrario, la cosechadora con unidad de procesado en el chasis, dado que emplea más
tiempo en el procesado que en el apeo, tiene una productividad similar a la procesadora

72
7 CARACTERISTICAS DE LAS MAQUINAS
COSECHADORAS-TRANSPORTADORAS

7.1.- Introducción
Bajo el nombre de cosechadoras-transportadoras, se incluyen todas las máquinas que además de
realizar alguna operación de transformación del árbol (apeo, desrame, tronzado, astillado..) realiza
su transporte hasta la zona accesible a camión.

7.2.- Clasificación
Según las operaciones que realicen, las máquinas se clasifican de la siguiente forma:

7.2.1.- Desramadora-transportadora.-
Esta es una máquina que desrama y transporta la madera, generalmente de fuste completo, por
arrastre de esta. Suele trabajar siguiendo a una taladora-apiladora

Un caso característico de este tipo de máquina es el del skidder con grapa, al que se le
incorpora un mástil telescópico abatible, situandolo sobre la cabina (esquema n7-1)

Esquema n7-1: Desramadora-transportadora

7.2.2.- Taladoras-transportadoras.-
Con la función de talar y transportar la
madera, por el sistema de árbol entero,
existen dos tipos de máquinas, que se
diferencian según si el transporte lo realizan
por suspensión o bien por arrastre.

- La máquina que realiza el transporte en


suspensión, tiene como base la máquina
taladora-apiladora de brazo articulado y
base giratoria, a la que se incorpora en el
semichasis trasero, una caja que transporta los árboles enteros.

La productividad básica de esta máquina se calcula de forma bastante similar a la del


autocargador, teniendo en cuenta los siguientes parámetros:

- El tiempo de apeo y carga se sitúa en torno a 0,37 min/árbol.

- El tiempo de parada y estacionamiento es de 0,8 min

73
- El tiempo de descarga varía según si la caja es basculante o no. En el primer caso el tiempo
se sitúa en 1 min. En el segundo caso debe calcularse como un autocargador en el que la
sección de la grapa es de alrededor de 0,67 m2, con una velocidad de ciclo de 1 min

- El tiempo de desplazamiento se calcula como en el caso del autocargador, pero teniendo en


cuenta que su velocidad es mucho más lenta, pues se sitúa del orden de 2 Km/h

- Por último, la capacidad de carga por ciclo es bastante elevada, situándose en alrededor de
los 20 a 25 m3. (Debe tenerse en cuenta que la densidad de apilado de árboles enteros
se sitúa en alrededor de 0,2 Tn/m3)

- La máquina que realiza el desembosque por arrastre tiene como base, bien un skidder con
grapa y pluma (esquema n7-2) en el que ha sido sustituida la pluma por un cabezal de
apeo, o bien una taladora-apiladora con cabezal unido al chasis a la que se incorpora en su
parte trasera una grapa, para la sujeción del árbol (esquema n7-3)

Esquema n7-2: Taladora-transportadora de árbol completo, con saca por arrastre, tipo
skidder

La productividad de ambas
máquinas es muy similar a la primera,
en cuanto al tiempo de apeo y carga,
tiempo de estacionamiento y velocidad
del tractor. La descarga la realiza
abriendo la grapa y desplazando
ligeramente la máquina, operación que
apenas supera el minuto de tiempo.

7.2.3.- Taladoras-transportadoras de fuste entero.-


Estas máquinas son las mismas que en caso anterior, a las que se incorpora en el cabezal de
corte, unos rodillos alimentadores y unas cuchillas desramadoras, con lo que la máquina apea,
desrama y saca la madera en forma de fuste entero hasta pie de pista.

La productividad de estas máquinas es la misma que en caso anterior, excepto en la fase de


apeo, desrame y carga que tarda 0,7 min/árbol. La descarga, en el caso de que la realice con la
pluma que suspende el cabezal de corte, invierte un 25% más de tiempo que en el caso anterior.

7.2.4.- Taladoras-transportadoras de madera corta.-


Estas máquinas representan el máximo de mecanización de las explotaciones forestales, dado
que realizan a pie de tocón la totalidad de las operaciones de transformación del árbol: apeo,
desrame y tronzado. Posteriormente la misma máquina realiza la saca de los productos
elaborados hasta hacerlos accesibles a un medio de transporte especializado (camión).
74
Estas máquinas están constituidas de la siguiente forma (esquema n7-5):

Esquema n7-4: Taladoras-transportadoras de madera corta.

- El semichasis delantero está


formado por la cabina de
mandos; una grúa, en su
parte frontal, al final de la
cual se incorpora un cabezal
de corte; y un mástil,
inclinable o no, que posee
unas garras móviles, con
cuchillas desramadoras y
dispositivo tronzador. El
árbol ya talado por el cabezal
de corta situado en el
extremo de la grúa, pasa al
mástil, donde las garras
móviles le desraman y
tronzan.

- El semichasis trasero, dispone


de una caja, en donde se sitúa
la madera ya procesada, y el
motor.

La forma de operar es la
siguiente: El operario, después de
situar convenientemente el tractor,
actúa sobre la grúa para agarrar y talar un árbol. Efectuada esta operación, mueve la grúa hasta
situar el árbol talado en el mástil de la máquina. Situado el árbol en el mástil, se procesa y carga
automáticamente, mientras el operario vuelve a actuar sobre la grúa, para agarrar un nuevo
árbol, e iniciar otra vez el ciclo. Mientras el operario inicia de nuevo el ciclo, las cuchillas
desramadoras recorren el fuste del árbol, hasta alcanzar la longitud deseada, momento en el que
el dispositivo de tronzado actúa. La parte de fuste ya tronzada pasa automáticamente a la caja,
mientras que el resto baja hasta el pie del mástil, volviéndose a efectuar el ciclo descrito.

La productividad de esta máquina se calcula teniendo en cuenta que el tiempo de apeo y carga
del mástil es de alrededor de 0,4 min/árbol. El tiempo de procesado y carga no es necesario
contabilizarlo, pues estas operaciones se realizan mientras se produce el apeo y carga del mástil.

75
8 EL TRACTOR AGRICOLA EN LA EXPLOTACION FORESTAL
8.1.- Introducción
En el capítulo segundo, se expuso las condiciones que debe reunir un tractor para adecuarse al
trabajo de la explotación forestal. La falta de esas condiciones, como indudablemente lleva consigo
la utilización del tractor agrícola, supone una pérdida en la productividad de las operaciones y de
seguridad de los trabajadores.

Si bien, en términos generales, las pérdidas de productividad lleva consigo una menor
rentabilidad de la explotación, en los casos de aprovechamientos de pequeños volúmenes, la pérdida
de competitividad económica no es tan clara, consecuencia de la diferencia entre los costes fijos de
la maquinaria forestal con respecto a la agrícola.

Aún es menos clara, la pérdida de rentabilidad económica, por utilización del tractor agrícola, en
los casos muy frecuentes, sobretodo en el Norte de España, en los que la renta familiar se obtiene
fundamentalmente de la explotación de su propiedad agrícola, complementada con recursos de su
propiedad forestal. En estos casos, la pérdida de rendimiento de la explotación, no es valorable,
dado que esta se realiza cuando no exige trabajo la actividad agrícola.

Por tanto, si bien el tractor agrícola, no es un tractor adaptado a las condiciones forestales, su
utilización está en muchos casos justificada, aunque para ello conviene equiparlo convenientemente
y tomar una serie de precauciones en su utilización, buscando fundamentalmente dar mayor
seguridad al operario, así como mayor eficacia en la realización de las operaciones.

8.2.- Equipamiento del tractor agrícola para uso forestal


El equipamiento del tractor agrícola para la realización del trabajo forestal tiene como objetivo,
no el convertir al tractor agrícola en forestal, tarea difícil, y en cualquier caso antieconómica, sino de
dotarle de dispositivos que proporcionen mayor seguridad al conductor, mayor protección a la
máquina ante esfuerzos para los que no estaba diseñada, asi como de dispositivos para realizar las
operaciones propias forestales.

A continuación se van a describir los elementos indispensables que deben formar el


equipamiento del tractor agrícola para la realización de los trabajos forestales. En algunos casos,
estos elementos los dispone de serie el tractor agrícola, por lo que no es necesaria su incorporación:

8.2.1.- Dispositivos de seguridad del operario


Los dispositivos de seguridad del operario en el tractor agrícola, para la realización de trabajos
forestales, deben ser los siguientes:

- Protectores de seguridad de la cabina ante posibles vuelcos: La cabina de los tractores


agrícolas no suele tener protección antivuelco, por lo que en estos casos se debe procurar
reforzarla mediante una estructura tubular de gran resistencia, perfectamente anclada en el
chasis.
- Protectores de la cabina ante posibles impactos de trozas: Esta protección debe cubrir
principalmente la ventanilla trasera, dado que es en esta parte donde se realiza el
76
movimiento de la madera. La protección debe permitir la perfecta visibilidad del operario
desde el interior de la cabina, por lo que lo mas conveniente es el disponer de un enrejado
protector dispuesto al exterior de la cabina, solidario con esta.
- Contrapeso delantero: El trabajo forestal suele basarse en la incorporación de carga en el eje
trasero, si a esta circunstancia unimos el hecho de que la distribución de carga del tractor
agrícola en vacío grava también a este eje trasero, resulta que el centro de gravedad del
vehículo con carga está muy desplazado hacia la parte trasera, con peligro de vuelco
longitudinal, sobre todo cuando asciende por pendientes. Es por esta razón por lo que
resulta conveniente modificar la distribución de carga del vehículo, incorporando mayor
peso al eje delantero. Para ello, es muy sencillo, disponer en el frente del tractor y a la
menor altura posible del suelo, de una pequeña caja, que cuando va a realizar trabajos
forestales, se llena de pesas

Además de mejorar la estabilidad longitudinal incorporando los contrapesos, se debe


manejar el tractor teniendo siempre presente, su falta de estabilidad. Así, se debe ascender,
siempre que sea posible, sin carga, incluso en el sentido de marcha atrás, utilizando una
velocidad que garantice un par cercano al máximo. La carga se transportará descendiendo,
utilizando marchas que supongan retención del tractor.

Estas normas de conducción, supondrán la garantía de la estabilidad del tractor, y con ello
la seguridad del operario

8.2.2.- Dispositivos de protección del tractor


Los dispositivos de protección del tractor deben ser los siguientes:

- Protección del bastidor: La menor altura del bastidor del tractor agrícola, por una parte, y la
falta de protección adecuada de este, pone en continuo peligro elementos del tractor tan
importantes como el motor, la transmisión, el eje delantero o la dirección, cada vez que el
tractor pasa por encima de piedras, tocones u otros obstáculos del terreno. Por esta razón es
imprescindible dotar al tractor agrícola de unos dispositivos bien robustos, de protección de
los bajos. Una forma fácil de proteger el bastidor puede ser incorporar una chapa de acero
que cubra todos los bajos del vehículo. Para evitar que cuando sobrepase un obstáculo, el
tractor se quede colgado, conviene que la chapa esté ligeramente abovedada.
- Protección del motor: La posibilidad bastante frecuente de que al penetrar el tractor por el
monte, choque con pequeñas ramas y árboles, hace conveniente reforzar la protección del
motor, sobretodo en su parte delantera, donde se sitúa el radiador. Para ello basta con
incorporar un pequeño enrejado alrededor del motor, que permitiendole la refrigeración,
proteja de estas acciones a todo el motor.
- Protección de otros elementos: Además del motor y el bastidor, conviene proteger contra
golpes la válvula de inflado de los neumáticos; los faros y la toma de fuerza.

8.2.3.- Dispositivos de trabajo


Para que un tractor agrícola pueda realizar convenientemente el trabajo forestal debe poseer
un mínimo de características propias del tractor así como de aperos específicos para realizar los
distintos trabajos.
77
- Características propias: En cuanto a características, es necesario que el tractor tenga un
mínimo de potencia, que se puede situar entorno a los 50 CV, cifra cada día más usual en
este tipo de tractores. Así mismo, es conveniente, aunque no indispensable, que disponga
de doble tracción, en el caso de que no la tuviese tendría muchos problemas de adherencia,
y aún a pesar de la posible incorporación de cadenas al eje tractor, vería mermado los días
de acceso al monte y la superficie de trabajo.

Además de estas características, al tractor se le debe dotar de un gancho en la parte trasera,


dónde incorporar el remolque, y de un árbol de transmisión de tipo telescópico.

- Aperos: En cuanto a los aperos, estos pueden ser tantos como operaciones pretenda realizar.
Así, se ofertan cabezales taladores, cabezales procesadores para el arrastre de madera, grúas
y remolques para la carga de madera, etc. De todos estos aperos, los primeros son poco
frecuentes, dada la escasa potencia del tractor para realizar convenientemente estas
operaciones, y sobre todo, porque las circunstancias que suele llevar consigo la utilización
del tractor agrícola invita a utilizar elementos mucho más sencillos para realizar estas
operaciones, como es el caso de la motosierra.

Esquema n8-1: Cabrestante acoplable a tractor agrícola


A continuación se van a
describir los aperos más
comunes, destinados a la
reunión y desembosque de
madera:

- Cabrestante para arrastre de


madera: El mercado
ofrece una amplia gama
de cabrestantes acoplables
a los tractores agrícolas.
Estos suelen constar de
los siguientes elementos
(esquema n8-1):

o Enganche de tres
puntos al elevador
del tractor (1)
o Toma de fuerza
acoplable a la del
tractor a través de
un árbol de
transmisión
telescópico de tipo
estandar (2)
78
o Transmisión de fuerza a través de piñon directamente acoplado a la toma de fuerza
y de este a la reductora a través de cadena (3).
o Torno acoplable a la reductora a través de un embrage de accionamiento manual a
distancia, a través de un cable auxiliar (4). El torno incorpora un cable acero (5),
de unos 8mm de sección y de alrededor de 50m de longitud y un freno, que al
igual que el embrage es de accionamiento manual a distancia (6).
o Arco integral (7) para elevar las testas de las trozas del suelo. El arco incorpora una
polea autoorientable (8).
o Patas de estacionamiento ajustables manualmente en altura (9).

- Remolque para transporte de madera: Este apero es sin duda el más utilizado por el tractor
agrícola en trabajos forestales, por la circunstancia de ser también un apero utilizado en
trabajos agrícola. Es por esta circunstancia por la que, en la mayoría de los casos, las
características del remolque responde a las características exigidas por el trabajo
agrícola.

Los remolques pueden ser de dos tipos, remolques tipo carretón y remolques
tipo trailer:

o Remolque tipo carretón: Para los casos en que la elección del remolque obedezca
únicamente al desembosque de madera, se optará por los del tipo carretón, cuya
característica principal es la de estar formados por un único eje, en su parte
posterior.

Figura n8-1: Remolque tipo carretón

79
La ventaja de este remolque es la de mejor adherencia del tractor, dado que gran
parte de la carga del remolque incide sobre el eje trasero del tractor, haciendo ganar
adherencia a dicho eje.

Este remolque debe disponer de los siguientes elementos (figura n8-1):

 Eje con bogie, por las ventajas de estabilidad que dá este elemento al
sobrepasar los obstáculos.

 Plataforma adaptada a la carga de madera, tanto en su sentido longitudinal


como en el transversal, para lo que es conveniente que la base esté formada
por dos o más perfiles de acero longitudinales y dos o más transversales, y
los teleros puedan intercambiarse, disponiéndose en los laterales del
remolque cuando la carga es longitudinal y en el frente y trasera, cuando es
carga transversal.

- Remolque tipo tráiler: Cuando se combina el desembosque con el transporte, tanto forestal
como agrícola, el remolque que mejor se adapta es el tipo tráiler, cuya característica
principal es el disponer de al menos dos ejes (figura n8-2)

Figura n8-2: Remolque tipo tráiler

Este tipo de remolque presenta la ventaja de su mejor estabilidad, pero por contra, los
problemas de adherencia, cuando circula por terreno forestal, son bastante notables, al
no ceder apenas carga sobre el de tracción del tractor.

80
Una solución relativamente sencilla para mejorar la escasa adherencia es la ofrecida
por algunos constructores consiste en dotar de tracción al eje trasero del remolque, para
lo que se debe incorporar los siguientes elementos (esquema n8-2):

Esquema nº8-2: Remolque con rodillo de tracción

 Un árbol de transmisión de suficiente longitud como para transmitir fuerza desde la


toma de fuerza hasta el diferencial
 Mecanismo de diferencial
 Mecanismo de tracción consistente en un rodillo estriado al que se puede, de forma
manual, inclinar ligeramente hacia abajo y hacia arriba, según se quiera dar o no
tracción al eje trasero.
 Eje tipo bogie

También en España existen empresas especializadas en adaptar el tractor agrícola a la


explotación forestal, en las que se ofrece una mejora de adherencia del remolque, dotándole
de transmisión a través de un circuito hidráulico

- Grúa de carga: En un tractor agrícola es posible instalar dos tipos de grúas, según su
accionamiento:

- Grúa mecánica: Este tipo de grúas son las más sencillas y económicas de instalar,
teniendo, además, la ventaja de ser bastante versátiles, pues sirven simultáneamente
para la realización de la reunión y la carga de madera. Como desventaja principal es la
de su lentitud de efectuar la carga, si se compara con el otro tipo de grúa.

81
Los elementos de este tipo de grúa son los siguientes (esquema n8-3):

 Acoplamiento al tractor en tres puntos al elevador del tractor (1).


 Bastidor con dos patas (2) y un brazo de carga (3). Las patas son regulables en
altura para permitir al bastidor descansar perfectamente en el suelo. El brazo
de carga debe ser telescópico y estar perfectamente unido al bastidor. El
extremo libre del brazo de carga dispone de una polea auto orientable, por
donde pasa el cable de carga (4).
 Toma de fuerza acoplable a la del tractor a través de un árbol de transmisión
telescópico (5).
 Torno con reductora, embrague, cableado y freno, similar al del cabrestante (6).

Esquema n8-3: Grúa mecánica

- Grúa hidráulica: Este tipo de grúa, se caracteriza por la rapidez y sencillez con que
efectuar la carga de madera. No obstante tiene muchos inconvenientes, en su utilización
con el tractor agrícola, como son su elevado precio, la necesidad de disponer de gran
potencia, la dificultad de su mantenimiento, su escasa versatilidad...etc. Características
82
que se contraponen al sentido de uso del tractor agrícola en operaciones forestales.

Para instalar una grúa hidráulica en un tractor agrícola, es necesario disponer de los
siguientes elementos (figura n8-5):

  Bomba hidráulica acoplable a la toma de fuerza del tractor, caso de no


tener salida hidráulica.
 Depósito de aceite, del circuito hidráulico.
 Distribuidor de presión (1).
 Grúa, propiamente dicha, con los elementos expuestos en el capítulo de
autocargadores (2). Además debe poseer una sujeción para transporte en
carretera (3) y un acoplamiento robusto al chasis del tractor, y en su parte
más baja (4)
 Patas extensibles, de accionamiento manual o hidráulico (5).
 Mangeras, tuberías y válvulas de alta presión para completar el circuito
hidráulico (6).

Figura n8-4: Grúa de accionamiento hidráulico

8.2.4.- Otros dispositivos


Además de los elementos señalados, es conveniente que cuando se vayan a realizar trabajos

83
forestales se incorpore herramientas y equipos auxiliares, necesarios para realizar
convenientemente los trabajos. Entre otros, se debe disponer de los siguientes equipos:

- Motosierra y equipo complementario de la máquina


- Cable de maniobra, para accionar a distancia el embrague o freno del torno del cabrestante o
la grúa
- Cadenas y choquer para el enganche de trozas
- Gancho, palancas y tijeras de tracción para el manejo de madera.
- Poleas de derivación

84
ANEXO

A: LOS NEUMATICOS EN LOS TRACTORES FORESTALES


A.1.-Introducción
Los neumáticos son los elementos del tractor que tienen como misiones más importantes:

- Servir de soporte al vehículo y a la carga de madera transportada.


- Transmitir al suelo la presión derivada del peso del sistema vehículo-carga.
- Transmitir al suelo la fuerza de tracción (adherencia) que llega a los ejes tractores, procedente
del par motor.

Las dimensiones, estructura y calidad de los neumáticos influyen en el comportamiento del


vehículo y en su interacción con el terreno, y su elección es, por tanto, uno de los parámetros que
afecta al rendimiento y al coste horario del tractor.

Si en todo tipo de vehículos la elección adecuada de los neumáticos es de gran importancia, por
ser el único nexo de unión al terreno, en el caso de los tractores forestales puede ser determinante
de su comportamiento. El tractor forestal está pensado para transitar sobre el suelo del monte, es
decir, sobre un terreno que no ha recibido ninguna preparación tendente a facilitar la circulación de
vehículos. Este medio se caracteriza por su agresividad hacia el neumático y por ser muy
hetereogéneo. Las condiciones cambian constantemente al variar la textura y/o la estructura del
suelo, la humedad, la pendiente, la cubierta vegetal, la pedregosidad, y los obstáculos naturales. Esta
variabilidad dificulta extraordinariamente la transitabilidad del tractor y es la causa de que, con
mucha frecuencia, se presenten situaciones límite, tanto de estabilidad, como de adherencia.

Se espera de un neumático forestal que sus características proporcionen seguridad, fiabilidad y


alto rendimiento (adherencia) a la máquina sobre la que se monta. Por consiguiente, se le exije que
sea duro, para resistir los sobreesfuerzos a que se ve sometido por la presencia de obstáculos; que
sea resistente a los pinchazos y a los cortes de las rocas; que sea elástico para absorber los esfuerzos
derivados del tránsito sobre un medio hetereogéneo; que sea versátil para adaptarse a situaciones
cambiantes; y que sea lo más barato posible, para que los costes de reposición no sean tan altos que
obliguen a utilizar unos neumáticos más horas de las que serían recomendables siguiendo criterios
de seguridad. Vemos, pues, que a un neumático se le piden demasiadas cosas y que, algunas de
ellas, son antagónicas.

El diseño y fabricación de un neumático contemplan y tratan de conjugar todas estas exigencias


y, para ello los fabricantes utilizan técnicas y tecnologías muy sofisticadas que, en general, son
desconocidas e infravaloradas por el usuario.

Es objeto de este anexo dar a conocer los elementos y las características de los neumáticos, asi
como resaltar la importancia de su elección para la ejecución de trabajos forestales. Hay que
85
abandonar la práctica de utilizar neumáticos agrícolas, aparentemente más baratos, para calzar
tractores que se emplean en trabajos específicamente forestales.

A.2.- Componentes de un neumático


El neumático está compuesto por tres elementos:

- La cámara de aire: Es un elemento de caucho soplado y estanco destinado a guardar aire bajo
presión. El aire se introduce, a través de una válvula, mediante un compresor. En realidad no se
consigue una estanqueidad absoluta y es necesario reponer el aire perdido cada cierto tiempo.
Para comprobar la presión de aire introducida en la cámara se utiliza un manómetro.

- La cubierta: Es el elemento más notable, formado por capas de distintos materiales aunque las
gomas son los más abundantes. Envuelve y protege a la cámara de aire, manteniéndola en
posición adecuada.

Es el elemento de contacto entre el suelo y el vehículo; el que proporciona adherencia a las


ruedas tractoras; y el que debe resistir el desgaste debido al paso sobre el terreno.

- La rueda: Es el conjunto de llanta más disco. La llanta es una pieza metálica cilíndrica con unas
pestañas o resaltes donde se aloja la cubierta. El disco está solidariamente unido a la llanta,
embutido en ella, y es el medio de conexión de la rueda con el eje del tractor. Por tanto, la llanta
tiene como misión asegurar la fijación entre la rueda y la cubierta, siendo la función del disco la
de hacer solidarios a la rueda y al eje.

Las dimensiones de la cubierta, la cámara y la rueda están íntimamente relacionadas. Los


fabricantes ofrecen tablas en las que se muestra qué tipo de cámara y llanta deben montarse con
cada tipo de cubierta. Es muy importante seguir sus recomendaciones para conseguir un
aprovechamiento máximo del neumático.

A.3.- La cubierta
A.3.1.- Partes de la cubierta
La cubierta está formada por la superposición de capas de lonas unidas por un material
formado fundamentalmente de gomas derivadas de la industria del caucho. Dentro de una
cubierta, dependiendo de su función, se distinguen las siguientes partes: carcasa, cima, talones, y
banda de rodamiento (figura nA-1).

o La carcasa: Está formada por la superposición de una serie de lonas que van de talón a talón,
cruzadas entre sí según ángulos próximos al recto. Cada lona no es más que un conjunto de
cuerdas (de algodón o materiales sintéticos como el rayón o el nylon) engomadas que forman
un tejido uniforme, flexible, y de elevada resistencia en todas las direcciones. Cada una de las
lonas se ancla en los aros metálicos de los talones. Se consigue así una estructura multicapa que
caracteriza la resistencia de la carcasa y del neumático. Este tipo de arquitectura utilizada en los
tractores forestales se denomina técnica diagonal o clásica.

El índice de medida de esta resistencia se denomina PR ( de "ply rating"; ply = pliegue) y


86
suele indicarse en el flanco del neumático. Este número no representa necesariamente el
número de capas que se ha empleado en la fabricación de la carcasa, sino el número de capas
de algodón que hubiera sido preciso utilizar para obtener dicha resistencia.

Figura nA-1.- Partes de la cubierta

La razón de engomar las lonas es que se comporten como un solo elemento capaz de
absorber sin deformaciones irreversibles los esfuerzos de flexión y el calor generado por el
trabajo del neumático.

Las misiones de la carcasa, además de ser el receptáculo donde se encierra el aire a presión,
son la de soportar la carga del trabajo, y la de transmitir las fuerza de tracción y frenado que
se desarrollan entre la llanta y la cubierta.

La carcasa de los neumáticos forestales se suele reforzar con una o varias capas de tejido
formado por cables de acero que proporcionan una protección extra contra los pinchazos y los
cortes. Esta protección se sitúa en la parte de la cima de la carcasa.

o Los talones: Son dos cables de acero - a veces cuatro, formando dos parejas - embutidos en
caucho cuya misión es fijar sólidamente la cubierta a la llanta, evitando el deslizamiento entre
ambos elementos o su separación (por aumento de diámetro de la cubierta). Sus dimensiones
deben estar perfectamente adaptadas a las dimensiones de la llanta.

87
Para ejercer esta función, los talones se recubren de una goma que se adhiere perfectamente
a las lonas que allí se anclan y a la llanta. Las cubiertas forestales, a diferencia de las
agrícolas, se diseñan con un resalte llamado guardatalones, cuya misión es impedir que
ningún cuerpo extraño se aloje entre la pestaña de la llanta y el flanco de la cubierta.

o La banda de rodamiento: Está formada por una goma de bastante espesor, que debe ser
resistente al desgaste, a los cortes, al desgarre y a los cambios de temperatura. Además, por
ser la componente de la cubierta destinada a estar en contacto continuo con el suelo, debe
proporcionar alta adherencia con el suelo y gran capacidad de tracción. Para conseguirlo, el
perfil de la banda de rodamiento se escultura en barras y canales de evacuación.

Las barras, también llamadas tacos, tienen como misión el que el neumático se ancle sobre
los obstáculos del terreno mejorando la capacidad de tracción. La altura y anchura en la base
de las barras debe ser estudiada para evitar que se desgarren o se arranquen al trabajar sobre
suelos duros.

Los canales de evacuación sirven para que la banda de rodamiento se mantenga limpia, se
desembarre, y no haya pérdidas de adherencia cuando se trabaje en suelos arcillosos con
humedad.

La cubierta, junto con la carcasa tienen otra misión que, si bien no es estructural es muy
importante desde el punto de vista del rendimiento y seguridad e higiene laboral. Se trata del
confort. La cubierta del neumático debe ser dura y rígida para poder absorber los esfuerzos
derivados de la carga del trabajo, pero, al mismo tiempo, lo suficientemente flexible para que
sirva de amortiguador del paso sobre los obstáculos y el tractorista se encuentre lo más
cómodo posible. Otra vez se plantea un problema de ingeniería que debe buscar una solución
basada en el compromiso entre dos propiedades antagónicas y la economía de la fabricación.

A.3.2.- Tipos de cubiertas


Según el tipo de arquitectura de la carcasa, las cubiertas pueden ser:

- Cubiertas tóricas o convencionales: Según se vio anteriormente, estas cubiertas se caracterizan


porque la carcasa está formada por la superposición de lonas que van de talón a talón,
cruzadas entre sí según un ángulo de aproximadamente 90º, determinando una forma tórica
al neumático. La banda de rodamiento y los flancos de la carcasa están solidariamente
unidos.

Esta forma de construcción lleva consigo una gran resistencia de los flancos de la cubierta;
no obstante, cualquier deformación de éstos se transmite a la banda de rodamiento
provocando la deformación de la huella de contacto y la aparición de tensiones transversales
entre el neumático y el suelo. Este efecto se traduce en un mayor rozamiento y, por tanto, un
mayor desgaste de la cubierta y un consumo de carburante más elevado..

Por otra parte, la forma tórica de la cubierta, determina una superficie de contacto
neumático-suelo muy pequeña, con lo que la adherencia es también pequeña, y la presión
88
sobre el suelo grande, con las consecuencias de deformación del suelo que esto último puede
conllevar, afectando al coeficiente de rodadura, dado que la altura del surco que tiene que
superar es superior. Además la degradación del suelo, tanto por compactación como por
apertura de surcos es mayor.

- Cubierta radial: Está formada por una lona de cables paralelos agrupados en arcos radiales. La
cima está compuesta por un conjunto de lonas cruzadas entre sí (cima de reforzamiento). La
principal característica de este tipo de neumático es que la cima cinturada evita las
deformaciones laterales de la banda de rodamiento y, por tanto ésta se comporta de forma
independiente de los flancos en cuanto a las deformaciones transversales se refiere. Sin
embargo, los flancos, como consecuencia de no estar constituidos por lonas cruzadas, no
son tan resistentes.

Como consecuencia de esta arquitectura, la forma de la huella sobre el suelo es ménos


elíptica que en el caso anterior, siendo mayor la superficie de contacto a igualdad de carga.
Este aumento de la superficie de apoyo implica:

 Un aumento en la capacidad de tracción del neumático al mejorar la adherencia, al menos


en terrenos secos.
 Una disminución de la presión que se transmite al suelo, hecho cada día más importante.
 Una mayor capacidad de absorción de obstáculos.
 Que las fricciones transversales se reducen al mínimo siendo menor el desgaste del
neumático.

Son los neumáticos utilizados hoy día por los turismos y camiones de transporte por carretera.

Figura nA-2.- Estructura de las cubiertas convencional y radial.

89
- Cubiertas de baja presión: Este tipo de neumáticos, aún poco difundidos, se caracterizan
porque al igual que en los convencionales, la carcasa está formada por la superposición de
lonas que van de talón a talón, con la diferencia que la estructura de las lonas se orienta en
sentido longitudinal, formando entre capa y capa un ángulo muy pequeño, de entre 25 y
30º.

A la ventaja de la gran resistencia de los flancos, propia de la cubierta convencional, se une


el hecho de que la presión necesaria del neumático para soportar la carga es muy pequeña
debido a sus posibilidades de deformación. La superficie de apoyo de la cubierta es grande,
incluso mayor que con las cubiertas radiales.

El problema de estos neumáticos es la gran exigencia de resistencia que se impone a la


cubierta y que se traduce en un encarecimiento del producto, agravado por el mayor desgaste
del material. Además, la baja presión del neumático dificulta su gobernabilidad, sobre todo
cuando circula a cierta velocidad por pista. En la práctica, las casas constructoras de
neumáticos no se decantan por su fabricación.

Figura nA-3: Ventaja de la baja presión en el


coeficiente de rodadura

- Cubiertas forestales: Las cubiertas forestales más


utilizadas en trabajos selvícolas y de
explotación forestal tienen una arquitectura
que trata de aunar las ventajas de las cubiertas
convencionales y de las radiales. Las
características son (figura A-4):

 Carcasa convencional de lonas


cruzadas de nylon.
 Cima de la carcasa reforzada con
un tejido de cables de acero para
evitar pinchazos.
 Flancos reforzados con una goma más ancha que
proporciona mayor protección.
 Guardatalones para evitar daños a la rueda y a la
cubierta.
 Barras muy resistentes al desgaste y al arranque.

Figura nºA-4: Cubiertas forestales

A.3.3.- Identificación de las cubiertas.


Las cubiertas se identifican según unos códigos formados por cifras
y letras, que tienen por objeto, facilitar la información técnica
necesaria para un buen uso y conservación de las cubiertas. La
identificación suele ser visible en los flancos y hace referencia a las
90
siguientes características:

o Ancho transversal máximo: Se identifica con una cifra que corresponde a la anchura,
en pulgadas, del neumático montado e inflado en la llanta.
o Arquitectura de la cubierta: Sólo se marca el caso de cubiertas radiales con la letra
"R" a continuación del ancho transversal.
o Diámetro interior: Se identifica con una cifra que expresa, en pulgadas, el diámetro
entre talones.
o Tipo comercial de la cubierta
o Tipo de escultura: Se identifica con una letra y un número clave, o un número.
o Índice de capacidad de carga por neumático: Viene representado por un código
numérico que representa la carga en kilogramos por neumático.
o Símbolo de la velocidad en Km/h.
o Símbolo de la capacidad de carga: En el caso de cubiertas convencionales se
representa, como se dijo anteriormente por el número de lonas.

Figura nºA-5: Identificación de las cubiertas


Por ejemplo, la cubierta 18.4 - 30
FORESTIER 725 PR 16 es una cubierta
específicamente forestal de 18.4 pulgadas
(46,74 cm) de ancho y 30 pulgadas (76,2 cm)
de diámetro entre talones, fabricada por
MICHELIN. La designación comercial es
FORESTIER, siendo 725 el tipo de escultura.
El símbolo PR 16 implica una determinada
capacidad de carga por neumático y está
especificada por el fabricante en sus catálogos.
En este caso dicha cifra es de 2.815 kg en los
neumáticos delanteros para una presión de
inflado de 1,8 bar, y de 4.225 kg en los
traseros para una presión de 2,1 bar.

A.4.- Características de los neumáticos


forestales
Los tractores forestales, son vehículos cuya
potencia oscila entre 70 y 175 CV, con 4, 6 u 8
ruedas, en general todas tractoras, que desarrollan
velocidades pequeñas (entre 1 y 20 Km/h), con
chasis articulado y dirección por giro de un
semichasis respecto al otro. El tipo de trabajo
desarrollado depende del tipo de tractor. Los
autocargadores están diseñados para transportar la
madera totalmente suspendida sobre el remolque,
mientras que los tractores arrastradores
desemboscan la madera arrastrándola sobre el
91
suelo forestal. Circunstancialmente pueden realizar trabajos de empuje con la cuchilla delantera. El
terreno por donde circulan es suelo forestal, caracterizado por la elevada pendiente, la abundancia
de obstáculos (tocones, restos de material leñoso, piedras, rocas y otros materiales de carácter
abrasivo y cortante), así como por su escasa adherencia, y su relativa facilidad de deformación y,
por tanto, compactación.

Los neumáticos forestales son los únicos diseñados para trabajar en tales circunstancias. Son
neumáticos anchos con una amplia superficie de contacto con el suelo que permite distribuir mejor
el peso y reducir la compactación, favoreciendo la capacidad tractora de la máquina. Su escultura, a
base de tacos altos, resistentes al arranque, permite el anclaje sobre el suelo paliando en parte la falta
de adherencia del conjunto suelo-neumático.

Figura nA-6: Efectos de compactación

Su estructura admite una capacidad de carga elevada, como


resultado del trabajo que realizan. Esta característica es la causa de
que prácticamente todas las cubiertas tengan una arquitectura
convencional reforzada. No se utiliza la técnica radial.

La presión de inflado del neumático es una característica


determinante del comportamiento del mismo y está estrechamente
ligada a la arquitectura de la cubierta y a la carga. Los neumáticos
forestales deben transmitir bajas presiones al suelo para evitar su
compactación, pero, al mismo tiempo, deben soportar cargas muy
altas. Los fabricantes, en sus catálogos, exponen la presión ideal de
trabajo en función de la carga y la velocidad. Una presión más baja de la recomendada mejora la
movilidad del tractor al adaptarse a los obstáculos, sin embargo la cubierta sufre unas
deformaciones que disminuyen su vida útil. Una sobrepresión aumenta la profundidad de las
rodadas y la compactación del suelo, dificultando la superación de obstáculos y la conducción.

Es imprescindible una elevada resistencia a cortes y perforaciones, tanto en la banda de


rodamiento, como en los flancos y en la unión entre la cubierta y la llanta. Esto exige que la
estructura de la cubierta este reforzada, generalmente con mallas de cable de acero por debajo de la
banda de rodamiento. Los flancos son, generalmente, los puntos débiles del neumático y deben ser
objeto de especial atención utilizando gomas más anchas y más resistentes.

La unión entre el talón y la llanta, asi como la válvula de inflado deben estar protegidos para
impedir la entrada de cuerpos extraños.

A pesar del desarrollo de la investigación y de las constantes innovaciones tecnológicas, la


fabricación de un neumático forestal es un proceso muy complicado donde intervienen muchas
variables. Es, por tanto, muy recomendable dejarse aconsejar por expertos cuando se trata de montar
unos neumáticos nuevos, cuyo coste puede representar el 10% del coste total del tractor. Una vez
montados seguirá siendo preciso atender a las sugerencias del fabricante en cuanto a presión de
inflado y capacidad de carga, para obtener un óptimo rendimiento en el trabajo.
92
B: MANTENIMIENTO DE LOS TRACTORES FORESTALES
B.1.- Introducción
Como se puede comprender, este anexo no trata de establecer la guía de mantenimiento del
tractor forestal, dado que ello es específico de cada marca y modelo, y queda perfectamente
indicado por el fabricante. El objetivo es por tanto, establecer la pauta de como organizar el
mantenimiento de tractor, de forma a asegurar su disponibilidad el mayor número de horas posibles
al año.

Antes de abordar el objeto de este anexo se va a indicar los tipos de mantenimiento de un tractor,
y en general de cualquier máquina:

- Mantenimiento preventivo: Es el que tiene por objeto, prevenir la aparición de averías e


irregularidades que pongan en peligro el funcionamiento correcto del tractor. Dentro del
mantenimiento preventivo, se pueden distinguir dos tipos de acciones, las que se refieren a
entretenimiento, es decir al mantenimiento de los niveles de los fluidos del tractor, a su engrase
y limpieza, y las que se refieren a comprobación del estado de funcionamiento del tractor.

- Mantenimiento de reparación: Es aquel que tiene por objeto subsanar las irregularidades y
averías que ponen en peligro o impiden el funcionamiento correcto del tractor.

Se denomina irregularidad, aquella circunstancia que afecta al tractor, que si bien no le impide
desarrollar su trabajo normalmente, puede ocasionar con el tiempo una avería.

Avería es una circunstancia que afecta al tractor impidiéndole su funcionamiento correcto.

B.2.- Planificación del mantenimiento


Planificar el mantenimiento es establecer el momento, lugar y los medios, tanto técnicos como
humanos, para garantizar de forma continua, la correcta aplicación del mantenimiento del tractor

En función del tipo de mantenimiento el proceso de planificación será el siguiente:

B.2.1.- Mantenimiento preventivo.-


La planificación se realizará tomando como base el manual o guía de mantenimiento del
tractor y de las previsiones de trabajo de dicha máquina, referidas a las horas de funcionamiento
diarias y a las condiciones de dureza de trabajo a las que se va a someter la máquina. A partir de
estos datos se elabora un listado de todas las acciones que se deben ejecutar, clasificándolas en
función de los siguientes elementos:

- Por la cadencia de las acciones:


 Diarias: Si se realizan una o más veces al día
 Semanales: Si se realizan una vez por semana
 Mensuales: Si se realizan una o más veces al mes
 Anuales: Si se realizan una o varias veces al año
93
- Por los medios materiales necesarios para realizarlos:
 Fáciles de trasladar: Si por su tamaño, peso y características puede trasladarse sin especiales
cuidados en el propio vehículo, donde realizar el mantenimiento.
 Transportables: Si por su tamaño, peso o/y características, resulta difícil de trasladar en el
propio tractor.

- Por los medios humanos necesarios para realizarlos:


 Sencillos: Los puede realizar el propio maquinista del tractor, sin necesidad de formación
especial
 Técnicos: Aquellos que necesitan de un personal técnico especializado para poder
ejecutarse

Clasificadas las acciones de mantenimiento preventivo, la organización de las acciones se


realizará teniendo en cuenta lo siguiente:

- El mantenimiento diario debe realizarse en el monte, dado que es bastante frecuente que, para
evitar desplazamientos innecesarios, los tractores se queden en el propio monte después de
terminar la jornada de trabajo.

Esta circunstancia obliga, primero a que el mantenimiento lo realice el propio tractorista, y


segundo a llevar al lugar de trabajo, todos los medios materiales necesarios para dicha
realización.

Es por ello, por lo que siempre es muy conveniente, tener previsto unos cursos de
formación de tractoristas, encaminados no sólo a enseñarles la correcta aplicación del
mantenimiento, sino también a concienciarles de la importancia de la aplicación del
mantenimiento de la máquina.

También debe tenerse previsto disponer, en el lugar de trabajo de la máquina, de los medios
de apoyo para la correcta aplicación del mantenimiento diario

- El mantenimiento mensual y anual debe realizarse en un lugar especialmente preparado para


ello (el taller), por personal especialmente cualificado para ello, entre otras, por las
siguientes causas:

 Se mejora la calidad del mantenimiento


 Sirve de control del mantenimiento preventivo realizado por el maquinista.
 Permite establecer las necesidades del mantenimiento correctivo

- El mantenimiento semanal debe poderse realizar simultáneamente en el lugar de trabajo y en


el taller, según sean las circunstancias de ubicación del vehículo. La elección de los medios
humanos necesarios para su realización dependerá de la sencillez de las operaciones, del
número y duración de estas, del tamaño de la empresa, así como de otras circunstancias
94
muy variables, tales como el convenio laboral del maquinista u otras.

En general debe optarse por que el mantenimiento semanal lo realice personal


especializado, por las razones ya señaladas anteriormente, a las que se puede añadir su mayor
rapidez de ejecución, lo que supone menor merma del tiempo efectivo de trabajo del tractor.

Con todos estos datos se elabora una guía pormenorizada de todos las operaciones que tiene
que realizar cada una de las personas que intervienen en el mantenimiento preventivo,
especificando en cada una de ellas, el intervalo de cada operación, la forma de ejecutarla, el
material necesario para ella, así como los elementos auxiliares necesarios para que dicho
material se encuentre disponible en el lugar indicado.

B.2.2.- Mantenimiento de reparación.-


Si bien, el tractorista, dependiendo de su propia habilidad, puede reparar algún tipo de
irregularidades y averías sencillas, la responsabilidad de las reparaciones, corresponde al
personal de taller, especialmente preparado para ello. El lugar de ejecución de la reparación,
puede ser, el propio monte, el taller de la empresa u otros talleres especializados, contratados al
efecto.

Para que la reparación sea rápida y eficaz, antes de que surja la irregularidad o la avería, se
debe tener previsto el lugar donde realizarse y los medios necesarios para ello.

Para establecer el lugar de reparación, debe estudiarse todas las irregularidades y averías que
pueden surgir, y la frecuencia más normal de que estas aparezcan. Para cada irregularidad o
avería se concretará los medios tanto técnicos como humanos necesarios, deduciéndose los
lugares posibles donde ejecutarse. Además debe tenerse en cuenta las siguientes
consideraciones:

- La reparación en el taller permite utilizar medios mas sofisticados que en el monte, con lo que
la reparación se realiza mas rápidamente y con mayor calidad.

- La reparación en el propio taller permite un mejor control de la calidad de la reparación y del


estado del vehículo que en talleres ajenos.

Por todo ello, debe siempre procurarse, que la reparación se realice en el taller de la
empresa.

Una consideración que es evidente, pero que es necesario remarcar, es la pronta reparación de
las irregularidades, por las siguientes circunstancias:

- La irregularidad en el estado de una pieza o en el funcionamiento de un órgano, puede ser el


origen de irregularidades y averías en otras piezas o de otros órganos, convirtiendo una
simple y rápida reparación en una reparación complicada que obliga a mantenerse inactivo
al tractor durante una temporada larga.

95
- La irregularidad, antes de que se convierta en avería, puede planificarse el momento y lugar
donde realizar la reparación.

La elección del momento de reparación, se realizará conjugando el mínimo perjuicio al


programa de trabajo de la máquina y del taller.

B.3.- Control del mantenimiento


Para asegurar que el mantenimiento de las máquinas se efectúa correctamente, siguiendo las
pautas planificadas, es necesario estructurar un control del mantenimiento.

La estructura de control depende del número de máquinas que tenga la empresa, pero en general
no es necesario que suponga un aumento de personal ni un aumento de burocracia, puede bastar con
el establecimiento de jerarquías de todo el personal ligado al mantenimiento, y de una comunicación
entre cada estamento formado.

Así, el mantenimiento realizado por el tractorista es supervisado por el personal de taller


responsable del mantenimiento preventivo, y el realizado por estos queda supervisado por el
personal de taller ocupado de las reparaciones. Por último, el personal de taller es el responsable
frente al responsable de producción de las eficacia de tiempo de funcionamiento de las máquinas.

La comunicación entre estamentos se hace mediante documentos, en los que se demuestra la


realización de cada una de las operaciones que tenían programadas permitiendo la incorporación de
todas las incidencias que pudieran surgir y que resulten interesantes para la detección de
irregularidades y averías o para una mayor eficacia del mantenimiento.

Por último señalar la conveniencia, al igual que para cualquier operación productiva, de
establecer incentivos a la eficacia del mantenimiento, puesta de relieve en el número de horas de
funcionamiento de la máquina al año.

96
C: FACTORES QUE AFECTAN A LA PRODUCTIVIDAD DE LOS
TRACTORES
C.1.- Introducción
Hasta ahora, al establecer la productividad de un tipo de tractor, se ha supuesto que la máquina
trabajaba en condiciones idóneas, tanto en lo referente a las condiciones del medio, como a las
dasocráticas del propio monte, o como a las del propio operario. La realidad de las explotaciones
forestales, suele ser muy diferente de este tipo de condiciones, por lo que para poder calcular la
productividad de cada caso particular, es necesario conocer la pérdida de productividad que causa
cada una de las condiciones que difieren de las consideradas idóneas, y en función de estas pérdidas,
conocer los rendimientos reales del tractor, para dichas situación

C.2.- Factores que afectan al rendimiento de los tractores forestales


Los factores que afectan al rendimiento de los tractores forestales son los siguientes:

C.2.1.- Factores geomorfológicos.-


La pendiente del terreno, la escabrosidad y la adherencia afectan de forma importante a la
movilidad de los tractores forestales, hasta el punto, que en muchos casos condiciona la
posibilidad de su utilización. Así, según Sundberg y Silversides, 1988 , los siguientes límites de
actuación de los tractores forestales es la tabla siguiente:

** Condiciones óptimas de utilización


* Condiciones de utilización con bastantes dificultades
- No aconsejable su utilización
97
Si bien, esta tabla, ha quedado un tanto obsoleta, por la aparición de los tractores que pueden
regular la altura de cada una de las ruedas, es todavía bastante indicativa.

En los casos en los que, por las características geomorfológicas, pueda utilizarse el tractor, y
no corresponda a las características ideales de terreno llano, sin escabrosidad y con buena
adherencia, el tractor, al efectuar la operación correspondiente, experimenta una pérdida de
productividad, mayor, cuanto más difiera de dichas condiciones ideales.

El valor de la pérdida de productividad, se puede calcular, según expresa la publicación de la


en función de un coeficiente denominado "coeficiente de movilidad" "x"

Se define el coeficiente de movilidad como la relación entre el tiempo que se tarda en recorrer
andando, un cuadrado de 25 m de lado, situado en el monte, y lo que se tarda en recorrer 100 m
en un terreno llano, sin obstáculos y con el mismo esfuerzo. Este factor tiene la ventaja de
conjugar simultáneamente, la pendiente, la escabrosidad y la adherencia, además de ser muy
sencilla su valoración.

Conocido el coeficiente de movilidad x, la pérdida de rendimiento de los tractores "g"


expresada en %, como consecuencia de los factores geomorfológicos, es la siguiente:

g = (10x2-5x-5)/100

C.2.2.-Factores geográficos.-
La latitud y altitud influyen de forma directa en el rendimiento de los tractores forestales, la
primera como consecuencia su influencia en las horas de luz natural, y la segunda por la pérdida
de potencia que experimenta el tractor.

Ante la dificultad de iluminar convenientemente el monte, de forma artificial, la falta de luz


natural, impide o cuando menos merma en gran medida, las actuaciones de los tractores
forestales. En España el número de horas naturales varía entre las 9,25h en el caso más
desfavorable, hasta las algo más de 15h en el caso más favorable, por lo que normalmente la
latitud no es un factor limitativo, cuando, como es normal el tractor solo trabaja un turno. En
cambio, en otros países situados a partir de los 55 de latitud, el número de horas en los meses
de invierno, es inferior a 8, por lo que puede limitar el tiempo de trabajo del tractor

Respecto de la altitud, ya se ha indicado, en el capítulo primero como influye en la potencia


del motor, y por tanto en su rendimiento.

C.2.3.-Factores climáticos.-
Los fenómenos metereológicos, de lluvia, nieve, viento, así como las condiciones
higrotérmicas, influyen directamente, aunque no de forma muy notable, en las actuaciones de los
tractores forestales. Indirectamente tienen una importancia mayor, pues influyen en factores
tales como la adherencia, cuya importancia ya se indicado repetidamente

98
La influencia directa de las condiciones climáticas en las actuaciones de los tractores
forestales, se debe a la acción sobre el rendimiento del trabajador, y a la acción sobre el
rendimiento del motor.

- La influencia sobre el rendimiento del trabajador, es en general muy pequeña, salvo


condiciones extremas, dada la fácil climatización de la cabina.

Así, según Staaf y Wiksten, 1984, establece que para velocidades de viento superiores a 50
Km/h no conviene efectuar el apeo, ni aún con máquina, por los riesgos que acarrea esa
situación.

- La influencia sobre el rendimiento del motor, es debida fundamentalmente a las condiciones


de temperatura y presión, también ya indicada en el capítulo primero.

C.2.4.- Factores de masa.-


El tipo, la densidad y la extensión de la corta, la forma y tamaño de los árboles, su ramosidad,
las características de la corteza y de la madera, influyen de forma muy notable en las actuaciones
de los tractores forestales.

A continuación se estudiará cada uno de estos factores

- El tipo de corta: Dado que, según sea la corta "a hecho", o por aclareos, así se realizará la
planificación y la ejecución de los aprovechamientos, la influencia de este factor en las
actuaciones del tractor es muy importante.

Así, en el caso de cortas por aclareos, se debe impedir el daño sobre la masa que
permanece, obligando a realizar las operaciones con mayor cuidado, llevando consigo una
pérdida de rendimiento, variable con las condiciones del monte.

- La extensión de la corta: Este parámetro influye en el grado de mecanización de la


explotación, y por tanto, de forma indirecta, en los rendimientos de la maquinaria.

Así en explotaciones pequeñas, los gastos fijos que suponen los desplazamientos de la
maquinaria es a veces tan gravoso que hace más rentable la utilización de medios menos
mecanizados. Sin embargo, cuando la explotación es grande, los costos fijos de
desplazamiento, aunque son los mismos que en el caso anterior, representan un porcentaje
más pequeño en el total de los costes, haciendo más rentable el uso de maquinaria más
sofisticada.

- La densidad de corta: Este factor influye en el valor de la distancia de saca del tractor, y por
tanto, en el tiempo del ciclo (caso de tractores de saca), y en el rendimiento de las
operaciones de apeo, desrame y tronzado, (caso de tractores tipo taladores- apiladores,
procesadores y cosechadores).

99
- La influencia que la densidad de corta tiene sobre las operaciones de apeo, desrame,
tronzado y reunión que pueden hacer las máquinas taladoras-apiladoras, o las máquinas
procesadoras y cosechadoras, se debe a que la productividad de estas máquinas depende
principalmente del número de árboles "n" a elaborar por unidad de área.

Según la publicación de FAO anteriormente señalada, la pérdida de productividad  de


Siendo:
n<2.250, ya que para mayor número de árboles no hay pérdida de productividad

Como n=/v siendo v el volumen medio de cada árbol

- La influencia sobre la distancia de saca se deduce de la siguiente manera:

Sea:
y la densidad de pistas en m/Ha
 la densidad de corta en m3/Ha
P el coste de construcción de pistas en pts/m
ChT el coste horario del tractor en pts/h
Vi el volúmen de saca del tractor en cada ciclo
 la velocidad media del tractor en Km/h
T los tiempos muertos del tractor
Z el coste de saca
L la distancia media de saca en Km

El coste de saca, por unidad de madera, será la suma de los costes de construcción de
pistas, el coste de la saca, y el coste debido a los tiempos muertos:

2

Esquema nº C-1
Sea un monte llano, con pistas paralelas a una distancia
entre sí "d", y sea "l" la longitud de pistas en un cierto tramo
(esquema nC-1), la densidad de pistas será:

Como ; Despejando:
1 10

10
2,5

4 4
Sustituyo y optimizo

100
0 2 2,5 ; 2 2,5

Representando esta expresión de costes en función de la densidad de pistas (gráfico


nC-1), se observa como en un principio los costes disminuyen muy rápidamente, hasta
llegar a un mínimo, a partir del cual los costes empiezan a crecer al aumentar la densidad de
pistas, si bien de forma más lenta que en un principio.

Gráfico nºC-1: Variación de costes en función de la densidad


de corta

Esta fórmula sólo es aplicable cuando se dan los supuestos de terreno llano y pistas
paralelas. Para cuando se dan otros supuestos, diversos autores proponen sustituir el
término 22,5 por coeficientes que dependen de la regularidad de la distribución de pistas y
de las características de escabrosidad del terreno

Así, según Von Segebaden, la sustitución se realiza por el siguiente producto:

2VT
Siendo:
V el coeficiente que depende de la regularidad de pistas
T el coeficiente que depende de la escabrosidad

Según esto, la densidad óptima de pistas es la siguiente:

2 2,5

Y la distancia de desembosque L:

L=VT
El cálculo de V se puede realizar cartográficamente, diseñando una cierta distribución
de pistas, con densidad "y". Sobre el plano se superponen una serie de puntos tomados al
azar, a partir de los cuales se calcula la distancia mínima a las pistas trazadas. El valor del
coeficiente V será la relación siguiente:

V = (D·y)/2,5
Siendo:
D la distancia media entre los puntos y las pistas
El término T se puede calcular analizando sobre el terreno la distancia real y teórica
que debería recorrer un tractor, desde una serie de puntos tomados al azar. El valor
de T será la relación entre la distancia real obtenida y la distancia teórica.
101
Más sencillo es el procedimiento propuesto por Klemencic, en donde la sustitución se
realiza por la suma de los coeficientes k1 y k2, variables entre 3 y 9, en función de los
valores de escabrosidad del terreno y homogeneidad en la distribución de pistas (tabla
nC-1)

Por tanto, la densidad óptima de pistas se expresa según la fórmula:

Por último, la distancia media de saca (ida y vuelta) será:

L=2·2,5/y = ( /

Si bien este procedimiento es menos riguroso, la posible imprecisión en la elección de


los coeficientes, supone un aumento en el coste de la explotación, relativamente muy
pequeño, que es normalmente inferior al propio coste de determinación de los valores V y
T, por lo que es el sistema más adoptado.

Tabla nC-1: Valores de los coeficientes de escabrosidad del terreno y distribución de las pistas, en
función de las características del monte
---------------------------------------------------------------------------------------------------------------
k1=3 Terreno sin ninguna dificultad, llano y con el monte accesible a partir de toda la longitud de la pista
k1=5 Dificultad media, terrenos con pendiente, escabrosidad y adherencia que condiciona ligeramente el
recorrido del vehículo. Algunos puntos del monte no son directamente accesibles desde la pista
k1=7 Dificultad alta. Terrenos con pendiente, escabrosidad y adherencia tales que condicionan mucho el
recorrido del tractor. Existen puntos frecuentes en la pista desde donde poder acceder al monte,
pero en los demás puntos no.
k1=9 Dificultad muy alta. Terreno con pendiente escabrosidad y adherencia tales que condicionan
totalmente el recorrido del tractor. Existen pocos puntos de la pista desde donde acceder al
monte.
----------------------------------------------------------------------------------------------------------------
k2=3 Montes llanos, con pistas paralelas, casi equidistantes
k2=5 Montes ondulados, con pistas no paralelas pero homogéneamente distribuidas.
k2=7 Montes muy ondulados, con muchos puntos de paso forzado para la distribución de pistas, que
hacen que estén irregularmente distribuidas.
k2=9 Montes muy quebrados, con pistas muy irregularmente distribuidas, incluso sólo perimetralmente.
--------------------------------------------------------------------------------------------------------------

- La forma y tamaño de los arboles: Este es un factor también muy importante en la


productividad de las máquinas, sobretodo indirectamente, dado que condiciona el destino
de la madera y con ello la planificación de la explotación, la elección de las máquinas a
utilizar y los implementos de dichas máquinas. Así, madera delgada, suele destinarse a la
industria de desintegración, siendo el sistema de aprovechamiento más frecuente el de
102
madera corta, utilizándose medios de apeo, desrame, tronzado y apilado, basados en
cabezales con cizalla, y realizándose la saca con el autocargador, con pluma de gran
capacidad, como medio de mayor productividad

Directamente también influye, como se desprende de la formula obtenida en el punto


anterior

- Las características de las ramas: La distribución de las ramas en el fuste, su cantidad, su


tamaño, disposición y elasticidad influyen directamente en el rendimiento de las máquinas
procesadoras y cosechadoras. Así, Staaf y Wiksten, en la publicación ya señalada
anteriormente, establecen que la fuerza F en Newton necesaria para realizar el desrame,
según especies, es la siguiente:

- Caso de pino F=3r2+75r


- Caso de picea F=5r2+100r

Siendo
r el diámetro de las ramas

De estas fórmulas se desprende que la fuerza necesaria para realizar el desrame depende
principalmente del diámetro de las ramas, y en menor medida de otras circunstancias (número
de ramas, dureza de la madera..).

No obstante, la productividad del desrame no sólo depende de la fuerza necesaria para


realizarlo, sino de otras variables, tales como la elasticidad de la rama. Así, en el desrame del
eucalipto, es muy frecuente necesitar dar varias pasadas sobre el fuste para completar el
desrame, debido a la gran elasticidad que poseen.

- El porcentaje de corteza: Influye directamente en la productividad de las máquinas, con


especial incidencia en las que realizan transporte, pues la corteza ocupa un volumen y un
peso no aprovechable.

- Las características de la madera: La calidad, la densidad y la dureza influyen en gran


medida en el rendimiento de las máquinas.

- La calidad de la madera influye en el su destino industrial y este a su vez en el método de


aprovechamiento utilizado
- La densidad influye principalmente en el rendimiento de las operaciones de transporte. Así,
cuanto mayor sea la densidad, mayor es la fuerza necesaria para realizar el transporte,
dificultándolo de forma que muchas veces establece el límite de carga de los tractores.
- La dureza influye en el rendimiento de todos los procesos de corte. Así, según Kempe,
1.967, la fuerza F , en Newton, necesaria para efectuar el corte de madera mediante
cuchillas se expresa mediante la siguiente formula:

F=(155e+50+700)(0,2+2)-t(34+1000)
103
Siendo:
 el diámetro de la madera en cm
e el espesor de la cuchilla de corte en mm
 la dureza de la madera expresada a través del valor del peso específico seco en g/cm3
t temperatura de la madera (sólo se utiliza este término cuando t<0)

C.2.5.- Factores humanos.-


La profesionalidad y la motivación influyen de forma muy directa en la productividad de las
máquinas, como a continuación se va a analizar:

- La profesionalidad: Los tractores forestales son máquinas que necesitan un cierto periodo de
aprendizaje para su correcta utilización. En tanto no se cumpla este periodo, los
rendimientos que se producen son inferiores a los normales.

El tiempo de aprendizaje es variable según lo complejo que sea el tractor. Así, con el
skidder el tiempo de aprendizaje se puede estimar en alrededor de 4 meses, pero con el
autocargador y las máquinas combinadas este tiempo se duplica, debido a lo complejo de su
utilización.

La pérdida de productividad h1 debida a la falta de profesionalidad se puede estimar por


las siguientes formulas:

- Caso del skidder h1=(1,5/n)-0,3


- Caso de otros tractores h1=(2,4/n)-0,3

Siendo n el número de meses de aprendizaje

- La motivación: Aparte de otros factores sicológicos difíciles de evaluar, la motivación por el


trabajo depende de la forma de retribución. Cuando el trabajador obtiene un salario fijo
independiente de su productividad, su nivel de esfuerzo se ajusta al mínimo, con lo que los
rendimiento bajan. También es verdad que la calidad del trabajo es mejor, pero para el caso
de las explotaciones forestales, salvo excepciones esa calidad del trabajo es poco valorable.

Se considera que la productividad es máxima, cuando al menos el 35% de los ingresos


totales del trabajador, son debidos a incentivos por el rendimiento obtenido. Cuando las
primas de productividad son inferiores a la cantidad anteriormente expresada, se produce una
pérdida de rendimiento h2, cuyo valor se puede expresar por la formula siguiente:

h2=0,71(0,35-)

Siendo:
 el porcentaje de las primas de producción respecto de su remuneración total

104
D: IMPACTOS DE LOS TRACTORES EN EL MEDIO FORESTAL

D.1.- Introducción
La explotación forestal es una de las actividades humanas que más afecta al ecosistema forestal,
siendo la utilización de los tractores, una de las causas que más inciden en ello.

Los tractores forestales, entre otros efectos, desgarran la capa superficial del suelo facilitando su
posterior erosión, compactan el suelo y con ello merman su capacidad filtrante, causan profundas
huellas de rodadas que llegan a afectar de forma directa al sistema radical de las plantas, producen
heridas en los troncos exponiendo al arbolado a ataques de agentes bióticos...

El conjunto de todas estas acciones no sólo merma, de forma significativa, la capacidad


productiva del monte, sino que el debilitamiento producido, lo deja más expuesto a la acción de
agentes bióticos y abióticos, que pueden concluir con la destrucción del monte.

Es preciso tomar conciencia del riesgo que implica la mecanización de las actividades forestales,
como único medio para garantizar la estabilidad del medio forestal.

D.2.- Daños sobre el suelo


Los daños que pueden producir los tractores forestales sobre el suelo son de dos tipos, uno de
desgarramiento de los primeros horizontes y otro de compactación, con la posible manifestación
conjunta de ambos efectos en la huella de rodadura, que por sí sóla es causa de muchos efectos
degradadores, por lo que se analizará de forma independiente.

D.2.1.- Desgarramiento de la cubierta vegetal.-


Es el producido como consecuencia de la acción tangencial al terreno del par motor, que
provoca en el suelo una fuerza de reacción igual, pero en sentido contrario (véase capítulo
1.1.1), denominada adherencia. Si el valor del par motor es superior a la resistencia al esfuerzo
cortante del terreno, este se rompe en sucesivas capas superficiales, hasta encontrar una capa de
suelo de mayor resistencia, a partir de la cual el vehículo puede transmitir la fuerza con la que
lograr el movimiento. Pero para ello ha sido necesario desgarrar las primeras capas húmicas del
suelo forestal.

El resultado del desgarramiento es de dos tipos, el primero es que deja a las capas desgarradas
a merced de la erosión superficial, y el segundo es la huella que deja la pérdida de suelo
producida.

Los factores de que depende el volumen de desgarramiento se obtienen al analizar la causa


que lo produce. Así, será tanto menor, cuanto menor sea la fuerza del vehículo, mayor sea la
superficie de contacto vehículo-suelo, y mayor la resistencia al esfuerzo cortante del suelo.
También influye el sistema de contacto entre el vehículo y el suelo.

Si se analiza la tabla n1-3, se observa como en general, excepto en el caso de suelos


arenosos, los tractores con cadenas, al tener mejor adherencia que los de neumáticos, producen
105
menor desgarramiento. La realidad es precisamente la contraria, y ello quizás se deba a que, la
acción de los tractores de cadena, consiste en la sucesiva pasada de cada una de las tejas que
forman su tren de rodaje, lo cual equivale a la acción de varias pasadas del tractor de
neumáticos. A esto se debe añadir, que el tractor oruga es mucho mas lento, y por tanto mayor
es su fuerza cortante.

En esta misma tabla, se observa como el coeficiente de adherencia disminuye, de forma muy
notable, cuando el terreno está húmedo, esto significa que los efectos de desgarramiento son
muy superiores cuando se realiza la explotación en época de lluvias. Esta acción se ha podido
contrastar en la realidad, demostrandose en Suecia como en época seca, la acción de los tractores
apenas supuso una pequeña compactación de 5 cm, pero sin que existiese apenas
desgarramiento. En el mismo suelo, pero en época lluviosa, la acción de los tractores supuso la
rotura de la capa húmica, su compactación y mezcla con el suelo mineral, dejando unas rodadas
de 15 cm de profundidad.

Además del tipo de tren de rodaje, y de la época de utilización del tractor, influye sobre el
desgarramiento los siguientes parámetros:

- La pendiente del terreno: El aumento de pendiente implica la necesidad de utilizar mas fuerza
de tracción, lo que lleva consigo un mayor desgarramiento. Garrison y Rummel (1.951)
constataron como en pendientes superiores al 40%, los efectos desgarradores eran varias
veces superiores a cuando se trabaja en menores pendientes.

- La cubierta vegetal: Fries (1.973), observó cómo al proteger las calles con los residuos de
corta, los daños sobre la superficie se redujeron a la mitad. Otras fuentes, Kantla (1.973),
comprobaron que esta protección es sólo eficaz, cuando el número de pasadas de los
tractores es muy corto.

- El tipo de medio de desembosque: Conway (1976), observó como en igualdad de


circunstancias, los tractores tipo skidder con grapa, producían daños superiores a los
skidder tradicionales y estos mayores que los tractores autocargadores. Esto es debido más
a la forma de transportar la carga que al propio tractor, resultando más desfavorable cuando
se transporta mediante arrastre

D.2.2.- Compactación.-
Es el resultado de la componente perpendicular al terreno del peso del tractor. La acción de
esta fuerza, supone la deformación del terreno, cuando el valor de la fuerza supera el límite
elástico de resistencia a la compresión del terreno. Como consecuencia de la deformación el
suelo se compacta, aumentando su densidad y su dureza.

Este aumento de densidad y dureza, no sólo se produce a nivel superficial, sino que también
pueden aparecer, por efecto acumulativo a distintas cotas del subsuelo, denominándose a estos
efectos difusión o resonancia de presiones (Esquema D-1).

La resistencia del suelo a la compresión, también llamado poder portante, se expresa en la


106
tabla 1-6. Según esta tabla, los suelos más susceptibles de compactación, además de los
turbosos, son los suelos arcillosos húmedos, pero en los suelos arenosos y en los suelos
arcillosos secos, las compactaciones son poco aparentes en la superficie, pero pueden aparecer
de forma importante al nivel del subsuelo.

Esquema D-1: Fenómeno de resonancia de presiones

La compactación del terreno tiene como consecuencia los siguientes efectos:

- Aumenta la resistencia a la compresión del propio terreno, con lo que la deformación se ve


rápidamente limitada, cuando la resistencia del terreno se equilibra con la presión del
tractor sobre el suelo.

- Se reduce la porosidad del suelo, llevando consigo la disminución de la capacidad de agua y


aire del suelo, y por tanto de la permeabilidad y capacidad de intercambio suelo-planta
(Esquema D-2). Además de dificultar la relación suelo planta, la pérdida de permeabilidad
del suelo hace aumentar el agua de escorrentía y por tanto favorece la erosión.

Esquema D-2:
Alteración del sistema
radical

El valor de la compactación
depende por una parte de la
presión del tren de rodaje, y por
otra, del poder portante del suelo.

- La presión del tren de rodaje,


depende del peso del tractor
y la carga, y de la superficie
del tren de rodaje.
107
- El peso del tractor depende del tipo de tractor de que se trate y de su potencia. Así, a igualdad
de potencia, son más pesados los tractores tipo oruga. Respecto de la relación entre el peso
y la potencia, existe una relación muy directa, como se muestra en el gráfico n2-1.
- La superficie del tren de rodaje depende, del tipo de tractor de que se trate y de la clase de tren
de rodaje que incorpore. Así, los tractores oruga disponen de un tren de rodaje con una
superficie muy grande en comparación con los de neumáticos. Respecto de los tractores de
neumáticos, será mayor la superficie, cuanto mayor sea el número de neumáticos que
incorpore. También depende del tipo de neumáticos que posea.

Si bien la presión que ejercen los tractores es muy variable de una firma a otra, se puede
establecer que la presión de los tractores oruga, a pesar de su mayor peso, es muy inferior a la
de los tractores de neumáticos, oscilando entre los 30 y 40 kPa. Respecto de los tractores de
neumáticos, la presión suele superar los 100 kPa, excepto para los de baja presión.

- El poder portante del suelo, como se aprecia en la tabla n1-6, es muy variable de unos suelos
a otros. La humedad, en este caso, tiene una influencia muy variable, pues en unos casos
aumenta el poder portante, como es en el caso de los suelos arenosos, y en otros lo
disminuye de forma muy importante, como es el caso de los suelos arcillosos.

Otros factores de que depende la compactación son los siguientes:

o La pendiente: Siddle y Orlica (1981), observaron como la compactación aumentaba,


cuando el desembosque se realizaba pendiente arriba.
o La cubierta vegetal favorece la distribución de la presión sobre el suelo, y por tanto,
disminuir su valor absoluto.
o El método de desembosque, influye en el grado de compactación. Así, Löffler (1985)
observó como el método que más compactaba era el de arrastre del fuste completo
(gráfico nD-1), no por el peso de la carga, sino por el efecto cortante sobre el suelo
que ejerce su deslizamiento.

Gráfico D-1: Compactación en función del método de desembosque

D.2.3.- Las rodadas.-


Son causadas por la acción conjunta del desgarramiento de la cubierta húmica y por la
compactación.

Las rodadas causan numerosos efectos, por si sólo, en el medio forestal. Así, entre otros, se
pueden destacar los siguientes efectos:

o En terrenos con pendiente, sirve para el encauzamiento del agua que erosiona el suelo
que le mantiene, produciendo el aumento de la profundidad de las rodadas, hasta
dejar las raíces al aire.
o En terrenos sin casi pendiente, dificulta la evacuación del agua de escorrentía,
facilitado el encharcamiento del suelo, con los problemas que de ello se puede
108
derivar
o Pone al descubierto las raíces vegetales
o Es un elemento que causa efectos negativos en el paisaje

La profundidad de las rodadas, depende conjuntamente de la importancia de la compactación,


y del desgarramiento superficial, y por tanto de los mismos factores que afectan al valor de
estos.

D.3.- Daños sobre la vegetación


Los efectos de los tractores sobre la vegetación se pueden clasificar en directos, debidos a la
acción directa del tractor sobre la vegetación, e indirectos, debidos a los cambios causados en el
suelo forestal.

D.3.1.- Daños directos.-


Entre otros cabe destacar los siguientes:

- Daños en el tronco: El paso del tractor por el monte poblado es origen de golpes de este sobre
la vegetación adyacente, bien sea por el impacto del chasis sobre el arbolado, bien sea por
el impacto de los aperos sobre estos, o por la carga que transporta.

Los daños más frecuentes son heridas que se localizan en la zona basal. Estas heridas son
origen de infecciones posteriores, generalmente de hongos, que se propagan hacia el interior
del tronco y en sentido ascendente, reduciendo de forma muy notable el valor de la madera.

La época en que se producen las heridas parece tener gran influencia en las consecuencias
producidas en los árboles. Parece que cuando estas se producen en épocas de gran actividad
del árbol es cuando mayores daños produce en dicho árbol. En muchos paises se limita la
época de realización de trabajos de aprovechamientos en clareos, claras y aclareos, a las
épocas de parada vegetativa de la vegetación

La intensidad de las heridas depende de los siguientes factores:

o De la densidad del rodal. Al aumentar la densidad del rodal aumenta las dificultades
de movimiento, y por tanto aumenta la probabilidad de daños en el tronco.
o De la densidad de corta: Al aumentar la densidad de corta aumenta la actividad de los
tractores y por tanto la probabilidad de daños en el arbolado.
o De la época de la corta: La corta realizada en el momento de paralización de la savia,
reduce la importancia de los daños en el arbolado. Además es una época en la que la
actividad de los hongos es muy pequeña o nula, por lo que dificulta su ataque.
o Del sistema de aprovechamiento y del equipo utilizado: Ronay (1982) comprobó
como el sistema de aprovechamiento por el método de madera corta y
desemboscado mediante autocargador, era el que menos daños causaban al arbolado.
Los métodos de arrastren introducen el factor de la carga, como otro factor que
puede causar heridas al arbolado.
o De otros factores tales como la planificación de las cortas, la pericia del maquinista,
109
el sistema de retribución de este, la longitud de las trozas, cuando se saca por el
sistema de árbol o fuste entero de forma semiarrastrada....

- Daños en las raíces: Son causados generalmente por las rodadas, que llegan a profundizar
hasta la posición de las raíces.

El número de raíces dañadas depende de los siguientes factores:

- De la profundidad de las rodadas, cuanto mayor sea esta mayor será el número de raíces
dañadas.
- De la distancia de las rodadas al arbolado: Según Hyppel y Nilsson (1973), cuando la
rodada se sitúa a una distancia inferior a 0,5 m del arbolado, más del 50% de los arboles
colindantes se vieron afectados. Si esta distancia es de entre 0,7 y 1 m, el número de
árboles afectados disminuye a tan sólo entre el 10 y el 25%. Si la distancia es superior a
1 m, el porcentaje de árboles afectados es inferior al 5%
- Del diámetro de los árboles: Al aumentar el diámetro de los árboles, aumenta el número de
raíces, y por tanto los daños sobre estas.

D.3.2.- Daños indirectos.-


Son los causados como consecuencia del cambio de estructura sufrido por el suelo. Los daños
que pueden causar al arbolado son los siguientes:

- Efecto sobre el crecimiento: La compactación y la disminución de intercambios suelo-planta,


que esta ocasiona, es origen de una pérdida de vitalidad del arbolado, y por tanto de una
pérdida de crecimiento. En general, se admite que esta pérdida se sitúa entre el 5 y el 15%,
pudiendo llegar hasta el 40% (Froehlich, 1976) en las zonas lindantes a las pistas y calles,
donde la compactación es más grande.
- Efecto sobre la regeneración: La compactación dificulta en gran medida el arraigo de las
nuevas plantas, y por tanto, mientras subsista esta circunstancia, subsiste el problema de
regeneración. La compactación no es un problema irreversible, pero es bastante duradera,
pudiendose cifrar entre los 10 y los 30 años, el tiempo que tarda el suelo en alcanzar sus
primitivas características.

Así, Hatchel, 1970, observó como la regeneración en la zona entrecalles era evidente un
año después de la corta, pero no en la zona de calles, cuya recuperación no se produjo hasta
18 años mas tarde. Sannikov, en 1981, obtuvo similares resultados, comenzando la
regeneración en las calles después de 20 años.

110
E: COSTE HORARIO DE LOS TRACTORES FORESTALES

E.1.- Introducción
El problema básico de la explotación forestal, salvaguardando el principio de la persistencia del
monte, está en determinar qué sistema de trabajo y que medios disponibles producen una mayor
economía en las operaciones. Sólo en casos un tanto excepcionales, se consideran otro tipo de
criterios distintos del mínimo coste, como pueden ser los criterios sociales, medioambientales, de
tiempo...., pero aún en estos casos el coste de la explotación debe tenerse en cuenta.

En los capítulos anteriores se ha ido analizado, para cada tipo de máquina, los rendimientos en
condiciones ideales, para luego analizar la pérdida de productividad como consecuencia del
alejamiento de las condiciones consideradas ideales. Para poder abordar el problema de la
explotación forestal, se deben referir todos estos tiempos de trabajo a términos económicos, para lo
cual se debe conocer el coste de dichos medios.

Los estudios de los costes de las operaciones permiten obtener el siguiente tipo de información:

- Poder discernir en un cierto momento cuál de los diferentes métodos con que se puede realizar
una operación resulte económicamente más rentable
- Tener la base para predecir como evolucionaran los costos de una operación, realizada según
diferentes métodos, y por tanto, poder predecir los métodos a aplicar a corto y largo plazo.
- Poder conocer los costos totales de la explotación forestal

E.2.- Métodos de cálculo de costes de las máquinas


Si bien es común en todos los sistemas realizar el cálculo de los costes de las máquinas, a partir
del coste horario, los métodos de cálculo varían, en función del procedimiento seguido para
determinar los costos de amortización de los equipos.

Los métodos más usuales para determinar los gastos de amortización son los siguientes:

- Método de amortización constante: Este método supone que los costes de amortización "A" son
constantes todos los años e iguales al cociente entre el coste de la diferencia del precio del
tractor en el momento de la adquisición "P" y el precio de reventa del tractor al término de su
vida útil de trabajo "R", por el número de años de vida del tractor "n":

A= (P-R)/n

Este método tiene como principal ventaja la sencillez de cálculo, pero en cambio tiene mucho
inconvenientes, entre los que cabe señalar los siguientes:

- El valor amortizado en el año t es menor que la depreciación sufrida, por lo que se tiene un
capital contable mayor que el real, cuyos efectos se hacen patentes cuando la empresa
pretende liquidar.
111
- La amortización en los primeros años es muy pequeña, con lo que resulta unos beneficios
netos antes de impuestos muy altos, y por tanto, los gastos de la empresa por impuestos son
muy elevados, precisamente en los momentos en que la empresa, como consecuencia de la
inversión hecha, tiene más problemas de liquidez.

- Método de amortización decreciente: Existen muchas formas de establecer la depreciación


decreciente, alguna de ellas son propugnadas por empresas vendedoras de tractores forestales,
teniendo cada una de ellas su regla particular. Así, un método establece amortizar en el primer
año el doble que en el caso anterior e ir decreciendo este valor hasta el último año "n" en el que
se amortiza tan solo la mitad que en el caso anterior.

Como:
A1=2(P-R)/n
..................
An=(P-R)/(2n)

En el año "t" la amortización será:

A = (4·n-3·t-1)·(P-R)/(2·n2-2n)

Este sistema, carece de los defectos anteriores, pero tiene en contra, el ser un método un tanto
aleatorio pues no existe una relación muy justificada entre el valor de la amortización y el
consecuencia de la depreciación. También tiene el inconveniente de que Hacienda no permite
siempre aplicar este método, por la falta de ingresos que su aplicación conlleva.

Debe apuntarse la ventaja que supone este método para incentivar la inversión, dado que en
los últimos años la amortización es muy pequeña, y por tanto los beneficios contables muy altos,
que obligan a la empresa a desembolsar cantidades muy elevadas de dinero, para hacer frente a
los impuestos

- Método de gastos de amortización y mantenimiento constantes: Dado que los gastos de averías y
mantenimiento son crecientes con la edad de la máquina y los de amortización decrecientes, el
cálculo horario de la máquina se hace suponiendo que la suma de ambos gastos sea constante a
lo largo de la vida de la máquina.

Este método, que se analizará con profundidad a continuación, une a las ventajas del método
anterior la de mantener el coste horario de la máquina constante a lo largo de los años, con la
salvedad de las situaciones en la que se produzca inflación, en cuyo caso debe de irse
actualizando con ella.

112
Gráfico nE-1: Amortización anual según los diferentes métodos

E.3.- Cálculo del coste horario por el método de amortización y mantenimiento constante

Tradicionalmente los costes de una máquina aislada se han dividido en los siguientes tipos:

E.3.1.- Costes fijos.-


Son aquellos que se producen independientemente de que el tractor trabaje o no trabaje. Estos
costes son los siguientes:

- Costes de amortización: Como ya se expuso anteriormente, este método se caracteriza porque


los costes de amortización más los de mantenimiento son constantes a lo largo de los años.

Los gastos de mantenimiento son característicos de cada máquina, que en general, se hacen
crecientes con la edad (gráfico nE-2), respondiendo a una curva cuya formulación es la
siguiente:
GMt=[x+(t-1)·y]·P/100

Donde:
GMt son los gastos de mantenimiento en el año t
x e y son coeficientes característicos de la robustez de la máquina y de las condiciones
de dureza a que está sometida.
t los años de la máquina
P el precio de compra

En España, para los tractores aplicados a la explotación forestal, se suelen aplicar los
siguientes coeficientes:

Para el tractor forestal: x=2; y=4


Para el tractor agrícola: x=2; y=5

Sustituyendo, para el caso del tractor forestal, resulta:

113
Si se utiliza el tractor durante n años, los gastos totales de mantenimiento GMT serán:

Como para t=1 GM1=2P/100


... ...........
t=n GMn=[2+(n-1)4]P/100

Luego GMT=2n2P/100

Por otra parte, los gastos totales de amortización AT al cabo de los n años serán:

AT=P-R

Luego los costes totales de amortización y mantenimiento serán:

GMT + AT = 2n2P/100 + P-R

Y para cualquier año t


GMT + AT = 2nP/100 + (P-R)/n

De donde se deduce que los costos de amortización para el año t serán:

AT = 2nP/100 + (P-R)/n – [2+(t-1)·4]·P/100

Si "h" es el número de horas de funcionamiento anual, el coste horario debido a la


amortización del tractor para el año t serán los siguientes:

AT = 2[P/(100·h)]·(1+n-2·t) + (P-R)/(n·h)

- Intereses: Los gastos en este concepto son los que resultarían de pagar los intereses del capital
que todavía queda por amortizar, suponiendo que la compra del tractor se ha realizado
mediante financiación bancaria, a los intereses de capital "i"

Así, en el año t se habrá amortizado el capital A1+A2+..+At-1, por lo que se deberá pagar los
intereses:

It=i[(P-R)-(A1+A2+..+At-1)]

Los intereses totales que se debe pagar será la suma de la progresión geométrica
correspondiente a los intereses de los distintos años, cuyo valor será:

It=[(P-R)·(1+1/n)]-[2·(n-1)P/100]· n·i/2
114
El coste horario para el año t será:

Ith= [i/(2·h)]·[(P-R)·(1+1/n)]-[2·(n-1)P/100]

- Otros gastos fijos: Corresponde a los gastos por impuestos, tasas, seguros y gastos de garaje.
Estos gastos varían según muy diversas circunstancias, por lo que en general se suelen
estimar como un coste proporcional al coste de la máquina.

Así si k1 es la constante de proporcionalidad de los gastos de impuestos, tasas,.. "F", el


coste horario debido a este concepto es el siguiente:

Fh =(k1·P)/(n·h)

E.3.2.- Costes variables.-


Son los costes que sólo se producen cuando el tractor está en funcionamiento. Estos costes
son los siguientes:

- Coste de los operarios: Este coste puede ser fijo o variable o pertenecer a ambos tipos de
costes según si el operario está fijo en plantilla de la empresa y asignado al funcionamiento
del tractor, o si el operario sólo recibe sueldo a destajo o si el operario, perteneciendo a la
empresa tiene un sueldo fijo y unos incentivos salariales, respectivamente.

Lo más usual en España es el último supuesto, dado que es el que produce mayor
operatividad.

El coste debido a este capítulo es por tanto, la suma de los siguientes gastos:

- Sueldo bruto del operario "Sb"


- Sueldo por incentivos "Si" que debe oscilar, para una mayor productividad, en alrededor del
30% del sueldo bruto
- Cargas sociales "Sss" (Seguridad Social, Cuota de desempleo, Formación profesional..), que
puede representar alrededor del 30% del sueldo e incentivos del operario.
- Otros conceptos "So" (cuota empresarial, seguro de accidentes, kilometráje para acudir
diariamente a la explotación forestal..), cuyo valor es muy variable, pero en general,
bastante importantes en el conjunto total.

Por tanto, el coste total anual "ST" será:

ST=Sb+Si+Sss+So

Y el coste horario "Sh":

115
Sh=[Sb+Si+Sss+So]/h

- Coste de reposiciones: En este capítulo se incluyen todos aquellos costes de materiales cuya
duración es limitada e inferior a la del propio tractor.

En este capítulo debe incluirse el correspondiente a los neumáticos, coste muy importante
debido no solo al propio valor del neumático, sino también a su relativa escasa duración, dada
la dureza de las condiciones por las que tiene que desenvolverse.

El coste de un neumático varía mucho en función de las características y calidad del propio
neumático, variando entre las 80.000 y 200.000 pts la unidad, por otra parte, varía el número
de neumáticos del propio tractor, oscilando entre 4 y 8, aunque puede incluso tener más. Por
último la duración del neumático varía también mucho según la dureza del terreno, el
mantenimiento del neumático, así como de sus propias características. Así en casos extremos
el neumático apenas dura 500 horas, aunque en general supera las 1.000 horas, llegando en
muchas ocasiones a las 2.000 horas de funcionamiento.

Todos estos datos indican que para calcular el coste de reposición de un tractor, debe
analizarse la situación concreta en que se encuentra el propio tractor, y en base a ella realizar
los cálculos convenientes.

Para dar un orden de magnitud de los costes de reposición, debe tenerse en cuenta que los
costes de los neumáticos se sitúan entre el 7 y el 10% del valor de la máquina, con una
duración de alrededor de las 1.500 y las 2.000 horas, (la duración del tractor es de alrededor
de 10.000 horas) por lo que el coste horario de reposición "N" sitúa en los siguientes valores:

N = 0,085·(P/1750) – (P/20000)

Debe tenerse en cuenta que en los cálculos realizados, se ha considerado reposición los
neumáticos de origen que lleva el tractor, por lo que no debe incluirse estos en el precio inicial
de compra del tractor. Esto suele ajustarse muchas veces a la realidad, dado que se compra por
una parte el tractor que más interese, y a este se le incorpore los neumáticos más propios del
lugar y circunstancias donde se vaya a desenvolver.

- Costes de averías y mantenimiento: Como ya se ha indicado al señalar la amortización, los


gastos de averías y mantenimiento, estos gastos son variables con los años, respondiendo a
la fórmula:
GMt = [2+(t-1)·4]·P/100

El coste total a lo largo de los años n de funcionamiento será:

GMt = 2·n2·P/100
116
El coste horario medio será:

GMt = 2·n·P/(100·h)

- Costes de carburantes: El consumo de carburante de un tractor depende de la potencia del


motor, de la dureza del trabajo, así como de otras características del propio motor (vease
apartado 1.1.1).

En general, si CV es el número de caballos de potencia del motor, se suelen fijar los


siguientes consumos:

- Motor de gasolina: 0,14CV l/h


(El consumo al 100% de su potencia sería de 0,37)
- Motor de gasoil: 0,12CV l/h
(El consumo al 100% de su potencia sería de 0,22)

Por tanto, si g y g' son los costes unitarios del litro de gasolina y gasoil, respectivamente,
los costes horarios por consumo de carburantes serán los siguientes:

- Caso de motor de gasolina:.... 0,14CVg


- Caso de motor de gasoil:...... 0,12CVg'

- Coste de aceite: El consumo de aceites del tractor tiene dos orígenes: el de lubrificación del
motor, y el del circuito hidráulico de transmisión de fuerza

El consumo de aceite lubrificante se suele fijar como un porcentaje del gasto de carburante,
variable según el tipo de motor. Así, para el motor de gasolina el consumo de aceite
lubrificante es de 2,5 l por cada 100 l de combustible, mientras que con el motor de gasoil el
consumo es de 4,5 l

Por tanto, si "d" es el precio del litro de aceite, el coste horario de aceite lubrificante será:

- Motor de gasolina:.....0,0250,14CVd=0,0035CVd
- Motor de gasoil:.......0,0450,12CVd=0,0054CVd

El consumo de aceite del circuito hidráulico es muy variable, primero por lo variable de su
volumen, y segundo por lo variable de su consumo.

- Así, el volumen del aceite del circuito hidráulico puede variar de unos pocos litros, como es
el caso del skidder con transmisión mecánica, dado que el circuito hidráulico se reduce
a dotar movimiento a la pala y a la dirección, o a varios centenares de litros para el caso
de autocargadores con transmisión hidráulica, donde el aceite es necesario tanto para el
117
movimiento del vehículo como para el movimiento de la pluma.

- En cuanto al gasto del porcentaje de aceite, también varía mucho, pues si bien en general no
necesita sustituirlo en la normal vida del tractor, si necesita reponerse, como
consecuencia de las fugas o de las roturas del circuito.

Como consecuencia de esta variabilidad, es difícil establecer un índice general de costes


de este concepto para todos los tipos de tractores.

Sundber y Silversides, analizan el conjunto de gastos derivados de aceites y grasas,


proponiendo los siguientes valores del coste horario que supone el gasto de estos productos:

1,36CVfa/100

Siendo:
fa un factor que depende del tipo de tractor, proponiendo los siguientes valores

 Skidders fa=0,15
 Taladoras-apiladoras fa=0,23
 Procesadoras, cosechadoras y autocargadores fa=0,40

Estableciendo una semejanza de los valores de gasto de aceite del skidder, con los
analizados al estudiar el gasto de lubrificante de los motores de gasoil, resulta que costes
horarios debidos al gasto total de aceite son los siguientes:

Skidder ...........................................................0,0054CVd
Taladoras-apiladoras.......................................0,0083CVd
Procesadoras, cosechadoras y autocargadores 0,0144CVd

- Otros costes: Este capítulo recoge otros costes del tractor no recogidos en los capítulos de
reposiciones, averías y mantenimiento, carburantes y aceites, y que en general son poco
importantes en el cómputo total de costes.

Así, en este capítulo se recogería los costes de grasas, que suele oscilar en alrededor de un 5
y un 10% del gasto de carburante, según si el motor es de gasolina o de gasoil.

Otros costes, son muy variables según el tipo de tractor de que se trate, y de las condiciones
de utilización del vehículo, como puede ser líquido anticongelante...

E.3.3.- Costes generales.-


Hasta ahora se han detallado los costes inherentes al tractor como medio de producción, pero
el tractor forestal, al igual que cualquier otro medio de producción, para que pueda funcionar,
debe estar sujeto a una organización que coordine tanto el lugar, fecha y procedimiento de
118
trabajo, como los momentos de parada por mantenimiento etc., y por tanto está sujeto a unos
costes generales de la empresa.

Los costes generales de una empresa son costes muy variables, que dependen
fundamentalmente del tamaño de dicha empresa y de los servicios que esta disponga:

- Así, para el caso de empresas familiares, el servicio que presta, la estructura general de la
empresa al funcionamiento del tractor, es muy pequeño, y en consecuencia, también lo son
los gastos generales.

- Para el caso de grandes empresas, el servicio que ofrece al funcionamiento del tractor, es muy
elevado, desde la financiación del tractor, hasta el taller de mantenimiento y reparaciones, o
desde la programación del trabajo hasta el apoyo de funcionamiento en el lugar de trabajo.
Naturalmente, todos estos servicios hace que el capítulo de costes generales sea un
porcentaje bastante elevado respecto de los costes anteriormente vistos.

119
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